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Domingo, 11 de diciembre del 2016.

PISA para salir del fondo


Escribe: Milagros Berríos

El Perú dejó el último puesto en las pruebas PISA, pero los desafíos en educación se mantienen.
Uno de los principales será cerrar la brecha entre las escuelas rurales y urbanas. Los protagonistas
–incluidos los alumnos– hablan un poco más de este proceso.

Bamba. Psicosocial. Cortina de humo. El último miércoles varios congresistas decían que los
resultados de la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por
sus siglas en inglés) eran una farsa para proteger al ministro de Educación, Jaime Saavedra. Un día
después, en pleno feriado, Eduardo Flores, estudiante de cuarto grado de secundaria del colegio
público Alfonso Ugarte, quien tenía un año cuando Mauricio Mulder ingresaba por primera vez al
Congreso (en el 2001), advertía que –por lo menos él– no había plagiado, que la prueba estuvo
sencilla y que aun así muchos políticos ni siquiera podrían resolverla.

A fines de agosto del año pasado, Eduardo y más de veinte alumnos del colegio Alfonso Ugarte, de
San Isidro, respondieron las preguntas de la prueba PISA, la evaluación internacional en la que
participaron 72 países. Entre ellos, los miembros de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) y otros voluntarios como el Perú.

El organismo internacional eligió al azar a 6.971 muchachos de quince años para la evaluación.
Sobre ellos, y su rendimiento, ahora se sabe que han mejorado en Ciencia, Lenguaje y Matemática,
pero que aún están lejos de la media de la OCDE. Eso luego de que el 2012, el Perú ocupara el
último puesto de las 65 naciones participantes.

Esta vez, el Perú está entre los seis países con mayor crecimiento a nivel mundial. De los 69
considerados en el ranking final, ocupa el puesto 63 en Ciencia, 62 en Lenguaje y 61 en
Matemática. Superó a Brasil, Indonesia, Jordania y Túnez, que ya habían participado en PISA 2012.
También a Kosovo, Argelia y República Dominicana, los cuales rendían por primera vez aquellas
pruebas.

Una brecha importante

Cuando la Unidad de Medición de la Calidad del Ministerio de Educación (Minedu) recibió los
resultados de PISA, cerca de diez psicólogos, economistas y estadísticos tuvieron que verificarlos.
El equipo integrado por Giovanna Moreano, Andrés Christiansen, José Carlos Loyola y otros
especialistas aceleraron el paso para enviar sus comentarios a la OCDE, comenzar con la
elaboración del informe nacional y analizar el desempeño de los miles de alumnos. Finalmente,
publicaron la información en la fecha establecida por la OCDE: el martes 6 de diciembre.

Estos documentos muestran que en el Perú ha disminuido la cantidad de estudiantes con un mal
desempeño en Ciencia. Pese a que suene alentador, más de la mitad de los participantes todavía
se ubica en los niveles más bajos. Estos alumnos solo pueden realizar tareas de baja demanda
cognitiva, describen relaciones causales muy simples, tienen dificultad en evaluar y diseñar
investigaciones científicas, aplican parcialmente sus saberes en situaciones reales.

Liliana Miranda, jefa de la Unidad de Medición de la Calidad, quien desde hace siete años evalúa
los resultados en PISA, dice que el Perú es el país que ha logrado la mayor reducción de
estudiantes en los niveles más bajos de Ciencia y Matemática en Latinoamérica. "En Lectura solo
aplican capacidades más literales. Entienden lo que leen, sí, pero no logran establecer una
posición crítica", agrega. En estas pruebas internacionales no hay operaciones matemáticas, ni
análisis de oraciones. Las preguntas están planteadas como avisos de servicio público, recetas,
instrucciones para armar objetos y cuadros para interpretar datos científicos.

Si bien la información no es pública, se conoció que el colegio Alfonso Ugarte está dentro de las
281 instituciones que el año pasado participaron en PISA.

Entre las escuelas rurales y urbanas se ubica la brecha más grande en el país, la cual se observa
desde hace varios años —y sin mucho ruido— en la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE).

En Lenguaje, Ciencia y Matemática el panorama es similar: si bien las escuelas públicas y las
rurales lograron elevar sus puntajes en comparación al 2012, también lo hicieron las urbanas y las
privadas. Estas últimas aún registran los mejores resultados. "Lo alentador es que las públicas
mejoraron más que las privadas. Lo ideal es que ambas avancen y que las diferencias vayan
desapareciendo", dice Liliana Miranda.

El último martes, en una conferencia online, la mexicana Gabriela Ramos, directora de Gabinete
de la OCDE, mencionó varias veces al Perú: reforma educativa, Saavedra y desigualdad. "En
Latinoamérica, el impacto del nivel socioeconómico es mayor en el Perú. Lo sigue Chile, Uruguay,
Costa Rica y Colombia".
Aquí, los estudiantes más pobres son los que obtienen los peores resultados.

Eso también lo sabe el español Pablo Zoido, especialista en educación del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), quien añade un dato: la mitad de los peruanos está dentro del 20 % con mayor
desventaja socioeconómica de toda la muestra global.

El motivo

De los 300 estudiantes de quince años del colegio Alfonso Ugarte fueron elegidos 25 de manera
aleatoria. Los alumnos dicen que les dieron un polo de PISA, los ubicaron frente a las
computadoras y se inició el proceso.

Esta evaluación es la cuarta que se aplica en el país. La primera (PISA 2000) solo evaluó Lenguaje y
se realizó el 2001. Después de un periodo de para, se retomó PISA con las pruebas del 2009, 2012
y 2015.

Los muchachos que dieron la última prueba nacieron en el 2000, a finales del gobierno de Alberto
Fujimori. El presidente del Consejo Nacional de Educación, Hugo Díaz, dice que los resultados
están vinculados al trabajo de los últimos tres gobiernos: Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta
Humala.
Ante la consulta de domingo, Gabriela Ramos de la OCDE precisó las políticas vinculadas a los
resultados peruanos: reforma de la carrera docente, mejoras remunerativas, evaluaciones,
mecanismos de ascenso e incentivos.

Hugo Díaz explica un poco más. Dice que el presupuesto destinado a Educación el 2015 es cinco
veces más de lo que era el 2000. También hace referencia a la Carrera Pública Magisterial (2008)
que luego se convertiría en la Ley de Reforma Magisterial (2012): meritocracia, nuevas escalas,
reubicación y evaluaciones.

A esto añade la Jornada Escolar Completa (JEC), implementada de manera progresiva en colegios
secundarios: diez horas pedagógicas adicionales a la semana. Más Matemática, Comunicación,
inglés y Educación Física. "Otro punto a tomar en cuenta es que Perú y Colombia son los únicos
países en América Latina que tienen cinco años de secundaria". Los demás tienen seis años.

En el colegio Alfonso Ugarte, solo el 20% de estudiantes que reciben clases hasta las 4:00 p.m.
lleva almuerzo. Esta es una de las escuelas donde se imparte la JEC, medida que aún no considera
la alimentación para los alumnos.

La subdirectora pedagógica del plantel, Jenny Rojas, señala que la Reforma Magisterial no brinda
mayores beneficios a los docentes. Los principales problemas: las remuneraciones y el acceso a
capacitaciones.

Los alumnos del Alfonso Ugarte dicen que se esforzaron para rendir una buena prueba PISA. Pero
también precisan que durante nueve sábados recibieron talleres en los que resolvían ejercicios de
ese tipo. Los docentes precisan que esta iniciativa partió del mismo sector. El Minedu, por su
parte, señala que "la poca familiarización de los estudiantes con pruebas en computadoras, los
motivó a desarrollar un piloto de la evaluación en este tipo de plataformas". El colegio aclara que
los talleres se hicieron con hojas de papel.
El Minedu dice que el logro está en los docentes y alumnos. Ellos lo aceptan en silencio. El avance
se toma con cautela.

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