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SEMANA 01

TEORIA GENERAL DEL PROCESO

1. CONFLICTO
La persona humana es un ser social que por su naturaleza no puede vivir aislado
de sus semejantes. Necesita interrelacionarse con los demás miembros de la
sociedad. En los procesos de socialización, los acuerdos de convivencia son
esenciales para la paz social.
En la convivencia social no siempre hay acuerdos absolutos, siempre
ocurren desacuerdos o hechos que afectan derechos de algunos miembros del
grupo. Por ejemplo, puede ocurrir la disputa de propiedad de un determinado bien
vendido a dos o más personas; o cuando existen varios sujetos titulares de un
mismo derecho. Estos desacuerdos que afectan derechos y generan conflictos
jurídicos, son los que requieren soluciones jurídicas extra judicial o judicial.
Si el caso se ventila en vía extra judicial, el conflicto se puede solucionar
por cuerdo de las partes aplicando los medios alternativos de solución de conflictos
que permite el ordenamiento jurídico del país, como la mediación, negociación,
conciliación, transacción, o arbitraje, sin llegar a un proceso judicial.
Cuando el conflicto no es solucionado extrajudicialmente en forma
amigable por las partes, por acción de una de ellas corresponde hacerlo al juez
mediante un proceso Judicial, aplicando la ley.
La ciencia jurídica, como realidad social, es objeto del proceso judicial,
evidenciada en la conducta de la persona humana a través de la actividad procesal
y la regulación legal de sus formas, poderes y deberes que las dinamizan1.
Según la Real Academia de la Lengua Española, el conflicto es
conceptualizado como:
• “Combate, lucha, pelea”, “Enfrentamiento armado”.
• “Apuro, situación desgraciada y de difícil salida”.
• “Problema, cuestión, materia de discusión”.(Real Academia de Lengua
Española, 1994).

El conflicto es inherente al ser humano. “El conflicto es una situación de


confrontación de dos o más protagonistas, entre los cuales existe un antagonismo
motivado por una confrontación de intereses” (Fernández, 1999).

1. Entelman, R.(2009).Teoría de Conflictos, Ed. Gedisa, Barcelona, España, pág. 55.


Por nuestra parte, consideramos que en el ámbito del Derecho: Conflicto
es una lucha de intereses jurídicos entre dos o más partes sobre determinadas
pretensiones contrapuestas, en donde cada una sostiene tener la razón o titularidad
de un derecho en discusión.

2. LITIGIO.

Litigio es un conflicto de intereses calificado por una pretensión y una resistencia,


siendo el primero su arista material y las segundas, su arista formal2.
Conflicto de intereses y Litigio: El conflicto de intereses se convierte en
litigio cuando no existe un acuerdo extra judicial de las partes y el caso pasa para
ser solucionado en la vía judicial. Es decir, el conflicto se transforma en litigio
cuando:
 Uno de los interesados acciona para que su interés asuma la posición que le
asigna el orden jurídico frente a su contrario; y
 El titular del interés acciona en sentido opuesto, negándose a cumplir la conducta
prevista por la ley o resistiéndose a colocar al titular del derecho en la posición
que le asigna la norma jurídica.

2.1. Elementos del litigio:


Cuando el conflicto deviene en litigio, se evidencian los elementos subjetivos y
objetivos, con diversa estructura como:
 Los elementos subjetivos, son los titulares de intereses contrapuestos y los
protagonistas de actividades encontradas, denominadas pretensión y resistencia;
 Los elementos objetivos, son el bien sobre el que recaen los intereses en
conflicto y las razones que pueden invocarse para demostrar la tutela que el orden
jurídico confiere a cada una de las actividades contrapuestas.

2.2. Estructura del litigio3


a) Pretensión: Es la actividad que se discute en el litigio, proveniente de
cualesquiera de los sujetos que promueven el conflicto de intereses, en razón de
contener una declaración de voluntad que exige el sometimiento del interés ajeno
a la satisfacción del propio.
La pretensión no siempre proviene del sujeto titular del interés al que el
ordenamiento jurídico concede superioridad o prevalencia, también se puede

2
. Carnelutti, F. (1941). “Teoría General del Derecho”, trad. esp. Madrid: Gedisa
3
. Quevedo, E., (2017: El Conflicto Jurídico y sus soluciones en el siglo XXI, p. 6 a 19.
originar en el sujeto del interés sometido, por la norma jurídica, a la satisfacción de
aquél; como cuando el deudor pretende la declaración de haber satisfecho la deuda
o la declaración de la prescripción del crédito.

b) Resistencia: Para que surja el litigio es necesario que a la pretensión se oponga


una resistencia, que es el obstáculo que pone el titular del interés subordinado, a
la satisfacción de la pretensión, negando someterse a la exigencia de la ley o
manteniendo una actitud pasiva ante el ejercicio de la pretensión. Esta resistencia,
puede ser razonada o no, fundada o infundada.
La resistencia, como la pretensión, se compone, de dos elementos
esenciales: subjetivo y objetivo. El primero se integra con el sujeto resistente: contra
el que se dirige la pretensión y opone a ella la negativa a satisfacerla. El segundo
tiene duplicidad de elementos: manifestación de voluntad –expresa o tácita del
resistente negándose a subordinar su interés al del pretensor y objeto, bien sobre
el que debe tener satisfacción el interés protegido por la norma jurídica y respecto
del que el resistente niega su concurso.

c) Causa eficiente del proceso: Es el conflicto de intereses devenido en litigio. El


conflicto separado del litigio y localizados ambos en el campo que le es propio, debe
entenderse al conflicto como la causa del orden jurídico estatal y al litigio como la
causa del proceso judicial. Es posible identificar la situación en que deben
encontrarse los intereses calificados por el ordenamiento jurídico estatal para
necesitar de la tutela jurisdiccional, y aquella que autoriza a emplear métodos
alternativos que contribuyan a poner de manifiesto la efectiva situación de
imposibilidad de superar el enfrentamiento intersubjetivo, con la finalidad práctica
de evitar que se ponga en funcionamiento, innecesariamente, el costoso
mecanismo de dicha tutela jurisdiccional.
La existencia del litigio se identifica con la situación de hecho que genera la
necesidad de la intervención de la justicia para pronunciarse sobre la legitimidad de
una pretensión resistida y para el caso de declararse fundada, contar con el
respaldo de la fuerza pública para alcanzar la satisfacción del interés declarado
legítimo, es decir, tutelado por el orden jurídico.
Por tanto, es necesario precisar que, en todo proceso judicial concurren tres
tipos de interés:
 Dos o más, intereses en litigio, de naturaleza material, regidos por normas de
derecho sustancial. Estos son variables, ya que pueden ser privados,
colectivos, difusos o públicos;
 Dos o más, intereses en obrar, que motorizan el desenvolvimiento del proceso
y tienen carácter instrumental y por tanto, naturaleza procesal; y
 Un interés en dirimir el litigio, de naturaleza procesal y de carácter
eminentemente público.
Estos dos últimos son de carácter público, el primero por ser causa del proceso y su
dinámica de movimiento, y el otro por ser su titular el Estado.

2.3. FORMAS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS.


En la doctrina procesal, seguida por VESCOVI, E. (1999) encontramos las
siguientes formas de solución de conflictos:

2.3.1. Autodefensa.
Es la defensa propia. En esta forma de solución, no existe un tercero distinto a las
partes que pueda resolver el conflicto, y una de las partes impone la decisión a la
otra.
En el derecho actual, la autodefensa solo se reconoce como excepciones
para algunos casos como:
 La Legítima Defensa: Derecho a defenderse con el uso proporcional de armas
cuando es atacado por alguien que pone en peligro sus derechos.
 El Derecho de Retención: Facultad de retener un bien que está obligado a
entregar hasta que se le pague el crédito vinculado con la obligación de restituir.
 La Huelga: Cese de hecho del trabajo por los trabajadores con el fin de conseguir
aumento remunerativo o mejores condiciones de trabajo.
 El corte de árboles o plantas que invaden el predio del colindante: Facultad del
colindante a cortar las ramas o raíces de los árboles que invaden su propiedad
colindante.
 La Guerra: En el Derecho Internacional.

2.3.2. Autocomposición.
Es la solución del conflicto por las partes, sin imposición de nada de una contra la
otra. Entre estas formas se puede mencionar:
 El Desistimiento: Renuncia de una de las partes a continuar con un proceso o
acto procesal determinado. Nuestro Código Procesal Civil (CPC), regula esta
institución procesal en sus Arts. 340 a 345 del CPC.
 El Allanamiento y Reconocimiento: Es la aceptación de la pretensión del
demandante por parte del demandado, sin aceptación de los hechos y
reconocimiento del derecho, conforme a los Arts. 330 a 333 del CPC.
En el reconocimiento, el demandado además de aceptar la pretensión, admite la
veracidad de los hechos expuestos en la demandan y los fundamentos jurídicos de
ésta.
 La Transacción: Es un contrato entre las partes que haciéndose concesiones
reciprocas deciden poner fin a un conflicto de intereses, de conformidad con los
Arts. 334 a 339 del CPC.

2.3.3. Heterocomposición.
Es la solución del conflicto por un tercero. Esta forma de solución de conflictos se
conoce como:
 Arbitraje: Es un medio alternativo extrajudicial de solución de conflictos
extrajudicial, con la participación de un tercero llamado “Arbitro”, nombrado por
las partes para solucionar el conflicto, conforme a un procedimiento
predeterminado. En el Perú, el arbitraje se regula por el D. Leg. 1071 del 2008.
 Mediación: Es un medio alternativo extrajudicial de solución de conflictos, con
la intervención de un tercero como “mediador” que comunica a las partes, por
propia iniciativa de éstas, proponiendo medios de solución aceptables que
pueden lograr acuerdo en las partes sobre solución del conflicto.
 Conciliación: Es un medio alternativo extrajudicial de solución de conflictos con
la Intervención de un tercero que busca un acercamiento entre las partes para la
solución del conflicto por ellas mismas de manera amistosa, para evitar que
deriven en un proceso judicial.
La conciliación puede ser extrajudicial o judicial. En el ámbito extrajudicial, la
Conciliación se regula por … ; y en lo judicial se regula por los Arts.323 a 329 del
CPC.
 Proceso Judicial: Es un Tercero nombrado por el Estado – Juez, para
solucionar el conflicto de acuerdo a la acción planteada y a lo actuado en el
proceso, aplicando la ley que corresponde al derecho de las partes en el proceso.
3. TEORÍA GENERAL DEL PROCESO.
3.1. En el Derecho Romano: Existieron dos sistemas procesales: El Ordinario y
Extraordinario.

3.2. El sistema ordinario: Este sistema comprendido desde el origen de Roma hasta el
reinado de Diocleciano (siglo III d. C.), en cuyo sistema se distinguió dos fases:
 De las legislaciones vigentes hasta el siglo II a. C., y
 La del procedimiento formulario, entre el siglo II a. C. hasta el siglo III d. C.
El procedimiento romano empieza con una significativa carga de justicia privada. En este
sistema de tutela, la acción es ejercida por el propio titular y tiene dos aspectos:
a) La venganza privada y
b) La defensa privada de los derechos.
La ley de Talión, fue un avance respecto de la acción directa: es su atenuación.

3.3. El sistema Ex ordinario.


Este sistema de conocimiento extraordinario, no presenta dos etapas procesales como el
sistema ordinario, solo presenta una etapa. La organización judicial es dependiente de un
poder central, se nombran jueces que se hacen cargo directamente de la solución del
conflicto que se encomienda.
En este sistema, el juez es un funcionario del Estado, como en la actualidad. En
otras ciudades los funcionarios como el prefecto de policía y los gobernadores de
provincia, pasaron a conocer directamente algunos asuntos, utilizando el procedimiento
extraordinario.
Este procedimiento mantuvo vigencia simultánea con el procedimiento ordinario
durante el Alto Imperio, y rige hasta el siglo III cuando pasa a ser el único.
En sus inicios el procedimiento extraordinario carecía de límites de lugar y de
tiempo, por ejemplo, todos los días eran hábiles. Posteriormente, durante Constantino, se
prohibió la actividad judicial los domingos. Con el cristianismo el feriado alcanzó a todas
las festividades religiosas, por ello los días hábiles se redujeron a 240.
En este sistema no era necesario la presencia del demandado, si este no se
apersonaba dentro de cuatro meses de notificado se declaraba rebelde. La sentencia
debía estar prolijamente fundamentada y se notificaba leyéndola a las partes. Para su
fundamentación, el juez podía consultar a sus defensores, cuyos cargos y funciones
estaban detallados en el Digesto y el Código de Justiniano.
Al respecto, es necesario precisar que el procedimiento extraordinario fue el
procedimiento que tuvo vigencia durante la mayor parte del siglo XX en los países
latinoamericanos.
a) Las legis actiones: Eran procedimientos de solución de conflictos para uso exclusivo
de los ciudadanos romanos. El procedimiento constaba de dos etapas: la in iure y la apud
iudicem o in iudicio. Cada una dirigida por personas distintas: el magistratus (magistrado)
y el iudex juez). Este procedimiento tuvo el propósito de garantizar la libertad y la
seguridad del ciudadano romanos.
b) La etapa in iure: Estaba a cargo del magistrado y se iniciaba por acción privada del
demandante y citación del demandado. La comparecencia era personal (No existía la
representación), si no se presentaba, el magistrado investía al demandante de la facultad
de llevar por la fuerza al demandado de donde lo encontrara.

c)La etapa apud in iudicem o in iudicio: Es la segunda etapa (apudin iudicem), ante el
Juez, sobre actuación de los medios probatorios. Este juez (iudex) podía ser unipersonal
o colegiado. Fijada la fecha para la audiencia, si alguna de las partes no iba, se le
esperaba hasta el mediodía. Pasada dicha hora, se expedía sentencia en favor del otro.
Si las partes iban, cada quien sintetizaba su posición (la causae conectio) y si era
necesario los abogados podían aclarar la posición de sus clientes (la causae peroratio),
luego se actuaban los medios probatorios y todo quedaba listo para que se expidiera
sentencia.

Hay una discusión inconclusa en torno de si las condenas expresadas en las sentencias
siempre debían ser pecuniarias. Esto se debe a una cita de GAYO que ha sido objeto de
diversas interpretaciones33. En todo caso, nos parece que la sentencia se podía cumplir
sobre el bien litigioso, sin embargo, si el vencido no cumplía con su entrega, no había
forma de obligarlo. Por ello, la condena se resolvía en una estimación monetaria.

3.4. Fuentes Formales del Derecho Procesal.


La palabra fuente; es una expresión que se usa para aludir al nacimiento o
surgimiento de algo8. Este significado trasladado al lenguaje jurídico, fuente
significa el lugar donde nace o emerge el derecho.
Entonces, fuentes del derecho son aquellas formas de aparición de una norma
jurídica. Según la doctrina existen de tres tipos:
a. Fuentes históricas. Se refieren a los documentos (inscripciones, papiros, libros,
entre otros) que guardan el texto de una ley o un conjunto de leyes aplicables y
vigentes en determinada época y que, sin embargo, en el presente carecen de toda
aplicación; su función únicamente es el testimonio de lo que fue determinada ley en
cierto momento histórico, misma que ha caído en desuso o incluso ha desaparecido
de los ordenamientos jurídicos.
b. Fuentes materiales o reales: Se refieren a los acontecimientos sociales que han
dado pauta para el surgimiento de determinados ordenamientos jurídicos.
Una fuente real se identifica con la causa que genera el surgimiento de normas e
instituciones jurídicas debido a los fenómenos sociales, políticos y económicos
imperantes en una época y que son el precedente para tal creación.
c. Fuentes formales del derecho: Es la forma de creación de una ley. Como
fuentes formales del derecho, se cita a la legislación, la costumbre, la
jurisprudencia, el reglamento y la circular.

3.5. EL PROCESO
Teoría general: Es un sistema de conceptos, principios, características y demás
conocimientos comunes que se aplica a todo un conjunto o grupo de la misma
naturaleza.
Teoría general del proceso: Conjunto de conocimientos, instituciones y principios
comunes de las disciplinas jurídicas procesales, en el ámbito del proceso. También se
afirma que es la parte general de la ciencia del derecho procesal que se ocupa del
estudio de los conceptos, principios e instituciones jurídicas que son comunes a las
diversas disciplinas procesales del derecho (ALCALA, N. 1974, T, 1, p. 585).
La teoría del proceso como disciplina unitaria contribuye a resaltar el
carácter científico del Derecho Procesal, es más compatible con los fines de la ciencia,
el cuerpo de conocimientos generales que varios cuerpos particulares, uno por cada
rama del Derecho Procesal. Al respecto es preciso recordar que la teoría es un conjunto
de principios explicativos de uno o más sectores de la realidad que resumen el
conocimiento existente, proporcionan una explicación para los acontecimientos
observados y pueden permitir, incluso, predecir la ocurrencia de acontecimientos no
observados (ZOLEZZI, L. 1999, p.705).
Según CARNELUTTI, citado por ZOLEZZI, L. (1999), sostiene: “Estoy seguro de no
equivocarme al afirmar que la ciencia del derecho procesal no alcanzará su cima hasta
que no se haya construido sólidamente una parte general, en que los elementos
comunes a cualquier forma de proceso encuentren su elaboración. Los elementos
comunes más allá de toda duda son la ·acción, la jurisdicción y el proceso. La idea de
una teoría unitaria se impone con naturalidad tan pronto se profundiza sobre estos
conceptos” (pág.706).

La teoría general del proceso “es la exposición de los conceptos, instituciones y


principios comunes a las distintas ramas del enjuiciamiento (Alcalá Zamora, 1974: 533)”.
En ilustrada opinión de MONRROY, J. (1996), La Teoría del proceso “es el
conjunto de conocimientos destinados a la comprensión de la disciplina jurídica que
investiga la función de los órganos especializados del Estado, encargados de resolver
los conflictos intersubjetivos de intereses, específicamente en lo referente al método
utilizado para conducir el conflicto a su solución (p.57)
Por nuestra parte, compartiendo criterio con los citados autores,
consideramos que la teoría general del proceso es una disciplina jurídica que estudia el
proceso, los principios e instituciones procesales que son comunes a diversas
disciplinas procesales, sea este proceso civil, penal, laboral, constitucional, comercial,
etc., con la finalidad de comprender el objeto y finalidad del proceso, su estructura,
desarrollo, comprensión, y aplicación como un sistema procesal en la enseñanza
aprendizaje y administración de justicia.

3.6. Objeto de estudio de la Teoría General del Proceso.


Atendiendo a lo afirmado por Podetti, R. (2011), autor de la trilogía estructural del
proceso, consideramos que la teoría general del proceso tiene como principal objeto de
estudio la identificación, comprensión y explicación de los elementos comunes a todo
tipo de proceso, entre los que podemos mencionar:
a) El proceso.
b) Principios procesales.
c) Instituciones jurídicas procesales de la función jurisdiccional del Estado.
d) Las partes que intervienen en el proceso.
e) La estructura o etapas del proceso
f) Los actos procesales en las etapas del proceso
g) Los sujetos procesales
h) Entre otros actos e instituciones procesales.

3.7. Definición del Proceso.


El concepto o noción de proceso no es absoluto del ámbito jurídico sino que está
relacionado a varios ámbitos con concepciones diferentes.
El término “proceso” significa actos jurídicos procesales sucesivos que
nacen y desarrollan dentro de un proceso, desde la postulación hasta la conclusión del
proceso con la sentencia consentida o ejecutoriada y la ejecución de la misma. También
se entiendo al “proceso”, como el avance o el dinamismo de actuación, formalidades y
requisitos procesales en merito a la actuación del operador de justicia y las partes
procesales (Real Academia Española).
El Proceso es una secuencia o serie de actos que se desenvuelven
progresivamente para resolver mediante juicio (como acto de autoridad) el conflicto de
intereses. Su función sustancial es dirimir, con fuerza vinculatoria el litigio sometido a los
órganos de la jurisdicción. (COUTURE, E. 1993, p. 122).
Para Farién Guillen, citado por SANTOS, H. (2000) el proceso es una
cadena de situaciones jurídicas contrapuestas de las partes, integradas por un cuerpo de
poderes, expectativas y cargas destinadas a obtener una serie de situaciones por obra
del juzgador( p.18).
El derecho procesal “es el conjunto de normas jurídicas que regulan la
actividad jurisdiccional del estado para la aplicación de leyes y su estudio comprende la
organización del poder judicial, la determinación de la competencia de los funcionarios
que la integran y la actuación del juez y las partes en la substanciación del proceso”
(Alsina, 1941: 37).

Por nuestra parte, consideramos que en sentido común, proceso es un conjunto


de actividades realizados por una persona o más personas en forma ordenada y
secuencial en un determinado tiempo, con el propósito de satisfacer una necesidad o
lograr un objetivo dentro. Este concepto es comprensible para cualquier persona conozca
o no derecho.
Proceso en el ámbito jurídico, es el conjunto de actos procesales que nace con
el ejercicio de la acción mediante la interposición de la demanda y bajo la dirección del
juez se desarrolla en etapas con la intervención de las partes del proceso, mediante la
realización de actos procesales en forma ordenada, lógica y sistemática, con el propósito
de lograr los fines del proceso contencioso o no contencioso.

3.8. Finalidad del proceso.


La finalidad del proceso en sentido general o común fuera del ámbito judicial, es alcanzar
un determinado objetivo o satisfacer una determinada necesidad. Ejemplo, una persona
que se propone como objetivo ser abogado, tiene que someterse a un proceso educativo
de formación universitaria y cumplir los actos administrativos y académicos establecidos
en la ley universitaria y los reglamentos de la universidad donde estudia, desde el proceso
de admisión hasta la obtención del título profesional.
En el ámbito judicial, de conformidad con lo previsto en el Art. III del Título
Preliminar del Código Procesal Civil (1993), el proceso civil tiene dos finalidades: Una
concreta y otra abstracta.
a) Finalidad concreta: Es resolver un conflicto de intereses o despejar una incertidumbre,
ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales.
b) Finalidad abstracta: Es lograr la paz social en justicia.
Ejemplo de conflicto de intereses: Si una persona alquila un departamento y el
inquilino no devuelve el inmueble al vencimiento del contrato, se origina un conflicto de
intereses, y para resolver este conflicto, el propietario del inmueble iniciara un proceso
judicial con la interposición de la demanda, y luego viene la sucesión de actos procesales
que se deben realizar dentro del proceso hasta la expedición de la sentencia consentido
o ejecutoriada que resuelve el conflicto de intereses entre las partes.
Ejemplo de incertidumbre jurídica: Un padre de familia tiene dos hijos y al fallecer
sus hijos son los herederos de una casa, un carro y una cuenta bancaria, pero para ejercer
sus derechos de propietarios de los bienes heredados, deben previamente despejar la
incertidumbre que no les permite (hacer su declaración intestada y traslado de dominio
de los bines en registros de los bienes a su nombre como nuevos propietarios), haciendo
esto se ha despejado la incertidumbre y pueden ejercer su derecho de propietarios de los
bienes adquiridos en herencia.

3.9. Caracterización del Proceso


El proceso según ARELLANO, C. (1998) tiene como característica fundamental su
unidad, que se manifiesta a través de los diferentes puntos de vista:
a) Teleológico: El proceso tiene como finalidad decidir el derecho respecto de los puntos
controvertidos que se han planteado en la demanda, al ejercitarse la acción, y al
contestarse la demanda oponiendo excepciones y defensas, o bien, al existir de por medio
una reconvención y su contestación.
b) Su estructura: El derecho procesal es aplicado en las diversas disciplinas jurídicas del
derecho positivo. El proceso se estructura de conformidad con su estructura lógica
conformada por: las etapas del proceso que son comunes en todos los tipos de procesos
y hace que haya unidad en su esencia y naturaleza.
c) Conceptualización: Las definiciones conceptuales o fundamentos teóricos constituyen
la esencia fundamental del proceso, sea cual fuere la regulación jurídica o la rama del
derecho en la que se suscite la controversia. Es importante conocer la teoría y la práctica
de las instituciones del proceso, puesto que en todo proceso habrá: demanda
contestación de demanda, pruebas, alegatos, sentencias, recursos, partes, acciones,
excepciones, defensas, incidentes, notificaciones, términos, etcétera.
d) La acción ejercida: Se aplica el derecho por el juzgador frente a situaciones concretas
en controversia, para llegar a una decisión que las resuelva.
e) Las formalidades esenciales del procedimiento: La garantía de audiencia y de
legalidad, son la columna vertebral del proceso – debido proceso en el derecho
anglosajón. Estos principios son comunes e inherentes a todos y cada uno de los
diferentes procesos.
f) Su temporalidad: El derecho tiene por característica la coercibilidad, esto es, el
cumplimiento de la norma a un en contra de la voluntad de su destinatario. La violación a
esa norma origina una controversia que tiene que ser resuelta en el proceso, con
independencia de la rama del derecho que se violente.
g) Su doctrina: Las opiniones que han realizado los procesalistas en relación al derecho
procesal, constituyen una doctrina que es aplicable a cualquier norma procesal, ya sea
que se trata de conceptos doctrinarios generales o especiales (p.66).

3.10. Estructura o etapas del Proceso.


De conformidad con la doctrina procesal y el Código Procesal Civil Peruano de 1993, el
proceso civil se estructura en las siguientes etapas:
a) Postulatoria: Comprende la interposición de la demanda, calificación de la demanda,
notificación de la demanda al demandado, contestación de la demanda, saneamiento del
proceso, determinación de puntos controvertidos, y admisión de los medios probatorios,
Arts. Del 424 al 474 del CPC..
b) Probatoria o demostrativa: Comprende la actuación de los medios probatorios
admitidos en audiencia única o audiencia especial, Arts. 202 al 211 del CPC.
c) Conclusiva o de alegatos: Corresponde a la presentación de alegatos por las partes
dentro del plazo de 5 días, según el Art. 212 del CPC.
d) Sentencia o decisión: Corresponde a la solución del conflicto mediante la expedición
de la sentencia con calidad de consentida o ejecutoriada.
e) Impugnación: Comprende la ipugnación de la sentencia mediante recursos de
apelación y casación, según corresponda.
f) Ejecución: La sentencia se ejecuta conforme a lo resuelto, de acuerdo a la naturaleza
del caso y dentro de las formas y plazos establecidos por la ley.

3.11. Clases de procesos.


En materia civil, no todos los procesos producen los mismos efectos entre las partes y
terceros, ni las sentencias que se dictan se ejecutan de la misma manera; por tal motivo,
los procesos se pueden clasificar de la siguiente manera:
a) Por el objeto: Los procesos son: De condena, declarativos, constitutivos, ejecutivos y
precautelares.
b) Por la forma: Los procesos son: De conocimiento, abreviados, sumarísimos,
cautelares, de ejecución.
c) Por su naturaleza: Los procesos son:
 Contenciosos: Son procesos donde existe controversia o conflicto de intereses.
 No contenciosos: son procesos donde no existe conflicto de interés o controversia,
solamente es necesario dilucidar o despejar una incertidumbre jurídica, para el ejercicio
del Derecho.

3.12. Proceso y Procedimiento.


El procedimiento está constituido por actos que conforman el proceso. El proceso en su
conjunto es la parte externa, el procedimiento es la parte interna que da vida e impulsa
al proceso. El proceso es el todo, el procedimiento es la parte. El proceso el género el
procedimiento es la especie. Ejemplo “La separación convencional y divorcio ulterior“ es
un proceso, y la postulación con la demanda, la calificación y admisión de la demanda,
son procedimientos.
El procedimiento se refiere a la sucesión ordenada de actos procesales a
través de los cuales el proceso se sustancia, es decir, se manifiesta, toma forma, se lleva
a cabo; se refiere por tanto a la manifestación externa y forma del proceso. Si se utiliza el
esquema metafórico del continente/con tenido, el proceso sería el contenido, mientras
que el procedimiento sería el continente. De la misma manera, un contrato, en sí mismo
(contenido), no es más que un acuerdo de voluntades, que puede manifestarse o no a
través de un documento escrito (continente); un despido es la extinción unilateral de un
contrato de trabajo (contenido), que puede y debe tomar forma a través de una “carta de
despido” (continente). Desde otra perspectiva, más cercana al lenguaje común, el
procedimiento se identifica a veces con las reglas de procedimiento, es decir, con el
esquema abstracto en torno al cual se articulan y ordenan los distintos actos procesales:
así, por ejemplo, puede establecerse que en primer lugar, el actor formule la pretensión
en un escrito llamado demanda, que después, el juez deba decidir si la demanda es
admisible o no, etc.

4. PRINCIPIOS PROCESALES.
La palabra “Principio” tiene diversos significados, pues depende de su ubicación en el
contexto oracional que se ubique. En nuestro caso, la ubicaremos dentro del campo del
Derecho Procesal Civil. Para algunos autores “Proceso” deriva del latín PRINCIPIUM, que
quiere decir Idea que fundamenta, inicio de algo. Para otros autores esta palabra
principio deriva del griego ARCHE, que quiere decir generalidad.
Por tanto, etimológicamente se puede afirmar que la palabra principio dentro
del Derecho Procesal Civil quiere decir Ideas que fundamentan y generalizan el ejercicio
regular de los actos procesales de las partes, para el efectivo cumplimiento del debido
proceso.
Los principios procesales en el Código Procesal Civil (CPC) peruano de 1993.

4.1. Derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.


Este principio encierra dentro de su más pura concepción un derecho fundamental que
atañe a todas las personas, por cuanto no existe persona alguna que no tenga o no pueda
tener un conflicto que sea motivo de su solución a nivel jurisdiccional. He ahí, que como
principio rector por su esencia y razón de ser de orden genérico tiene la connotación de
un derecho fundamental consagrado en la Constitución Política del Estado en el Art.139
Inc. 3ro. Esta regularidad jurídica lo tutela la norma contenida en el Art. I del T.P. Del
Código Procesal Civil al afirmar que toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva para el ejercicio y la defensa de sus derechos e intereses con sujeción a un
debido proceso.
El Debido Proceso que también es un principio, su ejercicio implica el
cumplimiento de una serie de garantías que protegen a la ciudadanía que se somete a
una cuestión litigiosa. Por lo tanto el Debido Proceso asegura que los actos procesales
de las partes los ejerciten por igual, en su defensa así como también asegura el
cumplimiento de los plazos y otras formalidades regulares en la sabia y oportuna
administración de la justicia. En otras palabras se puede afirmar si la tutela es el ejercicio
del derecho del Debido Proceso debemos ratificar que el Debido Proceso tiene la función
de asegurar los derechos fundamentales consagrados en la Constitución dando a toda
persona la posibilidad de acudir a la justicia para la tutela jurisdiccional de los derechos
materiales individuales a través de un proceso legal regular en el que se le dé la
oportunidad razonable y suficiente para ser oído de ejercer el derecho de la defensa, de
aportar las pruebas para obtener una sentencia justa que decida el conflicto dentro del
plazo preestablecido en la ley procesal ( 3 )
El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es un derecho fundamental que
conlleva dentro de sí o insume tres derechos que son también fundamentales( 4) que
se deben resaltar y deben quedar lo suficientemente claros y son los siguientes:
El derecho de acción que le corresponde al demandante ya que con su
conducta procesal incita al órgano jurisdiccional para que se le restablezca el derecho
que le ha sido vulnerado.
El derecho de contradicción que le corresponde al demandado y que lo ejercita
con la contestación de la demanda en la que genéricamente contradice todos y cada uno
de los hechos imputados en la demanda.
Finalmente, el derecho al debido proceso que por su naturaleza, implica
otorgar a las partes procesales las garantías que la ley les otorga además de la
imparcialidad del magistrado en el tratamiento por igual a las partes, durante el desarrollo
de la acción y contradicción, debe cumplirse indiscutiblemente. (Ticona, V. 1996)

4.2. Principio de dirección e impulso procesal de oficio.


Es un principio procesal de capital importancia, puesto que tiene una doble orientación
que atañe a la responsabilidad y conducta procesal del magistrado, al textualizar el Art. II
del T. P. del C.P.C. La dirección del proceso está cargo del juez, quien lo ejerce de
acuerdo a lo dispuesto en este código.
El juez debe impulsar el proceso por sí mismo, siendo responsable de cualquier
demora ocasionada por su negligencia. Están exceptuados del impulso de oficio los
casos expresamente señalados en este código.
En cuanto a la dirección del proceso implica que el juez es quien conduce y
orienta las actuaciones judiciales de su competencia, precisamente porque es el director
del proceso y como tal no puede delegar funciones.
El proceso civil tiene una naturaleza propia que dentro de la modernidad
jurídica debe ser activa por lo tanto el juez que es el operador de la justicia, el demandante
o actor y el demandado o emplazado deben realizar una conducta activa en el proceso
dentro del marco de su propia competencia. Sin embargo, el Principio que se analiza va
más allá en el sentido que es el juez, quien debe impulsar el proceso, bajo su
responsabilidad, posición con la que se resalta la autoridad judicial.
El principio que se analiza e interpreta en la doctrina encuentra como un
aspecto de contradicción, el ejercicio del Principio Dispositivo que garantiza la libre
disponibilidad de las partes en la secuencia procesal, es decir que el juez se pronuncia
respecto a lo que las partes solicitan, siendo así el impulso estaría supeditado a lo que
las partes desean en sus escritos. Este criterio es comentario regular en la
jurisprudencia nacional, lo cual nos parece el ejercicio de un criterio sesgado ya que el
Principio de Dirección e Impulso se relaciona con lo que el operador de justicia debe
cumplir con el ejercicio de su competencia, evitando demoras inusuales que perjudican a
las partes que tiene sed de justicia y de solución de sus conflictos. Además de lo que se
expone, debemos tener presente que la doctrina dominante sobre la naturaleza jurídica
del proceso acepta, que el proceso es la trilogía activa, integrada por el Juez, el actor o
demandante y el emplazado o demandado.
También se acepta que las partes procesales en el avance de la secuencia
procesal se imprimen o integran en la aptitud del juez, de tal manera que dicho
magistrado no sólo se nutre de los conocimientos de la conducta procesal de las partes,
a través de cada uno de los actos procesales, sino también se fortalece actitud consciente
de Juez, a través de la percepción de lo que sucede en todas y cada una de las
relaciones concordantes con la naturaleza del conflicto que se debate. Concretamente,
el juez con su intervención directa en el proceso bebe la fuente viva de la naturaleza del
conflicto que se debate y de la conducta de cada una de las partes procesales que serán
valoradas en su conjunto al momento de resolver.
He ahí la importancia y trascendencia del resultado del ejercicio del principio
de la dirección e impulso procesal de oficio.

4.3. Fines del proceso e integración de la norma.


Este principio textual izado en el Art. III del T. P. del C.P.C. nos dice que “El juez deberá
atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o
eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos los
derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia.
En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este código, se deberá
recurrir a los principios generales del derecho procesal a la doctrina y jurisprudencia
correspondientes en atención a las circunstancias del caso.
Haciendo una interpretación sistemática del texto glosado de este principio
se tiene que el juez como director del proceso civil tiene un motivo, meta o finalidad,
respecto a la función de su competencia de la que está investido jurisdiccionalmente.
Esta función se relaciona con la de resolver en forma concreta el conflicto de intereses
puesto en debate jurisdiccional y de esa coadyuvar a la finalidad abstracta que es la paz
social en justicia El juez tiene el imperativo de resolver el conflicto o la incertidumbre
planteada en el proceso jurisdiccional, haciendo uso de la legislación nacional vigente, de
la doctrina nacional y comparada y en el supuesto de no existir norma o jurisprudencia,
el juez crea su propia jurisprudencia y resuelve el conflicto poniendo su criterio
debidamente sustentado es decir plenamente motivado, y de esa manera el juez cumple
con resolver el conflicto aunque no existe norma nacional aplicable al caso. He ahí la
integración de la norma.

4.4. Principio de iniciativa de parte y de conducta procesal.


Este principio está diseñado en el Art. IV del T. P. de nuestro ordenamiento procesal que
textualmente nos dice “El proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará
interés y legitimidad para obrar. No requiere invocarlos el Ministerio Público, el procurado
oficioso ni quien defienda intereses difusos. Las partes sus representantes, sus
abogados y, en general a todos los partícipes del proceso adecuan su conducta a los
deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe.
El juez tiene el deber de impedir y sancionar cualquier conducta ilícita o
dilatoria”. Este principio destaca el interés de las personas que al verse afectadas con la
vulneración de sus derechos tienen la facultad de acudir al órgano jurisdiccional para que
el juez les resuelva su conflicto. Cuando nos referimos a la facultad significamos el
derecho de la persona que si bien quiere lo ejercita y si no lo desea no lo ejecuta.
Concretamente, la parte hace uso del principio dispositivo. O sea que emplea
su libre voluntad para interponer demanda si así lo quiere. Esto es, hacer uso de la
legitimatio ad causam que es el requisito fundamental para el ejercicio de la acción y todo
porque existe coincidencia del interés del actor con el derecho material, cuya tutela se
solicita con la pretensión.
Destacando el interés para obrar de acuerdo a lo que establece el Art. VI del
T. P. del C. C. tenemos que precisar que quien promueve el proceso debe tener interés
económico y moral, lo primero destaca el monto dinerario y el segundo o sea el interés
moral es cuando se lesiona la conducta que puede ser propia o de algún familiar.
En cuanto a la legitimidad de obrar se tiene que tener presente en primer lugar
con la titularidad del derecho de quien demanda y que la pretende con la acción, en este
caso subyacen la legitimidad y el consiguiente interés para interponer la demanda del
actor y, por su parte la demandada o parte emplazada también destaca ser titular del
derecho que contradice con su contestación porque tiene legitimidad e interés para
contradecir Cabe destacar asimismo, que cuando se emplaza a una persona y ésta no
comparece, el procurador oficioso es quien actúa y ejercita el derecho en nombre de, tal
como lo tiene previsto el Art.81 del C. P. C.
En cuanto a la conducta procesal de las partes, los representantes y los
abogados por el mismo hecho del nivel profesional deben actuar con veracidad, con
probidad y lealtad procesal, todo lo cual se sintetiza en un comportamiento respetuoso y
serio durante la secuencia procesal de tal manera que la administración y la celeridad
procesal no se entorpezca o dilate, sin perjuicio que las partes procesales deben tener o
procurar una conducta procesal de colaboración con la administración de justicia,
fundamentalmente acatando las resoluciones judiciales o cuestionándolas si fuera el
caso pero con respeto y la ponderación que se merece. En síntesis lo que se busca en
el Derecho Procesal Civil Moderno que el litigio sea la existencia de un debate
honorable que se conjugue con el ejercicio de valores.

4.5. Principios de inmediación.


Es un principio rector del proceso y determina que el juez en su relación físico-personal
directa con las partes con motivo de las audiencias y actuación de loe medios probatorios
conozca una serie ponderaciones personales de las partes que le permitirá tenerlas en
cuenta al momento de resolver el conflicto o la incertidumbre en la resolución final del
proceso.
Todo esto, sin perjuicio que como el juez todo lo tiene a su alcance por ser el
director del proceso, ya que en su diario trajinar y ejerciendo el principio de inmediación,
advierte y analiza el proceso a través de los actos sucesivos donde cada acto es
antecedente del que sigue, pero que tienen relación entre sí en la medida que cada
acto es un antecedente del que sigue. Dentro de estas circunstancias, el juez ejercitando
el principio de inmediación todo lo valora, porque todo está dentro del campo jurisdiccional
de su competencia.

4.6. Principio de concentración y economía procesal.


Este principio es un complemento del principio anterior que se ha glosado y conforme al
cual el proceso debe realizarse dentro del menor número de actos procesales sin
perjuicio de la normal regularidad procesal de todos y cada uno de los actos. Es
concentración en la medida que algunas veces y según la naturaleza del proceso en una
sola audiencia se realizan varios actos como sucede por ejemplo en la actuación de los
medios probatorios, audiencia en la que se ejercita la declaración de parte, la declaración
de testigos, y la pericia. Alzamora Valdez, al referirse a este principio afirma que “la
concentración impone como regularidad procesal que el juicio se desarrolle sin
interrupciones, que no proliferen las cuestiones incidentales y que la sentencia revele todo
lo que ha sido cuestión del debate procesal”

4.7. Principio de celeridad procesal.


Teniendo en cuenta que los procesos civiles se orientan a resolver los conflictos de
intereses, dentro de los plazos que la ley señala es porque existe como finalidad suprema
que la justicia sea oportuna y para ello basta que el magistrado cumpla con los plazos
que le señala la misma norma procesal, como por ejemplo lo dispuesto en el Art.124 que
dice que los decretos debe expedirse dentro del segundo día de presentado el escrito y
que los autos deben expedirse dentro de los cinco días contados desde que el expediente
ingreso al despacho del juez, pues si esto se cumpliese la justicia sería ideal y
efectivamente se cumpliría con la perentoriedad que la misma norma procesal lo
dispone.

4.8. Principio de socialización del proceso.


Este principio cifrado en el Art. VI del T. P. del C.P. C . textualmente dice “ El juez debe
evitar la desigualdad entre las personas por razones de sexo, raza, religión, idioma o
condición social , política o económica afecte el desarrollo o resultado del proceso” Este
principio es la expresión del pensamiento eminentemente político relacionado con la
igualdad de las personas y los individuos ante la ley.
Desde el punto de vista del proceso civil, este principio tiene vigencia real y
lógica, por cuanto el magistrado durante el desarrollo del proceso a través de sus
resoluciones judiciales debidamente notificadas le da oportunidad a ambas partes para
que ejerciten el derecho que les corresponde, por lo tanto, estamos frente s la
responsabilidad del abogado que defiende el caso, en la medida que es quien debe
orientar para que el proceso sea activo sobre la base de la acción y contradicción que lo
prevé el Art. 3 del C. P. C. al afirmar que la acción y contradicción procesal no tiene
límites ni restricción alguna para su ejercicio.

4.9. Principio de juez y derecho.


Este Principio declarado en el Art. VII del T. P. del C. P.C. dice “ El juez debe aplicar el
derecho que corresponda al proceso aunque no haya sido invocado por las partes o lo
haya sido erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes.”
Este principio tiene dos orientaciones rectoras totalmente definidas, por un lado
destaca la sabiduría del juez con relación a la ciencia del derecho y por otro lado hace
alusión al principio de congruencia procesal. Con relación a la primera parte, se tiene que
ser consciente que por el mismo hecho de ser juez, aquella persona tiene un imperativo
insalvable relacionado con la sabiduría del derecho.
Ser juez implica un compromiso consigo mismo que lo obliga a destacar como
sujeto prevalente por su sabiduría del derecho y las ciencias afines que coadyuvan a
la solución de los conflictos e incertidumbres.
Ser juez significa una ubicación prevalente dentro del contexto social por su
ponderación de hombre justo aplicador de las normas pertinentes a los casos del debate
procesal, aunque las partes procesales no lo han invocado, de tal manera que, ante el
imposible de resolver un caso no ubicado legalmente en el derecho nacional, irá a la
legislación comparada, a la doctrina, a la jurisprudencia ya sea uniforme o contradictoria
y, en el mejor de los casos, el juez como un erudito conocedor del derecho crea su propia
jurisprudencia a través de sus resoluciones eminentemente motivadas, pero lo cierto y
verdadero es que el caso debe ser resuelto, tal como legisla el principio que se comenta.
En fin, esta parte del principio que se analiza destaca que lo esencial del
proceso es restablecer el imperio del derecho y de la justicia por encima de lo que las
partes sustenten en los fundamentos jurídicos y su pretensión ya que en aplicación del
principio iura novit curia, los jueces no está obligados a admitir el error en la premisa
mayor del silogismo motivado por la defectuosa subsunción del derecho que invocan
Con relación a la segunda parte del principio se destaca el principio de
congruencia procesal, es decir que el juez resuelve los conflictos y dilucida las
incertidumbres, pero solamente los que se relacionan con las que han sido propuestas
por las partes procesales, en el petitorio; pero jamás se puede pronunciar sobre puntos
no controvertidos por las partes.
4.10. El principio de congruencia.
De acuerdo al Principio de Congruencia Procesal, los jueces no están obligados a otorgar
más de lo demandado o a dar cosa distinta a lo solicitado en la pretensión ni mucho
menos están facultados a fundar sus decisiones jurisdiccionales en hechos no alegados
por las partes. Lo precedentemente, expuesto implica que el juez sólo debe pronunciarse
con relación a las alegaciones hechas por las partes ya sea en sus escrito o en su escrito
de postulación al proceso.
En el supuesto que el juez se pronuncie otorgando derechos no reclamados,
que otorgase mayores derechos de los reclamados, o dejara de resolver algún derecho
que ha sido motivo del petitorio, la resolución emitida es nula, nulidad que puede acarrear
a la parte incongruente o según el caso a toda la resolución, precisamente porque se ha
generado:
 La ultrapetita: Que se produce cuando el juez en su sentencia o resolución otorga
derechos que no han sido pedidos o solicitados.
 La extrapetita: Que tiene lugar cuando el juez en su resolución otorga un derecho mayor
al que se debate en el proceso.
 La citrapetita: Que se genera cuando el juez en su resolución deja de resolver algún
punto controvertido y que se solicito su solución en el petitorio.

4.11. Principio de gratuidad en el acceso a la justicia.


Este principio contenido en el Art. VIII del T-P-del C.P. C. nos dice “El acceso al servicio
de la justicia es gratuito, sin perjuicio del pago de costos, costas y multas establecidas
en este Código y disposiciones administrativas del Poder Judicial “. Haciendo un simple
examen de la realidad judicial, este principio al parecer constituye una utopía jurídica, si
se tiene en cuenta que tan presto se interpone una demanda se tiene que recaudar con
los documentos que acreditan el pago de los derechos de ofrecimiento de pruebas y las
cédulas de notificación. Pues bien, donde está la gratuidad?
Haciendo una interpretación sistemática y hermenéutica del Principio glosado
debemos admitir que efectivamente el acceso a la ajusticia es gratuito, en el sentido que
acceder a la tutela jurisdiccional no cuesta, porque quienes están a cargo de la
administración de la justicia son funcionarios debidamente rentados por el Estado, pues
ellos no cobran. En conclusión el acceso a la justicia es gratuito.
Para entender el acceso gratuito a la administración de justicia, me permito
concordar este principio con el Principio de la Condena de Costas y Costas que los
sustenta el Art. 412 del C. P. C. norma privilegiada que dice “ El rembolso de costos y
costas del proceso no requiere ser demandado y es de cargo de la parte vencida, salvo
declaración judicial expresa y motivada de exoneración” Como se podrá advertir quien
paga los costos y costas del proceso es la parte vencida en el proceso, y se da el caso
que, quien ha sido vencida en un proceso judicial, es porque ingresó al litigio por una
causa justificada en agravio del demandante.
Concretamente se trata de la parte procesal que fue emplazada porque no
cumplió con la obligación asumida o en todo caso porque interpuso una demanda sin
motivo, es decir se trató de una pretensión maliciosa.
Si esto es así, legalmente por aplicación de las normas citadas las que como
principios son de estricto cumplimiento resulta que efectivamente el acceso a la justicia
es gratuito pero para quien tiene el derecho, y no así para quien es o fue culpable de
los procesos judiciales. El que incumple con sus compromisos, quien no cumple con sus
obligaciones generando procesos civiles inoficiosos debe y efectivamente paga, por lo
tanto para él no hay gratuidad.

4.12. Principio de vinculación y formalidad.


Este Principio signado con el Nro. IX del T. P. del C.P. C. nos dice “ Las normas
procesales contenidas en este Código son de carácter imperativo, salvo regulación
permisiva en contrario. Las formalidades previstas en este Código son imperativas. Sin
embargo el juez adecuará su exigencia al logro de los fines del proceso. Cuando no se
señale una formalidad específica para la realización de un acto procesal, este se reputará
válido cualquiera sea la empleada”.
Teniendo en cuenta que el proceso en sí no es el fin en si mismo, sino más
bien es un medio para obtener un pronunciamiento jurisdiccional justo, las formas
establecidas en este código deben cumplirse necesaria y obligatoriamente, porque son
de carácter imperativo y de esta manera el juez adecuará y cumplirá las exigencias
formales al logro de los fines del proceso civil.
La justicia que tarda no es justicia, dice el adagio popular. Nuestro
ordenamiento procesal tiene fijados los plazos dentro de los cuales deben cumplirse los
actos procesales de las partes y del juez, por lo tanto, ejercitando este principio en
concordancia con el Principio del Debido Proceso y más aún todavía cumpliendo con la
perentoriedad procesal el operador de justicia debe cumplir y disponer el cumplimiento
de las normas procesales y fundamentada mente los plazos, como por ejemplo tenemos
que deben cumplirse lo que tiene previsto el Art. 124 del C.P. C. que señala que los
decretos deben expedirse dentro de dos días de presentado el escrito, los autos deben
ser expedidos por el juez dentro de los cinco días que están en su Despacho y las
sentencias dentro de los plazos señalados en los Arts. 478, 491 y 555 del C. P. C.
El Principio motivo de explicación en su parte inicial, precisa que las normas
procesales del Código son de carácter imperativo. Sobre el particular se sabe que los
actos procesales de las partes tiene la finalidad constituir, modificar o extinguir derechos
y cargas procesales. Pues bien, con la postulación al proceso las partes constituyen un
derecho y al mismo tiempo una carga procesal a través de un escrito de demanda y este
escrito por mandato expreso del contenido de los Arts.130,131,132,133,424, 425 del C
.P .C. tiene una formalidad obligatoria que al cumplirla la parte procesal está garantizando
que su demanda sea admitida y todo porque se ha cumplido con las normas procesales
destinadas a señalar cómo o de qué manera deben redactarse los escritos de petición
o solicitud en el desarrollo del Proceso Civil.

4.13. Principio de doble instancia.


Este Principio textualmente en el Art. X del T.P. del C .P.C. nos dice “ El proceso tiene
dos instancias, salvo disposición legal distinta”. El fundamento sustancial de este principio
está en la falibilidad humana, esto quiere decir que todas las personas erramos, nos
equivocamos, por lo tanto ante un posible error del operador de justicia en su
pronunciamiento por apelación oportuna, deberá ser elevado al superior para un mejor
análisis y mejor criterio y su consiguiente pronunciamiento.
El ejercicio de este principio constituye una garantía del ciudadano en litigio, ya
que ante el eventual error del Juez será el juez superior o el colegiado quienes con
mayor criterio hacen la evaluación de la resolución impugnada y se pronuncian
otorgando el derecho que corresponda. Este principio en comentario es de orden
constitucional por cuanto así lo legisla el Art. 139 Inc. 6 De la Constitución Política del
Perú al señalar la existencia de la pluralidad de instancia jurisdiccional, disposición con
lo cual los justiciables son garantizados en el supuesto que las decisiones judiciales no
les son favorables por algún error tiene la facultad de solicitar la revisión previa apelación
dentro del plazo que la ley señala. Ahora bien, si constitucionalmente se reconoce la doble
instancia quiere decir que el proceso civil tiene dos instancias signadas con primera
instancia y segunda instancia, entendiéndose que:
 Primera instancia: La asume el magistrado de cualquier nivel que asume
competencia para conocer el conflicto motivo del debate.
 Segunda instancia: Representada por el juez de revisiones que vía apelación, asume
competencia para estudiar el expediente venido en grado y dar un pronunciamiento con
mayor y mejor criterio. En este sentido tenemos que si el juez de paz asume competencia
para resolver un conflicto por apelación sube al juez de paz letrado. Si el proceso se inicia
ante el juez civil, al asumir competencia es primera instancia y por apelación sube al
superior que es la Sala Civil Superior.

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