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Señas
• Cuando llega a una casa, se pierden objetos.
• Demuestra ansiedad dentro de una tienda.
• Siente temor exacerbado ante la presencia
de policías o representantes de la ley.

Al descubierto
Cuando un cleptómano es sorprendido, se abruma
y suele negar el robo sumido en un ataque
de nervios. Algunas teorías sostienen que buscan
–inconscientemente- llamar la atención, y el hecho
de ser capturados les causa una ansiedad placentera.

cleptomanía
tomar lo ajeno
F u e n t e c o n s u l t ada Mayra Cortez, psiquiatra del Grupo Humana.

que le genera la acción, que por la utilidad del

Ritmos Consecuencias
• Esporádico: hurta y pasa • Problemas con la justicia.
tiempo sin reincidir. Su acción • Deterioro de las relaciones
es intermitente. familiares, sociales y laborales.
• Episódico: los períodos de robo • Sentimientos de culpa que pueden
son cercanos. derivar en depresión, desórdenes
• Crónico: el grado de incidencia alimentarios e ideas suicidas.
es alto. • Baja autoestima.
Caracterizada por el deseo irrefrenable y pla-
centero de robar objetos –sin tener la necesidad
económica de hacerlo–, la cleptomanía es un
trastorno de descontrol de los impulsos. Si bien
ésa es su definición médica más común, en el
campo de la psiquiatría también se la asocia con
otros términos, entre ellos, conducta obsesiva-
compulsiva, monomanía (afición desmedida por
algo) e, incluso, “locura”.
Al explicar su naturaleza, los especialistas
refieren que está emparentada con alternacio-
nes de la impulsividad –al igual que la ludopatía
(práctica enfermiza de jugar y apostar) y la buli-
mia (comilonas sin control seguidas de métodos
purgatorios)– por hurtar más por la gratificación
objeto en sí mismo.
El cleptómano sabe que su proceder es un desa-
tino y lo hace consciente de las consecuencias.
La dinámica emocional es, si se quiere, contradic-
toria: siente una tensión creciente cuando está
en una tienda (casa o consultorio), le sobreviene
el impulso indetenible y espontáneo de tomar
un objeto, lo hace y, después, experimenta una
sensación de placer y liberación que deviene rápi-
damente en sentimientos de culpa y depresión.
Los orígenes de la patología aún son motivo de
estudio, pero se piensa que es una manifestación
repetitiva de un síndrome compulsivo y que en
ella interviene un factor neurológico: la reduc-
ción del nivel de serotonina (neurotransmisor) en
el cerebro estimula la compulsión gratificante por
robar. El trastorno afecta más a mujeres (princi-
palmente entre 16 y 35 años) que a hombres.
La psicoterapia es un recurso inestimable para
tratar la cleptomanía. En el proceso se examinan,
entre otros aspectos, las razones que disparan los
cuadros de ansiedad y angustia. ¿Se cura? No.
Sólo se llega a controlar con la ayuda terapéutica
y farmacológica. •

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