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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

Centro Universitario de Chiquimula


Licenciatura en Ingeniería en Sistemas de Información

Curso: Emprendedores de Negocios


Código: 2014 – 023

NOTA TÉCNICA 03: INNOVACIÓN Y CREATIVIDAD

El espíritu empresarial es una forma de pensar, razonar y actuar, vinculada y suscitada por la
búsqueda de una oportunidad de negocio. Su resultado es la creación, mejora, realización y
renovación de valor en el sentido más amplio del término, es decir, no sólo valor económico
sino también social, y no sólo para sus propietarios (los emprendedores o empresarios) sino
también para todos los grupos de interés vinculados con ellos (empleados, clientes,
proveedores, etc.).

La importancia y aceptación de la necesidad de innovar están prácticamente asumidas en el


contexto socioeconómico actual. En este sentido, la Innovación debe ser conceptual y
perceptiva. Esto significa que la innovación debe aplicarse a un producto, proceso, servicio o
proyecto concreto. Debe haber un concepto tangible detrás, algo que podamos ver y utilizar
en la práctica empresarial, social o cultural.

Innovar es explotar con éxito nuevas ideas. Innovación es la valorización de un cambio. De


todo cambio que genera valor para la empresa.

Schumpeter describía la innovación como un proceso complejo y creativo, esencial para la


economía, que comprende la creación de un nuevo producto, la utilización de un nuevo
proceso en la producción o la introducción de un nuevo método de gestión orgazativo o
comercial.

Innovación no es mera invención. La invención es el proceso de crear cosas que nunca se


había conocido antes, pero sólo es eso. Tambiénl a innovación es más que creatividad, pues

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supone la aplicación consciente desde la creatividad para dar forma al futuro. Implica un
proceso estructurado, apoyado en métodos y herramienta. Se puede crear el futuro que
desea, en lugar de aceptar el futuro que viene,

“Sin embargo, es necesario progresar sobre este concepto y diferenciarlo de otros con lo que
fundamentalmente se asocia la innovación. Todas las personas tienen la capacidad de
creatividad, para desarrollarla es necesario practicarla empezando por cambiar cosas simples.
Las personas creativas miran lo que las demás no ven. Las necesidades, problemas, cambios
y crisis tienen varias alternativas para resolverlas solo es cuestión de prestar atención y creer
que somos capaces de crear posibilidades” (Cruz, 2014)

La creatividad es la capacidad humana para generar ideas o conexionaes imaginativas en un


determiando campo, con cierto nivel de originalidad y aportación de valor. La creatividad es
necesaria para llegar a la innovación, pero por sí una buena idea, aún siendo creativa, no
genera valor, no se consideraría innovación.

Serán innovaciones comerciales, organizativas y, por supuesto, tecnológicas, cuando tenga


éxito en su mercado, auqnue sólo sean nuevas para la empresa que las lleve a cabo. Por lo
tanto, cuando se habla propiamete de innovación, se hace referencia a todo cambio, basado
en conocimiento de cualquier tipo, siempre que genera valor y cuando tenga consecuencias
económicas directas.

Entre ellas, están las innovaciones tecnológicas, que muchos estudios han demostrado que
son las que generan más beneficios, porque solamente son causa de mejores prestaciones
en la oferta de la empresa sino que son más difícilmente imitables y, por lo tanto se mantienen
en el mercado mayor tiempo como novedad.

Dicho de manera sencilla, la capacidad creativa se puede definir como:


“la habilidad para generar de manera fácil ideas, alternativas y soluciones a un determinado
problema”

Teniendo en cuenta esta definición, y poniéndola en relación con el concepto de innovación,


la creatividad representa el proceso de generación de ideas. De alguna manera es la

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inspiración que nos permite crear nuevas soluciones. Por su parte, la innovación es la
capacidad de convertir estas ideas en algo aplicable, de darles sentido y valor dentro de un
contexto.

Así, en ocasiones puede llegar a darse lo que se conoce como la Paradoja de la Creatividad:
siendo una persona muy creativa, es decir, con gran capacidad de generar ideas, puede que
a la vez sea poco innovadora y que sea incapaz de escoger de entre esas ideas las mejores
y de aplicarlas de manera eficaz. Para superar esta incapacidad y para desarrollar el potencial
creativo innato presente en todas las personas, se puede recurrir a técnicas que, como se
verá más adelante pueden ser especialmente valiosas en el ámbito empresarial.

La generación de ideas y su utilización en forma de innovación, sigue un proceso cuyo análisis


y aplicación facilita la solución de problemas y la formulación de estrategias de cambio que
nos permita adaptarnos a una nueva situación. El proceso creativo sigue un esquema sencillo
que comprende las siguientes fases:

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Fase I. Identificación y definición del problema.
La presencia de un problema que requiere de la realización de cambios suele ser el detonante
más habitual de la puesta en marcha de un proceso creativo. Para que la decisión adoptada
sea acertada, es fundamental que el proceso parta de un buen análisis y de la correcta
comprensión del problema al que se quiere ofrecer una solución. De acuerdo con esta idea,
la primera acción que se debe llevar a cabo, es la obtención de una fotografía lo más ajustada
posible de la realidad a la que nos enfrentamos.

Se trata por tanto de utilizar la información existente en forma de datos estadísticos, opiniones,
necesidades, expectativas, objetivos, etc., para lo cual se puede recurrir a técnicas como los
DAFO, el método Delphi, etc.

Hay que tener en cuenta que esta fase resulta fundamental en el proceso, ya que un análisis
erróneo de la realidad puede llevar a la definición de estrategias que difícilmente pueden
ayudar a superar la situación o el problema existente.

Fase II. Generación y selección de ideas.


Esta etapa constituye el núcleo creativo del proceso, ya que es en esta fase en la que se
producen las ideas que servirán de base para el diseño de propuestas para aportar una
solución al problema o la situación creada.

El desarrollo de ideas, a su vez consta de dos subfases. La primera consiste en generar ideas
de manera “salvaje”, sin restricciones, todo vale. Cuantas más ideas existan, más amplio será
el abanico para su posterior selección. Además, cualquier idea, aunque parezca absurda,
puede dar pie a otra que realmente sea la idónea. A esta fase se le conoce como pensamiento
divergente.

Una segunda subfase, la de pensamiento convergente, trataría de poner en orden todas las
ideas generadas. Para ello habría que establecer y definir los criterios para la selección de
ideas y crear grupos de trabajo para su discusión.

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El objetivo de estos grupos es que, además de valorar las propuestas existentes, aporten un
valor extra al proceso creativo mediante la agrupación de ideas y la definición en detalle de
soluciones más definitivas

Fase III. Consenso y puesta en marcha de la idea desarrollada.


El final del proceso creativo incluye la aceptación de una de las soluciones debatidas y
desarrollada a partir de alguna de las ideas propuestas o de la agrupación de varias en los
grupos de trabajo. Una vez consensuada la solución definitiva, la puesta en marcha de las
acciones necesarias para su implementación (establecimiento de hitos, personas
responsables, presupuesto, etc.) permitirá que las ideas nacidas en el proceso creativo se
conviertan en un proyecto concreto, es decir, en una innovación.

Asimismo, cabe señalar que la innovación alcanzada en este proceso es objeto de una
continua revisión, ya que la creatividad, aunque se manifiesta a través del proceso descrito,
va más allá de una mera forma de proceder, tratándose más bien de un hábito y de una actitud.

La creatividad, tal y como la hemos definido anteriormente, está dirigida a la búsqueda de


alternativas a la situación existente o a la formulación de soluciones que den respuesta a
problemas que se puedan presentar. La predisposición a encontrar nuevas soluciones y al
cambio, se entiende que para la mejora, implica, además, la existencia de una actitud creativa.

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La creatividad está relacionada con la utilización de mecanismos y métodos que no responden
a esquemas y lógicas tradicionales.

La complejización del entorno y de los problemas a los que nos enfrentamos requiere de
nuevas ideas y, sobre todo, de nuevos enfoques.
La mente creativa es aquella que busca métodos diferentes y es capaz de reinterpretar la
realidad bajo el prisma de nuevos marcos lógicos Todo ello, con el fin de encontrar nuevas
formas de acercarse a la realidad y de dar respuestas creativas eficaces a los problemas que
puedan surgir.

De una manera más explícita, la existencia de una actitud creativa se concreta en la existencia
de los aspectos recogidos en el siguiente cuadro:

 Mantener un espíritu de búsqueda continua de nuevas soluciones y alternativas.


 Motivación intrínseca por realizar un avance significativo, por superar un reto del trabajo
en sí, no sujeta a estímulos externos.
 Originalidad a la hora de utilizar nuevos enfoques y nuevos métodos, relacionando
elementos sin aparente relación.
 Voluntad y flexibilidad para adaptarse a las necesidades del entorno. Individualismo,
determinación por el éxito y confianza en uno mismo.
 Inconformismo con la situación existente y ansias por encontrar vías de mejora.
 Formación profunda en un área de conocimiento.
 Optimismo, incluso convirtiendo las situaciones de crisis en oportunidades de mejora.

Referencias bibliográfica
La presente nota técnica fue elaborada con propósitos directamente académicos, por lo tanto
se da los créditos a las siguientes fuentes utilizadas:

 Allen, K. & Meyer, Earl C. (2012). Empresarismo: cosntruye tu negocio. (2da. ed).
McGraw Hill Educación: China.
 Blázquez García-Ibarrola, D. (2009). Mejores prácticas de emprendimiento innovador
en España. Madrid, España: Fundación EOI.

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 Blank, S. & Dorf, B. (2013). El manual del emprendedor. Barcelona, España: editorial
de Centro Libros PAPF, S. L. U.
 Castañeda, G., y otros (2013). Más allá del Business Plan. Ecosistema Emprendedor,
LID Editorial Empresarial: México.
 Cruz M., María L. (2014). Módulo 01 Animación emprendedora: Manual del facilitador.
Fundación Suiza para el Desarrollo Técnico Swisscontact: Guatemala.
 Leiva, J.C. (2007). Los emprendedores y la creación de empresas. Costa Rica: Editorial
Tecnológica de Costa Rica.
 Rencoret, J. M. (2015). El azar no existe: Guía simple para emprendimientos con
innovación. Buenos Aires, Argentina: Dunken.
 Osterwalder, A. & Pigneur, Y. (2010). Generación de modelos de negocio. Barcelona,
España: editorial de Centro Libros PAPF, S. L. U.
 Urbano, D. & Toledano. N. (2008). Invitación al emprendimiento: Una aproximación a
la creación de empresas. Barcelona, España: Editorial UOC.
 Urbano, M. & Correa A. (2010). Cómo evaluar un proyecto empresarial: Una visión
práctica. Madrid, España: Ediciones Díaz de Santos, S.A.

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