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Epístolas III
(Efesios)
Epístola del Apóstol Pablo a los Efesios, escrita entre los años 60 y 63 d.C., considerada
universal ya que la misma tenía como fin no solo que la enseñanza quedase en esta ciudad
sino que trascendiera a otras iglesias de localidades adyacentes a Éfeso y fuese puesta en
práctica. La misma fue traída por Tíquico (6:21), al igual que la carta a Colosenses, Filemón
y 2 Timoteo, el no solo era el responsable de traerla sino también de hacerla circular.
Se debe señalar que esta Iglesia no fue fundada por el apóstol Pablo, sino por Aquila y
Priscila luego del día del Pentecostés, El apóstol visita esta iglesia en dos (02) oportunidades
(Hch. 18:19 y 19:1), (Segundo y tercer viaje Misionero)
Esta carta tiene afinidad con Colosenses ya que las mismas fueron escritas casi
simultáneamente, además que ambas ciudades se encontraban en la provincia de Loadicea,
por lo que sus realidades son bastante parecidas, estas cartas al igual que Filemón y 2
Timoteo, son denominadas epístolas carcelarias debido a que fueron escritas desde la prisión.
En cuanto a la preocupación del apóstol Pablo debido a que los miembros de la iglesia
querían traer a ella todas las practicas que acostumbraban con la diosa diana (hechicería,
idolatría, entre otros.) y disfrazarlo de cristiano (Al ir creciendo la Iglesia, la diosa perdía
adeptos y la economía mermaba, por lo cual el imperio romano comienza una persecución
psicológica contra la iglesia, ofreciendo cuantiosas dadivas para que de manera sutil
insertaran dentro de la iglesia prácticas paganas.), al igual de la división excluyente que
existía entre ellos (Lideres, ancianos, jóvenes, mujeres entre otros.), es por ello que él puede
expresar que. “ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”. (Gá. 3:28). Es importante que aprendieran
que todos son importantes y necesarios (Un solo cuerpo en Cristo), a fin de no echar por
tierra lo que el Señor le tenía preparado.
Con ello lograrían sacar todas aquellas practicas que lo único que conseguían era manchar
sus vestiduras delante del Señor. Era necesario que por el sacrificio hecho por Jesús en el
calvario y por haber sido escogidos se mantuvieran en Santidad. (Ef. 1:5), Pablo insta a no
perder la identidad como Cristianos que el Señor les ha dado (1:13-19)
Esta iglesia tiene una particularidad, la misma no tenía pocos años de fundada, es decir, ha
debido ser una iglesia madura, bien fundamentada doctrinal y teológicamente, pero al
contrario, la misma se estaba desviando debido a falsos maestros, los cuales enseñaban entre
otras cosas: que no había problema de practicar dentro de la iglesia ciertos cultos que se
hacían afuera, guardar el sábado, convertir los gentiles en judíos, de sacrificios ya que según
ellos no era suficiente el sacrificio de Cristo sino que ellos debían hacer su parte, daban paso
así al ocultismo al no enseñar verdaderamente los principios bíblicos, entre otras cosas. Por lo
que Pablo le es necesario meterlos en el carril. Años más tarde el Señor le habla a Juan y le
escribe nuevamente diciéndole que: “Él conoce sus obras y su arduo trabajo…, pero tenía
contra ellos que habían dejado su primer amor.” (Apo. 3:2-4), es decir, a pesar de los
esfuerzos de Pablo aun se desvían hacia otras cosas.
Una de las intensiones del apóstol es que ellos se dieran cuenta como conectarse con Dios, a
través de las acciones de gracia y no permitiendo las cosas malas que ya estaban dentro de la
Iglesia (5:3-8 - 14), les aconseja que se aparten de todo eso y que empiecen a vivir como
hijos de luz, porque la forma como se estaban comportando ni es normal ni está bien, el V. 14
te manda a despertarte y que no permitas que nadie haga las cosas malas ya que si lo permites
te conviertes en cómplice.
Sigue insistiendo el apóstol, en la unidad ya que por medio del sacrificio de Cristo son uno
solo, Él derribo la pared que les separaba. (2:12-14), no existían parcelas y si uno cae el
hermano debe levantarle, beben ser un pueblo con una identidad RADICALMENTE distinta.
Concatenado a esto, el apóstol nos sigue mostrando en el capitulo 4:11-13 que debe haber
una unidad en el Espíritu, a fin de que sean derramados los dones y los ministerios dentro de
la iglesia y de esta manera juntos perfeccionar a los santos y edificar el Cuerpo de Cristo, y a
si lograr a la unidad en la fe y al conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
De igual forma la carta en su último capítulo (6:1), nos ordena obedecer en el Señor a
vuestros padres, porque esto es lo justo, luego nos dice en el versículo diez (10) como vencer
todas las tentaciones (Con la Armadura de Dios), de las cuales pudimos hablar a lo largo de
este análisis, también el versículo dieciocho (18), nos insta a orar en todo tiempo por todos
los santos.