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CAPITULO PRIMERO
DE LA SERVIDUMBRE POLITICA
CAPITULO II
Hemos visto que los climas cálidos son enervantes, gastan la fuerza, consumen la
energía de los hombres, y que los climas fríos fortalecen los cuerpos y los ánimos,
haciendo a los hombres más capaces de realizar empresas difíciles, penosas y
arriesgadas. Esto no se observa solamente comparando una nación con otra sino dentro
de cada nación al comparar una región con otra, una comarca con otra. Los pueblos
septentrionales de China son más valientes que los meridionales; (1) no lo son tanto los
del sur de Corea como los del norte de aquel mismo país.
Así no hay que admirarse de que los pueblos que viven en zonas cálidas, por efecto de
su flojedad hayan sido esclavos casi siempre, ni de que se hayan mantenido libres los
habitantes de países fríos. Es una consecuencia derivada de causa natural.
CAPITULO III
Según el padre Duhalde, (2) los libros chinos aseguran "que en el nombre de Asia, en la
Siberia, el frío es tan extremado que el suelo nada produce, y que silos rusos tienen allí
varios establecidos, no cultivan la tierra ni se crían allí más que pinos pequeños y
miserables arbustos". Leemos también en diversas relaciones. "que la Gran Tartaria, al
sur de la Siberia, es igualmente fría; que no se labra la tierra; que apenas si hay pasto
para el ganado; que no se crían árboles, sino algunas matas como en Islandia". Cerca ya
de China y del Mogol, hay tierras donde se cría una especie de millo, pero no madura ni
el trigo ni el arroz.
Sabido todo esto, doy por cierto que en Asia no hay zona templada; lindan los climas
glaciales con los ardientes. Lo contrario que en Europa donde la zona templada es muy
extensa, aunque está situado en el continente en climas que difieren unos de otros, no
pareciéndose los de Italia y España a los de Suecia y Noruega; pero como la
temperatura se enfría insensiblemente, yendo del Sur al Norte, en relación aproximada
con las latitudes, sucede que cada país se asemeja al inmediato, sin grandes diferencia
apreciables, resultando que la zona templada se extiende mucho, como dejo dicho.
De aquí resulta que en Asia están en contacto, son limítrofes, las naciones de climas
más opuestos, los hombres más guerreros con los más afeminados, los pueblos más
vigorosos con los más endebles; es inevitable, pues, que unos sean conquistadores y
otros conquistados. No es lo mismo en Europa, donde las naciones contiguas son
igualmente valerosas, lo que explica el poder de Europa y la flaqueza de Asia, la
libertad europea y la servidumbre asiática. En Asia no aumenta nunca la libertad de los
pueblos, mientras que en Europa aumenta o disminuye según las circunstancias.
CAPITULO IV
CONSECUENCIAS DE ESTO
El Asia ha sido subyugada trece veces; once por los pueblos del Norte, dos por los del
Sur. En tiempos remotos fue conquistada por los escitas; después la conquistaron
sucesivamente los griegos, los persas, los árabes, los mogoles, los turcos, los tártaros,
los aguanos. Hablo solamente de la alta Asia y no hablaré de las invasiones del sur de
este continente, que ha pasado por tantas revoluciones.
CAPITULO V
Los pueblos del norte de Europa la conquistaron como hombres libres; los del norte de
Asia como esclavos, para servir a un déspota.
3.Omite Montesquieu la invasión de los árabes, que después de haberse extendido por una gran parte de
Asia, todo el norte de Africa, España entera e Italia, penetró en Francia y llego a Suiza. Fue la conquista
más admirable y más civilizadora que Europa ha conocido, la que dejó más honda huella, la que introdujo
y propagó las ciencias en la atrasada Europa, siendo por lo tanto más digna de citarse que la obra de
Carlomagno, bastante más que las correrías de los normandos, que si en Francia lograron establecer,
fueron siempre rechazadas por los árabes en la península Ibérica, donde nunca hicieron otra cosa que
piratear en costas indefensas. (EL TRAD.).
Así el pueblo tártaro, conquistador de Asia, es tan esclavo después como antes de su
victoria. Conquista sin cesar en el sur del continente, forma imperios, pero la parte de la
nación que ha quedado en el país se encuentra sometida a un amo poderoso, quien es
tirano en el Norte y en el Mediodía; tiene un poder arbitrario sobre los conquistadores y
lo ejerce lo mismo con sus súbditos conquistadores. Bien se ve esto en el vasto país
llamado Tartaria china, que el soberano gobierna tan despóticamente como la propia
China, y lo va agrandando con sucesivas conquistas.
La historia de China, como puede verse, nos dice que los emperadores (4) han enviado
colonias chinas a Tartaria; estos colonos chinos se han hecho tártaros y enemigos
mortales de China, lo cual no quita que hayan introducido en Tartaria el espíritu
chinesco.
Suele ocurrir que una parte de la nación tártara sea expulsada del país que ella misma
conquistó: se lleva en ese caso a sus desiertos el hábito servil adquirido en el clima de la
esclavitud,, para encontrar ejemplos de lo dicho para hojear la historia de China y aun la
nuestra (5).
No ha sido otra cosa la causa de que el genio de la nación tártara o gótica se haya
parecido siempre al de los imperios de Asia. En estos imperios se gobierna a los pueblos
con el palo; y se gobiernan los pueblos tártaros con el rebenque. Nunca ha admitido
Europa estas costumbres: lo que es castigo para los asiáticos es ultraje para Europa (6).
El godo Jornandes llama al Norte de Europa la oficina del género humano; (7) yo la
llamaría más bien fábrica de las herramientas que rompen las cadenas forjadas en el Sur.
De allí vienen las naciones valerosas que salen de su tierra para acabar con los tiranos y
con la esclavitud y enseñar a los hombres que, siendo iguales por la Naturaleza, no ha
podido la razón sujetarlos a ninguna dependencia sino para su felicidad.
4.Como Ven-ty, el quinto emperador de la quinta dinastía.
5.Los escitas conquistaron tres veces el Asia y fueron arrojados las tres veces. (JUSTINO, libro II).
6.Esto no se opone a lo que digo en el libro XXVIII. Cap. XX, acerca de lo que del palo pensaban los
germanos. Siempre miraron como afrentosa la acción de apalear.
7.Humani generis officinam.
CAPITULO VI
Siempre ha habido grandes imperios en Asia; en Europa nunca han podido subsistir. Es
que en Asia, en la parte que conocemos de ella, hay más extensas llanuras, más
espaciosos territorios entre las cordilleras y los mares; y como está más al sur, las
fuentes se agotan con facilidad, hay menos nieve en las cumbres, son los ríos menos
caudalosos y constituyen por lo mismo barreras fáciles de franquear. (8)
Así el poder en Asia debe ser despótico, porque si la servidumbre no fuera extremada
habría que hacer un deslinde que no se ajusta a la naturaleza del país.
En Europa, la estructura natural del suelo forma diversos y numerosos Estados, no muy
extensos, en los cuales, sin perjuicio del Estado, pueden regir las leyes. Lejos de ser la
legalidad incompatible con la seguridad, es tan favorable al mantenimiento del Estado,
que éste sin ella caería en la decadencia y se haría inferior a los demás.
CAPITULO VII
DE AFRICA Y DE AMERICA
He ahí lo que puedo decir de Asia y de Europa. En cuanto a Africa, situada como está
bajo un clima semejante al de Asia meridional, padece una servidumbre,
Una de las consecuencias de lo que acabamos de decir, es que tiene mucha importancia
para el príncipe la elección de capital, sobre todo tratándose de un gran imperio. Si la
establece en el Sur, corre el peligro de perder el Norte; si la establece en el Norte, se
arriesga a perder el Sur. No hablo de casos particulares: la mecánica tiene rozamientos
que algunas veces cambian los efectos de la teoría; la política tiene también los suyos.
9.Los pueblos bárbaros de América, llamados Indios bravos por los españoles, han sido y son más
difíciles de sojuzgar que los grandes y organizados imperios de México y Perú.