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Dramaturgia inspirada en la pintura

Jeimy Alejandra Trujillo Calderón


V Semestre

Pinturas referente:

1. El baile del PAN PAN - Severini 2. La calle entra en casa - Boccioni

Colores

Personajes
Lúcido:​ Joven de unos 26 años, sufre de ansiedad y jaquecas. Tiene un marcapasos
Psicólogo:​ Hombre solitario de unos 55 años.

Consultorio de un psicólogo, las paredes son rojas y naranjas. Hay un máquina en forma de
sofá ubicada en el centro del escenario, a un lado una mesa pequeña, al otro lado una
puerta, encima de la mesa se encuentra un metrónomo.
El psicólogo entra por el lado izquierdo, pone su sombrero y su gabán en el perchero.
Prende la maquina en forma de sofá y ésta empieza a vibrar. Entra corriendo por el lado
izquierdo un joven

Lúcido:​ ¡Casito me alcanza Doctor!


Psicólogo: ​Por poco y me tiras la puerta al piso
Lúcido:​ No se preocupe doctor, que de ser así, soy capaz de levantarla y atornillarla a la
pared para que no se vuelva a caer.
(pausa)
Psicólogo:​ Ven, hoy necesito que te sientes aquí
Lúcido:​ ​(Se sienta en el sofá) ¿​Me va a dar un masaje?
Psicólogo:​ ​(Ríe​)​ ​Algo así, será un masaje cerebral. Esta máquina es capaz de leer lo que
pasa en tu cerebro y lo estimula a través de pequeños choques eléctricos
Lúcido: ​(El joven abre mucho los ojos) ​¿Y eso no será peor para mis jaquecas?
Psicologo:​ No te preocupes, recuerda que el cerebro es un órgano que no siente dolor,
además serás tú quien maneje la máquina; A medida que vayamos hablando, tu cerebro se
irá estimulando​ (Saca un disco duro de la mesita)​ y la máquina irá procesando esa
información para guardarla dentro de este aparatico
Lúcido: ​¿Y entonces usted va a saber todo lo que pienso?
Psicologo: ​Solo si todo eso que aparece en tu cabeza, es auténtico y real
Lúcido: ​Entonces nos vamos a divertir mucho doctor.
Psicólogo: ​Claro que si, pero solo tenemos 15 minutos hasta que la máquina se apague y
organice toda la información que haya salido de tu cerebro
Lúcido: ​Y hoy más que nunca tengo el cerebro despierto. Pero doctor ¿no hay ningún
riesgo verdad?
Psicologo: ​No tienes de qué preocuparte, la nueva tecnología no tienen margen de error

El joven se recuesta en el sofá. El psicólogo pone una venda en los ojos del joven y luego le
pone un casco en su cabeza, éste a su vez está conectado a una pantalla. El psicólogo
pone a funcionar el metrónomo. En la pantalla aparece una imagen del cerebro con
diferentes colores moviendose

Psicólogo: ​Todo listo, ahora te empezaré a hacer unas preguntas respecto a lo que me
dijiste la sesión anterior.
Lúcido: ​Soy todo oídos Doctor
Psicólogo: ​Entonces ¿Recuerdas la calle?
Lúcido: ​Si doctor
Psicólogo:​ ¿Recuerdas lo que me dijiste de las paredes y los colores que veías?
Lúcido:​ Si doctor
Psicólogo:​ Me gustaría que observaras un poco más qué hay en ese lugar
Lúcido:​ Me acuerdo que la noche estaba muy fría, y la calle estaba sola. No se veían
muchas personas a pesar de que fuera fin de semana. Los bares estaban llenos de gente
borracha celebrando por el triunfo de Las Garzas y se veía la alegría en sus rostros, pero
también estaban los hinchas del Cicerón, que lamentaban y maldecían su pérdida. Era un
contraste de humores que penetraba en las paredes. Estaban quienes pintaban con euforia
toda la pared de color rojo y los que estropeaban su trabajo por la furia, llenando todo de
rayones al azar
Psicólogo:​ ¿Y por qué crees que eres capaz de explicarlo de esa manera?
Lucido:​ Pues mire Doctor, es que cuando uno se da cuenta que su vida y la de los demás
habitantes de la tierra, es tan compleja como la telaraña que construye una araña en una
casa abandonada, los pensamientos logran divagar y no encuentran un foco estable... hasta
que llega algo que perturba su tranquilidad. ​(Hablando cada vez más rápido) ​Son muchos
movimientos que rondan en el espacio, estrellas, luces palpitantes, movimientos circulares,
fragmentación del ecosistema, vibración del oxígeno, el péndulo de las hojas, todo en
conjunto crea una galaxia de percepciones que atraviesan tu cuerpo y entonces ​(mantiene
la respiración)​ ...llega el éxtasis ​(Suelta el aire)​ que tan solo dura unos cuantos segundos.
Después llega la tranquilidad, que resulta reconfortante claro, pero después otra vez
esperas que algo màs suceda, como que pase una estrella fugaz gigante que dé cuenta que
no todo se concentra en un solo lugar, que claramente en el universo se encuentra una
composición de elementos que actúan de un ritmo cambiante atractivo para los oídos.
Como cuando usted está borracho y siente que todo está en movimiento…
Psicólogo:​ Yo no bebo
Lúcido:​ Bueno o cuando algo llama tanto su atenciòn, que siente que puede percibir y
premeditar todo lo que sucede a su alrededor, su mente actúa de otra manera ​(Pausa. El
joven levanta la venda de sus ojos)​ Usted debe tener muchas preguntas en su cabeza, yo
no me imagino como es capaz de controlar tantos problemas, y ordenarlos de manera que
no afecten su comportamiento, o que por lo menos no se note.
Psicólogo: ​De eso no vamos a hablar en este momento ​(Le baja nuevamente la venda)
Recuerde que el tiempo va corriendo
Lúcido:​ Recuerdo ver todo moviéndose muy rápido, veía los ojos de muchas personas, el
cabello de una chica de vestido amarillo y una diadema fucsia, mientras otra chica bailaba
casualmente sola con su cabello suelto un poco alborotado parecía coqueta pero
simplemente disfrutaba de su libertad. La humedad se combinaba con el humo para
provocar un ambiente agradable al son del baile ​(En la pantalla empieza a prevalecer el
color amarillo)
Psicologo: ​¿Que pasó con la diadema fucsia?
Lucido:​ Afuera una señora me miró con cara de sorpresa, tenía los ojos y la nariz
pequeñas. Un sombrero grande de gala, y guantes negros hasta el codo
Psicólogo:​ ¿Te dijo algo esa señora?
Lúcido​: Yo seguí derecho por la carretera, y los grillos dejaron de grillar, escuchaba como
el viento sacudía las hojas, y el frío empezó a erizar mi piel. Entonces me escondí en una
casita de madera que estaba un lado.

Psicólogo: ​¿Qué había dentro de la casita?


Lucido:​ Muchos vidrios, y botellas. La luna las hacía brillar como escarcha regada en el
suelo, por eso me dirigí a una esquina ​(pausa)​ ​Pero cuando conoces la posibilidad de poder
ver y sentir el afuera, de una forma en la que crees estar conectado con todo, en la cabeza
queda la inquietud de qué puede cambiar si te arriesgas a probar lo prohibido. ​(En la
pantalla empiezan a salir muchas partes del cerebro de color rojo y amarillo. El doctor no se
da cuenta)​ Entonces fue cuando volví a salir y vi a lo lejos una chica corriendo hacia donde
yo estaba, la estaba siguiendo un hombre frenéticamente, ella estaba desesperada, de su
cuerpo salía una estela de humo verde, cayó en medio de la calle y cuando por fin puedo
reaccionar para ir a socorrerla, de la avenida que atraviesa sale un vehículo que estrella su
vida.
Psicólogo:​ ​(Atónito)​ Se escuchan las bocinas de los carros impacientes, el viento que
choca contra el parabrisas quebrado, la velocidad con la que el conductor trató de frenar
pero no alcanzó. Salen las personas de los bares gritando pidiendo ayuda pero… ​(Lúcido
empieza a convulsionar. La máquina empieza a pitar y Lúcido tiene una fuerte contracción
en su pecho que lo deja inmóvil. Muere. El metrónomo se detiene) ​¿Por qué no lo dijiste
​ l menos ya eres un testigo menos
antes?​ A

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