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MOLECULA

En química, una molécula (del nuevo latín molecula, que es un diminutivo de la palabra moles,
'masa') es un grupo eléctricamente neutro y suficientemente estable de al menos dos átomos en
una configuración definida, unidos por enlaces químicos fuertes (covalentes o enlace iónico).1234
56

En este estricto sentido, las moléculas se diferencian de los iones poliatómicos. En la química
orgánica y la bioquímica, el término "molécula" se utiliza de manera menos estricta y se aplica
también a los compuestos orgánicos (moléculas orgánicas) y en las biomoléculas.

Antes, se definía la molécula de forma menos general y precisa, como la más pequeña parte de
una sustancia que podía tener existencia independiente y estable conservando aún sus
propiedades fisicoquímicas. De acuerdo con esta definición, podían existir moléculas
monoatómicas. En la teoría cinética de los gases, el término molécula se aplica a cualquier
partícula gaseosa con independencia de su composición. De acuerdo con esta definición, los
átomos de un gas noble se considerarían moléculas aunque se componen de átomos no
enlazados.7

Una molécula puede consistir en varios átomos de un único elemento químico, como en el caso
del oxígeno diatómico (O2),8 o de diferentes elementos, como en el caso del agua (H2O).9Los
átomos y complejos unidos por enlaces no covalentes como los enlaces de hidrógeno o los enlaces
iónicos no se suelen considerar como moléculas individuales.

Las moléculas como componentes de la materia son comunes en las sustancias orgánicas (y por
tanto en la bioquímica). También conforman la mayor parte de los océanos y de la atmósfera. Sin
embargo, un gran número de sustancias sólidas familiares, que incluyen la mayor parte de los
minerales que componen la corteza, el manto y el núcleo de la Tierra, contienen muchos enlaces
químicos, pero no están formados por moléculas. Además, ninguna molécula típica puede ser
definida en los cristales iónicos (sales) o en cristales covalentes, aunque estén compuestos por
celdas unitarias que se repiten, ya sea en un plano (como en el grafito) o en tres dimensiones
(como en el diamante o el cloruro de sodio). Este sistema de repetir una estructura unitaria varias
veces también es válida para la mayoría de las fases condensadas de la materia con enlaces
metálicos, lo que significa que los metales sólidos tampoco están compuestos por moléculas. En el
vidrio (sólidos que presentan un estado vítreo desordenado), los átomos también pueden estar
unidos por enlaces químicos sin que se pueda identificar ningún tipo de molécula, pero tampoco
existe la regularidad de la repetición de unidades que caracteriza a los cristales.
Casi toda la química orgánica y buena parte de la química inorgánica se ocupan de la síntesis y
reactividad de moléculas y compuestos moleculares. La química física y, especialmente, la química
cuántica también estudian, cuantitativamente, en su caso, las propiedades y reactividad de las
moléculas. La bioquímica está íntimamente relacionada con la biología molecular, ya que ambas
estudian a los seres vivos a nivel molecular. El estudio de las interacciones específicas entre
moléculas, incluyendo el reconocimiento molecular es el campo de estudio de la química
supramolecular. Estas fuerzas explican las propiedades físicas como la solubilidad o el punto de
ebullición de un compuesto molecular.

Las moléculas rara vez se encuentran sin interacción entre ellas, salvo en gases enrarecidos y en
los gases nobles. Así, pueden encontrarse en redes cristalinas, como el caso de las moléculas de
H2O en el hielo o con interacciones intensas pero que cambian rápidamente de direccionalidad,
como en el agua líquida. En orden creciente de intensidad, las fuerzas intermoleculares más
relevantes son: las fuerzas de Van der Waals y los puentes de hidrógeno. La dinámica molecular es
un método de simulación por computadora que utiliza estas fuerzas para tratar de explicar las
propiedades de las moléculas.

Bioquímica
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Representación esquemática de la molécula de ADN, la molécula portadora de la información genética.

La bioquímica es una rama de la ciencia que estudia la composición química de


los seres vivos, especialmente las proteínas, carbohidratos, lípidos y ácidos
nucleicos, además de otras pequeñas moléculas presentes en las células y las
reacciones químicas que sufren estos compuestos ( metabolismo) que les
permiten obtener energía (catabolismo) y generar biomoléculas propias
(anabolismo). La bioquímica se basa en el concepto de que todo ser vivo
contiene carbono y en general las moléculas biológicas están compuestas
principalmente de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre.
Es la ciencia que estudia la base química de las moléculas que componen algunas
células y los tejidos, que catalizan las reacciones químicas del metabolismo celular
como la digestión, la fotosíntesis y la inmunidad, entre otras muchas cosas.
Podemos entender la bioquímica como una disciplina científica integradora que
aborda el estudio de las biomas y biosistemas. Integra de esta forma las leyes
químico-físicas y la evolución biológica que afectan a los biosistemas y a sus
componentes. Lo hace desde un punto de vista molecular y trata de entender y
aplicar su conocimiento a amplios sectores de la medicina (terapia genética
y biomedicina), la agroalimentación, la farmacología.
Constituye un pilar fundamental de la biotecnología, y se ha consolidado como una
disciplina esencial para abordar los grandes problemas y enfermedades actuales y
del futuro, tales como el cambio climático, la escasez de recursos agroalimentarios
ante el aumento de población mundial, el agotamiento de las reservas de
combustibles fósiles, la aparición de nuevas alergias, el aumento del cáncer,
las enfermedades genéticas, la obesidad, etc.
La bioquímica es una ciencia experimental y por ello recurrirá al uso de numerosas
técnicas instrumentales propias y de otros campos, pero la base de su desarrollo
parte del hecho de que lo que ocurre en vivo a nivel subcelular se mantiene o se
conserva tras el fraccionamiento subcelular, y a partir de ahí, podemos estudiarlo.

Metafísica y metafisica

La metafísica (del latín metaphysica, y este del griego μετὰ [τὰ] φυσικά, «más allá de [la]
naturaleza»)1 es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza, estructura, componentes y
principios fundamentales de la realidad.234 Esto incluye la clarificación e investigación de algunas
de las nociones fundamentales con las que entendemos el mundo, como entidad, ser, existencia,
objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.

Antes del advenimiento de la ciencia moderna, muchos de los problemas que hoy pertenecen a las
ciencias naturales eran estudiados por la metafísica bajo el título de filosofía natural.56 Hoy la
metafísica estudia aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación empírica. Según
Immanuel Kant, las afirmaciones metafísicas son juicios sintéticos a priori, que por principio
escapan a toda experiencia sensible.7

Aristóteles designó la metafísica como «primera filosofía».8 En la química se asume la existencia


de la materia y en la biología la existencia de la vida, pero ninguna de las dos ciencias define la
materia o la vida; solo la metafísica suministra estas definiciones básicas.9
La ontología es la parte de la metafísica que se ocupa de investigar qué entidades existen y cuáles
no, más allá de las apariencias.1011 La metafísica tiene dos temas principales: el primero es la
ontología, que en palabras de Aristóteles es la ciencia que estudia al ser en cuanto tal. El segundo
es la teleología, que estudia los fines como causa última de la realidad. Existe, sin embargo, un
debate que sigue aún hoy sobre la definición del objeto de estudio de la metafísica, y sobre si sus
enunciados tienen propiedades cognitivas.

A lo largo de los siglos, muchos filósofos han sostenido de alguna manera u otra, que la metafísica
es imposible.12 Esta tesis tiene una versión fuerte y una versión débil.12 La versión fuerte es que
todas las afirmaciones metafísicas carecen de sentido o significado.12 Esto depende por supuesto
de una teoría del significado.12 Ludwig Wittgenstein y los positivistas lógicos fueron defensores
explícitos de esta posición. Por otra parte, la versión débil es que si bien las afirmaciones
metafísicas poseen significado, es imposible saber cuáles son verdaderas y cuáles falsas, pues esto
va más allá de las capacidades cognitivas del hombre.12 Esta posición es la que sostuvieron, por
ejemplo, David Hume e Immanuel Kant. Por otra parte, algunos filósofos han sostenido que el ser
humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de «necesidad
inevitable», y Arthur Schopenhauer incluso definió al ser humano como «animal metafísico».

Ontología

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La ontología (del griego antiguo ὄν —genitivo ὄντος—, 'ente'; y λόγος 'ciencia, estudio, teoría') o
metafísica general es la rama de la filosofía que estudia lo que hay, así como las relaciones entre
los entes (por ejemplo, la relación entre un universal —como el rojo— y un particular que lo
"tiene" —como esta manzana) o la relación entre un acto (como el que Sócrates bebiera la cicuta)
y sus participantes (Sócrates y la cicuta).1

Algunas preguntas ontológicas son: ¿qué es la materia? ¿Qué es un proceso? ¿Qué es el espacio-
tiempo? ¿Hay propiedades emergentes? ¿Se ajustan todos los eventos a alguna(s) ley(es)? ¿Hay
especies naturales? ¿Qué hace real a un objeto? ¿Hay causas finales? ¿Es real el azar?2 Muchas
preguntas tradicionales de la filosofía se pueden entender como preguntas ontológicas:1 ¿Dios
existe? ¿Existen entidades mentales, como ideas y pensamientos? ¿Existen entidades abstractas,
como los números? ¿Existen los universales?

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