El COVID-19 es una pandemia que se generó en china específicamente un pueblo llamado Wuhan,

sobre esta enfermedad se poseen muchas especulaciones que a ciencia cierta no tienen la verdad
sobre el origen de la misma. Muchos teólogos podrían afirmar que son enfermedades que son
pronosticadas en la biblia, otras personas manifiestan que dicha pandemia son…

¿será que la pandemia es una purificación del mundo creada por el hombre?

Lo cierto es que esta pandemia ha conmovido el mundo ya que ha traído como consecuencia la
destrucción del mismo ser humano.

Esta enfermedad ha servido como prueba de cómo responde el mundo ante una crisis mundial
que se ha generado, hemos visto como muchos gobiernos de algunos países se han confortado
ante esta situación de salud acatando las normas emanadas por la OMS (Organización Mundial de
la Salud), quienes han cooperado de una forma positiva en educar y prevenir la expansión de esta
pandemia que nos azota a todos por igual.

En algunos continentes estos se ha tomado como una gripe pasajera que solo sucedía en china,
trayendo como consecuencia la perdida de muchos seres humanos cuarentena, dando más
importancia a la economía que a la enfermedad sin interesarle la protección de su población.

El 17 de noviembre de 2019 sería la fecha del primer caso en el mundo

del nuevo coronavirus y el paciente cero sería una persona de 55 años de
Wuhan, China. Y a partir de ahí, lo que ya todos conocemos. La
propagación de la enfermedad llegando hoy en día a la infección de casi
todo el planeta. Pero la pregunta aún sin respuesa es: ¿Cómo se originó
el Covid-19? ¿Fue una mutación de un virus animal o fue 'fabricado'
en un laboratorio?
 Las primeras informaciones que circularon en varios medios de
comunicación aseveraban que la enfermedad era transmitida por
murciélagos y que el brote tuvo sus comienzos en un mercado de
Wuhan donde se comercializaban animales para su ingesta, entre
ellos murciélagos, víboras y mariscos.

Una de las razones que ponen en el foco de las

sospechas a estos mamíferos, además de sus antecedentes siendo el
origen de epidemias previas como el SARS y el MERS, es la
capacidad que tienen por su sistema inmunológico a vivir con distintos
virus sin enfermarse, tal como explica en un artículo The New York
Times. Sin embargo, aún no se comprobó que también lo sean del
nuevo coronavirus.
Desde la perspectiva de los expertos en riesgos que ya lo han alertado: El Cambio
Climático prácticamente es irreversible y tendrá un gran impacto en el
aumento de los niveles de los mares con los consecuentes desplazados, eventos
de sequía y lluvias más intensos, aunado a mayores desastres ambientales
(huracanes, etc.), pérdida de biodiversidad, flora y fauna (extinción de animales),
mayores enfermedades y disminución de la capacidad de producir ciertos
tiempos de alimentos generados por la agricultura, entre muchas otras
consecuencias.

La gran pregunta: ante este escenario estamos preparados como raza humana?.

Por ello, más allá de teorías de conspiración y de nuevo orden mundial que

han
salido por diferentes medios de redes sociales, prefiero unirme al mensaje que:
Ha sido la madre naturaleza, como una forma de sanarse, que ha enviado este
mensaje con el covid-19.

Dios nos da este llamado de atención, para que como humanidad revisemos los
términos de nuestra forma de convivir en nuestra casa común. La Tierra. El
reto que nos corresponde como sociedad, a través de quienes lideran gobiernos
e Instituciones (empresarios, gremios, ONG • s.), es grande y debemos
asumirlo para poder dejar un legado a las generaciones futuras.

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