Está en la página 1de 20

Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?

Carlos A. de Mattos  

Mercado metropolitano de trabajo y


desigualdades sociales en el Gran Santiago.
¿Una ciudad dual?1

Carlos A. de Mattos2

Abstract

Structural changes in metropolitan labour markets under the process of reestructutration-


informationalization-globalization, had become a central issue for the study of the
transformation of the cities during the last decades. According to this perspective, this
article analizes the impacts that the capitalist modernization in Chile has had on their
labor market and the evolution of income distribution, and upon this base, observes
their effects on socio-territorial estructuration of the Great Santiago, specially discussing
the pertinence of the dualization theory for this particular case. For that, main
characteristics of this theory are drawn; at the same time, the basis with that has been
presented and the causes that are attributed to it are analized. In the second part, main
transformations that had occured in this period of capitalist modernization in Chile are
examined, along with the evolution of social inequalities and urban segregation in Great
Santiago, under the transformations occured in labor market. In the third and last part,
discussion about the pertinence of the dualization theory to the Chilean case is posed.

Keywords: dualization, labor markets, capitalist modernization, Santiago de Chile.

Resumen

Los cambios estructurales en los mercados metropolitanos de trabajo bajo los proce-
sos de reestructuración-informacionalización-globalización, se han situado como un
tema central para el estudio de la transformación de las ciudades durante las últimas
décadas. Desde esta perspectiva, el presente trabajo analiza los impactos que los
procesos de modernización capitalista en Chile han tenido sobre su mercado de traba-
jo y sobre la evolución de la distribución del ingreso, y sobre esta base, observa sus
efectos sobre la estructuración socio-territorial del Gran Santiago, discutiendo espe-
cialmente la pertinencia de la tesis de la dualización para este caso particular. Para
ello, en una primera parte se esbozan los rasgos fundamentales de esta tesis, se
analizan los fundamentos con los que ha sido presentada y las causas que se le atri-
buyen. En la segunda parte se revisan las principales transformaciones producidas en
esta fase de modernización capitalista en Chile, y la evolución de las desigualdades
sociales y la segregación urbana en el Gran Santiago a la luz de las transformaciones
producidas en su mercado de trabajo. En la tercera y última parte, se plantea la discu-
sión sobre la aplicabilidad de la tesis de la dualización al caso chileno.

Palabras clave: dualización, mercados de trabajo, modernización capitalista,


Santiago de Chile.

1
Este trabajo fue preparado para ser presentado en el VI Seminario Internacional de la Red Iberoameri-
cana de Investigadores sobre Globalización y Territorio, realizado en la Ciudad de Rosario, Argentina, entre el
2 y el 4 de mayo del 2001. El autor agradece los comentarios y sugerencias de Gonzalo Cáceres Q.
2
Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos,
Pontificia Universidad Católica de Chile.

Revista eure (Vol. XXVIII, Nº 85), pp. 51-70, Santiago de Chile, diciembre 2002
[51]

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

1. Introducción que la expresa, es una dimensión fundamen-


tal de la sociedad, inseparable del proceso
global de organización y cambio social" (493).
Entre las transformaciones producidas
en las grandes ciudades durante las
últimas décadas bajo el impacto Desde esta perspectiva, los cambios es-
interrelacionado de los procesos de reestruc- tructurales en los mercados metropolitanos de
turación productiva, revolución tecnológica y trabajo bajo los avances de los procesos de
globalización, han cobrado particular relevan- reestructuración – informacionalización -
cia las relativas al aumento de las desigual- globalización, se sitúan como un tema cen-
dades sociales y de la pobreza. La creciente tral para el estudio de la transformación de
preocupación en torno a este tema ha dado las ciudades durante las últimas décadas.
lugar a numerosos estudios, principalmente Como es obvio, el hecho de privilegiar en este
orientados a analizar los efectos de dichas análisis las relaciones entre transformación
transformaciones en términos de exclusión, socioeconómica y mutaciones urbanas no
polarización social y segregación residencial implica asumir que existe una transposición
al interior de numerosas áreas metropolitanas. mecánica de los cambios sociales en los cam-
bios territoriales o metropolitanos.
Muchos de estos trabajos han considera-
do y discutido la tesis de que las transforma- En este contexto, el presente trabajo se
ciones recientes en los mercados metrópoli- propone analizar los impactos que los proce-
tanos de trabajo estarían llevando a la formación sos de modernización capitalista en Chile han
de sociedades y ciudades duales; esta tenido sobre su mercado de trabajo y sobre
tesis ha cobrado mucha fuerza a medida que la evolución de la distribución del ingreso, y
se han ido difundiendo y popularizando los sobre esta base, observar sus efectos sobre
estudios y proposiciones sobre ciudades la estructuración socio-territorial del Área
globales o mundiales, que han tenido una cre- Metropolitana de Santiago (AMS) o Gran San-
ciente influencia en las investigaciones urba- tiago, discutiendo especialmente la pertinen-
nas de los últimos años. De tal forma, la tesis cia de la tesis de la dualización para este caso
de la dualización se ha transformado en un particular. Se entiende que Chile presenta un
referente obligado para las investigaciones y interés especial por el hecho de tratarse de
discusiones sobre el tema. uno de los casos de más temprana aplica-
ción en América Latina de las políticas de re-
estructuración económica, compatibles con el
La mayor parte de estos estudios reposa
discurso que luego se popularizaría bajo la
-implícita o explícitamente- en la convicción
denominación de Consenso de Washington,
de que los cambios en la base económica
y además, por cuanto los lineamientos bási-
metropolitana tienen una incidencia funda-
cos que entonces se adoptaron han manteni-
mental en la transformación de la estructura,
do su vigencia en lo esencial hasta ahora, lo
la organización y el funcionamiento de las ciu-
que hace de esta experiencia una de las de
dades involucradas, y por consiguiente, que
más larga data entre las economías emergen-
la generación y evolución de las desigualda-
tes latinoamericanas, por lo que suministra
des sociales urbanas están condicionadas por
antecedentes valiosos sobre las transforma-
la transformación de los correspondientes
ciones metropolitanas que puede provocar
mercados de trabajo, cuyas desigualdades y
este cambio de modelo de crecimiento.
polarizaciones necesariamente se expresan
en las ciudades respectivas. Este enfoque
acepta, como afirma Castells (2001), que "la Con este propósito, en una primera parte
transformación espacial debe entenderse en se esbozan los rasgos fundamentales de las
el contexto más amplio de la transformación tesis de la dualización, se analizan los funda-
social: el espacio no refleja la sociedad, sino mentos con los que ha sido presentada y las

52 eure

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

causas que se le atribuyen. Se trata de des- cida. En la forma típica de segmentación -el
tacar, en esta parte, las relaciones entre los dualismo- coexisten un segmento primario,
procesos de dualización, las nuevas relacio- al seno del cual los salarios son elevados y la
nes capital-trabajo y el desarrollo del capita- seguridad del empleo muy grande, y un seg-
lismo avanzado de base informacional. En la mento secundario, que presenta las carac-
segunda parte se revisan las principales trans- terísticas inversas" (Perrot, 1995: 21, desta-
formaciones producidas en esta fase de mo- cado del autor). En una situación de estas
dernización capitalista en Chile y la evolución características, el sector primario se caracte-
de las desigualdades sociales y la segrega- riza principalmente por salarios elevados,
ción urbana en el Gran Santiago, a la luz de contratos de trabajo estables, ventajas socia-
las transformaciones producidas en su mer- les importantes, buenas condiciones de tra-
cado de trabajo. En la tercera y última parte bajo, alta seguridad del empleo y fuertes
se plantea la discusión sobre la aplicabilidad posibilidades de promoción, y el sector secun-
de la tesis de la dualización al caso chileno. dario, por las condiciones opuestas.

2. Mercado de trabajo, Desde esta perspectiva, la evolución de


desigualdades y dualización un mercado laboral segmentado cristaliza en
una sociedad marcada por tres tendencias
básicas: fuerte polarización entre los salarios
2.1. Segmentación del mercado de (y los ingresos) del sector primario y el sector
trabajo y dualización: una hipótesis secundario, con debilitamiento de los secto-
en discusión res intermedios; escasa movilidad ascendente
desde el sector secundario hacia el primario;
En los últimos años, las discusiones so- y una atenuación o reducción de los ingresos
bre desigualdades y polarización social en las de los sectores medios. Todo esto redunda
grandes áreas metropolitanas han estado en la afirmación de un nuevo perfil de la pirá-
fuertemente marcadas por la tesis de la mide de estratificación social, cuya parte su-
dualización, concepto que se ha transforma- perior -que representaría al sector primario-
do en punto de referencia obligado toda vez podría asimilarse a la cabeza de un hongo, la
que se intenta caracterizar el nuevo escena- que estaría ligada por un estrecho tallo a una
rio social urbano. A efectos de plantear la dis- amplia base de sustentación, que a su vez
cusión para el caso del Gran Santiago, se correspondería al sector secundario (Tezanos,
impone realizar una rápida revisión de la irrup- 1992 y 2001).
ción de este concepto, sus fundamentos teó-
ricos, su evolución y utilización en los estu- Esto sería la expresión de nuevas formas
dios urbanos. de desigualdad, materializadas en una ma-
yor polarización o dualización de la estructu-
Originalmente, la dualización aparece ra social, consideradas como fenómenos in-
como un subproducto de la teoría de la seg- herentes a la evolución de sociedades tec-
mentación de los mercados de trabajo nológicas avanzadas. Desde esta perspecti-
(Doeringer & Piore, 1971), que se desarrolló va, Tezanos (1992) precisa que "lo caracte-
como un intento de explicación de las dife- rístico de este sistema dual es, en primer lu-
rencias en las relaciones de trabajo entre dis- gar, la tendencia a la difuminación de las gran-
tintos sectores en las economías desarrolla- des diferencias por arriba -sociedades sin
das. En lo medular, esta teoría consideraba grandes aristas- con un predominio de cla-
que "[...] modos muy diferentes de determi- ses medias y otros sectores sociales que han
nación de los salarios y del empleo distinguen experimentado recientemente una movilidad
«segmentos» de mercado, entre los cuales social ascendente y una mejora apreciable en
la movilidad de los trabajadores es muy redu- sus condiciones de bienestar, y que configu-

eure 53

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

ran una «mayoría social pro-sistema», o Castells (1989), que ha sido uno de los
como ha preferido calificarla Galbraith, una autores que ha mostrado mayor preocupación
«mayoría satisfecha». A su vez, el segundo por caracterizar esta tendencia, al analizar la
bloque de este sistema de desigualdad so- evolución de la economía norteamericana en
cial está formado por un gran sector de para- la década de los ‘80 afirmó que "la principal
dos, subempleados, grupos marginales, jubi- razón de la presente transformación de la
lados, pre-jubilados y otros sectores que pa- estructura ocupacional se basa en la diso-
decen -o pueden padecer- los efectos de una lución de las viejas formas y actividades
situación «desasistencializadora» como con- industriales, y en la subsiguiente creación
secuencia de la crisis fiscal del Estado de de nuevas formas bajo el poderoso ímpe-
Bienestar. Se trata de un verdadero bloque tu de una nueva tasa de crecimiento eco-
social «extrasistema», que tiene pocas posi- nómico de la mano de la tecnología" (270,
bilidades de movilidad social ascendente, e destacado del autor). Posteriormente, al ana-
incluso pocas oportunidades de encontrar tra- lizar la situación actual de este fenómeno,
bajo estable" (79). señala que la estructura ocupacional emer-
gente se compone principalmente de dos ti-
Con las transformaciones producidas lue- pos de trabajo: el trabajo autoprogramable,
go del agotamiento del régimen fordista, des- que es el que desarrolla el trabajador que tie-
de la década de los ‘80 la teoría de la seg- ne una capacidad instalada que le permite
mentación de los mercados de trabajo -y por redefinir sus capacidades conforme cambia
lo tanto, el concepto de dualización- han sido la tecnología o su puesto de trabajo, y el tra-
retomados y reinterpretados, en un esfuerzo bajo genérico, que es el que cumple el tra-
por caracterizar y explicar una tendencia que bajador cuyas capacidades humanas corres-
se estaría observando en diversos lugares del ponden a un nivel educativo más o menos
mundo a medida que son afectados por el básico, que simplemente recibe instrucciones
avance simultáneo e interrelacionado de la y ejecuta órdenes (Castells, 1998). Este cua-
revolución científico-técnica de base informa- dro correspondería a la evolución de la ten-
cional, la reestructuración productiva y la dencia a la dualización bajo los efectos de la
globalización. nueva revolución tecnológico-informacional,
donde el trabajo autoprogramable correspon-
de al sector primario, y el trabajo genérico al
¿Cómo ha sido explicada la tendencia a la sector secundario.
segmentación de los mercados de trabajo en
el escenario postfordista? En lo fundamental,
entre los autores que han estudiado el tema Por su parte, Sassen (1991) explica esta
de la acentuación de las desigualdades pue- tendencia en función de la creciente deman-
den distinguirse dos tipos de abordajes: por da de personal altamente calificado, con ele-
una parte, los que privilegian la importancia de vadas remuneraciones que permiten
los cambios producidos por la difusión de la sofisticados niveles y pautas de consumo,
revolución tecnológico-informacional, y por como consecuencia de la expansión de
otra, los que enfatizan el papel que han tenido nuevas actividades líderes, en coexisten-
los cambios institucionales postfordistas, en cia con un conjunto de servicios con ba-
particular la reestructuración de la relación jas remuneraciones y empleo a menudo
entre capital y trabajo. Obviamente, se trata precario. Aquí, el sector de altos ingresos
de una cuestión de énfasis, pues en general requiere de un conjunto de servicios cotidia-
los dos tipos de factores están presentes en nos, rutinarios y/o personalizados (cuidado
los estudios de autores adscriptos a cada una personal, boutiques de indumentaria y obje-
de estas corrientes, donde se sobreentiende tos de diseño, gastronomía sofisticada y
la importancia combinada de ambos en la expli- diversificada, servicios de entrega, servicios
cación de la agudización de las desigualdades. de lavandería a domicilio, correo privado, etc.),

54 eure

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

lo que incrementa la oferta de empleos pre- Esto lo lleva a precisar que "en contra de las
carios y de bajos salarios. También diversos teorías monocausales, [...] la hiperguetiza-
servicios complementarios a otras empresas ción no tiene una sino dos raíces funda-
(limpieza, mantenimiento, seguridad, etc.) mentales, la una en los cambios de la eco-
contribuyen a expandir la demanda de em- nomía urbana, y la otra en las estructuras y
pleo poco calificado, a menudo precario, con políticas del Estado norteamericano federal y
bajas remuneraciones. local" (112, destacados en el original), siendo
la segunda de estas raíces la que tiene ma-
Esta visión del dualismo supone que la yor importancia: "El colapso de las institucio-
nueva dinámica económica "conduce a la vez nes públicas ¾resultante de la política estatal
a una segregación y a una segmentación es- de abandono y de la contención punitiva de
paciales, a una marcada diferenciación entre la minoría pobre¾ emerge como la raíz más
el nivel superior de la sociedad informacional potente y distintiva de la arraigada
y el resto de los residentes locales, así como marginalidad en la metrópolis norteamerica-
a una segmentación sin fin y a la frecuente na" (112-113, destacado del autor).
oposición entre muchos componentes de la
fuerza de trabajo reestructurada y La interpretación de Wacquant implica un
desestructurada" (Castells, 2001: 394). Des- importante cambio de énfasis en la explica-
de esta perspectiva, la dualización se sitúa ción sobre las causas de la acentuación de
como una tendencia inherente a las socie- las desigualdades en un ámbito globalizado.
dades capitalistas avanzadas, que cristali- Ésta resulta de particular relevancia para el
za a medida que la economía informacional caso latinoamericano, donde todavía no han
(o "nueva economía") se constituye en el nue- sido procesadas plenamente las transforma-
vo núcleo dinámico de la respectiva estructu- ciones que caracterizan a la economía
ra económica. Por consiguiente, si se acepta postfordista, pero donde ha avanzado signifi-
esta explicación habría que concluir que no cativamente la aplicación de las políticas de
toda desigualdad social puede interpretarse liberalización y desregulación preconizadas
como dualización, sino que ésta correspon- por el Consenso de Washington, que nece-
dería a una modalidad específica de desa- sariamente implican una reforma del Estado
rrollo capitalista, donde sería la informacio- y una fundamental reestructuración de la re-
nalización de la economía la que tendría ma- lación entre capital y trabajo. En estas circuns-
yor incidencia en la segmentación de los mer- tancias, serían los factores destacados por
cados de trabajo. Wacquant los que estarían incidiendo con más
fuerza en una acentuación de las desigual-
Sin embargo, en la discusión sobre los dades sociales en estos países.
orígenes del aumento de las desigualdades
se ha desarrollado una explicación hasta cier- 2.2. Reestructuración y metropolización:
to punto alternativa; en efecto, en sus investí- ¿Una "ciudad-dual"?
gaciones sobre la "hiperguetización" en las
ciudades norteamericanas, Wacquant (2001) Veamos ahora cómo se manifiesta este
cuestiona la pertinencia de las explicaciones fenómeno en las grandes áreas metropolita-
que consideran a la informacionalización de nas. Durante la década de los ‘80, cuando
la economía como la "principal razón" de comenzó a hablarse de ciudades mundia-
la agudización de las desigualdades, en la me- les o globales, la agudización de la polariza-
dida que considera que "la retirada del Esta- ción social fue señalada explícita o implícita-
do de Bienestar durante las décadas del se- mente como uno de los rasgos básicos del
tenta y del ochenta es otra causa fundamen- nuevo tipo de configuración emergente. Así,
tal del presente deterioro de las oportunidad- Friedmann y Wolf (1982), en su conocido tra-
des de vida de los residentes del gueto" (83). bajo liminar sobre el tema, postularon que "el

eure 55

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

hecho social primario sobre la formación de en condición de marginación. Dichos procesos


las ciudades mundiales es la polarización de existen en casi todas las grandes ciuda-
sus divisiones de clases sociales" (232). Des- des, porque su lógica está inscripta en el
de entonces, esta visión ha continuado es- nuevo modelo de desarrollo tecno-econó-
tando presente en buena parte de los estu- mico" (Borja & Castells, 1997: 60, destacado
dios urbanos, dando lugar posteriormente a del autor).
la concepción de la ciudad dual.
En consonancia con este razonamiento,
En su libro sobre la ciudad informacional, estos autores sostienen que los efectos de la
en el que dedica un capítulo al tema, Castells informacionalización estarían afectando en
(1989) precisa que "esta nueva y cada vez forma similar a las economías centrales y
más polarizada estructura ocupacional, y la periféricas: "La dualización social urbana ca-
desigualdad salarial resultante de la misma, racteriza también las ciudades de los países
son a su vez territorialmente específicas. A pobres, y tiene igualmente su origen en la
medida que el proceso de desarrollo desigual segmentación de los mercados de trabajo,
concentra tanto a las actividades dinámicas especificado por edad, sexo y educación" (63).
como al trabajo menos cualificado en las gran- Si esto fuese así, habida cuenta de la des-
des áreas metropolitanas, dichas áreas se igual propagación de la revolución informa-
convierten en la expresión espacial de las cional en ambos casos, lo que no quedaría
condiciones sociales, en las que se traducen claro es si la segmentación-dualización ten-
en último término los efectos del proceso de dría idénticos orígenes en uno y otro caso;
reestructuración. Las tendencias hacia la por otra parte, tampoco se explicaría cuál
polarización y la segmentación de la es- sería la diferencia entre la desigualdad que
tructura social subyacen en el ascenso de ha caracterizado secularmente el desarrollo
la «ciudad dual»" (289, destacado del aut- de las metrópolis periféricas, y la desigual-
or). Más adelante señala que "probablemen- dad fundada en la segmentación de los mer-
te la expresión espacial más significativa de cados de trabajo producida por los avances
la reestructuración de la fuerza de trabajo está de la economía informacional.
teniendo lugar dentro de las mayores áreas
metropolitanas, y particularmente en ciuda- Frente a estos planteamientos, cabe con-
des mundiales dominantes como Nueva York signar que las tesis sobre polarización y
y Los Angeles" (290). dualización en las grandes áreas metropolita-
nas han sido puestas en tela de juicio por va-
Fundamentada de esta manera, la rios autores, así como por algunos estudios
dualización pasa a ser considerada como una empíricos. Tal es el caso de Hamnett (1994),
tendencia básica en la evolución de las gran- quien, no obstante acepta que pueden ser apli-
des ciudades en el ámbito de la globalización: cables a casos como los de Nueva York y Los
"[...] El aspecto relativamente nuevo es que Angeles, sostiene que ello no autoriza a
los procesos de exclusión social más profun- generalizarlas como un rasgo congénito de la
dos se manifiestan en una dualidad evolución de los salarios y de los ingresos en
intrametropolitana, particularmente en las las áreas metropolitanas globalizadas. En par-
grandes ciudades de casi todos los países, ticular, Hamnett analiza esta tendencia para el
siendo así que en distintos espacios del mis- caso del Ramstad en Holanda, y muestra que
mo sistema metropolitano existen, sin allí dichas tesis no se verifican. A análogas
articularse y a veces sin verse, las funciones conclusiones llega Preteceille (1995) al estu-
más valorizadas y las más degradadas, los diar el caso de París. De todos modos, lo que
grupos sociales productores de información no parece ser objeto de mayor controversia es
y detentadores de riqueza en contraste con que pese a las importantes diferencias que
los grupos sociales excluidos y las personas existen entre las grandes metrópolis de los

56 eure

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

países desarrollados y las de los menos desa- zada como "múltiples ciudades, superpues-
rrollados, a medida que sus respectivos mer- tas en capas por encima y por debajo de las
cados de trabajo van siendo afectados por los otras, separadas al mismo tiempo por el es-
avances de la reestructuración-informaciona- pacio y por el tiempo, constituyendo el entor-
lización-globalización, ellas terminan siendo no de residencia y de trabajo de diferentes
afectadas por igual por un aumento de las des- clases y de diferentes grupos, que interactúan
igualdades. entre ellos en un set de dominaciones y de-
pendencias que reflejan una creciente distan-
En esta discusión también se han plan- cia y desigualdad" (265). Una configuración
teado dudas sobre si el dualismo sería real- de este tipo tampoco se corresponde con un
mente el modelo que expresaría la forma en modelo de la ciudad dual.
que estarían cristalizando las nuevas des-
igualdades. Al analizar la nuevas formas de Aun teniendo en cuenta las diferencias
desigualdad intrametropolitana derivadas de existentes entre las grandes metrópolis de las
los cambios en los mercados de trabajo de sociedades más desarrolladas del norte y las
las grandes aglomeraciones, diversos auto- latinoamericanas, la mayor parte de las inves-
res han llegado a la conclusión de que ellas tigaciones sobre las segundas muestran que la
se manifiestan en una forma más compleja tendencia dominante ha sido hacia el au-
que la propuesta por el modelo de la ciudad mento de las desigualdades intra-metropoli-
dual. En este sentido, Soja (2000) considera tanas y la polarización social; esto es lo que
que las transformaciones que estarían llevan- han concluido, entre otros, diversos estudios
do a la formación de un nuevo tipo de confi- para Buenos Aires (Ciccolella, 1999; Prévôt-
guración urbana, a la que denomina Schapira, 2000), Caracas (Cariola &
"postmetrópolis" -y de la que Los Angeles Lacabana, 2001), Sao Paulo (Taschner &
podría considerarse como el prototipo bási- Bogus, 2001), etc. Sin embargo, también hay
co-, corresponden a un reestructurado mo- algunos casos en que esta tendencia a una
saico social, cuya expresión sería una ciu- mayor polarización social no ha podido ser
dad fractal, fragmentada y polarizada, mar- confirmada, como ha ocurrido en las investi-
cada por la emergencia de nuevas formas de gaciones para el caso de Río de Janeiro para
metropolaridad, desigualdad y marginaliza- la década de los ‘80 (Ribeiro & Preteceille,
ción étnica y racial en medio de una extraor- 1999; Ribeiro, 2000), y Santiago de Chile para
dinaria riqueza. Soja afirma que frente a una el período que se inicia a mediados de los ‘80
transformación de esta naturaleza, algunos y se prolonga hasta fines de los ‘90 (De
modelos de segmentación del mercado de Mattos, 1999).
trabajo que reconocen no sólo una división
bipolarizada entre un sector primario y otro En cualquier caso, la conclusión de mu-
secundario, sino una compartimentalización chos de los estudios que han comprobado
basada en raza, etnicidad, género, y otras ca- un aumento de las desigualdades sociales
racterísticas distintivas, indican la existencia es que ello no debe interpretarse necesaria-
de una realidad más compleja que la postula- mente como una tendencia hacia la
da por los modelos del dualismo del merca- dualización. Así, por ejemplo, Taschner y
do de trabajo. Bogus (2001) perciben la existencia de es-
pacios sociales mixtos o de estructuración
En una dirección similar, Marcuse y Van social más compleja para el caso de Sao
Kempen (2000), a partir de las conclusiones Paulo, donde la "presencia de la pobreza en
de un conjunto de estudios para distintas ciu- todo el espacio municipal, así como en el
dades en proceso de globalización en diver- conjunto de la región metropolitana, indica
sas partes del mundo, concluyen que cada una estructura espacial no dual, con el au-
una de estas ciudades puede ser caracteri- mento relativo de las capas medias en las

eure 57

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

áreas periféricas" (112-113). También Rolnik 3. Santiago: crecimiento y


y Frúgoli Jr. (2001) concluyen su análisis para desigualdad social
esta ciudad afirmando que "[...] más que re-
forzar una dualización entre incluidos y ex
cluidos [...], el nuevo orden espacial en la 3.1. La transformación del ámbito
ciudad sigue un modelo mucho más fractal, nacional 1985-1998
en el cual la tensión entre lo avanzado y lo
arcaico, lo inserto y lo excluido, lo legal y lo La dinámica económica que se afirmó en
ilegal se reproduce infinitamente en el espa- Chile bajo los avances de la reestructuración
cio" (64). Por otra parte, Cariola y Lacabana y la globalización ocasionó profundos cam-
(2001), en referencia a Caracas, afirman que bios en el funcionamiento del mercado labo-
"frente a las posiciones que visualizan una ral. Estos cambios estuvieron condicionados por
ciudad dual dividida en dos escenarios so- las medidas adoptadas desde 1975 por
cio-territoriales mutuamente excluyentes el Gobierno Militar, que culminaron con la
como resultado de la globalización y la pola- sanción en 1979 de un Plan Laboral estructurado
rización social, Caracas nos lleva a plantear en base a criterios de liberalización y
la hipótesis de la coexistencia, a veces con- flexibilización, que han mantenido su vigen-
flictiva, de múltiples ciudades en el territorio cia con escasas modificaciones hasta ahora.
metro-politano" (10). En lo esencial, esta reforma estuvo orientada
a desmontar los arreglos institucionales labo-
En síntesis, estos estudios tienden a des- rales establecidos a lo largo del período in-
cartar la tesis de la bipolaridad, en la medi- dustrial-desarrollista, por considerar que ellos
da que la evidencia empírica considerada obstaculizaban una mayor vinculación entre
indica una evolución hacia un cuadro de productividad y salarios, y por tanto, la diná-
mica de acumulación y crecimiento.
mayor complejidad, que se aproxima más a
la ciudad fractal propuesta por Soja o a la
layered city de Marcuse y Van Kempen. En En este período, y particularmente desde
cualquier caso, en esta discusión habría que la mitad de la década de los ‘80, la economía
tener presente que en las áreas metropolita- chilena recuperó sus principales equilibrios
nas latinoamericanas parecen haberse de- macroeconómicos e inició una fase de soste-
sarrollado en mayor grado los factores nido crecimiento que se prolongó hasta 1998,
enfatizados por Wacquant que los privilegia- momento en que comenzaron a ralentizarse
dos por Castells, cuya incidencia sería más los ritmos de crecimiento bajo los efectos de
importante en la segmentación estructural de la crisis asiática. Así, entre 1986 y 1998, la
los mercados de trabajo en las economías tasa media de crecimiento del PIB se situó
de desarrollo capitalista avanzado. En estas en alrededor del 7% con una evolución equi-
circunstancias, la tesis sobre la dualización valente del sector industrial, lo que estuvo
queda como una cuestión en discusión, has- acompañado, entre otros elementos, por un
ta que se manifiesten más claramente las significativo aumento de la tasa de inversión,
transformaciones provocadas por los avan- una progresiva baja de la tasa de inflación y
ces de los procesos de reestructuración-in- la caída de la tasa de desocupación (cuadro 1).
formacionalización-globalización. El análisis
del caso de Santiago de Chile puede permi- En este escenario, las elevadas tasas de
tirnos aportar elementos de juicio sobre la crecimiento logradas tuvieron importantes
relación entre desigualdades y dualización efectos en la evolución del empleo y la es-
para un caso concreto en el que la reestruc- tructura ocupacional: durante el período 1986-
turación productiva ha tenido importantes 1996 se produjo la creación neta de más de
avances. 1.400.000 empleos (OIT, 1998), lo que estu-
vo asociado a una fuerte baja en la tasa de
desocupación -desde un 10,4% en 1986 has-

58 eure

 
ta un 5,3% en 1997- y a un sostenido au- que Chile fuese considerado como uno de los
mento del salario real. Por otra parte, al mis- países que había registrado una más acele-
mo tiempo se registró un significativo creci- rada reducción de la pobreza (Meller, 2000).
miento del ingreso por habitante, que ascen-
dió de 1.360 dólares en 1985 a 5.182 en 1997. En el mismo sentido, al consolidarse la
Todo ello contribuyó a una progresiva recuperación económica iniciada a mediados
reactivación del mercado interno. de la década de los ‘80, Chile registró avan-
ces significativos en su nivel de desarrollo,
A lo largo de estos años, la situación so- como lo muestra el sostenido aumento del
4
cial chilena experimentó una evolución favo- ingreso real per cápita , y especialmente la
rable que se manifestó principalmente en que persistente mejoría de su Índice de Desarro-
entre 1987 y 1998 se registrase una signifi- llo Humano (PNUD, 2000), el cual -para el
cativa reducción de los niveles de pobreza y año 2000- solamente era superado por Ar-
3
de indigencia para el país en su conjunto gentina entre las economías emergentes lati-
(cuadro 2). La pobreza total disminuyó desde noamericanas (cuadro 3).
un 45,1% a un 21,7%, en tanto que en el mis-
mo lapso, la población en situación de indi- No obstante la evolución positiva que
gencia se redujo desde un 17,4% a un 5,6% muestran estos indicadores, así como tam-
(MIDEPLAN, 1999 y 2001). Esto hizo además bién la mayor parte de las otras variables
3 macroeconómicas, la persistencia de la ele-
Estos porcentajes fueron calculados según el
criterio de las líneas de pobreza y de indigencia del
vada informalidad de la fuerza de trabajo y
Banco Mundial, que considera el costo de una canas- el aumento de la precarización de los nue-
ta básica y el ingreso per cápita de un hogar. Recien- vos contratos de trabajo documentan facetas
temente se ha comenzado a discutir la pertinencia de negativas del nuevo escenario. En efecto,
esta metodología y a cuestionar sus resultados, adu-
4
ciendo que subestiman los niveles reales de pobreza. PIB real per cápita del país convertido a dóla-
Sin embargo, las mediciones realizadas según los cri- res EE.UU., sobre la base de la paridad de poder ad-
terios de las necesidades básicas o de los índices de quisitivo (PPA) de la moneda de ese país, según cál-
desarrollo humano muestran una evolución y una si- culo realizado por el PNUD en los Informes sobre
tuación similar. Desarrollo Humano.

eure 59
pese al buen desempeño general del merca- tifica el dato sobre la preeminencia de los
do laboral, la ocupación informal mantuvo su contratos temporales sobre los indefinidos,
importancia en la estructura del empleo, pues- desde que del total de las nuevas contrata-
to que en 1996 continuaba representando el ciones sólo el 24% fueron contratos indefi-
39,5% del empleo total del sector (servicio nidos [...]" (5). En consecuencia, esto que per-
doméstico incluido) (OIT, 1998: 94-96), lo que mite concluir que la precarización de la rela-
resulta importante al momento de evaluar la ción salarial se ha establecido como un ras-
situación general del mercado laboral, habi- go destacado del mercado laboral chileno.
da cuenta del hecho de que los hogares más
pobres están sobrerrepresentados en este Por otra parte, pese al elevado crecimien-
sector. to económico de los últimos años y a la inten-
sificación de las políticas sociales impulsadas
En lo que concierne a la precarización de desde 1990 por los gobiernos democráticos,
los contratos de trabajo, que representa un no se ha logrado modificar hasta ahora el
cambio relevante con relación al período an- patrón de desigualdad preexistente, pues la
terior, los resultados de una encuesta laboral regresiva distribución del ingreso heredada no
a empresas realizada a comienzos de 1998 ha mostrado signos importantes de reversión
constató que "3 de cada 10 trabajadores, con- incluso en los años de mayor crecimiento,
tratados directamente o subcontratados, tie- como lo muestran los resultados de la Encues-
nen trabajo temporal y sólo una cuarta parte ta de Caracterización Socio-Económica (CA-
de los nuevos contratos es de carácter indefi- SEN) (cuadro 4). En este sentido, Contreras
nido" (ENCLA, 1998: 5). A lo que se debe (1998) destaca que "varias investigaciones
agregar que "la composición de las nuevas muestran que la distribución de los ingresos
contrataciones (las que se produjeron duran- en Chile es una de las más desiguales del
te los 12 meses anteriores a la encuesta) ra- mundo, pero que dicha desigualdad se ha

60 eure
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

mantenido relativamente estable desde una En cualquier caso, algunas peculiaridades


perspectiva de largo plazo" (315). Con res- de la distribución del ingreso en Chile permi-
pecto a la estabilidad en el tiempo de la distri- ten completar y matizar esta situación:
bución del ingreso, es importante tener en
cuenta que "la conclusión de que existe una i) entre 1987 y 1998 todos los deciles cre-
distribución estable del ingreso a través del cieron prácticamente al mismo ritmo de
tiempo coincide con evidencia de otros paí- alrededor del 9%, lo que significa que si
ses. En un reciente informe que analiza las bien se mantuvo la desigual distribución
mediciones de la desigualdad en 108 países, del ingreso, aumentó de manera impor-
se concluyó que, a pesar de que entre los tante el ingreso per cápita del hogar para
países hay diferencias sustanciales en cuan- todos los deciles (Krause & Puentes,
to a desigualdad, los cambios distributivos a 2001), hecho que contribuye a explicar
lo largo del tiempo en cualquier país son muy en gran parte la reducción de la pobre-
leves" (Valdés, 1999: 10-11). za y la indigencia;

En esta situación, Chile continúa apare- ii) Chile tiene una muy elevada concentra-
ciendo como uno de los países con peor dis- ción del ingreso en el decil superior (en
tribución del ingreso entre los países en de- torno al 45% del ingreso total), el que
5
sarrollo (Cowan & De Gregorio, 1996; Meller, mantiene una brecha muy elevada con
2000). Distintos tipos de indicadores consi- el decil siguiente (con alrededor del 15%
derados a este respecto muestran la persis- del ingreso), lo que distorsiona en for-
tencia de esta situación entre 1987 y 1998; ma importante el cuadro general de dis-
así, por ejemplo, tanto la relación entre el tribución del ingreso. Meller (2000) indi-
quintil más rico y el quintil más pobre como el ca que si se excluyese dicho decil, la
Coeficiente de Gini se mantuvieron en torno distribución del ingreso chilena sería
a los mismos valores a lo largo de todo este bastante equitativa para los deciles res-
período (Krause & Puentes, 2001). tantes, puesto que el Coeficiente de Gini
descendería desde alrededor de 0,55 a
0,27, valor que equivale a uno de los
5
Al observar la distribución del ingreso de 65 más bajos del mundo;
países en desarrollo, Chile ocupa el séptimo lugar
entre los países con peor distribución del ingreso. En
América Latina sólo es superado por Brasil (Meller, iii) en este período no se observa una pér-
2000). dida de participación de los sectores me-
dios, sean cuales sean los deciles que

eure 61

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

se consideren a efectos de medirla. Si En síntesis, la información disponible para


por ejemplo se considera el ingreso to- el país en su conjunto, si bien muestra la per-
tal de los deciles 4, 5, 6 y 7 como expre- sistencia de una regresiva distribución del in-
sión de esos sectores, se comprueba greso, con una muy elevada concentración
que aumentaron ligeramente su partici- del mismo en el decil superior, no indica una
pación entre 1987 y 1998, al pasar de acentuación de la tendencia a la polarización
22% a 22,3%, y si se agregan los deciles social y, por consiguiente, a la dualización,
3 y 8, la tendencia no varía mayormen- por lo menos en la forma en que este fenó-
te. Esto significa que no hay evidencia meno ha sido caracterizado en los estudios
que permita afirmar que se haya produ- sobre las ciudades informacionales y globales.
cido un debilitamiento de dichos secto-
res intermedios; 3.2. El Gran Santiago: mercado
metropolitano de trabajo, pobreza y
iv) si se considera la distribución del ingreso segregación social
monetario, que incluye los subsidios es-
tatales (asignaciones sociales, bono de ¿Qué efectos tuvo el crecimiento registra-
movilización, etc.) más los ingresos co- do en este período sobre la estructura social
rrespondientes a las políticas sociales (vi- del Gran Santiago? Al respecto, hay que con-
vienda y educación), se comprueba una siderar ante todo que al encontrarse localiza-
clara disminución de la desigualdad entre da en esta aglomeración la parte más am-
los sectores de mayores y menores ingre- plia, diversificada y dinámica del aparato pro-
sos en este período con respecto a la co- ductivo nacional, ella tendió a beneficiarse en
6
rrespondiente al ingreso autónomo . mayor grado que las restantes regiones de
Como observan Cowan y De Gregorio los frutos de esta etapa de crecimiento.
(1996), "la política fiscal a través del gas-
to público en educación y salud ha tendí-
do a compensar de manera creciente la En este sentido, el hecho de mayor rele-
desigual distribución del ingreso" (30). Más vancia es que de la misma forma como ocu-
recientemente, un estudio realizado por rrió a escala nacional, la Encuesta CASEN
Bravo y Contreras (1999) para el período muestra que los niveles de pobreza y de indi-
1990–96, concluye que cuando se consi- gencia disminuyeron de manera significativa
deran como ingresos las políticas socia- en la Región Metropolitana de Santiago
les impulsadas por el gobierno, la des- (RMS) durante el período 1990-1998 (cuadro
igualdad entre el 20% más rico y el 20% 2), pues mientras la pobreza total se redujo
más pobre se reduce en forma importan- desde 38% hasta 15,4% de la población res-
te. Como veremos más adelante, esta ate- pectiva, la indigencia bajó de 9,6% a 3,5%, y
nuación de la regresividad de la distribu- la pobreza no indigente de 23,4% a 11,9%
ción del ingreso también se puede apre- (MIDEPLAN, 2001). Por otra parte, si se com-
ciar en los resultados de la V Encuesta de para la situación de la RMS con la de las res-
Presupuestos Familiares del INE referidos tantes 12 regiones, se comprueba que la pri-
al AMS. mera se encuentra entre las que presentan
menores niveles de pobreza y de indigencia,
dado que en 1998 solamente las regiones II,
6 XI y XII tenían niveles más bajos, en tanto
El ingreso autónomo corresponde a los ingre-
varias de las otras regiones duplicaban o casi
sos por concepto de sueldos y salarios, ganancias pro-
venientes del trabajo independiente –incluido el duplicaban dichos niveles.
autosuministro– y el valor de consumo de productos
agrícolas producidos por el hogar, renta de propieda- Por otra parte, los antecedentes suminis-
des, ingresos por interés, bonificaciones y gratifica- trados por la V Encuesta de Presupuestos
ciones, así como jubilaciones, pensiones y montepíos
(Banco Central, 2001).
Familiares (EPF) realizada en el Gran Santia-

62 eure

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

go entre agosto de 1996 y julio de 1997, que La misma fuente también permite compro-
complementan la información de la Encuesta bar una disminución en el grado de desigual-
CASEN, permitieron comprobar que entre dad de la distribución del ingreso y del gasto
1987 y 1997 se produjo un sustancial au- de los hogares en el Gran Santiago (INE,
mento del ingreso mensual real y del ingre- 1999), pues mientras el 20% de los hogares
so per cápita de los hogares, a la vez que más pobres incrementaron en términos reales
un crecimiento real tanto del gasto de los su ingreso per cápita desde 4,8% a 6,3%, el
hogares como de las personas (INE, 1999). quintil correspondiente a los sectores de ma-
En este sentido, la EPF muestra un crecimien- yores ingresos disminuyó su participación de
to real de 88% en el ingreso mensual por ho- 56,1% a 50,4% entre 1987 y 1997 (cuadro 6).
gar en 1996-97 en el Gran Santiago con res- La información sobre el gasto por hogar indica
pecto a 1987-88 (cuadro 5); de 100% en el una evolución en la misma dirección, pues
ingreso mensual per cápita por hogar; de mientras la variación en este período para el
84,2% en el gasto mensual por hogar; y de primer quintil fue de 111%, la correspondiente
94,9% en el gasto mensual per cápita. al quinto quintil fue de solamente 68%.

eure 63

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

Estos antecedentes permiten comprobar que Pese a que en la RMS los porcentajes de
una de las principales consecuencias del fuerte pobreza e indigencia son menores que los de
crecimiento en este período, complementado por la mayoría de las otras regiones ¾16,1% en
7
las políticas sociales aplicadas desde 1990 , fue 2000 frente, por ejemplo, a 32,7%, 27,1% y
un importante aumento tanto del ingreso real 25,3% para las regiones IX (Araucanía), VIII
como del ingreso per cápita de los hogares, (Bío Bío) y VII (Maule)¾, en términos absolu-
al mismo tiempo que un crecimiento real en tos el número de pobres en esta parte del te-
el gasto tanto por hogar como por persona, rritorio sigue siendo el más elevado del país.
lo que contribuye a explicar la ya referida Además, la RMS es, junto a la VIII Región, la
reactivación del mercado interno. que presenta mayores niveles internos de
desigualdad (MIDEPLAN, 2001).
Todo ello pone en evidencia que la RMS
-donde la presencia del AMS es predomi- Planteando una comparación entre ten-
nante- fue una de las más favorecidas por dencias y situación, se llega a una conclu-
el crecimiento de estos años, y que los di- sión importante: si bien en el caso de la RMS
versos indicadores considerados muestran no se observa una tendencia hacia una ma-
una ligera atenuación de la polarización yor polarización, y por lo tanto, hacia una
social; esto es, que la tendencia dominan- dualización social, sí se puede afirmar que
8
te fue hacia la convergencia . En otras persiste una situación de elevada desigual-
palabras, estos indicadores permiten afir- dad entre los sectores de mayores y me-
mar que por lo menos en este período no nores ingresos, en la que influye decisi-
se estaría frente a una mayor segmenta- vamente la situación heredada del pasa-
ción o dualización del mercado de traba- do, que no ha logrado ser corregida signi-
jo, y que la hipótesis de que la clase me- ficativamente pese al elevado crecimiento
dia estaría siendo perjudicada por este observado y a las políticas aplicadas.
proceso no sería válida para el país en su
conjunto, ni en particular para la RMS. La regresiva distribución del ingreso se re-
fleja en una distribución territorial de la pobla-
Ello no obstante, en la medida en que to- ción de Santiago, que ha ido consolidando un
davía se mantiene la regresiva distribución del mapa en el que la segregación residencial
ingreso autónomo a la que ya nos hemos re- muestra una nítida tendencia al distanciamien-
ferido, ésta tiene su correspondiente expre- to físico entre barrios ricos y pobres9
sión en la estructura territorial metropolitana. (Rodríguez & Winchester, 2001), así como la
formación de algunos guetos urbanos, tanto
7 9
No hay consenso acerca del peso de las polí- Existen numerosos ejemplos de acciones de los
ticas sociales en la reducción de la pobreza, estimán- propios vecinos destinadas a separar sus viviendas
dose que su efecto positivo oscilaría entre el 20% de las de otros residentes de distinto nivel de ingreso,
(Larrañaga, 1994) y 40% (Meller, 2000). incluso recurriendo a recursos extremadamente agre-
8
Un investigación que considera la evolución sivos como es el caso de alambradas electrificadas.
hasta comienzos de la década de los ‘90 sobre la base Los medios de comunicación han hecho amplia refe-
de datos censales, concluye que "en comparación con rencia recientemente al caso de un muro destinado a
los Censos anteriores, las correlaciones entre Segre- separar y cortar la visibilidad entre un barrio pobre y
gación residencial e indicadores de problemas socia- otro de altos ingresos en la Comuna de Lo Barnechea.
les son más altas" (Sabatini, Cáceres y Cerda, 2001: Un poblador del lado pobre describe este hecho de la
38), lo que implica una tendencia hacia la agudiza- siguiente forma: "De la noche a la mañana amaneci-
ción de las desigualdades. Sin embargo, cuando se mos con este muro. Al principio pensamos que era una
considera la evolución durante la década siguiente, casa porque nadie sabía de qué se trataba. En reunión
esta tendencia se revierte como consecuencia de la con la alcaldesa le preguntamos y ella nos dijo que el
fuerte reducción de la pobreza y la indigencia, así como muro iba de punta a punta, sin acceso y sin nada, por-
del aumento del ingreso y el gasto reales y per cápita que los vecinos de arriba se habían quejado de delin-
de las personas y de los hogares. cuencia" (Diario La Tercera, 12 de abril de 2002).

64 eure

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

para ricos como para pobres. Este fenómeno su nivel de ingreso: mientras los niveles de
de segregación residencial, que tiene oríge- pobreza eran respectivamente de 0,8%, 1,1%
nes lejanos, se acentuó en mayor grado con y 1,2% en las 3 comunas más ricas del AMS
las erradicaciones llevadas a cabo por el régi- (Providencia, Las Condes y Vitacura), en las
men militar, en las que se desplazó a impor- 3 comunas más pobres (Huechuraba, Renca
tantes contingentes de población de bajos in- y Pedro Aguirre Cerda) los niveles de pobla-
gresos asentados en barrios de ingresos altos ción por debajo de la línea de pobreza alcan-
y medios, hacia lugares homogéneamente zaban al 38,4%, 37,1% y 32,7%. Como es
pobres de la periferia del AMS. La política de obvio, un análisis que considere una mayor
vivienda social también ha contribuido a la desagregación territorial permitiría identificar
persistencia de este cuadro de segregación niveles de segregación más elevados.
social, dado que el imperativo de bajar costos
por parte de las empresas privadas que tienen Este cuadro puede complementarse con las
a su cargo la construcción de las mismas, hace mediciones relativas al Índice de Desarrollo Hu-
que por lo general los sectores de menores mano (PNUD/MIDEPLAN, 2000), que intentan
ingresos solamente puedan acceder a vivien- una aproximación más amplia al fenómeno de
das de baja calidad ubicadas en terrenos de las desigualdades mediante una evaluación de
menor valor en barrios pobres, situados en la acumulación de capacidades humanas, para
áreas periféricas del AMS (Ducci, 1997). lo que consideran indicadores sobre educación,
salud e ingresos. Los resultados por comunas
En este sentido, los resultados de la En- de este estudio (cuadro 7) permiten dibujar un
cuesta CASEN de 1998 aportan elementos mapa en el que se puede observar la distribu-
de juicio sobre la forma en que se ha ido dis- ción territorial de la población según niveles de
tribuyendo territorialmente la población según desarrollo humano en la RMS (mapa 1).

eure 65

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

En este mapa se destaca un área -en su do la forma en que los mismos se entrelazan
mayor parte contigua- en la que residen ma- y generan una dinámica social que tiende
yoritariamente los sectores de ingresos altos a retroalimentar y reproducir las desigual-
y medios (los "barrios altos"), formando una dades sociales (Morales, 2001). Por su par-
suerte de triángulo que tiene uno de sus vér- te, Rodríguez y Winchester (2001) revisaron la
tices en la comuna de Santiago y luego se situación en términos de ingreso per cápita,
despliega hacia el nor-oriente, cubriendo bue- calidad de la educación, cobertura de la in-
na parte de los faldeos cordilleranos, com- versión en edificación y niveles de ingreso y
prendiendo las comunas de Vitacura, Provi- gasto de las autoridades municipales para las
dencia, Las Condes, Lo Barnechea, La Rei- 34 comunas del Gran Santiago, mostrando
na y Ñuñoa; a ella solamente habría que agre- que prácticamente todos los indicadores con-
gar la comuna de La Florida hacia el sur-orien- vergen en un mismo mapa de segregación
te, que también tiene una alta proporción de socioeconómica.
sectores medios y medios-altos. En contra-
posición, se observa un amplio número de De esta forma, es posible concluir que
comunas en las que residen los sectores de pese a la mejoría lograda en este período,
ingresos medios-bajos y bajos, que se des- todavía subsiste un cuadro general donde la
pliegan hacia el norte y sur-poniente. Final- pobreza continúa teniendo una importante
mente, se puede apreciar que niveles presencia en la estructura social y territorial
extremadamente bajos de desarrollo humano se del AMS. La persistencia de la polarización y
localizan en dos comunas de la periferia del de la segregación social, agravada especial-
AMS (Cerro Navia y Lo Espejo), así como tam- mente por el hecho de que la desocupación
bién en las comunas todavía predominante- juvenil es mucho más elevada que la desocu-
mente rurales de la RMS. 10
pación promedio (OIT, 1998), tiene una im-

En la misma dirección, un estudio que re- 10


lacionó prácticamente la totalidad de la infor- La información disponible sobre desempleo
mación disponible sobre desigualdad social juvenil ha sido permanente en este período; en ese
sentido, el estudio de la OIT (1998) comprobó que
metropolitana (pobreza, ingreso, vivienda, de-
"desde que existen cifras comparables en 1986 pode-
sarrollo humano, educación, salud, seguridad mos detectar que la tasa de desocupación juvenil (15
ciudadana, etc.), confirmó este cuadro para a 24 años) ha sido el doble que la de los mayores de
todos los indicadores considerados, mostran- 25 años" (188).

66 eure

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

portante incidencia en la agudización de fe- mercados de trabajo y la agudización de la


nómenos relacionados con el consumo y la polarización social. Ante todo, habría que de-
comercialización de la droga, la delincuencia, jar en claro que la supuesta excepcionalidad
la inseguridad ciudadana y la conflictividad del caso chileno está referida a un período de
social (Sabatini, Cáceres y Cerda, 2001). Todo crecimiento singularmente elevado y sin pa-
ello ha venido esbozando un nuevo escena- rangón en los restantes países de la región,
rio social metropolitano, el cual -no obstante que permitió una significativa reducción de los
las medidas adoptadas por las autoridades niveles de pobreza y de indigencia, aun con
metropolitanas o comunales- continúa man- escasos efectos en la atenuación de una dis-
teniendo sus síntomas más preocupantes. tribución personal del ingreso sumamente re-
gresiva. En todo caso, ese período de bonan-
En todo caso, pese a la persistencia de za económica parece haber llegado a su fin,
importantes desigualdades sociales, el cuadro pues desde 1998 esas tasas de crecimiento
esbozado no muestra indicios de una evolu- cayeron bajo los efectos de la crisis asiática, y
ción de carácter bipolar como la que caracteri- desde entonces no han vuelto a recuperarse;
za a la dualización, aun cuando no se puede esta caída ha estado acompañada por un im-
descartar que las transformaciones que esta portante aumento del desempleo y por un sig-
economía deberá enfrentar en el futuro pue- nificativo descenso de la tasa de inversión, con
dan conducir hacia una acentuación de la po- lo que el futuro del modelo chileno no está muy
larización social. Por ahora, como anota Lago claro, máxime cuando parece haberse debili-
(2000) en su estudio sobre desigualdades y tado el consenso socio-político en torno al ca-
segregación para Río de Janeiro, "la validez mino escogido, que se había alcanzado en los
de trabajar con una visión dualista sobre la años de su mayor esplendor.
reestructuración urbana es una cuestión abier-
ta, que se inserta en el actual debate sobre el Por otra parte, debe considerarse que si
rumbo de las ciudades en este fin de siglo e bien el Gran Santiago forma parte de una de
inicio de una nueva etapa del capitalismo" (44). las economías latinoamericanas que más ha
avanzado en su proceso de reestructuración
4. Santiago frente a las y globalización, hasta ahora Chile continúa
siendo esencialmente productor de
tendencias mundiales: ¿Una commodities y semimanufacturador de recur-
excepción? sos naturales, con escasa incorporación de
valor agregado y con procesos productivos
11
Si la evolución de las desigualdades so- de carácter predominantemente tradicional .
ciales en el Gran Santiago en el período ini-
11
ciado a mediados de la década de los ‘80 no Un testimonio elocuente a este respecto es
siguió la tendencia que parece estar imponién- suministrado por un ejecutivo de una importante firma
dose en diversas áreas metropolitanas del financiera internacional quien, refiriéndose a las opor-
tunidades que Chile ofrece a la inversión extranjera,
mundo, hacia una acentuación de las des- expresaba: "Si le preguntas a un inversionista sobre
igualdades intrametropolitanas y hacia la for- Chile, él te habla de cobre, salmón, uvas. Y luego se
mación de ciudades duales, cabe preguntar: cuestiona «¿Quiero invertir en salmón, cobre o uvas?»
¿por qué ello no ha ocurrido? ¿Es realmente Y la verdad es que la respuesta es «no» para muchos.
esta ciudad la excepción a una tendencia Hemos tenido un auge en las economías de los países
generalizada? desarrollados, pero sin un alza significativa en los pre-
cios de las materias primas. La gente no piensa en Chile
para hacer allí sus microchips, investigación genética
Para discutir este tema parece necesario o fabricar máquinas de aire acondicionado. No, la gen-
considerar hasta qué punto se han desarrolla- te piensa en cobre, forestal, uvas… Y son sectores que
do en Chile las condiciones y los factores a los no están de moda [...]" (Reportaje a Arturo Porzecanski,
que suele atribuirse la segmentación de los Jefe de Mercados Emergentes de ABN Amor Bank de
Nueva York, Revista Qué Pasa, 7 de octubre de 2000).

eure 67

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

De hecho, estos procesos sólo han logrado En estas circunstancias, y a manera de


una escasa incorporación de "nuevas activi- hipótesis, se podría plantear que si Chile pu-
dades líderes" al aparato productivo respec- diese recuperar las altas tasas de crecimien-
tivo, y una relativamente limitada informacio- to alcanzadas en el período anterior a 1998 y
nalización de su economía. continuase la transformación estructural ini-
ciada entonces, su mercado de trabajo -y en
Si bien se ha producido una transforma- particular el del Gran Santiago- podría co-
ción significativa del sector servicios, princi- menzar a adquirir los rasgos y las tendencias
palmente en telecomunicaciones y servicios observados en los países capitalistas avan-
financieros, el sector manufacturero -en par- zados. En tal caso, ¿podría ello redundar en
ticular el de Santiago, el más diversificado y una mayor segmentación de sus mercados
dinámico a nivel nacional- presenta una es- de trabajo, en una intensificación de la polari-
tructura productiva orientada en parte impor- zación social, y eventualmente en una
tante al mercado interno, donde las industrias dualización? Esta pregunta promueve una
que han mostrado mayor contribución al va- discusión que ya está planteada y para la que
lor agregado en la última década son funda- no hay una respuesta consensual.
mentalmente ramas de tipo tradicional (De
Mattos, Riffo y Reyes, 2001). Entre estas in- En ese escenario, el mayor desafío que
dustrias no hay vestigios de las que podrían deberá enfrentar en el futuro Chile, y por lo
considerarse como representativas de la "nue- tanto el Gran Santiago, será cómo encontrar
va economía". Y el sector terciario, pese a sus un camino que le permita avanzar en forma
evidentes avances, continúa estando marca- realmente efectiva hacia una mayor moder-
do por la fuerte presencia de un amplio sec- nización capitalista, y al mismo tiempo, ha-
tor informal asociado a actividades de baja cerlo sin que el tipo de transformaciones
productividad e ingresos. En estas condijo- emergentes redunden en un aumento del
nes, Santiago todavía se encuentra distante desempleo estructural y de la polarización
de lo que Castells denomina como una "ciu- social. Sin embargo, esto todavía implica un
dad de la nueva economía" (Castells, 2000). reto de dificultad equiparable al que se plan-
tea cuando se propone resolver la cuadratura
Es así que pese a la profunda transforma- del círculo.
ción que ha vivido en los últimos años, Chile
ha continuado creciendo en base a una es- 5. Referencias bibliográficas
tructura productiva con muchos remanentes
del modelo anterior. En esa dinámica, tanto
Banco Central de Chile (2001). Indicadores
el Gran Santiago como el país en su conjunto
económicos y sociales de Chile 1960-
parecerían estar en una fase inicial del pro-
2000. Santiago: Banco Central de Chile,
ceso de reconversión a la "nueva economía".
División de Estudios.
En el mejor de los casos, se la podría califi-
Borja, J. & M. Castells (1997). Local y global.
car como una economía emergente que se
La gestión de las ciudades en la era de la
encontraría próxima a llegar (si es que ya no
información. Madrid: Grupo Santillana de
ha llegado) al punto culminante de un mode-
Editores.
lo de crecimiento sustentado básicamente en
sus ventajas comparativas relacionadas con Bravo, D. & D. Contreras (1999). La distribu-
recursos naturales; en estas circunstancias, ción del ingreso en Chile 1990-1996: aná-
su crecimiento futuro parecería estar condi- lisis del impacto del mercado de trabajo y
cionado por su capacidad para producir una las políticas sociales. Santiago: Universi-
efectiva transformación estructural, que le dad de Chile, Departamento de Economía.
permita avanzar hacia una más profunda in- Cariola, C. & M. A. Lacabana (2001). "La
serción en la economía globalizada. metrópoli fragmentada. Caracas entre la
pobreza y la globalización", Eure, 80, 27.

68 eure

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

Castells, M. (1989). The Informational City. bal cities: theory and evidence", Urban
Information Technology, Economic Studies, 31, 3.
Restructuring and the Urban-Regional Instituto Nacional de Estadísticas (INE) (1999).
Process. Oxford: Basil Blackwell. "V Encuesta de Presupuestos Familiares
_____________ (1998). "Globalización, tec- 1996-1997", Instituto Nacional de Estadís-
nología, trabajo, empleo y empresa", La ticas, Serie Estadísticas Sociales, 1.
Factoría, 7 (www.lafactoria.web). Krause, A. & G. Puentes (2001). "Pobreza, cre-
______________ (2000). "La ciudad de la cimiento y distribución del ingreso en Chile
nueva economía", La Factoría, 12 en los noventa", Documento Nº 24. Santia-
(www.lafactoria.web.com / articulos / castells go: Ministerio de Planificación y Coopera-
12.htm). ción (MIDEPLAN). (www.mideplan.cl).
______________ (2001) "La sociología urba- Lago, L. (2000). Desigualdades e segregaçâo
na en el Siglo XXI", Susser, Ida (ed.), La na metrópole: o Rio de Janeiro em tempo
sociología urbana de Manuel Castells. de crise. Río de Janeiro: Editora Revan.
Madrid: Alianza Editorial. Larrañaga, O. (1994) "Pobreza, crecimiento
Ciccolella, P. (1999). "Globalización y y desigualdad: Chile 1987-1994", Revista
dualización en la región metropolitana de de Análisis Económico, 2: 69-92.
Buenos Aires. Grandes inversiones y re- Marcuse, P & R. Van Kempen (eds.) (2000).
estructuración socioterritorial en los años Globalizing Cities. A New Spatial Order?
noventa", Eure, 25, 76. Oxford: Blackwell.
Contreras, D. (1998). "Distribución del ingre- Meller, P. (2000). "Pobreza y distribución del
so en Chile. Nueve hechos y algunos mi- ingreso en Chile (década del 90)", Docu-
tos", Perspectivas, 2. mentos de Trabajo, 69, Centro de Econo-
Cowan, K. & J. de Gregorio (1996). "Distribu- mía Aplicada, Universidad de Chile. (http:/
ción y pobreza en Chile: ¿Estamos mal? /econpapers.hhs.se / paper / edjceauch /
¿Ha habido progresos? ¿Hemos retroce- 69.htm ).
dido?", Estudios Públicos, 64. MIDEPLAN (1999). Pobreza y distribución del
De Mattos, C. A. (1999) "Santiago de Chile, ingreso en Chile, 1990–1998. Santiago:
globalización y expansión metropolitana: lo Ministerio de Planificación y Cooperación,
que existía sigue existiendo", Eure, 25, 76. División Social.
De Mattos, C. A., L. Riffo y S. Reyes (2001). __________ (2001). Pobreza e indigencia e
"Reestructuración, crecimiento y concen- impacto del gasto social en la calidad de
tración territorial de la industria: el caso vida. Informe Ejecutivo.Santiago: Minis-
de la Región Metropolitana de Santiago", terio de Planificación y Cooperación.
Estadística y Economía, 20. Morales, N. (2001). La reproducción social de
Doeringer, P. & M. Piore (1971). Internal La- la desigualdad territorial en el Área Metro-
bor Markets and Mampower Analysis. politana de Santiago de Chile, tesis para
Lexington: D. C. Heath and Company. optar al grado de Magíster en Asentimien-
Ducci, M. E. (1997) "Chile: el lado obscuro de tos Humanos y Medio Ambiente. Santiago:
una política de vivienda exitosa", Eure, 23, Instituto de Estudios Urbanos, Pontificia
69. Universidad Católica de Chile.
ENCLA (1998). Encuesta Laboral 1998. In- OIT (1998). Chile. Crecimiento, empleo y de-
forme Ejecutivo. Santiago: Ministerio del safío de la justicia social. Santiago: Orga-
Trabajo, Departamento de Estudios. nización Internacional del Trabajo.
Friedmann, J. & G. Wolf (1982). "World city Perrot, A. (1995). Les nouvelles théories du
formation. An agenda for research and marché du travail. París: La Decouverte.
action", International Journal of Urban and Programa de Naciones Unidas para el Desa-
Regional Research, 3, 6. rrollo (PNUD) (2000). Informe sobre De-
Hamnett, C. (1994). "Social polarisation in glo- sarrollo Humano 2000. Madrid: PNUD/
Ediciones Mundi-Prensa.

eure 69

 
Mercado metropolitano de trabajo y desigualdades sociales en el Gran Santiago. ¿Una ciudad dual?
Carlos A. de Mattos  

PNUD/MIDEPLAN (2000). Desarrollo huma- Sabatini, F., G. Cáceres y J. Cerda (2001).


no en las comunas de Chile. Santiago: "Segregación residencial en las principa-
Gobierno de Chile. les ciudades chilenas: tendencias de las
Preteceille, E. (1995). "Division sociale et tres últimas décadas y posibles cursos de
globalisation; le cas de la métropole acción", Eure, 27, 82.
parisienne", Sociétés Contemporaines, Sassen, S. (1991). The Global City. New York,
22-23. London, Tokyo. Nueva Jersey: Princeton
Prévot-Schapira, M. F. (2000). "Segregación, University Press.
fragmentación, secesión. Hacia una nue- Soja, E. (2000). Postmetropolis. Critical
va geografía social en la aglomeración de Studies of Cities and Regions. Oxford:
Buenos Aires", Economía, Sociedad y Te- Blackwell Publishers.
rritorio, 2, 7. Taschner, S. P. & L. Machado Bogus (2001).
Ribeiro, L. C. de Queiroz & E. Preteceille (1999). "Sao Paulo, uma metropole desigual",
"Tendências da segregaçao social em Eure, 27, 82.
metrópoles globais e desiguais: Paris e Rio Tezanos, J. F. (1992). "Transformaciones en
de Janeiro nos anos 80", Eure, 25, 76. la estructura de clases en la sociedad tec-
Ribeiro, L. C. de Queiroz (2000). "Cidade desigual nológica avanzada", El Socialismo del
o cidade partida? Tendências da metrópole Futuro, 6.
do Rio de Janeiro", Ribeiro, Luiz Cesar de ________________ (2001). La sociedad di-
Queiroz (org.), O futuro das metrópoles: vidida. Estructuras de clases y desigual-
desigualdades e gobernabilidade. Río de dades en las sociedades tecnológicas.
Janeiro: Editora Revan. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva.
Rodríguez, A. & L. Winchester (2001). "San- Valdés, A. (1999). "Pobreza y distribución del
tiago de Chile: metropolización, ingreso en una economía en alto creci-
globalización, desigualdad", Eure, 27, 82. miento: Chile, 1987-1995", Estudios Pú-
Rolnik, R. & H. Frugoli Jr. (2001). blicos, 75.
"Reestruturaçâo urbana da metrópole Wacquant, L. (2001). Parias urbanos. Margi-
paulistana: a Zona Leste como território nalidad en la ciudad a comienzos del
de rupturas e permanências", Cadernos milenio. Buenos Aires: Manantial.
Metrópole, 6.

70 eure

También podría gustarte