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Mattos. Mercado Metropolitano de Trabajo y Desigualdades Sociales
Mattos. Mercado Metropolitano de Trabajo y Desigualdades Sociales
Carlos A. de Mattos
Carlos A. de Mattos2
Abstract
Resumen
Los cambios estructurales en los mercados metropolitanos de trabajo bajo los proce-
sos de reestructuración-informacionalización-globalización, se han situado como un
tema central para el estudio de la transformación de las ciudades durante las últimas
décadas. Desde esta perspectiva, el presente trabajo analiza los impactos que los
procesos de modernización capitalista en Chile han tenido sobre su mercado de traba-
jo y sobre la evolución de la distribución del ingreso, y sobre esta base, observa sus
efectos sobre la estructuración socio-territorial del Gran Santiago, discutiendo espe-
cialmente la pertinencia de la tesis de la dualización para este caso particular. Para
ello, en una primera parte se esbozan los rasgos fundamentales de esta tesis, se
analizan los fundamentos con los que ha sido presentada y las causas que se le atri-
buyen. En la segunda parte se revisan las principales transformaciones producidas en
esta fase de modernización capitalista en Chile, y la evolución de las desigualdades
sociales y la segregación urbana en el Gran Santiago a la luz de las transformaciones
producidas en su mercado de trabajo. En la tercera y última parte, se plantea la discu-
sión sobre la aplicabilidad de la tesis de la dualización al caso chileno.
1
Este trabajo fue preparado para ser presentado en el VI Seminario Internacional de la Red Iberoameri-
cana de Investigadores sobre Globalización y Territorio, realizado en la Ciudad de Rosario, Argentina, entre el
2 y el 4 de mayo del 2001. El autor agradece los comentarios y sugerencias de Gonzalo Cáceres Q.
2
Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos,
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Revista eure (Vol. XXVIII, Nº 85), pp. 51-70, Santiago de Chile, diciembre 2002
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causas que se le atribuyen. Se trata de des- cida. En la forma típica de segmentación -el
tacar, en esta parte, las relaciones entre los dualismo- coexisten un segmento primario,
procesos de dualización, las nuevas relacio- al seno del cual los salarios son elevados y la
nes capital-trabajo y el desarrollo del capita- seguridad del empleo muy grande, y un seg-
lismo avanzado de base informacional. En la mento secundario, que presenta las carac-
segunda parte se revisan las principales trans- terísticas inversas" (Perrot, 1995: 21, desta-
formaciones producidas en esta fase de mo- cado del autor). En una situación de estas
dernización capitalista en Chile y la evolución características, el sector primario se caracte-
de las desigualdades sociales y la segrega- riza principalmente por salarios elevados,
ción urbana en el Gran Santiago, a la luz de contratos de trabajo estables, ventajas socia-
las transformaciones producidas en su mer- les importantes, buenas condiciones de tra-
cado de trabajo. En la tercera y última parte bajo, alta seguridad del empleo y fuertes
se plantea la discusión sobre la aplicabilidad posibilidades de promoción, y el sector secun-
de la tesis de la dualización al caso chileno. dario, por las condiciones opuestas.
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ran una «mayoría social pro-sistema», o Castells (1989), que ha sido uno de los
como ha preferido calificarla Galbraith, una autores que ha mostrado mayor preocupación
«mayoría satisfecha». A su vez, el segundo por caracterizar esta tendencia, al analizar la
bloque de este sistema de desigualdad so- evolución de la economía norteamericana en
cial está formado por un gran sector de para- la década de los ‘80 afirmó que "la principal
dos, subempleados, grupos marginales, jubi- razón de la presente transformación de la
lados, pre-jubilados y otros sectores que pa- estructura ocupacional se basa en la diso-
decen -o pueden padecer- los efectos de una lución de las viejas formas y actividades
situación «desasistencializadora» como con- industriales, y en la subsiguiente creación
secuencia de la crisis fiscal del Estado de de nuevas formas bajo el poderoso ímpe-
Bienestar. Se trata de un verdadero bloque tu de una nueva tasa de crecimiento eco-
social «extrasistema», que tiene pocas posi- nómico de la mano de la tecnología" (270,
bilidades de movilidad social ascendente, e destacado del autor). Posteriormente, al ana-
incluso pocas oportunidades de encontrar tra- lizar la situación actual de este fenómeno,
bajo estable" (79). señala que la estructura ocupacional emer-
gente se compone principalmente de dos ti-
Con las transformaciones producidas lue- pos de trabajo: el trabajo autoprogramable,
go del agotamiento del régimen fordista, des- que es el que desarrolla el trabajador que tie-
de la década de los ‘80 la teoría de la seg- ne una capacidad instalada que le permite
mentación de los mercados de trabajo -y por redefinir sus capacidades conforme cambia
lo tanto, el concepto de dualización- han sido la tecnología o su puesto de trabajo, y el tra-
retomados y reinterpretados, en un esfuerzo bajo genérico, que es el que cumple el tra-
por caracterizar y explicar una tendencia que bajador cuyas capacidades humanas corres-
se estaría observando en diversos lugares del ponden a un nivel educativo más o menos
mundo a medida que son afectados por el básico, que simplemente recibe instrucciones
avance simultáneo e interrelacionado de la y ejecuta órdenes (Castells, 1998). Este cua-
revolución científico-técnica de base informa- dro correspondería a la evolución de la ten-
cional, la reestructuración productiva y la dencia a la dualización bajo los efectos de la
globalización. nueva revolución tecnológico-informacional,
donde el trabajo autoprogramable correspon-
de al sector primario, y el trabajo genérico al
¿Cómo ha sido explicada la tendencia a la sector secundario.
segmentación de los mercados de trabajo en
el escenario postfordista? En lo fundamental,
entre los autores que han estudiado el tema Por su parte, Sassen (1991) explica esta
de la acentuación de las desigualdades pue- tendencia en función de la creciente deman-
den distinguirse dos tipos de abordajes: por da de personal altamente calificado, con ele-
una parte, los que privilegian la importancia de vadas remuneraciones que permiten
los cambios producidos por la difusión de la sofisticados niveles y pautas de consumo,
revolución tecnológico-informacional, y por como consecuencia de la expansión de
otra, los que enfatizan el papel que han tenido nuevas actividades líderes, en coexisten-
los cambios institucionales postfordistas, en cia con un conjunto de servicios con ba-
particular la reestructuración de la relación jas remuneraciones y empleo a menudo
entre capital y trabajo. Obviamente, se trata precario. Aquí, el sector de altos ingresos
de una cuestión de énfasis, pues en general requiere de un conjunto de servicios cotidia-
los dos tipos de factores están presentes en nos, rutinarios y/o personalizados (cuidado
los estudios de autores adscriptos a cada una personal, boutiques de indumentaria y obje-
de estas corrientes, donde se sobreentiende tos de diseño, gastronomía sofisticada y
la importancia combinada de ambos en la expli- diversificada, servicios de entrega, servicios
cación de la agudización de las desigualdades. de lavandería a domicilio, correo privado, etc.),
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lo que incrementa la oferta de empleos pre- Esto lo lleva a precisar que "en contra de las
carios y de bajos salarios. También diversos teorías monocausales, [...] la hiperguetiza-
servicios complementarios a otras empresas ción no tiene una sino dos raíces funda-
(limpieza, mantenimiento, seguridad, etc.) mentales, la una en los cambios de la eco-
contribuyen a expandir la demanda de em- nomía urbana, y la otra en las estructuras y
pleo poco calificado, a menudo precario, con políticas del Estado norteamericano federal y
bajas remuneraciones. local" (112, destacados en el original), siendo
la segunda de estas raíces la que tiene ma-
Esta visión del dualismo supone que la yor importancia: "El colapso de las institucio-
nueva dinámica económica "conduce a la vez nes públicas ¾resultante de la política estatal
a una segregación y a una segmentación es- de abandono y de la contención punitiva de
paciales, a una marcada diferenciación entre la minoría pobre¾ emerge como la raíz más
el nivel superior de la sociedad informacional potente y distintiva de la arraigada
y el resto de los residentes locales, así como marginalidad en la metrópolis norteamerica-
a una segmentación sin fin y a la frecuente na" (112-113, destacado del autor).
oposición entre muchos componentes de la
fuerza de trabajo reestructurada y La interpretación de Wacquant implica un
desestructurada" (Castells, 2001: 394). Des- importante cambio de énfasis en la explica-
de esta perspectiva, la dualización se sitúa ción sobre las causas de la acentuación de
como una tendencia inherente a las socie- las desigualdades en un ámbito globalizado.
dades capitalistas avanzadas, que cristali- Ésta resulta de particular relevancia para el
za a medida que la economía informacional caso latinoamericano, donde todavía no han
(o "nueva economía") se constituye en el nue- sido procesadas plenamente las transforma-
vo núcleo dinámico de la respectiva estructu- ciones que caracterizan a la economía
ra económica. Por consiguiente, si se acepta postfordista, pero donde ha avanzado signifi-
esta explicación habría que concluir que no cativamente la aplicación de las políticas de
toda desigualdad social puede interpretarse liberalización y desregulación preconizadas
como dualización, sino que ésta correspon- por el Consenso de Washington, que nece-
dería a una modalidad específica de desa- sariamente implican una reforma del Estado
rrollo capitalista, donde sería la informacio- y una fundamental reestructuración de la re-
nalización de la economía la que tendría ma- lación entre capital y trabajo. En estas circuns-
yor incidencia en la segmentación de los mer- tancias, serían los factores destacados por
cados de trabajo. Wacquant los que estarían incidiendo con más
fuerza en una acentuación de las desigual-
Sin embargo, en la discusión sobre los dades sociales en estos países.
orígenes del aumento de las desigualdades
se ha desarrollado una explicación hasta cier- 2.2. Reestructuración y metropolización:
to punto alternativa; en efecto, en sus investí- ¿Una "ciudad-dual"?
gaciones sobre la "hiperguetización" en las
ciudades norteamericanas, Wacquant (2001) Veamos ahora cómo se manifiesta este
cuestiona la pertinencia de las explicaciones fenómeno en las grandes áreas metropolita-
que consideran a la informacionalización de nas. Durante la década de los ‘80, cuando
la economía como la "principal razón" de comenzó a hablarse de ciudades mundia-
la agudización de las desigualdades, en la me- les o globales, la agudización de la polariza-
dida que considera que "la retirada del Esta- ción social fue señalada explícita o implícita-
do de Bienestar durante las décadas del se- mente como uno de los rasgos básicos del
tenta y del ochenta es otra causa fundamen- nuevo tipo de configuración emergente. Así,
tal del presente deterioro de las oportunidad- Friedmann y Wolf (1982), en su conocido tra-
des de vida de los residentes del gueto" (83). bajo liminar sobre el tema, postularon que "el
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países desarrollados y las de los menos desa- zada como "múltiples ciudades, superpues-
rrollados, a medida que sus respectivos mer- tas en capas por encima y por debajo de las
cados de trabajo van siendo afectados por los otras, separadas al mismo tiempo por el es-
avances de la reestructuración-informaciona- pacio y por el tiempo, constituyendo el entor-
lización-globalización, ellas terminan siendo no de residencia y de trabajo de diferentes
afectadas por igual por un aumento de las des- clases y de diferentes grupos, que interactúan
igualdades. entre ellos en un set de dominaciones y de-
pendencias que reflejan una creciente distan-
En esta discusión también se han plan- cia y desigualdad" (265). Una configuración
teado dudas sobre si el dualismo sería real- de este tipo tampoco se corresponde con un
mente el modelo que expresaría la forma en modelo de la ciudad dual.
que estarían cristalizando las nuevas des-
igualdades. Al analizar la nuevas formas de Aun teniendo en cuenta las diferencias
desigualdad intrametropolitana derivadas de existentes entre las grandes metrópolis de las
los cambios en los mercados de trabajo de sociedades más desarrolladas del norte y las
las grandes aglomeraciones, diversos auto- latinoamericanas, la mayor parte de las inves-
res han llegado a la conclusión de que ellas tigaciones sobre las segundas muestran que la
se manifiestan en una forma más compleja tendencia dominante ha sido hacia el au-
que la propuesta por el modelo de la ciudad mento de las desigualdades intra-metropoli-
dual. En este sentido, Soja (2000) considera tanas y la polarización social; esto es lo que
que las transformaciones que estarían llevan- han concluido, entre otros, diversos estudios
do a la formación de un nuevo tipo de confi- para Buenos Aires (Ciccolella, 1999; Prévôt-
guración urbana, a la que denomina Schapira, 2000), Caracas (Cariola &
"postmetrópolis" -y de la que Los Angeles Lacabana, 2001), Sao Paulo (Taschner &
podría considerarse como el prototipo bási- Bogus, 2001), etc. Sin embargo, también hay
co-, corresponden a un reestructurado mo- algunos casos en que esta tendencia a una
saico social, cuya expresión sería una ciu- mayor polarización social no ha podido ser
dad fractal, fragmentada y polarizada, mar- confirmada, como ha ocurrido en las investi-
cada por la emergencia de nuevas formas de gaciones para el caso de Río de Janeiro para
metropolaridad, desigualdad y marginaliza- la década de los ‘80 (Ribeiro & Preteceille,
ción étnica y racial en medio de una extraor- 1999; Ribeiro, 2000), y Santiago de Chile para
dinaria riqueza. Soja afirma que frente a una el período que se inicia a mediados de los ‘80
transformación de esta naturaleza, algunos y se prolonga hasta fines de los ‘90 (De
modelos de segmentación del mercado de Mattos, 1999).
trabajo que reconocen no sólo una división
bipolarizada entre un sector primario y otro En cualquier caso, la conclusión de mu-
secundario, sino una compartimentalización chos de los estudios que han comprobado
basada en raza, etnicidad, género, y otras ca- un aumento de las desigualdades sociales
racterísticas distintivas, indican la existencia es que ello no debe interpretarse necesaria-
de una realidad más compleja que la postula- mente como una tendencia hacia la
da por los modelos del dualismo del merca- dualización. Así, por ejemplo, Taschner y
do de trabajo. Bogus (2001) perciben la existencia de es-
pacios sociales mixtos o de estructuración
En una dirección similar, Marcuse y Van social más compleja para el caso de Sao
Kempen (2000), a partir de las conclusiones Paulo, donde la "presencia de la pobreza en
de un conjunto de estudios para distintas ciu- todo el espacio municipal, así como en el
dades en proceso de globalización en diver- conjunto de la región metropolitana, indica
sas partes del mundo, concluyen que cada una estructura espacial no dual, con el au-
una de estas ciudades puede ser caracteri- mento relativo de las capas medias en las
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ta un 5,3% en 1997- y a un sostenido au- que Chile fuese considerado como uno de los
mento del salario real. Por otra parte, al mis- países que había registrado una más acele-
mo tiempo se registró un significativo creci- rada reducción de la pobreza (Meller, 2000).
miento del ingreso por habitante, que ascen-
dió de 1.360 dólares en 1985 a 5.182 en 1997. En el mismo sentido, al consolidarse la
Todo ello contribuyó a una progresiva recuperación económica iniciada a mediados
reactivación del mercado interno. de la década de los ‘80, Chile registró avan-
ces significativos en su nivel de desarrollo,
A lo largo de estos años, la situación so- como lo muestra el sostenido aumento del
4
cial chilena experimentó una evolución favo- ingreso real per cápita , y especialmente la
rable que se manifestó principalmente en que persistente mejoría de su Índice de Desarro-
entre 1987 y 1998 se registrase una signifi- llo Humano (PNUD, 2000), el cual -para el
cativa reducción de los niveles de pobreza y año 2000- solamente era superado por Ar-
3
de indigencia para el país en su conjunto gentina entre las economías emergentes lati-
(cuadro 2). La pobreza total disminuyó desde noamericanas (cuadro 3).
un 45,1% a un 21,7%, en tanto que en el mis-
mo lapso, la población en situación de indi- No obstante la evolución positiva que
gencia se redujo desde un 17,4% a un 5,6% muestran estos indicadores, así como tam-
(MIDEPLAN, 1999 y 2001). Esto hizo además bién la mayor parte de las otras variables
3 macroeconómicas, la persistencia de la ele-
Estos porcentajes fueron calculados según el
criterio de las líneas de pobreza y de indigencia del
vada informalidad de la fuerza de trabajo y
Banco Mundial, que considera el costo de una canas- el aumento de la precarización de los nue-
ta básica y el ingreso per cápita de un hogar. Recien- vos contratos de trabajo documentan facetas
temente se ha comenzado a discutir la pertinencia de negativas del nuevo escenario. En efecto,
esta metodología y a cuestionar sus resultados, adu-
4
ciendo que subestiman los niveles reales de pobreza. PIB real per cápita del país convertido a dóla-
Sin embargo, las mediciones realizadas según los cri- res EE.UU., sobre la base de la paridad de poder ad-
terios de las necesidades básicas o de los índices de quisitivo (PPA) de la moneda de ese país, según cál-
desarrollo humano muestran una evolución y una si- culo realizado por el PNUD en los Informes sobre
tuación similar. Desarrollo Humano.
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pese al buen desempeño general del merca- tifica el dato sobre la preeminencia de los
do laboral, la ocupación informal mantuvo su contratos temporales sobre los indefinidos,
importancia en la estructura del empleo, pues- desde que del total de las nuevas contrata-
to que en 1996 continuaba representando el ciones sólo el 24% fueron contratos indefi-
39,5% del empleo total del sector (servicio nidos [...]" (5). En consecuencia, esto que per-
doméstico incluido) (OIT, 1998: 94-96), lo que mite concluir que la precarización de la rela-
resulta importante al momento de evaluar la ción salarial se ha establecido como un ras-
situación general del mercado laboral, habi- go destacado del mercado laboral chileno.
da cuenta del hecho de que los hogares más
pobres están sobrerrepresentados en este Por otra parte, pese al elevado crecimien-
sector. to económico de los últimos años y a la inten-
sificación de las políticas sociales impulsadas
En lo que concierne a la precarización de desde 1990 por los gobiernos democráticos,
los contratos de trabajo, que representa un no se ha logrado modificar hasta ahora el
cambio relevante con relación al período an- patrón de desigualdad preexistente, pues la
terior, los resultados de una encuesta laboral regresiva distribución del ingreso heredada no
a empresas realizada a comienzos de 1998 ha mostrado signos importantes de reversión
constató que "3 de cada 10 trabajadores, con- incluso en los años de mayor crecimiento,
tratados directamente o subcontratados, tie- como lo muestran los resultados de la Encues-
nen trabajo temporal y sólo una cuarta parte ta de Caracterización Socio-Económica (CA-
de los nuevos contratos es de carácter indefi- SEN) (cuadro 4). En este sentido, Contreras
nido" (ENCLA, 1998: 5). A lo que se debe (1998) destaca que "varias investigaciones
agregar que "la composición de las nuevas muestran que la distribución de los ingresos
contrataciones (las que se produjeron duran- en Chile es una de las más desiguales del
te los 12 meses anteriores a la encuesta) ra- mundo, pero que dicha desigualdad se ha
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En esta situación, Chile continúa apare- ii) Chile tiene una muy elevada concentra-
ciendo como uno de los países con peor dis- ción del ingreso en el decil superior (en
tribución del ingreso entre los países en de- torno al 45% del ingreso total), el que
5
sarrollo (Cowan & De Gregorio, 1996; Meller, mantiene una brecha muy elevada con
2000). Distintos tipos de indicadores consi- el decil siguiente (con alrededor del 15%
derados a este respecto muestran la persis- del ingreso), lo que distorsiona en for-
tencia de esta situación entre 1987 y 1998; ma importante el cuadro general de dis-
así, por ejemplo, tanto la relación entre el tribución del ingreso. Meller (2000) indi-
quintil más rico y el quintil más pobre como el ca que si se excluyese dicho decil, la
Coeficiente de Gini se mantuvieron en torno distribución del ingreso chilena sería
a los mismos valores a lo largo de todo este bastante equitativa para los deciles res-
período (Krause & Puentes, 2001). tantes, puesto que el Coeficiente de Gini
descendería desde alrededor de 0,55 a
0,27, valor que equivale a uno de los
5
Al observar la distribución del ingreso de 65 más bajos del mundo;
países en desarrollo, Chile ocupa el séptimo lugar
entre los países con peor distribución del ingreso. En
América Latina sólo es superado por Brasil (Meller, iii) en este período no se observa una pér-
2000). dida de participación de los sectores me-
dios, sean cuales sean los deciles que
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go entre agosto de 1996 y julio de 1997, que La misma fuente también permite compro-
complementan la información de la Encuesta bar una disminución en el grado de desigual-
CASEN, permitieron comprobar que entre dad de la distribución del ingreso y del gasto
1987 y 1997 se produjo un sustancial au- de los hogares en el Gran Santiago (INE,
mento del ingreso mensual real y del ingre- 1999), pues mientras el 20% de los hogares
so per cápita de los hogares, a la vez que más pobres incrementaron en términos reales
un crecimiento real tanto del gasto de los su ingreso per cápita desde 4,8% a 6,3%, el
hogares como de las personas (INE, 1999). quintil correspondiente a los sectores de ma-
En este sentido, la EPF muestra un crecimien- yores ingresos disminuyó su participación de
to real de 88% en el ingreso mensual por ho- 56,1% a 50,4% entre 1987 y 1997 (cuadro 6).
gar en 1996-97 en el Gran Santiago con res- La información sobre el gasto por hogar indica
pecto a 1987-88 (cuadro 5); de 100% en el una evolución en la misma dirección, pues
ingreso mensual per cápita por hogar; de mientras la variación en este período para el
84,2% en el gasto mensual por hogar; y de primer quintil fue de 111%, la correspondiente
94,9% en el gasto mensual per cápita. al quinto quintil fue de solamente 68%.
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Estos antecedentes permiten comprobar que Pese a que en la RMS los porcentajes de
una de las principales consecuencias del fuerte pobreza e indigencia son menores que los de
crecimiento en este período, complementado por la mayoría de las otras regiones ¾16,1% en
7
las políticas sociales aplicadas desde 1990 , fue 2000 frente, por ejemplo, a 32,7%, 27,1% y
un importante aumento tanto del ingreso real 25,3% para las regiones IX (Araucanía), VIII
como del ingreso per cápita de los hogares, (Bío Bío) y VII (Maule)¾, en términos absolu-
al mismo tiempo que un crecimiento real en tos el número de pobres en esta parte del te-
el gasto tanto por hogar como por persona, rritorio sigue siendo el más elevado del país.
lo que contribuye a explicar la ya referida Además, la RMS es, junto a la VIII Región, la
reactivación del mercado interno. que presenta mayores niveles internos de
desigualdad (MIDEPLAN, 2001).
Todo ello pone en evidencia que la RMS
-donde la presencia del AMS es predomi- Planteando una comparación entre ten-
nante- fue una de las más favorecidas por dencias y situación, se llega a una conclu-
el crecimiento de estos años, y que los di- sión importante: si bien en el caso de la RMS
versos indicadores considerados muestran no se observa una tendencia hacia una ma-
una ligera atenuación de la polarización yor polarización, y por lo tanto, hacia una
social; esto es, que la tendencia dominan- dualización social, sí se puede afirmar que
8
te fue hacia la convergencia . En otras persiste una situación de elevada desigual-
palabras, estos indicadores permiten afir- dad entre los sectores de mayores y me-
mar que por lo menos en este período no nores ingresos, en la que influye decisi-
se estaría frente a una mayor segmenta- vamente la situación heredada del pasa-
ción o dualización del mercado de traba- do, que no ha logrado ser corregida signi-
jo, y que la hipótesis de que la clase me- ficativamente pese al elevado crecimiento
dia estaría siendo perjudicada por este observado y a las políticas aplicadas.
proceso no sería válida para el país en su
conjunto, ni en particular para la RMS. La regresiva distribución del ingreso se re-
fleja en una distribución territorial de la pobla-
Ello no obstante, en la medida en que to- ción de Santiago, que ha ido consolidando un
davía se mantiene la regresiva distribución del mapa en el que la segregación residencial
ingreso autónomo a la que ya nos hemos re- muestra una nítida tendencia al distanciamien-
ferido, ésta tiene su correspondiente expre- to físico entre barrios ricos y pobres9
sión en la estructura territorial metropolitana. (Rodríguez & Winchester, 2001), así como la
formación de algunos guetos urbanos, tanto
7 9
No hay consenso acerca del peso de las polí- Existen numerosos ejemplos de acciones de los
ticas sociales en la reducción de la pobreza, estimán- propios vecinos destinadas a separar sus viviendas
dose que su efecto positivo oscilaría entre el 20% de las de otros residentes de distinto nivel de ingreso,
(Larrañaga, 1994) y 40% (Meller, 2000). incluso recurriendo a recursos extremadamente agre-
8
Un investigación que considera la evolución sivos como es el caso de alambradas electrificadas.
hasta comienzos de la década de los ‘90 sobre la base Los medios de comunicación han hecho amplia refe-
de datos censales, concluye que "en comparación con rencia recientemente al caso de un muro destinado a
los Censos anteriores, las correlaciones entre Segre- separar y cortar la visibilidad entre un barrio pobre y
gación residencial e indicadores de problemas socia- otro de altos ingresos en la Comuna de Lo Barnechea.
les son más altas" (Sabatini, Cáceres y Cerda, 2001: Un poblador del lado pobre describe este hecho de la
38), lo que implica una tendencia hacia la agudiza- siguiente forma: "De la noche a la mañana amaneci-
ción de las desigualdades. Sin embargo, cuando se mos con este muro. Al principio pensamos que era una
considera la evolución durante la década siguiente, casa porque nadie sabía de qué se trataba. En reunión
esta tendencia se revierte como consecuencia de la con la alcaldesa le preguntamos y ella nos dijo que el
fuerte reducción de la pobreza y la indigencia, así como muro iba de punta a punta, sin acceso y sin nada, por-
del aumento del ingreso y el gasto reales y per cápita que los vecinos de arriba se habían quejado de delin-
de las personas y de los hogares. cuencia" (Diario La Tercera, 12 de abril de 2002).
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para ricos como para pobres. Este fenómeno su nivel de ingreso: mientras los niveles de
de segregación residencial, que tiene oríge- pobreza eran respectivamente de 0,8%, 1,1%
nes lejanos, se acentuó en mayor grado con y 1,2% en las 3 comunas más ricas del AMS
las erradicaciones llevadas a cabo por el régi- (Providencia, Las Condes y Vitacura), en las
men militar, en las que se desplazó a impor- 3 comunas más pobres (Huechuraba, Renca
tantes contingentes de población de bajos in- y Pedro Aguirre Cerda) los niveles de pobla-
gresos asentados en barrios de ingresos altos ción por debajo de la línea de pobreza alcan-
y medios, hacia lugares homogéneamente zaban al 38,4%, 37,1% y 32,7%. Como es
pobres de la periferia del AMS. La política de obvio, un análisis que considere una mayor
vivienda social también ha contribuido a la desagregación territorial permitiría identificar
persistencia de este cuadro de segregación niveles de segregación más elevados.
social, dado que el imperativo de bajar costos
por parte de las empresas privadas que tienen Este cuadro puede complementarse con las
a su cargo la construcción de las mismas, hace mediciones relativas al Índice de Desarrollo Hu-
que por lo general los sectores de menores mano (PNUD/MIDEPLAN, 2000), que intentan
ingresos solamente puedan acceder a vivien- una aproximación más amplia al fenómeno de
das de baja calidad ubicadas en terrenos de las desigualdades mediante una evaluación de
menor valor en barrios pobres, situados en la acumulación de capacidades humanas, para
áreas periféricas del AMS (Ducci, 1997). lo que consideran indicadores sobre educación,
salud e ingresos. Los resultados por comunas
En este sentido, los resultados de la En- de este estudio (cuadro 7) permiten dibujar un
cuesta CASEN de 1998 aportan elementos mapa en el que se puede observar la distribu-
de juicio sobre la forma en que se ha ido dis- ción territorial de la población según niveles de
tribuyendo territorialmente la población según desarrollo humano en la RMS (mapa 1).
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En este mapa se destaca un área -en su do la forma en que los mismos se entrelazan
mayor parte contigua- en la que residen ma- y generan una dinámica social que tiende
yoritariamente los sectores de ingresos altos a retroalimentar y reproducir las desigual-
y medios (los "barrios altos"), formando una dades sociales (Morales, 2001). Por su par-
suerte de triángulo que tiene uno de sus vér- te, Rodríguez y Winchester (2001) revisaron la
tices en la comuna de Santiago y luego se situación en términos de ingreso per cápita,
despliega hacia el nor-oriente, cubriendo bue- calidad de la educación, cobertura de la in-
na parte de los faldeos cordilleranos, com- versión en edificación y niveles de ingreso y
prendiendo las comunas de Vitacura, Provi- gasto de las autoridades municipales para las
dencia, Las Condes, Lo Barnechea, La Rei- 34 comunas del Gran Santiago, mostrando
na y Ñuñoa; a ella solamente habría que agre- que prácticamente todos los indicadores con-
gar la comuna de La Florida hacia el sur-orien- vergen en un mismo mapa de segregación
te, que también tiene una alta proporción de socioeconómica.
sectores medios y medios-altos. En contra-
posición, se observa un amplio número de De esta forma, es posible concluir que
comunas en las que residen los sectores de pese a la mejoría lograda en este período,
ingresos medios-bajos y bajos, que se des- todavía subsiste un cuadro general donde la
pliegan hacia el norte y sur-poniente. Final- pobreza continúa teniendo una importante
mente, se puede apreciar que niveles presencia en la estructura social y territorial
extremadamente bajos de desarrollo humano se del AMS. La persistencia de la polarización y
localizan en dos comunas de la periferia del de la segregación social, agravada especial-
AMS (Cerro Navia y Lo Espejo), así como tam- mente por el hecho de que la desocupación
bién en las comunas todavía predominante- juvenil es mucho más elevada que la desocu-
mente rurales de la RMS. 10
pación promedio (OIT, 1998), tiene una im-
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