U2 - SENNET, RICHARD - LA CORROSION DEL CARACTER CAP 1 y CAP 3 PDF

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En la actualidad, Ía expresión 1<Capitallsmo flexible,, describe
un sistema que es algo más que una mera variación sobre un viejo
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1 ¡¡ tema. El acento se pone en 12. flexibilidad y se aracan las formas rí-
;¡·¡¡ gidas de la burocracia y los males de la rutina ciega. A los trabaja-
1 dores se les pide un comportamiento ágil; se les pide también
¡ ;.~
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~¡ -con muy poca antelación- que estén abierws al cambio, que asu-
~i man un riesgo tras otro, que dependa.r1 cada vez menos de los re-
-~f
glamentos}' procedimientos formales.
Poner el acento en la flexibilidad cambia el significado_ mismo
11~H,,, del uabajo, y con ello las palabras que usamos para hablar del ua-
~!
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bajo. «CarreraJ>, por ejemplo es un término cuyo significado ori-
1

~¡ ginal en inglés era camino para carruajes; aplicado posreriormente


-~~ al ·rrabajoj dEsigna el canal por donde se encauzan las activida-
~t
·}~ des profesionales de roda una vida. El capiralismo flexible ha blo-
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~j , queado el camino recro de la carrera, desviando a los empleados,
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•¡ repentinamente, de un cipo de rrabajo a orro. En el inglés del si-
~r
~-1~ glo XIV, la palabra job (rrabajo, empleo) designaba un pedazo o
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·~f
fragmento de algo que podía acarrearse. Hoy, la flexibilidad le de-
~~
;.~ vuelve ese sentido desconocido, pues a lo largo de su vida la gente
~a
hace fragmenros de trabajo.
!~ Es roralmeme narnral que la flexibilidad cree ansiedad: la gen-
El -ce no sabe qué le reporrarán loS riesgos 2.Sumidos ni qué c~'llinos
l!

seguir. En el pasado, quirarle.la connotación maldita a lit'expre-
sión {(sisrem2. capicalista>) dio lugar a much2.s circunlocuciones

.fl-
..
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~f
como sistema de ((libre empresail o de ((empresa
, .privada)). En la ac-

9
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,
rualidad, el térn11no flexibilidad se usa para suavizar la opresión Hace un cuarto de siglo, Jonathan Cobb }')ro escribin1os u11
1
11 lib,ro sobre la clase rrabajador~ de Estados Unidos Ü[uiado The
que ejefce el capiralismo. Al atacar ia burocracia rígida y hacer
hincapié en el riesgo se afirma que la flexibilidad da a la gente -más
n
~· ~
H(dden Injuries of Class (Las herí das ocultas de la clase). En La co-
!iberrad para moldear-su vida. De hecho, más que abolir las reglas i rrqsión del carácter he retomado algunas de las cuestiones sobre
del pasado, el nuevo orden implanta n~evos controles, pero éstos íl el '~raba;· o ,y el carácter en una econon1ía ·auE.ha.exoerirnentado un
tampoco son fáciles de comprender. El nuevo capitalismo es, con ;¡ ,__ ,__

ca!nbio radical. La corrosión del caráCter pretende ser, n1ás que


url Ehro corro, un ensayo largo; es decir, he tratado de desarro-
frecuencia, un régimen de poder ilegible. tl
Tal vez ei aspecto más confuso de la flexibilidad es su im-
~~ lio} un solo razonamiento cuyas partes abordo en capítulos muy
¡! br~ves. En The Hidden Injuries of Class, Jonathan Cobb y yo nos
pacto en el carácter. Los viejos hablantes de inglés, y sin duda ~1
algLma los escri rores de Ja ·antigüedad, tenían perfectamente cla- b~amos exclusivamente en entrevistas. Aquí, con10 conviene a un
~1
ro el significado del término «carácter», a saber: el valor ético '.1 <(ehsayo-razonamienton, he usado fuentes 111ás diversas e inforn1a-
que atribuimos a nuestros deseos y a nuestras relaciones con los
n le~ y he incluido datos económicos, interpretaciones históricas y
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demás. Horacio, por ejemplo, escribe que el carácter de un hom- 11 te~rías sociales. También he investigado la vida cotidiana, como
bre depende de sus relaciones con el mw1do. En este sentido,
i! pqdría hacerlo un antropólogo.
((carácteri' es una palabra que abarca más cosas que la más mo- - J Quisiera señalar aquí dos cuestiones relativas al presente texto.
'!I

derna «personalidad», un término referido a deseos y sentimien- "!¡ El lector encontrará a menudo ideas filosóficas aplicadas a la expe-
j·'· ri~ncia concreta de individuos, o probadas por dicha experiencia.
ii1
tos que pueden existir dentro de nosotros sin que nadie más lo
sepa. Np voy a disculparme; una idea tiene que soportar el peso de la
-¡~ experiencia concreta, de lo contrario se vuelve una mera abstrac-
El carácter se centra en particular en el aspecto duradero, "ª
~
largo plazo», de nuestra experiencia emocional. El carácter se ex- ..
)1
·e,¡,
cL¿n. En segundo lugar., he disfrazado .las identidades reales mu-
chb más de lo que lo habría hecho si se tratara de auténticas emre-
presa por la lealtad y el compromiso mutuo, bien a través de la
búsqueda de objetivos a largo plazo, bien por la práctica de poster- ·J~·· viJtas, y esto h" implicado cambiar las referenóas de lugar y de
-~tc. 1
titjmpo y, de vez en cuando, condensar varias voces en una o divi-
gar la gratificación en función de un objetivo futuro. De la confu-
1~
sión de sentimientos en que todos vivimos en un momenro cual- .¿, dit una VQZ en muchas. Estos disfraces apelan a la confianza del
quiera, intentamos salvar y sostener algunos; estos sentimientos
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~¡ le¿tor, ·pero no a la confianza que un novelista guerría ganarse me-
sostenibles serán los que sirvan a nuestro carácter. El carácter se
relaciona con los rasgos personales que valoramos en nosotros ~i
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diJi.nre un relato. bien construido, pues esa coherencia está ausente
en¡ la vida real. Espero haber reflejado con exactitud el sentido de
1

mismos y por los que queremos ser valorados. lo )que he oído, si no precisamente sus circunstancias.
¿Cómo decidimos lo que es de valor duradero én nosotros en
.¡¡t.., ; Al final del libro, he anadido también algunas tablas estadísti-
.:;~
una sociedad impaciente y centrada en lo inmediato? ¿Cómo per- cas, preparadas por Arturo Sánchez y yo, que ilustran algunas ten-
seguir metas a largo plazo en una economía entregada al cono pla- 4t;t ! i . , . .
nenc1as econom1cas recientes.
zol ¿Cómo sostener la le~ltad y el compromiso reciproco en insti- !¡
tuciones que está:n en continua desintegración o reorganización/ ·~¡
-Éstas son la~ cuestiones relativas al carácter que plantea el nuevo i¡ ¡ De Jonathan. Cobb aprendí muchas cosas sobre el 'trabajo
h~ce un cuarto de siglo. He vúeiro a trabajar sobre este tem'!t a ins-
capitalismo flexible.

~,
taBcÍas de Garrick Utley, y Bennett Harrison, Chrisropher Jencks
y 9askia Sassen me ayudaron a clesarrollarlo. La corrosión del carde-
,6.·'
¡~·. ,.,,
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11
10 f.:
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rer inrenta comprender algunas repercusiones personales lde los
~ l. ALADERIVA
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~!

~ descubrimientos que todos ellos hicieron en relación.con la eco-


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1..
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.r:ion1ía moderna. Con mi profesor ayudante Michael Laska;,fy ten-
go una deuda de ca1naradería inrelecrual, y también de patiencia .l
_¡[

~-n el manejo de ias diversas versiones prácricas que comp-ortan in- "I
1
vestigación y horas de escrirura. i ~

¡, Esre ensayo comenzó con10 un Curso Dan.vin, dictadq en ia i
~~
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1 Universidad de Cambridge en 1996. El Centro de Esrudios!Avan-
.~
1: zados de Ciencias del Comporrarníenro me facilitó el ríemPo ne- :t
I' .¡
~ cesario para escribir el presente libro.· ·'~

1
i,.!
1

Por úlcimo, quiero dar las gracias a Donald Lamm yjAlane JJ


Masan, de \Y W. Norton & Company, y a Arnulf Conradl y Eli-
¡ zaberh Ruge, de Berlín Verlag, que me ayudaron a darle la jforma
;¡'
., Hace pocO me encontré en un aeropuerto con alguien 2. quien
l! final al manuscriro. 1
1 ¡¡
no había visro desde hacía quince años. Veinticinco años anres
había enrrevisrado al padre de Rico (como lo llamaré en adelánte),
~ !
' ,, cuando escribí un libro sobre la clase obrera am~ricana titulado
The Hidden lnjuríe1 of Class. Enrico, su padre, trabajaba entonces
como porrero, y renía muchas esperanzas puestas en su hijo, que
estaba entrando en ia adolescencia y era lln chico que destacaba-en ·
~I los deportes. Cuando: diez anos más carde, dejé de ver al padre,
Neo acababa de completar sus estudios universitarios. En la sal2_ .,...
,11
·~¡' de espera de nuesua compañía aérea, Rico daba fa impresión de
haber realizado rodos los sueños del padre: llevaba un ordenador
i¡' en un elegante estuche de piel, iba vestido con un rraje que yo no

ji podría permirirme y lucía un grueso anillo de sello.

.4[~l
Cuando nos conocimos, Enrico llevaba veinte años limpiando
lavabos y suelos de un edificio de oficinas del cenero. Lo hacÍ?~ sin
rechistar, pero rampoco prerendía estar encarnando el sueño ame-
il ricano. Su trabajo renía un único objetivo a largo plazo: servi!.- a su
~I
·~t
familia. Había tardado quince años en ahorrar el dinero necesario
para comprar una casa en un barrio residencial de ias afueras de
Bosron rompiendo así los lazos que lo mantenían unido ;:i, su viejo
11 1

barrio ir2.liano; una casa en las afueras era n1ejor para los críos.
.~ Luego Flavia, su esposa, comenzó a trabajar como piancha~º'ª en
11 un cenrro de limpieza en secO; cuando conocí a Enrico iÁ 1970,
él y Flavia estaban ahorran.do par2 pode.'." pagar le, educaclón un1-
'·¡.;
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'·'·· • • ' . • l - •
-~-:. vers1ran2 de sus dos nr;os.
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gos para ir a misa, actividad seguida de almuerzo y de tardes ·de

~
Lo aue n1ás n1e sorprendió de Enrico y su generac1on fue
cuán lineal era el tiempo en su vida: año tras año en empleos que café en las que se hablaba de wdo un poco. Se ganó el reconoci-
rarameme presenraban cambios en lo cotidiano; en ese tiempo li- miento de persona única entre aquellos que lo conocían lo sufi-
~iente para comprender su "historiai de ~us -'.luevos vecinos, en
neal, los logros eran acumulativos. Enrico y Fiavia comprobaban
todas las semanas cómo crecía su cuenta de ahorros. Medían su
vida domésrica por las diversas mejoras y añadidos que hacían en
1'I
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~ambio, se ganó un tipo de respeto más- aaÓnimo haci~ndo
~odo el mun~o hacía: mantener limpia la casa y bien cuidado el
lo que

su casa. Además, la época que vivían era predecible. Las sacudidas !I j~rdín y vivir sin incidentes. La espesa textura de la experiencia
~i
de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial habían 11 particular de Enrico residía en el hecho de que era reconocido de

dos n1aneras según la comunidad en que se n1oviera, dos id en ti-
quedado atrás; los sindicatos protegían sus puestos de trabajo. Por
~ ~ades que eran el producto del mismo y disciplinado manejo del
eso, aunque en el n1omento.en que lo conocí Enrico apenas tenía ,¡
cuarenta años, ya sabía exactamente cuándo iba a jubilarse y con \¡ nempo.
cuánto dinero contaría entonces. ~ , Si el mundo fuera un lugar feliz y jusw, los que disfrutan de
El tiempo es el único recurso del cual pueden disponer gratui-
tamente los que viven en el escalón más bajo de la sociedad. Para

~.
~l
r~speto devolverían por igual la consideración que se les tiene. Así
¡:iensaba Fichte en Los fandamentos del Derecho natural donde ha-
acumular tiempo, Enrico necesitaba lo que el sociólogo Max We- b.Jaba del «efecto recíproco» del reconocimiento; pero la vida real
ber llamó una «jaula de hierro», una estructura burocrática quera- no actúa con tanta generosidad.
cionalizaba el uso del tiempo; en el caso de Enrico, las normas de ~'.
r.1··.
, A Enrico, por ejemplo, no le gustaban los negros, aunque
antigüedad por las que se regía su pensión estatal proporcionaban había trabajado pacíficamente muchos años con otros porteros
ese armazón. Añadiendo a estos recursos su disciplina, el resultado que eran negros; no le gustaban tampoco los inmigrantes no ira-
fue más que rentable. 1
l.·1• fü.nos, como los irlandeses, aunque su propio padre sólo cha-
Entico diseñó para sí mismo un relato perfectamente claro en
el que la experiencia se acumulaba desde el punto de vista material
i¡ p:urreaba el inglés. Tampoco podía admitir las peleas familiares, y
~o tenía aliados de clase. Sin embargo, lo que menos le gL1staba
y psíquico; su vida, por tanto, tenía sentido en cuanto narración ep la gente de clase media. Decía que nosotros lo tratábamos
lineal. Aunque un esnob evitaría a Enrico por aburrido, él experi- c?mo si flJ.era invisible, un <(cero a la izquierdan; el resentimiento
i¡··. .
J
mentaba los afias como una historia dramática que avanzaba repa- del portero se complicaba con su miedo a que, a causa de su falta
ración tras reparación, pago de intereses tras pago de intereses. El
portero se11tía que se c~:!~~~~í~ .~?-. ~L ~_ut~r. de .su"_vida, y, . . aunque- - _]~ dF educación y su baja categoría social, tuviéramos un secreto de-
, n¡cho a hacerlu.-k su -capacidácl-de- resisrenéía opciriía-ia 1asiimera
ocupaba lo-s últimospeldaños de la escala social, ese relato le pro-
porcionaba una sensación de respeto por su propia persona:
·~,
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autocompasión de los negros, la injusta intrusión de los extranje-
ros y los privilegios inmerecidos de la burguesía.

~á!
Si bien es clara, la historia de la vida de Enrico no es sencilla. , Aunque Enrico senría que había alcanzado cierto honor so-
Me sorprendió especialmente cómo vivía a caballo entre el mun- ci::iL no toleraba la idea de que su hijo Rico repitiera su historia. Ei
do de su amigua comunidad de inmigrantes y el mundo de su Sl)eño americano de movilidad social ascendente era un poderoso
nueva y neutral vida suburbana. Entre sus nuevos vecinos Enrico
>::ivía como }un ciudadano tranquilo y modesto; no obstan-
-. 1¡
$.
Il:)Otor para mi amigo. «No entiendo una sola palabra de lo que
dice,,, alardeó ante mí Enrico varias veces cuando su hijo llegaba
' T
te, cuando regresaba al viejo barrio, los que seguían allí le brinda- 1· dd colegio y se ponía a hacer los deberes de matemáticas. úí ram-

~
i· b\én a muchos otros padres decir de sus hijos cosas como «No lo
ban mucha más_ atención por ser un hombre al que le había ido .
.
bien, uno de los veteranos dignos que regresaba todos los domin- .. entiendo», en tonos más duros, como si los críos los hubieran

i4 '
.
15

' 1
abanaonaao.1 ,_,.., d . l"amos de.
lo os vio . una manera u otra e11 iugar
1 '
que
nos ha sido asignado en el miro familíar, pero la movilidadj ascen-
dente le da a ese pasaje un giro peculiar. Rico y otros jóvenes que
~' ~J
mudars~ y cambiar de trabajo con Írecuencia, y as1 lo hicieron.
-De$de-,q,ue .-r.e.rm.inar.on Ja .carrera Rico se ha mudado cuarro veces
en catorce años.
1

ascendieron en la escala social a veces sen rían vergüenza ipor el l.! Rico empezó como asesor tecnológico en .una empresa de ca-
acento de ciase trabajadora v por los modales roscos de sus badres)
• ./ ,_ J._
.~ ~l pital de riesgo de la Costa Oeste, en los prin1eros y emocionances
pero con mayor frecuencia se sentían ahogados por la imermina- días de la industria informática en Silicon Valley; luego se craslaqó
ble esrraregia de comar hasta el úlrimo céntimo y manejar d tiem- H
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a Chicago, donde tampoco ie fue mal. Sin embargo, la siguiefiie
po con cuenragoras. Estos nifios privilegiados querían embarcarse -;~ mudanza se hizo a favor de la carrera de su mL1jer. Si Rico fue_ra
en un viaje menos forzado.
Ahora, n1uchos años inás rarde, gracias a mi encuencr6 en el
aeropuerto, tuve oportunidad_ de ver cón10 le habían ido la.~ cosas
il'l un personaje ambicioso sacado de las páginas de Balzai:, nuncflo
habría hecho, pues aparre <le no ganar más en su nuevo rrabajo,
dejaba los semilleros de la alra recnología por un parque de ofici-
al hijo de Enrice. Debo confesar que no me gustó mucho llo que fI
,¡¡
nas en un lugar reiirado, aunque arbolado, de Missouri. En cierro
vi en la sala del aeropuerto. El costoso traje de Rico pued~ haber modo Enrico se había senrido avergonzado cuando Flavia co-
sido sólo el plumaje requerido por el trabajo, pero el anillo !_signo n 1

menzó 2. trabajar; Rico ve a Jeannerte, su mujer, como a una cole-


distintivo de una historia familiar de élite- pareda al mism~ tiem- ga en pie de igualdad, y se ha adaptado a ella. Fue enronces, en el
po una mentir2. y una traición al padre. No obscanre, las circuns-
11 momento en que ia carrera de Jeannetre despegó, cuando comen-
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rancias quisieron que Rico y yo coincidíéramos en un largo:vuelo. ~~ i zaron a llegar los niños.
N.i él ni yo hicin1os uno de esos típicos viajes americanos ~n qµe
un desconocido vomira rodas sus emociones encima de otro;, r~co­ il En ·el parque de oficinas de Missouri, las incenidumbres de la
nueva economía afectaron también al joven Rico. Mientras Jean-
ge un equipaje más tangible cuando e1 avión aterriza y des~parece nerrn~rrascendiáa, -Riro·'Se VÍ'éJ cafeorn.do -por un recorre de planti-
par:a sie1npre. Me senté a su lado sin que me invicara) y dur~nte la 11
~!
lla, pues su empresa fue absorbida por orra mayor con sL1s propios
primera hora de un largo vuelo de Nuen York a Viena ruye que 1t analistas. Y por este motivo la pareja se mudó por cuarta vez y re-
sacarle la información con sacacorchos. ~~f gresó al Oeste, para instalarse en un barrio residencial de las afue-
-~i ras de Nueva York. Jeannetre dirige ahora un impOrcanre equipo
de contables y él ha·rnonrado una 'pequeña consultoría.
1

Fue así como me enteré de que Rico había realizado el: deseo A pesar de ser una pareja próspera la viva imagen de una pa-
1

de su padre en la ascensión en la escala social_, si bien en el ifondo if


,,..
-:::::
reja amoldable en la que ambos se apoyan muruamenre, ranro;::e¡
' , e1 camino
recna2o .. d.e' su paare.
' Ri co se b' '1 os 1<es el.
ur1a ae avos d'
e1 marido como la mujer temen a menudo esrnr al borde de la pérdi-
tiempo)) y demás personas prisioneras en la armadur2. de la! buro- dá del coilrrol de sus vidas) un n1iedo enraizado en sus respecrivaS-='~.
cracia, y cree que hay que estar abierto al cambio y asumir riesgos.
Y ha prosperado; mientras los ingresos de Enrico se siruabar1 en ·1a
Ji historias laborales.

cda del escalafón, Rico ha ascendido hasta el 5% superior. !Y, sin


embargo nq es una historia totalmente feliz para él.
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. ~t
En el. .caso de Rico) el miedo a perder el control es fácil de
comprender: tiene que ver con el manejo del tiempo. Cuando

u
1 Ri-co+es ·dije ·a sus--cobgas .que iba a abrir su propia consultoría, la
Tras g;iduarse en ingeniería eléctrica en una universid~d lo- mayoría lo aprobó; una consultoría parece ser el ca1nino ~f la in-
cal) Rico fue a una escuela de empresariaies en Nueva York. Kllí se H dependencia. Sin embargo, al comenzar se vio mecido de cabeza
t~
casó con una compañera, un2.. joven proresranre hija de una: farr.. i- en rareas de ca:regoría inferior, como tener que hacerse él mismo
lLa de mejor posición .. Los esrudios prepararog a la parej~ para las fotocopias y otras cosas que antes ni se planteaba. Se encontró
Jt ;~

16
~l·'"
'7
1,
sumergido en el flujo de una red de conexiones; tenía que respon- aunque, con10 dijo él, «seguirnos conectados)). füco busca en lis
der a rodas las llamadas, y perseguir a las más raras. relaciones. Para
encontrar trabajo se veía supeditado a las agendas de personas que
no estaban en absoluto obligadas a responderle. Como otros con-
f: ··"~ f
.;~-¡
~on1unicaciones electrónicas el.sentido de comunidad que Enrico
disfrutaba más cuando iba a las asambleas del sindicato de porte-
ros, pero el hijo encuentra que las comunicacio~es on line son bre-
sulcores, aspira a trabajar con contratos que estipulen con exacti- i~l
;··I
ves y precipitadas. «Es como con los hÍjo;:. cuando uno no está
tud lo que le corresponde hacer. Sin embargo, me dijo Rico, la ]Í ahí, se entera de todo más tarde.»
mayoría de estos contratos son una me.ra ficción. Un consultor
suele tener que trabajar de una manera u otra en respuesta a los
u En cada una de sus cuatro mudanzas, los nuevos vecinos de

caprichos o los cambios de ideas de los que pagan. Rico no tiene i!


:.¡
·:t
Rico han tratado su llegada como un hecho que cierra capículos
pasados de su vida; le preguntan por Silicon Valley o el parque de
un papel fijo que le permita afirmar: «Esto es lo que hago; de esto .•.. t-
oficinas de Missouri, pero, según Rico, «ellos no ven otros luga-
soy responsable.»
..;[
res)), su imaginación no entra en juego. Éste es un n1iedo n1uy
La falta de control de J eannerce es más sutil. El pequeño gru- 11 americano. El clásico barrio residencial ames era una ciudad dor-
po de contables que ahora dirige se divide entre aquellos que tra- .¡! mitorio; durante la última generación apareció un nuevo tipo de
"I
bajan en casa, los que suelen trabajar en el despacho y una falange .,¡.I
.·f- barrio residencial, más independiente del núcleo urb2.no desde el

~!
de empleados administrativos de bajo nivel, a mil o dos mil kiló- punto de vista económico, pero sin ser tampoco una ciudad o un
metros de distancia y conectados con ella por ordenador. En su pueblo. Un lugar crece de repente al roque de ia varita mágica de
actual empresa, unas reglas estrictas y la vigilancia de los teléfonos
y el correo electrónico disciplinan la conducta de los que trabajan ~1 un promotor inmobiliario, florece y empieza a declinar al cabo de
una generación.. .2sas con1unidades no carecen totalmente de una
desde casa; para orgrnizar el trabajo de los empleados conectados }"·I componente social o de barrio, pero en ellas nadie se convierte en
por ordenador, Jeannette no puede hacer juicios prácticos cara a un testigo de por vida de la historia de otra persona.
cara y debe trabajar ajustándose a estrictas clirectrices escritas. En
este trabajo aparentemente flexible, no siente que la burocracia sea
11 El aspecro fugaz de la amistad y de la comunidad local consti-
~¡ tuyen el fondo de la más aguda de las preocupaciones íntimas de
menor; de hecho, sus propias decisiones cuentan menos que en los ;¡ Rico: su familia. «Llegamos.a casa a las siete, preparamos la cena,
días en que supervisaba a trabajadores que estaban siempre jumas
en la misma oficina. .,,
±!
,;¡ tratamos d~ que nos quede una hora para ayudar a los niños con
los deberes, y luego nos dedicamos a nuestro papeleo.» Cuando las
Como decía, al principio no estaba muy dispúesto a derramar . cosas se ponen duras en su consultoría durante meses enceras,
muchas lágrimas por esta pareja, encarnación del sueño america- 11
2::..1 '«casi ya no sé quiénes .son mis hijos». Le preocupa rambién la fre-
no. Sin embargo, cuando las azafatas nos si~ieron la cena y Rico -.ff
~1 cuente anarquía en la que se hunde su familia, y le preocupa no
se puso a hablar de cosas más personales, lo sentí más cercano. Su
miedo a perder el control tenía raíces mucho más profundas que
la preocupación por perder poder en su.trabajo. Rico teme que las
iln
)>¡
ocuparse lo suficiente de· sus hijos, cuyas necesidades no puedrn
programarse para que se adapten a las exigencias de su trabajo.
Al oírlo, in~enré tranquilizarlo; mi mujer, mi hijastro y yo he-
medidas que necesita tomar y la manera como tiene que vivir para mos soportado una vida de alta presión muy similar a la suya, y
sobrevivir en la moderna economía hayan lanzado a la deriva su cil hemos sobrevivido bastante bien. «No eres jusro contigo mismo»,
vida interior:y emocional. ;'I le dije. «El hecho de que te preocupes tanto significa que esf;is ha-
Rico me contó que él y Jeannerre se habían hecho amigos de
la mayoría de la gente con la que trabajan, y que con los cambios f"¡ ciendo por tu familia rndo lo que puedes.» Aunque mis pt'alabras
lo reconfortaron, yo lo había comprendido mal.
de los últimos doce años perdieron la mayoría de esas amistades, tí Yo ya sabía que de niiío a Rico le había irritado la autoridad

18
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f~: d
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¡~ de su padre; ya en ronces n1e había dicho que se senría agotado por En ATT tenemos que fomenrar el concepto de que ]a Íuer-
!,~
[;!
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las reglas inamovibles que gobernaban la vida del panero. Ahora 11 2a de rrabajo es conringenrei aunque l:a._ n1ayoría de trabajadores
que él es padre, lo obsesiona el miedo a perder la disciplina érica, :f.f contingentes estén denrro de nuesrra empresa. Los «puesros de
ff en especial el ren1or a que sus hijos s·e vuelvan unas <(raras de cen-
··•!
.i trabajoi} se reemplazan ca.TI ((proyecro_s}) Y. ac~mpos de trabajo¡·.. 1
l
f.; ero con1ercialH que anden dando vueltas por las tardes sin nada ,1
f:;
[~'i gue hacer por los aparcamienrns de las grandes superficies mien- :.'! Las empresas también han subcontrarado con pequeñas ern-
~
t'i tras los padres permanecen inaccesibles en sus despachos. i! preses e individuos empleados con contratos a corro plazo mucha·s

~
··11
Rico quiere seri para su hijo y sus hijás, un ejemplo de derer- :~ t de las rareas que ames se hacían siempre dentro. En Estados Uni-
¡~ n1inación, de alguien que tiene una mera en la vida; ríene quepo-
.'I: f dos, el secror de la fuerza de trabajo que crece más deprisa, por
i;· .," poner un ejemplo, esrá formado por personas que trabajan para
¡f ner un ejemplo. Y el ejemplo objetivo que podrfa ponerles, sumo-
~~
.~~ ~
vilidad social ascendente, para ellos es algo n.arural, una hisror.ia agencias de trabajo remporal.2
-:~ ~ -
r· que perrenece a un pasado que ya no es el suyoi una historia ter.._.- .l
~

c(La gente está ávida [de cambio])), afirma James Champy, el


~ minada. Pero su preocupación más honda es no poder ofrecer l~ ~¡ gurú de la dirección de empresas, porque «el mercado puede llegar
"f¡ sustancia de su vida profesional como ejemplo para que sus hijos
''·i 1
a ser "orientado al consumidor como nunca antes.»3 En esta vi-
~ vean cómo han de comportarse éricameme. Las cualidades del
'd '

sión, el mercado es demasiado dinámico para pern1irir hacer las


y
~
buen rrabajo no son las cualidades del buen carácter. [j cosas del mismo modo afio tras a..11.o, o, simplemenrei hacer la mis-
··.·!
r," ~;¡ ma cosa. El economista Bennetr Harrison cree que la fuente de
t ~: r
E :;1 dicha avidez de cambio es el «Capital impacienteii, el deseo de un
D Como comprendería más tarde, la gravedad de esre remar &I rendimiento rápido; por ejemplo, el tiempo medio de manteni-
[:
procede de la brecha que separa a la generación de Emico de la de ·¡ ·wien-w·de.clas-acciones en las bolsas británica y americam. ha baja-
~
¡
~
g.
Rico. Los líderes de la economía y los periodisras especializados
hacen hincapié en el mercado global y en el uso de las nuevas rec-

·~r
do en un 60% en los úlrimos quince años. El mercado cree que el
rendimiento rápido se genera mejor si se instaura un rápido cam-
~ nologíc1~s, dos aspectos que ellos consideran el sello disrinrivo del bio insritucional.
f Hay que decir que el orden «a largo plazo,, que el nuevo régi-
r
capitalismo de nuestro tiempo. Si bien es bastante cierro, no con-
templan otra dimensión del cambio: nuevas maneras de organizar 11 men quiere destruir fue en sí n1isrno efímero: las décadas de media-

·~
ei riempo, y en especial el tiempo de trabajo. dos del siglo XX. El capírali~'TIO del siglo XIX fue rambaleándose de
El signo más tangible de ese cambio podría ser el lema ''nada a
~ ' desastre en desastre en los mercados bursáriles, con una inversión
~ largo plazo,,. En el ámbito del trabajo, la carrera tradicional que empresarial irracional; los cambios bruscos del ciclo comercial pro-
f
¡ avanza paso a paso por los corredores de Uria O dos íns[irllciónes s~ ·n porciofiab.an poc2. seguridad. En la generación de Enrico, la gene-
está debilitando. Lo mis,;,o ~curre con el despliegue- de un solo
juego de cualificaciones a lo largo de una vida de trabajo. Hoy, un
~¡ ración posterior :.;. la Segund2. Guerra Mundial, este desorden se
controló hasta cierro punro en la mayoría de las economías avanz?_-
1 joven americano con al menos dos años de universidad puede es- :~·
·.··.·t.-¡·
das; unos sindicaros fuertes, las garandas del Estado del bienestar y
·~¡·
'
' perar carnb_iar de trabajo al menos once veces en el curso de su "'..Jas-empr.es.as a g.r:an ..escala..s=-combjnaron.para procl.ucir una era de
;,~
- vida iaboral, y cambiar su base de cualificaciones al menos tres ve- :~· relativa estabilidad. Este periodo aproxinudo de creima añÓJ defi-
ces durante los cuarenta años de trabajo. ne el r<pasado estable)) ahor2. amenazado por un nuevo re"iimen.
1 Un ejecurivo de ATT señala que el lema <macla a largo plazo,, Un cambio en la moderna esrruccur;; insticucional h2_ acom-
f ese{ alterando el significado mismo del trabajo: !1·.·¡ pañado el trabajo a corTo plazo} con concrato o circunsrc.ncial. Las

20 h// o'
~1
~

empresas han intentado· eliminar capas enteras de burocracia para


convenirse en organizaciones más horizontales y flexibles. En lu-
gar de organizaciones con estructura piramidal, la dírección de
empresas prefiere aho.ra. concebiE las organizaciones como redes.
<(.J--as estructuras de red son n1ás ligeras en la base>i que las jerar-
1 11

mareria de confianza son más informales, con10 cuando la gen[e
aprende en quién puede confia.r al recibir una tarea difícil o impo-
sible. Estos vínculos sociales tardan en desarrollarse, y lentamente
echan raíces e: '1s grietas de las instituci~ne~ ..
La organización a corro plazo de las insriruciones modernas li-
quías piramidales, afirma el sociólogo Walrer Powell; «se pueden mita la posibilidad de que madure la confianza informal. Una vio-
ill
desmontar o ·redefinir más rápidamente que los activos fijos de las lación especialmente arroz del compromiso mutuo suele producir-
jerarquías.,,4 Esco significa que los ascensos y los despidos tienden
a no estar estipulados en normas claras y fijas, como tampoco !1 se cuando las nuevas empresas se venden por prin1era vez. En las
empresas que están empezando, a todo el mundo se le pide horas
están rígidamente definidas las rareas: la red redefine constante, 'I extras y un esfuerzo intensivo; cuando las en1presas salen a bolsa

~1
n1ente su estructura.
-es decir, cuando ofrecen públicamente por primera vez accio-
Un ejecutivo de IBM le dijo una vez a Powell que 1a emp¡esa nes-, los fundadores están habilitados para vender y cobrar y de-
flexible «debe llegar a ser un archipiélago de actividades interrela- 1~ jan en la cuneta a los empleados de menor nivel. Si una organiza-
~
cionadas».5 El archipiélago es una imagen adecuada para describir r ción, sea vieja o nueva) opera como una estructura de red flexible
las comunicaciones en una red, comunicaciones que se verifican
como un viaje interinsular, si bien -gracias a las modernas tecno-
~ más que con una rígida estructura de mando ei1 la cumbre, la red
-~~;_ también puede debilitar los vínculos sociales. El sociólogo Mark
logías- a la velocidad de la luz. El ordenador ha sido clave para
reemplazar las comunicaciones lemas y atascadas de las cadenas de ~! "" Granovetter dice que las módernas redes institucionales están

~I
marcadas por cda·foerza de los vínculos débiles», con lo cual en
mando tradicionales. El sector de la fuerza de uabajo con creci- parte quiere decir que las formas fugaces de asociación son más
miento más rápido ofrece servicios informáticos y de procesamien- útiles que lac;conexiones a largo plazo, y en parte, también, que
to de daros, el ámbito en el que trabajan Jeannette y Rico. En la ·• los lazos sociales sólidos -como la lealtad- han dejado de ser con-
actualidad, el ordenador se emplea en casi todos los trabajos, de
-i
'3:i vincemes. 6 Estos lazos débiles están integrados en el trabajo de
,';',t
muchas maneras y por personas de diferente c_aregoría profesional ·'!!,
.•J,1 equipo, en el cual el equipo pasa de una tarea a arra y el personal
.;r;,.
(véanse la.s.Tablas 1y7 del Apéndice).

*
que lo forn;ia cambia durante el proceso.
Por todas estas razones, la experiencia de Enrico -un tiempo a Por el contrario, ·unos vínculos sólidos dependen de una asocia-
largo plazo, una narrativa lineal en canales fijos- se ha vuelto dis- ción larga; en un plano más personal, dependen de una disposición
foncional. Lo que Rico trataba de explicarme, y quizá también de
explicarse a sí mismo, es que los cambios materiales incluidos en 11 'a establecer compromisos con los demás. Dados los lazos típica-
mente débiles y de corra duración imperantes hoy en las institucio-
el lema <<nada a largo plazo" también se han vuelto clisfunciohales "B:I
~.- '¡;'. !
nes, John Kotter, profesor de la Harvard Business School, aconseja
para él, pero en cuanto guías para el carácter, particularmente en .
;,;.
..
a los jóvenes q"" trabajen «en el exterior, más gue en el in rerior de
relación con su vida familiar. * las organizaciones». Defiende el trabajo de consultoría más que
(ti¡
Tomemos, por ejemplo, la cuestión del compromiso y la leal- «enredarse» en empleos de larga duración; la lealtad institucional es
tad. «Nada a largo plazo" es el principio que corroe la confianza, la. ..¡!._.
··umnra:mpa en una·economía en la que celos concepcos comerciales,
~
~lealtad y eU:ompromiso mutuos. Por supuesto, la confianza puede ~ el diseño de los productos, el espionaje de los competido'res, el
ser algo meramente formal, como cuando las personas acuerdan :~_'·
,.!,
equipo de capital y roda clase de conocimientos tienen uno-fperio-
hacer un trato comercial o confían en que el otro respete las reglas dos de vida verdaderos mucho más breves».7 Un consultor que dió-
del juego; pero, por lo general, las experiencias más profundas en
?
i~. gió una reciente reducción de plantilla en IBM declara que una vez
22 i 23
~
¡-
e
,,f'
¡; que los empleados «comprenden [que no pueden depender de ía ~¡ sólo un bariburriilo de imágenes.» Sin embargo, ia mayor parce de
¡:
R empresa] se vuelven comercializables)). s Para hacer frente a las reali-
·.:¡
~ Jas:v:eces esas conexiones tienen que ver con la violencia y la sexue<.-
l ~I
lidad que los niños ven por i:elevisión. Enrico utilizaba siempre
t dades acruales, el desapego y la cooperación superficial son una •[
i arrnadura mejor que el .comporramienro basado en los valores de
¿¡ sencillas parábolas para plantear en casa cuesriones relacionadas
•,'
-~I con ei carácter; la fuente de estas parábolas- era su trabajo: porcero_
lealtad y servicio, - J
Es la dimensión remporal del nuevo capitaiismo, mis que la -¡ Por ejemplo: «Puedes darle la espalda a la suciedad, pero no por
rransmisión de daros con alra recnología los mercados bursáriles
1

,1 .
eso va a desaoarecer.)) Cuando conocí a Rico en su adolescenc~~L,
reaccionaba con cíerca vergüenza a esta filosofía casera. Por. esoJ~~al
-
globales o el libre comercio, lo que más directamente afecta a ias ·".l

vidas emocionales de las personas que ejercen su actividad fuera ~, reencontrarlo, le pregunté si él también hacía parábolas o extraía
reglas éticas de su experíencia en el trabaje. Frin1ero evicó respOn-
~1
del lugar de rrabajo- Trasladado al terreno de la familia, el lema
der directamente -uEn la televisión no se ve mucho de eso>1-, pero
imada a largo plazo,, significa moverse conrinuamente, no com-
:_¡ luego me respondió: «Bueno, no, yo no hablo de esa manera_,,.
prometerse ¡; no sacrificarse_ En un momento del vuelo Rico es- ¡i El comportamiento que cosecha buenos resultados, o incluso
talló de repente: «No puede usted imaginarse lo estúpido que me ~I
~t sólo la Sllpervivenciá en el trabajo, le deja a Rico poco que ofrecer
siemo cuando les hablo a mis hijos de compromiso, Para ellos es
if en el papel de padre modélico. En realidad, para esta pareja mo-
una virrud absrracra; _no la ven en ninguna parre_,, Durante la cena ~I
·-1 derna, el problema es precisamente el contrario: cómo proteger las
senciliamente no comprendí el porqué del estallido, que no pa-
reiaciones familiares para que no sucumban a los comporraml~n­
recía venir a cuento de nada, pero ahora su significado se me ha ·.·1
~
ros a corro plazo, el modo de pensar inmediato y. básicamente, el
lfllelro más claro) entendido como un reproche que Rico se hacía G. ~¡ débil grado de lealtad y compromiso que caracrerizan al moderno
-r
sí mismo_ Lo que Rico quiere decir es que los niños no ven que el ~¡ h::1.·gar·-de ·Ir.a,bajo.··En ·-lugar de los .valores .cambiantes de la nueva
compromiso se practique en la vida, o en la generación de sus pa-
dres,
til economía, la familia -tal como Rico la concibe- debería valorar k
obligación, la honradez, el compromiso y la finalidad_
Rico rambién detesta el hincapié que se hace en el trabajo de r.'11' Este confiicro entre familia y trabajo plantea algunas cuestio-
equipo y el debate abierto que caracteriza a un lugar de trabajo fle- ~
\ nes sobre la experiencia de la vida adulta en sí. ¿Cómo pueden
xible y progresista una vez que esos valores se trasladan a la intimi- ~
';::
perseguirs; objetivos a largo plazo en una sociedad a corro plazo'
dad. Si se praccica en casa) el trabajo en equipo es desrrucrivo, y
¿Cómo sostener relaciones sociales duraderas? ¿Cómo puede::·un
refleja una falta de autoridad y de orientación en la educación de
""'!' ser humano desarroliar un relaro de su identidad e historia vi1ale_n
los niños, _Éj y Jeannetre -me dijo- han visto a demasiados padres
discucir hasra la saciedad todos los aslintos familiares por miedo a -!¡
·:0
una sociedad compuesta de episodios y fragmentos? Las condi.~-io­
nes de la nueva economía se a1imenran de una experiencia que y:;
decir «¡No!)); padres que escuchan ·demasiado ·bier¡, que compren- ~¡ a la deriva en el tiempo de un lugar a otro lugar, de un empleo a
den todo maravillosamente en lugar de imponer la ley, Y han visto
.•." í
:';:,¡
1

-=f orro. Si pudiera establecer el dilema de Rico en términos más am-


el resultado: demasiados niños desorientados_
-$).'¡' plios, diría que el capiralismo del corco pl220 amenaza con corroer

~I
<cLas cosas tienen que tener lógicaii, me dijo fuco. Una vez
SU'·--cará·Gter, -en-.. .esp.eCial..aq.ueJlos aspectos del carácrer que unen a
más, al principio no lo entendí, y me explicó lo que quería decir
los seres humanos enrre sí y brindan a cada uno de ellos una sen-
_ en relaciórílcon la actividad de ver la televisión. Quizá de manera
'·.~ sación de un yo sostenible. t...¡·
excepcional, Rico y Jeannerrc discuten con sus dos hijos varones la ..~;
relación entre las oelículas o relecomedias que los niños ven oor
televisión y los suc~eso~ de los periódicos. «D~ lo contraríoi rod~ es
- ~¡ 25
24 '1 ,
-~; /-
Al terminar ia cena nos quedarnos los dos cada cual absorro
--¡
2
1"i.1
1

11
~pf
dJba lo han tratado como si la vida acabara de empezar y el pasado
en sus pensan1ientos. Un cuarto de siglo antes había imaginado
~r estuviera destinado al oivido. Ei conservadurismo cultural que SLls-
~~¡t~~;:rma un testamento a la coherenc.ia que él siente que !_e falta a
que el capitalismo tardio había conseguido algo parecido a una ·~¡
~1
consumación final; h~b.iera o no más libertad de mercado y me- ~1 ~

nos control gubernamental, el «sistema» aún entraba en la expe- 5¡ En lo que respecta a la familia, sus· válbres no son uoa mera
riencia cotidiana de la gente como siempre lo había hecho, es de-
~I cu¡ stión de nostalgia. De hecho, a Rico le desagradaba la expe-
~1
cir, por medio del éxito y del fracaso, de la dominación y la ri~ncia real de una estricta norma paternal tal como él la babia pa-
sumisión la alienación y el consumo. Para mí, las cuestiones rela-
1 11;¡ dfido bajo la autoridad de su padre. No tenía intención de regre-
tivas a la cultura y al carácter caían dentro de esas categorías cono-
cidas. Hoy, sin en1bargo, estos viejos hábitos de pensamiento no ·r~1 sar al tiempo 1:'"1eal que había organizado la existencia de Enrico y
Fl1via, incluso si·pudiera; me miró con cierro disgusto cuando le
interesarían a la experiencia de ninguna persona. di~ que, como profesor universitario, yo tenía la titularidad para
Obviamente, lo que Rico me había contado sobre su furnilia ·1
rl
~
~
to a la vida. Para él, la incertidumbre y el riesgo son desafíos en el
lo había llevado a pensar en sus valores éricos. Cuando nos retira- •ll
tr bajo; como consultor ha aprendido a ser un hábil jugador en
mos a fumar en la cola del avión, me señaló que antes era liberal, 'i e~ipo. '
en el generoso sentido americano de preocuparse por los pobres y 1 Sin embargo, esras formas de comportamiento flexible no le

comportarse bien con las minorías, como los homosexuales y los »? hap servido a Rico en su papel de padre a de miembro de una co-

~~1
negros. La intolerancia de Enrico hacia los negros y extranjeros m(tnidad; quiere mantener las relaciones sociales y ofrecer una
avergonzaba a su hijo. No obstante, desde .que empezó a trabajar orientación duradera. ·Es contra los vínculos rotos en el trabajo,
dice que se ha vuelto un «conservador cultural». Al igual que la coptra la amnesia deliberada de sus vecinos y el fantasma de sus
mayorfa de la gente de su edad, detesta a los parásitos sociales, ~A·
.. hiJ;os convertidos en '(raras de centro comercial)) que postula la
encarnados para él en la figura de la madre a cargo de la benefi- idfa de valores duraderos. Y por eso, Rico se encuentra atrapado
cencia, que se gasta en alcohol y drogas los cheques del Esrado.

11
enj una trampa.
También cree sin ·concesiones en ·los criterios draconianos y fijos Todos los valores específicos que mencionó son reglas fijas:
de comportamiento en comunidad, como opuestos a esos valores de u padre o una madre dice no; una comunidad exige trabajo; la
«educación liberal de los hijos» que son el paralelo a la reunión d enden~ia es un mal. Los vaivenes de las circunstancias no for-

•~~..·1
abierta en el trabajo. Como ejemplo de este ideal de vida en mln parte de estas normas éticas; después de todo, es de ese azar
común, Rico me dijo que aprobaba la propuesta, habiruahn algu-
-~
, vaLable que Rito quiere defenderse, pero es difícil llevar a la prác-
nos círculos conservadores,· de quitarles los niños a los malos pa- . 1 esas reglas 1ntempora
nc¡i. . les.
dres y meterles en orfanatos.·
·· ¡ Esa dificultad se manifiesta en el lenguaje que Rico emplea
Yo me indigné, y nos pusimos a discutir el asumo con vehe- pata describir sus mudanzas de los últimos catorce años a lo largo
mencia, mientras a nuestro alrededor se alzaban nubes de humo. y·Jncho del país. Aunque muchas de es,.s mudanzas no ·han sido
Hablábamos los dos a la vez (y, al repasar mis notas, veo que Rico por deseo propio, rara vez empleó la voz pasiva al recordar ios
también disfrutaba un poco provocándome). Él sabe que su conser- acdinrecírri.íentos·:·No.1e gusta, por éjemplo, la expresión: «Me des-
~ vadurismo'.}:ulrural es sólo eso, una comunidad simbólica idealiza- pi~ieron en un recorre de plantilla»; en cambio, refiriéndose a este
da. No tiene la esperanza real de encerrar a los niños en orfanatos. he~ho que deswizó su vida en el parque de empresas de ~fssouri,
Seguramente ha tenido muy poca experiencia adulta de conserva- d.ijb: «Tuve que hacer frente a una crisis y tomar una decisión.»
durismo preservador del pasado; por ejemplo, cada vez que se mu- ~11 Rerpecto de esa crisis afirmó: «Creé mis propias opciones; asumo
h ~
26 ,·~
1 27

roda la responsabilidad por· haberm.:: mudado tanras vec,Es.i} l\ie
recordó a su padre. {{Hazte responsable de ri mismo)> era)la frase
~ Asurnír la responsabilid<id por los hecl-ios que escapan a nues-
~I rro control puede pareterse a una vieja an1igai la culpa) si bie:r..
n1ás in1porranre del repertorio de Enrico. Sin embargo 1 .Rico no '
~, esro no caraccerizaría correcramenre a Rico, al n1enos según n1e
comprendía cómo acma.r de acuerdo con ella. / :'i Él no se acusa a si mi~mo con auroinduTgencia.
pareció 2: mí.
Le pregunté: «Cuando te despidieron en Missouri, ¿por qué .; ! Tamr.oco ha perdido el vaior ame um. s·odedad que a él le parece
i10 orotescasre, por aué no re defendisre?>i 1

fragmentada. Las reglas que formula para io que debería hacer una
'«Claro que. me 'enfadé, pero eso no sirve de nada. Np había
. 1
1
1
.persona de carácter sólido .pueden -parecer simplisras o infan elles,
nada injusro en el hecho de que la empresa redujera su volu¡men de . ¡1 pero rampoco así lo juzgaríamos correcramenre. En cíerco se~·r~.~o)
¡
operaciones. Al margen de lo que ocurriera, ruve gue hacer frente a Rico es realísta; en eÍecro, para él habría carecido de sentido escf.i-
hs consernencias. ¿Le iba a pedir a Jeannetre que nos mudáramos 1
¡
.,.1
.:! birie una carta a su empresa comando ios estragos g ue había pro-
una vez n1ás por mí? Era negativo para los niños y para ella.j¿Debí2 vocado en su familia. Por lo tanto, Rico se concenrra en su Pura
pedírselo' ¿A quién podía escribirle una cana contándole[ ío que -1 determinación de resisrir: no perderá el r12mbo. Quiere resisrir, Y.
r11e pasaba?li
.¡' en especial a la ácida erosión de esas cu~Jidades del carácter, como
No podía hacer nada. Aun así se siente responsable de este
1 1 la lealtad, el compromiso, los objetivos y h resoluóón, cualidades
- !
suceso que escá n1ás allá de su control; lireralmente; carga con él)
1 el aue, oor naturaleza, son <ra largo olazo)), Rico afirma los valores
con10 quien carga su propia cruz. Pero ¿qué significa <(hacarse res- 'I ,_ .<. ...... J..

inremporales que caracterizan a la persone. que él es, para sie1npre


ponsable»' Sus hijos aceptan la movilidad como la cosa mJs natu- fi
ral de! mundo, y su esposa le está agradecida por haber esrlldo dis-
~J y de una manera permanente y esencial. Su voluntad se ha vuelto

puesto a mudarse por ella. Sin embargo, la afirmación <asumo ~, estática; está atrapado en la mera afirmación de los valores,
Lo que falta entre los polos opuestos -experiencia a la deriva y
roda la responsabilidad por haberme mudado tantas veces,,, sale de {f ...as.ev..er.ación _esrática- es un .relato .que .organice .. s.u _c.onducra. Los
P-..ico como un rebelde desafío. En este punto de nuesrr~ viaje) ~I relatos Son más que simples crónicas de los aconrecimienros; dan
comprendí que lo último que debía responder a ese desdfío era
~;¿Cómo pudiste ln1putarte a ti n1ismo la responsabilidad?i)). Ha-
~I forma al avance del tiempo, sugieren motivos que explicarían po~

~'
qué ocurren las cosas} muestran sus consecuencias. Enríco tení2.
bría sido una pregunta razonable y a la vez, un insulco: en¡1el fon-
1
un relato para su vida, lineal y acumulativo, un relaco con sentido
~1
' t '
oc, ~u no cuencas. ) ..
en un mu~do altamente burocratizado. En cambio, Rico vive e10
Enrico tenía una idea algo fatalista y anticuada de la gei¡ite que
nace en el seno de una clase con unas condiciones de vid~ deter-
minadas y hacen roda lo que pueden dentro de esos líffiírds. A él
_j un mundo marcado por ia flexibilidad y el cambio a corro piaza;
, este mundo no ofrece muchas cosas que se parezcan a una narra-
- Ci'óñ~· ñl- tCODóffiica ni' soC~::iJmenre.· Las empresas se desinreg~aD .º
le ocurrieron cosas que estaban más allá de su ·Conuo] -c~mo el ~·.·1
despido- y rnvo que haceries frente. Como puede dejar dairo esre {¡ _se fusionan, los puesros de trabajo aparecen o desaparecen, con10
hechos desconectados. Según Schumpeter, la destrucción creativa,
ejemplo de sparring que he cirado, el sentido de responsapilidad ~t el pensamiento empresarial, requiere gente gue se sienta cómodf
de Rico es, por decido de alguna manera, más absoluto. Él¡quiere
llamar la' arenc'.ón sobre su férrea disp,osición ~que se le cofsidere
~- responsaole5 so ore ese aspecto del caracter, mas que sobre un par-
ricular curso de los acontecimientos. La flexibilidad lo ha erhpuja-
1
-
·.·.;··'I
sin calcular las consecuencias del cambio, o genre que no sepa qué
ocurrirá .a continuación. La mavorÍ2.)
, .sin embare:oJ no se srence
tranquila con los cambios que se producen de esra manefa des-
preocupada y negligente. ff
~

do a afirmar que la auténrica fuerza de voluntad es la esenci4 de su


~-¡
~L.C2.. !
1
:1
.el
Es cierro que Rico no quiere v.i.vir come un hombre schun1pe-
, l j T 1 1 • h •
rer1ano, aunque en .:.a crue1 iucn2 por- 12. suDe_rvJven.c1~ no Je l ay2
1

MI
28

~-
29
·.':~f
·i,~J

ido mal. <cCambio)> sólo significa ((a la deriva)>; a Rico le preocupa


.';f¡
·,_.;.¡:¡:
desorienta la acción planificada, disuelve los vínculos de confianza
;: 1
t y compromiso y separa la voluntad del comportamiento.
;!
~-,
que sus hijos naveguen ética ·Y emocionalmente, pero, igual que
con sus jefes, tampoco a sus hijos puede escribirles una cacea capaz ;:
Creo que Rico sabe que es, a la vez, un hombre de éxito y un
de orien carios a lo la,rgo del tiempo. Las lecciones que quiere en-
señarles son tan intemporales como su propio sentido de la deter-
,,¡ hombre confuso. El comportamiento flexible que le ha traído el
éxito está debilitando su propio carácter-eh ri1odos qüe no tienen
minación, lo cual significa que sus preceptos éticos se aplican a una solución práctica. Si es un Eve1yman de nuestro uempo, su
: 1
rodas los casos y a cualquiera en panicular. Las confusiones y an- universalidad puede residir en ese dilema.
¡
siedades que provoca el cambio han generado en él ese paso al ex- ,¡
tremo opuesto; tal vez ésa sea la razón que le impide presentarles a '
sus hijos su propia vida como un relata ejemplar, y la razón por la
cual, al escucharlo, uno no tiene la sensación de que su carácter se
desarrolla y sus ideales evolucionan.

·'.'·,
'"
He contado esre encuentro porque las experiencias de Rico ,.
.;;
con el tiempo, el lugar y el trabajo no son únicas, como tampo- ;~~'.
co lo es su respuesta emocional. Las especiales características del .....r·:..
tiempo en el neocapitalismo han creado un conflicto entre carác-
ter y experiencia, la experiencia de un tiempo desarticulado que
amenaza la capacidad de la gente de consolidar su carácter en na- '·.'t.
rraciones duraderas. I~¡
A finales del siglo X'/, el poeta Thomas Hoccleve escribió en
el Regimiento de los príncipes: «¡Ay!, ¿dónde está la estabilidad de
Ji
este mundo»>, un lamento que aparece también en Homero, o en '.},'!
Jeremías en el Antiguo T estarnemo.9 A lo largo de la mayor parte t¡
·~,J¡:·
de la hismria humana, la gente ha aceptado que la vida cambia de -2
repente por culpa de las guerras, las hambrunas y otras catástrofes, ___::q_
y también que, para sobrevivir, hay que improvisar. En 1940, -:-1
··,',
nuestros padres y abuelos estaban desbordados por la angustia, - "]:".
~~
tras haber resistido el desastre de la Gran Depresión y hacer frente .&
1
a la sombría perspectiva de una guerra mundial. .'f
Lo que hoy tiene de particular la incertidumbre es que existe ;
::··

sin la amenaza de un desame histórico; y en cambio, está integrada .;f•I


..~
en ias prácticas cotidianas de un capitalismo vigoroso. La inestabi- -···
•. ·, t-i
lidad es algo normal, y el empresario de Schumpeter sirve como '-

ejemplo de Everyman ideal. Es posible que la corrosión del carácter ':7

sea una consecuencia inevitable. La consigna <<nada a largo plazo,, ,;


.~ /

30 -,.•:e·'f· ~·· "'=-'-· 31


rrabajo como en oE:ras insríruciones. Podernos creer en las virtudes
de la espontaneidad. En ese casü, la cuesrión sería: ¿la flexibilidad,
11
-~~'-;i
.:;¡: i
••O.
3 F~EXIBLE

con codos los riesgos e incerridumbres que comporta" remediará el '.~_:.;.- ~


problema hum~no que se propone atacar? ALm suponiendo que la ;;¡
·.·::;.¡
rurina riene ~n efecco-apaciguador sobre el carácrer, ¿cómo podrá : .. =¡
[
la .flexibilidad producir un ser humano más compromecido? . ¡

...: ¡
·.-; '
:·~ !
--;
.. !
. j

1
\/¡ '
, Lh palabra flexibilidad entró en el idioma inglés en el siglo :\.'V;
1 sU ser{rido original derivaba de la simple observación que permíría
'-[
..,.¡ cf,nstátar que aunque el viento podía doblar un árbol, sus ramas
·''· I vblvi,P a la posición original. Flexibilidad designa la capacidad del
¡
áfbol [para ceder y recuperarse, la puesta a prueba y la restauración

i/
~,¡
de su jforrna. En condicione.s ideal~s) una conduc(a humana .flexi-
'o,1e d~ib er1a
' tener la
' -ffií:.-S1n-;;.--"resrsteno:-;::."d.-'T2.
. . . 1 ..1."'"enSiúTI:·''<f
' ' d~pta·b-i.e'-a
1 '
~ra:s

· circullsrancías Gm1bianres sin dejar oue És"Cas lo rompan. Hov la


"'! s9cieJad busca vías para acabar c~n l~s males de la ru;ina crea~do
~:.:.

i1 iristit~ciones más flexibles. No obstante, las orácricas de la flexi-


,~¡ b;lidaH se cenuan principalmeme en las fuerz~s que doblegan a la
;d .
crenreJ':
j~I
b ,

.,.¡ . Lps primeros filósofos modernos compararon ese aspecto de la


fkxib)lidad con la capacidad sensible del yo. Locke, en su Ensayo
.ÍlIí
~·t
sÓbre ~l entendinziento hura.ano, escribió: (<El yo es esa cosa cons-
clenr¿ }r pensante ~-· qlle .es sensible al_ placer y al dolor, o cons-
------"=-L
cient~ de ambos, capaz--de-senrir felicidad y desgracia ___ )) Hume,
:ti eii el !Tratado de La naturaleza humana, afirmó que cccuando n1ás
idrim~ente penetro en lo que llamo mi fitero-intenzo, sien1pre
;~¡ ricpi~zo ..c::onA:ina u -otra -percepción ·parricuiar,· calor o frío, -luz o
sombf2 amor u odio, dolor o placer». 2 9 Es"Cas sensaciones proce-
·f;¡
o·~-.
1

dk estímulos del mundo exterior, que «doblam el yo ata hacia



:~e
den
uh lado, ora hacia el otro. La Teoría de los senün1iencos rndrales de
H Sffiít~ se basaba en estos estímulos externos y can1biantes~
A! partir de entonces el pensamienro filosófico sobre el carác-
1/
46 ·-· 1 ,~~
47

--~
rer luchó por encontrar los principios de la regulación; y la recupe- ft Edrnund Leach ha tratado de áiviciir l:~. exoer1encia del tien100
ración internos que rescatarían del flujo sensori¿l la .~ensación de :]ff cambiante en dos grupos. En el primero de ~Eos; sabemos que las
·;i_~
• • • • 1 ' •
ser uno mismo. Sin embargo; en ios escritos de econ9rnía'.polírica cosas carnD1an, pero parecen rener una conr1nu1aad con lo que las
posrerióres a Adam Sn1ith el acenro se pone en el ~mbio por sf
1 jli n~~ orecedido. En el otro, se produce una_ ruocura debida a acios
mismo. Esca clase de flexibilidad se asociaba a las virrµdes; empre- -~~ 011 ; han alterado nuestra vida de manera iriev~isib1e.3°
a Sn1ith los economisras del síglo):xrx)op~sie- ~! Consideremos, por ejemplo~ un rito religioso como la con1u-
1

sariaies; siguiendo
..., 1
..., ¡ ; ... ~f

ron la flexibilidad del en1presario al aburrido y lento¡ empeño de ¡~ nión. Cuando comemos la hostia participamos en el mismo acre
los obreros industriales; •)ohn Scuarc Mili, en sus Prin'cipios
! .
tk eco- ~i
::::"--?
que alguien realizó doscientos afios anees_ Si sustituimos las hos-
nomia política, veía los n1ercados como un tearro de ~a vid.a, peli- f! rias de trizo V
marrón -por hosrias blana.s,. no aicer.amos mucho el
e:rosos )'desafiantes a la vez., y, 2. le~ :omercianres, cbmo' arósras :~.~ significado del riro; la nueva harina se ir ... , rpora al ritual. Pero, si
~ ! ' ·_o,~f,
in. .~isrimos en que a las mujeres ca.sadas u.eberí2. permitírsele§ ofi-
t • • • ._. -

Cle la improv1sac1on. ¡ , --~i~


lvíientras que Ad?-rr1 Smit:h era un moralisra de laf soli~aridad, :~j ci2r una comunión, podemos provocar que el sentido mismo de la
los economistas polít:icos que lo siguieron se concenrkaroll en un ·J¡ palabra <tsacerdote)~ cambie irreversiblemente, y, con ello, el.\signi-
valor ético difer~nte. Para Mili, es el comporramien~o fl~xible lo ~1:¡ ficado de la comunión.
que gener2. la libertad human2.. Aún estamos dispues~os 2. pensar 'ii:' En el ámbito del trabajo" los ritmos que Diderot describió en
que así es; nos imaginamos que esrar abiertos al camb~o, ser adap- ·;¡! el molino de papet o los hábitos descritos ,oor Anrhonv, Giddens, -
r_~bles, s?n ct1~lidades dei ~~r~cter que se necesira...11 par~ u~2. acci~n -Jf ~

ilustran la primera sensación de un tiempo que cambia dentro de


lrDre -el ser humano es libre porque es capaz de ca¡rnb12.r-.. No--~~{ un continuum. En comparación, el cambio fle..xible, del tipo que
obsra~te, en nuesrr.o ~ierr:_Pºi la n~teva economí~ polír1ca ~~aiciona fil hoy tiene la mira puesra en la rutina burocrácica) pretende rein-
esce á_eseo _peirsonal ~e ~1bertad .. ~~ repugnanc1a a .17 ru~1na bu- !1¡ ventar las instituciones de manera decisiva e irrevocable de modo1

rocránca y_ ia oúsqueda de la_ flex1b111aa~ han produc1qo ~~evas e;~ '_I·~.~-


1

-· que el presente se vuelve discontinuo del pasado.


Íi
rrucruras de poder y control en lugar ae crear las coi¡id1cíones ae
liberación. .l

1
'

'
!ji
---j
La piedra angular de las modernas prácticas de dirección de
empresas es ia creencia en que las redes flexibles sorr~;n;ás abierras
que las jerarq~ías pirarnidaies -como las de la era fordisra- a una
reinvención radical. En la red, la un.íón entre nódulos e.s más flexi-
modern~s de fle-. _::~I
Ei sisrema de poder aue acecha en. las formas ble; se puede separar una parre -en teoría, al menos- sin destruir a
xibilida~ es~á c_o~~uesto,. de rr~s _el~,entos: .r~invenc~ón ~sco~~i- ~ll las demás. El sistema es fragmentario, y en elio reside la ooorruni-
~ ,
n. ua de las m~muc1ones, e,s_pec1~hz~c10n ~ex1ble de la¡ producc1on ?.~,.· dad de intervenir. Su misma incoherencia invíra a revisarlo.
y concentrac1on s1rr centra11zac1on ·ael poaer. Los hec~os que caen ~ Las ·récnicas ·espeóficas de esta ciase de re.invención de insriru-
deni::ro de estas categorías no son desconocidos ni mis~erio'sos paIL :':~ ~ ciones ya esrán bien establecidas. Los directores de empresa recu-
la mayo_ría de noso,i::;os/ no ob~ca~te) n1ás difícil es ev4uar ~las con.: -;.if rren a programas de software que estandarizan los procedímienros.
secuencias personales ae estos hechos. ! ; -~I operacivos (SIMS); milízando el programa SIMS, hasta en un<
Reinvención discontinua de fas ii1Stituciones: Los mknuales y las -~~ empresa muy grande es posible ver io que rodas !as celdas del pa-
. .·, . . . ! ; ~!\
- rev1sras empresariales actuales tienden a presenrar ef coriporra- ~ nal institucional esráii produciendo) y así evirar rápidamenr~: la
mienro flexible como dependiente del deseo de carnPio; '.sin ern- :,li duplicación de unidades o 125 unidades no eflcientes. Estas itiis-
bargo, se rrara de una cla~e especial de cambio, con c~nse~uenciaS ·¡ mas maquetas de software permiten que los contables y los planifi-
particulares para nuestra percepción del tiempo. El ~nrr~pólogo 1j

¡¡
cadores instirucionales. evalúen cuantitativamente qué programa.s

48 i .LÍ.Ci
•/
~-
~~

te
f
j· qué personal pueden recortarse en una fusión de empresas.
0
fr.y~rinÍ; (<1elimi~ación de capas») es el término con que se denomi- ~f
De-1 planes c,bmerciales, los beneficios esperados resultan efímeros, la .
organizapión pierde dirección. 32 Los cambios inscitucionaíes, en
~ na a la prác_rica de facilitar a w1 número menor de directivos el :-lj: juaar deiseguir la trayecroria de Una flecha emiada, apuntan en dí-

~
~
control ;obre un nún1ero mayor de subordinados; la <(desagrega- JI :::i ,
recc'ionef diferentes y a veces conf:licri~: t1na unidad operariv2
-

ción-verricahi ofrece a los miembros de una isla empresarial lapo- lf: renrable;se vende de repente, por ejemplo; y a-pesar de elio, unos
sibiiidad de reaiizar tareas n1úlriples. ;ji años máS tarde, la empresa n1adre intenta volver al negocio en ei
El rérmino corriente para es2.s prácticas es reengineeri!Jg (<(rein- .!f cual sabla cómo hacer dinero antes de pretender reinvenrarse.
aeniería, reinvención))), cuyo resultado básico es la reducción de ~I Vuelras fOmo ésra impulsaron a los sociólogos Seor¡ Lash y John
~uesros de "trabajo. Las esrünaciones de las cifras de t:rabajadores J( Urry a definir in extenso la flexibilidad como «e! final dei capita-
arnericanos afectados por una reducción de plantílla desde 1980 a::~~ lismo organizadoii. 33
~ 1995 varían de un cálculo-a la baj~~- de rrece millones, a la espec- :il '
La e.;x:presión puede parecer exrremada. Sin en1bargo, puesro '
racular .cifra de treinta y nueve millones. Estas reducciones han re- %1 que.la ideología empresaria! presenra la rendencia ai cambio insci-
nido una cone..'<ión directa con ei aumento de la desigualdad, pue~ ¡~cional \como una cuestió"n de mayor eficiencia más aue con10 un..;
sólo una minoría de Íos rrabajadores ele mediana eclad despedidos experim~nro de final abierto, es necesario preguntarse"' si ha conse-
han encontrado orro rrabajo con un salario igual o superior. En-~ guido ' -
SU¡ objetivo. En concreto, el nuevo régimen ha pretendido

,,.,_ __ .
una Bibii.a. mod!::rna sobre este tema -Re-engineeríng the Corpora- ::
- - . ··· · - · - 'u,~mPc v Tames Champy defienden·
non-~ los autores, M1chae1 .1:.1..:..~1u ...... ~ J _ • ' ___ . .. . :..- • _
~limimrrJlos males de la rurina en nombre de um. mayo; producti-
vidad.
,. _ _ _ • • _

,ia reestructurac1on ·, organ · a··iv"a.. fren-e


i 12 t ,_
a la acusación de que:~·t:.-T'i~.
• , ~f
·' A or:mc1p1os
__ ....: de los anos noventa, !a Amer1can Manaaement t> _
r ª'ª despe J =r a ia gente afirmando que «reduccion de,. ~· .>l<>?Ltaqon -4~) J' _J¿s .empresas .:i.:íi'.yatt- efectuaron estud10s de
l~
m .....tO rusrraz p . .
P- • •
w _ . · , 1 ~ • _ _ • • T _ ,
.-r__.. . . . c.1n·~ -1 _ .(......., ..... uct . . . 1:0.. ....;J~- ..,.JJ>Z"o.. "'~~nifican hacer menos con.me-:. empres~ que hab1an iruaado importantes procesos ae reducoon
f,: .- nos. En cambio, reingeniería significa haCer inaJ i...v.cr n:ien ;¡i~~~~l7· de plant/lla. La AfliA comprobó que los reiterados recortes de
Una afirmación que invoca a la eficiencia; la palabra misma evoca~ ·~antilla /producen «menores beneficios y una producrividad des-
una operación más ajusrada que se consigue mediante una ruptura~ cendente»; el esruclio Wyarr afirma que «menos de la mirad de las
~rucial con el pasado. Sin embargo, exagerar la eficacia de la rein~~
geillffi, poole ~od~IT '=P"º·
duce precisamente-porque la reingeniería puede ser un proceso su~~ -
p<•¡
El rnrnbio >ITTmfilbk •
empresas'. han logrado sus objerivos de reducción de gasros; mencis
'"°"
de d,, hm o==rndo 4 =<obilid,J., y mrno, do 000 d<
cada cua¡tro aumemaron la productividad.34 Las razones de este
1,iamenre caótico, · ,; . frarno s~n en parte evidemes: la moral y la motivación de los rra-
A ~ediados de los años noventa, muchos direcrores de empre-1- -· bajaiioref bajaron en picado con los diversos recorres. Lc;s uabaja-
sa vieron con· claridad que sólo en fa ·vida fantástica y muy bien. · ·.
pagada de los consulrores puede una organización grande definir':
un nuevo plan comercial, reducrrse y remvemarse con vJStas a,·
1 dores que sobrevÍvieron se quedaron, más- que exultantes por una
1-ictoria fomperitiva frente a los despedidos, esperando el nuevo
golp.e de .~a cha.
adaptarse y después avanzar hasta llevar a la prácrica el nuevo:~ ~n t~rminos más generales, aunque las .r:iedi'das de productivi-
plan. f:fic K Ciemons, uno de íos más sobrios y prácticos de estos;;. gr:fn
dad a escala son infinitamente complejas, al menos h 2.y bue-
consulrores, observó con ra!ame aurocrírico que «muchos, incluso nos mot~'vos para dudar de que la época acrual sea más produeriva
la mayoría, de los esfuerzos de reingeniería fracasan», y las más d0: que el plisado reciente. Tomemos, por ejemplo, una medi\)1 es-
las veces porque las instituciones se vuelven disfuncionales duran-::. · peó~ca iie crecimiento, el producto interior bruto (PIB), Según
t~ el proceso de r_educción de plantilla: se descartan }r revisan los.~ este indiCador, el crecimiento fue mayor en la era de los dinosau-

50
. ·· IZS '1\\'.•
. ~..,a~
51
:; .
í~
g - - . ~j
b rios burocrácicos; las tasas de productivíciad h2_n d,isminuido en ·.~f
~ queñas del none de Italia, y cómo permíre que estos negocios
,-todas ·-las gr~Jldes sociedades indus[riales (véase L-J....'.[?:[ila. 3). Gr2.- :~f - - -~-· ) ·1· • 'l - 1 ~ '-J

~ reaccionen rap1C1arnente a los c:;;.mo1os·de la nemanna. Las empre-


cias a Jos avances tecnológícos, se h~t producid.o un) aumento im- ;W!
sas cooperan Ycompiren a la v~z, buscando secrores dei mer~2.do
i·.
f percance del sector ·de las manufa.cturas en 2.lguno~ países pero, ~#;t­
F 1
aue cada una de ellas va ocupai:1do con c.arácte-r temporal más aue
~ caiculada en todas las ciases de empleados administ~ativos y obre- '.!f¡ J. ,.. • • • ... .L

" permanente y ..adaptándose a Ja com. vida de producros como el


\~
tr ros, la productividad, n1edida t<"Jfto en términos de Prodiicción de {I-1 vesrido, los texriies o las piezas de maquinaria. El gobierno desem-
ü' un trabajador individual como en horas de trabajo~ ha ~ermado ll peña un papel posicivo, pues ayuda a estas empresas iralian?S-~ in-
11 en rodas partes. P.Jgunos economistas han llegado aiafirrp.ar que si ~I ~ovar iuntas más aue 2. quedarse encerradas en batalias :a.vida o
~
¡; se suman todos los costes de1 trabajo informarizado) la tecnología, ·~:~:
T J. - .

n1uerre_ Piare y Sabe! 1ian'1an al sisEema esruci.iado por elios <'escra-


f;
~
en realidad, arroja t1n déficit de produccividad_35 j . tf regia de innovación permanente: adaptación al can1b.io continuo
~\( Ineficiencia o desorganización no significan, sin) embargo, que :~IJ más que un esfuerzo por conrrolar1011 _36
g
~
el cambio brusco y percurbador sea una medida sin ~ies ni cabeza. ~ i La especialización .flexible es la ar1ríresis deJ sisrema de pro-
r Estas reorganizaciones insrirucionales indican qu~ el cambio es ·~1 ducción encarnado por el fordismo. Hoy, en la fabricaciór11 de co-
~ real~ y, como sabernos demasiado bien, el valor en B:oisa ·¿e las ins- =:!~
c..hes y ca_rn.ioiles, la vieja y kilométrica cadena de montaje que es-
l rituciones en curso de reorganización suele subir, )como si cual- .Jf cudió Daniel Bell ha sido reemplazada por isíotes de producción
quier cambio fuera mejor que seguir igual que ante~. En la operz- 11!
~
f
ción de los mercad.os modernos, el rrasrorno de las ;organizaciones :.f1 esoecializada. Debarah Mor;:iles.. que FstJ.idió una variante de esras
_,,. . pl;,_11tas flexibles en J::i. industria.del automóvil) subraya Lr Í..71.Dor-
¡¡" se ha vuelto rentable. Mientras que el cambio brjisco ,puede no ':fJ ;ancia de la innovación como respuesta a un2 demanda d~J m;rca-
!i juscificarse en términos de productividad, los ben:eficios a corro ~;E do; ai cambiar las rareas semanales, y a veces diarias, _que los traba-
~ ' . . . . ,. . ; ,. . . ;'. . !
plaz.o para ios accionistas proporcionan un :tuerre ~nce:pr1vo a los -;J~ jadores han de realiz_ar.37
'

l poderes del caos disfrazados con la palabra reengi~eeri.ng, de ap2- t.I ~


Los ingrea1enrf'.<:
• T•
_,,,,...""",,~· --- ~·--·
riencia tranquilizadora. _Algunas emprs:sas perfecrfmente viabl_es º;}- · ~=-·~~~...~1 so~ conocidos. La especialización flexible conviene a la
., 1 -. • - J --:ic1on
"' fI ex1ole
., •

so.n destruidas o abandonadas, y· muchos emplead~s capaces que- -~· aira tecnología; gracias_ 2. los ordenadores, las máquinas indust:ria-
dan a la deriva y no se ven recompensados, simpI~meme porque.·;::'l les pueden r~programarse y configurarse fácilmente. La veiocid2.d
f la organ.iza~ión debe demosrrarle al mercado que e~ capaz de cam- ,~I
'¡¡ de ias comunicaciones modernas tam. bién ha favorecido la .espe~ia­
Ñ biar. f ; ~t Üzación flexible a1 permitir que las empresas gocen de acceso_~}n­
1 Sin embargo hay razones más fundamentales ciue i_h-1pulsan ~ .:~f
1
mediato a los daros del mercado global_ Además, esta fo-rma .de ·
capitalismo a busc2.r ,el cambio radical drre;ersib/e, por más de' if producción requier~ una rápjda roma de decisiones, y .por esÜ es
1
~
sorgan1z.ado e 1rriproaucr1vo que sea. Y la razon se felac1ona con ··la_ ~i apropiado ·para el pequeño grupo .de trabajo; por el contrario, en
inestabilidad de la demanda del consumo. Esta inestabilickd de h ;~f UD2. gran pirámide jerárquica, 12_ adopción de decisiones puede ra-

¡'
¡
¡

,~
¡
¡
demanda da lugar a la. s~_gun_~ª característica de lof re_~ímenes fk_, :~
x1bles, a saber, la especia11zac1on flexible de la prod\lcc10n.
Especialización flexible: para expresarlo c¿n se~cill~z, la espec
cializaÓón flexible uata de conseguir productos mas variados cada~¡·
vez más rápido. En T~e Second ~ndu'.trial °,ivide, ~os. economistas
$
j[
't.
lentízarse míentras los papeles ·lJegan hasta 12 cumbre a. fin de ser
aprobados en ia oficina ceniral. El ingrediente más sabroso de este
nuevo proceso producrivo es ia disposición a dejar que las deman-
das cambiantes del mundo exterior determinen la ,;tructura iÁrer-
~2. de las insrituciones. Todos ·escas elementos de recepri~Ídad
~
1 lvl1chael P10re y Charles Sabel aescnben como fi.¡noona la espe- ..;~ contribuyen a la acepración dei cambio decisivo y brusco.
íl . 1·
c1a~1zac1on
., fliex1"b iE
1 en las re lac1ones
. f]~W·¿ as entre
' e~presas pe-~~~ ·'1><
l ti¡} '
Puede parecer extraño -al menos a· los americanos- citar un
IT
l 52 i~~
~t~
0 5.3
·.:-,a
,,
j:
i ejemplo de h vanguardia de la innovación producriva en Iralia._~;¡;'.4
Aunque las empresas americanas y europeas han aprendido mucho
1
¡·1.
rarse c~n ranra flexibilidad y decisión_ como el angloamericano. La
iraiia ~el norte, por ejemPlo_,. e~ totalmente ((renina» en su mezcla
de ías récn,icas japonesas de especialización flexible, la rerórica de la :IU de empresa estatal y privada, pero también flexible a la hora de
eco11ornía americana suele suponer que la economía de los Estados.Jf n:spon~er.rápida y lábilmenre·a las camD!ar:r~ é?Cigencias del ffier-
Unidos es, en su conjunto, más flexible que otras, gracias a la ma~·-1r cado. ljin algunas formas de fabricación de alta tecnología, la densa
yor ausencia de interferencia es-rataI propia de .este país en campa- ·ii red reziana de asoc)aciones cambiantes puede, de hecho, ser más
ración con Europa y Japón, a una red más débil de amiguismo, a ;'5í!f recepriya a la demanda de los consumidores qne su prima neolibe-
sindícatos también más débiles y una opinión pública dispuesta·~~ r:tl encFrrada en upa dudosa· batalla contra las interferencias «gu-
a rol erar el cambio económico brusco (véase la Tabla 1 O). · ,¡~¡ bcrnan;enrales)> y aplicada a aniquilar a sus competidores. La rela-
·Esre prejuicio a..rnericano se basa en el reconocimiento implíci-: ~l:i ción ebrre el m·ercado y el Estado compensa la diferencia real-;-.
ro de que el régimen flexible es, a la vez, político y econón1ico. las .jf cn[rc 2{1nbos regímenes.
-t cuestiones de flexibilidad tratan de cuestiones de economía políti- :j¡¡ ·_Lo_~ regímenes d;l Rhin tienden a frenar el cambio cua~d_o
ca prop1amenre d1cha, y hoy encuentran formulaciones contras-;.~Í per1ud~ca a los c1udaaanos con menos poder, mientras que el reg1-
rantes en Estados Unidos y algunas parres de Europa. ¿Hay límires'll ~1en ar}gloamericano se inclina más hacia los carnblos en la orga-
a la manera como mucha gente se ve forzada a doblegarse? ¿Puedej,. nizacij}i y en las prácticas laborales aunque los más débiles tengan
el gobierno dar a la gente algo parecido a la fuerza elástica de un'Jl: que p"agar un precio por ello. El modelo renano no se lleva del
árbol a fin de que los individuos no se quiebren bajo la presión del.J: rodo rqal con la burocracia esratal, mienrras que el angloamerirn-
cambio' --;'~[ no opera basándose en el principio de que el gobierno es culpable
EI banquero francés Michel Albert establece la diferencia en-,j¡ hasra q~e no se demuestre su .inocencia. Ruud Lubbers, ex prin1er
.tre ias respuestas dividiendo las economías políticas de las nacio-'~i ~ ministrp de los Países Bajos, ha afumado que la confianza holan-
nes avanzadas en un modelo «renanoi> y un modelo <cangloameri~Jí ; desaen¡ el gobierno ha permitido real)zar dolorosos ajustes econó-
cano». Ei primero existe desde hace casi un siglo en_ los Países~: micos que una ciudadanía más recelosa no habría aceptado.39 Así,
Bajos, Ale1nania y Francia: en este modelo, los sindicatos y las em..::=1 +. b. eriqu}era <'neoliberalismo>i se aplica a menudo al- modelo angloa-
presas comparten el poder, y el Est~do del bienestar proporciona.it merica~~ ('.<liberal» en sur~enrido original de no reguíado); «capi-
un s1srema de pens1ones, de educac1on y de presrac1ones san1rar1as,~&ff rahsmo¡ ae Estado)) es la rormula con la que se clas1fica al modelo
relarivamenre bien entretejido y seguro. Este modelo renano se hi.'.I renano.i
1:1r11za o en talla, apón, os países esca..l'J.dinavos y también en Is~m A.~bos regímeneS tienen defectos.. pero diferentes. El anglo-
raeL · . _ _ ::;'._.~;J a_mericro, con b2ja ~asa de d~sempl~o, presenta una cre_ciente de-
El or~o mbdelo, el {<angloamer1c~o>),.se refiere a la siruac10:1.;lj · s<gualdad _en los salan~s. Nadie pueae ~egar que la realidad de fa
actual, mas que a la pasada, en el Remo Urudo y en Estados Unv.~ , actual desigualdad de Ja nqueza en el regimen angloamencano es
dos. Este modelo ofrece mayores posibilidades al capiralismo de li~.f asombr~sa. El economista Simon Head ha calcuiado que para el
b_re mercado. _Mientras que d m_odelo rena;:io _hace hincapié en;l'tl 80% cid( _rramo inferior de la póblaciól1 activ~ americana, los suel-
'=;
Gertas obligaciones de las msnruc10nes econom1cas con el s1steina;¡ · dos mef!ios semanales (a;ustados a fa rnflacion) cayeron un 18%
de gobierno, ei modelo angloamericano subraya la subordinación~ de 197~ a 1995, mientras que íos percibidos por ia élite em"presa-
de la burocracia estaral a '1a economía, y, en consecuencia, tiende~! j rial aunfi-enraron el 19% (sin reller en cuenta los impuescosJ~ y un
aflojar ia red de seguridad que proporciona el gobiemo. 38 1:·~. GG% después de que los asesores fiscales hayan hecho sus pases de
.:JAA. '
Respecto de los mercados, el modelo renano puede compor-:¡;f,. magia. 4?Otro economista, Paul Krugman, afirma que el 1% supe-

54 !f2 7h . ""
.

rior de ios asalariados americanos han más que doblacj.o sus


sos re~iJes en la década que va de 197-9 a 1989, 'en . Sümparaciór(Jm.~
con una tasa muy inferior de riqueza acumulada eni1 las décad~~i
••
~~~

ingre~- io es que tiescenrTaliza el,p-ocie-r,. es"'decir, que da z la gente de cate-


~orí:r -inferior
0 0

más control sobre su_s propias activídades. Obvia-


~1enre se· trata de una afirmación faisa en lo que respecta a las réc-
¡¡¡,
f!i;
Hi!
r~;
, - -'"'""""-¡
ani:eriores.4 1 En el Reino Unido, The Economist calc~ló hace P~1il! nica5 empleadas para desmontar ia.$ VÍejas y g.igar:iteSC_as estruC(Uras fj¡¡ '.
co que el 209'6 superior de la población activa gana sie;~e veces ~.hjj butocrácicas. Los nuevos sistemas de información. proporcionan a H
que el 200/o der [ramo inferior, mientras que hace v~inte años la-li ¡ directivos un 2:mplio cuadro
05
4e
la organización y- dejan a los t_¡;
diferenci~, sóio era de cuarro.4 2 Un secretario de Trab,1ajo de Esra.:.lf ·ndividuos, aI marg-en
'-' de cuál sea su lu 0aar en ic.. red, •poco espacie
~ -~-"''- ~·E
i ~
dos Unidos ha afirn1ado: «Estamos en vías de convert~rnos en una'Jíf.
l
p3 rc. esconderse; SIMS, al tratar solamente con sus superiores in- Lt
sociedad de dos escalas¡ compuesra de unos pocos garl.adores y urtJ·I 1 1
~ ediaros ocup2 el lugar de las négocíaciones que podrían pro- \ ;:
grupo -ñiucho mayor que se queda arrási¡; opinión qu1bsecunda el ·f~i ceger a los individuos. Igualmente, la desagregación verücal Yr. e1 ¡ (:
presidenre del Federal Reserve Bank, quien no hace\ mucho de-.:l! dei.ayering son cualquier cosa menos procedímientos de descenT:ra- ¡.\!
claró que los ingresos des.iguales podían transformarse; en ({una se-_.,J( lización. Hay una península de poder en el archipiéiago del p~de.r ¡¡;~
ria amenaza oara nuescra sociedad>>. 43 ¡~-~~ ílexible, y en la tierra alguien decide que <{Barbado~)} puede hacer !U\
_ Mient:ra; que en los regímen7s rr~n_anos ia brec~i.i en lo's sa1a~J-J el trabajo que una vez hicieron (cTrinidadll y <tGuadalupei>) }T ttB2.r- !]~
r1os no ha aumenrado rant:o en la uluma generac1or;i, el aesem-: -~1 b_:dos}> raras veces elige aumentar sus propias cargas. l'.:\l
pleo se ha vuelco una maldición. Enrre 1993 y 1996, ,ia economía·"I~ La sobrecarga de dirección de los pequeños grupos de rrabajo j"i·~
~stadounidense generó casi 8,6 millones de puestos d~ trabajo, y a·~f con. muchas tareas diferentes es una característica frecuente de la fj~1
1 1
pa_rr,ir _de 2:92 tar:1~ién comen~ó ~ ~crece~ el,mer~~o de rrabaj~
bntan1co . .t..n camn10, aurante la u1t1ma decada, casi ~odo el mer-é~~
¡¡ reorganización de empresas -y contraria a las ciivísiones cada vez
más exactas del uabajo que A-dG...11T Smith imaginaba en 12 fábrica
fr\
\1 li
cado europeo continental y dei Japón estuvo estanca~o4 4 (véase la_¡.·.1. de clavos-. Realizar estos experimentos con decenas o con cientos U:f¡
Tabla 2).- '
!
· ~!
~¡;-,
de miles de empleados requiere inmensos puesi::os de mando. }"" la !fj:
Estableciendo esras diferencias se pone de relieV.e un hecho·~¡ IHil.
muy s~ncilio. La operación, d~ l,a prod~c,ción flexi~le/ depe?de dé
la manera como una socreaad define el bien comun.: El reg1men ·-~f
Ir economía de la desigualdad se suman así nueV2.S formas de ooder
desigual y arbitrario dentro de ia organización.
Consideremos,· por ejemplo, los ordenadores persona1es de
,_

_j~~
lf:
angioamericano tiene pleno en1-pleo, pero pocas restri~ciones polí--jt rr,_arca que compramos: son un colfagé de piezas y montiljes parcia- fj¡:
,-------;,-i:Ea5-----2:---l-a-des.ig.u.aldari j,.. ioaresos. mientras aue los s.is~ernas de los·!j?:-- l:~.

1
les fabricados en distintas parres del mundo, y marca representa, ¡¡::
Estados del enescar del ~o delo renano, más senSiblf:s á. los prO:.
Di ;!f a ló sumo; el armazón del conjunto. Jl.! pr~auccion tierre---iugaren .--: ~~
blen1as de los crabaiadores, son un obstáculo 2. la cre~cíón de em- ~f un 0ercado de trabajo global y resulta -en una práctica productiva 1('.

piw. El mú '"' o~gemm <l<pmdc dd bi<P qo< pe<¡ig>mm


esri razón, es útil Ja palabra ~crégimeni); sugiere.los
"°'
~~rrfiinos ~e po--·~.-- .~
denominada hollozuing (((vaciado>i)~ pues la marca es un signo
vaci.'o. En su clásico esrndio Lean and _Mean, Brnnet Harrison
!!'"
ll'.·.·

der sobre Jos cuales se perm1ce operar a ia producc10n¡Y a los mer- ,15 .
1

muestra cómo el poder jerárquico permanece firme en su lugar i


cadas. ¡ · ~·~ _. tariíbién en este tipo -d,e -producción; 12. effipresa grande n1anriene i¡
ConCelJtración sin centralizací.ón: Un régimen ~exible ríen e ~; b2.jo su control al ca_rnbiante tccuerpo de baile)) de las empresas que \¡~
una re~ce;~ caracterís:i_ca. ~os. camb~~: en las redes_, _Iof mercados y j.·~.f: dependen de ella, les pasan los deseen.sos en el cido comercial, o. ff
la proauccion que utiliza hacen posible algo parecido ¡a. un oxímo- Í ·_
1
los producros que han fracasado· a sus socios más débiíes, l'j'ue !1
roe.: concent:ración de poder sin centralización de pod~r- 1t: está.n más apretados. Las islas de rrabajo perm2..necen al alcance de ¡~
U no de ios ales;.~os a favor .de la nueva .organizaci?n del traba- -~1 península de poder, l:
" ' . -~
56 -fJ
="'V
57
r
i~
t;
ti
"~-i'
·~=;,¡.
;;_,
~~

Harrison llama a esta red de relacio_n~s


desiguales e inestableS~~11 que no varían de un n1es a orro, la jornada de trabajo es un mosai-
co de gente con horarios diferenres y más personalizados, como
(<concentración sin centralización>}; con1plementa el poder para re~::Ji"l
ocurre, por ejemplo, en ei despacho de J eannerre. Este mosaico de
,.. orzanizar
,_,
uná institución de arriba hacia aba)· o en Íragmenros
- .....,
y·:J{
¡gi¡] horarios parece muy lejos de la rrionórona organiza_ción del trabajo
nódulos de red. El ·control puede ejercerse fijando objetivos de ~~
en la fábrica de Smirh; en realidad, paree.," s~r- una liberación de
producción o de beneficios para una amplia variedad de grupos de·:~;
~
Jos horarios> una auténrica vicroria de la organización n1oderna so-
~ la organización, y cada unidad .riene la libertad de alcanzarlos
""t
li bre la rutina de toda la vida. Sin embargo, la realidad del horario
con10 le parezca conveniente. Sin embargo, esta liberrad es en- ~i
gaños2.. Es raro que las organizaciones flexibles se fijen objetivos:.~~ flexible es bien distinta.
El horario flexible surgió con la. nueva entrada de mujeres en
fáciles de alcannr; por lo general, las unidades son presionadas·~¡
para que produzcan o ganen n1ucho más de lo que esrá delltro de .Jl el n1ercado de trabajo. El nún1ero de mujeres pobres qu·e trabajan,
como Flavia, siempre ha sido mayor que el de mujeres de la bur-
1'

su capacidad inmediata. Las realidades de la oferta y la demanda 'iJ guesía. En la última· generación> con10 ya hemos señalado, l1na ,¡
raramente van sincronizadas con esros objecivos; el esfuerzo) a pe- Ji!
sar ~~ es~s rea,1i~ades, es e~puj~r a es~s ~ni~ad~s má~_Y más; la
pres1on viene ae 1a cumbre ne la ;erarqu1a insrrruc1onaL-) ~(
il importante cantidad de mujeres de clase media han entrado en las
filas dei trabajo en Estados Unidos, Eucopa y Japón y han seguido
forman,¡l.o parre de la fuerza de trabajo incluso después de tener
Ocra forma de comprender el sistema de poder descrito por 'i~
hijos, sumándose a las mujeres que ya trabajaban en servicios de
Harrison es decir que desafiar el viejo orden burocrático no ha :~f
traído consigo menos estructura insricucionaL La esrrucrura per- .il menor nivel y en el secror de manufacturas. En 1960, un 30% de
las mujeres norteamericanas formaba parte de ia-faerza de trabajo
mane~e en las faerzas qu~ em~ujan a p~oducir a las unidades o a ~i
remunerado, y el 70% no; en 1990, era casi el 60% y sólo el 40%
los rncuviduos; lo que se ae1a ao1erto es la manera de hacerlo, y la j¡;¡'
no. En las economías desarrolladas en 1990, casi el 5 0% de ia
cumbre flexible de la organización pocas veces da la respuesta)
, , ' h l
=IR fuerza de trabajo profesional y técnica estaba formado por nmje-
1
pues esta mas ocupaaa en acer as cuentas ne sus propias nece-
-
,$1,
.,,....,&.
res, la máyoría empleadas fúll-time_46 La necesidad, así como el de-
sidades que en diseiíar un sistema mediante el cual las necesidades :¡: seo personal, ha impulsado el trabajo femenino; hoy, un estándar
puedan s~r satisfec~as., (<Concen_t:aci~n sin centralización>) es una .~~,
de vida ae clase media requiere por lo general dos asalariados
manera ae transm1t1r la ooerac1on ae manao en una esrrucrura _"f¿i
1

que ya no tiene la claridad ~de una pirámide -la estructura inst~tu-


adultos ..No obstante, estas mujeres trabajaéloras necesitaban un
j¡ horario de trabajo más flexible; al margen de su clase social, mu-
cional se ha vuelto más inrrincada; no más sencilla-. Esta ..:.if
chas de ellas trabajan a tiempo _parcial y siguen siendo madres 2.
es la razón por la cual la palabra misma, {<desburocrarización>), ·es ·~f
confusa y a la vez torpe. En las organizaciones modern_2:S que. P!:ªC:- ·!-I~ tiempo completo (véase la Tabla 5).
ric~ n la co,ncenrr:ción sin ~e~rralizacíón 1 12 dominación desde
1 jf La liegada de rriás mujeres de ciase medi2. a la fuerza de traba-
jo contribuyó a una mayor innovación en el horario flexible, sea a
arnoa es, a la vez, tuerte y amorra. _ ::l;ll[
-~~
tiempo completo, sea a tiempo parcial. Ahora esrns cambios ya
~~ han traspasado las barreras de los sexos y los hombres también
.,;i.:
~~ tienen horarios más elásticos. En la actualidad el horario flecible
~,í
Una,..!11-anera de comprender la maner2. como encajan los tres
conoce distintas variantes. En la más sencilla, milizada de uná·ma-
elementO~ del régimen le. enconrramos en la organización del
·..if!:.
"'i'i',,

i~
nera u otra por el 70% de ias empresas norteamericanas, un :efaba-
tiempo en el lugar de trabajo. Actualmente, las organizaciones fle-
jador debe cumplir una semana entera de trabajo pero decide a
xibles están experimentando una organización distinta de la jorna-
qué horas del día está en la fábrica o en el despacho. En el excre-
d~ laboral, el llamado <(horario flexible})_ En lugar de turnos fijos
~i
:1}''
-~ 59
~R ~,.,
f.:
f.' ~"'"

t~ -lij
~i n--io opuesto, hay un 20o/o de empresas que permiten {(comprirni.r~}"!J ,-"isor-es -suelen .abrir el correo eleCtrónico. Sor.: pocas las ernpresas
f~ el horario de trabajo, como cuando un empieado completa una s~-·~¡j.j 11 .., ofrecen horario flexible }' aue, sia
~·-~
'1 • j,_
0
uiendc el modeio del Tav- o
~,: n--iana en cuatro días. Trabajar en casa es una opción que hoy ofre-;:-~~! 1 ~1erk, proponen a. los trabajadores: <(Tenemos esta tarea; hágala
¡r;-
1:- -ce el lGo/o de las empresas, en particular para uabajadores de ven~~~j con1o le plazca, pero higala.>i Un u.a.bajador o una trabajadora con
~ ras, técnicos y del sector servicios, una opción Viable en gran j-*_ i horario flexibie controla 12- ubicación del iraBajo pero n6 por ello
1.

r medid<:i. '-'E:racias al desarrollo de las redes internas de comunicacio- ·:~.. i obtiene mayor control sobre el proceso de trabajo en si. Acrual-.
~! ·~_, ~

~
nes (úmanets}. En Estados Unidos, los hombres y las mujeres~ 1 n1ence, varios estudios sugieren q11e la vigilancia su~le ser, _de 11e- .~.,

~
blancos de clase media tienen hoy mayor acceso a los horarios fle-:- . j: l cho, n1ás estricta para ios que no tr2bajan en la oficina que p.jra
~~ xibles que los ooerarios de una fábrica o los trabajadores hispanos. ~~=·t \os presentes en la empresa.49
li El hor;rio flexible es un privilegio de la jornada de n·abajo; .el -era- :~ ! De esta manera, ios trabajadores cambian una forma de SL1mi-
~ bajo por· las tardes o por la noche aún recae en l~ dases menos ,}jr_ i sión 2.l poder -cara a cara- por otra que es eleccrónica; estci es lo
~
privilegiadas (véase ia Tabla 6). .. ::Ji¡¡ que Jeannette descubr.ió por ejemplo, cuando se trasladó a un lu-
i
ri
Esre hecho pone de relieve una de las formas erl que el horari¿ -:·~~J
1

~r de trabajo más flexible ai regresar al Este. La microgesr1ón del


¡:
¡:
flexible, pese a que en. apariencia promete .mayor libertad de la que -~l i tiempo sigue realizándose a paso acelerado, aunque el tiempo pa-
í~ aozaba un obrero uncido al carro de h•. rutina de la fábrica de .;~ ~ rezca desreguiado en comparación con los males de la fábrica de
b ~­
ii_' Smith, se enrreteje, en cambio, en un nuevo entramado de con- ..~f ~ Smich o del furdismo. La «lógica métrica» de Daniel Bell ha pasa-
H} rroles. El horario flexible no se parece al calendarió de vacaciones --·@f do del relo;- a la ,oantalla del ordenador. El trabaio , está descentrali-
i,_i
oue permite a los trabaiadores saber exacramente qué ~
esperar;-¿~~
~ ~%·
zado desde el punto de vista físico, pero el poder ejercido sobre los
¡:I'
1 .'- J

ran1poco es comparable a1 toral de horas de trabajo semanales que ~f rrahaj·adDres·es-más-d1recto. El relerrabajo es la úlríma isla dei nue-
¡' ~- ' d ' - 1 • ¡;
una empresa pue d e Iljar para sus emplea os ae n1ve" 1n. . er1or. L2; -~~ . ~ """¡ vo régimen.
t
r,¡ programación flexible del horario es más un beneficio ororgado a :11
~ empleados privilegiados que un derecho de los ·trab2.jadores, según·:~~
! la analisra de gesrión empresarial Lorte Bailyn; es un beneficio in- ·;#j~i :furas son, pues, las· Íuerzas que inClinan a la gente hacia el

~
'
justan1ente distribuido y estrictamente racionado. Esta afirmación
es exacta hoy en Esi::ados U nidos; orros países esrán inrroduciendci };~
·jtj carr1bio: reirivención de la burocracia, especialización flexible de la
producción, concentración sin centrali:z.aciórL En la rebelión con-_
¡ las prácricas americanas. 47 - -~t t:ra la rutina, la aparición de UIJ.2- nueva libercad es engañosa: ·En::·
~ Si el horario flexible ha de .considerarse una recompensa, rarr1~ ~[ ias instituciones, y para los individuos, el tiempo ha sido liber.~do,-·:­
~ ' bíér1 coloca al empleado bajo el estricto control de la institución. ~~J de la jaula de hierro del pasado, pero está sujeto a nuevos con-~ro­
r
¡ Consideremos, por ejeffiplo, .el más flexible de los horarios -flexi- .~'~f ies y 2. una nueva vigilancía·,,erticaL El tiempo de la Hexibilid.ad es
¡ ~le~, el trabajo e:J. cas2.. Esta recompensa les provoéa un~ g~an an- ~lt e1 tiempo cie un nuevo poder. L2. flexibilidad engendra desorden,
r; 1
pero no libera de las restricciones.
¡ s1enad a los empleadores, pues remen perder e1 control ne los tr2.- :f{f
l\ bajado res no presentes en la empresa y sospechan ·que los qt1e se ~i 12 versión de Smirh imaginaba que h flexibiíidad enrique-
~
8 queda[[, en casa abusarán de esa liberrad. Como resulrado, se ha !~
48 cer.La a ia gente écica y materialmente; su individuo flexible es ca-
~ ,. h , ' ' . ' '
puesto 'i::n marc _a un monron ae conrro1es para regu1.ar e1 proceso -~l-~ CC'E paz de repentinos estaliidos de solidaridad. Una esrructuf_a de
f,1
G
,_, de trabajo real de aquellos que no uabajan en ia oficina. Por ejem- ~H carácter tor2.Ímente disrinta apafece entre los que ejercen eb.Poder
" plo; la gente riene que llamar a la oficina regularmenre y se urili- ~J
~ denrro del complícado régime...r1 moderno. Son libres, pero su li-
u zar1 controles intrq.net para ·vigilar al trabajador ausente; los super- ·~f bertad es amoral.
~
~~ n?"'
:~,,,{~
G~n .~t -~
61
--~ iG
~~
. ,__ ~%"

fil l.Tna especie de reseiltimi.ento familiar me ha venido Trayendo·


l· ~~ :i:fio tras año a Davos con10 observador. En su mayoría mi familia
Durante los úhimos años he asistido regularmeme a una reu-.~f estaba formada por activistas d~ izquierda. Mi padre y mi río ]u-
nión invernal de líderes de la economía y la política en el pueblo:~-! charon en la Guerra Civil e5pañola; al principio combatieron
suizo de Davos. A Davos se llega por una estrecha carretera que ·'.~f contra los fascistas en España, pero al terinillár }~ guerra lucl1aron
;., atraviesa los Alpes; el pueblo se extiende a lo largo de una calleij rambién conrrn los comunistas. El desengaño posrerior al comba-
principal bordeada de hoteles, tiendas y casas para esquiadores. ,;¡:Í re ha sido lct historia de gran parre de la izquierda an1ericana.
Thomas MarIB ambientó allí La r11.ontaiia mágica~ en un gran hO- _ ;¡¡ l~ambién mi generación tuvo que olvidar las esperanzas que nos
cel que una vez fue sanatorio para tuberculosos. Durante la serna- f .i cautivaron en 1968, cua.r1do la revolución parecía estar a la vuelta
na del Foro Económico Mundial, Davos da alojamiento al poder, :'.%
más qlle 2. la salud. ;h
I
de la esquina; la mayoría hemos rermir1ado descansando, algo, f<
incómodos, en esa nebulosa simada justo a la izquíerd<. del cen-
A lo largo de la calle principal, una larga fila de limusinas Uega ,~¡ [fO, donde las palabras ampulosas son más in1portanres que los-

hasra la sala de congresos, donde esperan guardias, perros de poliáa :il


y ?erectores. de n1etales. Para acceder a la sala, cada uno de_ Io: d~s
rrul congresistas que llegan al pueblo ha de colocarse una ms1grua i'j:¡
ijf hechos.
r Y aguf, en las ~isras de esqui de S~iza~ vestido~ con10 ~1 e11
erecco fueran a pracncar este deporte, estan los venceaores. M1 pa-
electrónica de seguridad, c~ya funci~~ es algo 1;11~ que impe~r el
......

:ií
·'"-I: ~

sado ~e ha e~señado una cosa: sería farai rratarlos con10 a sin1ples


p2.so a la chusma. La pla_ca nene un codigo electromco que permite,ª 'fff~alvanos; ~entras que la geme como yo se ha acosmmbrado a
qu1en la porcaleery enviar mensa;es a un comple;o s1stema1nform2--·_j·E aloergar ae rorma continua una especie de sospecha pasiva hac1a Ia
rico, y así organizar reuniones y hacer negocios en las cafeterías, en. ~~j realidad existente, la corte de Davos rezuma energía, defiende los
las pistas de esquí o en las selectas cenas en las que la disrribución de JI ~ra~des _cambios que h3;'1_ marcado nue_srro tiempo: m:evas recno-
as1enros se ve a menudo perturbada por la prensa de los negocios. -~~¡· _1og1as, el ataque a las r1g1das burocracias,, las econom1as rransna-
Davos está dedicado al calentamiento económico ·global, y el :Jlfcionales. Pocos de los que he conocido en Davos comenzaron
centro de conferencias está a rebosar de ex comunistas que ensal- 1¡,igual de ricos y poderosos. Éste es un reino de gente que (<ha llega-
zan las virtudes del ·lib~e c~mercio y el consumo indis~~iminad~- j, ~o>i, ,Y mud;.os de sus logros se los deben a la práccica de la flexibi-
La lengua franca es el mgles, una prueba del papel dommanre ne '\ii, hdan.
Estados Unidos en el nu~vo :ap~t~smo;Ja m~yoría de los,asiscen~ ~I El ~o_mbre de _r;avos ~ás conocido por el públic,º_ es Bill Ga-
res habla un muy buen mgles. d .roro .i::,conom1co M_unC11al fun- ;'<iE. ·res, el uo1cuo preslQente oe M1crosofr Corporanon. rtace mucho
ciona más como una corte que como un c~ngreso. Sus monarC2.5 _jJ apareció -como todos los principales orado~es del Foro- en perso-
son los gobernadores de los grandes-banc6s o los directores de em.=. .-~~_;: na y 2 la vez en un2. pantalla de televisión giga..11te.. Algunos de los
presas internacionales todos ellos buen9s oyentes. Los conesanos ~1 tecnólogos presentes comenzaron a murmurar ciiando la cabeza
·li
1

habla~ con fluid ez y en un tono bajo, ~i~mpre a punto de solicirii giga ~te h~b~ó; p~~a ellos, la c~ida.d de~los prod~ctos ~icro~oft es
un prestamo o ne concretar una venta. A estos hombres de nego- ~g
1 1
meruocre. Srn emnargo, para la mayor1a de los eJecut1vos B11l Ga-
clos (~_on, en su mayor parre, hombres), ·la semana de Davos les ~il tes es u_r1a figura heroica, )'no solamente porque ha construido
cuesta: un montón de dinero; sólo acude gente del n1ás alto n.ivel, jf una gran empresa a partir de .cero. Es el epítome mis1no de·-_mag-
~ero esa atmósfer. a. corr~sana está co_nraminada por ~ierro temor, ,el -Jf nare flex ible p~~ excelencia~ ,cómo _se ~emost~~. ~:ce, m;r~poco
1
Lemor 2~ quedar tuera ae combate, a ser excluido ae este nevaao ;.f cuando aescuor10 que no hab1a previsto las posi01haaCi.es ae lnter-
Vers~les. ~f . neL Gares hizo girar sus inmensas operaciones alrededor de ·una
:;l/
~
61- ~-~1
,.¡
'-"/' 6º
J
~~

~t J¡t
f_r"
·.;¡¡¡: ...

?'
moneda de diez cenravos, y- reorganizó ei foCo de su empresa en .ji( diieron los norteamericanos, no se oroduce de esca maner;;t nícida
~ bUsca de la nueva ooorrunidad del mercado. fi "burocráricamenre .planificada. • ·
~
)

Cuando era niÜo, yo tenía una colección de libros llamada la jl


E
~:
~'
¡
Lir~ie ~nin Librar¡• (la :eque~a
.Biblioteca Lenin) que ex¡)licaba
muy graficamenre el caracter ae los cap1tal1stas que se hacen a sí ·~~ 1
]f . Puede que sóio sea ía necesídad económica lo que hoy impul-
s3 al capiraiisra a aposrar por muchas pos.ibiiidades al n1ismv ciem-
po. Escas reaiidades prácric~ts requieren, ·no- Obitante, u112. fuerz2_
s;

fu mismos. Una lámina especialmenre esoeluznanre mosuaba al viejo \i;! panicular del carácrer, la de alguien que tiene la seguridad _neces2-
'
~- John D. Rockefeller co;,o un elefam; que aplasraba a los desaf~r- ~Í ~ía para moverse en el desorden, aiguien que florece en m.edi?. q._~~~
tunados trabajadores con sus enormes patas, cargado de locomo- \3 i la dislocación. Como hemos vísro) Rico sufría emocionalme11(t_"._
,,.~ toras y torres de petróleo. Puede que el hombre de Davos sea im- .-~ f por los desplazamíentos sociales resulrarn:es de: su éxito profesio~~.·
f.
t placable y codicioso, pero esas cualidades animales solas no son ~ Í ~al. Los ve~daderos venc~dores s10 sufren ,oor la fragn1~nt2ció1J:-.
¡, s uficientes fªr~ expli_car los _ras?os carac_terológi~os de los barones _¡;:_, Los estimula,. en cambio, el trabajo simultáneo en 1nucl1os,frentes
r
ae la tecno1og1a, de los cap1talisras de riesgo y el.e los expertos en 1- 1 diferenres; es parre d~ la energía del cambio irreversible.
1

[
'~ reengineering de empresas que se reúnen allí. . :~ 1 La capacidad de desprenderse del pasacic, ia seguridaci•necesa-
. Gates, por ejemplo, parece no pacie~er ia obsesión de :ferrarse_.¡¡
~ a las cosas, Sus produaos aparecen con rue,rza en el mercao.o y c.on ~1§.l
ria para aceptar la fragmentación: éstos son dos, rasgos de carácte¡
gue se n12nifiesran en Davos entre las personas que de verdad se
~i
\"i ht misn1a rapidez desaparecen; Rockefelier, en cambio, quería po- :f,J " " sienten cómodas en el nuevo capitalismo. Hay rasgos que fomentan

~I
seer pozos de pecróleo, edificios, maquinaria o carreteras }r poseer .-%f ta espontaneidad, pero aquí, en la montaña suiza, esa espontanei-
~
todo por mucho tiempo. La falta de un apego duradero parece ca- cJ dad es, en el mejor de los casos, éticamente neutral. Estos misn1os
!.:
w rac'.eázar le. actitud de Gates hacia el _rr~b~jo; hab'.ó cie la ne~esi- JI ,~,r:as.gos .de .carácter que fomentan ia es_pontaneidad se vueiven más

~
dad de pos1c1onarse en una red. de pos1b111aades mas que queaarse .~~ aurodesrrucrivos para los que rrabajan en es::alones más bajos de:l
para'.izacio en un '.rabajo dado. Es, en tocios los aspectos, un com=-.[·$.•J¡ régimen flexible. Los tres eiemenros del sistema de poder flexible
"~: pet10.or rnescrupuioso, y las pruebas de su cod1c1a son vox populi; ~. corroen el carácter de los empleados más corrientes que t:racan de
H
H Gares 1-1a destinado sólo una minúscula rajada de sus miles de mi-;~ jugar de acuerdo con estas reglas; o, al menos, eso es lo que yo he
i! llones a la bendícencia o ai bien público, pero la disposición a ce-jJ .
observado al descender de la montaña mágica y. regresar a Bosron.
,.H
',,f1 ~ef _se pon~ d.e ma~ifies~o e~ su disposici~n a d_esi:ru~. lo qu~ ha
necho, segun las ex1genc1as del momento inmediato, l iene, s1 no ~f
;J
''
};i la ca~aci~a~ de dar, sí la C'.'J.pacidad d~ d7sp~en.der~e. --.- -:~Í
~
.r:sta ralra o.e apego auradero esta relaoonada con un segundo !:J
1 1

~
"
rasgo el.e caráccer de la fl~bilidad, a saber, la tolerancia a la frag'.:' ~:f
mentación. En su conferencia deI año pasado, Gates nos dio a ro;·~¿(
![ dos un consejo muy especiai, nos advirtió de que el crecimienro.if
de ias índusrrias ~ecnológicas es un asunto turbio.' ~aracterizado '.lt
por r;nuchos expenmemos, pasos en faiso y conrrad1coones. Otros.ifil
¡;
,." recnólogos americanos les enseñaron lo .mismo a sus colegas euro-!!
_f
~ peo-renanos, que, aparentemente 2.ferrados a viejos procedimien..:j.
!;'

ros formales) aspiran a diseñar una «~ol-írica ~ecnológica ~o~eren- ~{:


'
ff
/!' re» para sus empresas o sus respecuvos paises. El crec1m1ento, 'fj ,
l~
;~,:_ ~7
:-;
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[' 64 7r ~/ G'i

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