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Definición del amor “¡Ah de la vida!” … ¿Nadie me responde?

Es hielo abrasador, es fuego helado,


es herida que duele y no se siente, “¡Ah de la vida!” … ¿Nadie me responde?
es un soñado bien, un mal presente, ¡Aquí de los antaños que he vivido!
es un breve descanso muy cansado. La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.

Es un descuido que nos da cuidado, ¡Que sin poder saber cómo ni a dónde
un cobarde con nombre de valiente, la salud y la edad se hayan huido!
un andar solitario entre la gente, Falta la vida, asiste lo vivido,
un amar solamente ser amado. y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
Es una libertad encarcelada, soy un fue, y un será, y un es cansado.
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada. En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

Soneto amoroso

Francisco de Quevedo

A fugitivas sombras doy abrazos;


en los sueños se cansa el alma mía;
paso luchando a solas noche y día
con un trasgo que traigo entre mis brazos.

Cuando le quiero más ceñir con lazos,


y viendo mi sudor, se me desvía,
vuelvo con nueva fuerza a mi porfía,
y temas con amor me hacen pedazos.

Voyme a vengar en una imagen vana


que no se aparta de los ojos míos;
búrlame, y de burlarme corre ufana.

Empiézola a seguir, fáltanme bríos;


y como de alcanzarla tengo gana,
hago correr tras ella el llanto en ríos.

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