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Atlas de los principales hallazgos por RM en la patología de

la rodilla

Poster No.: S-0943


Congress: SERAM 2014
Type: Presentación Electrónica Educativa
Authors: 1 2
Y. Núñez Delgado , M. Eisman Hidalgo , M. D. Garcia Roa ; El
2 1

2
Ejido/ES, El Ejido (Almería)/ES
Keywords: Extremidades
DOI: 10.1594/seram2014/S-0943

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Objetivo docente

Introducción

Las lesiones, tanto agudas como crónicas, de la rodilla constituyen una causa frecuente
de dolor y discapacidad en la población general y en deportistas; su tratamiento eficaz
se facilita por un diagnóstico precoz y preciso.

En los últimos años se ha demostrado la utilidad de la resonancia magnética (RM) en la


evaluación de las lesiones meniscales, ligamentosas y óseas, la RM es la única técnica
no invasiva capaz de evaluar con fiabilidad todas estas estructuras articulares, a la vez
que permite seleccionar a los pacientes para procedimientos artroscópicos.

Objetivos

El objetivo de este trabajo es revisar los hallazgos en RM de la patología más frecuente


de la rodilla.

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Revisión del tema

1. MENISCOS

Los meniscos son estructuras fibrocartilaginosas semilunares interpuestas entre el fémur


y la tibia. El menisco interno y externo tienen formas diferentes. El menisco interno
es oval y tiene un cuerno posterior que es dos veces más grande, en la dirección
anteroposterior, que la anchura del cuerno anterior o el cuerpo meniscal (Fig.1A) . El
menisco externo es redondo y presenta una configuración simétrica, teniendo todas sus
porciones un tamaño similar (Fig.1C).

1.1. Roturas meniscales

Existen dos criterios de RM para el diagnóstico de una rotura meniscal, la presencia de


una señal intrameniscal que claramente contacta con la superficie articular del menisco
(Fig.B) y una morfología meniscal anómala.

Las roturas meniscales pueden ser diagnosticadas con fiabilidad cuando la hiperseñal
contacta con la superficie meniscal en dos o más imágenes. La morfología meniscal
anómala es igualmente importante, aunque a menudo es un hallazgo sútil de rotura
meniscal.

El desplazamiento del fragmento interno de una rotura meniscal da lugar a la rotura


en asa de cubo (Fig. 1D) . La identificación de las roturas en asa de cubo en RM
es importante porque típicamente requieren cirugía. El signo más útil de rotura en
asa de cubo en RM es la visualización directa de un fragmento interno desplazado
en la escotadura intercondílea. Las roturas en asa de cubo del menisco interno
están típicamente localizadas debajo del ligamento cruzado posterior (signo del doble
ligamento cruzado posterior).

1.2. Quistes meniscales.

Los quistes meniscales son colecciones líquidas paraarticulares, encapsuladas y


frecuentemente septadas asociadas a roturas meniscales horizontales. (Fig. 1E).

Los quistes externos, son más frecuentes que los internos, no obstante los internos
son sintomáticos con más frecuencia debido al efecto masa que producen debajo del
ligamento lateral interno; están típicamente centrados en la interlínea articular y se puede
ver la comunicación directa con la rotura meniscal . Debido a su contenido líquido, los
quistes son hiperintensos en T2. Ocasionalmente, el contenido proteináceo de un quiste
produce aumento de señal en T1. Los quistes meniscales tienden a reaparecer después
de su resección si no se trata también la rotura meniscal subyacente.

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1. 3. Menisco discoide

Un menisco discoide es un menisco displásico que ha perdido su forma normal y tiene


una configuración ancha, cubriendo parcial o completamente la porción central del platillo
tibial en lugar de estar confinado a la periferia. Los meniscos discoides externos son
más frecuentes que los internos. El menisco discoide degenera y es más susceptible
a roturas y formación de quistes que un menisco normal. En las imágenes sagitales,
usando cortes de 4 o 5 mm de grosor, un menisco discoide presenta una morfología en
pajarita en tres o más imágenes consecutivas. (Fig.2).

2. LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR

En las imágenes potenciadas en T1, el LCA normal se visualiza en la escotadura


intercondílea como una banda de baja señal que a menudo (cuando lo observamos en
el plano sagital) muestra estriaciones lineales de señal intermedia en la proximidad de
su inserción tibial (Fig. 3A y B).

2.1. Rotura del LCA (Fig. 3C y 3D)

Signos de rotura:

Directos:

Discontinuidad de las fibras.

No visualización de las fibras.

Orientación anormal.

Indirectos:

Edema óseo.

Según la localización la rotura del LCA puede ser : proximal, intrasustancia, distal o que
afecte a las inserciones femoral o tibial.

El extremo proximal del ligamento es la localización más habitual de las roturas; este
segmento del LCA es difícil de visualizar en las imágenes sagitales debido a los
artefactos de volumen parcial que se producen con la cortical del cóndilo externo. El
tercio proximal del ligamento y la inserción femoral se evalúan mejor en los cortes axiales
y coronales.

La avulsión distal ocurre fundamentalmente en niños pequeños en los que el ligamento


es más resistente que el hueso inmaduro, sin embargo no son infrecuentes en los
accidentes de esquí.

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2.2. Ganglión o quiste del LCA

Puede ser de origen congénito o traumático. Ha sido descrito en ambas superficies del
ligamento y entre las fibras de este. Suele estar localizado en el tercio medio y proximal
del ligamento. Tiene un comportamiento en RM hipointenso en las secuencias T1 e
hiperintenso en T2 (Fig. 3E), no mostrando realce tras la administración de gadolinio.

3. LIGAMENTO CRUZADO POSTERIOR

El LCP normal tiene una señal de resonancia hipointensa homogénea en todas las
secuencias espín eco (Fig. 4 A).La mayoría de las roturas del LCP son de tipo intersticial;
un largo segmento del ligamento, o todo él, se muestra engrosado y con aumento de
señal . El edema y efecto masa causado por la rotura del LCP es menor que en las
roturas del LCA. En las roturas completas, se observa una hiperseñal heterogénea sin
que se identifiquen fibras ligamentosas.

En las roturas parciales, existe un área de hiperseñal y fibras ligamentosas visibles en


todo el trayecto del ligamento. (Fig.4B).

Las roturas por avulsión afectan generalmente a la inserción tibial del LCP.

Rotura completa de LCA y LCP. (Fig. 5).

4. LIGAMENTO LATERAL INTERNO

El LLI se valora mejor en las imágenes coronales donde aparece como una estructura
de baja señal en todas las secuencias (Fig. 6A). En las imágenes potenciadas en T2
puede verse una banda de señal intermedia entre las capas superficial y profunda del
ligamento que corresponde a la bursa intraligamentosa.

En las lesiones grado I, solamente existe una rotura microscópica del ligamento, y las
principales alteraciones ocurren en los tejidos periligamentosos. El LLI tiene un grosor
y señal de resonancia normal, observándose edema y hemorragia periligamentosa y en
el tejido celular subcutáneo adyacente. (Fig. 6B ). En las lesiones grado II o roturas
parciales el ligamento está engrosado y muestra áreas de hiperseñal tanto en secuencias
T1 y T2. Las fibras ligamentosas están separadas del hueso cortical debido a la presencia
de edema y hemorragia. (Fig. 6C). En las lesiones grado III o roturas completas, se
observa una solución de continuidad completa del ligamento que puede afectar también
a la cápsula . Las lesiones grado II y III se asocian frecuentemente con contusiones
óseas en el cóndilo femoral o platillo tibial externos y hemartros.

5. LIGAMENTO LATERAL EXTERNO

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El LLE se visualiza mejor en las imágenes coronales o sagitales periféricas. (Figs.7A
y 7B).

La lesiones de este ligamento se producen fundamentalmente en la región de su


inserción distal. Son relativamente frecuentes las avulsiones de su inserción peroneal
con migración proximal del fragmento óseo. En las roturas parciales se evidencia un
engrosamiento del ligamento y aumento de su señal en las secuencias T2, junto con
edema y hemorragia en los tejidos blandos adyacentes. (Figs. 7C, 7D, 7E y 7F).

En las roturas complejas el ligamento tiene un contorno ondulado o existe una solución
de continuidad completa de sus fibras.

El síndrome de fricción del tracto iliotibial aparece en corredores de larga distancia,


ciclistas, futbolistas o levantadores de peso. Esta causado por rozamiento e inflamación
entre el tracto iliotibial y el cóndilo externo. El dolor es máximo cuando la rodilla está
flexionada. En las imágenes de resonancia potenciadas en T2 se observan áreas de
hiperseñal mal definidas o colecciones líquidas entre el cóndilo femoral y el tracto
iliotibial.

6. CONDROMALACIA

En la gradación de la condromalacia se utiliza habitualmente el sistema de


gradación artroscópica de Shahriaree . Esta clasificación diferencia cuatro grados
progresivos de condromalacia. La condromalacia grado 1 de origen traumático muestra
reblandecimiento del cartílago, mientras que en la condromalacia no traumática se
observa fibrilación. En el grado 2 se evidencia una vesícula separando las capas
superficial y profunda del cartílago articular y pueden observarse fisuras superficiales
(Fig. 8). En el grado 3, se observa ulceración, fragmentación y fibrilación del cartílago
con afectación más extensa, alcanzando la capa cartilaginosa profunda. Finalmente,
en el grado 4 se evidencia una franca ulceración del cartílago, con cráteres de hueso
expuesto, y progresión de la afectación al hueso subcondral.

7. LESIONES TENDINOSAS

7.1. Tendón del cuadriceps

La patología más frecuente del tendón del cuadriceps es la tendinosis.

En RM la tendinosis aparece como un engrosamiento fusiforme de la

región distal del tendón, con pérdida de la diferenciación de los componentes individuales
del tendón.

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La rotura de los tendones normales es muy infrecuente precisa un mecanismo traumático
violento y asientan sobre tendones debilitados (Fig. 9).

7.2. Tendón rotuliano

La tendinosis patelar o rodilla de saltador se caracteriza por un engrosamiento de la


región proximal del tendón rotuliano, como resultado de microrroturas de las fibras
tendinosas en la entesis del tendón en el polo inferior de la rótula.

En RM se observa un engrosamiento en la región posterior del tercio proximal del tendón


con márgenes imprecisos y alteración de señal en la almohadilla grasa infrapatelar
adyacente. (Fig.10).

8. LESIONES ÓSEAS

8.1. Lesiones osteocondrales

Las lesiones osteocondrales (LOC) son lesiones traumáticas que afectan el cartílago
articular y al hueso subcondral. Se asocian frecuentemente con lesiones de otras
estructuras de la rodilla, especialmente ligamentosas.

Las LOC pueden clasificarse en diferentes subtipos: contusiones óseas yuxtaarticulares,


fracturas osteocondrales y osteocondritis disecante.

a. Contusiones óseas . (Fig. 11A).

Las contusiones óseas son microfracturas trabeculares, sin fractura cortical, con
hemorragia, edema e hiperemia medular asociadas. Ocurren con mayor frecuencia en
dos tipos de lesiones, las roturas del LCA y la luxación rotuliana externa.

En RM se manifiestan como áreas mal definidas de alteración de señal en la médula


ósea de comportamiento hipointenso en T1 e hiperintenso en T2, especialmente en
secuencias T2 supresión grasa y STIR.

b. Fracturas osteocondrales. (Fig. 11B).

Las fracturas osteocondrales son lesiones postraumáticas de la superficie articular


consistentes en un defecto o fractura del cartílago y fractura o impactación del hueso
subcondral.

Aparecen en RM como defectos focales en el cartílago articular con hiperseñal líquida


en secuencias T2. En secuencias T1 se observa en el hueso subcondral una línea de
hiposeñal rodeada de una zona de

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hiposeñal mal definida en relación con edema. En secuencias T2, la fractura muestra
áreas de hiperseñal líquida y áreas de hiposeñal por impactación trabecular. Las
secuencias T2 con supresión grasa y STIR son especialmente sensibles para detectar
el edema en la médula ósea adyacente.

c. Osteocondritis disecante. (Fig. 11C).

Afecta con mayor frecuencia a niños y adolescentes, en los cuales el cartílago articular
es más resistente que el hueso subcondral.

Las OCD pueden afectar a los cóndilos y a la rótula . La localización más frecuente es
el cóndilo femoral interno. Las lesiones del cóndilo femoral interno se localizan en la
vertiente lateral, mientras que las laterales generalmente afectan a la zona posterior de
la superficie de carga.

Las OCD se clasifican en cuatro estadíos, basándose en los hallazgos artroscópicos. En


el estadío 1, la lesión mide de 1 a 3 cm y el cartílago articular está intacto . El estadío 2
se caracteriza por la existencia de una brecha o defecto en el cartílago articular. En el
estadío 3 se observa un fragmento osteocondral desprendido pero sin desplazamiento
con o sin tejido fibroso interpuesto. En el estadío 4 se observa la existencia de un cuerpo
libre articular con el cráter relleno de tejido fibroso.

8.2. Fracturas

Las fracturas de estrés se dividen en fracturas de fatiga (ocurren en un hueso normal


por una sobrecarga repetida) y fracturas por insuficiencia (hueso anormal con un estrés
normal). Las fracturas de estrés son frecuentes en la práctica deportiva. La localización
más frecuente en la rodilla es la tibia proximal. En RM aparecen como bandas lineales
hipointensas, que pueden extenderse al cortex, rodeadas por áreas mal definidas de
hemorragia y edema, con un comportamiento de señal hipointenso en T1 e hiperintenso
en T2 y STIR.

8.3. Osteonecrosis

La osteonecrosis puede ser espontánea (primaria o idiopática) o secundaria


a numerosos factores predisponentes como traumatismo, tratamiento esteroideo,
trasplante renal, alcoholismo…tras la cabeza femoral, el fémur distal y la tibia proximal
son las localizaciones más frecuentes de necrosis ósea. La osteonecrosis espontánea
o idiopática de la rodilla afecta generalmente a mujeres mayores de 60 años.

La RM constituye el método de imagen de elección en el diagnóstico precoz de la


osteonecrosis y en su diagnóstico diferencial con otros procesos de la rodilla. Los
hallazgos RM de osteonecrosis incipiente son inespecíficos observándose un área de
hiposeñal en T1 e hiperseñal en T2 y STIR que se extiende en el hueso subcondral.

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En este estadío los hallazgos son indistinguibles de contusiones óseas subcondrales.
Los hallazgos característicos de osteonecrosis espontánea serían la existencia de un
foco subcondral de comportamiento hipointenso en secuencias T1 y T2, rodeado de un
patrón de edema óseo especialmente patente en secuencias T2 con supresión grasa y
STIR. ( Fig. 11D).

8.4. Los infartos óseos, a diferencia de la osteonecrosis espontánea, son generalmente


de localización metafisaria, aunque también pueden encontrase en localización epifisaria
o diafisaria.

El infarto óseo tiene una apariencia característica en RM, con un borde serpiginoso
hipointenso de hueso reactivo y un componente central hiperintenso de médula grasa
en secuencias T1.

El diagnóstico diferencial de los infartos óseos en RM se plantea con los encondromas.


Estos últimos carecen de un borde serpiginoso y en imágenes potenciadas en T1 tienen
un región central hipointensa que aumenta con la potenciación progresiva en T2. Sin
embargo, los infartos óseos calcificados pueden mostrar una apariencia RM idéntica.
(Fig. 12).

8.5. Enfermedad de Osgood-Schlatter

La enfermedad de Osgood-Schlatter es una osteocondrosis de la tuberosidad tibial


en desarrollo, consecuencia de las microfracturas repetidas durante el crecimiento del
adolescente.

Los hallazgos en RM consisten en fragmentación de la tuberosidad tibial anterior,


irregularidad del tendón rotuliano distal con áreas focales de hiperseñal en secuencias
T2, edema en la grasa de Hoffa adyacente y distensión de la bursa infrapatelar profunda.
(Fig. 13).

8.6. Síndrome de Sinding-Larsen-Johansson

Osteocondrosis del polo inferior de la rótula, en la inserción del tendón rotuliano.

Ocurre también en la adolescencia o preadolescencia, con una incidencia más alta


en varones. En RM se observa fragmentación del polo inferior de la rótula que puede
asociarse con áreas de alteración de señal en la grasa adyacente o en el tendón rotuliano
proximal. (Fig. 14).

8.7. Luxación de rótula

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La luxación lateral de la rótula produce generalmente lesión del retináculo patelar medial.
Cuando la rótula se recoloca se produce impacto entre la cara medial rotuliana y laregión
lateral del cóndilo femoral externo. Como consecuencia de la lesión del retináculo medial,
generalmente larótula no vuelve a susituación normal permaneciendo en subluxación
externa

y mostrando frecuentemente inclinación lateral.

Los hallazgos observados en RM, incluyen contusiones en la cara lateral del cóndilo
femoral externo, contusiónde la cara interna de la rótula(con o sin lesión del
cartílagoarticular), roturas del retináculo medial, derrame articular y subluxación rotuliana
lateral.

9. BURSITIS Y LESIONES QUÍSTICAS

9.1. Bursitis

Las bursas son estructuras con cubierta sinovial que actúan disminuyendo la fricción de
las estructuras con el movimiento.

En condiciones normales se encuentran colapsadas o contienen una mínima cantidad


de líquido sinovial. La causa más frecuente de inflamación bursal o bursitis es la
sobrecarga por el ejercicio u otros microtraumatismos repetidos. Otras causas frecuentes
de bursitis son las artritis inflamatorias como la artritis reumatoide, trastornos sinoviales
proliferativoscomo la sinovitis villonodular pigmentada o la osteocondromatosis sinovial,
enfermedades por depósito de cristales como la gota. En RM la bursitis muestra
generalmente una apariencia

inespecífica y sólo ocasionalmente se observan hallazgos que permiten hacer el


diagnóstico etiológico preciso. Se evidencia una distensión por líquido sinovial de la
bursa con un comportamiento hipointenso en T1 e hiperintenso en T2. (Fig. 15).

En casos crónicos, la bursa muestra un comportamiento hipointenso en todas las


secuencias de pulso. En pacientes con bursitis hemorrágica el contenido de la bursa es
heterogéneo, observándose en secuencias T2 la existencia de áreas hipointensas con
artefacto de susceptibilidad magnética

(hemosiderina), alternando con zonas de señal intermedia y con otras hiperintensas.

9.2. Quistes poplíteos

Los quistes poplíteos de Baker se originan de la bursa semimembranoso-

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gemelar, entre el vientre medial del múscuo gemelo interno y el tendón del
semimembranoso. Pueden ser secundarios a cualquier proceso patológico que ocasione
un aumento del líquido sinovial dentro de la articulación, estando frecuentemente
asociados con patología meniscal, especialmente

con roturas del asta posterior del menisco interno.

Los quistes de Baker pueden presentar con cierta frecuencia complicaciones como
rotura, hemorragia e infección .

En RM los quistes poplíteos presentan un comportamiento hipointenso en T1 y


uniformemente hiperintenso en secuencias potenciadas en T2 (Fig. 16 ). Pueden
observarse septos parciales o completos en el interior del quiste. En los cortes axiales
de RM se identifica su origen articular por un cuello estrecho.

10. ENFERMEDADES INFLAMATORIAS ARTICULARES

10.1. Sinovitis villonodular pigmentada

La sinovitis villonodular pigmentada (SVNP) es un proceso caracterizado por la


proliferación inflamatoria de la sinovial asociada con depósitos de hemosiderina. Puede
localizarse en cualquier articulación, vaina tendinosa o bursa. La rodilla es la articulación
más frecuentemente afectada.

En RM se observan característicamente áreas focales de hiposeñal en todas las


secuencias de pulso por el efecto paramagnético de la hemosiderina. (Fig. 17). En
ocasiones pueden verse áreas de hiperseñal en secuencias T1 como consecuencia de
la presencia de grasa o hemorragia sinovial. Generalmente existe derrame articular.

10.2. Condromatosis sinovial

La condromatosis sinovial es un proceso caracterizado por metaplasia sinovial que


conduce a la formación de múltiples nódulos cartilaginosos intraarticulares de múltiples
tamaños que pueden calcificarse e incluso osificarse, siendo la articulación de la rodilla
la más afectada.

Estas lesiones aparecen en la radiología convencional como calcificaciones,


osificaciones intraarticulares. En RM los hallazgos varían en función del grado de
calcificación u osificación. Pueden evidenciarse múltiples cuerpos intraarticulares libres
con un comportamiento de señal variable. Si el grado de calcificación u osificación es
mínimo, los cuerpos libres pueden pasar desapercibidos.

10.3. Lipoma arborescente

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El lipoma arborescente es una lesión intraarticular benigna infrecuente, caracterizada
por una proliferación lipomatosa vellosa de la sinovial.

La RM muestra grandes masas frondosas que se originan en la sinovial, con un


comportamiento de señal isointenso a la grasa en todas las secuencias. (Fig.18).

10.4. Plicas sinoviales

Las plicas sinoviales son remanentes embriológicos del tejido sinovial que divide en el
inicio del desarrollo la rodilla en tres compartimentos separados. Las más frecuentes son
las supra, infra y mediopatelar .

La plica más frecuentemente sintomática es la mediopatelar.

El dolor se produce por el roce de una plica rígida con el cóndilo femoral medial que
conduce a sinovitis mecánica.

La irritación repetida puede conducir a la erosión del cartílago articular del cóndilo femoral
medial y de la faceta rotuliana interna.

La plica mediopatelar se visualiza en los estudios rutinarios de RM, especialmente en


los cortes axiales a nivel del polo inferior rotuliano.

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Images for this section:

Fig. 1: A y C : meniscos interno y externo respectivamente , normales. B: rotura del


cuerno posterior del menisco interno en el que se aprecia una señal intrameniscal que
claramente contacta con la superficie articular del menisco. D: rotura meniscal en asa
de cubo: en este tipo de roturas del menisco interno están típicamente localizadas
debajo del ligamento cruzado posterior (signo del doble ligamento cruzado posterior). E:
pequeña colección líquida paraarticular compatible con quiste parameniscal, en cuerno
anterior de menisco externo.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 2: Menisco discoide: menisco displásico, de mayor grosor al habitual.

© Osteomuscular.com. Noviembre 2011

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Fig. 3: Fig.3. A y B: LCA normal; A: orientación tan pronunciada como la línea
intercondilar. B: haz anteromedial(flecha blanca) y haz posterolateral(flecha negra). C:
rotura parcial de LCA que muestra orientación horizontal anómala e incremnto difuso
de señal. D: rotura completa del LCA. E: ganglion en el extremo proximal del LCA;
hipointenso en las secuencias T1 e hiperintenso en T2.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 4: A: LCP normal:señal de resonancia hipointensa homogénea en todas las
secuencias espín eco B: rotura completa del LCP y subluxación posterior de la tibia.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 5: Rotura completa del LCA y Del LCP.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 7: A: LCL normal B: Esquina posterolateral normal: inserción conjunta en la cabeza
del peroné del LCL (Flecha delgada) y el biceps femoral (Flecha gruesa). C y D: cambios
inflamatorios rodeando el LCL, el cual permanece intacto, por esguince grado I. E y F: el
LCL está adelgazado y rodeado por cambios inflamatorios, por esguince grado II. (Flecha
delgada). Existe contusión del platillo tibial lateral. (Flecha gruesa).

© osteomuscular.com. Trauma del LCL y esquina posterolateral. Nov. 2011

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Fig. 6: A: LCM normal. B: esguinde grado 1, las principales alteraciones ocurren
en los tejidos periligamentosos. El LLI tiene un grosor y señal de resonancia
normal, observándoseligero edema y hemorragia periligamentosa y en el tejido celular
subcutáneo adyacente. C: lesión grado II o rotura parcial, el ligamento está engrosado
y muestra áreas de hiperseñal (tanto en secuencias T1 y T2). Las fibras ligamentosas
están separadas del hueso, tambien se observan edema y hemorragia periligamentosa
y en el tejido celular subcutáneo adyacente.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 8: Condromalazia rotuliana: se observan fisuras superficiales sin afectación del
hueso subcondral.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 9: Rotura parcial del tendón del cuadriceps: la mayoria del tendón está
retraido(flecha roja) y quedan algunas fibras posteriores (flecha verde).

© Radiol Clin N 45 ( 2007) 1-12. Lesiones óseas y miotendinosas de la rodilla

Fig. 10: Tendón rotuliano:engrosamiento de la región proximal del tendón rotuliano; en


RM se observa un engrosamiento en la región posterior del tercio proximal del tendón
con márgenes imprecisos y alteración de señal en la almohadilla grasa infrapatelar
adyacente.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 11: A: Contusión ósea en códilo femoral externo: áreas mal definidas de alteración
de señal en la médula ósea de comportamiento hipointenso en T1 e hiperintenso en
T2, especialmente en secuencias T2 supresión grasa y STIR. B: lesión osteocondral
en cóndilo femoral externo: defectos focales en el cartílago articular en secuencias
T1 se observa en el hueso subcondral una línea de hiposeñal rodeada de una zona
de hiposeñal mal definida en relación con edema. En secuencias T2, la fractura
mostraría áreas de hiperseñal líquida y áreas de hiposeñal por impactación trabecular.
C: osteocondritis disecante estadío 3: fragmento osteocondral desprendido pero sin
desplazamiento con o sin tejido fibroso interpuesto. D: osteonecrosis: los hallazgos
característicos de osteonecrosis espontánea serían la existencia de un foco subcondral
de comportamiento hipointenso en secuencias T1 y T2, rodeado de un patrón de edema
óseo especialmente patente en secuencias T2 con supresión grasa y STIR.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 12: Infartos óseos en extremidad distal de fémur y proximal de tibia en los que se
aprecia un borde serpiginoso hipointenso de hueso reactivo y un componente central
hiperintenso de médula grasa en secuencias T1.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 13: Enfermedad de Osgood-Schlatter: fragmentación de la tuberosidad tibial
anterior, irregularidad del tendón rotuliano distal con áreas focales de hiperseñal en
secuencias T2.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 14: Síndrome de Sinding-Larsen-Johansson se observa fragmentación del polo
inferior de la rótula que puede asociarse con áreas de alteración de señal en la grasa
adyacente o en el tendón rotuliano proximal.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 15: A y B : bursitis prerotuliana. C: bursitis anserina. se aprecia distensión por líquido
sinovial de las bursas con un comportamiento hipointenso en T1 e hiperintenso en T2.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 16: Quiste poplíteo o de Baker se originan de la bursa semimembranoso- gemelar,
entre el vientre medial del múscuo gemelo interno y el tendón del semimembranos,
presenta un comportamiento hipointenso en T1 y uniformemente hiperintenso en
secuencias potenciadas en T2.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 17: Sinovitis vellonodular pigmentaria: se observan las características áreas focales
de hiposeñal en todas las secuencias de pulso por el efecto paramagnético de la
hemosiderina.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Fig. 18: Lipoma arborescente, se observa una masas frondosa que se originan en la
sinovial, con un comportamiento de señal isointenso a la grasa en todas las secuencias.

© Radiodiagnóstico, APES Hospital de Poniente - El Ejido/ES

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Conclusiones

La RM es muy eficaz en el estudio de un gran espectro de patologías, en la evaluación de


las lesiones meniscales, ligamentosas y óseas, así como de otras como las congénitas,
las neoplásicas y las enfermedades inflamatorias de la articulación y de los tejidos
blandos adyacentes.

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