Universidad Privada Del Estado

de México.

Méndez Franco Keyla Patricia.

2ºB Lic. Psicología.

‘’Reporte Neuropsicología
humana’’.

Prof. Silvestre Lemus García.

Neurofisiología.
 Las células de la corteza motora especifican los movimientos, su fuerza y su
dirección.
Para investigar el modo en que la corteza motora produce movimiento, Evarts utilizó el procedimiento
simple. Se entrenó a un mono para que flexionara la muñeca y moviera una barra en la que se podían
cargar pesas de diferentes tamaños. Un electrodo implantado en la región de la muñeca de la corteza
motora registraba la actividad de las neuronas en esa localización. Evarts descubrió que estas neuronas
comenzaban a descargar incluso antes de que el mono flexionara su muñeca. Al parecer, éstas
participaban en la planificación del movimiento y en su iniciación. Las neuronas, después, continuaban
descargando durante el movimiento de la muñeca, confirmando y también desempeñaban un papel en la
ejecución del movimiento. Las neuronas también descargaban a una frecuencia mayor cuando la barra
estaba cargada con un peso, indicando que las neuronas de la corteza motora incrementan la fuerza de un
movimiento al aumentar su frecuencia de descarga. Los resultados del experimento de Evarts también
demostraron que la corteza motora especifica la dirección de un movimiento. Las neuronas del área de la
muñeca de la corteza motora descargaban cuando el mono flexionaba la muñeca para llevar la mano
hacia dentro pero no cuando el mono extendía su muñeca para mover la mano hacia atrás hasta su
posición de inicio. Para comparar el modo en que la corteza premotora y la corteza motora primaria
contribuyen al movimiento, Kakei y col. efectuaron una ligera modificación de la tarea de Georgopoulos. El
mono todavía movía su brazo en diferentes direcciones, pero lo hacía con la palma orientada hacia abajo,
hacia los lados o hacia arriba. Estos autores observaron que alrededor del 50% de las neuronas que
registraron en la corteza motora primaria estaban activas en relación con la orientación de la mano, lo que
sugirió que estas neuronas activaban a los músculos para producir la orientación apropiada de la mano.

Los investigadores propusieron que todas estas neuronas representan acciones, ya sean propias o de
otros, y que las representaciones podrían ser utilizadas tanto para imitar las acciones de otros como para
comprender el significado de esas acciones, permitiendo así la selección de respuestas apropiadas. Por lo
tanto, estas neuronas proporcionan un nexo entre el emisor y el receptor de la comunicación. Los seres
humanos también tienen neuronas en espejo, pero una diferencia importante entre los seres humanos y
los monos es que en los seres humanos, las neuronas en espejo se encuentran principalmente en el
hemisferio izquierdo. Umilta y col. también afirman que las neuronas en espejo pueden reconocer un
movimiento concreto realizado por un sujeto aun cuando el mono no sea capaz de ver parte del
movimiento.

Las funciones de la corteza prefrontal y posterior.

Los movimientos, habitualmente, se realizan en respuesta a estímulos sensoriales -información de tacto,

Visión, oído, etc. aunque también pueden realızarse en ausencia de esta información. La información
sensitiva puede dar instrucciones a los movimientos de dos formas. Primero, las conexiones directas de la
corteza parietal con la corteza motora primaria sugieren que los movimientos se pueden realizar en
respuesta directa a la estimulación sensitiva. Es probable que dichos movimientos sean simples y reflejos.

Segundo, los distintos sistemas sensitivos también envían información a la prefrontal, la cual puede utilizar
la información para planificar movimientos más complejos que puedan ser enviados, entonces, a la corteza
premotora para su ejecución. La importancia de la información sensitiva para el movimiento se demuestra
por las graves discapacidades motoras que surgen después de la desaferentización, la perdida de
aferencias somatosensitivas como resultado de la lesión de las fibras que, de otro modo, transmitirían
información sensitiva del cuerpo al encétalo. La importancia de la información sensitiva para la
deambulación normal en los seres humanos está demostrada por las personas que sufre un trastorno
genético denominado ataxia de Friedreich.

El tronco del encéfalo

Además de las vías corticoespinales que transportan mensajes hasta la médula espinal, aproximadamente
26 vías hacia ésta se originan en distintas zonas del tronco del encétalo. Estas vías son importantes para
transportar la información relacionada con la postura y el equilibrio desde el tronco del encétalo y para
controlar al Sistema nervioso autónomo. Para todas las funciones motoras, las neuronas motoras
constituyen la vía final común, pero los movimientos producidos por el tronco del encéfalo difieren de
aquéllos producidos por el neocórtex en que los movimientos del tronco del encéfalo tienden a ser
movimientos de la totalidad del cuerpo, a diferencia de los movimientos hábiles de los miembros
organizados por el neocórtex. La idea general de que el tronco del encétalo es responsable de muchos
movimientos realizados por animales se probó del modo más espectacular en una serie de estudios
realizados por el neurocientítico suizo Walter R. Hess. Hess desarrolló la técnica de implantar y pegar
electrodos en el encéfalo de gatos y otros animales. Estos electrodos podían, posteriormente, fijarse a
otros electrodos estimuladores, que provocaban pocas molestias al animal y permitían que se moviera
Otras funciones del tronco del encéfalo se relacionan con el control de los movimientos utilizados para la
ingesta y la bebida y en la conducta sexual. El tronco del encéfalo también es importante para la postura,
para la capacidad para permanecer erguido y para realizar movimientos coordinados de los miembros,
para nadar y caminar, y para efectuar movimientos utilizados en la limpieza y en la confección de nidos.
De hecho, la limpieza es un ejemplo particularmente complejo de un patrón de movimiento coordinado,
principalmente por el tronco del encétalo.