EL MUNDO.

LUNES 10 DE ENERO DE 2011 23

ANDALUCÍA

Los funcionarios prevén 50.000 manifestantes
contra el decreto de reordenación de Griñán
En vísperas del debate parlamentario, piden permiso para otra macroprotesta el día 22
Sevilla
La guerra declarada por los funcio-
narios al decreto ley de reordena-
ción del sector público andaluz di-
señado por el Gobierno socialista
de José Antonio Griñán –con el
aval de UGT y CCOO– va a deparar
otra batalla épica: dentro de un par
de fines de semana, en concreto el
sábado 22, los sindicatos críticos y
las plataformas independientes de
funcionarios y empleados públicos
confían en congregar en Sevilla a
unas 50.000 personas en una mar-
cha desde el Palacio de San Telmo
(sede de Presidencia de la Junta)
hasta el Parlamento andaluz, con la
que quieren demostrar que la fuer-
za de este movimiento contestata-
rio resiste a las tácticas dilatorias
del Ejecutivo regional.
Para ello, los convocantes pre-
sentarán hoy mismo la petición de
manifestación en el registro de la
Subdelegación del Gobierno en
Sevilla, en la Plaza de España. Y lo
hacen coincidiendo con la semana
en que se producirán en el Parla-
mento andaluz las comparecencias
de agentes sociales y económicos
para expresar su posición sobre
este decreto, que Griñán –ante el
alud de críticas y la caída estrepito-
sa del PSOE andaluz en las en-
cuestas– optó por tramitar final-
mente como proyecto de ley, pese
a haberlo aprobado aduciendo ra-
zones de «urgencia».
La invitación al debate parla-
mentario no convence a los sindi-
catos convocantes de la manifesta-
ción del 22 de enero que se han
unido en un frente común y que
son CSIF-A, Plataforma de Em-
pleados Públicos (PEPA), Platafor-
ma de Opositores y Funcionarios
de la Junta, Asociación El Tercer
Lado, CGT-A, SAT, USO y Ustea.
Los convocantes estiman que
pueden reunir ese día a unos
50.000 manifestantes y han recor-
dado que en esta convocatoria, que
Cabecera de la primera gran manifestación de los funcionarios de la Junta el pasado mes de noviembre. / CONCHITINA
Los convocantes
reclaman la derogación
del decreto-ley y que se
retire el proyecto de ley
lleva el lema ‘Por unos servicios
públicos de calidad, contra la pri-
vatización’, exigen la derogación
«inmediata» del decreto ley 5/2010,
del 6/2010 «y de cuantas medidas
complementarias a su amparo se
hayan ido aprobando desde julio
de 2010», así como la retirada del
proyecto de ley que se tramita en
el Parlamento andaluz.
Ya en anteriores ocasiones, estos
sindicatos advirtieron de que in-
tensificarían las movilizaciones de
cara al debate parlamentario del
decreto ley, con vistas a «hacer
conscientes a los grupos parlamen-
tarios, más que nunca, de que to-
men nota de la grave disconformi-
dad de los empleados públicos
contra esta normativa».
Finalmente, los agentes sociales
vinculados a la reordenación del
sector público andaluz comparece-
rán este martes ante la Comisión
de Hacienda y Administración Pú-
blica en una sola jornada, en lugar
de los dos días previstos inicial-
mente en el calendario provisional.
Por la mañana, comparecerán en
la comisión representantes de la
Confederación de Empresarios de
Andalucía (CEA) y de las organiza-
ciones sindicales UGT, CCOO, CSI-
CSIF de Andalucía, Unión de Sin-
dicatos de Trabajadores y Trabaja-
doras en Andalucía (Ustea) y el
Sindicato Andaluz de Funcionarios
de la Junta de Andalucía (Safja).
Seguidamente, ya por la tarde,
les tocará el turno a los represen-
tantes de la Confederación de Aso-
ciaciones Vecinales de Andalucía
(CAVA), de la Unión de Consumi-
dores de Andalucía (UCA-UCE) y
de la Federación de Asociaciones
de Consumidores y Usuarios de
Andalucía (Facua).
Aunque el decreto está en vigor
desde su publicación en el BOJA,
el grupo socialista y los sindicatos
UGT y CCOO han acordado que
los estatutos por los que se consti-
tuyen las agencias empresariales
de la Junta no entren en vigor has-
ta que finalice su tramitación par-
lamentaria.
El PP pregunta
a la Junta por
4 trabajadores
imputados
Córdoba
El parlamentario andaluz del PP
de Córdoba Salvador Fuentes
anunció ayer que pedirá la com-
parecencia del Gobierno anda-
luz para que explique su actua-
ción en cuanto a la imputación
de los cuatro funcionarios que
se manifestaron en noviembre
ante la Diputación cordobesa.
Fuentes señaló que «la solución
a la chapuza del decreto que reor-
dena el sector público en Andalu-
cía debe hacerse desde el diálogo
con todos y no persiguiendo a los
trabajadores con actuaciones
desproporcionadas y represivas».
De manera que va a pedir la
comparecencia del Gobierno pa-
ra que explique esta actuación
«desproporcionada» y la retirada
de las medidas administrativas
iniciadas para abrir un juicio de
faltas contra el orden público a
varios funcionarios que, según la
citación, han resultado imputa-
dos «por exhibir una camiseta
reivindicativa y de protesta, y an-
te el riesgo de que la interrup-
ción del acto pudiese agravarse
con insultos, pitidos de silbatos y
lanzamiento de objetos, como ya
ha sucedido en anteriores oca-
siones y en otras provincias».
Así las cosas, el popular Salva-
dor Fuentes afirmó que el nuevo
Decreto-Ley de reordenación del
sector público supone «una abe-
rración tanto jurídica como polí-
tica» y acusa a los socialistas de
«jugar con los puestos de traba-
jo de miles de andaluces».
Fuentes ha asegurado que el
Gobierno andaluz «no ha queri-
do acuerdo», ya que, según ha
apuntado, «no ha habido en nin-
gún momento voluntad real pa-
ra alcanzarlo» y ha añadido que
«desde el principio se ha hecho
todo mal en materia de reorde-
nación del sector público, cul-
pando el PSOE de sus errores a
todos, a los manifestantes, sin-
dicatos y a los trabajadores».

RETABLO DE
PERPLEJIDADES
RAFAEL PORRAS
Gazpachuelo
Party
Estamos quizás hartos de quejarnos de que la
sociedad civil no existe, por más que en oca-
siones aparezca en forma casi de ectoplasma
que aparenta una presencia que en realidad
no es. Como aquel del ‘No a la guerra’ o el del
Prestige, ejemplos de explosiones civiles que
vibran al unísono en momentos puntuales y
que, con igual fortaleza que nacen, se desva-
necen. La sociedad civil es un concepto difícil
de defender por más, insisto, que todo el mun-
do lo reclame.
Esta no existencia real de una sociedad ci-
vil contrasta con la fortaleza y omnipresencia
de la sociedad política que tiene lo necesario
para ocupar todo el espacio social y para man-
tenerse en el tiempo. Posee una doctrina –mu-
table y cambiante–, una ética –relajada y de si-
tuación– y una estructura –férrea y disciplina-
da– que garantizan la eficacia del sistema in-
cluso cuando aparecen en su interior desvia-
dos que se saltan la disciplina mental e
ideológica. Por esta razón, el ejercicio social
de la cosa pública está en manos de una estir-
pe profesionalizada que no conoce otra activi-
dad ni otro estilo de actuar que no sea el que
contribuya a lograr el único fin posible: la con-
quista del poder o su conservación por cual-
quier medio y precio.
Todo ello contrasta, ya digo, con la dehesa
individualista de esa «irreal» sociedad civil
donde cada uno se busca la vida desde el
anarquismo intelectual y personal que, para-
dójicamente, resulta tan atrayente en estos
momentos a los partidos que quieren quitar-
se de encima el estigma de dogmatismo ex-
cluyente y clientelismo. De ahí los llamamien-
tos a la incorporación a sus fijas de intelectua-
les o de profesionales independientes que
contribuyan a una aparente oxigenación de
sus anquilosadas estructuras.
En este aparente yermo social ha aparecido
estos días en Málaga un movimiento que es
todo un soplo de aire fresco. Se trata del ‘Gaz-
pachuelo Party’. En torno a tan domestico
apelativo –que nada tiene que ver con el ‘Tea
Party’ que aglutina a la sectaria ultraderecha
americana– se ha creado un espacio ciudada-
no constituido por un grupo plural de gente
comprometida y resistente a la sumisiones po-
líticas cuya idea inicial es promover una suer-
te de encuentros digitales a través de las redes
sociales (twitter o facebook) con los políticos
de la capital andaluza, pero que también quie-
re servir de altavoz del descontento ciudada-
no.
Lo fundamental de este
movimiento insurgente es
lo que tiene de experimento
estimulante de la sociedad
Este grupo, heterogéneo y trasversal al que
le importa su entorno por encima de partidos
y siglas, busca una implicación de los ciuda-
danos en las políticas de su ciudad plantean-
do asuntos de debate y diálogo que normal-
mente se escapan en la agenda oficial y de los
cauces habituales de los periódicos y del res-
to de medios de comunicación. Su estreno ha
sido esperanzador pues no sólo ha sorpren-
dido y descolocado a los dos primeros políti-
cos participantes –María Gámez, candidata
del PSOE a la Alcaldía malagueña, y Elías
Bendodo, presidente del PP de Málaga– sino
que ha provocado que ambos vean en el par-
tido rival al promotor de la iniciativa. Todo un
éxito.
Sin embargo, lo fundamental de este movi-
miento insurgente no son estos encuentros
abiertos en la red, sino lo que tiene de experi-
mento estimulante de esa ‘irreal’ sociedad ci-
vil de la que hemos hablado que, con todo,
busca cauces propios a través de los cuales su-
perar el papel deprimente que le adjudica la
sociedad política que le reclama su participa-
ción cada cuatro años al pedirles el voto, pero
que después ignora y desprecia sus iniciativas
y sus opiniones entre elección y elección.
Tal vez sea cierto que la sociedad civil no
existe, pero habla, y ‘Gazpachuelo Party’ pue-
de ser una atractivo ensayo que termine por
desatascar las obturadas redes de la democra-
cia de baja calidad que padecemos.