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Zoonosis Expoooo
Zoonosis Expoooo
A medida que avance el calentamiento global, las regiones ahora secas se volverán aún
más secas y las húmedas se volverán más húmedas. «Durante las sequías, la escasez de
agua provoca un peor saneamiento, y la población queda expuesta a agua
potencialmente contaminada. También el exceso de lluvias y las inundaciones
contribuyen a aumentar las epidemias que se transmiten a través del agua», explica
Emily Kate Shuman, médica experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de
Michigan, en Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que
para el 2030 habrá un 10% más de enfermedades diarreicas, contagiadas a través de
agua o alimentos contaminados, de las que habría habido sin calentamiento global. Esas
afecciones perjudicarán a los más débiles: niños y niñas menores de cinco años,
población entre la que ya son la segunda causa de muerte.
Las enfermedades transmitidas por vectores representan más del 17 % de todas las
enfermedades infecciosas y provocan más de un millón de muertes al año en todo el
mundo, siendo los mosquitos, los vectores de más amplia distribución global1 . Hasta el
2013, la única enfermedad por arbovirus de real preocupación en Latinoamérica, por su
elevada morbimortalidad, era el dengue. Fue a partir de entonces, que empezaron a
registrarse casos de otras arbovirosis, tales como: Chikungunya y Zika2 . Los primeros
casos de infección por el virus del Zika (VZ) en América fueron reportados en el 2015,
cuando se informó un brote en Brasil con una incidencia entre 500 000 a 1 400 000
casos. Coincidentemente, entre ese mismo año y el 2016, Brasil notificó un total de 6
158 casos de microcefalia o de malformación del sistema nervioso central, con un
promedio anual de 163 casos3 , lo que hizo sospechar a las autoridades sanitarias
internacionales de la relación entre estas malformaciones y la infección por virus del
Zika; sospecha que llegó a corroborarse4 . En Cuba, el primer caso de VZ fue detectado
en febrero de 2016, importado por una médico venezolana de 28 años de edad. A partir
de entonces en el país se han registrado más de 1 800 casos5 . El 1 de febrero de 2016 la
Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que “el
conglomerado reciente de casos de microcefalia y otros trastornos neurológicos
notificados en Brasil, después de un conglomerado similar en la polinesia Francesa en el
2014, constituía una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional
(ESPII)”4 . Gracias a los esfuerzos para su control, el 18 de noviembre de 2016, la OMS
acordó que: “El virus del Zika y sus consecuencias asociadas ya no representan una
ESPII (…) aunque sigue siendo un reto de salud pública (…)” 4 . La forma más eficaz
de enfrentar al Zika es la prevención, fundamentalmente mediante estrategias dirigidas a
reducir las poblaciones de mosquitos evitando sus potenciales criaderos. Sin embargo,
el cambio climático entorpece las labores de control de focos, pues facilita la formación
de los criaderos de mosquitos Aedes aegypti, principal vector de esta arbovirosis.
Además de esto, la modificación de factores medioambientales que ha provocado este
fenómeno ha transformado la biología del propio mosquito, lo cual, según López-
Latorre et al6 , es uno de los factores que explica la señalada emergencia del Zika en los
últimos años. Este es un tema muy poco conocido y abordado a pesar de su importancia
para comprender de una forma más integral el comportamiento de esta enfermedad que
ha llegado a Cuba y amenaza a la población, sobre todo, por las serias complicaciones
que provoca en las gestantes y sus productos de la concepción; por tales motivos se
decide realizar la presente investigación.
CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático es toda variación que ocurra en los valores medios del clima a lo
largo del tiempo. Este fenómeno tiene numerosas causas, divididas en naturales
(variaciones en la energía solar absorbida, gases residuales de erupciones volcánicas,
circulación oceánica, etc.) y las que son producto de la actividad humana (uso no
controlado de aerosoles, acumulación atmosférica de dióxido de carbono, metano y
óxido nitroso)7 . Se estima que esta última causa ha contribuido más que las naturales al
cambio climático8 . El calentamiento global, definido como el incremento de la
temperatura media anual de la Tierra, representa la principal manifestación del cambio
climático. Datos globales del período comprendido entre los años 1880 y 2012, plantean
una tendencia lineal de calentamiento promedio por año de 0,85°C8 . El aumento en el
contenido de humedad del aire en zonas templadas; y cambios a escala global en los
patrones de precipitación sobre la Tierra, son algunos de los cambios más importantes
producidos por el calentamiento global6 . El cambio climático constituye una creciente
amenaza para la salud humana porque aumenta la probabilidad de impactos graves,
generalizados e irreversibles en los determinantes sociales y medio ambientales de la
salud: agua potable, aire limpio, alimentos suficientes y abrigo adecuado, en especial
para los grupos con mayor vulnerabilidad9,10 . Algunos autores10 afirman que para los
años 2020, 2050 y 2080 las enfermedades emergentes aumentarán, no solo por la
evolución de nuevos patógenos, sino por una mayor expansión de cobertura geográfica
de vectores.
En este sentido, la OMS subraya que se prevé que sigan aumentando la frecuencia y la
intensidad de las precipitaciones extremas a lo largo de este siglo. Estas lluvias, además
de causar ahogamientos, lesiones físicas, daños en las viviendas y otros destrozos,
“contaminan las fuentes de agua dulce, incrementando el riesgo de enfermedades
transmitidas por el agua y dando lugar a criaderos de insectos portadores de
enfermedades, como los mosquitos”, recalca.
Así, esta entidad considera probable que los cambios del clima prolonguen las
estaciones de transmisión de importantes enfermedades transmitidas por vectores
(animales, principalmente mosquitos, pulgas, garrapatas, etc.) y alteren su distribución
geográfica. Por ejemplo, “se prevé una ampliación considerable de las zonas de China
afectadas por la esquistosomiasis, una enfermedad transmitida por caracoles”, apunta.
CAUSAS
Alentados por el cambio climático, los viajes y el comercio internacionales, los brotes
de enfermedades transmitidas por vectores se incrementarán en gran parte de Europa en
las próximas décadas, y no solo en los países templados de todo el Mediterráneo: las
altitudes y latitudes más altas, que incluyen partes del norte de Europa, se verán
afectadas también, por primera vez, por estos brotes.
“Las estaciones cálidas más largas ampliarán la ventana estacional para la posible
propagación de enfermedades transmitidas por vectores y favorecerán los brotes más
grandes", apunta el doctor Giovanni Rezza, director del Departamento de Enfermedades
Infecciosas en el Istituto Superiore di Sanitá en Roma, Italia.
Casos como los brotes recientes del virus del Nilo Occidental en América del Norte y la
chikunguña en el Caribe e Italia nos alertan, según Rezza, sobre la importancia de
evaluar futuros riesgos y preparar contingencias para futuros brotes.
En el futuro, las temperaturas invernales más cálidas y los veranos más tempranos,
duraderos y templados podrían hacer que las condiciones sean más favorables para las
garrapatas y aumentar el rango de las poblaciones de parásitos de ciervos. Los modelos
de cambio climático indican que para las décadas de 2040 a 2060, podría haber un
crecimiento del 3,8% del hábitat de Ixodes ricinus en Europa, y se anticipa que los
países escandinavos corren mayor riesgo. Además, la mejora de las condiciones
climáticas para las moscas de arena (el principal portador de la leishmaniosis) podría
extender su propagación geográfica a las partes del sur del Reino Unido, Francia y
Alemania a finales de la década de 2060.
REDISTRIBUCIÓN DE ARBOVIROSIS
Tolerancia térmica
Patrón actual
En total, el modelo del estudio predice que actualmente 6,01 billones de personas viven
en áreas adecuadas para la transmisión vectorial de A.aegypti, al menos durante una
parte del año, y en el caso de A.albopictus serían 6,33 billones de personas, con una
superposición significativa entre estas dos poblaciones.
Proyección para 2050-2080
Para proyectar las posibles situaciones en el futuro, los autores utilizaron modelos para
simular cómo podría cambiar el riesgo de transmisión vectorialen cuatro escenarios de
cambio climático futuro, conocidos como "Trayectorias de Concentración
Representativas" (RCP, por sus siglas en inglés). Las cuatro trayectorias RCP van desde
un escenario en el que se cumple con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el
calentamiento global hasta muy por debajo de 2 °C ("RCP2.6"), con respecto a los
niveles preindustriales, hasta un escenario donde el calentamiento global futuro podría
alcanzar 5ºC ("RCP8.5" ).
Para el 2050 se pronostica que las temperaturas del calentamiento global aumenten muy
significativamente el riesgo de transmisión vectorial de los mosquitos Aedes. Para Ae.
aegypti los principales incrementos de uno o dos meses de riesgo de transmisión se
situan en regiones templadas, mientras que en los trópicos el riesgo se extendería a todo
el período anual, incluso en aquellas zonas elevadas, anteriormente protegidas por
temperaturas más bajas.
Mientras que el gradiente actual de transmisión vectorial alta en los trópicos y menor
potencial en zonas templadas se mantiene en el proyección de futuro para Ae. aegrypti,
el calentamiento se vuelve tan severo en los trópicos que los patrones de riesgo de
transmisión anual de A.albopictus cambian cualitativamente, especialmente en los
condiciones climáticas más extremas. Para 2080, las temperaturas adecuadas para la
transmisión vectorial por A. albopictus durante todo el año se limitarian principalmente
a las regiones de gran elevación, el sur de África y la costa atlántica de Brasil, mientras
que A.aegypti, más adaptado al calor, empezaria a perder áreas de transmisión vectorial
anual, especialmente en la cuenca del Amazonas.
DENGUE Y MALARIA
Para Shuman «hay una gran cantidad de ejemplos que sugieren que el cambio climático
ya ha provocado la introducción de ciertas enfermedades en áreas donde no estaban». El
caso más reciente y bien estudiado es el del hongo Candida auris que apareció en Japón
en 2009. Desde entonces se ha expandido rápidamente a los cinco continentes,
alcanzando Reino Unido en 2013 e infectando a más de doscientos pacientes desde
entonces. Los investigadores creen que la causa de que se haya expandido tan rápido es
el calentamiento global. «La razón de que las infecciones fúngicas sean raras en
humanos es porque la mayoría de ellos no pueden crecer a temperaturas como la del
cuerpo. Como la temperatura global ha ido en aumento, organismos como la C. auris se
ha adaptado al calor y sobrevive a la temperatura hasta ahora protectora del cuerpo
humano», cuenta el microbiólogo Arturo Casadevall de la Universidad Johns Hopkins
en Estados Unidos.
Los especialistas de Médicos Sin Fronteras explican que el parásito que causa la malaria
entra en el organismo humano mediante la picadura de un mosquito hembra del género
Anopheles. “El parásito se multiplica en el hígado y pasa al flujo sanguíneo. Si otro
mosquito pica a esa persona, el insecto se infecta y así continúa el ciclo de transmisión”,
describen. vDesde Médicos Sin Fronteras subrayan que la transmisión “depende de las
condiciones meteorológicas, en especial de la lluvia, el calor y la humedad, que
favorecen la multiplicación del mosquito (que pone sus huevos en el agua). En muchas
regiones la transmisión es estacional y el pico se produce durante y justo después de las
lluvias”.
Además, la OMS manifiesta que los mosquitos del género Aedes, vector del dengue,
también son muy sensibles a las condiciones climáticas. “Los estudios al respecto llevan
a pensar que es probable que el cambio climático continúe aumentando el riesgo de
transmisión del dengue”, expone. En definitiva, la OMS estima que en las próximas
décadas se producirá un incremento del número de muertes relacionadas con el cambio
climático. Esta entidad manifiesta también, que la medición de los efectos sanitarios del
cambio climático solo puede hacerse de manera aproximada.
No obstante, en una evaluación que llevó a cabo en la que solo se tuvieron en cuenta
algunas de las posibles repercusiones sanitarias y se asume un crecimiento económico y
progresos sociales continuados, concluyó que el cambio climático provocará cada año
unas 250 mil defunciones adicionales entre 2030 y 2050. De ellas, se estima que 38.000
se deberán a la exposición de personas ancianas al calor; 48.000 serán por diarrea;
60.000 por malaria y 95.000 a causa de la desnutrición infantil
ZIKA
Dada la complicada interacción entre los múltiples factores que influyen en esta
propagación, junto con los patógenos sensibles al clima y la adaptación al cambio
climático, es difícil proyectar la carga futura de las enfermedades.
El calentamiento global ha permitido que los mosquitos, las garrapatas y otros insectos
portadores de enfermedades proliferen, se hayan adaptado a diferentes estaciones y
hayan invadido nuevos territorios en toda Europa durante la última década. Así, se han
registrado brotes de dengue en Francia y Croacia, de malaria en Grecia, de fiebre del
Nilo Occidental en el sureste de Europa, y del virus chikunguña en Italia y Francia. Lo
preocupante, según los investigadores, es que esto solo podría ser la punta del iceberg.
"La Europa mediterránea es ahora una región tropical a tiempo parcial, donde ya se han
establecido vectores competentes como el mosquito tigre", señala Rezza.
Un clima más cálido y más húmedo podría proporcionar condiciones ideales para que el
mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), propagador del dengue y el chikunguña, se
reproduzcan y se expandan en gran parte de Europa, incluyendo el sur y el este del
Reino Unido y Europa central. Anteriormente, la transmisión de esta enfermedad se
limitaba en gran medida a las regiones tropicales y subtropicales, ya que las
temperaturas bajo cero matan a las larvas y los huevos del mosquito, pero las
temporadas más cálidas podrían permitir que Aedes albopictus sobreviva y se disemine
por gran parte de Europa en décadas.
Lo preocupante, según los investigadores, es que esto solo podría ser la punta del
iceberg. "La Europa mediterránea es ahora una región tropical a tiempo parcial, donde
ya se han establecido vectores competentes como el mosquito tigre", señala Rezza. Un
clima más cálido y más húmedo podría proporcionar condiciones ideales para que el
mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), propagador del dengue y el chikunguña, se
reproduzcan y se expandan en gran parte de Europa, incluyendo el sur y el este del
Reino Unido y Europa central.
El calentamiento global ha permitido que los mosquitos, las garrapatas y otros insectos
portadores de enfermedades proliferen, se adapten a diferentes estaciones e invadan
nuevos territorios en toda Europa durante la última década, acompañados de brotes de
dengue en Francia y Croacia, malaria en Grecia, fiebre del Nilo Occidental en el sureste
de Europa, y el virus chikungunya en Italia y Francia. Lo que es preocupante, dicen los
autores, es que esto podría ser solo la punta del iceberg. «La Europa mediterránea es
ahora una región tropical a tiempo parcial», aseguran.
ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN
Al ser liberados en el ambiente, los mosquitos trans génicos compitieron con los
silvestres por las hembras, pero dejaron una descendencia no viable por la ausencia de
tetraciclina. El resultado fue que en aquella localidad el número de casos de dengue
disminuyó un 91%. Desde entonces se han realizado más pruebas con éxito en lugares
de Panamá o Malasia.
El gasto en adaptación directa a la salud como proporción del gasto total de adaptación
aumentó en 2017 a 4,8% (£ 11,668 millones), lo que representa un aumento en términos
absolutos y relativos respecto del año anterior. El gasto en adaptación relacionado con la
salud (incluida la respuesta a desastres y la alimentación y la agricultura) se estimó en
15.2% del gasto total en adaptación. Aunque este gasto a nivel nacional está
aumentando, el financiamiento climático para la mitigación y la adaptación sigue
estando muy por debajo de los US $ 100 mil millones por año comprometidos en el
Acuerdo de París.
Recomendación 3: eliminar gradualmente la energía de carbón.
El consumo de carbón sigue siendo alto, pero continuó disminuyendo en 2017, una
tendencia que se debe principalmente a la menor dependencia de China y la inversión
continua en energía renovable. La Powering Past Coal Alliance (una alianza de 23
países, incluido el Reino Unido, Italia, Canadá y Francia) se lanzó en la 23ª Conferencia
de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC) en diciembre de 2017 (COP23). comprometiéndose a eliminar el
uso de carbón para 2030 o antes.
A nivel mundial, se instalaron 157 GW de energía renovable en 2017, más del doble
que los 70 GW de la capacidad de combustible fósil que se instaló, lo que mejoró los
esfuerzos de mitigación y mejoró la calidad del aire local. Esta tendencia se vio
reflejada por un aumento del 5 · 7% en el número de personas empleadas en energías
renovables en 2017, que alcanzó 10,3 millones de empleos (indicador 4.4). De 2000 a
2016, el número de personas sin conexión a la electricidad se redujo de 1 7,000 a 1
billón.
Los siguientes cuatro mensajes clave se derivan del informe 2018 de The Lancet
Countdown.
1. Los cambios actuales en las olas de calor, la capacidad laboral, las enfermedades
transmitidas por vectores y la seguridad alimentaria brindan una alerta temprana sobre
el impacto agobiante sobre la salud pública que se espera si las temperaturas continúan
aumentando. Las tendencias en los impactos, las exposiciones y las vulnerabilidades del
cambio climático muestran un nivel de riesgo inaceptablemente alto para la salud actual
y futura de las poblaciones de todo el mundo.
3. A pesar de estos retrasos, varios sectores han visto el comienzo de una transición
con bajas emisiones de carbono, y está claro que la naturaleza y la escala de la respuesta
al cambio climático serán el factor determinante en la configuración de la salud de las
naciones durante los próximos siglos.
“El cambio climático se ha convertido cada vez más en una gran amenaza tanto para los
sistemas de salud como para la salud pública en la región de las Américas.”
El cambio climático se ha considerado "la mayor amenaza para la salud mundial del
siglo XXI". De hecho, el clima puede afectar la salud de diversas maneras, incluso a
través de fenómenos meteorológicos extremos y desastres, olas de calor, contaminación
de alimentos y agua, y un aumento de las enfermedades transmitidas por los vectores. El
cambio climático también puede tener efectos sobre los sistemas socioeconómicos que
impactan a la salud pública, incluso a través de la inseguridad alimentaria y del agua, la
escasez de recursos y los desplazamientos forzosos de las personas.
“El cambio climático se ha convertido cada vez más en una gran amenaza tanto para los
sistemas de salud como para la salud pública en la región de las Américas”, dijo Marcos
Espinal, Director de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la
Salud de la OPS. “Es vital que los países de la región se comprometan a integrar
plenamente la salud en todos sus planes de adaptación al cambio climático. La
declaración del Mercosur es un gran ejemplo de este compromiso”, subrayó.
Los impactos del cambio climático en la salud ya se están sintiendo en las Américas. El
aumento de las temperaturas puede provocar golpes de calor en las personas,
especialmente en los ancianos, pero también puede incrementar la duración de las
sequías y el riesgo de incendios forestales. Solo en los últimos dos años, más de
200,000 personas en las Américas fueron desplazadas como resultado de incendios
forestales y millones de dólares se han debido gastar en reparar daños estructurales.
La OPS está trabajando para apoyar iniciativas y acciones regionales acerca del cambio
climático y la salud, entre otras cosas, mediante la provisión de creación de capacidad y
apoyo técnico para los sistemas de alerta temprana de múltiples peligros, y en la
preparación de Capítulos de Salud en Planes Nacionales de Adaptación al Cambio
Climático (S-PNAD). Además, la Organización está apoyando al sector de la salud para
que lidere con el ejemplo, a través de adquisiciones sostenibles y la implementación de
instalaciones de cuidado de la salud “inteligentes”, que tienen como objetivo aumentar
su resistencia a los desastres y reducir su impacto ambiental.
“El dengue es la infección viral transmitida por mosquitos de mayor propagación en las
Américas y su complejidad ha ido aumentando con los años debido a varios factores,
como el crecimiento urbano no planificado, problemas de agua y saneamiento, el
cambio climático y ambiental y la circulación simultánea en algunos países de los
cuatro tipos del dengue, que aumenta el riesgo de que se presenten casos graves y
ocurran brotes”, explicó Marcos Espinal, Director del Departamento de Enfermedades
Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS.