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COMO AYUDAR A UN NIÑO AUTISTA DENTRO DE CASA

Es preciso estar bien informado sobre el trastorno y contar con herramientas que nos permitan
acercarnos al mundo interior del pequeño para ganarnos su confianza y poder ayudarle.
Desgraciadamente, no existen estrategias infalibles para educar a un niño con autismo ya que lo que
puede funcionar con un pequeño puede ser contraproducente en otro. Por eso es importante que
cada familia vaya creando sobre la marcha sus propias pautas educativas, teniendo en cuenta el
grado de severidad del trastorno, así como las áreas más afectadas y el nivel de desarrollo que ha
alcanzado el pequeño.
No obstante, existen algunas estrategias de carácter general que pueden serte útiles para ayudar a un
niño con autismo desde casa y complementar la educación que recibe en el colegio y el tratamiento
psicoterapéutico.
5 estrategias para ayudar a un niño con autismo en el hogar
1. Traza un plan educativo
La educación de un niño no es algo que se pueda improvisar, menos aún cuando se trata de un
pequeño diagnosticado con autismo ya que requiere atenciones especiales. Si lo educas basándote
en una estrategia de ensayo y error es probable que termines generando una mayor confusión y
frustración, por lo que es fundamental que busques información sobre el trastorno y profundices en
las necesidades de tu hijo. En colaboración con el psicólogo o psicopedagogo, puedes concebir un
plan de educación flexible que se adapte a las necesidades de tu pequeño en cada momento de su
desarrollo.
2. Cuida su dieta
No existe una dieta específica que pueda curar el autismo, pero algunas investigaciones han
indicado que una alimentación libre de gluten y caseína, que se encuentran en los alimentos a base
de harina de trigo y en la leche y sus derivados, puede mejorar los síntomas. Un estudio realizado en
la Universidad de Rochester encontró que este tipo de dieta no solo no resulta dañina para los niños
con autismo sino que además puede contribuir a ligeras modificaciones en su conducta social, a la
vez que mejora los trastornos gastrointestinales.
3. Juega con él
El juego es una de las actividades que más estimulan a un niño y, en especial, a un pequeño con
autismo. Se trata de una estrategia excelente para ayudarle a desarrollar sus habilidades
psicomotoras y comunicativas, estimular el lenguaje y fomentar un clima de bienestar en el hogar.
Además, jugar con el niño contribuirá a fortalecer vuestro vínculo emocional. Existen muchísimos
juegos con los que puedes entretener a tu hijo y a la vez estimular el lenguaje y la
comunicación, solo es cuestión de encontrar aquellos juegos que más le gusten.
4. Enséñale a desarrollar rutinas
Las rutinas son muy importantes para el niño con autismo ya que estimulan la seguridad en sí
mismo, le hacen sentirse más cómodo en su entorno, a la vez que le facilitan el aprendizaje de
determinados hábitos y conductas sociales. Por eso es fundamental que instaures hábitos en su vida
cotidiana que le ayuden a ser cada vez más independiente. Al inicio puedes empezar por hábitos
sencillos como lavarse las manos antes de comer o cepillarse los dientes antes de acostarse y, más
tarde pasar a rutinas más complejas como recoger sus juguetes después de jugar o poner la mesa.
5. Motívalo constantemente
Una de las cosas que más le cuestan a un niño con autismo es involucrarse en nuevas tareas o planes
que se salgan de su rutina habitual. Sin embargo, tener nuevas metas y hacer actividades diferentes
no solo le ayudan a abrirse al mundo y mejorar la comunicación sino que también le permiten
conocer más sobre el entorno que le rodea. Por eso es importante que motives continuamente al
pequeño a hacer cosas nuevas: practicar deporte, inscribirlo a un taller sobre un tema que le
apasione o simplemente planificar algo que se salga de su cotidianeidad, como ir de paseo a un
parque infantil diferente.

Para cundo sale de csa


Los niños con autismo se suelen sentir más cómodos y son más expresivos en su entorno cotidiano
que en sitios nuevos. De hecho, cuando están en un entorno desconocido o haciendo actividades
nuevas, suelen sentirse inseguros y con miedo, lo que provoca que a veces reaccionen de manera
brusca o violenta ante situaciones normales o que incluso tengan una rabieta. En situaciones así se
vuelve muy complicado lidiar con el pequeño, por lo que es importante que los padres cuenten con
algunas herramientas que les ayuden a enfrentar este tipo de situación y además, puedan transmitirle
seguridad al pequeño para que se tranquilice.
5 estrategias para ayudar a un niño con autismo cuando sale de casa
1. Aprende a interpretar su comportamiento
Una de las características que distingue a un niño con autismo son los problemas para
comunicarse. La mayoría de las veces no sabe expresar de forma verbal lo que piensa o siente, así
que lo hace a través de su comportamiento. Sin embargo, para un adulto puede ser muy difícil
comprender lo que el niño quiere transmitir interpretando solo su conducta, de ahí que muchas
veces se malinterpreta lo que quiere decir o peor aún, se ignora.
No obstante, este es uno de los peores errores que pueden cometer los padres, sobre todo cuando
están fuera de casa, ya que en ese momento es cuando más apoyo y comprensión necesita el
pequeño. Por eso, es importante que aprendas a interpretar sus reacciones y comportamientos,
así evitarás que tu hijo se estrese demasiado y podrás ayudarle cuando se sienta nervioso o inseguro.
2. Dale todo el tiempo que necesite
Como norma, el niño con autismo lleva un ritmo más pausado que el resto de sus coetáneos y
adultos. Sin embargo, no lo hace adrede, esto se debe a que procesa la información de forma más
lenta y por ende, también reacciona con mayor lentitud. Además, el hecho de que presente un
retraso en el desarrollo de sus funciones motoras y que tenga dificultades en la coordinación
también ralentiza su respuesta en determinadas circunstancias. Por eso, es importante que los padres
asuman que el niño con autismo tiene su propio ritmo, y que adapten sus expectativas y exigencias,
de manera que no añadan una tensión adicional.
3. Evita reñirle o recriminar su comportamiento
La mayoría de las veces un niño con autismo no se equivoca o hace algo mal a propósito sino
porque no sabe hacerlo de otra manera. Por tanto, reñirle o recriminarle, sobre todo si está fuera de
casa, solo hará que se sienta culpable, inseguro y frustrado. En una situación así no es extraño que
termine irritándose, tenga una rabieta o que incluso se muestre un poco agresivo.  Para prevenir
estos problemas es conveniente que evites reñirle o criticar su conducta cuando se encuentra fuera
de casa y, si debes hacerlo, espera a que esté calmado y díselo con mucha delicadeza para no herir
su sensibilidad.
4. Evita llevarlo a sitios demasiado ruidosos
Un niño con autismo suele ser muy sensible al ruido, de hecho, los sonidos fuertes que los otros
pequeños o adultos ignoran para él pueden llegar a ser molestos e incluso dolorosos. Por eso puede
estresarse mucho cuando se encuentra en un ambiente donde hay demasiado movimiento y ruidos
fuertes. Para evitar estas situaciones, será mejor que no lo lleves a lugares demasiados ruidosos
como los estadios deportivos, centros comerciales muy grandes o parques con aglomeraciones.
5. Incítalo a comunicarse con los demás
Para todos los niños, salir de casa es una oportunidad para mejorar el lenguaje y entrenar sus
habilidades sociales, por tanto, no la desaproveches. Motívalo a jugar con otros niños en el parque,
dale participación en las conversaciones e incítalo a que se comunique con el resto de las
personas. Al inicio puede ser muy complicado, quizá los avances tardan en aparecer, pero si insistes
tu hijo terminará relacionándose con los demás, solo debes esperar al momento en que se sienta
seguro y confiado, sin presionarle demasiado.

Tratamiento infantil del TA


El autismo puede llegar a ser un trastorno muy limitante pero cuando se diagnostica y trata a
tiempo, los niños reportan grandes mejorías, tanto en el aprendizaje como en sus habilidades
sociales y comunicativas. En la actualidad existen diferentes opciones terapéuticas, desde las
terapias conductuales y de comunicación hasta los tratamientos farmacológicos, nutricionales y la
medicina alternativa, en la cual se incluye desde la musicoterapia hasta la acupuntura.
Sin embargo, como el espectro autista es muy amplio, es muy difícil hacer referencia a tratamientos
estandarizados. De hecho, una de las claves del éxito radica precisamente en el grado de
personalización que se logre. No obstante, se ha podido apreciar que los programas más eficaces
tienen una serie de características comunes, las más importantes son:
Programa muy bien estructurado, que incluye actividades terapéuticas que cubren al menos 25 horas
a la semana. De hecho, no podemos olvidar que en muchos trastornos psicológicos, la perseverancia
es fundamental para lograr resultados.
Profesionales altamente capacitados que están familiarizados con la intervención. El autismo es una
patología compleja que demanda un gran conocimiento, no solo de sus causas y síntomas sino
también de las estrategias terapéuticas que resultan más eficaces y de la mejor manera de ponerlas
en práctica.
Evaluación por objetivos, el tratamiento del autismo infantil no solo debe tener objetivos a alcanzar
muy específicos sino que también es importante realizar un seguimiento regular de los progresos.
Intervención focalizada en las áreas más afectadas, que suelen ser las habilidades sociales y
comunicativas, así como las destrezas motoras, la imitación y las habilidades cotidianas.
Oportunidades para interactuar con otros niños. Se ha podido apreciar que los programas en los
cuales los niños con autismo pueden interactuar con sus coetáneos, son mucho más eficaces que las
terapias individuales.
Abordaje multidisciplinar, que implica no solo a un psicólogo sino también un psiquiatra, un
maestro, un fisioterapeuta y una logopeda.

Los tratamientos psicológicos más comunes y eficaces


Análisis Conductual Aplicado
Se trata de un tratamiento para el autismo muy eficaz que goza de una gran aceptación entre los
psicólogos y maestros ya que su principio de funcionamiento es sencillo y resulta muy fácil ponerlo
en práctica. A través de este método se intentan estimular las conductas positivas y hacer que los
comportamientos negativos desaparezcan, de esta forma el niño irá desarrollando diferentes
habilidades.
Existen diferentes programas que utilizan el Análisis Conductual Aplicado. Por ejemplo, la
Enseñanza de Tareas Discriminadas (DTT) se basa en la repetición, paso a paso, para enseñarle al
niño la conducta que se desea promover. Cada tarea se divide en partes muy sencillas y cuando el
pequeño logra cumplirlas con éxito, se le premia, cuando se equivoca, se ignoran sus respuestas. De
esta forma, según el principio de extinción, las conductas negativas o indeseadas terminarán
desapareciendo.
Tratamiento y Educación de Niños con Problemas de Autismo y Comunicación (TEACCH)
Se trata de otro tratamiento muy difundido que también resulta muy eficaz. El método TEACCH
está basado en la comunicación visual por medio e imágenes y símbolos, que representan palabras o
conceptos. Se aplica una vez que los niños han aprendido a seguir órdenes y pueden focalizar su
atención.
Básicamente, este programa se basa en darles a los niños una serie de pistas visuales para que
puedan comprender mejor el medio y organizar su conducta. De esta forma,  la técnica aprovecha
sus capacidades espaciales y como el material está dispuesto con gran precisión, se reducen al
mínimo las posibilidades de error. Al igual que en el Análisis Conductual Aplicado, en este
programa también se dividen las tareas en pequeños pasos, pero se recurre a pistas visuales, que son
mucho más atractivas para los niños.

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