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Hace falta una reforma tributaria, bajo esta pandemia?

Introducción
La ultima ley de coparticipación fue sancionada en 1988, donde se dispuso un régimen transitorio
de distribución de recursos fiscales entre Nación y las provincias. Esta ley establecía que los fondos
a distribuir fueran integrados por la recaudación de todos los impuestos nacionales existentes de
aquella época y los que se crearan, exceptuando los derechos de importación y exportación, como
así también dejando de lado aquellos tributos cuya distribución entre nación y provincia se
efectúen por otro sistema o régimen de coparticipación. En dicha ley se dispuso que el 42,34% de
lo recaudado se distribuyera en forma automática a la Nación y el 54,66% al conjunto de las
provincias, el 2% al recupero relativo de algunas provincias y el 1% al fondo de Aportes del Tesoro
Nacional, destinado a cubrir situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los
gobiernos provinciales.
Según la constitución Nacional, la ley de coparticipación debería ser equitativa, solidaria y dar
prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de
oportunidades en todo el territorio Nacional y la distribución de recursos entre la Nación y las
provincias debería efectuarse en relación directa a las competencias, servicios y funciones de cada
una de ellas. Un punto importante de todo esto es que cada ciudadano, de cualquier provincia,
debería recibir igualdad de oportunidades, en términos de bienes públicos: salud, educación,
seguridad, seguro de desempleo y niveles de ingreso, entre otras variables; bajo la retribución que
el mismo es quien paga impuestos al municipio, a la provincia y a la Nación.
Hoy en día con la pandemia, y ante los problemas fiscales que suceden en el país, no podemos
plantear. ¿Cuál es el ideal de una reforma tributaria?
La Recaudación Tributaria y la Coparticipación Federal
El estimador mensual de la actividad económica proyectó en marzo una caída del 11,5%
comparado con el mismo mes en el 2019 y de 9,8% con respecto a febrero en su medición
desestacionalizada. En el primer trimestre del año el EMAE cayó 5,4% respecto al mismo periodo
de 2019 y 4,8% sin estacionalidad respecto del trimestre anterior. El informe final mostro que 15
sectores de actividad mostraron caídas en marzo en la comparación interanual.
¿Pero cuál es el impacto de esta caída en la recaudación? El estado argentino recibe ingresos a
través impuestos directos e indirectos entre otros instrumentos recaudatorios, de estos impuestos
que el estado recauda no todos son coparticipables, ya que como mencionamos algunos van solo a
las arcas nacionales, como los derechos de exportación. Dentro de los que son coparticipables el
38% son ingresos para la Nación y casi un 61% se destina a las 24 provincias incluido Tierra del
Fuego, más el 1% que se destina a las ATN. Los impuestos que mayor recaudación tienen son el
Impuesto a las Ganancias que tuvo una baja que rondo el 31,8% y parte del Impuesto al Valor
Agregado con una caída en torno al 27%, pero hay otros que se comparten entre la Nación y las
provincias, que pueden tener un reparto diferente. Pero también sabemos que el estado realiza
gastos sobre distintas necesidades poblaciones y estructurales para su funcionamiento.
En los últimos tiempos el equilibrio de estas dos variables resulto negativa para la Argentina,
arrojando un déficit fiscal, la cual hoy se está cubriendo con emisión monetaria. La situación actual
es que, según datos del ministerio de economía al primer trimestre del 2020, los ingresos
arrojaron un 15,9% del PBI mientras que el gasto publico primerio aumento en un 18,2% del PBI,
esto represento un déficit de -2,3% del PBI. En términos generales el estado argentino recauda
solo el 86% de lo que gasta sin considerar el pago de intereses, podemos decir que la pandemia lo
único que está logrando es acelerar esta caída tributaria.
Los datos muestran que la recaudación impositiva interanual aumento en términos nominales,
pero esta se mostró por debajo de la tasa de inflación, generando un debilitamiento financiero.
¿Ahora bien, toda esta explicación como termina repercutiendo en la coparticipación?
Justamente uno de los problemas que hoy tiene la Argentina es que se pagan 165 tributos, pero
pese a la abundancia de tributos, muy pocos explican el grueso de la recaudación, de estos, 11
explican el 90% de la recaudación de los 3 niveles del Gobierno. Del 90%, el 70% está representado
por el IVA, los aportes a la seguridad Social, las contribuciones a la seguridad social, el impuesto a
las Ganancias tanto de personas físicas como jurídicas y el impuesto a los ingresos brutos, más
otros 6 tributos (20%) generados por los Derechos de exportación, de importación, el impuesto al
cheque, el impuesto sobre los combustibles y la tasa de seguridad e higiene municipal. O sea que
los 154 restantes explican solamente el 10% del total a un promedio de 0,064% de aporte cada
uno. Por último, de estos 11 tributos 9 son nacionales y a través de un esquema de
coparticipación, leyes y acuerdos se distribuyen entre Nación (Tesoro y Anses), las provincias y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mientras que las provincias mediante sus laberintos
distribuyen a sus municipios y comunas los fondos que les ingresan por coparticipación nacional y
los impuestos provinciales, que básicamente son los Ingresos Brutos (segundo impuesto que más
se recauda del país).
Conclusión
Como podemos ver el esquema es bastante complejo y sumado a los indicadores de recaudación
mencionada, se torna muy difícil en este contexto poder cumplir con todas las responsabilidades
que ello implica. Sabiendo que el grueso de la recaudación esta dado justamente por los tributos
como el IVA, IIBB y Ganancias, los cuales están siendo altamente afectados por la actividad
económica la cual se vio reducida, y encima siendo el esquema bastante centralizado en el
Gobierno Nacional con un 85% aproximadamente y el otro 15% en los gobiernos subnacionales, se
presentan varios desequilibrios verticales; por un lado hay un gobierno nacional que recauda gran
parte de los recursos, pero desde el gasto hay una mejor distribución. Sera más que importante
diseñar un esquema de transferencia de recursos, ya que, si una jurisdicción tiene todo el gasto,
tiene un alto porcentaje del gasto y el otro recauda todo, de alguna forma hay que equilibrarlo.
Esto es lo que un poco reclaman los gobiernos subnacionales, somos uno de los únicos países que
estableció una de las cuarentenas más estrictas del mundo, y esto se dio porque el estado no tenía
otros instrumentos, entonces de algún modo con las pocas herramientas que tenía tuvo que
mejorar rápido lo poco que había, y por ello la decisión de cerrar la economía. Se aplicó un modelo
para los grandes centros urbanos, mientras que quizás en el interior no tenía mucho sentido.
Entonces si queremos salir de esta pandemia de algún modo primero hay que mirar las actividades
midiendo el impacto económico que tienen en general y para cuanta gente, segundo hay que
pensar cuanto puede sobrevivir una actividad estando cerrado por los distintos grados de
sensibilidad, y después cuas es la modalidad de trabajo y como se puede modificar. Y como la
gente se traslada hasta ahí. La demografía en la argentina es muy distinta a otros países, entonces
aplicarla a lugares donde hay mucha mayor densidad poblacional como si argentina fuese
totalmente homogénea, fue un error inicial que el presidente corrigió delegando un poco a los
gobernadores. Como punto final será importante no subestimar este llamado por parte de los
gobiernos quienes reclaman una atención a sus economías, no nos podemos olvidar que la
argentina es un país federal, donde la salud y la educación son de las provincias, entonces si una
provincia no tiene certidumbre, ya sabe que va a recibir menos plata ve que como se le esta
cayendo la recaudación propia, y ve como se le está cayendo la recaudación que la naciona
recolecta, si no sabe cuánto le van a compensar de eso y en que momento estas no pueden
planificar

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