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Llaguento Farronan Trab Ind DCII
Llaguento Farronan Trab Ind DCII
PIMENTEL- 2020
El pagaré, es un título valor que tiene mucha importancia en el mercado laboral financiero por
lo que es vital conocer el uso de este como título de crédito, pudiendo establecer que en la
actualidad existe en gran proporción de riqueza comercial, que se representa y maneja a través
de títulos valores. Es vital recalcar que el pagaré es uno de la diversidad de títulos valores que
existen y que este es de mayor funcionalidad. Para una mejor comprensión del valor y utilidad
que representa el pagaré como acto mercantil, en nuestro país, es necesario realizar, un estudio
que ayude a diferenciar, el pagaré de los demás títulos valor. Basándonos en las
generalidades, comprendimos que el pagaré es el más importante de los títulos lineales o de
obligación directa, por oposición a los títulos como la letra de cambio y el cheque.
Se pretende con este trabajo, conocer a través de diferentes medios tanto bibliográficos como
informáticos, la forma en la que circula el pagaré en el medio mercantil, asimismo sus
generalidades y diferencias entre los demás títulos valor.
Objetivo General:
Determinar si el títulos valores y su influencia, tratamiento en el mercado como herramienta
de crédito cumple con lo regulado por la legislación y normas conexas.
Objetivo específicos:
Conocer las generalidades del pagare y sus funciones
Identificar las personas que intervienen en esta figura mercantil y las formalidades de este.
Describir la legislación nacional que regula el pagare como título valor
Otros autores como Rubís, atribuyen a los florentinos que se refugiaron en Francia
huyendo de los gibelinos la invención de la letra de cambio, siendo presumible también
que fueran ellos quienes en sus relaciones comerciales comenzaran a utilizar el pagaré
para recoger su dinero, pero lo que si resulta un hecho cierto es que ya durante el siglo
XIII, los italianos acostumbrados a comerciar con Francia utilizaban en sus
transacciones letra de cambio, permitiendo esto suponer que también lo hicieran con el
pagaré, resultando probable que durante este período se utilizara por las características y
tipo de comercio, el pagaré nominativo, destinado esencialmente a servir como medio
para garantizar el pago de deudas u obligaciones contraídas por el librador a favor de
persona cierta, subordinado, en todo caso, a un préstamo u obligación preexistente de la
cual es accesorio y garante.
1.3. Concepto:
La Obligación de dar suma de dinero es evidente que el pagare puesto a cobro existe un
solo plazo y no dos como afirma el recurrente. Por lo tanto se emite la sentencia que
declara infundada la contradicción y fundada la demanda interpuesta por el banco de
comercio y ordena que se lleve adelante la ejecución hasta que los ejecutados cumplan
con pagar al banco demandante en forma solidaria la suma de trece mil ochocientos
Los pagarés suelen ser al portador o endosables, es decir, que se pueden transmitir a un
tercero y ser emitidos por individuos particulares, empresas o el Estado.
Es oportuno destacar que aun cuando de las definiciones ofrecidas pudiera entenderse
que estamos frente a un documento de menor interés y eficacia, nada más lejos de la
verdad, el pagaré, al igual que la letra de cambio, la compraventa, la permuta y el
seguro, entre otros, es un título con autonomía y entidad suficiente para hacer exigibles
los derechos y el cumplimiento de las obligaciones que de él dimanan.
El título valor Pagaré está regulado en nuestro país por la Ley n. º 27287 promulgada el
17 de junio del 2000 y publicada en el Diario Oficial el 19 del mismo mes y año.
La norma reguladora de las formalidades de este título está concebida con vigor
imperativo: expresa que el pagaré debe contener determinados requisitos; por lo que la
carencia eventual de algunos de ellos acarrearía la nulidad del mismo sin necesidad de
declaración expresa en tal sentido.
Elementos personales:
Elementos formales:
- Denominación de pagaré en el texto del título valor.
- Promesa de pago, estableciéndose el importe concreto.
- Vencimiento, momento del pago.
- Lugar y fecha de la emisión del pagaré.
- Nombre y firma del firmante.
- Nombre y domicilio del tenedor.
- Lugar de pago.
Cabe señalar, aparte de los requisitos mencionados, también se podrá dejar constancia de
la causa de la emisión del pagaré, la tasa de interés compensatorio hasta su fecha de
vencimiento, así como la tasa de interés moratorio después de dicha fecha, y alguna
Del mismo modo, bien sea por el hecho de haber caído en desuso o por su escasa
utilidad, quedaron fuera de la ley las siguientes materias:
De ser instrumento para el cambio de dinero de una plaza a otra, ha pasado a convertirse
en documento de ejecución de la obligación de pagar el precio convenido en un contrato
subyacente.
A la hora de firmar un pagaré tenemos que leer las letras pequeñas que contiene el
documento, debido que en algunas cláusulas que pueden darnos dolores de cabeza en un
futuro.
Este tipo de pagaré tiene entre sus características principales que puede ser
legalmente endosado, es decir, que el beneficiario principal puede ceder todos los
derechos de pagaré a otra persona sin que el deudor principal esté enterado o
notificado. Al ser endosado el nuevo dueño del pagaré adquiere el derecho a cobrar la
deuda a partir de la expiración de la fecha señalada.
Hay que ser conscientes que en pagarés a la orden los bancos suelen cobrar un
timbre (impuesto de Actos Jurídicos Documentados) donde el importe dependerá de
la cantidad que viene escrita en el pagaré.
Los pagarés que incluyen entre sus cláusulas que es “no a la orden” hacen referencia
a que conforme a las leyes, tiene la facultad de impedir el endoso de este pagaré, es
decir, no pueden ceder los derechos del mismo a otra persona. La única manera en
que el pagaré puede ser endosado es a través de una notificación al suscriptor, y
solamente podrá hacerse el endoso cuando el suscriptor acepte que esto se lleve a
cabo.
Los bancos no pueden hacer descuentos en un pagaré que incluya en su cláusula la
palabra “no a la orden”. La única forma de cobrarlos es que el suscriptor confirme y
que se pierda la vía ejecutiva para poder pedir el cobro en caso de no pagar o exista
una devolución.
Hay que ser precavidos a la hora de elegir qué tipo de pagaré elegir y lo mejor es
consultar con nuestro contador que es lo más viable.
El uso del pagaré en la actividad económica y su regulación legal han estado sometidos a
muy diversas fuerzas. En sus inicios, el libre comercio reinante entre los diversos
territorios y ciudades medievales, permitió que este instrumento gozara de cierta
uniformidad internacional. Con el advenimiento de los estados nacionales el panorama
cambió dado que los estados nacionales empezaron a regularlos con criterios
nacionalistas excluyentes.
A pesar del carácter imperativo que el mundo moderno reconoce a la Ley Uniforme de
Ginebra, se trata de un instrumento internacional inspirado en tradiciones jurídicas que
difieren sustancialmente de aquellas que sustentan el sistema del Common Law vigente
en Inglaterra y Estados Unidos. Por esta razón tales países, y otros que han desarrollado
sus sistemas jurídicos inspirados por estos, no suscribieron la Convención. En
consecuencia, en ellos impera un régimen de los títulos-valores que difiere del contenido
en la Ley Uniforme de Ginebra, y cuyo modelo moderno está en el Uniform Commercial
Code de los Estados Unidos de América.
Tanto el pagaré como la letra de cambio y el cheque, son títulos valores, y representan
los documentos comerciales que contienen un valor patrimonial en sí mismos, que
pueden circular en el mercado y que reconocen la titularidad de sus poseedores, por ser
VENEZUELA
Los títulos valores, dentro del sistema jurídico venezolano, si bien son de origen
mercantil, ello no contradice la naturaleza penal que a los mismos les da el sistema,
básicamente por lo establecido en el artículo 326 del Código Penal. Por esta razón, son
títulos con una doble naturaleza jurídica: cuando ellos son veraces su naturaleza es
mercantil y se aplicará siempre las normas del Código de Comercio; si son falsos surge
su naturaleza penal y los títulos valores reciben la protección del Código Penal,
persiguiéndose a los falsificadores para que, de resultar dolosamente culpables, se
apliquen las sanciones pertinentes, por haberse agredido la credibilidad mercantil,
estimada como Fe Pública de acuerdo con el sistema jurídico penal venezolano; para
darle la máxima protección a los títulos valores y para prevenir a quienes se beneficien
de ellos, que sí agreden la credibilidad mercantil mediante el uso doloso de dichos títulos
serán sancionados con igual pena que la que corresponde a un funcionario público que
haya falsificado un acto público, pues la credibilidad mercantil es un bien común, en
virtud de que el comercio es una actividad social que involucra a la comunidad en su
totalidad, en el sentido de que todos se aprovechan de él, bien sea como productores,
como distribuidores o como consumidores, y, en cada instancia se puede requerir del
crédito, bien sea para producir, para distribuir o para consumir.
Venezuela no cuenta con una legislación específica que regule los títulos valores, solo el
Código de Comercio lo reglamenta.
Esto ha determinado la inoperancia del pagaré como título de crédito, pues tratándose de
créditos en los que se confunden en el mismo sujeto la condición de deudor y acreedor,
personificados en empresas que administran el patrimonio del Estado, se menoscaba la
autonomía y eficacia del título.
El art. 11 de la ley se contrae a establecer una regla que se refiere a las letras de cambio,
pagarés, vales a la orden y cheques, o sea, a los efectos de comercio, estableciendo que
quienes giren, acepten, endosen o avalen estos documentos quedan obligados
solidariamente frente al tenedor, quedan obligados frente al tenedor. El tenedor puede
accionar contra dichas personas, individual o conjuntamente y acumulativamente
directa, de regreso, ulterior regreso, sin observar el orden en que se hubiesen obligados.
Si se promueve contra uno de los obligados no impide accionar contra los demás.
Finalmente como Seguridades para obtener el pago, Se supera el criterio que primero el
tenedor debe justificar la insolvencia del demandado, en 1er. término para poder
dirigirse contra los demás obligados.
Con este estudio podemos demostrar que a nivel internacional existe una doctrina
consolidada en torno a los conceptos y principios que regulan las normas aplicables al
pagaré además de existir un indiscutible desarrollo normativo en la materia existiendo
regulaciones muy exhaustivas en cuanto y también es una tendencia de manera general
regular esta institución mediante normas que tienen rango de leyes como es el caso de
España y Perú que a nuestro criterio son una de las leyes más completas y avanzadas así
como existe consenso en unificar en un solo cuerpo legal esta institución.
Repasemos los hechos. Una empresa solicitó la ejecución de un pagaré por la suma de S/.
40,000.00, más el pago de los intereses devengados correspondientes. Alegó que en febrero de
2013 giró un pagaré a cargo del demandado; sin embargo, pasada dicha fecha, el aceptante no
cumplió con pagar la suma adeudada a pesar de los múltiples requerimientos.
Por su parte, el ejecutado formuló contradicción sosteniendo la nulidad formal del título,
refiriendo sustancialmente que a la firma del pagaré contaba con setenta y un años de edad,
con grado de instrucción primaria incompleta y con incapacidad visual y auditiva, por lo que
resultaba imposible que haya adquirido deuda alguna, por lo que afirmó que lo más probable
era que el pagaré se lo hicieran firmar en blanco.
En primera instancia se declaró infundada la contradicción. El juez sostuvo que, de los medios
probatorios ofrecidos en la contradicción del mandato ejecutivo, no sustentó documento
alguno que acredite que el llenado del pagaré emitido por la ejecutante fue hecho en
contravención a los acuerdos adoptados. Refirió también que cumplió con los requisitos
legales que exige el artículo 158 y siguientes de la Ley de Títulos Valores y el artículo 689 del
Código Procesal Civil.
Con esto, la Corte Suprema vio inadecuado el pronunciamiento superior, pues generaba una
contravención al debido proceso, por lo que ordenó se expida una nueva decisión.
En las compraventas que se realizan dentro del tráfico mercantil está muy extendida la
utilización de algunos títulos valores como medio de pago y, en ocasiones, como
instrumento de crédito.
El pagaré es un título valor literal y abstracto, emitido de forma nominativa directa que
integra una promesa de pago incondicional por el cual una persona se obliga pura y
simplemente a pagar una determinada cantidad en una fecha concreta a una persona o a su
orden. No necesita ser extendido en papel timbrado ni reviste formalidades especiales.
Dos son las figuras intervinientes: el firmante y la persona quién éste deberá pagar, es
decir el tomador o tenedor. También existen la figura del avalista y el endosante y el
endosatario.
En el caso que se efectúe el pago de una deuda plasmada en un pagare, no se debe olvidar
en ningún momento solicitar el pagare y anularlo inmediatamente.
No se debe firmar un pagare sin antes estar seguro de los datos que legalmente debe
contener.
Hacer un llamado a los legisladores de que se pueda regular de manera autónoma y con
mayor contenido el tema del pagare.
Ley n.° 27287 (2000). Ley Títulos Valores. Recuperado el 17 de abril de 2020, de
http://www.abrahamlincoln.pe/normas/ett/nl9.pdf.
Corte Suprema (2018). Quién debe probar que el pagaré en blanco fue completado
adecuadamente. Recuperado el 24 de abril de 2020, de: https://laley.pe/art/6058/quien-
debe-probar-que-el-pagare-en-blanco-fue-completado-adecuadamente.
Modelo de Pagaré