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La Josefina

Eran finales del mes de marzo de 1993. Las lluvias, también eran muy intensas en la provincia del Azuay y Cañar.
Días antes, (23 de marzo), se había producido un gran incendio en la fábrica Guapán (Azogues) lo que produjo el
derrame del bunker y diesel sobre el río Burgay. El 29 de marzo, a eso de las 21:30, se conoció las primeras
informaciones sobre grandes piedras caídas en el sector del Tahual, o conocida también como La Josefina. que es
el ingreso a los cantones orientales de la provincia del Azuay. Al amanecer del 30 de marzo, las noticias no eran
buenas, el río Cuenca y Jadán se había taponado con más de 50 millones de metros cúbicos de material pétreo
desgarrado desde la parte alta. Era el cerro Tamuga que se había deslizado. La Defensa Civil, en ese entonces y
bomberos, fueron los primeros en llegar al sector El Descanso y ayudar a las personas que trataban de rescatar sus
pertenencias de sus viviendas, antes que el agua inunde el lugar. Allí comenzaron 30 días de angustia para los
habitantes de la zona de Challuabamba y de Charasol en Azogues, igual para los habitantes, aguas abajo del dique
que se formó, es decir, para las poblaciones de Paute, parte de Gualaceo.

El presidente, en ese entonces, Sixto Durán Ballén, “trasladó” sus oficinas a la “Atenas del Ecuador” para atender
personalmente la situción. El ingeniero Luis Monsalve, en sus apuntes señala que en esos meses las lluvias fueron
tan intensas que se registró un promedio de 169% en el mes de febrero más de lo que estaba previsto, mientras en
marzo las lluvias aumentaron en un 208%, lo que provocó el crecimiento de los ríos, las inundaciones y los deslaves
en varios sectores del sur del país. Fueron 150 millones de metros cúbicos de agua que se reposó, formando una
laguna gigante que taponó viviendas y terrenos productivos. Cada día el agua del río Cuenca, regresaba con
dirección a la ciudad.

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