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Una Autocracia con disfraz de Democracia

La autocracia es un término relevante para la política y la historia en sí. Esto se debe


principalmente debido a las repercusiones que conlleva este régimen, ya que
revoluciona todos los aspectos de una sociedad. En términos de definición, la DRAE
(2015) estipula que la autocracia es un “Sistema de gobierno en el cual la voluntad de
una sola persona es la suprema ley.” Sin embargo, ¿Este sistema tan despreciable e
injusto desapareció? Para reflexionar en relación a ello, el propósito de este trabajo es
argumentar y demostrar que la autocracia se encuentra más viva que nunca y no sólo
como un recuerdo. Para cumplir con el propósito anterior, el trabajo se respaldará
a través del uso de siete fuentes donde se contextualizará sobre la situación
latinoamericana actual y la influencia de los medios de comunicación. Se
abordará la reconocida película “La Ola”, también se discutirá sobre los gobiernos
latinoamericanos en la actualidad para así finalmente, llegar a una conclusión sobre el
tema a discutir: La autocracia si existe en nuestra realidad y sobre todo en
Latinoamérica.

Los pilares que sustentan un régimen autocrático son principalmente una ideología, un
líder, control y vigilancia. Las circunstancias para llegar a estos extremos
antidemocráticos suelen ser la insatisfacción del pueblo, la falta de credibilidad de los
gobernantes, la corrupción, la pobreza, la falta de identificación con ideales por parte
del pueblo y la desesperación. Estos factores permiten que sea más fácil que surjan
líderes capaces de mover a las masas hacia regímenes autocráticos. Un claro ejemplo
de lo dicho anteriormente es el que plantea la película “La Ola”. Al comienzo del filme
podemos apreciar el siguiente diálogo (Edery, 2011) “-Según tu opinión, no es posible
que en Alemania haya una dictadura ¿Verdad? -Preguntó el profesor. -De ninguna
manera, somos mucho más inteligentes ahora. -Afirmó el estudiante.”
Consecutivamente podemos contemplar cómo estos mismos estudiantes, se dejan
influenciar por la figura del profesor que representará el papel de líder, motivándolos
para establecer un modelo autocrático en el grupo. La Ola es catalogada como una de
las películas más controversiales porque nos demuestra un hecho que muchos
creemos imposible: el resurgir de una dictadura o autocracia. Después de ver esta
película la pregunta que surge: ¿Es posible que vuelva haber una dictadura en un
país actualmente democrático? Pero específicamente ¿Alguna vez se esfumó
por completo la dictadura?

“Las cumbres UE-CELAC (Unión Europea-Comunidades de Estados Latinoamericanos


y Caribeños) reúnen a los dirigentes europeos y a los latinoamericanos y
caribeños con objeto de fortalecer las relaciones entre ambas regiones”. (Consejo
Europeo, 2015). Estas cumbres representan las principales formas de diálogo y
cooperación entre los Estados de Europa y de América Latina y el Caribe. Uno de sus
principales objetivos es modernizar los lazos económicos y también dialogar sobre las
iniciativas orientadas a los ciudadanos en relación con la innovación para el
crecimiento sostenible, la educación, la seguridad, etc. En lo expresado anteriormente,
podemos apreciar el hecho de que los países latinoamericanos estrechan vínculos con
otro Estado. No obstante, ¿No creen que la CELAC debería preocuparse primero de
mejorar el sistema y la gobernabilidad de cada uno de sus países? En la actualidad, la
situación que se está viviendo en todo el mundo y principalmente en América Latina es
un aumento de la pobreza que va de la mano con los impuestos, una falta de
credibilidad de los gobernantes, sin contar con una serie de movimientos
independentistas. Estos y muchos más representan indicios de disconformidad en la
sociedad y también son características que se han dado en regímenes autocráticos a
lo largo de la historia. De hecho, podemos apreciar a través del Estudio de Opinión
FLACSO/IPSOS realizado el año 2011 una encuesta realizada a los ciudadanos
latinoamericanos sobre gobernabilidad y convivencia democrática, en la cual se ratificó
que la política es importante. Sin embargo, un 48.5% de los entrevistados manifestó
no confiar en lo absoluto en los políticos, es decir casi la mitad de los entrevistados, la
cual es una cifra preocupante y que nos demuestra que el descontento social está
cada vez más arraigado en nuestra sociedad. (Silva, 2013)

En América Latina la democracia representa solo una pantalla para lo que sería un
gobierno, en el cual los presidentes tienen un solo objetivo, quedarse en el poder más
tiempo del estipulado o bien ser reelectos. La consecuencia de lo anterior es la
instauración de un orden político despótico y de corte personalista, si bien diferentes a
los de hace décadas que se basaban en la institución militar pero a su vez
simultáneamente parecidos. Estos nuevos autócratas han usado diferentes métodos
por ejemplo, Evo Morales hizo aprobar una nueva Constitución en 2009 en donde
básicamente se autorizaba la candidatura del presidente para lo que sería su tercer
período consecutivo. También tenemos a Correa, el presidente de Ecuador que
autorizó dos períodos consecutivos teniendo el poder en sus manos hasta el año
2017. Lo más probable que encontrará la forma para quedarse un par de años más.  
También tenemos a Ortega, presidente de Nicaragua el cual prefirió no perder su valioso
tiempo en una reforma de la constitución. Él simplemente presentó su candidatura y la
Corte Suprema dictaminó que era “legal”, así de simple. Asimismo, en Argentina
tenemos a una presidenta apodada como “Cristina eterna” con una suma de doce
años en el poder entre los suyos y los de su difunto marido. Tenemos un Chile lleno de
políticos corruptos y una presidenta con un 63% de desaprobación pues no cumple lo
que promete generando desconfianza en la población. Estos gobiernos constituyen
algunos ejemplos del liderazgo latinoamericano en la actualidad los cuales me hacen
cuestionarme lo siguiente: ¿Si todo esto no es autoritarismo qué cosa lo es? Aquí no
hay ideología ni principios sino negocios mal habidos, lavados de dinero y no es más
que una narrativa para ingenuos. (Schamis, 2013)

“Sin medios de comunicación sería difícil de imaginar hoy en día la democracia. La


vida política, sin duda, se enfoca y desarrolla de cara a los mass media. No hay mitin
o acto de partido, intervención parlamentaria, actuación de un miembro del Gobierno o
declaración de algún representante de la oposición que no se realice sin tener
presente su repercusión en la opinión pública.” (Holgado, 2003:472) Si bien lo anterior
nos presenta un acontecimiento que es cierto lo que no se debe pasar por alto es el
hecho de que al ser usados como instrumento de poder político desempeñan la
función de “manipular” la conducta de los individuos de la sociedad hasta conseguir
conducirlo a los intereses de ese poder político. Un ejemplo es el suceso de que los
presidentes latinoamericanos han logrado abrirse camino en el mundo de Twitter
situándose entre los líderes de Estado más seguidos del mundo, leídos no sólo por
aquellos a los que gobiernan sino por una audiencia global. Tenemos el ejemplo de
Dilma Rousseff presidenta de Brasil que descubre Twitter para promover su campaña
y luego abandona la cuenta sin más, o de Cristina Fernández con una de las cuentas
más populares del mundo. Estos y muchos más son ejemplos que debemos
considerar ya que la influencia que ejercen estos medios conllevan un gran peso y
sobre todo en la sociedades (BBC Mundo, 2013)
A lo largo de este trabajo pudimos apreciar varios aspectos de los regímenes
autocráticos. En primer lugar, se presentó las características que poseen las
dictaduras y las condiciones sociales que existían al momento de haber surgido.
Después constatamos el esfuerzo de los países latinoamericanos en estrechar
vínculos internacionales cuando lo que deberían priorizar es su propio país. Por último,
se presentó a los gobernantes de distintos países latinoamericanos y la influencia que
generan los medios masivos de comunicación en el hombre masa. Lo dicho
anteriormente, me hace reflexionar sobre la posibilidad de una nueva autocracia
en la actualidad basada principalmente en la manipulación de la información en
lugar de la violencia masiva. Este régimen identificado es más compatible con el
entorno actual que las primeras consolidaciones del régimen autócrata. Sin
embargo, al extenderse a sectores más amplios la educación y la información se
hace más difícil para controlar cómo esta élite informada se comunica con las
masas.

Aunque las nuevas dictaduras basadas en la información se adaptan mejor a una


sociedad modernizada, factores como la propia modernización y el acceso a la
información, podrían quebrantarlas. No olvidar que los medios masivos de
comunicación constituyen al eslabón más importante en esta nueva autocracia que no
debe pasar de ser percibida. Por esta razón yo invito a las personas a que se informen
respecto de este polémico tema y formulen una opinión al respecto porque
Latinoamérica presenta una mayoría de gobernantes que ostentan la siguiente postura
despótica: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo.”

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