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Luis Gabriel Mateo Mejía

RESEÑA DE LA OBRA:

“LA INCÓGNITA DEL HOMBRE”

DEL AUTOR: ALEXIS CARREL


POR LUIS GABRIEL MATEO MEJÍA1

El texto de Alexis Carrel es quizá uno de los escritos más actualizados en


cuanto al estudio del hombre desde su condición humana moderna, bien
podría servir de base para el estudio de la filosofía contemporánea y
posmodernidad. Puesto que hace una aplicación de la teoría crítica al
desarrollo de la vida en su hábitat más natural.
Este autor, cuya formación en medicina y filosofía le permitió visualizar un
panorama más amplio de la vida que aconteció a las grandes guerras, plantea
una pregunta de índole filosófica, pero más aún, científica: ¿se ha
evolucionado en la modernidad?, es decir, ¿ha evolucionado el ser humano
debido al desarrollo de la ciencia moderna en el siglo veinte?, si esto es así,
¿cómo se ha dado esa evolución, con que elementos, hechos, conceptos, se
corrobora dicha evolución?
Primero que nada, la obra del autor pretende asentar el concepto evolución en
su justa y correcta dimensión, puesto que dicho progreso ha contribuido al
desarrollo de la especie humana a niveles que nunca antes se hubieran
imaginado. Vivimos lo que pareciera ser el sueño ilusorio del siglo XVIII.
Se tiene una confrontación directa con el progreso en la obra del autor, dicha
confrontación es en parte debido a que el desarrollo natural de la especie
humana, no sucumbe a la paradoja de su propia destrucción, ¿Cómo podría
ser así, cómo podría ser esto? Esta afirmación se fundamenta en los hechos
catastróficos de las grandes guerras, el suicidio colectivo y la destrucción
masiva; así como el genocidio sistematizado del pueblo judío por parte de la
Alemania Nazi. El sistematismo racional es parte de la autodestrucción, a la
vez que es una categoría de desarrollo científico.
En este sentido, el autor vuelca su mirada a la explicación de lo que considera
un desarrollo humano autentico y natural para el hombre. Mantiene el

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M.T.A. Luis Gabriel Mateo Mejía. Docente del Instituto de Filosofía y del Instituto Tecnológico Superior
P´urhépecha. Contacto: <mateo.gabriel0007@gmail.com>

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concepto de ‘humanismo’ en la capacidad de vivir y sobrevivir, sin destruir su


propio hogar y la propia naturaleza. Con ello, plantea la primera propuesta de
su base filosófica: el ser humano necesita de sus retos y del enfrentamiento
con lo desconocido para facilitar el orden de desarrollo humano. La
ampliación de las potencialidades humanas es parte del reto de todo ser
humano por trascender su propia barrera del tiempo y del espacio.
Un segundo aspecto y más delicado, se podría considerar, el hecho de orientar
el pensamiento científico. Las ciencias se han desarrollado, este es un hecho
innegable, indudable e incuestionable. Las ciencias son una estructura de la
nueva condición humana, que han integrado a la vida juicios estéticos, morales
y de valor epistemológico. Carrel busca no perder la brújula del sentido
humano y no solamente el sentido del norte moral. Para que dicha brújula no
se descomponga o aparezca desdeñada, se requiere comprender la condición
humana y las ventajas que le han otorgado la física, la química, la biología y las
matemáticas al continuo devenir de la especie humana. La pregunta exacta
sería: ¿cómo nos ha cambiado la vida la bilogía, la medicina, la física, las
ciencias de la computación, etc, etc?
Es otro de los grandes hechos irrefutables, las ciencias han modificado y
trastocado la naturaleza de la vida humana, desde la microbiología hasta la
macrofísica. El ser humano de hace dos siglos no es el hombre posmoderno
de hoy en día. El autor nos ofrece entones un alto en el desarrollo del
pensamiento occidental. Hagamos un alto para preguntarnos, ¿hacia dónde
voy, hacia dónde vamos? Preguntas que siguen siendo válidas desde 1944, año
de la publicación de la edición en español de esta obra.
Por una parte no podemos autodestruirnos como civilización, pero por otra
parte, no podemos negar los avances en materia de modificación a nuestra
propia especie, explica el autor. La asunción que se haga de esta afirmación es
el polo del imán de una brújula más ajustada al correr del siglo XXI. Pero, si
existen categorías de avance y progreso, ¿cuáles serían de forma precisa? Es
decir, ¿cuáles son las categorías que la vida humana ha modificado y requieren
estar a la par de la sintonía que la ciencia ha marcado como pautas legitimas?
Además, ¿dicha postura filosófica acrecienta realmente el crecimiento del
horizonte de la sabiduría en el ser humano?
De entrada, la condición humana se ha deslegitimado desde múltiples aspectos
de la posmodernidad. En especial, porque su capacidad de autodestrucción, de
mantenimiento del velo de la ignorancia y de su poca atinada conducta, han

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incrementado la reversibilidad de un sistema de vida, en donde la justicia


requiere grandes espacios de retribución. Retribución a los bosques, al agua, a
la fe de los hombres, a sus derechos para alimentarse y ser educados,
siguiendo con un largo etc., de problemas y complicaciones culturales o
sociales.
Luego entonces, las categorías de una modificación legítima a la condición
humana se estrechan a algunas bases: la modificación de una educación más
científica, más teologizada y con una ampliación de la cultura digital. Otra base
es la apertura a una vida más saludable, en donde hoy en día es innegable el
aumento de la calidad de vida y longevidad de los seres humanos. La apertura
a una alimentación que busque en esencia prolongar las funciones de la
conciencia y su actividad intelectual, lo cual contribuye a la formación de
cuadros axiológicos capaces de asimilar el amor intelectual. Otra de las bases
es la asunción de un mundo globalizado, pero muy distante en sus tiempos y
sus espacios, reconociendo la complejidad de sus mundos y sus multiformes
expresiones culturales, sin con ello demeritar la responsabilidad de la libertad
que acepta la diferencia del otro. Una base más es la asunción de la necesidad
del cuidado de sí y del cuidado del otro.
Como se observa, este autor no va contra la corriente evolucionista, ha
aceptado la fuerza de la sobrevivencia, en la carrera de la extinción, razón por
la cual, considera hacer un alto en la forma en que asumimos un proyecto de
civilización capaz de interactuar con lo más profundo de la realidad humana.
En suma, su legado es la actualización del cosmos humano, que de manera
misteriosa encuentra en su inteligencia la habilidad de ir a la par del desarrollo
complejo del cosmos en el universo. En cuanto a la pregunta por el aumento
del caudal sapiencial, es un hecho que la misma naturaleza humana no puede
detener su crecimiento cognitivo, puesto que el continuo desarrollo de las
ciencias puras y exactas, sigue siendo un hecho coya lógica es innegable.

BIBLIOGRAFÍA:
CARREL, Alexis. “La Incógnita del Hombre. El hombre, ese desconocido”.
Editores Mexicanos Unidos. 1ª. Edición. México. 2014. Pp. 287.

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