Peligros del neoliberalismo frente al Estado de Bienestar.

El final de la guerra fría y tras el triunfo del bando capitalista en esta, la economía
vio un cambio bastante importante en la forma en como los gobiernos empezaban
a implementar medidas y políticas neoliberales dentro de sus sistemas
económicos.
Con la victoria de Margaret Thatcher en Inglaterra y la adopción de las doctrinas
económicas impulsadas por los Chicago Boys, se empiezan a adoptar medidas
económicas que incluyen la reducción al mínimo del papel del Estado en la
intervención de la economía y de las políticas sociales de dicho Estado.
Esta penetración del neoliberalismo en los distintos países tanto del primer mundo
como en los países en vías de desarrollo, no sólo acabaron en mayor medida con
el estado de bienestar, sino que redujo de forma importante el papel del Estado en
la aplicación de políticas sociales, dejando que sean entes privados y empresarios
o empresas privadas las que hagan las funciones de solucionar las necesidades
básicas de la población, papel que le corresponde a los entes de gobierno.
Sin embargo, el dejar en manos de entes privados la aplicación de las políticas
sociales para la población, conllevó a un acaparamiento de las riquezas por parte
de estos sectores, empobreciendo a las naciones en vías de desarrollo.
Entre las razones de esta situación, considero que la reducción del Estado a un
mínimo conlleva a que se conduzca a un estado de permisividad, dando como
resultado que externos, en este caso los grupos multinacionales y demás
compañías, sean quienes decidan bajo que parámetros se manejaran la
implementación de políticas dentro de un país, esto, mientras reciben las
ganancias y los activos del Estado, condenando a los entes nacionales a la
quiebra o a un nivel desigual de competencia, dando como resultado que el
Estado se maneje como empresa y no como unidad administrativa.
Otro elemento que se ha de señalar, es la fuerza que tiene un Estado sobre su
población, sumado a su presencia.
Esto se debe a que un Estado débil en cuanto a presencia y capacidad
organizativa y administrativa, se convierte en un Estado que puede caer de forma
fácil ante la corrupción, y debido a que dentro de las dinámicas del neoliberalismo,
son los entes privados quienes hacen el rol del Estado, esto puede desembocar
en una puja entre los distintos interesados en manejar el Estado, lo que, en casos
dados, puede conducir a una situación de sobornos al aparato ejecutivo, conflictos
armados internos o la incapacidad total del Estado de atender las necesidades
sociales de la población.
Así mismo, se puede generar una situación de monopolio y oligopolio,
condenando al Estado u otras empresas nacionales a cerrar sus operaciones en el
área especifica que las multinacionales han de suplir.
Considerando entonces a la parte social como la más vulnerable dentro de esta
dinámica, hay que anotar entonces, que, ante el desmonte del Estado de
Bienestar para abrir paso a las políticas neoliberales, la conducción del Estado
como empresa lleva a manejar todos los aspectos de la vida básica como tal.
Esto lleva a que la salud, la educación, los servicios básicos y demás elementos,
se regulen bajo precios estandarizados para su acceso, en contravía a la
suministración de estos por parte del Estado a través de un transparente sistema
de impuestos, por lo que las clases menos favorecidas se ven fuertemente
golpeadas debido a la dificultad para acceder a estos.

Considero entonces, que el riesgo de asumir esta postura económica, radica en

que se esta desligando al Estado de las funciones que a este le competen, lo que
lleva a que los capitales privados inviertan acorde a las necesidades de mercado,
llevando a que la desigualdad vea ampliado su margen, debido a que los activos
de la nación les pertenecen a estos grupos, las ganancias van a parar a las arcas
privadas, dando como resultado que no exista una retribución dentro del propio
Estado, que sumado al desmantelamiento del Estado de Bienestar, la población
queda a merced de sus capacidades socio económicas para obtener un nivel de
vida digna.