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Existen también otras clasificaciones de los conflictos como la de Kurt Lewin que
veremos a continuación.
Según Bléger el conflicto es “la coexistencia de conductas (motivaciones)
contradictorias, incompatibles entre sí”.
El conflicto es consustancial con la vida misma, y tanto significa un elemento
propulsor del desarrollo de la personalidad como que puede conducir a estados
patológicos. .
Freud sostuvo la hipótesis de un conflicto fundamental entre el individuo y la
sociedad, entre los instintos y las exigencias sociales.
La orientación marxista de Bléger le lleva a reconocer que los conflictos de la
personalidad son un reflejo individual de los conflictos sociales (aunque no se
reduce a ellos) y rechaza la posición idealista que supone los conflictos
individuales como base o causa de los sociales, económicos y políticos.
2 Frustración y conflicto.
Bleger llama frustración a todas aquellas situaciones en las cuales no se obtiene
el objeto necesario para satisfacer necesidades, o no se logra un objetivo al cual
se aspira.
En la frustración, el obstáculo a la consecución del objeto puede ser totalmente
externo puede ser interno.
Dice Bleger que con gran frecuencia las frustraciones son consecuencia de
situaciones conflictivas, pero el ciclo puede comenzar realmente con una
frustración, que a su vez puede generar conflictos.
3.- Tipología de los conflictos.
Kurt Lewin ha estudiado 3 tipos de conflictos que llamó respectivamente
atracción – atracción; atracción – rechazo; y rechazo – rechazo.
En el conflicto atracción – atracción, el sujeto está enfrentado con dos objetos
que son atrayentes o que él desea, pero que son incompatibles entre sí. Por
ejemplo, el sujeto tiene que decidir entre dos carreras que ambas son atractivas
para él.
En el conflicto rechazo – rechazo, el sujeto se ve obligado a escoger entre dos
objetos o situaciones que son ambas desagradables, peligrosas o rechazantes.
Por ejemplo, los navegantes sienten terror ante un torbellino y un escollo en el
estrecho de Mesina, pues deseando evitar el uno caían en el otro.
En el conflicto atracción – rechazo, el sujeto se enfrenta con tendencias o
actitudes contradictorias dirigidas hacia el mismo objeto. Las tendencias son
opuestas y recaen sobre un mismo objeto.
4. Ambivalencia y divalencia.
Según Bleger Bleuler llamó ambivalencia al conflicto atracción rechazo. Este
conflicto ocurre, por ejemplo, cuando amamos y odiamos a una misma persona.
Este conflicto va acompañado de gran tensión, ansiedad e inseguridad (pues
peligra el objeto que uno quiere por el rechazo que se le tiene al mismo tiempo. Va
acompañado de depresión y culpa. Es el tipo de conflicto que Melanie Klein llamó
posición depresiva y ansiedad depresiva.
En consecuencia la ambivalencia se expresa respecto al yo del sujeto.
El conflicto ambivalente puede resolverse sobre el plano de una integración que
permita aceptar aspectos positivos y negativos no sólo en el objeto, sino también
en uno mismo.
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