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Semana Santa

DOMINGO DE RAMOS

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA


ESCUELA DE TEOLOGÍA, FILOSOFÍA Y HUMANIDADES
LITURGIA FUNDAMENTAL
DOCENTE: Pbro. Juan David Muriel Mejía
ESTUDIANTES: Claudia González Posada; Catalina Lugo Pulgarín; Andrés David
Ávila A; Alejandro Sánchez León; Mauricio Sánchez Vanegas; Michael Contreras
Ramírez
FECHA: 04/09/2019
INDICE

INDICE 2

DEFINICION 3

HISTORIA 3

RECORRIDO BIBLICO 4
HISTORIA DEL DOMINGO DE RAMOS 5

SIGNOS Y SIMBOLOS 6

LUGARES 6
COLORES 7
ELEMENTOS 7

DOS TRADICIONES 8

CULTURA ORIENTE 8
CULTURA OCCIDENTE 11

LITURGIA ACTUAL 13

BIBLIOGRAFÍA 14

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DEFINICION

El Domingo de Ramos celebra la solemne entrada de Jesús en Jerusalén, que marca el


comienzo de la Semana Santa. Las ramas bendecidas en este día, son el signo de la victoria de
la vida sobre la muerte y el pecado.

El Domingo de Ramos es simbólicamente la "puerta de entrada" a la Semana Santa y, por lo


tanto, para llegar a Pascua. Incluso hoy, como en los días de Jesús, la bendición de las ramas
atrae a las multitudes. Cada año, el pasaje evangélico de la entrada triunfal de Jesús en
Jerusalén da pleno significado a la bendición de las ramas. Revivimos los tiempos en que la
multitud recibe a Jesús en la ciudad de David, "la ciudad simbólica de la humanidad" (Juan
Pablo II), como un rey, como el Mesías esperaba hace siglos.

Aclaman a Jesús, diciendo: " Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor" y " Hosanna
" (en hebreo, este término significa "¡Sálvanos!" Y se ha convertido en una exclamación de
triunfo, alegría y confianza). Jesús es un rey de paz, humildad y amor. Se presenta a la multitud
en un burro. Zacarías había anunciado: " He aquí, tu rey viene a ti, manso y montado en un
burro, en un potro, en un potro de potro" (Zac 9: 9). La gente " extendió sus ropas en el camino
o las cubrió con ramas de árboles", como Mateo informa en su evangelio (Mt 21: 8).

HISTORIA
El apelativo Dominica palmarum que esta dominica recibió en el uso litúrgico ya desde el
tiempo de San Isidoro de Sevilla (+ 636), ha hecho olvidar aquel más antiguo y originario De
passione Domini, recordado en los sermones de los Padres latinos de los siglos IV y V, y otros
no menos antiguos, como Capitulavium, Pascha competentium, dominica indulgentia, que se
encuentran en los más vetustos libros litúrgicos. [ CITATION Mar55 \l 3082 ]

RECORRIDO BIBLICO

Iniciamos con: Aclaman a Jesús, diciendo: " Bienaventurado el que viene en el nombre del
Señor" y " Hosanna " (en hebreo, este término significa "¡Sálvanos!" Y se ha convertido en una
exclamación de triunfo, alegría y confianza). Jesús es un rey de paz, humildad y amor. Se
presenta a la multitud en un burro. Zacarías había anunciado: " He aquí, tu rey viene a ti, manso

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y montado en un burro, en un potro, en un potro de potro" (Zac 9: 9). La gente " extendió sus
ropas en el camino o las cubrió con ramas de árboles", como Mateo informa en su evangelio
(Mt 21: 8).

La celebración que la Iglesia Católica propone el Domingo de Ramos se refiere a varios textos
del Antiguo y Nuevo Testamento que ayudan a los fieles a entrar progresivamente en la
celebración del misterio pascual de Jesucristo. Durante la Misa, las diversas lecturas y el
Evangelio de la Pasión (sobre los sufrimientos y tormentos que precedieron y acompañaron la
muerte de Cristo) presentan a los fieles en Semana Santa y sus diversas etapas, hasta que llega a
la luz de la Pascua.

El profeta Isaías muestra que el Siervo de Dios acepta sus sufrimientos: “Le di la espalda a los
que querían golpearme, ofrecí la barbilla a los que querían afeitarme y no aparté la cara de los
insultos y el esputo. El Señor Dios es mi aliado, así que nunca seré derrotado, tengo un rostro
impasible, duro como una piedra, porque sé que no sentiré un fracaso ”(Is 50, 6-7). Entonces
San Pablo explica que Jesús, Cristo y Señor, de condición divina, no lo consideraban una presa
para comprender ser igual a Dios, "sino que se despojó de sí mismo, tomando la forma de un
esclavo ...". Por lo tanto, Dios lo exaltó sobre todo y le dio el nombre que está sobre todo
nombre ” (Filipenses 2: 6-11).

Entre estas dos lecturas, se fusiona con el Salmo 22 , que Jesús oró en la cruz y que es una
pregunta profunda sobre el misterio de abandono: "Mi Dios, mi Dios, ¿por qué me has
abandonado" Por otra parte, el informe de Se hace pasión por varias voces: la voz del sacerdote
encarna a la persona de Jesús, que sabe que su triunfo provocó la envidia y la furia de los
sacerdotes, que decidieron que debía morir.

HISTORIA DEL DOMINGO DE RAMOS

- El domingo de ramos es quizá la última de las memorias de las memorias en torno a la


pascua que se introdujo en la tradición litúrgica.
- La noticia de su celebración la encontramos en el texto itinerarium (Cap. 31) de Egeria,
peregrina española que estuvo en Jerusalén hacia el siglo IV.
- San León Magno nos habla en su sermones de Passione Domini que en Roma se leída la
pasión el domingo, el miércoles, el viernes y el sábado antes de pascua.

- Ya en el Sac. GeV se llama Dominica in palmis Passione Domini.

Sacramentarium Gelasianum, son los textos litúrgicos que anteceden la aparición del Misal
Romano, eran como compilaciones de las oraciones de las distintas celebraciones y de los ritos
que había desde los tiempos de los Padres de la Iglesia. El Gelasianum es aproximadamente del
siglo VII – VIII. El Misal Romano es apenas con el Papa Pio V, luego en la reforma de Trento

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y luego el misal que tenemos nosotros. Sacramentarium eran los libros que habían antes, hay
que recordar que los primeros cristianos no usaban libros, sino que eran narraciones orales.
Cuando empiezan a aparecer libros, cada Iglesia tiene libros distintos y los sacramentarium son
una forma de garantizar la unidad entre las distintas Iglesias en cuanto a la celebración de la
liturgia ya el Misal Romano es el que unifica todo.

- Se introdujo plenamente en la tradición romana con el Ordo de die palmarum del PGR
(XC IX 162-206) como una mimesis, es decir, con un carácter altamente representativo
y con himnos como el Gloria Laus et honor (s. IX - Teodulfo de Orleans) y el
/ngrediente Domino a la entrada en la iglesia
- La liturgia de la Palabra preconciliar tiene como 1 Lect. Fil. 2 (humiliavit semetipsum),
Tractus Deus meus, réspice in me y el inteleccional Populo qui nascétur con la lectura
de la Passio secundum Matthaéum.
- El ofertorio es lmproperium exspectavit cor meum y la ant. Comm. Pater, si non potest
hic cálix transire. Se omitía el último evangelio.

Otras Generalidades de la Historia

Celebración litúrgica Jerusalén S IV

Hora séptima: Se sienta el Obispo. Himnos y lecciones del día y al lugar.

Hora Nona: Se sube cantando himnos al «Inbomon». Se sienta el obispo. Himnos y antífonas

Hora Undécima 5:00pm: Texto del evangelio donde los niños van al encuentro

Ciclo Pascual

Todo el pueblo delante del Obispo, cantando himnos y antífonas. Repitiendo Bendito el que
viene en nombre del Señor.

Desde lo alto del monte a la ciudad, y desde aquí a la Anástasis por toda la ciudad todos hacen
el camino a pie. Se va poco a poco, para que no se canse el pueblo, y así se llega a la Anástasis
(“acción de levantar o poner en pie”ya tarde; donde después de llegar, aunque sea ya tarde, se
hace el lucernario, se repite la oración en la cruz y se despide al pueblo.

Es llevado el obispo desde lo alto del monte a la ciudad, y desde aquí a la Anástasis.

Se hace el lucernario, se repite la oración en la cruz. Se despide al pueblo.

"Según una antiquísima tradición, esta es noche de vigilia en honor del Señor (Ex 12,42).

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Los fieles deben parecerse a los criados, que con las lámparas encendidas en las manos,
esperan el retorno de su señor, para que cuando llegue los encuentre en vela y los invite a
sentarse a su mesa"  (Lc 12,35-36)

SIGNOS Y SIMBOLOS

LUGARES

-Befagé: (en arameo, casa de higos ). Aldea cerca de Jerusalén, ubicada en la vertiente este del
Monte de los Olivos. Se menciona solo en relación con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén (
Mt 21,1 ; Mc 11,1 ; Lc 19,29 ).

-Betania: Pueblecito al sudeste del Monte de los Olivos, a 3 km de Jerusalén, en el camino a


Jericó ( Mc 11,1 ). Es importante por los acontecimientos del ministerio de Jesús que ocurrieron
allí. En Betania residía Lázaro, a quien Jesús resucitó (Jn 11), con sus hermanas Marta y María.
En casa de estos hermanos Jesús encontraba un ambiente familiar (Lc 10,38–42). Allí mismo
ungieron a Jesús mientras se celebraba un banquete «en casa de Simón el leproso» (Mt 26,6–
13; Mc 14,3–9; cf. Jn 12,1–8), y aquí también ocurrió la ascensión (Lc 24,50ss).

-Monte de los olivos¬: Elevación que forma parte de la cadena de montañas que corre de norte
a sur a través del centro y el sur de Palestina. Por el oeste mira hacia Jerusalén y está separado
de ella por el torrente del Cedrón. Su nombre se debe a la existencia de grandes plantaciones de
olivos. Hay además varias referencias de este lugar en el A.T. (2 S 15,30; 1 R 11,7; 2 R 23,13;
Neh 8,15 y Ez 11,23). Según el profeta será el lugar de llegada del Mesías cuando vuelva para
librar a Israel de sus enemigos y reinar (Za 14,1-21).

COLORES

-Color litúrgico rojo: Simboliza la sangre y la fuerza del Espíritu Santo. Se refiere a la virtud
del amor de Dios. Es usado principalmente en las fiestas de la Pasión del Señor como el
Domingo de Ramos y el Viernes Santo. También en fiestas del Espíritu Santo como el
Domingo de Pentecostés, y en las fiestas de Apóstoles y Evangelistas, y en las celebraciones de
los santos mártires. También en la administración del sacramento de la Confirmación y en las
liturgias dedicadas a los instrumentos de la Pasión. En la Santa Sede se usa para las exequias de
los cardenales o del sumo pontífice.

ELEMENTOS

-Borrica y pollino: Mamífero muy usado entre los semitas seminómadas. Se menciona por
primera vez cuando Abraham estuvo en Egipto (Gn 12,16). Era el más común de los animales
de montura (Éx 4,20; Nm 22,22; Jue 10,4). En él se podía viajar unos 30 km diarios y era

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insustituible en terreno montañoso. La riqueza de una persona podía medirse mediante el
número de asnos que tuviera (Gn 12,16; 24,35; Job 1,3), por lo que constituían un regalo
preciado (Gn 32,13–15). Era, además, animal de carga (Gn 42,26; 1 S 16,20; 2 S 16,1).

Un escrito del siglo XVII a.C. indica que no era propio de gente real andar a caballo en vez de
en asno. El caballo se introdujo más tarde, principalmente como animal de guerra. El hecho de
que Jesús haya usado un asno para la entrada triunfal es, a la vez, símbolo de realeza mesiánica
y de su misión pacífica (Zac 9,9 ; Mt 21,5).

-mantos: Era una especie de capa confeccionada con lino o algodón. En ocasiones el manto
adquiría carácter simbólico y sagrado; por ejemplo, en las relaciones de Elías y Eliseo (1 R
19,19; 2 R 2,13-14). Cuando Jesús entró en Jerusalén, la multitud de los discípulos extendió sus
mantos por donde Él pasaba, todo esto sirvió como una alfombra improvisada para la
cabalgadura que Jesús montaba. El detalle es interesante si tenemos en cuenta que el vestido era
un símbolo de la dignidad personal y de la posición social. Por lo tanto, con este gesto de
colocar sus mantos de esta manera, estaban mostrando su respeto y homenaje hacia Jesús (2 R
9,13).

Ramas de árboles

Palma: Sus frutos y ramas se utilizaban en las fiestas religiosas, sobre todo en la Fiesta de los
Tabernáculos, por el énfasis campestre de esta fiesta (Lv 23,40; Neh 8,15; Jn 12,13). La
palmera se utilizó también en la ornamentación del templo (Ez 40, 22.31.34). Es símbolo de
victoria y regocijo (Jn 12,13; Ap 7,9), de abundancia y longevidad (Sal 92,12–14).

Rama: Simboliza prosperidad (Gn 49,22 ; Pr 11,28 ; cf. Sal 1,3). Significaron honor y gloria
para Jesús, cuando entró en Jerusalén (Mt 21,8 //). Israel se presenta como rama de: Vid ( Sal
80,8–11 ), cedro (Ez 17,23) y de olivo (Rm 11,16ss).

Olivo: Uno de los árboles más valiosos para los hebreos. Su importancia se debe a su fruto, las
aceitunas. El árbol mismo también era apreciado; de su madera, bastante dura, se construían
muebles finos (1 R 6,23). Su sombra era deseada en las tierras calurosas y sus ramas se usaban
en la construcción de cabañas para la Fiesta de los Tabernáculos (Neh 8,15). Se usa mucho en
sentido simbólico: Es el rey de los árboles (Jue 9,8). Su aceite es emblema de soberanía.
Representa al hombre justo y recto (Sal 52,8; Os 14,6). Para Moisés, es símbolo de la
abundancia de la tierra prometida (Dt 6,11; 8,8) y para Jeremías, habla de la gloria futura de
Israel (Jr 11,16). Sus hojas son señal de paz y amistad.

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DOS TRADICIONES

CULTURA ORIENTE

El origen de la procesión de los ramos, tan discutido hasta hace pocos años, hay que buscarlo
en las costumbres de la iglesia de Jerusalén en el siglo IV. La entrada triunfal de Cristo en la
ciudad santa, que se cumplió según la profecía de Zacarías (9:9), había sido considerada ya
desde el siglo II como una de las más grandes afirmaciones de su mesianidad; motivo por el
cual el conmemorar en Jerusalén su recuerdo no tenía solamente una razón histórica, sino un
carácter apologético singular. Refiere Eteria que en la dominica anterior a la Pascua, a la hora
séptima (alrededor de las trece), el pueblo con el obispo se reunía en el monte de los Olivos,
entre las basílica Eleona y la del Imbomon o de la Ascensión. Comenzaban a cantar himnos y
antífonas, intercalados con lecturas escriturísticas y oraciones; después, a la hora undécima
(alrededor de las diecisiete), leído el evangelio que describe la entrada de Jesús en Jerusalén, se
levantaban todos y, teniendo en sus manos ramas de olivo y de palmas, entre el canto de
himnos y salmos alternados con el estribillo Benedictus qui venit in nomine Dominí, descendían
procesionalmente con el obispo a la ciudad, in eo typo, quo tune Dominus deductus est.

Se iba así hasta la iglesia de la Anástasis, donde se terminaba la función con el canto del oficio
lucernario. Ninguna alusión a una bendición de los ramos. Con el tiempo, el pintoresco rito
hierosolimitano creció en importancia y en solemnidad, porque en el siglo VI eran cinco las
estaciones en las cuales se paraban durante el recorrido, y otras iglesias orientales, entre ellas
Edesa y Constantinopla, la habían introducido en su ritual.

En Inglaterra y en Normandía era común la costumbre, introducida, según parece, por


Lanfranco, arzobispo de Canterbury (+ 1089), de llevar en procesión la santísima eucaristía; en
las pequeñas aldeas de estos países la procesión iba precedida de la cruz, que generalmente
estaba erigida en el cementerio, y por esto era llamada "cruz de la palma" (Palm cross) En
Alemania, desde tiempos de San Ulrico, obispo de Augusta (+ 973), se solía llevar en procesión
el llamado "asno de la palma" (Palmesel), un asno de madera provisto de un carrito, sobre el
cual estaba la estatua del Salvador, que después era expuesta en la iglesia a la veneración del
pueblo retro altare usque ad completorium quartae feriae. En Milán, la bendición de las palmas
tenía lugar en la basílica laurenciana; desde aquí, el arzobispo, montado sobre un caballo
ricamente. enjaezado" se dirigía con la procesión hacia la basílica ambrosiana, donde se cantaba
la misa.

La misa de la presente dominica, que mantiene todavía su impronta primitiva, está


exclusivamente consagrada a la memoria de la pasión de Nuestro Señor, que la Iglesia antigua
celebraba precisamente en este día. El salmo 21, Deus, Deus meus, réspice in me, quare me
dereliquisti, el himno profético de los dolores de Cristo, ha proporcionado el texto para el
introito y el tracto, el cual nos da los versículos más expresivos. La epístola recuerda la

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humillación heroica de Jesús usque ad mortem, mortem autem crucis. De las tres oraciones, la
primera, que es la original, refleja exactamente el misterio del día; menos, en cambio, las otras
dos, las cuales no se comprende por qué substituyeron a aquellas mucho más adaptadas
contenidas en el gelasiano. En el evangelio se lee por entero la pasión escrita por San Mateo, el
único que, según la antiquísima costumbre romana, se leía en esta semana. San León Magno
atestigua que él solía hacer la explicación en esta dominica y en el miércoles sucesivo. En
África, según escribe San Agustín, se leía el Viernes Santo; Passio autem, quia uno die legitur,
non solet legi nisi secundum Matthaeum. En realidad, él había intentado hacer leer una armonía
de los cuatro evangelistas, como parece se usaba en España; pero el pueblo no quiso saber
nada: Volueram aliquando ut per singulos annos secundum omnes evangelistas etiam passio
legeretur; factum est; non audierunt nomines quod consueverant et perturbati sunt.

La importancia de la lectura de la Passio era ya puesta de relieve en la liturgia antigua. San


Agustín lo da a entender cuando escribe: Solemniter legitur Passio, solemniter celebratur. Los
más antiguos evangeliarios, comenzando por el de Vercelli (s.V), hacen preceder a las palabras
de Cristo en la historia de la pasión de San Mateo de alguna señal especial, las más de las veces
una T. Más tarde se introdujeron otras dos: C al comenzar de nuevo la narración, S cuando
entran en escena los interlocutores. Tales señales y otras muy variadas no son más que
indicaciones musicales para servir de guía al cantor, según que la melodía se mueva para el
canto del Christus en el tetracordo inferior del diapasón (tacite, trahe), o sobre la dominante (C
= cito, celenter), para el texto narrativo, o bien en el tetracordo agudo (S = sursum), para las
frases interlocutorias. La melodía actualmente prescrita por la rúbrica ha adoptado los signos
dichos, excepto la T, en cuyo lugar ha puesto, como desde hacía tiempo lo hacían los copista
medievales.

El uso de ejecutar la Passio con tres cantores, de los cuales uno representa la parte de cronista
(evangelista), el otro la de Nuestro Señor, y el tercero, la de las varias personas que entran en la
narración, fue introducido hacia el 1000 en las iglesias del Norte, y después imitado por todas
partes por exigencias prácticas y quizá también por el deseo, conforme con el gusto de la época,
de hacer más dramática y expresiva la narración.

CULTURA OCCIDENTE

Nos es desconocido cómo y cuándo precisamente el uso litúrgico hierosolimitano haya pasado
a Occidente. Las primeras señales ciertas se encuentran para España en San Isidoro de Sevilla
(+ 636), en el Líber ordinum mozárabe y en el misal de Bobbio, cuyas fórmulas muestran
evidentes puntos de contacto con el antiguo rito español y con la liturgia bizantina.

El Venerable Beda (+ 735), en la homilía ín Dominica Palmarum, parece conocer no sólo la


fiesta, sino también una ceremonia litúrgica de las palmas El Versas de Teodolfo, obispo de
Orleáns (760-821), Gloria, laus et honor, que gozó de tanta popularidad en la Edad Media, y del

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cual sólo una pequeña parte está contenida en el misal, atestigua ya un desenvolvimiento
sorprendente en Angers por parte del ritual de la función de las palmas. En tiempo de Amalario
(+ 853), la procesión era ya en Jas Calías una costumbre tradicional: In memoriam Ulitis reí —
escribe él — solemus per ecclesias nostras portare ramos et clamare hosanna.

En Roma, los sacramentarlos gelasino y gregoriano conocen solamente el título Dominica in


palmis. pero es casi cierto que existía la bendición relativa, haciendo mención de ella una carta
del papa Zacarías a San Bonifacio en el año es de esta dominica una bendición para los
portadores de palmas. Es preciso descender al siglo X para encontrar en el Pontifical romano-
germánico el más antiguo ritual de la procesión de las palmas y numerosas fórmulas de
bendición.

El deseo de reproducir en el campo litúrgico las circunstancias de la entrada triunfal de Jesús en


Jerusalén dio a la procesión de las palmas en el Medievo un movimiento dramático tan vivo y
profundo, que quizá no encuentra igual en otras solemnidades del año. De ordinario, todo el
pueblo, encabezado por el obispo y el clero, se reunía en una iglesia fuera de la ciudad o en un
lugar elevado, como para representar el monte de los Olivos. Aquí, después de la lectura del
Éxodo: Venerunt filii Israel in Elim, donde son recordadas las 70 palmas del desierto, se
bendicen los ramos de palma, de olivo o de otros árboles con una larga serie de oraciones y se
distribuyen. Entonces se pone en marcha la gran procesión, en la cual la persona del Señor está
representada por el libro de los santos Evangelios, envuelto en un tapiz purpúreo, puesto sobre
un portatorium, una especie de féretro ricamente adornado y llevado por cuatro diáconos, o bien
por un gran crucifijo descubierto y rodeado de guirnaldas de fresco verde. Durante la procesión
se alternaban las antífonas Cum afrpropinquasset, Cum audisset, Turba multa, Occurrunt turbae
cum floribus, mientras los niños arrojaban flores al paso de los diáconos.

Llegados a las puertas de la ciudad, junto a la torre de guardia tenía lugar el solemne homenaje
al Redentor. El Ordo de Besangon lo describe así: "Comienzan los niños de la schola, los
cuales, extendidas por tierra las capas y las casullas y depuestos los ramos benditos delante de
la cruz, la adoran de rodillas, mientras el clero canta el Kurie eleison y la antífona Pueri
Hebraeorum vestimenta frrosternebant. En este punto es ejecutado en coros alternados40 el
himno de Teodolfo Gloria laus et honor. Sigue después el homenaje del pueblo, que en
pequeños grupos va delante de la cruz, depone sus flores y la adora, mientras se canta la
antífona Omnes collaudent nomen tuum con el salmo Lauda lerusalem Dominum. Finalmente
viene a postrarse el obispo con el clero, y el coro canta la antífona Percuízam foastorem. A
estas palabras, un clérigo con la mano o con la palma le golpeaba levi ictu en las espaldas.
Concluida la adoración de la cruz, el cortejo entra en la ciudad al canto de la antífona
Ingrediente Domino in sanctam cwitatem y después del himno Magnus salutis gaudium. Y,
llegados a la catedral, se entona el Benedictas, y el obispo concluye la procesión con una
oración. En Roma, la procesión se formaba en Santa María la Mayor, para después dirigirse a

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San Juan de Letrán, la basílica estacional del día. Para representar a Cristo, en un principio fue
llevado el libro de los Evangelios, cubierto generalmente de un paño purpúreo; pero más tarde
fue suprimido este uso.

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LITURGIA ACTUAL
La liturgia actual está constituida por la reunión de dos ritos de origen y carácter muy diversos:
a) la bendición y procesión de las palmas; y b) la celebración solemne de la pasión de Cristo,
ritos que en el curso de los siglos se han desarrollado muy variadamente a pesar de quedar
siempre netamente distintos.

" En este día la iglesia celebra la entrada de Cristo, el en torno a la Pascua que se introdujo en la
tradición Señor, a Jerusalén, para consumar su misterio pascual".1

- Antífona de entrada: bendición anamnética, alabanza.


- Invocación trinitaria. EL sacerdote saluda al pueblo (Breve monición).
- Bendición de los ramos y del pueblo (agua).
- Evangelio (incienso).
- Pequeña Homilía que ambienta la celebración.
- Procesión con cruz adornada!
- Entrada en la iglesia – misa desde la colecta.

Lecturas:

- Lectura del libro del profeta Isaías 50, 4-7; Salmo21


- Lectura de la carta de san Pablo a los Filipenses 2, 6-11
- Historia de la Pasión, según el ciclo (ni cirios, ni incienso, ni saludo, ni signación)
- Oración sobre las Ofrendas: mediación del sacrificio redentor
- Prefacio de la Pasión: misterio de justificación y purificación.
- Oración Final: la muerte del Hijo fortalece la esperanza

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MR 2008, 129

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Bibliografía

Biblia de Jerusalén (4a edición ed.). (2009). España: Descleé De Brouwer.

TRIDENTINO, C. (1962). ORDO MISSAE (V1.4 ed.). Sacti Dominici, a.D. MMXXVI.

Righetti, M. (1955). Historia de la liturgia (Vol. I). Madrid: Católica S.A.

2011, J. (2011). YOU CAT - Catesismo joven de la iglesia católica . Madrid: Encuentro.

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