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Y POLITICA ECONOMICA
EN LA ARGENTINA
JUAN V. SOURROUILLE, BERNARDO
P. KOSACOFF, JORGE LUCANGELI
BIBLIOTECAS
UNIVERSITARIAS
Centro Editor
de América Latina
centro de economía
transnacional
CET
Prefacio
El Centro de Economía Transnacional (CET) agradece al
Centro Internacional de investigaciones para el Desarrollo
de Canadá (IDRC) el apoyo brindado para la realización y
publicación de esta obra.
8
Transnacionales en la Argentina: del proyecto del
ochenta a la economía semtcerrada
1 Los datos corresponden a los censos nacionales de 1895 y 1914 y han sido
tomados de Tornquist y Cia (1918)
11
la exportación de carne elaborada y no de animales en pie, o de produc-
no menos llamativo, las empresas y los capitales y créditos extranjeros. tos curtientes y no de rollizos; el mismo argumento permite explicar, a
El valor nominal de los bonos del Estado argentino cotizados en la Bol- la inversa, la exportación de cereales y no de harinas, o de cueros sin
sa de Londres equivalía a 75 millones de libras esterlinas en 1890 y a 82 curtir y lanas sucias (eventualmente lavadas) pero no de hilados y teji-
millones en 1913, a los que debía agregarse en esta fecha otros 25 dos. Tampoco debe sorprender que las más antiguas empresas extran-
millones de títulos emitidos en dólares en mercados de Estados Uni- jeras industriales en el país sean frigoríficos o fábricas de curtientes y
dos. Según los cálculos recopilados en el conocido estudio de la CE- que su tamaño relativo excediese con creces el de la empresa media de
PAL sobre el desarrollo económico de la Argentina (Naciones Unidas, la época, o que la comercialización externa de los "frutos del país"
1957-59), las inversiones extranjeras, incluyendo los títulos públicos y fuese efectuada por empresas de origen externo. El sector agrope-
las acciones emitidas en el exterior por empresas constituidas para cuario argentino y el mercado inglés quedaban así asociados a través
operar en el país, ascendían en 1913 a un total de 8.230 Millones de dó- de una red de comercialización, transporte y procesos de industrializa-
lares valuados a precios de 1950. La tremenda magnitud de esta cifra ción en la célebre "particular relación", cuyos elementos claves contro-
puede apreciarse mejor si se la expresa en términos relativos: equivalía laban básicamente las empresas inglesas pero donde ya entonces in-
aproximadamente a un 48% del capital fijo reproducible instalado en el tervenían algunas norteamericanas.
país o a casi dos veces y media del producto bruto interno anual estima- La abundancia de recursos naturales, el costo del transporte y la pro-
do en el mismo trabajo de la CEPAL para esa época. El valor per cápita piedad de marcas, técnicas o procesos de fabricación permiten expli-
de los empréstitos e inversiones extranjeras directas era a ese fecha de car, asimismo, más allá de la propia dinámica del proceso de expansión
1.080 dólares, mientras que en 1950 el mismo cálculo, a precios compa- de los países centrales, otros casos de la presencia temprana del capi-
rables, sólo alcanzaba a 100 dólares. 2 tal extranjero en el sector industrial argentino. En el plano del apro-
Hacia comienzos del siglo la presencia extranjera —excluyendo, por vechamiento de los recursos minerales, cabe citar que la Corporación
ciertD, las empresas organizadas por personas nacidas en el exterior Argentina de Cemento Portland (filial de Lone Star Co.) se estableció a
pero radicadas en el país— se orientaba hacia los préstamos al Estado mediados de la segunda década de este siglo, y que hacia 1930 ya ope-
(30% de la inversión total) y a los servicios públicos, que entre ferro- raban en el país Shell, Esso y el conjunto Compañía Mineral Aguilar-
carriles, puertos, y generación y distribución de electricidad y gas su- National Lead Company. Estas fueron, desde entonces, prácticamente
maban otro 40%. El tercio restante se distribuía entre actividades co- las únicas empresas extranjeras que operaron en la explotación de mi-
merciales, bancarias, explotación de la tierra y compañías inmobi- nerales en el país (la sola excepción significativa posterior está dada
liarias. Se estima que sólo el 2% de las inversiones eran de la industria por la explotación del petróleo a partir de 1958). El caso de las bebidas
manufacturera, las que correspondían a inversiones aún incipientes en aporta otros ejemplos de interés: a la vez que el vino se producía en es-
los frigoríficos y una que otra empresa industrial.. tablecimientos locales, la producción de cerveza aparece asociada a
Las razones económicas que yacen bajo esta historia son conocidas, empresas alemanas desde antes de 1900 y aperitivos con nombres in-
pero entendemos que tiene interés traerlas una vez más a la superficie. ternacionales clásicos comienzan a producirse en la Argentina en la pri-
En condiciones como las existentes a principios de siglo, es lógico su- mera década del siglo.
poner que la inserción de la Argentina en las corrientes del comercio in- En un país cuyo mercado interno, medido en términos de producto
ternacional debe explorarse con referencia a las posibles ventajas rela- bruto, se duplicó en el corto plazo de los dos primeros decenios de este
tivas derivadas de la explotación de sus recursos naturales; a la vez, es siglo, y cuyo poder adquisitivo era hacia 1920 del orden de los 500 dóla-
previsible que el grado de industrialización de aquellos recursos natura- res per cápita (a precios de 1950), surgían continuamente nuevas opor-
les que aparezcan como relativamente ventajosos estará determinado tunidades de inversión. Definida la etapa de la inserción en la economía
básicamente por los costos alternativos de transporte. Por otra parte, mundial por la vía de la explotación de los recursos naturales, y ante un
dada la magnitud relativa del proceso de generación de ahorros y el de- país que no sólo no enfrentaba problemas de sobrepoblación sino que
sarrollo tecnológico en el país frente a los países centrales (particular- más bien sufría de falta de mano de obra, las alternativas de inversión
mente Inglaterra), poca duda cabe —sobre todo si se recuerdan las ca- para las empresas extranjeras —sobre cuya conveniencia, es oportuno
racterísticas generales del patrón de expansión central de esta etapa recordarlo, no había a esa altura mayores debates— debían presentarse
del desarrollo mundial— de que también las inversiones destinadas a al menos en dos campos. Uno es el de los clásicos encadenamientos
explotar estos recursos naturales provendrían de capitales extranjeros. hacia atrás, definidos aquí por las actividades de ampliación, manteni-
Si, en este contexto, los recursos de explotación ventajosa son los de miento y servicios derivados de las inversiones de su primera etapa. Por
la pampa húmeda, el bosque subtropical o la estepa patagónica, no de-
otro lado, a la luz del tamaño del mercado y en conexión con el costo
be sorprender que el comercio internacional del país quede definido por
del transporte, fue apreciable la ventaja de transformar el comercio de
artículos terminados en uno de partes, instalando plantas de armado y
2 Cálculos de la CEPAL (1957 - 59). Véase cuadro 1.
12 13
conocido bajo el nombre de Primera Conferencia de Fletes. El grupo
norteamericano (Swift, Armour, La Blanca) dispone en él de una cuota
del 41,35%, los ingleses (River Plate, Fresh Meat, Las Palmas, Smith-
ensamblaje o directamente de producción integral; se inicia así el cono-
field) del 40,15% y los de origen local (Sansinena, Argentino) del 18,5%.
cido y natural proceso de sustitución de importaciones, que en ciertas
La posibilidad de acceder a la constitución de frigoríficos no parece ha-
circunstancias puede ser sustitución de proveedores locales, y que ber estado condicionada por el monto del capital a invertir ni por el
a su vez potenciado ocasionalmente por la Primera Guerra Mundial y control de las técnicas de producción. En 1910 el capital accionario del
por algunas modificaciones en la política arancelaria. frigorífico La Plata Cold Storage, ya propiedad de Swift, era de 5 millo-
Casos típicos que pueden citarse como ejemplos en ambas direc-
nes de pesos, lo que equivalía a algo más de 40.000 novillos o a medio
ciones son, entre otros, los ferrocarriles, la industria de artículos
millón de libras. Hay pleno consenso en que el rápido desplazamiento
eléctricos y la automotriz. Los ferrocarriles, donde la integración hacia de los empresarios locales fue el resultado de "prácticas comerciales
atrás fue mayor, construyeron dentro de su propia organización gran-
especiales" y no de dificultades estructurales en el acceso a la tecnolo-
des talleres de mantenimiento, facilitados por su dimensión y por la es-
gía o al monto del capital necesario. Si bien los frigoríficos orientaban
tandarización del trabajo; a la inversa, las lineas de tranvías y las com-
su acción básicamente hacia la exportación, la integración de su proce-
pañías eléctricas no integraron verticalmente sus lineas de producción, so industrial permitió la introducción masiva al mercado interno de ele-
influidas, tal vez, estas últimas por la complejidad de la producción bá- mentos envasados de origen cárneo ya en el primer cuarto de siglo (ve-
sica y la falta de minerales apropiados en el país, así como por la diver- ase Sourrouille, 1980 b).
sificación de la demanda, en la que aparecían también el mercado de la En la producción de alimentos de origen vegetal la presencia extran-
construcción y de las instalaciones industriales y comerciales. En 1910 jera no fue, sin embargo, de ninguna manera tan predominante. La
el país contaba con grandes talleres ferroviarios de propiedad extranje- ausencia en la industria molinera de cambios tecnológicos compa-
ra (trabajaban en ellos 15.000 personas, cifra equivalente a la del con- rables con la aparición del enfriado rápido en el frigorífico, y el hecho de
junto de los frigoríficos), y entre 1900 y 1920 comienzan a operar in- que el comercio internacional de cereales se efectúe en granos y no en
dustrialmente en él filiales de Siemens, Pirelli, Standard Electric y Otis
harinas, probablemente contribuyeron a que esta actividad fuera de-
Elevators 3 . sarrollada por empresas locales (si bien su importancia queda marcada
Dadas las características del territorio, el problema del transporte, por la historia del grupo Bunge y Born, buen ejemplo de la.potencialidad
inicialmente resuelto con ferrocarriles y tranvías, abre una interesante que existía en este mercado). Corroborando de alguna manera esta hi-
perspectiva a los automotores, que aparecen en forma masiva una vez pótesis del control del acceso a la tecnología, la presencia extranjera
terminada la Primera Guerra Mundial. Hacia 1930 el parque alcanzaba estuvo sí asociada a la producción de harinas especiales; Refinerías de
ya a 436.000 unidades, lo que implicaba 26 habitantes por automóvil Maíz, filial de C.P.C. International, inicia sus actividades en el país en
—cifra muy alta para esa época, prácticamente igual a la de Francia e 1928, y Fleishmann (Polvos Royal) lo hace en 1926. La presencia.extran-
Inglaterra—. El parque argentino era un 75% del australiano y tres ve- jera en la industria alimenticia se extendió también al mercado de la
ces mayor que el de Suecia, y, por cierto, casi totalmente importado leche, que en esta primera etapa se circunscribe a la producción de
desde Estados Unidos. En un principio se importaban vehículos termi- manteca, leche condensada y en polvo, generalmente orientada a la
nados, pero rápidamente se pasa al sistema de los completamente de- atención del mercado interno, exportándose sólo algunos productos,
sarmados ("completely knocked down" o c.k.d.). Ford, General Motors y tales como caseína. Los grandes frigoríficos y Nestlé, instalada en el
Chrysler —en ese orden— instalan entre 1918 y 1932 plantas de armado país desde 1930, han dominado siempre este mercado, que años más
de sus vehículos en la Argentina. A su vez, completando el cuadro sec- tarde se ampliará para incluir la distribución de leche fresca, en la medi-
tbrial, y concomitantemente con la organización de la producción en da en que ésta se comienza a practicar bajo normas sanitarias estrictas
los Estados Unidos y los principios de demanda derivada ya menciona- que implican cambios sustantivos en la distribución. Nestlé es a la vez
da, entre 1930 y 1935 se radican Good Year, Firestone, Michelin y productora de café concentrado, mercado en el que su presencia en la
Dunlop (Véase Sourrouille, 1980 a). Argentina ha sido siempre dominante.
Del análisis de la industria alimenticia surgen dos ejemplos adiciona- En el caso de los productos químicos, la disponibilidad de tecnología
les que pueden citarse para caracterizar el papel asumido por la inver- y el costo del transporte parecen haber influido también en la determi-
sión externa en estos años. En la industria frigorífica las primeras acti- nación de la estructura productiva. Aparte de la ya citada explotación
vidades correspondieron, a fines del siglo pasado, a empresarios loca- de los quebrachales para la extracción de tanino, la producción de fós-
les (Terrasón) o de origen británico (Nelson, Drabble); pero la situación foros y de gases licuados (oxigeno) por empresas extranjeras se remon-
cambió rápidamente y, luego de algunos duros enfrentamientos, carac- ta a los primeros años del siglo. La presencia de Bayer y Parke Davis
terísticos de las llamadas "guerras de las carnes", hacia 1911 se gene- con procesos terminales en la industria de medicamentos se inicia ha-
distribuir los embarques a Inglaterra,
ra el primer acuerdo formal para
15
3 Datos de Dorf man (1942).
14
cia 1910, y se amplía entre 1930 y 1940 con nombres clásicos, como Cy-
ba, Merck, Abbot y Roche. Ducilo, Duperial y Rhodia comienzan a elabo- manifestaciones obvias. Se abandonan una serie de principios que ha-
rar productos químicos de uso industrial en este mismo período. Tal vez bían regido las relaciones económicas internacionales, particularmente
algo más llamativo es el caso de la industria de perfumería y cosméti- aquellos que invocaban el libre comercio de bienes y capitales sobre la
cos, donde posiblemente pesan más la diversificación de productos, base de un mecanismo de ajuste apoyado en el patrón oro como ele-
las marcas y la publicidad que el conocimiento o dominio de los proce- mento central del sistema monetario internacional, y se generaliza la
sos técnicos; en la década del treinta se inicia un masivo y generalizado adopción de políticas proteccionistas al comercio, de las cuales no son
desembarco de empresas extranjeras, que comienzan a producir en el más que ejemplos obvios el arancel Smooth-Hawley sancionado en Es-
país bajo marcas como Atkinson's, Pond's, Colgate-Palmolive, Lever, tados Unidos en 1930 o la Conferencia Imperial de Otawa en 1932, con
etc. Su instalación parece aquí asociada con el control de cambios, las su derivación local en el tristemente célebre Pacto Roca-Runciman.
restricciones cuantitativas y el aumento de aranceles a la importación, estos hechos les sucedería, sólo unos pocos años después, el estallido
que ante la falta de toda restricción a la entrada de capitales, permi- de la Segunda Guerra Mundial. Los problemas de la inserción argentina
tieron a estas empresas seguir profundizando su penetración en el mer- en los mercados internacionales se debaten, como consecuencia, en
cado —en el cual a diferencia de los casos anteriores, participaban tam- un escenario total y definitivamente distinto.
bién y desde antiguo empresas locales, particularmente pequeñas en
Por estas razones, la reconstrucción cuantitativa de los hechos fun-
comparación con las mencionadas—. damentales asociados con la presencia del capital extranjero enfrenta
Más allá de los detalles específicos de la presencia de empresas, es
algunas dificultades en el período que corre entre las dos guerras mun-
conveniente destacar a esta altura de la exposición algunos aspectos diales; pero los datos de los Cuadros 1 y 2, así como los del crecimiento
generales. En primer lugar, sin perjuicio de los serios debates sobre el
del producto industrial a largo plazo, hacen suponer que la hipótesis del
papel del proteccionismo, no hubo en todo este período ninguna clase
proteccionismo (derivado de la reacción de las autoridades económicas
de trabas o regulaciones con respecto a la entrada al país de empresas
locales frente a la crisis de la década del treinta, que alguna vez se invo-
extranjeras; las posturas de tipo nacionalista se centraron básicamente có como determinante fundamental de su comportamiento, no parece
en la discusión de la posición del gobierno argentino frente al manejo
sólida: existen por lo menos tantas evidencias a favor de ella como de la
del negocio de la carne. En segundo lugar, en todos los casos comenta- tesis según la cual la nueva modalidad es la asignación de recursos a
dos, la presencia extranjera se concretó a través de la formación de fi- escala internacional, en particular de las empresas norteamericanas en
liales en las que el capital local no participó. Y en tercer lugar, dicha América Latina y Europa. 5
presencia se caracterizó en general por ocurrir inicialmente en pe-
queños grupos que configuraron desde entonces áreas de alta con-
centración. Por último, debe señalarse que cualquiera sea el indicador 2. La Segunda Guerra Mundial, el peronismo y el crecimiento hacia adentro
utilizado, su dimensión económica es claramente superior, al caso típi-
co de los establecimientos locales. 4 Hacia 1940 el valor de las inversiones extranjeras en la industria ma-
Por otro lado, ya hacia 1925 era evidente que el sendero de crecimien- nufacturera, medido a precios constantes, prácticamente duplicaba al
to definido a fines del siglo anterior estaba llegando a su término: de- de 1910 pero sin alcanzar a superar todavía el décimo del total, que
pendiendo de las características del mercado británico, las exporta- incluye también las inversiones en servicios públicos y redes eléctricas
ciones de carnes tuvieron en 1924 un volumen que representaría el pun- y los préstamos por la colocación de títulos. No existía a esta altura ma-
to más alto de toda su historia, y se detuvo a su vez, por haber alcanza- yor diferencia entre el monto de las inversiones industriales inglesas y
do sus límites naturales, el proceso de incorporación de nuevas tierras norteamericanas. 6 La década que allí se inicia ofrece, sin embargo, un
en la pampa húmeda. De cualquier manera, el golpe definitivo al modelo panorama totalmente distinto a los años anteriores en cuanto al papel
de desarrollo vigente a escala internacional y a las relaciones de del capital extranjero en el país. La guerra primero, y el ascenso del pre-
nuestro país con él, se produce al desencadenarse la crisis de los años sidente Perón, más tarde, llevan a tal tipo de transformaciones que, efec-
treinta. Esta es una etapa crítica en la historia económica contemporá- tuando un balance hacia 1950, los títulos públicos, ferrocarriles y otras
nea, de la que la crisis bursátil de Wall Street no es más que una de sus empresas de servicio público, elementos dominantes de la presencia
extranjera hasta entonces, prácticamente desaparecieron de las cuentas.'
4 Según el Censo Industrial de 1935, el tamaño medio de los establecimientos 5 Villanueva (1972). Véase también cuadros 1 y 2.
industriales, en términos de obreros por planta, era de 12 personas. El promedio 6 Datos publicados en el Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la
de nueve actividades en las que claramente predominan las empresas extranje- Nación, Buenos Aires, 5 de setiembre de 1941, citado en CEPAL (1955). El capital
ras (frigoríficos, cerveza, perfumería y tocador, refinerías de petróleo, neumáti- invertido en la industria ascendía a 884 millones de pesos, de los cuales 296
cos, fundición de plomo, montaje de automóviles y talleres de ferrocarriles y correspondían a frigoríficos. La inversión total llegaba a 9.056 millones, de los
tranvías) era de 165 personas. Véase Sourrouille (1980 c). cuales 1.752 eran deuda pública en moneda extranjera. El tipo de cambio men-
cionado en ese trabajo es de 3 pesos por dólar.
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Cuadro 1. Inversiones extranjeras privadas a largo plazo (1900-1970
Fuente: CEPAL, en Naciones Unidas (1957.59), pág. 251. El tipo de cambio por un dólar en 1950 es m$n 5. Las cifras en dólares constantes
corresponden a millones en el valor acumulado de las inversiones y en el producto bruto total, y a unidades en el producto per cápita. Si bien
los datos son todos de la misma fuente, hay una evidente incongruencia entre los datos en dólares corrientes y constantes en torno a 1950. Se
entiende que las cifras más confiables son las expresadas a valores corrientes y que ra diferencia surge de la utilización de diversos tipos de
cambio (oficial y de paridad). Los datos de 1976 corresponden al valor de capital reconocido en el Registro de Inversiones Extranjeras y no
incluyen títulos públicos. Los de 1967 son los publicados en OCDE (1972).
Valor acumulado de la
inversión directa a Flujo neto
fin de cada año Utilidades del año de
Año Total capital'
Industria Otros Total Giradas Reinvert.
1913 39
1923 87 ..
1927 265
1929 332 82 250
1936 348
1940 388 79 309
1943 380 101 279
1946 ..
202 78 124
1950 356 161 195 18
1954 6 12
424 218 206 32 10 22
1958 330 42
154 176 12 11 1 210
1960 473 213 260 46
1962 10 36 - 72
799 404 395 73 41 32
1964 882 - 148
500 382 91 62 29 60
1966 1.035 656 379 133
1968 68 65 113
1.158 730 428 126 91
1970 1.288 35 83
777 511 108 92 16 118
1972 1.391 836 • 555 81
1974 68 13 103
1.138 737 401 44 71
1976 1.364 - 27 367
895 469 244 60 184 87
1978 1.670 1.000 670 155 206
1980 - 51 106
2.446 1.548 898 696 226 311 440
cado interno, era perfectamente posible corregir ese nuevo tipo de vul-
nerabilidad, sin mengua del desarrollo económico alcanzado... No es in- o
compatible con una politica como la que exponemos —que fue la efec- o To
nr N LC1T-` nt 0C)
tivamente aplicada a partir de 1953— el facilitar la incorporación al país ca
:52 1111
de los capitales y créditos extranjeros que en determinados sectores de o
o ny
la actividad económica pueden coadyuvar a completar las inversiones
Por sectores
N
mos se considera que no asisten al país no sólo posibilidades de de-
sarrollo económico sino que se precipitaria • una crisis de vastas pro- É> ,̀1
porciones. En suma, que los factores de orden externo han vuelto a re- • Cl °29 tn “:1 "4:
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▪co p 'p,
adquirir la preeminencia de otrora y sobre la base aleatoria que ellos u> ID • CO -8 l'o
O u):=
ofrecen se intenta erigir un nuevo ciclo de desarrollo económico na- 14,)
cional" (Cafiero, 1961). •—w o1):>'
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Bajo el régimen de la ley 14222, que con motivo del cambio de gobier- c"' 'l'IIt.; le
Cppp N; °--o
no fue derogada hacia fines de 1955, se autorizaron radicaciones de M
Ñ-O l0 O
nuevas plantas por 12 millones de dólares, de los cuales 8 correspon- 1- -o
v CD
2
den a automóviles y tractores (incluyendo a Kaiser y Fiat) y 2 a la in-
dustria química (véase el cuadro 3). 1 1 1 1 1 12 c
0)
Con argumentos diferentes a los expresados por eatiero se trató de (0
justificar la atracción del capital extranjero durante el período del subsi- 1:
521(1)
guiente gobierno militar. En un documento oficial que sin duda influyó N:0 oxoo
c c
11111coccil
decisivamente en la orientación de la política económica entre 1956 y o O m vi co
wc
1958, el entonces principal asesor del gobierno en asuntos económi- „, -o y <4o
cos, Raúl Prebisch, señaló: "No cabe suponer que la Argentina pueda 0) N_N co.
realizar todas estas inversiones con sus propios recursos. La posibili- 1 I 11:: 0) 1 1
i;
-131
dad que pudo entreverse hace más de un decenio, de que el país llegase E
a un grado de madurez económica que redujera a insignificante cuantía _ (1)
la necesidad de capital extranjero, se ha vuelto a alejar por un buen nú- o In 0)
o. 1 r.:-.417 1 1 1 1 1
mero de años... El capital extranjero ha sido objeto de controversias en O) ti.) 15,
el país y conviene que su papel se esclarezca ante la opinión pública. Si se 1:._..1),_.•—0 "a• o•> _oC
• =
ha de superar rápidamente la crisis actual de desarrollo, se requieren F- E o c E
empréstitos e inversiones privadas del extranjero. Si no se desea admi- o a) o..
tirlos, el país tendrá que resignarse a continuar, indefinidamente, su '• 45
O (1) IV O
precaria situación actual. Tales son los términos del problema y no es mc CO
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posible modificarlos. Si el país elige el primer camino tendrá que crear Ifint-n-c(Isztoz.'1210, *-.0z
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las condiciones favorables al acceso de ese capital". (Prebisch, 1955.) «. 1:1 OU)N
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I1,111E-11
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LL. C
22
23
otras cláusulas, eliminaba las restricciones cuantitativas al comercio
El cambio de orientación en la política laboral, la derogación de la ley internacional de mercancías y divisas liberando de controles a las ope-
14.222 y la sanción de condiciones más ventajosas para la inversión raciones en el mercado cambiarlo por primera vez desde los años trein-
extranjera (en particular en cuanto al giro de utilidades), la incorpora- ta; la banca central concedió avales indiscriminados para la importa-
ción de la Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI), la aplica- ción de bienes de capital y, a pesar de las modificaciones en el diseño
ción de uno de los típicos planes de estabilización, precisamente del ti- de la política arancelaria (se abandonaron las restricciones cuantitati-
po de los auspiciados por el FMI, la liberación parcial del mercado cam- vas a cambio de un nuevo arancel), se mantuvo un muy alto nivel de pro-
biario, la anulación de la reforma bancaria impulsada por el peronismo y
tección efectiva a las actividades industriales internas (véase Mallon y
la consolidación de la deuda externa a través del Club de París, fueron Sourrouille, 1975).
parte de esas condiciones favorables. De cualquier manera, y más allá El fundamento de esta política y las expectativas que en ella se depo-
de estas intenciones, entre 1956 y 1958 sólo se aprobaron radicaciones sitaban han sido expuestas con claridad por Rogelio Frigerio, el princi-
de capital por un valor de 42 millones de dólares, en destilerías de petró- pal asesor económico de Frondizi, quien señaló: "El estrangulamiento
leo, especialidades medicinales y maquinaria (véase el cuadro 3). de las economías de los países subdesarrollados sólo se supera con el
influjo de medios financieros y técnicos que se traduzcan en aumento
de la productividad por hombre ocupado, incremento del producto na-
3. El programa desarrollista cional, sustitución de importaciones y aumento cuantitativo y cualitati-
vo de las exportaciones. En el fondo, todo el mecanismo puede resumir-
Hacia 1960 la Argentina disponía de un mercado interno cercano a
se en el concepto de industrialización y aumento de la productividad, es
los 20.000 millones de dólares de esa época medido en términos de su decir, la incorporación acelerada de la tecnología, como base de las
producto, que estaba a su vez fuertemente protegido de la competencia
transformaciones estructurales... Esta incorporación de la tecnología
internacional en el sector industrial por un sistema en el que predomi-
-tanto en el sector de la producción primaria como en el de la transfor-
naban las restricciones cuantitativas sobre los aranceles. La estructura
mación— exige un correlativo aumento de la tasa de acumulación del
económica enfrentaba, en tanto, serios desequilibrios, que se refleja-
capital. En otros términos, tal hecho impone la necesidad de arbitrar los
ban, entre otros aspectos conocidos, en una composición de la deman-
medios para el financiamiento del desarrollo económico... La experien-
da final que no tenía parangón (principalmente en cuanto a la disposi-
cia parece indicar en forma inequívoca que el proceso requiere una
ción de bienes durables de origen industrial) con la aceptada o prevista
combinación de ambos métodos: contracción de consumos no esen-
para países de su dimensión de mercado y nivel de ingreso per capita.
ciales y financiación externa... Lo primero en que hay que ponerse de
Tal vez el más claro ejemplo en este sentido surge al reconstruir el
acuerdo es que el financiamiento para absorber la técnica moderna e
cuadro del parque automotor con que ilustramos la situación hacia
incrementar el producto nacional requiere métodos de magnitud muy
1930. La disponibilidad en 1958 era de un automóvil por cada 28 habitan-
superior a los que pueden resultar del ahorro interno, por mucho que se
tes, comparado con 4, 7 y 9 para Australia, Francia e Inglaterra, respecti-
comprima el consumo... Si por razones de mal entendido nacionalismo
vamente. Mientras en la Argentina la situación no había variado con res-
se rechaza el aporte de.capital internacional, la alternativa no podrá ser
pecto a la preguerra, en los otros países comparados la disponibilidad
otra que condenar a la población a severas y prolongadas privaciones, y
era ahora tres veces mayor (véase Sourrouille, 980 a).
en este sentido se ha demostrado que ni las más rigurosas dictaduras
Las puertas de este mercado interno protegido, de aiii en más, por
son capaces de someter indefinidamente a los pueblos a esta penosa
barreras arancelarias fijadas a niveles particularmente elevados fueron
disciplina... Si en lugar de depender del capital extranjero para abaste-
abiértas de par en par entre 1958 y 1962'al capital extranjero por el go-
cerse, el mismo país importa capital para la explotación de los recursos
bierno presidido por Arturo Frondizi. En 1958, al poco tiempo de asumir
naturales de su propio suelo y para las inversiones de infraestructura y
la presidencia, se firmaron diez contratos con compañías petroleras
de la industria pesada, dicho capital contribuye a aumentar la capaci-
extranjeras, cinco de los cuales se referían a áreas ya exploradas por
dad productiva local, incorpora bienes y tecnología a la economía na-
YPF donde se habían encontrado algunos yacimientos. A fines de 1958
cional y libera al país del abastecimiento exterior. Cualquiera sea el sal-
se sancionó la ley 14.780 de inversiones extranjeras con características
do de los ingresos de la balanza de pagos, esta diferencia expresa una
extremadamente favorables para quiénes radicasen empresas en el
relación comercial transitoria, mientras que la modificación estructural
país; se aprobó una Ley de Garantía de Inversiones para asegurar a los
producida por la incorporación del capital extranjero a la actividad inter-
inversores norteamericanos contra los riesgos de la inconvertibilidad
na tiene efectos multiplicadores permanentes... Al respecto, es necesa-
-cambiaria; se arreglaron todas las diferencias con inversores extranje-
rio distinguir, además, entre el capital que acude a los países rezagados
ros pendientes desde la época del peronismo, e incluso de tiempo
exclusivamente para financiar la explotación primaria destinada a la ex-
atrás, como el controvertido caso de la CADE; y se puso en marcha un
programa económico respaldado en un acuerdo con el FMI, que, entre portación y los servicios concurrentes a ese fin, y el capital que ingresa
24 25
empresas ya existentes apenas alcanzan a un 4% del monto total de in-
versión autorizada (si bien corresponden a no menos de 120 casos
para satisfacer las necesidades del mercado interno y reemplazar con sobre un total de 254). En algunos casos estas ampliaciones correspon-
la producción local el producto importado. En el primer caso, estos ca- dían a una asociación de intereses locales y extranjeros en los que és-
pitales están ligados a la perpetuación de las estructuras tradicionales tos participaban del capital con su aporte en maquinarias; en otros ca-
y actúan como freno de la expansión y de las autonomías de los países sos, había entre ambos una relación financiera que implicaba un en-
receptores. En el segundo caso, el capital contribuye a la autonomía del deudamiento de importancia en divisas. La brusca devaluación de 1962,
país frénte al factor externo y a modificar radicalmente la estructura cercana al 85%, luego de dos años de estabilidad casi absoluta en el ti-
económica" (Frigerio, 1963). po de cambio, combinada con la caída del nivel de la demanda interna
Como veremos más adelante, no cabe duda de que el programa de produjo —en este marco— un fuerte proceso adicional de transferencia
Frondizi modificó radicalmente la estructura económica del país, como del control de la propiedad industrial de intereses nacionales a extran-
pronosticaba Frigerio, pero en cuanto a si contribuyó a reforzar la auto- jeros.
nomía del país, las opiniones son, en general, contradictorias con su A manera de resumen de estos acontecimientos, cabe recordar que,
pronóstico. Por otra parte, es obvio que el lanzamiento de su programa de acuerdo con el Censo Económico de 1963, un cuarto de la produc-
coincide con la etapa de gran expansión transnacional de las compa- ción total era obtenida en empresas extranjeras y casi el 50% de ese
ñías norteamericanas. Ya sea por la atracción particular que el mercado parcial correspondía a establecimientos que iniciaron su actividad en
argentino prometía, por las teorías sobre el control de mercados o por torno a 1958. A su vez, estas nuevas plantas daban empleo a cerca de
la excepcional tasa de retorno que el sistema de promoción garantiza- 60.000 personas, lo que implica algo más del 4% del total industrial a
ba, la respuesta de los inversores extranjeros al paquete de medidas ci- esa fecha. Para ubicar adecuadamente la importancia de esa cifra diga-
tadas fue espectacular. Entre 1959 y 1962 se autorizaron radicaciones mos que entre 1958 y 1963 el empleo industrial total cayó en 250.000
por un valor de 500 millones de dólares, monto que duplica la suma de personas. Es pertinente señalar, por último, que a la industria auto-
todas las autorizaciones concedidas entre 1954 y 1958 y entre 1963 y 1970 motriz incorporada en estos años le corresponde casi el 50% de los
(solamente en 1959 se autorizaron más inversiones que en este último lap- incrementos de ocupación y producción comentados. -
so). Si bien no todas las autorizaciones se concretaron, el balance de pa- - Los añOS" que transcurren desde 1963 hasta 1976 permiten apreciar
gos registra como inversión directa en estos cuatro años 508 millones un proceso de afianzamiento de la explotación integral del mercado in-
de dólares, frente a 205 para el periodo 1964-1970 (contra 540 y 191 de terno por parte de las empresas extranjeras en un marco político de
autorizaciones, respectivamente). En los cuatro años citados fueron cambiantes características. Desde este último ángulo, cabría señalar
autorizadas por decreto del Poder Ejecutivo 254 radicaciones que abar- que la actitud gubernamental frente a la entrada de nuevos capitales
can prácticamente todo el espectro industrial, si bien el 90% de ellas se fue mucho más propicia durante los años de gobierno militar que en
concentra en las industrias químicas, petroquímicas y derivados del aquellos en que el poder fue ejercido por grupos políticos surgidos de un
petróleo, material de transporte, metalurgia y maquinarias eléctricas y proceso eleccionario. Por ejemplo, durante el gobierno de Arturo Illía se
no eléctricas. A su vez, aunque estos proyectos correspondían a muy decidió anular los contratos con las compañías petroleras firmados por
distintos tamaños de plantas, estaba presente también aquí la caracte- Frondizi. Esto, junto con la línea política más dura en cuanto a la autori-
rística concentración: los 25 mayores proyectos concentran el 67% de zación de la inversión directa y con la implantación de controles a las
las inversiones, y entre ellos figuran las tres empresas norteamericanas operaciones con divisas, pudo ser invocado como muestra de un cam-
fabricantes de automóviles, con un 20% del grupo. El resto de los gran-1 bio de actitud hacia la empresa extranjera.
des proyectos correspondía a la petroquímica, las destilerías de petró- En los hechos, sin perjuicio de que este cambio realmente existió, la
leo y la fabricación de aluminio (se autorizaron tres radicaciones, ningu- magnitud de las inversiones efectuadas entre 1959 y 1962 (véase el cuadro
na de las cuales se llevó a la práctica). Desde el ángulo del origen de los 4) y la generalizada recesión de 1962-63 permitían suponer que los márge-
capitales, la situación es también bastante clara: algo más del 60% nes de capacidad eran muy grandes aún —basta recordar que el volumen
corresponde directamente a empresas norteamericanas, la presencia de producción de las empresas extranjeras fue superior en 1961 al de cual-
japonesa es insignificante y en el grupo europeo el "ranking" lo encabe- quiera de los dos años siguientes—, por lo cual el comportamiento de
za Suiza, a quien siguen Inglaterra, Alemania, Holanda, Italia y Francia, las empresas estuvo orientado básicamente a consolidarsuresencia
con pequeñas diferencias entre sí (véase el cuadro 3). éri---ériiiarCedci interno. Un ejemplo ilustrativo déeste proceso puecie'en-
Como dijimos, la lista de autorizaciones abarca casi todo el perfil in- córitrarse nuevamente en la industria automotriz. Respondiendo a las
dustrial, pero debe señalarse que no se encuentra en ningún ejemplo de facilidades dadas por el gobierno, 26 firmas se presentaron para ser in-
proyecto diseñado exclusiva o principalmente para la explotación a es- corporadas al Régimen de Promoción de la Industria Automotriz entre
cala internacional de las ventajas relativas de recursos naturales o hu- 1959 y 1960; si bien todas ellas tuvieron una tramitación favorable, tres
manos del país. Prácticamente la totalidad estaban orientados al mer-
cado interno. A su vez, es pertinente destacar que las ampliaciones de 27
26
▪
exageradas, no cabe ninguna duda de que las fábricas de cigarrillos, un fueron profundos. El régimen legal sancionado por ley .557 con el
conjunto de bancos y entidades financieras y no menos de una docena apoyo del radicalismo tradicional y del frondizismo, entre otros parti-
de fábricas metalúrgicas, entre otras actividades, pasaron a ser contro- dos políticos, define al inversor extranjero y clasifica las empresas, se-
4. trans- gún el grado de participación que el capital nacional tenga en ellas, en
ladas desde el exterior. Puede estimarse que el monto de estas
32
son, en general, algo inferiores a la mitad de los anteriores. La razón
fundamental de este desplazamiento radica en que las empresas
extranjeras alcanzan, en promedio, niveles de productividad del trabajo
que más que duplican a los obtenidos por las empresas nacionales.
Importa señalar que aunque la distribución por tamaños de empresas
Cuadro 5. Industria manufacturera. Algunos datos básicos extranjeras y nacionales es totalmente diferente, es de inmediato evi-
dente que la distancia que separa sus promedios de productividad (más
purennéefia, puesto que tal de2a1)nostácrime
alw..tddd
Empresas relcit-itli se observa prácticamente con todas las escalas -como puede
Extranjeras Nacionales Total
apreciarse en el cuadro 6, donde se presenta un panorama de la in-
dustria argentina en función de su tamaño según datos de 1963-. Lo
1. Participación en la produc- que también puede allí leerse es que sin perjuicio de los comentarios
ción 1955 18,4 81,6 100,0
1963 24,0 76,0 100,0 que se han hecho, la presencia de 109.000 establecimientos in-
1970 28,2 71,8 100,0 dustriales con cinco o menos personas ocupadas influye decisivamen-
2. Tasa anual de crecimiento te en todo tipo de comparaciones, en tanto demuestra la existencia de
de la producción 1955.1973 8,8 4,3 5,3
3. Participación en el empleo 1955 10,9 89,1 100,0 una considerable área industrial organizada sobre la base del trabajo
1963 11,7 88,3 100,0 cuasi-hogareño. Éliit- 1159:000-éstablecimientos dan empleo al 20% del
1970 10,8 89,2 100,0
Mut de "personas ocupadas en la industria y generan alrededor del 9%
4. Tasa anual de crecimiento
del empleo 1955-1973 b,94 1,19 1,15 del total del valor agregado. Sin embargo, su exclusión en las compara-
5. Tamaño medio ciones de productividad apenas altera las diferencias globales, pues
a. Producción o ventas los cocientes globales sólo pasarían de 2,4 a 2,1.
Todos los estableci-
mientos 1963 54,0 0,8 1,0 El examen de la información del cuadro 6 permite comprobar que la
Establecimientos de distribución por tamaño de las empresas extranjeras y nacionales es
más de 500 ocupados 1963 380,0 89,4 170,0 significativamente distinta; a la vez, se observa en él el alto grado de
Establecimiento de más
de 5 ocupados 1967 20,3 0,7 1,0 concentración con que opera la industria en su conjunto y la particular
Todas las sociedades contribución que las empresas extranjeras hacen a la definición de esta
anónimas 1968 14,1 0,7 1,0 característica. En efecto, visto el cuadro desde la perspectiva de los
b. Ocupación mayores tamaños, los establecimientos que ocupan a más de 500 perso-
Todos los estableci-
mientos 1963 235,5 8,2 9,2 nas apenas alcanzan al 0,17% del total industrial, en ellos se genera el
Establecimientos de 30% del valor agregado y se da empleo al 20% de la ocupación secto-
más de 500 ocupados 1963 1.392,1 954,6 1.075,8
Establecimientos de rial total; el valor agregado por planta es 170 veces superior al promedió
más de 5 ocupados 1967 464,2 36,0 41,5 general, y la productividad, media en función del valor agregado por per-
6. Productividad de las per- sona ocupada, es un 50% más alta que el promedio general. La particu-
sonas ocupadas lar posición de las empresas extranjeras surge de señalar que a ellas
a. Todos los estableci-
mientos 1963 0,83 0,35 0,40 les corresponde casi la mitad del valor agregado en esta clase, que su
b. Establecimientos de peso relativo en términos de establecimientos es ahora de cerca de un
más de 500 ocupados 1963 0,77 0,50 0,60
c. Establecimientos de tercio y que dan empleo al 36% del total correspondiente a la clase. El
más de 5 ocupados 1967 1,8 0,7 1,0 resultado inmediato es que, dentro de este grupo peculiar, si bien su ta-
d. Tasa anual de creci- maño medio es algo mayor, su productividad es casi un 60% superior
miento de la productivi- que la correspondiente a las empresas nacionales y el corolario es que
dad 1955-1973 ( 7,7 O 4,0
su contribución a la concentración general crece a medida que pasa-
mos de establecimientos a ocupación, de ésta al valor agregado y de es-
Fuente: Diversos cuadros presentados en: Sourrouille (1976).
rr
te último al ingreso bruto empresarial.
-
La conclusión de estos argumentos es que si bien el tamaño medio
e s un atributo frente al cual las empresas extranjeras l y nacionales se
clasifican en forma totalmente diferente, no es en si mismo un claro
elemento de discriminación en cuanto a las diferencias que entre ellas
34 se observan al analizar la productividad por hombre y el valor agregado
35
12 cci 1- • CO O
co
O - 0) O0) • ri
O)
establecimientos que en 1963 ocupaban a más de mil personas, podre.
CO
CD N1 0) dr.:(5
o
mos observar en el cuadro 5 que sólo 88 de un total de casi 143.000 es-
tablecimientos cumplían con esa condición, de los cuales 35 pertenecían a
E empresas extranjeras y 53 a empresas nacionales. Recordemos que en es-
CO 03 1,3' O) nt
ora co co co o 1- .0 1- dnrd te exclusivo sector se generaba el 10% del valor agregado industrial, se da-
(0 (O co
E o O)
W cri cci Nj ba empleo al 12% de la ocupación sectorial y la productividad por persona
O O -a. "7 era un 57% más alta que el promedio total. Los 35 establecimientos extran-
fo
jeros generaban el 54% del valor agregado y ocupaban el 43% de la ma-
c no de obra en el grupo; la productividad de su personal ocupado
<ti U)
congruente con los resultados del análisis anterior, era prácticamente
O -0- --a 13
2 • U) co 13
O O (.0 (0 u) ti cu VI co 0 co u) similar a la del sector extranjero en su conjunto, pero un 60% más alta
o 2 rt, 0:5 o (i)
. 07 o co ca c» o as ó, CD O (1)
ca ‘- c n T E .1), ars
IN DICA DOR
i Tu 73 a) --c-- 13 -aTi lo Sobre la base de una estratificación por tamaños que incluye a veintidós
o E ca as 0 cu Tu -> ,- -- c
,_ - c :o .E. o ._ oro c c n Z) o gg,
4, _1o
1-3 c oa_ cx9 o 5 03.0 -; ccs
,:oni cts u lsnc ;:. (13
o : cca _ clases definidas por ocupación, el valor agregado por persona en el sector
ca as , . as as ,- o o - n-- extranjero no aparece asociado con el tamaño: el coeficiente de elasticidad por
32-t i: 5
(u o .- al E 6 71 cu cs.z. ;(' as -cs o o. o x ct
-i-t.uz - m i-Luz Ei--Luz oT,i=i—Luz L. Vo i—Luz mínimos cuadrados sobre los logaritmos de ambas variables es de -0,01 (R2
co
u, > O a? 8 1--,--_,«) = 0,01). En el caso de los establecimientos nacionales el tamaño parece cumplir
un papel más importante, ya que la elasticidad es significativamente distinta de
cero; sin embargo, su valor apenas llega a 0,12 (R2 = 0,66).
36 37
40
41
• t.' C F * 11 Witi t'l
cepción, efectuaron radicaciones de capitales al amparo del régimen Frente a esta política, no cabe sorprenderse con los datos del cuadro
sanciondo en 1958 y tuvieron un comportamiento más exitoso —medi- 10, más aun si el motivo central de la presencia extranjera no es ya la
do en función de la tasa de crecimiento de su producción— que el total explotación a escala interriacional de recursos disponibles en el país,
del sector industrial y el grupo de empresas nacionales de dimensión sino que apunta a su mercado interno, el que no representa, salvo casos
excepcionales, más que el uno o dos por ciento de la facturación a e3-
47'
equivalente. A las empresas extranjeras aquí incluidas correspondió un
cuarto de los montos autorizados para radicaciones de capital entre
1958 y 1962, por un valor absoluto de cerca de cien millones de
dólares. 12 Cuadro 10.Industrla manufacturera.Caracteristicas técnicas de plantas Instaladas
Como ya hemos señalado, una característica saliente de las empre- entre 1955 y 1962.
sas extranjeras desde el punto de vista tecnológico es haber instalado
o modernizado sustantivamente sus plantas entre 1959 y 1963. De
acuerdo con los datos del censo de este último año, prácticamente la
mitad de la producción registrada de empresas extranjeras correspon-
día a establecimientos que iniciaron sus actividades en el quinquenio Utilizaron Accedie- Utilizaron
anterior. Como cabe imaginar, esta penetración no fue neutral desde el A clrvidades tecnolo- ron a tra- diseño Modifica- Modifica-
glas co- vés de su preexis- ron el di- ción por
punto de vista de las condiciones de producción imperantes en el país nocidas matriz tente seño escala
en esos años. Conforme puede verse en el cuadro 10, las respuestas de
63 grandes empresas radicadas en esa época son concluyentes: en una
muy apretada síntesis, señalemos que siete de cada diez casos corres- Sí No Sí No Sí No Sí No Si No
ponden a plantas cuyo diseño se apoyó en experiencias ya conocidas
en el exterior; en el 80% de ellos debió ser significativamente modifica-
do en función de las condiciones que el mercado local imponía a la es- Automóviles 6 6 5 1 4 1 4
cala de producción; en todos los casos la tecnología era conocida y en
Tractores 4 4 4 4 4
el 70% la transferencia se produjo a través de una relación directa entre
filial y matriz. Con estos ejemplos quedan bien comprobados los resul- Aparatos
tados de la política de promoción que indujo el transplante al país, sin eléctricos 8 6 2 3 5 .3 3
restricciones, de plantas que involucran combinaciones de factores di- Metalurgia no
señadas en función de las condiciones prevalecientes en economías ferrosa 4 3 1 2 2 2 2
con precios relativos y tamaños de mercado distinto a los existentes en
la Argentina. Es posible verificar también que a pesar de las modifica- Productos
metáliCos 3 2 1 3 3 3
ciones hechas en la escala, el tamaño de las plantas fue diseñado en
función de previsiones a mediano y largo plazo sobre la evolución de la Alimentos 3 2 1 2 1 2 2
demanda industrial interna, puesto que la capacidad utilizada en este
Maquinarias 7 4 3 4 3 4 4
conjunto, medida en 1961 (año considerado en general como de plena
ocupación), apenas alcanzaba al 78% de su potencial.13 Medicamentos 16 13 3 11 5 7 4 2
Recordemos una vez más que este desembarco se produce en un
Perfumería 4 3 1 3 1 3
marco político en el que la expasión industrial y la sustitución de impor-
taciones ocupaban un lugar central, en tanto que el problema del Hilados sintéticos 4 3 4 3 1 3
empleo no formaba parte de las cuestiones acuciantes en el debate de
los problemas económicos del país. En este marco político se san- Otros productos
químicos 4 2 2 2 2 2 2
/
cionaron los regímenes de promoción industrial que hemos menciona-
do, cuya consecuencia inmediata fue una renuncia total a condicionar Total 63 — 46 17 43 20 34 9 27 2
las características técnicas de los proyectos industriales por implantar.
12 Véase al respecto Dirección General de Fabricaciones Militares (1964). Si el Fuente: Estimaciones propias con base en la Encuesta de Tecnología efectuada
computo se hiciera sobre las radicaciones efectivas, la participación alcanzaría por el INDEC en 1970.
a un tercio.
13 Estos temas han sido tratados específicamente en Katz (1974 a).
42
43
Concen tración
CO CC 03 (11 mra
0000 1 000
donada en el país de origen. La doble amortización de bienes de capital 0000 o o
E o.000. 0. E o_
y gastos de investigación y deáarróltó - Ve-transfarmarr'~Una posibi
o
I idad"Ciincre-ta. En -consecuencia, tampoco hay que sorprenderse de los c
resultados alcanzados en términos de dotación relativa de factores del 7 0000(0000 0 0
"r7s " 70 71 S a W5
sector industrial y de sus posibilidades inmediatas de crear ocupación. e E
La elasticidad de la absorción de empleo con respecto a la produc-
ción de las empresas extranjeras en el período 1955-1973 es sólo un ter- TI
e
o • C 1.7 (0 C9 N. O
▪ MM r-- co -nt o co O
cio de la observada en esos años en las nacionales, y apenas un quinto o
Ocic.fo- c50- do Ó tri
del valor promedio registrado en los primeros sesenta años del siglo ac- E
tual. Por último, las evidencias con respecto a la diferente intensidad e
debe siempre tenerse en cuenta que los datos no son del todo con-
e
ee
fiables—. Por ejemplo, en 1963 la relación entre activo fijo y ocupación e CO ti") C\I CO CO CO CO
calculada para el conjunto de las sociedades anónimas industriales era cti
un 50% más alta en las empresas extranjeras que en las nacionales, y e
casi de cuatro a uno en vehículos y maquinarias, de dos y medio a uno 01.101 ,4r- I"- 00 CN.I O) 0)
en productos químicos, e inferior a la unidad en alimentos. e CO co co co-ido" c\i"
CO CO CO N- CM h- CO CO CO
e
Hemos puntualizado antes que otro aspecto saliente de las empresas a
extranjeras es actuar en mercados donde opera un pequeño número de E
empresas, donde predomina un alto nivel de concentración y donde en Ou, o cr;
co co co cm o oLoco co
CO
general la participación de las empresas locales es secundaria. Los da-
tos de que disponemos para 1963 corroboran también esta afirmación, e
en tanto vemos (en el cuadro 11) que existe una relación muy estrecha CO CO C•1 CO
• Onr- C>- 001.60- e"; CO-
entre la participación de las empresas extranjeras en la producción de
oa
CO <C> c0 00 co
cada subgrupo y el respectivo grado de concentración. En los cuatro
principales subgrupos en los que aperan empresas extranjeras, la ca- e 0
a) o ¿
2
lis
CL
racterística del mercado es serde,alta.c9r1cPrltración, con pocas empre- ... :6 .c
sas (las ocho mayores generan más de la mitad de la producción, sobre .0 '- 0•
• ci) o-c) o
o o. o oE -o
un total inferior a cuarenta); a su vez, las veintitrés empresas extranje- 2e "E - o ,-
••g) o 0)
ras que en ellos participan obtienen el 43% de la producción industrial
.,..8
(Our''' Z U) Z O
o Q ., o 1,1
del sector extranjero en su conjunto y casi el 10% del total del país. La
.0
situación se repite integrando en el análisis a los diez mercados princi- 2.
- u--
-,_ 11
,.,..-7= 7E
-- 15
,..., ° :1"
,-. n._15- 1
o2o «
pales en que operan las empresas foráneas: en ocho casos, ellas enca-
bezan el ránking, y con la sola excepción de la industria de medicamentos Ltri Li_1C12 C.)1111-1 1 -23 CL-'8- ,
— ,— ,— — cc cm co N_ 0 — ".
99999999- (29
C0*-- 1- 00)QQ,-05,_,-- ct
8
CO O CV C \J 1- CD GO r- (0 cp nr
14 Con todas las salvedades que implican las comparaciones de esta índole la, CO CV co C\1 CO CO CO CO CO ..-, CO >,
única empresa multinacional cuya facturación en el país superaba el cinco por
ciento de su total general era entonces la Fiat; un pequeño conjunto de empre-
sas europeas se ubicaban entre el dos y el cinco por ciento, y ninguna norteame-
ricana parecía superar el umbral de este último intervalo. Detalles adicionales
• pueden verse en Sourrouille (1976).
44 45
(cuya heterogeneidad a este nivel de agregación dificulta la interpre-
tación de los resultados), la concentración es siempre alta. En los ca-
sos donde este grado se alcanza junto con muchas empresas (o sea que
si bien ocho empresas generan más del 50% de la producción, el núme-
ro de participes supera a cuarenta), lo que ocurre es que por el sistema Gráfico 1. Industria manufacturera. Tasas de crecimiento y participación extranjera
de clasificación utilizado, el subgrupo incluye a las grandes fábricas (1973 - 1980)
junto con talleres de reparación y mantenimiento. Nuevamente puede
observarse en esta información el papel decisivo que desempeña el 16 14 12 10 8 6 4 2 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
are a 1 • e 1 •
sector público, ya que en los dos únicos casos en que el control del
mercado no está en manos de empresas extranjeras, se ubican en este Agrupaciones y subgrupos
lugar empresas públicas, —los ya reiterados ejemplos de YPF en la Alimentos
destilación del petróleo y SOMISA en la siderurgia—. Frigoríficos
Bebidas
Beb. s'alcohol
Tabaco
Textiles
Las empresas extranjeras en un periodo de fuerte crecimiento: de la dé- Confecciones
5. Cuero
cada del cincuenta a la del setenta. Calzado
Madera
La evolución de la producción industrial argentina a partir de fines de Muebles
Papel
la década del cincuenta ha sido definitivamente influida por la entrada Imprenta
masiva de empresas extranjeras. En términos sintéticos señalamos que Químicos industriales
Hilados sintéticos
entre 1955 y 1973, el periodo que media entre los dos gobiernos pero- Otro prod. químicos
nistas, la tasa de crecimiento del producto global de esas empresas fue Medicamentos
del 8,8% anual, lo que implica algo más del doble que la registrada para Refinerías de petróleo
Otros deriv. del petróleo
las empresas nacionales; si se excluyen los frigoríficos, cuyo particular Caucho
funcionamiento ha sido reiteradamente señalado, la tasa de crecimien- Neumáticos
Minerales no metálicos
to llega al impresionante valor de 15% por año, tres veces mayor que el Vidrio
promedio industrial general y casi cuatro veces mayor que el de los na- Siderurgia
Metales no ferrosos
cionales. Por otro lado, es
oportuno recordar que en 1974 culmina un
Prod. met. excl. máquina
periodo deYrillaftgajduratitiárlarriotoo-ociIi-Man ufact urpra:c11.__ Maquin. excl. eléctrica
ció ininterrumpidamente al ritmo más alto y sostenido en lo que va de Tractores
IdáUTrádr5" del dispar prbteso dé crecimiento eriffé —
Motores y turbinas
esté áigto: Córtib - Maq. y apar. eléctricos
IirjtéSálexansyoc,prtiaóndelsm Conductores
Mat. de transportes
producto industrial total pasó de menos de un 20% hacia 1955 a casi un Automóviles
33% en los primeros años de la década del setenta (véase el cuadro 5). Apar. prof. y cientif.
Varios
Como hemos señalado en la sección anterior, este profundo cambio
en la estructura industrial aparece claramente asociado a la explota- '' I 1 I 1
I 1 1
1 0 8 4 201 40 60 i 80
ción de un mercado interno protegido de la competencia externa tanto Promedio Promedio
en términos generales, por altas barreras arancelarias, como por un me- Tasa de Participación
canismo de discriminación específico, cual es el que requería la autori- crecimiento extranjera
zación especial del Poder Ejecutivo para cada caso de nueva radicación
o de incorporación al sistema de promoción. Veremos a continuación
cuál ha sido la evolución de la producción industrial del país y la de las
empresas extranjeras en los quince años que van desdé 1958 a 1973,
tratando de verificar si existe alguna relación entre las áreas ocupadas
por estas últimas y las diferencias sectoriales observadas en las res-
pectivas tasas de crecimiento; utilizaremos para ello los indicadores
más detallados de volumen físico de la producción industrial en las
47
46
cuentas nacionales y los datos sobre la participación extranjera y su indirectos pueden observarse también en la producción siderúrgica, de
perfil estructural que hemos presentado en la sección anterior. maquinaria y de elaboración de productos metálicos básicos. En la si-
Veamos en primer lugar los datos que se presentan en el gráfico 1. derugia y la destilación de petróleo, la presencia extranjera no es mayo-
En él se confrontan las tasas anuales de crecimiento por agrupaciones ritaria, y la empresa más grande pertenece al sector público. La cre-
y ciertos subgrupos industriales con los datos sobre participación ación de SOMISA dentro del conglomerado de fábricas militares que
extranjera que ya hemos comentado. Los resultados siguen siendo elo- creara el gobierno peronista en 1946, así como la conducción posterior
cuentes, pues salvo contadas excepciones, cuya interpretación es más de la política siderúrgica, han ido conformando un área en que la pre-
o menos inmediata, se encuentra una clara asociación entre tasas de sencia extranjera es minoritaria y asume, en general, la forma de partici-
crecimiento y participación extranjera, y ambas son superiores al pro- pación en sociedades con capitales argentinos. En la déstilación de
medio. petróleo —el otro ejemplo que pone de manifiesto el papel que el sec-
Las excepciones se corresponden muy de cerca con las característi- tor público puede potencialmente desempeñar en el desarrollo in-
cas señaladas para 1963, ya que involucran a los frigoríficos, la fabrica- dustrial— encontramos las filiales de Shell y Esso, que aumentaron su
ción de cigarrillos, la metalurgia ferrosa y no ferrosa y la fabricación de producción aun ritmo mayor que el promedio industrial del país, pero el
tractores. Tres de estos casos tienen una neta vinculación con el sector dominio del mercado estuvo siempre en manos de YPF, la mayor empre-
agropecuario, ya que los frigoríficos y las tabacaleras tienen en él a su sa estatal, creada también muchos años atrás.
proveedor, mientras que para las fábricas de tractores es su principal
El sector químico es otro sendero principal por el que transita este
demandante; de cualquier manera, las razones que explican su escaso
proceso de desarrollo industrial, encabezado por la producción de sus-
crecimiento probablemente deben buscarse más por el lado de la evolu-
tancias químicas industriales. Entre éstas sobresale, en términos de va-
ción de la demanda y la tecnología que por el lado de la oferta; en cuan-
lor, la producción de fibras para hiladossintéticos. Este es otro caso
to a la producción de tractores, es indudable que no se cumpliéronlaá—
partiaTá~éíritérésante, por cuanto a diíerIncja délaiaCtiVidadas
resp ec tó" alás-p-erspectíváádéTa expctaivsdlóSfbrneco
Oré-fiares, no se produjo aquí un proceso de sustitu
ción de iMporta-
demanda potencial, dado que en 1973 y con referencia a 1960: las va-
diones en el marco de una demanda inicial comprimida y satisfecha
riaciones en el nivel de producción sectorial son equivalentes á las de ahora por nuevas empresas; el proceso de sustitución está presente sí,
la producción agrícola. En la metalurgia no ferrosa, donde también se pero su característicafue desplazar insumos básicos de origen na-
asocia un grado de extranjerización mayor a la media con una tasa de cional (lana, algodón, cuero) en la competencia por abastecer a una de-
crecimiento inferior, la presencia extranjera es de antigua data —carac- manda final de indumentaria para al mercado ira jrnoque sólo creció al
terística que los une con los frigoríficos—, y si bien varias de las empre- 2,3% por año en' el período. En los casos anteriores, el proceso de ex-
sas ampliaron sus plantas hacia 1960, no se alteraron las característi- pansión delas empresas extranjeras no reemplazaba necesariamente a
cas básicas de su proceso productivo, ya que tanto en el caso del cobre productos locales; en cambio, las nuevas condiciones de producción
como en el del aluminio, hasta principios de los años setenta no hubo del sector, dependiente en gran medida de importaciones de insumos
avances en el proceso de sustitución y se siguió importando práctica- de origen petroquímico, originaron una efectiva disminución del merca-
mente la totalidad de los productos básicos; además, se produjo un do para los productos locales —si bien éstos no eran necesariamente
desplazamiento en la demanda del plomo —cuya fundición está en ma- todos industriales sino también agropecuarios—. En el sector de medi-
nos de empresas extranjeras— al ser reemplazado por materiales plás- camentos y productos farmacéuticos, donde la tasa de crecimiento es
ticos, sector también controlado por éstas. levemente superior al promedio y el grado de extranjerización es alto, y
En los demás casos se encuentra una vinculación patente entre cre- donde, recordémoslo, la presencia de empresas extranjeras es también
cimiento y grado de extranjerización, relación que puede asociarse tan- de antigua data, este hecho no excluyó, por cierto, la mayor integración
to con las características ya menciondas de escala, tecnología y domi- del proceso productivo vía la incorporación de empresas hacia 1960 o la
nio del mercado, como con las que surgen con la típica evolución de la ampliación de plantas existentes. El análisis de su comportamiento
demanda interna de bienes industriales durante la fase inicial de un pro- muestra, sin embargo, una situación particular: mientras que la partici-
ceso explícito o implícito de sustitución de importaciones. pación relativa de firmas extranjeras en la oferta agreqada se mantuvo
La producción de automóviles —sector de bienes durables que pre- relativamente estable, cayo significativamente dentro del grupo de los
sentaba una demanda reprimida por no menos de veinte años de un mayores laboratorios de plaza, fenómeno que se asocia a que los
estricto control cuantitativo sobre las importaciones, que implicaba extranjeros medianos crecieron relativamente rápido, captando parte
una virtual prohibición a su entrada— es la que lidera el proceso de cre- del mercado interno de los mayores, a la vez que los mayores de origen
cimiento, tras el cual se acomodan, de acuerdo con los conocidos fenó- nacional tendieron a captar mercados previamente abastecidos por fir-
menos de eslabonamientos hacia atrás, la producción de motores de mas nacionales medianas y pequeñas, (véase Katz, 1974 b).
combustión interna, neumáticos y derivados de petróleo. Sus efectos
49
48
Pruebas adicionales en cuanto a los avances de las empresas extran- mos, a que las actividades en que actúan estas empresas han crecido
jeras en el mercado industrial local pueden encontrarse en el análisis más que el resto, y no tanto a avances significativos en el control de
de los datos correspondientes a la distribución de las cien mayores sus propios mercados, que ya era muy alto. Con la excepción deja fabri-
empresas ordenadás en términos de sus ventas (véanse los cuadros 12
y 13). Clasificando las empresas según nacionalidad y sectores de acti-
vidad, y comparando, en primer lugar, la situación en 1964 con la de Cuadro 12. Variación de la distribución de cien empresas líderes según
1957, observamos (cuadro 12) que son 24 las nuevas empresas extranje- origen del capital y sectores de actividad
ras que aparecen en este privilegiado "club", 22 de las cuales operan en
sectores dinámicos; de las nacionales desplazadas, 19 lo hacían en ac- Origen del
tividades vegetativas, características que se repiten entre 1971 y 1964, Periodo Vegetativos Dinámicos Total
capital
si bien el desplazamiento se manifiesta con un menor ritmo de va-
riación; de cualquier manera, queda claro que, centrando el análisis en -17
1964/57 Todas 17
1971, entre las 100 empresas líderes aparecen ahora 36 extranjeras que Nacional -19 -5 -24
no operaban en 1957 (cuadro 12). El cuadro 13 nos permite apreciar la Extranjero 2 22 24
influencia sobre la concentración industrial de este proceso, puesto 1971/64 Todas -4 4
que 32 de aquellos 36 nuevos casos son empresas que operan en mer- Nacional -9 -3 -12
Extranjero 5 7 12
cados con alta concentración, y de ellas 27 están en las llamadas in- 1971/57 Todas -21 21
dustrias dinámicas. 15 Nacional -28 -8 -36
A manera de resumen, podemos cerrar estos comentarios señalando Extranjero 7 29 36
que 72 de las cien empresas líderes son extranjeras y 62 operan en mer-
cados altamente concentrados, en los que con las salvedades antes Fuente: D. Aspiazu et al. 1976.
mencionadas no enfrentan competencia de empresas locales. Estos re-
sultados son harto elocbentes acerca de lo ocurrido en el período y no Cuadro 13. Las cien empresas líderes según origen del capital,
hacen más que confirmar las evidencias que, con respecto a la aso- sectores de actividad y formas de mercado
ciación entre tasas de crecimiento, características estructurales y for-
mas de propiedad, fuimos presentando a lo largo de este capítulo.
Digamos, por último, que los primeros resultados disponibles del Formas de mercado
Origen del Sectores (concentración)
Censo Industrial de 1973 ratifican desde otro ángulo las características capital Total
sobre la presencia y el comportamiento de las empresas extranjeras en Alta Mediana Escasa
el sector manufacturero que hemos comentado. Como puede verse en
el cuadro 14, que resume los datos preliminares de que disponemos, 1. 1957
los aspectos salientes que ya remarcamos —participación en la pro- Nacional Vegetativos 17 1 24 42
ducción, tamaño relativo, concentración y tipo de productos obteni- Nacional Dinámicos 15 5 2 22
Extranjero Vegetativos 11 2 1 14
dos—, son una vez más claramente identificables. Para el conjunto de Extranjero Dinámicos 19 3 22
establecimientos censados, la diferencia en el tamaño medio medido Todos Todos 62 11 27 100
por la producción por establecimiento se mantiene en la proporción de
2. 1971
casi setenta a uno y es de cuarenta a uno para las 16 actividades más Nacional Vegetativos 4 14
10 —
significativas, medidas desde el punto de vista de su contribución al to- Nacional Dinámicos 10 4 14
tal de la producción obtenida por las empresas extranjeras. La diferen- Extranjero Vegetativos 16 2 3 21
Extranjero Dinámicos 46 5 51
cia en cada una de estas actividades es también notable, según se apre- Todos Todos 82 11 7 100
cia en el cuadro 14. Si bien los datos no son completos y tienden a su-
bestimar el resultado, la contribución de las empresas extranjeras a la 3. Variaciones
producción manufacturera aumentó, sin duda alguna, en ese decenio, Nacional Vegetativos —7 —1 — 20 — 28
Nacional Dinámicos —5 —1 —2 —8
pasando, por lo menos, de un 25% a cerca de un 30% del total general Extranjero Vegetativos 5 — 2 7
(véase también el cuadro 4). Este desplazamiento obedece, como diji- Extranjero Dinámicos 27 2 29
Todos Todos 20 — — 20
15 Este tipo de estadísticas, a la usanza de Fortune, son generalmente publica-
das p;in
istas especializadas. Los datos que aquí se utilizan han sido tomados
de spiazU, et al. (1976) Fuente: Id. cuadro 11.
50 51
r.- co co co 0) ultz Lo_ ul cación de cigarrillos, donde hubo un proceso específico de desnaciona-
O 112 o5 cnS'ei C'si CV
lización, y de las industrias básicas de hierro y acero, en las que se
LO
LO 0 retrasó la ejecución de los programas de expansión de las empresas del
sector público, en el resto de las actividades la participación en el mer-
nt (- O CO cocr, NO cado de las empresas extranjeras experimentó pocas variaciones frente
c6c; ,z6ai. r•- up c\im co
CS) .7- N a) c'it co co (c) ) CO a su situación en el censo anterior (comparar los cuadros 7 y 14). Una
obvia excepción es el caso de la industria frigorífica, donde durante el
decenio se produce prácticamente la desaparición del viejo complejo
co co r •- •cl• CO CM
conformado hacia fines del primer cuarto de siglo. Conforme al despla-
01`.- (O C\ I COI-
O
CM N zamiento generalizado del perfil industrial hacia las actividades meta-
O .1 lúrgicas, químicas y pretroquímicas, que tuvo lugar en esa década, las
actividades que se incorporan al grupo de las áreas más significativas
z
. E3 '1' Or- tr) cm nr R, (1)05 ,71- C•1 ,- de presencia extranjera son la fabricación de partes para automóviles y
Cuadro 1 4. La empresa extra njera en el Cen so Industria lde 1973.
o)
o :n-
13 O) cn CID 1- (O nr tr; Cn11.0 r- 00 (C)
•cr la de productos químicos industriales básicos; desaparecen de ella la
O) N- CV r•-•
cc,o ;‹
o elaboración de productos lácteos y la fabricación de tractores, ambas
co nr C90000)00C, vinculadas al sector agropecuario. Sin perjuicio de que esta caída en la
o • 0pu. ,- a> Lo CV', co O)
"ro o o nt-
ce o u-> co co importancia relativa de los procesos industriales asociados con el sec-
O
O cci (O tor primario es un hecho característico del proceso de desarrollo (en
o 1946 las industrias alimenticia y textil sumaban algo más del 50% de la
o producción industrial, en 1973 esa proporción correspondía a las activi-
cnco ,-a>cocncoo) ,-
o ▪ C`")
CO Cf)
CO CO
CM C) ( ,) ,-,--trcncu,-Nc..1 dades metalúrgicas, químicas y petroquímicas), no deja de ser llamati-
co (0
r) c•-> co cocc?Locic30 <3)(3)
;<' ri CV CV N vo el lugar destacado que ocupa la producción de alimentos balance-
O
ados, donde se verifican todas las características antes señaladas en
co c)M R COCO n CO
cuanto a diversidad de tamaño y control de mercado. (Para detalles adi-
- O 00 nr LO N- O N- h- C001
É
-
nr cgo Lo a)
N- mego r- cf) C•1.- I"- N cionales sobre el Censo Industrial de 1973, véase Sourrouille y Lucán-
O "›-
IO (O geli, 1980).
cu
o -c = 2 '5111.2 0 21 . (2
CC ,O
_
maños cercanos al medio centenar de personas ocupadas y en áreas
Deno mina c ión
E cp 7:13• ID u)
o Z5v o o .2 .0 c" -15 - E led -.°
E E -O 0 .-=c.) .r3 '3.) o que han operado con una demanda derivada de la forma de expansión
, ;_-, u) o> cLo "-- .03 o a) "C—
RS ° ni '13 >,O (1)
Ti
c> o 2 Cr CID ce °I- descripta—. De cualquier manera, los casos que cumplen con esta con-
G.) c'-`1 13 ca ..,
(1) 43 0) Y _,.,a)
-o cu „cc> 0 (,5 2 'O c 0) '..-' CO 'O U) '-' dición son relativamente pocos y entendemos que no alteran nuestras
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c ID C -E 0 c = :0 = -o , 2.. a)
9 . . :0 2 ct) c 0 :05 -0:00 -0 ° conclusiones generales.
5o al 5.t E o 5 , Z) ozas'a a) La conclusión obvia de esta exposición es que las empresas extranje-
/
(05 .-- 0s mui „< u3 tts asEN5 U -1 Cri 1-7- (11
-o .- ._.) . C ,_ ,:-,;;_-
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•1-_- c u> o o-- . _-- . •.- c -7 o -o ras ocupan una posición particularmente clave dentro de la estructura
_o o: -0 .., 1:3 c 1 .0 cr> -0
es o 1:3 c'3 0 ° CU cCS re CC O c ° ° c ° o0 industrial argentina tal cual ésta se presentaba a comienzos de la déca-
o U- CC ° EL-1 <:C 2cocc. o u_0 1-1-<c)—U-
0C)C\INT- OCV r0 a) o c
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00 LO N-
C9,- cr cs.ic.9,-
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u-> co
C C,) r-
53
M c-) C9 CD os, c", M M co
da del setenta. Esta reseña ha permitido comprobar que si bien varias guerra de Corea, cuando comienza a delinearse una nueva etapa de
de ellas están desde principios de siglo en el país, en realidad puede fuerte crecimiento de la producción y el comercio a escala interna-
clasificárselas en dos grupos bastante bien diferenciados atendiendo cional, a la vez que se consolida la nueva imagen de la actividad trans-
al objetivo perseguido por su presencia. nacional de las mayores empresas norteamericanas, se había confor-
El primero es el que corresponde a la explotación a escala interna- mado en el país un modelo de funcionamiento económico de rasgos
cional de los recursos naturales del país, con obvias ventajas compara- bien definidos, dentro del cual pueden ubicarse con razonable preci-
tivas; esta etapa, cuyo proceso de expansión fundamental se cumplió sión los enfrentamientos, conflictos o alianzas políticos y económicos
en el primer cuarto de este siglo, se caracteriza básicamente por el de- sobre los que se inscribe nuestra historia reciente.
El rasgo saliente de tal modelo es la necesidad de distinguir el com-
sarrollo del complejo económico organizado en torno a la carne y a los
frigoríficos. A ellos cabe agregar las empresas de la industria del tanino portamiento del sector agropecuario respecto de las actividades econó-
micas urbanas y en particular de las que se desarrollan en la industria
y hay también ejemplos de aprovechamiento de otros recursos natura-
manufacturera. Esta distinción es básica para comprender la naturaleza
les: puede citarse una vez más a las compañías petroleras y algu-
del problema económico argentino, y de ella pueden deducirse resulta-
nos casos contados de empresas dedicadas a la explotación de yaci-
mientos minerales —si bien éstas, en general, no llegaron nunca a ex- dos que explican la índole esencialmente cíclica del crecimiento de su
,
portar una parte significativa de su producción—. El segundo grupo, a nivel de actividad, ciertas contradicciones observadas en ese proceso
de crecimiento frente al análisis elemental de las relaciones económi-
esta altura definitivamente mayoritario, corresponde a empresas cuyo
objetivo prioritario es la explotación del mercado industrial interno si- cas con el exterior, y los orígenes últimos y magnitud del problema de
guiendo un modo repetitivo, orientación que si bien reconoce algunos la inflación.
antiguos antecedentes en la historia económica del país , presenta una A esta distinción estructural básica debe sumarse, como hemos se-
etapa de expansión sin precedentes a partir de 1958. Examináremos al- ñalado, el peso particular adquirido por dos grupos de agentes econó-
gunos aspectos específicos del modelo de crecimiento a que esto se micos, en especial en el aparato productivo urbano: las empresas
ajusta en la sección siguiente. extranjeras y el sector público, tanto en servicios de diversas índole co-
mo en lo industrial. A ello se agrega el papel, mucho más significativo
aún del Estado, como árbitro- dé las YéTáCióhése- conómIc."Aadolgiié
II-exigencias quéSurgen deadministración del modelo semicerrado
6. El modelo económico semicerrado sem mucho mayores y están mucho más expuestas a ser córsidéridas
54 55
bano. Los límites al período expansivo se originaban en una asimetría tente revaluación del peso y, en consecuencia, el comienzo de un nuevo
básica en las relaciones con el exterior: a corto plazo, la elasticidad de período de expansión de la economía urbana.
la oferta del sector agropecuario (y en consecuencia, la de las exporta- En estas circuntancias, los márgenes dentro de los cuales se de-
ciones) está muy limitada por razones naturales y de la propia organiza- sarrollaba el ciclo eran dos. En la expansión, la relación clave era la que
ción de la producción sectorial; de ello se deriva que, dejando a un lado ligaba la demanda neta de divisas con las reservas disponibles en el
las condiciones de la demanda externa, los saldos exportables tienden Banco Central. Dado que la tasa de interés en el mercado bancario in-
a disminuir en términos relativos en la fase expansiva del ciclo y en for- terno estaba controlada por el gobierno de forma tal que su valor era in-
ma consiguiente lo hacen las entradas de divisas. Por el lado de las im: significante o definitivamente negativo en términos reales, y por ende
portaciones la situación es inversa: el mayor nivel de actividad, apoya- el papel del crédito externo —excluido el atribuible al financiamiento
do en el crecimiento paulatino de la demanda interna, inducía claramen- de importaciones o de instituciones internacionales de fomento— era
te un aumento de las importaciones; y debido a la importancia y mínimo o quedaba reducido en la práctica al de tipo compensatorio ma-
complejidad del sistema de protección que permitía un mecanismo de nejado por el FMI, la relación se establecía entonces entre el saldo de la
fijación de precios internos que no hacía uso pleno y continuado de él, cuenta corriente frente a las reservas y más específicamente (como sur-
incidían mucho más en ese aumento las relaciones técnicas de produc- ge de nuestros comentarios) entre las importaciones corrientes y la
ción que los precios relativos. La elasticidad de las importaciones con cuantía de las reservas internacionales. En la devaluación que interrum-
respecto al ingreso real era sustancialmente mayor a corto plazo que a pía el proceso la clave era la importancia que el gobierno asignaba a la
mediano plazo, y la elasticidad con respecto a los precios relativos era capacidad de reacción política de los trabajadores organizados frente a
poco significativa. la caída en su salario real y eventualmente en el empleo, y su posición
El saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos tendía así a de- frente a ciertas relaciones de precios relativos considerados básicos (la
teriorarse durante la fase expansiva sin perjuicio de la influencia parti- invocación a los precios relativos del período de preguerra es un
cular de movimientos en los términos de intercambio, importaciones ejemplo reiterado de esta postura). Este es un límite menos definido
circunstancialmente significativas de bienes de capital bajo la forma de que el anterior, pero es evidente por la información disponible que la ca-
inversión directa o movimientos ocasionales de capital a corto plazo. La pacidad previsible de reacción social estuvo inversamente asociada con
consecuente crisis en las cuentas externas, que ocurría siempre en un la capacidad de represión de que suponía disponer el gobierno o que le
contexto de pleno empleo o exceso de demanda, implicaba una deva- era posible ejercer. (La violenta devaluación producida durante la ges-
luación, cuyo efecto a corto plazo era diferente al previsto en los tión del ministro Rodrigo en el último gobierno peronista, y la no menos
simples modelos macroeconómicos tradicionales, ya que traía consigo violenta respuesta inmediata de las organizaciones sindicales, es, cre-
una caída y no un aumento en el nivel de actividad. Esta caída en la pro- emos, un claro ejemplo en apoyo de esta hipótesis.)
ducción se registraba en el sector urbano y era atribuible al encareci- La habilidad de la administración económica quedaba demostrada
miento relativo de los bienes agropecuarios e insumos importados fren- por la posibilidad de conducir un programa de crecimiento económico
te a los salarios industriales, desequilibrio que provocaba una consi- que pudiera mantener, durante el mayor tiempo posible, el tipo de cam-
guiente caída en la demanda de productos industriales y servicios por bio real dentro de una franja no crítica (aquella que evitaba la crisis del
parte de los trabajadores ocupados en esas actividades. Se liberaban balance de pagos con un nivel aceptable de salario real), y en esa direc-
así saldos exportables sin aumento en la producción, dado que la carac- ción apuntaban las recomendaciones de ajustar el tipo de cambio nomi-
terística del sector agropecuario es, como dijimos, la ineslaticidad de nal en forma paulatina a la marché de los índices de precios de paridad,
su oferta; a la vez, se comprimían las importaciones a raíz de que su de- mejorar la productividad del sector agropecuario y aumentar —por la
manda estaba asociada en proporciones fijas a la producción industrial. vía de la paulatina y gradual disminución de aranceles, combinada con
El balance de pagos mejoraba al par que se iniciaba un período recesi- un estímulo explícito y diferencial a las exportaciones industriales— el
vo, medido por el ingreso total a precios constantes, y había además grado de competitividad (y en consecuencia, de participación estable)
una considerable reasignación de ingresos corrientes. El mantenimien- de la industria manufacturera en el comercio exterior. De una manera
to del tipo de cambio fijo en términos nominales como parte de la estra- general, este fue el modelo o matriz básica sobre el que se inscribió la
tegia de estabilización, combinado con la inflexibidad de precios en marcha de la economía desde mediados de los años cincuenta. Sus vin-
sentido descendente en ambos sectores (derivada, entre otras cues- culaciones con los conflictos políticos vividos durante todo este pe-
tiones, de la ausencia de competencia externa sobre el sector in- ríodo son también bastante nítidas: los enfrentamientos entre trabaja-
dustrial, donde el impacto de la devaluación se asociaba con la posibili- dores y empresarios urbanos surgen y se agudizan a medida que se de-
dad de explotar mejor el margen de protección no utilizada) llevaba sarrolla el período de expansión, donde los reclamos por salarios reales
paulatinamente a una recomposición de salarios y precios en el sector compiten con el poder de acumulación industrial; durante la depresión
urbano frente a los agropecuarios, mecanismo que forzaba una persis- su interés común es recuperar posiciones frente al sector agrope-
56 57
cuario, si bien la falta de presión en el mercado de trabajo facilitaba la mostraban que la base de operaciones para la industria argentina era
realización de planes de inversión industriales acordes con la nueva extremadamente más compleja y sofisticada que:yerrTtIlMC: str"
etapa expansiva. Las posibilidades de los.dirigentes del sector agrope- cierta'atarnblén que el gradó dé—átiton011ia,dei
- desarrollo industrial
cuario o de grupos a ellos vinculados para acceder al control del poder quedaba fuertemente atado a sus detisiones. Vale la pena recordar que
político o de, la política económica son escasas en un contexto de- la concentración en las industrias' din-á'micas era muy alta y que la posi-
mocrático, pero adquieren una dimenalóri particular en la crisis, dado el bilidad de abrir sus operaciones al exterior estaba sujeta de una manera
carácter exportable de su producción y su concentración de la pro- muy estrecha a la política de asignación de recursos de sus propias
piedad de la tierra. matrices, definida a escala transnacional o, por lo menos, a escala lati-
Como hemos visto, en este modelo se asignó a las empresas transna- noamericana.
cionales un papel destacado: era el grupade agentes económicos a tra- Así es que en esa fecha existía una amplia coincidencia entre econo-
vés de los cuales debía inducirse la modernización industrial interna y mistas y políticos en cuanto a que las políticas de desarrollo industrial
eventualmente su apertura al exterior, y hacia ellas iban dirigidas las le- y de relaciones económicas con el exterior seguidas desde la pos-
yes de protección especial a la inversión extranjera y diversos regíme- guerra habían conducido a la economía nacional a una situación poco
nes de promoción conforme a actividades específicas. Dadas sus ca- feliz desde el punto de vista de su inserción en el comercio interna-
racterísticas, estos regímenes provocaban una desmedida protección cional, particularmente de manufacturas. Si bien no se discutían los ra-
arancelaria, acceso irrestricto al crédito bancario de origen local (a ta- zonables argumentos que justificaron tales políticas en la década del
sas reales negativas, como hemos señalado), y reembolsos o subsidios cuarenta, o durante la fase expansiva del ciclo internacional de inver-
a las exportaciones. Salvo circunstancias excepcionales, ni los planes sión directa en torno de 1960, a fines de esa década se hacía cada vez
de producción de esas empresas ni su política de precios fueron motivo más manif iestaTa necesídICT de resólver trnpeild reltrteCTITY
de un control específico o negociación activa por parte del gobierno. En cíclica g.-C ié sobre el crecimiento del producto imponía la estructura de
términos generales, no se les exigió aportes de capital, no se influyó la cuenta corriente del Uálance dé '19—agos,,así corno de disaiír la mejor
sobre la tecnología utilizada, ni se controló. tampoco sus efectos sobre ebTrátébiá para pasar de une- altuación de mercados locales ocupados
el balance de pagos. por empresas extranjeras a un panorama de internacionalización efecti-
La característica saliente de esta reorientación de la política in- va de sus operaciones que no fuera en detrimento del nivel de empleo
dustrial fue la redistribución de responsabilidad dentro de los grupos de la economía nacional.
empresarios encargados de liderar el desarrollo industrial, eligiéndose Frente a tal disyuntiva, y en términos muy genéricos, los caminos fac-
ahora a la empresa extranjera como primer actor dentro de un escenario tibles —que implicaban posiciones políticas claramente enfrentadas—
en el que no se observaban mayores cambios, ya que este siguió siendo eran dos: operar paulatinamente sobre la estructura industrial existente
primordialmente el mercado interno. Su comportamiento, como es lógi- por la vía de los incentivos a la exportación, impulsando una transfor-
co esperar de un modelo de industria incipiente en un contexto de de- mación gradual en un marco de crecimiento (acompañada de alguna po-
manda reprimida, estuvo caracterizado por el explosivo crecimiento de lítica directamente orientada hacia el incremento de productividad en la
la producción. Sin embargo, este tipo de crecimiento tiene un claro lími- agricultura y negociaciones directas con empresas transnacionales), o
te, en cuya definición influye decisivamente el modelo general de políti- concentrar la atención en la erradicación inmediata, lisa y llana, de la
ca económica dentro del cual está inscripto. En tanto la dimensión del "ineficiencia", cualquiera fuese el origen de la empresa, generando una
mercado para su producción no trascienda el área geográfica del país, nueva base productiva industrial ligada a un tipo de cambio real ajusta-
el nivel de ingreso, la estructura de precios relativos y las característi- do sustantivamente, en particular en cuanto al nivel arancelario medio
cas de la apropiación de los aumentos de productividad serán los ele- prevaleciente. A partir de mediados de los años sesenta, y con mayor
mentos decisivos en la definición de ese límite. Como efectivamente no énfasis desde 1970, se comenzó a seguir en parte la primera línea. No
se produjo una salida importante hacia el exterior de su.producción, es- se discutieron acuerdos específicos entre el gobierno y las empresas,
tas empresas —pasado su fuerte impacto inicial— se fueron sumando pero se introdujeron incentivos a la exportación que irían creando
irremediablemente, hacia fines de la década del sesenta, a la lucha coti- nuevos mercados, cuyo dinamismo se trasladaría a la reinversión y por
diana que se libra en la sociedad argentina en términos de crecimiento, la vía de sus efectos, tendientes a mejorar la cuenta corriente con el ex-
distribución del ingreso y acumulación. terior, permitirían expandir las importaciones y abrir paulatinamente la
Esta división de tareas en la modernización industrial tuvo sus venta- economía, a la vez que quitaban importancia estratégica al sector agro-
jas e inconvenientes. Si bien es un hecho innegable que la empresa pecuario. El esquema se articulaba sobre un tipo de cambio elegido de
extranjera ha contribuido a la transformación de la estructura industrial manera tal que implicase una moneda doméstica relativamente subva-
interna probablemente mucho más allá de lo que su presencia directa luada frente a lo que sería la simple paridad calculada en base a los cos-
implicó, y que los resultados, vistos a principios de los años setenta, tos de producción de las explotaciones más eficientes de la zona agrí-
58 59
cola pampeana, que no sólo generaba rentas diferenciales para los fac-
tores ocupados en el sector industrial sino que permitía también la ex-
pansión de la exportación agraria no tradicional y una buena rentabili-
dad media al sector tradicional.
El programa económico del gobierno de las Fuerzas Armadas ini-
ciado en 1976 escogió la segunda alternativa, particularmente desde fi-
nes de 1978, combinando un muy fuerte reajuste arancelario, una soste-
nida revaluación del peso y la consiguiente caída del tipo de cambio re-
al, y una apertura prácticamente irrestricta del mercado de capital local
al escenario internacional, previa liberación de la tasa de interés nomi-
nal interna. Las características y los efectos en el corto plazo de este
cambio de orientación, que como es evidente no han producido una
aceleración sino una caída en el ritmo de crecimiento y que implicaron
una ruptura de fondo frente a la conducción asociada con el modelo se-
micerrado, son pues el tema central de la segunda parte de este trabajo.
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