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Archivo de Cabecera
Archivo de Cabecera
Podemos crear nuestros propios archivos de cabecera para guardar las funciones hechas por nosotros y
así crear nuestras propias librerías. Para crear un archivo de cabecera simple, basta con escribir las
funciones en el editor y guardarlas en un archivo con la extensión .h. También podemos definir nuestras
propias constantes simbólicas, macros y tipos de datos, guardarlas en el archivo de cabecera, lo cual nos
evitará tener definir las funciones, constantes y macros en cada programa que hagamos. Aún cuando no
es necesario, es recomendable colocar los prototipos de las funciones al principio del archivo de
cabecera. Asimismo podemos colocar directivas de inclusión que llamen a su vez a otros archivos de
cabecera.
Para tener acceso a nuestros propios archivos de cabecera, basta con llamarlos mediante una directiva
de inclusión, tal como se hace con los archivos de cabecera de la librería estándar.
#include <archivo.h>
#include "archivo.h"
Recuerde que la diferencia entre estas dos formas de declaración, determina en donde buscará el
preprocesador el archivo a incluirse. Esto es, si el nombre del archivo está encerrado entre comillas, el
preprocesador buscará el archivo a incluirse en el mismo directorio que el del archivo que se está
compilando, esto es, el directorio actual de trabajo que puede ser a: o \tc\bin. Este método se utiliza
normalmente para incluir archivos de cabecera definidos por el programador. Por el contrario, si el
nombre del archivo está encerrado en corchetes angulares < >, la búsqueda se llevará a cabo en los
directorios predefinidos.
A continuación se presenta lo que podría ser un archivo de cabecera al cual podemos llamarlo:
"cabecera.h" (puede crearlo y ponerle su nombre o apellido –tamaño máximo 8 caracteres-).
long factorial(int a)
{
int i=1;
long f=1;
for (i = a; i > 1; i--) {
f *= i;
}
return (f);
}
#endif