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Tendencias en Época de
Cambio

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Tendencias en Época de Cambio

Índice

1 Las Tendencias en Época de Cambio ..................................................................................................... 3

2 Resumen ................................................................................................................................................................... 5

3 Referencias Bibliográficas ............................................................................................................................. 6

02 ASTURIAS CORPORACIÓN UNIVERSITARIA®


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o parcial para cual quier ot ro propósit o queda prohibida. Todos l os derechos reservados.
Tendencias en Época de Cambio

Objetivos
 Objetivo: Analizar cómo las tendencias económicas son difíciles de identificar en
una época cambiante.

1 Las Tendencias en Época de Cambio


Siempre ha sido complicado identificar tendencias económicas, pero en época de
“En época de cambio es realmente difícil cambio es particularmente difícil identificar tendencias, pues el futuro económico estará
identificar tendencias económicas” determinado por elementos que aún no identificamos o conocemos y que estamos
tratando de interpretar con modelos o paradigmas que ya no son válidos.

Ejemplo: Supongamos que usted pudiese viajar en el tiempo y llegar a la época de la


economía agrícola, antes de la industrialización, para explicarles cómo es la vida en las
ciudades. Recordemos que son personas que siempre han vivido en el campo,
cultivando, su vida gira alrededor de los cultivos. Luego de explicarles que en las
ciudades las personas vienen juntas, incluso unas sobre otras en unas cosas llamadas
edificios, ellos tendrán una gran duda: ¿Cómo van a cultivar las personas en las
ciudades?

Y mientras usted va explicando qué es un apartamento, qué es un carro o cómo


funcionan los sistemas de transporte masivo, ellos traducirán todas sus explicaciones al
tema del cultivo. ¿Cómo bajarán las cosechas de los apartamentos? ¿Los carros
andarán sobre los cultivos? Y con todo ese movimiento de gente, ¿Quién cuida los
cultivos? Pues es lógico que para ellos la vida son los cultivos, todo gira alrededor de
los cultivos y por ello la duda siempre será: ¿Cómo van a cultivar las personas en las
ciudades?

Luego de muchas horas de explicaciones, muchos ejemplos, muchos dibujos y demás,


puede que algunos visionarios comprendan qué es una ciudad. Pero con seguridad no
podrán visualizar el sistema productivo de una economía industrial, pues la economía
agrícola siempre estará dentro de su cabeza. Y aun los más avanzados, de cuando en
cuando preguntarán: ¿Cómo se cultiva en las ciudades?

La anterior historia puede resultar graciosa, anecdótica o incluso ridícula porque la


visualizamos en tercera persona: no nos afecta a nosotros. Es un cuento imaginario de
viajes en el tiempo y “agricultores”, estas personas son de otro tiempo, no estudian
online, ni conocen el internet. Es algo ajeno a nosotros.

Pero si yo les planteara la historia de otra forma, como el problema de alguien que vive
en la Economía Digital, conectado por la web, con clientes y socios distribuidos por
todo el mundo, con ingresos 50 veces más altos que sus “colegas” de la economía
industrial, y quiere describir esta nueva economía a personas “industriales”; las cuales le
formulan su versión del “¿Cómo se cultiva en las ciudades?”

Al presentar la economía digital, donde la riqueza es el conocimiento, que permite


“En la economía digital la riqueza es el
integrar más conocimiento (personas) en cadenas de valor a lo largo del planeta,
conocimiento de las personas”

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generando grandes excedentes, el equivalente de la pregunta “¿Cómo se cultiva en las


ciudades?” serían:

 ¿Y cuánto sería mi sueldo?

 ¿Y cuál es el horario de trabajo?

 ¿Y quién será mi jefe?

 ¿Qué prestaciones me ofrecen?

Son preguntas muy difíciles de responder para las personas de la economía digital. Son
preguntas derivadas de un modelo económico que ya no aplica, y por tanto, no tendrán
respuesta. Serán reemplazadas por otras preguntas.

Al igual que a las personas de la economía industrial que viven en las ciudades la
pregunta de “¿Cómo se cultiva en las ciudades? “Es un sin sentido. La economía
industrial trajo nuevas preguntas: ¿Cómo transporto estas personas?, ¿Cómo les
aseguro educación?, ¿Qué opciones de trabajo les ofrezco? y similares. Son preguntas
nuevas, pues las nuevas eras NO responden las viejas preguntas, las reemplazan por
preguntas diferentes.

El mayor inconveniente para identificar tendencias en épocas de cambio es nuestra


“Inconveniente para identificar tendencias: mentalidad. No es posible dar respuesta a las preguntas del ayer en el mundo del
la mentalidad” mañana. Tampoco es posible identificar las opciones de mañana con la mente de ayer.
Para visualizar el futuro se necesitan nuevos ojos, ojos más abiertos, ojos dispuestos a
aprender, ojos con capacidad de sorprenderse.

Todo lo que hemos presentado en este material puede ser una ventana a nuevas
oportunidades si nos lo permitimos. También podemos cerrarnos a nuevas opciones,
decir que la economía digital es una moda pasajera y que en pocos años regresaremos
a las grandes factorías como modelo de desarrollo. Estas posiciones, son posiciones
personales, y cada quien tomará la posición que considere más adecuada.

Lo interesante de esta actitud es que el cerrar mis ojos el mundo no se deti ene. Si yo
digo que la economía digital no ofrece nuevas oportunidades, esto va a determinar en
parte mis resultados, creo que limitándolos, pero a Steve Jobs, Sergey Brim, Larry Page
o Mark Zuckerberg esto no los va a hacer ni un centavo menos billonarios.

La economía digital como todo en la vida presenta opciones, está en nuestras manos
tomarlas o no. El estudio online es un adecuado ejemplo. El estudiar online nos libera de
restricciones de tiempo y espacio que caracterizaban a la formación presencial. E n
lugar de limitar el proceso de aprendizaje a la interacción durante 45 minutos o un par
de horas con un docente, abre espacios para explorar una temática con total libertad.

Podemos consultar y ampliar la información de los casos o hechos que me parecen


interesantes (¿Consultaron en Wikipedia sobre Mukesh Ambani?). El límite del
aprendizaje online está determinado por el interés del estudiante, antes que la
disponibilidad de tiempo del docente. Puedo compartir mis dudas o descubrimientos
con una amplia red de compañeros, tutores y docentes, lo cual es un apoyo al

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aprendizaje. Pero esto exige una nueva mentalidad, una nueva actitud hacia la
formación, en la cual “y”o soy el responsable del proceso.

Otras personas pueden tomar un curso online, añorando el pasado y recordando cómo
gastaba de tiempo desplazándome a clase o como se perdía parte del tiempo con
discusiones distractoras por quienes no habían avanzado en el tema. Estas son
decisiones personales, pero estas decisiones son las que determinarán si estamos
llamados a protagonizar el futuro o deambular desadaptados añorando el pasado.

Vivir en época de cambios puede ser angustiante, pero también es la época con más
posibilidades para tener éxito. En los periodos estables todo está definido, todo está
estático. En las épocas dinámicas, si sabemos identificar y capitalizar oportunidades
tendremos un éxito impensable para las personas del mundo estático.

La economía digital ofrece opciones maravillosas de crecimiento, que si bien


inicialmente se pueden concentrarse a nivel personal, debemos considerar que estos
recursos luego se gastarán generando riqueza en todo nuestro entorno. Y mientras más
evidentes sean los beneficios de la economía digital, más personas optarán por esta
forma de vida. Pero el cambio más impactante que nos ofrece la economía digital es la
superación del desarrollo como algo ajeno o determinado.

Hace pocos años Barren Buffet, entonces el hombre más rico del mundo, decía que si bien
él tenía talento, estaba muy agradecido por su entorno, pues él era una buena semilla caída
en buen terreno. Y cual diferente hubiese sido su vida si hubiera nacido en el Cairo o Pekín,
indicando que sólo en USA podían “cultivarse” los billonarios. Muy pocos años después,
Carlos Slim, de México lo superaría en riqueza convirtiéndose en el hombre más rico del
mundo, lugar que lleva ocupando varios años.

Hace apenas una década, decir que el hombre más rico del mundo sería un
latinoamericano, era una frase que no tenía sentido. Y quien hubiese aclarado que podría ser
un ingeniero de universidad pública, sin herencias, ni tradición; se exponía a ser considerado
demente. Pero este es el dinamismo que nos ofrece la economía digital.

La economía digital nos ofrece un número sin presente de opciones, las cuales podemos
capitalizar si somos conscientes que debemos invertir en lo más importante para el
nuevo desarrollo económico: nosotros mismos.

2 Resumen
 En época de cambio es realmente difícil identificar tendencias económicas.

 En la economía digital la riqueza es el conocimiento de las personas.

 El mayor inconveniente para identificar tendencias en épocas de cambio es nuestra


mentalidad.

 Debemos invertir en lo más importante para el nuevo desarrollo económico: nosotros


mismos.

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3 Referencias Bibliográficas
 BASSO J. Leonardo, MATTHEW T. Clements and ROSS W. Thomas. Moral Hazard
and Customer Loyalty Programs

American Economic Journal: Microeconomics, (February 2009). Published by:


American Economic Association

Article Stable URL: http://www.jstor.org/stable/25760349

 F. SHORROCKS Anthony, Ranking de Distribuciones de Ingresos

Económica , New Series, (febrero, 1983), paginas 3-17


URL: http://www.jstor.org/stable/2554117

 ARENAS BONILLA Roberto

Los modelos económicos

Portafolio, jun 30, 2005. Paginas N/a

URL: http://search.proquest.com.ezproxy.unipiloto.edu.co/

docview/334437858/138B5990FB11310F2/3?accountid=50440

 GARGANO R. Anthony. The Digital Era Is Here. Broadcast Engineering. (Oct


2009).URL:
http://search.proquest.com.ezproxy.unipiloto.edu.co/docview/218617404
/138B56879074A4EEFF6/14?accountid=50440#center

 BUCHANAN M. James

Teoría económica de los clubes

Económica , New Series, (febrero de 1965), paginas 1-14


URL: http://www.jstor.org/stable/2552442.

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