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HACIA UNA EDUCACIÓN DE LO ESTÉTICO Y LO ARTÍSTICO

CAMBIO DE PARADIGMA1

Darío Fernando Ramírez Segura2.

Escapar del territorio discursivo, de lo bello, del orden, de la mesura, de la infinita


linealidad, para alcanzar lo indecible, lo sublime, lo insólito; lo que genera cambio
y movilidad; generará estructuras amplias y flexibles para acceder al conocimiento,
para expresarse de múltiples maneras y recursos, para crear, fantasear y soñar,
expandiendo nociones simbólicas, estéticas y culturales, intrincadas en el discurso
repetitivo, hegemónico y mecánico; ya que lo discursivo está atrapado, como lo
indica Noguera (2000)3 por una dialéctica de la modernidad que reduce el
concepto de sociedad a la organización racional.

Esta noción muestra al arte y lo no discursivo como carente de pensamientos y


juicios cognitivos. Así todo pensamiento lógico extiende sólo sus dimensiones a
sociedades cultas, altamente ilustradas, objetivas por excelencia; relegando a las
sociedades místicas y míticas a lo primitivo, a lo emocional y a lo carente de
pensamientos. Por lo tanto hay que tener en cuenta que: “El sujeto de la
pedagogía debe superar el cartesianismo, es decir la creencia de que el sujeto es
solo ego cogito y que la relación pedagógica (y por lo tanto social) es sólo una
relación racional”4

Es así que, “la escuela racional y discursiva, centrada en sujetos y objetos


intelectuales, que son conceptos reducionistas; está olvidando el mundo de la
vida. Olvidando la complejidad del suprasujeto, como campo, como tejido de
afectividades, como plétora de significantes, como plexo de imágenes
inexplicables e incluso incomprensibles” 5.

Se requiere, por lo tanto un sujeto vivo, capaz de decidir, con habilidades para
pensar holísticamente, un sujeto soñador, que este jugando permanentemente con
el pensamiento, extendiéndolo, reduciéndolo, desbaratándolo y descubriéndolo
permanentemente, igual que desarrollando constantemente su capacidad de
quedar perplejo ante los fenómenos, cosas y situaciones de la cotidianidad.

1
Ramírez Segura, Darío Fernando. Capítulo extraído y modificado de la tesis: afectación de los
modos discursivos y no discursivos en la enseñanza del arte. tesis de la Maestría en Educación.
Universidad Pedagógica Nacional.
2
Máster en Producción Artística- Especialidad en Práctica Artística. Universidad Politécnica de
Valencia. España. Magister en Educación. Universidad Pedagógica Nacional. Maestro en Bellas
Artes-Especialización en Pintura. Universidad Nacional de Colombia.
3
NOGUERA DE ECHEVERRI, Ana Patricia. Educación Estética y complejidad ambiental.
Manizales: Centro de publicaciones Universidad Nacional de Colombia, 2000. p.30.
4
De TEZANOS, Aracelly. Notas para una reflexión crítica sobre la pedagogía. En El sujeto como
objeto de las ciencias Sociales. Bogotá: Cinep. Revista Nº 8, 1981. p.31.
5
GOMEZ HERAS, J. M. El a priori del mundo de la vida. Fundamentación fenomenológica de una
ética de la ciencia y de la técnica. Barcelona: ED. Anthropos, 1989. p.30.
Este desarrollo debe ser ejercido por las áreas humanísticas, la educación artística
y la educación en general; debido a que como lo señala Noguera (2000) 6 “los
campos de la pedagogía, la política y la ética son disciplinas que permanecen
muy fieles al predominio de la racionalidad” a pesar de que otras disciplinas como
la sociolingüística, la antropología contemporánea, la ecología, la dimensión
ambiental y el arte han abierto caminos para que la pedagogía y la educación
comiencen sus procesos de apertura a la diversidad o procesos de estetización (o
redimensionalización de la sensibilidad); de la imaginación, de las dimensiones
oníricas, lúdicas y de deseo, olvidadas durante el imperio de la razón científica
moderna”.

Por tanto, a la educación artística le corresponde incrementar en los sujetos la


interacción con la vida cotidiana, con sus formas de expresión, con los fenómenos
citadinos, pero también con los procesos internos, ontológicos y axiológicos, no de
manera tajante y global, sino desde intereses, significados particulares y
autónomos, en donde se manifieste la creación, la novedad y la percepción en
gran angular; como “acto de firmeza para no aprender a repetir y conservar los
valores científicos, éticos y estéticos- en sentido restringido de la tradición
universal”.7

Mediante la incitación de procesos creativos, el desarrollo de las múltiples


inteligencias, el desarrollo de valores propios, el uso de la analogía, la metáfora, la
risa, el juego, la ironía, la ruptura de límites, el deseo por la vida, lo divergente, lo
plural, lo dinámico y la percepción del ordenamiento caótico o armonioso de los
objetos y fenómenos de la naturaleza y el mundo, entre otros más; ya que como lo
señala Dewey (1949)8 “lo mecánico se encuentra en el punto opuesto a lo
estético”.

Lo estético y lo artístico. Lo estético es “la denominación dada a la ciencia que


estudia las formas de la manifestación de la belleza” 9 la cual despierta diversos
sentimientos en el hombre, de agrado o desagrado, de atracción o repulsión;
según la experiencia obtenida con lo que se percibe, según igualmente con los
datos, conocimientos, saberes, conexión, religión, empatía, significación, lugar,
punto de vista, estado de ánimo, etc. Que se tenga con la experiencia de “ver”.

La estética es una rama de la filosofía (también denominada filosofía o teoría del


arte) relacionada con la esencia y la percepción de la belleza y la fealdad. Este
concepto, como muchos otros generados por filósofos y estetas desde la antigua
Grecia hasta nuestros días, amplía en mayor grado la noción discursiva sobre lo
estético y lo artístico, comprendido en este momento a través de un falso filtro de
belleza, moralidad y ciencia objetivizada, en donde prima lo bonito, lo armoniosos,
lo equilibrado, lo apolíneo, lo narrativo y lo obvio ; excluyendo procesos que

6
NOGUERA DE ECHEVERRI. Op. cit., p.52.
7
Ibíd., p.62
8
DEWEY, Jhon. El arte como experiencia. México D.F: Fondo de cultura económica, 1949. p.173.
9
TOMAS, K. Op. cit., 91.
incluyen lo subjetivo, la singularidad, lo horroroso, lo caótico, lo ambiguo y lo
incierto.

Las dimensiones estéticas y artísticas, son dimensiones confusas, vagas,


imprecisas e indefinidas; más aún si la estructura discursiva la domina, por lo
tanto, es necesario comprender que la experiencia estética y artística se genera
en espacios y lugares en donde se producen procesos relacionados con la
imprecisión, el caos, lo feo, antes que en procesos discursivos y sesgados de
belleza; por tanto “Un valor estético es algo cualitativo, no cuantitativo: ya que se
refiere a un grado en la calidad expresiva de la forma”, 10 lo cual quiere decir que
las cosas y objetos no son única realidad, ni algo determinado y preciso, “la
realidad no es algo absoluto, sino una construcción imaginaria, es decir una
estructura simbólica paralela a las cosas y hechos concretos, que proyectamos a
partir de nosotros mismos”11

La lógica cuantitativa, asociada al número, a la jerarquía y al predominio de lo


mayor sobre lo menor, se aleja de la lógica no discursiva de comprender lo
artístico y lo estético; debido a las generalizaciones que hace, esquemas que
impone y lectura vertical que hace de las cosas.

De este modo, el arte a diferencia de estructuras discursivas es sugerente, es


decir que no atiende a razones ni a demostraciones. De hecho, como lo señala Gil
Tovar (1988)12 “sugerir viene a ser lo contrario de razonar y demostrar, ya que
demostrar, como es bien sabido, consiste en convencer a alguien de algo
mediante un proceso lógico a base de juicios y razones que se infieren de otros,
por un sistema discursivo”. Nada de ello pretende un artista con su obra u
manifestación, solamente sugerir, para que cada persona que lea un producto
artístico pueda ser también coparticipe de la obra mediante su interpretación.

El discurso estético lineal y discursivo asigna lugares precisos para la lectura del
arte y las experiencias artísticas, lugares tales como: los museos, las bibliotecas,
los sitios de “interés” y las casa de la cultura entre otras; sin embargo, la estética
de apertura y las pedagogías artísticas modernas, en la actualidad, recurren a
fenómenos y sucesos urbanos, a hechos cotidianos, a lugares comunes, muchos
de estos ejercicios impulsados por la mass media, que llega a lugares
insignificantes y triviales para comunicarse con sus audiencias.

Por tanto, se considera, que en los tiempos actuales: “el deseo de ser felices y el
placer en todas sus formas como forma de ser de la cultura postmoderna muestra
la eclosión del pensamiento débil, es decir de aquellas formas y dimensiones
vistas como “periféricas” – caso del mito, del arte y de actividades triviales como la
moda y demás formas culturales de comunicación de masas, tal el caso de la
telenovela”13.
10
GIL TOVAR, Francisco. Introducción al arte. Bogotá: Plaza & janes, 1988. p.37.
11
HUERTAS, Miguel A. La huella del Arte. Op. Cit., p.11.
12
GIL TOVAR. Op. cit., p.36.
13
NOGUERA DE ECHEVERRI. Op. cit., p.63.
De manera no discursiva, en la actualidad lo estético abarca un campo amplio,
que se extiende no solo al objeto y al lugar sino también al sujeto, quien adquiere
una mayor importancia en la lectura, juicios, relaciones y suposiciones que hace
de un producto artístico, lo que posibilita que en la enseñanza del arte se sigan
pasos no discursivos para guiar en dirección de la construcción de expresiones
plásticas sugerentes antes que en productos obvios y con tendencias a la
demostración.

A pesar de que las nociones de estética y belleza ya no las impongan los estetas,
filósofos y artistas (por lo menos independientemente) sino las culturas y
dinámicas globales, las cuales priorizan cierto tipo de individuo, quien mira según
las referencias impuestas; de allí , por ejemplo que el cientificismo tayloriano, bajo
su “mirada”, sugiera que: “ nada debe dejarse a la inteligencia, emociones y buen
juicio del trabajador, del ciudadano; ya que la meta contemporánea laboral es
convertir al trabajador en una maquina que lleve a cabo la serie más sencilla de
movimientos y operaciones de la misma manera” 14, es decir mecánicamente, lo
cual, como se dijo anteriormente, es opuesto a lo estético y a lo no discursivo,
pues estas estructuras permiten apertura, innovación, creación y constante
estados de cambios, estados que a la ciencia objetivizada y estructuras del
cientificismo parece no interesarles.

La estructura discursiva es una vía certera para los discursos actuales de


productividad, eficiencia, eficacia, crecimiento industrial y nociones de felicidad;
generando que los procesos creativos, las actuaciones particulares, los
comportamientos individuales y las miradas múltiples estén sujetas a estructuras
centralistas, convergentes, lineales y discursivas de progreso.

Con lo cual se estimula a un comportamiento discursivo y productivo en sentido


mercantil. Señalamiento que hace Virilio (1999) 15 al destacar que: “la pérdida de
libertad de comportamiento, ha hecho del sujeto un ser sin crítica a la técnica y lo
ha deslizado inconscientemente a la pura tecnología, a la tecnocultura y, por
último al dogmatismo de una tecnocultura totalitaria en la que cada uno se
encuentra atrapado, no sólo por una sociedad, por sus leyes o sus restricciones
morales, sociales, culturales…. Sino por lo que precisamente estos siglos de
progreso han hecho de nosotros, de nuestro propio cuerpo”

Un cuerpo sin reacción, sin emoción, mecanizado, sujeto a estructuras de la razón


y lo discursivo, un cuerpo que se desliga de lo vital, que se aleja de la tierra, que
se asusta de sus intuiciones, que no piensa creativamente y que pierde la
capacidad de relación y experiencia con el objeto primario.

14
HOLT, Jhon. Para que son las Escuelas. CD Room, seminario Educación Pedagogía y Función
directiva. Maestría en Educación. Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, 2004.
15
VIRILIO, Paúl. La bomba informática. Madrid: ED. Cátedra S.A., 1999. p.48.

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