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GREGORIANUM 92, 2 (2011) 261-282 La relacion escritura y teologia: cuestién abieta EI Sinodo sobre la Palabra de Dios en la vida y misiOn de la Iglesia, celebra- do en Roma en otofio del 2008, de nuevo ha despertado el interés por un tema que desde hace tiempo preocupa a la teologia: la relacion entre exégesis y teo- logfa.' A veces esta relaci6n ha sido conflictiva, casi de oposicion; otras veces casi se da por descontada y se acoge como la cosa mas natural sin pensar en otros problemas que se pueden derivar de ella. Sin embargo, los distintos documentos que en estos tiltimos afios tratan del argumento,? asi como las. numerosas intervenciones de Benedicto XVF nos llevan a ver la importancia y la actualidad del problema.* + Esta preocupacién esta recogida en las proposiciones finales 24-26, sobre todo en la 26: «Superar e] dualismo entre Exégesis y teologia»: «Para la vida y la mision de la Iglesia y para el futuro de la fe dentro de las culturas contemporaneas, es necesario superar el dualismo entre exégesis y teologia. Lamentablemente, no pocas veces una improductiva separacion entre exége- sis y teologia se produce incluso a los niveles académicos mas elevados. Una consecuencia preo- cupante es la incertidumbre y la poca solidez en el camino formativo intelectual también de algu- nos futuros candidatos a los ministerios eclesiales. La teologia biblica y la teologia sistematica son dos dimensiones de aquella realidad tinica que amamos teologia. Los padres sinodales, por tanto, dirigen con estima un Hamamiento, tanto a los teélogos como a los exegetas, a que, con una colaboracién mas clara y en sintonfa, no le hagan faltar la fuerza de las Escrituras a la teolo- gia contempordnea, y no reduzcan el estudio de las Escrituras a la dimension historlogrifica de los textos inspirados. “Cuando la exégesis no es teologia, la Escritura no puede ser el alma de la teologia y, viceversa, cuando la teologia no es esencialmente interpretacién de la Escritura en la Iglesia, esta teologia pierde su fundamento”» (Bevenicro XVI, 14 de octubre de 2008). El articulo ha sido escrito antes de la publicacién de la Exhortacién Apostolica postsinodal Verbum Domini. De particular importancia los dos documentos de la Pontiricta Coniston Bisuica, La inter- pretacién de la Sagrada Escritura (1993) El pueblo judio y sus Escrituras Sagradas en ta Biblia cristiana (2001). 5 Significativa su intervencién en el Sinodo (durante la decimocuarta Congregacion General, il 14 de octubre de 2008) y sus palabras en el centenario del Pontificio Instituto Biblico de Roma (26 de octubre de 2009), asi como, siendo todavia Card. Ratzinger, sus pala- bras con motivo de los cien afios de la Pontificia Comisién Biblica (2 de mayo de 2003). + Son significativos los tres estudios presentados en la revista Gregorianum 89 (2008) en preparaci6n al Sinodo: S. Pie-Niwor, «Teologia de la Palabra de Dios e Iglesia», 348-367: D. Hercsx, «Das “Wort Gottes” und die Christologie», 368-395; N. Cartzzi, «Parola di Dio € ovyxartaBaois divina>, 396-419. Después del Sinodo el numero de la revista Concillum 46/2 (2010) sobre La Biblia como Palabra de Dios. 262 CARMEN APARICIO VALLS Como punto de partida para esta reflexion he elegido un axioma que apa- rece en dos textos del Vaticano II y que expresa una forma de relacion entre la Sagrada Escritura y la teologia, consciente de que un concilio, al mismo tiempo que recoge la reflexion teolégica precedente, es punto de partida para Ia reflexion posterior: «La Sagrada Escritura es como el alma de la teologia».5 Desde esta perspectiva he querido profundizar esta relacién, comenzando con una breve presentaci6n sobre el origen del axioma con el fin de entender con més profundidad su significado originario. Se trata de una relacién que en si misma encierra tensiones y, por ello, es significativo escuchar las voces que llegan del ambito exegético y del mbito de la teologia sistematica, sobre todo en el momento en que la teologia encon- tard en este axioma una motivacion e impulso para un cambio de método. Hoy, cuando casi han transcurrido cincuenta afios de la celebraci6n del Concilio, gcual es la situacion? {Qué problemas presenta la relacion? ¢Cémo podremos con- tinuar para que el enriquecimiento de la exégesis y de la teologia sea mutuo? Relacién entre la Escritura y la teologia en los textos del Vaticano If En el Vaticano I, en dos de sus documentos, se hace referencia a una frase que establece una relacién entre la Escritura y la teologia: La Sagrada Teologia se apoya, como en cimientos perpetuos en la palabra de Dios escrita, al mismo tiempo que en la Sagrada Tradicién, y con ella se robustece firme- mente y se rejuvenece de continuo, investigando a la luz de la fe toda la verdad con tenida en el misterio de Cristo. Las Sagradas Escrituras contienen la palabra de Dios y, Por ser inspiradas, son en verdad la palabra de Dios; por consiguiente, ef estudio de la Sagrada Escritura ha de ser como el alma de la Sagrada Teologia (Le6n XIII, Providentissimus Deus, EB 114; Benedicto XV, Spiritus Paraclitus, EB 483).° Las disciplinas teologicas han de ensefiarse a Ja luz de la fe y bajo la guia del magis- terio de la Iglesia, de modo que los alumnos deduzcan cuidadosamente la doctrina catélica de la Divina Revelacién; penetren en ella profundamente, la conviertan en alimento de la propia vida espiritual, y puedan en su ministerio sacerdotal anunciar- la, exponerla y defenderla. Formense con diligencia especial los alumnos en el estudio de la Sagrada Escritura, que debe ser como el alma de toda la teologia (Leén XIIl, Providentissimus Deus, ASS 26 [1893-1894] 283); una vez antepuesta una introduccién conveniente, iniciense con cuidado en el método de la exégesis, estudien los temas mas importantes de la Divina Revelaci6n, y en la lectura diaria y en la meditacion de las Sagradas Escrituras reciban su estimulo y su alimento [....” * DV (Dei Verbum) 24 y OT (Optatam Totius) 16. ® DV 24. El cursivo es mio. OT 16. El cursivo es mio. ESCRITURA Y TEOLOGIA 263 El primero de estos textos se encuentra en el capitulo VI de la Constitucién dogmatica sobre la Divina revelacion Dei Verbum, capitulo dedicado a la Escritura en la vida de la Iglesia. El segundo se encuentra en el decreto sobre la formacion. sacerdotal Optatam totius, en el capitulo V sobre la revision de los estudios, con- cretamente en el parrafo sobre la revisién de Jos estudios eclesiasticos. Curiosamente las dos veces que encontramos la expresion que estamos estudiando en nota hay una referencia a la Providentissimus Deus, la impor- tante enciclica de Leon XIII sobre el estudio de la Escritura (1893). Sin embar- g0, la fuente que viene indicada en cada caso es distinta: mientras que en la Dei Verbum se da la referencia del Enchiridion Biblicum, en Optatam Totius se indica como fuente el Acta Sanctae Sedis (ASS). Esta divergencia hace pensar que la expresion ha entrado en los documentos conciliares a través de distin- tas manos, cosa que nos lleva a suponer que se le habia dado un cierto peso. También nos lleva a preguntamos si el sentido en los dos casos es el mismo ya que en la Dei Verbum se habla de la teologia en general, mientras que en Optatam Totius se habla de la ensefianza de la teologia. Los comentarios a la Dei Verbum que prestan atencion a la frase en cues- tion son numerosos,* considerandola ‘revolucionaria’ para el método teolégi- co. Si es asi, zen que consiste exactamente esta ‘revolucién’? Como hay que entenderla? {Qué ha significado para la teologia? ;Presenta algin problema? Para contestar a estas preguntas empezaremos por tener en cuenta el ori- gen de la frase para pasar después al sentido que tiene en los textos concilia- res y el cambio de método que ha suscitado. Por ultimo veremos las conse- cuencias y dificultades que representa esta afirmacion para la teologia. Origen de la frase La expresién en las congregaciones generales de la Compaiiia de Jestis Lera nos sitia en el siglo XIX, ante una carta circular del Padre General de la Compatiia de Jestis, elegido durante la Congregacion General extraordinario (XXII) reunida en 1883. En dicha carta el P. General, respondiendo al encargo recibido de levar a cabo la reforma de los estudios teolégicos, indicaba tres * Entre otros A. GriLieier, en BD. Durvy, La Révélation divine: constitution dogmatique «Dei verbum», Paris, 1968, 451-456; F. Pastor, «Escritura y teologia» en L. ALONso SCHOKEL (ed.), Comentarios a la constitucién Dei Verbum, Madrid, 1969, 724-751 (concretamente el §3: «Alma de la teologia», 747-748). * Para este estudio he seguido el articulo de J.M. Lera, «Sacrae pagine studium sit veluti anima sacrae theologiae (Notas sobre el origen y procedencia de esta frase)» en Miscelanea Comillas 41 (1983) 409-422, Puede verse tambien L. L.o1e, «La Sainte Ecriture, me de toute la théologie» en Seminarium 18 (1966) 880-892. 264 CARMEN APARICIO VALLS elementos que habia que tener en cuenta: la introduccién de nuevas mate- rias,"® el estudio de la teologia fundamental y de la teologia moral y, en tercer lugar, el estudio de la Sagrada Escritura. Sobre este punto se limitaba a recor- dar la XIII Congregacion General de la Compaiiia, en 1687, donde se decia que Ia Sagrada Escritura es como el alma de la teologia."" Sin duda el final del siglo XVI no fue una de las mejores épocas para la teo- logia y fue precisamente en ese contexto de ‘momificacion’ de la teologia que la XIII Congregacién General traté de revitalizar los estudios teologicos y, sin descender a normas concretas, recomendo el estudio de la Sagrada Escritura. Sin embargo, a pesar de que la recomendacién era importantisima, la introduc- cién de la frase fue casi casual. Seguin el estudio de Lera, la introdujo el encar- gado de hacer la redacci6n final del decreto aprobado en la Congregacion, con el fin de concluir el decreto de una forma brillante."” La expresion en la enciclica No tenemos elementos suficientes para saber con exactitud cmo y porqué la expresi6n entré en la enciclica de Leén XII. Sin embargo Lera, en el articulo cita- do, hard referencia a la presencia, o al menos influencia, del Padre Cornely, jesui- ta, exégeta y profesor del Colegio Romano, quien en su libro Introdutio in Veti Testamenti Libros Sacros (1885), presentando la finalidad de la obra, habia intro- ducido la expresién citando la Congregacién General XIII junto a Santo Tomas (Summa Theologiae, la, q. 1, a. 5) y con una referencia a S. Gregorio Magno y a S. Juan Criséstomo.'? Curiosamente, menos la referencia a la Congregacion General, son las mismas referencias que aparecen en la enciclica. No podemos afirmar que sea éste el origen inmediato de la expresion en el texto de Leén XIII, pero lo que si que podemos afirmar es que gracias a esta introduccién la frase en cuestion no slo no cayé en el olvido, sino que pas6 a ser recurrente en los textos del Magisterio.'* Benedicto XV en la enciclica Spiritus Paraclitus (1920) volvié sobre ella. Sin duda estas dos enciclicas, junto a la Divino afflante Spiritu de Pio XII (1943) y al importante trabajo de la Pontificia Comision Biblica para promover la recepcion °° Segan Lera se trataba de la Historia de la Iglesia y del derecho Canénico. © Cf. JM. Lena, «Sacrae pagine studium», 412-413, "= El texto final es el siguiente: «Denique ut eruditio haec sacra quae Societati semper in summo pretio fuit, eo apud omnes esse loco pergat, quem meretur, ut anima ipsa verae theo- logiae, summeque necesaria ad ministeria propria Societatis» (Citado in J.M. Leta, «Sacrae pagine studium, 419), "Cf. J.M. Lena, «Sacrae pagine studium>, 414, Lera recuerda que esta obra estaba dedi- cada a Leén XIll, por lo que es presumible que el Papa la conociese; ademas no es de descar- tar la hipotesis de la intervencidn directa de Cornely en la redaccidn de la Enciclica. 4 Sobre este aspecto se puede ver G. Canosnio, «La Scrittura anima della teologia» en Interpretare la Scrittura, Quaderni teologici del Seminario di Brescia, Brescia, 2008, 108-113. ESCRITURA Y TEOLOGIA 265 de esta tiltima enciclica,'> contribuyeron no sélo a la renovacién de los estudios biblicos sino que también favorecieron que la reflexion teologica tuviera un mayor fundamento escrituristico."* EI sentido en los textos del Vaticano IT En la sinopsis del texto de la Dei Verbum nos damos cuenta de que la expresion de nuestro estudio ya aparece en el esquema Ill, es decir en el texto discutido durante la tercera sesién conciliar. Si tenemos en cuenta la evolucién del texto desde su origen encontramos que en el esquema De fontibus revelationis, discutido durante la primera sesion del concilio, en el parrafo 29 se dice: «La Escritura junto con la Tradicion es como el alma de toda la teologia».”” De esta constatacion surge preguntarse el por qué desaparece la referencia a la tradicidn. En el esquema siguiente, el II (texto enviado a los padres conciliares en 1963 y no discutido en el aula conci- liar) la referencia a la Escritura como el alma de la teologia desaparece, pero curiosamente el titulo del parrafo 24 (que se corresponde con el n. 24 del texto definitivo) es S. Theologia verbo Dei innititur. Sin embargo, més alla de las afir- maciones, leyendo la frase en el conjunto del texto hay que tener en cuenta que en estos dos esquemas se sigue hablando de la Escritura como fuente para la argumentacién teoldgica y que, ademas, se identifica la Palabra de Dios con la Escritura.'® Habra que esperar al tercer esquema para el cambio de orientacién. En el esquema Ill ya encontramos el titulo que permanecera hasta el final: De momento Sacrae Scripturae pro Theologia. En el analisis del texto definitivo encontramos un paso importante: en primer lugar se afirma que la Sagrada Escritura, junto con la Tradici6n, son el fundamento de la teologia. A continua ci6n se hara solo referencia a la relacion entre la Escritura y la teologia: «el estu- dio de la Sagrada Escritura ha de ser como el alma de la Sagrada Teologia». Este matiz nos lleva a pensar que se ha querido indicar una diferencia entre el ser 95 PoNTINCIA ComIsiON BIBuICa, Instruccién «Ensefianza de la S. Escritura en los seminarios y en los colegias», 13 mayo 1950 (EB 582-610). '6 Ctr. Dei Verbum. Per il 40° anniversario del Concilio Vaticano Hl, introduzione e commen- to storico di R. Burigana, Casale Monferrato, 2002, 13-14, 7 «Cum universae theologicae doctrinae Sacra Scriptura una cum Traditione velut anima sit», ' «(La teologia se apoya en la palabra de Dios). La ciencia teol6gica se basa sobre la palabra de Dios como su fundamento primero e inalterable, y es ella la que le da sus argumentos en los. ‘que encuentra la gamatia mas sélida de su fuerza y donde siempre recobra su juventud. De hecho, la sagrada Escritura no s6lo contiene la palabra de Dios, sino que ella es verdaderamente esta palabra, de la que el ministerio de la palabra de Dios, donde la homilia litargica ocupa un lugar privilegiado, se nutre con provecho y santamente se vigorizar (Texto Il, n. 24) Hay que tener en cuenta que en la Dei Verbum los titulos de los parrafos no forman parte del texto. 266 CARMEN APARICIO VALLS ‘fundamento’ y el ser ‘alma’: El fundamento es algo que sostiene, necesario para que algo no se derrumbe; el alma es el principio vital, algo que no sdlo esta en el origen, sino algo que alimenta, que mantiene la vida.”° Por este motivo la perple- Jidad sobre Ja ausencia de la Tradicion es mayor, porque precisamente la trans- mision de la vida de la Iglesia necesita de la Tradicion. No es posible excluir la Tradicién de la renovacion teologica; basta leer nuestra frase a la luz de todo el Concilio: no podemos aislar la Escritura de la Tradicion. Al mismo tiempo, indi- cando sélo la Escritura como el alma de la teologia, parece que se ha querido subrayar el caracter tinico y singular de la Escritura. De hecho la Constituci6n, si bien afirma la unidad entre la Escritura y la Tradicion, también subraya la dife- rencia (especialmente en los parrafos 9 y 24): s6lo la Escritura es Palabra de Dios en sentido estricto, porque inspirada; la Tradicién es la forma de conocer la Palabra de Dios. A la vista de esto se entiende el matiz que se ha introducido en el texto conciliar, pero sigue en pie la pregunta sobre el lugar que tiene la Tradicion en esta relacion. Mons. Florit introducira otro elemento recordando que para interpretar correctamente la relacion entre la Escritura y la teologia tenemos que tener en cuenta Sacrosanctum Concilium (16), donde se recuerda que el objeto propio comin a todas las disciplinas teolégicas es «el misterio de Cristo y la historia de la salvacion»,”’ y esto es valido tanto para el estudio de la Escritura como para el estudio de la teologia. El cambio de método teolégico propuesto en los textos del Vaticano II Sin duda el principio que estamos considerando en nuestro estudio nos pone ante un cambio en el método teolégico. Si leemos la expresion en cues- tion de forma radical corremos el riesgo de olvidar que la fuente y el alma de la teologia (y también de Ja Escritura) es la Revelacion. También corremos el riesgo de reducir toda la teologia a una teologia biblica, Pero no es esto lo que propone el texto conciliar. El Concilio mas bien nos habla de un método teo- logico que pone en evidencia que la especulacion teolégica no puede prescin- dir de la Sagrada Escritura: ésta es su fuente, su alma (principio vital). A este fin son significativas las palabras de Otto Semmelroth, uno de los protagonis- tas del texto, explicando su significado: 2° T. Crrmins, «La Sacra Scrittura e la Teologia» en Seminarium 37(1997) 34-47 (aqui 37). 21 Salvador Pié-Ninot nota cémo sobre la Tradicidn existe un vacio teoldgico: cfr. S. Pie Ninor, «Teologia de la Palabra de Dios ¢ Iglesia», principalmente 357-361. Ver también W, Hewx, «The Normativity of Tradition» en C. Aparicio Vatts - C. DoToto - G. PasquaLe, Sapere teo- logico e unita della fede, Roma, 2004, 125-148. ”E, Fiorrr, «lntroduzione», en U. Berri - E. FLoRiT y otros (dir.), Commento alla Costituzione sulla divina rivelazione, Torino, 1966, XVII. ESCRITURA Y TEOLOGIA 267 El estudio de la teologia tiene que estar guiado por la Sagrada Escritura, como el cuerpo por el alma. No es necesario que esta orientacién se manifieste en las parti- cularidades, mediante una lista infinita de citas biblicas; pero es necesario que sea eficaz y determinante, bien para determinar los temas, bien en la exposicion y en la disposicion sistematica. También el estudio de la teologia sistematica siempre ten- dra que estar controlado y orientado por la Sagrada Escritura” Este problema no existia en los primeros afios de la Iglesia. Para los Padres de la iglesia no habia distincién entre el comentario a la Escritura, la teologia y la moral. La separaci6n inicia en la edad media, coincidiendo con la distin- cién, cada vez mayor, entre teologia especulativa y comentario a la Escritura* En esta época sera cuando, con Melchor Cano, la Escritura pasara a ser de una forma clara un «tesoro de argumentos teologicos». También es muy significativo el comentario al n. 24 de la Dei Verbum de Grillmeier,* quien hace una observacion importante: decir que la Escritura es como el alma de la teologia no significa que no haya que tener en cuenta el desarrollo posterior, sino que la Escritura tiene que ser el fundamento y la vida de la teologfa. Esto significa que el dogma no solo tiene que ser lefdo e interpretado a la luz de la Escritura, sino que también a esa misma luz tiene que profundizarse y desarrollarse.” El Cardenal Carlo Maria Martini, en un comentario al sexto capitulo de la Dei Verbum, hace ver como la relacién Escritura-teologia recomendada por el Concilio ha sido aplicada en la misma Constitucién, concretamente en las argu- mentaciones sobre la Trinidad (DV 2), la revelacion (DV 2) y la fe (DV 5). De todo esto se ve la necesidad de la Escritura para la teologia, pero el hecho de ser necesaria, gindica también que es suficiente? Parece que esto tiltimo no se justifica.”? 2 «Lo studio della teologia deve essere diretto dalla S. Scrittura come il corpo dall’anima. Cid non é necessario che si manifesti nelle particolarita, mediante un eventuale vasto elenco di citazioni scritturistiche; occorre perd che sia efficace ¢ determinante, sia nello stabilire i temi, come il modo dell’esposizione e della disposizione sistematica. Anche lo studio della teologia sistematica dovra sempre tornare a controllarsi e a orientarsi sulla Sacra Scrittura» (O. Semmexgota, «La Sacra Scrittura nella vita della Chiesa» en U, BETTI ~ E. F.oriT y otros {dir.), Commento alla Costituzione sulla divina rivelazione, 1966, 237). 2 Esto fue favorecido por la division de la Escritura en capitulos y versiculos (cfr. L. Atonso ScHOxeL, «Argument d’Ecriture et théologie biblique dans l'enseignement théologique» en Nouvelle Revue Théologique 91 (1959] 337-354). 2 °F, Pastor, «Escritura y teologia» en L. ALoNso ScHoxe. (ed.), Concilio Vaticano Il Comentarios a la constitucién Det Verbum, Madrid, 1969, 728. > A, Gritineier, en BD. Dupuy, La Révélation divine, 451-456. Ctr. Ibid, 454-456. 24 Cfr. C.M. Marri, «La Sacra Scrittura nella vita della Chiesa» en La Costituzione dogma- tica sulla divina Rivelazione, Torino, 1967, 294. ™ Cir. W. Kasper, Per un rinnovamento del metodo teologico, Brescia, 1969. 268 CARMEN APARICIO VALLS Hacia un cambio de método teoldgico En esta parte, dejando a un lado el texto conciliar, trataremos de profundi- zar, a través de algunos autores, en las consecuencias que la relacion Escritura- teologia ha tenido sobre el cambio de método teologico y los nuevo problemas que éste plantea. De un meétodo regresivo a un método genético-progresivo La formula de nuestro estudio fue uno de los motivos que llevaron a supe- rar el método teoldgico regresivo, que habia dominado durante siglos la ense- fanza de la teologia, dando paso a un método genético-progresivo. E] método regresivo se servia de la Escritura para demostrar las tesis doctrinales — «argumento ex Scriptura» — siendo esta prueba uno de los pasos de la demos- tracion de la tesis. Tal método levaba a poner en un segundo plano el hecho de que el fundamento de Ja doctrina se encuentra en la Revelaci6n y, ademas, el estudio de la Escritura se hacia principalmente a través de un uso instru- mental para la doctrina. De esta manera no solo era imposible descubrir la riqueza que la Escritura tiene en si misma, sino que se olvidaba un principio fundamental para la interpretacion correcta de la Escritura, indicado en la Dei Verbum: leer la Escritura en su unidad (cfr. DV 12). A diferencia de éste, el método genético-progresivo parte de la Escritura, Palabra de Dios, para llegar al dato revelado total. La finalidad no es la prueba, la demostracion de una tesis teologica, sino, a través del desarrollo doctrinal, entender con mas profundidad el dato revelado.® Este es el verdadero cambio. Sin embargo, este cambio metodologico, madurado en la expresion conciliar, habia sido preparado por los movimientos y escuelas de renovacion durante la primera mitad del siglo XX. De hecho es sumamente interesante la forma en que se plantea la relacion Escritura-teologia en las escuelas de Fourviére y de Le Saulchoir, de los jesuitas y de los dominicos respectivamente. Estas dos escue- las antes del Concilio plantearon una importante renovacion teolégica; para ello las dos proponen una vuelta a las fuentes. Daniélou, presentando la orientacion de la escuela de Fourviére, notara que en el siglo XIII se habia roto la armonia entre la Escritura y Ja teologia, llevando a una separacion entre exégesis y teolo- gia que ha tenido como consecuencia un empobrecimiento y una rigidez en la teologia.®! Por eso es necesario que la Biblia recupere su lugar central; de esta forma la teologia se beneficiara, porque la Escritura, ademés de ser un conjun- to de documentos historicos de alto valor es, principalmente, Palabra de Dios % Cfr. J. Auraxo, «El tema biblico en la ensefianza de la teologia sistematica> en Gregorianum 50 (1969) 518. » J. Dantetou, «Les orientations présentes de la pensée religieuse» en Etudes (avril 1946) 5-21, aqui 8. ESCRITURA Y TEOLOGIA 269 dirigida a nosotros. Segiin Daniélou esta vuelta a la Escritura \evaré ademas a una renovacién de la teologia patristica. Chenu, por su parte, presentara el método de trabajo de la escuela de Le Saulchoir: del dato revelado al dogma, del dogma al dato teol6gico, de la ciencia teol6gica al sistema teol6gico.* Chenu subraya que el dato revelado tiene la pri- macia por ser el objeto de la teologia de forma que es en la Escritura, junto a la Tradicion, donde encontramos el dato que hay que conocer y profundiz En una tal concepcién de la teologia, la Sagrada Escritura y la Tradicién no son reper- torios de argumentos a uso de las Escuelas y de sus conclusiones disputadas; prin- cipalmente son el dato, que hay que escrutar, conocer, amar por si mismo, y las especulaciones ulteriores seran vanas si no estan orientadas a conocer mejor este dato con todos sus recursos de comprensién religiosa." En los afios anteriores al Concilio el tema de la relacién entre la Escritura y la teologia fue objeto de estudio, a causa de la diversidad de métodos y de preparacién del exégeta y del tedlogo. Por este motivo nos acercamos a ver el planteamiento del problema desde el punto de vista de un exégeta y de un te6- logo sistematico: L. Alonso Schokel y Karl Rahner. ‘Alonso Schokel, exégeta, en 1959 publicé un interesante articulo sobre este problema y sobre las consecuencias de esta diversidad en la ensefianza de la teo- logia, articulo que sera un punto de referencia para muchos estudios posteriores:* A los estudiantes se les proponen dos procedimientos paralelos de direcciones con- trarias; nos podra extrafiar pues que terminen por desorientarse y que se compor- ten como una veleta sin rumbo? ¢Hay que terminar con la critica, a causa de la ‘tesis’ y de su utilidad pedagégica? 0 mas bien hay que incorporar la critica en la tesis, aun perdiendo claridad y sencillez pedagogica? Y si se opta por la incorporacién, gcual tiene que ser el punto de insercién y cual tendra que ser la actitud intelectual que permita que el resultado sea bueno? No hay duda de que el punto de insercién Uene que ser el “argumento de la Escritura”; en lo que se refiere a la actitud intelec- tual, es necesario tratarlo con mas detalle* ® Chr, Ibid. Cf, M.D. Chenu, Une école de théologie: le Sautchoir, Paris, 1985 (original 1937), 129. 4 «Dans une telle conception de la théologie, lEcriture sainte et la Tradition ne sont done pas d'abord des répertoires d'arguments a I'usage d’Ecole et des ses conclusions disputées; C'est d’abord le donné, a scruter, 4 connaitre, a aimer pour lui-méme, et toutes les spécula~ tions ultérieurs seraient vaines qui n'iraient pas a mieux connaitre ce donné dans toutes ses ressources de religieuse intelligibilité» (M.D. Cuenu, Une école de théologie, 132). *5 L, ALONSO ScHokeL, «Argument d’Ecriture et théologie biblique», 337-354. En la primera nota de este articulo vienen indicados estudios y articulos que en esos afios se han dedicado al tema. %® «Deux procédés paralléles de directions contraires se proposent donc a l'étudiant; sétonnera-t-on dés lors qu’elles finissent par le désorienter et Ventrainer, comme une girouette, dans une ronde folle? Faut-il dés lors mettre fin a la critique, en raison de la ‘thése’ et de son utilité pédagogique? Ou bien faut-il incorporer la critique dans la thése, au détri- 270 CARMEN APARICIO VALLS Para este exégeta el problema de la divergencia es un problema de método y para superarlo su orientacion sera precisamente la de incorporar el método filoséfico-historico a la teologia. En el articulo citado hara propuestas concre- tas sobre la forma de realizar esta empresa: la primera, muy elaborada, requie- re un trabajo interdisciplinar y el mismo autor, dandose cuenta de su comple- Jidad para realizarla, hara otras propuestas mucho més sencillas pero mas realistas: por ejemplo, intensificar el estudio de la teologia biblica dentro del estudio sistematico de la teologia; o también que los profesores de dogmati- ca se pongan al dia en el estudio de la Escritura, bien haciendo unos estudios sistematicos 0, al menos, leyendo libros 0 articulos de teologia biblica. El autor es consciente de que esto que parece tan sencillo a veces no se da porque los estudios biblicos se quedan en un estudio del texto que dificilmente puede entrar en didlogo con la teologia y, por eso, también dara un toque de aten- cion a los exégetas que deberan encontrar los puntos de contacto para que el didlogo sea posible.” $i éstas son las palabras de un exégeta, también es interesante escuchar la voz de un tedlogo sobre este argumento. En la misma linea de buscar la con- ciliacion expresada por Alonso Schokel, se mueve Karl Rahner, que entre otras cosas estuvo presente en los trabajos conciliares, sobre todo en Ja primera etapa. Sobre el tema es relevante un estudio sobre exégesis y teologia dogma- tica, escrito en forma de carta. El motivo de este estudio es precisamente la constatacion de la distancia que existe entre las dos ciencias (entre la exége- sis/teologia biblica y la teologia dogmatica/sistematica). Primero, como dog- miatico, se dirige a los exégetas. Estos iltimos no tienen que olvidar que antes que nada son tedlogos catdlicos y, por tanto, también tienen que interesarse por los problemas dogméticos: tienen que mostrar la compatibilidad de los resultados de la ciencia biblica con el dogma catélico. Rahner sabe bien que no siempre es facil o inmediato conciliar los resultados cientificos con la doc- trina eclesiastica y por eso les anima a ser criticos, para no buscar soluciones incorrectas, sino para que éstas ayuden a replantear el problema y a ir hacia adelante en la investigacion. Es muy consciente de que aunque no se puedan resolver todas las dificultades, no hay contradiccién entre la Escritura y la doctrina. El exégeta tiene que ayudar al dogmatico para poder mostrar de forma clara que la formulacion dogmatica esta contenida de forma implicita ment de la clarté et de la simplicité pédagogiques? Et si l'on opte pour I'incorporation, quel sera la point d'insertion et quelle devra étre attitude intellectuelle permettant de mener bien lentreprise? Nul doute que le point d’insertion doive étre I"argument ¢'Ecriture’; quant [attitude intellectuelle, il nous faut en traiter plus en détail» (L. ALoNso ScHoxeL, «Argument d'Ecriture et théologie biblique», 344-345. Chr, Ibid, 352-354, ™ K, RAHNER, «Exégesis y dogmatica» en Ip., Escritos de teologia V. Nuevos escritos, Madrid, 1964, 83-111 ESCRITURA Y TEOLOGIA, 271 en la Escritura. El te6logo, sin lugar a dudas, tiene que conccer Ia Escritura, pero no estaria mal si también el exégeta conociese mejor la teologia. En esta propuesta se ve con claridad la circularidad que existe entre la Escritura y la teologia e introduce otro elemento que hay que tener en cuenta en la relacion: la interpretacién de la Escritura. Si bien no hay dificultad en aceptar que la Escritura es como el alma de la teologia, tenemos que tener en cuenta que la Escritura viene interpretada dentro de la tradicién de la Iglesia (cfr. DV 12) y por tanto necesita de Ia teologia ya que ésta nace desde una interpretaci6n de la Escritura. Rahner recordar la necesidad de la tradicion para interpretar la Escritura y, en otro escrito de esos afios,” subrayara que la Escritura es conocida en cuanto transmitida en la viva tradicion, es decir, vuelve a insistir en la necesi- dad de la Escritura para la teologia pero también en la circularidad entre ellas y en la necesidad de la Tradicion porque el trabajo teolégico es un trabajo ecle- sial y como tal tiene que hacerse dentro de la Tradicion y de la vida de la Iglesia. Aplicacion inmediata del Concilio Sobre el cambio de método teolégico a raiz del concilio son interesantes algunos comentarios publicados nada més terminar el Concilio. Carlo Maria Martini propondra un cambio de método sobre dos vertientes: la reflexion teo- logica y la ensefianza: La investigacidn no solo tendra que presuponer las verdades tal y como las propo- ne la Escritura, sino que en el mismo anilisis de las doctrinas o de los problemas siempre tendra que tener presentes los datos de la Escritura y el modo con el que son presentados. En la ensefianza se tendra que dar un amplio espacio no sdlo a la exégesis propiamente dicha, sino también a la exposicién de la doctrina biblica sobre los distintos tratados teolégicos, asi como a la exposicion global del misterio de Cristo y de la historia de la salvacion.” © K, Raninen, «Escritura y teologia», en Ip., Escritos de teologia VI, Madrid 1969. + L'investigazione dovra non soltanto presupporre le verita quali la Scrittura le propo- ne, ma nella stessa analisi delle dottrine o dei problemi essa dovra sempre tener presenti i dati della Scrittura e il modo con cui essi sono presentati. Nell'insegnamento si dovra dare una parte assai ampia non solo all'esegesi propriamente detta, ma anche all'esposizione della dottrina biblica riguardo ai vari trattati teologici, come pure all'esposizione complessiva del mistero di Cristo e della storia della salvezza» (C.M. Martini, «La Sacra Scrittura nella vita della Chiesa», 294). El texto continia diciendo: «& da prevedere che un simile rinnovamento nell'in- segnamento della dogmatica si riflettera anche nel modo di esporre le singole ‘tesi’ passando da un'esposizione di tipo probativo con carattere originariamente polemico (I'argumentum) a tuna esposizione che tenda a far penetrare in tutta la sua ampiezza “ogni verita racchiusa nel mistero di Cristo"». 272 CARMEN APARICIO VALLS El card. E, Florit hablara de como hay que hacer para que la renovacién de la ensefianza de la teologia se realice, llegando incluso a presentar un recorri- do claro.*' Sobre la teologia concretamente diré: Segiin la Dei Verbum |..., la Revelacion no es tanto la definicién y la explicacién de lo que son en si Dios, Cristo, el hombre y el universo, cuanto la manifestacion de lo que Dios Padre, su Unigénito y el Espiritu Pardclito han hecho y van haciendo por toda la humanidad. Por consiguiente: como la teologia es la reflexion sobre el dato divinamen te revelado, conviene que los tedlogos, para actualizarse segin la linea del Concilio, a Ja teologia del in se, caracteristica de la €poca preconciliar, asocien, es mas pongan como base la Teologia del propter nos homines et propter nostram salutem, En resu- men, es necesario que pongan como punto de partida de la indagacién sobre lo que son Dios, el cosmos y el hombre, la indagaci6n de la historia de la salvacion.*” Esto exige un «tener como punto de referencia continuo la palabra escrita de Dios, con el fin, no sélo de perfeccionar los enunciados teologicos, sino tam- bién para evitar, o prevenir, estériles especulaciones, que de teologicas tendri- an solo cualquier apariencia».* Este sera el intento de renovacién de método teolégico que después del Vaticano Il se hard en las mas importantes faculta- des teologicas. Juan Alfaro, poco después del Concilio, en el Ambito de la renovacién de los estudios teol6gicos en la Universidad Gregoriana, escribi6 un interesante arti- culo sobre el argumento: «El tema biblico en la ensefianza de la teologia siste- matica».* Alfaro, en las formulaciones conciliares que hemos tomado como guia en nuestro estudio (OT 16 y DV 24), ve el culmen de un recorrido fatigo- so y fecundo de renovacién de los estudios biblicos en ambito catolico duran- te la primera mitad del siglo XX. Observa que la nueva perspectiva, fundamen- “ E, Flogrr, Introduzione al Commento alla Costituzione dogmatica sulla divina rivelazio- ne, Milano, 1966, XVII. © «Secondo la Dei Verbum |... la Rivelazione non é tanto la definizione e spiegazione di cid che sono in sé Dio, Cristo, ! uomo e Tuniverso, quanto la manifestazione di quello che Iddio Padre, 2 suo Unigenito e lo Spirito Paraclito hanno operato e vanno operando per 'umanita intera. Di conseguenza: siccome la Teologia é riflessione sul dato divinamente rivelato, conviene che i teo- Jogi, per aggiomarsi secondo la linea del Concilio, alla teologia dell'in se, prevalente nellepoca preconciliare, associno, anzi mettano come base la Teologia del propter nos homines et propter nostram salutem, Bisogna insomma che pongano come punto di partenza dellindagine di cid che sono Dio, il cosmo e l'uomo, l'indagine della storia della salvezza> (E. Flog, Introduzione al Commento alla Costituzione dogmatica sulla divina rivelazione, Milano, 1966, XVII-XIX). “© «Riportarsi continuamente alla parola scritta da Dio, al fine non solo di perfezionare le enunciazioni teologiche, ma anche di evitare o prevenire sterili speculazioni, che di teologico avrebbero soltanto qualche apparenza» (E. F.oxrr, Introduzione al Commento alla Costituzione dogmatica sulla divina rivelazione, Milano 1966, XIX). “J, Aurano, «El tema biblico en la ensefianza de la teologia sistematica», Gregorianum SO (1969) 507-542. ESCRITURA Y TEOLOGIA 273 tal para el cambio del método teolégico, ya la habfa intuido J.S. Drey, fundador de la escuela de Tubinga, en 1819:* la teologia tiene que buscar la compren- sion de la teoria biblica, no tiene que ser probada con la Escritura. El punto de partida de Alfaro es el texto de Optatam totius 16, y sefiala como este texto, relevando la importancia del estudio de la Sagrada Escritura, indica la necesidad de que la exégesis biblica siga su propio método. Pasa después a presentar las consecuencias que esto tiene para la teologia que, siguiendo un método genético-progresivo, tiene que partir del dato revelado para ver como se ha profundizado a lo largo de los siglos y concluir con la comprensién actual de la revelacin. La novedad de este método, propuesto en la declaracién conciliar, esta precisamente en la afirmacién del primado de la Escritura en la ensefianza de la teologfa, que no se puede reducir a un modo genético de presentar la refle- xion teologica: La novedad mas importante del método didactico [...] esta en la afirmacion del pri- mado de la S. Escritura en la ensefianza de la teologia sistematica; un primado que implica, no solamente que la reflexion teolégica debe comenzar por el estudio del dato biblico, sino también y sobre todo que el proceso total de esta reflexion se orienta hacia la comprension y explicacion del mismo: el contenido de la Palabra de Dios debe estar presente en cada una de las fases del trabajo teolégico."* Alfaro sefiala tres elementos de novedad: la introduccion del concepto de «tema biblico», abandonando la terminologia clésica de argumentum ex S. Scriptura; el «tema biblico» pasa a ser parte integrante de la teologia sistematica; el «tema biblico» tiene una funcion fundamental porque el punto de partida de la reflexion teoldgica es la palabra de Dios.*” Alfaro ve como este primado de la Sagrada Escritura expresado en Optatam totius esta en plena continuidad con la Dei Verbum, que también lo pone de relie- ve (DV 24) indicando el carécter tnico que tiene la Escritura como palabra de Dios «la Revelacion esta expresada “de un modo especial” en la S. Escritura, porque solamente en ésta ha quedado fijada por escrito y ha llegado hasta nos- otros en su caracter propio de palabra de Dios».** El uso de la Escritura no puede ser algo accidental, o reducido a una fase del hacer teolégico. EI método, como primer paso tiene que descubrir «el desarrollo de una determinada doctrina biblica dentro de los conceptos»® pero sin olvidar que su finalidad es, sirviéndose de la Escritura, legar «al dato revelado total», es * Chr, thid, 515. * Tbid., 508. © Chr. Ibid. Chr. Ibid * [hid., 309. 5 Ibid, 518. 274 CARMEN APARICIO VALLS decir, quiere llegar a «la presentacion total de lo que se haya en la Escritura».*! En este proceso la Tradicion esta presente pero, por la dificultad de distinguir en ella los elementos humanos y los divinos, hace que la Escritura sea «una norma cualitativamente tinica [...] para la fe de la Iglesia y para la teologia»,’* siendo también el criterio de discernimiento de la tradicion postapostilica. Pero el tedlogo, junto a la Escritura, tiene que tener en cuenta la situacion existencial del creyente que ofrece, entre otras cosas, un horizonte de precom- prension de la Escritura. Esto no es secundario porque, como bien dice Alfaro, a investigacion del tema biblico comporta la interpretacion de su contenido». Alfaro también subrayara la importancia del primer capitulo de la Dei Verbum, que nos hace ver la relacion profunda entre la Sagrada Escritura y la Revelacién, siendo la manifestacion progresiva del plan salvifico de Dios que culmina en Cristo lo que da unidad a la Escritura Concluye con una pregunta: a quién le corresponde introducir el tema bibli- co? Su respuesta es clara, hay que conocer a fondo los temas biblicos para encuadrar la reflexién teolégica en la perspectiva de la historia de la salvaci6n. Ademis, esta forma de hacer teologia «constituye la mejor preparacion de base para el dialogo ecuménico».5* A partir de todo esto es evidente Jo importante que ha sido el cambio de método, empezando por la forma de ver la relacién exégesis-teologia que con- diciona Ja forma de entender el principio que ha originado nuestro estudio. Una primera consecuencia es que el cambio de método ha Ilevado a hacer una reflexion teoldgica a la luz de la historia de la salvacién. Pero esto, que es fun- damental, no resuelve todos los problemas. 3 Ibid. Alfaro volverd sobre este tema al final de articulo: «El primado de la S. Escritura en la teologia sistematica nos ha llevado a la conclusién de que el tema biblico debe consti- tuir, no solamente la etapa inicial, sino también la norma permanente en el proceso total de la reflexion teologica» (539). & Ibid, 519. * Ibid, 524. La importancia de la atenci6n al mundo contemporaneo lo desarrolla amplia- mente Walter Kasper. Kasper, a la luz de todo el Vaticano Il, poniendo en relacién la mision universal de la Iglesia y la funcién hermenéutica que en la comprensién del evangelio tiene el conocimiento del tiempo presente indicara la Escritura como punto de partida de la teologia, pero «leida e interrogada teniendo presentes los problemas del hombre contemporaneo», por- que una caracteristica de la teologia (sistematica) es la questio, es decir «el problema vivo de Ja fe ante el mundo». Por tanto la teologia, que no puede olvidar el testimonio de la Escritura, Uene que dejarse interpelar por los interrogantes que le vienen planteados desde la iglesia contemporanea (cft. W. Kase, Per un rinnovamento del metodo teolégico, Brescia, 1969). % J, ALraRo, «El tema biblico», 525. % Ibid, 541. ESCRITURA Y TEOLOGIA. 275 La relacion Escritura y teologia en la reflexion actual Muchos autores han escrito sobre el método teolégico después del Vaticano 115* Casi todos ellos parten da le renovaci6n suscitada por el Concilio y por tanto el principio de considerar la Escritura como el alma de la teologia es el punto de partida. En algunos de estos autores encontramos elementos que nos ayudan a profundizar esta relacion, ademas de considerar los ya vistos en las aportacio- nes estudiadas de los primeros afios después de la conclusion del Concilio. Tulio Citrini: circularidad no exclusiva (1997)°” Para Tulio Citrini la relacién Escritura - teologia puede verse desde dos puntos de vista complementarios: el primero, mas clasico para la teologfa, se refiere al «significado de la Biblia entre las fuentes de referencia» de la teolo- gia; el segundo, mas pastoral, se refiere al «significado de la teologia entre las distintas formas de lectura y valoracion eclesial de la Biblia>.** Cada una de estas dos aproximaciones nos pone ante una relacién de circularidad entre la Escritura y la teologia. Sobre la primera de estas aproximaciones, Citrini observa que, aunque la teo- logia se tiene que confrontar y medir sobre la Escritura, «no se puede limitar a repetir la palabra biblica»,” porque, entre otras cosas, la teologia no puede pres- cindir del andlisis y del didlogo con el tiempo presente. Citrini presenta asi la funcion de la teologia: [La teologial esta llamada a decir la fe con un anilisis afinado, con renovada formu- Jaci6n en las distintas culturas, con un fino sentido critico frente a las preguntas y sospechas que los hombres de la Biblia no se podian imaginar; y sin embargo tiene ‘que medirse sobre la Escritura para estar segura de expresar, tal vez mejor, la misma verdad, el mismo misterio, no «otro evangelio» (cfr. Gal 1:6ss.)." > Per esempio W. Kasver, Die Methoden der Dogmatik. Einheit und Vielheit, Munchen, 1967; R. Latoursiit, Teologia, ciencia de la salvacién, Salamanca, 1968; Z. ALszecHy - M. Fuck, Cémo se hace la teologia, Roma, 1976; C. CoLomso, I! compito della teologia, Milano, 1982; B. Lonexcan, Método en teologia, Salamanca, 1988; M. Secxisr, Teologia, scienza, chiesa, Brescia, 1988; J. Rarzivcer, Natura e compito della teologia, Milan, 1993; 1. SANNA, Il sapere teologico e il suo metodo, Bologna, 1993; G. Lonizio - N. GaLaNTINO (edd.), Metodologia teologica: avviamen- to alllo studio ¢ alla ricerca pluridisciplinari, Cinisello Balsamo, 1994; J. Wicks, Introduccion al método teoldgico, Estella, 1998. 5°, Crrmuny, «La Sacra Scrittura ¢ la Teologiay en Seminarium 37(1997) 34-47. © «(La teologial é chiamata a dire la fede con pit acuta analisi, con rinnovata formulazio- ne nelle diverse culture, con criticita affinata di fronte a domande e sospetti che gli uomini della Bibbia non potevano immaginare; e tuttavia deve misurarsi sulla Scrittura per essere sicura di esprimere, magari meglio, la stessa verita, il medesimo mistero, non “un altro van- gelo” (cfr. Gal 1:63s.)> (Ibid). 276 CARMEN APARICIO VALLS Dentro de esta relacion Citrini sefiala un aspecto interesante: indica el cir- culo hermenéutico que existe entre la Escritura y la teologia. Por una parte la teologia busca respuestas en la Escritura, pero al mismo tiempo también tiene que verificar si las preguntas son correctas,"! porque éstas tiene que levar a poner en evidencia la luz de la palabra y, por tanto, a una mayor profundiza- cién del misterio. En la segunda aproximaci6n, pastoral, Citrini presenta el problema de la relacion Escritura y teologia en la catequesis, en la liturgia y en la lectura espi- ritual, viendo como, en estos casos, el problema mayor esta en relacion con la teologia, aunque en el fondo siempre es un problema de la relacién, o del uso, que la teologia hace de la Escritura.®? Citrini sigue profundizando en esta relacion en el ambito escoléstico, vien- do que ni el biblista se puede limitar a ser un técnico del texto olvidando que la Escritura es palabra de fe, ni el tedlogo puede limitarse a hacer una exége- sis del dogma? Pero en todo esto permanece un problema: la Escritura hay que interpre- tarla en su unidad (cfr. DV 12). Citrini, consciente de que la pluralidad de teo- logias presentes en la Escritura no se pueden reducir a una unidad, se pregun- ta de qué forma se puede dar rostro a esta unidad y a quién le corresponde.™ Citrini de nuevo nos pone aqui ante la relaci6n, viendo como el tedlogo esta Namado a encontrar unidad en la inteligencia de la fe y ésta sera precisamen- te una aportacién concreta que tiene que ofrecer al exégeta. Citrini concluira viendo que en esta ayuda mutua entre exégesis y teologia se pueden seguir distintos modelos, validos, pero siempre se trata de una rela- cion compleja en la que ademas no puede faltar otras aportaciones que vie- nen de la patrologia, de la historia, de la liturgia, de la pastoral, etc. La relacion Escritura - teologia en los documentos de la Pontificia Comision Biblica (1997 y 2008) Me parece importante tener en cuenta dos documentos de la Pontificia Comisi6n Biblica en los que se habla de esta relacion. En el primero de ellos La interpretacion de la Biblia en Ia Iglesia (1997) nos fijaremos en la parte IlI/D: «Relaciones con las otras disciplinas teolégicas». Es interesante notar que en este documento la exégesis biblica esta definida como una disciplina teolégica y que el punto de partida es precisamente la circularidad que existe entre la exégesis y la teologia. Este texto, aunque breve, presenta algunos elementos | Poid., 39. © Cfr. Ibid, 40-44, © Chr. Ibid, 44-47, © Cf. dbid,, 45-47. % Chr. Ibid, 47, ESCRITURA Y TEOLOGIA 277 importantes en Ja relacién como son la precomprensién «basada sobre certe- zas de fe» de los textos biblicos, certezas que a su vez llegan «después de haber sido elaboradas en la comunidad eclesial por la reflexion teologica». Una apor- tacién concreta de esta circularidad Escritura-teologia es la ayuda que mutua- mente se prestan para superar una lectura fundamentalista de la Biblia que «confundiendo lo humano y lo divino, considera como verdad revelada ain los aspectos contingentes de las expresiones humanas». Tal aspecto tiene una gran relacion con la teologia moral, sin que sea exclusiva. Esta relaci6n esta mas desarrolla en el reciente documento de la Pontificia Comision Biblica Biblia y moral: Raices biblicas del comportamiento cristiano (2008), donde la pregunta que guia la reflexion, después de presentar las difi- cultades concretas que nos encontramos para reconocer las raices biblicas de la moral cristiana, esta puesta en los siguientes términos: «cual es el valor y el significado de! texto inspirado para la moral de nuestro tiempo?».® La prin- cipal dificultad indicada es precisamente la distancia que nos separa de la redaccin de los escritos biblicos y, por tanto, la diversidad de problemas rela- cionados con las condiciones de vida. El documento, sin afrontar directamen- te el tema que nos ocupa, ofrece elementos para entender la circularidad de la relacién entre Escritura y teologia moral. Thomas Séding: Revelacion - Escritura - Tradicion - Teologia (2005) En este recorrido es particularmente interesante el «dossier su Sistematica € Bibbia» publicado en la revista Teologia,* que presenta un seminario de estudio en la Facultad Teol6gica de Italia Septentrional, celebrado en el afio 2005. Thomas Séding, en la conferencia de apertura del debate inicia con una constatacién: la relacion entre Escritura y teologia, una de las mas dificiles, esta marcada por la idea de Escritura y de Revelacién.® Por este motivo este estudioso subraya la importancia del primer capitulo de la Dei Verbum’®. Introduccion del Cardenal William Levada. © T, Sopinc, «Teologia biblica ¢ teologia sistematica. Presupposti e prospettive di un dia- logo» en Teologia 30 (2005) 257-282. * Teologia 30 (2005) 255-304. Ademas del articulo de Séding son interesantes para nue- stro tema: F.G. BramsitLa, «Teologfa biblica y sistematica: per continuare il dialogo», 283-296; R. Vinoto, «La teologia biblica, al centro della chiasma», 297-304. © Cir. T. SovwnG, «Teologia biblica e teologia sistematica», 258. En una tesis final de su articulo, resume con las sigufentes palabras la aportacion de la Dei Verbur: «La Costituzione sulla Divina Rivelazione Dei Verbum offre la base per un'odier- na determinazione di rapporto tra teologia biblica e sistematica. In forza del suo approccio in termini di rivelazione storica, della sua distinzione tra Scrittura e Tradizione, del suo prima- to della Parola di Dio, della sua opzione per un’esegesi storico-filologica e per la ricerca del- Tunita della Scrittura, “nello stesso Spirito in cui é stata scritta’, si dimostra tanto sostanzia- le sotto il profilo scientifico teoretico, quanto costruttiva sotto quello ecumenico» (T. SopING, «Teologia biblica e teologia sistematica», 281) 278 CARMEN APARICIO VALLS Séding introducira la Tradici6n. Dei Verbum presenta la revelaci6n siguien- do un modelo relacional y narrativo de la economia de la salvaci6n. Segtin esto la verdad de la Escritura es el misterio del amor de Dios y por eso la Escritura, aiin siendo Palabra de Dios, no la reduce a la letra escrita. Esta distincion sera importante para introducir la relacién Escritura - Tradicion. De hecho Dei Verbum no resuelve el problema de la relacion Escritura y Tradicién pero ofte- ce una clave de solucién declarando que «ni la Escritura ni la Tradici6n se pre- sentan como la tltima instancia hermenéutica, sino como la viva vox evange- li (DV 7)».”' Esto nos lleva a plantear de forma distinta el problema hermenéu- tico de la Escritura, porque la Tradicién «no es la duefia de la interpretacin de la Escritura, sino la sierva de la Palabra de Dios»,”? aun siendo verdad que la Escritura es el criterio de autenticidad de la Tradicion. Es importante no olvidar esto porque, si por una parte la teologia poscon- ciliar esta orientada por la Escritura, por otra se ocupa principalmente de la tradicion. Ante esto Séding se hace dos preguntas: «zqué acceso tiene la dog- matica a la Biblia? ,qué valor tiene el testimonio biblico en la teologia dogma- tica?».” Estas dos preguntas podemos resumirlas en una: qué relacién tiene que haber entre la exégesis y la teologia? Séding individua tres elementos que garantizarian una adecuada relacion: 1-. Respeto por la regula fidet: La exége- sis la coloca en el horizonte del testimonio biblico; la dogmatica la ilustra como tal e interpreta la Escritura a la luz de ésta. 2-. Respeto por la unidad de Ja Escritura: la exégesis presenta la unidad de la Escritura limitandose al texto; Ja dogmitica tiene que mostrar la economia de la revelacién que tiene su cen- tro en Cristo, tenfendo en cuenta Ja economia de la revelacién y los procesos de la tradicion. 3-. Respeto por la interpretacion de la Escritura: la exégesis se concentra en la escucha de la Palabra en el contexto donde ésta nace; la dog- matica toma en consideracién la historia de la recepcién de la Escritura y se ocupa de su significado actual.”* A pesar de esto Séding es consciente de la dificultad que hay en hacer una teologia sistematica que realmente esté orientada en toda su extensién por la Escritura. Giacomo Canobbio: tres modelos de relacion (2008) Giacomo Canobbio, en un estudio presentado recientemente, subraya la unanimidad en la aceptacién del principio que guia la relacién Escritura-teo- 71 T. Some, «Teologia biblica e teologia sistematica», 266. Sobre la expresion Viva vox Evangelii ver S. Pit-NiNor, «Un motivo ‘luterano' nella Dei Verbum 8: la viva vox Evangelii» en C. Apanicio Vauis ~ C. Doro.o - G. PasQuate, Sapere teologico e unité della fede, Roma, 2004, 207-215. ” T. Sopinc, «Teologia biblica ¢ teologia sistematica», 266. ” Ibid, 275. * Chr, Ibid, 276-277. ESCRITURA Y TEOLOGIA 279 logia y la dificultad de aplicarlo, llegando de esta forma a individuar tres modelos de relacién.3 El primero de ellos es un modelo genético, aplicado sobre todo en la ense- fianza de la teologia. Segiin este modelo la Escritura es el primer paso en la exposici6n sistematica, haciendo, dentro de lo posible, una lectura diacronica de los textos. Este modelo presenta dos grandes dificultades: por una parte la eleccién de los temas, los criterios bajo los cuales se eligen los temas y se reco- gen los datos; por otra parte la sintesis a la que se llega, bajo que criterios viene hecha. Este planeamiento parte de la Escritura pero no trata la Escritura como el alma de la teologia.”® El segundo modelo que presenta Canobbio hace un uso instrumental de la Escritura.’’ Es evidente que esta forma de utilizar la Escritura es reductiva ya que Ja interpretacion se hace dependiendo de las circunstancias externas. Es verdad que en este caso la Escritura es como el alma de la teologia, pero no en el mismo sentido en que lo dice el Vaticano Il, porque la lectura que se hace esta finaliza- da a un fin practico predeterminado.”* El tercer modelo, llamado sistematico, es el que se aproxima mas a la pro- puesta conciliar, pero no por ello deja de presentar dificultades. Por una parte porque el tedlogo tiene que leer la Escritura sobre la base de algunos presu- puestos;” por otra porque hay que tener en cuenta que el objeto de la teologia es la Revelacion y, por este motivo, nos preguntamos si es suficiente recurrir a la Escritura.® Canobbio hace una observacion importante: junto a los textos del concilio que estamos considerando hay que colocar Dei Verbum 7 donde la tlti- ma instancia hermenéutica es la viva vox evangelii* Por tanto, para la teologia no basta la Escritura, ni siquiera junto a la Tradicion, mas bien hay que reco- nocer que la Escritura «es la mediacion necesaria para el objeto sobre el que la teologia tiene que reflexionar»;* esto no quiere decir que la teologia tenga que estar lena de citaciones biblicas, sino que sus reflexiones «viertan sobre el mis- terio revelado en su relacién con la existencia humanap.*? Ciertamente este es el modelo que tiene en cuenta todos los elementos que hasta ahora hemos visto que entran en Ja relacién Escritura-teologia. Las aportaciones que hemos visto nos llevan a considerar nuevos elementos que hay que tener presentes en esta relacién, entre ellos: la centralidad de la Cf. G. Canonato, «La Scrittura anima della teologia», en Interpretare la Scrittura, 11988. © Cf. Ibid., 119-125. ” Cfr, Ibid, 125. ™ Cf. Ibid., 129. ” Cir, Ibid, 131. Chr. bid, 131. * Cfr, thid, 131 nota 83. “® alla scrittura] @ la mediazione necessaria per l'oggetto sul quale la teologia deve riflet- teres (Ibid., 132), ® «vertano sul mistero rivelato posto in relazione con lesistenza umana» (Ibid, 132). 280 CARMEN APARICIO VALLS Revelacién (transmitida principalmente a través de la Escritura y de la tradicién); el dialogo con el mundo contemporaneo, que nos lleva a tener que afrontar cuestiones que, si bien no son siempre nuevas, surgen en un contexto nuevo; la aplicacién ‘practica’ de la Escritura que acompafa la vida de la Iglesia. Consecuencias y dificultades de la relacion Escritura-Teologia. Estamos de acuerdo sobre el punto de partida de la teologia, es decir, sobre el hecho de considerar la Escritura como el primer punto de referencia de la teo- logia. Sin embargo en esta afirmacion ya encontramos la primera dificultad: la interpretaciOn de la Escritura.* Hoy nadie pone en duda que para interpretar la Escritura es necesario recurrir a varios métodos y aproximaciones, que llevan a estudiar el tema biblico dentro de la misma escritura (basta recordar el docu- mento mencionado de la Pontificia Comision Biblica de 1993, La interpretacién de la Biblia en la Iglesia), y nos preguntamos sobre el papel que tiene la teologia en la misma interpretacién de la Escritura; es mas, nos preguntamos si es posi- ble encontrar un principio unificador de las distintas teologias que estan pre- sentes en la Escritura, cosa que hoy tampoco se pone en duda. Pensemos por ejemplo a los conceptos de inspiracién o de Revelacién. Es facil darse cuenta que el mismo concepto de Revelacién ha sufrido una evolucién y que hoy no hablamos de ella de la misma forma en que aparece en la Escritura. Hay que tener en cuenta que los problemas de interpretacién no se dan solo en relacion con el texto. Cuando interpretamos lo hacemos a partir de lo que somos, de nuestros ‘pre-conceptos’, de nuestros paradigmas, por tanto cuando interpretamos un texto biblico lo hacemos a partir de la fe de la iglesia que nos ha sido transmitida, lo hacemos dentro de una tradicion eclesial, y hay que tener en cuenta este elemento fundamental.’ También nos preguntamos si es posible descubrir el desarrollo de los temas teoldgicos en la misma Escritura y si es posible encontrar todos los conceptos y categorias teolégicas en la Escritura. Desde los primeros siglos del cristianismo sabemos la necesidad que ha habido de utilizar y confrontarse con la filosofia para comunicar el mensaje cristiano de forma comprensible. También hoy nece- sitamos dialogar con la filosofia y por eso nos preguntamos de qué forma entra la filosofia en el método genético-progresivo. Y junto a todo esto no podemos olvidar que la teologia no puede prescindir de las definiciones dogmaticas y éstas, con frecuencia, contienen conceptos extra-biblicos. Recordemos, ademas, que el mismo reconocimiento del canon de la Escritura es un acto del Magisterio de la Iglesia. “* Sobre este argumento es interesante il libro de C. Gerraé, Credere e interpretare. La svol- ta ermeneutica della teologia, Brescia, 2002. 55 Su questo si pud vedere C. Gerré, Credere e interpretare, cap. 2. ESCRITURA Y TEOLOGIA 281 [a autoridad de la Escritura sobre la teologia no presenta grandes dificulta- des. Esta autoridad tiene que actuarse y lo que no esta tan claro es el como. Podemos pensar, por ejemplo, a algunos intereses de la teologia actual que nacen de su didlogo y confrontacion con el mundo contemporaneo: ¢cémo encontrar un fundamento en la Escritura?*” La teologia tiene que estar atenta para no descuidar su finalidad: la Escritura es la mediacion necesaria para lograr su objeto, pero al mismo tiem- po la teologia tiene que hacer comprensible el misterio revelado. Por eso Canobbio individua otra dificultad: gcomo hacer para que la Escritura entre en. el sistema sin subordinarlo a él? Son muchas las preguntas que nos han surgido en este recorrido. En las proposiciones finales del Sinodo sobre La Palabra de Dios en la vida y mision de la Iglesia encontramos algunas tareas a hacer en esta linea: se solicita una reflexion teolégico-sacramental de la Palabra de Dios y también prestar aten- cién sobre los métodos de interpretacién de la Escritura. También sera nece- sario que la exégesis biblica no olvide que su finalidad es la escucha y la pro- fundizacion de la Palabra de Dios, Palabra de Vida, y que la teologia no olvide que también tiene la tarea de profundizar la Palabra de Dios transmitida en la Escritura y en la Tradicion de la Iglesia. Al final de este recorrido podemos darnos cuenta facilmente de las dificul- tades que tiene la afirmacion conciliar. La Escritura es como el alma de la teo- logia, pero mas que con una relacion lineal nos encontramos con una relacion de circularidad: para que la Escritura sea como el alma de la teologia es nece- saria una lectura teologica de la Escritura y al mismo tiempo es necesario un trabajo teolégico que encuentre su fundamento en la Escritura. Quiza, en lugar de relacién Escritura-teologia deberiamos hablar de la relacion Palabra de Dios-Escritura-teologia. De esta forma tanto la exégesis como la teologia ofrecerdn una reflexion sobre la fe de la Iglesia fiel a la Palabra de Dios. Pontificia Universita Gregoriana CARMEN APARICIO VALLS Piazza della Pilotta, 4 00187 Roma ® Ctr. T. Crrminy, «La Sacra Scrittura ¢ la Teologia», 39. © Cfr. CM. Martin, «La Sacra Scrittura nella vita della Chiesa», 292. Cfr. G. Canossio, «La Scrittura anima della teologia», 133. 282 CARMEN APARICIO VALLS SUMMARIO El articulo ofrece una reflexién sobre la relacién Escritura-teologia a partir del axioma recogido en dos textos del Vaticano II: «La Sagrada Escritura es como el alma de la teolo- gia» (DV 24; OT 16). Después de una breve presentacion historica sobre la expresion, con el fin de conocer la intencionalidad que encierra, se pasa a ver como debe ser esta rela- clon entre la Escritura y la teologia. Para ello se tienen en cuenta los principios que el mismo documento Dei Verbum ofrece para interpretar la Escritura con ef mismo espiritu con que fue escrita (cfr. DV 12); por lo tanto si por una parte es facil darse cuenta que la teologia necesita de la Escritura, por otro también la Escritura necesita de la teologia. Pero en esta relacion entran otros elementos irrenunciables, como son Ja Tradicion y la Revelacin. Teniendo en cuenta esto, asi como la necesidad y no suficiencia de la Escritura para la teologia (que necesita de otros elementos, como por ejemplo la filosofia y el did- Jogo con el mundo), se propone entre ellas una relacion de circularidad donde todo esta al servicio de la Palabra de Dios. The article presents reflection upon the relationship between Scripture and the- ology, taking as its starting point an axiom based on two texts of the Second Vatican Council: Sacred Scripture should be taken as «the very soul of theology» (DV 24; OT 16). A brief presentation of the history of this expression aims at bringing to light its mean- ing. Next, the author studies the way that Scripture and theology should be related. This involves taking into account another principle from Dei Verbum which commends that Scripture be interpreted in the same spirit in which it was written (cfr. DV 12), Although it may, indeed, be straightforward to realize that theology requires Scripture, itis also nec- essary to realize that Scripture requires theology. However, other indispensable elements, such as Tradition and Revelation, also enter into this relationship. Taking all these factors into account, as well as the insufficiency of Scripture for theology (which requires other elements such as philosophy and dialogue with the world), a relationship of circularity between Scripture and theology is proposed which is at the service of the Word of God.

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