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Trabajo Práctico Narrativa

Alumno: García, Diego Sebastián


Profesor: Verón, José María
Espacio Curricular: Lenguajes Artísticos Integrados
Curso: 4º año
Carrera: Profesorado de Música
Ciclo Lectivo: 2020

Había una vez una mujer llamada Eva, que tenía un telar en medio de la montaña del
pueblo. Ese telar producía las mejores telas de la región, y nadie sabía cuál era el secreto para lograr
esto. Ella lo atribuía a la pasión con la que trabajaba. Tenía todo tipo de telas, cada una con sus
propias características: había telas que tenían un solo color, otras eran de dos o más colores, y
algunas eran más suaves y otras más ásperas. Era la mejor en lo suyo, pero un día, un hombre
adinerado de nombre Eduardo, que estaba de paseo, al conocer el lugar vio la posibilidad de fundar
allí una fábrica de telas, que le haría competencia a Eva. Esto prendió en ella las señales de alarma,
y se decía para sus adentros que ya no podría hacer lo que más amaba. Sobre todo porque no sería
competencia para una empresa poderosa que tenga las mejores máquinas para fabricar las telas.
Eduardo en realidad era una persona maravillosa, y no tenía la intención de dejar a
Eva sin trabajo, sino más bien, simplemente era un apasionado en lo suyo, que era fundar empresas
y de paso dar trabajo a quien lo necesitara, pero esto de todas maneras preocupó a Eva. Temerosa de
perder su fuente de ingresos y de tener que abandonar para siempre lo que más amaba, un día
decidió hablar personalmente con Eduardo para dejar en claro su preocupación.
A todo esto, al principio Eduardo se sintió mal por lo que podría pasar, porque de
hecho, no tenía la intención de hacer daño a nadie, y menos a alguien tan querido. Habiendo
entendido lo que podría ocurrir, se le cruzó por la cabeza una idea que quería poner a prueba, y ver
si funcionaba.
Eva conocía muy bien a todo el pueblo, sabía de sus gustos y preferencias, y fue así
que lo que Eduardo propuso fue que ella sea la jefa de todo el personal, y además, ella trabajaría
con su propio telar, en el cual seguiría trabajando para enseñar a sus dirigidos a hacerlo como ella lo
sabía hacer.
La empresa funcionaba de maravillas, y como toda actividad económica, tuvo sus
momentos de esplendor, pero también de crisis. Hubo en aquel entonces una gran sequía que dejó a
muchas familias sin trabajo, con lo cual no se podían vender las telas, y esto generó gran
preocupación, tanto en Eva como en Eduardo. Esta crisis no impedía que las telas sigan siendo de la
mejor calidad, y por eso los dos pensaron nuevas maneras para que la empresa pueda seguir
produciendo. Fue así que se les ocurrió hacer planes para empezar a vender a otras regiones y
países. Era la única opción que se les cruzaba por la cabeza, porque de otra manera, la empresa
cerraría sus puertas de forma definitiva.
Entonces empezaron a hacer averiguaciones sobre cuáles serían los trámites que
debían realizar para empezar a exportar sus productos. Al principio se desanimaron un poco al darse
cuenta de cuántos papeles debían firmar y sobre todo, por el tiempo que debía pasar para que
puedan empezar a vender, pero aún así, sabían que era prácticamente la única opción posible.
La empresa siguió funcionando, aunque de momento vendían menos de la mitad de
lo que lo hacían normalmente, pero los dos sabían que esto podía ser así.
En la medida que pasaban los días la situación se ponía cada vez más tensa, y fue así
que ocurrió algo que si bien lo esperaban, no creían que iba a ocurrir tan pronto. Terminaron
consiguiendo el permiso para poder vender sus telas a otros países y así la empresa siguió creciendo
y terminó siendo la más importante de su sector en todo el país, y esto generó un efecto inesperado
para sorpresa de todos, porque terminó ocurriendo que la empresa era tan grande, que más de la
mitad del pueblo terminó trabajando en ella, y con esto se solucionó el problema de la falta de
ingresos para todos.

FIN

● Temática a desarrollar: TEXTURA MUSICAL.


● Forma de aplicación: al principio de la obra, a cada tipo de tela le corresponderá una textura
en concreto, para eso sonará con cada tela un fragmento musical representando una textura.
En los momentos donde haya algún tipo de conflicto, se podrán hacer presentes hasta dos
tipos diferentes de textura: por un lado monodía, haciendo referencia a la tristeza, y por otro
lado polifonía horizontal, que por tener independencia en la conducción de las voces me
parece adecuado para representar los momentos de conflicto en la obra.

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