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Según veremos enseguida, el régimen represivo de las violaciones a las normas fiscales ha
inducido a muchos autores a procurar la sistematización de ciertos principios generales,
reuniéndolos en grupos homogéneos dentro de otras disciplinas mas amplias o independientes de
ellas, mencionándose un derecho penal administrativo y mas recientemente un derecho penal
económico, el derecho penal fiscal o derecho penal tributario, el derecho penal financiero y el
derecho sancionador tributario o derecho sancionatorio tributario.
La naturaleza jurídica de las infracciones a las normas tributarias y de las consiguientes sanciones.
Los autores comenzaron a preguntarse si el tipo de infracciones que nos ocupa debía asimilarse a
los delitos comunes o si, por el contrario, constituían una categoría especial merecedora de
tratamiento represivo particular; en otros términos, si las violaciones a las normas tributarias
correspondían al derecho penal ordinario o si debía crearse un derecho penal especial, que dieron
en llamar derecho penal administrativo, denominación a la cual no resulta extraña la tradición
germánica de incluir el derecho fiscal en el ámbito del derecho administrativo.
TENDENCIA PENALISTA
En Alemania al mismo régimen de las contravenciones de policía, pero a raíz del debilitamiento de
la moral fiscal se pensó en la necesidad de intensificar la represión mediante la aplicación de la ley
penal ordinaria, y sostuvieron que la represión de las infracciones fiscales correspondía al
derecho penal ordinario, siendo los principales argumentos los siguientes: a) el legislador fiscal y el
legislador penal tienen en mira el mismo objetivo, que es restringir la libertad de acción del
individuo en aras del bien publico; b) la facultad de recaudar los impuestos constituye un derecho
pecuniario del Estado y los ingresos por tal concepto corresponden a la forma de la comunidad, c)
mas que perturbar el funcionamiento del organismo estatal, el infractor fiscal trata de eludir una
disminución de su riqueza personal.
Los autores italianos y españoles están divididos en esta materia la tendencia administrativista y la
concepción dualista.
Rocco, Massari, Battaglini y Grispigni entre los penalistas clásicos, admitiendo el ultimo, no
obstante, que no es impropio considerar el llamado derecho penal administrativo en la unidad e
individualidad derivada del objeto especifico tutelado.
TENDENCIA ADMINISTRATIVA
La interpretación de Goldschmidt radica en el contraste entre voliciones libres y buen obrar social,
que lleva su pareja en la diferencia entre orden jurídico y administración, de lo cual dedujo dos
tipos de ilicitud: aquello contrario al orden jurídico y la violación a las normas protectoras del bien
común o estatal. En este caso habría una desobediencia a las órdenes de la administración,
consistiendo el elemento material del delito en el quebrantamiento de un fin administrativo.
En una excelente síntesis, Schönke ha expuesto en estos términos las ideas fundamentales de la
doctrina: 1. conducta antiadministrativa es “la omisión de prestar ayuda a la administración estatal
dirigida a favorecer el bienestar publico o el estatal”; 2) la pena administrativa no es pena de
corrección o de seguridad, pero tampoco una mera pena de intimidación; es, mas bien, una simple
orden; 3) rigen a su respecto principios especiales para la culpabilidad; 4) deben admitirse,
fundamentalmente, la prueba de la falta de conocimiento no culpable de la disposición
administrativa infringida; 5) se aplican normas especiales sobre punibilidad de las personas
jurídicas y de terceros.
La teoría del derecho penal administrativo ha sido aceptada por numerosos administrativistas y
penalistas italianos, con matices variados, así como por una parte de la doctrina y jurisprudencia
suizas.
En esta materia, agrega, como en toda otra de índole penal, el fundamento de la justicia punitiva
consiste en “la tutela de la sociedad, el triunfo del derecho sobre las individualidades rebeldes a
este, y el aseguramiento del bienestar social.
Aparece el derecho penal tributario como disciplina autónoma, separada del derecho penal
común, del derecho financiero, del derecho administrativo y de la ciencia de las finanzas, en la
obra Dematteis.
En la redacción del Código Tributario para América Latina preparado por encargo de la OEA-BID,
en el capitulo de “Infracciones y sanciones” se remite a la aplicación supletoria de los principios
del derecho penal cuando las normas tributarias no contengas disposiciones expresas al efecto.
Este criterio también ha sido materia de similar declaración en las Terceras Jornadas
Latinoamericanas de Derecho Tributario (San Pablo-Brasil) del año 1962.
CONCEPCION DUALISTA:
A diferencia de las doctrinas examinadas precedentemente, que conciben unitariamente el ilícito
fiscal, algunos autores de derecho tributario, principalmente italianos, lo fraccionan en categorías
jurídicas distintivas según la naturaleza de las infracciones. Esta concepción se inspira en los
principios generales de la legislación represiva, especialmente en la ley italiana del 7 de enero de
1929, no. 4, y distingue las sanciones y penales y civiles, aun cuando estas ultimas podrían
calificarse, con mayor propiedad, como sanciones administrativas. Las primeras corresponden a
los llamados delitos tributarios, esto es, aquellos consistentes en sustraerse –dolosamente o no- al
cumplimiento de la obligación de pago y que están reprimidos con sanciones del Código Penal
(delitos: reclusión y multa; contraversiones: arresto y ammenda); las sanciones administrativas o
civiles se refieren, en cambio, a infracciones a disposiciones de la autoridad destinadas a tutelar y
hacer efectivo el cumplimiento de las normas fiscales, consistiendo en pena pecuniaria, recargo o
adicional (sopratassa) y otras de índole accesoria, como el comiso y la clausura de
establecimientos.
Los antecedentes expuestos en los parágrafos anteriores ponen de manifiesto las diversas
interpretaciones formuladas acerca de la naturaleza jurídica de las infracciones tributarias y sus
correspondientes sanciones. Todas coinciden en sus características especiales, que les aseguran
una posición particular en el campo de lo ilícito, que hace inaplicables a su respecto ciertos
principios generales del derecho penal común.
Infringir o transgredir disposiciones fiscales, ya sea en su aspecto mas grave de acciones dolosas o
en cuanto se refiera a normas complementarias para asegurar su efectividad.
LA CULPABILIDAD
La exigencia de la culpabilidad en alguna de sus dos formas clásicas (culpa y dolo) para la
configuración de los delitos.
El problema de la culpabilidad.
También se presenta en nuestra materia, pudiendo afirmarse que en ciertos aspectos del ilícito
fiscal, no en todos, la doctrina y la legislación han evolucionado desde un concepto puramente
objetivo del delito, hacia la tesis subjetivista que predomina en la actualidad.
Concebido el ilícito fiscal, según expusimos, como un todo orgánico e indivisible, el concepto de
infracción adquiere un carácter genérico que incluye verdaderos delitos fiscales (defraudación,
omisión y ocultación deliberadas, etc.) y reales contraversiones o infracciones formales, que
impide generalizar la doctrina de la subjetividad.
Las presunciones de culpabilidad abundan en el derecho tributario, unas veces por disposición
expresa de la ley, otras por creación de la jurisprudencia, y esta “inversión del onus probandi en
materia de dolo, aplicable en el orden tributario, marca una importante diferencia con el derecho
penal común”.
EL ERROR EXCUSABLE
En el derecho comparado hay diversos antecedentes sobre admisión del error. Así, el
Ordenamiento Tributario alemán disponía que “quedara exento de pena quien, por error
inculpable sobre la existencia o la aplicabilidad de preceptos jurídico-tributarios, haya creído que
el hecho estaba permitido”.
Desde el momento que estas tienen autónoma capacidad como sujetos de obligaciones
tributarias, indudablemente debe reconocérseles capacidad tributaria penal, aun en los casos de
entidades que no reúnan los caracteres de personalidad jurídica según el derecho privado, por la
vinculación existente entre ambas situaciones y la unidad estructural de la materia fiscal, que
incluye tanto el aspecto sustantivo ordinario.
RESPONSABILIDAD POR LOS SUBORDINADOS
Las penas privativas de libertad aplicables por infracciones fiscales, no pueden hacerse efectivas
en la persona del heredero, cuando el culpable fallece antes de purgar la pena.
Para que se tipifique el delito de defraudación tributaria es requisito esencial que existan
declaraciones engañosas u ocultación maliciosa en las liquidaciones de impuestos que no
correspondan a la realidad, son estos los comportamientos que actúan, como elementos
intermedios, entre el hecho imponible y el hecho punible.
El artículo 358 “A” del Código Penal, adicionado por el artículo 2 del Decreto legislativo número
103-96, regula: Defraudación Tributaria, Comete el delito de defraudación tributaria quien,
mediante simulación, ocultación, maniobra, ardid o cualquier otra forma de engaño, induzca a
error, a la Administración Tributaria en la determinación o el pago de la obligación tributaria de
manera que produzca detrimento o menoscabo en la recaudación impositiva.
DE LAS SANCIONES:
El responsable será sancionado con prisión de uno a seis años y multa equivalente al impuesto
omitido.
Si el delito fuere cometido por persona extranjera, luego de imponer las sanciones
correspondientes y del cumplimiento de las mismas, se impondrá además, la pena de expulsión
del territorio nacional.
El artículo 358 “B”. Adicionado por el artículo 4 del Decreto legislativo número 103-96 el cual
regula así: Casos especiales de defraudación tributaria. Incurrirá en las sanciones señaladas en el
artículo anterior:
Quien utilice mercancías, objetos o productos beneficiados por exenciones o franquicias, para
fines distintos en los establecidos en la ley que conceda la exención o franquicia, sin haber
cubierto los impuestos que sería aplicables a las mercancías, objetos o productos beneficiados.
Quien utilice en forma indebida, destruya o adultere sellos, timbres, precintos y otros medios de
control tributario.
Quien destruya, altere u oculte las características de las mercancías u omita la indicación de su
destino o procedencia.
Quien hiciere en todo o en parte una factura o documento falso, que no esta autorizado por la
Administración Tributaria, con el ánimo de afectar la determinación o el pago de los tributos.
Quien lleve doble o múltiple contabilidad para afectar negativamente la determinación o el pago
de tributos.
Quien falsifique las marcas oficiales de operación de las cajas de la Administración Tributaria.
Quien altere o destruya los mecanismos de control fiscal, colocados en máquinas registradoras o
timbradoras, los sellos fiscales y similares. Si este delito fuere cometido por empleados o
representantes legales de una persona jurídica, buscando beneficio para ésta, además de las
sanciones aplicables a los participantes del delito se impondrá a la persona jurídica una multa
equivalente al monto del impuesto omitido. Se produce reincidencia se sancionará a la persona
jurídica con la cancelación definitiva de la patente de comercio.
COMENTARIOS:
Este delito tiene la connotación de fraude, en virtud de que el agente de retención o percepción
del tributo, mantiene en su poder en forma fraudulenta las retenciones y percepciones de los
tributos que por mandato legal debe percibirlos y no los entera a las cajas fiscales dentro del plazo
que la misma ley establece. En esta clase de delitos predomina el elemento intencional, en vista
que el agente tiene el propósito de delinquir cuyo fin persigue causar o hacer posible la
sustracción del tributo.
El artículo 358 “C” del Código Penal, adicionado por el artículo 5 del Decreto Legislativo 103-96,
regula: Comete el delito de apropiación indebida de tributos quien en actuando en calidad de
agente de percepción o retención en beneficio propio, de una empresa o de terceros, no entere a
las cajas fiscales los impuestos percibidos o retenidos después de transcurridos treinta días hábiles
contados a partir de la notificación del requerimiento para enterarlos.
DE LAS SANCIONES:
El responsable será sancionado con prisión de uno a cuatro años y multa equivalente al impuesto
percibido o retenido.
Si el delito fuere cometido por persona extranjera, luego de imponer las sanciones
correspondientes y del cumplimiento de las mismas, se impondrá además, la pena de expulsión
del territorio nacional.
El artículo 358 “D” del Código Penal, adicionado por el artículo 6 del Decreto Legislativo número
103-96, regula: Comete el delito de de resistencia a la acción fiscalizadora de la Administración
Tributaria, quien después de haber sido requerido por la Administración, con intervención de juez
competente, impida las actuaciones y diligencias necesarias para la fiscalización y determinación
de su obligación, se niegue a proporcionar libros, registros u otros documentos contables
necesarios para establecer la base imponible de los tributos o impida el acceso al sistema de
computo en lo relativo al registro de sus operaciones contables.
DE LA SANCION:
El responsable será sancionado con prisión de uno a tres años y multa equivalente al uno por
ciento (1%) de los ingresos brutos del contribuyente, durante el período mensual, trimestral o
anual que revise.
Si este delito fuere cometido por empleado o representantes legales de una persona jurídica,
buscando beneficio para ésta, además de las sanciones aplicables a los participantes del delito, se
impondrá a la persona jurídica una multa equivalente al monto del impuesto omitido.
Si el delito fuere cometido por persona extranjera, luego de imponer las sanciones
correspondientes y del cumplimiento de las mismas, se impondrá además, la pena de expulsión
del territorio nacional.
COMENTARIOS:
Por otro lado, debe considerarse que se presume la inexistencia de materia que fundamente la
imposición de la multa, es decir, para sancionar la omisión de una obligación formal, es
indispensable que exista la cuantía o renta imponible, para que la misma sea utilizada de base para
calcular la misma, por lo que devendría la oportunidad procesal de plantear ACCION DE
INCONSTITUCIONALIDAD EN CASO CONCRETO, en virtud que la sanción que contempla el artículo
93 del Código Tributario, es una multa equivalente al uno por ciento (1%) de los ingresos brutos
obtenidos por el contribuyente durante el último período mensual, trimestral o anual declarado
en el régimen del impuesto a fiscalizar, disposición que colisiona con el artículo 239 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, por que al aplicarse la multa sobre los
ingresos brutos se vuelve una sanción confiscatoria, en vista que le veda el derecho al
contribuyente de deducir o depurar la renta bruta del ejercicio que se trate.
3. Emitir facturas, tiquetes, notas de débito, notas de crédito, recibos u otros documentos
equivalentes, exigidos por las leyes tributarias específicas, que no estén previamente autorizados
por la Administración Tributaria.
El articulo 86 del Código Tributario regula: El cierre temporal de las empresas, establecimientos o
negocios es la sanción que se impone a las personas individuales o jurídicas propietarias de dichas
empresas, establecimientos o negocios, que incurran en la comisión de las infracciones tipificadas
en el artículo 85 de este Código.
Cuando el infractor sea propietario de varias empresas, establecimientos o negocios, pero cometa
la infracción sólo en uno de ellos, la sanción se aplicará únicamente en aquel o aquellos en que
haya cometido la infracción.
DE LAS SANCIONES:
El cierre temporal se aplicará por un plazo mínimo de diez (10) días y por un máximo de veinte (20)
días, continuos. La sanción se duplicará, conforme a lo dispuesto en este artículo, si el infractor
opone resistencia o antes de concluir el plazo de la sanción viola u oculta los dispositivos de
seguridad, o por cualquier medio abre o utiliza el local temporalmente cerrado.
Al comprobar la comisión de una de las infracciones a que se refiere el artículo 85 de este Código,
la Administración Tributaria lo documentará mediante acta o por conducto de su Dirección de
Asuntos Jurídicos, presentará solicitud razonada ante el Juez de Paz del ramo penal competente,
para que imponga la sanción del cierre temporal de la empresa, establecimiento o negocio. El
Juez, bajo pena de responsabilidad, fijará audiencia oral que deberá llevarse a cabo dentro de las
cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la recepción de la solicitud; en la misma audiencia deberá
escuchar a las partes y recibir las pruebas pertinentes. Al finalizar la audiencia, el Juez dictará de
manera inmediata la resolución respectiva, ordenando el cierre temporal conforme a este artículo,
cuando proceda.
El cierre temporal de las empresas, establecimientos o negocios será ejecutado por el Juez que lo
decretó con la intervención de un representante de la administración tributaria, quien impondrá
sellos oficiales con la leyenda CERRADO TEMPORALMENTE POR INFRACCIÓN TRIBUTARIA, los
cuales también deberán ser autorizados por el Juez con el sello del Tribunal y la indicación POR
ORDEN JUDICIAL.
Si el infractor opone resistencia, o antes de concluir el plazo de la sanción viola los marchamos o
precintos, cubre u oculta de la vista del público los sellos oficiales o por cualquier medio abre o
utiliza el local temporalmente cerrado, sin más trámite ni nuevo procedimiento se duplicará la
sanción, sin perjuicio de que la Administración Tributaria presente denuncia por los ilícitos penales
que correspondan, ante las autoridades competentes.
Cuando el lugar cerrado temporalmente fuere a su vez casa de habitación, se permitirá el acceso
de las personas que lo habitan, pero en él no podrán efectuarse operaciones mercantiles o el
desarrollo de la actividad, profesión u oficio del sancionado, por el tiempo que dure la sanción.
El Juez podrá reemplazar la sanción de cierre temporal por una multa equivalente al diez por
ciento (10%) de los ingresos brutos obtenidos por el sancionado, durante el último período
mensual declarado, anterior a la imposición de la sanción, en los casos siguientes: 1. Cuando se
trate de personas individuales o jurídicas propietarias de empresas, establecimientos o negocios,
cuya función sea reconocida por la Constitución Política de la República como de utilidad pública o
que desarrollen un servicio público. 2. Cuando los contribuyentes no posean un establecimiento
en un lugar fijo o bien desarrollen su actividad en forma ambulante. 3. Cuando el negocio,
establecimiento o empresa hubiere dejado de realizar actividades comerciales o profesionales.
Contra lo resuelto por el Juez competente procederá el recurso de apelación.
COMENTARIOS:
Contra lo resuelto por el juez de paz penal, cabe interponer el recurso de apelación, dentro de los
dos días siguientes a la notificación de la resolución que ordena el cierre. El recurso de apelación
debe ser elevado por parte del Juez de Paz Penal a un Juez de Primera Instancia Penal
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, contra lo resuelto por este Juez, se puede interponer
la acción constitucional de Amparo.
En algunos casos en la misma audiencia que la ley le confiere al contribuyente ante el juez de paz
penal, se puede optar por interponer ante este juez menor una acción de inconstitucionalidad en
caso concreto, la audiencia por imperio de ley, se suspende y el juez de paz penal eleva el
expediente que contiene el proceso a un juez de primera instancia del ramo penal, para su
conocimiento y resolución, contra lo resuelto por este juez cabe el recurso de apelación ante la
Corte de Constitucionalidad y como última instancia para evitar el cierre temporal de la empresa o
establecimiento comercial procede la acción constitucional de amparo. Derivado de lo anterior,
estimo que procede tanto la acción de inconstitucionalidad en caso concreto o bien la acción de
amparo, en virtud que este proceso de cierre temporal, se violan ciertas garantías constitucionales
y procesales de la siguiente manera:
A. NORMAS CONSTITUCIONALES: Los artículos 2o., 12, 43, 203, 204, 221, 239, literal e) y 243 de
la Constitución Política de la República, los que se citarán y luego se hará el correspondiente
análisis jurídico, de la siguiente manera:
Artículo 2. Deberes del Estado. “Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la
vida, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.” El deber del Estado,
equivale a estar obligado a garantizar a los habitantes de la República de Guatemala, a través de
los tres organismos del Estado, quienes en lo individual deben de respetar y observar las
disposiciones legales de carácter político, social , administrativo y en otro caso como el Organismo
Judicial aplicar la ley, con verdadera objetividad para que la misma se convierta en una verdadera
administración de justicia, para que a su vez haya algún beneficio para la sociedad guatemalteca.
La justicia es garantizada por el Estado, siempre y cuando se garantice por parte de éste la salud,
educación y trabajo, incluyendo dentro del trabajo cualquier actividad mercantil que genere
trabajo a cierto número de habitantes de la sociedad guatemalteca.
Artículo 12. Derecho de defensa: “La defensa de la persona y sus derechos son inviolable. Nadie
podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en proceso
legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. Ninguna persona puede ser juzgada por
Tribunales Especiales o secretos, ni por procedimientos que no estén preestablecidos legalmente.”
La primera parte del cita precepto constitucional, implica que toda persona tiene derecho a
defenderse y para ello ser oída previo a tomarse una decisión, por la autoridad si se trata de
autoridad administrativa, antes que se emita el acto o resolución que afecte los intereses de la
persona y si se trata de proceso o diligenciamiento judicial, debe escucharse a la persona previo a
emitirse la sentencia que el caso amerite; es del conocimiento de toda persona que la violación a
este precepto produce nulidad absoluta, es decir, que cualquier resolución de autoridad alguna,
sea de carácter administrativo o judicial, se tiene por no nacida al ordenamiento jurídico y no
produce efecto alguno, por no observarse una obligación formal regulada en el artículo 94,
numeral 7 del Código Tributario, el cual literalmente regula: “Omitir la percepción o retención de
tributos, de acuerdo con las normas establecidas en este Código y en las leyes específicas de cada
impuesto. Sanción: multa equivalente al impuesto cuya percepción o retención se omitiere.” De
acuerdo a este precepto legal, se desprende que la Superintendencia de Administración Tributaria
y toda vez esté vigente este precepto, está obligada a determinar la infracción administrativa por
tratarse de una obligación formal del contribuyente y a aplicar sanción administrativa que
corresponde (sanción contenida en el numeral 7, del artículo 94, del Código Tributario) y no
proceder a solicitar a juez jurisdiccional el cierre temporal del establecimiento comercial, por que
tal actitud produce violación al ordenamiento jurídico administrativo tributario, y le veda en lo
absoluto el derecho de defensa y con ello también viola lo regulado en el artículo 146 del Código
Tributario, que para efectos procesales tiene la misma finalidad del artículo 12 de la Constitución
Política de la República de Guatemala. El debido proceso comprende como mínimo el derecho de
petición, garantía de defensa, término de prueba e igualdad ante los actos procesales.
Articulo 43. Libertad de industria, comercio y trabajo: “Se reconoce la libertad de industria, de
comercio y de trabajo, salvo las limitaciones que por motivos sociales o de interés nacional
impongan las leyes.” Del contexto del precepto constitucional citado, se desprende que la libertad
de ejercer el comercio, la industria, solo puede ser restringido por motivos sociales o de interés
social que impongan las leyes, tales limitaciones están establecidos para armonizar el desarrollo
de estas actividades sin afectar a determinados sectores, tal es el caso de las limitaciones
relacionadas con el medio ambiente, el ornato de la ciudad, los derechos de autor, propiedad
industrial, la competencia desleal, etc. La Administración Tributaria es incompetente para limitar
la libertad de ejercer el comercio, a través del cierre temporal del establecimiento comercial.
Artículo 203. Independencia del Organismo Judicial y potestad de juzgar. “La justicia se imparte de
conformidad con la Constitución y las leyes de la República…..” La jurisdicción es la potestad que
la Constitución Política de la República de Guatemala, otorga a los jueces y magistrados para la
aplicación de la Ley. Los jueces y magistrados deben aplicar la ley observando los principios
constitucionales, ante todo el juzgador debe ser intérprete del derecho, no simplemente aplicar
las leyes, debe resolverse conforme lo probado en el proceso.
NORMAS DEL CÓDIGO PENAL: Artículos 1, 35, 107 numeral 4), y 480 numeral 1) del Código Penal.
Artículo 1. De la legalidad. “Nadie podrá ser penado por hechos que estén expresamente
calificados, como delitos o faltas por ley anterior a su perpetuación, ni se impondrán otras penas
que no sean las previamente establecidas en la ley” Además de constituir una ilegalidad de parte
de la Superintendencia de Administración Tributaria, en promover la solicitud de cierre de
temporal de una empresa o establecimiento comercial, cuando se ha cometido una infracción
formal por omisión en la emisión de facturas, sin otorgar audiencia al contribuyente o
responsable, se viola el principio y la garantía constitucional del Debido Proceso, puesto que esta
infracción es calificada por el juez de paz penal, como falta, sin embargo, en el apartado del Código
Penal que regula las faltas, no está regulado ni tipificado la sanción cuando existe una infracción
como la omisión de extender factura por parte del sujeto pasivo de la obligación tributaria, es
decir, que a ninguna persona se le puede juzgar o procesar por una falta e imponerle una sanción
por tal infracción, si la misma no está expresamente regulada en el Código Penal, como
consecuencia de ello es ilegal e inconstitucional que un juez de paz y de primera instancia del
ramo penal, pretendan aplicar una sanción, cuando la misma no está tipificada en el ordenamiento
penal de Guatemala.
El artículo 69 del Código Tributario. Concepto. “Toda acción u omisión que implique violación de
normas tributarias de índole sustancial o formal constituye infracción que sancionará la
Administración Tributaria, en tanto no constituya delito o falta sancionados conforme la
legislación penal.” Si existe una infracción sustancial o formal, será sancionada por la
Administración Tributaria, cuando haya una infracción formal por la omisión de no entregar
factura, en virtud que en el Código Penal, no está tipificada esta omisión como una falta, y
conforme lo regula el artículo 1 del Código Penal, nadie podrá ser sancionado por un delito o falta
que no se encuentre expresamente tipificado en el Código Penal.
El tratadista Carlos Giuliani Fonrouge, citado por el también tratadista Máximo Carvajal Contreras,
refiriéndose a los delitos en materia de aduanas, los clasifica de la siguiente manera:
c) Omisiones y actos culposos. Estos se caracterizan por la culpa o negligencia del sujeto,
generalmente por vía de omisión antes que de acción, señalándose entre otras, las mercaderías
sin manifestar, falsas anotaciones en libros o documentos y falsos informes.
d) Violaciones formales y de prohibiciones. Son aquellas típicamente formales en las cuales la
buena fe y el carácter involuntario de la infracción, unidos a la falta de perjuicio fiscal, permiten
calificarlas. Ejemplificativamente se señalan: las transgresiones sobre franquicias, actos que
impiden o entorpecen la acción de la autoridad aduanera, entre otras.
Laurens acepta la clasificación tripartita de los ilícitos aduaneros señalando que son:
c) Delitos. El contrabando.
En el régimen jurídico mexicano se intenta clasificar los ilícitos aduaneros en: infracciones y
delitos.
A las infracciones las subdividimos en leves y graves. Dentro de las leves: las relacionadas con el
destino de las mercancías, las relacionadas con la obligación de presentar documentación y
declaraciones, las relacionadas con el control, seguridad y manejo de las mercancías de comercio
exterior, las relacionadas con la clave confidencial de identidad, las relacionadas con el uso
indebido de gafetes de identificación, la de circulación indebida dentro del recinto fiscal. Como
infracciones graves señalamos: la relacionada con la importación y exportación, tenencia ilegal de
mercancías y comercio ilícito.
La clasificación precedente tiene su base tanto en la naturaleza del ilícito como en la gravedad del
mismo.
Por su naturaleza, los delitos violan los derechos creados por la sociedad. En cambio las
infracciones contravienen disposiciones de carácter administrativo.
Por su gravedad, los delitos son sancionados con penas privativas de libertad. Por su parte las
infracciones son sanciones de carácter económico y arresto.
En nuestro país por la gravedad de algunos ilícitos aduaneros, nuestra legislación contempla la
posibilidad de que sean sancionados tanto con pena privativa de libertad como una multa, es
decir, que una misma conducta pueda dar lugar a una infracción administrativa y a un delito;
creándose por lo tanto un tipo mixto o ambivalente. En este supuesto normativo se encuentra el
contrabando no obstante que a la infracción se le haya cambiado de nombre.
En Guatemala los delitos en materia de aduanas están regulados en el Decreto 58-90 del Congreso
de la República, modificado por el similar 30-2001 también del Congreso de la República.
https://prezi.com/snlyyj5cad-z/ilicito-tributario/
Amnistía: Magnanimidad del Estado para con aquellos delincuentes a los que costaría demasiado
castigar.
Enajenación: Traspaso del título de propiedad sobre un bien de una persona u organización a otra.
En el Impuesto al Valor Agregado, la enajenación de bienes muebles corporales es uno de los
supuestos de hecho configuradores de este impuesto.
Exención: situación de privilegio o inmunidad de que goza una persona o entidad para no ser
comprendida en una carga u obligación, o para regirse por leyes especiales.
Inhabilitación: pena que priva de ciertos derechos o incapacita para el ejercicio de determinadas
actividades.
Sanción: pena o castigo que se aplica por violar una ley, un reglamento o una disposición.