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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

LÓGICA FORMAL Y LÓGICA MATEMÁTICA

TEXTO -GUÍA

JUAN CARLOS SARMIENTO REYES

SEGUNDO SEMESTRE

FEBRERO DE 2012

53
ÍNDICE

Pág.

PRESENTACIÓN ……………………………………………………………………. 6

I. EL LENGUAJE Y SUS FUNCIONES

1.1. – Origen de las lógicas no-ortodoxas: la paradoja de Russell y la lógica


paraconsistene ………………………………………………………………………… 8

1.2. Explicaciones sobre la lectura “Funciones del lenguaje”………………………… 14

1.2.1. ¿Cómo diferenciar las oraciones enunciativas de las imperativas? …………. 14

1.2.2. Las Funciones del lenguaje: síntesis ……….………...……………………… 17

1.2.3. Acuerdos y desacuerdos …………………………………………………….. 18

1.2.4. Palabras emotivamente neutras ………………………………………………19

1.3. Taller de funciones del lenguaje ………………………………………………….19

II. LÓGICA DE TÉRMINOS

2.1. Introducción ……………………………………………………………………… 24

2.2. El concepto ………………………………………………………………………. 26

2.2.1. Noción ………………………………………………………………………. 26

2.2.2. Expresión del concepto ……………………………………………………… 27

2.2.3. Cualidades esenciales y accidentales ……………………………………….. 29

2.2.4. Propiedades del concepto …………………………………………………… 30

2.2.4.1. Comprensión ………………………………………………………………. 31

2.2.4.2. Extensión ………………………………………………………………….. 33

2.2.4.3. Relación recíproca entre comprensión y extensión ……………………….. 34

2.2.5. Clasificación ………………………………………………………………… 37

2.2.6. Definición ………………………………………………………………….... 39

2.2.6.1. ¿Qué es definir? ………………………………………………………… 39

2.2.6.2. ¿Cuáles son los elementos de una definición? ………………………….. 40

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2.2.6.3. ¿Qué reglas tiene la definición? …………………………………………40

2.2.6.4. ¿Qué tipos de definición existen? ………………………………………. 41

2.2.6.5. Taller de definiciones: instructivo ……………………………………… 42

2.2.6.6. Instructivo para juego de definición de términos (diccionario) ……….... 43

2.2.6.7. Prueba simulacro sobre Concepto ………………………………………45

2.3. El juicio …………………………………………………………………………... 49

2.3.1. Noción y características ……………………………………………………... 49

2.3.2. Estructura o Forma .…………………………………………………………. 52

2.3.3. Clasificación ………………………………………………………………… 52

2.3.3.1. Cantidad ………………………………………………………………….... 52

2.3.3.2. Cualidad …………………………………………………………………… 53

2.3.3.3. Modalidad …………………………………………………………………. 53

2.3.3.4. Relación …………………………………………………………………… 53

2.3.4. Juicios categóricos de forma típica ……………………………………………57

2.3.5. El juicio: prueba simulacro …………………………………………………... 64

2.3.6. La oposición entre las proposiciones ………………………………………… 65

2.3.6.1. Tablas de oposición …………………………………………………….. 66

2.3.6.2. Reglas de oposición …………………………………………………….. 67

2.3.6.3. Vectores o matrices …………………………………………………….. 68

2.3.6.4. Problemas ………………………………………………………………. 70

2.4. Razonamiento ……………………………………………………………………. 71

2.4.1. Inferencias inmediatas ………………………………………………………. 71

2.4.1.1. Por conversión …………………………………………………………….. 71

2.4.1.2. Por obversión ……………………………………………………………… 73

2.4.1.3. Por oposición ……………………………………………………………… 74

2.4.1.4. Por contraposición ………………………………………………………… 75

2.4.2. Inferencias mediatas ………………………………………………………… 75

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2.4.3. La inducción ………………………………………………………………… 75

2.4.4. Analogía …………………………………………………………………….. 76

2.4.5. La deducción ………………………………………………………………… 76

2.4.5.1. El silogismo categórico …………………………………………………… 77

2.4.5.1.1. Las reglas del silogismo categórico …………………………………….. 77

2.4.5.1.2. Memorando ……………………………………………………………… 82

2.4.5.1.3. Las formas válidas ………………………………………………………. 83

2.4.5.2. Demostración de las formas válidas ………………………………………. 84

III. LÓGICA DE LA CIENCIA

3.1. Introducción: una primera aplicación de la lógica formal al análisis de la estructura


de las leyes, las teorías y los modelos científicos …………………………………….. 88

3.2. Los propósitos de las ciencias nomotéticas ……………………………………... 88

3.2.1. Explicar ……………………………………………………………………... 88

3.2.2. Predecir ………………………………………………………………………89

3.2.3. Controlar ……………………………………………………………………. 90

3.3. Los productos de las ciencias nomotéticas ………………………………………. 91

3.3.1. Las leyes …………………………………………………………………….. 91

3.3.1.1. Noción ………………………………………………………………….. 91

3.3.1.2. Hecho …………………………………………………………………... 91

3.3.1.3 Relación: general, positiva, necesaria y constante ……………………… 92

3.3.1.4. Fórmula legaliforme ……………………………………………………. 93

3.3.1.5. La función de la ley …………………………………………………….. 94

3.3.2. Las teorías …………………………………………………………………… 94

3.3.2.1. Noción ………………………………………………………………….. 94

3.3.2.2.Sistema………………………………………………………………………... 95

3.3.2.3. Deducibilidad …………………………………………………………… 97

3.3.2.4. Teorías fenomenológicas y representacionales ………………………… 97

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3.3.3. Los modelos ………………………………………………………………. 98

3.3.3.1. Noción ………………………………………………………………….. 98

3.3.3.2. Características del modelo ……………………………………………... 98

3.3.3.3. Tipos de modelos y sistemas mecánicos ………………………………. 99

3.3.3.4. Funciones del modelo en los sistemas mecánicos y simbolización lógico-


matemática …………………………………………………………………………... 100

3.3.4. Prueba simulacro: leyes, teorías y modelos …………………………….. 102

IV LÓGICA MATEMÁTICA

4.1. Representación de las proposiciones y sus conectores ……………………….. 104

4.2. Tablas de verdad ……………………………………………………………… 106

4.3. Análisis de certeza ……………………………………………………………. 107

4.4. Inferencias tautológicas ………………………………………………………. 109

4.5. Equivalencias tautológicas …………………………………………………… 110

4.6. Simulacro: Inferencias tautológicas ………………………………………….. 110

V ALGUNAS LECTURAS COMPLEMENTARIAS: LÓGICAS ALTERNATIVAS Y


OTROS ASUNTOS

5.1. ¿De dónde surgen las lógicas no-clásicas?: primeras consideraciones ………. 113
5.2. Inconsistencias ¿por qué no? …………………………………………………. 118

5.3. El origen de las inconsistencias ………………………………………………. 118

5.4. Lógica paraconsistente: un tipo de pensamiento alternativo. Primera parte …. 120

5.5. La lógica dialéctica y la lógica de los mitos: un estudio desde la paraconsistencia


………………………………………………………………………………………...124

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PRESENTACIÓN

Este texto ha sido elaborado para estudiantes universitarios que cursan su ciclo de
formación básica en ciencias sociales y que requieren hacer un breve estudio de algunos
temas fundamentales de la lógica formal aristotélica y la lógica matemática.

Se trata de un compendio de lecciones sobre variados temas de la lógica, resultado del


trabajo profesoral, durante diez (10) años, con estudiantes de todos los programas de la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Externado de Colombia y de la
experiencia durante veinte (20) años en la enseñanza de materias como la
epistemología, la historia de la ciencia, la filosofía de la ciencia, la lógica de la ciencia y
la teoría de la argumentación.

Este manual está elaborado de tal manera que el aprendiz pueda acompañar sus lecturas
básicas con explicaciones y lecturas complementarias, guías de trabajo, talleres, pruebas
o simulacros y una gran variedad de ejercicios para aplicar el saber adquirido. Cuenta
además con estrategias novedosas para facilitar la comprensión de aquellos temas que
regularmente tienen mayor dificultad para quien hasta ahora se inicia en las lides de la
disciplina.

En el primer capítulo se introduce a la lógica formal a través del análisis lógico del
lenguaje y sus funciones. En el segundo, se desarrollan algunos apartes de la lógica de
términos, de las teorías del concepto, el juicio y el razonamiento. En el tercero se revisa,
desde la lógica de la ciencia, la estructura de las leyes, las teorías y los modelos
científicos, como productos de las ciencias nomotéticas. En este mismo capítulo se
sugiere al estudiante una aplicación de las destrezas adquiridas al análisis y la reflexión
sobre algunos problemas lógicos en las ciencias. En el capítulo final, por medio de
breves artículos, se le muestran algunas directrices para que sepa de la existencia e
importancia de otras lógicas diferentes a las ortodoxas.

Con este material didáctico se pretende también mantener atento al estudiante sobre la
presencia de la lógica en su particular disciplina de estudio. Para cumplir con este
propósito, se proponen múltiples ejemplos y ejercicios en los que se utilizan (o el
estudiante debe usar) términos, proposiciones y razonamientos propios de la psicología,
la sociología, la antropología, el trabajo social, la filosofía, la geografía, la historia y la
arqueología. Algunos de ellos se extraen directamente de textos especializados en cada

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disciplina. Esto permite que el aprendizaje del estudiante le sea más significativo y, por
ende, más útil.

EL AUTOR

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I. EL LENGUAJE Y SUS FUNCIONES
1.1. Origen de las lógicas no-ortodoxas:
La paradoja de Russell y la lógica paraconsistente1

El matemático y filósofo británico Bertrand Russell (1872-1970) ha sido uno de los


escritores más prolíficos de toda la historia del pensamiento filosófico y científico en
occidente. Según lo confiesa en su autobiografía (1967-1969), nunca llegó a realizar
sus recurrentes ideas suicidas, como estudiante en el Trinity Collage de Cambridge,
porque quería aprender más matemáticas. Preocupado en su época justamente por darle
una fundamentación lógica definitiva a toda la matemática, se encuentra con la famosa
paradoja que lleva su nombre y que resulta perfectamente equiparable a aquella
paradoja semántica del mentiroso cretense: “los cretenses siempre mentimos” que nos
deja en la encrucijada de si podemos acaso creerle al mentiroso semejante afirmación.

Nótese que al decir, por ejemplo, “Los colombianos siempre mentimos”, y preguntarles
luego: “¿me creen?”, no sólo resulta problemático que me contesten con un “sí”, sino
igualmente problemático, de mi parte, creerles su respuesta en calidad de compatriotas.
Para poder seguir avanzando en la comprensión del origen de las lógicas no-ortodoxas,
y sin pretender ser ambicioso en estas breves líneas, ofreceré un primer nivel de
comprensión sobre la paradoja de Russell, que para muchos sigue siendo una de las
principales contradicciones que habría dado origen, en su momento, a la aparición de
lógicas alternativas.

Con tal propósito, vamos a hacer uso particular de nuestra imaginación. Suponga usted
que es un bibliotecario a quien se le encarga la tarea de hacer un catálogo de todos los
textos existentes en la biblioteca de la Institución en la que trabaja. Una vez terminada
su labor es llamado a la oficina de dirección y se le pregunta si ha incluido dentro el
catálogo elaborado ese mismo catálogo. Aunque Usted desea corregir su omisión, en
realidad es muy tarde para hacerlo, puesto que la edición ya está en su curso final. Se le
pide entonces reportar en una lista nueva aquellos textos que no fueron incluidos en el
primer catálogo.
1
Una primera versión de estos artículos fue publicada en boletín Carta de Psicología de la Facultad de
Psicología de la Universidad Católica de Colombia:
Sarmiento, J. (2006) Origen de las lógicas no clásicas: un avance hacia la paradoja de Russell. Año
XVI. Números 28. Bogotá: Universidad Católica de Colombia.
Sarmiento, J. (2006) Origen de las lógicas no clásicas: La paradoja de Russelll y el origen de la lógica
paraconsistente. Año XVI. Números 29. Bogotá: Universidad Católica de Colombia.

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Suponga ahora que esta misma situación ha ocurrido durante los últimos veinte años en
todas las demás bibliotecas del país, de manera tal que siempre los bibliotecarios
responsables de la elaboración del catálogo de textos han excluido como parte del
mismo al propio catálogo. ¿Si fuera usted ahora el encargado de elaborar a nivel
nacional un nuevo catálogo con el nombre de todos los catálogos que nunca se han
incluido a sí mismos, incluiría para la ocasión el último catálogo que está elaborando?

Como el catálogo que usted está haciendo no se incluye a sí mismo lo más ‘lógico’ sería
que empezara por incluirlo, con el inconveniente de que al hacerlo ya no sería ese
catálogo parte de los catálogos que no se incluyen a sí mismos, luego debería ahora
excluirlo. Más, al excluirlo aquel catálogo volvería a formar parte de aquellos que no se
incluyen a sí mismo y entonces debería anotarlo de nuevo… y así sucesivamente.

La ‘sin-salida’ anterior significa justamente que estamos frente a una paradoja, la


paradoja del catálogo. A un observador desprevenido, no obstante, podría parecerle
que estamos solo frente a uno de esos ‘juegos de palabras’ con los que se fabrican
acertijos, adivinanzas o trabalenguas para distraer a aquellos que tiene un poco más de
tiempo. Sin embargo, sería extraño, en consecuencia, que grandes matemáticos como
Frege, Whitehead, Cantor, Gödel o Russell (entre muchos otros filósofos, matemáticos
y filólogos) hubieran prestado tanta atención a este tipo de problemas lógicos y a sus
repercusiones en el avance del conocimiento humano, en lugar de haberlos considerado
curiosos pasatiempos. Es importante, para evitar banales interpretaciones, precisar
enseguida el significado del término paradoja.

Etimológicamente el vocablo paradoja proviene de la expresión griega παράδοξα que


significa ‘contrario a la opinión’; es decir, opuesto a aquello que normalmente se dice o
se sabe. De ahí que para Cicerón las paradojas fueran siempre ‘cosas que maravillan’.
Una paradoja puede, entonces, entenderse como una proposición que está en
contradicción con la opinión que se ha heredado y que por ello mismo puede
sorprender. Por ejemplo, cuando Sócrates afirma que nadie hace mal a sabiendas, se está
contraponiendo a la idea popular de que la gente a veces hace el mal sabiendo
perfectamente lo que hace.

Sin embargo, el asunto no es tan simple. En realidad, suele entenderse al menos de tres
distintas maneras el uso de este término. Aparte de utilizarse para nombrar a una
proposición opuesta a la opinión común, se entiende por paradoja un conflicto en

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cuanto a los criterios taxonómicos utilizados para la agrupación de elementos. Es el
caso del fenómeno de la luz toda vez que se le ha intentó clasificar dentro del grupo de
fenómenos ondulatorios y, al mismo tiempo, dentro del grupo de los conglomerados
corpusculares. Un tercer uso consiste, en cambio, en usar el término paradoja para
referirse a una antinomia, es decir, a una contradicción entre principios racionales, de tal
manera que entre dos argumentos aceptables sobre lo mismo haya inconsistencia
absoluta. Este es el caso de nuestra paradoja del catálogo y, por ende, el de la
paradoja de Russell.2

La comprensión de la paradoja de Russell amerita al menos una previa aclaración más.


Cuando alguien intenta fundamentar un conocimiento y expone sus argumentos más
contundentes para lograrlo, pueden surgir por parte del auditorio interrogantes
múltiples. Cuando el espectador pregunta al sujeto de la argumentación acerca de
aquello que quiere fundamentar, puede tener al menos dos razones para empezar a dudar
profundamente de la fiabilidad de las afirmaciones que hasta el momento haya
escuchado: la primera, si el orador no contesta sus preguntas, pese a ser estas claras y
pertinentes al asunto; la segunda, si el orador al responderle contradice los argumentos
que venía exponiéndole anteriormente. En el primer caso, deja al escucha en la
incertidumbre, y, en el segundo, se hunde en la consistencia o contradicción… ¿y qué
tal si ocurren ambas cosas? Pues bien, ambas cosas ocurrieron a Russell cuando
interpeló la teoría de conjuntos que se venía desarrollando en su época y con la que se
intentaba fundamentar todo el saber matemático.

Empecemos recuperando la última idea desarrollada en el artículo anterior. Decíamos


que hay dos razones principales para sospechar de cualquier presunta fundamentación: o
que la interpelación pertinente a algunos de sus argumentos nos conduzca a la
incertidumbre, o bien, que nos conduzca a la contradicción. Ambas cosas ocurrieron a
Russell (1872-1970) en pleno siglo XX cuando interrogó a fondo la teoría de conjuntos
con la que se pretendía fundamentar lógicamente toda la matemática. A este problema
se le conoce con el nombre de paradoja de Russell. Ya habíamos hecho un primer
acercamiento para comprender esta contradicción a través de otra similar a la que dimos
arbitrariamente el nombre de paradoja del catálogo. Ahora haremos directamente una
reconstrucción conceptual de la paradoja de Russell3.
2
Honderich, Ted (Editor), Enciclopedia Oxford de Filosofía, Madrid, Tecnos, 2001. p. 218.
3
A quien no esté familiarizado con este tipo de abstracciones se le recomienda leer primero la paradoja
del catálogo que aparece en el artículo de la página anterior.

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Entendemos por conjunto la posible agrupación de elementos que comparten alguna
característica en común. En palabras de George Cantor 4: “(un conjunto es…) una
colección en un todo de determinados y distintos objetos de nuestra percepción o
nuestro pensamiento, llamados los elementos del conjunto”5.

Puedo formar consecuentemente el ‘conjunto de todos los libros’ (I), el ‘conjunto de


todos los árboles’ (II), el ‘conjunto de todos los conjuntos’ (III), el ‘conjunto de todos
los conjuntos que contengan dentro de sí más de un elemento’ (IV); y así
sucesivamente. (I) y (II) ejemplifican una clase de conjuntos que llamaremos ‘A’ y que
se caracterizan por ser conjuntos que no se contienen a sí mismos. En efecto, el
‘conjunto de todos los libros’, por ejemplo, no se contiene a sí mismo porque no cumple
la condición para ser un elemento del propio conjunto (ser libro). En otras palabras,
como el ‘conjunto de todos libros’ no es un libro más, no puede incluirse a sí mismo; es
decir, no se pertenece. De manera equivalente ocurre con ‘el conjunto de todos los
árboles’; es un conjunto que no se contiene a sí mismo, luego es también un conjunto de
la clase ‘A’.

En cambio (III) y (IV) ejemplifican una clase de conjuntos que llamaremos ‘B’ y que se
caracterizan por ser conjuntos que sí se contienen a sí mismos. En efecto, el ‘conjunto
de todos los conjuntos’ se contiene a sí mismo en cuanto que cumple la única condición
requerida para ser un elemento del propio conjunto; es decir, ser un conjunto más. Lo
mismo ocurre con el ‘conjunto de todos los conjuntos que contienen más de un
elemento’, es también un conjunto que cumple las condiciones para formar parte de sí
mismo, pues, además de ser conjunto, contiene también más de un elemento.

Supongamos que decidimos ahora agrupar todos los conjuntos que sí se pertenecen
(Clase ‘B’) en un nuevo gran conjunto ‘S’ y todos los que no se pertenecen (Clase ‘A’)
en otro gran conjunto ‘T’, y que preguntamos enseguida sobre cada uno de estos dos
conjuntos si acaso se pertenecen a sí mismos.

Grafique en este espacio los conjuntos ‘S’ y ‘T’:

4
Matemático alemán (1845-1918) que propuso por primera vez la teoría de conjuntos entre los años 1874
y 1897.
5
George Boole (1815-1864) ya había hecho los primeros intentos por avanzar en esta teoría en su texto
Investigations of the Laws of Thought.

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Para una mejor comprensión, abordemos primero el segundo conjunto. La condición
para que el conjunto ‘S’ se pertenezca es doble; se necesita: 1. que cada uno de sus
elementos sea un conjunto y 2. que cada uno de sus elementos sea un conjunto de la
clase ‘B’; es decir que se pertenezca (que es justamente lo que estamos tratando de
averiguar). En efecto, el anterior planteamiento nos lleva a una ‘sin-salida’, a un
clarísimo ‘círculo vicioso’, pues, para saber si el conjunto ‘S’ se pertenece, necesitamos
saber antes si se pertenece 6. Formulemos entonces dos hipótesis opuestas para tratar de
salir de esta incertidumbre. La primera hipótesis (1) es que el conjunto ‘S’ sí se
pertenece; pero… ¿acaso eso es posible? o ¿habría razones para rechazar tal hipótesis?
No, no hay razones para hacerlo; puede decirse sin inconsistencia alguna que ‘S’ se
pertenece. La segunda hipótesis (2) es que ‘S’ no se pertenece; y, si así fuera, el
problema está en que tampoco habría allí asomo de inconsistencia.

Es claro, entonces, que cualquiera de las dos hipótesis podría ser verdadera, lo que
quiere decir que no se ha dado solución al problema y que, por lo mismo, hemos llegado
sólo a un estado de incertidumbre indefinido (antinomia). La otra posibilidad es que se
acepte simultáneamente a ambas hipótesis como verdaderas; lo que implica aceptar la
existencia de una genuina contradicción sin más consecuencias; es decir, sin posibilidad
alguna de rechazarla por inconsistente para dar solución al problema planteado.

Revisemos qué ocurre si seguimos este mismo procedimiento en el caso del conjunto
‘T’. ¿Se pertenece ‘T’ a sí mismo? Por ser el ‘conjunto de todos los conjuntos que no se
pertenecen’ necesitaría cumplir dos condiciones para pertenecerse: 1. ser un conjunto y
2. ser un conjunto de los que no se pertenecen (que es justamente lo que estamos
tratando de averiguar). Formulemos de nuevo las únicas hipótesis posibles. La primera
(1) es que ‘T’ sí se pertenece; y la segunda (2), que ‘T’ no se pertenece. Si fuera cierta
la primera, ‘T’ no debería estar en el conjunto debido a que en éste sólo se encuentran
los conjuntos que no se pertenecen, luego ‘T’ no se pertenecería; pero, si por eso
excluyéramos a ‘T’ de sí mismo (2), deberíamos ahora incluirlo dentro del conjunto en
el que se encuentran justamente todos los conjuntos que no se pertenecen, luego ‘T’ se
pertenecería a sí mismo7. En conclusión (TT)  (TT), que se lee: ’T’ pertenece a
‘T’ sí y solo si ‘T’ no pertenece a ‘T’; o bien, (TT)  (TT), que se lee: ‘T’ se
pertenece y (al mismo tiempo)‘T’ no se pertenece.
6
Imagine ahora a alguien tratando de llamarlo a su teléfono para averiguar cuál es el número.
7
Imagine esta vez a un profesor colocando como condición para que usted pueda estar dentro del salón de
clase que permanezca afuera.

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Estamos, entonces, frente a una inevitable contradicción, es esta la famosa paradoja de
Russell. Si tales interpelaciones de Russell a la teoría de conjuntos conducen nuestro
pensamiento a la incertidumbre y luego a la contradicción, como bien acaba de
mostrarse, tenemos razones suficientes para desconfiar de la fundamentación lógica de
la matemática pretendida por Cantor y otros.

En efecto, esta y otras paradojas semejantes causaron una verdadera crisis entre los
matemáticos de la época. Russell decidió entonces asumir que el supuesto problema se
resolvería colocándole ciertas restricciones al lenguaje, utilizado por la teoría, para
referirse a los conjuntos. Esta idea tuvo gran acogida en muchos medios. En adelante no
debía preguntarse si un conjunto se pertenece a sí mismo, sino sólo si pertenece a otro
de jerarquía superior8. De esta manera, es posible afirmar que el ‘conjunto de todas las
manzanas’ pertenece al ‘conjunto de las frutas’, y que el ‘conjunto de las frutas’
pertenece al ‘conjunto de los alimentos’; y así sucesivamente, sin que se intente aseverar
jamás que alguno de estos conjuntos se pertenece o no a sí mismo.

A diferencia de Russell, muy pocos matemáticos aceptaron que se tratara de una


auténtica e insoluble paradoja, a partir de la cual debíamos concluir que: 1. existen
contradicciones lógicas insalvables en las matemáticas, 2. las hipótesis uno (1) y dos
(2), aunque se nieguen entre sí, pueden ser al mismo tiempo verdaderas, o 3. entre la
falsedad y la verdad hay siempre posibilidad de algún valor intermedio. En otras
palabras, que el principio lógico del tercer excluido o tertium non datur9 no se cumple
para todos los casos y que, por ende, debemos aceptar la presencia de verdades
contradictorias no triviales.

Esta última idea es el origen y la tesis central de la lógica paraconsistente que


desestabilizaría a la lógica clásica en sus principios y de la cual se hablará luego en otro
artículo.

1.2. EXPLICACIONES SOBRE LA LECTURA:

8
La ‘Teoría de los tipos’ fue propuesta por Russell y Whitehead en su obra Principia Mathematica
(1910) con el fin de evitar las paradojas que se derivan de la teoría de clases o teoría de conjuntos, aquí ya
expuesta. Lo que hizo Russell fue proponer que se jerarquizaran los conjuntos por niveles, de tal manera
que ya no se pudiera preguntar si un conjunto se pertenece así mismo, sino solamente si ese conjunto
pertenece a otro de mayor jerarquía. El problema de mezclar, por ejemplo, objetos abstractos (conjuntos,
conjuntos de más de un elemento) con objetos concretos o tangibles (árboles, cuadernos o mesas) habría
aparentemente desaparecido.
9
Este principio afirma que no existe una tercera posibilidad entre ‘ser’ y ‘no-ser’. ‘Se es’ o ‘no se es’ y
no hay posibilidad intermedia alguna.

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“LOS USOS DEL LENGUAJE”10

Según lo afirman estudios lógicos del lenguaje como el de Irving Copi (en Padilla,
1992), existen tres funciones básicas del lenguaje: la informativa, la expresiva y la
directiva. Lo primero que debemos hacer ahora es diferenciar la forma de la función del
lenguaje. La forma se refiere siempre a la estructura gramatical que tienen las oraciones
cuando hablamos o escribimos. Nuestras oraciones pueden ser según su forma: a)
enunciativas (declarativas), b) exclamativas, c) imperativas o d) interrogativas.
Diferenciamos las interrogativas y las exclamativas por los signos o la entonación que
las acompañan; diferenciar las imperativas de las enunciativas requiere, en cambio, de
mayor cuidado.

1.2.1. ¿Cómo diferenciar las oraciones enunciativas de las imperativas?

Una oración no es imperativa porque el hecho de que se utilice para dar una orden

(aunque exprese una orden), sino porque su verbo principal está conjugado en modo

Imperativo. Recordemos que el modo Imperativo se caracteriza porque primero se

encuentra en la oración el verbo conjugado y luego el pronombre personal (que no

siempre es necesario). Por ejemplo, en la oración: cante usted, está primero el verbo

conjugado y luego el pronombre (que además podría omitirse sin problema: cante). La

otra característica de las oraciones imperativas consiste en que el verbo expresa una

orden siempre de manera directa. Además, la oración imperativa tiene una curiosa

particularidad, no se puede conjugar en primera persona singular (‘yo’) como tampoco

en tercera persona singular ni plural (‘él’, ‘ellos’). Lo anterior quiere decir que nunca es

posible darse una orden directa a sí mismo. A manera de ejemplo, intente ahora darse la

orden directa de cantar o barrer, y encontrará que no existe forma alguna que sea

gramaticalmente correcta. Si alguien dice: que yo cante no está conjugando en un modo

imperativo el verbo, sino en un modo subjuntivo, que es el que se utiliza para expresar

deseos, pero no órdenes.

10
Copi, I. (1969). Introducción a la Lógica. Buenos Aires, Argentina: Eudeba, pp. 34-58 (Cap. II).

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No debemos confundir, por tanto, el modo Indicativo, que también sirve en ocasiones

para expresar indirectamente una orden, con el modo Imperativo. Por ejemplo, si yo

digo a un compañero con quien debo presentar el taller de lógica: Nos vemos mañana

en la biblioteca a las 5:00 p.m., estoy utilizando la frase para ordenarle que vaya a esa

hora, lo cual no significa que sea una oración Imperativa. Para darle una orden directa al

compañero tendría que haberle dicho: Vaya a las 5:00 p.m. a la biblioteca. En

consecuencia, no debemos confundir la forma Imperativa con la función directiva. Una

oración tiene forma Imperativa si su verbo está conjugado de ese modo, pero sólo tiene

función directiva si, por el contexto, la intención de quien la profiere es que se ejecute

una acción, que se cumpla una orden (no importa, por cierto, si no se cumple).

En términos generales, no es lo mismo forma que función. La forma, como se ha venido

notando, es la estructura gramatical de la oración que la podemos saber por la manera

como se escriba o pronuncie ésta, mientras que la función corresponde a la intención del

sujeto que dice la oración y que sólo podemos descifrarla mirando el contexto en el que

diga o escriba ésta. Vamos a dar ejemplo más. Si voy caminando apresurado hacia la

Universidad porque tengo clase enseguida, y le pregunto a otro transeúnte que pasa por

allí: ¿qué horas tiene?, es claro que la forma de la oración es Interrogativa, pero su

función, directiva. Yo sé que es Interrogativa por los signos o la entonación, pero sé

que es directiva por la intención que descifro (yo pregunto para que me den una

respuesta; es decir que estoy pidiendo que la otra persona haga algo, que me diga la

hora).

Demos un ejemplo más. Un niño en primaria le pide a su profesor durante la clase que

le dé un ejemplo de lo que es una oración Interrogativa, y el profesor le contesta: ¿qué

horas tienes? Como pueden darse cuenta, la oración es la misma que la del ejemplo

anterior, es decir que su forma no cambió, sigue siendo Interrogativa; pero su función

53
(intención) sí cambió, pues ahora con la oración no se pretende pedir la hora, sino sólo

informarle al estudiante cuál podría ser un ejemplo de una oración Interrogativa. La

intención del profesor no es ‘dar una orden’, sino informar. La función es, entonces, en

este caso Informativa. Podrán ir notando cada vez más la diferencia entre la forma y la

función.

Según lo que hemos visto, yo no puedo decir que toda oración de forma Interrogativa,

por ejemplo, tenga función directiva, o que toda oración Imperativa tenga una función

directiva; pues la función depende siempre del contexto que me permite descifrar la

intención del sujeto que pronuncia la frase. Demos ahora un ejemplo del caso que se

acaba de mencionar. Si bromeando yo le digo a un compañero que llegó hoy tarde a la

cita lárguese inmediatamente de aquí, la forma del verbo es Imperativa, pues expresa

directamente una orden, pero la intención realmente no es ordenarle a mi amigo que se

vaya, sino hacerlo reír, rabiar; etc. Como no se pretende que haga algo (que se vaya)

sino que sienta algo (porque le agracien mis palabras), la función no es directiva sino

expresiva.

1.2.2. Las funciones del lenguaje: síntesis

Hay tres funciones principales del lenguaje: la informativa, la expresiva y la directiva.

La primera pretende que el otro sepa algo que no sabía o piense algo que no había

pensado; la función expresiva, que sienta algo; y la función directiva que haga algo.

Estas tres funciones se pueden mezclar de diversas maneras. Por ejemplo, la función

expresiva y la función directiva forman la llamada función ceremonial. Esto quiere

decir que en una misma oración podemos encontrar una forma y dos o más funciones.

Ejemplo: voy por la calle y encuentro en un almacén una propaganda que dice: Aquí

siempre, todo, es más barato. Tenemos en este caso una sola oración, que es

53
enunciativa (lo sabemos porque se afirma algo que puede ser falso o verdadero), y cuya

función es doble, informativa y directiva. Está informando que en ese almacén los

precios son bajos y está al mismo tiempo dando la orden indirecta de que se compre allí

y no en otra parte.

Con base en la anterior información, vamos a hacer algunos ejercicios que aparecen en

la guía (ver Primera Parte del Taller), de tal manera que se logre diferenciar claramente

la forma de la oración de su función lingüística. Es indispensable que se construya todo

ejemplo mencionando primero el contexto o situación en la que se profiere la oración y,

luego sí, entrecomillada la oración. Nótese que es así como se ha hecho en cada uno de

los ejemplos del texto.

1.2.3. Acuerdos y desacuerdos

Según Irving Copi (Padilla, 1992), dos o más personas pueden estar de acuerdo en la
información que tienen acerca de los hechos (creencias) o en la valoración frente a esos
hechos (actitud). De ahí resulta que con otra persona podemos estar de acuerdo en la
información y la valoración; estar en desacuerdo en ambas; estar de acuerdo en la
información, pero no en la valoración; o estar de acuerdo en la valoración, pero no en la
información. Son estas las cuatro posibilidades.

Ahora bien, estar de acuerdo (o no) en la información quiere decir que lo que pensamos
o decimos acerca de los hechos es falso o verdadero; mientras que estar de acuerdo (o
no) en la valoración quiere decir que lo que expresamos sobre esos hechos o la actitud
que tenemos frente a los mismos es ‘positiva’ o ‘negativa’. Por ejemplo, si yo digo que
el presidente Santos debería seguir siendo el gobernante de los colombianos y otro dice
que el presidente Santos no debería seguir un día más en ese cargo político, estamos de
acuerdo en la información de los hechos, es decir, ambos tenemos la información de que
el actual presidente de los colombianos es Santos; pero la valoración de que lo sea es
‘positiva’ en mi caso y ‘negativa’ en el de la otra persona. En conclusión, estaríamos de
acuerdo en la información, pero en desacuerdo en la valoración.

53
Vamos a hacer el ejercicio sugerido por Copi sobre acuerdos y desacuerdos (Padilla, p.
57). A manera de ilustración, veamos cómo se respondería al primer ejercicio:

-El nuevo vestido de la señora Smith es de un rojo vivo.


-El nuevo vestido de la señora Smith es de un rojo chillón.
Respuesta: hay acuerdo en la información, pero desacuerdo en la valoración.

Para que quede más claro el caso anterior, vamos a explicar brevemente por qué esa es
la respuesta correcta al ejercicio. Las dos personas que hablaron sobre el vestido de la
señora Smith estuvieron de acuerdo en todos los hechos: hay un vestido, que es nuevo,
que es de color rojo y que pertenece a la señora Smith. Pero no estuvieron de acuerdo en
la valoración que hicieron de los hechos, pues una dice que es bello y la otra deja
entender que le parece feo; una persona valoró positivamente y la otra negativamente el
color del vestido. Se trata de desarrollar entonces los ejercicios que se indican en la guía
correspondiente a este tema.

Es importante recordar que cuando estamos en desacuerdo en la información con el otro


resulta obvio que el lenguaje más apropiado para ponernos de acuerdo será el
informativo, acudiendo, entonces, previamente a las fuentes de la nueva información
requerida. Pero si nuestro desacuerdo se da en la valoración de los hechos, el lenguaje
propicio será más bien el expresivo. En ocasiones resulta necesario utilizar ambas
funciones del lenguaje, la informática y la expresiva, porque el desacuerdo es total.11

1.2.4. Palabras emotivamente neutras

La función del lenguaje que prima en las ciencias (tal vez más las ‘duras’), en general,
es informar, aunque en ocasiones pueda este cumplir también una función directiva (por
ejemplo, cuando se nos dice metodológicamente qué debemos hacer o de qué manera).
Para ser informativa, tales ciencias buscan hacer uso de términos que no tengan mayor
carga afectiva. Claro está que Copi nos sugiere que la ciencia busca absoluta neutralidad
en sus términos, pero en realidad este es sólo un propósito, pues toda palabra en uso
tiene alguna carga afectiva, sólo que quizás algunas podrían tener mayor carga afectiva
que otras.

11
En el texto de Copi (Padilla, 1992) no aparece un contexto para cada ejercicio, pues se supone
sobreentendido, no obstante, se presta por lo mismo a variadas interpretaciones.

53
Por ejemplo; al escuchar la expresión metal noble, no pensaremos que se trata de un
metal ‘buena gente’, pero sí, a lo mejor, que se trata de un metal más flexible o
maleable con respecto a otros. Podría querer ser, no obstante, otro el sentido. Por eso,
sería ‘preferible’ hablar de un metal tipo A o darle algún otro nombre un tanto más
‘neutral’ para identificarlo. Decir suma parecería no tener carga emotiva, pero, según
parece, alguna carga tiene para el que le degusta la matemática y otra muy distinta para
quien la padece. No obstante, el hecho es que tiene tal vez menos carga que muchos
otros términos como, por ejemplo: amistad, amor, afecto. Las ciencias, entonces,
procurarían hacer el uso de términos que no tengan una ‘fuerte’ carga emotiva.

Vamos a hacer unos ejercicios finales para que nos quede clara la importancia que
puede tener el uso del lenguaje emotivo y cuando es pertinente ‘neutralizarlo’. Ese es el
propósito de la tercera parte del taller.

1. 3. TALLER: ‘FUNCIONES DEL LENGUAJE’


-Advertencias-

El taller será evaluado a partir de dos criterios fundamentales:

1. Que las instrucciones que contiene hayan sido seguidas rigurosamente.


2. Que se haya desarrollado en forma completa cada una de las tres partes del
taller.
Lo anterior significa que no se evaluará cuantitativamente los errores que usted pueda
cometer en cada ejercicio, a menos que no haya seguido debidamente las instrucciones.
Si hay errores, se corregirán en la retroalimentación que el profesor haga del taller.

II. Instrucciones generales12

PRIMERA PARTE

(Funciones del lenguaje)

Usted encontró en la lectura que no es lo mismo la forma de una oración (estructura


gramatical: enunciativa, exclamativa, interrogativa o imperativa) que su función
12
El taller debe ser enviado a logicaexternado@gmail.com en la fecha que aparece en la programación de
la asignatura para el semestre en curso o en la acordada previamente con el profesor. El taller debe
realizarse en grupos entre 4 y 5 personas. Debe estar marcado con el nombre de todos los estudiantes del
grupo al inicio de la primera hoja. En la casilla ‘asunto’ del correo, colocar “Taller-funciones” seguido
del nombre de quien lo envía.

53
(intención con la que se dice y que depende del contexto: expresiva, informativa,
directiva, ceremonial; etc.)

El ejercicio consiste en diferenciar claramente forma de función. Tenga presente que,


según la lectura, una oración puede cambiar de función o de funciones, si cambia el
contexto en el que se dice la oración. Por ejemplo: yo puedo decir ¿qué horas son? Y
no sabríamos que función tiene esa oración, si no conocemos en qué contexto se
expresó. Voy a mostrar tres ejemplos con la misma oración que dijimos, pero
cambiando su contexto. Con ello pretendo demostrar lo señalado anteriormente; es
decir, que si cambia el contexto, la función puede cambiar. Nótese que primero se
escribe el contexto, luego, después de dos puntos (:), la oración simple entrecomillada.

Caso 1:

Voy por la calle afanado por llegar a mi sitio de trabajo, no tengo reloj y le pregunto a
un transeúnte: “¿qué horas son?”

Caso 2:

Me encuentro recibiendo clase de gramática y le pido al profesor que me de un ejemplo


de una oración interrogativa, a lo cual él me contesta: “¿qué horas son?”

Caso 3

Sólo por jugarle una broma a un amigo, a quien no le gusta que le estén preguntando la
hora cuando está leyendo en la biblioteca muy concentrado, le digo: “¿qué horas son?

Nótese que aunque en todos los casos la forma es interrogativa, la función es directiva,
en el primer caso; informativa, en el segundo; y expresiva, en el tercero. Ello ocurre
porque la intención no es la misma. En el primer caso pedí que el otro hiciera algo…
(Orden), en el segundo caso sólo le brindé una información al estudiante, y en el tercer
caso deseaba tan solo despertar risa o molestia en mi amigo. Haya logrado o no mi
propósito, lo que hace que una oración sea informativa, directiva o expresiva es la
intención que se tenga dentro del contexto en el que se dice.

53
Ejercicios: Tomando en cuenta las anteriores explicaciones y aclaraciones, construya
una oración que sea:

a. Enunciativa-Informativa
b. Enunciativa-Directiva
c. Interrogativa-Informativa
d. Interrogativa-Directiva
e. Exclamativa-Directiva
f. Exclamativa-Expresiva
g. Imperativa-Directiva
h. Imperativa-informativa
i. Informativa y directiva (Forma libre)
j. Informativa y expresiva (Forma libre)
k. Directiva y expresiva –ceremonial- (Forma libre)
l. Informativa, expresiva y directiva (Forma libre)
Nota: Cada una de las 12 oraciones anteriores debe ser diferente y estar acompañada de
su propio contexto. Escriba entonces brevemente el contexto y luego la frase. La idea
del ejercicio es que usted demuestre estar diferenciando debidamente las formas de las
funciones lingüísticas.

SEGUNDA PARTE

(Acuerdos y desacuerdos)

Contestar el ejercicio propuesto por Copi sobre acuerdos y desacuerdos en “Funciones


del lenguaje” (Padilla, 1992). No es necesario volver a anotar los enunciados (frases),
simplemente decir en cada par de oraciones si hay acuerdo o desacuerdo en la
información y si hay acuerdo o desacuerdo en la valoración de los hechos. Omitir los
ejercicios número 8, 9,10 y 15 por no ser muy claros para nuestro contexto.
El ejercicio nos ayudará a diferenciar en la práctica los tipos de acuerdo y desacuerdo
que existen, según el estudio hecho por lógicos del lenguaje.

TERCERA PARTE

(El lenguaje emotivamente neutro)

53
Para contrastar el tipo de lenguajes que se usan normalmente en algunos contextos y la
respectiva carga emotiva que acompaña a algunas de sus palabras, vamos a mostrar los
lenguajes normales y el resultado de sus posibles alteraciones indebidas. Para lograr lo
anterior, vamos a elaborar:

a. Una noticia. Anotamos una breve noticia de periódico o de la radio o T. V. (que


no pase de cuatro renglones) y le hacemos luego una segunda versión, pero
utilizando un lenguaje muy expresivo (p. ejemplo: en lugar de decir… “Falleció
ayer el presidente de la Firma Cannon Ltda., Dr. Gustavo Gutiérrez, como
víctima de un asalto a mano armada en la zona central de chapinero”, decir
“desgraciadamente nos abandonó para siempre el querido presidente de la
prestigiosa Firma Cannon Ltda., Dr. Gustavo Gutiérrez, víctima de las fechorías
de asaltantes inescrupulosos en plena vía principal y ‘teóricamente’ vigilada de
chapinero”.

b. Declaración de amor. Redactamos una declaración de amor en lenguaje muy


romántico (“Te he amado en silencio con frenesí… eres la luz de mis ojos, la
alegría de mi alma…etc.”). Después, hacemos otra versión en un lenguaje
técnico-científico (“mi sistema límbico se descarga ante la presencia de tus
globos oculares y las feromonas en cada uno de mis sistemas hacen fiesta ante el
contacto con tus corpúsculos de meissner…etc.)

c. Verso. Tomando un solo verso (estrofa) de una poesía de lenguaje


particularmente romántico (es decir, que tenga ‘palabras bonitas’ que sean
poéticas, pero ‘inusitadas’ o ‘desconocidas’), subrayamos esas palabras que sean
románticas y buscamos en un diccionario su significado. Hacemos con ese
insumo una segunda versión del verso reemplazando las ‘palabras bonitas’ por
‘palabras comunes’ que signifiquen lo mismo. (por ejemplo: “En este nocturnal
de plenilunio brindemos al unísono de nuestros andavetes” traducido como “en
esta noche de luna llena brindemos al hacer sonar al mismo tiempo nuestras
vasijas para beber chicha”)

53
II. LÓGICA DE TÉRMINOS
Introducción13
-Noción de Lógica-
La lógica natural o ‘sentido común’ debe diferenciarse de la lógica científica o formal.
Esta última se caracteriza por ser una disciplina que se ocupa del estudio de las leyes
ideales del pensamiento y el arte de aplicarlas correctamente.

-Objeto-

Tradicionalmente se ha diferenciado el objeto material del objeto formal de la lógica.


Su objeto material es el pensamiento; y su objeto formal, la validez del pensamiento. El
objeto material responde, entonces, a la pregunta ¿qué estudia la lógica en general?,
mientras que el objeto formal responde a la pregunta ¿qué aspecto del pensamiento
estudia la lógica?

-Método-

13
Se recomienda la lectura: Copi (1969), pp. 13-33 (Cap. I)

53
La lógica es un método y, en este sentido, más que considerársele como una ciencia
más, es considerada como el método racional de todas las ciencias, el instrumento que
utilizan para pensar y expresar coherentemente sus conocimientos. En términos
aristotélicos, la lógica sería el Organon común a todas las ciencias.

-Diferencia con otras disciplinas-

La lógica puede diferenciarse de otras disciplinas que estudian también el pensamiento,


es decir, de aquellas que comparten su objeto material, pero no su objeto formal. Estas
disciplinas son: a) la lingüística (y más ampliamente la semiótica), b) las neurociencias,
c) la epistemología y d) la lógica. Las neurociencias y la psicología se ocupan del
pensamiento en cuanto facultad y proceso; la lingüística, en cambio, de su expresión.
Por su parte, la epistemología se ha ocupado tradicionalmente del problema de la verdad
o de la justificación de las creencias; mientras que la lógica, de su validez o
consistencia.

Quizás lo que no sea en principio tan fácil de diferenciar sea el objeto formal de la
lógica (la estructura de la validez) del objeto formal de la epistemología (el sentido de la
verdad). Para facilitar su distinción vamos a utilizar, a manera de ejemplo, algunas
propuestas silogísticas.

Ej. 1 Los sapos son morados


mi vecino es un sapo
mi vecino es morado
Si se toma el concepto ‘sapo’ en ambos casos como ‘batracio’, la conclusión que se
deriva de las premisas sería: a) ¿válida?, b) ¿verdadera? o c) ¿válida y verdadera?
Si decimos ahora:

Ej. 2 Los sapos son morados


mi vecino es un sapo
los elefantes vuelan de flor en flor

¿Cómo sería la conclusión ahora?: a) ¿verdadera?, b) ¿válida?, c) ¿verdadera y válida? o


d) ¿ni verdadera ni válida?
Y si ahora decimos:

Ej. 3 Los gatos son felinos


mi mascota es un gato
mi mascota es un felino

53
¿Cómo sería la conclusión?

Debe quedar claro, en consecuencia: 1. que la validez es la coherencia que existe entre
la conclusión y las premisas, de tal manera que de ser verdaderas las premisas,
necesariamente la conclusión también lo es; y 2. que la verdad de la conclusión solo
depende de si su afirmación coincide con la ‘realidad’ y no necesariamente con las
premisas.

-Propósito de la lógica-

La lógica analítica o demostrativa, según Aristóteles, pretende servir como método para
aumentar el conocimiento de las ciencias. De tal manera que se requiere que cada
ciencia aporte los datos empíricos de buena calidad (verdaderos) y la lógica
simplemente permitirá derivar de estas premisas ‘buenas’ una conclusión igualmente
verdadera. Lo que descubre Aristóteles es, entonces, que solo si las premisas son
verdaderas y se respetan las reglas lógicas, la conclusión en todos los casos será
igualmente verdadera. Pero, si al menos una de las premisas no es verdadera, no se
puede garantizar la verdad de la conclusión. De hecho, si llegara a ser verdadera la
conclusión solo lo sería por accidente o azar.

-Teorías de la lógica-

La lógica científica o analítica fue desarrollada por Aristóteles a través de tres (3)
grandes teorías: la teoría del concepto, la teoría del juicio y la teoría del razonamiento.
En ese mismo orden veremos de aquí en adelante los temas de la lógica.

2.2. EL CONCEPTO

NOTA: Algunas partes de este documento están inspiradas en el capítulo sobre


concepto del texto de lógica de Telma Barreiro (1970). Pero, aquí se tiene en
cuenta, al ilustrar con ejemplos la teoría del concepto, el ámbito de las ciencias
sociales en el contexto nacional.

1.2.1. Noción

En el lenguaje natural entendemos por concepto aquello que pensamos sobre algún
asunto, como cuando decimos… “mi concepto sobre la situación actual del país es el

53
siguiente: no habrá paz mientras no haya justicia”. Sin embargo, para la lógica, esta
última expresión (la señalada en cursiva) no es un concepto, sino un juicio, pues afirma
algo y no solo lo menciona.

Veamos, entonces, qué es un concepto desde un punto de vista lógico. En sentido


estricto, un concepto es cualquier pensamiento que se refiera a cualquier objeto o clase
de objetos. Por objeto no sólo debe entenderse una cosa física o tangible, sino todo
aquello que pueda pensarse. Así, los objetos a los que se refiere un concepto pueden ser
de naturaleza diferente. Los principales tipos de objetos son: objetos reales-físicos (silla,
carro); objetos reales-psíquicos (sueño, hambre, tristeza); objetos reales fácticos (un
partido de fútbol, la segunda guerra mundial); objetos ideales (triángulo, teoría de la
Gestalt); objetos imaginarios fantásticos (Superman, la sirena de mar); objetos
axiológicos (valores o anti-valores como la honestidad, la justicia, la ambición, la
maldad).14

Los conceptos suelen estar conectados entre sí por otras partículas que, en sentido
estricto, no corresponden a conceptos. Ejemplo: a) libro y cuaderno b) aunque la
psicología es una disciplina científica, no es por eso siempre un conocimiento exacto.

[El concepto] es el elemento lógico que resulta de la captación intelectual de ciertas


notas características de un objeto o de una clase de objetos. El concepto no afirma ni
niega nada; simplemente señala, indica, hace referencia a algo. Lo designado por un
concepto puede ser cualquier tipo de entidad (real – física o psíquica -, ideal,
imaginaria). Ejemplo: lluvia, sentimiento; triángulo, centauro. Puede ser un objeto
individual o una clase de objetos. Ejemplo: San Martín, átomo. Ciertas expresiones
como todos, algunos, y, pero, aunque, no, porque, corresponden a conceptos solo en
sentido amplio. Su función es la de especificar o establecer conexiones entre los
conceptos en sentido estricto. (Barreiro, 1970, p. 1).

1.2.2. Expresión del concepto

El concepto es el primer producto lógico del pensamiento que se expresa


mediante ciertas palabras que cumplen la función de nombres o sustantivos y que se
denominan términos. En otras palabras, la expresión de un concepto es un término y
corresponde a una palabra sustantiva o suntantivizada.

14
Cf. WWW.Geocities/ephistoria.com. Productos intelectuales de los docentes. Sarmiento, J. (2000)
“Comentarios al texto ‘Teoría del conocimiento’ de J. Hessen”.

53
Según esto, un mismo concepto puede expresarse de distintas maneras,
dependiendo del idioma que hablemos y de los sinónimos que utilicemos. Por
ejemplo: los términos casa, house, Hause y οἴκος, expresan un mismo concepto (en
castellano, inglés, alemán y griego, respectivamente). Los términos cielo raso y
techo, si los consideramos efectivamente sinónimos, expresan la misma idea o
concepto en lengua castellana.

“Llamo término a la expresión de la proposición; es decir, al atributo y al


sujeto a que aquél se atribuye”. (Aristóteles, Primeros Analíticos I, §7). Por ejemplo,
en la proposición: “La Morfofisiología es una disciplina empírica”, las expresiones
en cursiva corresponden a un sujeto y un atributo, respectivamente, y por tanto son
términos.

Como puede observase, en el caso anterior, un concepto puede estar expresado


por un término que utilice una o más palabras. Es también el caso de expresiones
como carro rojo, billete de cien, psicología comunitaria, aquel suicidólogo
valduparense. En cada uno de estos ejemplos tenemos un concepto, y un término que
lo expresa, pero dos o tres palabras que ayudan a exteriorizar el término de manera
concreta dentro de un idioma como el castellano.

Desarrollemos ahora algunos ejercicios para afianzar nuestra comprensión del


tema y la aplicación de algunas primeras reglas.

Ejercicio # 1

Señale con una ‘X’ debajo del SI o del NO, cuáles de las siguientes expresiones,
tomadas como un todo (no en sus partes), corresponden a conceptos y cuáles no:

SI NO

1. Colombia

2. Cerebro

3. Tal vez si, tal vez no

4. Trabajo social

53
5. La política es un arte

6. Instituciones políticas

7. La historia

8. La Sociología es una ciencia

9. Juanes

10. Geografía física

11. Estado nación

12. El psicólogo no medica

13. La sociedad civil

14. Ciencia

15. Facultad de Ciencias Sociales

16. los derechos de los niños son sagrados

17. ¿Hay libertad de expresión en Colombia?

18. ¡Oh sorpresa!

19. Bogotá es la Atenas Suramericana

20. Ninguna verdad debería esclavizarnos

Ejercicio # 2

Mencione cinco (5) expresiones de su disciplina que correspondan a conceptos y


cinco (5) que NO.

Ejercicio # 3

Identifique al menos ocho (8) conceptos que estén presentes en el siguiente párrafo
(recuerde que un concepto puede constar de más de una palabra):

53
La mayoría de las interacciones sensoriales entre un organismo y su ambiente no se
limitan a una entrada sensorial única. Por tanto, el estudio de la relación del
organismo íntegro con su ambiente tiene que tomar en cuenta la biología y la
actividad vigente en más de una modalidad sensorial aislada. (Schiffman, 1992, p.
15)

1.2.3. Cualidades esenciales y accidentales

Hay ciertas propiedades o notas -llamadas esenciales- que un objeto debe tener
para corresponder a determinado concepto; en cambio hay otras -llamadas
accidentales- que un objeto puede poseer, pero que no son significativas para su
clasificación dentro del concepto en cuestión. Ejemplo: para que algo sea un
cuadrado es esencial que la longitud de sus cuatro lados sea la misma, pero es
accidental el valor de esta longitud. “La idea de cuadrado lleva implícito la igualdad
de los lados, pero no el valor de su longitud”. (Barreiro, 1970, p. 3).

Ejercicio # 4

Con base en la explicación acerca de la diferencia entre cualidades esenciales y


accidentales, indique una característica esencial y una característica accidental de cada
uno de los siguientes conceptos:

Esencial Accidental

1. Profesional: _____________ _______________

2. Papá: _____________ _______________

3. Universidad: _____________ _______________

5. Antropólogo: _____________ _______________

6. Arqueólogo: _____________ _______________

7. Ciencia: _____________ _______________

53
8. Política: _____________ _______________

9. Síndrome de Down: _____________ _______________

10. Reconstrucción: _____________ _______________

Ejercicio # 5

Mencione tres (3) conceptos de su disciplina, aún no nombrados, e identifique una


característica esencial y otra accidental de cada uno.

1.2.4. Propiedades del concepto

Todo concepto debe tener dos (2) propiedades: la extensión y la comprensión.


Extensión porque abarca una determinada cantidad de objetos y comprensión porque
incluye un conjunto de características propias que lo diferencian de otros conceptos.
Así, por ejemplo, cuando digo casa queda incluida en ese concepto toda casa que exista
o pueda existir (extensión). Pero, también en el concepto casa quedan subsumidas un
conjunto de características que toda casa debe tener: ser construcción arquitectónica,
tener alguna puerta y alguna ventana, ser habitable; etc. Veámoslo ahora más en detalle.

1.2.4.1. Comprensión

El conjunto de las notas esenciales que configuran un concepto, es decir, de las


notas que un objeto debe tener para poder corresponder a él, constituyen la
comprensión del concepto dado. La comprensión es, pues, lo que el concepto
significa, la suma de características que quedan comprendidas en él (Barreiro,
1970, p. 5). Ejemplo: La comprensión del concepto triángulo está dada por las
características: a) ser un polígono (figura cerrada), b) tener tres lados y c) tener
tres ángulos internos que sumen 180°. Esas tres características son suficientes
para no confundir este concepto geométrico con otro y, por lo tanto, para tener
una comprensión adecuada del mismo.

Ejercicio # 6

Con base en la anterior explicación, determinar la comprensión aproximada de los


siguientes conceptos:

53
1. Geógrafo:
______________________________________________________________

2. Profesional:
_____________________________________________________________

3. Padre:
_________________________________________________________________

4. Enfermo:
_______________________________________________________________

5. Revolución:
______________________________________________________________

6. Asistencialismo:
__________________________________________________________

7. Mapa:
__________________________________________________________________

8. Anciano:
________________________________________________________________

9. Carro:
__________________________________________________________________

10. Mitómano:
_____________________________________________________________

Ejercicio # 7

Mencione tres (3) nuevos conceptos de su disciplina y determine la comprensión de


cada uno de ellos.

53
Ejercicio # 8

Teniendo en cuenta cada uno de los siguientes conceptos, señale cuáles de las notas
o características pertenecen a su comprensión y cuáles no.

1. Mamífero: ser vertebrado ___ ser cuadrúpedo__ ser carnívoro__ ser vivíparo__

2. Hombre: ser joven___ ser mamífero__ tener nombre__ reproducirse__

3. Animal: ser vivo__ ser cuadrúpedo__ ser vertebrado __ pertenecer al reino


animal __

4. Campesino: ser adulto __ ser criado en el campo __ ser trabajador __ ser pobre
__

5. Juez: ser hombre__ tener potestad para juzgar__ pertenecer a un tribunal __ ser
adulto: __

Ejercicio # 9

Nombre tres (3) conceptos más de su disciplina y de cada uno de ellos señale dos (2)
características que pertenezcan a su comprensión.

Ejercicio # 10

Agrupar algunas de las notas que se enumeran a continuación de modo que quede
caracterizada la comprensión de tres (3) conceptos diferentes, con al menos tres (3)
características cada uno. Pueden utilizarse más de una vez la misma característica para
diferentes conceptos. Ejemplo:

53
1. No haberse matrimoniado 2. tener extensión 3. ser mujer 4. tener forma de pez
5. ser acuático 6. tener un hermano (a) 7. tener algún hijo 8. haber estudiado leyes
en la Universidad 9. estar constituido por moléculas 10. ser tangible 11. haberse
graduado en la universidad 12. ser mamífero 13. ser pisciforme.

2.2.4.2. Extensión

El conjunto de los individuos, objetos o sucesos que corresponden a un concepto


determinado constituye la extensión de ese concepto. La extensión de un
concepto es, pues, la clase formada por todos los individuos, objetos o sucesos a
los cuales puede aplicarse el concepto. Ejemplo: la extensión del concepto mesa
está constituido por todas las mesas. (Barreiro, 1970, p.7).

Si se conoce la cantidad exacta o número de objetos incluidos en el concepto,


debe mencionarse; de lo contrario, en su defecto, se dice todos, ninguno, algunos,
varios; etc., según el caso. Por ejemplo: la extensión del concepto algunas ciencias
sería algunas ciencias, de tablero, todos los tableros; de pocos niños, pocos niños; de
tres continentes, tres continentes; de conceptos que afirman algo, ningún concepto
(pues ninguno afirma); de pared amarilla, Todas las paredes amarillas; de este
hombre, un hombre; etc.

Ejercicio # 11

Determinar la extensión de los siguientes conceptos:

1. Mi profesión:
__________________________________________________________

2. Antropólogo forense:
____________________________________________________

3. Sociólogo:
______________________________________________________________

4. Enfermo terminal:
_______________________________________________________

5. Tres satélites:
___________________________________________________________

53
6. Ciencias de la discusión:
___________________________________________________

7. Lord Francis Bacon:


________________________________________________________

8. Aquél mayo del 68:


________________________________________________________

1.2.4.2. Relación recíproca entre comprensión y extensión

“A medida que la extensión de los conceptos aumenta, su comprensión


disminuye, y recíprocamente; a medida que la extensión disminuye la comprensión
aumenta. Ejemplo: Mamífero: mayor extensión y menor comprensión que perro.
Perro: menor extensión y mayor comprensión que mamífero.” (Barreiro, 1970, p.9).

Sin embargo, en ocasiones, aunque alguna de las dos propiedades (la extensión o
la comprensión) aumente o disminuya, la otra propiedad se mantiene igual. Por
ejemplo: si aumento la comprensión del concepto bogotano, cuya extensión es todo
bogotano, diciendo ahora bogotano del interior, la extensión es la misma (todo
bogotano). O si aumento la extensión del concepto tres banderas, cuya comprensión
serán las características esenciales para ser ese objeto, a cuatro banderas, la
comprensión no cambia, pues el número de características es el mismo.

Lo anterior quiere decir que la relación entre extensión y comprensión no es


siempre inversamente proporcional y que, entonces, puede quedar simbolizada así:

E  C: cuando la extensión disminuye, la comprensión aumenta o puede quedar


igual.

C  E: cuando la comprensión disminuye, la extensión aumenta o puede quedar


igual.

E  C: cuando la extensión aumenta, la comprensión disminuye o puede quedar


igual.

53
C  E: cuando la comprensión aumenta, la extensión disminuye o puede quedar
igual.

¿Pero, cómo explicaría Usted que la relación entre la extensión y la comprensión de


los conceptos sea a veces inversamente proporcional?
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________

Ejercicio # 12

Mencione cinco (5) conceptos de su disciplina, distintos de los ya trabajados, y


determine su extensión y comprensión.

1. Concepto:

Extensión:

Comprensión:

2. Concepto:

Extensión

Comprensión:

3. Concepto:

Extensión:

Comprensión:

4. Concepto:

Extensión:

Comprensión:

5. Concepto:

53
Extensión:

Comprensión:

Ejercicio # 13

Determine entre los siguientes conceptos un orden creciente en cuanto a su


comprensión:

1. Animal, ser vivo, doméstico, felino, cuadrúpedo, angora.

___________ ___________ ___________ ___________ __________


__________

2. Estudiante, estudiante de Trabajo social, ser vivo, Pepita Pérez (la estudiante de
T. social), mujer, ser humano.

___________ ___________ ___________ ___________ __________


__________

Ejercicio # 14.

Determinar en los siguientes conceptos un orden creciente en cuanto a su extensión.

1. Científico humano historiador ser vivo Bartolomé de las casas


___________ _______ ___________ ________ _________________

2. Estudiante, estudiante universitario de arqueología colombiano, estudiante


universitario de arqueología bogotano, estudiante universitario, estudiante universitario
de arqueología, estudiante universitario de arqueología bogotano de la Universidad
Externado de Colombia.

___________ ___________ ___________ ___________ __________


__________

1.2.5. Clasificación de los conceptos

53
Los conceptos y sus expresiones (los términos) pueden clasificarse de muy diversas
maneras. Vamos sin embargo a revisar sólo una de las tantas taxonomías que existen.
Los conceptos pueden clasificarse así:

Por extensión

Universales: si se refieren a todos o ninguno. Particulares: si se refieren a algunos,


pocos, muchos, varios; etc. (más de uno, pero no a todos). Individuales: si se refieren a
uno y único en su clase (planeta tierra, Simón Bolivar) Existenciales: si se refieren a
uno, pero no único en su clase (ésta silla, aquel tenedor; etc.)

Por comprensión

a. Por número de palabras: simples, si sólo tienen una palabra (perro); y


compuestos, si tienen más de una (el perro). b. Por características esenciales: simples,
si tienen una sola (únicamente es el caso del concepto Ser) y compuestas, si tienen más
de una características (todos los demás conceptos fuera de Ser son compuestos)

Por relación

Idénticos: cuando dos conceptos significan exactamente lo mismo, son sinónimos


(aula de clase y salón de clase). b. Diversos: todos los demás que no significan entre sí
lo mismo. Los diversos pueden ser: 1. Disparatados: no guardan relación lógica alguna,
no necesita lógicamente el uno del otro para existir como concepto (sol y luna, teléfono
y radio, hombre, agua) 2.Correlativos: necesitan recíprocamente del otro para existir
como conceptos (derecha-izquierda; arriba-abajo; noche-día; profesor-estudiante;
madre-hijo) 3.Contrarios: son correlativos, opuestos, pero dejan puntos intermedio de
coexistencia posible (blanco y negro, alto y bajo, derecha e izquierda). No todos los
correlativos son contrarios (padre-hijo, profesor-estudiante), pero sí todos los contrarios
son correlativos, como se acaba de ver. 4. Contradictorios: son correlativos, opuestos,
pero no dejan puntos intermedios, no pueden coexistir en uno, el uno niega directamente
al otro (mesa y no-mesa, árbol y no-árbol, útil e inútil, apto e inepto, luz y oscuridad,
vida y muerte). No todos los correlativos son contradictorios, pero sí todos los
contradictorios tienen que ser correlativos.

53
Se sugiere enseguida hacer un esquema o un mapa conceptual de esta clasificación
descrita con el fin de facilitar su aprendizaje, su comprensión y su aplicación.

Por uso

Se refiere a cómo se utilizan los conceptos dentro de alguna oración. En dos frases
diferentes es posible, en ocasiones, que utilicemos la misma palabra con sentido o igual
o totalmente distinto o similar. Según esto, los conceptos por su uso son entre sí
unívocos, equívocos o análogos.

Miremos en las siguientes oraciones los términos que se encuentran en cursiva y


fijémonos cuándo son de uso unívoco, cuando equívoco y cuándo análogo:

1. Voy a regalarle una muñeca a mi niña


2. Lloré como una niña cuando me fracturé la muñeca
3. La niña de mi vecina está enferma
4. Pareces una muñeca con esos zapatos
5. Se quemó la planta de energía de la empresa
6. Eres la muñeca más hermosa del barrio
7. Me duele la planta del pié
8. Juanes es una estrella de la canción
9. La planta del jardín se ve hermosa bajo la luz de esa estrella celeste
10. Estrella resolvió casarse con su novio Germán

Note cómo, por ejemplo, la palabra niña tiene univocidad (es unívoca) entre los
casos 1 y 3 y entre los casos 4 y 6 (pues significan entre sí lo mismo); equivocidad,
entre 1 y 2 (pues no tiene nada que ver el significado entre las dos) y analogicidad entre
1 y 4 (pues se compara la una con la otra aunque no se esté diciendo que sean
exactamente lo mismo).

Según esto, arme todas las parejas (en números) de unívocos, equívocos y análogos
que encuentra entre las diez (10) oraciones anteriores con base en los conceptos que
aparecen en cursiva.

Unívocos:

53
Equívocos:

Análogos

2.2.6. Definición15

2.2.6.1. ¿Qué es definir?

Sin el propósito de agotar en una definición lo que sea definir, pues sería circular
hacerlo, podemos decir que definir consiste en explicar el significado de un término a
partir de: a) la clasificación del objeto mencionado y b) la diferenciación de ese objeto
con respecto a otros de su misma clase. Al final debe estar claro cuál es el uso que se le
da a ese término en un determinado contexto de manera tal que no se le confunda con
ningún otro.

Lo que se define, entonces, son los términos, es decir, aquellas expresiones que
utilizamos para apalabrar nuestros conceptos o ideas. Un término no tiene significado
por sí mismo, sino que su significado depende del uso convencional que culturalmente
se les dé en las oraciones y contextos determinado. Entonces, todo significado es
potencialmente dinámico, aunque de hecho pueda mantenerse estable durante mucho
tiempo su uso.

Si se dice que el término ‘mesa’ significa “mueble hecho para apoyar otros objetos que
consta de una base y un soporte sobre la base,” se está aclarando el término ‘mesa’, pues
se señala qué tipo de objeto es y qué es aquello que lo hace diferente de otros de su
misma clase. Cuando se dice que la mesa es un ‘mueble’, se le clasifica dentro de un
tipo de objeto, y cuando se señalan sus partes y su función, se le diferencia de todos los
demás muebles. En términos prácticos, eso es definir.

2.2.6.2. ¿Cuáles son los elementos de una definición?

En una definición existe una estructura lógica. El término que se quiere definir o
definiendum y la expresión completa que lo define o definiens. El definiendum y el
definiens se relacionan a través de alguna partícula copulativa que indica su

15
Se recomienda la lectura: Copi (1969), pp. 92-128 (Cap. IV)

53
equivalencia. En los diccionarios, por ejemplo, aparece como cópula los dos puntos (:),
pero en otros textos puede aparecer el verbo ser o estar. Un ejemplo del primer caso
sería: “cuchara: utensilio compuesto de una pieza cóncava y un mango, que se emplea
generalmente para llevar a la boca alimentos líquidos o muy blandos” (RAE)

2.2.6.3. ¿Qué reglas tiene la definición?

Desde Aristóteles ya habían pensado algunas las reglas mínimas que una definición
debía tener. Estas reglas se resumen actualmente en por lo menos siete (7):

1. El definiens debe aclarar el definiendum. Esto significa que debe cumplir su función
de explicar el correcto significado del término y, por tal razón, no puede ser ni vago ni
ambiguo. Esto no quiere decir que todos los términos que se utilicen para definir otro
término sean claros a todo lector, pues pueden eventualmente ser de desconocimiento
también para él. Por eso los diccionarios brindan la posibilidad interna de rastrear
también los términos que sigan siendo desconocidos para el consultante.

2. El definiens debe ser breve y conciso, de manera tal que no se extienda


innecesariamente en explicaciones. La excepción sería, por ejemplo, los diccionarios
enciclopédicos en los cuales, después de darse la definición o las acepciones principales
del término, se extienden mucho más algunas explicaciones.

3. En el definiens deben aparecer en orden de importancia en lo posible todas las


acepciones del término que se está definiendo.

4. Nunca debe aparecer el definiendum dentro del definiens. La única excepción se


refiere a términos correlativos en los que en el diccionario, por economía del lenguaje,
sería innecesario volver a definir lo mismo. Así, por ejemplo, puede que se encuentre en
un diccionario como definición de creativo: “persona que crea” y remita así al lector a
buscar la definición de “crear” en la que seguramente no aparecerá en el definiens
nuevamente el término.

5. Debe evitarse caer en el ‘círculo vicioso’, mencionado así por Aristóteles para
referirse a que la aclaración de dos términos no puede pretenderse de manera recíproca,
a menos que estemos frente a un diccionario intencionalmente sinonímico. Si defino
‘abuelo’ como la persona que tiene al menos un nieto, no puedo ahora definir ‘nieto’
como la persona que al menos tiene un abuelo, pues el círculo entre ‘abuelo’ y ‘nieto’ se

53
mantendría, impidiendo así que la persona que desconozca ambos términos pueda
aclarar siquiera uno de estos.

6. Deben evitarse ciertas ‘muletillas’ o ‘comodines’ a la hora de definirse un término.


La idea es siempre empezar respondiendo a la pregunta ¿qué es? o ¿a qué se refiere? Si
se evade esta pregunta no habría propiamente una definición. Por ejemplo, si en lugar de
decir que ‘vaca’ es la hembra del toro (RAE), y decimos más bien que ‘vaca’ es la que
nos ‘da’ leche y muge, estaríamos remplazando una característica esencial de la vaca
como el ser mamífero, cuadrúpedo, herbívoro o hembra del toro, por una expresión vaga
como ‘la que’. En conclusión, aunque se pueda definir un término por función,
etimología, origen, finalidad; etc., siempre las definiciones deben responder a la
pregunta ¿qué es? o ¿a qué se refiere?

7. La definiciones son regularmente positivas, es decir, que les interesa definir qué es el
objeto y no qué no es el objeto, qué significa el término y no qué no significa. Solo
excepcionalmente se ha utilizado la definición negativa, como cuando los teólogos
prefieren definir a Dios por lo que no es, para aproximarse a decir quién es. También en
los diccionarios de antónimos puede encontrarse la definición por contradictorio o
contrario (antonímica) que parecería ser negativa de alguna manera.

2.2.6.4. ¿Qué tipos de definición existen?

No existe una sola manera de clasificar las definiciones. Sin embargo, podemos
mencionar las principales que nos pueden interesar para el caso de las ciencias. Las
definiciones pueden aclarar directamente el término que definen y llamarse, entonces,
nominales. Pero también pueden intentar aclarar el término, pero a través de la
descripción, caracterización, origen, finalidad; etc. del objeto en mención y llamarse,
entonces, reales.

Las definiciones nominales suelen clasificarse, a su vez, en: etimológicas, usuales y


convencionales. Mientras que las reales, en: descriptivas, genéticas, teleológicas y
esenciales.

Las definiciones usuales y convencionales deben comenzar con expresiones tales como
“nombre que se le da a…”, “palabra que se utiliza para…”, “dícese de…” o parecidas,
pues, como ya lo dijimos, este tipo de definiciones se refieren al término y no al objeto
referido por el término. Aclaremos ahora brevemente cada una de estas:

53
a) las definiciones etimológicas deben señalar la raíz idiomática de la palabra
que definen y el significado de dicha raíz.
b) las definiciones usuales hacen referencia al uso común que se le da a un
término.
c) Las definiciones convencionales hacen referencia al uso técnico del término
dentro de un campo específico del saber.
d) las definiciones descriptivas explican el objeto del que se trata señalando sus
características principales o rasgos distintivos.
e) las definiciones genéticas explican el objeto del que se habla a partir de su
origen (causa, motivo, razón; etc.)
f) las definiciones teleológicas explican el objeto del que se habla a partir de su
fin (función o intención), el para qué sirve o se usa o cual es la intención que
esconde.
g) las definiciones esenciales explican el objeto del que se habla clasificándolo
(género próximo) y diferenciándolo (diferencia específica) de otros de su
misma clase. Como al decir: hombre: animal racional.

2.2.6.5. Taller de definiciones: instructivo

Recordemos que hemos revisado algunos de los tipos de definición que interesan a
nuestras disciplinas. Hemos clasificado, en general, las definiciones en dos: a)
nominales y b) reales.

A las definiciones nominales las hemos caracterizado porque aclaran el término y, a


través del mismo, algo del objeto que definen. A las definiciones reales las hemos
caracterizado porque explican directamente algo esencial del objeto mencionado en el
término de la definición o definiendum

A su vez, hemos dividido las definiciones nominales en: sinonímicas, antonímicas,


etimológicas, convencionales y usuales. A las definiciones reales en: descriptivas,
genéticas, teleológicas y esenciales.

Instrucciones

1- Elaboren el trabajo en equipos entre 4 y 5 personas. Escrito en computador


envíenlo al correo logicaexternado@gmail.com. Marquen el trabajo en la parte
superior de la primera página con el nombre de cada estudiante y su carrera.

53
Entréguenlo en la fecha acordada en la programación de actividades de la
asignatura que aparece en el Programa.
2- Ilustren con un ejemplo cada uno de los tipos de definición vistas en clase:
etimológicas, usuales, convencionales, descriptivas, genéticas, teleológicas y
esenciales. En total ustedes construirán siete (7) definiciones distintas.
3- Al menos seis (6) de los siete (7) ejemplos deben estar tomados de vocabulario
que sea utilizado por sus disciplinas (no aplica, por ejemplo, para el caso de las
usuales)
4- Cada término definido debe ir acompañado sin falta de la referencia
bibliográfica exacta [Nombre del diccionario o texto autor(es), año de edición,
ciudad y editorial, página(s)]
5- Ustedes deben anotar una de las acepciones de la definición que encuentren en el
diccionario o texto. Subrayar la parte que corresponde al tipo de definición que
quieren ejemplificar. Por ejemplo/ Cuchillo: instrumento para cortar formado
por una hoja de metal de un corte solo y con mango (RAE).Noten cómo sólo se
subrayó la primera parte porque, en este caso, se quería ilustrar una definición
teleológica (y no una definición descriptiva)

2.2.6.6. Instructivo para juego de definición de términos


(Diccionario)

Vamos ahora a practicar las reglas aprendidas de manera lúdica. Vamos a jugar a
construir definiciones. Sigan atentamente cada instrucción para desarrollar el juego.
1. Formen grupos de cinco o seis personas

2. Tengan a la mano un diccionario por grupo

3. Tome cada miembro del grupo una hoja de papel y un esfero o un lápiz. Las
hojas deben ser iguales en tamaño, rayado y color para evitar que se identifiquen
durante el juego como de alguien en particular. No deben marcarse.

4. Por sorteo o por común acuerdo, uno de los jugadores tome el diccionario y
busca una palabra que considere que ninguno de los otros jugadores conoce.
Mentalmente lea su significado y les dicta a sus compañeros únicamente la
palabra para que cada uno la anote en la hoja.

53
5. Anote cada jugador en secreto y con letra legible una definición lo mejor
elaborada posible, pero no aquella que crea que pueda ser la verdadera, sino una
definición con la que crea que puede engañar a los demás compañeros de juego
para hacerlos creer que se trata de la definición correcta. Solo el jugador que
tiene el diccionario anota la definición correcta en su hoja. Puede hacerle
algunas variaciones al anotarla, siempre y cuando conserve el mismo significado
que aparece en el diccionario. Si aparecen varias definiciones, debe anotar solo
una de estas, preferiblemente la primera. Si algún jugador anotara por alguna
razón la definición correcta en su hoja perdería el juego, pues no podría engañar
a nadie con una definición que es la correcta.

6. El jugador del diccionario recoge las hojas, incluida la propia, las mezcla,
prepara su lectura y, si es necesario, les hace algunos pequeños ajustes en caso
de que alguna esté evidentemente mal escrita. Enseguida, las lee despacio en voz
alta para los demás jugadores y les pregunta, de derecha a izquierda, cuál creen
ahora sí que es la definición correcta.

7. Cada jugador elige entonces públicamente la definición que considera correcta u


original. En ningún caso podrá entonces elegir su propia definición, pues él sabe
que esa justamente es inventada y que no corresponde a la correcta.

8. El jugador del diccionario solo ganaría puntos (2 puntos), si nadie lograra elegir
la definición correcta. Los demás jugadores ganan un (1) punto por cada
compañero que logren engañar con su definición. Cada jugador que adivine la
definición correcta gana dos (2) puntos.

9. Una vez distribuidos los puntos y consignado en una hoja aparte, se rota el
diccionario por la derecha y se reinicia el juego. La idea es que al menos cada
uno de los jugadores haya tenido la oportunidad de ser el jugador del
diccionario.

10. Al final se suman los puntos para saber qué jugador ha acumulado el mayor
puntaje y ha ganado el juego.

¡ÉXITOS!

2.2.6.7. Prueba simulacro sobre Concepto

53
1. Según la lógica aristotélica, sólo si tenemos argumentos de buena calidad (todos
verdaderos) y los relacionamos coherentemente, sabremos cuál es el valor de
verdad de la conclusión en un silogismo típico. De acuerdo con esta
información, si el valor de verdad entre las dos premisas es diferente, el valor de
verdad de la conclusión será:
a. verdadero

b. indeterminado

c. falso

d. inválido

2. La abstracción y la aprehensión intelectual son las dos operaciones requeridas


por el pensamiento lógico para producir un concepto o idea. La abstracción
consiste en diferenciar racionalmente en los objetos:
a. lo universal de lo particular

b. lo verdadero de lo falso

c. lo esencial de lo accidental

d. lo ideal de lo imaginario

3. La extensión de un concepto es la cantidad de objetos que quedan incluidos en


él. Según eso, mencione la extensión de los siguientes conceptos:

a. “espejo muy pequeño” ____________________________

b. “acción social” ____________________________

c. “ciencias sociales” ____________________________

d. “conceptos falsos” ____________________________

4. En cada pareja de conceptos señale con una equis (x) el concepto que sea más
extenso. En caso de ser igual de extensos no señale ninguno:

a. “concepto” ( ) “término” ( )
b. “término” ( ) “palabra” ( )

53
c. “idea” ( ) “concepto” ( )

d. “Quito” ( ) “Ecuador” ( )

5. La comprensión y la extensión son propiedades que pueden cambiar en los


conceptos. Cuando una de las dos cambia es probable que la otra también
cambie de manera inversamente proporcional. De acuerdo con lo anterior, si yo
aumento la extensión del concepto “muchas escuelas antropológicas” a “todas
las escuelas antropológicas”, la comprensión quedará:
a. disminuida

b. idéntica

c. aumentada

d. indeterminada

6. El objeto o clase de objetos a los que se refiere un concepto puede ser de distinta
naturaleza: física, psíquica, imaginaria; etc. Mencione un concepto que se refiera
a los siguientes tipos de objeto:
a. psíquico: ______________

b. ideal: ______________

c. axiológico: ______________

d. fáctico: ______________

7. Los conceptos se clasifican por relación en: idénticos o diversos (disparatados,


correlativos, contrarios y contradictorios). Según esto, señale cómo son entre sí
las siguientes parejas de conceptos:
a. “anillo” – “dedo” ____________

b. “concepto” – “idea” ____________

c. “validez” – “coherencia” ____________

d. “concepto idéntico” – “concepto diverso” ____________

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

53
Señale con una (F) -si es falso- o con una (V) -si es verdadero- el valor de verdad de
cada una de las siguientes afirmaciones:

8. El objeto de estudio formal o específico de la lógica es la validez del


pensamiento ( )
9. El concepto “texto de sociología” es particular ( )
10. El concepto “trabajo social” es compuesto por número de palabras y por número
de características esenciales ( )

Hasta aquí hemos visto los temas fundamentales de la teoría del concepto en Aristóteles
y otros autores. Nuestro siguiente tema será el Juicio.

Referencias

Barreiro, T. (1970). Lógica dinámica. Barcelona, España: Kapelusz.

Copi, I. (1969). Introducción a la lógica. Buenos Aires, Argentina: Eudeba.

Schiffman, H. (1992). La percepción sensorial. México: Limusa.

53
2.3. EL JUICIO16

2.3.1. Noción y características

“El juicio es una relación entre conceptos que se caracteriza por constituir una
afirmación. Todo juicio asevera algo; por lo tanto, todo juicio ha de ser o bien verdadero
o bien falso”. (Barreiro, 1969. p.19). Algunos ejemplos de juicios son:

 La sociedad moderna que procede de la ‘demolición’ del viejo orden


tiene un carácter altamente precario (Bauman, 1996, p. 10)
 La ciencia ha perdido su inocencia (Ibid, p. 14)
 A la sociología y a las ciencias sociales concebidas en un sentido amplio
son inherentes los elementos de reflexividad institucional de la modernidad
(Ibid, p. 34)
 La ley 1090 de 2006 regula éticamente el ejercicio actual de la
psicología.
 La emancipación (…) es la condición para la emergencia de un programa
político de vida (Ibid, p. 43)

Ejercicio # 1

16
Se recomienda la lectura: Copi (1969), pp. 129-160 (Cap. V)

53
Escriba cinco (5) juicios que sean falsos de acuerdo con sus conocimientos
adquiridos en lo corrido de este semestre en las asignaturas propias de su carrera:

1.________________________________________________________________

2.________________________________________________________________

3.________________________________________________________________

4._______________________________________________________

5.________________________________________________________________

Escriba ahora cinco (5) juicios, pero que sean verdaderos:

1.________________________________________________________________

2.________________________________________________________________

3.________________________________________________________________

4.________________________________________________________________

5.________________________________________________________________

53
“No toda oración expresa un juicio; las oraciones interrogativas, exclamativas,
imperativas, no expresan juicio porque no afirman y, por lo tanto, no son ni verdaderas
ni falsas.” (Barreiro, 1969, p.19). Algunos ejemplos de estas expresiones que no son
juicios son: a. ¿aprobaste todas las materias?, es una pregunta, no afirma ni niega nada;
b. ¿es la Psicología una ciencia?, no niega ni afirma; c. revisen los correos
electrónicos, es un imperativo, por lo tanto, no es posible afirmar si es verdadero o
falso; d. ¡oh, que susto!, es una exclamación, no una afirmación y por tanto tampoco se
puede juzgar como verdadera o falsa.

Ejercicio # 2

Señale con un SÍ o con un NO cuáles de las siguientes expresiones corresponden a


juicios:

1. La autoestima es importante en la calidad de vida de las personas.

2. La buena educación quizás sea la mejor salida a la crisis sociopolítica de nuestro país.

3. Blanco es, gallina lo pone y frito se come.

4. ¿Hasta cuándo soportaremos la ausencia de sensibilidad social frente a la


criminalidad de los violentos?

5. El poder político es necesario para orientar los pueblos hacia fines comunes.

6. ¡Qué calumnia tan grande!

7. En Colombia la Psicología pertenece legalmente al campo de las ciencias de la salud.

8. Los factores hereditarios influyen en el comportamiento de las personas.

9. Quien no conoce la historia está condenado a repetirla.

10. La honestidad es un cuadrado.

Ejercicio # 3

Escriba cinco (5) expresiones que no correspondan a juicios y luego conviértalas en


juicios:

1.________________________________________________________________

53
2.________________________________________________________________

3.________________________________________________________________

4.________________________________________________________________

5.________________________________________________________________

Ejercicio sugerido:

Identifique los conceptos de cada juicio.

2.3.2. Estructura o Forma

Según Aristóteles, todo juicio es de la forma S es P. S representa el concepto-sujeto o


concepto que hace de sujeto, P representa el concepto-predicado o concepto que hace de
predicado y ‘es’ representa la base de todo verbo que hace las veces de cópula verbal, es
decir, de partícula de acoplamiento o relación entre el concepto-sujeto y el concepto-
predicado.

Si yo digo: los peces nadan la estructura de este juicio también sería S es P, pues estaría
diciendo que “los peces son animales acuáticos” y así para todo juicio simple.

2.3.3. Clasificación

“Lo juicios pueden clasificarse según diversos criterios; así, por ejemplo, puede
adoptarse como pauta la amplitud con que se toma en el juicio la extensión del concepto
sujeto (clasificación por la cantidad), o la forma (positiva o negativa) en que se enuncia
la relación entre sujeto y predicado (clasificación por cualidad).” (Barreiro, 1970. p. 21).

Clasificación más usual de los juicios (Barreiro, 1970).

2.3.3.1. Cantidad

53
1. Individuales: el predicado se atribuye o se niega de un solo individuo. Ejemplo:
Margaret Mead inició en 1929 las primeras investigaciones antropológicas con niños
(Díaz, 2010)

2. Particulares: el predicado se atribuye o se niega de una parte de la extensión del


sujeto (más de uno y menos que todos). Ejemplo: algunos niños se hacen más
vulnerables al abuso sexual por la manera como les ha sido inculcada la idea de que
deben ser obedientes a los padres y demás adultos de su familia.

3. Universales: el predicado se atribuye o se niega de toda la extensión del concepto


sujeto. Ejemplo: Las niñas y los niños son agentes sociales. Las niñas y los niños son
actores sociales (Díaz, 2010, p. 89)

4. Existenciales: el predicado se atribuye o se niega al menos de un sujeto sin que


quede definida con precisión la extensión. Ejemplos: al menos un científico social sigue
siendo sensible aún a las necesidades del medio.

2.3.3.2. Cualidad

1. Positivos (afirmativos): se establece una compatibilidad de unión entre el sujeto y


el predicado. Ejemplo: el maltrato a los niños y niñas es un problema de salud pública.

2. Negativos: se establece una incompatibilidad o separación entre el sujeto y el


predicado. Ejemplos: muchos adultos no conocen aún los derechos de los niños
expresados en la ley de infancia y adolescencia.

2.3.3.3. Modalidad

1. Asertóricos: enuncian una relación entre sujeto y predicado como de hecho, como
efectiva. Ejemplo: el hombre es el único animal que ríe.

2. Apodícticos: enuncian una relación entre sujeto y predicado como forzosa o


necesaria. Ejemplos: Indiscutiblemente la antropología forense en una ciencia aún muy
joven (Reverte, 1999). Todo objeto lanzado al vacío necesariamente tiende hacia el
centro de la tierra.

53
3. Problemáticos: enuncia una relación entre sujeto y predicado como meramente
posible o probable. Ejemplo: quizás las prácticas del trabajo social puedan informar y
ampliar las teorías de la práctica crítica (Healy, 2001)

2.3.3.4. Relación

1. Categóricos: enuncian una relación entre conceptos que no está subordinada a


otra condición ni se presenta en alternativa con otra posibilidad. La afirmación, pues, se
presenta como categórica, como independiente de otras. Su forma típica consiste en la
unión de un concepto sujeto a un concepto predicado mediante una cópula verbal.
Ejemplo: los filósofos crean conceptos.

2. Hipotéticos: enuncian una relación condicional entre dos afirmaciones, conexión


entre dos juicios tal que: si el primero es verdadero, el segundo también lo será. Su
forma consiste en la unión de dos juicios mediante la expresión “si……. entonces…”
(o equivalentes). A veces, en el discurso ordinario se omite el entonces. Ejemplo: si
alguien es filósofo, es indiscutiblemente una pensador particular. (Nótese que el
entonces puede ser reemplazado por una coma).

3. Disyuntivos: enuncian una alternativa entre dos o más posibilidades. Su forma


consiste en la unión de dos o más juicios mediante la partícula “o” o equivalentes.
Ejemplo: en Bogotá o hace frío o hace calor.

Ejercicio # 4

Enuncie la forma o estructura lógica de los siguientes juicios. Luego clasifíquelos


por cantidad y cualidad.

1. Algunos estudiantes por principio no plagian los trabajos.

2. Los niños con déficit de atención e hiperactividad presentan problemas de


aprendizaje.

3. Juan Andrés es inteligente y obtiene buenas notas

4. No todo médico es hábil

5. No todos los jóvenes que se dedican al estudio de las ciencias sociales llegan a ser
profesionales.

53
6. Las personas adultas en su mayoría no sufren de hipocondría.

7. La relatividad o diversidad de la moralidad es pues un hecho susceptible de


investigación empírica (De Bustos, 1994, p. 263)

8. Algún estudiante dedica tiempo a la investigación.

9. Algún animal es cuadrúpedo.

10. El psicópata carece de habilidades sociales.

11. Al menos un hombre es sensible.

12. Los derechos de los niños son inviolables.

13. Cualquier trabajador social tiene la posibilidad de adelantar un postgrado.

14. Todo estudiante de arqueología no llega necesariamente a ser profesional.

15. Al menos un estudiante de geografía es empleado.

16. Alguien que adolece de recuerdos posiblemente sufre de amnesia.

Ejercicio # 5

Clasificar los siguientes juicios por su modalidad.

1. La violencia engendra más violencia.

2. Probablemente la selección femenina colombiana de fútbol nunca gane un mundial.

3. Necesariamente debemos asistir a clase y aprobar las materias para poder graduarnos.

4. Los buenos estudiantes tal vez tiene un gusto especial por la lectura.

5. La educación debería hacernos indiscutiblemente mejores seres humanos.

6. El tiempo es algo que a todos nos corresponde por igual.

7. Es posible que en nuestro país algún día podamos construir una sociedad en paz.

8. La psicología ambiental es un campo aplicado nuevo de la psicología.

9. Cada día se hace más necesario el trabajo interdisciplinario para abordar los problemas
de la realidad.

53
10. Yo puedo responder bien este ejercicio.

11. Es necesario que los sociólogos hagan frecuentemente investigaciones


interdisciplinarias.

12. Indiscutiblemente los seres humanos necesitan redes de apoyo.

Ejercicio # 6

Clasifique los siguientes juicios:

1. Si preparo las evaluaciones, obtendré mejores resultados

2. O hacemos las cosas bien o preferiblemente no hacerlas

3. Algunos docentes son verdaderos expertos en su campo de conocimiento

4. Si una proposición es verdadera entonces necesariamente no es falsa

5. O creamos una cultura de paz o continuaremos en un permanente fraticidio.

6. Si tenemos dificultades en nuestras vidas, a lo mejor fortalezcamos nuestro carácter.

7. El estoicismo considera que la aceptación de la realidad es una virtud.

8. Se puede alcanzar mayor calidad de vida, si el ser humano logra desarrollar todas sus
dimensiones armónicamente.

9. Se necesita geógrafo con maestría o doctorado.

10. Respetar a otros me da derecho a exigirles que me respeten.

Ejercicio # 7

Escriba juicios que cumplan con las características indicadas para cada caso.

1. Universal, negativo, problemático, disyuntivo.

2. Particular, positivo, asertórico, categórico.

______________________________________________________________

53
3. Hipotético, apodíctico, negativo, individual.

_______________________________________________________________

4. Positivo, particular, problemático, categórico.

_______________________________________________________________

5. Disyuntivo, negativo, universal, asertórico.

_______________________________________________________________

6. Particular, negativo, apodíctico, categórico.

_______________________________________________________________

7. Particular, positivo, asertórico, disyuntivo.

_______________________________________________________________

8. Disyuntivo, Individual, positivo, apodíctico

_______________________________________________________________

53
9. Universal, positivo, problemático, hipotético.

10. Disyuntivo, positivo, universal, problemático.

_______________________________________________________________

2.3.4. Juicios categóricos de forma típica

Los conceptos que intervienen en un juicio categórico tradicionalmente se dividen en


tres clases: sujeto, cópula17 y predicado. El concepto predicado representa lo que el
juicio afirma, el concepto sujeto, la entidad acerca de la cual se hace la afirmación, y el
concepto cópula es el que permite efectuar la relación entre los conceptos sujeto y
predicado. (Barreiro, 1969. p.27).

Ejemplo: todos los hombres son mortales:

Sujeto: de quien se está hablando - los hombres.

Predicado: aquello que se predica o dice de ellos – ser mortales

Cópula: partícula que une al sujeto con el predicado - son

El hecho de que ostensiblemente muchísimas oraciones no sean de la


forma “S es P” no constituye por sí mismo una crítica contra la interpretación
tradicional, pues dicha forma es lógica (de los juicios) y no gramatical (de las
oraciones). Así, por ejemplo, la oración los tigres rugen, carecen de un verbo
cópula, pero se arguye que es equivalente a los tigres son animales que rugen,
oración que pone explícitamente de manifiesto la forma “S es P” del juicio que
ambas oraciones expresan … Ahora bien, el predicado puede atribuirse a la
totalidad del sujeto o a una parte de él (clasificación por la cantidad), y el juicio
puede enunciar una compatibilidad o una incompatibilidad entre sujeto y predicado
(clasificación por la cualidad). La combinación de la cualidad y la cantidad aplicada
a los juicios categóricos (de la forma S es P) da como resultado… formas típicas de
juicios categóricos. (Barreiro, 1969, p.27).

17
Solo en sentido amplio se entiende la cópula como concepto.

53
*

ESTRUCTURA

POSITIVAS NEGATIVAS

Singulares o (Nombre propio o (Nombre propio o


individuales equivalente)… es P equivalente) NO es
P

Particular (positivo) Algunos S son P Algún S NO es P

Algunos S NO son
P

Universal Todo S es P

Todos los S son P Ningún S es P

Existencial Algún S es P Algún S no es P

Para poder establecer las primeras reglas lógicas se establece una relación entre las
proposiciones de tal manera que se pueda determinar su validez, consistencia,
coherencia o compatibilidad o, por el contrario, su inconsistencia, incoherencia o
contradicción. Para tal fin, los lógicos han clasificado las proposiciones en cuatro tipos,
mezclando la cantidad (Universales o Existenciales) y su cualidad (Positivos o
Negativos). De ahí resultan los siguientes tipos de proposiciones:

A Universal positiva

E Universal Negativa

I Existencial Afirmativa

O Existencial Negativa

Ejercicio # 8

Escriba la forma lógica y el nombre de los siguientes juicios:

53
Ej.: Todos los psicólogos son analíticos……Todo S es P / Tipo A

1. Algún estudiante no es aplicado……

2. Ningún proceso de duelo es fácil…….

3. Las mujeres son tiernas……

4. El padre responsable orienta bien a sus hijos……

5. Al menos un amigo es fiel……

6. Algún semestre es más difícil que otro…

7. Ningún estudiante es actor…

8. Cada hijo tiene un padre…

9. Alguien no es tolerante…

10. Ningún positivista radical defiende el saber metafísico…

Ejercicio # 9

53
Escribir tres juicios con cada una de las formas:

Forma A:

1.

2.

3.

Forma E:

1.

2.

3.

Forma I:

1.

2.

53
3.

Forma O:

1.

2.

3.

Ejercicio # 10

Anunciar los juicios teniendo en cuenta las características:

1. Asertórico de forma A:

______________________________________________

2. Problemático de forma O:

____________________________________________

3. Hipotético de forma I:

53
_______________________________________________

4. Apodíctico de forma E:

______________________________________________

5. Disyuntivo de forma E:

______________________________________________

6. Categórico de forma I:

_______________________________________________

7. Problemático de forma E:

____________________________________________

8. Disyuntivo de forma A:

______________________________________________

53
9. Asertórico de forma I:

_______________________________________________

10. Hipotético de forma O:

_____________________________________________

Referencias

Barreiro, T. (1969). Lógica Dinámica. Buenos Aires, Argentina: Kapelusz.

Bauman, Z., Beck, U., Giddens, A. y Luhmann, N. (1996). Las consecuencias


perversas de la modernidad (Sánchez, C. Trad.) (Beriain, J. Compilador) Barcelona,
España: Anthropos.

Copi, I. (1969). Introducción a la lógica. Buenos Aires, Argentina: Eudeba.

Díaz, M. y Vásquez, S. (2010). Contribuciones a la antropología de la infancia: la


niñez como un campo de agencia, autonomía y construcción cultural. Bogotá,
Colombia: Ed. Pontificia Universidad Javeriana.

De Bustos, E., García-Bermejo, J., Pérez, E., Rivadulla, A., Urritia, J., Zofío, J. (1994).
Perspectivas actuales de la lógica y la filosofía de la ciencia. Madrid, España: Siglo
XXI.

Healy, K. (2001). Trabajo social: perspectivas contemporáneas. Madrid, España:


Morata.

Reverte, J. (1991/1999). Antropología forense. Madrid, España: Ministerio de justicia.

53
2.3.5. El juicio: prueba simulacro
Vamos a utilizar algunas abreviaturas convencionales para representar cada uno de los
tipos de juicios según los cuatro criterios utilizados para clasificarlos18.

U = Universal, P = Particular, I = Individual,  = Exisencial.

+ = Positivo,  = Negativo

As = Asertórico,  = Apodíctico,  = Problemático

C = Categórico,  = Hipotético o condicional, W = Disyuntivo excluyente


1. Construya un juicio que sea:
a) U   
b)  +  W
c)   As C
d) P +  C
2. Clasifique cada uno de los siguientes juicios por cantidad, cualidad, modalidad y
relación. Utilice en su respuesta las siglas acordadas (como aparece en los
juicios anteriores):
a) No todo lo que brilla es oro, si algún objeto brillante no necesariamente es fino.
b) Nadie enseña a pensar a otro.
c) Aquellos partidos políticos o son de derecha o son necesariamente de la
izquierda.
d) La política es para algunos la continuación de la guerra.

2.3.6. Oposición entre las proposiciones19

La lógica formal nos brinda unas reglas lógicas para ser coherentes, esto es, para evitar
las posibles contradicciones entre nuestras distintas afirmaciones. El estudio sistemático
de todas las posibles contradicciones entre las proposiciones recibe el nombre de
oposición entre las proposiciones.

La idea es que observemos y analicemos de manera ordenada las posibilidades entre las
proposiciones. Para hacerlo los lógicos establecieron cuatro tipos de proposiciones a
partir de las combinaciones posibles entre su cantidad y su cualidad que serían las

18
Esta nomenclatura abreviada está tomada parcialmente de algunas lógicas alternativas para facilitar el
aprendizaje y la escritura.
19
Se recomienda la lectura: Copi (1969), pp. 129-160.

53
características que harían más claramente oponerlas. A las proposiciones Universales y
Positivas les asignaron la letra A, a las Existenciales y Positivas, la letra I, a las
Universales y Negativas la letra E, y a las Existenciales y Negativas, la letra O. Las
vocales fueron elegidas nemotécnicamente a partir de las palabras latinas AFFIRMO
(afirmo) y NEGO (niego). Nótese que se tomaron entonces las dos primeras vocales de
cada una de estas palabras para asignárselas respectivamente a las proposiciones
Positivas y Negativas. Se dejaron las proposiciones existenciales para representar con
estas a las demás que no fueran universales.

Si elaboramos unas tablas para ver qué ocurre en cada caso de oposición obtendremos
unas tablas de verdad que no deben confundirse con aquellas que elaboraremos en
lógica matemática. Veamos cómo se elaboran estas tablas de verdad:

2.3.6.1. Tablas de oposición

A E P ~P REGLA EXPLICACIÓN
V V X
F V X No es posible que A y E
V F X ~ (V ˄ V) sean al mismo tiempo
F F X proposiciones
verdaderas

A I P ~P REGLA EXPLICACIÓN
V V X
F V X ~ (V ˄ F) No es posible que A sea
V F X o V e I no lo sea al mismo
F F X V→V tiempo

Elabore las demás tablas con base en la información ya obtenida.

E O P ~P REGLA EXPLICACIÓN
V V
F V
V F
F F

I O P ~P REGLA EXPLICACIÓN
V V
F V
V F 53
F F
A O P ~P REGLA EXPLICACIÓN
V V
F V
V F
F F

E I P ~P REGLA EXPLICACIÓN
V V
F V
V F
F F

Con base en las tablas de verdad, que nos han facilitado la labor de analizar las posibles
combinaciones de los valores de verdad existentes entre los cuatro distintos tipos de
proposiciones (A, E, I, O) se pueden sintetizar las primeras reglas lógicas para la
inferencia inmediata en un cuadro conocido como ‘cuadro de oposición entre las
proposiciones’

2.3.6.2. Reglas de oposición

CUADRO DE OPOSICIÓN

Ya sabemos que:

a- los contrarios A-E no pueden ser verdaderos al mismo tiempo.

53
b- los subcontrarios I-O no pueden ser falsos al mismo tiempo.

c- Entre los subalternos A-I ó E-O no puede ser verdadero el universal (subalternante) y
al mismo tiempo falso el existencial correspondiente (subalterno)

d- Entre los contradictorios A-O ó E-I no pueden ser ni falsos ni verdaderos al mismo
tiempo.

Vamos a simbolizar ahora estas reglas haciendo uso de un lenguaje lógico matemático que
nos facilite su rápida asimilación y visualización.

OPOSICIÓN REGLA INTERPRETACIÓN


A-E VIV La barra central entre los dos valores de verdad
Contrarios quiere decir que son incompatibles los valores V y V
al mismo tiempo
I-O FIF La barra central entre los dos valores de verdad
Subcontrarios quiere decir que son incompatibles F y F al mismo
tiempo
A-I VIF La barra central entre los dos valores de verdad
Subalternos ó quiere decir que son incompatibles V y F al mismo
positivos V→V tiempo. Si A es verdadero, necesariamente I
también.
E-O VIF La barra central entre los dos valores de verdad
Subalternos ó quiere decir que son incompatibles V y F al mismo
negativos V→V tiempo. Si E es verdadero, necesariamente O
también.
La flecha central entre los dos valores quiere decir
A-O (V . V) ↓ (F . que no es posible que ambos sean verdaderos al
Contradictorios F) mismo tiempo, ni tampoco falsos al mismo tiempo.
Siempre tendrán que tener entonces valores
diferentes entre sí. El punto entre V y V, F y F
significa ‘y’.
E-I (V . V) ↓ (F . Igual que el anterior.
Contradictorios F)

2.3.6.3. Vectores y matrices

53
Una vez establecidas estas primeras reglas de oposición podemos construir diversos
vectores. El punto de aplicación (origen) será una variable valorada como V o F que
corresponda a alguno de los cuatro tipos de proposiciones estudiadas. El vector nos
permite, mediante líneas rectas distintamente direccionadas, relacionar la proposición
originalmente valorada (V ó F) con las tres proposiciones restantes para inferir sus
respectivos valores de verdad. En la aplicación sea quizás más fácil comprenderlo. A
continuación mostraremos entonces los vectores de A (V) y A (F):

A (V) E (F)

I (V) O (F)

Fig. 1

A (F) E (?)

I (?) O (V)

Fig. 2

Nótese que el primer Vector (Ver figura 1) parte de suponer que A es Verdadero. Si A
es Verdadero, ¿Cuál será el valor de E? Sabemos que A y E son entre sí contrarios, y
que la regla de los contrarios es (V I V). Esto nos permite inferir de manera inmediata,
por oposición entre contrarios, que E tiene que ser F.

Pero, en cambio, si partimos de suponer que A es Falso, estaremos construyendo un


nuevo Vector (Ver Figura 2.), cuyos valores serán: para I, indeterminado (?); pues
cuando A es Falso, E puede ser Verdadero o Falso (Ver tabla de verdad entre A-E). Por
la misma razón, I será indeterminado (?). En cambio, O será Verdadero, pues es el
contradictorio de A (Ver tabla de A-O)

De manera análoga se pueden hacer ahora los Vectores de E, I y O, simplemente


aplicando las reglas de oposición anteriormente vistas. Recuerde que lo único que varía
al comienzo es la posición del Vector, su punto de aplicación u origen y, por ende, la
posición del ángulo. Por ejemplo, para hacer el Vector de E (V), la figura rotará un
ángulo a la derecha (Ver Figura 3):

A (F) E (?)

53
I (?) O (V)

Fig. 3

Nótese que en la Fig. 3 no cambia la posición de A, ni de E ni de I ni de O, sino sólo el


ángulo y los valores de cada proposición.

Ejercicio:

Construya ahora los vectores de E (V), E (F), I (V), I (F), O (V) y O (F). Si en algún
caso el valor inferido es indeterminado, es decir que pueda ser Verdadero o Falso,
recuerde que debe anotar en el paréntesis el signo de interrogación (?) como ocurrió
entre A (F) y E (?) arriba.

2.3.6.4. Problemas

1. ¿Si el contrario del contradictorio de A es Verdadero, cómo es el subalternante


de O?

Simbolicémoslos acudiendo a conocimientos previos, así:

→ ↗ A = V, ↑ O =

2. ¿Si el subalternado del contrario de A es F, cómo es el contradictorio del


contrario del subalternante de I?

↓ → A = F, ↗ → ↑ I =

El primer ejercicio se resolvería así:

I = V, E = F

Es decir que si I es Verdadero, se sabe que E es Falso por ser entre sí


contradictorios. La prueba se muestra a partir del vector de I:

A (?) E (F)

I (V) O(?)

R/ E = F por contradicción.

53
2.4. RAZONAMIENTO20

El razonamiento o raciocinio es la cuarta y última operación básica del pensamiento


lógico (después de la aprehensión, la abstracción y el asentimiento), que consiste en
derivar una conclusión a partir de una proposición o a partir de la relación lógica entre
dos o más proposiciones.

El producto del razonamiento es la demostración y su expresión más típica es el


silogismo. No obstante, existen diversas formas de inferir que veremos en forma
resumida ahora.

2.4.1. Inferencias Inmediatas

Para que se pueda inferir o concluir lógicamente una proposición no siempre es


necesario que partamos de dos o más proposiciones o premisas. A partir de una sola
proposición es a veces posible derivar de manera directa una conclusión necesaria y,
por supuesto, coherente con la proposición inicial. A este tipo de operaciones lógicas se
les llama inferencias inmediatas. Veamos enseguida las cuatro maneras típicas de inferir
inmediatamente.

2.4.1.1. Por conversión

La operación consiste en invertir en la conclusión el sujeto y el predicado,


disminuyendo la cantidad en la conclusión, si fuera estrictamente necesario. Este tipo de

20
Se recomienda la lectura: Copi (1969), pp. 161-189 (Cap. VI)

53
inferencia inmediata aplica para las proposiciones A, E, I únicamente. Su estructura o
forma lógica es:

S es P
P es S

Y aplicada a cada tipo de proposición resulta ser de las formas:

A E I
I E I
Ejemplos:

Todo antropólogo es profesional


Algún profesional es antropólogo

Nótese que para el caso de la proposición A no se puede aplicar la conversión completa


dejando la cantidad universal en la conclusión, pues de Todo S es P no se concluye que
todo P es S, como puede verse claramente en el ejemplo. Pero sí puede concluirse con
seguridad que al menos un P es S.

Ningún filósofo es acrítico


Ningún acrítico es filósofo

En el caso de las proposiciones tipo E si aplica la conversión completa, es decir, si tener


que disminuirse la cantidad en la conclusión. Esta demostración puede hacerse
acudiendo a los diagramas de Euler. Ningún S es P estaría representado por dos círculos
separados o sin intersección. Esto quiere decir que si uno representara a S y el otro a P,
salta a la vista que: si ningún S es P, tampoco ningún P es S. Y así ocurriría para todos
los casos sin importar el ejemplo que se diera.

Algún trabajador social es asistencialista


Algún asistencialista es trabajador social

En el caso de las proposiciones tipo I es claro que su conclusión no requiere tampoco


cambios en su cantidad.

53
Para el caso de las proposiciones tipo O no aplica la regla, pues del hecho de decir que
algún S no es P nunca se podrá decir necesariamente que algún P no es S. Por ejemplo,
decir que algún vertebrado no es hombre, no me permite inferir que algún hombre no
es vertebrado, o el hecho de decir que algún científico social no es sociólogo, no me
permite decir que algún sociólogo no sea científico social.

Ejercicio: construya un ejemplo de conversión para un tipo de proposición E y otro para


un tipo de proposición I.

2.4.1.2. Por obversión o equipolencia

También se puede en ocasiones inferir de manera inmediata a partir de una premisa una
conclusión, invirtiendo la cualidad del juicio original y negando directamente su
concepto predicado. La estructura general o forma lógica de una obversión es:

S es P
S no es no-P

La equipolencia u obversión aplica sin problema para todos los tipos de proposición,
así:

A E I O
E A O I

Ejemplos:

Los cuerpos son móviles


Los cuerpos no son inmóviles

Ninguno hombre debería ser irracional


Los hombres deberían ser racionales

53
Algún día es soleado
Algún día no es no-soleado

Algún científico es loco


Algún científico no es cuerdo

Ejercicio: Construya otro ejemplo de una obversión tipo A, E, I y O.

2.4.1.3. Por oposición

Otra forma de realizar inferencias inmediatas consiste en utilizar los vectores derivados
del cuadro de oposición de las proposiciones para poder derivar inmediatamente de una
proposición verdadera otra proposición también verdadera. Esto solo ocurre entre A-I y
entre E-O. Cuando A es Verdadera, I es necesariamente Verdadera, y cuando E es
Verdadera, O es necesariamente verdadera también. En los demás casos no sería posible
inferir de una Verdad otra Verdad.
Según lo anterior, la estructura general sería:

S (no)es P
Algún S (no) es P

2.4.1.4. Por contraposición

Finalmente, también se pueden hacer inferencias inmediatas consecutivas para lograr


una contraposición parcial o una total. La contraposición parcial consiste en tomar una
proposición e inferir por obversión y luego por conversión. Si se quiere hacer la
contraposición completa, se termina de nuevo con una obversión. La estructura general
puede representarse así:

P roposición
O bversa (de la anterior)

53
C onversa (de la anterior / contraposición parcial)
O bversa (de la anterior / contraposición completa)

Según esta estructura, para cada tipo de proposición correspondería la siguiente


estructura:

A E I O
E A O I
E I ? I
A O O

Nótese que la Proposición tipo I no puede tener contrapuesta parcial ni completa, pues
ya se sabe que la O no tiene conversa (?)

Mostremos ahora un ejemplo completo de alguna de las contraposiciones.

Todo gato es felino


Ningún gato es no-felino
Ningún no-felino es gato
Todo no-felino es no-gato

Ejercicios:
Derive la contraposición completa de una proposición tipo E y otra de tipo O.

2.4.2. Inferencias mediatas

Lo más común es que el razonamiento se lleve a cabo derivando una conclusión a partir
de más de una proposición. Los principales tipos de razonamiento mediato son: el
inductivo, el analógico y el deductivo. Veamos algo acerca de cada uno de estos:

2.4.3. La Inducción

La inducción o razonamiento inductivo se caracteriza porque: a) su conclusión no


necesariamente se deriva de las premisas, b) sus dos o más premisas (proposiciones de

53
base) son siempre individuales21 y c) la conclusión siempre es una generalización de las
premisas, lo que hace que corresponda a una proposición universal.

Según lo anterior, la estructura lógica de un razonamiento inductivo suele representarse


así:

S1 es P
S2 es P
S3 es P
Sn es P
_____________
Todo S es P
Ejemplo:
El dedo meñique tiene falange
El dedo pulgar tiene falange
El dedo medio tiene falange
El dedo anular tiene falange
El dedo…
_______________________________________
Los dedos de la mano tienen falange

Tipos de inducción. Si las premisas abarcan todos los casos posibles, la inducción será
completa, pero si solo abarcan algunos casos, será incompleta. Así, por ejemplo, si
después de observar un par de aves volar, generalizo diciendo que todas las aves vuelan,
habré hecho una inducción incompleta y su conclusión podría ser verdadera o falsa.
Pero, si después de observar a cada uno de los cinco hijos de una pareja con una estatura
alta promedio, generalizo diciendo que los hijos de esa pareja son altos, habré hecho una
inducción completa. En una inducción completa, a diferencia de la inducción
incompleta, si las premisas son verdaderas necesariamente la conclusión también lo es.

2.4.4. La analogía

21
Aunque el ‘individuo’ puede referirse a una clase, agrupación, conjunto, universo o colectivo, como
cuando digo ‘esta colmena de abejas está vacía’ o ‘este grupo de estudiantes es pequeño’. El universo ‘x’
puede representar al individuo en una inducción y el universo ‘y’ otro individuo. Por ejemplo: los
colombianos mayores de edad tienen voz y voto, los argentinos mayores de edad tienen voz y voto, los
bolivianos mayores de edad tienen voz y voto; etc. Para concluir, por ejemplo, que Todos los mayores de
edad tienen voz y voto.

53
La analogía es un tipo de razonamiento que consiste en llegar a una conclusión a partir
de la atribución de un nuevo predicado a un sujeto que compartía previamente otros
atributos con sujetos de la misma clase.

Quizás sea más sencillo comprenderlo observando su estructura:

S1 posee las características 1, 2, 3 y 4


S2 posee las características 1, 2, 3 y 4
S3 posee las características 1, 2, 3 y 4
S4 posee las características 1, 2 y 3
S4 también posee la característica 4
Ejemplo:
María es joven, profesional, pastusa e inteligente
Adriana es joven, profesional, pastusa e inteligente
Camila es joven, profesional, pastusa e inteligente
Marcela es joven, profesional y pastusa
Marcela es inteligente.

2.4.5. La deducción

La deducción es un tipo de razonamiento que se caracteriza porque: a) la conclusión


necesariamente se deriva de la(s) premisa(s) y b) su conclusión no puede exceder la
extensión o cantidad de ninguna de sus premisas. Esto último quiere decir que si se
parte de alguna(s) premisa(s) individual(es), la conclusión tendría que ser también
individual, pues no podría exceder la cantidad lógica (extensión) de ninguna de sus
premisas. Hay, sin embargo, otras reglas mínimas que deben cumplirse, si se trata de un
razonamiento deductivo típico o silogismo en el que aparecen dos premisas y una
conclusión. De ahí que este tema requiera un tratamiento especializado. Por ahora,
mostremos la estructura típica de un razonamiento deductivo típico:

M es P
S es M
S es P

Ejemplo:

53
Todo felino es mamífero
El gato es un felino
___________________
El gato es mamífero

2.4.5.1. El silogismo categórico


2.4.5.1.1. Las reglas del silogismo categórico

De acuerdo con la lectura del tema cinco del texto Lógica dinámica de Telma Barreiro-
que trata acerca del razonamiento deductivo- vamos a procurar sistematizar las
principales reglas del silogismo.22
Ya sabemos que a la lógica le interesa estudiar las leyes del pensamiento coherente o
válido. Ya hemos visto las reglas que se derivan de la oposición entre las proposiciones,
y ahora vamos a ver las reglas relacionadas con los silogismos.

Cuando hablamos de silogismo estamos hablando de la expresión del tercer producto


del pensamiento lógico (la argumentación) que consta de dos premisas (proposiciones
de base o argumentos) y la conclusión (proposición que resulta de relacionar
coherentemente las dos anteriores)

Ejemplo:

Toda mujer es bella


Betty es una mujer
Betty es bella

A menos que estuviéramos hablando de Betty la fea (caso en el cual se haría falsa la
primera premisa), es claro que la conclusión resulta de la relación que se ha hecho entre
las premisas y es coherente con ellas.
Nótese que tenemos tres proposiciones en juego y que cada una posee un sujeto-
concepto y un sujeto-predicado. Por ejemplo, en la primera: el sujeto-concepto es mujer
y el concepto-predicado es bella; en la segunda: Betty y mujer, respectivamente; y en la
conclusión: Betty y bella. Hemos armado así una nueva proposición en la conclusión
relacionando las dos primeras a través de un puente que las conecta. Este puente
corresponde al término medio que se repite: mujer.

22
Se recomienda también la lectura: Copi (1969), pp. 161-188. (Cap. VI)

53
Los lógicos decidieron dar nombre a cada uno de los tres términos que aparecen en el
silogismo. Al que hace de puente lo llamaron término medio, al que hace de predicado
en la conclusión, término mayor; y al que hace de sujeto en la misma, término menor.
Así, en nuestro ejemplo, el término mayor es bella, el término menor, Betty y el término
medio, mujer.

Veamos ahora sí, con esta base, las reglas generales del silogismo:

Regla 1. Todo Silogismo consta de tres términos.

No puede haber ni más ni menos términos, de lo contrario ya no estaríamos hablando de


un silogismo. Sin embargo, debemos tener cuidado, pues en ocasiones sólo en
apariencia hay tres términos, pues al examinar con mayor detenimiento el supuesto
silogismo, es claro que en realidad hay cuatro términos. En algunos casos esto obedece
a que uno de los términos es equívoco con respecto a otro. Por ejemplo,

Las hojas tienen clorofila


mi cuaderno tiene hojas
mi cuaderno tiene clorofila

Como se ve, en el ejemplo anterior, por el hecho de ser equívoco el uso de la palabra
hoja en las dos proposiciones primeras, resulta que tenemos cuatro términos en juego y
no tres: hojas (del árbol), clorofila, cuaderno y hojas (pero de cuaderno, de papel) Si no
diferenciamos debidamente estos términos equívocos, podríamos llegar a una
conclusión aparentemente válida: mi cuaderno tiene clorofila.
Además, el hecho de haber cuatro términos hace que se violen, como se verá, otras
reglas más.

Regla 2. El término medio no debe aparecer en la conclusión.

Nótese que el término medio aparece siempre en ambas premisas, sirviendo de puente, y
por ello mismo no debe aparecer en la conclusión, pues ya ha cumplido su función
intermediaria.

Regla 3. El término medio debe estar distribuido o tomado en toda su extensión por lo
menos una vez.

Esta regla requiere que aclaremos cuándo un concepto está tomado en toda su extensión
en un juicio categórico y cuándo no, pues, los conceptos que en carácter de sujeto o de

53
predicado integran un juicio, pueden estar tomados o no en toda su extensión
(distribuidos).

Aclaremos estas dos posibilidades a través de ejemplos concretos:

1. a. Todos los hombres son mortales ó b. Ningún hombre es mortal

2. a. Algunos hombres son mortales ó b. Algunos hombres no son mortales

Analizando el concepto hombre sólo en 1.a y 1.b está tomado en toda su extensión en
cuanto que se le atribuye o se le niega el predicado a todos los sujetos.

Analizando ahora el concepto mortal sólo en los casos 1.b. y 2.b. está tomado en toda su
extensión.

En general, los juicios categóricos universales (sean positivos o negativos) toman el


concepto-sujeto en toda su extensión; y los juicios categóricos negativos (sean
universales o particulares) toman el concepto-predicado en toda su extensión.

Es decir que para saber si el concepto-sujeto está tomado en toda su extensión, en un


juicio categórico, hay que mirar la cantidad del juicio. Y para saber si el concepto-
predicado lo está, hay que mirar la cualidad del juicio.

Ahora sí volvamos a pensar en la 3ª regla cuando nos dice que es indispensable que el
término medio esté tomado en toda su extensión al menos en alguna de las dos premisas.

Regla 4. Ningún término puede estar tomado en toda su extensión en la conclusión si no


lo está en la premisa respectiva.

Esto quiere decir que el término mayor no puede aparecer en la conclusión tomado en
toda su extensión si no lo está igualmente en la premisa mayor; y que el término menor
tampoco, si no lo está también en la premisa menor. Por ejemplo:

Ningún árbol es de color anaranjado


El pino es un árbol
El pino no es de color anaranjado

Lo primero que debemos identificar son los términos en este silogismo. Color
anaranjado es el término mayor, el pino, el término menor; y árbol el término medio.
Enseguida miramos si algún término de los que aparece en la conclusión (es decir, el
menor o el mayor) está tomado en toda su extensión. Para saberlo debemos mirar la

53
cantidad y la cualidad del juicio: es universal y positivo. Y ya sabemos que los juicios
universales toman el sujeto en toda su extensión.
Esto quiere decir que el concepto árbol está tomado en la conclusión en toda su
extensión. Si así son las cosas, debe estar también tomado en toda su extensión en la
otra premisa que aparece. Ya sabemos que árbol es el término menor que debe aparecer
en la premisa menor, es decir, normalmente en la segunda. Ahora se debe mirar si se
cumple lo que se pide…. ¿está tomado árbol también allí en toda su extensión?

Como la segunda proposición o premisa menor es también universal, se cumple que


toma este término en toda su extensión, como ocurre también en la conclusión. En ese
sentido se ha respetado la cuarta regla.

Regla 5. De dos premisas negativas no puede obtenerse válidamente una conclusión.


Ejemplo:

Ninguna ciencia es exacta


la astrología no es ciencia
¿ ?

Como puede notarse, de dos premisas negativas no podemos sacar conclusión alguna,
pues no es posible relacionarlas afirmativamente para decir algo positivo o, incluso,
negativo.

Regla 6. De dos premisas particulares no puede obtenerse válidamente una conclusión.


Ejemplo:

Algunos bogotanos son niños


algunos niños son limeños
¿ ?

Nótese que la conclusión lógica sería, supuestamente, que algunos bogotanos son
limeños, lo cual resulta absurdo. Puede que por casualidad encontremos ejemplos en los
que la conclusión resulte verdadera con las premisas, pero no podemos perder de vista
que ese dato no le sirve a la lógica para concluir una regla universal, pues las
excepciones en su contra serían prácticamente infinitas… y una regla con infinitas
excepciones, ¿qué regla puede ser?
Ello nos ratifica que no podemos asegurar ninguna conclusión a partir de dos premisas
particulares.

53
Regla 7. Dadas dos premisas afirmativas, la conclusión debe ser afirmativa.

Esta regla quiere decir que la conclusión nunca podría ser negativa cuando las dos
premisas son positivas. En efecto, si he hecho dos afirmaciones positivas, ¿cómo podría
derivar una negación de ellas? Ejemplo:

Los textos de García Márquez son muy leídos


los textos muy leídos tienden a multiplicarse en el mercado
¿ ?

¿Cómo podría concluir un juicio que siendo negativo sea acorde o coherente con lo que
se viene afirmando en las dos premisas?

Regla 8. La conclusión sigue la parte más débil.

Se entiende por más débil lo ‘no-universal’ y ‘lo negativo’. De esta manera, se está
diciendo en la regla que la conclusión debe ser particular, si una de las dos premisas lo
es, y negativa, si una de las dos premisas lo es.

Por ejemplo:

Las ballenas no son peces


Buffy es una ballena
Buffy no es un pez

Como una de las premisas es individual, mientras que la otra es universal, la conclusión
debe seguir la parte más débil y entonces debe ser individual. Además, la segunda
premisa es negativa, mientras que la primera es positiva, por lo cual la conclusión debe
ser también negativa para seguir la parte más débil.

2.4.5.1.2. Memorando

Para poder recordar más fácilmente las ocho reglas recomiendo notar que:
1. Las cuatro primeras, es decir la mitad de las reglas, se refieren a los términos; así:

a. La primera a su número (debe haber 3 términos)

b. La segunda y la tercera al término medio (Conclusión-Distribución)

c. La cuarta a la extensión que deben tener los términos en la conclusión.

53
2. Las cuatro últimas, es decir la otra mitad de las reglas, se refieren a la conclusión en
relación con la cantidad y la cualidad de las premisas; así:

a. La quinta y la sexta: a la imposibilidad de obtener una conclusión, si ambas premisas


son negativas y/o ambas particulares.

b. La séptima: a que la conclusión es afirmativa, si ambas premisas lo son.

c. La octava: a que la conclusión debe seguir la parte más débil en cantidad y la


cualidad, según aparezca en las premisas.

Una vez vistas las ocho (8) reglas generales de los silogismos, veamos más en detalle
qué figuras, modos y formas silogísticas existen, que puedan ser válidas. Ello nos
permitirá saber, finalmente, cómo argumentar de manera coherente y rigurosa una
conclusión a partir de ciertas premisas. Empecemos entonces con las figuras y los
modos válidos (Revisar el material de lectura y luego revisar acá las formas válidas)

2.4.5.1.3. Las formas válidas

Vamos a llamar formas a las combinaciones entre figuras y modos silogísticos. Según
este concepto, existen 256 formas posibles (4 figuras x 64 modos), de las cuales sólo
son válidas 19. Cada una de ellas pertenece a una de las cuatro figuras y recibe un
nombre especial que sirve como nemotecnia para recordar su modo correspondiente y
su fórmula de demostración lógica

1ª figura 2ª figura 3ª figura 4ª figura

Barbara Cesare Darapti Bamalip

Celarent Camestres Disamis Camenes

Darii Festino Datisi Dimatis

Ferio Baroco Felapton Fesapo

Bocardo Fresison

Ferison

53
Las vocales (que han sido señaladas con negrilla) tienen la función de recordarnos
cuáles son los modos de silogismos válidos dentro de cada figura. Vamos a resaltar por
aparte las vocales de nuevo para hacer ver más claro el modo de cada silogismo válido:

1ª figura 2ª figura 3ª figura 4ª figura

AAA EAE AAI AAI

EAE AEE IAI AEE

AII EIO AII IAI

EIO AOO EAO EAO

OAO EIO

EIO

A su vez, la mayoría de consonantes tienen la función de dar indicaciones específicas


acerca de los pasos que deben seguirse en cada caso para demostrar cada silogismo.
Señalemos, en primer lugar, qué consonantes son significativas y cuáles sólo se utilizan
con función fonética, es decir, para poderle dar mayor sonoridad a las palabras.

Las consonantes B, C, D, F, s, p, m y c tienen función significativa y, por tanto,


operativa.

Las consonantes r, n, t, l, d sólo tienen función fonética.

Ahora bien, es importante aclarar que para demostrar las formas existen dos caminos;
algunas se demuestran por reducción a uno de los modos de la primera figura y las
demás por un método llamado demostración por el absurdo.

Las cuatro formas de la primera figura quedan demostradas directamente por ser las
únicas dentro de dicha figura que cumplen con las ocho reglas del silogismo categórico.

Las quince restantes quedan sometidas a las demostraciones señaladas anteriormente;


esto es, por reducción a una de las primeras formas o por el absurdo. Las que llevan en
alguna parte de su nombre la letra c minúscula, lo harán por el absurdo (Baroco y
Bocardo son los únicos casos) y las restantes por el otro método de reducción a la
primera figura.

53
Significado de las consonantes:

1. B, C, D y F como primeras consonantes expresan que la demostración se va a ser por


Barbara, Celarent, Darii o Ferio.

2. "s" significa que se debe aplicar una conversión simple a la proposición representada
por la vocal que la precede.

3. "p" significa que se debe aplicar una conversión por limitación a la proposición
representada por la vocal que la precede.

4. "m" significa que hay que mutar el orden de las premisas.

5. "c" significa (como ya se dijo) que la demostración debe efectuarse por el absurdo.

2.4.5.2. Demostración de las formas válidas

-Por reducción de los silogismos a la primera figura-

La demostración se efectúa siguiendo en orden los siguientes pasos:

1. Se anotan las premisas del silogismo en el orden indicado por las vocales para
demostrar la validez de su forma

2. Se le aplican las operaciones indicadas por las consonantes que figuran en su nombre,
y así se obtienen dos proposiciones.

3. Estas proposiciones se toman como premisas del modo de la primera figura que
indica la consonante inicial de su nombre.

4. Estas premisas conducen a una conclusión (según el silogismo válido de la primera


figura; de ahí que la validez de éste se tome como supuesto).

5. A esa conclusión se le aplica la operación indicada por la consonante que sigue a la


vocal que indica la conclusión, obteniendo así la conclusión del silogismo que se intenta
demostrar.

Demostremos a continuación cada uno de los modos válidos que se acogen a éste tipo
de demostración por reducción.

53
Demostración de CAMESTRES (2ª figura)

Primer paso. Se anotan las premisas del silogismo por demostrar:

Todo P es M

Ningún S es M

Recuerde que estamos utilizando la 2ª figura y eso explica la ubicación y función que
tiene el término medio como predicado en ambas premisas.

Recuerde que la primera premisa nos quedó tipo A y al segunda tipo E, porque
CAMESTRES no lo indica así y en ese orden con las dos primeras vocales de su
nombre.

Segundo paso. Aplicación de m (mutare)

Ningún S es M
Todo P es M__

Nota: S y P han cambiado de función. S pasó a ser el término Mayor y P, menor. Se


sabe que es así por su ubicación en la primera y segunda premisas, respectivamente.

Note que estamos siguiendo el orden de las consonantes, empezando por la primera que
aparece después de la inicial, pues la inicial indica que modo de la primera figura vamos
a utilizar en el momento de sacar la conclusión final.

Tercer paso. Aplicación de s (simpliciter) (conversión simple) a la premisa E.

Ningún M es S
Todo P es M__

Nota. Adviértase que han quedado las premisas de un silogismo CELARENT (EA) de
la primera figura.
Recuerde que la conversión simple se le está aplicando a la premisa tipo E (es decir a la
primera -Ningún S es M-) porque es la letra que antecede a la M en su nombre:
CAMESTRES. De esta manera seguimos conservando el orden que llevábamos con las
consonantes de izquierda a derecha.

Las dos siguientes consonantes t y r están dentro de las letras que dijimos que no tenían
significación sino sólo una función fonética. Nos queda pendiente entonces sólo la

53
última consonante que es la s. Pero recordemos que, según el orden de los pasos que se
siguen para la demostración anotados antes, debemos sacar la conclusión a la que nos
conducen las premisas del modo de la primera figura obtenidas. En este caso de
CELARENT:

Cuarto paso. Extracción de la conclusión del CELARENT:

Ningún M es S
Todo P es M__
Ningún P es S

Nota. La conclusión (Ningún P es S) se debe a que, como quedó dicho más arriba, P y
S intercambiaron sus funciones.
Quinto paso. Aplicación de S (conversión simple) a la conclusión obtenida.

____________
Ningún S es P

Recuerde que la s cuando aparece al final del nombre CAMESTRES, se le aplica a la


conclusión del silogismo, siendo entonces el último ‘paso’ de la demostración.
Se ha obtenido la conclusión deseada, con lo que quedó demostrado CAMESTRES,
pues se demostró que sus premisas conducen por transformaciones lógicas válidas (y
por lo tanto necesariamente) a la conclusión.

Referencias

Barreiro, T. (1969). Lógica Dinámica. Buenos Aires, Argentina: Kapelusz.

Copi, I. (1969). Introducción a la lógica. Buenos Aires, Argentina: Eudeba.

53
III. LÓGICA DE LA CIENCIA POSITIVA
LEYES, TEORÍAS Y MODELOS CIENTÍFICOS

3.1. Introducción: una primera aplicación de la lógica formal al análisis de la estructura


de las leyes, las teorías y los modelos científicos

El estudio de los modelos científicos, en su relación con la lógica, amerita, sin lugar
a dudas, un estudio previo sobre los propósitos y productos de la ciencia que de sentido
justamente a los tipos y funciones de los modelos que existen.
Una de las grandes empresas de la ciencia, vista desde una perspectiva nomotética,
es analizable a partir de tres productos fundamentales: las leyes, las teorías y los
modelos científicos. Estos productos se encuentran directamente relacionados con los
propósitos que pretende esta visión de ciencia, promovida por el positivismo lógico
durante el siglo XX. Empecemos mostrando cuáles son esos propósitos, para luego
entablar su relación directa con los productos mencionados.

3.2. Los propósitos de las ciencias nomotéticas.

Las llamadas ciencias nomotéticas pretenden alcanzar las correctas explicaciones de


los hechos que estudian del mundo a través de leyes que se organizan en complejos
mayores llamados teorías. La explicación de los hechos, que es por sí misma una
generalización, permitiría su predicción y, en algunos casos, también su control
mediante la manipulación de variables por parte del experimentador o el interventor. La

53
ciencia tiene, entonces, tres propósitos básicos cuando estudia los hechos que le interesa
descifrar: a) explicar, b) predecir y c) controlar. Veamos brevemente cada uno de ellos.

3.2.1. Explicar

Como su nombre ya lo sugiere, explicar quiere decir ‘mostrar’ o ‘develar’ lo que


antes se hallaba oculto o ‘implícito’. Es hacer explícito lo implícito. Por ejemplo,
cuando se quiere explicar el mecanismo que se oculta tras el movimiento de las
manecillas de un reloj, lo que se pretende es, en último término, hacer entendible a otros
cómo hace el reloj para ‘darnos la hora’. Ello implica, entrar en el mecanismo interno
del reloj para explicitar luego con palabras aquello que ocurre detrás del movimiento
visible del horario, el minutero y el segundero. En el caso de los modelos mecanicistas,
las explicaciones están pensadas desde el principio lógico de razón suficiente como
explicaciones causales de carácter lineal. Esto quiere decir que se aspira a que el
fenómeno y pueda ser claramente explicado por el fenómeno x, que sería básicamente su
causa. Decir, entonces, que “x causa y” es explicar causalmente el fenómeno y a partir
del fenómeno x.

Este tipo de explicaciones es, como antes se dijo, una generalización, pues no
pretende explicar individualmente el fenómeno x1, ni x2, sino “Todo x”. En efecto, a la
ciencia no le interesa cada acontecimiento en particular, sino los fenómenos en general,
cierto ‘tipo o clase de fenómenos’: “Para todo y, x es tal que siempre es su causa”. Esta
relación se puede expresar lógico-matemáticamente de manera condicional mediante la
fórmula: x → y que se lee “si x entonces y”. Esta relación lógica es de una sola vía, en el
sentido de que x implica y, pero no al contrario. Si se hace presente x necesariamente
tendría que hacerse presente y. Pero, que se haga presente y no implica que se haga
presente x. Esto último sólo ocurriría si la relación fuera, en cambio, bicondicional; es
decir, bi-implicadora. En ese caso se escribiría x ↔ y (x si sólo si y), e implicaría dos
relaciones: a) si x entonces y, y b) si y entonces x.

3.2.2. Predecir
(-decir y retrodecir-)

A partir de la relación establecida entre dos factores para poder explicar el segundo a
través del primero, puede entenderse la predicción. Si la explicación incluye todos los
casos posibles y no sólo todos los casos observados o pasados o presentes, entonces es
posible deducir cualquier caso individualmente del sistema, sin acudir a la experiencia.

53
Esta deducibilidad hace que se crea en la predictibilidad de los fenómenos. En términos
lógicos-matemáticos, se trataría de una relación entre dos proposiciones, una molecular
y otra atómica. La primera correspondería a una relación hipotética o condicional: x →
y mientras que la segunda sería solo la afirmación del antecedente de esa molecular, es
decir, la proposición atómica x. Mediante reglas de la inferencia, utilizando un álgebra
de proposiciones, puede decirse que:
1) x → y
2) x1
______________

3) y por p.p. en 1) y 2)

Es decir que se puede, a partir de saber que existe un conjunto de x cuyos elementos
son (x1, x2, x3, x4, xn…), predecir lo que ocurrirá con la aparición de cualquiera de ellos,
si se sabe que pasa al ocurrir en general cualquier x. (Ponendo Ponens= afirmando –el
antecedente- afirmo –el consecuente).

La relación establecida permite hablar del pasado (retrodecir), del presente (decir) o
del futuro (predecir)

3.2.3. Controlar

Cuando es posible no sólo hablar sobre aquello que puede ocurrir en el futuro
(predecir), sino también evitarlo o producirlo, se puede decir que hay control. El control
requiere entonces de la explicación y presupone la predicción (como también la
reproducción). Decir que x causa y, es poder decir que se podría evitar y posiblemente
evitando x. Se dice posiblemente justamente por unidireccionalidad que expresa la
relación condicional en el caso de la explicación causal.23

23
Debe tenerse presente que, aunque toda relación causal pueda ser expresada condicionalmente, no toda
relación condicional implica una relación causal. De hecho, las expresiones lógicas no están en este caso
sometidas a la temporalidad de los fenómenos causales y, por tanto, no están pensadas en términos de
contigüidad en el tiempo. X no ocurre primero que y por estar antes que ella en la fórmula. Lo único que
se está expresando es que x implica y. Y no que sea su causa ni que ocurra primero. En este sentido, la
necesidad de la relación expresada en una implicación no hace que se superen las contingencias del
mundo. Las relaciones en el mundo se asumen como contingentes, aunque puedan existir regularidades
que las ‘gobiernen’. Pero la regularidad no excluye temporalmente la irregularidad, lo intempestivo, lo
‘catastrófico’.

53
Desde el lenguaje algebraico de las proposiciones, acudiendo de nuevo a las leyes de
la inferencia, puede decirse que la no aparición de y implica la no aparición de x,
siempre y cuando fuera verdadero que x implica y en todos los casos:

1) x → y
2) ~ y
______________

3) ~ x por t. t. en 1) y 2)
La negación del consecuente, hace necesariamente que deba quedar negado el
antecedente (tollendo tollens= negando niego).

Desde el punto de vista del control experimental, se trata de evitar que aparezca el
consecuente, para lo cual se suprime el antecedente. Si se quisiera, por el contrario, que
apareciera el consecuente, bastaría con hacer que se produzca el antecedente. El control
para evitar es más débil que el control para provocar, pues la implicación de la relación
entre x y y, como ya lo hemos visto, no garantiza que si no aparece x, y no pueda
aparecer por otra causa.

Una vez vistos estos tres propósitos dentro del modelo de la ciencia nomotética,
abordemos ahora sí los productos que la ciencia procura para alcanzar estos objetivos:
las leyes, las teorías y los modelos científicos.

3.3. Productos de las ciencias nomotéticas

3.3.1. Las leyes

???

3.3.1.1. Noción

El vocablo ley no es de origen científico. Hay que devolverse en el tiempo hasta las
épocas del mito griego en occidente para encontrar sus raíces mítico-religiosas. La ley,
como mandato o imperativo, está pensado desde la moral. En el mundo helenístico
(greco-romano) se avanza hacia la regulación legal de la moral mediante el derecho
romano. Poco antes, en el mundo filosófico ya se empezaba ha hablar de las leyes
lógicas. Sólo hacia la modernidad la denominación de ley pasa ha entenderse en el

53
contexto científico, sin que se deba olvidar la influencia de la teología (y por ende de la
moral cristiana) en aquellos que comienzan a promover el nuevo método para conocer
el mundo: Descartes, Bacon, Galileo, Newton y muchos otros.

Desde esta última instancia, puede hacerse una diferencia conceptual entre dos tipos
de ley: la ley natural y la ley científica. La primera corresponde a cierto tipo de
regularidades que ocurren entre los fenómenos del mundo, independientemente de que
hayan sido estudiadas por el científico. La segunda, en cambio, hace referencia a la
construcción lógica (fórmula legaliforme) que hace el científico, en la medida en que
expresa las relaciones empíricas en relaciones (formas) lógicas. Nos vamos a detener
primero en la ley natural para entender mejor después la ley científica. Si la ley natural
se entiende como una relación entre los hechos, es importante aclarar enseguida lo que
sea un hecho y lo que sea una relación.

3.3.1.2. Hecho

Se entiende por hecho (factum-i) todo aquello que se supone que ocurre o puede
ocurrir en la realidad. Un hecho puede ser un acontecimiento o suceso, como un
discurso político; puede ser un sistema concreto, como una montaña; o puede ser un
proceso, como una campaña contra la malaria. Los pensamientos en abstracto no se
consideran hechos, sino ideas sobre los hechos o sobre ellas mismas.

3.3.1.3. Relación

Se entiende por relación la conexión entre dos elementos. En este caso interesa la
relación entre los hechos. De hecho, a las ciencias nomotéticas les interesan las
relaciones entre los hechos más que los hechos mismos. Esto se debe a que la única
manera de explicar un hecho es mediante el establecimiento de una relación con otro(s)
hecho(s). Los hechos son en alguna medida observables mientras que las relaciones
nunca lo son. Los hechos se perciben, pero las relaciones sólo se infieren. Esto quiere
decir que las ciencias trascienden los hechos y se ocupan de algo intangible entre los
hechos. Sin embargo no todas las relaciones entre los hechos interesan a la ciencia
empírica, sino sólo aquellas que tienen cuatro características básicas: a) Generalidad, b)
positividad, c) necesidad y d) constancia. Miremos cada una de ellas.

53
+Relaciones generales: una relación se entiende como general cuando ocurre
para todos los sujetos. Esto quiere decir que por ejemplo en el caso de “los metales se
dilatan con el calor” el sujeto oracional no está referido a un solo metal, sino que tiene
carácter universal, los abarca a todos o a cualquiera de ellos. Este sujeto oracional está
entonces tomado en toda su extensión; es decir, se vuelve extensible el predicado “… se
dilatan con el calor” a todos los metales sin excepción.

+Relaciones positivas: se entiende aquí por relaciones positivas aquellas que sí


se dan en el mundo y no aquellas que sólo se darían en mundos imaginables o posibles.
A la ciencia, a menos que fuera ciencia ficción, únicamente le interesan las relaciones
que se dan entre los hechos del mundo y no aquellas que no se dan. Ese darse implica
que la experiencia puede acceder de a esas relaciones de manera indirecta, a través del
pensamiento como intermediario en la inferencia.

+Relaciones necesarias: aunque se asume que en el mundo todas las relaciones


son en mayor o menor medida contingentes; y que, por lo tanto, no existen estrictamente
relaciones necesarias; en el caso de las leyes de la naturaleza se afirma que sí existen
cierto tipo de regularidades las cuales, dadas las circunstancias apropiadas, ocurren sin
posibilidad alguna de que no se den. Esta necesidad es la que interesa a la ciencia, pues
no busca relaciones esporádicas o innecesarias, arbitrarias o contingentes.

+Relaciones constantes: se entiende que una relación es constante cuando, dadas


las circunstancias, siempre ocurre. No se está diciendo que deba ocurrir, sino que
siempre ocurre. Esa continuidad entre las circunstancias y la relación es justamente la
que interesa a al ciencia.

Pero a las ciencias no les interesan las relaciones que no cumplan estrictamente las
cuatro condiciones. Por ejemplo que fueran constantes, pero no necesarias. Supongamos
que siempre que el tren pasa, hay una señora del pueblo que se levanta a mirarlo pasar.
Aunque esta relación entre el paso del tren y la acción de la señora es constante, en
realidad es sólo contingente. De hecho, el día en que la señora ya no vida o que el tren
esté averiado, la relación no se dará.

3.3.1.4. Fórmula legaliforme

53
Hasta aquí hemos hablado de las leyes naturales como relaciones generales,
positivas, necesarias y constantes entre los hechos. Pero falta ahora dar una mirada a las
leyes científicas.

En el mundo existen estados de cosas que pueden ser conocidos fenoménicamente


por el hombre. La captación de los fenómenos (hechos percibidos) debe volverse
pensamiento y lenguaje para ser parte del discurso de la ciencia. La manera como se
vuelve pensamiento es a través del elemento lógico denominado ‘concepto’. El
concepto resulta ser una representación del hecho. Pero como se ha dicho que a la
ciencia sólo le interesan las relaciones entre los hecho y no simple y aisladamente los
hechos, debe hacerse uso racional de un segundo elemento lógico más complejo que el
anterior, llamado juicio. El juicio es una afirmación o relación entre dos conceptos, uno
del cual es el sujeto de quien se predica algo, y el otro aquello que se predica de ese
sujeto. El juicio es, entonces, el elemento racional que posibilita pensar las relaciones
entre los hechos. Pero, además dijimos que las relaciones que interesaban a los
científicos eran las generales, positivas, necesarias y constantes. De ahí que, desde el
punto de vista lógico, se requiera la construcción de juicios universales, positivos,
apodícticos y condicionales para hacer pensable este tipo de relaciones. Más allá del
pensamiento, el lenguaje científico es comunicable y público (aunque especializado,
técnico). Esto quiere decir que los conceptos se deben expresar a través de términos y
los juicios a través de proposiciones. Una fórmula legaliforme es, por consiguiente, la
expresión lógica de una ley natural (ley científica) mediante una proposición universal,
positiva, apodíctica e hipotética (condicional).

La fórmula: x → y expresa una relación en la que “si x (para todo x) entonces


necesariamente ocurre siempre y”.

3.3.1.5. Función de la ley

Las leyes cumplen, según lo estudiado hasta acá, con dos funciones primordiales:
explicar y predecir. La primera se da cuando la ley científica expresa adecuadamente
una relación forzosa, general y constante entre los hechos que quiere explicar. Si la
explicación, entendida como relación causal, es cierta, la ley no sólo explica sino que
puede ser utilizada para afirmar aquello que podría ocurrir en caso de que se dieran las
circunstancias antecedentes para la ocurrencia del fenómeno esperado.

53
3.3.2. Las teorías

???

3.3.2.1. Noción

Tampoco el término teoría es de origen científico; por lo menos no lo es en el


sentido moderno. La noción de teoría se remonta al lenguaje de los griegos en sus
prácticas rituales del mito popular y en la celebración de los juegos olímpicos. En
cuanto a lo primero, fue utilizado el término para designar la actividad contemplativa
ejercida por los ciudadanos en el momento de las procesiones públicas. El acto mismo
de la contemplación era entonces considerado teórico. De otra parte, y análogo a lo
anterior, el juez que observaba minuciosamente a los corredores en al pista durante las
competencias atléticas en los juegos, era considerado ‘el contemplador’, el ‘theoréo’ o
‘teórico’
Ahora bien, la palabra teoría es de frecuente uso en el campo de las ciencias; no
obstante, no lo es de manera exclusiva, en cuanto que puede hablarse también de teorías
fuera de los límites del conocimiento científico.

En efecto, si encontramos comúnmente en revistas, textos especializados, enciclopedias,


video-documentales, etc. la expresión Teorías científicas, es precisamente porque se
requiere diferenciarlas de aquellas otras que, siendo igualmente teorías, no tienen el
carácter de cientificidad.

De hecho la palabra Teoría no se ha gestado históricamente dentro de ninguna ciencia


sino que su origen se remonta a los antepasados griegos, quienes le habrían dado
inicialmente uso dentro de un contexto pre-científico y pre-filosófico. Expliquemos esto
en detalle.

Etimológicamente la palabra teoría proviene del término griego Ɵεωρειυ (theorein), que
significa contemplar, observar. Así, la palabra teoría significó en principio
contemplación, término utilizado para referirse a una procesión religiosa practicada
entre los antiguos griegos, al igual que para referirse a la “embajada sagrada que el
Estado griego enviaba para representarle en los grandes juegos, para consultar un

53
oráculo o como portadora de ofrendas. Atenas, por ejemplo, mandaba regularmente
embajadas de esta índole a los juegos de Olimpia, de Delfos, de Nemeo, de Delos, etc.
El jefe de una expedición, el arquiteoro, tenía a su cargo gran parte de los gastos que
ocasionaba, lo que constituía una liturgia” (Ferrater, 1994).

Posteriormente, hacia la época de oro de la Filosofía clásica se entendió por teoría un


conocimiento especulativo con independencia de toda aplicación. Actualmente el
término teoría quiere significar hipótesis explicativa de un hecho; de ahí que, como
término, pueda ser aplicado a cualquier ámbito del saber, sea o no científico.

De tal manera que no sólo es válido hablar de teorías económicas, matemáticas,


biológicas o psicológicas, es decir de teorías científicas, sino también de teorías
religiosas, míticas, astrológicas, filosóficas, parapsicológicas, teológicas, etc.; al fin de
cuentas la validez de cualquiera de ellas no es lo que está en discusión, sino únicamente
su existencia como especulaciones explicativas respecto de algo que ocurre o que se
supone que ocurre.

De otra parte, toda teoría, al menos si es filosófica, no sólo ‘explica’ sino que
simultáneamente ‘interpreta’ (del latín interpretâre) que significa ‘explicar’; pero que
además que significa ‘declarar el sentido de una cosa, comprenderla’; y no simplemente
responder estructural o causalmente al problema de cómo es o cómo ocurre.

3.3.2.2. Sistema

Actualmente el concepto de teoría en el campo de las ciencias empíricas hace referencia


fundamentalmente a un sistema de leyes. Por sistema se entiende una organización de
elementos que se interrelacionan de tal manera que forman un todo consistente y
funcional. En este caso se trata de elementos legaliformes que en su conjunto puede
explicar un fenómeno complejo. La complejidad de los fenómenos está dada, para el
caso, por la cantidad y diversidad de relaciones entre los hechos que conforman el
fenómeno a estudiar.

53
Cada una de las leyes explica en particular alguna de las relaciones entre los hechos,
mientras que el sistema permite que las explicaciones de las distintas leyes se relacionen
de manera consistente y funcional. Una teoría es, en otras palabras, un sistema
explicativo de leyes. Lo explicativo ya no está simplemente referido a la relación entre
hechos, sino a la relación misma entre las teorías. Si se logra explicar de qué manera se
relacionan las leyes del sistema, y cada ley explica una relación, entonces el resultado es
la explicación del fenómeno complejo a partir de la explicación de la relación entre las
leyes.

Un primer ejemplo podría ser, en los sistemas mecánicos, la explicación del fenómeno
gravitacional por parte de Newton. La gravitación no es un fenómeno simple, sino que
contiene diversas relaciones entre hechos. Los hechos fundamentales en este caso son
las masas y su relación pilar es su recíproca atracción. Explicar, entonces, cómo es
posible que los cuerpos caigan en el vació al mismo tiempo, si se encuentran a igual
distancia de la tierra, independientemente de la diferencia de sus masas, es un asunto
que debe resolverse a través de distintas leyes. De hecho, esta hipótesis que venía
trabajando en la época Galileo Galilei, es completada teóricamente por Newton gracias
a tres leyes.

Una primera ley afirma que dos cuerpos se atraen de manera directamente proporcional
a la cantidad de sus masas (de 1 a 2); es decir que: si se doblan las masas, se dobla
también la atracción. Una segunda ley afirma que, en cambio, se atraen de manera
inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias; es decir, que a mayor
distancia, menor atracción, en proporción de 2 a 1. Según la primera ley mencionada, si
se arrojan dos cuerpos a la misma distancia de la tierra, primero caería el que tenga
mayor masa, Si uno dobla en masa al otro, la velocidad de esa doble masa es dos veces
mayor que la del otro cuerpo con menor masa. En términos de tiempo, gastaría la mitad
del tiempo en llegar a la tierra aquel cuerpo que doble en masa al otro.

En el caso de la segunda ley, por el contrario, caería primero el cuerpo que se encuentre
más cerca de otro. Si se hallan a la misma distancia, caerían al tiempo. Si relacionamos

53
estas dos leyes y tratamos de explicar el fenómeno de la caída de dos cuerpos arrojados
a la misma velocidad y en caída libre, caería primero el de mayor masa.

No obstante, aparece una tercera ley referida a las fuerzas. Esta ley afirma que un
cuerpo que tenga el doble de masa que otro requiere el doble de fuerza para ser atraído
que aquel. En otras palabras, la relación entre la cantidad de masa y la fuerza requerida
para moverla es directamente proporcional. Esto significa que, en el caso de la caída de
los dos cuerpos, cae primero el cuerpo que tiene la mitad de la masa del otro.

Si, finalmente, relacionamos las tres leyes mencionadas, resulta que los cuerpos siempre
caerían al mismo tiempo, si sus distancias son iguales con respecto a un tercer cuerpo
(la tierra), independientemente de la diferencia entre sus masas. La idea es que se anulan
las fuerzas entre las cantidades de masa, la cantidad de atracción y la cantidad de fuerza
requerida para producirse el movimiento. Matemáticamente es exacto. He aquí, pues, un
sistema de leyes que permiten explicar un fenómeno complejo como el gravitacional.
Un segundo ejemplo podría tomarse la teoría de la evolución en la que también hay todo
un sistema de leyes explicativo (ley del más fuerte, ley de la supervivencia; etc.)

3.3.2.3. Deducibilidad

Una de las principales características de las teorías fácticas es su deducibilidad. La


deducibilidad de una teoría es la propiedad lógica de inferencia que le permite, a parir
de la relación entre un axioma y otros postulados, obtener resultados o conclusiones,
contrastables con los hechos. EL axioma está dado como una hipótesis parcialmente
corroborada que permite relacionar términos de su formulación con otros términos
pertenecientes a proposiciones que expresan postulados adicionales. Para el caso, lo que
más importa de la deducibilidad es la capacidad de inferencia de las teorías y la
posibilidad de que sean contrastables con los hechos. SI los resultados lógicos obtenidos
por tal inferencia no concuerdan con los hechos, necesariamente la teoría debe revisarse,
pues probablemente sus axiomas legales o sus postulados adicionales, o ambos, estén
errados.

3.3.2.4. Teorías fenomenológicas y representacionales

53
Es importante hacer claridad de los dos tipos de teorías explicativas más reconocidas
dentro del quehacer científico. Las teorías fenomenológicas son aquellas que no entran
en la caja negra a la hora de explicar el fenómeno, sino que se mantienen un tanto en la
superficie de lo observable sin entrar a explicar propiamente el proceso. Por el
contrario, las teorías representacionales entran en la caja negra pretendiendo conocer el
proceso que se esconde tras el fenómeno visible, y a partir del mismo interpretan la
relación entre los hechos más que simplemente explicarlos. Ambas teorías siguen
funcionando dentro de los sistemas mecánicos. Por ejemplo, no es lo mismo una
explicación de un fenómeno conductual desde el conductismo metodológico, que desde
el psicoanálisis freudiano.

3.3.3. Modelos

???
3.3.3.1. Noción

El término modelo puede tener diversas acepciones. Las tres acepciones más utilizadas
son, como: 1) representación, 2) ideal y 3) muestra. Como representación, un modelo
señala las estructuras y relaciones fundamentales de una realidad específica. Como
ideal, señala cómo es un fenómeno determinado en condiciones ‘perfectas’. Como
muestra, señala algún caso en el que se del fenómeno determinado, lo ejemplifica.

En el caso del modelo científico, se dan las tres acepciones simultáneamente. De hecho
esas características relacionadas son las que lo definen. El modelo científico constituye,
en consecuencia, una representación que muestra parcialmente de una realidad
específica dada en condiciones ideales.

El modelo gráfico de una célula, por ejemplo, reúne las tres características, pues: 1)
representa las partes más importantes de la anatomía celular en sus relaciones más
comunes, 2) se muestra en condiciones normales, e incluso ideales, en las que no falta
ninguna estructura, todas son visibles y conservan un orden determinado y 3) sirve
como muestra de las tantas células que existen y que se podrían representar con algunas
variaciones a la que se presenta en ese momento en la gráfica.

3.3.3.2. Características del modelo

53
Un modelo científico se caracteriza por ser una representación parcial de la teoría y, por
ende, de alguna realidad. EL modelo, en verdad, más que representar directamente la
realidad lo que hace es representar de manera muy sistemática una teoría. No representa
toda la teoría, pues su propósito no es ser otra teoría sino sistematizar y mostrar, de
manera muy clara, los elementos y relaciones fundamentales que se hallan presentes en
una teoría. La realidad representada por la teoría es concreta, si se trata de alguna
parcela del mundo físico; pero, la teoría es una abstracción de la realidad y, ante todo,
de aquello que interesa conocer o explicar de tal realidad.

Pero, la teoría suele ser muy abstracta y requiere frecuentemente para ser entendida por
otros de algún modelo que sirva como punto intermedio entre aquella y la realidad que
representa. De esta manera, puede decirse que el modelo está entre lo más abstracto y lo
más concreto. El modelo es, entonces, un facilitador para la comprensión de la realidad
a través de la teoría.

Existen diversas maneras de mostrar una teoría a través de los modelos. De ahí que
puedan estudiarse a partir de alguna clasificación. Para el caso, sólo se mencionarán
algunos tipos de modelos que permiten representar de distintas formas algunas teorías.

3.3.3.3. Tipos de modelos y sistemas mecánicos

Existe una gran diversidad de modelos. Dentro de un sistema teórico empírico analítico,
la recolección de los datos constituye de entrada el primer modelo. Se trata de un
modelo llamado modelo cortical que consiste en la organización de los datos y, a partir
de la misma, en la formulación de un problema. Cuando el investigador selecciona de lo
observado aquello que quiere relacionar (los datos) está construyendo un modelo que no
es material. La pregunta que se formula el investigador es acerca de la relación entre los
datos. Esta incógnita representa aquello que no se conoce y se desea conocer, mientras
que los datos representan lo conocido y que se pretende relacionar.

La solución del problema se da primeramente en forma provisional y es llamada


hipótesis. La hipótesis es el segundo modelo en aparecer en todo proceso de
investigación inicial. La hipótesis es llamada modelo básico, pues de ella depende lo
que sigue en la construcción teórica y su representación. Lo anterior permite entender
que el modelo sirve en la construcción de las teorías y no sólo en su simple

53
representación. La hipótesis es un primer intento por dar respuesta a la pregunta del
investigador y puede formularse en palabras, a manera de proposición o, no con poca
frecuencia, en el caso de las ciencias empíricas aparece como un tipo de fórmula o
enunciado lógico-matemático o matemático.

Un ejemplo de lo anterior puede ser:

1. Modelo cortical

P: primer dato Q: segundo dato

Pregunta: ¿Cuál es la relación entre P y Q?

O: ¿Cómo se explica que Q ocurra?

2. Modelo básico

Hipótesis: P → Q

Que se lee: Si P entonces Q

El entonces (→) puede tener varios sentidos:

Puede significar relación causal, correlacional, o simplemente


condicional.

Toda representación de la teoría, en cualquiera de sus fases, que no sea material


constituye un modelo formal. El texto que se escribe para plasmar la teoría es un modelo
formal típico y general. En este sentido, toda teoría científica termina dando origen a
algún tipo de modelo formal. La teoría absolutamente abstracta, con segundo producto
del pensamiento científico, se restringiría, entonces, al pensamiento.

De otra parte, existen modelos experimentales en la gama de modelos que sirven a los
sistemas mecánicos y que pueden ser, a su vez, representados lógico-matemáticamente.
Esto quiere decir que la lógica matemática facilita el diseño de modelos a los sistemas
mecánicos.

Dentro de los modelos experimentales encontramos modelos materiales tales como: el


modelo gráfico, el modelo fotográfico, el modelo real-físico y el modelo virtual; entre
muchos otros. La diferencia entre el penúltimo y el último radica en la manera cómo

53
opera el sistema en el modelo. Un ejemplo sencillo es la diferencia que existe entre una
caja de Skinner real y un software de la misma.

3.3.3.4. Funciones del modelo en los sistemas mecánicos y simbolización lógico-


matemática

El modelo comparte sus funciones con las leyes y las teorías, pues en cierta medida
contribuye a la explicación y en la predicción de los fenómenos en los sistemas
mecánicos. No obstante, hay una función que puede tener el modelo y que no está
presente en los otros dos productos científicos, se trata del control. La manipulación de
variables independientes en sistemas mecánicos, y su respectivo efecto en las variables
dependientes, es una de las posibilidades brindada exclusivamente por los modelos.

Para finalizar, se representa enseguida, en un lenguaje lógico-matemático que lo hace


posible, las tres funciones de un modelo en el caso de un sistema mecánico:

1. Explica: P → Q representa un sistema en el que el antecedente (P) es la causa,


el factor incidente, parte de la causa, una condición o un elemento antecesor
concurrente toda vez que aparece el consecuente (Q).
2. Predice: Si se sabe que la explicación de Q es P, se puede afirmar que Q va a
aparecer toda vez que P aparezca. Claro está que ello no implica que sea la única
posibilidad para Q. Sólo si se tratara de una relación bicondicional (P ↔ Q), la
única posibilidad de Q se reduciría a P. Desde el punto de vista formal, lógico-
matemático, esta propiedad se presenta y representa mediante una regla de
inferencia denominada Tollendo Ponens que consiste en la afirmación del
consecuente a partir de la afirmación del antecedente, en una relación
condicional. Así:

P→Q
P____
Q

3. Controlar: Como ya se había mencionado en la primera parte de este escrito, si


se puede predecir la aparición Q, a partir de la aparición de P, en condiciones
experimentales es factible manipular el antecedente para evitar parcialmente que
aparezca el consecuente o, por el contrario, para que este precisamente aparezca.
Este tipo de manipulación de la variable independiente con efecto sobre la

53
variable dependiente, puede ser representado lógico-matemáticamente, en un
sistema mecánico, a través de una inferencia llamada Tollendo Tollens, así:
P→Q
⌐ P____ (lo que se espera que deje de ocurrir)
⌐Q (lo que se hace o deja de hacer para que no
ocurra)

También puede ser por ponendo ponens, como en el caso de la predicción. La


diferencia estaría en la manipulación de una de las variables para que ocurra lo que se
espera:

P→Q
P____ (variable independiente que se manipula)
Q (variable dependiente que aparece)

BIBLIOGRAFÍA

Cohen, M (1983). Introducción a la lógica y al método científico. Buenos Aires:


Amorrortu.
Ferrater, J. (1994). Diccionario de filosofía. (1a. ed., Vols. 4). Barcelona, España: Ariel.
López, J. (1990). Método e hipótesis científicos. México: Trillas.
Mardones, J. (1994) Filosofía de las ciencias humanas y sociales. Barcelona:
Anthropos.
Nágel, E. (1975). La estructura de la ciencia. Buenos Aires: Paidós.
Padilla, H. (1992). El pensamiento científico. México: Trillas.
Relae, G. & Antiseri, D. (1988). Historia del pensamiento filosófico y científico.
Barcelona, España: Herder.
Rivera, M. (1991). La comprobación científica. México: Trillas.
Serrano, J. (1990). Pensamiento y concepto. México: Trillas.
Suppes, P. (1981). Introducción a la lógica simbólica. México: Continental.
Wartofsky, M. (1980). Introducción a la filosofía de la ciencia. Madrid, España:
Alianza.
Yurén, M. (1990). Leyes, Teorías y Modelos científicos. México: Trillas.

3.3.4. Prueba simulacro: leyes, teorías y modelos

53
Señale en la Tabla de respuestas si la afirmación es F (Falsa) o V (Verdadera),
Justifique brevemente su respuesta.
1. Las leyes científicas no son totalmente verificables
2. La ley científica no explica la relación entre las teorías
3. La ley científica corresponde a una proposición condicional
4. Las teorías científicas relacionan las leyes sistemáticamente
5. Las teorías representacionales son fenomenológicas
6. El modelo cortical es un modelo operativo
7. El modelo real puede ser simulado o material
8. Los modelos científicos no necesariamente son tangibles
9. El modelo cortical representa siempre una hipótesis
10. El modelo básico es el primer paso en un proceso de investigación
11. El modelo científico es un ideal y no una muestra
12. Todas las teorías profundas estudian el proceso interno de un fenómeno
13. Las leyes científicas tienen la propiedad de la deducibilidad
14. Una de las funciones de la ley científica es la predicción
15. Los símbolos de un sistema sintáctico representan algún hecho
16. Los conceptos “hecho” y “fenómeno” son entre sí contradictorios
17. Un modelo no puede ser al mismo tiempo material y simulado
18. Todo modelo material implica un modelo formal
19. Todos los teoremas constan de mínimo de un axioma y dos postulados
20. Las teorías representacionales son más profundas que las fenomenológicas

TABLA DE RESPUESTAS

F V F V F V F V

01 06 11 16

02 07 12 17

03 08 13 18

04 09 14 19

53
05 10 15 20

IV LÓGICA MATEMÁTICA

La lógica matemática es una disciplina formal que se desarrolla a partir del siglo XIX y
principalmente en el siglo XX, con el propósito de darle precisamente un fundamento
lógico a la matemática (de ahí deriva su nombre). Por tal razón, la lógica matemática no
es una continuación de la lógica formal aristotélica, sino que la mayor parte de sus
avances ha ocurriría de manera independiente.

La lógica matemática, en lo que vamos a ver, es una lógica interproposicional, a


diferencia de la lógica formal aristotélica que es intraproposicional. Esto significa que
en la lógica matemática el objeto central no es el estudio analítico de las proposiciones a
partir de las relaciones entre sus sujetos y predicados, sino el tipo de relación que
pueden guardar entre sí las proposiciones y la manera como esta afecta los valores de
verdad. En otras palabras, la unidad mínima del pensamiento lógico (átomo lógico) es,
para la lógica matemática, la proposición y no los términos (sujeto, predicado). De ahí
que también se le llame a esta parte ‘lógica proposicional’, mientras que a la lógica
aristotélica se le reconozca como una ‘lógica de términos’.

4.1. Representación de las proposiciones y sus conectores24

Para la lógica matemática las proposiciones son afirmaciones representables mediante


letras mayúsculas de la A hasta la Z. Lo importante es que cada letra represente una
proposición diferente. Así, por ejemplo, la proposición “llueve” puede representarse con
la letra A y la proposición “hace frío” con otra letra B. Cada proposición, por tratarse de
una afirmación, tiene un valor de verdad que puede ser Verdadero o Falso. Lo que le
interesa a la lógica matemática, en principio, es saber qué ocurre con ese valor de
verdad cuando relacionamos dos o más proposiciones, según el conector que utilicemos.
Por ejemplo, yo podría relacionar la proposición atómica A (llueve), con la proposición
atómica B (hace frío), mediante una partícula conectora conjuntiva como la ‘y’ para
formar una proposición molecular A.B (llueve y hace frío) Nótese que el punto (.) hace
las veces de conector conjuntivo o de ‘y’.

24
Se recomienda la lectura: Marquínez (2008), pp.41-60.

53
Las relaciones entre las proposiciones pueden ser de distinto tipo, veamos las
principales con sus respectivos símbolos y nombres (Ver fig. 1).

Fig. 1

CONECTIVA NOMBRE RELACIÓN LECTURA EXPLICACIÓN

~ Negador ~A no A Niega a la proposición que


tiene al frente

. Conjuntor A.B AyB Reúne las dos proposiciones


en una

→ Condicionador A→B si A entonces B Indica que si ocurre A


necesariamente debe ocurrir
B, pero no necesariamente
al contrario

↔ Bicondicionador A↔B A si solo si B Indica que cualquiera de las


dos proposiciones que
ocurra hace necesariamente
que la otra ocurra

v Disyuntor AvB A y/o B Indica que ocurre al menos


incluyente una de las dos, o sea que
pueden ocurrir ambas

w Disyuntor AwB óAóB Indica que debe ocurrir solo


excluyente una de las dos proposiciones

↓ Binegador A↓B ni A ni B Indica que ninguna de las


dos debe ocurrir

│ Anticonjuntor A│B A incompatible No pueden ocurrir al


con B tiempo, aunque puede no
Barra de
ocurrir ninguna
Scheffer

53
4.2. Tablas de verdad25

Si la proposición atómica A puede ser (V) o (F), y la proposición atómica B puede ser
(V) o (F), la proposición molecular (A.B) también podrá ser en conjunto (V) o (F),
dependiendo de los valores que le demos a las proposiciones atómicas que la
constituyen. Así, por ejemplo, si A es (V) y si B también es (V), (A.B) será una
proposición molecular (V). Pero, si al menos una de las dos proposiciones atómicas es
(F) hará automáticamente que sea (F) toda la proposición molecular. Esto da origen a
las llamadas tablas de verdad. En este caso, tendríamos ya analizada la tabla de verdad
de (A.B) De ahora en adelante representaremos a (V) como (1) y a (F) como (0) de
acuerdo con el lenguaje binario que acuerda la lógica para que su lenguaje sea más
universal (Ver fig. 2)

Fig. 2

A B A.B

1 1 1

0 1 0

1 0 0

0 0 0

Nótese que el valor de la proposición molecular se anota debajo del conector ‘y’ (.),
pues significa que lo falso o verdadero es la relación conjuntiva entre las dos
proposiciones atómicas A y B.

Ahora bien, dependiendo de la conexión, el resultado va a cambiar en la proposición


molecular. Veamos entonces los resultados en cada caso.

Ejercicio:

Según la comprensión que usted tiene del significado de cada uno de los conectores,
complete las siguientes tablas de verdad. Como ya se hizo en clase este ejercicio aquí

25
Se recomienda la lectura: Marquínez (2008), pp.61-84.

53
les recuerdo el resultado en una tabla general que contiene todas las tablas de verdad
(Fig. 3)

Fig. 3

A B A→B A B A↔B A B AvB A B AwB A B A↓B A B A│B

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 1 0

0 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0 1 1

1 0 0 1 0 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1

0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1

A ~A

1 0

0 1

4.3. Análisis de certeza26

Cuando se va analizar una proposición más compuesta que las anteriores, o sea formada
por más de dos proposiciones en relación, se puede hacer uso de las tablas de verdad y
otras reglas lógicas para determinar el valor de verdad de la proposición completa. A
este procedimiento se le denomina Análisis de certeza. Para poder hacerlo, deben
tenerse presente las siguientes reglas:

1) El análisis se hace de izquierda a derecha.

2) El análisis se hace resolviendo primeros las relaciones de menor alcance, que se


encuentran agrupadas respectivamente por los mismos signos de agrupación que se
suelen utilizar en la matemática. Las agrupaciones de menor extensión se hacen
utilizando el paréntesis ( ), y las que siguen en extensión, el corchete [ ] y luego la llave
{ }. De ahí en adelante, si fuera necesario, se duplicaría la llave {{ }} o se triplicaría;
etc.

26
Se recomienda la lectura: Marquínez (2008), pp. 85-102.

53
Al final, si el resultado del análisis de la proposición es siempre 1, la proposición sería
una tautología o sea una verdad sin discusión. Pero si siempre da 0, sería una evidente
contradicción. Finalmente, si unos son 1 y otros son 0, sería una indeterminación.

Ejercicio (Fig. 4): Elabore el respectivo análisis de certeza de la siguiente proposición


molecular e interprete el resultado final obtenido.

Fig. 4

A B [(A . B) → (B v A)] ↔ A

1 1 1 1 1 1

0 1 0 1 1 0

1 0 0 1 1 1

0 0 0 1 0 0

Interpretación: la proposición analizada corresponde a una indeterminación por su valor


de verdad.

Nótese que los valores de verdad derivados se anotan debajo del conector y no de la
proposición, pues recuerden que no es lo mismo decir que A es (1) a decir que la
relación entre A . B es (1)

Como es posible que aparezcan más de dos variables o proposiciones distintas en la


proposición molecular, por ejemplo (A v B) . C, la tabla para realizar el análisis deberá
contener todas las posibilidades de combinación. Para facilitar la construcción de la
tabla y hacerla uniforme en todos los casos, se propone la siguiente fórmula: 2 n El dos
(2) o base exponencial es una constante que representa el valor de verdad que cada
proposición podría tener (1) ó (0), y el exponente n representaría el número de variables
o proposiciones distintas en juego.

Por ejemplo (ver fig. 5), para el caso (A v B) . C tenemos tres (3) variables (A, B y C),
luego la fórmula aplicada nos daría 23 = 8. Esto quiere decir que habría ocho (8)
combinaciones posibles entre los valores de verdad de las tres proposiciones. Estas
combinaciones se ordenan así:

Fig. 5

53
A B C (A v B) . C

1 1 1

0 1 1

1 0 1

0 0 1

1 1 0

0 1 0

1 0 0

0 0 0

Ya sabemos que son en total ocho (8) filas y tres (3) columnas. Los valores de verdad de
la primera, de arriba abajo, se turnan todo el tiempo: primero (1), luego (0) y así
sucesivamente hasta completar las ocho filas. La segunda columna se turna cada dos
valores de verdad iguales de arriba abajo, empezando también por los dos verdaderos
(1,1) y siguiendo con los dos falsos (0,0) hasta completar las ocho filas. Finalmente, la
tercera Columna doblando la anterior, es decir, primero cuatro verdaderos (1, 1, 1, 1) y
luego los cuatro falsos (0, 0, 0, 0). Es de notar que siempre en la última Columna la
primera mitad debe ser (1) y la otra media mitad (0).

Hasta aquí tenemos la estructura o matriz para poder ahora sí hacer el análisis de certeza
siguiendo las reglas ya vistas.

4.4. Inferencias tautológicas27

Ya sabemos que la inferencia consiste en llegar a una conclusión a partir de alguna(s)


premisa(s) por relaciones lógicas que se expresan a través de fórmulas.

Para esta lección se debe leer la unidad quinta (5ª) del texto de Marquínez (2008)

4.5. Equivalencias tautológicas28


27
Se recomienda la lectura: Marquínez (2008), pp.103-128.
28
Leer: Marquínez (2008), pp.129-150.

53
Dos proposiciones pueden ser equivalentes entre sí, lo que quiere decir propiamente que
no tenemos dos proposiciones distintas sino más bien que podemos expresar una misma
proposición de distintas maneras. Es posible hacer demostraciones lógicas a través del
uso de estas equivalencias que se expresan también a través de fórmulas lógico-
matemáticas.

Para esta lección se debe leer la unidad sexta (6ª) del texto de Marquínez (2008).

4.6. Simulacro: inferencias tautológicas

En cada uno de los siguientes cinco ejercicios propuestos Usted debe seleccionar
(marcando con una equis ‘X’ sobre la letra minúscula) cuál(es) de las fórmulas
señaladas con las abreviaturas no es (son) necesaria(s) para lograr la demostración que
se pide. En seguida, debe demostrar la validez de su respuesta desarrollando la
demostración completa. Si no logra la demostración, no es válida la primera respuesta
de selección múltiple.

Ejemplo:

Demostrar: P Λ A No se requiere para su solución:

1. A → P a. PP

2. B → A b. SIMP

3. D Λ B c. ADJ

d. TRANS

Usted debe marcar la letra d. con una ‘X’, pues, para demostrar: P Λ A sólo se requieren
las tres primeras fórmulas (en el orden que convenga). Enseguida, Usted debe demostrar
su respuesta (en una hoja aparte), desarrollando toda la demostración, así:

1. A → P
2. B → A
3. D Λ B
_______________

4. B por SIMP en 3)
5. A por PP en 2) y 4)
6. P por PP en 1) y 5)
7. P Λ A por ADJ en 6) y 5)

Queda demostrado que eran necesarias la SIMP, PP y ADJ y quizás otras, pero no la
TRANS (transitividad) para solucionarlo. Aunque se hubiera podido iniciar con una
TRANS entre 2) y 1), no era necesaria para encontrar la respuesta al problema.

53
I. Demostrar: ~F Λ B No se requiere para su solución:

1. (D → F) → ~F a. PP

2. ~D → B b. TP

3. D → E c. TT

4. E → F d. ADJ

II. Demostrar: ~B Λ ~G No se requiere para su solución:

1. G → ~C a. TT

2. C v B b. TP

3. ~B c. ADJ

d. TRANS

______________________________________________________________________

III. Demostrar: ~Q v R No se requiere para su solución:

1. ~S v T a. ADJ

2. ~S → ~Q b. ADC

3. O → ~T c. TP

4. X Λ O d. PP

______________________________________________________________________
_______

IV. Demostrar: T No se requiere para su solución:

1. A → B a. TT

2. B → C b. ADC

3. R → F c. PT

4. F → T d. TP

5. A Λ L

6. C → ~L

______________________________________________________________________

V. Demostrar: H Λ ~N No se requiere para su


demostración:

53
1. ~F → C a. PT

2. T → R b. TT

3. ~F → D c. DSD

4. R w C d. TP

5. T Λ H Λ ~F

Marquínez, A. & Sanz, J. (2008). Bogotá, Colombia: USTA.


Suppes, P. (1981). Introducción a la lógica simbólica. México: Continental.

V ALGUNAS LECTURAS COMPLEMENTARIAS: LÓGICAS ALTERNATIVAS Y


OTROS ASUNTOS29

Nota: Los artículos referidos a las lógicas alternativas han sido publicados
secuencialmente en boletín ‘Carta de Psicología’ en la Facultad de Psicología de la
Universidad Católica de Colombia durante varios períodos y en distintos volúmenes.

5.1. ¿De dónde surgen las lógicas no-ortodoxas?


-Primeras consideraciones-
En un artículo anterior que titulé “Inconsistencias ¿por qué no?” informaba sobre la
existencia de otras lógicas alternativas a las ortodoxas y procuraba motivar para la
búsqueda de mayor conocimiento sobre su origen, desarrollo y posible utilidad en la
psicología. Para avanzar un poco en esta compleja tarea partiré hoy de una pregunta
distinta: ¿de dónde surgen las lógicas no-ortodoxas?

Las lógicas no-clásicas se originan, en buena parte, como una alternativa de solución
frente a las salidas poco convincentes de algunos teóricos a la llamada paradoja de
Russell. Lo que para unos fuera perogrullada, para otros resultaba ser tan sólo un
frustrado intento de fuga ante la aparición de un genuino problema lógico que dejaba en
crisis a una ciencia de tan alto prestigio histórico como lo matemática.

La respuesta anterior no resulta tan clara para aquel que no se halla aún familiarizado
con ciertos conceptos, problemas y entropías de estas disciplinas científicas formales
como son la lógica y la matemática. Por ello comenzaremos hoy, y enseguida, haciendo

29
A manera de exordio se recomienda: Sarmiento (2012), pp. 12-14.

53
tan sólo las primeras consideraciones previas que, a juicio personal, resultan necesarias
para irnos aproximando paulatinamente a la comprensión del asunto.

Comparto la idea de que la lógica no nos enseña a pensar, eso sería demasiado
pretensioso para cualquier disciplina científica; sería tanto como esperar que la biología,
por el hecho de estudiar la vida, nos enseñara a vivir. Para que un estudiante comprenda
una clase de lógica formal, por ejemplo, se necesita previamente que sepa razonar:
construir conceptos, juicios y, en alguna medida, utilizarlos en la construcción de
argumentaciones.30

Esta postura particular coincide de alguna forma con aquello que afirma el comentarista
Mounce31 hablando de la filosofía de la lógica desarrollada por el filósofo e ingeniero
Ludwig Wittgenstein en su Tractatus Logico-philosophicus:

“Algunos filósofos han pensado que la lógica formal revela los principios o
leyes en los que se funda la lógica de nuestro lenguaje, como si estos
principios explicaran por qué, digamos, fuera válido un argumento en
lenguaje ordinario. Esta es una opinión que algunas veces mantienen los
estudiantes cuando afrontan por primera vez la lógica formal. La lógica
formal, piensan, les enseñará cómo razonar. Pero, pensándolo de nuevo, es
evidente que, si no saben ya cómo razonar, nunca entenderán la lógica
formal. En resumen, podemos desarrollar un cálculo formal sólo porque ya
tenemos una captación de su validez. Wittgenstein estaba expresando estos
puntos cuando dijo en el 6.123: “Claramente las leyes de la lógica no pueden
a su vez estar sujetas a las leyes de la lógica.” 32

Si bien la lógica nos puede hacer más evidentes las estructuras y relaciones utilizadas
por nuestro pensamiento para pensar coherentemente, así como mostrarnos en alguna
medida la necesidad del rigor conceptual y metodológico argumentativo propio de las
ciencias, no cumple en cambio por ello la función de dirigir por mejores rumbos nuestro
sentido común. El ejercicio lógico puede sí habilitarnos, por ejemplo, para percibir con

30
Nuestro pensamiento puede ser incitado a pensar, pero no instruido para poder llegar a hacer una tarea
que de suyo le pertenece. Wittgenstein agradecía a su maestro Frege por haber incitado su pensamiento y
no por haberle enseñado a pensar.
31
H. O. Mounce junto con A. Kenny es considerado uno de los más importantes estudiosos e intérpretes
de Wittgenstein en el mundo.
32
Mounce, H. O. (1983). Introducción al “Tractatus” de Wittgenstein. Madrid. Tecnos.

53
mayor facilidad y entendimiento las contradicciones habidas en los discursos propios o
de otro hablante.

En realidad es muy fácil contradecirnos, pero menos fácil darnos cuenta de nuestras
contradicciones. El desarrollo de las habilidades argumentativas y el ejercicio de
nuestro pensamiento, en búsqueda de inconsistencias, puede llegarnos a ser de gran
ayuda en esta abstracta tarea. De hecho, detectamos con cierta prontitud aquellas
inconsistencias triviales que se tornan en algunos casos incluso risibles para nosotros.
Quizás así ocurra toda vez que encontramos el aviso “prohibido fijar avisos aquí” en
uno de los muros limpios de un lote. 33; o cuando el profesor en clase, después de una
fuerte confrontación con los estudiantes, en tono iracundo les dice: “…y no es que yo
esté bravo”.

Otro tipo de afirmaciones contradictorias, en cambio, nos comienzan a resultar menos


evidentes o por lo menos nos exigen un detenimiento mayor, como sucede con el
médico cuando observa “lo mismo” muchas veces antes de atreverse a decir su primera
hipótesis. Así nos ocurre ante afirmaciones contradictorias como “todo conocimiento
es subjetivo” o “ningún conocimiento es absoluto”34.

Hay sin embargo otro nivel de contradicciones que nos podrían simplemente dejar
pensando que algo no marcha bien, como es el caso de la paradoja pragmática del
mentiroso , en el contexto de la semántica veritativa: “Esta oración es falsa”. En este
último caso es probable que nos sintamos tentados a pensar que estamos simplemente
frente a una proposición ambigua o contradictoria (decimos ‘juego de palabras’), pero a
lo mejor no alcancemos a sospechar siquiera de su autenticidad como proposición, y
probablemente no logremos identificar que se trata en realidad de una típica pseudo-
proposición35.

Estos tropiezos en el análisis lógico de nuestro lenguaje hacen que nos pueda resultar
más difícil la comprensión y la explicación de aporías o paradojas como la de Russell
que demarcan un verdadero hito dentro de la historia del pensamiento científico en el
siglo XX. Hechas ya estas primeras consideraciones, en un próximo artículo nos

33
Aclarando que lo que se puede estar prohibiendo es el uso de pancartas o vallas publicitarias.
34
De este tema específico trate en otro artículo editado en el 2005 por Carta de Psicología y titulado “La
imposibilidad de la objetividad subjetiva”.
35
No debe traducirse para este caso pseudo-proposición como falsa proposición, sino como aparente
proposición o no-proposición con la apariencia de proposición, cosas que son bien distintas.

53
aproximaremos más a través de algunos ejemplos y explicaciones al problema
fundamental que diera origen a las llamadas lógicas no-clásicas.

¡Ah! … y no olvidemos que la psicología como cualquier otra disciplina científica del
hombre debería valerse de lógicas alternativas que le ayuden a comprender mejor el
pensamiento y el lenguaje cotidianos.

5.2. Inconsistencias ¿por qué no?

Decir que “toda regla tiene su excepción” no debería tomarse como una regla de orden
superior, pues la excepción de la misma, como regla que es, la haría inmediatamente
nula. Cuestiones como estas nos hacen pensar en lo difícil que resulta ser siempre
consistentes en todas nuestras afirmaciones, o ¿por qué no? más bien en la necesidad de
aceptar que no toda inconsistencia invalida necesariamente nuestros pensamientos.

Una de nuestras creencias más mitificadas, entonces, consiste en considerar que un


pensamiento es racional sólo si es coherente, consistente o no-contradictorio con otro
que provenga del mismo sujeto. A eso llamamos comúnmente “pensamiento lógico”.
Es curioso, sin embargo, el hecho de que aceptamos con tal decisión este principio, al
mismo tiempo que nos movemos sin mayores objeciones entre tantas contradicciones en
el mundo de la vida. En efecto, el rigor académico parece empujarnos hacia una orilla:
la del pensamiento coherente, mientras que las laxitudes de nuestra cotidianidad, hacia
la otra: la de las incongruencias del pensamiento informal. Así las cosas, el ideal de
toda vida intelectual pareciera estar del primer lado, mientras que el error, a penas si
corregible, del segundo.

La búsqueda de algunas de las razones fundamentales para habernos mantenido


atrapados durante tantos siglos en esta tendencia tan radical nos remonta
indefectiblemente a la tradición filosófico-científica griega que, como nos es bien
sabido, cobra peso en toda la historia del pensamiento occidental. Más técnicamente
hablando habríamos de referirnos al peso histórico de los tres primeros principios
lógicos sistematizados por Aristóteles: el de Identidad, el de no-contradicción y el del
tercer excluido, derivados estos de la más grande verdad revelada al hombre según el
pensamiento parmenídico: que El ser es y que el no-ser no es.

Al margen de estos tres principios debe aclararse, no obstante, que ser coherente no
resulta ser lo mismo que ser veraz. Un pensamiento coherente sólo muestra que no

53
existe contradicción alguna entre sus afirmaciones, mientras que uno veraz únicamente
indica que las mismas deben ser ciertas. Aristóteles, sin embargo, consideró que para
estar en la verdad se debía ser coherente y comprometió en muchos casos también la
relación contraria, que algunos llaman hoy ontologicismo aristotélico.

No siendo confundibles de todas maneras la coherencia y la verdad, puede entenderse a


este propósito que las más grandes mentiras de los hombres en la historia se han
caracterizado por ser justamente al mismo tiempo las más coherentes. He ahí, pues, en
buena medida, el secreto de la “plausible” experticia del embaucador. El arte de
persuadir con propósito de engaño, como en cierta retórica sofística, explicaría de
alguna manera la prevalencia, por ejemplo, de la gran proliferación de discursos
disfrazados de sabiduría política. La coherencia, entonces, tiene que ver con la no-
contradicción entre pensamientos (no con su verdad), pues se deriva de la estricta
vigilancia de los principios lógicos evocados.

Pero esta tradición se ve vulnerada con la aparición en pleno siglo XX de insuperables


aporías en la matemática y la lógica, como se muestra en el caso de las paradojas de
Cantor, Russell; etc., y por darse precisamente estas ocurrencias al interior de ciencias
del más alto prestigio histórico, ganado por su presumible exactitud. Ello hace que se
abra entonces una vía alterna de reflexión acerca de nuevas formas de pensar no
convencionales. Y así, poco a poco, se irán considerando las lógicas clásicas como la
lógica de Aristóteles y la lógica matemática insuficientes para formalizar, analizar y
comprender algunas de nuestras formas variadas y borrosas de racionalidad.

La manera de poder dar, por ejemplo, temporalidad a nuestras afirmaciones implica


entrenarnos en otros tipos de formalización antes no aceptadas. Decir “P y no-P” al
mismo tiempo resultaría inconsistente para las lógicas clásicas, mientras que para
nuevas lógicas (como la lógica temporal) sólo significa que nuestras proposiciones son
provisionales en el espacio-tiempo. Decir que “llueve y no-llueve” sería catalogada así
como una inconsistencia no-trivial, si nos queremos referir a lo que pasa comúnmente,
por ejemplo, con el clima de Bogotá en un día cualquiera. Decir que el presidente de
Colombia es Uribe es cierto hoy, pero no sabemos, de haber vía libre a la reelección,
hasta cuándo será tal aserción verdadera (resultó cierta después de escrito este artículo,
pero hubiera podido no serlo)

53
Para ilustrar otro caso, vale la pena señalar que algunos antropólogos en Colombia han
venido adelantando últimamente estudios sobre zonas de conflicto armado haciendo uso
de las lógicas no-clásicas, por ejemplo de la llamada “lógica epistémica” que se ocupa
de la formalización de estados de creencias de los sujetos afirmantes. Su elección
obedece a que han visto que las agrupaciones violentas en nuestro país y en todo el
mundo no están conformadas regularmente por etnias, sino más bien por individuos que
comparten algunos de sus sistemas de creencias (políticas, religiosas u otras)
fundamentales. Estos sistemas de creencias los aproximan en sus propósitos y en el uso
que hacen de medios comunes para alcanzarlos. Los diversos niveles de convicción
(creencias) dados en estos grupos son formalizados lógicamente, por ejemplo, mediante
expresiones tales como: Sxp (x sabe que p), distinto de Cxp (x cree que p); etc. No
debemos olvidar a este propósito que en la lógica matemática, como clásica que es,
estos símbolos nunca han sido utilizados.

De todas maneras las aplicaciones de estas nuevas lógicas son aún incipientes; y aunque
en el ámbito jurídico y deontológico ya tienen algunos avances, en disciplinas como la
Psicología el trabajo está propiamente por hacerse. Bienvenidos todos nosotros al
mundo de las lógicas no-clásicas. Este escrito lógicamente deberá continuar; pero por
ahora, por razones de espacio, sólo terminaré recomendando una primera bibliografía
básica de avance:

Alchourron, Carlos. Lógica. Madrid: Trotta, 1995.

Bobenrieth, Andrés. Inconsistencias ¿por qué no?: un estudio filosófico sobre lógica
paraconsistente. Bogotá: Tercer Mundo, 1996.

Elster, Jhon. Lógica y sociedad: contradicciones y mundos posibles. Barcelona: Gedisa,


1994.

Sarmiento, J. (2012). Creer, saber y conocer: una nueva visión epistémica, sistémica y
social del conocimiento humano. Berlín, Alemania: LAP LAMBERT Academic
Publishing GmbH (EAE).

5.3. El origen de las inconsistencias

Vamos a mirar uno de los orígenes históricos más reconocidos de las inconsistencias
no-triviales al interior del saber matemático en pleno siglo XX.

53
La matemática ha sido uno de los saberes más antiguos y prestigiados dentro de la
historia de las ciencias.

Aunque se llegue a discutir en algún momento si la matemática es una ciencia o más


bien un instrumento de medición para las ciencias, como ocurriría en su momento con la
propia lógica al ser considerada por Aristóteles como Organon (Instrumento) de todas
las ciencias, no cabe duda que representa principalmente desde la modernidad un
modelo de precisión, de rigor, de exactitud, de metodicidad para las demás disciplinas.

De hecho no sólo Descartes la recrea ingeniosamente en la geometría analítica (síntesis


de la aritmética, geometría y álgebra de la época) y la repiensa como modelo científico,
sino que Kant la elogia de nuevo a través del nuevo modelo de ciencia visto en la física
newtoniana que justamente ha logrado matematizar su conocimiento del mundo,
validando de esta manera la experiencia humana del mismo.

El hecho es que alrededor de la matemática se ha tejido un altar que la mitifica como


saber modelo, por su precisión, coherencia, rigor, exactitud, “irrefutabilidad”,
consistencia o sólida fundamentación. Pero la historia de la matemática nos aproxima a
otra visión muy diferente. La matemática siempre tuvo problemas sin resolver aunque
muchas veces se hayan intentado ver estos problemas como trivialidades por parte de
los propios matemáticos en determinadas épocas y lugares. Un pensador tan
controvertido como Zenón de Eléa, por ejemplo, discípulo de la escuela parmenídea,
señalaría con sus paradojas problemas para los matemáticos de su época.

Traduciendo algunas de sus inquietudes ahora se podría preguntar si el todo es mayor


que la parte cuando en un segmento de recta (limitada) podemos encontrar infinitos
puntos de división (ilimitada) Si bien Zenón no jugaba aún con el concepto de espacio-
temporalidad de la física moderna ni mucho menos contemporánea, es claro que
planteaba problemas conceptuales serios sobre el asunto.

Si armamos un conjunto “A” cuyos elementos son todos los números enteros positivos
mayores que cinco (5) y otro conjunto “B” con todos los números enteros positivos
mayores que seis (6) es claro que aunque ambos conjuntos sean infinitos en sus
elementos, el primero al tener un elemento más que el segundo es mayor que éste. Ello
significaría extrañamente que hay conjuntos infinitos que son mayores que otros

53
conjuntos que también lo son. Problemas como estos han abundado en toda la historia
de la matemática.

Así las cosas, no resulta raro que en el siglo X algunos matemáticos como Cantor,
Bertrand Russell, Gottlob Frege, Whitehead, Ludwig Wittgenstein y algunos otros
intentarán buscar una fundamentación a la matemática desde la matemática misma, en
algunos casos, y/o desde la lógica, en otros. Pese a sus esfuerzos, como fuera el caso
de la teoría de conjuntos y la propia lógica matemática, tendría que llegarse a reconocer
que no existía fundamentación posible de esta disciplina en ella misma y ni siquiera en
la lógica. La razón: se seguirían encontrando inconsistencias en su interior. Por
ejemplo el Teorema de Gödel, la Paradoja de Russell referida a la Teoría de los tipos (o
las clases)

De ahí que comenzaran algunos como Wittgenstein (creador de las tablas de verdad) a
buscar una salida más clara tratando de hacer una filosofía de la lógica (tema central de
su obra “Tractatus Logico-philosophycus”) y posteriormente una investigación más
pragmática del lenguaje (“Investigaciones filosóficas”)

La filosofía analítica y del lenguaje tomaría gran importancia en este sentido, pues si los
problemas fundamentales de las ciencias radican en el uso o mal uso del lenguaje,
resultaba de máxima importancia…

5.4. Lógica paraconsistente: Un tipo de pensamiento alternativo. Primera


parte

En este artículo se ampliará el origen de la lógica paraconsistente, algunas de sus


características principales y sus primeras aplicaciones. El próximo artículo se detendrá
en dos aplicaciones específicas más. Una relacionada con la dialéctica y otra
relacionada con el pensamiento chamánico. ¡No se lo pierdan!

Origen de la lógica paraconsistente

En la publicación anterior revisamos la paradoja de Russell que hoy recrearé


brevemente con la paradoja del barbero.36 En un pueblo hay un único barbero que
afeita sólo a aquellos habitantes que no se afeitan a sí mismos. La pregunta es ¿y quién
afeita al barbero? Si él no se afeita, pertenece al grupo de lugareños que no se afeitan a

36
La publicación anterior corresponde al Nº 30 de mayo de 2007 de Carta de Psicología.

53
sí mismos y, por lo mismo, debería afeitarse; y si lo hace, pertenece al grupo de aquellos
que se afeitan a sí mismos y, por lo tanto, no debería afeitarse.37

A la postre, muy pocos matemáticos estuvieron de acuerdo en que la paradoja de


Russell se tratara de una auténtica e insoluble contradicción a partir de la cual debiera
aceptarse que: a) existen inconsistencias lógicas insalvables en las matemáticas; b) las
hipótesis de que un conjunto se pertenece y no se pertenece a sí mismo, aunque se
nieguen entre sí, son verdaderas al mismo tiempo; y c) el principio lógico del tercer
excluido o tertium non datur38 no se cumple para todos los casos y, por ende, la
presencia en el pensamiento de verdades contradictorias no triviales o valores de verdad
intermedios entre lo verdadero y lo falso es innegable.39 Estas últimas consideraciones
son las que dan origen en el siglo XX a la lógica paraconsistente y las que, hasta el
momento, logran desestabilizar parcialmente los principios presuntamente infalibles y
universales de la lógica clásica.

La paradoja de Russell tuvo al menos dos interpretaciones opuestas. Hubo quienes la


entendieron como una aparente contradicción que sólo encubría un pseudo-problema.
Esta fue la segunda posición del propio Russell, cuando crea hacia 1902 la teoría de los
tipos para restringir el uso del lenguaje con respecto a ciertas clases de conjuntos. El
trabajo completo de recuperación de los fundamentos de la matemática lo publicaría
algunos años después (Whitehead  Russell, 1913/1997). Esta restricción permitió
concluir desde entonces que: a) no pueden relacionarse categorías de objetos de distinta
naturaleza entre los conjuntos y sus elementos, y b) por tanto, todo conjunto se contiene
a sí mismo.

Hubo quienes hicieron, sin embargo, una segunda interpretación menos ortodoxa de la
paradoja russelliana. Esta consistió en aceptar la existencia real de ciertas
contradicciones en la matemática, la lógica y el lenguaje. Según tal lectura, sería tan
cierto que el conjunto de todos los conjuntos que no se pertenecen se pertenece, como
que no se pertenece. Esta segunda vía fue sugerida y acogida por los filósofos J.
Lukasiewicz y A. Vasiliev (1910/1971). Como lo recuerda Bobenrieth (1996), el nuevo

37
Esta es una paradoja de 1918 atribuida por un anónimo al filósofo británico Russell (1872-1970) que
refleja una contradicción análoga a la de su teoría de clases dentro de la teoría de conjuntos.
38
Este principio afirma que no existe una tercera posibilidad entre ser y no-ser. Se es o no se es y no
hay posibilidad intermedia alguna.
39
Se recomienda al lector que no esté familiarizado con la paradoja de Russell, y sus consecuencias
lógicas, leer primero la publicación anterior.

53
sistema lógico resultante lo empezaría a desarrollar S. Jáskowski (1948), uno de los
discípulos de Luckasiewicz; y, su respectiva axiomatización, tanto el brasilero Da Costa
(1968) como el polaco Dubikajtis (1977).

En alguna medida esta segunda interpretación de la paradoja de Russell llegaría a estar


respaldada por el brillante descubrimiento del matemático K. Gödel (1906-1978): el
teorema de incompletud (1930), a partir del cual el austrohúngaro señalaría que no había
una teoría completa posible en la obra de Russell y Whitehead de Principia
Mathematica o que había ciertamente inconsistencias innegables e irresolubles en la
misma.40

¿En qué consiste la lógica paraconsistente?

La lógica paraconsistente se caracteriza principalmente por considerar posible, de


manera simultánea y no trivial, la verdad de dos proposiciones contradictorias. La no-
trivialidad acude en defensa de la necesidad de consistencia en la mayoría de
proposiciones; pues, de no ser así, se tendría que aceptar trivialmente toda contradicción
y, en últimas, cualquier conjunto de proposiciones. En efecto, si se acepta toda
contradicción como base para deducir conclusiones nuevas, las posibilidades de la
inferencia se abren de manera tan obtusa que van produciendo un infinito llano de
respuestas irrefutables, caso en el cual no se podría hablar ni siquiera, al menos con
sentido, de una nueva información.

La no-trivialidad, en cambio, impide que se puedan deducir todas las expresiones


adecuadamente formadas a partir de aseveraciones contradictorias, como lo recalca
Bobenrieth (1996). Ser paraconsistente quiere decir, en síntesis, aceptar la posibilidad
lógica de que ciertas afirmaciones coexistan como contradictorias en un sistema de
proposiciones consistentes, y en circunstancias bien particulares. Esto se comprende
mejor abordando los avances en la aplicación de la lógica paraconsistencia.41

40
El segundo teorema de Gödel afirma que ningún sistema consistente se puede usar para demostrarse a
sí mismo. La aritmética básica no se puede utilizar entonces para tratar demostrar su propia consistencia
como lo pretendía la teoría de conjuntos en sus orígenes y la presunta fundamentación lógica de Russell y
compañía.
41
El término trivial hace en principio referencia a la existencia y aceptación de una tercera vía posible
entre la verdad y la falsedad. En este sentido ser trivial es ser incapaz de definir y defender con
argumentos una posición determinada. En el caso que estudiamos, en cambio, se es trivial sólo cuando se
acepta indiscriminadamente cualquier tipo de inconsistencia. En este segundo sentido, la trivialidad sería
propia de un pensamiento superfluo, mediocre, no-analítico, acrítico. La lógica paraconsistente acepta
entonces algunas contradicciones, pero no-triviales.

53
¿Para qué sirve la lógica paraconsistente?

La aplicabilidad de estos sistemas deductivos inconsistentes no-triviales que parten de


axiomas extralógicos o contradictorios como en el caso de la lógica paraconsistente, es
múltiple. Alchurrón (1995) así lo señala cuando afirma que tales sistemas han
propiciado el desarrollo de nuevas álgebras, la creación de matemáticas y semánticas
igualmente paraconsistentes; y que sus contribuciones más recientes se encuentran en la
informática y, de manera particular, en la simulación y el desarrollo de la inteligencia
artificial.

Sobre esto hay mucho aún por hacer y debatir. Si entendemos que el pensamiento
humano no sólo se acompaña de emociones y motivaciones, sino que es pensamiento
emotivo per se; es decir, que los humanos pensamos afectivamente, entonces la única
manera de acercarse más a la simulación de nuestro pensamiento será flexibilizando los
sistemas de programación, de tal manera que permitan manifestar procesos
cognoscitivos en los que se presente la duda, el sobresalto, la reserva, el prejuicio, la
osadía, la retractación, la arrogancia, la elegancia, la insensatez, la sencillez y otras
muchas formas de expresión del pensamiento; pues, literalmente hablando ¿qué
inteligencia no es emocional? Una mejor simulación requiere así abrirse a la posibilidad
del pensamiento ambiguo, difuso, contradictorio. La lógica paraconsistente es una
buena herramienta para programar parcialmente este tipo de simulaciones que se
apartan del comportamiento lineal bivalente.

Nuestros actos de habla manifiestan de forma clara que no somos afectivamente planos
en el decir. Pues no simplemente decimos o proferimos, sino que enjuiciamos,
valoramos, aceptamos, rechazamos, acatamos, evadimos, conjuramos, prometemos,
bendecimos, suplicamos y demás; y resulta evidente que estas acciones incluyen mucho
más que pensamiento racional. En consecuencia, una simulación del pensamiento
humano no sólo debe tener presente las características semánticas y sintácticas de
nuestro lenguaje, sino también, y de manera muy particular, sus características
pragmáticas.

En los usos o juegos de lenguaje, manifestamos más que simples locuciones


afectivamente vacuas e inocuas. Es aquí donde la implementación de otras lógicas es
requerida, si se pretende involucrar las inconsistencias de un pensamiento más acorde
con el nuestro, en el que también, y con alguna frecuencia, cohabitan y se toleran ciertas

53
contradicciones. En síntesis, la simulación del pensamiento humano no puede avanzar
significativamente si se restringe a la simulación del lenguaje informativo.

No debe olvidarse finalmente que la lógica paraconsistente ha sido sugerida también


para estudios avanzados sobre lógica dialéctica, psicoanálisis y antropología. Pero este
será nuestro próximo capítulo de reflexión.

REFERENCIAS

Alchurrón, C. E. (Ed.). (1995). Lógica. Valladolid, España: Trotta.

Bobenrieth, A. (1996). Inconsistencias ¿por qué no?: un estudio filosófico sobre la


lógica paraconsistente. Bogotá: Tercer Mundo. (Tesis de Maestría laureada por la
Universidad Nacional).

Gödel, K. (1981). Obras completas. Madrid, España: Alianza.

Lukasiewicz, J. (1971). On the principle of contradiction in Aristotle. Review of


Metaphysics, Vol. 24, 485-509. (Trabajo original publicado en 1910).

Whitehead, A. N.  Russell, B. (1997). Principia Mathematica to 56. Cambridge:


Mathematical Library.

5.5. la lógica dialéctica y la lógica de los de los mitos: un estudio desde la


paraconsistencia

En la publicación anterior nos detuvimos en el origen y la naturaleza de la lógica


paraconsistente42. En el presente artículo lo haremos en dos de sus aplicaciones: a) los
estudios sobre dialéctica y b) los estudios sobre el pensamiento mítico.

Dialéctica y paraconsistencia

42
Año XVII - Número 31 - Bogotá, D.C. - Octubre de 2007.

53
Uno de los principales opositores a la dialéctica en la historia de la ciencia
contemporánea fue el filósofo austriaco Karl Popper (1902-1994). De hecho, Popper
defendió hasta sus últimos días la noción de verdad aristotélica y la lógica clásica que le
sirve de soporte. La verdad para Popper no es otra cosa que la adecuación del
pensamiento a la realidad. Esta es una teoría de la correspondencia de la verdad para la
cual no existe posibilidad alguna de concebir una proposición que sea falsa y verdadera
al mismo tiempo. En consecuencia, el progreso de la ciencia está determinado por la
suplantación de teorías científicas que se refutan por nuevas conjeturas teóricas; es
decir, definido por teorías igualmente falsables, pero aún no refutadas.

Lo anterior muestra que dentro del pensamiento popperiano las contradicciones lógicas
nunca han perdido su connotación peyorativa, de tal manera que la contradicción
resulta ser útil en el desarrollo de las ciencias únicamente a la hora de mostrar por qué
una teoría no es consistente con otra y debe ser entonces remplazada. Sin embargo, esto
es diferente, e incluso absolutamente opuesto, al hecho de aceptar que una nueva teoría
científica pueda ser la síntesis de dos teorías que se hallen previamente en
contradicción; esto es, que se opongan entre sí a manera de tesis y antítesis,
respectivamente. Supuestamente, según Popper (1972/1994) el rechazo a cualquier
contradicción interna de una teoría quedaba de esta manera plenamente justificado43:

Si estamos dispuestos a aceptar las contradicciones, se extinguirá la crítica, y, con ella,


todo progreso intelectual. Por consiguiente, debemos decirle al dialéctico que no puede
mantener ambas actitudes… pues puede mostrarse fácilmente que si se aceptan las
contradicciones, entonces hay que abandonar todo tipo de actividad científica: sería el
derrumbe completo de la ciencia. Es posible demostrar esto probando que si se admiten
dos enunciados contradictorios, entonces se debe admitir cualquier enunciado; pues de
un par de enunciados contradictorios puede inferirse válidamente cualquier enunciado.
(pp. 380, 381)

Pero, pese a estos y muchos otros rechazos a la posibilidad de aceptar contradicciones


proposicionales, en palabras de Bobenrieth (1996):

Resulta más asombroso que en 1963, cuando Popper hizo pública esta ‘incitación’, en
Latinoamérica se publicaba la primera sistematización axiomática de un cálculo lógico

43
El escrito original corresponde al ensayo What is Dialectic?, publicado en 1940.

53
que hacía sobrellevables contradicciones sin que se implicaran todas las proposiciones
… se trataba del surgimiento de la lógica paraconsistente. (p. 127)

Esto quiere decir que desde la lógica paraconsistente se recupera el valor de la lógica
dialéctica no como una lógica consistente o no-contradictoria, porque lo es, sino como
una lógica paraconsistente o que toma como base la contradicción no-trivial. Este tema
resulta de gran relevancia a la hora de revisar, por ejemplo, la validez de los estudios de
la psicología social y la psicología comunitaria; específicamente cuando se valen (a
nivel metodológico) de la hermenéutica crítica (o dialéctica)44.

Mito y paraconsistencia

Especialmente a la antropología cultural le ha interesado, como parte de su quehacer


disciplinario e interdisiciplinario, el estudio de los mitos y las religiones. Este es un
asunto difícil de abordar en cuanto que reviste de entrada un carácter contradictorio. De
hecho las narraciones míticas suelen contener abundantes contradicciones que, a la luz
de la lógica ortodoxa, reflejan llanamente la existencia de un pensamiento apenas
primitivo, prelógico, trivial y saturado de imaginerías, digno de ser superado muy
pronto por el pensamiento científico.

Así lo ha querido mostrar durante mucho tiempo cierta literatura científica,


especialmente algunos manuales que introducen a los estudiantes universitarios en el
estudio de disciplinas como la psicología. Desde esta superflua visión, se habla
acríticamente y por contraste del paso del mito al logos. Se considera que el mito
antecede al logos (esto es, a todo pensamiento racional y crítico) en sentido histórico,
social, psicológico y, por ende, epistemológico. En menos palabras, la ciencia es
concebida como la superación del pensamiento mítico, religioso e incluso metafísico;
idea que evoca las pretensiones de August Comte de fundar una ciencia positiva.

El mito es pensado con ligereza cuando se le descalifica del pensamiento racional a


causa de las contradicciones que con regularidad presenta. Debe revisarse, entonces, el
tipo de contradicciones que aparecen regularmente en las narraciones míticas y, sobre
todo, la intención que estas puedan revestir. Pues, hablar dentro de un mito, por
ejemplo, de un gato volador herbívoro no resulta tan contradictorio como hablar de un
gato tan grande como el más pequeño de todos los gatos. Este es el caso justamente del
44
Sobre este particular es importante la discusión del sentido de la hermenéutica entre Gadamer y
Habermas a propósito de su posibilidad en el estudio de las ciencias sociales.

53
Goofus Bird y el Goofang. El primero, es un pájaro que construye su nido al revés y
vuela para atrás porque no le interesa para dónde va sino de dónde viene. El segundo, en
cambio, es un pez que nada hacia atrás para que no le entre agua en los ojos y que es del
mismo tamaño que el pez rueda, pero mucho más grande45.

Coexisten de hecho dentro de los mitos fantasías de situaciones consistentes y fantasías


de situaciones inconsistentes. Sin embargo, adentrándose en el estudio de los mitos y las
religiones, desde una lógica no-ortodoxa o alternativa como la paraconsistente, la
apreciación sobre sus inconsistencias puede tener un giro de varios grados. De este
asunto tratará precisamente nuestro próximo artículo.

REFERENCIAS

Bobenrieth, A. (1996). Inconsistencias ¿por qué no?: un estudio filosófico sobre la


lógica paraconsistente. Bogotá: Tercer Mundo. (Tesis de Maestría laureada por la
Universidad Nacional).

Popper, K. (1994). Conjeturas y refutaciones: el desarrollo del conocimiento científico


(Míguez, N. Trad.). Barcelona (España): Paidós. (Trabajo original publicado en 1972).

45
Como luego se verá, estos dos objetos animales fantásticos corresponden a figuras literarias
mencionadas por Jorge Luis Borges hablando de los mitos de los hacheros de Wisconsin y de Minnesota.

53

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