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Unidad I

Contrato
Antecedentes históricos: Derecho romano
En Roma, la voluntad de las partes no era suficiente por sí sola para crear obligaciones
válidas y eficaces. No existía un concepto general del contrato, pero sí figuras
contractuales ordenadas en series limitadas. El nacimiento del contrato se daba sólo
como acto formal y debían tener la forma indicada en la ley para tener su protección y
poder ser exigibles. Sí no existía el requisito formal y la nominación, el pretor no
concedía acción y las partes no podían hacer valer el acuerdo ante la justicia. Sólo
generaba acción en juicio aquel que tuviera la forma típica, se asimilaba entonces el
concepto de contrato a lo que en el derecho romano se entendía por causa civil
obligandi.

Clasificación de los contratos en el derecho romano:


Contratos formales (verbales y literales): su validez dependía de la existencia de
determinadas formas.
 Verbales: originados en expresiones verbales solemnes. La stipulatio fue la
principal. Era un negocio puramente obligacional con naturaleza en el derecho
civil a partir del cual se prometía una prestación. Su contenido podía ser
cualquiera que fuera permitido por la ley. Se aplicó en el derecho privado y
formó el regulador indispensable del comercio jurídico.
Contratos reales: Generan una obligación por la recepción o entrega de una cosa.
Recibirla genera responsabilidad. Surge a partir de que una de las cosas del patrimonio
se desplace sin causa que permita la retención definitiva por quien reciba la cosa.
 Mutuo: entrega sin formalidad de una suma prestada que genera la obligación
de devolver la misma cantidad.
Los contratos reales se generaron entonces por la responsabilidad inherente a la
recepción de la cosa.
Aparecen luego el comodato, el depósito y la prenda, época donde se toma en cuenta
la buena fe.
Contratos consensuales: se toma en cuenta el consentimiento de las partes para su
validez. Sólo los mencionados taxativamente por la ley eran los que ella protegía y
tenían acción judicial. Estos contratos se diferencian de los de puro derecho civil ya
que mientras el mutuo y los contratos formales producían sólo obligación a una parte,
los consensuales los producían para ambas.

Definición legal:
Art. 1137 CC: “Hay contrato cuando varias partes se ponen de acuerdo sobre una
declaración de voluntad común destinada a reglar sus derechos” Es necesario entonces
para que haya contrato:
Pluralidad de personas
Declaración de voluntad común
Que esa declaración regle los derechos entre las partes

Contrato en la doctrina:
Iturraspe: el contrato como acto jurídico posee las siguientes distinciones: a) es
bilateral por necesitar el consentimiento de ambas partes; b) debe hacerse entre
vivos; c) contenido patrimonial por tener un objetivo de apreciación pecuniaria; d)
debe ser causado. El contrato regla exclusivamente de un modo inmediato o directo,
las relaciones jurídicas patrimoniales propias del derecho creditorio.

La doctrina menciona:
 Elementos uniformes (Videla Escalada): a) pluralidad de partes con voluntad b)
licitud c) acuerdo entre partes d) ubicación en el ámbito jurídico e) efectos
sobre las partes f) aptitud para generar derechos creditorios.
 Elementos cambiantes: a) amplitud de las consecuencias jurídicas del acto y b)
ámbito donde pueda aplicarse.
La voluntad, licitud y sus efectos hacen que sea un acto jurídico. A su vez es bilateral
por precisar la voluntad de 2 o más partes. Nuestro C.C refleja esta premisa.
Messineo: El contrato es la principal subespecie del negocio jurídico bilateral
patrimonial y las voluntades en el se presumen mutuamente por lo que una sola de
ellas no es un negocio jurídico unilateral sino una parte del bilateral.

En los contratos la voluntad se relaciona al conocimiento y la licitud con la causa fin,


ambos elementos esenciales. Además, para los anticausalistas la licitud se relaciona
con el objeto. En cambio, para los causalistas la determinación del objeto se relaciona
con los bienes o hechos que forman la materia del contrato, y consideran la causa
como el elemento central para juzgar la licitud o la ilicitud.
Se define entonces al contrato como un acto jurídico bilateral destinado a reglar los
derechos de las partes en el ámbito patrimonial.

Convención, convención jurídica y contrato:


Art. 944: Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos que tenga por fin inmediato
establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear modificar transferir conservar
o aniquilar derechos. Un amplio sector de la doctrina considera que si tiene contenido
patrimonial es contrato.
No son contratos: El matrimonio, la adopción, los esponsales, la expropiación, etc.
Son entonces convenciones simples: las partes acuerdan y prestan consentimiento sin
que se acuerdo origine una coacción jurídica. Existe una obligación natural que no
genera acción.
Convención jurídica: existen consecuencias en el derecho, pero sólo se denomina
contrato cuando crea, modifica o extingue obligaciones de contenido patrimonial.

Naturaleza jurídica: Especie de acto jurídico (Art. 944) bilateral con contenido
patrimonial. Existe contrato entonces cuando procede de un acto lícito que por su
bilateralidad debe reunir para las partes que lo celebran las mismas condiciones.
Por oposición al derecho de familia, el contrato rige dentro del campo patrimonial
(derechos reales, creditorios e intelectuales). También excluye a los contratos
administrativos, constituciones y tratados internacionales.

Ley, acto administrativo y sentencia:


Distinción de la ley: El contrato y la ley son actos jurídicos ya que esta última es
considerada un acto voluntario del Estado, lícito y con fines jurídicos. Los que se
oponen creen que la ley es sólo un hecho del Estado, una manifestación de su poder.
Que el contrato se imponga como la ley misma para las partes no significa que sea en
realidad una ley, sino que en la medida que cumpla con todos sus requisitos, el
contrato, obligará a las partes a cumplirlo. Decir que será para las partes como la ley
misma implica que el juez también se someta a lo acordado por ellas a la hora de
resolver los conflictos
Diferencias esenciales:
 Por su origen: El contrato se origina en el acuerdo de voluntades que forman el
consentimiento, es decir que depende de la voluntad individual y rige en
particular. La ley, va más allá de la voluntad individual y rige en general.
 Por sus efectos: El efecto general de la ley es un requisito para su validez
constitucional ya que al regular la conducta no puede establecer privilegios que
violen la igualdad de los habitantes. (Art. 16 CN)
 Por su extensión: El contrato regula los derechos en relaciones determinadas
mientras que la ley regula los de todos los habitantes del país.
 Por su vigencia: La vigencia del contrato depende de la voluntad de las partes,
en la ley rige desde el momento en que adquiere obligatoriedad (ley formal) y
cuando se estableció según las normas reglamentarias correspondientes.
 Por la necesidad de su prueba: La existencia del contrato debe acreditarse
según las formas del C.C. La ley, en cambio no necesita ser probada excepto en
el caso de aplicación de una ley extranjera.

Acto administrativo:
Se da en el ámbito del derecho público donde las facultades concedidas al Estado son
ajenas al principio de igualdad entre las partes que rige en el ámbito privado.
Si bien no es aceptada la arbitrariedad del Estado, este puede retirarse en cualquier
momento, aún frente a una relación contractual, sin poder ser obligado al
cumplimiento y sin tener la posibilidad de ser reemplazado por la otra parte. Sin
embargo si puede exigirse las reparaciones por el daño cometido. Todo esto se da al
hablar de contratos administrativos en donde el poder del Estado se encuentra siempre
por encima de la voluntad individual. En cambio, al hablar de actos administrativos en
general como la ejecución de leyes, la voluntad individual no juega ningún papel, los
individuos se limitan sólo a sufrir los efectos de la aplicación de estos actos.
Mientras tanto, en los contratos el acreedor puede adoptar todos los medios que lleven
al cumplimiento por parte del deudor mediante las diferentes posibilidades que le
brinda el CC en el Art. 505.
En la designación de empleos públicos, la aceptación del nombramiento no constituye
un elemento esencial de la relación sino que significa que el individuo no rechaza la
investidura. Si no hay aceptación el nombramiento no tendrá efectos pero subsistirá
como acto. Esto hace a la designación un acto bilateral y no un contrato. En él, para la
formación del nombramiento no se necesita el acuerdo de ningún individuo, mientras
que la designación del Estado queda formada por la voluntad del poder administrador.
Además en el nombramiento de un agente administrativo no puede hablarse de oferta
y aceptación y por lo tanto de consentimiento.

Sentencia:
 Requisitos: El Art 163. Código Procesal Civil y Comercial de la Capital Federal
brinda los detalles a cerca de los elementos necesarios para el cumplimiento de
la formalidad.
En los contratos, Art. 974. nos dice que cuando no se designe forma para algún
acto jurídico, las partes podrán utilizar la que crean conveniente.
 Forma de concretar el acuerdo: La sentencia puede resolverse por voluntad
unánime o bien por mayoría de votos. En cambio, en el contrato el acuerdo
debe ser absoluto.
 Diferentes relaciones: Las sentencias deben decidir sobre cuestiones
presentadas al tribunal sin importar su contenido, puede o no ser patrimonial;
el contrato para ser tal debe poseer un contenido patrimonial.
 Alcance de los efectos: El contrato tiene efecto entre las partes que son quienes
crean el vínculo jurídico al cual se obligan y deben respetar.
Los jueces no crean vínculo patrimonial entre ellos (los que prestaron el
acuerdo) y tampoco con las partes ya que se limitan sólo a resolver las
cuestiones que derivan del contrato celebrado.
El contrato como fenómeno jurídico
El principio de la autonomía de la voluntad. Libertad de contratación
La autonomía de la voluntad tiene sustento constitucional en los arts. 12, 33 y 19
(principio de legalidad). Estas normas dan sostén al art. 1997 del CC cuando establece
que las convenciones hechas en los contratos forman para las partes una regla a la
que deben someterse como la ley misma. Así la fuerza obligatoria del contrato queda
asimilada a la de la ley, lo que trae aparejado las siguientes consecuencias:
 Las estipulaciones del contrato deben prevalecer sobre las disposiciones no
obligatorias de la ley y por lo tanto de los usos y costumbres en los casos donde
tienen valor legal.
 Los jueces y tribunales deben respetar y hacer cumplir las estipulaciones de los
contratos como si fuera una ley.
 Los jueces y tribunales tienen la facultad de interpretar los contratos y
determinar su alcance de la misma forma que lo hacen con la ley.

La libertad de contratación se sustenta en el art. 14 de la CN, donde se indica que


todos los habitantes de la Nación podrán usar y disponer de su propiedad. Sin embargo
esta libertad esta sujeta a la reglamentación generada por la restricción del art. 21 del
CC que expresa como principio general que las convenciones particulares no pueden
dejar sin efecto las leyes en cuya observancia estén interesados el orden público y las
buenas costumbres. Este concepto es ratificado a su vez por el art. 953 ya que exige
que los objetos de los actos jurídicos no deben ser contrarios a las buenas costumbres
o prohibidos por las leyes bajo pena de nulidad.

Sus restricciones
El Estado moderno restringió las facultades originadas por la autonomía de la voluntad
y la libertad de contratación a través de leyes imperativas o por vía implícita.
Respecto a la compraventa, el art. 2612 prohíbe la cláusula absoluta de no enajenar.
Sin embargo el art. 1364 prescribe que “es prohibida la cláusula de enajenar la cosa
vendida a persona alguna; mas no a una persona determinada”.
El art. 2337 dispone además que “Las cosas están fuera del comercio, o por su
inenajenabilidad absoluta o por si inenajenabilidad relativa.
Con la ley 17.711 se incluyó la prohibición de concretar contratos de disposición por
parte de menores emancipados (art. 135).
El art. 152 bis, incorporado también por la reforma, limita la autonomía de la voluntad
al indicar que sin la conformidad del curador los inhabilitados no podrán disponer de
sus bienes por actos entre vivos; es necesario el asentimiento cuando se refiere a la
compraventa.
El art 1178 prohíbe vender como propia una cosa ajena.
El art. 1370 prohíbe a las cosas muebles como objeto del pacto de retroventa.
Respecto a las limitaciones de la libertad para contratar con referencia al condominio,
el art. 2682 dispone que este no puede enajenarse, constituir servidumbre ni hipoteca
con perjuicio del derecho de los copropietarios. No pueden tampoco arrendarlo o
alquilarlo. Esta prohibido entonces dar en locación la cosa respecto de la cual existe su
derecho.
Las normas mencionadas permiten afirmar que Vélez estableció un sistema de
restricción a la libertad contractual.

Evolución técnica del contrato


El contrato sufre las transformaciones jurídicas del mundo moderno. Los avances de la
ciencia y la técnica hacen que la sociedad este en constante transformación y que se
modifiquen tanto los aspectos sustanciales de la relación humana como el alcance
jurídico de la norma tradicional.
Desde el Código de Napoleón, que se adecuó a la realidad contingente, la
transformación de las relaciones jurídicas ha sido permanente.
El contrato tradicional, nominado o típico, no alcanza para comprender y regular las
nuevas formas de relaciones patrimoniales entre los particulares. Sin embargo, aún en
el esquema tradicional, el fundamento de que la autonomía de la voluntad puede
generar la ley a la que las partes van a someterse, nos hace admitir que es esa misma
facultad de las partes la que hace surgir nuevas situaciones fácticas que por la
cambiante rapidez de su creación no se encuentran normadas en texto legal alguno. La
doctrina denomina a estas nuevas relaciones contractuales: contratos atípicos,
superando la limitación que importaba llamarlos innominados ya que al generarse el
acuerdo, generalmente adquieren un nombre que los identifica.
En estas circunstancias, la transformación alcanza enormes dimensiones.
Así, el reconocimiento de nuevas formas en el sistema de contratación hacen necesario
el adecuamiento de las normas vigentes.

La crisis de la tipicidad como modelo clásico.


Los modelos contractuales que surgen de la tipicidad están en un punto crítico, ya que
su uso ha disminuido considerablemente en la actividad económica, que se organiza en
base a criterios diferentes a los previstos en la ley. De esta manera, el orden y la
programación contractual que ideó el legislador, tan detallista y rígida, pensada para
guiar a los particulares, ha sido sustituida por los nuevos modelos surgidos de la
costumbre, la legislación especial y la voluntad de los particulares, que se han
constituido en la vanguardia innovatoria. Además, la disolución de las fronteras entre
lo civil y lo comercial, así como la aparición de la distinción entre contratos paritarios y
de consumo, atacan a la clasificación de los códigos civiles y comerciales proponiendo
un orden distinto del existente.
La función del tipo como incentivo puede ser puesta en duda: la locación de servicios
ha sido regulada mínimamente y hoy constituye uno de los principales ámbitos de la
actividad contractual. Han proliferado los vínculos atípicos y la tipicidad social.
Surgieron combinaciones de elementos de distintos tipos legales, nuevas formas,
contratos que cumplen varias funciones. Por último, aparece la celebración masiva de
vínculos que dan lugar a uniones de contratos en las que los objetivos económicos n
ose alcanzan mediante un contrato sino de varios, utilizados estratégicamente en
función de un negocio o en redes que forman sistemas, presentándose la necesidad de
un concepto de "finalidad económica supra-contractual".La crisis de la tipicidad, como
modelo, es normal en un período de cambios sociales como en el que vivimos y se
expande a todo el Derecho Privado.
Por ejemplo, en el Derecho Laboral han surgido los contratos atípicos temporarios que
se oponen al modelo de contrato por tiempo indeterminado.

La tipicidad social
Hay tipicidad social "cuando corresponde a una categoría de negocios que son
realizados habitualmente en el lugar de celebración".

Fuerza obligatoria del contrato. Atenuación de la fuerza obligatoria.


Incidencia en particular de las teorías de la lesión, de la imprevisión y del
abuso del derecho.
Una vez celebrado el contrato validamente se desprende de las voluntades que lo
originaron y se convierte en una norma reguladora de obligaciones.
Celebrado el contrato, lo normal y lógico es su cumplimiento, este es asegurado por la
autonomía de la voluntad. Sin embargo, en la actualidad eso es cuestionado por las
circunstancias socioeconómicas que influyen en la libertad de contratar y la mayor
parte de la doctrina cree que el contrato ha entrado en crisis. Tras desarrollarse la
crisis de los contratos, Escalada, informa que las diferentes tesis expuestas giran en
torno al análisis de elementos característicos del contrato moderno: la simplificación
del acuerdo, la desigualdad de las partes, el aumento de la intervención del Estado, el
goce de un monopolio de hecho por parte del ofertante, etc.
Son los contratos colectivos los que resultan ideales para lograr la paridad entre los
contratantes.
De esta forma se produce la vuelta de la lesión y se amplía el ámbito de acción del
enriquecimiento sin causa como fuente de obligaciones. La teoría de la imprevisión y el
abuso del derecho son incorporados con la reforma de la ley 17.711.
La desigualdad de prestaciones se da en la lesión al momento de celebrar el contrato
y debe subsistir a la época en que se reclama la nulidad. Mientras la imprevisión
requiere de una onerosidad sobreviniente. El abuso del derecho, por su parte,
representa una norma de interpretación general que permite disminuir los efectos de la
fuerza obligatoria de los contratos ya que la ley civil no admite el ejercicio abusivo de
los derechos. Estos 3 institutos significan un medio legal que en la actualidad ha
modificado en gran medida a la estructura contractual ya que afecta a la libertad de
contratación que deberá ser examinada según sus efectos. Así si bien la lesión puede
darse en aparente libertad de contratar, el art. 954 permite constatar si al momento
de celebrarse el contrato una de las partes no ha abusado de la ignorancia, ligereza o
inexperiencia de la otra parte obteniendo una ventaja patrimonial desproporcionada.
En la imprevisión, en cambio, la onerosidad de la prestación debe ser sobreviniente y
debe darse por hechos extraordinarios e imprevisibles, ante esto la parte perjudica
podrá pedir la resolución del contrato.
El abuso del derecho atenúa los efectos obligatorios de los contratos. Así, se considera
que pretender obtener la totalidad del cumplimiento de una prestación mediante una
contraprestación desprovista totalmente de valor es un ejercicio abusivo del derecho.
cuando no se admite la resolución de un contrato, debe reajustarse la prestación a
cargo de la otra parte cuando el paso del tiempo la torna desprovista de interés
patrimonial para la otra parte. En estos casos la obligación continúa pero no se permite
el enriquecimiento injusto por una de las partes por el solo ejercicio de un derecho
reconocido por ley.

Estado de necesidad
El código italiano lo define en el art. 1447 como “Contrato concluido en estado de
peligro”. Contrato por el cual una de las partes asume obligaciones en condiciones
inicuas, por la necesidad conocida por la otra parte de salvarse a si misma o salvar a
otros del peligro actual de un daño grave a la persona, podrá rescindirse a instancia de
la parte que se haya obligado. En este sentido nos referimos al estado de necesidad
como causa excluyente la fuerza obligatoria de los contratos.
Si bien nuestro derecho no cuenta con una norma similar a la italiana debe buscarse
dentro de los principios generales aquel que permita la nulidad en caso de celebrar un
contrato en un notorio estado de violencia moral. El nuevo artículo 954, luego de la ley
17.711, consagra expresamente el estado de necesidad para anular el acto.

Metodología de los contratos


Metodología del Código Civil
En primer lugar, Vélez realiza una gran clasificación en derechos de familia y
patrimoniales y éstos en personales y reales. Entendía así como civiles las relaciones
patrimoniales por oposición a las denominadas de familia.
El código se divide en libros, estos en secciones y ellas, a veces, en títulos. y los
títulos con frecuencia en capítulos. Nosotros hablaremos del Libro segundo, Sección
tercera compuesta por 18 títulos y denominada “De las obligaciones que nacen en los
contratos”.
Título I: “De los contratos en general” esta dividio en 6 capítulos y trata el
consentimiento, de los que pueden contratar, del objeto, las formas, los efectos y las
pruebas.
El primer acierto del método de Vélez que superó al código francés fue el separar las
obligaciones en general de los contratos. El segundo fue seguir el proyecto de Freitas
disponiendo en una segunda sección las normas para los presupuestos generales de
los actos y hechos jurídicos.
Es importante además que en la sección tercera, la parte específica de los contratos
haya sido precedida de una parte general que orienta a todos los contratos.
Se elogia a Vélez la separación del contrato de dominio o propiedad.

Contratos administrativos
El contrato administrativo es aquel en que la Administración ejerce privilegios en
cuanto a su interpretación, ejecución y extinción, cuidando de no alterar la ecuación
financiera del mismo. El objeto de este contrato se rige por el derecho público.
Los contratos administrativos se diferencian de los civiles por cuanto las partes
contratantes no se encuentran en un plano de igualdad jurídica.
El Estado tiene facultades que el particular no posee y por lo tanto puede decidir por si
y ante sí ante la extinción de un contrato.
En general los contratos administrativos son de colaboración con dos colaboradores: La
Administración y el particular, lo que lleva a reconocer que este último, como co-
contratante, tiene el derecho a toda una gama de indemnizaciones en caso de
encontrar que ha de soportar cargas más pesadas que aquellas que habían sido
previstas.
Quien contrata con la Administración, es entonces un colaborador que coopera con
ella, aún actuando en situaciones de subordinación jurídico-económica respecto de la
figura pública del Estado.

El contrato clásico y las “uniones de contratos”


Cada vez se verifica con mayor frecuencia la situación en la cual dos o más partes,
celebran más de un contrato entre sí con la particularidad de que esos contratos no
están desligados sino que, por el contrario, son interdependientes, es decir, tienen un
“nexo” que los vincula. Este supuesto ha dado lugar a una nueva categoría
contractual: los contratos conexos. No se trata de dos o más contratos diferentes o
aislados, sino de un grupo de contratos que debe ser analizado e interpretado como un
todo.

El contrato como fenómeno masivo


La mayoría de los contratos están regulados hoy por la Ley de Defensa del Consumidor
que contempla la relación de consumo, es decir aquella que se establece entre el
usuario/consumidor y la empresa/proveedor que brinda un bien o servicio.
La Ley nos dice en su Art. 1 que se considera consumidor o usuario a quien, sin ser
parte de una relación de consumo, como consecuencia o en ocasión de ella adquiere o
utiliza bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo
familiar o social, y a quien de cualquier manera está expuesto a una relación de
consumo. Mientras que en su Art. 2 expresa que el proveedor es la persona física o
jurídica de naturaleza pública o privada, que desarrolla de manera profesional, aun
ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación, construcción,
transformación, importación, concesión de marca, distribución y comercialización de
bienes y servicios, destinados a consumidores o usuarios. Todo proveedor está
obligado al cumplimiento de la presente ley.
En la masividad del contrato, la oferta dirigida al público no se conduce a una persona
determinada sino a consumidores potenciales indeterminados. Esta oferta obliga a
quien la emite durante el tiempo en que se realice, debiendo contener la fecha precisa
de comienzo y de finalización, así como también sus modalidades, condiciones o
limitaciones (Art. 7).
A la hora de contratar existe una preponderancia económica por una de las partes ya
que las cláusulas son impuestas por el oferente y el consumidor sólo puede limitarse a
aceptarlas. Aquí es donde aparece la ley para proteger al consumidor (débil
contractual).

La contratación moderna
Las particularidades del tráfico económico moderno han obligado al mundo del derecho
a reaccionar, generando un marco jurídico que se haga cargo de su nueva fisonomía y
necesidades. Uno de los aspectos en que esto se hace especialmente manifiesto es en
la llamada contratación moderna, es decir en el conjunto de nuevas figuras
contractuales destinadas a organizar, disciplinar y brindar seguridad jurídica a la
actividad mercantil.
Todas estas figuras que han encontrado su fuente en la práctica, básicamente
comercial, no encuentran un tratamiento orgánico en nuestra legislación, tratándose,
en su gran mayoría de contratos atípicos, siendo por tanto necesario determinar la
naturaleza jurídica que cada una de estas figuras presenta para así identificar las
normas especiales o comunes aplicables a ellas.

Turismo
El contrato de viaje y turismo o contrato de excursión turística se origina debido a los
denominados viajes de placer.
Nuestro Código de Comercio se ha referido al contrato de transporte de personas o
pasajeros con una significación diferente a la actual ya que para ese entonces, en la
mayor parte de los casos se viajaba por necesidad y no por el sólo placer de viajar,
conocer lugares, etc.
Surge, como consecuencia de la proliferación de viajes la O.M.T (Organización Mundial
del Turismo) a la que nuestro país se adhirió por medio de la ley 19.644.

Elementos característicos del contrato:


 Consensual: se perfecciona por el consentimiento de las partes
 Innominado: El CC no lo menciona bajo una denominación especial
 Onerosa: la prestación de la parte oferente es a cambio de una suma
determinada previamente en dinero.
 De adhesión: el contratante se adhiere al modelo ofrecido por la agencia de
viajes y si existiese alguna variante, la esencia de la negociación no cambia sino
que sólo incidirá en el precio a pagar por el turista.

Las agencias promocionan viajes a diferentes ciudades, ofreciendo un recorrido


predeterminado que incluye traslados, combinaciones necesarias, trasbordos,
hotelería, etc. todo por un precio fijado y conforme al contrato de adhesión no
suscripto formalmente pero sí aceptadas las condiciones por ambas partes.

Tiempo compartido
Fue conocido originariamente como de multipropiedad y se discute si se trata de un
derecho personal o real.
Este tipo de contrato empresarial e celebrado entre una empresa que organiza el
sistema y el adjudicatario del tiempo compartido, que adquiere ese derecho en virtud
del contrato que celebra, pagando un precio por su derecho a usar por un período de
tiempo una unidad, haciéndose cargo también del pago de “cuota de expensas” o
“servicios”.
Una vez que el adquirente pagó la totalidad del monto pactado, su adquisición será
recepcionada por la empresa titular de las acciones y quedará perfeccionado el
contrato.
El adquirente se encuentra entonces facultado al uso y goce de la unidad para
habitarla conforme a los usos de la misma y a las normas establecidas en el contrato y
sus anexos. Debe responder por los gastos y perjuicios que ocasione por el mal uso de
las cosas muebles y sus accesorios que van a ser reparadas por la administración y
liquidadas a su cargo.
Este contrato tiene generalmente un administrador al frente que es el encargado
visible de armonizar los intereses y necesidades de las partes. Sus funciones se
encuentran establecidas expresamente en el reglamento.

Leasing
El leasing o arrendamiento financiero, es un contrato de arrendamiento con opción de
compra, mediante el cual una persona o empresa (arrendatario o usuario), solicita a
un banco, institución financiera o sociedad de leasing (arrendador) que adquiera la
propiedad de un bien (generalmente maquinaria), para que posteriormente le ceda su
uso a cambio del pago de rentas periódicas (se lo arriende) por un plazo determinado;
y, en el cual, una vez concluido, se tenga la opción de comprarle el bien.
Además de esta posibilidad de financiamiento, que fue precisamente la razón por la
cual se diseño este producto, el leasing presenta otras ventajas para el usuario, tales
como ventajas fiscales (las cuotas son fiscalmente deducibles), o la posibilidad de que
el usuario obtenga maquinaria o equipos, y que luego pueda deshacerse fácilmente de
ellos sin necesidad de tener que comprarlos, por ejemplo, sin considera que han
quedado anticuados.

Transporte multimodal o combinado


Según la Convención de las Naciones Unidas sobre Transporte Internacional Multimodal
de Mercancías, el Transporte Multimodal se define como: "El transporte de mercancía
utilizando, al menos dos modos de transporte diferentes, cubierto por un contrato de
transporte multimodal, desde un sitio en un país donde el operador de transporte
multimodal se encarga de ellas, hasta un sitio designado para entrega, situado en un
país diferente"
Generalmente el transporte multimodal es efectuado por un operador de transporte
multimodal, quien celebra un Contrato de Transporte Multimodal y asume la
responsabilidad de su cumplimiento en calidad de porteador.

Contratos de colaboración empresaria


Ley de Sociedades Comerciales Nº 19.550
CAPITULO III -DE LOS CONTRATOS DE LA COLABORACION EMPRESARIA
SECCION I
De las agrupaciones de colaboración
ARTICULO 367.- Las sociedades constituidas en la República y los empresarios
individuales domiciliados en ella pueden, mediante un contrato de agrupación,
establecer una organización común con la finalidad de facilitar o desarrollar
determinadas fases de la actividad empresarial de sus miembros o de perfeccionar o
incrementar el resultado de tales actividades.
No constituyen sociedades ni son sujetos de derecho. Los contratos, derechos y
obligaciones vinculados con su actividad se rigen por lo dispuesto en los artículos 371 y
373. Las sociedades constituidas en el extranjero podrán integrar agrupaciones previo
cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 118, tercer párrafo.

Firma y contenido del contrato.


ARTICULO 378.- El contrato se otorgará por instrumento público o privado, el que
deberá contener:
1) El objeto, con determinación concreta de las actividades y medios para su
realización;
2) La duración, que será igual al de la obra, servicio o suministro que constituya el
objeto;
3) La denominación, que será la de algunos o de todos los miembros, seguida de la
expresión "unión transitoria de empresas";
4) El nombre, razón social o denominación, del domicilio y los datos de la inscripción
registral del contrato o estatuto de la matriculación o individualización, en su caso, que
corresponda a cada uno de los miembros. En caso de sociedades, la relación de la
resolución del órgano social que aprobó la celebración de la unión transitoria, así como
su fecha y número de acta;
5) La constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven del
contrato de unión transitoria, tanto entre las partes como respecto de terceros;
6) Las obligaciones asumidas, las contribuciones debidas al fondo común operativo y
los modos de financiar o sufragar las actividades comunes en su caso;
7) El nombre y domicilio del representante;
8) La proporción o método para determinar la participación de las empresas en la
distribución de los resultados o, en su caso, los ingresos y gastos de la unión;
9) Los supuestos de separación y exclusión de los miembros y las causales de
disolución del contrato;
10) Las condiciones de admisión de nuevos miembros;
11) Las normas para la confección de estados de situación, a cuyo efecto los
administradores, llevarán, con las formalidades establecidas por el Código de
Comercio, los libros habilitados a nombre de la unión que requieran la naturaleza e
importancia de la actividad común.
12) Las sanciones por incumplimiento de obligaciones.

Mediación y arbitraje en el ámbito contractual

Generalidades
En materia contractual, en el ejercicio de libertad de los particulares no es usual prever
la existencia de posibles conflictos que deriven de la negociación que unió a las partes.
Así de producirse un conflicto generalmente las partes recurre a un tercero (juez,
mediador, arbitro, amigable componedor, etc.) para que ponga fin a la cuestión.
Teniendo en cuenta la posibilidad de una eventual controversia futura existen dos
maneras de manejar previamente un conflicto: el arbitraje y la mediación.

La mediación en la ley 24.573


El fin de la ley es descongestionar el Poder Judicial abarrotado de causas, mediante el
sistema de Mediación Obligatoria y Judicial.
Por el procedimiento establecido por la ley, una vez cumplida la presentación de la
pretensión en un formulario, se sortea el mediador y el juzgado que actuará
eventualmente en la litis.
Luego, en el ámbito extrajudicial el mediador debe, dentro de los 10 días, fijar
audiencia y notificar de ella a las partes por cédula. Las partes pueden contactarse con
el antes de la audiencia y hacerle conocer sus pretensiones.
Para la mediación se estableció un plazo de 60 días desde la última notificación pero
puede prorrogarse por el acuerdo de las partes.
Además se tuvo en cuenta la confidencialidad de las actuaciones.
Para ser mediador es necesario tener título de abogado y cumplir con las exigencias de
la reglamentación, entre ellas: tener título de mediador.
En un contrato expuesto a mediación las partes pueden llegar a un acuerdo pero si no
lo hacen se labrará un acta en la que sólo se consignara esta circunstancia, entregando
copias a las partes y al Ministerio de Justicia.
Para la mediación es necesario un patrocinio letrado obligatorio, presencia personal de
las partes. En principio es obligatoria, con un arancel fijo.

Concepto y contenido de la mediación. Diferencia con la conciliación


Tanto la mediación como la conciliación aseguran formas pacificas para la resolución
de conflictos mediante la intervención de un tercero.
La conciliación es la acción de un tercero cuya función es componer a las partes,
proponer fórmulas conciliadoras sin sujetarse a una forma, manteniendo las partes el
poder de decisión sobre la solución de la disputa; mientras que la mediación se refiere
al proceso no contradictorio de resolución de conflictos estructurado en etapas
secuenciales, en las que el tercero neutral conduce la negociación entre las partes,
dirige el procedimiento, absteniéndose de asesorar, aconsejar, emitir opiniones o
proponer fórmulas de arreglo.
La función del mediador consiste en la distensión del conflicto y en transformar en
colaboradores a los enemigos.

La idea de ganar que tienen los sujetos que forman parte del conflicto no significa que
no puedan tener intereses comunes.
Es muy importante en materia contractual, el uso que se haga de lenguaje ya que este
puede llevar a confusiones que deriven en un conflicto.
Hay que saber distinguir entre los conflictos reales e irreales ya que estos se basan en
la comunicación errónea, entonces el mediador debe intentar dar el sentido real a las
palabras que se plasmaron en el contrato y a la conducta de las partes.

El arbitraje
Los principios que surgen de los arts. 17 y 19 de La CN y el art. 1197 CC nos permiten
elegir, ante determinado conflicto, recurrir a la justicia brindada por el Estado o bien a
una privada, siempre que la materia del objeto de discusión no ataque al orden
público.
El arbitraje es también un modo alternativo de solucionar un conflicto; si bien los
árbitros tienen una jurisdicción limitada, no tan amplia como la de los jueces.
Clasificaciones

 Arbitraje de derecho: Los árbitros dictan su sentencia ajustándose a normas


estrictas de un derecho determinado.

 Arbitraje de equidad: Dictado por el amigable componedor, que resuelve la


cuestión según su leal saber y entender. Por lo tanto goza de mayor libertad en
la búsqueda de la solución
 Arbitraje voluntario: Se basa en el imperio de la autonomía de la voluntad. Su
contenido es variado
 Arbitraje ad hoc: Las partes convienen el procedimiento y el derecho aplicable
 Arbitraje reglamentado: Se debe seguir un procedimiento establecido
previamente
 Arbitraje personal: La cuestión será decidida por una o varias personas
 Arbitraje institucional: Se recurre a una institución organizada reconocida por
su prestigio en la resolución de controversias

El Arbitraje en los contratos de adhesión


En la ley 24.240 su art. 37 conviene una serie de cláusulas, sin perjuicio de la validez
del contrato, lo que hace inferir que no existe prohibición de incluir cláusulas de
arbitraje. Se ve reforzado además por el art. 59.

ARTICULO 59. — Tribunales Arbitrales. La autoridad de aplicación propiciará la


organización de tribunales arbitrales que actuarán como amigables componedores o
árbitros de derecho común, según el caso, para resolver las controversias que se
susciten con motivo de lo previsto en esta ley. Podrá invitar para que integren estos
tribunales arbitrales, en las condiciones que establezca la reglamentación, a las
personas que teniendo en cuenta las competencias propongan las asociaciones de
consumidores o usuarios y las cámaras empresarias.

UNIDAD II – CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS. ELEMENTOS DE LOS


CONTRATOS.
1) La clasificación de los contratos. Distintos criterios. Las categorías más comunes
en la doctrina y legislación comparada.

a) La clasificación de los contratos. Distintos criterios.

1) Derecho romano: Es conveniente recurrir a las Institutas de Gayo. Este jurista


clasifica a los contratos en cuatro categorías: a) re; b) verbis; c) litteris; y d)
consensuales (solo consensus). En su texto auténtico expresó: “Una obligación es
contraída por la cosa (re), por la dación de mutuo. Esto ocurre propiamente en el caso
de las cosas que constan de peso, número y medida. Cuando contamos, medimos o
pesamos tales cosas, nosotros las damos para que sean de aquel que las recibe y nos
devuelva después, no las mismas cosas, sino otras de igual naturaleza.
Respecto de los contratos verbis y litteris, debemos indicar que eran solemnes, ya
fuera por las palabras sacramentales, ya por las anotaciones en un libro especial
llamado Codex, que debían llevar los ciudadanos romanos y que probaban en juicio.
Gayo explica que la categoría de los contratos consensuales comprende aquellos en los
cuales se contraían las obligaciones por el mero consentimiento en los casos de las
compraventas, de las locaciones, de las sociedades y de los mandatos.
2)Clasificación por la finalidad económica: Esta manera de clasificar corresponde a la
utilidad del contrato. Ello es así porque los contratos sirven al intercambio de
productos y de servicios, estando la palabra intercambio tomado en su sentido
económico pero no en su sentido jurídico.
I)Contratos relativos a las cosas: El contrato crea obligaciones, pero la obligación
puede tener por objeto la entrega de una cosa. Algunos contratos son para transferir o
para obligarse a transferir la propiedad de una cosa (renta vitalicia, compraventa),
otros aseguran la transferencia con una finalidad distinta, como es el disfrute
temporario de una cosa (locación, comodato) o imponen la custodia de una cosa
(depósito)
II)Contrato relativo a servicios: Aquí corresponde referirnos a la locación. Contrato por
el cual una persona trabaja para otra.
III)Contrato de créditos y de seguros: El objeto es el compromiso de garantizar el
pago de cierta suma. También es posible asegurar a una persona tanto por los daños
que pueda sufrir como por los que pueda causar.
IV)Contratos de unión: Son típicos de las sociedades y su finalidad es reunir aportes
para obtener una utilidad común. La situación jurídica que se trata de crear está
reglamentada estatutariamente y vela también un acto colectivo. Crea una
personalidad moral, ya sea una asociación o una sociedad.
3)Contratos típicos y atípicos: Esta clasificación ha venido a superar la receptada ya
desde el derecho romano de nominados e innominados. Es más científica porque
procura desentrañar si es simple yuxtaposición de tipos contractuales o si marca el
surgimiento de nuevas formas de contratación. En su mayor amplitud permite el
examen de supuestos en los cuales la restricción a la libertad contractual supera los
límites de la mera reglamentación de los derechos.
El problema de los contratos atípicos ha sido objeto de estudio de Puig Brutau quien ha
señalado dos clases de contratos atípicos. Puede tratarse de un contrato propiamente
atípico, en el sentido de no encajar en ninguna de las figuras con especifica regulación
y que tampoco responda a una combinación de elementos correspondientes a figuras
contractuales típicas (contrato atípico puro). Pero también puede tratarse de una figura
contractual que ofrezca dudas por combinar, precisamente, elementos que
correspondan a formas típicas de la ley (contratos atípicos mixtos)

b) Las categorías más comunes en la doctrina y legislación comparada.

1)Derecho francés: Clasifica a los contratos en unilaterales y sinalagmáticos, según el


número de obligaciones que nacen de ellos. También los divide en consensuales,
solemnes y reales, según su modo de formación, y finalmente los clasifica de onerosos
y a título gratuito según la naturaleza de la obligación. (Ripert y Boulanger)
I)Contratos unilaterales y bilaterales: el contrato es unilateral cuando una o varias
personas están obligadas para con otra u otras varias, sin que haya compromiso por
parte de estas últimas. Es sinalagmático cuando los dos contratantes se obligan
recíprocamente el uno para con el otro. En estos contratos existe un vinculo entre las
dos obligaciones que nacen de la misma fuente.
II)Contratos onerosos y gratuitos: El contrato es a titulo oneroso cuando una de las
partes recibe algo de la otra; es a título gratuito cuando una sola de las partes procura
una ventaja a la otra, sin recibir nada a cambio.
III)Contratos consensuales, solemnes y reales: Son consensuales los contratos que se
forman por el solo consentimiento. El contrato solemne importa también un
intercambio de consentimiento, pero exige ciertas formas obligatorias. En los contratos
reales existe la obligación de restituir una cosa, a cargo de una de las partes. Esa
obligación no puede nacer más que si la cosa ha sido entregada.
IV)Contratos conmutativos y aleatorios: Si bien no se mencionan en la clasificación
clásica de Ripert y Boulanger, se presentan como una subdivisión de los contratos
onerosos. Un contrato oneroso es conmutativo cuando el monto que se deben las
partes es inmediatamente cierto y cada una de ellas puede apreciar inmediatamente
el beneficio o la pérdida que le causa el contrato; es aleatorio cuando la prestación
debida por una de las partes depende de un acontecimiento incierto que hace
imposible que esa valuación hasta su realización.
2)Derecho italiano:
I)Por las prestaciones: bilaterales y unilaterales: Enseña Massineo que respecto del
numero de las prestaciones que traen su origen del contrato, éste puede ser con
prestaciones reciprocas o con prestaciones por una sola parte.
La distinción concierne al contrato como tal, como fuente de efectos jurídicos para las
partes y está fundada en el numero de las prestaciones (y de las obligaciones) que
nacen del contrato.
El contrato con prestaciones reciprocas está caracterizado porque engendra dos
obligaciones contrapuestas. Se establece entre las dos prestaciones un nexo especial
que consiste en la interdependencia entre ellas, por el cual cada parte no está obligada
por la propia prestación si no se debe la prestación de la otra. De ello sigue que cada
parte es, al mismo tiempo, acreedor y deudor; y la ley regula con normas separadas,
los derechos y deberes de uno y los derechos y deberes del otro. También exige
Massineo que las dos prestaciones y obligaciones contrapuestas nazcan al mismo
momento. Aclarando aún más que la prestación y contraprestación son, de ordinario,
heterogéneas entre sí (precio contra cosa, precio contra un hacer o no hacer;
excepcionalmente son heterogéneas, cosa contra cosa: permuta)
Refiriéndose al contrato unilateral explica que pone a aquel que debe la prestación en
posición exclusiva de deudor; la carga del contrato es toda para un lado; para el otro
lado es toda la ventaja.
II)Contratos onerosos y gratuitos: Massineo llama oneroso, el contrato en que cada
parte sufre un sacrificio o empobrecimiento patrimonial por la prestación que ella
misma cumple, pero con el objeto de procurarse una ventaja correspondiente, o sea,
de recibir una atribución patrimonial o enriquecimiento que es la contraprestación. Este
sacrificio queda generalmente en relación de equilibrio contractual. Aclara que no
implica nexo de interdependencia entre las prestaciones; tal nexo existe, pero
solamente cuando el contrato oneroso sea también contrato con prestaciones
reciprocas.
En cambio es contrato a título gratuito aquel en que una parte recibe una ventaja
patrimonial o lucro, y la otra parte soporta un sacrificio.
III) Contratos aleatorios y conmutativos: El contrato aleatorio es aquel en que la
importancia del sacrificio, no es conocida, ni valorable en el acto de perfeccionamiento
del contrato. De ello se deduce que quien estipula un contrato aleatorio puede hacer
una cosa útil para sí mismo, o bien dañosa, según las circunstancias.
En cambio es conmutativo el contrato en el cual la valoración del respectivo sacrificio y
de la respectiva ventaja puede hacerse, por cada una de las partes, en el acto mismo
en que el contrato se perfecciona; y por consiguiente, cada parte sabe
anticipadamente cuál es la importancia económica que el contrato asume para ella.

2) La clasificación de los contratos en el Código Civil: categorías enunciadas.

A)Contratos unilaterales y bilaterales (art. 1138): Los primeros son aquellos en que
una sola de las partes se obliga hacia la otra sin que ésta quede obligada. Los
segundos, cuando las partes se obligan recíprocamente la una hacia la otra.
Salvat especifica que la clasificación en unilaterales o bilaterales considera el momento
de formación, y si hay obligaciones a cargo de una sola parte, el contrato es unilateral;
si hay a cargo de ambas partes, el contrato es bilateral. Agrega, en cuanto a los
acontecimientos ulteriores, que ellos no pueden modificar la naturaleza de los
contratos.
Es conveniente destacar que debe evitarse la confusión entre los actos jurídicos
bilaterales y los contratos unilaterales, que son siempre actos jurídicos bilaterales,
porque un contrato sin dos partes no tiene carácter de tal.
Los contratos bilaterales deben siempre dar lugar a dos acciones para garantizar las
dos obligaciones que comprende. Hay un entrecruzamiento de obligaciones reciprocas
(que surgen del mismo contrato)
B)Contratos onerosos y gratuitos(art 1139): Son a titulo oneroso, cuando las ventajas
que procuran a una u otra de las partes no les es concedida sino por una prestación
que ella le ha hecho, o que se obliga a hacerle; son a titula gratuito, cuando aseguran
a una u otra de las partes alguna ventaja, independientemente de toda prestación por
su parte.
Es necesario recordar que Massineo explica que el contrato oneroso abarca todos los
contratos que son con prestaciones recíprocas (bilaterales), pero también algunos
contratos con prestaciones para una sola de las partes, y en cambio la categoría de los
contratos gratuitos tiene un alcance más restringido que la del contrato con prestación
por una sola parte, puesto que algunos contratos de este ultimo tipo, es decir
unilaterales, son también onerosos.
La determinación del carácter gratuito u oneroso de un contrato es una cuestión de
hecho, librada a la apreciación de los jueces y tribunales en cada caso particular. Para
resolverla será preciso tener en cuenta todos los antecedentes de la operación y sus
elementos materiales y psicológicos.
C)Contratos consensuales y reales(arts. 1140; 1141, 1142): Los contratos
consensuales quedan concluidos para producir sus efectos propios, desde que las
partes hubiesen recíprocamente manifestado su consentimiento. Los contratos reales,
para producir sus efectos propios, quedan concluidos, desde que una de las partes
haya hecho a la otra tradición de la cosa sobre la que versare el contrato. Forman la
clase de contratos reales, el mutuo, el comodato, el contrato de depósito y la
constitución de prenda y de anticresis.
D)Contratos nominados e innominados(art. 1143): un contrato es nominado (típico)
cuando la totalidad de sus clausulas esenciales se adecua a un tipo especial, sin que
tenga importancia el nombre dado por las partes. El contrato nominado se rige por las
reglas del tipo. Si un problema determinado no puede ser resuelto atendiendo dichas
normas, se acude a las reglas generales de los contratos, y sólo a falta de ellas se
busca el tipo análogo.
En los contratos innominados (atípicos) el procedimiento es el mismo. Tan solo que,
como no hay un tipo del cual partir, habrá que acudir primero a las reglas generales de
los contratos.
E)Categorías no enunciadas:
1)Contratos aleatorios y conmutativos: Los contratos son aleatorios, cuando sus
ventajas o pérdidas para ambas partes contratantes, o solamente para una de ellas,
dependan de un acontecimiento incierto (art. 2051)
Explicando esta definición podemos indicar que el codificador ha tomado en cuenta la
posibilidad de contratos bilaterales o unilaterales, pues en el art. 1332 dice que
“cuando se venden cosas futuras, tomando el comprador sobre si el riesgo de que no
llegaran a existir en su totalidad, o en cualquier cantidad o cuando se venden cosas
existentes per sujetas a algún riesgo, tomando el comprador sobre si este peligro, la
venta será aleatoria.”
El contrato es conmutativo cuando las partes desde el momento de su celebración
conocen la importancia y equivalencia económica de las prestaciones otorgadas o a
otorgarse con motivo de cumplir el contrato.
2)Contratos principales y accesorios: Un contrato es principal cuando existe por si solo.
El contrato accesorio es aquel que se realiza para asegurar el cumplimiento de otro.
3)Contratos individuales y colectivos: Los contratos pertenecientes al derecho civil son
los individuales, los otros son propios del derecho laboral.
4)Contratos discrecionales y por adhesión o de contenido predispuesto: El carácter
homogéneo de ambos tipos de contratos es la falta de libre debate entre las partes
para la celebración del contrato, por cuanto por razones socioeconómicas o de
necesidad de celeridad en la concrecion de la relación contractual, la oferta efectuada
por una de las partes simplemente debe ser aceptada o no por la otra, sin existencia
de procesos de deliberación para la formación del consentimiento.
3) Utilidad de la clasificación. Consecuencias propias de cada categoría.
A)Contratos unilaterales y bilaterales.
I) Doble ejemplar: Resulta del art. 1021 cuando dice “los actos sin embargo, que
contengan convenciones perfectamente bilaterales deben ser redactados en tantos
originales, como partes haya con interés distinto”. Esto tiene consecuencia pues el art.
1024 dice que la ineficacia de un acto bilateral por estar hecho en un solo ejemplar, se
cubre por la ejecución ulterior, sea total o parcial, de las convenciones que contenga;
pero si la convención no hubiese sido ejecutada sino por una de las partes, sin que la
otra hubiese concurrido o participado en la ejecución, el vicio del acto subsistirá
respecto de esta parte.
En cambio el contrato unilateral se rige por el art. 1020 según el cual para los actos
bajo firma privada no hay forma alguna especial. Por ello, salvo los supuestos de
forma exigida, los contratos unilaterales pueden estar consignados en un solo
ejemplar.
II) Exceptio non adimpleti contractus: El art.1201 establece que una de las partes no
podrá demandar el cumplimiento, si no probase haberlo ella cumplido u ofresiece
cumplirlo o que su obligación es a plazo.
III) Pacto comisorio tacito: La actual redacción del art 1204 del Cód Civ. Dice
reproduciendo la del art 216 del Cód. de Comercio: “En los contratos con prestaciones
reciprocas se entiende implícita la facultad de resolver obligaciones emergentes de
ellos en caso de que uno de los contratantes no cumpliera su compromiso. Mas en los
contratos en que se hubiese cumplido parte de las prestaciones, las que se hayan
cumplido quedarán firmes y producirán en cuanto a ellas, los efectos
correspondientes”.

B) Contratos gratuitos y contratos onerosos.


I) Error en la persona: El art. 915 establece que también es error esencial y anula los
actos jurídicos el relativo a la persona con la cual se forma la relación a derecho.
Esta norma no se aplica literalmente; se ha considerado que se refiere básicamente a
los contratos gratuitos, porque al no existir contraprestación es indudable que debe
tenerse muy en cuenta la persona a quien el donante ha querido favorecer.
II) Acción pauliana: El art. 967 dice que si el acto del deudor insolvente que perjudique
a los acreedores fuere a título gratuito, puede ser revocado a solicitud de éstos, aun
cuando aquel a quienes sus bienes hubiesen pasado ignorarse la insolvencia del
deudor.
El art. 968 establece que si la acción de los acreedores es dirigida contra un acto del
deudor a titulo oneroso, es preciso para la revocación del acto del acto que el deudor
haya querido por ese medio defraudar a sus acreedores y que el tercero con el cual ha
contratado haya sido cómplice en el fraude.
III) Evicción y vicios redhibitorios: La onerosidad del contrato permite invocar la
evicción y los vicios redhibitorios, salvo exclusión voluntaria por las partes.
Determinados contratos gratuitos incluidos por normar especiales son excepciones que
no alteran el principio general. (art 2098 y 2165)

C) Contratos conmutativos y contratos aleatorios:


Resulta vital la teoría de la lesión objetiva-subjetiva establecida por el art. 954. Se
podrá pedir la nulidad o modificación del contrato cuando exista el profundo
desequilibrio de las prestaciones al momento de celebrar el contrato.

ELEMENTOS DE LOS CONTRATOS.


1. La distinción tradicional: elementos esenciales, naturales y accidentales.

Elementos esenciales: Son aquellos que deben existir para que se dé el contrato. Los
elementos esenciales generales a todo contrato son: el consentimiento, el objeto y la
causa. Existen, además, elementos esenciales particulares de los diversos tipos
contractuales, como, por ejemplo, el precio y la cosa en la compraventa.
Elemento natural: Son naturales porque integran el contrato, salvo que las partes,
expresamente, hubiesen establecido su exclusión. Estos elementos comienzan a tener
injerencia cuando estamos en plano de pleno cumplimiento.
Elementos accidentales: Se incorporan por la voluntad de las partes. Tanto los
elementos naturales como los accidentales, no se relacionan con el plano genético del
contrato y sólo con sus consecuencias referidas a las prestaciones. Algunos de estos
elementos están nominados en contratos especiales, esto es, el cargo en la donación,
los pactos de retroventa o de mejor comprador en la compraventa, pero pueden
ampliarse por la voluntad de las partes.

2. Determinación de los elementos esenciales.

Nuestro codificador no incluyó un artículo en el que figuraran los llamados elementos


esenciales. A pesar de ello nos da las pautas necesarias para que dentro de la doctrina
nacional haya consenso estimando que los elementos necesarios son los necesarios
para la existencia del contrato como tal, y también que son los que hacen que un
contrato sea de una especie determinada.

Unidad III- El consentimiento

El consentimiento: concepto
El consentimiento consiste en un acuerdo de voluntades encaminadas a un fin común:
la celebración del contrato.
Es un elemento esencial del contrato y por lo tanto este no puede existir sin él. Aún en
los contratos unilaterales (Art. 1138) en donde una sola de las partes se obliga hacia la
otra sin que esta quede obligada, o en los gratuitos (Art. 1139) en donde se asegura
una ventaja a una u otra parte independientemente de toda prestación por quien
recibe la prestación, el consentimiento de ambas partes es necesario para la existencia
del contrato. También en los reales que sólo se concluyen con la tradición de la cosa es
necesaria la existencia del consentimiento para la existencia del negocio jurídico.
El consentimiento es entonces inherente a la existencia misma del contrato.

La doctrina se encuentra dividida respecto a lo que debe entenderse por


consentimiento:
 Para algunos es un acto bilateral que consiste en el acuerdo de voluntad de las
partes
 Para otros es un hecho individual que se traduce en la adhesión respectiva que
resulta de la oferta de uno de los contratantes y la aceptación por el otro
 Para una tercera posición tiene una doble significación. En el sentido
etimológico expresa el acuerdo de voluntades de las partes y en un sentido más
restringido la conformidad de cada una de las partes a las condiciones del
contrato.

En el consentimiento se ve manifiesta la exteriorización de la voluntad de cada una de


las partes. Esa exteriorización se da en dos términos: la oferta y la aceptación.

Voluntad y voluntad declarada


Existe en la doctrina dos posiciones dominantes: la de la voluntad real o tradicional y
la de la voluntas declarada o exteriorizada.
 Teoría clásica: Pone a la voluntad interna o real sobre la declarada.
 Teoría moderna de la declaración: Debe prevalecer la voluntad declarada
 Teoría mixta: Debe prevalecer la voluntad interna pero excepcionalmente debe
estarse a lo declarado en los siguientes casos: 1) cuando la diferencia es
imputable a culpa de quien emitió la declaración; 2) cuando la parte
destinataria de la declaración haya obrado de buena fe y lo exija la seguridad
del comercio cuando se trate de negocios onerosos.

Código Civil
Vélez se inclinó por la tesis voluntarista, pero Brebbia al comentar el art. 913 nos dice
que esto no significa que la prevalencia de la voluntad interna tenga valor absoluto y
que no sufra las excepciones impuestas por la limitación de otros principios como la
buena fe y la responsabilidad.
Dentro del texto del CC la teoría de la voluntad se consagra en los siguientes arts.:
897,900, 923 a 943, 921, 3606, 3615, 3616 y 3619.
Mientras que las excepciones a este principio de voluntad real pueden encontrarse en:
art. 473, 474, 929 y 939 del CC.

Acuerdos parciales:
La oferta quedará sin efecto ante el fallecimiento de alguna de las partes, o bien ante
la perdida de la capacidad para contratar: el proponente antes de haber sabido la
aceptación, y la otra antes de haber aceptado. (Art. 1149 CC)

Los términos del consentimiento


La oferta
La oferta es la declaración de voluntad unilateral recepticia que tiene por destinatario
al aceptante. Es un acto unilateral que tiene como fin lograr el asentimiento de la
persona a la que fue destinada para hacer surgir el contrato.
Art. 1114: “el consentimiento debe manifestarse por ofertas o propuestas de una de
las partes, y aceptarse por la otra. Es indiferente de que parte emana la propuesta
pero es indispensable la aceptación por la otra parte.

Requisitos:
Art. 1148: “Para que haya promesa, esta debe ser a persona o personas determinadas
sobre un contrato especial con todos los antecedentes constitutivos de los contratos.
Por los requisitos de la oferta son:
 Que sea recepticia, es decir a persona o personas determinadas ya que la ley
busca el acuerdo de voluntades y entiende formado el contrato en el momento
en que coinciden; por ello la oferta debe ser dirigida a alguien en especial para
que pueda existir aceptación obligatoria.
 Que sea hecha sobre un contrato especial, es decir que el oferente debe
precisar la convención que desea celebrar.
 Debe contener las modalidades que se quieran incluir en el contrato a celebrar;
por ejemplo si se trata de una compraventa se indicará el precio y también al
forma de pago.
1152: Es necesario que el oferente sea claro y concreto en cuanto a las
diferentes particularidades del contrato cuya celebración persigue.

La determinación debe existir al momento en que la persona queda definitivamente


ligada por medio de la aceptación, y siempre que la oferta no hubiese sido revocada o
hubiese caducado.
Cuando mediante anuncios públicos se hicieren ofertas se producirán efectos si una
persona se presentase a aceptarla, aunque no sería suficiente como para obligar al
oferente a realizar el contrato.
Valor jurídico de la oferta:
Art. 1150: “Las ofertas pueden ser retractadas mientras no hayan sido aceptadas …”
La doctrina moderna se aleja de esta posición.

 Teoría de la culpa “in contrahendo” (Ihering): La primera obligación que asume


el ofertante es la de formalizar la oferta. La omisión de esta diligencia conduce
a la culpa in contrahendo. Así el mismo grado de culpa que se tiene en las
relaciones contractuales debe tenerse en la culpa previa que comienza con la
oferta y sólo los contratantes son quienes deben prestar la culpa, no los
terceros que colaboran en la conclusión del contrato.
 Teoría de la obligación legal: La obligación no se funda en la voluntad del
oferente sino que es el derecho el que lo impone prescindiendo de tal voluntad.
Es el derecho el que quiere que quien recibe una declaración de voluntad pueda
tener confianza que en base a ella pueda, mediante la aceptación, hacer nacer
el contrato.
 Teoría del acto lícito: Todo hecho del hombre que genere un daño a otro obliga
a aquel por cuya falta se produjo a repararlo
 Teoría del abuso del derecho: El abuso del derecho es quien hace nacer la
responsabilidad de resarcir. Si luego de haber comenzado el contrato y haber
hecho nacer una legítima esperanza al destinatario, el ofertante se arrepiente
cometería un abuso del derecho al no contratar y sería sancionado por los
daños e intereses,
 Teoría de la obligación unilateral del oferente:

Vigencia de la oferta:
Nuestro CC no fija el plazo de duración de la oferta y por lo tanto en la doctrinca se
discute hasta cuando resulta obligatoria para el proponente.
El Art.7 de la Ley 24.240 nos dice que la oferta debe contener la fecha precisa de
comienzo y de finalización.

La oferta puede retractarse hasta el momento de la aceptación, sin embargo no podrá


tener lugar cuando se haya renunciado a la facultad de retirarla. Tampoco tiene lugar
cuando el proponente se obligó a permanecer en la oferta por un tiempo determinado.
(Art. 1150 CC)

Deber de información al oferente:


Art. 4 Ley 24.240: Información. El proveedor está obligado a suministrar al
consumidor en forma cierta, clara y detallada todo lo relacionado con las
características esenciales de los bienes y servicios que provee, y las condiciones de su
comercialización.
La información debe ser siempre gratuita para el consumidor y proporcionada con
claridad necesaria que permita su comprensión.

La aceptación:
La aceptación es la manifestación unilateral de una de las partes, que complementa la
otra manifestación exteriorizada por la oferta y al unirse ambas dan nacimiento al
contrato.
Mientras la oferta n o tiene en principio efecto alguno, la aceptación fija y determina
una relación de derecho cuando se encuentra en armonía con la propuesta recibida.
Entonces sólo cobra validez cuando esta en consonancia con la propuesta recibida.

Requisitos:
 Declaración unilateral de la voluntad dirigida al nacimiento del contrato
mediante la respuesta afirmativa a la oferta recibida
 El carácter recepticio no estaría dado en nuestro CC

 Debe ser totalmente congruente con la oferta recibida

 Supone la existencia de una oferta subsistente

 Tiene vigencia desde su efectiva remisión al proponente (Art. 1154)

 El aceptante puede retractar su aceptación antes de que el ofertante hubiese


recibido la noticia de la aceptación.

Si se produce la caducidad o retractación de la oferta sin que ello hubiese sido


conocido por el aceptante podrá solicitar pérdidas e intereses cuando hubiese hecho
gastos o sufrido pérdidas ignorando esa caducidad.

El aceptante deberá limitarse a aceptar lisa y llanamente la oferta recibida ya que


cualquier modificación que introduzca será considerada como una nueva oferta.

Ley 24.240 de Defensa del Consumidor


CONDICIONES DE LA OFERTA Y VENTA

ARTICULO 7º — Oferta. La oferta dirigida a consumidores potenciales indeterminados,


obliga a quien la emite durante el tiempo en que se realice, debiendo contener la fecha
precisa de comienzo y de finalización, así como también sus modalidades, condiciones
o limitaciones.

La revocación de la oferta hecha pública es eficaz una vez que haya sido difundida por
medios similares a los empleados para hacerla conocer.

La no efectivización de la oferta será considerada negativa o restricción injustificada de


venta, pasible de las sanciones previstas en el artículo 47 de esta ley. (Ultimo párrafo
incorporado por art. 5° de la Ley N° 26.361 B.O. 7/4/2008)

ARTICULO 8º — Efectos de la Publicidad. Las precisiones formuladas en la publicidad o


en anuncios prospectos, circulares u otros medios de difusión obligan al oferente y se
tienen por incluidas en el contrato con el consumidor.

ARTICULO 9º — Cosas Deficientes Usadas o Reconstituidas. Cuando se ofrezcan en


forma pública a consumidores potenciales indeterminados cosas que presenten alguna
deficiencia, que sean usadas o reconstituidas debe indicarse las circunstancia en forma
precisa y notoria.

ARTICULO 10. — Contenido del documento de venta. En el documento que se extienda


por la venta de cosas muebles o inmuebles, sin perjuicio de la información exigida por
otras leyes o normas, deberá constar:

a) La descripción y especificación del bien.


b) Nombre y domicilio del vendedor.
c) Nombre y domicilio del fabricante, distribuidor o importador cuando
correspondiere.

d) La mención de las características de la garantía conforme a lo establecido en


esta ley.

e) Plazos y condiciones de entrega.

f) El precio y condiciones de pago.

g) Los costos adicionales, especificando precio final a pagar por el adquirente.

La redacción debe ser hecha en idioma castellano, en forma completa, clara y


fácilmente legible, sin reenvíos a textos o documentos que no se entreguen previa o
simultáneamente. Cuando se incluyan cláusulas adicionales a las aquí indicadas o
exigibles en virtud de lo previsto en esta ley, aquellas deberán ser escritas en letra
destacada y suscritas por ambas partes.

Deben redactarse tantos ejemplares como partes integren la relación contractual y


suscribirse a un solo efecto.

Un ejemplar original debe ser entregado al consumidor.

La reglamentación establecerá modalidades más simples cuando la índole del bien


objeto de la contratación así lo determine, siempre que asegure la finalidad perseguida
en esta ley.

(Artículo sustituido por art. 7° de la Ley N° 26.361 B.O. 7/4/2008)

ARTICULO 10 bis. — Incumplimiento de la obligación. El incumplimiento de la oferta o


del contrato por el proveedor, salvo caso fortuito o fuerza mayor, faculta al
consumidor, a su libre elección a:

a) Exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible;


b) Aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;

c) Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de


los efectos producidos, considerando la integridad del contrato.

Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que correspondan.

(Artículo incorporado por el art. 2º de la Ley Nº 24.787 B.O. 2/4/1997)

Contrato preliminar
Promesa de contratar:

Se refiere a la posible realización futura de un contrato. Es decir, una parte promete a


la otra realizar un determinado contrato, y en el caso de existir aceptación surgiría la
obligación de cumplirlo.
En el lenguaje jurídico, “promesa” equivale a la oferta para la celebración de un
contrato y es necesaria como punto de partida de una de las partes para que la otra se
decida a celebrar el contrato.

Contrato de opción. Contrato de prelación


En la opción contractual existe un derecho perfecto de uno de los contratantes que
puede o no ejercerlo según sea su voluntad.
En la prelación existe también una posible opción pero no configura un derecho
potestativo sino modal, es decir que esta sujeto a condición. Por ejemplo: pacto de
preferencia en donde el vendedor no podrá ejercerlo sino cuando haya voluntad del
comprador de vender la cosa o darla en pago, lo que significa que la promesa de
contratar está sometida a un evento condicionante determinado por las partes.

Contrato ad. Referéndum.

La responsabilidad precontractual: La doctrina reconocer que dentro de este


sistema unitario de responsabilidad civil que se encuentra dividido en dos grandes
grupos (contractual y extracontractual) existe un tercer grupo que adquiere categoría
doctrinaria autónoma cuando se trata específicamente de los supuestos de
responsabilidad creados en el período previo a la formación del contrato.
Distintas teorías:
Teoría de Ihering:
La culpa in contrahendo es una culpa de naturaleza contractual que apunta al período
de formación del contrato. Así la misma diligencia que se presta en el período de
ejecución debe prestarse en esa instancia.
Los únicos que pueden incurrir en esta culpa son los contratantes y para que la misma
exista debe haber existido primero una ofertas ya que las meras tratativas anteriores a
las promesas de contrato no son susceptibles de originar responsabilidad civil basada
en esa especie de culpa.
Ihering analizó diferentes supuestos y en todos ellos encontró que la culpa se había
cometido en el período previo a la formación del contrato y que una de las partes se
había visto perjudicada como consecuencia de una acción de la otra mientras se
contraía la relación contractual. De ahí que la culpa pudiera caracterizarse como in
contrahendo.
El jurista expuso en su teoría el interés negativo refiriéndose al daño sufrido a raíz de
haber creído en la validez del negocio y que no se hubiese padecido si hubiese estado
enterado de que el negocio no era válido. Por esto en casos de culpa in contrahendo, el
perjudicado no podrá invocar la lesión de cumplimiento o del interés positivo que
resulta exigible sólo en el caso de un contrato válido.
Ihering intenta determinar el fundamento legal de esta responsabilidad. A priori fue
evidente que ni actio doli ni la actio legis aquiliae podían servir como fundamento ya
que la primera debía descartarse por no existir el elemento intencional del que debía
derivar la responsabilidad y la segunda porque no poseía los requisitos que la misma
ponía como condición para la procedencia del resarcimiento: daño visible, material,
causado a objetos exteriores.
Por lo tanto admite que la culpa extracontractual debe ser rechazada como
fundamento jurídico de la responsabilidad in contrahendo y nos habla de la culpa
contractual como fundamento ya que a pesar de no estar perfeccionado el contrato, las
partes no pueden violar la obligación de diligencia que deben observar tanto al
momento de ejecutarlo como en la instancia anterior. Esta obligación de diligencia es
presumida por la ley y por lo tanto no es necesario que sea estipulada.
Teorías contractualistas: Chironi, De Cupis, Demolombe y Planiol
Chironi funda la responsabilidad que nace de la anulación de un contrato en la
existencia de un pacto de responsabilidad implícito entre las partes, al igual que
Ihering.
Para De Cupis existe el daño contractual cuando el perjuicio fue ocasionado por no
haberse comportado una de las partes durante las tratativas y los actos tendientes a la
conformación del contrato, y cuando la parte que conocía o debía conocer la causa de
invalidez no la puso en conocimiento de la otra.
Demolombe y Planiol: Antes del contrato principal se habría formado otro sobre el
compromiso de mantener la oferta.

Teorías extracontractualistas:
Plantean que el fundamento de la responsabilidad precontractual es de naturaleza
extracontractual basándose en el 1109 que expresa que la separación injustificada de
las negociaciones configura un hecho culposo.
Nuestra doctrina se inclina por el reconocimiento de la responsabilidad precontractual
de carácter extracontractual.

Formación del contrato. Lugar y momento de formación


Es de suma importancia la determinación del momento y el lugar de celebración del
contrato ya que determinará el derecho concreto de cada contratante para demandar
el cumplimiento.

En cuanto al lugar, nuestro CC en el art. 12 dispone: “Las formas y solemnidades de


los contratos y de todo instrumento público son regidas por las leyes del país donde se
hubiesen otorgado”
Mientras tanto para los contratos entre ausentes, Vélez, adopta la solución de que se
regirán por el lugar indicado en el acuerdo, con relación a su fecha (Art. 1180).
Art. 1881: “La forma de los contratos entre ausentes, si fueren hechos por instrumento
particular firmado por una de las partes, será juzgada por las leyes del lugar indicado
en la fecha del instrumento. Si fuesen hechos por instrumentos particulares firmados
en varios lugares, o por medio de agentes, o por correspondencia epistolar, su forma
será juzgada por las leyes que sean más favorables a la validez del contrato”.

Art. 1210: Los contratos celebrados en la República para tener su cumplimiento fuera
de ella, serán juzgados, en cuanto a su validez, su naturaleza y obligaciones, por las
leyes y usos del país en que debieron ser cumplidos, sean los contratantes nacionales
o extranjeros.

Si no estuviera determinado el lugar de su ejecución, Vélez toma en cuenta el lugar de


su celebración, siempre que este coincida con el lugar del domicilio del deudor. Así, en
el caso de que el contrato no fuese celebrado en el domicilio del deudor, y en lugar que
tampoco debía ser el de su cumplimiento, el domicilio actual del deudor será el lugar
en que debe cumplirse el contrato.

Art.1214.- Si el contrato fuere hecho entre ausentes por instrumento privado, firmado
en varios lugares, o por medio de agentes, o por correspondencia epistolar, sus
efectos, no habiendo lugar designado para su cumplimiento, serán juzgados respecto a
cada una de las partes, por las leyes de su domicilio.
Art.1215.- En todos los contratos que deben tener su cumplimiento en la República,
aunque el deudor no fuere domiciliado, o residiere en ella, puede, sin embargo, ser
demandado ante los jueces del Estado.

Art.1216.- Si el deudor tuviere su domicilio o residencia en la República, y el contrato


debiese cumplirse fuera de ella, el acreedor podrá demandarlo ante los jueces de su
domicilio, o ante los del lugar del cumplimiento del contrato, aunque el deudor no se
hallase allí.

La formación entre presentes


De acuerdo al momento de concertación el art. 1551 dispone: “La oferta o propuesta
hecha verbalmente, no se juzgará aceptada si no lo fuese inmediatamente; o si
hubiese sido hecha por medio de un agente, y éste volviese sin una aceptación
expresa”. Por ello la doctrina admite que la formación entre presentes debe hacerse
con inmediatez. Sin embargo el nuevo ritmo negocial hace que esta pueda
considerarse subsistente.

La formación entre ausentes. Soluciones doctrinarias


Esta formación se da cuando se presenta la celebración entre contratantes que se
encuentran separados físicamente.

Teoría de la celebración o agnición: El contrato queda formalizado con la


exteriorización por parte del aceptante de su voluntad de aceptar ya que a partir de
ese momento coexistirían dos voluntades tendientes a un mismo fin: la celebración del
contrato.

Teoría de la información o recognición: Para tener por formado el contrato exige el


conocimiento por parte del oferente de la aceptación de la oferta. Se denomina
extrema ya que exige el conocimiento de ambas partes de la aceptación de la otra.

Teoría de la emisión o expedición: El momento de perfeccionamiento del contrato se


da por el momento en que el aceptante se desprende de su aceptación exteriorizando
su voluntad mediante el envío de la comunicación correspondiente.

Teoría de la recepción: El momento de perfeccionamiento del contrato se da cuando la


aceptación llega a poder del oferente.

El problema en el CC:
Conforme al art. 1550 Vélez siguió el principio de que las ofertas no obligan si no
fueron aceptadas, salvo en los supuestos que el mismo menciona.

Artículo1149. La oferta quedará sin efecto alguno si una de las partes falleciere, o
perdiere su capacidad para contratar: el proponente, antes de haber sabido la
aceptación, y la otra, antes de haber aceptado.

Artículo1154. La aceptación hace sólo perfecto el contrato desde que ella se hubiese
mandado al proponente.

De lo expuesto en ambos artículos se llega a la conclusión de que el consentimiento se


forma cuando la aceptación llega a conocimiento del solicitante.
Artículo1155. El aceptante de la oferta puede retractar su aceptación antes que ella
haya llegado al conocimiento del proponente. Si la retractare después de haber llegado
al conocimiento de la otra parte, debe satisfacer a ésta las pérdidas e intereses que la
retractación le causare, si el contrato no pudiese cumplirse de otra manera, estando ya
aceptada la oferta.

Este artículo plantea el dilema de si el método aceptado por el Código no es propiciado


por la teoría de la remisión. Sin embargo compartiendo la posición de Spota,
entendemos que el codificador siguió la teoría de la emisión con 2 excepciones al
sistema: la posibilidad de una retractación válida antes de que la aceptación haya
llegado a conocimiento del ofertante y la caducidad por muerte o incapacidad en
similares circunstancias.
Vicios de la voluntad

Error e ignorancia  En el error la persona cree saber algo pero en realidad sabe
equivocada, consiste sobre un punto determinado en tener falsos conceptos. Es el falso
conocimiento que se tiene de una cosa.

En la ignorancia, la persona no está equivocada, lo que ocurre es que ignora todo lo


relacionado con un tema, tiene una carencia total de conocimiento. Es la ausencia de
conocimiento acerca de algo.

A pesar de estas diferencias, error e ignorancia, son jurídicamente equivalentes y


reciben idéntico tratamiento.

El error se clasifica en:

Error de derecho  ART. 20 del C.C “La ignorancia de las leyes no sirve de excusa, si
la excepción no está expresamente autorizada por la ley”.

ART 923 del C.C “La ignorancia de las leyes, o el error de derecho en ningún caso
impedirá los efectos legales de los actos lícitos, ni excusará la responsabilidad por los
actos ilícitos”. Este principio se fundamenta en la “obligatoriedad de la norma” ya que
se presume conocida por todos.

Las excepciones al ART 20 son, ART 3428 (“el poseedor de la herencia es de buena fe
cuando por error de hecho o de derecho se cree legitimo propietario de la sucesión
cuya posesión tiene”). ART 784 que autoriza la repetición del pago de una deuda
ajena, efectuado por el error de hecho o de derecho.

Para concluir, el error de derecho no esta contemplado por la ley, salvo aquellas
excepciones fijadas por la misma.

Error de hecho Es el que recae sobre elementos fundamentales del acto. A su vez se
clasifican en excusable e inexcusable

Es excusable cuando la persona ha tenido motivos para errar y sabiendo de la


ocurrencia toma precauciones, pero la persona cae en error.

Es inexcusable cuando el error se debe a una negligencia culpable de la parte, ya que


si hubiese tomado las precauciones el error se habría evitado.

Hay 3 clases de error de hecho:

Error obstáculo, radical, obstativo o impropio  este error no vicia la voluntad sino que
la destruye enteramente, puesto que impide la formación del acto: es el que recae
sobre la naturaleza del acto efectuado (error in negotio), o sobre la identidad del
objeto (error in corpore). En este caso el acto jurídico resulta inexistente por el
desencuentro ocurrido entre las voluntades intervinientes. Los artículos 924 y 927
hacen referencia a el, la sanción de nulidad establecida en los artículos es superflua y
engañosa. Es superflua por que aun cuando la ley nada dijera en tales casos, no por
ello el acto podría tener valor. Y es engañosa por cuanto la nulidad tiene su régimen
legal especial que determina quien es el titular de ella, si prescribe la acción y en que
tiempo, que consecuencias produce la nulidad o anulación. Todo lo cual no tiene
aplicación tratándose de actos jurídicos inexistentes.

Errores esenciales  Tienen gravedad media. No impide la formación del acto, pero
dan lugar a la sanción de nulidad, a instancia de la parte cuya voluntad está viciada
por el error padecido: son los errores que versan sobre la persona con quien se celebra
el acto (error in personam) o sobre la cualidad sustancial de la cosa (error in
substancia), este tipo de error no debe ser confundido con el error incorpore, aquí la
cosa es la misma que la que se ha tenido presente al celebrar el acto, pero hay una
falla en cuanto a la cualidad sustancial que se esperaba encontrar en ella. El Código
dice que: “el error sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira, vicia la
manifestación de la voluntad, y deja sin efecto lo que en el acto se hubiere dispuesto”
entonces el acto viciado es anulable y de nulidad relativa.

1- Error en la naturaleza del acto, ART 924: El error sobre la naturaleza del
acto jurídico anula todo lo contenido en él.
2- Error sobre la persona, ART 925: Es también error esencial y anula el acto
jurídico, el relativo a la persona con la cual se forma la relación de derecho.

3- Error sobre el objeto del acto, ART 927: Anula también el acto, el error
respecto al objeto sobre que versare, habiéndose contratado una cosa
individualmente diversa de aquella sobre la cual se quería contratar, o sobre
una cosa de diversa especie, o sobre una diversa cantidad, extensión o
suma, o sobre un diverso hecho. Hay una teoría que respalda el error sobre
el objeto denominada “teoría del obstáculo” la cual establece que no se llega
al acuerdo de voluntades.

4- Error sobre la causa principal del acto, ART 926: El error sobre la causa
principal del acto, o sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira,
vicia la manifestación de la voluntad, y deja sin efecto lo que en el acto se
hubiere dispuesto. A pesar de que la causa es un requisito fundamental, la
falta de la misma puede provocar la nulidad del acto. Si la causa es falsa el
código establece que si esa causa existe y la obligación es licita, esa
obligación existe. Lo que interesa es la obligación real no aparente, la
aparente se vincula con la simulación, no con el error.

Para que el error esencial pueda ser invocado por la victima, debe ser excusable, así lo
requiere el ART 929 “El error de hecho no perjudica, cuando ha habido razón para
errar, pero no podrá alegarse cuando la ignorancia del verdadero estado de las cosas
proviene de una negligencia culpable”.

Errores accidentales  dejan el acto intacto y valido: son los que versan sobre las
cualidades accidentales de la cosa, sobre su valor, sobre los motivos individuales del
acto, etc. Entre los errores accidentales o indiferentes es posible mencionar los
siguientes:

- el que versa sobre la calidad accidental de la cosa o sobre un accesorio de


ella
- el que versa sobre el valor de la cosa
- el que recae sobre la persona, cuando la consideración de ella es
indiferentes

- el que incide sobre los motivos individuales que se tienen para celebrar el
acto

- el error material o de pluma, que es rectificable

- el error de calculo

- el error que verse sobre la inexacta designación del contrato

- el que incide sobre el nombre o apellido de la contraparte si no hay equivoco


sobre la identidad

- el que recae sobre el nombre o descripción de la cosa si esta es la misma


sobre la que se quería contratar.

Según el ART 928 (“El error que versare sobre alguna calidad accidental de la cosa, o
sobre algún accesorio de ella, no invalida el acto, aunque haya sido el motivo
determinante para hacerlo, a no ser que la calidad, erróneamente atribuida a la cosa,
hubiese sido expresamente garantizada por la otra parte, o que el error proviniese de
dolo de la parte o de un tercero, siempre que por las circunstancias del caso se
demuestre que sin el error, el acto no se habría celebrado, o cuando la calidad de la
cosa, lo accesorio de ella, o cualquiera otra circunstancia tuviesen el carácter expreso
de una condición”). El error accidental no invalida el acto salvo 3 supuestos que allí se
mencionan.

“A no ser que la calidad, erróneamente atribuida a la cosa, hubiese sido expresamente


garantizada por la otra parte”. En tal caso no hay error ni nulidad, porque no se sabía
si la cosa tenía o no la cualidad deseada que se exigió la garantía. Lo que puede haber
es causa de rescisión por incumplimiento de contrato.

“…o que el error proviniese de dolo de la parte o de un tercero, siempre que por las
circunstancias del caso se demuestre que sin el error, el acto no se habría celebrado”.
Aquí tampoco juega el error, y si el acto se anula es por dolo y no por el error que es
irrelevante. No se trata entonces de una nulidad derivada del error accidental, sino del
dolo empleado determinante del acto.

“…o cuando la calidad de la cosa, lo accesorio de ella, o cualquiera otra circunstancia


tuviesen el carácter expreso de una condición”. Acá tampoco hay error, ya que la
existencia de la cualidad esta puesta como una condición del derecho previsto. Por lo
tanto cabe concluir que en ningún caso el error accidental afecta la validez del acto.

Dolo :está consagrado en el ART 931 (“Acción dolosa para conseguir la ejecución de
un acto es toda aserción de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier
artificio, astucia o maquinación que se emplee con ese fin”).

En lo relativo al cumplimiento de las obligaciones: el dolo designa la deliberada


inejecución por parte del deudor. Por último el dolo designa las maniobras engañosas
empleadas por una de las partes que vician la voluntad de la otra en la celebración del
acto jurídico.

El dolo como vicio de la voluntad

Lo característico del dolo como vicio de la voluntad, reside en el engaño que se emplea
para decidir a alguien a la realización de un acto jurídico, tal como lo expresa el ART
931 “es toda aserción de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier
artificio, astucia o maquinación que se emplea con ese fin”.

Clasificación del dolo

• Dolo directo e indirecto: el primero es el cometido por alguna de las partes


otorgantes del acto, o por un representante suyo. El indirecto es el que proviene de un
tercero

• Dolo positivo y negativo: el primero consiste en acciones positivas del autor del
engaño; el segundo se refiere a las omisiones voluntarias, las cuales se asimilan en sus
efectos a las acciones dolosas cuando el acto no se hubiera realizado sin la ocultación
dolosa (ART 933).

• Dolo principal e incidental:

Dolo principal: es el que induce y determina que la victima realice el acto. Este tipo de
dolo hace anulable el acto; de manera que la victima podrá demandar la nulidad del
acto y la indemnización por daños y perjuicios.

Nulidad:

ART 932: Para que el dolo pueda ser medio de nulidad de un acto es preciso la reunión
de las circunstancias siguientes:

- 1ª Que haya sido grave.


- 2ª Que haya sido la causa determinante de la acción.

- 3ª Que haya ocasionado un daño importante.

- 4ª Que no haya habido dolo por ambas partes.

Efectos del dolo principal

Si el dolo reúne los requisitos del ART 932 produce dos consecuencias:

- permite a la victima demandar la nulidad del acto, el acto será anulado y


además, de nulidad relativa ART 954 “Podrán anularse los actos viciados de error,
dolo, violencia, intimidación o simulación”.

- Da derecho a reclamar la indemnización por daños y perjuicios.


Dolo incidental: es el engaño que sin determinar la realización del acto, ha logrado que
la victima consienta en condiciones más onerosas para ella. A diferencia del anterior,
este no ha sido causa determinante para la realización del acto. El dolo incidental no
permite a la victima demandar por la nulidad del acto, pero le permite reclamar la
indemnización por daños y perjuicios.

Efectos del dolo incidental

En este caso, el dolo no afecta la validez del acto y la victima no podrá pedir la nulidad
del mismo, pero podrá reclamar la indemnización por daños y perjuicios sufridos por el
dolo, ART 934 “El dolo incidente no afectará la validez del acto; pero el que lo comete
debe satisfacer cualquier daño que haya causado. Es dolo incidente el que no fue causa
eficiente del acto”.

Dolo reciproco, efectos del mismo

Si ambas partes actuaron dolosamente, la ley no ampara a ninguno de los 2, y


ninguno podrá demandar la nulidad de la permuta

Dolo de un tercero, efectos del mismo

El dolo, provenga de la parte del acto o de un tercero, da lugar a la anulación del acto,
y la victima podrá pedir la nulidad del acto y reclamar daños y perjuicios. ART 935 “El
dolo afectará la validez de los actos entre vivos, bien sea obra de una de las partes, o
bien provenga de tercera persona. Si proviene de tercera persona, regirán los artículos
941, 942 y 943”.

ART 941 “La fuerza o la intimidación hacen anulable el acto, aunque se haya empleado
por un tercero que no intervenga en él”.

ART 942 “Si la fuerza hecha por un tercero, fuese sabida por una de las partes, el
tercero y la parte sabedora de la fuerza impuesta, son responsables solidariamente
para con la parte violentada, de la indemnización de todas las pérdidas e intereses”.

ART 943 “Si la fuerza hecha por un tercero, fue ignorada por la parte que se perjudica
con la nulidad del acto, el tercero será el único responsable de todas las pérdidas e
intereses”.

Si la otra parte y el tercero fueron cómplices, ellos serán responsables solidariamente


de la indemnización por daños y perjuicios.

Si el dolo fuese incidental, la solución será la misma; solo que no se podrá demandar
la nulidad del acto.

Prueba de dolo

El dolo configura un hecho ilícito y al propio tiempo, si reúne los extremos ya


examinados, constituye un vicio de la voluntad. En cualquier caso la prueba incumbe a
la parte que aduce haber sido víctima del dolo, la que tendrá también que acreditar
que en la maniobra engañosa concurren aquellos requisitos, si pretende la anulación
del acto celebrado. Cuando se aduzca el dolo reciproco, el dolo del demandante tendrá
que ser probado por el demandado.

Reticencia dolosa: es cuando t ocultan información d manera dolosa...y, el que


contrata sabiendo de esa información no hubiese contratado... eso da derecho a pedir
la nulidad del contrato.

Violencia: Violencia (fuerza o intimidación):La violencia es la coerción ejercida


sobre una persona para obligarla a ejercer un acto que no quería realizar (Salvat)

La violencia puede presentarse bajo 2 aspectos distintos

- La violencia física (denominada “fuerza”) y

- La violencia moral (denominada “intimidación”)

La victima puede ser obligada a realizar el acto que no quiere realizar, mediante
golpes, malos tratos, privación de la libertad, etc. (violencia física o fuerza), o
mediante amenazas e intimidaciones (violencia moral o intimidación).

Requisitos para que el uso de la fuerza invalide el acto

Debe tratarse de una fuerza física irresistible, ART 936 “Habrá falta de libertad en los
agentes, cuando se emplease contra ellos una fuerza irresistible”; es decir, una fuerza
de tal gravedad, de tal magnitud, que la persona que la sufre no haya podido impedirla
o resistirla.

Si la fuerza fue irresistible o no, lo determinara el juez, tomando en cuenta las


condiciones físicas y espirituales de la víctima.

Requisitos para que el uso de intimidación invalide el acto

El ART 937 “Habrá intimidación, cuando se inspire a uno de los agentes por injustas
amenazas, un temor fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona,
libertad, honra o bienes, o de su cónyuge, descendientes o ascendientes, legítimos o
ilegítimos”.

Para que la intimidación vicie la voluntad

- La amenaza debe ser injusta: o sea que, quien amenace lo haga sin tener
derecho a hacerlo. Hay amenaza injusta si digo (véndame su casa o ya mismo mato a
sus hijos. Hay amenaza si un abogado amenaza a la parte contraria con el embargo si
no paga sus deudas. En caso de amenazas justas no hay vicio de la voluntad ART 939
“No hay intimidación por injustas amenazas, cuando el que las hace se redujese a
poner en ejercicio sus derechos propios”.

- Temor fundado: el temor de la victima de sufrir el mal amenazado, debe ser


fundado, real, y no imaginario o aparente. El hecho de que la victima tenga miedo o
no, dependerá de sus condiciones subjetivas. Si el temor no fuera fundado, la
intimidación no afectara la validez del acto ART 938 “La intimidación no afectará la
validez de los actos, sino cuando por la condición de la persona, su carácter, habitudes
o sexo, pueda juzgarse que ha debido racionalmente hacerle una fuerte impresión”.

- El mal amenazado debe ser inminente y grave: inminente significa que el mal
debe ser próximo, inmediato, que no de tiempo a la victima a poder reclamar la
protección de las autoridades.

Grave, significa que el mal debe ser susceptible de causar daños de magnitud. Si el
mal no es inminente y grave no se hace lugar a la nulidad. El mal amenazado puede
recaer sobre la persona de la victima o de sus familiares (ej: amenaza de muerte de
secuestro).

Efectos de la violencia

La victima podrá:

- Demandar la nulidad del acto (el acto es anulable y de nulidad relativa);

- Y además, reclamar los daños y perjuicios, al autor de la violencia.

Violencia ejercida por un tercero

Si el que ejerce la violencia, fuese un tercero, el acto también será anulable y el


tercero será responsable por daños y perjuicios. Si el tercero y la otra parte fuesen
cómplices, ambos serán responsables solidariamente por la indemnización ART 941 “La
fuerza o la intimidación hacen anulable el acto, aunque se haya empleado por un
tercero que no intervenga en él”. ART 943 “Si la fuerza hecha por un tercero, fue
ignorada por la parte que se perjudica con la nulidad del acto, el tercero será el único
responsable de todas las pérdidas e intereses”.

El temor reverencial: Se llama así, al temor de desagradar a ciertas personas a


quienes se debe respeto y sumisión, este tipo de temor es ineficaz para pedir la
nulidad del acto celebrado. (art 940)

Estado de necesidad: se da cuando una persona, celebra un acto jurídico a causa de


una presión de una necesidad apremiante. En estos casos, se intentará reducir la
prestación excesiva a sus justos limites, aunque puede llegarse incluso a la anulación
del acto,.

Vicios de la buena fe

Simulación  El error, dolo y violencia, son vicios de los actos voluntarios en general;
en cambio, la simulación, es un vicio exclusivo de los actos jurídicos, y su característica
es la de viciar la buena fe de terceros. En términos generales “simular” es ocultar la
verdad. ART 955 “La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de
un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son
sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten
derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se
constituyen o transmiten”. La simulación puede ser absoluta o relativa, y desde otro
punto de vista, lícita o ilícita.
- Absoluta: cuando se celebra un acto que nada tiene de real ART 956 “La
simulación es absoluta cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real…”.
(EJ. Tengo muchos acreedores y simulo vender mi casa a un amigo para que no la
ejecuten)

- Relativa: cuando se emplea para dar a un acto jurídico una apariencia que
oculta su verdadero carácter ART 956 “…y relativa cuando se emplea para dar a un
acto jurídico una apariencia que oculta su verdadero carácter”. (EJ. Quiero donar mi
estancia a una amiga, pero para evitar una revocación, simulo vendérsela)

- Licita: cuando no es reprobada por la ley, a nadie perjudica ni tiene un fin ilícito
ART 957 “La simulación no es reprobada por la ley cuando a nadie perjudica ni tiene un
fin ilícito”.

- Ilícita: cuando es reprobada por la ley, perjudica a terceros o tiene un fin ilícito
(es decir, cuando se hace para violar las leyes).

Cuando hay un acto jurídico simulado la ley concede la “acción de simulación” a


efectos de lograr que judicialmente se declare que el acto no existió (absoluta) o que
solo existió un acto oculto (relativa).

La acción de simulación se concede a las partes del acto simulado, y a los terceros
interesados en el acto, como los acreedores de cualquier clase, herederos, legatarios,
etc.

Cualquiera de las partes puede ejercer la acción de simulación contra la otra cuando la
simulación es lícita. Pero cuando es ilícita, salvo que la acción tenga por objeto dejar
sin efecto el acto y siempre que tal circunstancia no los beneficie ART 959 “Los que
hubieren simulado un acto con el fin de violar las leyes o de perjudicar a un tercero, no
pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro, sobre la simulación, salvo que la
acción tenga por objeto dejar sin efecto el acto y las partes no puedan obtener ningún
beneficio de la anulación”. El efecto de la sanción es que el juez declarara la anulación
del acto simulado.

La acción de simulación también pueden ejercerla aquellos que no sean parte en el


acto simulado; o sea, los acreedores o cualquier tercero interesado, con tal que hayan
sufrido perjuicios a raíz del acto.

Los terceros podrán pedir la acción siempre y cuando que la misma sea ilícita. Por el
contrario tratándose de una simulación licita, los terceros no podrán reclamar la
acción, dado que la simulación no perjudica a terceros, y que nuestro ordenamiento
jurídico rige el principio de que “a falta de interés o perjuicio, no hay acción”.

Fraude  Hay fraude cuando un deudor insolvente enajena o grava sus bienes, con el
propósito de sustraerlos de su patrimonio, y evitar así el pago a sus acreedores.

Ejemplo: A tiene muchos acreedores, y estos para cobrar, van a rematarle su casa;
entonces A en fraude a sus acreedores, vende la casa para que estos no puedan
cobrar.
La ley concede a los acreedores una solución contra el fraude; es decir, un medio para
hacer revocar los actos fraudulentos del deudor. Dicho medio o solución es la acción
revocatoria (también denominada acción “pauliana”), ella esta contemplada en el ART
961 “Todo acreedor quirografario puede demandar la revocación de los actos
celebrados por el deudor en perjuicio o en fraude de sus derechos”. Si bien el ART dice
que se concede a los “acreedores quirografarios” y no hace mención de los acreedores
hipotecarios y privilegiados, se debe aceptar que a estos dos también se les concede
esta acción, si se demuestra que ellos han sufrido perjuicio a raíz del acto fraudulento.

Requisitos

Los requisitos para revocar un acto fraudulento del deudor, sea el acto gratuito u
oneroso, están previstos en el ART 962 “Para ejercer esta acción es preciso:

1º Que el deudor se halle en estado de insolvencia. Este estado se presume desde que
se encuentra fallido.

2º Que el perjuicio de los acreedores resulte del acto mismo del deudor, o que antes
ya se hallase insolvente.

3º Que el crédito, en virtud del cual se intenta acción, sea de una fecha anterior al acto
del deudor”.

Cuando el acto que se quiere revocar es oneroso, es necesario además: a) que el


deudor haya tenido intención de defraudar a sus acreedores y b) que el tercero
adquiriente haya sido cómplice del deudor en el fraude. La revocación del acto solo
beneficia al acreedor que la pidió y hasta el importe de su crédito ART 965 “La
revocación de los actos del deudor será sólo pronunciada en el interés de los
acreedores que la hubiesen pedido, y hasta el importe de sus créditos”.

Diferencias entre simulación (A) y fraude (B):

En cuando al nombre de la acción  Acción de simulación (A) Acción revocatoria o


Pauliana (B)

Quien acciona  Simulación lícita: únicamente las partes ya que no hubo intención de
perjudicar a ningún tercero.

Simulación ilícita: solamente los terceros interesados a menos que las partes que
hayan intervenido decidan dejar sin efecto el acto simulado y no puedan obtener
ningún beneficio de la anulación (Art. 959 CC) (A). Todo acreedor quirografario puede
demandar la revocación de los acto celebrados por el deudor en perjuicio o en fraude
de sus derechos” (Art. 961 CC) (B)

A quien beneficia  A todos los interesados (A). Solo a quien acciona (B)

Prescripción Prescribe a los dos años la acción para dejar sin efecto entre las partes
un acato simulado, sea simulación absoluta o relativa. El plazo se computará desde
que el aparente titular del derecho hubiere intentado desconocer la simulación (A). La
acción de los acreedores para pedir la revocación de los actos celebrados por el
deudor, en perjuicio o fraude de sus derechos, se prescribe por un año, contados
desde el día en que el acto tuvo lugar, o desde que los acreedores tuvieron noticia del
hecho”. (B)

Lesión: La lesión enorme o enormísima, que tiene su origen en el Derecho Romano,


implica una inequivalencia o apreciable desproporción entre las prestación es a cargo de
las partes del contrato. Como la nota del artículo 943 ejemplifica, para algunas
legislaciones de la época, como el Código de Prusia, hay lesión cuando el precio de la
venta exceda al doble del valor de lo vendido. La parte "lesionada" puede pedir la
resolución del contrato. Vélez Sarsfield, como se adelantó, rechaza este instituto
principalmente por dos razones: Por un lado, porque cada uno de los textos legales y
doctrinarios por el consultado, si bien acepta la lesión, la regula de manera distinta; por
el otro, porque si el consentimiento no está viciado, el contrato debe ser irrevisable
judicialmente.Años mas tarde, la reforma de la ley 17.711 incorpora el instituto de la
lesión (en una variante subjetivo-objetiva) a nuestro Código Civil, a través de la
modificación del artículo 954. Este dispone, en lo que aquí nos interesa, que "... podrá
demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes
explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de
ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación.
Se presume, salvo prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable
desproporción de las prestaciones."
Como se ve, el tema de la proporción o desproporción entre las prestaciones a cargo de
las partes empieza a adquirir relevancia a la hora de analizar la validez de un acto
jurídico. Es que, si tenemos en cuenta que la nulidad de un acto jurídico consiste en la
privación de los efectos propios de ese acto, en virtud de un defecto originario o
constitutivo, la desproporción en las prestaciones, (por la que puede demandarse la
nulidad, en virtud de lo normado por el citado artículo 954), configura un vicio genético"
del acto en cuestión, que lo invalida. Con todo, el artículo mencionado es apenas el
inicio de una nueva tendencia a la hora de abordar la validez o invalidez de los actos
jurídicos, en especial los contratos, porque como dijéramos anteriormente, la norma
incorpora al Código Civil el instituto de la lesión, pero en una versión subjetiva-objetiva.
Por un lado, el elemento objetivo está dado por la desproporción en las prestaciones,
(la " ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación"). Pero
también se necesita para completar la figura el elemento subjetivo, que está dado
por la explotación de "la necesidad, ligereza o inexperiencia" de la contraparte,
explotación que se presume iuris tantum "en caso de notable desproporción de las
prestaciones".
Este elemento subjetivo, unido a una posición conservadora por parte de la mayoría de
los jueces, ha sido uno de los obstáculos más grandes para la aplicación de este
instituto a los casos concretos. En efecto, existe poca jurisprudencia nacional que acoja
una demanda por la lesión subjetiva-objetiva.
La prueba de la explotación de "la necesidad, ligereza o inexperiencia", a cargo del
demandante salvo notable desproporción de las prestaciones, es a menudo muy difícil.

Unidad IV  Capacidad para contratar. Representación


BORDA y GARRIDO ZAGO

Capacidad de derecho es el grado de aptitud para gozar de los derechos, se dice grado
de aptitud porque no existe la incapacidad absoluta de derecho, siempre en algún
grado, las personas tienen esta capacidad; capacidad de hecho es la aptitud para
ejercerlos.

Enumeración de los incapaces para contratar


Art 1160
 Incapaces absolutos

1. Personas por nacer  solo pueden adquirir bienes por aceptación de


donación o herencia, a través de sus padres.

2. Menores impúberes  salvo para celebrar pequeños contratos, pueden


realizar tareas en emprendimientos o empresas donde sólo trabaje la
familia, en la medida que cuente con autorización del ministerio pupilar
informando que no existe riesgo para su salud ni se comprometa la
educación obligatoria. Puede autorizarse en forma especial al menos que
no ha completado dicha educación cuando se demuestre que su
actividad es esencial para el mantenimiento de la familia. A partir de los
10 años responde por los perjuicios que cause al realizar un acto ilícito,
puede usucapir.

3. Dementes  los que están declarados en juicio tiene incapacidad


absoluta. Los que no están declarados, se reputan en principio capaces,
pero los contratos por ellos celebrados pueden ser anulados en los
casos:

- Si la acción de nulidad es intentada en vida del demente: cuando la


demencia existía públicamente a la época de la celebración o se
demuestra que el que contrató con el demente, conocía su estado
mental o cuando el contrato es gratuito.

- Si la acción es intentada después de su fallecimiento, la nulidad solo


procede si la demencia surge del acto mismo o si el contrato ha sido
celebrado después de iniciado el juicio de insania o se demuestra la mala
fe del que contrató con el fallecido.

4. Menores púberes  el contrato mas importante que pueden celebrar


es el de trabajo, previa autorización de sus padres o tutores, o que vivan
independientemente con conocimiento de ello por sus padres, si tuvieran
menos de 18 años. Si trabajan pueden agremiarse y formar parte de
asociaciones profesionales sin necesidad de requerir autorización a su
representante legal.

5. Emancipados  tienen aptitud jurídica para contratar libremente pero


como son inexperientes, la ley los protege prohibiendoles ciertas cosas
como: aprobar cuentas de sus tutores, hacer donación de bienes que
hubieran recibido a título gratuito, afianzar obligaciones.

6. Penados  son incapaces para celebrar actos de contenido patrimonial.


La incapacidad cesa cuando cesa la reclusión. En caso de fuga, el tema
esta muy discutido porque sería por un lado una injusticia que recupere
sus derechos habiendo cometido un acto antijurídico, pero por el otro,
puede perjudicar a terceros que no conozcan la situación del “fugado” al
contratar con ellos. Por lo tanto, serán válidos los actos que involucren a
otras personas quienes pueden verse afectados por la incapacidad del
penado. Pueden contraer matrimonio, reconocer hijos naturales, estar
en juicio cuando no se trate de acciones relativas a su patrimonio o a la
patria potestad.
Para interdictar al penado, es requisito que la pena sea de reclusión o
prisión y que sea ordenada por un plazo superior a tres años.

7. Inhabilitados  son aquellos que por embriaguez habitual o uso de


estupefacientes estén expuestos a otorgar actos jurídicos perjudiciales a
su persona o patrimonio, los disminuidos en sus facultades sin llegar a
demencia, pródigos, en este caso la inhabilitación la podrán pedir el
cónyuge o ascendientes o descendientes y debe ser requisito que la
persona haya dilapidado una parte importante de su patrimonio.

Religiosos profesos
(Incapacidad relativa)

Solo pueden contratar cuando comprasen bienes muebles a dinero de contado o


contratasen por sus conventos. Los religiosos profesos son aquellos que han hecho
votos de obediencia, pobreza y castidad. La prohibición se funda en que los contratos
de índole patrimonial contrarían los votos de pobreza. De todas formas esto es algo
personal que no tiene porque trascender al orden civil por lo que se propuso eliminarlo
de las incapacidades.

Comerciantes fallidos
(Incapacidad relativa)

No pueden contratar respecto de los bienes que corresponden a la masa del concurso
si no estipulasen concordatos con sus acreedores. La declaración del concurso civil o
quiebra importa el desapoderamiento del deudor.
Distinto es el caso del concurso comercial, este concursado no es fallido hasta que no
se decrete su quiebra y hasta tanto ello ocurra, tendrá la libre administración y
disposición de sus bienes.

Incapacidades para ciertos contratos

Estas prohibiciones hechas por la ley, se fundan en el interés de la moral, o de la ley y


a veces en vista de proteger ciertos intereses particulares que merecen una tutela
especial. El acto no puede ser realizado por la persona a quien se prohíbe ni por sí ni
por mandatario.

 El contrato de compraventa, no puede existir entre marido y mujer ni aunque


hubiesen hecho separación judicial de los bienes (art 1358).

 Los tutores, curadores y los padres, no pueden vender bienes suyos a los que
están bajo su guarda o patria potestad. (art 1359)

 Los menores emancipados no pueden vender sin licencia judicial los bienes
raíces suyos, ni los de sus mujeres o hijos. (art 1360). La prohibición
desaparece si el menor logra conseguir la autorización judicial.

 Art 1361  es prohibida la compra, aunque sea en remate público a:

1. Los padres de los bienes de los hijos que están bajo su patria potestad
2. A los tutores y curadores, de los bienes de las personas que estén a su
cargo, y comprar bienes para estas, sino en los casos y por el modo
ordenado por las leyes.
3. A los albaceas, de los bienes de las testamentarias que estuviesen a su
cargo.
4. A los mandatarios, de los bienes que están encargados de vender por
cuenta de sus comitentes.
5. A los empleados públicos, de los bienes del Estado, o de las municipalidades
de cuya administración o venta estuviesen encargados.
6. A los jueces, abogados, fiscales, defensores de menores, procuradores,
escribanos y testadores, de los bienes que estuvieran en litigio ante el
juzgado o tribunal ante el cual ejerciesen o hubiesen ejercido su respectivo
ministerio.

La nulidad, respecto de los supuestos de este artículo, es absoluta, no puede


convalidarse ni ratificarse ulteriormente. El motivo es la protección a terceros que
pueden resultar perjudicados por la venta.

 Respecto de la cesión de créditos, no puede haber cesión de derechos entre


aquellas personas que no pueden celebrar entre sí el contrato de compra y
venta. (Art 1441). La misma solución se da para el contrato de permutación,
por ser la permuta el origen del contrato de compra venta. (Art 1490).

 Respecto a la locación, en el caso de la capacidad para dar o tomar cosas en


arrendamiento, esta prohibido porque el condómino no puede arrendar ni
siquiera su parte indivisa sin el consentimiento de los demás. (Art 1512).

 Contrato de donación, el Art 1807, establece que tienen prohibido hacer


donaciones

1. Los cónyuges el uno al otro durante el matrimonio, ni uno de los


cónyuges a los hijos que el otro tenga de diverso matrimonio, o a las
personas de quien éste sea heredero presunto al mismo tiempo de la
donación.
2. El marido, sin el consentimiento de la mujer, o autorización judicial, de
los bienes raíces del matrimonio.
3. Los padres de los bienes de los hijos que están bajo su patria potestad,
sin expresa autorización judicial.
4. Los tutores de los bienes de sus pupilos.
5. Los curadores de los bienes confiados a su administración.
6. Los mandatarios, sin poder especial para el caso, con designación de los
bienes determinados que pueden donar.
7. Los hijos de familia, sin licencia de los padres. Sin embargo, pueden
hacer donaciones de lo que adquieran por el ejercicio de alguna
profesión o industria.

 Contrato de fianza, Art 2011, establece que no pueden ser fiadores:

1. Los menores emancipados, aunque obtengan licencia judicial y aunque la


fianza no exceda los $500.
2. Los administradores de bienes de corporaciones en nombre de las
personas jurídicas que representen.
3. Los tutores, curadores y todo representante necesario en nombre de sus
representados, aunque sean autorizados por el juez.
4. Los administradores de sociedades si no tuviesen poderes especiales.
5. Los mandatarios en nombre de sus constituyentes, si no tuviesen
poderes especiales.
6. Los que tenga órdenes sagradas cualquiera que sea su jerarquía, a no
ser por sus iglesias, por otros clérigos o por personas desvalidas.

La nulidad es absoluta, salvo en el caso del Inc 6, en el cual hay que averiguar un poco
mas, por ser tan amplio el supuesto, lo que convierte al acto en anulable.
La prohibición de establece en protección de quien resulta representado y exige del
representante la correspondiente autorización emanada de aquél.

 Otras prohibiciones  Art 2228 que dice que el depósito necesario por ocasión
de peligro o fuerza mayor, puede hacerse en personas adultas aunque sean
incapaces de derecho, y éstas responden del depósito aunque no estén
autorizadas por sus representantes para recibirlo.

 En el contrato de comodato, el Art 2262, prohíbe a los tutores prestar bienes de


sus pupilos y a los curadores, bienes de la curatela, y en general, a todos los
que administren bienes ajenos, público o particulares, que estén confiados a su
administración a menos que fuesen autorizados a hacerlo con poderes
especiales.

Metodología del Código

Dice muchas cosas en las cuales fundamenta su desacuerdo con la forma empleada
por Vélez para tratar el tema de la capacidad, pero en resumen, sostiene que la
capacidad esta tratada de forma inadecuada ya que algunos supuestos, como el caso
de los comerciantes fallidos, no se trata de incapacidades de la persona sino de
desapoderamiento de bienes, porque siguen siendo perfectamente capaces para
celebrar contratos que no tengan que ver con la masa del concurso.

Caso de los pequeños contratos

Desde muy corta edad, los menores hacen compras de poco monto al contado, como
asi también los dementes y sordomudos. Estos pequeños contratos son perfectamente
válidos y legítimos. No se trata de actos nulos pero tolerados, sino de actos lícitos,
porque responden a una necesidad tan ineludible que aunque el legislador los
prohibiera expresamente, continuarían cumpliéndose.

Nulidad de los contratos por incapacidad


Carácter de la nulidad

Los actos celebrados por incapaces son nulos a excepción de los llevados a cabo por
dementes no declarados en juicio, los cuales son anulables.
Si la nulidad es absoluta o relativa, depende de si los incapaces son de hecho o de
derecho. Si son de hecho relativos, es relativa, ya que se establece la nulidad en el
solo interés del incapaz. Si son absolutos, es absoluta la nulidad porque mediando en
tales casos falta de discernimiento, hay un interés de orden público en que estos actos
se anulen.
Las incapacidades de derecho se establecen en protección de la otra parte o en interés
de la moral o de la ley. La incapacidad de derecho puede originar una nulidad absoluta
o una relativa, en casa caso habrá que ver cual es el interés tutelado por la ley. Si se
trata del orden público la nulidad es absoluta, si se intenta proteger los intereses
privados, será relativa.

Efectos de la nulidad

Habrá que distinguir si se trata de un acto nulo o anulable y si está en juego una
nulidad absoluta o relativa.
Anulado el acto, las partes deben reintegrarse lo que mutuamente percibieron para
que las cosas vuelvan al estado previo a la celebración del acto declarado nulo.
La parte capaz para contratar, no tendrá derecho para exigir la restitución de lo que
hubiera dado, o el reembolso de lo que hubiere pagado, o gastado, salvo si se probase
que existe lo que dio o que redundara en provecho manifiesto de la parte incapaz.

Legitimación para contratar (esto no lo dieron, pero esta en el programa)

Es el poder de disponer de un determinado derecho. Existe la normal u ordinaria, que


es aquella que tiene quien posee derecho a disponer de un interés. Y existe la
extraordinaria, que es aquella que la ley reconoce a quien no es titular del derecho del
que dispone, no obstante lo cual la ley, por distintos motivos le permite contratar
válidamente.

La ley que rige la capacidad para contratar, es la ley del domicilio el cual es
residencia permanente del contratante.

Régimen de los contratos celebrados pos incapaces

Nuestro sistema comprende varias formas de protección a los menores:

 La nulidad de los actos celebrados por menores que violen las normas
existentes (osea, que el acto haya sido celebrado por el menor y no por su
representante).
 La existencia de una representación que hace viable que el incapaz, por medio
de su representante pueda efectuar actos perfectamente válidos.
 La existencia de un organismo, el Ministerio de Menores, que actúa y funciona
con el solo propósito de proteger al incapaz.
 La posibilidad de la actuación del Patronato de Menores, a cargo especialmente
de los jueces.

Representación

Sustitución de alguno de los contratantes por otra persona que celebra el contrato en
nombre y representación de aquél. Los efectos recaen sobre el representado y su
patrimonio. La representación puede ser legal cuando surge de la ley; o
convencional cuando las mismas partes son las que convienen sustituir su persona
por la de otro, ese contrato es lo que se llama mandato.

No existe en el Código Civil legislación expresa sobre representación, sino que “encaja”
en la teoría general de los actos jurídicos.
La ley procura remediar la incapacidad y permitir el ejercicio del derecho a favor del
menor, por lo que la ley designa representantes, quienes pueden ejercer directamente
los actos que le competen al menor. Adquirir derechos y contraer obligaciones.
Lista de representantes:

1. De las personas por nacer, los padres y a falta o incapacidad de éstos, los
curadores que se les nombre.
2. De los menores no emancipados, sus padres o tutores.
3. De los dementes o sordomudos, los curadores que se les nombre.

Además, los incapaces son promiscuamente representados por el Ministerio de


Menores que será parte legítima y esencial en todo asunto judicial o extrajudicial de
jurisdicción voluntaria o contenciosa, en que los incapaces demanden o sean
demandados, o en que se trate de las personas o bienes de ellos, bajo pena de nulidad
de todo acto y de todo juicio que hubiere lugar sin su participación.
Caracteres: es legal, es necesaria, es dual y conjunta, es controlada.

Cuando los intereses de los incapaces, están enfrentados con los de su representante,
dejan de intervenir éstos últimos en los actos y se les designa judicialmente un curador
para resolver el conflicto.

Contratos a nombres de terceros sin autorización

Gestión de negocios  es un cuasicontrato en el cual, alguien, sin representación


alguna pero por necesidad, lleva a cabo un acto jurídico en nombre y representación
de otros. El gestor rinde cuentas al dueño del negocio llevado a cabo. El dueño puede
prohibirle que siga adelante con el negocio pero debe pagarle los gastos mientras dure
la gestión y en la medida en que haya sido útil y necesario.

Cuando hay un mandato, la representación es contractual y prescribe a los 10 años;


cuando hay una gestión de negocios, la responsabilidad es extracontractual, por lo que
prescribe a los 2 años.

Contratos a nombre de terceros  ese tercero debe estar autorizado por la ley. El
contrato hecho por representación inexistente, es nulo, salvo ratificación por
declaración de voluntad o ejecución del contrato, de lo contrario, no obliga al que lo
hizo, en materia contractual. Si provoca un daño, entonces habría que indemnizar por
responsabilidad extracontractual.

Art 1162  ratificación hecha por un tercero, tiene carácter de autorización y se torna
exigible la ejecución y cumplimiento del contrato.

Contrato con persona a designar  es un contrato propio del derecho comercial. Se


compra mercadería con la intención de ser vendida a quién se presente. La persona
que compra es desconocida. Cuando aparece, se convierte en el contratante. Si la
persona no compra, el que promovió el contrato debe hacerse cargo de los daños y
perjuicios ocasionados.
Contrato consigo mismo  el representante actúa en nombre del representado,
pero puede actuar para sí mismo si el representado lo autoriza. Sino sería una
situación de incompatibilidad por una cuestión de beneficios e intereses.

Unidad V

Objeto: Art. 1167 Los dispuesto sobre los objetos de los actos jurídicos y de las
obligaciones que se contrajeren, rige respecto a los contratos, y las prestaciones que
no pueden ser objeto de los actos jurídicos, no pueden serlo de los contratos.
Conforme a esto el objeto del contrato debe ser: material y jurídicamente posible y ser
determinado (arts. 1170 y 1171) A las dos condiciones enunciadas se agrega en los
arts. 1172 y 1173 que la cosa debe existir en el momento de la celebración del
contrato.

Aplicación de los principios generales. Prestaciones, bienes y hechos.

Cosas: se llaman cosas en este código a los objetos materiales susceptibles de tener
valor. Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las
fuerzas naturales susceptibles de apropiación. De acuerdo a esto se expresa la idea de
objeto material a lo que debe agregarse el requisito de tener un valor de índole
económica.
Objetos materias son aquellos que caen bajo la acción de nuestros sentidos, que
podemos tocarlos verlos, etc., y el segundo requisito objetos susceptibles de tener un
valor, está referido al valor económico cualquiera sea su importancia.
● La Ley 17711 agrego al art. 2311 “las disposiciones referentes a las cosas son
aplicables a la energía”, con lo cual finaliza legislativamente la discusión doctrinaria de
si la energía eléctrica era o no una cosa en el sentido jurídico, ya que con la reforma
quedó claro que la energía no podrá ser considerada una cosa, ocupando un lugar en
el espacio, peor a ella le son aplicables las disposiciones referentes a las cosas, lo que
significa que todo el régimen jurídico establecido para éstas se aplica extensivamente a
la energía.
● Según el art. 953, respecto a las cosas se requieren dos condicione: a) que se trate
de cosas que estén en el comercio b) que por motivo especial la ley no haya prohibido
que sean objeto de algún contrato.

Hechos: art. 1169 aclara que la prestación objeto de un contrato puede consistir en el
cumplimiento de un hecho positivo o negativo, siempre que sea de apreciación
pecuniaria.
Los hechos deben reunir las siguientes condiciones: no ser hechos imposibles, ilícitos o
contrarios a las buenas costumbres; no ser prohibidos por las leyes, y no ser hechos
que perjudiquen a lo derechos de un tercero.

Cosas determinadas o determinables: art1 1170, las cosas objetos d elos


contratos, deben ser determinadas en cuando a su especie, aunque no lo sean en la
cantidad, con tal que esta pueda determinarse.
Tres tipos de cosas pueden darse en las obligaciones de dar:

1. Cosas ciertas: la cosa queda suficientemente determinada por una simple


indicación: vendo mi lapicera Parker 51 que tengo en uso.
2.
Cosas inciertas no fungibles: en este caso es necesario que la cosa quede
determinada en cuanto a su especie (ej.: se vende un perro) y la
individualización del objeto se realizará de cuerdo con las reglas del art. 602:
para el cumplimiento de estas obligaciones, el deudor no podrá escoger cosa de
la peor calidad de la especie, ni el acreedor la de mejor calidad cuando se
hubiere convenido en dejarla a elección.
● La cosa no quedará suficientemente determinada si se indicara solamente su
género (ej.: se ven de un animal).

3. Cosas fungibles: no resulta indispensable que el contrato determine su


cantidad, basta que esta pueda determinarse. Ej.: vendo la cantidad de leña
que el comprador necesite para alimentar su caldera durante todo el invierno.
Por el contrario, la cosa no estría suficientemente determinada si el contrato se
limitare a decir que se vende leña.

Requisitos del objeto: Posibilidad física y jurídica. Licitud. Determinación

Debe ser posible: art. 953: En cuanto a las cosas, debe tratarse de cosas que estén
en el comercio y que por algún motivo especial la ley no haya prohibido que sean
objeto de algún contrato como por ejemplo: la prohibición referida a herencias futuras
(art. 1175, 1176), la prohibición de de ceder los derechos de uso y la habitación (art.
1449), el derecho a alimentos futuros (art. 1453).
En cuanto a los hechos, ellos deben reunir las siguientes condiciones: no ser hechos
imposibles, ilícitos o contrarios a las buenas costumbres; no ser prohibidos por las
leyes, y no ser hechos que perjudiquen a lo derechos de un tercero.

Deber ser conforme a la mora y a las buenas costumbres: los contratos


inmorales según el art. 953 producen su propia nulidad.
Si lo que resulta contrario a la moral es un elemento esencial de los actos jurídicos,
como la causa o el objetos, el acto es nulo, peor si lo inmoral es un cláusula accesoria,
el juez puede mantener la validez del acto y declarar sin efecto la cláusula inmoral.
Son actos contrarios a la moral y adolecen de nulidad: los pactos que versaren sobre
herencias futuras (art. 1175); los que se opongan a la libertad de acciones o
conciencia (art. 953), como la obligación de habitar un lugar determinado, o sujetar la
elección del domicilio a la voluntad de un tercer.
Con respecto a las cosas existentes al tiempo de celebrarse el contrato: dispone el art.
1172 son nulos los contratos que tuviesen por objeto la entrega de cosas como
existentes cuando estas aún no existían, o hubieren dejado de existir; y el que hubiere
prometido tales cosas indemnizará el daño que causare a la otra parte.
● Es preciso que se trate de cosas inexistentes al momento de la celebración del
contrato y que en él se las haya considerado como existentes. Si se ha contratado
sobre cosa futura el contrato será valido dentro de los términos que prescribe el art.
1173.

Debe ser determinado: art. 1170 Las cosas objeto de los contratos deberán ser
determinadas en su especie; la cantidad es suficiente que pueda determinarse.

Valor pecuniario de las prestaciones. El problema en la doctrina y en el código


civil.

Art. 1169: La prestación, objeto de un contrato, puede consistir en la entrega de una


cosa, o en el cumplimiento de un hecho positivo o negativo susceptible de una
apreciación pecuniaria”. Y en la nota a este artículo Vélez explica: “si la prestación
objeto del contrato, aunque susceptible en si de apreciación pecuniaria, no prestara
para el acreedor ninguna ventaja apreciable en dinero, no estaría este autorizado a
pedir la ejecución de la promesa hecha. Un simple interés de afección no sería
suficiente para darle una acción, a menos que la estipulación determinada de tal móvil,
no hubiese tenido al mismo tiempo por fin el cumplimiento de un deber moral”. El
precepto está tomado de Arbury y Rau y además de un texto romano, y debe
interpretarse en el sentido de que el objeto del contrato puede ser una prestación
destinada a proporcionar al acreedor la satisfacción de un interés puramente afectivo o
moral y, sin embargo traducirse en aspectos de carácter económico, como ocurre con
el alquiler de un palco en un teatro, en la estipulación de un curso de lecciones, etc.:
en estos casos ese aspecto económico debe ser asegurado y protegido por la ley.
● La interpretación doctrinaria no fue pacifica y muchos criticaron la conclusión a la
que se arriba con la lectura del artículo y del texto de la nota.
● Según Machado el art. 1169 debe ir unido al anterior, del cual forma parte, y el
hecho o abstención ofrecida debe ser susceptible de apreciación pecuniaria, pues lo
que constituye el derecho del acreedor es el interés que reporta en su cumplimiento o
abstención; se éste falta, no hay contrato en realidad. Agrega Machado que Arbury y
Rau sostienen la teoría de que el simple interés de afección, cuando no hay interés
pecuniario, no basta para dar acción, en lo que está conforme con los principios pero
no así en la excepción que hace al agregar: “bastará que la estipulación sea
determinada por un interés de afección y al mismo tiempo tenga por objeto, el
cumplimiento de un deber moral” como si este alterara la naturaleza del contrato y lo
hiciera apreciable pecuniariamente.
● Pero dentro de la doctrina nacional quien criticó más al texto y alcance del art. 1169
fue Bibiloni, quien en el art. 24 de su Anteproyecto suprimió los arts. 1167, 1168 y
1169.

La energía y las fuerzas naturales susceptibles de apropiación.

● El agregado hecho por la Ley 17711 al art. 2311, “las disposiciones referentes a las
cosas son aplicables a la fuerzas naturales susceptibles de apropiación”. Ha seguido en
ellos lo dispuesto en la legislación comparada. En Francia, por una ley se ha creado un
nuevo bien, la energía hidráulica, a la cual se la separará del agua en la que está
contenida y se le acuerda individualidad jurídica.
● Asimismo, el Código Civil italiano consideraba bienes muebles a las energías
naturales susceptibles de tener un valor económico.
● Al examinar la norma introducida por al Ley 17711 Garrido y Andorno consideraron
que habría sido tomada del Código Civil peruano que clasifica entre las cosas muebles
a las fuerzas naturales susceptibles de apropiación y en conclusión afirman que dichas
fuerzas naturales susceptibles de apropiación pueden constituir, de ahora en más, el
objeto de prestaciones de hacer, en contratos de locación de obra, y tendrán la tutela
del ordenamiento jurídico en los distintos supuestos que pueden presentarse.
● Los mismos autores han explicado que el párrafo del art. 2311 “las disposiciones
referentes a las cosas son aplicables a la energía” ha puesto fin a una larga
controversia respecto de si la energía podía ser considerada cosa. Agregan que si bien,
según la redacción introducida por la ley 17711, la energía no podía ser considerada
verdaderamente una cosa en cuanto ocupando un lugar en el espacio le son aplicables
las disposiciones referentes a las cosas”, ellos significa que todo el régimen jurídico
establecido para estas se aplica extensivamente a la energía.

Los caso particulares: bienes ajenos, futuros, litigiosos y sujetos a gravamen.


Herencias futuras.
Cosas ajenas: art. 1177 (primer párrafo): “las cosas ajenas pueden ser objeto de los
contratos…” Esta sería la regla general de aplicación con respecto a los contratos
debiendo apuntarse que las cosas ajenas no pueden venderse.
Con relación a los efectos de los contratos sobre cosas ajenas art. 1177 (segundo
párrafo): “si el que promete entregar cosas ajenas no hubiese garantizado el éxito de
la promesa, sólo estará obligado a emplear los medios necesarios para que la
prestación se realice”
El que prometió la entrega de la cosa ajena es responsable en dos casos:
1. Si él tuviere la culpa de que la cosa ajena no se entregue, debe satisfacer las
pérdidas e intereses (art. 1177 cuarto párrafo). Son de aplicación en el caso los
principios generales sobre la culpa en el cumplimiento de las obligaciones (art.
511) y con mayor razón en caso de dolo (art. 506).
2. Debe también satisfacer daños y perjuicios cuando hubiese garantizado la
promesa, y esta no tuviere efecto (art. 1177, cuarto párrafo). Acá la
responsabilidad es ajena a toda idea de culpa o dolo y es derivada como
consecuencia de la garantía prestada por él, la cual le crea una obligación
personal y directa.

Bienes futuros litigiosos y sujetos a gravamen: para quien contrata sobre cosas
ajenas y litigiosas, pignoradas, hipotecadas o embargadas ocultando el carácter de
estas hay dos disposiciones legales:
1. El art. 1178 dispone: “el que hubiese contratado sobre cosas ajenas como
cosas propias, sino hiciere tradición de ellas, incurre en el delito de
estelionato1, y es responsables de todas las pérdidas e intereses”.
2. Y el art. 1179 establece: “incurre también en delito de estelionato y será
responsable de todas las pérdidas e intereses quien contratase de mala fe
sobre cosas litigiosas, pignoradas, hipotecadas, o embargadas, como si
estuviesen libres, siempre que la otra parte hubiese aceptado la promesa de
buena fe”.

Herencia Futura: Aunque el contrato se celebre con el consentimiento de la persona


cuya sucesión se trate o respecto de derechos eventuales sobre objetos particulares,
siempre estará viciado de nulidad. La prohibición se aplica: a) tanto para el caso de
herencia testamentaria, como en el sucesión ab intestato; b) la prohibición funciona
tanto ante el desconocimiento del dueño de la herencia como si el contrato se celebre
con su participación, y c) la prohibición alcanza al contrato que recaiga sobre la
totalidad o una parte de la herencia, y también cuando se trate de derechos
hereditarios eventuales sobre objetos particulares.
Los contratos sobre herencia futura son actos nulos por estar prohibido el objeto
principal del acto (art. 1044), y reposando esta nulidad sobre motivos de orden
público, la misma resulta de carácter absoluto no pudiendo ser confirmada (art. 1047,
in fine), ni cubierta por la prescripción.
Finalmente el art. 1176 dice: “Los contratos hechos simultáneamente sobre bienes
presentes y sobre bienes que dependen de una sucesión aún no deferida, son nulos en
el todo, cuando han sido concluidos por uno solo y mismo precio, a menos que aquel
en cuyo provecho se ha hecho el contrato consienta en que la totalidad del precio sea
solo por los bienes presentes”.
1
La condición para que exista el delito de estelionato según nuestro código es que el prometiente de la cosa
ajena litigiosa, pignorada, hipotecada o embargada, no haga tradición de ella, es decir, no de cumplimiento a
su obligación de entregarla, porque es en este caso cuando el perjuicio existe para la otra parte.
Y según el art. 1179 la responsabilidad por el caso de los bienes embargados o cosas litigiosas, hipotecadas o
pignoradas deriva de dos circunstancias: 1) que el que contrata contrate de mala fe, y 2) que la otra parte
hubiera aceptado la promesa de buena fe… En este caso responderá por todas las pérdidas e intereses.
No existe en el código la sucesión contractual: nota al art. 3280: “No hay sucesión
universal por contratos. Es permitido a los conyugues en las convenciones nupciales
hacerse algunas ventajas, peor nunca contratar su sucesión…”
Tres son los pactos sobre herencia futura que se han conocido en derecho:
1. el dispositivo: el futuro heredero dispone contractualmente de los derechos
hereditarios que le pertenecerán con motivo del fallecimiento del causante.
Este pacto según los arts. 1175 y 1176 Esta prohibido.
2. el renunciativo: el presunto futuro heredero quiere renunciar, aún en vida del
causante, a los derechos hereditarios que sólo le pertenecerán con motivo de la
muerte de dicho causante. Los pactos renunciativos están prohibidos por los
arts. 3311 y 3312.
3. el institutito: es el verdadero causante el que quiere disponer en vida de su
propia sucesión. Están prohibidos por el art. 3618.

Causa: Es la razón o motivo determinante de contrato. Es subjetiva concreta y


variables en cada negocio jurídico aún en los de la misma especie.
Subjetiva porque se vincula con la finalidad que guía a los contratantes.
Concreta, porque atiende a cada negocio en particular.
Variable, porque tratando del móvil que ha impulsado a las partes será distinta en cada
caso.
Esto lo puse de Mosse Iturraspe xq Garrido Sago iba directamente a la teorias

Teoría clásica: Es expresada por Domat quién marca la diferencia entre las
convenciones onerosas y las gratuitas. Se establecen tres categorías de contratos:
a) convenciones onerosas: se hace un comercio nada es gratuito y el compromiso
de una de las partes es el fundamento del compromiso de la otra.
b) Convenciones en que una sola de las partes parece haberse obligado tal el
mutuo y otros contratos reales: la obligación que se forma en este tipo de
convenciones, en provecho de uno de los contratantes, tiene siempre su causa
en lo hecho por la otra y la obligación seria nula, si careciera de causa.
c) Las que correspondes a las donaciones y otros contratos en que la gratuidad se
une al aspecto distintivo de la unilateralidad: el compromiso de quien da tiene
su fundamento en algún motivo razonable y justo, como un servicio prestado u
otro mérito de donatario, o en el solo placer de hacer el bien.
● Para Domat ninguna convención se obliga sin causa y, si no la tiene, es nula.
Resumiendo su teoría explica que en el contrato sinalagmático cada parte se obliga
porque tiene a la vista la obligación asumida por la otra; en los contratos reales, la
entrega tiene función de causa y en los contratos gratuitos la causa estaría dada
por el animus donando o intención de beneficiar.

Anticausalismo: Ernest considera ala causa como un elemento innecesario,


inventado y agregado. En su análisis respecto de los contratos bilaterales expresa
que si la causa es la obligación de la contraparte, se confunde indudablemente con
el objeto y que por lo tanto el contrato contiene únicamente tres elementos
esenciales: consentimiento, capacidad y objeto.
Para Ernest la expresión no hay obligación sin causa solamente tiene justificación
en tanto y en cuento a la expresión causa el sea asignado el significado de fuente.
Por ellos considera que se ha confundido a la causa del contrato con la causa de la
obligación y que el contrato es precisamente una de las fuentes, que integra la
nómina de los actos aptos para engendrar derechos creditorios.
● Planiol recoge esta concepción y condena a la noción de causa como falsa e inútil.
- En los contratos bilaterales afirma la absoluta imposibilidad de sostener que la
obligación de una parte sea causa de la recíproca, ya que las dos nacen
simultáneamente, y por consiguiente no puede sostenerse que cualquiera de ellas
sea causa de la otra; menos que ambas puedan serlo al mismo tiempo, ya que el
efecto es siempre posterior a la causa
- En los contratos reales señala que los causalistas llaman causa a la entrega, pero
ésta no es otra cosa que el hecho generador de la obligación, de tal suerte que en
este tipod e convenciones, la expresión causa no puede tener otro sentido que el
de fuente, al relacionarse con la formación del contrato, apareciendo unida, con el
nacimiento del contrato o mas ampliamente del acto jurídico.
- En materia de donaciones, dice que los causalistas han querido distinguir entre
causa y motivo, siendo este esfuerzo innecesario, ya que no se puede pensar en
una voluntad desprovista de motivos.
● La teoría clásica también es criticada en el derecho Italiano por Giorgi y por
autores franceses como Ripert y boulanger.

Neocausalismo: Esta corriente admite, además del consentimiento, la capacidad y


el objeto, como elemento esencial una finalidad o razón de ser en el acto, que
justifique su admisión por el derecho.
Los neocausalistas afirman su postura desde tres puntos:
a) afirmación de la presencia de un elemento teleológico en el contrato.
b) Superación de la teoría clásica
c) Afirmación de la posibilidad de distinguir la causa del objeto y del
consentimiento.
Dentro de estos presupuestos comunes los neocasalistas han seguido distintas
corrientes denominadas objetivas, subjetivas y dualistas.
La teoría objetiva es la que procuró acentuar la diferencia entre la causa y el
consentimiento, para lo cuál buscó afirmar aquellos elementos que la hacían salir a
aquélla del ámbito de la pura voluntad y la teoría subjetiva intentó puntualizar las
diferencias entre la causa y el objeto.
Esta corriente tubo apoyo en el derecho Italiano que en uno de sus artículos indica
como requisitos de los contratos a el acuerdo de las partes; a la causa; a el objeto; y a
la forma cuando resultara prescripta por la ley bajo pena de nulidad. Y en otro de sus
artículos dice que el contrato será nulo si falta alguno de sus requisitos o por la ilicitud
de la causa.

Distinción entre objeto y causa: El objeto es la materia sobre la que versa el acto;
en cambio, la causa es la finalidad buscada por las partes, o sea, la razón de ser del
acto.
Siempre por lo tanto debe existir una causa final como elemento de todo contrato ya
que los elementos de los contratos son el consentimiento, el objeto y la finalidad o
causa.
- El consentimiento se vincula con la formación del contrato, es la manifestación de la
voluntad en este acto jurídico bilateral de carácter patrimonial, significa el acuerdo de
las voluntades jurídicas concretadas en la oferta y la aceptación.
- El objeto consiste en la materia del contrato, o sea, en los bienes o en los hechos
sobre los cuales versa.
- La causa es el elemento teleológico, la finalidad o razón de ser del acto. En
consecuencia la causa final juega dentro de aspectos del contrato vinculados con la
voluntad, debiendo puntualizarse su diferencia con otro elemento subjetivo, el
consentimiento.
● El consentimiento se vincula exclusivamente con la formación del contrato, mientras
que la finalidad supera ese momento y tiene vigencia durante todo el tiempo de la
ejecución.

La causa en el Código Civil: El art. 499 expresa que no hay obligación sin causa, es
decir, sin que sea derivada de uno del os hechos, o de uno de los actos lícitos o ilícitos
de las relaciones de familia o de las relaciones civiles. Esto tiene su origen en Freites,
lo que generó como consecuencia un debate doctrinal respecto a la expresión de causa
del art. 499 indiscutiblemente causa fuente, si era distinta de la expresión de causa de
los arts. 500, 501 y 502, en donde, dado su antecedente francés, resultaba lícito
pensar que habría sido utilizada como causa fin.
● Esta es la postura de Machado, Colmo, Llerena, Lafaille y Busso según quienes la
causa de que se habla en los arts. 500 y 502, es la causa fin, causa final que
determina a contraer las obligaciones convencionales e incluso con criterios subjetivos
se indica el propósito, la finalidad el fin perseguido por quien se obliga, fin que, por
otra parte, debe ser lícito según las normas genéricas en materia de actos jurídicos.
● Para otros autores como Salvat, Guastavino, Barcia Lopez, Galli, Spota, Risolia, la
expresión causa de los arts. 499, 500, 501 y 502 esta siempre tomada en el sentido de
fuente o causa eficiente, ya que, según estos autores, nos e concibe que el codificador
haya querido cambiar el significado y el alcance de la palabra causa en los artículos
que se suceden con inmediatez.
● Compartimos la doctrina que entiende que el art. 499 se refiere a la causa fuente, a
la causa de la obligación y alude al origen, al antecedente genético, al hecho generador
de la obligación, se trata de una causa eficiente productora de un efecto jurídico: el
contrato, el cuasicontrato, el delito, el cuasidelito y la ley. Pero esta causa fuente de la
obligación no es la misma que la causa del contrato, la causa como elemento del
contrato o, si se quiere, de la causa de la “obligación convencional”.

Falta de causa: Art. 500 Aunque la causa no este expresada en la obligación, se


presume que existe, mientras el deudor no pruebe lo contrario.

Causa falsa: Art. 5001: La obligación será valida aunque la causa expresada en ella
sea falsa, si se funda en otra causa verdadera.
● En nuestra doctrina Machado dice: La causa de deber no expresada en ciertos
documentos comerciales, se presume existente, y esta es la causa de la obligación a
que se refiere el artículo. Cuando se dice, abonaré la cantidad por haberla recibido, si
no fuere cierta y se demostrase no haber existido tal entrega, la obligación subsistirá si
se prueba que esa cantidad es proveniente de una transacción, o de daños y perjuicios
convenidos en pagar, basta una causa lícita aunque no sea la expresada en el contrato.
● Al deudor, y en su caso a sus sucesores universales y también a los terceros que
impugnen la obligación les corresponderá probar que la obligación es simulada, que
existe una falsedad de causa que inhabilita la procedencia de la acción.

Causa ilícita: Art. 502: La obligación fundada en una causa ilícita es de ningún efecto.
La causa es ilícita cuando es contraria a las leyes o al orden público.
● Causa contraria a la ley es la que va directamente sobre leyes prohibitivas o de
forma, que no son otras que leyes de orden público. Es contraria a la ley la obligación
que se origine en un contrato entre el tutor y el menor; la obligación derivada de la
compra hecha por el juez de los bienes de la testamentaria que tramita en el juzgado a
su cargo; siendo igualmente nulo todo contrato contrario a las buenas costumbres y
que ignore la base del decoro o la honestidad pública o privada. Como ej.: el art. 1503
dispone respecto al contrato de locación de cosas: “El uso para el cual una cosa sea
alquilada o arrendada, debe ser un uso honesto, y que no sea contrario a las buenas
costumbres. De otra manera el contrato es de ningún valor.”
● En los contratos bilaterales existen dos causas, que si bien son distintas e
independientes, al haberse concluido el acto se entrecruzan y prueban que ha existido
acuerdo común de los otorgantes en una serie de puntos fundamentales y como
consecuencia d ello es necesario determinar en que medida cada una de las partes ha
participado del fin ilícito para que el acto, como complejo, tenga causa ilícita.
● Cuando ambas partes han actuado por móviles ilícitos, no hay duda de que el vicio
que descalifica la voluntad de una y otro se transmite al aspecto formal del acto y lo
invalida. Ataca su estructura que no solo formalmente debe ser lícita.
● Cuando una sola de las partes ha fundado su hacer en causa ilícita, la doctrina se
divide con respecto a las consecuencias: Una primera postura sostiene que el vicio
insito en la conducta de una de las partes no constituye vicio del acto sino en los casos
que el otro otorgante haya compartido el móvil ilícito o al menos lo haya conocido.
Para otros el acto reviste causa ilícita cuando la finalidad de cualquiera de los
otorgantes adolezca de este vicio y aún cuando el otro contratante no haya participado
en él, lo cual sin embargo permitiría al otorgante inocente pedir la declaración de
nulidad.

Calificación del contrato: Nuestro codificador en una norma genérica art. 953 nos
indica que el contrato, si tiene por objeto un hecho ilícito, es nulo como sin no tuviese
objeto, y en nuestra opinión la sanción que prevé esta norma se apoya en la ilicitud de
la causa
El art. 957, en aplicación particular del principio general, indica que la simulación no es
reprobada por la ley cuando a nadie perjudica ni tiene fin ilícito. Con ello el codificador
en la nota del art. 956, indica que la simulación es una causa de nulidad cuando tiene
por objeto eludir una incapacidad establecida por la ley o dar una apariencia legal a un
acto prohibido.
En el tratamiento particular, refiriéndonos a los contratos típicos es conveniente tener
presente lo establecido en los arts. 1626, 1659, 1661, 1891, y 2261, para concluir que
nuestro codificador considera nulos a los contratos cuyo fin es ilícito.
Por lo tanto, la calificación del contrato, cuando se obra con causa ilícita, es la de
provocar su nulidad.

UNIDAD VI – FORMA DE LOS CONTRATOS

1. La forma de los contratos. Método del Código Civil. Aplicación de los principios
generales: libertad en las formas; la forma como solemnidad, como prueba y
como recaudo de publicidad

a) La forma de los contratos.

La forma son los requisitos o solemnidades que revisten o caracterizan a los diferentes
actos jurídicos.
b) Método del Código Civil.

En el capítulo IV de la parte de los contratos, con el subtítulo “De las formas de los
contratos”, Vélez Sarsfield trae diferentes disposiciones, pudiendo agrupar los artículos
allí contenidos de la siguiente manera:
1).Reglamentación de la ley aplicable, con relación a las formas, desde el punto de
vista del derecho internacional privado (art. 1180: “La forma de los contratos entre
presentes será juzgada por las leyes y usos del lugar en que se han concurrido”. El art.
1181(contratos celebrado por ausentes) se inclina por la ley más favorable).
2).Las normas generales de aplicación con relación a los contratos: lo dispuesto en
cuanto a las formas para los actos jurídicos (arts. 1182 y 1183).
3).Enunciación de los contratos que deben ser hechos por escritura pública (arts. 1184
a 1188)
4). Efectos de la estipulación de una cláusula penal o arras o señal (art. 1189)
Conforme a esta sumaria división debemos resaltar que según el contenido y alcance
del art. 1182 la normatividad de los actos jurídicos campea como telón de fondo en lo
atinente a los contratos.
No sólo en este apartado general de la forma de los contratos el codificador nos dará
disposiciones legales, sino que también en el tratamiento de los contratos en particular
el Código trae directivas obligatorias.
c) Aplicación de los principios generales: libertad en las formas; la forma como
solemnidad, como prueba y como recaudo de publicidad.

Conforme al art. 974, que dispone: “Cuando por este Código, o por las leyes especiales
no se designe forma para algún acto jurídico, los interesados pueden usar de las
formas que juzgaren convenientes”, el principio del consensualismo, o sea, la
autonomía de la voluntad, rige las solemnidades que debe revestir el contrato si la ley
nada expresa al respecto.
Entendemos promisorio el sistema de la libertad de formas, por creer innecesario el
ritual exagerado que caracterizó una determinada época histórica del derecho romano,
que por otra parte justificamos en la apetencia de la época de dar seguridades que
sólo podrían ser dadas, respecto a los terceros, por la exteriorización de las voluntades
en alguna de las formas prescriptas por la ley.
Consideramos que existen tres categorías de contratos, basándonos en las
formalidades requeridas para su celebración: a) contratos no formales o consensuales
propiamente dichos, los cuales no están sujetos a forma de ninguna clase y pueden ser
otorgados como las partes estimen convenientes, aun verbalmente, con las
particulares dificultades de la prueba; b) contratos formales ad probationem, para las
cuales se exige determinada forma, pero únicamente a los efectos de asegurar la
prueba de su existencia, de suerte que el contrato es obligatorio, aunque ellas no
hayan sido observadas y c) contratos formales ad solemnitatem, en los cuales la
observancia de la forma prescripta es esencial para la existencia del contrato, de modo
que si ellas no han sido respetadas el contrato es nulo.
Debemos reconocer que los conceptos de forma y prueba resultan inconfundibles entre
sí, ya que la forma es el elemento externo del acto jurídico, que exterioriza la voluntad
de las partes, y la prueba es el medio, que puede o no ser instrumental, por el cual se
demuestra la verdad del hecho de haberse efectuado dicho acto jurídico. Pero se da la
hipótesis de que la prueba puede consistir en la prestación del documento otorgado
por las partes para celebrar el acto, y en esos casos una misma cosa ha sido la forma
del acto y es el medio de prueba idóneo para probar su existencia. Desde el punto de
su incidencia con relación a la celebración del acto y a sus consecuencias jurídicas
podemos hablar de formas ad probationem y formas ad solemnitatem. Las primeras
sólo tienen relación con la posibilidad de probar la existencia del acto jurídico de que
se trate. Si se llegase a acreditar que el contrato ha sido celebrado con otra forma y
ello surge de las pruebas que se aportan, el mismo tendrá plena validez y será exigible
su cumplimiento. Por el contrario, cuando hablamos de formas ad solemnitatem ,
queremos significar que la ley ha establecido una determinada forma que no puede ser
suplida por ninguna otra y que no permitirá tener por celebrado el contrato.
Nosotros podemos, desde el punto de vista de las formas, clasificar los actos jurídicos
en formales y no formales, teniendo en consideración que los primeros son aquellos
cuya validez depende de su celebración bajo la forma determinada por la ley. Los actos
no formales son aquéllos para los cuales la ley no ha señalado ni fijado forma
determinada y se rigen por el principio marcado por el art. 974 de libertad de formas.
A la vez, podemos dividir los actos formales en dos grandes categorías: a) actos
formales ad solemnitatem o solemnes y b) actos formales no solemnes o formales
propiamente dichos.
En los primeros, la omisión del cumplimiento de la forma marcada por la ley provoca la
nulidad del acto quitándole todo otro efecto jurídico.
En los segundos, la omisión o incumplimiento de la forma establecida por la ley
determinara la ineficacia del acto en cuanto tal pero sin impedirle producir otros
efectos diferentes (art. 1885)
En cuanto a la relación existente entre la forma y la publicidad, esta última está
referida a ser hecha cognoscible al público, mediante su inscripción en el Registro
respectivo, y que no resulta constitutiva sino declarativa, no resultando elemento
estructural del acto. Dice el art. 2505: “La adquisición o transmisión de derechos
reales sobre inmuebles, solamente se juzgará perfeccionada mediante la inscripción de
los respectivos títulos en los registros inmobiliarios de la jurisdicción que corresponda.
Esas adquisiciones o transmisiones no serán oponibles a terceros mientras no estén
registradas”.
El requisito de la publicidad, establecido como garantía idónea para proteger los
derechos de terceros no modifica el alcance estructural de requisito de viabilidad del
acto en sí, que tiene plena vigencia entre partes desde el momento en que se han
dado los presupuestos exigidos en cuanto a la forma – escritura pública—y al modo –la
tradición de la cosa.

2) Exigencia de forma escrita. Exigencia de escritura pública. Efectos de su


omisión. El problema en el Código Civil

a) Exigencia de forma escrita

Dispone el art. 975: “En los casos en que la expresión por escrito fuere exclusivamente
ordenada o convenida, no puede ser suplida por ninguna otra prueba, aunque las
partes se hayan obligado a hacerlo por escrito en un tiempo determinado, y se haya
impuesto cualquier pena; el acto y la convención sobre la pena son de ningún efecto”.
Agregando el art. 976: “En los casos en que la forma del instrumento público fuese
exclusivamente ordenada, la falta de ella no puede ser suplida por ninguna otra
prueba, y también el acto será nulo”.
Es decir, si el principio general válido es la libertad de formas, el mismo se encuentra
limitado en sus alcances por aquellos supuestos en que se ha establecido o fijado una
determinada forma para la realización del acto jurídico.
Según el art. 1193: “Los contratos que tengan por objeto una cantidad de más de diez
mil pesos, deben hacerse por escrito y no pueden ser probados por testigos”. La norma
vigente a la época de la sanción del código, que hablaba solo de doscientos pesos, ha
perdido toda relación con los valores de la actualidad y prácticamente resulta imposible
imaginarse un contrato cuyo valor sea inferior a diez mil pesos, por lo cual todos los
contratos deben ser hechos por escrito. Sin embargo, en la práctica negocial diaria
existen muchos contratos que por razones prácticas y de costumbres se realizan
verbalmente (Por ejemplo la compra del periódico).
b) Exigencia de escritura pública

Dice el art. 1184 reformado por la ley 17.711: “Deben ser hechos por escritura pública,
con excepción de los que fuesen celebrados en subasta pública:
1º) Los contratos que tuvieren por objeto la transmisión de bienes inmuebles, en
propiedad o usufructo, o alguna obligación o gravamen sobre los mismos, o traspaso
de derechos reales sobre inmuebles de otros.
2º) Las particiones judiciales de herencias, salvo que mediare convenio por
instrumento privado presentado al juez de la sucesión.
3º) Los contratos de sociedad civil, sus prórrogas y modificaciones.

5º) Toda constitución de renta vitalicia.


6º) La cesión, repudiación o renuncia de derechos hereditarios.
7º) Los poderes generales o especiales que deban presentarse en juicio, y los poderes
para administrar bienes, y cualesquiera otros que tengan por objeto un acto redactado
o que deba redactarse en escritura pública.
8º) La transacciones sobre bienes inmuebles.
9º) La cesión de acciones o derechos procedentes de actos consignados en escritura
pública.
10º) Todos los actos que sean accesorios de contratos redactados en escritura
pública.
11º) Los pagos de obligaciones consignadas en escritura pública, con excepción de los
pagos parciales, de intereses, canon o alquileres”.
c) Efectos de su omisión. El problema en el Código Civil.

Cuando se sancionó la ley 17.711, se modificó el texto originario del art. 1184
redactado por Vélez Sarsfield y se suprimió la expresión “bajo pena de nulidad”. La
apuntada supresión obedecía a la circunstancia de que el principio de nuestro derecho
sería el de que las formas de los contratos son exigidas sólo ad probationem. Es decir
que la reforma considero que la ausencia de la formalidad de la escritura no era de tal
entidad como para anular el acto, el que continuaba como contrato en que las partes
se han obligado a escriturar.
Vélez Sarsfield a continuación del art. 1184, que contenía la enumeración de los
artículos que debían ser hechos por escritura pública, estableció el sistema para el
supuesto de que ello no ocurriera.
En los art. 1185 y 1187 el codificador implantó el sistema a seguir cuando se había
omitido el requisito formal establecido en el art. 1184. El art. 1185 dispone “Los
contratos que debiendo ser hechos en escritura pública, fuesen hechos por instrumento
particular, firmado por las partes o que fuesen hechos por instrumento particular en
que las partes se obligasen a reducirlo a escritura pública, no quedan concluidos como
tales, mientras la escritura pública no se halle firmada; pero quedarán concluidos como
contratos en que las partes se han obligado a hacer escritura pública.” La norma del
art. 1185 se contempla con lo dispuesto por el art. 1187, que establece: “La obligación
de que habla el artículo 1185 será juzgada como una obligación de hacer, y la parte
que resistiere hacerlo, podrá ser demandada por la otra para que otorgue la escritura
pública, bajo pena de resolverse la obligación en el pago de pérdidas e intereses”.
Es decir, el art. 1185 dispone que se debe entender, cuando no se ha cumplido con el
requisito formal exigido por el art. 1184, que los contratos no han quedado concluidos
como tales, sino como contratos en que las partes se han obligado a otorgar la
respectiva escritura, siendo está la obligación caracterizada en el art. 1187 como una
obligación de hacer, disponiéndose que quien se resista a ello pueda ser demandado
por la otra parte para exigirle su cumplimiento por la vía judicial, “bajo pena de
resolverse la obligación en el pago de perdidas e intereses”.
Machado explica el precepto diciendo: “Los contratos tiene dos momentos: uno
preparatorio, y otro en que se concluye o se consuma. Cuando por instrumento
privado he vendido un inmueble, se ha concluido el contrato, la venta se ha realizado y
las partes deben cumplirla; pero éste sólo da derecho para pedir la escritura pública,
que en mi opinión significa lo mismo, en efecto, escriturar la venta es realizarla, es
pagar el precio y recibir la cosa; luego pedir la escrituración es demandar la ejecución
del contrato”.
Queda por aclarar el texto del art. 1186 y su interpretación. Dice el art. 1186: “El
artículo anterior no tendrá efecto cuando las partes hubiesen declarado en el
instrumento particular que el contrato no valdría sin la escritura pública.”, texto
fácilmente explicable por cuanto son las partes las que han exigido una formalidad
concreta, que debe cumplimentarse para la existencia del contrato de que se trate.
Finalmente, y ya refiriéndonos al art. 1187 diremos que su texto tiene tres partes que
son: a) que la obligación de que habla el art. 1185 debe entenderse como una
obligación de hacer; b) que la parte que se resista a hacerlo podrá ser demandada por
la otra para que le otorgue la escritura pública, y c) que ello será bajo pena de
resolverse la obligación en el pago de pérdidas e intereses.

Ha sido el apartado “c” el que ha provocado las mayores dificultades interpretativas,


debiéndose recordar el texto del art. 505 referido a los efectos de las obligaciones, que
dispone: “Los efectos de las obligaciones respecto del acreedor son: 1° Darle derecho
para emplear los medios legales, a fin de que el deudor le procure aquello a que se ha
obligado; 2° Para hacérselo procurar por otro a costa del deudor; 3° Para obtener del
deudor las indemnizaciones correspondientes”, por cuanto será traído por parte de la
doctrina en apoyo de que la última solución es facultativa para el acreedor, que puede
o no contentarse con la resolución del contrato y el pago de indemnización, exigiendo
en el primer supuesto el cumplimiento efectivo, aun por objeto del contrato celebrado,
aunque con la omisión del requisito formal que prevé el art. 1184.

3 Demanda por escrituración. Facultades del juez. Nuevo texto de la ley positiva.

A) Demanda por escrituración.

Una costumbre cada vez más frecuente hizo que la venta y adquisición de inmuebles
se instrumentase en forma privada por los boletos de compraventa. Una vez suscriptos
el mismo, se acordaba un plazo para el otorgamiento de la respectiva escritura
traslativa de dominio. Se admitió siempre que la compraventa era un contrato
consensual que se perfeccionaba por el simple consentimiento, pero conforme a lo
establecido por los arts. 1140, 1184, 1185 y 1187 necesitaba del otorgamiento de la
escritura pública para que se produjera la transmisión de la propiedad.

Una primera tendencia jurisprudencial, siguiendo la normatividad del Código Civil,


entendió que en el supuesto de que el vendedor se negase, a pesar de la existencia de
una sentencia judicial que lo condenase a escriturar, a otorgar el respectivo
instrumento, por aplicación del art. 1187, la venta quedaba resuelta con derecho a la
indemnización de daños y perjuicios para el comprador.
Esa tendencia jurisdiccional subsistió, pero fue debilitándose hasta el punto de que fue
necesario convocar a plenario en el fuero civil de la Capital Federal para que las
diferentes salas reunidas resolviesen así como también si existía o no facultad en el
juez para el otorgamiento de la respectiva escritura pública que ordenaba el art. 1184.
Por ello, en octubre de 1951, en autos caratulados “Cazes de Francino, Amalia
c/Rodríguez Conde, Manuel” se resolvió la cuestión y el interrogante. La mayoría de los
camaristas por siete votos contra cinco estableció: “En el supuesto de que en juicio
ordinario por escrituración de compraventa voluntaria de un inmueble proceda condena
a escriturar, puede el juez firmar la escritura si no lo hace obligado”
En consecuencia la cuestión quedo resuelta y el mencionado fallo plenario fue
disposición obligatoria para los tribunales del fuero en la Capital Federal, y tuvo
recepción en todo el país.
B) Nuevo texto de la ley positiva

La jurisprudencia quedó unificada en la Capital Federal por el acatamiento debido al


fallo “Cazes de Francino, Amalia c/Rodríguez Conde, Manuel”. Además, cabe agregar
que hubo recepción legislativa de la conclusión a que se había arribado por cuando el
Código Procesal, Civil y Comercial de la Nación admitió en su art. 512 que en el
supuesto de juicio por escrituración el juez podía otorgar la escritura traslativa de
dominio si en su momento el obligado vendedor se negaba a ello.

Dice el art. 512 del Código Procesal, Civil y Comercial de la Nación: “La sentencia que
condenare al otorgamiento de escritura pública, contendrá el apercibimiento de que si
el obligado no cumpliera dentro del plazo fijado, el juez la suscribirá por él y a su
costa.

La escritura se otorgará ante el registro del escribano que proponga el ejecutante, si


aquél no estuviere designado en el contrato.

El juez ordenará las medidas complementarias que correspondan.”


UNIDAD 8
Interpretación de los contratos. Calificación. Integración.
Concepto de interpretación: es el procedimiento para desentrañar lo que las partes
quisieron acordar en el contrato a través de su declaración de voluntad. Esto tiene
lugar cuando:
Lo que se discute entre las partes ha sido previsto por una cláusula a la que las partes
le asignan un significado diferente.

Hay una integración del contrato que se presenta cuando una determinada
consecuencia o situación no fue prevista. (El juez, aplica las leyes supletorias que
reglamentan cada contrato; si estas leyes no preveen ese supuesto, el juez, de
conformidad con las partes, hará la integración de conformidad con la voluntad de las
partes)

Con respecto a la voluntad presunta de las partes, ésta debe ser declarada, el juez no
puede guiarse por la intención íntima de las partes. (Declaración de la voluntad=
expresión verbal, escrita, actos o signos e incluso el silencio en algunos casos)
En resumen, lo que le interesa al juez es la voluntad declarada que sirve de base para
el negocio jurídico. Es así, que el querer que no se manifieste no cuenta para el
derecho.
Principios que rigen la interpretación de los contratos.
1. La buena fe: las declaraciones de voluntad deben interpretarse de buena fe,
esto significa que el hombre cree y confía que una declaración de voluntad
surtirá efectos usuales, los mismos efectos que ordinariamente y normalmente
ha producido en casos iguales. Este principio fue incorporado en la ley 17.711
en el art 1198. Además se introdujo la teoría de la imprevisión contractual

Del principio de la buena fe se desprenden las siguientes reglas interpretativas:


a) El juez no debe hacer una interpretación estricta del significado técnico- jurídico
de las palabras que las partes utilizaron en el contrato, sino que debe
interpretar las declaraciones de voluntad como lo haría un profano, como una
persona que no sabe de leyes y que conoce de la utilización de esos términos
en un ámbito determinado.

b) Los usos y costumbres son esenciales para la interpretación de la declaración


de la voluntad ya que al emitir una declaración de voluntad se entiende darle el
significado que normalmente tiene en ese medio y en ese momento. A este
respecto la Cámara de comercio d capital declaró que corresponde dar a las
palabras su sentido usual, aunque los interesados las hayan entendido con otro
significado.

c) Las clausulas de declaración de voluntad no deben interpretarse aisladamente


sino teniendo en cuenta su contexto en general. Si hay contradicción entre las
clausulas impresas y las manuscritas debe obedecerse a éstas últimas

d) La buena fe en los negocios jurídicos impone la obligación de hablar claro. Las


clausulas dudosas deberán interpretarse en contra de quien las redactó.
Ejemplo: en los contratos de adhesión.

2) Las circunstancias del caso: son las circunstancias de hecho en las cuales se
emitió la declaración de voluntad.
3) El fin práctico: todo acto jurídico se realiza en miras de un fin económico. El
juez debe interpretar las clausulas del contrato de modo que permita el
cumplimiento de dicho fin.
4)la conducta posterior de las partes: si las partes con su conducta posterior
revelaron inequívocamente cual era el resultado del contrato, no pueden ampararse
después en una clausula de interpretación dudosa que establezca lo contrario a la
conducta ya mencionada.
5)La naturaleza del contrato y su vivencia: es importante la naturaleza jurídica
del contrato celebrado. (art 218 código comercio) Si una clausula se presta a dos
interpretaciones, y una de ellas es la nulidad del acto y otra la validez, se prefiere la
VALIDEZ del acto.
6) Principio del “favor debitoris”. Art 218 inc 7 Cod. Com sostiene que las clausulas
ambiguas deben interpretarse a favor del deudor, en el sentido de su liberación. Esto
solamente es justo cuando se trata de contratos gratuitos, pero no así en los contratos
onerosos, ya que existen contraprestaciones. Entonces la tarea del juez va a apuntar a
la equidad y equivalencia de las obligaciones reciprocas. Por último, este principio,
según la doctrina moderna, tiende a inclinarse a favor de la parte más débil del
contrato que NO siempre es el deudor, como en el caso del contrato de seguros.
7) Contratos de adhesión, cláusulas de caducidad; formularios impresos: En
los contratos de adhesión, (contratos de clausula predispuestas), aquellas clausulas
que signifiquen una limitación en la responsabilidad de la compañía o caducidad de los
beneficios que ésta ofrezca, se debe interpretar restrictivamente. Esto es así ya que se
intenta proteger a la parte más débil del contrato, que no puede discutir acerca d las
condiciones, sino que solo se limita a: suscribir o no suscribir el contrato. Gralmente,
estos contratos están impresos listos para llenar con los datos o con las clausulas
respectivas a un contrato en particular… por tanto, si hay contradicción entre las
clausulas impresas y las manuscritas, se debe obedecer a éstas últimas ya que
expresan la verdadera intención de las partes.
Reglas especificas de interpretación de los contratos en nuestro derecho positivo:
Se ciñen a las reglas del Código de comercio. Art 218

Inc 1: Habiendo ambigüedad en las palabras, debe buscarse más bien la intención
común de las partes que el sentido literal de los términos; (significa que nadie se
prevalezca de la mala fe de algunos términos que no reflejen la verdadera intención
tenida en cuenta al contratar)

Inc 2: “las cláusulas equívocas o ambiguas deben interpretarse por medio de los
términos claros y precisos empleados en otra parte del mismo escrito, cuidando de
darles, no tanto el significado que en general les pudiera convenir, cuanto el que
corresponda por el contexto general” (debe existir una interpretación integradora)

Inc 3: “Las cláusulas susceptibles de dos sentidos, del uno de los cuales resultaría la
validez, y del otro la nulidad del acto, deben entenderse en el primero; Si ambos
dieran igualmente validez al acto, deben tomarse en el sentido que más convenga a la
naturaleza de los contratos, y a las reglas de la equidad” (es el principio de la vivencia
del acto, ya que las partes contrataron para establecer vínculos jurídicos, no para no
llegar a ningún resultado)

Inc 4: “Los hechos de los contrayentes, subsiguientes al contrato, que tengan relación
con lo que se discute, serán la mejor explicación de la intención de las partes al tiempo
de celebrar el contrato” (es la interpretación autentica, reflejada en la conducta de las
partes)

Inc 5: “Los actos de los comerciantes nunca se presumen gratuitos”(no se aplica en


materia civil, debido a que algunos contratos son onerosos, como la compraventa, la
permuta, la locación y otros como el como el mandato o el depósito se presumen
gratuitos)

Inc 6: “El uso y práctica generalmente observados en el comercio, en casos de igual


naturaleza, y especialmente la costumbre del lugar donde debe ejecutarse el contrato
prevalecerán sobre cualquier inteligencia en contrario que se pretenda dar a las
palabras”

Inc 7:” En los casos dudosos, que no puedan resolverse según las bases establecidas,
las cláusulas ambiguas deben interpretarse siempre en favor del deudor, o sea en el
sentido de liberación”(no siempre puede ser el deudor el más débil, ej: contrato de
seguro)

Naturaleza de estas normas: Hay disidencia por parte de diferentes autores:


Mansnatta, Videla Escalada, sostienen que se trata de NORMAS COERCITIVAS,
obligatorias para el juez. Mientras tanto, para Lafaille, y Mosset Iturraspe, se trata de
SIMPLES CONSEJOS. Según los Borda, son normas coercitivas de carácter especial, ya
que juez posee un amplio campo para el ejercicio de su prudente arbitrio.

Destinatarios de estas normas: según DANZ el destinatario es el juez. Según


MESSINEO, están dirigidas a las partes, y en último lugar al juez, para dirimir el
conflicto en los tribunales. Para los Borda, el destinatario es el juez, pero también las
partes ya que éstas las tendrán en cuenta antes de someter el conflicto al fallo judicial.

Integración de los contratos; interpretación integradora:

Interpretación: (apuntes de clase). Concepto: Procedimiento que lleva a cabo el


juez, cuando la interpretación es insuficiente. Implica suplementar al contrato con
clausulas que éste no tiene. Por ej: una compraventa que no contempla la garantía de
vicios redhibitorios y evicción.

La interpretación integradora se realiza de dos maneras:

 Añadiendo al contrato lo dispuesto por las leyes supletorias (elementos


naturales del contrato), que se presume que interpretan la voluntad de las
partes inexpresada en ciertos aspectos del contrato. Se aplican solamente si
hay un silencio en el contrato.
 Se añade lo que implícitamente está en sus clausulas explicitas.

Calificación del contrato: aparece cuando hay un contrato innominado (hospedaje,


garaje) , se lo tipifica dentro de un contrato nominado, para luego, encontrara una
interpretación valida. (el garaje se subsume dentro de la figura contractual del
depósito)

La equidad y la justicia: Algunos autores sostienen que la equidad es una fuente del
derecho. Los jueces suelen invocarla para atenuar el rigor de una disposición legal o
para hacer imperar el equilibrio en una relación jurídica. La equidad se trata de una
aplicación de la justicia. En materia contractual, la justicia y la equidad deben ser
tenidas en cuenta para la celebración del contrato, como así también para llevar a cabo
la interpretación del mismo.
Ley 24.240: el art 37 de dicha ley se refiere a la interpretación de los contratos en el
ámbito de validez de la misma…

ART. 37 - [INTERPRETACIÓN] 


Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán por no convenidas:
a) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por
daños;
b) Las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o
amplíen los derechos de la otra parte;
c) Las cláusulas que contengan cualquier precepto que imponga la inversión de la
carga de la prueba en perjuicio del consumidor.
La interpretación del contrato se hará en el sentido más favorable para el consumidor.
Cuando existan dudas sobre los alcances de su obligación, se estará a la que sea
menos gravosa.
En caso en que el oferente viole el deber de buena fe en la etapa previa a la conclusión
del contrato o en su celebración o transgreda el deber de información o la legislación
de defensa de la competencia o de lealtad comercial, el consumidor tendrá derecho a
demandar la nulidad del contrato o la de una o más cláusulas. Cuando el juez declare
la nulidad parcial, simultáneamente integrará el contrato, si ello fuera necesario.

Ley 23.928/ ley de convertibilidad: es de orden público y se puede aplicar de


oficio. Consistió en la pesificación de las deudas del sistema financiero (no encontré
nada más, si alguien encuentra algo, agréguenlo)

Unidad IX- Efectos de los contratos en general.

1-Efectos de los contratos, entre las partes y con relación a terceros.


- Noción:
Los efectos de los contratos son las consecuencias jurídicas que determinan entre las
partes como también frente a terceros por estar los anteriores, concluidos y
ejecutados.
Estas consecuencias jurídicas consisten generalmente en crear, modificar, o extinguir
obligaciones.
Algunos efectos nacen, por el solo hecho de la conclusión del contrato, otros, en
cambio aparecen para que se produzca.
El principio general de los contratos establece que solo tendrán eficacia entre las
partes, se ampara en el art. 503 y en el art.1137, en el cual se establece que el
acuerdo de voluntades está destinado a reglar derechos de los intermitentes.

- Efectos y contenido de los contrato.


1° El primer efecto del contratos cuando él se perfeccionó es que adquiere fuerza
de ley, es decir que las partes no pueden sustraerse al deber de observar el
contrato según el rigor de la ley.
2° En segundo lugar el contrato produce un efecto y es que no puede ser
disuelto, ni parcialmente modificado por voluntad unilateral, ya que
requiere la voluntad concurrente de las partes que intervinieron en el mismo. A
esto se lo llama principio de intangibilidad del contrato, pero éste no es
absoluto ya que hay excepciones tales como la revocación unilateral o la
separacion unilateral.
3° En tercer lugar genera el deber de cumplir con el contrato. La ejecución del
contrato es irrevocable y no está sujeta a arrepentimiento, es decir una
vez comenzada la ejecución del contrato, o ejecutado no se puede arrepentir
una de las partes.Con la ejecución del contrato los actos forman estado y no
pueden quedar en la nada,excepto que él esté destinado a caer y nazca la
obligación de la restitución.
4° En cuarto lugar los efectos e siempre ajustarse al contendido el contrato,
a las cláusulas de él, entendidas como las partes verosímilmente interpretaron.
5° En quinto lugar una parte de la doctrina considera que el contenido del
contrato es un modo de adquisición de derechos, es decir que el contrato
es traslativo, modificativo o constitutivo (de derechos)
6° En último lugar el contrato va a tener un efecto benéfico desde el momento
en el cual se originó la relación obligacional entre las partes.

2) Efecto entre las partes.


Se presenta un problema en el planteo de a quienes les produce los efectos, es decir si
es a las personas que están autorizadas a invocar derechos que surgen del contrato o
que están sometidas al cumplimiento de las obligaciones que por él se crearon.
El código civil lo reglamentó bajo dos principios fundamentales
1- Los efectos de los contratos se producen entre las partes o personas asimiladas
por ellas. Art. 503.
2- No se producen efectos a terceros pero se admiten excepciones. Art. 1195 in
fine.
Es lógico que los efectos lleguen a las partes que intervienen, pero hay personas que
sin haber concurrido a la celebración del contrato son verdaderas interesadas y fueron
representadas por mandatarios o gestores de negocios. También es lógico que no
afecte a terceros que son totalmente ajenos al acto, aunque se admiten las
excepciones.
Autonomía de la voluntad- libertad de contratación.
La autonomía de la voluntad tiene un sustento constitucional basado en los arts. 14 y
19 de la CN, en donde establece la libertad de disponer sus propiedades, y le da al
hombre la libertad de realizar lo que la ley no prohiban. A su vez se sustenta art. 1197
del CC en el que establecen que las convenciones hechas en los contratos forman para
las partes una regla a la cual deben someterse como la ley misma,
Surge de lo anterior 3 principios básicos.
1. las convenciones o estipulaciones del contrato deben prevalecer sobre las
disposiciones NO obligatorias de la ley y de los usos y las costumbres si tienen
valor legal.
2. los jueces y tribunales deben hacer respetar y cumplir las convenciones y
estipulaciones de los contratos así como lo hacen con la ley.
3. los jueces y tribunales para resolver los conflictos que los contratos den lugar,
tienen la facultad de interpretar y determinar su alcance, de igual forma que lo
hacen con la ley.
La libertad de contratación tiene el respaldo constitucional en el art. 14 CN, pero a su
vez está limitada en el art. 21 CC que establece que los contratos no podrán vulnerar
el orden público y las buenas costumbres.
A su vez este articulo del código, va a reafirmar lo que se establece sobre el objeto de
los actos jurídicos en el art. 953 CC
Atenuación de la fuerza de obligatoriedad-
Una vez celebrado el contrato, sin vicios que puedan originar su nulidad, este se
convierte en una norma regularizadora de obligaciones que tienen imperio sobre la
voluntad originaria. Arts. 1091, 1134, 1197
En la actualidad esta cuestión, se ve afectada por circunstancias socioeconómicas que
incluyen en la libertad de contratar, como por ejemplo, la desigualdad económica de
las partes, distintos tipos de abuso.
Lo que se ha logrado es que el Estado regule ciertos contratos con el fin de proteger el
interés publico o colectivo, y la jurisprudencia la legislación y la doctrina se encargaron
de limitar los cumplimientos de determinadas cláusulas en los contratos, con diversas
teoría como la de la lesión, abuso de derecho la teoría de la imprevisión, el estado de
necesidad, etc.
(ACA NO LES PONGO LOS EJEMPLOS DEPOR QUE CADA TEORÍA POR QUE SE LES
HACE ETERNO PERO ESTÄ EN LA PAGINA 353, 354 y 355 de Garrido.)

3) Efectos con relación a los sucesores universales y particulares.


El art. 1195 CC establece que los efectos de los contratos se extienden activa y
pasivamente a los herederos y sucesores universales.
La expecion a este principio es que la obligación que de él nciera sea inherente a la
persona o por una disposición expresa de la ley o por una cláusula del mismo contrato.
Según el art. 3417 CC los contratos se trasmiten a los herederos ya que los
representan a la persona del causante y se les trasmiten todos sus derechos y
obligaciones, por que el régimen jurídico es la sucesión de la persona.
Sin embargo el art. 3363 CC habla del beneficio de inventario, en que el heredero
tiene una responsabilidad limitada a los acreedores de la sucesión, hasta los bienes
recibidos del causante.
- Heredero y legatario de cuota.
El heredero es aquella persona a la cual se le trasmiten todos los bienes de una
persona que ha fallecido son sucesores universales, continúan la persona del difunto,
tienen el derecho de acrecer y de responder con sus bienes, ya que aceptan la
herencia sin beneficio de inventario, excepto que sea solicitada en la demanda.
Los legatario de son aquellas personas a las cuales no se les trasmite todo el
patrimonio sino una alícuota de él Por ejemplo un quinto, un tercio de la herencia..
Solo podrá pedir la entrega de lo que le pertenece una vez hecha la liquidación.(Entran
dentro de la categoría de sucesores particulares, ya que la doctrina mayoritaria
establece ello por que solo puede recibir su alicuota dsp de hecha la liquidación.)
Los sucesores particulares son aquellos reciben bienes particulares Cuando se trata
de una cosa determinada el sucesor es propietario de ella desde la muerte del testador
aunque no tenga la posesión de la misma, la que se pedirá al heredero encargado
cumplir los legados.

La diferencia fundamental entre los sucesores universales y los particulares es que los
primeros responden con todos sus bienes sobre las deuda del difunto, salvo en caso de
haber aceptado la herencia con beneficio de inventario y los segundos solo
responderán por el bien que se le trasmite art. 3266. Pero ninguno de los dos puede
oponerse al cumplimiento de un contrato celebrado por el causante que afecte sus
bienes heredados y cuyo cumplimiento sea exigible.

- Obligaciones propter rem.


Los sucesores particuales, pretenden recibir la cosa libre de todo gravamen, pero como
no siempre sucede eso la ley previo ciertos casos en que los sucesores particuales
tienen obligaciones emanadas de su carácter de propietario de la cosa que
originalmente fueron establecidas por una relación contractual entre el anterior
propietario y el tercero. Por ejemplo un contrato de locución. Art. 1498
En otros casos, los que refieren a las obligaciones propter rem, se entiende que el
desplazamiento de la propiedad y la posesión de una cosa significa que toda obligación
que surge de la titularidad cae sobre el propietario. Art. 2416 “Son obligaciones
inherentes a la posesión, las concernientes a los bienes, y que no gravan a una o mas
personas determinadas, sino indeterminadamente al poseedor de una cosa
determinada”
Es decir que el sucesor particular en estos casos se ve afectado al igual que el sucesor
universal por los efectos de un contrato hecho por el difunto.

4) Efectos con relación a terceros.


El CC en el art. 1195 establece que “Los contratos no pueden perjudicar a terceros”,
ratificando lo dicho en el art. 1199 que establece “Los contratos no pueden oponerse a
terceros, ni invocarse por ellos…”
El principio general establece que los contratos no aprovechan, ni perjudican a las
personas que no han concurrido al otorgamiento de ellos, ni ha habido nadie en su
representación. Esas personas extrañas al contrato son los terceros.

- Principio del efecto relativo.


Este principio esta consagrado en el art. 503 CC cuando expresa que “ Las
obligaciones no producen efectos sino entre acreedor y deudor y sus sucesores a
quienes se trasmitiesen”, es decir que tiene una eficacia relativa (entre las partes),
pero tiene una primera extensión a las partes, con los sucesores a titulo universal.
La segunda extensión de eficacia se tiene respecto a los sucesores a titulo particular,
cuando se dirige a la cosa del objeto del contrato.
Las excepciones al principio de efecto relativo de los contratos son
1. acción acordada a los terceros acreedores.
2. contratos en perjuicio de terceros.
3. contratos a favor de terceros.
4. contratos por terceros.
5. contratos sobre el patrimonio de terceros.
6. acción directa e indirecta

1. Acción acordada a los terceros acreedores: El art. 1196 CC establece que “…sin
embargo los acreedores pueden ejercer todos los derechos y acciones de su
deudor con excepción de los que sean inherentes a su persona”. Es esta la
acción subrogatoria que tiene por finalidad evitar la conducta dolosa de una
persona que no reclama su derecho o ejercita una acción por el no interés
incorporación a su patrimonio un bien o valores que le correspondan en virtud
de un contrato celebrado con quien aparece como extraño a los acreedores de
este sujeto.
Basta con el abandono del derecho, aun involuntario, para que los acreedores
ejerzan la acción con el fin de incorporar al patrimonio del deudor, los valores o
bienes correspondientes para mantener el principio de intangibilidad.
2. Contratos en perjuicio de terceros: la doctrina denomina así a los contratos
que, aunque no estén dirigidos a ese fin perjudiquen a un tercero, son por
ejemplo; los pactos que prohíben a los productores hacer competencia, el uno
con el otro y que se resuelven en daños a los consumidores; el contrato entre
deudor principal y acreedor, para mantener la vida de un crédito extinguido; el
compromiso de un empresario de no aceptar el personal despedido por otro, y
similares.
Para decir que existe un contrato en perjuicio de terceros, se debe poder
establecer una relación entre el contrato y las consecuencias dañosas sufridas
por el tercero, las cuales pueden ser tanto inmediatas como mediatas.
Son aquellos que el código los regula cuando se actúa con fraude o perjuicio del
titular del crédito, dándole a él la acción revocatoria, o en otro caso se declara
la nulidad por simulación, cuando existan gravámenes aparentes.
3. Contratos a favor de terceros: el art. 504 “Si en la obligación se hubiere
estipulado alguna ventaja en favor de un tercero, éste podrá exigir el
cumplimiento de la obligación, si la hubiese aceptado y hécholo saber al
obligado antes de ser revocada”
Aquí existen tres sujetos el estipulante, el promitente y el tercero. Esto se
aplica en por ejemplo – la donación con cargo o – el contrato de renta vitalicia.
La relación entre el estipulante y el promitente no exige una contraprestación
por parte del último, puede ser una convención para favorecer a un tercero.
Ejemplos: En la donación de un bien con el cargo de efectuar una prestación a
favor de un tercero, y la aceptación de él no afecta a la relación contractual
básica. El tercero no tiene la acción para revocar por incumplimiento.
En la renta vitalicia, donde existe la onerosidad, el promitente lo es por una
prestación que el estipulante ya cumplió. El promitente debe cumplir una
contraprestación a favor de un tercer.
Este tercer está colocado como titular de un derecho propio que es la
exigibilidad del cumplimiento de la renta estipulada en su favor, teniendo la
acción de demandar la nulidad.
4. Contratos por terceros: Son aquellos contratos que se concretan por otro, sin
tener su representación, ni mandato.
La doctrina clásica dice que es de ningún valor y no obliga a las partes, por que
la ley prohíbe celebrar contratos en nombre de otro sin tener su representación
voluntaria.
Otra parte de la doctrina, la mas acertada, dice que el contrato de por si existe,
pero él es imperfecto, es inoponible a terceros mientras la persona
representada no de su ratificación. Arts. 1161, 1162
5. Contratos sobre el patrimonio de terceros: son contratos que caben de la figura
física y legislativamente que regula la venta de cosa ajena, pero se pueden
incluir también la donación, la locación, el mutuo, el comodato, la prenda, la
hipoteca contractual de cosa ajena.
Hay que distinguir entre los contratos celebrados sobre el patrimonio de un
tercero de cosas muebles de inmuebles.
En caso de las cosas muebles la doctrina del art.2412 CC establece que el
poseedor de buena fe y a titulo oneroso, tiene la presunción de la propiedad
que permite repeler cualquier acción de reivindicación salvo que la cosa hubiese
sido robada o perdida, en caso de perdida se adquiere por prescripción pasado
los tres años art. 4016bis CC
En caso de las cosas inmuebles el art. 1051 CC crea el principio general en el
que se establece que la venta de cosa ajena puede producir los efectos
afectando al verdadero dueño, cuando éste hubiera transferido la cosa inmueble
en base a un titulo nulo o anulable.
Al ser en base a un titulo nulo o anulable no existe la acción que perjudique a
un tercero de buena fe y a titulo oneroso, quedando a salvo el derecho de
reclamar las perdidas e intereses.
La venta de cosa ajena está contemplada en los arts. 1177, 1329
Art. 1177 CC: establece el principio que la cosa ajena puede ser objeto de
contratos siempre que lo hubiere sido en ese carácter, con conocimiento de
ambas partes.
Si se contrata con cosa ajena, como si fuera propia seria un delito estipulado en
el art. 1178 CC.
Art. 1329 CC: dispone que las cosas ajenas no pueden venderse, pero éste
refiere a cosas ajenas que se pretenden vender como propias, no cuando se
promete la adquisición de cosa ajena para luego trasmitirla.
6. Acciones directas e indirectas:
- El acreedor o contratante, tiene todas las acciones directas que el CC les
reconoce.
- Los sucesores universales al continuar con la persona del causante y por
disposición expresa del CC son también titulares de todas las acciones que
surgen del contrato que correspondía a su causante.
- El sucesor particular tiene también acción directa pero no tiene aquellos
derechos de su autor, a menos que por la ley o por el contrato esos derechos
deban ser considerados accesorios al objeto adquirido.
- Los acreedores del contratante no tienen acción con referencia al contrato, pero
si son titulares de una acción indirecta para obtener las prestaciones que le
correspondan a su deudor si este no ejerce un derecho o lo hace con
negligencia.
- Los terceros respecto de los contratos celebrados en su perjuicio tienen acción
directa para obtener la nulidad del mismo, y la satisfacción de los daños y
perjuicios.
- Los terceros a cuyo favor se estipulo un contrato tienen acción directa para
reclamar el cumplimiento del beneficio otorgado una vez que lo hayan
aceptado.
- Los terceros en cuyo nombre y representación se contrató, no son aceptados
salvo la excepción de que sean ratificados, en ese caso tienen la acción directa
por que pasarían a ser un contrato celebrado.

Unidad X  Efectos particulares de los contratos

La primera connotación de los contratos bilaterales será la exigencia de tantos ejemplares


como partes existan con un interés distinto, para que se puedan demandar as condiciones
establecidas por los contratantes.

Excepción de incumplimiento total o parcial. Régimen y casos de aplicación


(“exceptio non adimpleti contractus”). Antecedentes históricos. Fundamento
jurídico: teorías.

Hay un principio general en el cual esta ínsita la buena fe lealtad que nos hace reconocer
que ambas partes tienen obligaciones correlativas directamente relacionadas
temporalmente, por lo cual una no pueda reclamar a la contraria el cumplimiento que le
es debido, si no ha cumplido por su parte con el compromiso asumido o bien que ha
ofrecido cumplirlo, o que su obligación es a plazo.

Es lo que tradicionalmente en derecho romano se reconocía como exceptio non adimpleti


contractus, expresión latina que significa “excepción de contrato no cumplido”. Es
aplicable cuando, en los contratos bilaterales, una de las partes no cumpla con su
prestación o no se allane a cumplirla simultáneamente, entonces, por esta excepción, la
otra no puede abstenerse de cumplir la suya.

La fundamentación de la excepción en el derecho romano se encuentra vinculada al dolo,


habiéndose reconocido una relación temporal entre la exceptio doli y exceptio non
adimpleti contractus, por cuanto se reconocía la existencia de mala fe para quien
reclamaba el cumplimiento de la contraía sin haber él cumplido con la obligación a su
cargo.

La doctrina posteriormente, elaboro diferentes teorías para fundamentar la excepción.

 Teoría de la causa (Saleilles, Capitant entre otros)  la causa sería la base


de la excepción. Spota critica las conclusiones de los sostenedores de la teoría
manifestando que su aceptación implicaría postular la ausencia de cusa de la
obligación de quien opone la excepción, lo que resulta inexacto, ya que esa parte
puede ejecutar su prestación u ofrecer cumplirla.

 Teoría de la correlatividad, reciprocidad o interdependencia de las


prestaciones  el fundamento de la excepción en cualquiera de sus modalidades
(incumplimiento parcial o total), se encuentra en la interdependencia o conexión
de las obligaciones emergentes de los contratos bilaterales (artículo 1138 del CC)

 Consecuencia de la buena fe de comportamiento contractual y de la


equidad  El fundamento estaría en la buena fe-lealtad que debe regir la relación
contractual, según el artículo 1198 del CC: la doctrina agrega el principio de
equidad.

 Teoría de la consecuencia “a fortiori” de la resolución por incumplimiento


 la excepción del incumplimiento podría ser considerada como un diminutivo de
la resolución contractual y estaría implícita en la admisibilidad de la misma para e
posible caso del incumplimiento, como lo menos está comprendido en lo mas

 Voluntad presunta de las partes  el fundamento de la excepción estaría dado


por la voluntad de las partes, que se obligan en base a la creencia de que las
prestaciones serán cumplidas coetáneamente. De no concebirlo así habrían
acordado un término al otro contratante ara que cumpliese con su obligación.

 Teoría del sinalagma funcional  La excepción está relacionada directamente


con el sinalagma funcional subjetivo en los contratos con prestaciones reciprocas a
los efectos de preservar o asegurar y restablecer la coordinación y simultaneidad
de las dos prestaciones contrapuestas.

Naturaleza jurídica de la excepción de incumplimiento.

La doctrina se divide, para unos es una excepción dilatoria, que solo posterga el
cumplimiento de la prestación requerida. Para otros es una defensa de fondo que permite
exonerar al demandado y hace procedente el rechazo de la acción del actor.
Garrido y Zago, dicen que la excepción es de naturaleza sustancial y no procesal, es
dilatoria porque la procesal niega el derecho del actor al cumplimiento del contrato cuando
lo que realmente sucede es que el demandado le interesa defenderse oponiendo esta
excepción en la cual no hace más que decir que el actor tiene derecho pero que el
demandado no va a obrar hasta que el actor no cumpla con su parte, la cual está fundada
en el cumplimiento reciproco de las obligaciones, no se resuelve el contrato sino que se
establece nuevo plazo (ver art.1201).
Como excepción, entonces, debemos reconocer que deja subsistentes las pretensiones del
actor, pero permite al demandado oponer contra las mismas su derecho a no cumplir
hasta determinado tiempo o de no cumplir ya para siempre.

Artículo 1021  “Si no está estipulada por las partes la prestación anticipada a favor de
una de ellas, cada cual puede solamente exigir de la otra prestación simultanea e
igualmente está obligado a ella. Si no la hace así no podrá demandar el cumplimiento”.

Diferencia con el derecho de retención

El artículo 3939, habla del derecho de retención y dice que es la facultad que corresponde
al tenedor de una cosa ajena para conservar la posesión de ella hasta el pago de lo que le
es debido por razón de esa misma cosa. A si vez, el 3940, dice que se tiene ese derecho
siempre que la deuda aneja a la cosa detenida, haya sido por ocasión de un contrato, o de
un hecho que produzca obligaciones respecto del tenedor de ella.
El derecho de retención solo podrá tener origen en la ley.

Si bien, la excepción y el derecho de retención funcionan como un medio de seguridad o


garantía que otorga la ley en función de no permitir que una parte se burle de la otra,
existen algunas diferencias:

 En la excepción, la parte que la opone, solo pretende retardar el cumplimiento de


su obligación, fundada en la interdependencia de prestaciones, no habiendo la
contraria cumplido las que eran a su cargo. En el derecho de retención, el tenedor
solo rehúsa la entrega de la cosa.

 La excepción, funciona en los contratos bilaterales, cualquiera sea la naturaleza de


las obligaciones que tenga el demandado, y sólo exigiendo el presupuesto de
conexidad respecto de las que debía cumplir el demandante. En el derecho de
retención, la no entrega de la cosa requiere la existencia de conexidad entre la
deuda y la cosa.

Examen del art 1201, vinculación con el 210. Condiciones de aplicación. Carga
de la prueba

El artículo 1201, dice que en los contratos bilaterales, una de las partes no podrá
demandar su cumplimiento si no probase haberlo ella cumplido y ofrecido cumplirlo, o que
su obligación es a plazo; norma que se relaciona con el 501 que respecto de la mora
determina que en las obligaciones recíprocas, el uno de los obligados no incurre en mora
si el otro no cumple o no se allana a cumplir la obligación que le es respectiva.

Requisitos para que proceda la excepción:


a) Que estemos frente a un contrato sinalagmático, con prestaciones de cumplimiento
simultáneo.

b) Falta de cumplimiento por parte de quién demanda la ejecución del contrato.

c) Que la oposición (de la excepción) no resulte abusiva.

Para que el incumplimiento autorice a la excepción, es necesario que se refiera a la


obligación principal, no podrá fundarse ni en la cláusula penal, ni en el incumplimiento de
un cargo o modo.
No procederá la excepción, en caso si el incumplimiento carece de relevancia y es de poca
importancia.
En cuanto a la carga de la prueba, corresponde al demandante a quien se le ha opuesto la
excepción probar que ha cumplido u ofrecido el cumplimiento o que su obligación era a
plazo.

Excepción de incumplimiento parcial (“exceptio non rite admipleti contractus”)

La excepción de contrato cumplido incorrectamente, funciona en los casos en que el


demandado por incumplimiento de un contrato bilateral ha recibido una ejecución
incompleta o imperfecta de las obligaciones que tenía para con el contrato del
demandante. Para que proceda debe referirse a la obligación principal como en el caso
anterior.
Respecto de la carga de la prueba, corresponde al que opone la demanda, comprobar el
cumplimiento defectuoso o parcial de la otra parte.
Esta excepción no figura en el 1201 y ha sido solo una elaboración de la doctrina y
jurisprudencia.

La señal o arras; concepto y función. El código civil y el código de comercio. La


cláusula como seña y a cuenta del precio. Principio de ejecución.
Jurisprudencia.

La señal o arras era un derecho de arrepentimiento consentido por las partes, que
además, ab inicio, habían fijado el monto indemnizatorio para el caso de que una de ellas
optase por dejar sin efecto el contrato o la promesa de contrato. Son un elemento
accidental de los contratos bilaterales.
Las arras son dadas en dos supuestos:

1. Para asegurar el contrato, aun pendiente de formas.


2. Para asegurar su cumplimiento.

Puede ser expresa o tácita. Las actitudes de una de las partes que hagan evidente su
propósito de ejercerlo deben ser interpretadas como uso o ejercicio de la facultad
conferida por el artículo 1202.
El derecho de arrepentirse puede eser ejercido: si se ha convenido plazo, hasta el
vencimiento de ese plazo; si no se ha convenido plazo, solo puede ser ejercida hasta que
se haya producido algún hecho que haya dado principio al cumplimiento del contrato.
Los hechos de cumplimiento emanan de ambas partes, por lo que ellas habrían
renunciado a la facultad de arrepentirse; pero si por el contrato, sólo una de ellas es la
que realiza el acto se debe entender que en la otra parte subsiste este derecho.
En el supuesto de la falta de plazo, si una de las partes demandare el cumplimiento, la
otra podría usar su facultad de arrepentirse hasta el momento en que le venza el plazo
para contestar la demanda, ya que la notificación de la misma, importa constituirlo en
mora.

Efectos  si se hubiera dado seña para asegurar el cumplimiento del contrato o el


contrato mismo, quién la dio puede arrepentirse del contrato, o puede dejar de cumplirlo
perdiendo la señal. Puede también arrepentirse el que la recibió y en ese caso deberá
devolver la señal con mas otro tanto de su valor. Si el contrato se cumpliere, la señal debe
devolverse en el estado en que se encuentre. Si ella fuese de la misma especie que lo que
por el contrato debía darse, la señal se tendrá como parte de la prestación; pero no si ella
fuere de diferente especie, o si la obligación fuese de hacer o de no hacer.
(Art 1202).

Puede darse de seña, dinero, una cosa mueble o una cosa inmueble.
No existe una cantidad específica que debe darse de seña, se puede dar tanto el 1% como
el 99% del precio que se debe por el contrato. En ambos supuestos las consecuencias son
las mimas (las mismas que dice en “efectos”).

El código civil legisla en su 1202 la facultad de arrepentirse, devolviendo lo dado en seña


más otro tanto o perdiéndola quién la dio. El artículo 475 del código de comercio, regula
una seña que no autoriza al arrepentimiento y que se da para seguridad y como principio
de ejecución del contrato, por lo que es una señal confirmatoria.

En cuanto al tema de si la seña puede ser dada a cuenta del precio, se dicto un plenario
para resolver la cuestión. Los temas abordados fueron: la facultad de las partes de
arrepentirse del compromiso de bienes inmuebles firmado en boleto privado, cuando se ha
abonado una suma en concepto de seña y a cuenta del precio; y el plazo dentro del cual
se pueden arrepentir las partes.
Los resultados fueron:

 La cláusula como seña y a cuenta del precio tiene, sucesivamente, una función
doble: como seña, si el contrato no se cumple, y a cuenta del precio si aquél se
formalizara.

 Procede el arrepentimiento siempre que el contrato no haya tenido principio de


ejecución.

 Existiendo plazo para escriturar, ese será también el término para optar por el
arrepentimiento, hasta la constitución en mora.

 El arrepentimiento puede tener lugar válidamente, no existiendo constitución en


mora extrajudicial, hasta la contestación de la demanda.
El pacto comisorio: concepto y función. El código civil y el código de comercio.
Los nuevos textos.

Es la cláusula en virtud de la cual se estipula, por la voluntad de las partes, la posibilidad


de resolver el contrato por incumplimiento de una de ellas. Esta definición es la de pacto
comisorio expreso que se encuentra en el 1203.
El contrato sólo podrá resolverse por la parte no culpada, y no por la otra que dejo de
cumplirlo.

La resolución no opera de pleno derecho, sino que mediante una demanda y sentencia
judicial que así lo decida.

Las partes podrán pactar expresamente que la resolución se produzca en caso de que
alguna obligación no sea cumplida con las modalidades convenidas, en este supuesto, la
resolución se producirá de pleno derecho y surtirá efectos desde que la parte interesada
comunique a la incumplidora, en forma fehaciente su voluntad de resolver.

El requisito es que las partes determinen cuales obligaciones, por su incumplimiento,


permitirán usar el sistema de resolución.
El pacto comisorio tácito, en cambio, es una cláusula implícita en los contratos con
prestaciones recíprocas establecida por disposición de la ley, en caso de que uno de los
contratantes no cumpliera su compromiso.

Artículo 1204

 En los contratos con prestaciones recíprocas, se entiende implícita la facultad de


resolverlo, cuando alguna de las partes no cumpliera o dejara de cumplir. Las
prestaciones ya cumplidas quedarán firmes y surtirán sus efectos.

 Si la prestación no se ejecuta, el acreedor podrá requerir el incumplidor el


cumplimiento en un plazo no inferior a quince días, salvo que haya estipulado uno
menos. Si pasado ese plazo, no cumple, el contrato queda resuelto y deberá
indemnizarle los daños y perjuicios

 Las partes podrán pactar que la resolución proceda en caso de que alguna de las
obligaciones no sea cumplida en las modalidades requeridas, en ese caso, la
resolución opera de pleno derecho desde que la parte afectada notifica a la otra
fehacientemente. La parte que haya cumplido podrá optar por exigir a la
incumplidora la ejecución de sus obligaciones con daños y perjuicios.

 La resolución puede pedirse aunque se hayan demandado daños y perjuicios. Pero


no podrá demandarse el cumplimiento una vez demandada la resolución.

Pacto comisorio y abuso de derecho


No se podrá resolver el contrato si el incumplimiento de una de las partes tuviese poca
importancia habida cuenta del interés de la otra.
En la medida en que no sea clara la situación, es mejor recurrir a la demanda judicial,
porque el valor de la cosa juzgada pone fin con posterioridad a toda posibilidad de
controversia entre las partes.
En subsidio, siempre tiene vigencia el impedimento para actuar abusivamente que
consagra el artículo 1071, aún en el supuesto de haber mora del vendedor, pues tal mora
no autoriza al comprador a ejercer su derecho abusivamente. Se entiende que se ejerce
abusivamente cuando cumplidas ya más del 60% de las prestaciones, aparece la
resolución como un ejercicio antifuncional del derecho.

La decisión del acreedor sobre la resolución puede ser arbitraria; el presunto incumplidor
tiene la carga de demostrarla, para dejar sin sustento la restitución pretendida. Las
decisiones se han sustentado en que usando el procedimiento extrajudicial, la ley declara
resuelto sin más el contrato, pero existe la posibilidad de que se pueda reabrir el debate
mediante una demanda que hace la otra parte, diciendo que no ha incurrido en
incumplimiento.
Este caso se da cuando la relación contractual ha tenido plazo esencial, naturalmente en
caso de conflicto, se debe demostrar por el que debe recibir la prestación, lo
imprescindible de la ejecución en una fecha determinada y que a posteriori ya no le
resulte de ninguna utilidad, al acreedor ya no le interesa la posibilidad de demandar
judicialmente esta prestación no puede el deudor, de forma alguna sustituirla o darle
algún destino útil.

Prestación imposible  Otro supuesto que puede darse seria la prestación a cumplir
haya devenido en imposible, material o jurídicamente. En este caso no hay dudas de que
será el deudor el que tendrá que correr el riesgo de promover el juicio, di pretende
realizar el cumplimiento.

Abuso de Derecho

Promovida de buena fe la demanda por resolución de contrato, puede suceder que al


acción no sea acogida por el tribunal y se declare que no ha existido morosidad de a otra
arte, menos incumplimiento, sino razones que justificaban el retardo en el cumplimento de
las obligaciones a su cargo. El juicio y las causas aceptadas han dilatado enormemente el
plazo del cumplimiento a cargo del deudor. Cuando la resuelve que debe cumplirse el
contrato aparece totalmente distorsionada la base del negocio jurídico, porque la
prestación que tiene que cumplir aquel a quien se demando por resolución no va a
significar, para la otra parte, la expectativa que tenia y lo que razonablemente podía
esperar de la celebración del contrato.

Esta situación de alteración de la base negocial, sin ser imprevisible pero racionalmente
injusta, ha originado jurisprudencia en los tribunales de la capital, principalmente referida
a los negocios de compraventa vinculados con inmuebles. El factor esencial es la inflación,
que altero la base económica de todos los negocios jurídicos con prestaciones reciprocas.
Las prestaciones pendientes a veces no son de tal entidad, con relación a la totalidad del
negocio, como para que el juez tenga que dejar sin efecto la relación contractual y admitir
la restitución en moneda depreciada, especialmente en materia de transferencia
inmobiliaria. Si ello ocurriera el vendedor abusaría de su derecho.

En caso de existir entrega de la posesión del inmueble adquirido por vía instrumental
privada, estos es, de un boleto de compraventa, con escrituración pendiente, ya no sería
admisible la resolución y el problema jurídico se ha solucionado admitiendo la escrituración
pero actualizando a valores estables las prestaciones pendientes.
Se han dado dos alternativas:

La admisión de la acción decretando la resolución del contrato y disponiendo, por haber


sido pedido por as partes o por así corresponder conforme a lo pactado, la devolución de
lo recibido por el vendedor, con mas su incremento por actualización.
Se revaloriza, por la simple razón, de que la vendedor tuvo en su poder ese capital
durante todo el tiempo que duro el negocio jurídico, lo utilizo, obtuvo beneficios de su
inversión y no es posible que al disponerse la resolución del contrato, no se cumpla con la
equidad de que la restitución a la otra parte guarde relación con el derecho que se ha
extinguido. Si ha actuado dolosamente, se entiende que no funciona la revalorización. La
mora no es una causa legítima que ponga obstáculo a la revalorización, pues se prima la
aplicación del principio general del artículo 1071 del código civil. Las relaciones
contractuales reciprocas contempladas en el artículo 1204, tendrán, en si efectos, que
ajustarse a la buena fe y regla moral que impide el ejercicio abusivo de los derechos.

Artículo 1071  El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una


obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto. La ley no ampara el ejercicio
abusivo de los derechos. Se considerará tal al que contraríe los fines que aquélla tuvo en
mira al reconocerlos o al que exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las
buenas costumbres.

Conclusiones del Pacto comisorio


1) El pacto comisorio, en nuestro derecho, contempla las posibilidades de resolución
extrajudicial o por acción judicial
2) Es recomendable la vía judicial para poner fin en un solo juicio a las discrepancias
de las partes respecto de sus respectivas situaciones jurídicas
3) La resolución extrajudicial es recomendable para los supuestos de prestaciones
imposibles, material y jurídicamente.
4) El reajuste de la prestación pendiente debe reclamarse, aun subsidiariamente a
pesar de accionar por resolución
5) Requerido el reajuste, aun cuando se rechace la acción por resolución, el mismo es
procedente pro aplicación del abuso de derecho (articulo 1071)
6) Viola la buena fe, la equidad y la regla oral, que una de las partes cumplir su
prestación sin revalorización, pues ello significaría un ejercicio abusivo de derecho.
7) Si bien es un principio general del derecho, se debe evitar la invocación de la
violación de la defensa en juicio, articulando, por lo menos la expresión de
agravios, el abuso de derecho emergente de la ausencia de revalorización de las
prestaciones
8) La mora no es obstáculo para impedir la revalorización
9) El valor justicia de dar a cada uno lo suyo, exige el equilibrio de las prestaciones,
aun cuando no proceda la resolución.

Jurisprudencia.
Fallo plenario de las cámaras civiles de la Capital Federal: “Civit, Juan
c/Progress y otro”.

El 22 de febrero de 1990 se dictó el plenario que fue convocado en los autos “Civit, Juan
c/Progress y otro”, que tiene directa vinculación con la temática de pacto comisorio. Era
cuestión debatida en la doctrina y también en jurisprudencia el alcance que tenía en el
ámbito patrimonial entre las partes, como también sus posibles consecuencias que de ello
se derivaban en los supuestos en que prosperarse la acción intentada decretándose la
resolución del contrato, que originariamente vinculaba a las mismas por aplicación del
pacto comisorio.
El plenario de la Cámara fue convocado con el objeto de establecer la doctrina legal
aplicable respecto de la cuestión: “si al declararse la resolución del contrato por el ejercicio
del pacto comisorio, es viable el resarcimiento del lucro cesante por los daños y perjuicios
ocasionados durante el tiempo en que perduró la mora del contratante incumplidor”
El resultado del fallo estableció que al declararse la resolución del contrato por el ejercicio
del pacto comisorio, es viable el resarcimiento del lucro cesante por los daños y perjuicios
ocasionados durante el tiempo en que perduro la mora del contratante incumplidor.

Diferencias del pacto comisorio con la Seña

 La señal o arras funciona a favor de ambas partes contratantes, mientras que


el acto comisorio solo es a favor de la arte no culpable del incumplimiento
 Por sus características y por expresa disposición de la ley, la seña o arras
faculta el arrepentimiento sin necesidad de que quien la ejerza pruebe las
motivaciones de la actitud asumida. El pacto comisorio exige un análisis de la
culpa, para determinar cuál es la parte que ha incurrido en ella, dándole la
posibilidad a la otra para demandar la resolución
 En la entrega de la señal las partes ha fijado de antemano el monto de la
indemnización que paga quien se arrepiente y el monto es siempre fijo, para
quien entrego la seña, la perdida de ella, y para quien la recibió, a restitución
más otro tanto. En el pacto comisorio se ponderan los perjuicios
efectivamente sufridos por quien resulto perjudicado con el incumplimiento de
la contraria y el juez fijara su monto.
 La seña se puede aplicar a cualquier contrato bilateral. Para el pacto comisorio
existen prohibiciones, como por ejemplo, la prohibición del pacto en la venta
de las cosas muebles.

Efectos propios de los contratos onerosos


La doctrina estima que si se trata de contratos onerosos se justifica la protección para las
partes mediante estos regímenes de garantía.
Diferencia entre garantía de evicción y vicios redhibitorios.
Garantía de evicción: tiende a defender al adquiriente frente a la turbación de derecho y
se concreta por la actividad del enajenante, en el juicio, para proteger el derecho del
adquirente.
Garantía de vicios redhibitorios: no está fundada en el cuestionamiento del derecho a la
cosa, sino que la cosa enajenada tiene vicios ocultos, que hacen imposible el correcto uso
y goce de la misma, es por eso que el vendedor debe la garantía de vicios redhibitorios.
La evicción y el saneamiento: art 2091: hay evicción cuando el adquiriente a titulo
oneroso fue privado en todo o en parte del derecho que adquirió, o si sufrió una turbación
de derecho de propiedad, goce o posesión de la cosa. La evicción nace a partir de una
sentencia y por causa anterior o contemporánea a la adquisición.
El saneamiento significa “sanar una cosa”. En el ámbito de lo contractual, es una garantía
que poseen los adquirentes a titulo oneroso. Se aplica tanto a la responsabilidad por
evicción como a la responsabilidad por vicios redhibitorios.
La diferencia entre evicción y saneamiento es que el saneamiento es una consecuencia de
la evicción, ya que la evicción es la que le permite a un 3ero atribuirse el dominio de una
cosa que había sido vendida al adquirente, y que, mediando sentencia firme, se lo obliga
al comprador a desprenderse de ella. La garantía de evicción es aquella que permite la
defensa en juicio sobre la reclamación de una cosa o de algunos de sus derechos.(es una
garantía presumida, que se puede excluir) El saneamiento es la obligación de completar
el titulo y devolver el precio recibido, + los daños y perjuicios al adquirente (cuando éste
fue privado de la cosa que era objeto del contrato)
Extensión excepcional de la garantía de evicción en la donación: el principio
general es que no tiene el donatario, garantía de evicción contra el donante, pero hay
excepciones: (art.2180)
 Promesa expresa del donante
 Si es de mala fe la donación
 Donación con cargo
 Si la donación es remuneratoria ( si se hizo para gratificar los servicios recibidos
por el donante).
 Si la privación de la cosa se debe a que el donante dejo de cumplir una obligación
al momento de hacer la donación.

Garantía de evicción convencional: art 2098 las partes pueden hacer


modificaciones o supresiones en la garantía de evicción, pero NO se puede hacer cuando
hay mala fe x parte del enajenante.(eso está castigado en el art 2099)
Elementos para que proceda la garantía de evicción:
1) Deben ser contratos a titulo oneroso (con excepción de algunas donaciones…)
2) Debe haber turbación de derecho (art 2091)
3) La privación puede ser total o parcial ( es total si se excluye al adquiriente de toda
relación jurídica con la cosa; es parcial, aparece si se reclama un mejor derecho
sobre una parte del inmueble o si se pretende un derecho real)

Turbación: Es la pretensión ejercida mediante acción judicial por un 3ero que evoca
un mejor derecho respecto de la cosa. Se manifiesta cuando se pone en conocimiento
al actual titular de la cosa, que será excluido total o parcialmente del dominio de la
cosa en cuestión.
No hay lugar a la garantía de evicción:
 Turbación de hecho
 Turbaciones de derecho provenientes de la ley
 Turbaciones aparentes por el hecho el hombre
 Derecho real o personal de goce conocido (el adquiriente sabía que alguien
tenía mejor derecho que él)
 Si la causa es posterior a la adquisición (en ese caso no responde el
adquiriente)EL ART 2091 indica que la causa debe ser anterior o
contemporánea a la adquisición.

Sentencia judicial: requisito esencial para que haya evicción. Debe ser una
sentencia en calidad de cosa juzgada, y que pronuncie otorgando un mayor
derecho sobre la cosa (total o parcial) a favor de un 3ero.
Casos en que se debe la garantía de evicción sin turbación ni sentencia judicial:
Art 2092:.Aunque no haya sentencia judicial que declare la evicción, puede haber
indemnización, si se hubiese adquirido el derecho transmitido por un titulo independiente
de la enajenación que se hizo. EJ: adquirente de un inmueble resulta el dueño, porque es
heredero legítimo del verdadero propietario, quien le enajenó la cosa, no era el verdadero
titular.
Supuesto del juicio iniciado por el mismo adquiriente y que causa evicción: la
evicción sobreviene como resultado de un juicio iniciado por el mismo adquirente. Ej: si
fue desposeído de la cosa x un 3ero… inicia acción de reivindicación y este 3ero gana e el
juicio por ser cesionario de los derechos del verdadero propietario.
Supuestos de privaciones o turbaciones provenientes de actos del Estado: no hay garantía
de evicción por ser un acto administrativo. En cambio, Si el Estado recupera por sentencia
judicial un bien del cual había sido ilegítimamente desapoderado por un tercero que había
efectuado una enajenación fraudulenta a un nuevo adquiriente, en este caso si hay
garantía de evicción a cargo del vendedor fraudulento.

Evicción total y parcial: total: el adquirente es privado de la totalidad de la


cosa que había comprado. Parcial: se le priva de parte de esa cosa o se le obliga a
soportar que otra persona tenga x ejemplo, una servidumbre de paso, ye le impida
ejercer su derecho de propiedad de manera total.
Evicción. Partes contratantes. Sucesores. La evicción opera entre las partes,
pero también opera con respecto a los sucesores a titulo universal.
Garantía de evicción. Deberes y derechos jurídicos. El enajenante no debe
turbar el derecho del adquiriente. Pero en el caso de que haya una evicción, el
enajenante debe responder con la garantía de evicción en el juicio. Se produce así
la citación de evicción, el adquiriente que es demandado x un 3ero debe hacer
notificar al vendedor( a través del juez) de que existe una demanda que turba su
derecho.
Excepciones para la citación de evicción: (arts.2110, 2111)
 Adquiriente no citó al vendedor en los plazos fijados por la ley,
 No hay necesidad de citar al vendedor cuando es notorio el derecho de
quien promueve el juicio(o sea el 3ero), pero igual es conveniente que lo
cite

Deber de restitución: obligación de restituír la contraprestación.


Deber de indemnizar: arts 519 y 522 determinan los alcances de la
indemnización.
Cesación de la garantía de evicción: art 2106 se libera al enajenante
cuando el adquiriente sabía que podría haber una evicción. Art 2110 cesa la
garantía de evicción si el adquiriente cita al enajenante fuera del plazo legal
estipulado.
Vicios redhibitorios: art 2164:” son los efectos ocultos de la cosa, cuyo dominio, uso
o goce, se transmitió por titulo oneroso, existentes al tiempo de la adquisición, que la
hagan impropia para su destino, si de tal modo disminuyen el uso de ella que a haberlos
conocido el adquiriente, no la habría adquirido, o habría dado menos por ella.”
Requisitos del vicio para que se pueda accionar:
 de hecho (si es de derecho, actúa la garantía de evicción)
 oculto
 no debe ser conocido por el adquiriente al momento de la adquisición.
 Debe ser grave
 El vicio debe existir a la fecha de la adquisición (la prueba le incumbe al
adquiriente, si no lo prueba se presume que el vicio sobrevino luego de la
adquisición)
 No debe existir convención expresa de las partes en el sentido de eximir al
enajenante de la responsabilidad del vicio.(ya que, si lo hace, no hay
responsabilidad alguna para el vendedor)

Acciones del adquiriente:


Acción redhibitoria: el adquiriente demanda la resolución del contrato y la restitución del
precio pagado + los daños y perjuicios. Para que el vendedor pague los daños y
perjuicios, debía conocer x su oficio la existencia de vicios o defectos ocultos de la cosa
que vendió.(o sea, se limita su responsabilidad)
Acción Quanti minoris: tiende a que se establezca cuál es el verdadero precio de la cosa
adquirida. Se refiere a reducir el precio de la cosa por el vicio que ésta posee.

El adquiriente puede realizar cualquiera de las dos acciones, pero según lo estipulado en el
art 2175, si ejecutó una acción, no puede, luego, ejecutar la otra.

Convenciones, renuncias o ampliaciones sobre responsabilidad por vicios


redhibitorios.
Art 2166: las partes pueden restringir, renunciar o ampliar su responsabilidad por vicios
redhibitorios y por la evicción, siempre y cuando NO haya DOLO en el enajenante. Si hay
dolo, debe responder por vicios redhibitorios.
Art 2180 vicios redhibitorios en las donaciones = que el régimen de la evicción.
Art 2167: hay vicios redhibitorios, cuando el enajenante afirmó positivamente en el
contrato que la cosa estaba exenta de defectos, o que tenía ciertas calidades, aunque al
adquirente le fuera fácil conocer el defecto o la falta de calidad de la cosa.
UNIDAD XI: LUGAR DE CUMPLIMIENTO Y LEY APLICABLE
1. El lugar de cumplimiento de los contratos. Reglas generales

Principios generales. “Lugar de cumplimiento”: lugar en que tiene que ejecutarse la


prestación. Puede estar determinado por:
a) La circunstancia, la naturaleza de la prestación. (Ej: la transmisión formal de
una finca, sólo es posible ante la oficina o registro competente)
b) Determinación expresa o tácita de las partes. (Ej de tácito: Es de suponer que
los créditos por anticipo de un banco han de cumplirse en el local de éste.
c) Por disposición legal especial.
Regla general: Art.747.- “El pago debe ser hecho en el lugar designado en la
obligación.(…)”
Efectos del lugar de cumplimiento. La localización del pago o cumplimiento de la
obligación incide en la producción de sus efectos. Algunos de ellos:
a) Mora: Influye en la forma de producirse la mora. Si la obligación es de plazo
expreso y cierto no aparece influida por señalar el domicilio del deudor como lugar de
cumplimiento · Supongamos que el lugar del pago, es el domicilio del deudor. El
deudor para ampararse en la última parte del 509 (“Para eximirse de las
responsabilidades derivadas de la mora, el deudor debe probar que no le es
imputable”), deberá probar que el acreedor no ha concurrido; la ley en este caso
excusa al deudor porque no hubo ni dolo ni culpa de su parte en el incumplimiento. ·
En las obligaciones que deben cumplirse en el domicilio del acreedor: Discrepancia en
la doctrina. Se señaló que el deudor queda incurso en mora; excepto que pruebe que
concurrió a pagar y que no le fue recibida la prestación.
b) Ley aplicable: El lugar de cumplimiento interesa para determinar la ley aplicable.
c) Juez competente: En derecho interno e internacional, el lugar de cumplimiento
influye en la determinación de la competencia judicial para conocer de obligaciones
contractuales
d) Moneda de pago: La determinación del lugar, impone en principio, el pago en la
moneda de ese lugar

Reglas subsidiarias del Código Civil


Art.1212.- El lugar del cumplimiento de los contratos que en ellos no estuviere
designado, o no lo indicare la naturaleza de la obligación, es aquel en que el contrato
fue hecho, si fuere el domicilio del deudor, aunque después mudare de domicilio o
falleciere.
Art.1213.- Si el contrato fue hecho fuera del domicilio del deudor, en un lugar que por
las circunstancias no debía ser el de su cumplimiento, el domicilio actual del deudor,
aunque no sea el mismo que tenía en la época en que el contrato fue hecho, será el
lugar en que debe cumplirse.
747: “Si no hubiese lugar designado, y se tratase de un cuerpo cierto y determinado
deberá hacerse donde éste existía al tiempo de contraerse la obligación. En cualquier
otro caso, el lugar del pago será el del domicilio del deudor al tiempo del cumplimiento
de la obligación”(…)

Entonces, si se trata de un inmueble es aplicable la regla del 747, porque la situación


física de este no puede modificarse. ¿Y en la entrega de bienes muebles? Los
individualizados (ej: automotor) con una registración legal, por ejemplo para la
transmisión, el lugar de cumplimiento de este tipo contractual es la sección del
Registro Nacional de Automotores por ante la cual pueda efectuarse la transferencia
del vehículo.
Los no individualizados estarán sujetos a los principios generales del lugar elegido o
del domicilio del deudor.

El lugar de cumplimiento en el domicilio del deudor. Salvo las excepciones el lugar del
pago es el domicilio del deudor. La doctrina amplía aclarando que refiere al domicilio
actual del deudor al momento en que la deuda se hace exigible. Pero, el art. 748
confiere un derecho al acreedor: Si el deudor mudase de domicilio (y este hubiese sido
designado para el pago), el acreedor podrá exigirlo en el lugar del primer domicilio
(“histórico”), o en el nuevo del deudor.

Art 749: Si el pago consiste en suma de dinero, como precio de alguna cosa enajenada
por el acreedor, deber ser hecho en el lugar de la tradición de la cosa.

Garrido y Zago comparten con Colmo su síntesis: El cumplimiento del contrato es


exigible en: 1º: ante todo, en el lugar estipulado expresa o tácitamente. 2º: en
defecto de ello, donde corresponda según la naturaleza de la obligación o las
circunstancias que autoricen a presumir una voluntad impuesta objetivamente. 3º: ese
lugar puede ser el de la elaboración del contrato, cuando en esa época tenía allí su
domicilio el deudor. 4º: cuando nada de ello resulte, en el domicilio que el deudor
tenga en el momento de ser exigible la obligación. 5º: cuando no haya lugar señalado
ni por las partes, ni por las leyes, ni por las circunstancias, y la obligación sea exigible
en el domicilio que tenía el deudor en el momento de formarse el contrato, el acreedor
puede, si el deudor cambia de domicilio, exigir el cumplimiento en cualquiera de los
dos.

El lugar de cumplimiento de los contratos. Reglas particulares


Existen reglas particulares en el Código, como son las de la compraventa y el depósito.
Art. 2216: “El depositario debe restituir la cosa depositada, en el lugar en que se hizo
el depósito. Si en el contrato se hubiese designado en otro lugar, debe transportar la
cosa a éste, siendo de cuenta del depositante los gastos que el transporte causare”

Obligación de dar sumas de dinero:


Art. 618: “Si no estuviere designado el lugar en que se ha de cumplir la obligación, ella
debe cumplirse en el lugar en que se ha contraído. En cualquier otro caso la entrega de
la suma de dinero debe hacerse en el lugar del domicilio del deudor al tiempo del
vencimiento de la obligación” (..)
Si se trata de una venta al contado, debe pagarse en el lugar de la tradición de la cosa.
Ameal, considera que en materia de cheque el lugar de pago es el domicilio del banco
girado. Y que la letra de cambio, y el pagaré deben ser presentados para el pago en “el
lugar y dirección indicados en el título”, y a falta de esa mención, en el domicilio de
quien debe pagar.

2. La ley aplicable a la formación y a los efectos de los contratos


El art. 1205 establece que los contratos hechos fuera del territorio de la República
serán juzgados, en cuanto a su validez, nulidad, naturaleza y obligaciones que
produzca, por las leyes del lugar en que hubiesen sido celebrados.
Recordemos, que el art. 6 marca la imperatividad del principio sobre capacidad en el
ámbito de la República, y el 8 establece que los actos, los contratos hechos y los
derechos adquiridos fuera del lugar del domicilio de la persona son regidos por las
leyes del lugar en que se han verificado, pero NO tendrán ejecución en la República,
respecto de los bienes situados en el territorio si no son conformes a las leyes del país,
que reglan la capacidad, estado y condición de las personas.
Validez o nulidad respecto a la capacidad de los agentes: Será juzgada por las leyes de
sus respectivos domicilios (art. 948, 6 y 7).
Validez o nulidad respecto a las formas y solemnidades de los actos jurídicos: Será
juzgada por las leyes y usos del lugar en que los actos se realizaren. (art. 950 y 2).

· Según el art. 21 del Código, las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto
las leyes en cuya observancia estén interesados el orden público y las buenas
costumbres. El principio tiene aplicación interna, y también para las relaciones jurídicas
de carácter internacional que surtan efecto en nuestro territorio

Contratos hechos en el extranjero que producen efectos en el país: El principio


general lo marca el art. 1209: “Los contratos celebrados en la República o fuera de
ella, que deban ser ejecutados en el territorio del Estado, serán juzgados en cuanto a
su validez, naturaleza y obligaciones por las leyes de la República, sean los
contratantes nacionales o extranjeros”
· Contratos celebrados en el extranjero sobre inmuebles: Según el art. 1211, los
contratos hechos en país extranjero para transferir derechos reales sobre bienes
inmuebles situados en la República, tendrán la misma fuerza que los hechos en el
territorio del Estado, siempre que constaren los instrumentos públicos y se presentaren
legalizados. Lo exigido es el instrumento público, normalmente será la escritura
pública, pero puede no serlo y si se presenta legalizada y se protocoliza ante escribano
de Registro sirve de título suficiente en nuestro derecho interno. Indudablemente,
también debe hacerse la tradición real y efectiva de la cosa (art.10)
Es necesario recordar, que toda la temática de los derechos reales es de orden público.

Contratos hechos en el país con el fin de producir efectos en el extranjero:


Art. 1208: Los contratos hechos en la República para violar los derechos y las leyes
de una nación extranjera, no tendrán efecto alguno.
El juez competente será normalmente, el del país en donde se pretenda ejecutar el
contrato.
Art.1210.- Los contratos celebrados en la República para tener su cumplimiento fuera
de ella, serán juzgados, en cuanto a su validez, su naturaleza y obligaciones, por las
leyes y usos del país en que debieron ser cumplidos, sean los contratantes nacionales
o extranjeros.
El art. 1216, expresa que si el deudor tuviera su domicilio o residencia en la República,
y el contrato debiera cumplirse fuera de ella, el acreedor podrá demandarlo ante los
jueces de su domicilio, o ante los del lugar del cumplimiento, aunque el deudor no se
hallase allí.

Conflicto de leyes: Este tema genera conflictos de leyes, y lo adecuado es remitirse al


Derecho internacional Privado, por ser la disciplina específica

Unidad 12

La tutela del consumidor


1. Contratos y defensa del consumidor.

Contratos por adhesión y de consumo. El contrato por adhesión es una modalidad


de contratación caracterizada porque una de las partes fija las condiciones del
contrato, sin que quieres quieran participar en él tengan otra alternativa que
aceptarlo o rechazarlo en su totalidad. Falta el libre debate entre las partes para
la celebración del contrato, por cuanto por razones socioeconómicas o de
necesidad de celeridad en la concreción de la relación contractual, la oferta
efectuada por una de las partes simplemente debe ser aceptada o no, sin que
existan procesos de deliberación. Se pone de relieve el poder económico ejercido
en forma arbitraria en perjuicio de la otra parte, por lo que se reconoció la
facultad revisora de los jueces. Características:
 Simplificación del acuerdo

 Desigualdad de las partes, porque sólo 1 determina las condiciones

 Papel del Estado dirigido a evitar abusos en perjuicio de la parte débil

 Promesa pública, firme e irrevocable que tiene estado público y luego no


puede ser modificada

 Predominio del interés general que permite contrataciones acordes con la


realidad fáctica.

El contrato de consumo en general es “el celebrado a título oneroso entre un


consumidor final –persona física o jurídica– con una persona física o jurídica que
actúe profesional u ocasionalmente, o con una empresa productora de bienes o
prestadora de servicios, pública o privada, y que tenga por objeto la adquisición,
uso o goce de los mismos por parte del primero, para su uso privado, familiar o
social”.

Normas aplicables a los contratos discrecionales y de consumo. Las normas


aplicables son la ley de Defensa del Consumidor (LDC), su modificatoria 26.361,
la ley 25.156 de Defensa de la Competencia, 22.802 de Lealtad Comercial, y el
Código Civil, y constitucionalmente está reconocido en el art. 42.
En caso de duda, se interpretará de la forma más favorable al consumidor.
Efectos de la calificación de un contrato celebrado por adhesión o cláusulas
predispuestas.
La relación de consumo. Es el vínculo jurídico entre el proveedor y el C o U. Se
rigen por la LDC, aunque el proveedor esté alcanzado por otra norma. El Código
habla de “actos de consumo”, es la ley la que introduce el concepto de “relación”.
El consumidor. Es toda persona que a título oneroso adquiere o utiliza un bien o
servicio para satisfacer sus necesidades o las de su grupo familiar. Debe ser un
consumidor final.
El proveedor. Es la persona física o jurídica de naturaleza púb. O priv. Que
desarrolla de manera profesional, aún ocasionalmente, actividades de
producción, montaje, creación, construcción, transformación, importación
concesión, distribución y comercialización de bienes y servicios, destinados a C o
usuarios.
No son: los profesionales liberales que requieran título universitario y matrícula,
pero sí está dentro de la ley la publicidad.
El producto. Cualquier cosa que puede ofrecerse a la atención de un mercado
para su adquisición, uso o consumo y que satisfaga un deseo o una necesidad.
Los servicios. Actividades realizadas sobre un producto suministrado por el
cliente.
Los derechos de los consumidores: La ley 24.240.Para proteger al usuario, esta
ley se ocupa de los contratos de consumo en general, y de adhesión en
particular. Fue reformada en ’08 por la 26.361.
Es un microsistema dentro del derecho común, dado que toma una parte de la
contratación privada y de la resp. por daños, para sujetarla a un régimen propio
y especial. Procura soluciones colectivas pues los intereses amenazaos revisten
una naturaleza supraindividual y la reacción jurídica debe dar una respuesta
grupal.
Protección de la salud y la seguridad. Las cosas y servicios deben ser tales que
no presenten peligro para la salud o integridad física. Aquellos que puedan
suponer un riesgo, deberán comercializarse observando los mecanismos,
instrucciones y normas para garantizar la seguridad. Deben tener un manual en
idioma nacional sobre el uso, la instalación y mantenimiento.
Derecho a la información. El proveedor está obligado a suministrar al consumidor
en forma cierta, clara y detallada todo lo relacionado con las características
esenciales de los bienes y servicios que provee y las condiciones de
comercialización. Debe ser siempre gratuita y clara.
Protección de los intereses económicos de los consumidores. El incumplimiento
de la oferta o del contrato por el proveedor, salvo c. f. o f. m., faculta al C a:
 Exigir el cumplimiento forzado si fuera posible

 Aceptar otro producto o prestación equivalente

 Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado

 Acción de d y p.

Está prohibida la propuesta al C sobre una cosa o servicio que no haya


requerido, y que genere un cargo automático, que obligue a “darse de baja”.
Si con la oferta se envió una cosa, no hay obligación de conservarla ni
restituirla, aunque sea gratuitamente.
Ley de Lealtad Comercial: Está prohibido que la obtención de premios esté
condicionada a la compra del producto.
Cuando la diferencia a devolver sea menor a 5 centavos, será siempre a
favor del C.
Garantías. Cuando se comercialicen cosas muebles no consumibles, el C gozará
de garantía legal por los defectos o vicios de cualquier índole, aunque hayan sido
manifiestos, cuando afecten la identidad entre lo ofrecido y lo entregado, o su
correcto funcionamiento. Tiene vigencia por tres meses cuando sean b muebles
usado y por 6 en los demás casos, pudiendo ser mayor. El transporte para
arreglo será realizado por el responsable de la garantía.
Prácticas abusivas de comercialización. Los proveedores deberá atender y tratar
en forma digna a los U y C. Deberán evitar colocarlos en situaciones
vergonzantes, vejatorias o intimidatorias. No podrán ejercer diferencia alguna
sobre precios y calidades para extranjeros.
2. Cláusulas abusivas. Definición legal. Según la reglamentación de la ley, son las
que afecten inequitativamente al C o U en el cotejo entre los D y O de ambas
partes.

Concepto y caracteres.

a) Que no haya sido negociada individualmente. Ello únicamente acontece en


los contratos por adhesión, se hallan suprimidas las tratativas

b) Que la cláusula objetada le haya sido presentada al asegurado ya redactada


c) Que el usuario no haya podido participar (o influir) en su contenido. En
ocasiones, el asegurado participa o influye en el contenido de condiciones
particulares, pero esta circunstancia no altera la naturaleza predispuesta de las
condiciones generales.

d) Que su contenido constituya una infracción a las exigencias de la buena fe.

e) Que el desequilibrio sea relevante o significativo. Deberá tomar como


referencia la relación de fuerzas de negociación existente al tiempo en que se
formalizó el contrato.

Las cláusulas abusivas en el derecho comparado.

Code de la Consommation en Francia: apartándose de la directiva comunitaria,


suprimió la infracción a la buena fe como carácter definitorio de la cláusula
abusiva, argumentando que, es superfluo preguntarse si fueron estipuladas
contrariando las exigencias de buena fe.

En cambio, otros dicen que debe mantenerse como criterio esencial de


caracterización de la cláusula abusiva pero autónomamente. El criterio
sustentado en la ley alemana en el sentido de que la buena fe constituye por sí
sola una cláusula abierta, tiene la ventaja de que permite al intérprete apreciar,
fuera del marco de las cláusulas prohibidas, si las restantes son ineficaces por
perjudicar al adherente en razón de su (a) incompatibilidad con el derecho
dispositivo o porque (b) desnaturaliza la finalidad del contrato.

Concepto, caracteres y enunciados en la Directiva de la Comunidad Económica


Europea.
Directiva 93.13 de la Comunidad Económica Europea a los efectos de valorar el
desequilibrio: “...El carácter abusivo de una cláusula contractual se apreciará
teniendo en cuenta la naturaleza de los bienes o servicios que sean objeto del
contrato y considerando, en el momento de la celebración del mismo, todas las
circunstancias que concurran a ella.” Caracteres: a) que no haya sido negociada
individualmente; b) que al consumidor le sea presentada dicha cláusula,
redactada previamente por el proveedor de bienes o servicios; c) que el
consumidor no haya podido participar (o influir) en su contenido; d) que de su
contenido resulte infracción a las exigencias de buena fe; e) que cause, en
detrimento del consumidor, un desequilibrio relevante entre los derechos y
obligaciones de las partes f) que debe “considerarse el principio de prevalencia de
las condiciones particulares sobre las generales” .
La situación en el Mercosur. Código de Defensa del Consumidor, vigente en Brasil
(ley 8078/90): se declaran nulas de pleno derecho las cláusulas contractuales
que sean “incompatibles con la buena fe o con la equidad”.

Enunciación de las cláusulas abusivas en la Ley de Defensa del Consumidor. Art.


37: Se tendrán por no convenidas las cláusulas que:

a) Desnaturalicen las O o limiten la R por daños.

b) Importen la renuncia o restricción de los D del C o amplíen los D de la otra parte


c) Contenga cualquier precepto que imponga la inversión dela carga de la prueba en
perjuicio del C.

Las cláusulas sorpresivas y su diferenciación con las cláusulas abusivas. Una


cláusula estándar no tiene eficacia si es de tal carácter que la otra parte no
hubiera podido preverla razonablemente, salvo que dicha parte la hubiera
aceptado expresamente.
Para determinar si una cláusula estándar es de tal carácter, se tendrá en cuenta
su contenido, lenguaje y presentación.

3. Control administrativo previo. Régimen de la ley del Consumidor.

Art. 41. La Sec. De Industria y Comercio será la autoridad de aplicación de la ley,


lo mismo los gobiernos pciales. y la Municipalidad de Bs. As. Las pcias. Podrán
delegar sus funciones en otros organismos.

L a Sec. deberá:

a) Proponer la reglamentación de esta ley y elaborar políticas para la DC y


dictar resoluciones pertinentes

b) Mantener un registro nacional de asoc. de C

c) Recibir y dar curso a las inquietudes y denuncias de los C

d) Realizar inspecciones y pericias

e) Solicitar informes y opiniones a entidades públicas y privadas

f) Disponer de oficio o a requerimientos de parte las audiencias con la


participación de los damnificados, presuntos infractores, testigos y peritos.

c), d) y f) también lo pueden hacer las pcias. y C.A.B.A.


4. Control judicial. Efectos. La nulidad parcial. Presupuestos para su aplicación. La
integración del contrato. En caso que el oferente viole la buena fe, antes o
durante el contrato, el C podrá demandar la nulidad del contrato, una cláusula o
varias. Cuando el juez declare la nulidad parcial, simultáneamente integrará el
contrato, si ello fuere necesario.

La autoridad de aplicación vigilará que los contratos de adhesión no contengan


cláusulas abusivas. También vigilará las cláusulas uniformes, generales o
estándar de los contratos en formularios, reproducidos en serie y en genera,
cuando dichas cláusulas hayan sido redactadas unilateralmente por el proveedor
de la cosa o de servicio, sin que la contraparte tuviere posibilidad de discutirlas.
Cuando los contratos requieran autoridad

5. La cláusula abierta. Noción y finalidad. Enunciado en la LDC. La cláusula abierta


en la directiva comunitaria y en los países del Mercosur.

La cláusula abierta opera como una red de contención de todas aquellas cláusulas
no incluidas en los elencos de cláusulas nulas de pleno derecho o en el elenco de
las que se hallan sujetas a apreciación judicial, impidiendo que se evadan.
6. Derechos del consumidor y prevención de daños derivados de productos. Si el
daño al C resulta del vicio o riesgo de la cosa o del servicio, responderá el
productor, fabricante, importador, distribuidor, proveedor, vendedor y quien haya
puesto su marca en la cosa o servicio. El transportista responderá por los daños
de su servicio. La responsabilidad es solidaria. Se libra quien demuestre que la
causa del daño le es ajena.

Régimen de garantías y responsabilidad contractual por daños derivados de


productos.

7. Función del Estado en la defensa de los consumidores y usuarios. La educación al


consumidor. Según el art. 60 modificado de la LDC, el Estado Nacional, la
C.A.B.A. y las pcias. Y municipios, deberán formular planes grales. de educación
para el consumo y su difusión pública, incluirlos dentro de los planes oficiales de
educación inicial, primaria, media, terciaria y universitaria (se ve q Fleischman
leyó esto), fomentar la creación y el funcionamiento de las asoc. de C y U, y la
participación de la comunidad en ellas, en zonas urbanas y rurales. Deben tener
información sobre temas inherentes a ellos, orientados a prevenir los riesgos que
deriven del consumo. Deberán incluir en su formación los contenidos: Sanidad,
nutrición y prevención de enfermedades por alimentos, peligros y rotulados de
productos, legislación pertinente, información sobre pesos y medidas, precios
calidad y disponibilidad de los bienes de primera necesidad, protección del medio
ambiente y uso eficiente de materiales.

8. El acceso del consumidor a la justicia.

Las acciones judiciales. Corresponde al C, a las asoc. de C, a la autoridad de


aplicación nacional o local al Defensor del Pueblo y al Ministerio Público, que si no
interviene como parte, lo hace como fiscal.

Son gratuitas a menos que la demandada pruebe la solvencia del C. Será un


juicio sumarísimo. Se podrá actuar por mandato. Los proveedores deberán
aportar toda la prueba en su poder y colaborar para esclarecer la cuestión.

Al proveedor que no cumpla sus obligaciones, el juez podrá aplicar una multa
civil a favor del C, la que se graduará en función de la gravedad del caso,
independientemente de otras indemnizaciones que correspondan. Cuando más de
un proveedor sea responsable, responderán todos solidariamente, sin perjuicio
de las acciones de repetición.

Las acciones colectivas. Para llegar a un acuerdo conciliatorio o transacción


deberá avisar al Ministerio Público, salvo que éste sea el propio actor de la
acción, con el objeto de que se expida respecto de los intereses de los C o U. El
acuerdo deberá dejar a salvo la posibilidad de que los C o U puedan apartarse de
la solución general adoptada para el caso. La sentencia hará cosa juzgada para el
demandado y para todos los C o U en similares condiciones, excepto de aquellos
que manifiesten su voluntad en contrario previo a la sentencia.
Si la cuestión tuviese contenido patrimonial establecerá las pautas para la
reparación económica sobre la base del principio de reparación integral. Si se
trata de daños diferenciados para cada C o U, se establecerán grupos o clases de
cada uno de ellos y podrán éstos estimar y demandar la indemnización particular
que les corresponda.
La sentencia dictada en un proceso no promovido por el C o U, sólo tendrá
autoridad de cosa juzgada para el demandado.
Las asoc. de C o U que lo requieran estarán habilitadas como litisconsortes de
cualquiera de los demás legitimados, previa evaluación del juez competente.
Resolverá si es procedente o no, teniendo en cuenta si existe su respectiva
acreditación.
En caso de desistimiento o abandono de la acción la titularidad activa será
asumida por el Ministerio Público Fiscal

Las asociaciones de usuarios. Están legitimadas para accionar cuando resulten


afectados o amenazados intereses de los C, sin perjuicio de la intervención de
éstos. Sus acciones cuentan con el beneficio de justicia gratuita.
Deberán requerir autorización a la autoridad de aplicación para funcionar como
tales. Fines:
a) Velar por el fiel cumplimiento de las leyes dictadas para proteger al
consumidor;
b) Proponer normas destinadas a proteger o a educar a los consumidores;
c) Colaborar con los organismos para el perfeccionamiento de la legislación;
d) Recibir reclamaciones de C y promover soluciones amigables;
e) Defender y representar los intereses de los C
f) Asesorar a los C sobre el consumo de bienes y/o uso de servicios, precios,
condiciones de compra, calidad, etc.;
g) Organizar, realizar y divulgar estudios de mercados, de control de calidad,
estadísticas de precios, etc.
h) Promover la educación del consumidor;
Además:
a) No podrán participar en actividades políticas partidarias;
b) Deberán ser independientes de toda actividad profesional, comercial y
productiva;
c) No podrán recibir donaciones, aportes o contribuciones de empresas
comerciales, industriales o proveedoras de servicios;
d) Sus publicaciones no podrán contener avisos publicitarios.
Podrán sustanciar los reclamos de los C ante los fabricantes, productores,
comerciantes, intermediarios o prestadores. Para promoverlo, el C deberá
suscribir la petición ante la asoc., adjuntando la documentación e información. La
entidad invitará a las partes a reuniones, para intentar una solución al conflicto.
La función de las asoc. es estrictamente conciliatoria y extrajudicial, se limita a
facilitar el acercamiento entre las partes.

Unidad XIII. La extinción de los contratos.

Introducción. Celebrado el contrato, razonablemente es admisible entender que el


mismo se extinguirá por el cumplimiento de las prestaciones convenidas por las
partes. Si esto no puede ser concretado, la extinción del contrato se produce por otras
razones (por acuerdo de las partes, por la facultad de una de ellas o por el
incumplimiento de una de ellas). Estamos entonces, frente a situaciones que ponen fin
a la vida del contrato cuando aún no se han agotado las diferentes prestaciones
convenidas al momento de su celebración.
Cumplimiento normal: El contrato cuyo plano genético se ha producido con toda
normalidad engendra obligaciones cuyo cumplimiento será obligatorio para las partes.
El cumplimiento del contrato, entonces es la ejecución de las diferentes prestaciones a
las que las partes se han obligado.

Imposibilidad de cumplimiento: Resulta de causas ajenas a las partes y no genera


para ellas responsabilidad ni de orden civil ni de orden penal. Pero en este caso, el
caso fortuito o fuerza mayor debe producirse sin que ninguna de las aprtes haya
incurrido en mora, pues en caso contrario, la parte deberá soportar la responsabilidad
civil. La imposibilidad de cumplir debe ser posterior a la celebración del acuerdo, ya
que de haber sabido que era imposible no hubiese habido relación contractual válida.
Debemos diferenciar esta institución, de las incorporadas por la reforma (abuso de
derecho, lesión, abuso de derecho) ya que en ella la prestación no resulta imposible
sino que se convierte en excesivamente gravosa para una de las partes.

Nulidad. 4670 8000 303


Es la sanción legal que priva de sus efectos normales a un acto jurídico, como
consecuencia de una causa que debe existir al momento de la celebración del mismo.
Características: a) debe estar establecida en ley. b) priva los efectos del acto jurídico
del que se trate. c) la causa de la sanción tiene que ser contemporánea o preexistente
al momento de la celebración del acto.
Vélez Sarsfield puso especial énfasis proteger la buena fe, pues siempre el incapaz de
hecho está protegido por las disposiciones legales, por lo que el codificador establece
una serie de normas que posibilitan la nulidad del acto como también su posible
confirmación. Ej de nulidad absoluta del acto: Cuando se celebra una compraventa
prohibida respecto de ciertas personas, como ser el juez respecto de los bienes que
están en litigio en su juzgado, aquí se trata de una prohibición de la ley tendiente a
favorecer el interés de la comunidad o los terceros. El vicio es de tal característica que
no podrá ser subsanado; son supuestos derivados de incapacidades de derecho,
siempre relativas, pero que producen nulidades absolutas.

Rescición. Es una manera de extinguir los efectos del contrato, deshaciendo un


vínculo contractual que es existente, válido y exigible; y se puede producir por: la
decisión de ambas partes (bilateral, o mutuo disenso); o por la decisión de una de
ellas en los casos que la ley lo permite (unilateral). La rescición NO depende de un
hecho posterior sino del consenso, ya sea de ambas partes o de una de ellas.
Casos de rescición unilateral:
a) Respecto de la locación de obra. Art. 1638: “El dueño de la obra puede desistir
de la ejecución de ella por su sola voluntad, aunque se haya empezado,
indemnizando al locador todos sus gastos, trabajo y utilidad que pudiera
obtener por el contrato”
b) La locación de servicios puede ser rescindida por cualquiera de las partes, una
vez satisfecha, por supuesto la indemnización pertinente.
c) En el depósito, cuando fuera contratado por tiempo indeterminado y cualquiera
de las partes lo quisiera. (art. 2226).

Efectos Consisten en la extinción de las obligaciones y de los derechos reales que


nacieron del contrato, pero NO con carácter retroactivo sino para el futuro (ex nunc) y
respetando los posibles derechos adquiridos por terceros de buena fe. Cuando
estamos frente a un contrato de ejecución diferida o continuada la rescición no
modifica lo que haya sido ejecutado por las partes (obviedad!).
Si fueron ambas partes, las que han convenido en rescindir, la posibilidad de una
acción futura por daños y perjuicios, debe quedar establecida en la misma.

Revocación
El art. 1200, in fine, establece “..y pueden también por mutuo consentimiento revocar
los contratos, por las causas que la ley autoriza”.
La revocación es sólo facultad de una de la spartes, no siendo necesario el acuerdo
recíproco, sino las circunstancias previstas y sancionadas por el legislador.
Encontramos esta institución en los contratos de donación y mandato (gratuitos)
habiéndose establecido una normatividad concreta de donde surgirá la posibilidad de
que se produzca la revocación de lo acordado.( ver después ejemplos)
La nota hecha al artículo 1200, por Vélez no sirve para aportar claridad al contenido,
por cuanto habiendo mutuo consentimiento estaríamos frente a una rescición.

Agregan Garrido y Zago, que la revocación no solo aparece en materia contractual


sino también en materia de testamentos y legados; NO siendo necesaria una causa
mencionada por ley, como por el contrario ocurre en materia contractual. (nadie,
hasta la muerte del testador, ha adquirido derecho alguno en función y con motivo del
testamento, entonces resulta perfectamente viable la revocación de quien es el único
titular del derecho)

Casos de revocación previstos por la ley en materia contractual:


a) Art. 1963. El mandato se acaba por la revocación del mandante, facultad que
puede utilizar en cualquier momento sin necesidad de justificar la causa de su
determinación.
b) Revocación tácita: Cuando el mandante interviene directamente en el negocio
encomendado al mandatario, y poniéndose en relación directa con los terceros,
el mandato queda revocado (a menos que expresamente, el mandante diga
que no queda revocada)
c) Cuando el mandato sea otorgado a un nuevo mandatario revocará el primero y
ello aunque el segundo mandatario falleciere, no aceptare el mandato o el
mismo no tuviese afecto por vicios o falta de forma.
d) La donación con cargo puede ser revocada cuando el donatario ha sido puesto
en mora respecto a la ejecución de los mismos, o de las condiciones impuestas
a la donación. (1849)
e) También puede ser revocada la donación con motivo de la ingratitud del
donatario en los supuestos del 1858 (donatario atente contra la vida del
donante; cuando le ha inferido injurias graves, en su persona, o en su honor;
cuando le ha rehusado alimentos)

Efectos
Concluyendo, la revocación puede surgir de la voluntad unilateral de una de las partes,
o del otorgante en el caso del testamento o legado, o bien puede obedecer y
motivarse en las causas previstas por ley.

Actúa para lo futuro, es decir, a partir del momento en que ella ha sido expresada por
quien revoca el acto. No destruye ni actos ni efectos ya causados.

Resolución: Es la extinción de un contrato con posterioridad a su celebración, como


consecuencia de una causa sobreviniente que extingue retroactivamente los efectos
del contrato.(ex tunc) El acaecimiento del hecho, puede haber sido previsto por la ley
o por las partes, expresa o tácitamente, al momento de la celebración del contrato.
Diferencia con las demás:
Con rescición y revocación: La resolución actúa retroactivamente (como la nulidad o
anulabilidad)
Con nulidad y anulabilidad: La causa en la resolución es un hecho posterior,
sobreviniente a la celebración del acto jurídico. Mientras que la nulidad y la
anulabilidad, tienen su fundamento en un hecho anterior o contemporáneo al
contrato, relacionado con vicios que lo hacen inválido desde su nacimiento.

La resolución puede admitir 3 formas:


a) la de una condición resolutoria.
b) Facultativa: cuando una de las partes se reserva el derecho de disolver el acto
si la otra parte no cumple con las obligaciones convenidas.
c) Opcional: es la que autoriza a cualquiera de las partes a disolver el acto
pendiente de ejecución, mediante la restitución doblada de lo percibido como
seña.
Causas de resolución de los contratos:
· Condición resolutoria. 553: “La obligación es formada bajo condición resolutoria,
cuando las partes subordinan a un hecho incierto y futuro la resolución de un derecho
adquirido”
· Pacto comisorio: Ahora se admite el expreso y el tácito (equiparándose el 1204 al
216 del código de comercio)
· Pacto de retroventa: (art. 1336 cod. Civil) Faculta al vendedor, conforme a la
cláusula pactada, a recuperar la cosa vendida entregada al comprador, restituyendo a
éste el precio recibido, con exceso o disminución.
· Pacto de mejor comprador: (art. 1369) Estipulación por la cual las partes acuerdan
que quedará desecha la venta si se presentase otro comprador que ofreciese un precio
más ventajoso.
· Plazo resolutorio
· La imposibilidad sobreviniente de cumplir la prestación, según lo preceptuado por el
art. 888: “La obligación se extingue cuando la prestación que forma la materia de ella,
viene a ser física o legalmente imposible sin culpa del deudor”
· Como consecuencia de la excesiva onerosidad sobreviniente
Caracteres:
· La resolución depende del acuerdo de las partes formulado en el momento de su
celebración, constituyendo una cláusula explícita o implícita en él. (Aquí la voluntad
de las partes para incluir cláusula resolutoria, se produce EN el momento de la
celebración del contrato, y no con posterioridad a él, como ocurre en la rescición)
· Efectos respecto de las partes, y de terceros; ya que el contrato aparece como si no
hubiese existido nunca, y se hubiese desvanecido con todas sus consecuencias.
· La resolución presupone un consentimiento anticipado de las partes en el sentido de
que, producida la eventualidad determinada, el contrato dejará de existir.

Efectos:
La principal consecuencia es que las cosas vuelven a su estado anterior, existente a la
celebración del contrato, y las partes deben reintegrarse lo que se hubiesen
entregado.
Terminología y método en el Cod. Civil:
El método no resulta idóneo, habiéndose denominado rescición por revocación y
viceversa.

Resolución legal y judicial:


Legal: Cuando el método o sistema surge exclusivamente de la ley y no resulta
necesario acudir a la justicia para lograr la desvinculación de las partes. (art. 1204:
cuando prevee la forma en que la parte opte por la resolución legal ante el
incumplimiento de la otra parte)
Estos supuestos, pacto comisorio expreso y tácito, son los llamados de resolución
legal.
Judicial: Cuando es necesario que la ruptura del vínculo se produzca mendiante la
intervención del órgano jurisdiccional pertinente. Es decir, no hay resolución sin previo
pronunciamiento de la justicia.

Resolución del Contrato con prestaciones recíprocas:


Dentro del contexto del código, la expresión contratos bilaterales caracteriza a
aquellos que tienen contraprestaciones recíprocas, y en los cuales ambas partes han
quedado obligadas.
En estos supuestos, la resolución del contrato, será consecuencia del incumplimiento
por una de las partes de la obligación asumida (1204) o bien, por la llamada teoría de
la imprevisión (1198). También debemos tener presente la lesión subjetiva. (954).

La excesiva onerosidad:
La teoría llamada de la imprevisión que nuestra doctrina ha elaborado, es
consecuencia del texto del art. 1198 (cuya base es que los contratos deben celebrarse,
interpretarse y ejecutarse de buena fe) y de las permanentes fluctuaciones de nuestro
sistema monetario.
Con el texto de la reforma se incorpora:
“En los contratos bilaterales conmutativos y en los unilaterales onerosos y
conmutativos de ejecución diferida o continuada, si la prestación a cargo de una de las
partes se tornara excesivamente onerosa, por acontecimientos extraordinarios e
imprevisibles, la parte perjudicada podrá demandar la resolución del contrato. El
mismo principio se aplicará a los contratos aleatorios cuando la excesiva onerosidad se
produzca por causas extrañas al riesgo propio del contrato” (…) “La otra parte podrá
impedir la resolución ofreciendo mejorar equitativamente los efectos del contrato”.
(análisis en “teoría de la imprevisión”)

Depreciación monetaria:
A causa de la inflación permanente, el signo monetario argentino ha perdido vigencia
en comparación con otras monedas de valores etranjeros y ha sufrido una elevadísima
devaluación. Las devaluaciones oficiales cambiaron hasta el nombre de nuestra
moneda (pesos moneda nacional, pesos ley 18.188, pesos argentinos, australes,
pesos). Nuestro país, entonces exige la revisión del contrato a fin de equilibrar el
defasaje. La previsión que al contratar, pueden tomar los particulares puede resultar
insuficiente. La jurisprudencia ha considerado supuestos llamados “Picos” en que la
denominada teoria de la imprevisión fue prácticamente admitida sin dificultades, como
por ejemplo el llamado “rodrigado” que modificando sustancialmente los valores,
alteró las prestaciones acordadas, permitiendo revisar el contrato y reestablecer un
cierto equilibrio.

La oferta de modificación del contenido contractual.


En rodos los supuestos en que se produjo una situación anormal, que no pudo ser
prevista en el momento de la celebración del contrato, o que, como en el supuesto de
la lesión haya generado un desequlibrio potencial en el plano funcional del acuerdo, la
ley admite la posibilidad de reacomodamiento que permite la subsistencia del vínculo
generado con el consentimiento.
Será el juez, en definitiva, quien para el supuesto de que las partes no logren ponerse
de acuerdo respecto de las nuevas prestaciones, establecerá mediante una sentencia
cuáles serán las nuevas obligaciones que deben incorporarse al contrato originario.
Conclusión: Resulta viable la oferta de modificación del contenido contractual dirigida
por una de las partes, para que, estableciéndose nuevamente el equilibrio en las
prestaciones, siga vigente el acuerdo originario modificando sólo el alcance de las
obligaciones contraídas.

Procedimientos para obtener la resolución.


En el 954 y 2do párrafo del 1198, la ley marca los procedimientos que deberán realizar
las partes para obtener la resolución del contrato, debiendo dejarse constancia de que
la pretendida resolución no se producirá si existe en una de las partes el propósito de
reacomodar sus prestaciones. Último parr. 954: “El accionante tiene opción para
demandar la nulidad o un reajuste equitativo de convenio, pero la primera de estas
acciones se transformará en acción de reajuste si éste fuera ofrecido por el
demandado al contestar la demanda”. Para el reajuste: los cálculos deben ser
efectuados al tiempo del acto, pero la desproporción debe subsistir en el momento de
promover la correspondiente acción judicial.

Teoría de la imprevisión.
Fundamentos jurídicos de la teoría:
· Posición ius naturalista: El derecho que instaura en la sociedad un orden justo, no
puede permanecer impasible ante la ruina de una persona a quien no se le puede
reprochar que no haya previsto lo imprevisible.
· Abuso del derecho: Spota afirma que “el contrato como todo acto o negocio jurídico,
debe satisfacer no sólo un objeto-fin individual, sino también un objeto-fin social”.
El nuevo texto legal:
La incorporación al art. 1198, por la reforma 17.711 ha corporizado reglas y principios
que ya habían adquirido vigencia mediante su aplicación judicial.
El texto reformado, sanciona dentro de nuestro derecho civil positivo la llamada teoría
de la imprevisión con el siguiente texto: ““En los contratos bilaterales conmutativos y
en los unilaterales onerosos y conmutativos de ejecución diferida o continuada, si la
prestación a cargo de una de las partes se tornara excesivamente onerosa, por
acontecimientos extraordinarios e imprevisibles, la parte perjudicada podrá demandar
la resolución del contrato. El mismo principio se aplicará a los contratos aleatorios
cuando la excesiva onerosidad se produzca por causas extrañas al riesgo propio del
contrato” (…) “La otra parte podrá impedir la resolución ofreciendo mejorar
equitativamente los efectos del contrato”
Análisis:
· Debe tratarse de contratos duraderos que se prolonguen en el tiempo.
· Comprende además de a los bilaterales y unilaterales onerosos, a los llamados
aleatorios, siempre y cuando el hecho imprevisible no tenga que ver con el álea propia
del contrato.
· Como requisitos podemos mencionar: · que ocurran acontecimientos extraordinarios
e imprevisibles con posterioridad a la celebración del contrato.
· Que esos acontecimientos conviertan en excesivamente onerosa la prestación para
una de las partes.
· Que quien invoque la aplicación de la teoría no se encuentre en mora ni haya obrado
con culpa.

Indexación: Sistema previsto para superar los perjuicios derivados de la inflación,


teniendo presente que como consecuencia de ella se han modificado los presupuestos
que las partes tuvieron al contratar.

1 Responsabilidad Contractual y Extracontractual:


Noción de responsabilidad civil: La responsabilidad civil comporta siempre un deber
de dar cuenta a otro del daño que se le ha causado. A veces, el acto lesivo aparece
como fuente de una obligación nueva, y otras aparece como consecuencia de una
obligación anterior.
Diferencias: La doctrina clásica distinguió la responsabilidad contractual de la
extracontractual (delictual o aquiliana). La culpa contractual supone una obligación
concreta, formada por las partes por convención y preexistente que resulta violada por
una de ellas; la culpa extracontractual es independiente de una obligación
preexistente y consiste en la violación del deber genérico de no dañar. Conclusión: La
culpa contractual es un efecto de la obligación, mientras que la extracontractual es
fuente de una obligación nueva. Se impone el concepto de unidad de la culpa civil.
En ambos casos, la culpa es la fuente de la obligación de indemnizar el daño causado.
Diferencias entre ambos regímenes:
 Prueba de la culpa: Incumplimiento contractual: La culpa se presume, por lo
tanto el acreedor no debe probarla. En materia de culpa extracontractual:
corresponde a la víctima probar la culpa del autor del daño.
 Extensión del resarcimiento: Incumplimiento contractual culposo: (Art.520)
El deudor sólo responde por aquellos daños que sean consecuencia inmediata y
necesaria de la falta de cumplimiento de la obligación. Resp. Extracontractual:
Arts 903 y 904. El daño resarcible es mayor, se deben además de los daños que
sean consecuencia inmediata aquellos que sean consecuencia mediata del acto
ejecutado (que el autor previó o pudo preveer empleando la debida atención y
conocimiento de la cosa).
 Constitución en mora: Contractual: Hay que interpelar al deudor cuando no
hubiere plazo expresamente convenido “pero resultare tácitamente de la
naturaleza de naturaleza y circunstancias de la obligación”, Art.509.
Extracontractual: La mora se produce de pleno derecho. Los intereses
correspondientes a indemnizaciones debidas por delitos y cuasidelitos se deben
desde el día en que se produce cada perjuicio.
 Prescripción: Contractual: Diez años (art.4023). Extracontractual: La acción
por resp. Civil extracontractual prescribe a los dos años (art.4037)
 Discernimiento: Contractual: Los menores comprometen su resp. Contractual
a partir de los 14 años (en todos aquellos casos que la ley les reconoce
excepcionalmente capacidad para contratar). Extracontractual: Exige que el
menor tenga discernimiento para los actos ilícitos, o sea desde los 10 años.
(art.921)
 Daño moral: Contractual: El juez “podrá condenar o no” a la reparación del
agravio moral, de acuerdo con la índole y circunstancias del caso. (art. 522).
Extracontractual: El resarcimiento de los daños causados por ilícito
“comprende” además de la indemnización de pérdidas e intereses la reparación
del agravio moral causado a la víctima. (art.1078)
 Atenuación de la responsabilidad: Contractual: No rige atenuación de
responsabilidad. Extracontractual: Los jueces podrán al fijar las
indemnizaciones, considerar la situación patrimonial del deudor atenuándola si
fuera equitativo. (art.1069).

Propuestas de superación del distingo: No está.


Responsabilidad por daños derivados del incumplimiento:
Daño compensatorio y moratorio: Según la causa; si el incumplimiento del contrato es
definitivo, es daño es compensatorio, por involucrar el daño integral. Si el
Incumplimiento es relativo, el daño es moratorio y comprende el perjuicio que cause al
acreedor la demora en cumplir su obligación.
Daño intrínseco y extrínseco: Intrínseco: el que se produce en relación al objeto mismo
de la prestación. Extrínseco: el que eventualmente sufre el acreedor en otros bienes
distintos del objeto de la prestación.
Daño común y daño propio: Común: El que habría experimentado cualquier persona
con motivo del incumplimiento de la obligación. Propio: el que sufre una persona
determinada por circunstancias que le son particulares. (Ej: falta de entrega de
heladera, a un vendedor de refrescos). El daño común siempre es objeto de
reparación, no así el daño propio que para incluirse debe ser conocido por el deudor al
contraerse la obligación.
Daño Inmediato y mediato: Inmediato: según el curso natural y ordinario de las cosas.
Mediato: resultan de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto.
Previstos e imprevistos (lógica)
Actual, futuro y eventual (ya los vimos)
Pérdida de una chance: En la doctrina nacional la opinión es favorable, la
jurisprudencia la ha aceptado en algunos casos

2 Responsabilidad de los contratos de consumo:


Transporte terrestre: El art. 184 del Código de Comercio determina que en caso de
muerte o lesión de un viajero, acaecida durante el transporte en ferrocarril, la empresa
estará obligada al pleno resarcimiento de los daños y perjuicios, no obstante cualquier
pacto en contrario, a menos que pruebe que el accidente provino de fuerza mayor o
sucedió por culpa de la víctima o de un tercero por quien la empresa no sea civilmente
responsable. Hay responsabilidad contractual: el transportador tiene la obligación de
llevar sin inconveniente alguno al pasajero a su lugar de destino y si éste sufre un
daño la empresa debe repararlo, salvo que pruebe (hay inversión de la prueba) que el
daño ocurrió por fuerza mayor, culpa de un tercero o de la victima misma.
Transporte por agua: La ley de Navegación establece en el art. 330 "El
transportador es responsable de todo daño originado por la muerte del pasajero o por
lesiones corporales, siempre que el daño ocurra durante el transporte por culpa o
negligencia del transportador, o por las de sus dependientes que obren en ejercicio de
sus funciones. La culpa o negligencia del transportador o de sus dependientes se
presume, salvo prueba en contrario, si la muerte o lesiones corporales han sido
causadas por un naufragio, abordaje, varadura, explosión o incendio, o por hecho rela-
cionado con alguno de estos eventos".
Transporte aéreo: el Código Aeronáutico establece: Art. 139.- El transportador es
responsable de los daños y perjuicios causados por muerte o lesión corporal sufrida
por un pasajero, cuando el accidente que ocasionó el daño se haya producido a bordo
de la aeronave o durante las operaciones de embarco o desembarco. Art. 142.- El
transportador no será responsable si prueba que él y sus dependientes han tomado
todas las medidas necesarias para evitar el daño o que les fue imposible tomarlas. Art.
143.- La responsabilidad del transportador podrá ser atenuada o eximida si prueba que
la persona que ha sufrido el daño lo ha causado o ha contribuido a causarlo.

Productos elaborados. Ley de defensa del Consumidor 24.240. Art.40: “Si el daño al
consumidor resulta del vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio,
responderán el productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el
vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio. El transportista
responderá por los daños ocasionados a la cosa con motivo o en ocasión del servicio.
La responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las acciones de repetición que
correspondan. Sólo se liberará total o parcialmente quien demuestre que la causa del
daño le ha sido ajena”
Ventajas de la ley respecto a la responsabilidad civil únicamente:
Gratuita (no se pagan tasas de justicia; en el otro es ordinario)
Sumarísimos (en el otro juicios muy largos)

3 Responsabilidad contractual objetiva y subjetiva:


Factores subjetivos de imputabilidad: Imputar es atribuir a una persona la
autoría de un hecho y sus consecuencias.
Para que a una persona puedan imputársele los efectos dañosos de un acto ilícito o del
incumplimiento de una obligación contractual, es necesario que ella sea la causa
material de aquel acto o de aquel incumplimiento. Es decir que entre el daño producido
y el hecho obrado por la persona a quien se le atribuye responsabilidad debe existir
una relación de causalidad física o material.
No basta solo con establecer el nexo de causalidad, sino que debe determinarse la
relación de causalidad jurídica mediante la comprobación de la existencia de culpa o
dolo en la actuación del sujeto presuntamente responsable, deudor de la obligación
incumplida.
Se necesita indagar sobre la autoría moral o jurídica para establece la responsabilidad
civil por el daño causado.
Hay que centrarse en la subjetividad del agente mediante una doble operación que
consiste, en primer lugar, en determinar si el hecho fue resultado de un
comportamiento querido por el agente; y en segundo lugar, si esa actuación merece
reproche o censura por haber obrado aquél con dolo o culpa.
Para saber si el hecho fue el resultado de un comportamiento querido por el agente es
necesario previamente comprobar si éste gozaba de discernimiento al tiempo de
ejecutarlo; es decir si tenía aptitud para comprender los alcances del mismo y si su
voluntad no se hallaba viciada por el error, el dolo o la violencia.
Conforme al código, los actos se reputan practicados con discernimiento excepto en los
supuestos en los cuales, conforme al régimen legal, debe considerarse que el sujeto
actúa sin la facultad de discernir.
Causas de inimputabilidad: No es imputable quien no ha tenido capacidad para
obligarse por el contrato de cuya violación se trata. La capacidad para contratar
supone siempre el discernimiento que para los actos lícitos se tiene desde los 14 años
según el art. 921.
No puede hablarse de incumplimiento cuando el acto que habría dado nacimiento a la
obligación no ejecutada está viciado de nulidad por incapacidad del sujeto.
Tampoco es imputable al deudor que siendo capaz de otorgar el acto que lo obligó, cae
posteriormente en estado de demencia y la obligación no se ejecuta aunque no fuese
interdicto. La falta de discernimiento en el deudo impide que se le pueda imputar dolo
o culpa en la inejecución.

Factores objetivos de responsabilidad: Cuando la atribución de la consecuencia del


hecho dañoso no está referida a la culpa, o sea no es imputable moralmente al sujeto
autor del hecho, el factor de responsabilidad es objetivo por prescindir de la persona.
● La aplicación de los factores objetivos, al contrario de lo que ocurre con la culpa,
debe ser expresamente prevista en la ley, dado su carácter excepcional en el sistema
de la responsabilidad civil.
● En la hipótesis en que el daño concurre con algunos de los factores objetivos de
atribución de responsabilidad, existe la misma obligación de reparar el daño que en los
casos en que el perjuicio es imputable por aplicación del factor subjetivo de la culpa.
● Por mantener una terminología tradicional y que alude uniformemente al deber de
indemnizar que se origina fuera del contrato, es que llamamos también ilícitos a estos
hechos, aunque no lo sean en sí mismos, sino potencialmente en sus efectos.
● Para distinguirlos de los delitos (ejecutados con dolo) y cuasidelitos (ejecutados con
culpa), designamos a aquéllos como “actos ilícitos potenciales” (supra, nro. 179).
● Los factores objetivos de responsabilidad admitidos por la ley como fundamento del
deber de indemnizar, tanto en el ámbito contractual como extracontractual, son: la
garantía, el riesgo, la equidad, el abuso del derecho y el exceso de la normal tolerancia
entre vecinos.
Régimen de garantías: Al adquirir productos durables (electrodomésticos, muebles,
ropa, etc.) el consumidor goza de una garantía legal por cualquier defecto que impida
que el producto sea utilizable. La ley 23.361 amplió los plazos al establecer una
garantía legal mínima de 6 meses cuando se trate de cosas muebles nuevas y de 3
meses cuando se trate de cosas muebles usadas.
En caso que el producto requiera reparaciones, el transporte al taller o fábrica deberá
ser realizado por el responsable de la garantía y los gastos de flete y seguro se
encontrarán también a su cargo. El tiempo que dure la reparación deberá agregarse a
la duración de la garantía original, a fin de que el consumidor goce de 3 meses de
garantía del producto a partir de que se encuentre en posesión de él.
Los fabricantes, importadores y vendedores de productos durables, deben asegurar un
servicio técnico adecuado y el suministro de los repuestos y partes del producto (conf.
Arts. 11 y 12).
Si la reparación no resulta satisfactoria porque el producto reparado no quedó en las
condiciones óptimas para su uso normal, el consumidor puede (conf. Art. 17):
 Pedir la sustitución de la cosa adquirida por otra de idénticas características. En
tal caso el plazo de a garantía legal se computa a partir e la fecha de la entrega
de la cosa nueva;
 Devolver la cosa en el estado en que se encuentre a cambio de recibir el
importe equivalente a las sumas pagadas, conforme al precio actual en plaza de
la cosa, al momento de abonarse dicha suma o parte proporcional, si hubiere
efectuado pagos parciales;
 Obtener una quita proporcional del precio.
En todos los casos, la opción por parte del consumidor no impide la reclamación de los
eventuales daños y perjuicios que pudieren corresponder.
Los productores, importadores, distribuidores y vendedores de las cosas son
solidariamente responsables por el otorgamiento de la garantía legal (art. 13
incorporado por la Ley 24.999).

Sanciones:
Quienes hayan cometido una infracción serán pasibles de las siguientes sanciones, las
que podrán aplicar independiente o conjuntamente:
 Apercibimiento
 Multa de $100 a $5.000.000
 Decomiso de las mercaderías y productos objeto de infracción.
 Clausura del establecimiento o suspensión del servicio por un plazo de hasta 30
días.
Cuando un proveedor no cumple sus obligaciones legales o contractuales con el
consumidor, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor,
independientemente de otras indemnizaciones que correspondan. Es decir, se trata de
una multa que se aplica ante el incumplimiento del proveedor, al margen de que
ocasione o no un daño material, moral o de cualquier otro tipo para el consumidor. La
multa civil no puede exceder los $5.000.000.
A partir de la ley 23.361 los consumidores podrán reclamar una indemnización por vía
administrativa cuando se determine la existencia de daño directo. El daño directo es
todo menoscabo al derecho del consumidor, susceptible de apreciación pecuniaria,
ocasionado de manera inmediata sobre sus bienes o sobre su persona, como
consecuencia de la acción u omisión del proveedor de bienes o prestador de servicios.
La autoridad de aplicación podrá determinar la existencia de daño directo y obligar al
proveedor o prestador de servicios a resarcir al consumidor, hasta un valor máximo de
5 Canastas Diarias que publica el INDEC. Las sumas que el proveedor pague al
consumidor en sede administrativa serán descontadas de otras indemnizaciones que
por el mismo concepto pudieren corresponderle por acciones iniciadas en cede judicial.

4 Limitaciones al resarcimiento y 5 Incumplimiento de cargas


legales o convencionales: Voy a pedir que lo expliquen el lunes
porque no lo encontr en ningún lado!

6 Suspensión del cumplimiento del contrato: Creo que son los


modos extintivos, tampoco lo encontré en otro lado con este nombre así
que supongo que es eso que son la revocación, rescición y resolución y
están en la bolilla anterior.

7 Cumplimiento imposible, especies: (creo que es esto) Resulta de


causas ajenas a las partes y no genera para ellas responsabilidad ni de orden civil ni
de orden penal. Pero en este caso, el caso fortuito o fuerza mayor debe producirse sin
que ninguna de las partes haya incurrido en mora, pues en caso contrario, la parte
deberá soportar la responsabilidad civil. La imposibilidad de cumplir debe ser posterior
a la celebración del acuerdo, ya que de haber sabido que era imposible no hubiese
habido relación contractual válida. Debemos diferenciar esta institución, de las
incorporadas por la reforma (abuso de derecho, lesión, abuso de derecho) ya que en
ella la prestación no resulta imposible sino que se convierte en excesivamente gravosa
para una de las partes.

8 Responsabilidad por incumplimiento contractual:

Presupuestos (incumplimiento contractual, mora, imputabilidad del


incumplimiento, daño y nexo causal entre el incumplimiento y el daño):
Incumplimiento contractual:
a) Prestación imposible: Sólo habrá responsabilidad para el deudor si la
inejecución es imputable al deudor por dolo o culpa, o si éste se hubiese hecho
responsable de los casos fortuitos o de fuerza mayor, sea por una cláusula
especial o por haberse constituido en mora. Si la inejecución no se produce en
las condiciones mencionadas, se extingue sin responsabilidad para el deudor.
b) Cumplimiento irregular o defectuoso: El pago debe hacerse con observancia de
lo estipulado en cuanto a modo, tiempo y lugar. Art.625: En las obligaciones de
hacer, si se hiciera de otra manera a lo convenido, se tendrá por no hecho o
podrá destruirse lo que fuese mal hecho. Sin embargo, el derecho del acreedor
a rechazar la mala ejecución no constituye una facultad absoluta, por ejemplo
no puedo ejercerla si se tratara de pequeñas imperfecciones.
c) Cumplimiento tardío: En los casos en que hubiese un plazo esencial (ej:
catering en cumpleaños de 15), es decir en aquellas en que la designación del
tiempo fue motivo determinante para contratar. De nada sirve, que la ejecute
después. Nuestra legislación no lo contempla, pero sí la doctrina.
d) Obligación de no hacer: No es necesaria la interpelación para que el deudor
incurra en incumplimiento, pues si el deudor hizo aquello que le estaba vedado
no ha habido propiamente retardo, sino incumplimiento.

Mora: El retardo en el cumplimiento de la obligación. Constituye un incumplimiento


relativo, porque si bien el deudor no ejecutó la prestación en tiempo oportuno, puede
aún hacerlo. Art.508: “El deudor es igualmente responsable por los daños e intereses
que su morosidad causare al acreedor en el cumplimiento de la obligación”. Para que el
retardo sea jurídicamente relevante deben estar integrados todos los elementos de la
mora (retardo, imputabilidad del incumplimiento al deudor por culpa o dolo, daño
sufrido por el acreedor y relación de causalidad entre el incumplimiento y el daño
ocasionado)
Constitución en mora: El incumplimiento material del deudor debe ser jurídicamente
calificado por la constitución en mora para que aquél responda. Puede producirse por
una interpelación (hecho voluntario lícito por el cual el acreedor requiere de pago al
deudo) que el acreedor hacer para que el deudor pague (mora ex persona), o puede
que ella se produzca por el mero transcurso del tiempo, de pleno derecho, automática
(mora ex re).
Efectos: Surge de la mora, la responsabilidad del deudor por el daño que resultare al
acreedor como consecuencia del retardo en la ejecución de la prestación debida. Ésta
responsabilidad consiste en la obligación de indemnizar los daños e intereses
moratorios. (Si el deudor termina por cumplir la obligación, aquél sólo deberá los
daños e intereses ocasionados por la mora. Ahora, si la obligación se torna de
imposible cumplimiento se deberán solamente los compensatorios, que comprenden el
daño integral sufrido por el acreedor).
· Otro efecto de la mora es la traslación de los riesgos que estaban a cargo del
acreedor y que en adelante deben ser soportados por el deudor.
· La mora del deudor atribuye a la otra parte la facultad de resolver el
contrato(ar.1023)
Cesación de la mora: Es distinta a la renuncia a los efectos de la mora, en ella el
acreedor resigna el derecho que tiene a reclamar los daños e intereses moratorios. En
la cesación del estado de mora, el deudor deja de estar en mora sin que ello importe
eximirlo de la responsabilidad que le incumbe por los daños y perjuicios ocasionados al
acreedor, mientras se hallaba en mora. En consecuencia, la mora cesará: a) Por
haberse extinguido por su cumplimiento; b) Por haberse hecho imposible.
Mora del acreedor: El acreedor puede incurrir en mora al omitir actos, y que así se
impida la ejecución de la prestación debida. La nota del art.509 lo expresa; el acreedor
se encuentra en mora toda vez que por un hecho o una omisión culpable, hace
imposible o impide la ejecución de la obligación por ejemplo rehusando a aceptar la
prestación. La mora del acreedor debe ser imputable por culpa o dolo. Los efectos se
inducen analógicamente de los efectos de la mora del deudor.
Inimputabilidad del incumplimiento:
Caso fortuito o fuerza mayor: Interrumpe el nexo causal y ubica la causa del daño
fuera de la órbita de actuación del deudor.
Imprevisión: Art.1198. Mismo caracteres que el caso fortuito, pero la obligación no se
torna imposible sino excesivamente onerosa para una de las partes, pudiéndose
rescindir el contrato (sin resp. Para el deudor), o pudiéndose revisar para mejorar los
efectos del contrato (facultad de la parte beneficiada, y no una opción de la parte
perjudicada) Se fundamenta en el principio de equidad, de buena fe, equilibrio de las
prestaciones y abuso del derecho entre otros.

Daño:
Concepto: el daño es un perjuicio que sufre una persona o su patrimonio por culpa de
otro sujeto. El daño, por lo tanto, supone un detrimento en los derechos, bienes o
intereses de un individuo como consecuencia de la acción u omisión de otro.
Daño resarcible: Concepto: Menoscabo que se experimenta en el patrimonio por el
detrimento de los valores económicos que lo componen (daño patrimonial) y también
la lesión a los sentimientos, honor o afecciones legítimas (daño moral).
Daño patrimonial:Art.1068: “Habrá daño siempre que se causare a otro algún perjuicio
susceptible de apreciación pecuniaria, o directamente en las cosas de su dominio o
posesión”(…). Elementos: · Daño emergente: perjuicio efectivamente sufrido. · Lucro
cesante: Ganancia de la que fue privado el damnificado. En ambos casos, se impide el
enriquecimiento legítimo del patrimonio.
Requisitos del daño resarcible: debe ser: cierto, subsistente, personal del reclamante y
afectar un interés legítimo del damnificado.
Prueba del daño: Al damnificado que pide el resarcimiento le corresponde probar la
existencia del daño y la cuantía del mismo. Probado el daño y no habiéndose
establecido su monto por una prueba directa, no corresponde el rechazo de la acción
sino que quedará al prudente criterio judicial la fijación del mismo.
Determinación del daño: Modificaciones intrínsecas: El daño que debe indemnizarse es
el que subsiste en el momento de dictarse la sentencia que condena su pago.
Entretanto, el daño originariamente causado puede modificarse ya sea aumentando o
disminuyendo. Son solo computables las modificaciones intrínsecas.

Relación de causalidad entre el daño y el hecho.


Concepto: El daño cuya reparación se pretende, debe estar en relación causal
adecuada con el hecho de la persona o de la cosa a las cuales se atribuye su
producción; pues de otro modo se estaría atribuyendo a una persona el daño causado
por otro o por la cosa de otro.

9 Sanción resarcitoria: Daños indemnizables. El daño moral.


Determinación de la reparación. Prescripción.

Daños indemnizables
1) Daño compensatorio y moratorio: Según la causa; si el incumplimiento del contrato
es definitivo, es daño es compensatorio, por involucrar el daño integral. Si el
Incumplimiento es relativo, el daño es moratorio y comprende el perjuicio que cause al
acreedor la demora en cumplir su obligación.
2) Daño intrínseco y extrínseco: Intrínseco: el que se produce en relación al objeto
mismo de la prestación. Extrínseco: el que eventualmente sufre el acreedor en otros
bienes distintos del objeto de la prestación.
3) Daño común y daño propio: Común: El que habría experimentado cualquier persona
con motivo del incumplimiento de la obligación. Propio: el que sufre una persona
determinada por circunstancias que le son particulares. (Ej: falta de entrega de
heladera, a un vendedor de refrescos). El daño común siempre es objeto de
reparación, no así el daño propio que para incluirse debe ser conocido por el deudor al
contraerse la obligación.

Daño moral.
Concepto: Lesión en los sentimientos que determina dolor o sufrimiento físicos,
inquietud espiritual o agravio a las afecciones legítimas, y en general toda clase de
padecimientos insusceptibles de apreciación pecuniaria.
Teoría del resarcimiento: La mayoría de la doctrina afirma que la reparación del daño
moral no difiere de la reparación del daño materia; pues constituyen distintas especies
de daños. Reparar un daño, no es siempre rehacer lo que se ha destruido sino también
dar a la víctima la posibilidad de procurarse satisfacciones equivalentes a las que haya
perdido. En los daños morales, el dinero cumple una función de equivalencia entre el
daño y la reparación.
Teoría de la sanción ejemplar o represiva: Es la que sigue LLambías, el cual justifica la
sanción no por el lado de la víctima sino por el lado del ofensor. No constituye un
resarcimiento, sino una pena civil mediante la cual se reprueba ejemplarmente la falta
cometida por el ofensor.
Régimen legal: Con la ley 17.711 se incorporan 522 y 1078. Contractual: Art.522:”En
los casos de indemnización por responsabilidad contractual el juez podrá condenar al
responsable al la reparación del agravio moral que hubiese causado, de acuerdo con la
índole del hecho generador de la responsabilidad y circunstancias del caso”
Extensión del resarcimiento: La reparación “integral” del daño constituye el principio
general en materia de responsabilidad. Esa integralidad no quiere decir plenitud
material, sino jurídica; ya que solamente se debe responder dentro de los límites
fijados por la ley. Este principio de todas maneras, no es absoluto, ya que existen
situaciones excepcionales en que se restringe expresamente la obligación de resarcir:
Ejs: casos en que hay cláusula penal, o se trata del deudor moroso de una suma de
dinero.
Otros casos: Indemnizaciones tarifadas (como las de la Ley de Acc. De trabajo), o
limitadas por topes máximos, como en la Ley de despidos; o atenuadas como en los
supuestos de los arts. 1069 y 907.
· Las reglas de imputación que adopta nuestro código, expusieron en relación al
incumplimiento contractual, atribuyendo mayor alcance a la obligación de reparar
cuando hay dolo, que cuando hubo sólo culpa.

Prescripción:
Término ordinario: art 4023: “toda acción personal por deuda exigible se prescribe por
10 años, salvo disposición especial”
Aplicaciones legales y jurisprudenciales del término ordinario.
Supuestos en los que se aplica el término ordinario:
Acción de daños y perjuicios derivados del incumplimiento de un contrato.

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