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Módulo 2 - Lectura 2 PDF
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libertad
(continuación)
Derecho
Penal II
1
Delitos contra la libertad (continuación)
Bien jurídico protegido: El delito atenta contra el derecho de las personas a no ser víctimas de
actos susceptibles de alterar su tranquilidad esperitual, produciéndoles inquietud o temor.
Tipo objetivo: el medio, que objetivamente caracteriza al delito es la vis moral, consistente en el
anuncio a la víctima o víctimas, en forma manifiesta o encubierta, de palabra, por escrito o de
hecho, de un daño en su persona, intereses o afectos, que el autor tiene la posiblidad de causar.
El anuncio de un daño cuya causación no depende, directa o indirectamente del que lo anuncia,
no constituye el delito, porque, entonces el daño, no sería obra del autor. El daño amenazado,
debe ser injusto, es decir, el autor no debe tener derecho a ocasionarlo, y debe ser idóneo para
inquietar o atemorizar al sujeto pasivo. La idoneidad del daño, cuya valoración es relativa,
depende tanto de la objetividad del daño amenazado, como de las condiciones y circunstancias
personales del amenazado.
Tipo subjetivo: Delito doloso. El autor debe obrar para alarmar o amedentrar a la víctima. No basta
el dolo eventual.
Agravantes:
Por el empleo de armas: esta calificante concurre si el autor amenaza con un arma
propia o impropia o si con el uso de ella apoya una amenaa de otra índole.
Si fueran anónimas: este tipo de amenazas, efectivizables a distancia, por escrito u otro
medio de comunicación, existen cuando el autor no se da a conocer, sea callando su
identidad o disimulando bajo nombre supuesto o en otra forma. Esa mayor forma de
gravedad deriva subjetivamente de la mayor maldad del autor y objetivamente de la menor
posiblidad de la víctima de resguardarse al ignorar de dónde proviene el peligro.
Coacción. El tipo penal. Agravantes.
Es autor de este deliot el que hace uso de amenazas con el propòsito de obligar a otro a
hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad.
Aspecto del bien jurídico protegido: Es un delito contra la libertad de determinación de las
personas. Por ello, la obligación, la abstención o la tolerancia exigida por el autor, debe ser contra
la voluntad de la misma.
Tipo objetivo: La coacción es una amenaza individualizada por el propòsito del autor, que no debe
hacerlas para alarmar o amedrentar al sujeto pasivo, sino para obligarlo a que actúe o no actúe o
que soporte o sufra algo. El objetivo que el autor se propone lograr puede ser algo lícito o ilícito,
porque la criminalidad del hecho no reside en la ilicitud de lo exigido a la víctima, sino en la ilicitud
del hecho de exigir en sí.
Tipo subjetivo: Es un delito doloso, que exige dolo de propòsito. El autor debe actuar consciente
de la ilicitud de la exigencia y de la voluntad contraria de la víctima.
Agravantes:
La coacción se agrava:
Por el empleo de armas
Si fueren anónimas.
Si tuvieren como propòsito la obtención de alguna medida o concesión por parte de
cualquier miembro de los poderes públicos (art. 149 ter, 2º , let. a): los poderes
públicos son los tres poderes del Estado Nacional, de los estados provinciales o de las
municipalidades. La víctima de las amenazas puede ser el titular del poder o sus
integrantes.
El objeto a obtener puede ser una disposición o resolución o el otorgamiento de algo
(concesión) por el destinatario de las amenazas en ejercicio del poder público. La
exigencia puede ser legítima o ilegítima. No es necesario que las amenazas alcancen
su objeto.
Por el propòsito de compeler a una persona a hacer abandono del país, de una
provincia o de los lugares de su residecia habitual o de trabajo (CP art. 149 ter, inc. 2º,
let. b).
El agravamiento sólo exige que el autor obre con el propósito de obligar a la víctima a
realizar el abandono.
El art. 150 del CP castiga con prisión de 6 meses a dos años, si no resultare otro delito
más severamente penado, al que entrare en morada o casa de negocio ajena, en sus
dependencias o en el recinto habitado por otro, contra la voluntad presunta o expresa de quien
tenga derecho de excluirlo.
A los efectos de la protección penal, el de domicilio es un concepto más amplio que el
concepto del derecho civil –domicilio real-.
Elemento normativo: el domicilio debe ser ajeno. Lo es en relación al autor, si aunque siendo
propietario del lugar, el autor no es el titular del derecho a morar, negociar, o habitar en él; o no
tiene un derecho accesorio al del titular para hacerlo (el derecho de los hijos). Desde la ley 23.515
que reformó el art. 90 inc. 9º del Código Civil los esposos fijan de común acuerdo el lugar de
residencia de su familia, por lo que el derecho de la esposa dejó de ser accesorio al del marido,
por lo que ambos son titulares del derecho de exclusión. Pero no son titulares de ese derecho: los
que trabajan o están agregados en la casa de otro o que gozan de un derecho concedido por el
titular (entre otros amistad, pupilaje o permisos).
Tipo objetivo: la conducta consiste en entrar a uno de los recintos constitutivos de un domicilio
ajeno, esto es, pasar a su interior desde afuera. La entrada en domicilio ajeno es punible si el
agente la efectúa contra la voluntad expresa o presunta de quien tiene derecho de excluirlo. A
este derecho lo tiene originalmente el titular del domicilio. Las demás personas con derecho a
habitar en este domicilio, sólo tienen el derecho de exclusión por delegación del titular.
El agente ha entrado en domicilio ajeno contra la voluntad expresa de su titular o de su
representante, si sabía que uno de ellos, gozando del derecho de excluirlo, clara y directamente le
ha prohibido la entrada. El agente ha entrado en su domicilio ajeno, contra la voluntad presunta de
su titular o de su representante, si las circunstancias del caso, conocidas por él, eran suficientes
para hacerle sospechar que el titular del derecho de exclusión se opondría a su entraria. La
voluntad contraría se presume vgr. Respecto del desconocido o del conocido que persigue fines
ilícitos.
Consumación: el delito es instántaneo se consuma cuando el autor ha introducido toda su persona
en el recinto ajeno. La penetración sólo parcial implica una tentativa.
Las normas constitucionales: la CN dispone que el domicilio es inviolable y una ley determinará
los casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento (art. 18 CN). La misma
garantía consagran la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 12), la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. 9), la Convención Americana sobre
Derechos Humanos -Pacto de San José de Costa Rica- (art. 11, ap. 2), y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos todos con rango constitucional (art. 75 inc. 22 CN).
Aspectos proceales: las leyes procesales establecen en qué casos procede el allanamiento de un
domicilio. Exigen como formalidades y justificativos para practicar el allanamiento una orden
escrita y fundada otorgada por juez o autoridad pública competente, con los demás requisitos y
resguardos que se determinen (por ej. el horario y la notificación al habitante).
Causas de justificación: el art. 152 CP establece que las disposiciones sobre violación y
allanamiento ilegal de domicilio no se aplican al que entrare en un domicilio ajeno para evitar un
mal grave a sí mismo, a los moradores, o a un tercero, ni al que lo hiciere para cumplir un deber
de humanidad o prestar auxilio a la justicia.
Se trata de una causa de justificación, en razón de una autorización legal. Son casos en que la
reserva de la intimidad del domicilio cede ante los intereses resguardados por el art. 152.
Para que la eximente concurra basta que el autor entre en el domicilio ajeno para satisfacer uno
de los fines señalados por la ley. El error no excluye la eximente, incluso si es imputable al autor.
Violación de secretos y de la privacidad. Aspecto protegido del bien
jurídico. Objetos protegidos. Sistematización de los tipos penales.
La ley nº 26.388, agregó al epígrafe original del Capítulo III del Titulo V del Libro II del
Código Penal “Violación de Secretos”, la mención del bien jurídico “Privacidad”.
El CP protege aquí la incolumnidad de la intimidad de la correspondencia de los papeles
privados y de los secretos, y la libre comunicación entre las personas. El art. 18 de la CN
garaantiza, frente a la acción de las autoridades, la inviolabilidad de la correspondencia epistolar y
de los papeles privados y establece que una ley determinará en qué casos y con que justificativos
podrá procederse a su ocupacion.
El cambio de rúbrica de este capítulo, obedece a que este capítulo del CP no sólo protege
datos “secretos” porque correspondencia y papeles privados son cosas intimas y no
necesariamente secretos. Lo íntimo es necesariamente privado, pero lo privado puede no ser
íntimo, de modo que, el resguardo de la intimidad de los individuos exige una protección más
intensa que su vida privada. La intención del legislador ha sido, extender la protección penal a los
ataques contra la privacidad del sujeto pasivo.
El 25/06/08 se sancionó la ley 26.388 conocida como “Ley de delitos informáticos”. El
objetivo central de esta ley es incorporar en el Código Penal normas referidas a las nuevas
tecnologías de la información y de las comunicaciones que fueron surgiendo a partir de mediados
del siglo pasado, logrando de esta manera actualizar el sistema punitivo, suplir falencias y colmar
lagunas normativas.
Nuestro CP, regido por los principios de legalidad y de prohibición de analogía, no resistía
ni admitía ningún tipo de integración, ni extensión de sus preceptos, que tiendan a completar los
elementos ausentes en los tipos penales.
La doctrina y la jurisprudencia penal venía destacando la carencia de elementos en los
tipos penales respecto de las acciones relacionadas con el uso y aplicacion de nuevas
teconologías. Esta falta de expresión legal de los adelantos científicos y técnicos acaecidos con
posterioridad a la sanción original del Código, no fue suplida por ninguna ley modificatoria
posterior.
Esta ley tiene por finalidad evitar que ciertas conductas –idénticas a otras y agresoras de
idénticos bienes jurídicos- queden excluidas de la perscución por el mero hecho de haberse
cometido empleando un medio novedoso (e-mails) para la estricta letra de la ley.
Objetos del delito
Nuñez enseñaba que por correspondencia se entendía la comunicación por carta, pliego o
despacho telegráfico y fonográfico o de otra naturaleza, enviada por un remitente a un
destinatario. Una comunciación no existe por el simple hecho de que el remitente la envie al
destinatario una pieza escrita o grabada, sino que es necesario que el remitente sea un
interlocutor del destinatario, vale decir, que aquél mediante esa pieza, establezca un diálogo.
La ley 26.388 incluye dentro del concepto amplio de”correspondencia” a las
comunicaciones electrónicas solucionado por vía legislativa las controversias generadas en la
doctrina y la jurisprudencia, sobre la posibilidad de asimiliar el correo electrónico (e-mail) a la
correspondencia tradicional.
De todas formas, la solución legislativa plantea algunas dudas, pues el vocablo
“comunicación electrónica” parecería no sólo abarcar al correo electrónico sino que extenderse a
otros medios de comunicación como los archivos multimedia, servicios de mensajería instantánea
(SMS) , sistema de transferencia de datos vía Bluetooth, “chateo”, etc. La ausencia de una
definición precisa de este concepto conllevará a su constante reformulación en virtu de los
incesantes avances teconológicos. Por ello, la jurisprudencia deberá determinar el alcance de este
elemento normativo del tipo penal. Recurriendo a la función reductora del bien jurídico.
Tipo objetivo: Abre indebidamente la correspondencia el que, con arrego a la ley o los derechos
no tiene derecho a hacerlo. Las autoridades sólo pueden abrir la correspondencia ajena en los
casos en que la ley, con las justificativos que establece, las autoriza a ocuparla (CN, art. 18).
Los particulares bajo cuya potestad, tutela, cura o guarda se encuentra el remitente o destinatario,
tiene el derecho de abrir su correspondencia. Carecen de ese derecho el marido y el guardador.
Tipo subjetivo: el delito es imputable a título de dolo, requiere que el autor tenga conocimiento de
que la correspondencia no está dirigida al autor y obre con la conciencia de su falta de derecho. El
error, excluye ese conocimiento.
II. Apoderamiento de la correspondencia o de otro papel privado (art. 153 1º párrafo, 2ª disposic.
del CP)
El objeto del delito puede ser también una comunicación electrónica, una carta, un pliego,
o un despacho u otro papel privado, y estos pueden estar cerrados o abiertos.
Tipo subjetivo: el apoderamiento debe realizarse indebidamente, vale decir, no debe estar
autorizado por ley y debe ejecutarse por el autor con cociencia de su ilegitimidad.
III. Supresión y desvío de correspondencia (art. 153 1er párrafo, 3ª disp. CP).
El delito consiste en impedir que, en su curso, la correspondencia, cerrada o abierta y no
dirigida al autor, llegue a su destinatario, sea sacándola de curso (supresión) o cambiando de éste
(desvío). El delito, sino atenta directamente contra la intimidad o reserva de la correspondencia, lo
hace contra la libertad de la comunicación entre las personas.
IV. Interceptación o captación indebida de comunicciones electrónicas (art. 153 2º párrafo CP)
Este tipo penal castiga a quien sin autorización intercepta, es decir, apoderase, detener u
obsturi, o capta, que equivale a percibir u obtener comunicaciones electrónicas o
telecomunicaciones provenientes de un sistema de acceso privado o restringido. La ley 19.798
define el término “telecomunicaciones” como toda transmisión y emisión o recepción de signos,
señales, escritos, imágenes, sonidos o informaciones de cualquier naturaleza, por hilo
radioelectricidad, medios ópticos u otros sistemas electromagnéticos.
V. Agravamiento
El autor de las distintas hipòtesis delictivas previstas en el art. 153 se agrava si el autor
además comunicare a otro o publicare el contenido de la carta escrito, despacho o comunicación
electrónica.
El receptor de la comunicación, hecha en todo o en parte debe ser un tercero no partìcipe y
no autorizado para conocer el contenido de la correspondencia. El culpable publica el contenido
de la correspondencia cuando lo hace notorio o patente, en todo, o en parte, de manera que
pueda llegar a noticia del público.
Asimismo, si el hecho fuera cometido por un funcionario público abusando de sus
funciones le corresponderá la pena conjunta de inhabilitación especial por el doble tiempo de la
condena.
VI. Acceso ilegítimo a un sistema de dato informático de acceso restringido (art. 153 bis CP)
El art. 153 bis incorporado por ley 26388 reprime como figura de aplicación subsidiaria (si
no resultare un delito más severamente penado) el acceso ilegítimo a un sistema informático.
Tipo objetivo: consiste en acceder a sabiendas por cualquier medio e indebidamente (sin
autorización o excediendo la que se posea) a un sistema de datos informáticos de acceso
restringido.
La ley 25.326 de Habeas Data define al dato informático como los datos personales sometidos al
procesamiento electrónico o automatizado.
Tipo subjetivo: es imputable a título de dolo. Resultarán atípicas aquellas conductas inocuas y
hasta en ocasiones beneficiosas para el titular del sistema o dato informático –hacking ético-, es
decir, aquella actividad que sólo persigue descrubrir las vulnerabilidades de un sistema informático
para mejorarlo sin acceder a la información personal contenida en áquel.
Este tipo penal protege la libertad de las personas en cuanto atañe a sus derechos a que
no se entregue al conocimiento general su correspondencia no destinada a la publicidad.
Tipo subjetivo: el delito es imputable a título de dolo. Requiere que el autor obre con la conciencia
de que la correspondencia no está destinada a la publicidad, que la publica indebidamente y que
puede perjudicar a terceros.
El art. 156 del CP castiga a quien teniendo noticia, por razón de su estado, oficio, profesión
o arte de un secreto cuya divulgación pueda causa daño, lo revelare sin justa causa.
La denominación de “violación de secreto profesional” que comúnmente se le da a este
delito, restringe su alcance, porque lo que se protege es el secreto particular, aunque no sea un
secreto violado por un profesional.
Es un secreto en el sentido del art. 156, no sólo lo que los interesados tienen reservado y
oculto para sí o para un determinado círculo de personas, sino, igualmente lo que estando en esas
condiciones, es ignorado por el interesado como es la enfermedad conocida por el profesional,
pero ignorada por el paciente. Objeto del secreto pueden ser hechos, ideas conocimientos y
sentimientos propios o ajenos relativos a una persona, institución objeto o situación.
El autor tiene noticia del secreto por razón de su estado (ministerio) oficio (ocupación
habitual), empleo (trabajo en relación de dependencia), profesión (profesión liberal o actividad
cuyo ejercicio requiere título o autorización y matrícula oficial) o arte (actividad que supone la
posesión de conocimientos o técnicas especiales) si en el ejercicio de ellas conoce un secreto
vinculado a su ejercicio. No es necesario qu el secreto le haya sido confiado por el interesado al
autor, sino que basta que éste lo hubiere descubierto o advertido al prestar servicios al primero.
Tipo objetivo: el autor revela el secreto si lo descubre o manifiesta a un tercero que no pertenece
al círculo de los obligados a guardarlo. No es necesario que el autor divulgue el secreto.
Consumación: la revelación del secreto consuma el delito si fuere hecha por el autor sin justa
causa y la divulgación del secreto pudiera causar perjuicio. Constituye una justa causa para
revelar el secreto, el consentimiento del interesado, la defensa del propio interés o el deber legal
de comunicar o denunciar el hecho a la autoridad, entre otros, el deber de denunciar
enfermedades infecto-contagiosas impuesto a los profesionales de la salud, o el deber de
denunciar delitos perseguibles de oficio conocidos en el ejercicio de sus funciones por los
funcionarios públicos.
La doctrina considera que el art. 156 CP privilegia el mantenimiento del secreto médico,
aún frente a la obligación de denunciar delitos perseguibles de oficio, puesto que de lo contrario se
sacrificaría la salud o la vida de las personas incursas en delitos de acción pública que
necesitaran asistencia médica. Para Nuñez la regla es el secreto del art. 156 del CP.
Otros autores (Soler) llegan a la misma conclusión pero fundándose en la interpretación de
normas procesales. La ley hace prevalecer el interés de la salud de un ser humano, aunque sea
un delincuente sobre el interés social en la persecución y castigo delictivo.
Cuando el autor sea funcionario público sufrirá, además pena de inhabilitacion especial de
uno a cuatro años.
Este tipo penal que fue incluido originariamente por la ley 25236, que regula el habeas data
que fue incluido en el art. 43 tercer párrafo de la CN reformada en 1994, se extiende a un
programa de “protección de datos personales”. El bien tutelado es, por excelencia la protección
de la intimidad (art. 19 CN), pero también alcanza a la honra, la reputación, la imagen y hasta la
libertad de información. En definitiva el derecho a la autodeterminación informativa.
Sujeto activo: es quien accede a sabiendas (dolo directo) de cualquier forma a un banco de datos
personales. Si fuere funcionario público sufrirá, además, la pena conjunta de inhabilitación
especial de uno a cuatro años.
Tipo objetivo: la ley alude a dos modalidades específicas: acceder ilegítimamente o violando
sistemas de confidencialidad y seguridad de datos, en ambos supuestos, debe tratarse de un
acceso sin autorización del titular o de la ley.
Objeto: el objeto de protección penal son los archvios de datos personales, o sea, el conjunto
organizado de datos personales que sean objeto de tratamiento o procesamiento electrónico o no,
cualquiera fuere la modalidad de su formación, almacenamiento, organización o acceso (art. 2 ley
25.326).
El art. 158 establece que “será reprimido con prisión de un mes a un año el obrero que
ejerciere violencia sobre otro para compelerlo a tomar parte en una huelga o boicot”.
El bien jurídico protegido es el ejercicio de la libertad individual de trabajo del obrero frente
a movimientos que promuevan el ejercicio de medidas de fuerza (huelga o boicot) y que para
garantizar sus resultados presionen sobre otros trabajadores pertenecientes al grupo por su
afiliación o por pertenecer al gremio en conflicto. La tutela se dirige hacia el pleno ejercicio de la
libertad de trabajo entendida como la facultad de trabajar o asociarse de los obreros, empresarios,
y empleados. El art. 158 no protege el derecho a la huelga, amparado en el art. 14 C.N, sino la
compulsión a la huelga, y el derecho a trabajar, o a ejercer toda industria lícita, navegar y
comerciar, asociarse, también receptados a nivel constitucional.
Sujeto activo del delito es un obrero. Se entiende por tal a quien se encuentra en una condición de
dependencia laboral, y que tiene un rol operativo o subalterno de carácter manual en la relación o
contrato de trabajo. Cabe recordar que este tipo penal, es originario del Código de 1921, época en
la cual el ejercicio de la huelga era patrimonio de ese sector, luego se fue incorporando a quienes
cumplían otro tipo de tareas, administrativas, jerárquicas, entre otras.
Sujeto pasivo es otra persona de la misma condición. En consecuencia no serán típicas las
conductas de otros ciudadanos como los dirigentes sindicales, activistas políticos o piqueteros
(que por definición son desocupados).
Acciones típicas: es el ejercicio de violencia para compeler a tomar parte en una huelga o boicot.
La violencia es la física, quedando excluido todo otro medio de coacción como la fuerza en
las cosas, la amenaza o los insultos. No se encuentra penalizada la actividad destinada a que un
obrero se sume a una huelga o boicot porque ello es inherente a todo movimiento social masivo o
colectivo.
Las acciones típicas deberán ser realizadas para que el sujeto pasivo tome parte en un
boicot o huelga.
El boicot implica la abstención de consumir determinados productos o servicios de una
empresa. Ha caído en desuso como medida de fuerza.
La huelga es la abstención colectiva y concertada en la prestación laboral por un número
considerable de trabajadores con un objetivo determinado, pudiendo asumir diversidad de
modalidades prácticas.
Debe quedar en claro que no se penaliza el ejercicio de la huelga en si, aún cuando se
ejerza con presión, vehemencia, protesta, alteración publica ya que se requiere el ejercicio de
violencia física.
El C.P. en el art. 158 última parte establece la penalización del empresario o empleado que
por sí o por cuenta de alguien ejerciere coacción para obligar a otro a abandonar o ingresar a una
sociedad obrera o patronal determinada.
Lo protegido es la libertad asociativa sindica y empresaria, entendida como el conjunto de
poderes individuales y colectivos, que aseguren la independencia de sus respectivos titulares en
orden a la fundación, organización, administración, gobierno y actividad externa (actividad
sindical) de las asociaciones profesionales de trabajadores.
La finalidad de la norma penal parece ser la de evitar monopolios sindicales, así como la
conformación de sindicatos amarillos que se sometan a la empresa o a intereses de terceros.
Sujetos activos y pasivos: a diferencia de la compulsión a la huelga y el boicot pueden ser sujeto
activo y pasivo el patrón, empresario y empleados.
Empresario es quien dirige la empresa por si o por intermedio de personas y con el cual se
relacionan jerárquicamente los trabajadores, cualquiera sea la participación que las leyes asignen
a estos en la gestión y dirección de la empresa.
Empleado conforme el art. 25 LCT es el que se obliga a prestar servicios en las condiciones
establecidas en la ley, cualquiera sea la modalidad de la prestación.
Acciones típicas: no se exige la violencia física o moral, sino que se apela al concepto más amplio
de coacción, con lo cual los medios o conductas comitivas se amplían y restan, a su vez, ámbito
de aplicabilidad a la figura de la coacción.
El tipo penal del art. 161 castiga al que impidiere o estorbare la libre circulación de un libro
o periódico.
Al resguardar su libre circulación, el art. 161 protege hasta su recepción por el destinatario
o adquirente, la situación de los libros y de los periódicos destinados por quien los hubiere
ediatado o por un tercero a ser distribuidos. Quedan al marge de esta protección las etapas
anteriores o posteriores en la circulación del libro o periódico, entre otras, su impresión y su
posesión por el destinatario o adquirente.
Tipo objetivo: impide la circulación el particular o el funcionario público que imposibilita de hecho la
distribución del libro o periódico, antes de su comienzo o durante su curso. La estorba el particular
o funcionario que, por cualquier medio material perjudica de hecho la regular circulación del libro o
periódico, retrasándola, desviándola de su curso o poniéndolo otros obstáculos que no lleguen a
impedirla.
La norma constitucional: el art. 14 de la CN establece que tanto las autoridades como los
particulares pueden ejercer una censura previa de la prensa.Por ello, la ilicitud de los escritos, no
es una condición especial para el resgurado represivo de la libre circulación de los libros y
periódicos. Lo que se protege por medio del tipo del art. 161 del CP es la libertad de pensamiento
y expresión, la cual comprende el derecho de buscar, recibir, y difundir informaciones e ideas de
toda índole, en forma escrita, impresa o artistica (art. 75 inc. 22CN, Convención Americana de
Derechos Humanos , art. 13 inc. 1º, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 19
inc. 2º).
Libertad de prensa y delito de imprenta: El art. 161 no reprime el delito cometido por medio de la
prensa, pues no tiene no objeto castigar un abuso delictivo del derecho de publicar las iedas por la
prensa a la que se refiere el art. 32 de la CN.