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LUMEN GENTIUM
ESCUELA DE TEOLOGÍA
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
MODALIDAD SEMIPRESENCIAL
«ACTIVIDAD 03»
PRESENTADO POR:
EDGAR RANGEL ROJAS
DOCENTE:
MTRO. ALEJANDRO ALMAZÁN DEL CASTILLO
1
7. ¿Cómo define el Concilio de Trento la figura sacerdotal cristiana?
Implicación eclesiológica
Todo el mundo reconoce que el Vat. II consagra y establece un cambio en la
reflexión eclesiológica. El dato más importante en relación con nuestro tema es la
introducción de la participación de todos los bautizados en la construcción de la
Iglesia y la realización de su misión. Por la incorporación a Cristo, a través de los
sacramentos de iniciación cristiana, todos los creyentes reciben del mismo Cristo el
encargo de ser miembros activos y responsables del cuerpo eclesial. Para destacar
de forma esquemática el cambio realizado, se podría decir que en la visión anterior
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la relación entre Cristo y los creyentes estaba mediatizada por la jerarquía; los
ministros sagrados y, por lo tanto, los fieles podían eventualmente ser colaboradores
del apostolado jerárquico; en la visión actual hay una inmediatez en la relación entre
Cristo y los fieles; es el mismo Cristo quien delega en los fieles la función del
apostolado. Dentro de esta visión general toma un nuevo sentido el término
ministerio. Designa también el encargo-servicio que los fieles no ordenados ejercen
en la Iglesia para el bien de la Iglesia.
Implicación sacramental
La ordenación es reconocida como sacramento: "El acto de la ordenación... es al
mismo tiempo invocación del Espíritu Santo, signo sacramental, reconocimiento de
los dones y compromiso" El ministerio debe entenderse desde la Iglesia. Cada vez
más se ve como un servicio especial en el contexto de la Iglesia, pueblo sacerdotal.
En su función de anunciar la palabra, administrar los sacramentos y guiar a la
comunidad, el ministerio ordenado no está sólo en la Iglesia, pero se le pone al
frente con autoridad. Se realiza por mandato y en cuanto actualización de Jesucristo;
su autoridad no debe entenderse, pues, como una delegación de la comunidad. Los
ministros ordenados "pueden ser llamados sacerdotes de modo pertinente porque
realizan un servicio sacerdotal especial en cuanto que fortalecen y edifican el
sacerdocio real y profético de los fieles mediante su oración de intercesión y su guía
pastoral de la comunidad" (Documento de Lima, 17).
El caracter, como realidad ontológica, relación objetiva del sacerdote con Dios y su
configuración objetiva con Cristo, debería interpretarse como un "ens physicum
absolutum" que serviría de fundamento a las nuevas relaciones que adquiere la
persona. Su objetividad ontológica queda subrayada en las tesis de su autonomía de
la gracia, de su indelebilidad incluso en la otra vida, de su permanencia
independiente del ejercicio de la función y de la coherencia o incoherencia moral de
la persona marcada por él.