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LOS COMUNEROS
DRAMA HISTÓRICO EN CUATRO ACTOS

POIl

CONSTANCIO FRANCO V.

I.A ESOENA PASA EN EL NUEVO REINO DE GRANADA,

DE 1780 Á 1784:

~888

BOGOTÁ
IMPRENTA DE VAPOR DE ZALAMEA nERMANOS.
Editor, E. Zalamc8.

El autor dedica este Drama. á su maestro y amigo, 01 eminente e8~ritor


colombiano, Dr. MANUEL MARtA MADlEDO.
LOS COMUNEROS.

ACTO PRIMERO.
-
PERSONAL.

DON JORGE LOZANO UE PSRALTA .... Marq ués de San Jorge.


DOÑA MAníA TADE!. GONZÁLEZ M .. Esposa del Marqués.
DON FllANCISCO GUTIÉRREZ DE P ... . Regente del Reino.
DON MANUEL GARCíA OLANO ........ . Administrador de Correos.
FRAY CrBUCO DE AnCUILA ... Dominicano. O" .... .

UN UJIER ... oo. oo. 'o . . . .


Del país.
00, •••• o ••••••••••

La escena pasa. en Santafé en casa del Marqués de San Jorge. Salón luio~
flamente adornado, al gusto de la época. En el escenario dos puertas}
Ulla á la derecha y otra. á. la izquierda.. Sobre la pared elel fondo el
Escudo del Ma.rquesado, consistente en medio óvalo, mitad rojo, con
.cinco fiores de lis l y mitad amarillo, con una corona. encima.

ESCENA 1.

DON JORGE Y DOÑA MARíA.

MARíA. (En tono de reconvención). Ya DO lo repito más.


4 LOS COMUNEROS.
ley que de ter .
JORGE. Señora, los hombres obedecen á la
mina su carácter.
ocedores de l
MARíA. A excepci6n de aquellos que, con
juz ga r de la
• mundo y bastante maliciosos pa ra
de los demás,
inocencia, hipocresía y volubilidad
otra regla de
meditan lo que hacen, y no tienen
conducta que lo que les conviene.
JO RG E. Qué me queréis decir 1
en proceder ...
MARíA. Quiero significaros que hacéis mal
JO RG E. Como lo hago 1

MARÍA. Sí.
o, y tol era r
JO RG E. Es decir que debo hacerme el muert
to le plazca 1
que el Visitador-Regente haga cuan
MA RíA . y c6mo podéis estorbarlo 1
JORGE. Pues estorbándolo, Marquesa.
1
MARíA. De qué medios disponéis pa ra ello
en ap titu d de
JORGE. Mi posici6n en el Reino, me pone
pueblo.
poder servir con éxito á la causa del
amiento tan
MARíA. Juzgo que si hacéis parte de un alz
rará no Rola.
impopular como temerario, pelig
sino también
mente esa posici6n de que gozáis,
pa ra nadie.
vuestra for tun a; y esto, sin utilidad
toma pode.
JORGE. La revoluci6n es popular y cada día
mandatarios,
roso incremento. Así, los actuales
re la clase
malos si los hay, que se ciernen sob
rientos á se.
desvalida y la riqueza social, hamb
ooa codicioso
mejanza del cuervo que f8volo
que, si la vía.
sobre su presa, sabrán muy pronto
cia el agui•
tima ha llevado hasta hoy en pacien


LOS COMUNEROS. 5
jón que desapiadadamente punza sus carnes, al
fin se levanta orgullosa demandando á la justi.
cia del cielo el castigo de sus opresores.
MARíA. y qué malos han hecho á vos las autoridades 1
JORGE. Ninguno.
MARíA. Entonces por qué pretendéis vengar ajenos
agravios ~
JORGE. Un hombre de bien, buen cristiano, no puede
mirar con indiferencia las desgracias de su pró.
Jlmo.
MARíA. Estáis qué compasivo!
JORGE. El precepto moral manda aliviar al que sufre.
MARíA. No olvidéis que Su Majestad, Don Carlos III,
os ha hecho Marqués, grande y noble de este
Reino.
JORGE. Es veruad; como es también cierto que me ha
permitido tomar la cualidad de caballero, mano
teniéndome el derecho de llevar en mi Escudo
flores de lis en campo de gules.
MARÍA. Tened asimismo presente, que el señor Virrey
Flórez, Comendador de Lopera, de la Ordeu de
Calatrava, y gentil hombre de Cámara, os ha
prodigado su estimación y personales mIra.
mientos.
JOltGE. Mi gratitud para con él no tiene límites.
MARÍA. El Visitador-Regente, Don Francisco Gutié.
rrez de Piñeres, os trata Con singular deferencia.
JORGE.
y yo correspondo á sus estudiadas finezas, que
más se dirigen á vos que á mí.
LOS COMUNEROS.
6
MARÍA. A mí, decís 1
JORGE.
Marquesa, ese hombre que es un engendro de
todas las malas pasiones ...... es siniestro.
MARtA. Lo creeis 1
JORGE.
Puedo aseguraros que es un caballero de indus .
. tria, de esos" conocedores del muudo, de que
vos babláis, que no tienen más regla de conducta
que lo que les conviene."
MARtA. Esa sátira 1.. ....
JORGE.
Me expreso con vuestras propias palabras, amad ..
- '
y senara mIO..
MARtA.
y yo os hahlo con el cariño é interés de la esposa.
JORGE. No lo dudo.
MARtA.
Re querido apenas recordaros que b gratitud ....
JORGE. Es un sentimiento ........ .
MARtA. Que obliga.
JORGE.
y ecba profundas raíces en los corazones nobles
y la. almas que se elevan, siquiera sea una Hnea,
sobre el nivel del vulgo.
MARtA. De manera que ........ .
JORGE.
Comprendo lo que queréis decirme: de manera
que yo, habiendo recibido una i(ran merced del
Rey, y sido tratado por el Virrey y el Regente
del Reino, con especial miramiento, debo guaro
darles la más cumplida obediencia.
MARiA.
(Con altivez). Marqué', ó yo me expreso difusa.
mente ó vos uo me comprendéis bien.
JORGE.
Posible es que yo no haya penetrado en las pro.
fundidades de vuestro pensamiento.
LOS COMUNEROS.

MARíA. Una mujer de mi condici6n, jamás exige de su


marido nada que pueda afectar su dignidad.
JORGE. De ello estoy convencido.
MARíA. He querido apenas significaros, que os sienta
mal el papel de revolucionario.
JORGE. De seguro que vuestras reflexiones iban á parar
á esta perentoria concl usi6n.
MARÍA. y que ese papel, que asumís en mala hora,
compromete nuestra felicidad.
JORGE. Cuando la Providencia nos destina á representar
algún papel de importancia en la escena del mun'
do, reserva para sí el cuidado de dirigirnos.
MARíA. Nobleza obliga, Marqués.
JORGE. Eso mismo digo yo, Marquesa. (Tomándola de
la mano y llevándola al pie del Escudo). Ved
ese Escudo.
MARíA. y quél
JORGE. Ahí están los blasones de mi casa, que nos han
dado valimiento, y que me obligan.
MARíA. A ser hidalgo.
JORGE. Precisamente. Y debéis recordar que yo no soy
tan solo hidalgo de cotera, que pierde sus privi.
legios en variando de domicilio; ni hidalgo de
privilegio, que ha comprado ú obtenido gratuita.
mente esta merced; sino también, hidalgo de
ejecutoria, es decir, por sangre; y esta hidalguía
me compromete á ser generoso con el desvalido
y humanitario para con todos.
MARíA. No se trata de eso.
8 LOS COMUNEROS.

JORG E. Mi título de Marqués, concedido casi con la


misma solemne dignidad, que el que otorg6 su
Majestad, Don Enriq ue lII, al Infan te Don
Alonso, hijo de Don Pedro de Arag6n, me im.
pone indeclinables deberes, los cuales no puedo
echa r en olvido sin empequeñecer mi nombre,
faltar á mi conciencia y arroj ar un bald6n inde.
leble sobre mi raz~.
MARíA. Si el Rey os ha dado grandeza, primero está el
Rey.
JORG E. El Rey me ha distinguido, no para que sea vi.
llano, sino para que sirva con nobleza y des.
prendimiento á. la felicidad de sus pueblos.
MARíA. Hast a á aquellos que se levantan contr a los fue.
ros leales?
JORG E. y cuáles son esos?
MARíA. Los criollos de estos sus dominios, tí quienes vos,
señor, prestáis valiosa ayuda, para llevar ade.
lante sus sediciosas miras.
JORG E. (Volviendo al fondo). Pesa actualmente, no
s6lo sobre la desgraciada raza indígena, sino
también sobre los mestizos y blancos, una escla.
vitud tan pesada é insoportable, como la que
impusieron á los aborígenes, á excepci6n de Oo.
16n, Balboa, Quesada, Venero de Leiva, Guir ior
y muy pocos otros conquistadores y colonizado.
res, los demás señores que se apoderaron del
Nuevo Mun do!
MARtA. Sois víctima de un lamentable error.
LOS COMUNEROS. 9
JORGE. Señora, cuando los indios eran cazados con pe.
rros de presa, y se les degollaba 6 arcabuceaba
sin piedad en los bosques, quemándoseles sus
plantaciones y caseríos, al menos se tenía piedad
de ellos!
MARíA. C6mo?
JORGE. Sí, piedad, porque la insaciable codicia le. arre.
bataba con los bienes la vida. Hoy, es cierto,
la implacable y feroz tiranía, no siega como en
aquellos aciagos y tristes tiempos, las cabezas de
tribus enteras, pero hace pesar sobre los pueblos
que pretende poner á la sombra de la civiliza.
ción y del protectorado cristiano, una especie de
esclavitud mucho más abominable!
MARíA. Cuál?
JORGE. La del hambre! (Con entusiasmo). La del hamo
bre, Marquesa: que seca la leche en el pecho de
la madre; que quita el pan y el abrigo al niño
inocente; que mata toda esperanza en el traba.
jador y le cierra las esclusas del porvemr;
que ..... .
MARíA. Exageráis J
JORGE.
N 6. Preciso es tener el coraz6n de hierro para
no conmoverse ante el desgarrador espectáculo
de la miseria, que asesina lentamente al pueblo
poniendo trabas á la industria y exagerando el
impuesto. Señora, vos sois madre; qué haríais
si no contando con otra Cosa para mantener, alo.
jar y vestir á vuestros hijos idolatrados, que los
10 LOS COMUNEROS.
ganancias os
productos de vuestro trabajo, estas
dor indolente
fueran arrebatadas por el recauda
é inf am e!
MARíA. Me conmovéis!
idad vienen
JO RG E. Marquesa, la benevolencia y la car
, tenemos la
de lo alt o; y los que estamos arriba
los que es.
obligaci6n de mi rar por la suerte de
re ese ba rro
tán abajo. Echad una mirada sob
cuántas des.
social que se llama pueblo, y veréis
tas lágrimas
gracias hay qu e combatir y cuán
que enjugar.
ad os los que
MARíA. Jesucristo ha dicbo: "B ien av en tur
lloran" ... .. .
Pero es precio
JORGE. " Porque ellos serán consolados."
cielo sino en
so que lo sean no solamente en el
la tierra.
MARíA. Sí.
sa de la mise.
JO RG E. Ahora bien ; sabéis quién es la cau
!
ria que aflige boy á la muchedumbre
MARíA. Qu ién !
JORGE. El Visitador-Regente.
MARíA. Él !.. ....
aer sobre el
JORGE. Con el plan fiscal que ha hecho rec
trabajo y los valores creados.
MARíA. El Regente obedece al Rey.
elente, está.
JORGE. Su Majestad, que es un coraz6n exc
engañado.
MARÍA. 06mo as! !
es excesiva
JORGE. Gutiérrez le ha hecho creer que
LOS COMUNEROS. 11
nuestra riqueza, y que de esta Colonia puede
sacar cuanto necesita para los gastos de la Coro.
na, y atender á la guerra que sostiene con la
Gran Bretaña!
MARtA. Cosa rara!
JORGE. De aquí la razón por la cual el pueblo oprimido,
se levanta para protestar por la fuerza contra
los poderes que le arrebatan su subsistencia.
MARtA. y vos entráis decididamente en la insurrección 1
JORGE. Nobleza obliga. Soy bidalgo, y me pongo al ser.
vicio del menesteroso. Soy honrado, y tengo que
respetar los fueros de la justicia, que son ante.
riores á todo acomollamiento. Además ......
MARíA. Basta y sobra lo dicho, Marqués.
JORGE. Hay gentes que no son buenas, ni para tiranos
ni para esclavos, y entre ellas me encuentro yo.

ESCENA n.
DON JORGE, DOÑA MARÍA Y UJIER.

UJIER. (En, la puerta). Se pregunta por el ~eñor Mar.


queso
JORGE. Quién!
UJIER. Un sacerdote.
MARtA. Di6 su nom bre !
UJIER. Fray Ciriaco de Archila.
JORGE. Que siga.
UJIER. Muy bien. (Vá.~e).
12 LOS OOJCONBROS.

MARÍA. Os abandono.
JORGE. (OO'n terrw,ra). N6, permaneced á mi lado. Aca_
so no sabéis cuánto Rufro cuando me falta el
fuego de vuestras miradas, y dejo de escuchar el
armonioso timb re de vuestra voz t
MAR tA. Vaya, que sabéis cambiar repentinamente de
tono ! Y á fé que no sé qué admi rar más, si
vuestro ceño adusto cuando habláis de coaas 8e-
rias, 6 vuestra amabilidad cuando queréis ser
galante.
JORGE. Con vos soy siempre el mismo, Marq uesa ; esto
es, el más sincero admirador de vuestros encan_
tos y el más rendido amante. 8610 que cuando
tratamos de asuntos que más afectan nues tra
inteligencia que la sensibilidad amorosa de nues_
tro coraz6n, me veo precisado á varia r de len_
guaje.
MARÍA. E.~timo en alto grado vuestra adhesi6n, señor.
JORGE. y debéis saber que senan cortos dos millones de
siglos, para apag ar el fuego que abrasa mi alma .

ESC ENA III.

DON JORGB, DoBA MARÍA y FRAY ABORILA.

ARORILA. (Entrwndo y muy respetUOBMll6'lll.e). Sellora


Marquesa ......
MARtA. Sois bienvenido.
ABoJuLA. Sellor Marqués ......
27

LOS OOMUNEROS. 13
JORGE. (Dándole la mano). Salud, Fray Archila. Sen.
táos. (Todos se sientan, Archila en medio).
ARORILA. Bendici6n sohre vosotros, que sois tan huenos.
MARíA. Gracias.
JORGE. Me traéis noticias?
AROIIILA. E interesantes.
JORGE. Sepámoslas.
AROIIILA. N o soy yo quien lo ha visto.
JORGE. Qué?
AROIIILA. Valga la verdad de los noticiosos.
MARíA. Continuad.
AROHILA. Permitidme. (Va á las puertas del escenario, á
ve?' si alguien le escucha).
MARíA. (Bajo al Marqué8). El Fraile es malicioso.
JORGE. Cada cual obedece á su carácter.
ARORILA. (Sentándose, paso al },[arqués). La señora ?. ....
JORGE. Guarda como un dep6sito sagrado todos mis peno
samientos.
MARtA. El Marqués y yo somos dos cuerpos con una sola
alma.
ARORILA. Bien. Por el lado del Norte: en Barichara, Si.
macota y Mogotes, las gentes encabezadas, res.
pectivamente, por Don Javier G6mez, Don
Custodio Arenales y Don Juan Ignacio Gual.
dr6n, han hecho resistencia al pago de algunos
impuestos de los comprendidos en la Armada de
Barlovento y la Alcabala.
JORGE. Festinan el movimiento!
AROIIILA. No hay quien no trate de aliviar, lo más pronto
14 LOS COMUNEROS.
Po r otr a pa r.
que puede, el dolor que lo agobia.
te .... ... . .
JORGE. N o guardéis reserva.
a la raza in.
ARCHILA. La insurrecci6n es poderosa ero tod
díg4llla.
JORGE. Qué otr a cosa sabéis!
o ba bla r lj.
ARCHILA. (Mirando por todas partes). Pued
~remente de tod o!

JORGE. Ya. sabéis que sí.


MARíA. Como en vuestra propia celda.
Inca, Rey
ARCHILA. " Don José 1, por la gracia de Dios,
enos Aires y
del Perú, Santafé, Quito, Chile, Bu
Señor de los
Continente de los mares del Su r,
s en el gra n
Césares y Amazonas, con dominio
r de la Piedad
Pa itit í, Comisionado y Distribuido
sublevado á
Suprema por el Erario sin pa r," ha
destruir una
los indios del Perú, y después de
el pueblo de
fuerte columna de españoles en
y se apoder6
Sa ng arr ara , organiz6 su ejército
do á todos los
del Cuzco, desde donde se ha dirigi
érica, invi.
oprimidos semejantes suyos de la Am
oles auxilios
tándolos á la rebeli6n, y ofreciénd
que viven y
para que salgan de la opresi6n en
os !
restauren el trono de sus antepasad
nteoimiento.
JORGE. Noticias tenía ya de este fausto aco
MARíA. Po r qué no me lo habíais contado!
JORGB. Descuidos, Marquesa.
1, po r
lIlARfA. es, Fr ay Archila, ese "D on José
...., r

LOS COMUNEROS. 15
la gracia de Dios," Rey de todas las tierras co.
nocidas 1
ARCHILA. Es José Gabriel Condorcanqui, descendiente de
los Incas del Perú, del pueblo de Tungaruca, co.
rrespondiente á la Provincia de Tinta.
JORGE. Conocido hace algún tiempo por su carácter re.
voltoso y altivo, con el nombre de Tupac Amaru.
MARíA. De manera que este es otro don Ambrosio Pisco,
de quien me habéis hablado, "Hijo del sol, de la
raza de Zaquizazipa, descendiente directo del
gran legilllador Nemequene y del poderoso gue.
rrero Thisquesusha, Señor de Chía y Príncipe de
Bacatá "1
JORGE. Tupac es más levantado de carácter é irascihle
de genio que Pisco; Pisco más calmado, benévo.
lo y sereno que Tupac.
MARíA. Pues, señores, permitidme que os diga que estáis
locos.
ARCllILA. Locos!
MARíA. Ni más ni menos. i Pretendéis que una raza casi
extinguida, abyecta y degradada, sacuda sus ca.
denas y se levante altiva contra los inteligentes
poderes del Gobierno! Pues, á fé mía, que seme.
jante pensamiento sólo cabe en cabezas que ha.
yan perdido el juicio!
ARCllILA. Amén.
MAllÍA. Qué decís 1
ARCIIILA.
Digo simplemente" amén," señora Marquesa.
JORGE.
Los indios son aún numerosos, y hay mestizos
16 LOS COMUNEROS.

que los acompañan y blancos que los dirigen.


ARCHILA. Gente de P'·o.
MARÍA.. A pesar de todo, la contienda será tanto más te.
meraria, cuanto ridícula.
ARCHILA. Mucha, veces el peje pequeño mata al grande!
MARíA. Ilusos!
ARCHILA. El gusano se come al hom bre !
MARíA. Ya no existen esas tribus esforzadas de los tiem.
pos pasados, ni siquiera su dialecto, del cual no
queda más que una docen~ de palabras, pronun.
ciadas por papagayos en la cima de los árboles,
como el ave de Agripina que gorjeaba voces
grieg&s sobre l~s balaustradas de los palacios de
Roma.

ESOENA IV.

DON JORGE, DOÑA MA.RíA, FRAY ARCHILA Y UJIER.

UJIER. (En la pue?·ta). El señor Manuel García Olano.


MARíA. (Al Ma"qués). Prudencia.
ARCHILA. Es de los nuéstros.
MARíA. Oómo! no es el Administrador de Oorreos del
Reino 1
JORGE. Y por qué UD Administrador de Oorreos no
puede ser revolucionario 1
MARÍA.. Falta á 'u deber para con el Rey.
ARCHILA. Según los preceptos de la ley de Dios, el primer
deber del hombre es amar á su pr6j imo; y ama
á sus semejantes, no quien los humilla y tiranl.
..... ' '1

LOS OOMUNEROS. 17
za, silla qUlen da luz á su alma y pan á su
cuerpo.
MARíA. Fray Archila 1
ARCHiLA. Señora.
MARíA. Amén.
ARCRlLA. G"atia plena, para aquel que ama á Sil pr6jimo.
UJIER. Señor Marqués, el anunciado aguarda.
MARQUÉS. (Poni¿ndose de pie y yendo á la puerta). Que
éntre el señor GarcÍa. (Hay un rato de silencio).

ESCENA V.

DON JORGE, DoiíA MARíA, FRAY ARCHILA y MANUEL.

MANUEL. (A la Marquesa). Os ofrezco mis respetos.


MARíA. Señor Gareía.
ARO HILA. (De pie). Señor Administrador ......
JORGE. (Dando asiento á Manuel). Estamos mejor sen.
tados que de pie.
AnCRILA. Mejor estaríamos muertos!
JORGE. Ha sido despachada mi correspondellcia !
MANUEL. Sin demora, ni peligro.
JORGE. Os agradezco.
MANUEL. Por qué!
JORGE. Hay novedades 1
MANUEL. Crece por todas partes el calor revolucionario.
Increíble es el descontento de los indios á canse.
cuencia de la visita que acaba de practicar en
casi todo el Reino el Fiscal de la Audiencia,
DOll Francisco Moreno.
2


18 LOS COMUNEROS.

ARCHILA. Ese hombre es feroz !


MANUEL. El Visitador, entre otras crueles medidas, dis.
puso que las pohlaciones en donde habia menos
de mil indigenas, se supri miera n.
JORGE. y con qué objet o?
MANUEL. Para vender las tierra s 6 "Res guar dos de los in.
dios," por cuen ta de la Real Haci enda .
ARCHILA. Más felices son las aves, que tienen para volar el
inmenso espacio azu I !
JORGE. Y los fruto s de la natur aleza silvestre para ali.
ment arse!
MANUEL. A los indígenas les ha dolido en extremo el que
se les oblig ara á aban dona r los lugares en que
había n nacido y se había n criado, para volver á
los solitarios bosques en compañía de las fieras,
6 á otros poblados á vivir de la ajena merced.
ARCHILA. Oh, Dios clem ente!
MANUEL. Dícese que algunos de aquellos infelices se lleva.
ban las cunas de sus hijos, para suspi rar en con·
torno, por dias de menos tribu laci6 n y amar gura.
J OROE. Desgraciados!
MANUEL. Otros, sentados á la sombra de algún árbol 6 de
una piedra, esperaban impasibles la muer te con
los brazos cruzados sobre el pecho y los ojos fijos
en el sitio que ocupaba el hoga r ya incen diado !
JORGE. De mane ra que lo que se prete nde es el aniqu i.
lamiento 6 total exter minio de los restos de una
raza, antes tan laboriosa y guer rera?
LOS OOMUNEROS 19
AROHILA. (Aparte). Caín, Caín; qué estáis haciendo de
vuestro hermano!
JORGE. (De pie). Oh tiranos ! generación de víboras ~ Te.
néi¡ á vuestro arbitrio Ciudades y Provincias,
pueblos enteros hiucados á vuestros piés, y no os
contentáis con el respeto y veneraci6n que os pro.
fesan, sino que creeis que es preciso exterminar.
10R! Matad, esterilizad, cubrid la inteligencia
con la negra ceniza de la ignorancia, para que
de ella salga la sombra en vez de la luz, que
mañana no encontraréis quien os tribute alaban.
zas ni llene de oro vuestros cofres; poniéndoos,
al fin, frente á frente de la Justicia divina, que
permite el mal pero no para siempre!
AROHILA. Gl07'ia in excelsis Deo!
JORGE. (Sentándose). Don Manuel.
MANUEL. Señor Marqués.
JORGE. Creeis que hayan llegado ya miS cartas al So.
corro!
MANUEL. No solamente las vuéstras, sino las de los demás
amigos de la causa.
JORGE. Bien. Veremos cómo obra Berbeo.
MANUEL. He enviado también :í algunas poblaciones del
Norte, la proclama de Tupac Amaru.
JORGE. Corriente. Bueno es que se sepa que la revolu.
ci6n es universal.
MANUEL. Tupac tiene ya diez y siete mil hombres en el
Cuzco ~
JORGE. La comisión destinada :í Zipaquirá y Nemoc6n,
20 LOS COMUNEROS.

Tunj a y Chiq uinqu irá, Güepsa y el Puen te


Real, ha escri to 1
MANUEL. Se mo ha dicho que satisf actor iame nte. Desde el
Tách ira hasta aqui, si cielo está cárdeno y prono
to se dejar á senti r la temp estad .
ARCHILA. (Frotándose las manos). La cosa marc ha.
MANUEL. Los oprimidos rugen , á seme janza del tigre opri.
mido.
ARCHILA. y harán las veces de la ola de un mar agitado.
MARíA. Señores, estáis amen azand o á un le6n con un palo
de escoba.
ARCHrLA. El Gran Dux, Horl án, de Génova, se ahog6 con
un espar to !
MARíA. Fray Arch ila.
ARCHrLA. Os escucho.
MARíA. Vos creeis que las guerras son cristianas?
ARCHILA. Las guerr as no tiene n religi6n, señora Marquesa.
MARíA. Os he queri do preg untar si los cristi anos pued en
hacer la guerr a.
ARCHILA. Pedr o el ermi taño era cristi ano, sacerdote y
justo, y levan t6 el estan darte de las Cruz adas.
MARíA. Ante Dios .... "
ARCHILA. " Cuan do un ojo te escandalice, échalo afuer a,"
dice el sagra do texto.
MARíA. No comp rendo á d6nde vais á parar .
ARCRrLA. "Los Gohiernos, como opina ha Luis el Santo ,
son el ojo de los pueblos, y hay que echarlos
afuer a cuan do causa n escán dalo. "
LOS COMUNEROS. 21
MARtA. Sabéis, Fray Archila, qué distancia hay de la
deslealtad al destierro 1
AROHILA. Dos pasos.
MARtA. y de la sedición, á mano armada, al cadalso!
AROHILA. Si las cosas salen mal, uno.
MARtA. Entonces 1
AROHILA. Lau8 Deo.
JORGE. A qué vienen e~as preguntas, Marquesa 1
MARíA. A haceros presente que acometéis una empresa,
que pone en peligro vuestras cabezas.
JORGE. Cualquier día se muere, y es grato morir por la
salud del pueblo.
AROHILA. Salu8 popul·;.
MANUEL. Opino de la misma manera. La muerte antes
que ver á nuestros paisanos muriendo de hambre
bajo el azote implacable de la tiranía.
AROHILA. y al través de muerte tan honrosa, la inmorta.
lidad !
MARÜ. La inmortalidad, que es un poco de incienso
quemado ante un ataúd, se desvanece para el
común de los hombres, tan pronto como el humo!

ESCENA VI.

DON JORGE, DOÑA MARíA, FRAY AROH1LA, MANUEL Y


GUTIÉRREZ.

GUTIÉRREZ. (Entrando). He encontrado el paso franco.


(Movimiento de 80rpresa en todos).
22 LOS COMUNEROS.

AROHILA. (Apa?·te). Se ba entrado de rond6n, .~ in bablar


al portero!
GUTIÉRREZ. (Saludando). Marqués ...... Marquesa.
JORGE. Señor Visitador.
MARíA. Señor Regente.
ARCHILA. Como os decía, señor Marqués de San Jorge, es
admirable vuestra Debesa de los alrededores.
Qué terrenos tan bien acotados I Parece sonreír
en ellos la naturaleza fecunda I
JORGE. Sí, allí todo es verdor y perfumes!
GUTIÉRREZ. (Señalando á Arc1~ila). Quién es ese bombre 1
JORGE. Un excelente amigo, que ejerce en mi casa las
cristianas funciones.
GUTIÉRREZ. Vuestro confesor!
ARCHILA. Coufesor de la servidumbre de 1" casa. (Apa?·te).
H é aquí una mentira leve ! (A Gutiérrez). A la
disposici6n del señor Visitador-Regente. Me
llamo Fray Cirinco de Archila, Dominicano.
Beso los pies de Monseñor.
GUTIÉRREZ. Me conocéis 1
ARCHILA. De nombre, de nombre. (Apa?·te). Por la A.lca.
bala y la Armada de Barlovento. Infame! (Se
retM'a á un lado y los demás se sientan).
MARÍA. Se ba tenido noticia de V uesencia, el señor
Virrey 1
GUTIÉRREZ. Continúa en Cartagena.
JORGE. En qué pie está la guerra entre los ingleses y la
España 1
GUTIÉRREZ. Va de largo. Se pone actualmente, por indica.


LOS COMUNEROS. 23
ci6n del Conde de Aranda, sitio á Gibraltar;
ese altísimo y escarpado peñ6n, frente de las
costas africanas, enlazado como por una cinta de
plata á la Península Ibérica, y mientras no se
termine este espinoso asunto, FI6rez, que tiene
que resguardar nuestras fronteras marítimas del
Pacífico, no podrá regresar á Santafé.
MARíA. Pues es bien de sentirse la ausencia del señor Vi.
rrey; es tan bueno ......
GUTIÉRREZ. Gracias, Marquesa.
MARfA. No hay por qué.
GUTIÉRREZ. C6mo n6. La presencia del Virrey en la capital
del Reino, es mi ausencia de ella.
JORGE. Ya !. .....
GUTIÉRREZ. Y sentiría separarme de aquí por vos, Doña
María, porque sois mujer de una elegancia y una
distinci6n naturales, que envidiaría la más en_
cantadora dama de los salones del gran mundo.
MARíA. (Con indifeTencia). Está bien.
GUTIÉRREZ. Las más bellas y grandes señoras del tiempo de
Francisco 1, de Enrique IV y de Luis XIV, no
son comparables á vos, Marquesa.
MARíA. Sois importuno!
GUTIÉRREZ. Os ruboriza acaso vuestra hermosura sin segun_
da y superioridad aristocrática!
JORGE. C6mo marcha el Reino!
GUTIÉRREZ. Eh! Marqués; no he venido á vuestra casa á
hablar de política, asunto que me tiene un tanto
enfadado; he llegado á 8aborear con 108 Oj08 la
24 LOS COMUNEROS.

eximia belleza de vuestra esposa, y (¡ gozar de su


exquisita cultura.
MARtA. Hay, señor, ciertas galanterías, que no son para
personas de mi condici6n.
ARCHILA. (Apa?·te). Apruebo!
JORGE. (Aparte). Estólido! (Se ?'etira á habla,' con Ar.
chila).
GUTIÉRREZ. Acaso no sabéis que hace tiem pos tengo por vos
una adbesión ..... .
MARíA. Extraño, muy extraño, juzgo lo que me decís.
GUTIÉRREZ. Oh! cuando pienso que sois de otro, es tal mi
desesperaci6n, que como Ismen llamo al rayo
para que me hunda de un solo golpe!
MARtA. Qué estáis diciendo 1
GUTIÉRREZ. Me parecéis un ángel, Marques:., y bien puedo
tener coofianza con vos; miradme, y hallaréis
en mi f{soDomía una cierta emoci6n . .... .
MARtA. (Maliciosamente) . Q~e os produce la situación
política.
GUTIÉRREZ. N6. La politica es ell mí un accidente que en
nada compromete mi corazón, mientras que vos ...
MARtA. (Con imperio). Qué 1
GUTIÉRREZ. Me tenéis cautiva el alma, y en un estado de
turbación ..... .
JORGE. (Volviéndose á Gutier,·ez). Que no os pega bien.
GUTIÉRREZ. (Con desenfado). Tamhién o, enojáis, Marqnés 1
Pues á fé que tenéis razón. Yo, dueño y señor de
una dama tan seductora como la vuéstra, me la
tendría siempre amarrada del ojal del frac, yal
LOS COMUNEROS. 2ó
que quisiera hacerse mi rival, lo enviaría de un
puntapié tí los infiernos.
MARíA. (De pie, despidiéndose). Quedáis en vuestra
casa.
GUTIÉRREZ. Por qué os retiráis!
MARíA. Es excusada In pregunta. (Yéndose). Ya como
prendo por qué todo el mundo aborrece t:into á
este bom bre !
ARCRILA .• (Apa,·te). Qué chasco!
JORGE. (Apa1'te). Atrevido;
GUTIÉRREZ. (Apa1'te) . Los mejores caracteres tienen días en
que no valen para maldita la cosa!

ESCENA VII.

DON JORGE, FRAY ARCHILA, MANUEL Y GUTIÉRREZ.

MANUEL. (Respetuosamente). Señor Visitador ......


GUTIl!:RREZ. Ah! Estábais aquí ~ Pues á fé que no lo había
rBparado.
MANUEL. El hombre conocido desdeña al hombre ignorado,
sin pensar que el tiempo hace igualmente justi.
cia de sus pretensiones, y los considera á todos
indiferentes 6 ridículos.
GUTIÉRREZ. Jr., já. Bravo tamhién! ...... (Aparte). Estoy
de buenas. La una se enfada porque la miro de.
masiado, yel otro porque uo le ,,,iro nada. (A
Jorge). Marqués, discul padme con Doña María,
y decidl" que en adelante la tributaré mi culto
en silencio.
26 LOS COMUNEROS.

JORGE. Es lo prude nte.


GUTIÉRREZ. Me pregu ntába is bace poco, c6mo va el Reino 1
JORGE. Sí.
GUTIÉRREZ. Los indios, siem pre malos y estúpidos, y unos
pocos mestizos, se oponen en algunas poblaciones
al pago de los impuestos, pero habré de someter.
los á la obediencia, empleando el fuego y el
hierr o.
AROHILA. Qué nepo tismo ! •
JORGE. No sería mejo r calmarlos, suprimiendo algunos
tribu tos 1
GUTIÉRREZ. Cuál es 1 La Arma da de Barlovento es una con·
tribuci6n necesaria en los actuales tiempos, de
crisis econ6mica para la Espa ña, y en cuan to
á la Alca bala ..... .
JORGE. Que habéis dividido en quince clases 6 ramo s....
GUTIÉRREZ. Es justa.
JORGE. Para que un sistema tribu tario sea justo, es neo
cesario que llene las siguientes condiciones: que
sea equit ativo , es decir, que todos lo paguen en
relaci6n con los recursos de que disfr utan; que
no sea vejat orio á la dignidad del contr ibuye nte;
que no comprometa las subsistencias parti cula.
res poniendo trabas al traba jo y á la indus.
tria; y que perm ita la apropiaci6n de las
riquezas por la liber tad.
GUTIÉRREZ. La Alcabala se sujet a á estos requisitos.
JORGE. C6mo, señor Regente 1 Esta contribuci6n abar.
Ca: prim ero, Loa efectoa de Castilla; segundo,


LOS COMUNEROS. 27
Los efectos de la tierra; tercero, Las Pulpe.
rías; c¡;arto, Las tiendas de mercaderes; quin-
to, Las carnicerías; sexto, Los ganade1·os y
hacendados .... . .
ARCHILA. Séptimo, octavo, noveno y décimo: Las fincas
de heredades, Los censos, Las almonedas y con-
tratos púh!icos, El viento! ... .. .
GUTIÉRREZ. (Con desprecio). Eh l. .... .
ARCHILA. Sí señor, hay un impuesto llamado, Del viento.
GUTIÉRREZ. (En tono de reconvención). Fray Archila.
ARCHILA. (Respetuosamente). Monseñor ...... .
GUTIÉRREZ. Silencio!
ARCHILA. (Aparte). Ah, fariseo!
GUTIÉRREZ. Continuad, Marqués.
JORGE. Décimo primero, Los artistas y menestrales;
décimo segundo, Las administraciones forá.
neas; décimo tercero, Los arriendos; décimo
cuarto, Los comisos y condenaciones.
MANUEL. y décimo quinto, Falta de t01·naguías.
GUTtÉRREZ. Los pueblos tienen el deber de pagar al Sobe.
rano las sumas que éste necesita p.ra llenar los
fines de su cometido, de que depende la felici_
dad pública,
JORGE. Cuando los fines del Soberano se dirigen tí estos
tres resultados: subsistencia, libertad y segu_
ridad.
GUTIÉRREZ. Y quién compromete la seguridad, la libertad
y la subsistencia de los colonos!
JORGE. La Armada de Barlovento y la Alcabala, señor,
28 LOS COMUNEROS.
que no dejan una partícula de materia a propia.
ble y apropiada que no graven; un movimiento
del hombre á que no se impougan; ni un solo
acto de la inteligencia que no tratell de esteri.
lizar.
GUTIÉRREZ. Qué modo de entender las cosas!
JORGE. Todavía mlÍs. Para hacer efectivos los enormes
tributos que pesan sob re la sociedad, habéis dis.
puesto que todo individuo está obligado .. llevar
una cuenta comprobada de lo que produce, como
pra y vende, y le habéis dado el derecho de exa.
minar esta cuenta á los Administradores de
Rentas, que vejan á su arbitrio al contribuyente
y ejercen sobre él un" autoridad verdaderamente
despótica.
GUTIÉRREZ. Es verdad esto, señor Administrador de Correos?
MANUEL. Así se dice.
GUTIÉRREZ. Vos qué opináis, Fray Archila?
ARCHILA. Yo l.." "Nada opino en materia de impuestos.
Si se tra.tara de algún punto teológico, la cosa
sería diferente.
GUTIÉRREZ. (De pie). Pues bien: debéis saber todos, que mi
plan fiscal es una obra acabada por su equidad y
justicia, y que no suprim'i.ré de él una sola coma.
ARCHILA. Vanitas vanitatum !
GUTIÉRREZ. Hallándome resuelto á llevarlo á su debido
efecto por encima de todo, por razón IÍ ser neceo
sano.
AROBILA. .id U8t¿m 8uum.
LOS COMUNEROS. 29
GUTIÉRREZ. Qué queréis decir con esos latinajos!
ARCHILA. Quiero decir que Monseñor tiene necesidad de la
Alcabala y de la Armada de Barlovento.
GUTIÉRREZ. Yo n6, el Gobierno.
ARCHILA. Da lo mismo, Monseñor.
GUTIÉRREZ. Haré que las poblaciones que se han insurrec.
cionado, vuelvan á la obediencia, y castigaré
severamente á los cabecillas que en mala hora
las han lanzado en el camino de la rebeli6n.
ARCHILA. Los que crean hacer ceder á los pueblos opri.
miéndolos, se engañan; pues que la adversidad
es para los hombres como la tierra para Anteo !
GUTIÉRREZ. (Disgustado). Basta.
JORGE. Mucho mejor fuera que hiciérais uso de la
piedad. Cuando las masas, que Son sumisas,
ocurren al desesperado extremo de la guerra, es
porque realmente sufren. Rebajad los impuestos,
Y' a,í tranquilizaréis la sociedad, recibiendo sus
bendiciones.
GUTIÉRREZ. Los Gobiernos no necesitan de aplausos, SIDO
de recursos.
JORGE. y si el pueblo se resiste á darlos!
GUTIÉXREZ. La horca está de pie.
JORGE. Si así se procede ...... !
GUTIÉRREZ. De mí no se burlan los salvajes indioo, ni los
que los secundan. Os juro que me haré respetar,
como lo hicieron mis antecesores
ARCIIlLA. Ilabitus secunda et natura.
30 LOS COMUNEROS.

JORGE. Señor, por lo que se vé, los criollos prefieren


la muerte 9. la vida á que hau estado sometidos.
GUTIÉRREZ. El sepulcro aterra.
JORGE. Suprimid al menos el monopolio de la sal, del
aguardiente y del tabaco.
GUTIÉRREZ. N6.
MANUEL. El algod6n hilado sirve á las gentes pobres coruo
dinero en sus transacciones, quitad la contribn.
ci6n que pesa sobre este artl"ulo.
GUTIÉRREZ. N6.
JORGE. Las" Leyes de Indias" declaran libres á lo. indí.
genas, yiel Rey ha querido que 10 sean, empero;
son tratados peor que los esclavos.
ARCHILA. Como in illo tempore.
JORGE. Peor afino
GUTIÉRREZ. Acabemos. Sabed, Marqués, que todas mis dispo.
siciones serán religiosamente· cumplidas. Como
Mustafá, rígido observador de su poder, llevaré á
su debido efecto las leyes <.lel Reino, aun cuando
para ello me vea precisado á echar mano del
verdugo !
JORGE. Bien!
GUTIÉRREZ. y ay! de los que á ellas se opongan, bien sean
plebeyos 6 nobles.
ARCRILA. (Aparte) Gonsummatum esto
GUTIÉRREZ. (AI.Marqués). Hasta más ver. Decid de mi parte
á Doña María, que yo soy por naturaleza galano
te y ciego admirador de lo bello, y que no
LOS OOMUNEROS. 31
sienta bien á la bondad de su alma tanta suscep.
tibilidad. (VáBe).

ESCENA VIII.

DON JORGE, FRAY ARORILA Y MANUEL.

ARORILA. La sola presencia de ese hombre hace experi.


mentar calofríos. Si las aves le conocieran no se
atreverían á empollar, ni los pollos á salir de la
cáscara!
JORGE. No hay compasi6n.
MANUEL. Solo la guerra puede arrancar concesiones á la
tiranía.
JORGE. Pues adelante.
ARORILA. Sin tardanza.
JORGE. Fray Archila.
ARmIlLA. Servidor del señor Marqués.
JORGE. Estáis resuelto á todo 1
ARORILA. Por la felicidad de mis hermanos, según la natu.
raleza, á todo.
JORGE. Sin excepci6n.
ARORILA. Sin excepci6n.
JORGE. Sabéis quién es Don Juan Francisco Berbao.
ARORILA. Su nombre ha llegado á mis oídos lleno de ala.
banzas.
JORGE. Habéis oído hablar de la energía y decisión de
Ambrosio Pisco 1
AROillLA. Repetidas veces.
32 LOS COMUNEROS.
MANUEL. Esos dos hombres tienen gran prestigio sobre la~
masas del norte.
JORGE. A pesar de que el uno es mestizo y el otro es
indio.
ARCHILA. Dios no reconoce jerarquías. Todos los hombres
nacen llorando; todos muereu gimiendo, y la
tumba iguala las fisonomías!
JORGE. Bien. El movimiento revolucionario que empezó
en el sur con Tupac Amaru, va á ser secundado
en el norte por Berbeo y Pisco.
ARCHILA. Estoy entera.do.
JORGE. Es necesario que les demos aliento.
ARCIllLA. De ello vivo convencido.
JORGE. Arcbila.
ARCHILA. Señor.
JORGE. Iréis al norte 1
AROIIILA. De incógnito.
JORGE. Cómo haréis para salir de vuestro Convento sin
que se sospeche 1........ .
ARCHILA. El caso es sui gene¡·is.
JORGE. Preciso es que nadie malicie, ni se imponga.
ARCHILA. (Después de un ?·ato). Ya caigo!
JORGE. Hallásteis el medio como Newton 1
ARCIIILA. Los d uenues ........ .
JORGE. No creo en ellos.
ARClllLA. Marqués, los duendes trasladan á los hombres de
un lugar á. otro, eu menos de que me arranco
una pestaña; salvan las distancias; allanan las


LOS COMUNEROS. 33
dificultades y hacen otras Cosas muy buenas y
corrientes.
JORGE. Qué estáis diciendo 1
ARCIlILA. Digo que los séres misteriosos Je que os hablo,
hacían variar de sitio repentinamente á Apolo.
nio de Thiana.
JORGE. Os dejaréis conducir por ellos 1
ARCHILA. Solamente deseo saber el punto:í donde deba
dirigirme.
JORGE. Al Socorro. Allí egtá el centro de la rebelión.
ARCIIILA. Iré al Socorro.
JORGE. Sin falta 1
ARCHILA. Sin falta.
JORGE. Cuanto antes 1
ARCHILA. Cuanto antes.
JORGE. En aquella villa encontraréis á Berbeo.
ARC~LA. Sé que allí vive.
JORGil. Le hablaréis.
ARCIlILA. Es natural, pues no había de hacer un viaje tau
arriesgado para queda rme con la boca cerrada.
JORGE. Pisco reside en Gilepsa.
ARCHILA. Daré trazas de entenderme con él.
JORGE. · ,.
Les dnels .......
ARCHILA. D,dme bien la lección, señor Marqués.
JORGE. Les diréis que por aquí hacemos poderosos es.
fuerzos para librar á los pueblos de las contribu.
ciones qne comprometen su suerte; que trabaja.
mos sin descanso por la libertad de todos, y
que en la Jemanda contra los opresores de la
3

••
34 LOS COMUNEROS.

sociedad, seremos implacables hasta alcanzar la


victoria.
MANUEL. Que nuestra resolución definitiva, es la de librar.
nos de los tiranos que nos humillan.
ARCHILA. Y á quiénes nombro al hablar de esta resoluci6n
definitiva?
MANUEL. Ouidado con nuestras personas.
JORGE. A todos, si habláis con otro, que no sea Berbeo.
ARCHILA. Oh, sí, diré como J osué: "y al són de las trom.
petaR de todos, se caerán los muros de Jericó."
Todos es una voz general, que no compromete
particularmente á nadie.
JORGE. Si la presa está en todas partes, la serpiente tiene
aquí su mandíbula de mil dientes.
ARCllILA. De donde resulta que, el movimiento que em·
piece en el Socorro debe venir á parar á Santafé,
en donde es necesario aplastar la cabeza de la
víbora.
JORGE. Me admira vuestra penetraci6n ;
AROHILA. La conclusión era clara.
JORGE. Voy á daros unos escritos para que los repartáis.
ARCllILA. Lo haré.
JORGE. Por supuesto que con cierta maña.
ARCHILA. Por debajo del hábito.
JORGE. Hermano Archila.
ARClllLA. Hermano? Tanto mejor.
MANUEL. Oon qué nombre desempeñaréis vuestra comisi6n?
ARCHILA. Oorriente, que para ir de inc6gnito es preciso
tener otro nombre 1...... Seré un misionero capu.
LOS OOMUNEROS. 35
chino, llamarlo Ventura, descendiente de Quixi.
nimpaba.
MANUEL. Excelente invenci6n !
ARORILA. N o hay más que ordenar!
JORGE. Que la Providencia os guíe.
ARORILA. La empre.a que acometemos es grave, y debe.
mos, como buenos creyentes, confiar su dirección
y resultados al Sér Supremo. Oremos para em.
pezar, Marqués. (Se arrodilla en oración, y lo
mismo hacen el Marqués y Manuel).

ESCENA IX.

DON JORGE, FRAY ARORILA, MANUEL Y DOÑA MARÍA.

MARÍA. (Entrando). Qué compungidos ' ..... Señores, qué


estáis haciendo!
JORGE. (De pie y so'·p,·endido). Eh!
MANUEL. (De pie). Ah!
ARO RILA. (De pie). Oh!
MARÜ. Esto es sobrado curioso!
ARO RILA. Rogábamos al Gran Dios!
MARÍA. Verdaderamente estáis locos!

(Oae el telón).
ACTO SEGUNDO.

PERSONAL.

DON JUAN FRANCISCO BERBEo .. Oapitón General de los Oomuneros


DON JosÉ ANGUl.O y OLáRTE ... Alcalde del Socorro.
MANUEL J. ORTIZ........... ..... Seoretario del Oabildo de id.
FRAY OIllIAOO DE ARCBn,A .. _ o •• Dominicano.
LORENZO ALOANTUZ ......... oo' oo' Oapitan de milicias.
JosÉ DELGADILLO ................. Tejedor de mantas.
MANUELA BELTRÁN .. ,... ......... Menestral de tabacos.

I1011.tBRES, MUJERES Y MUCHACHOS DEL PUEBLO.

El escenarIo representa la plaza de la. ciudad del Socorro. Al frente la.


COBa. consistoria.l, sobre cuyo portón estará fijado el ,r Escudo de las
armas reales/, símbolo de la dominaoión espa.ñola. en América. Hacia
la mitad del costado derecho, el "Estanco de ttlobacos y aguardientes,"
y en la. pared el u Edicto del Visitador Regente tI sobre el pago de
los impuestos. En el costado izquierdo, la Casa de la Alcaldía.

ESCENA I.
DELGADILLO.

Pícaros, repícaros, ladrones l. ..... Esos son UDOS


desalmados! Es que hacer trabajar, hasta matar.
LOS COMUNEROS.

los de cansancio, á esos pobres indios, que no


tienen con qué pagar los pechos! Habrásc visto
semejante iniquidad 1...... Ya la veréis con Dios,
bribones! (Pausa). Va á comprar un poco de
algod6n en rama, y paga contribuci6n; lo hila,
y paga contribuci6n; lo teje, y paga contri bu.
ci6n; sale tí vender la manta, y paga contribu.
ci6n; la vende, y paga contribuci6n! De ma.
nera que, más se tardan las gentes en echarse
un cuarto al bolsillo que el recaudador en qui.
társelo! Y qué recaudadores, mi Dios, que se
meten hasta en las cocinas y dan palo, patadas
,
y puñadas por todo! (Pausa). Bien me decía mi
mujer: "no trabajes más, José, á ver qué te
roban; déjate morir de hambre y asunto con.
cluído." (E'Iljugándose los ojos). Pobre María,
que muri6 tan atribulada!. ..... Esta vida es, ni
más ni menos, como la pinta el señor Cura: un
verdadero infiemo, con sus llamas abrasadoras,
su pez hirviendo y sus gritos descompasados! ...

ESCENA n.
DELGADILLO y ORTIZ.

ORTIZ. Qué hacéis por aquí, José 1


DELGADILLO. Descanso, patr6n Ortiz.
ORTIZ. Sería mejor que estu viérais en el trabajo.
DELGADILLO. Además, medito.
38 LOS COMUNEROS.

ORTIZ. En qué pensáis!


DELGADILLO. En el infierno!
ORTIZ. Estáis perdiendo la caLe." 1
DELGADILLO. Y quién tiene el juicio en su lugar en estos
tiempos 1
ORTIZ. Es verdad.
DELGADILLO. Estoy tan desesperado, que me dan ganas de
matar y de matarme.
ORTIZ. De matar á quién 1
DELGADILLO. Desde el Rey para abajo, á todos los bicbos del
Gohierno.
ORTIZ. Y si ellos o~ matan á vos primero 1
DELGADILLO. Ante esa consideraci6u es que me he detenido.
Pero un día de estos ..... .
ORTIZ. QloIé pasa 1
DELGADILLO. Se me reviste el diahlo, y me echo por la calle
de enllledio aunque me cuelguen.
ORTIZ. Una soga al cuello es cosa seria!
DELGADILLO. Ya lo había peusado. Pero ...... son más grao
ves la Alcabala y la Armada de Barlovento.
ORTIZ. Quién saLe!
DELGADILLO. En la horca se muere de rond6u. La Alcaba.
la y la Armada matan poquito á poco. Yo he
visto colgar mucha gente! Apenas le amarran á
uno la cuerda y 10 sueltan al aire,p!in, y al otro
mundo!
ORTIZ. Paciencia, Delgadillo.
DELGADILLO. La paciencia no alimenta, ni quit~ pesares.
ORTIZ. Pronto nos veremos libres de contribuciones.
LOS COMUNEROS. 39
DELGADILLO. No lo creo.
ORTIZ. No sabéis que los pueblos se levantaD.
DELGADILLO. Todas las mañanas, y si se acnestan todas las
noches.
ORTIZ. Se levantan protestando el pago de la Alcabala.
DELGADILLO. Y vuelven á meterse en su cama con el mal.
dito recaudador encima! (En este momento
Fray A"chila, vestido de capuchino y coro barba
larga, at"amesa lentamente el escenario y deja
caer un papel). Un cura con barbas, patr6n
Ortiz!
ORTIZ. Es nn capuchino.
DELGADILLO. Ya vendrá á predicarnos que si no pagamos
el tributo al César, iremos de cabeza á los pro.
fundos.
ORTIZ. Los capuchinos son misioneros de paz.
lJELGADILLO. A propó~ito de lo que habláhamos.
ORTIZ. De qué hablábamos!
DELGADILLO. De la Alcabala y la Armada.
ORTIZ. Corriente.
DELGADILLO. La nifia Manuela Beltrán acaba de salir de la
cárcel.
ORTIZ. La habían aprehendido!
DELGADILLO. Porque le encontrarou unos tangos de tabaco,
que dijeron eran de comiso.
ORTIZ. Tan s610 por eso?
DELGADILLO. S610 por eso le dieron sus buenos golpes, y SQ
aguant6 diez días de arresto.
ORTIZ. Qué crueldad 1
40 LOS COMUNEROS.

DELGADILLO. Son unos bárbaros esos patanes de recauda.


dores.
ORTIZ. Pronto la pagarán.
DELGADILLO. Ojal:\.
ORTIZ. Conocéis á Don Francisco Berbeo 1
DELGADILLO. Vaya si lo conozco! Como r. mis manos.
ORTIZ. Tenemos que estar á sus 6rdenes.
I¡ELGADILLO. Para qué 1
ORTIZ. I,uégo lo sabréis.
DELGADILLO. Pues que mande.
ORTIZ. En fin, cada cual á su trabajo. (Van á sali,', y
encuentran el papel que ha botado Archila). Un
papel! .
DELGADILLO. E s, probablemente, del Reverendo que pas6
por aquí hace un instante.
ORTIZ. (Desdoblándolo). Veamos qué dice. Son versos I
DELGADILLO. Eh! algunas coplas de amores. No las leamos
aquí, patr6n Ortiz. Vamos Ii casa y, aunque estoy
triste, allí tomaremos un chimpín, y sabremos
quién es el amante y quién la querida. (Vánse).

ESCENA III.

BERBEO y ALCANTUZ.

BERBEO. Mañana á estas horas en San Gil, Alcantuz.


ALCANTUZ. E,taré sin falta, señor Berbeo.
BERBEO. y pasado mañana, el golpe.
ALCANTUZ. Así está resuelto 1
-
, \

LOS COMUNEROS. 41
BERBEO. N ecesario es proceder cuanto antes.
Ar,cANTuZ. Me parece lo más prudente.
BERBEO. Haréis derramar todo el aguardiente que haya
en el Estanco, quemar el tabaco y las barajas, y
despedazar los pesos y balanzas de las Oficinas de
Recaudación.
ALCANTUZ. Se hará lo que mandáis.
BERBEO. Todo movimiento revolucionario tiene un ins.
tante crítico, en que las pasiones, elevándose á un
grado de frenesí incomprensible, tratan de come.
ter abusos.
ALCANTUZ. Los evitaremos.
BERBEO. Preciso es respetar los bienes de los particulares.
ALCANTUZ. Es un deber.
BERBEO. Y las personas, que son tan sagradas, y aun más,
que los bienes.
ALCANTUZ. Sin duda.
BERBEO. El buen éxito es recompensa infalible del valor
en las tentativas, y de la perseverancia en los
esfuerzos.
ALCANTUZ. Lo sé por propia experiencia.
BERBEO. Cuánta gente creeis por.er al servicio de la revo.
lución 1
ALCANTUZ. El pueblo está tan indignado, que puedo levantar
más de mil hombres.
BERBEO. Y qué haréis de armas 1
ALCANTUZ. Machetes, ondas y palos sohrau.
BERBEO. Basta con eso para empezar. Aqní tenemos unas
pocas pistolas y unos trabucos.
42 LOS OOMUNEROS.

ALCANTUZ. A.l palo, palo ; á la piedra, pied ra; al hierr o,
hierr o; y al plomo, plomo.
BERBEO. La situaci6n en los demás distritos comarcanos
es buena.
ALoANTUZ. Por todas parte s el entusiasmo es grand e.
BERBEO. Como es de justa la causa.
ALOANTUZ. Por supuesto.
BERBEO. De Sant afé nos ayud an personas de valimiento.
ALCANTUZ. Sus nombres 1
BERBEO. Mi coraz6n es un sagra rio que los guard a. Deben
qued ar en secreto.
ALCANTUZ. Es lástima que no lleguen al reconooimiento y
grati tud de los pueblos.
BERBEO. Esta plaza es el lugar de reuni6n.
ALCANTUZ. Lo sabía.
BERBEO. Aquí debemos organ izar convenientemente nues·
tras legiones, para marc har en seguida Robre la
capit al del Reino, en donde pondremos pun to'
la arbit rarie dad del Gobierno.
ALCANTUZ. Acabando para siempre con las contribuciones.
BERBEO. Con las que ponen trabas al traba jo, comprome.
ten las subsistencias y destruyen la riqueza.
ALOANTUZ. Con esas, querí a decir.
BERBEO. Habéis sabido de José Anto nio Galán 1
ALCANTUZ. Está en Charalá.
BERBEO. Impasible 1
ALOANTUZ. Se apresta para ayudarnos.
BIiIRBEO. N OH oonviene 8U ooop81'&Oi6n.
ALoANTUZ. Ea homb re de valor y d. Pl'8lti¡io.

LOS COMUNEROS. 43
BERBEO. Activo, y de recto sentido común.
ALCANTUZ. Leal y sumiso como nadie.
BERBl!.O. Como Tupac Amaru, pondremos más gente que
arenas bay en las orillas del mar!

ESCENA IV.

BERBEO, ALCANTUZ y ANGULO.

ANGULO. (Entrando) Diablo !......


BERBEO. (Bajo). El Alcalde, don José Angula y OJarte.
ALCANTUZ. Enemigo 1
BERBEO. Corno el Visitador Regente.
ANGULO. Don Juan Francisco.
BERREO. Señor Alcalde.
ANGULO. Qué tenemos de nuevo 1
BERDEO. Si algo pasa, estoy iDocente.
ANGULO. Qmeo " sa be I... o •••

BERBEO. Como lo oís.


AliOULO. He visto en la calle algunos circulitos ......
BERBEO. De bombres que compran y venden.
ANGULO. No tal. Oígo, además un cierto ruidito que ......
BERBEO. Os infunde malicia!
AXGULO. Nada más puesto en raz6D.
RERIlEO. En cuanto á mí, nada sospecho.
ANGULO. (Seña lando á Alcantuz). Quién es ese sujeto!
BERHEO. Un hombre.
ANGULO. Algún de~camisado!
ALCANTUZ. Precisamente.
44 LOS COMUNEROS.
ANGULO. Está llegando al Socorro mucho rostro torvo!
ALCANTUZ. (Aparte). Que le impone miedo.
ANGULO. Personas que ..... .
BERREO. Vendrán á cumplir promesas.
ANGULO. N o es el mes de romerías.
BERREO. Entonces 1
ANGULO. Todavía no estoy en la hebra de lo que se pre.
teuda hacer; pero si descubro que es algún
crimen, que Dios libre ti los malvados!
BERREO. Crimen 1
ANGULO. De seguro que todos esos hambrientos que he
visto, se han dado cita para robarse, cuando
menos, los caudales del Estanco. y si así
fuere ..... .
BERREO. Eso no cabe en lo posible.
ANGULO. La pagarán con el pellejo.
BERREO. Pobres descamisados ~
ANGULO. El señor Regente, Glltiérrez de Piñeres, á quien
el Altísimo conserve largo tiempo para honor de
su raza y gloria de la especie humana, es muy
celoso en lo que se refiere al cumplimiento de
sus providencias.
BERREO. Lo ha demostrado.
ANGULO. Ayudadme á vigilar, y si algo sabéis de positiTo,
á la Aicaldía, que "lIí me encontraréis .... ' brioso
é invulnerable como Aquiles. (Váse).
BERREO. Perded cuidado.
LOS COMUNEROS. 45
ESCENA V.

BERVEO y ALCANTUZ.

ALCANTUZ. Me hierve la sangre 1


BERBEO. Calma, calma.
ALCANTUZ. Nos han hecho sufrir tlinto 1......
BERBEO. Quien ha padecido lo más, debe padecer en
paciencia lo menos. Pr6xima está la hora de la
venganza y de la libertad.
ALCANTUZ. Quiéralo el cielo '
BERBEO. En marcha, Alcantuz. El tiempo urge y con.
viene que cada cual esté en el puesto que le
corresponde.
ALCANTUZ. Adiós, pue •.
BERBEO. Energía y valor.
ALCANTUZ. Confiad en mí.

ESCENA VI.

BERBEO.

Por las buenas 6 las malas seremos libres dentro


del mismo radio sombrío de la tiranía, y que.
daremos exentos del pago de tánto impuesto que
seca la sangre de nuestras venas 1...... La valiosa
ayuda del Marqués de San Jorge, de García Ola.
no, de Don Juan Bautista Morales, de los Docto.
res José de Espada y Lucas Cam puzano, y de
LOS COMUNEROS.
ante todo el
otros benem éritos, ha rá que se lev
ponente ac ti.
Reino. (PaU8a' . Puede que la im
ibu nd a saña
tud de los oprimidos, ap laq ue la fur
de los opresores!

ES CE NA VI I.

DERBEO y FRAY AHCHILA .

la clemencia del déspo.


AIICHILA. Si buscáis el derecho en
ta, perderéis el tiempo.
uchábais ?
BEIIBEU. (Sorprendido ). Me esc
CH ILA. El Vi sit ad or Re gen te, Soberano absoluto de es.
AII
o, es im pla .
tas tierras, cu al un a fur ia del avern
mismo que si
cable. Tocáis á su corazón, y es lo
un a mo nta ña
diérais con la mano des nuda sobre
su alm a hecha
de hie rro ; habláis á su alm a, y
de gra nit o no responde!
BEIIBEO. y el Rey?
ros están los inmensos
AHCHItA. En tre Carlos 111 y nosot
él no escucha
mares, y á tan lar ga distancia
yes son como
nuestros gemidos. Además, los Re
sino po r ellos.
loa fantasmas de Plinio, no sienten
BEIIBBO. De ma ne ra que ••••••
luntad de Dios!
AIICIDLA. Debe cumplirse la vo
BUDEO. Pu es adelante.
los tiranoa de los pueblos. Si
ARCIDLA. Malos hombres son
j si os hableD,
os da n la mano, su mano os hie la
UD espectro,
su pa lab ra, cual si fue ra la voz de
~o.

LOS COMUNEROS. 47
lleva el espanto á vuestro coraz6n! Sufrís, es
gozo para ellos; gozáis, se apresuran á tornar en
dolor vuestra felicidad !
BERDEO. Insensatos!
ARCHILA. Es verdad que nuestra vida en la tierra no puede
estar exenta de dolores; porque el sufrimiento,
que excita nuestra actividad, es condici6n del
progreso humano; pero al menos tiene el hom.
bre el derecho de que se le deje sufrir libre.
mente.
BERDEO. Oh, sí!
ARCHILA. Nuestro derecho es nuestra persona, nuestra vida
y nuestro libre albedrío, y es necesario que aspi.
remos á vivir, no de la merced de ios déspotas,
sino de toda palabra que viene de Dios, es
decir, de la verdad, que es el aliento de nues.
tra inteligencia; y de la libertad, que es la raz6n
de nuestra vida.
BERDEO. (Aparte). Fil6sofo profundo I
ARCHILA. El derecho nace en los pueblos por un instinto
racional, como nace el lenguaje, y la energía es
un medio para conquistarlo.
BERDEO. Reverendo Archila.
ARCHILA. Ventura.
BERDEO. Qué memoria la mía!
ARCHILA. Mi nombre debe permanecer oculto.
BERDEO. Ventura.
ARCHILA. Eso es.
BERBEO. N os esforzaremos en reclamar nuestro derecho.
48 LOS COMUNEROS.

ARCHILA. Y emplead los huenos medios para conseguir 10


que es bueno. No vayáis á confuudir la fuerza
que alimenta la justicia, con la violencia feroz y
brutal.
BERBEO. Trabajando por nuestro bien, respetaremos el
ajeno.
ARCIlILA. Así sea.
BERBEO. Juzgáis que la Divina Providencia esté con no·
sotros 1
ARCJIlLA. "Venid á mí los 1ue vivís oprimidos bajo el
peso del infortunio y del tmbajo, y yo os rea·
nimaré," dijo el Cristo. Y desde aquel día hasta
hoy, ninguno de los que han tenido fé en esta
promesa, ha dejado de sentir alivio.
BERBEO. Vuestra bendici6n.
ARCHILA. (Bendiciéndolo). r,a gracia de Dios sea con los
hombres de buena intención.
BIlRBEO. Así sea .
ARCIlILA. Así será. ,
BERBEO. La hora ha llegado:
ARCIlILA. (Levantando las manos). A tí clamamos, Señor!
(Vánse).

ESCENA VIII.

ORTIZ, DELGADlLLO, MANUELA Y·PUEBLO.

ORTIZ. (Ent"ando con un papel en la mano). Saber.


bio !...... Magnífico! Es una proclama mucho
LOS COMUNEROS. 49
más expresiva que la de Tupac Amaru, y en
verso!
MANUELA. Me encantan los versos. Leed, paisano.
VOCES. Que se lea.
ORTIZ. Silencio, pues, amigos. (Todos hacen corro al
rededo,' de Ortiz).
VOCES. Silencio. (Aplausos).
ORTIZ. (Leyendo)." VERSOS DE SANTAFÉ."
MANUELA. Bueno.
ORTIZ. " Nos está devorando el despotismo,
"Vivimos sin justicia, ni uerechos ;
" y á la suerte más vil nos encaminan
" Por tenebrosas sendas y desechos.
" Gobernados por crueles extranjeros
" Que escandalizan con palabras y hechos;
" La muerte por el hambre nos espera,
"Si seguimos pagando tántos pechos."
DELGADILLO. (Redoblando un atrLmbo,' que habrá tralÍdo).
Estupendo!
ORTIZ. " No está bien que la grey desperdigada
"Que vive bajo el duro nepotismo,"
MANUELA. Qué es nepotismo, paisano Ortiz?
ORTIZ. Cierto abuso de autoridad.
MANUELA. Muera el nepotismo!
VOCES. Muera!
ORTIZ. " Que sufre bajo el duro nepotismo,
" Besándole la planta á sus tiranos,
"Marche sumisa al pavoroso ahismo !
" Qué hace cada individuo si no busca


50 LOS COMUNEROS.
" Apoyo en los demás para sí mismo
" y qué hacen todos si pacientes vuelven
" A I enervante y triste gentilismo 1"
DELGADILLO. El gentilismo ! ...... Ah! es cosa dura !......
ORTI:il. " Lo que más nos aflige y desespera
" De la implacable, odiosa tiranía,
" Que sin cesar nos carga de cadenas,
., Con fuerte mano y voluntad impía;
" Es mÍl'ar en los indios la dureza
" Del Fiscal, y su odiosa villanía;
" Pues diciéndose ser protector de ellos,
" Los destruye con cruel alevosía."
DELGADILLO. Abajo Don Francisco Moreno!
VOCES. Abajo!
ORTIZ. " Levantemos la frente, americanos,
" Reneguemos del duro servilismo;
"Que es santo y justo el natural derecho
" De guerrear combatiendo el despotismo."
MANUELA. Corriente. (Aplauso general) .
...... ...... ' ........................ , .............. .
ORTIZ. "De nada hay que temer, pues si callamos
" En aquesta ciudad desventurada,
" Ha sido porq ue acá nos recelamos
" Que viniese de fuera gente armada.
" Pero ya que resueltas las hallamos
" A sacuJir la carga tan pesada,
" Paisanos, con humor y amor de guerra,
" Demos cuanto antes con el santo en tierra."
MANUELA. Que caigan los amos extranjeros!
LOS COMUNEROS. 51
VOCES. Sí,sí' .
ORTIZ. " Del Socorro nos viene la ventura
" y al Socorro tenemos que acogernos,
" Que por fin el Socorro y su cordura,
" Solo camina al fin de socorrernos .
............ ,. , ... , .................... ........ .
" y pues éste ba de ser blasón eterno,
" Viva el Socorro y muera el mal Gobierne."
DELGADILLO. Vivan los socorranos ,
VOCES. Vivan' (Aplausos).
ORTIZ. " Gloria á la libertad, á que insolente,
" Odia atrevido el sin igual tirano,
11 Nuestro :señor, Visitador Regente,

" Sabio en el mal y para el bien enano."


MANUELA. Muera el tirano,
VOCES. Abajo'
DELGADILLO. Dejad que acabe el patrón Ortiz, que lo que
¡
sigue es lo mejor del cuento.
ORTIZ. " Viva la lihertad, á que debemos
• •
" Prestar Impulso con robusta mano;
" y muera para siempre la Alcabala
"Si ya no por las buecas, por la bala."
DELGADILW. Abajo la contribución sobre el algodón y las
mantas'
MANUELA. Y la que pesa sobre el tabaco y los menestrales'
VOCES. Todas'
MANUELA. Paisanos, vamos á la Alcaldía á pedir que se nos
rebajen los impuestos.
DELGADILLO. (Redoblando su atambor). Vamos.
52 LOS COMUNEROS.

ESCENA IX.

ORTIZ, DELGADILLO, MANUELA, ANGULa y PUEBLO.

MANUELA. (F?'ente de la casa de la Alcaldía). Que salga el


Alcalde Angulo y Olarte.
ANGULa. (En el balcón). Qué es ese bochinche 1
VOCES. Bravo! (Todos aplauden y se ?'íen).
MANUELA. Señor Alcalde, veDlmos á que se nos haga jus.
ticia.
ANGULO. Cada cual á su trabajo.
DELGADILLO. La vida que estamos llevando es insoportable,
señor Alcalde, y nos bemos dirigido aquí.. ....
ANGULO. Con qué fin 1
MANUELA. A pedir que se nos exima del pago de las contri.
buciones.
DELGADILLO. Que nos quitan el pan de la boca.
ANGuw. Ya me había supuesto que algo se tramaba con.
tra la autoridad.
DELGADILLO. N o es contra la autoridad que protestamos, es
contra la A rmada de Barlovento y la Alcabala.
ANGULO. Las contribuciones son la autoridad.
DELGADILLO. Vaya una ocurrencia!
ANGULa. A vuestras casas, si no queréis que os mande
ahorcar.
MANUELA. Señor Alcalde, al pueblo reunido no se le despi.
de así impunemente.
ANGULO. Estáis buscando otros diez días de arresto 1
LOS COMUNEROS. 53
D IILGADILLO.Lucifer!. .. ... Otro arresto á la nifía Manuela t
Inten tadlo !
AlfGU LO. Os manllo retira r de mi presencia.
MANUBLA. Pues no hemos de irnos.
DllLGADILLO. Muera la Alcabala !
VOCE . Muera!
AlfGULO. (AsustadoJ. El sefíor Visitador Regente ordena
, sus agentes el cumplimiento de las disposicio.
nes gubernativas, so pena de ser castigados.
Ah! está su Edicto en la pared del Estanco, que
no me dejará mentir. Yo, pues, no soy más
que un ..... .
HANUIILA. Un qué 1
AlfGU LO. Simple representante de la autoridad BUpériOr.
(Be entra).
DIILGADILLO. Ya te cogeremos en calle angosta !
HANUE.A . Si nos han de castigar que sea por algo.
DIILG ADILLO. Sí.
1l.troE.A. Paisanos, quién me acompaña á la Casa Muni.
cipal t
o.nz. Yo.
Voca. Todos.
DllLGADILLO. y con qué objeto queréis ir á esa tram pa de
nmnero cuatro 1
lIuum.4. A quita r el .. Escl!do de las armas reales," slm.
bolo de nuestra servidumbre, y pisotearlo en
nombre de la libertad !
»&e tDILLO. Ya queréis que os descuarticen t
~IIIL" En homb u,na. Quiero que protestemos de la ti.
54 LOS COMUNEROS.

ranía que nos ha humillndo por tan largo


tiempo, rompiendo en la frente de los déspotas
los signos de nuestra esclavitud!
DELGADILLO. Viva la niña Manuela Beltrán!
VOCES. Viva!
MANUELA. A la Municipalidad !
DELGADILLO. (Redoblando). A la Municipalidad! (Se di,.i.
gen al frente de la Casa y bajan el Escudo de
armas).
MANUELA. (Cogiéndolo). "Levantemos la frente, americanos,
uReneguemos del duro servilismo;
"Que es santo y justo el natural derecho
"De guerrear combatiendo el despotismo."
DELGADILLO. Qué retentiva l. .... ' Yo no me acuerdo ni del
Padre Nuestro.
MANUELA. (Timndo al suelo el Escudo). "Levantemos la
frente, americanos." (Pisotea la tabla).
ORTIZ. Bien. (Aplauso general).
DELGADILLO. Ya que hemos pisoteado el Escudo, bueno
será que no olvidemos el Edicto, que es más ano
tipático.
MANUELA. Al Estanco!
DELGADILLO. (Poniéndose á la cabeza del pueblo). Sí. Al
Estanco!
MANUELA. (Quitando el Edicto). Viva el Rey, y muera el
Visitador Gutiérrez de Piñeres.
DELGADILLO. Eh ! N os ponéis entre dos piensos!
MANUELA. (Leyendo el encabezamiento del Edicto). "Fran.
cisco Gutiór1'e:¡; de Pimeres, Visitador Regente
J'"

LOS OOMUNEROS. 55
ckl Rámo, por la gl'acia ck Dios y en nombre ck
nuestro Soberano, el Rey, ordeno y mando."
(Rompiéndolo). A mandar á los infiernos, be.
llaco !
DELGADILLO. (A Ortiz). Pues el nombre de la niña Manue.
la va á parar á la Historia.
ORTIZ. Y con letras de oro !

ESOENA X.

BERBEO, DELGADILLO, ORTIZ, MANUELA y PUEBLO.

BERBEO. (Entrando con t"e~ ó cuatro hombres más). Qué


hacéis aquí, amigos 1
MANUELA. Obrábamos.
BERBEO. Oontra quién 1
MANUELA. Oontra nuestros opresores.
DELGADILLO. Es que nos han entusiasmado Mnto unos ver.
sos de Sa!) tafé ! ......
BERBEO. Los conozco.
DELGADILLO. 06mo 1 El único que los tiene es el patr6n
Ortiz.
BERBEO. He visto infinidad de ejemplares.
DELGADILLO. (A Ortiz). Qué tal el capuchinito aquél l. ..•••
BERBEO. Esa poesía será en adelante, la "Gran cédula ckZ
pueblo."
ORTIZ. Oonvenido.
BERBEO. Paisanos, no estáis todavía impuestos 1
MANUELA. De qué ¡

66 LOS COMUNEROS.

BERBlIIO. Se ha iniciado un movimiento revolucionario


contra la tiranía de nuestros mandatarios, y á fin
de darle direcci6n, una Junta compuesta de in.
dividuos de esta Villa y de los pueblos comar.
canos, ha aclamado unánimemente por Capitanes
Generales de la insurrecci6n, á Dou José Anta.
nio Monsalve, á Don José Antonio Estévez, á
Don Salvador Plata ......
DELGADILLO. El tal Don Salvador Plata no es de mi clevo.
ci6n.
BERBEO. Y al que habla.
DELG.oI.DILLO. (Redoblando). A las 6rdenes de mi Capitán.
MANUELA. Obedeceremos.
BERBEO. "Conducidos los nombrados ante el Escribano,
Don Ignacio Ardila y Oviedo, éste extendi6 un
Acta en forma, l' prestando voz y cauci6n por
las distintas comunidades insurreccionadas, nos
recibió á su nombre juramento de fidelidad al
pueblo."
MANUELA. Bien hecho.
BERBEO. En tal virtud, los cuatro Jefes juramentados,
hemos constituído una" Junta Supnma," lla.
mada del Común.
ORTIZ. Representante de todos los pueblos?
BERBEo. De todos cuantos han eutrado en el movimiento,
y se adhieran á la causa de la revolución, que ha
de aliviar el peso de nuestras cadenas.
MANUELA. Viva La ,'evolución de /.os Comune,'os !
YOCES. Viva!


\

LOS OOMUNEROS, 57
BERDEO. Si queréis servir á la libertad, id á la Calle del
Cent1'o, en donde Ee está haciendo el alistamiento
de los revolucionarios.
ORTIZ. 1remos.
BERBEO. (A Ortiz). Todo marcha bien. Conducid los.
ORTIZ. A la Calle del Centro, paisanos.
DELGADILLO. (Redoblando) . A meter más leña al horno.
MANUELA. Vamos.
BERDEO. (A Delgadillo). Quedáos vos.

ESCENA XI.

DERDEO y DELGADILLO.

DELGADILLO. A las órdenes de mi Capitán.


BERDEO. Quiéú sois 1
DELGADILLO. Un ...... cualquiera.
BERDEO. C6mo os llamáis 1
DELGADILLO. Habéis olvidado mi nombre L .... Soy JOHé

Delgadillo, tejedor de mantas.
BERDEO. Tenéis mujer 1
DELGADILLO. En la otra vida.
BERDEO. Muri6 ?
DELGADILLO. De pesares. La mató la Alcabala! (Enterneci.
do). Pobre Maria!
BERBEO. Pobre de vos.
DELGADILLO. Esa maldita invenci6n ha sido una peste!
BERBEO. Y vuestros hijos 1
DELGADILLO. No quiso dármelos el buen Dios,
58 LOS COMUNEROS.

BERBEO. De manera que sois solo 1


DELGADILLO. Como el hongo. Unicamente de noche, cuando
estoy dormido, se me presenta la sombra de Ma.
ría, y me dice llorando ......
BERBEO. Qué 1
DELGADILLO. "Venganza, José, venganza!" Entonces me
despierto y se me infunde el diablo!
BERBEO. Y deseáis vengaros 1
DELGADILLO. Qué pregunta, mi Jefe! Hay días en que
quiero morder á todo el mundo, como perro con
rabia.
BERBEO. Voy á haceros mi Ordenanza.
DELGADILLO. Os serviré con gusto.

ESCENA XII.

SERBEO, DELGADILLO y ALCANTUZ.

ALCANTUZ. He venido apresuradamente


BERBEO. Querido Alcantuz.
ALCANTUZ. Vuestros mandatos ban sido fielmente cumplidos.
BERBEO. Tuvo lugar el pronunciamiento 1
ALCANTUZ. Sí señor. Solo que en vez de mil hombres, le.
vanté más de mil trescientos.
BERBEO. Sois prestigioso!
ALCANTUZ. Galán se movió también en Charalá, é Isidro
Molina y otros en Guadalupe.
:SERBEO. Lo esperaba,
a."¡

LOS COMUNEROS. 59

ALCANTUZ. Mi gente no tardará en llegar aquí, y la de Ga.


lán viene detris.
BERBEO. Diremos como los antiguos Emperadores cris.
tianos: "Dios está con nosotros." De toda¡
partes ocurren á la defensa de la causa común!
ALCANTUZ. Y bemos de castigar las maldades que se ban
cometido contra los pueblos, probando al mundo,
en la. cabeza del Visitador Regente, que no acepo
tamos más tiranos.
BERBEO. Todo lo que baga la revoluci6n, Alcantuz, debe
ser en servicio de Dios, del Rey y del pueblo.
ALCANTUZ. De Dios y de la sociedad.
BERBEO. Y del Rey.
ALOANTUZ. Es decir que desconocemos la autoridad del Vi.
sitador, y reconocemos la del Rey!
BERBEO. Su Majestad, Don Carlos, no tiene la culpa de lo
que pasa en sus dominios.
ALCANTUZ. Quién la tiene 1
BERBEO. La tienen sus Delegados.
DELGADILLO. Mi Capitán, yo entro en la revolución contra
todos los Reyes, chicos y grandes.
ALCANTUZ. Y yo contra todos los déspotas extranjeros que
no, mandan. Debemos aspirar á ser gobernados
por nuestros paisanos, pues s6lo ellos pueden
bacernos justicia.
BERBEO. Tal es mi opinión. Pero esto no quiere decir que
debamos sustraernos á la obediencia que debemo~
á nuestro señor natural,
60 LOS COMUNEROS.

ALCANTUZ. Para el hombre no hay, ni puede haber, más que


un Señor natural.
BERBEO. Quién!
ALCANTUZ. Dios!
DELGADILLO. (Aparte). Este sujeto sí entiende bien las
cosas!
BERBEO. Esperémoslo todo del tiempo.
DELGADILLO. Y de nuestro brazo.
BERBEO. El tiempo es el gran regulador de las cosas del
mundo.
ALCANTUZ. Sí, pues que los días no suspenden su marcha, y
no es el hombre quien detiene al tiempo, sino el
tiempo el que se impone al hombre.
BERBEO. Alcantuz, vamos á preparar alojamiento para
vuestra gente, la de Galáu y las demás que han
de llegar en breve. (Tratan de irse).

ESCENA XIII.

BERBEO, ALCANTUZ, DELGADILLO y FRAY ARCHILA.

ARCHILA. Esperad.
BERBEO. Reverendo Padre.
ARCHILA. (Llevando á Berbeo apa1·te). Los pueblos no de.
ben suf ri r á los Nerones, á los Domicia nos, ni á
los Julianos, sin oponer á sus persecuciones otra
resistencia que el heroísmo del mártir.
BERREO. Ya sabéis que e.tamos resueltos á oponor la fuer.
za al despotismo.
LOS COMUNEROS. 61
ARCHILA. Acabo de recibir noticias de Santafé.
BERBEO. y qué?
ARCHILá. La Audiencia y el Regente han comprendido que
es necesario emplear las armas para ahogar la
insurrecci6n, antes de que tome mayores propor.
Clones.
BERBEO. Lo pensaba.
ARCHILA. Así, para someter á los sublevados y volver á la
servidumbre á estos pueblos, se han enviado tro.
pas sobre vosotros, al mando del Oidor, don Joa.
quín Osario.
BERBEO. Qué debemos hacer en tal caso?
ARClIlLA. Me lo preguntáis?
BERBEO. Necesito de vuestra inspiraci6n.
ARClIlLA. Preparar la resistencia.
BERBEO. Lo haré.
ARCHILA. Según el Marqués de San Jorge, es en el Puente
Real donde debe orgauizarse, definitivamente, la
expedici05n que ha de venir sobre el Socorro.
BERBEO. Pondremos en movimiento sobre el Puente, las
tropas que manda Alcantuz y las que se han le.
vantado en Oiba, Mogotes y Guadalupe.
ARCHILA. Sin pérdida de tiempo.
BERBEO. Alcantuz.
ALCA.~TUZ. Mi Capitán General.
BERBEO. Atenci6n.
ALCANTUZ. Mandad.
BERBEO. Ha llegado la hora de la lucha.
ALCANTUZ. Lo deseaba.


62 LOS COMUNEROS.

BERBEO. Estáis resuelto á morir por la causa de Dios 1


ALCANTUZ. Y por la libertad del pueblo.
BERBEO. Preparáos para marchar sobre el enemigo.
ALCANTUZ. Pronto estoy.
ESCENA XIV.

BERBEO, AROHILA, ALOANTUZ, DELGADILLO, MANUELA y


PUEBLO.

DELGADlLLO. (Redoblando). Viva el pueblo!


VOCES. Viva!
BERBEO. Paisanos, el Visitador Piñeres, implacable en la
empresa de destruir ti los que llama sus esclavos,
manda la guerra sobre nosotros.
MANUELA. "Viva la libertad, á que insolente
"Odia atrevido el sin igual tirano,
" Nuestro señor Visitador Regente,
" Sábio en el mal y para el bien enano!
ARCHILA. (Que se había retirado á un extremo del escena.
rio). Magnífico!
BERBEO. El Omnipotente que ha formado la criatura ra·
cional á su imagen y semejanza, no ha estableci.
do el dominio del hombre sobre el hombre, sino
del hombre .obre el bruto.
DELGADlLLO. (Aparte). Por brutos es que nos tienen por
debajo!
BERBEO. Pasemos á demostrar á los tiranos que nos hu.
millan, que en adelante nos han de gobernar
con la libertad y la justicia, 6 hemos de ~orir
LOS COMUNEROS. 63
por nuestro derecho, antes de ser por más tiem.
po viles juguetes de sus caprichos y pasto de sus
dientes.
ARCHILA. (Al pueblo). Aquel que marcha con Dios, está
seguro de ser sostenido en la vida; llena sus de.
beres con confianza, sin inquietarse de las conse.
cuencias de sus actos; y adquiere el pleno
convencimiento de su fuerza y de su libertad!
BERBEO. El despotismo que posee á la vez la soberanía que
hace las leyes, el Gobierno que las interpreta y
aplica, y la fuerza pública que las hace ejecutar
y respetar, es contrario al desarrollo progresivo
de la vida humana!
MANUELA. Guerra al despotismo !
VOCES. Guerra! (Se oyen toques de corneta).
BERBEO. Oís!
ALCANTUZ. Ha llegado mi gente.
BIIIBBEO.Amigos, se aproxima el momento solemne y
cada cual debe estar listo en el puesto que le
corresponda, sumiso á los superiores mandatos.
MANUELA. "Gloria al Socorro, y caiga el mal Gobierno."
BERBEO. A vuestros cuarteles.
VOCES. Vamos.
ABCHILA. (Viendo salilr al pueblo). Señor, guiad los como
lo hicísteis con los justos de Israel!

(Oae el telón).
ACTO TERCERO.

PERSONAL.

DON JOAQUÍN VASCO y VARGAS. Oidor de la Real Audiencia.


DON FRANOISCO BERBEO ......... Capitán General de Comuneros.
DON JORGE LOZANO DE P ......... Marqués de San Jorge.
FRAY OIRIACO DE AnOHILA". o" Dominicano.
JosÉ ANTONIO GALÁN ............. Capitán-comandante.
AMBROSIO PISCO ..................... Sr. de Chía y Príncipe de nacatá,
JosÉ DELGADILLO ..........., ...... Ordenanza de Berbeo.

El escenario representa la tolda. de campa.ña. de Berbeo, en 01 sitio del Mor-


tiño, cerca de Zipaquirá, Dos sillas de cuero por asientos. Al frente
de la. escena, paisaje y extensa llanura que se pierde en el horizonte.
A los lados derecho é izquierdo de la tolda, guardias nrmadas de ala·
bardas, y salidas para. el campo.

ESOENA I.
,
BERBEO y GALAN.

GALÁN. Mi atenci6n está pronta, señor Oapitán GeL era!.


BERBEO. Oomo os decía, el Oidor Osorio con la fuerza que
sac6 de Santafé, cincuenta Alabarderos, treinta
Guardas, ochenta Milicianos, y unos pocos reclu.
LOS COMUNEROS. 65
tas que le llevó de la Villa de Leiva su Ayudan.
te, Don Francisco Ponce, reuni6 en el Puente
Real doscientos homhres.
GALÁN. Era poca gente.
BERBEO. Pero bien armada.
GALÁN. No obstante.
BERBEO. Estaba el Oidor oyendo misa, cuando se le anun.
ci6 la presencia de cuatro mil Comuneros, arma.
dos de lanzas, machetes, palos y hondas, al mando
de los Capitanes de Milicias, Rubio, Malina, Cal.
viña y Alcantuz.
GALÁN. y qué hizo?
BERBEO. Salió inmediatamente de la iglesia, no poco ate.
marizado, y en presencia del enemigo que había
hecho alto y frente en un alto á los afueras de
la población, envió comisionados á nuestro cam.
po, solicitando una conferencia.
GALÁN. La que tuvo 1ugar?
BERBEO. Por qué no ?
GALÁN. En qué se convino?
BERBEO. En nada. De'pués de largas disertaciones sobre
los motivos de la sublevación, Alcantuz tomó la
palabra en nombre de todos sus compañeros, y
dijo á los parlamer:tarios enemigos, que para en.
trar á tratar con el Oidor Osario, era preciso
que éste les diese de antemano las armas que te.
nía, y le~ prometiese entregar la cabeza del Vi.
sitador Regente, autor responsable <le todas las
desgracias que pesaban sobre los pueblos; agre.
5
66 LOS COMUNEROS.
gando que los Comuneros" preferían acabar de
una vez, que uesaparecer lentamente, muriendo
de hambre con sus mujeres y SGS hijos."
GALÁN. A cada instante tengo más confianza en la enero
gía y lealtad de Alcantuz.
BERBEO. Vos no os quedáis atrás, lo mismo que Malina y
Ortiz.
GALÁN. Nada me causa más satisfacción, que el poder
servi r en algo tí la libertad.
BERBEO. Terminadas las primeras conferencias, sin éxito
alguno, Osario pas6 á nuestro campamento y
las reanud6, pero inútilmente.
GALÁN. Me alegro.
BERBEO. El Oidor exigía de los nuéstros, concesIOnes lll.
compatibles con la dignidad de la revoluci6n.
GALÁN. Pedantería de tiranos!
BERBEO. Concesiones, Galán, á las que no se podía ac·
ceder.
GALÁN. Necesario era salvar el honor. ,
BERBEO. Al día siguiente de esta última entrevista, un
mozo, no se sabe si por su voluntad 6 mandado
expresament~, se present6 en la plaza del Puen.
te, y anunci6 al enemigo, por tres veces, que si
no rendía las armas, sería reducida á cenizas la
poblaci6n.
GALÁN. N o lo apresaron 1
BERBEO. N6. A pocos momentos alumbr6 el incendio en
una casa de los afueras del poblado, y en el acto
los Guardas reales abandonaron sus puestos; los
LOS COMUNEROS.
67
reclutas de Leiva se pasa.ron á los
Comuneroe,
quienes avanzaron sobre la plaza,
ha sta colOOllor.
se fre nte de un balc6n en donde
tre mo lab a el
Pend6n real, y el Oi do r orden6 á
los Al ab ard e-
ros y Milicianos, qu e en tre ga ran las
armas.
Gü .Á lr. A lo qu e accedieron 1
BDllBO. En el acto. Tomado el cu art
el sin un a sola
go ta de sangre, y aprehendido Os
orio, en tre g6
IU Ca ja de gu err a con ocho •
mi l pesos en din ero ,
los cuales se pusieron ba jo 8U custod
G ut .. Apruebo eate modo de proceder. ia.
Bu lIB O. En cim a de Osorio, qu e se mo
str6 indignado con
Al can tuz y Molina, á quienes am
ene.z6 oon la
mu ert e po r algunas pa lab ras du
ras co ntr a el
Regente, se encontraron las Instru
cciones qu e
ha bía recibido de Gu tié rre z y de la
Audiencia.
GALÁlr. Qué decían eatas inatruccionea !
BDB.,. 'En ell u se mandaba sujetarnos po
r la fuerza, y
outigarn08 aeveramente como "
• Iealea.
11ibditoa dea•
O" ,ú r. :r. decir qu e porque nos alzamos, reclamando el
~ da qu e no ae nos ma te po
r la miseria, ae
- deolara infielea y ma nd a castigar eil
l piedad t
Tal • I,a 16gica del deapotismo !
V8I'eIIIGII quién cu tig a, qu iéu !
OblaNda la victoria de qu e 08 hablo,
rezolví,
IIODIO 1o .w is, sal ir de l Socor
ro, previo el die .
... ... ... . "00ne90 de loa Cormmaeroe," pa ra
.. .. .. .. 'lI to s_ po s.

68 LOS COMUNEROS.

GALÁN. En donde os rodean cerca de veinte mil hombres!


BERREO. Resueltos á marchar sobre Santafé, en cuya ciu.
dad hemos de armar nuestras gentes con los par.
ques del Gobierno, á fin de sostener la lucha á
que se nos ha desafiado.

ESCENA n.
RERREO, GALÁN Y FRAY ARCHILA.

ARCHILA. He hecho un viaje rápido.


BERREO. Fray Ventura.
ARCHILA. Ya no hay necesidad de Ventura. Fray Archila,
mi Capitán General.
BERREO. N o os es necesario el inc6gnito 1
ARCHILA. Por aquí soy elleguito de Santo Domingo; sólo
que ......
BERREO. Explicáos.
ARCHILA. (Senalando á Galán). El testigo 1
GALÁN. Soy José Antonio Galán, mi Reverendo.
BERBEO. Es de confianza.
ARCHILA. Necesito reservar mi nombre, respecto de lo que
voy tí deciros.
BERREO. Contad con ello.
ARCllILA. Diréis que he venido tí vuestro campamento,
guiado por el espíritu de la caridad.
BERBEO. Lo diré.
ARCillLA. Donde hay hacinamiento de gentes se encuen.
tran enfermos, y ocurro á aliviar sus dolencias.
Donde hay guerras forzoso es que haya mllertos,
LOB COllUNII:BCB.
69
y voy , cc!gerlea el alma pa ra de
vo lvé rse la'
Dios.
BD no . Es vuestro deber.
ABCIlILA. En tre el moribuDdo y el diablo se
establece UDa
lucba BiD tregua.
Cómo!
El moribuDdo brega por la salvaci6D
de esa Uama
diviDa que hay en él, y el demonio
tra ba ja im .
placable po r llevar al infierno esta
luz fecunda ~
BIIBUO. (A pa m) . Pobre humanidad, que no
ba de ten er
sosiego ni al pie del sepulcro !
El Sacerdote llega, bendice, y el alm
a vu elv e'
IU celeste OrigeD !
Ea cierto.
Aai, pues, he veDido á socorrer á los
qu e sufren,
y , cazar almas pa ra el cielo.
BIIBBBO. Bien venido.
ABCmLA. Ahora voy al asunto.
BIIBBIIO. Lo dMeo.
AB CIl ILA . Oonocido en Santafé,
po r boca de Don Francisco
PODOe, alauceso del Pu en te Real, las au
toridades
• alarmaron en sumo grado.
Na tur al.... ...
It!tpndo el ala rm a' SUB áltimos lfmitea
, cu an .
do .apieJon la aproximación de los
ComuDeros
'''' lu ga re a.
y qué' biai&ron t
1D.. .. .. ..t'lt e 18 reunió ID I8Bi6D ex
traordiDa.
da lit Baa1 AudieDuia¡ 1. adopt6 variaa
medid...
70 LOS COMUNEROS.

BERBEO. Cuáles 1
ARCHILA. Entre otras, publicar un bando declarando ex.
tinguido el impuesto de Armada de Barlovento,
las guías y torna. guías, y rebajando al dos por
ciento el derecho de Alcabala.
GALÁN. Es tarde.
BERBEO. Qué más 1
AROHILA. Se nombr6 al Oidor don Pedro Catani, Coman.
dante General de la plaza; se prohibieron las
reuniones en las calles; se pidieron auxilios á
algunos Corregimientos cercanos; y se despach6
á Cartagena un posta al Virrey Fl6rez, exigién.
dole recursos de armas y tropas veternnas.
BERBEO. Eso quiere decir que la guerra será más tenaz y
sangrienta.
GALÁN. y que la concesi6n sobre la rebaja de los impues.
tos, es un lazo que se nos tiende.
AROHILA. Esa táctica es antigua en los opresores de los
pueblos. Empez6 en Roma con Tarquino el So.
berbio, é biza á Carlomagno el azote de las na·
Clones.
BERBEO. y el Visitador Regente qué "ctitud ha tomado 1
ARCHILA. En un principio afectaba indiferencia por todo
cuanto pasaba; lu égo, á poco .........
GALÁN. Qué 1
AROHILA. Sabéis lo que es el miedo 1
GALÁN. N o le conozco.
ABCHILA. Pues es un sentimiento vebemente que se apode.
LOS COMUNEROS. 71
ra de nues tra alma, y nos hace obrar contr a la
raz6n.
GALÁN. Lo creeis 1
ARCHILA. El miedo, que pertu rba los sentidos,tiene cuatro
grado s: el pavor, que nos sobrecoge; el susto,
que nos pone yerto s; el terror, que nos petri .
fica; y el espanto, que nos hace huir.
BERBEO. A qué conduce todo eso 1
ARCHILA. San Agustín, que era admirable razonador,
antes de dar una conclusi6n, fundaba premisas.
GALÁN. Acabad, que estoy impaciente.
ARCHILA. Bien. A poco de la llegada de los Comuneros á
estos hermosos parajes, se fué convenciendo el
Regente de lo poderoso de la revoluci6n, y para
enfre ntarl a convoc6 á su casa la "Jun ta de
Tribunales." En esta Junt a fué informado su.
cintamente de todo lo que pasaba, y le di6 pavor.
GALÁN. Sois ingenioso!
ARCHILA. En el calor de la discusi6n, alguno de los cabil.
dantes hubo de decirle, que los pueblos pedían
su cabeza, y le entr6 susto.
BERBEo. Me interesa vuestra relaci6n.
ARCHILA. En seguida, asaltado por el terror, propuso que
se nomb rara una comisi6n que saliera al encuen.
tro de los Comuneros, y les propusiera la paz.
GALÁN. Astu to!
ABCnILA. Y luégo manifest6 rotundamente á la Junt.. ,
que puesto que él era el blanco de toda~ las iras,
72 LOS COMUNEROS.

se ausentaría de la ciudad, y se puso en fuga


para Honda en alas del terror'.
GALÁN. Se va sin castigo!"""
BERBEO. Preciso es pon ernos en el Visitador. Tomad tres
Compañías de Volantes, y seguidlo hasta darla
alcance.
GALÁN. Le pondré la mano.
ARCIIlLA. (Apa,·te). Sublime hijo de Marte!
BERBEO. Haced pronunciar toda. las poblaciones por don.
de paséis.
GALÁN. Está bien.
BERBEO. Marchad.
GALÁN. Sin demora. (Vase).

ESCENA III.

BERBEO y ARCIIlLA.

BERBEO. Decíais, Fray Arcbila, que la" Junta de Tribu.


na1es " ..... .
ARCJIlLA. Había resuelto enviaros un" comisi6n de paz.
BERBEO. Fué elegida 1
ARCHILA. Se nombró al Oidor don Joaquín Vasco y Varo
gas y á don Eustaquio Galavís, Alcalde ordinario,
á quienes acompañará el Ilustrísimo señor Arzo.
bispo, don Antonio Caballero y Góngora, que ha
sido Capellán real de los Monarcas cat61icos, y
Obispo de Chiapa y de Yucatán. (En estos mo·
mentos se IY1Jen va?'ios toques de clarines y CIY1'.
netas).

LOS COMUNEROS. 73

ESCENA IV.

llERBEO, FRAY ARCHILA Y DELGADILLO.

DELGADILLO. Mi Capitán, gran tumulto!


BERBEO. Qué pasa 1
DELGADILLO. Tenemos á los alrededores del campo un dilu.
vio de indios!
BERBEO. Y de qu é os asombráis 1
DELGADILLO. Entre ellos hay uno que es un primor!
BERBEO. Comprendo.
DELGADILLO. Trae plumas en la cabeza!
BERBEO. (A Archila). Es Pisco que llega con las comu.
nidades de indígenas.
ARCHILA. Ya había caído en la cuenta.
DELGADILLO. Tiene en la mano un bast6n de plata, con una
bola de oro en la punta!
BERBEO. Haced que Pisco sea conducido.
DELGADILLO. En el acto. ( Va á saU?' y ve que Pisco Be acero
ca con su gua?'dia). Mi Capitán, ya está aquí.
ARCHILA. He de ver esta funci6n regia!

ESCENA V,

BERBEO, FRAY ARClIlLA, DELGADILLO, PISCO É INDIOS AR.


MADOS DE PALOS Y IIONDAS.

PISCO. (Rodeado de BU gua,'dia, en un extremo del es.


cenario). Salud, señor Capitán General de los
pueblos reunidos.
74 LOS COMUNEROS.

BERBEO. (En el otro extremo, en medio de Archila y Del.


gadillo). Salud, Señor y Príncipe. (Pisco avanza
sob¡'e Berbeo y lo saluda cortesmente),
PISCO, (Volvisndo á BU puesto). "Yo, Ambrosio Pisco,
señor de Chía y Príncipe de BacatlÍ, descendiente
de mis mayores, hijos de Cam, hijo de Noé !......
Yo, emanado de Saguanmachica y de su sobrino
Nemequene, Príncipe de la sangre y sabio Le.
gislador, que impuso pena de muerte á los que
huían delante del enemigo !...... Yo, vástago de
Tisquesusha y Zaquesazipa, grandes guerreros ! ...
Yo, raza de aquellos inmortales, á quienes en
lejanos tiempos puso ojo Co16n, y á cuyos nietos
someti6 Quesada y otros de allende los mares,
sujetándolos á dura esclavitud !...... Yo, pues,
de la sangre muisca, á quien los descendientes de
este linaje han reconocido como su Jefe natural,
pata que como Tupac Amaru, inca legítimo,
que ha de vengar las ofensas cometidas tí los su·
yos, vengue la sangre de los míos y restaure el
trono de mis antepasados!, ..... Yo vengo, Gran
Capitán, Intendente ~e Comuneros, á ofreceros
con ocho mil de mi raza, mis homenajes, mis res·
petos y la fl!erza de mis legiones, en la empresa
que habéis acometido, de que se nos trate como
á hombres, y tornen los pueblos á la libertad! ...
Esto os digo, y en ello me afirmo y ratifico, es.
perando humilde vuestra respuesta." (Hay wn
momento de silencio).
LOS COMUNEROS. 75
BERBEO. Acepto vuestros ofrecimientos, y os reconozco y
confirmo, señor de Chía y Príncipe de Bacatá.
(Toques de COl·netas).
PISCO. Jefe de los míos, por proclamaci6n general de
las comunidades de indígenas, he tomado en Ne.
moc6n posesi6n del poder que me corresponde, y
empezado á ejercer las funciones de mi Gobierno,
declarando abolidos para los míos los tributos
reales, que nos han venido conduciendo á la mi.
seria y á la muerte, y propiedad de los indios las
Salinas, pertenecientes al extenso y antiguo im.
perio de los Zipas.
JlERBEO. (Avanzando al fondo). Sed todos testigos de
que yo, Juan Francisco Berbeo, Intendente y
Capitán General de los pueblos rebelados, en mi
propio nombre, y á nombre del Supremo Conse.
jo de Guer?'a de los Comuneros, por el cual
estoy plenamente autorizado, y del Procurador
del Común, declaro que todo lo que ha hecho
Don Ambrosio Pisco, en ejercicio de la autoridad
que se le ha conferido, es corriente, justo, y está,
por consiguiente, bien hecho.
ARCHILA. Muy bien!
PISCO. Ahora, mandad.
BERBEo. (A los indígenas que h",n venido). Retiráos. (Se
retiran).
PISCO. A vuestro servicio.
BERBEo. (Trayendo á Pisco al fondo). Recordáis c6mo


76 LOS COMUNEROS.
obr6 Tisquesusha, sobrino y heredero de Neme.
quene, en la guerra con los Sutagaos 1
PISCO. Lo recuerdo.
BERBEO. Tenéis presente los procedimientos de Zaquesa.
zipa cuando invadi6 el Cacicazgo ne Sutatenza 1
PISCO. Fueron violentos!
BERBEO. Pues bien, la situaci6n es grave, suprema y defi.
nitiva, y es preciso obrar como lo hizo Tisque.
sus ha, con malicia y actividad, y como Zaquesa.
. .
zlpa, con rIgor.
PISCO. Ordenad.
BERBEO. Os acercaréis con vuestra gente á Santafé, y colo.
caréis horcas en sus entradas.
PISCO. Eso 1
BERBEO. Con el fin de asustar ti los moradores de la
capital.
PISCO. Nada más 1
BERBEO. Y para impedir que éntre tí ella persona alguna,
sin orden vuestra 6 mía.
PISCO. y si hay quien lo intente 1
DELGADILW. (A Pisco). Se le pone la soga al cuello, se le
suelta al aire, y al otro mundo!
ARCHILA. Oh!
PISCO. (A Bel·~eo). Todo se hará como lo mandáis.
(Váse).


LOS COMUNEROS. 77
ESCENA VI.

BE&BEO, FRAY ARCIIlLA Y DELGADILLO .



ARCHILA. Van tomando las cosas un aspecto serio!
BERBEO. La guerra, es la guerra.
ARCIlILA. Sí, y estoy por ella, pero eso de las horcas l. ....
DELGADILLO. Las horcas me parecen buenas para esos de.
salmados, así como ellos las creen buenas para
nosotros.
BERBEO. Reverendo Padre, no creáis que Pisco cometa
algún acto de crueldad, Di de energía. Al recu.
perar el troDO de sus mayores, Dada hará por
asumir la autoridad por ellos ejercida, apenas se
conformará con el título de Príncipe y los hono.
res que se le prodigueD.
ARCHILA. Así lo juzgáis!
BERBEO. Si hay batal.las, recordando los rasgos caracterís.
ticos de su raza, peleará con denuedo; pero ca.
reciendo de geDio para el Gobierno, y sostenido
apenas por la comunidad indígena, eDvilecida ya,
no sabrá sino someterse pacientemente.
ARCHILA. Entonces, por qué se le reconoce Sefior Soberano,
y se le declara Jefe!
BERBEO. Tal es la comedia del mnndo I

ARCHILA. De mauera que lo que está pasaDdo es UDa farsa 1
BERBEO. Lo que fuera UDa farsa sena quitar el mando de
la Colonia á los espafioles, para eDtregárselo á los
indios.


78 LOS COMUNEROS.

ARCRILA. Por qué 1
BERREO. Porque e,to equivaldría tí ,olver á lo~ tiempos
anteriores tí la conquista, y el porvenir que abe.
dece ciegamente á la ley del progreso, ni abdica,
ni permite volver atrás.
ARCHILA. Verdaderamente. El pasado es la noche, el por-
venir el día.
BERBEO. Nosotros reclamamos hoy de los gobernantes: el
derecho al trabajo; el derecho tí la acumulaci6n;
el derecho sobre la propiedad legítimamente ad_
quirida; el respeto por nuestra vida; mañana
reclamarán nuestros hijos, todo lo demás que sea
posible en el radio de la libertad.
ARCRILA. y por qué no pedirlo todo ele una vez!
BERBEO. Así como cada día trae su faena, cada genera_
ción tiene su cometido; y es una locura de las
inteligencias festinar el progreso.
ARCHILA. La verdad es siempre la verdad.
BERREO. Pero la verdad, y sobre todo, la verdad política,
es un ideal, comprensible apenas por los espíri-
tus superiores.
DELGADILLO. (Aparte). En qué idioma está hablando mi
Capitán 1..... .
ARCRILA. No perdáis de vista que la noci6n de la libertad,
que es el punto de partida del hombre civil, es
incompleta, mientras no se limiten de una mane-
ra exacta los poderes del Estado y de la ley.
DELGADILLO. (Viendo una pe?'sona en la entrada de la
derecha), Mi Capitán, un señor.
LOS COMUNEROS. 79
AHCHILA. (Volvündo la vüta). Maldición! El Oidor Vas.
ca! (Váse).

ESCENA VII.

VASCO, BERBEO y DELGADILLO.

VASCO. (Entrando). El señor Berbeo!


BERBEO. Yo soy.
V ASCO. He sido conducido por vuestros guardias.
BERBEO. Han hecho bien.
VASCO. Gracias.
BERBEO. Con quién tengo el honor de hablar ¡
V ASCO. Con el Oidor Joaquín Vasco y Vargas.
DELGADILLO. (Apa?·te). No conocía yo á los Oidores !......
Pues á fé que son como cualquier hijo de vecino!
(Se pone detrás de Berbeo).
BERBEO. Señor ......
VASCO. Oidor, señor.
BERBEO. Capitán General, señor Oidor.
VASCO. Nos entenderemos.
BERBEO. Tanto mejor.
VASCO. La "Junta de Tribunales del Remo," sabedo.
ra de los desgraciados acontecimientos que han
ocurrido, y de los cuales sois el autor y primer
responsable ..... .
BERBEO. Yo!
VASCO. Tal se susurra.
BERBEO. Son los pueblos en masa los que se han levan.
o
80 LOS COMUNEROS.

tado; y á ellos les he prestado y prestaré mi


cooperaci6n.
VASCO. Ni aquí, ni en ninguna parte, las pobres gentes
del pueblo, se mueven para cometer un delito,
sin que haya personajes que las comprometan.
BERBEO. De manera que juzgáis un crimen la actitud
que ha tomado la sociedad, para ver de recIa.
mar un derecho que de otro modo le hubiera
sido negado l
V ASCO. N o vengo á discutir hechos políticos, que al ser
considerados no merecerían perd6n.
BERBEO. No hay por ventura en la naturaleza humana, a!'
guna cosa más grata y duradera que esos odios
por opiniones, es decir, la piedad en las vicisitu.
des de la suerte, y la compasi6n por el dolor 1
V ASCO. OS advierto que vengo de comisionado de paz.
BERBEO. Señor Oidor Vasco, si empezái~ por perdonar á
los que defienden la justicia, excusad el hablar.
me, porque no os escucho.
VASCO. Esa . ,
arrogancia, ... , ..
BERBEO. Es la del hombre que defiende un derecho sao
grado, y que tiene á sus 61'denes más de veinte
mil peones que conducir tí la victoria.
VASCO. Os he dicho, señor Capitán General de Comuce.
ros, que vengo de comisionado de paz.
BERBEO. Hahlad como tál.
VASCO. La" Junta Cú Tribunales" me ha elegido en
compañía del Alcalde ordinario de Santafé, don
LOS COMUNEROS. 81
Eustaquio Galavís, pa.ra que acercándonos á
vos ..... ,
BERBEO. y el señor Galavís !
VASCO. Con Su Ilustrísima, el seDor Arzobispo de la Ar.
quidi6cesis.
BERBEO. y en d6nde están Su Señoría y el Alcalde!
VASCO. En una casa contigua á vuestro campo, en donde
esperan para hablaros, el resultado de esta pri.
mer entrevista entre los dos.
BERBEO. y qué es lo que quieren de mí las autoridades del
Reino!
VASCO. El desarme y retiro á sus casas de las gentes que
comandáis.
BERBEO. Simplemente!
VASCO. Simplemente.
BERBEO. De manera que los señores togados han creído
que los pueblos se han levantado tan 8610 por
hacer un rato de ejercicio!
VASCO. y por qué no ban reclamado por la paz, lo que
pretenden por la guerra!
BERBEO. Porque las autoridades de la Alta Magistratura,
que proceden desde la cima de su grandeza cual
si fueran Rngidos del Señor, no tienen oidos para
escuchar la doliente voz de los que juzgan sus
esclavos! ,
VASCO. Señor Capitán General!. .....
BERBEO. El Poder absoluto ciega de tal manera el espíri.
tu, que los que lo ejercen olvidan, 6 no como
prenden siquiera, el significado de las palabras!
6
82 LOS COMUNEROS.

VASCO. Esas opiniones serían castigadas, SI no estuvié.


rais apoyado en la fuerz •.
BERBEO. Un razonamiento cualquiera no es un crimen
digno de castigo, sino cuando conduce directa.
mente al delito. Empero, como el despotismo es la
Némesis de la fábula, que ve en todo un agravio,
y tiene para todo una venganza .......
VASCO. No perdamos el tiempo en disertaciones que á
nada conducen.
BERBEO. Me parece acertarlo.
V ASCO. Don Carlos III, que es un piadoso Soberano, mi.
rará mal la revoluci6n que habéis hecho, porque
con este paso se ha ofendido su justicia y mago
nanimidad.
BERBEO. Nosotros no consultamos la voluntad del Rey
para rebelarnos contra sus Delegados y los he.
chos de sus Delegados, porque es claro que si se
la huLiésemos pedido, á pesar de su bondad, nos
habría castigado, 6 dicbo al menos aquella frase
sacramental de los Reyes: " Os amo, mis amados
vasallos, esperad "; y nos hubieran dejado aguar.
dando hasta el fin del mundo, la remoci6n de sus
Agentes que nos oprimen, y la Teforma de las
leyes y Edictos fiscales.
V ASCO. Sois libres, progresáis, y no tenéis ni siquiera
una palabra de agradecimiento para vuestros
mandatarios!
BERBEO. La libertad y el verdadero progreso político, se
miden en todas partes, por el grado en que los

,
LOS COMUNEROS. 83
derechos del hombre se ven reconocidos y rodea.
dos de garantías forma les.
VASCO. En fin, evité mOllaS rodeos y vamos al asunto.
BERBEO. Bien.
V ASCO. Tengo autorizaciones para entrar cou vos en un
arreglo que ponga término á la revoluci6n; os
prestáis á él J
BERBEO. Según las bases.
V ASCO. Fijadlas.
BERBEO. Como los pueblos se ban insurreccionado contra
la Armada de Barlovento, y muchos de los im.
puestos que comprende la Alcabala ......
VASCO. Conviene rebajar estas contribuciones en cuanto
sea posible.
BERDEO. Como á pesar de las "Leyes de Indias," los in.
dios son tratados cual si fueran esclavos ......
VASCO. Justo es que se les ampare en el goce de sus
derechos.
BERBEO. Como hay gobernantes en el Reino qne se han
hecho odiosos por su conducta cruel, discrecio.
nal y tiranicida ......
VASCO. Os referís al señor Visitador Regente J
BERBEO. A él y á otros.
V ASCO. Sabed que el señor Regente, reconociendo su po.
sici6n, se ha retirado de Santafé.
BERBEO. Sobre estas y otras bases podemos entrar en Un
Convenio.
V ASCO. Está bien. Mas ante todo, es prudente que sus.
84 LOS COMUNEROS.
pendáis el envío de vuestras fuerzas sobre la
capital.
BERBEO. Habré de pensarlo.
V ASCO. Acerquémonos, señor Capitán General, al señor
Arzobispo y al señal' Alcalde Galavís, y acabe.
mos de conferenciar con ellos sobre los términos
del arreglo.
BERBEO. Y por qué su Ilustrísima y el Alcalde no vienen
donde yo estoy 1
V ASCO. OS rodea tanta gente belicosa, que ..... .
BERBEO. Voy á conferenciar con los Tenientes Generales
del Oomún, don Nicolás J. de Vezga, don José
Sim6n Villarreal, don Javier Tello y don Juan
de Agüero, sobre el particular, y luégo, si así se
conviniere, comisionaré á los Delegados del Ca-
bildo de Tunja, don Juan Bautista Vargas y
don Agustín Justo de Medina, á quienes daré
expresas instrucciones, para que unidos á la co-
misi6n de la Audiencia, hagan sin demora un
proyecto de Convenio.
V ASCO. OS agradezco. (Vanse).

ESCENA VIII.

DELGADILLO y FRAY ARCHILA.

ARCHILA. Jamás he visto táota gente reunida!


DELGADILLO. Ni más resuelta.
AROHILA. Santafé temblará á su presencia.
LOS COMUNEROS. 85
DELGADILLO. Qué! Si ya no vamos allá!
ARCHlLA. Por?.""
DELGADILLO. Lo sospecho.
ARCHILA. Y qué razones tenéis para maliciarlo 1
DELGADILLO. He oído ciertas palahras.
ARCHILA. A quién 1
DELGADILLO. No es pecado, señor Cura, revelar lo que uno
oye 1
ARCHILA. Según.
DELGADILLO. Pues ese" según," me cierra la boca.
ARCHILA. Si es un secreto que se nos ha confiado ......
DELGADILLO. Hacemos mal en publicarlo 1
ARCHILA. Sin duda.
DELGADILLO. Pues por eso es que no digo por qué no va.
mos á Santafé.
ARCHILA. Pero ya me lo habéis dicho.
DELGADILLO. Cierto! Qué tonto soy! He pecado 1
ARCHILA. Levemente, puesto que apenas habéis revelado la
mitad del secreto.
DELGADILLO. La mitad 1
ARCHILA. Por lo que veo, la confianza que se os hizo tiene
dos partes: la primera es, que los revoluciona.
rios no van ya á la Capital; y la segunda, los
motivos de esta determinaciún. Estos motivos son
lo que os falta decir para revelar todo el secreto.
DELGADILLO. Qué es un secreto, mi Reverendo 1
ARCHILA. Distingo!
DELGADILLO. Qué es eso de distingo 1
ARCHILA. Que hay secretos de secretos.
86 LOS COMUNEROS.
DELGÁDILLO. Maldita si entiendo!
ARCHILA. En el presente caso, un secreto es una cosa que
se nos confía, muy calladamente y con toda re-
serva.
DELGADILLO. No he pecado, ni levemente.
ARCHILA . Por qué 1
DELGaDILLO. Porque á mi, nada se me ha confiado en re-
serva.
ARCHILA. Entonces podéis decir todo lo que habéis oído.
DELGADILLO. Pues no vamos á Sa"tafé, porque hay Conve_
mos.
ARCHILA. Convenios 1
DELGADILLO. Quiero decir, Tratados.
ARCHILA. Entre quiénes 1
DELGADILLO. Entre mi Capitán Berbeo, un Oidor, un Alcnl_
de y los Delegados de Tunja.
ARCHILA. Lo sabéis de positivo?
DELGADILLO. En este momento deben estar en conferenciaR.
ARCHILA. N o estáis engañado 1
DELGADILLO. Digo la verdad.
ARCHILA. (Oon furor). Ira de Dios, ha triunfado la Au_
diencia!
DELGADILLO. Os ponéis brn vo 1
ARCHILA. Pr6xima está la hom de nuestra ruina!
DELGADILLO. Abajo los Tratados!
GUARDIAS. (Desde sus puestos). A bajo!
DELGADILLO. Por qué gritáis, canallas 1 N o se os ha mandado
permanecer inm6viles y mudos como santos de
LOS COMUNEROS. 87
palo 1 Para vosotros sí hay secretos, y si habláis,
incurrís en pecado mortal!

ESCENA IX.

DON JORGE, EEREEO, FRAY ARCHILA y DELGADILLO.

JORGE. Me alegro de veros, Fray Archila.


ARCHILA. Señor Marqués.
JORGE. (A Be,·beo). En qué íbamos 1
BEREEO. Como os decía, Galán se ha portado muy hien.
Los sesenta Coraceros que salieron de Santafé en
su persecución, fueron batidos á la entrada de
Facatativá; en el Alto del Roble, asalt6 y apri.
sionó á los conductores de un armamento envia.
do por el Virrey Fl6rez; luégo tom6 á Guaduas,
y en seguida á Honda y Mariquita, desde donde
ha insurreccionado los Corregimientos de Tocai.
ma y Leiva.
JORGE. Pero al fin se le escapó el Regente.
BEREEO. Ese hombre es un gamo!
ARCHILA. Tiene la ligereza del ave;
BEREEO. Y bien, me contábais, Marqués, que habían en.
trado tropas á la Capital.
JORGE. Más de trescientos hombres de caballería, que
enviaron los Corregidores de Bosa y Cáqueza.
BEREEO. Y Pisco permitió su entrada?
JORGE. Pisco, á quien juzgábamos tan enérgico, ni tiene
nada de parecido á Tupac Amaru, ni está á la al.
tura de la situaci6n .

88 LOS COMUNEROS.

BERBEO. Ya lo había pensado.


JORGE. Me he convencido de qne los indios de estas co.
marcas, tienen gran temor á la raza blanca.
BERBEO. Cuántos soldados babrá en la ciudad 1
JORGE. Dos mil, por lo meaos.
BERBEO. Bien armados 1
JORGE. No todos.
BERBEO. C6mo, no hay armamento en los parques 1
JORGE. Absolutamente.
BERBEO. Hé aquí la más gr.lnde de mis esperanzas desva.
necida! Marqué~, s6lo las Capitulaciones pueden
salvarnos.
ARCHILA. Por qué las Capitulaciones 1
BERBEO. Apoderarnos de la Capital es cosa fácil, bastnrÍa
un esfuerzo de pocas boras, pero luégo ......
ARCHILA. Luégo 1
BERBEO. C6mo afrontar In lucha desarmados 1 C6mo pro.
porcionarnos los elementos necesarios para com.
batir las tropa, que el Gobierno espafíol enviará
sin demora á someternos 1
ARCHILA. Es más glorioso morir en la demaaJa, que vIvir
humillados.
DELGADILLO. Opino lo mismo.
JORGE. Fray Arcbila; he conferenciado sobre el parti.
cular con cuatro de los hombres más juiciosos y
eminentes de la rcvoluci6n: Morales, García
Olano, Espada y Campuzano.
AReHILA. Y qué opinan 1
JORGE. Ya se lo hahía manifestado al sefíor Ca¡>itán
LOS COMUNEROS. 89
General BerbeO". Opinan que si la Audiencia,
como es de creerse, hace á los Comuneros conce.
siones que satisfagan sus deseos, se debe capitular.
ARCHILA. Oh, fragilidad humana!
BERBEO. (A Archila). Lo que la revoluci6n tiene hoy á
sus 6rdenes, son masas sin organizaci6n, sin dis.
ciplina militar verdadera, y lo que es peor aún,
sIn armas.
JORGE. y así es imposible la lucha.
ARCHILA. Señor Marqués, lavémonos de una vez las manos
como Pilatos!
JORGE. Por ahora obtendremos para los pueblos lo que
para ellos hemos reclamado, más tarde combati.
remos la tiranía que nos humilla.
ARCHILA. De qué manera 1
JORGE. Tenemos la opini6n, y s610 nos faltan armas;
para obtenerlas, Morales ha recibido plenos po.
deres míos y de otros ciudadanos pudientes, para
trasladarse á Inglaterra y comprarlas á cualquier
precIO.
MCRILA. Vana esperanza!
DELGADILLO. Triste consuelo!
JORGE. Señor Capitán Berbeo: siendo inmensa la res.
ponsabilidad que sobre vos pesa, lo que importa,
por ahora, es que os acerquéis á Ir. " Oomiswn de
paz," y tí Su Señoría el Arzobispo, que es un
hombre inteligente, culto y justiciero, y les im.
pongáis los términos y condiciones del Tratado.
BUBEO. Creeis conveniente este paso!
¡
90 LOS COMUNEROS.

JORGE. Lo juzgo de primera necesidad.


BERBEO. Iré á la Comisi6n.
JORGE. Os acompañaré un instante. (Vánse).

ESCENA X.

FRA Y ARCHILA y DELGADILLO.

ARCHILA. (En un extremo del escenario y como BOlo). De


un lado esa víbora de mil cabezas, la tiranía, con
su boato, sus recurs.os, sus sistemas, su diploma.
ci" y su codicia! Del otro los pueblo>, humildes,
miserables, sin disciplina, diri15idos por hombres
• crédulos y sin ambici6n ! .... " Quién triunfará 1
El resultado no parece dudoso. Las Capitulacio.
lles darán la victoria á los hábiles, á los que como
el murciélago chupan la sangre de la víctima
hasta dejarla convertida en momia !... ". Dios
soberano, por qué está el cielo callado y sombrío
para los que padecen persecuciol!es; hermoso y
radiante para los que las imponen L .... Oh!
muchedumbres abandonadas, hasta cuándo se
abrirán para vosotras las puertas de la tierra de
promisi6n 1.." .. Pero, acaso no estoy blasfeman.
do 1.. .... Vendrá el día en que los que lloran
recibirán consuelo, aquí y Allá; Y castigo los
que sacrifican á sus hermanos l. ..... Sí, tarde 6
temprano, el premio para los buenos, y para los
ml'los la inmensa pesadumbre y las profundida •

LOS COMUNEROS. 91

des insondables! !"".. (Queda en actitud con.


templativa ).
DELGADILLO. (En el otro extremodelesccnarioy como 8010).
Hasta aquí las cosas iban Lien, pero los malditos
Tratados lo descompondrán todo !.. " .. De un
lado nosotros, los tontos del pueblo, sin sistema,
ni cosa parecida! Del otro los déspotas, con todo
lo que el diablo da á los que están encima, para
que se diviertan á su acomodo con los que están
debajo ' .. "" Perderemos la campaña, y volverán
para los Comuneros el hambre, el palo, las pri.
siones y la horca, hasta tanto que los tiranos
caigan en " la inmensa pesadumbre y las profun_
didades insondables I !" (Hay un ?'ato de sikncio).
ARCHILA. (Consigo mÍBmo). Me pasa el mundo por la ca_
beza! (Váse).
DELGADILLO. (Consigo mismo). Me flaquean las piernas!

ESCENA XI.

DON JORGE Y DELGADILLO.

JORGIi. Quién sois 1


DELGADILLO. Soy el Ordenanza del señor Don Juan Fran.
cisco Berbeo, Intendente y Capitán General de
los Com u neros.
JORGE. Por qué no estáis á su lado 1
DELGADILLO. Me ha mandado cuidar de su tolda.
JORGE. Bien.
92 LOS COMUNEROS.

DELGADILLO. Con quién bablo 1


JORGE. Con Jorge Miguel Lozano de Peralta, Marqués de
San Jorge.
DELGADILLO. (Apa1·te). Caramba !...... Un Marqués, un Oi.
dor y un quidam, parecen ser la misma cosa! Tú,
e'1 y yo ...... 19ua
. I es 1.
JORGE. De qué parte sois 1
DELGADILLO . Del Socorro.
JORGE. Allá vivís 1
DELGADILLO. Vivía. Abora VIVO aquí. Más tarde, quién
sabe!
JORGE. No peuEáis en volver á vuestra casa 1
DELGADILLO. No señor.
JORGE. Entonces 1
DELGADILLO. Deseo quedarme.
JORGE. En d6nde 1
DELGADILr.o. Por aquí. Recibidme á '\'uestro servicio, señor
Marqués.
JORGE. Para qué servís 1
DELGADILLO. Para todo y para nada.
JORGE. Vaya!
DELGADILLO. Si se trata de mi oficio, sirvo desde sembrar el
algod6n, desmembrarlo é hilarlo, hasta tejer la
manta. Si de otro trabajo, soy inútil.
JORGE. No podréis servir con lealtad é inteligencia á nn
hombre de Corte 1
DELUADILLO. A mi Capitán, que es todo un caballero de
campanillas, lo atiendo debidamente.
JORGE. Os hago mi Ujíer.
LOS COMUNEROS. 93
·' 1....... Q'
D ELGADILLO. U Jler ue emp1eo es ese.1
JORGE. El de un servicial de Cámara.
DELGADILLO. Acepto (.Aparte) . Oh, prodigio ! C6mo transo
forman á algunos hombres las guerras 1. ....• De
simple tejedor de mantas, salto á Ordenanza, y
de Ordenanza á ...... Don Ujier !...... Viva la
revoluci6n de los Comuneros!
JORGE. Estáis contento 1
DELGADILLO. Demasiado.
JORGE. O. trataré bien .
DELGADILLO. Siempre estaré mejor á vuestro lado que en el
Socorro, en donde debido á los Convenios, queda-
rán mis paisanos peor de lo que estaban. (Toques
M cometas).

ESCENA XII.

DON JORGE, VASCO, BERBEO, PISCO, DELGADILLO Y


COMUNEROS.

BERBEO. Silencio! (Cesa la música).


JORGE. Hablad, señor Capitán General.
BnBEO. (Sacando un legajo). Los comisionados de la
"Junta de Tribunales," por una parte; y por
otra, los Delegados del Común de Tunja, plena_
mente autorizados, han redactado en treinta y
una bases estas Capitulaciones, que una vez acep-
tadas y firroadas por los altos funcionarios del
Reino, ponen término á la guerra entre el pue-
blo y el Gobierno de la Colonia.
,
,
I

94 LOS COMUNEROS.

VASCO. Asegurando tí los colonos su propiedad, su tran.


quilidad y su felicidad. (M'!wmullos entre los Oo.
muneros).
BERBEO. Atenci6n!
JORGE. Cuáles son, señor Berbeo, las bases del Arreglo
que aca]:.a de verificarse 1
BERBEO. En este documento (Señula el legajo) se con.
signan tres especies de reformas: unas econ6.
micas, otras ecleúásticas, y otras políticas y
administrativas.
JORGE. Corriente.
BERBEO. Por las primeras, queda suprimida la contribu.
ci6n llamada de Armada de Barlovento, y parte
de los im puestos com prendidos en la Alcabala,
reduciéndose, además,los tributos sobre el aguar.
diente, el tabaco y la sal, con lo cual es abolido,
por completo, el sistema fiscal del Visitador Re.
gente, Don Francisco Gutiérrez de Piñeres.
VASCO. Es verdad. (Llpluusos).
JORGE. Continuad.
BERBEO. Por las segundas, los Curas de almas, cualquiera
que sea su carácter, en observancia de lo insti.
tuido en el Concilio de Trento, de los Sínodos,
leyes y cédulas, no podrán cobrar en adelante de
sus feligreses, aliviándolos así de carga t~n pesa.
da, otros derechos ecle.iásticos que los que se
determinan en aquellos mandatos.
VASOO. Era 16gico.
BERBEO. y por las últimas, los revolucionarios conserva.
-

LOS COMUNEROS. 95
rán su organización, debiendo instruir los Jefes á
los subalternos en el manejo de las armas; se
extraña del Reino al Visitador y se suprime este
empleo; (Aplausos) se estipula que los desti.
nos públicos se conferirán en adelante á los ame.
ricanos; se establece una autoridad superior en
el Socorro, á la cu .. l estarán sometido~ todos los
habitantes de este Corregimiento y los de San
Gil; Y se establece que úempre que algún em.
pleado, sea quien fuere, trate á los pueblos con
la saña que lo hizo el Regente, é,tos tienen el
derecho de levantarse, protestando contra la opre.
sión. (Aplausos).
JORGE. Era todo lo que podía concederse.
VASCO. Más aún de lo que los Comuneros se prometían.
Empero, semejant~s concesiones serán aprobadas
por quienes corresponde, en atención á la mag.
nanimidad de su Majestad el Rey, que tan sólo
aspira á la dicha de sus vasallos.
BERBEO. El señor Arzobispo de b Arquidi6cesis quiere
que las Capitulaciones sean firmadas en Zipa.
quirá sobre los Santos Evangelios, y que se cante
un Te Deum en acción de gracias al Todopodero.
so por la feliz terminación de la guerra.
JOBGE. Muy bien.
BUBEO. (A Pisco). Vos, representante de las Comunida.
des de indígenas, qué decís respecto de lo estipu.
lado 1 ••
PISCO. Yol
96 LOS COMUNEROS.

BERBEO. Vos, Don Aro brosio Pisco, Señor de Chía y Prín-


cipe de Bacatá.
PISCO. Pues ..... .
BERBEO. Expresáos con franqueza.
PISCO. Digo que ..... .
DELGADILLO. (Aparte). Con qué tontería irá á salir!
BERBEO. Hablad.
PISCO. Lo pensaré.
DELGADILLO. (Apa?·te). Esto ya es algo!
VASCO. (A Pisco). Un arreglo tan conveniente para los
vuestros, no tiene por qué no ser aceptado ..... .
JORGE. Sin demora.
BERBEO. Tal me parece.
PISCO. Acepto el Convenio.
DELGADILLO. (Aparte). Al fin pisco!
BERBEO. Compañeros, vitoread las Capitulaciones, funda_
mento de la libertad de los pueblos en el porve-
nir !
PISCO. Vivan las Capitulaciones!
VOCES. Vivan! (Toques de co?·netas).

(Oae el telón).
, , ,

ACTO CUARTO.

PERSONAL.

DON JonOE LOZANO DE PERALTA ..... Marqués de San Jorge.


DOÑA M.nÍA TADEA GONúLEZ M.. Marquesa de id.
DON FRANOISOO GOTIÉUUEZ DE P ... Regente del Reino.
DON MANUEL GARCÍ. OLANO ........ Administrador de Correos.
FRAY Ornuco DE ABCIDLA ......... Dominicano.
DON JOAQUÍN V ASCO Y V ARG.S..... Oidor de l. Real Audiencia.
JosÉ DELGADILLO ......... _...... _.... Ujíer del Marqués.
Cuatro Frailes Franciscanos, 1tu Jlonaguillo, un P1'egonero, Pueblo,
Reos y Gua,-dias reales.

El escenario reprosenta la cámara de estudio del Marqués de San Jorge,


lujosamente condecorada con muebles y útiles da estilo. A los costados,
puertas de entrada. Al frente, sobre un tel6n de fondo, ventana'3 fatiga.das
que dan á una plaza. Cuando la escena lo requiera, habrá mutación, yal
levantarse el telón de centro, aparecerá otro detrás, en el cual catará pinta.
da la cárcel de la Real Audiencia.

ESCENA l.
DON JORGE Y FRAY ARCHILA.

AXCHILA. Por el Norte, el Sur, el Este y el Oeste, en todas


7
98 LOS COMUNEROS.

partes, han improhado los puehlos las Capitula.


Clones.
JORGE. Dios los libre del tremendo castigo que vendrá
sobre su temeridad, si uo guardan, por ahora,
una acli tud pacífica !
AROHILA. Por ahora, decís 1
JORGE. Por un poco de tiempo más, mientras nos llega
el armamento de Inglaterra.
AROHILA. Todo será; mas los tales Tratados ......
JORGE. N o debían haberse hecho dadas otras circuns.
tancias. Pero c6mo desafiar sin armas la saña
de un enemigo poderoso 1
AROHILA. Eso debía haberse tenido en cuenta antes de im.
pulsar á las gentes en el camino de la rebelión.
JORGE. Pero no se tuvo.
AROHILA. ara ve falta fué !
JOItGE. Padre Archila, también tratáis de reconvanu.
me! Excusad el hacerlo, pues bastante sabéis
que yo no fuí el au tor de la revoluci6n, toda vez
que ella tuvo su origen en un acto espontáneo
del espíritu público.
AROHILA. Acto á que dísteis una ayuda, sin la cuaL ....
JORGE. Un hombre de mi carácter no podía permanecer
sordo al clamor del pesar general. Había abusos
que combatir y me puse al servicio de la des.
graCIa.
ARCHILA. Para vos como para mí, había llegado la hora
del enternecimiento y de la sensibilidad, pero yo
LOS COMUNEROS. 99
creía que en vuestra malicia juzgábais, que ano
tes de construir, era preciso destruir.
JORGE. No comprendo.
AROHILA. He tenido el honor de ser vuestro confidente, y
cuando me hablábais de la guert:a con tánto en.
tusiasmo, os veía cubierto con una coraza de luz,
aplastando con el pie las tinieblas y dando alas á
la raz6n y á la justicia.
JORGE. Dí impulso á la guerra, y habiéndose conseguido
lo que ella quería, estuve por las Capitulaciones,
que destruían abuso. y reconocían derechos.
AROHILA, Abusos que están volviendo á levantar su formi.
dable cabeza! Derechos que perecieron al nacer!
JORGE. y quién tiene la culpa de que haya malvados,
para quienes la fé jurada sea t~n s610 una falaz
promesa 1
ARCHILA. Los que no malician que hay ocasiones en que
la perversi6n de los hombres es mucho más pro.
funda que la bondad de Dios!
JORGE. Tenéis una ceguedad llena de perspicacia!
AROHILA. Tal vez.
JORGE. Vais siempre á un blanco dado, como la punta de
acero lanzada por mano hábil.
ARCHILA. Reflexionad en el movimiento de las ideas; en
el flujo y reflujo de los espíritus, y ver"is que
por ley providencial, ellos tienen su meta, iÍ la
cual se dirigen irremisiblemente.
JORGE. Estáis enigmático !
ABCHILA. Lo que quisísteis ayer, no lo queréis hoy. Pues
100 LOS COMUNEROS.

bien, sabed que la sociedad está en plena conlla.


graci6n; en plena combusti6n, mientras que vos
vivís sumergido en la paz, ciego en presencia de
lo que pasa, como la Temis de Homero!
JORGE. Padre, muchas veces el silencio de una idea fija
es terrible !
AROHrLA. Romped ese silencio. Hablad y que aparezca
por encima de todo la faz luminosa de la guerra!
JORGE. No queréis ver lo peligroso de la situaci6n !
AROHrLA. Fuera del reconocimiento del derecho estricto,
que es el sepulcro de la tiranía, no veo nada.
JORGE. Al derecho estricto iremos más luégo por la
fuerza. En los momentos actuales, las Capitula.
ciones son un punto de apoyo.
AROHILA. Contra este Tratado. vais á ver en breve que las
carnicerías señoriales del siglo XV, eran menos
crueles para los pueblos, que lo va á ser la con.
ducta de nuestros gobernantes para los Comu.
neros.
JORGE. Peor para los déspotas!
AROHrLA. Peor para las víctimas, digo yo ! Renato n, Señor
de Bretaña, que colgaba á los campesinos de los
garfios de sus balcones, va á quedarse atrás del
Visitador Regente, si vuelve al mando.
JORGE, No volverá. El empleo que ejercía está supri.
mido.
AROIIlLA. En las Capitulaciones, Marqués.
JORGE. La Audiencia no puede faltar en este punto á lo
estipulado.
LOS COMUNEROS. 101
ARCHILA. Este Tribunal que creeis tan magnánimo ......
JORGE. Todo lo contrario.
ARCHILA. Acaba de dictar un tenebroso "Acuerdo sOOre
sospechoBos," que hace visible la pena sobre too
das las cabezas, y da la muestra de lo que de él
puede esperarse!
JORGE. Es un absurdo esto de creer que el Estado es
una instituci6n de simple policía.
ARCHILA. Ved si no.
JORGE. Qué!
ARCHILA. Esta madrugada, á las dos, han sido apresados en
la Plazuela de las Nieves, más de setenta indivi.
duos, entre ellos los Doctores Espada y Campu.
zano; y según se afirma, hoy mismo serán con.
ducidos á los presidio~ de Cartagena.
JORGE. (Con indignación). Qué demencia!
ARCRILA. Señor Marqués, volved á ser el centro del movi.
miento reparador; levantad de nuevo la bandera;
reunid á los pueblos dispersos, para que como un
solo hombre tornen á protestar contra la tiranía.
JORGE. Creeis que me haga honor semejante paso!
ARCRILA. Todo lo que Ee hace en servicio de la verdad y
de la justicia, es bueno.
JORGE. Esperemos que pronto tendremos armas.
A RCRILA. Oh! mientras tanto se consumará la más espall.
tosa hecatombe humana! !
102 LOS COMUNEROS.

ESCENA n.
DON JORGE, FRAY ARCRILA Y DELGADILLO.

DELGADILLO. (Haciendo venia al Marqués). El señor Don


Manuel García OIano.
JORGE. Tonto.
DELGADILLO. Él 6 yo 1
JORGE. Vos.
DELGADILLO. Qué pasa. por el alma del señor Marqués ?
JORGE. No os he dicho que no recibo hoy?
DELGADILLO. Eso se me dijo ayer.
JORGE. Debíais ha.berme comprendido.
DELGADILLO. Porque comprendí la orden, fué que anuncié al
señor García. OIano.
JORGE. Qué modo de entender las cosas!
DELGADILLO. Yo no confundo jamás el ayer con el hoy, ni
el hoy con el mañana, ni el mañana con el pasa_
do mañana..
JORGE. (Poniéndole la memo sob"e el hombro). Tenéis
raz6n. Que éntre Garda. (Váse Delgadillo).
ARCRILA. Es un excelente paje este hombre.
JORGE. A pesar de su rusticidad, tiene clara inteligencia.
ARCRILA. y un amor entrañable por la libertad.
JORGE. Entusiasmo que lo honra.

ESCENA III.

DON JORGE, FRAY ARCHILA Y MANUEL.

MANUEL. Señores ......


LOS COMUNEROS. 103
JORGE. Qué hay de nuevo 1
MANUEL. Muchas y malas noticias.
ARCRILA. N o lo extraño.
JORGE. Visto está, que no ha de haber para mí sosiego!
MANUEL. y tí fé mía, que nada siento tanto como el ser
conductor de nuevas desagradables.
JORGE. Sentémonos. (Todos se sientan). Empezad,
García.
MANUEL. La Audiencia está haciendo burla de las Capi.
tulaciones.
JORGE. (Sorvprendido). Después de haberlas jurado en
nombre del Rey, y sobre los Santos Evangelios?
ARCRILA. No os asombréis, Marqués, que apenas empioza
el Via G,·ucis para los Comuneros. Al borrar los
señores Oidores con la una mano lo que con la
otra hicieron, entramos en la primera estaci6n !
MANUEL. Los ciudadanos á quienes se aprehendi6 há poco,
levantándoles el crimen de querer asesinar á los
españoles, han sido remitidos á Cartagena, caro
gados de cadenas y en medio de soldados preto.
rianos que los insultaban.
JORGE. Cobardes y viles tiranos!
ARCRILA. Tenemos la segunda estaci6n, Marqués. Los Ca.
muneros con la Cruz á cuestas!
MANUEL. Las salinas que Don Ambrosio Pisco había de.
vuelto á los indios, fueron declaradas n uevamen.
te propiedad de la Corona. Al ir tí tomar el
Gobierno posesi6n de ellas, los indígenas se apreso
taron para sostener por la fuerza su propiedad.
104 LOS COMUNEROS.

El Comandante, Don BIas de Soria, sostuvo la


lucha y mató algunos de estos infelices, enviando
las cabezas de los muertos á la Audiencia; quien
las ha mandado poner en picas en todos los ha.
rrios de la ciudad.
JORGE. Qué cinismo el del crimen !
ARCHILA . Vamos en la tercera estación, Marqués. Los Co.
muneros caídos en tierra debajo de la Cruz!
MANUEL. Galán, Molina, Ortiz y Alcantuz, han sido apre.
sados en distintos lugares y mandados traer á
Santafé, para que respondan de su conducta como
rebeldes contra las leyes del Reino.
JORGE. Desgraciados:
ARCHILA. Entramos en la cuarta estación, Marqués. Los
Comuneros ante su santa Madre, b Real Au.
diencia !
MANUEJ,. A Don Francisco Berbeo, nombrado en virtud de
las Capitulacione" Jefe y Justicia Mayor de los
Corregimientos del Socorro y San Gil, se le h.
destituido de su empleo. suprimido el título de
Don, tí que tenía derecho por sus antepasados,
y mandado juzgar.
JORGE. Apenas es creíble semejante felonía!
ARCHILA. Hé aquí la quinta estación, Marqués. Al Comu.
nero mayor se le alivia del peso de la Cruz,
para que pueda resistir en la plenitud de su
razón el suplicio que se le prepara!
MANUEL. Don Salvador Plata, deseando congraciarse con
el Gobierno, ha denunciado ante las autoridades,
LOS COMUNEROS. 105
á todos los individuos que tomaron parte en la
revolución del Socorro.
JORGE. Infame!
ARCRILA. Pasamos á la sexta estaci6n, Marqués. S6lo que
el traidor no limpia la cara de los Comuneros,
llena de sudor, de salivas y de bofetadas, sino
que se quita su lienzo y tapa con él el rostro!
MANUEL. El Virrey Fl6rez, que improbó los Convenios, ha
enviado á esta ciudad un Regimiento de vetera.
nos, .. órdenes de Don José Vernet, á quien
sigue en su acelerada marcha sobre la capital, el
Visitador Regente, Don Francisco Gutiérrez de
Piñeres.
JORGE. Eso es positivo 1
MANuEL. Tan positivo, como que el sol alumbra.
ARCRItA. (De pie). Esta estaci6n, que es la séptima, vale
por todas, Marqués. Tenemos á los Comuneros
subiendo la cima del Calvario, en vía para la
muerte afrentosa r Habrá quien los salve 1
MANUEL. (De pie). Habrá quien salve al menos la idea.
ARCRILA. Quién 1
JORGE. (De pie). Nuestro brazo 6 el brazo de nuestros hi.
jos. Todo Oalvario es una altura bendita, de la
cual sale á torrentes el derecho! El Vía Crucis
de los pueblos termina siempre en catástrofe para
los opresores y en redención para los oprimidos!
106 LOS COMUNEROS.

ESCENA IV.

DON JORGE, FRAY ARCHlLA, MANUEL Y DoRA MARtA.

MARíA. Buenos días, Marqués.


TODOS. Marquesa ......
MARtA. Como ya no vais á mi cámara, me veo precIsa.
.
da á venir á la vuéstra.
JORGE. Las ocupaciones ......
MARíA. Cuáles! Va para mucho tiempo que tenéis aban.
donados los negocios. Rico en haciendas, no las
atendéis!
MANUEL. La política ......
MARíA. Entiendo, García. La política tiene absorbida
de tal manera la atenci6n del Marqués, que ya
ni de su esposa se acuerda!
JORGE. Siempre os llevo en el fondo de mi coraz6n,
sefiora.
MARíA. Cuando me lleváis, prueba es de que os habéis
ido; mejor dicho, de que estáis separado de mí.
ARCHlLA. Sefiora, en nadie como entre vosotros dos, se
cumple mejor el divino precepto del matrimo.
nio: sois dos en un solo espíritu y en una mIS.
ma persona.
JORGE. Es cierto.
MARÍA. Marqués .... ..
JORGE. E.posa mía .... ..
MARíA. Vengo á hablaros de política.
JORGE. Os atiendo con gusto.
LOS COMUNEROS. 107
MARtA. y me alegro de que estéis en compañía de dos
de vuestros más sinceros amigos de aventuras,
para que todos tres me oigáis.
ARCHILA. (Aparte). Reprimenda tenemos!
MANUEL. Por mi parte nada me causa más placer, que las
dulces palabras de la señora Marquesa.
MARtA. Galantería excusada.
JORGE. Hablad.
MARiA. Recordáis que una vez os dije que estábais ame.
nazando á un león con un palo de escoba 1
JORGE. Tenéis tan brillante imaginación 1......
MARtA. Mal que os pese.
ARCHILA. Ya !. .....
MARtA. Recordáis también, que una ocasión os encono
tré ......
MANUEL. A todos tres.
MARtA. Arrodillados, como en penitencia!
ARCHILA. En oración, señora Marquesa.
MARtA. y que os dije que estábais locos 1
ARCHILA. Tenéis tales agudezas 1.. ....
MARtA. Más aguda es la política. Ella os hizo perder el
juicio, y una vez perdido, amenazásteis tan obs.
tinadamente al león, que al fin se arrojó sobre
vosotros, sacó sus garras y os las tiene clavadas
en la carne viva!
JORGE. N o me las veo.
MANUEL. Ni yo la herida.
ARCHILA. Ni yo siento dolor alguno.
MARtA. Está bien. Os gustan los cuentos 1
108 LOS OOMUNEROS.

ARORILA. Tal cual.


MARíA. Voy á referiros uno.
JORGE. Que nos haga reir.
MARíA. O llorar. Podéis escoger.
ARORILA. Arriba, pues.
MARíA. Era un país hermoso, habitado por una antigua
raza de gigantes, bien que algo degenerados, á
quienes gobernaban unos enanos extranjeros.
JORGE. Eh!
ARORILA. (A Jorge). Chito
MARíA. En este país había tres hombres: el uno hidalgo,
desfacedor de agravios, y noble de sangre puno
JORGE. (Aparte). Sátira!
MARtA. El otro era un Sacerdote criollo 6 mestizo.
ARORILA. (Aparte). Burla!
MARíA. y el otro un seglar, rentado por los enanos.
MANUEL. (Aparte). Alojo derecho!
MARíA. Un día le. di6 á estos tres hombres por meterse
en la política, é impulsar á los gigantes á la gue.
rra contra los pigmeos I
ARORILA. Hicieron su deber.
MARtA. y al entrar en tan difícil y ardua tarea, reso\.
vieron hacerlo todo en oculto, y creo que aun
llegaron hasta tomar nomhres supuestos!
MANUEL. Les convendría.
MARtA. Al menos al Sacerdote.
ARORILA. y c6mo se llamaba éste 1
MARtA. Ventura era BU nombre de pila.
ARORILA. Sospecho que Ciriaco.
LOS COMUNEROS. 109
MARíA. Ventura 6 Ciriaco. Poco importa.
ARCHILA. Verdad, Marquesa. Aunque os parezca pedan.
tería, Ego sumo qui sumo.
JORGE. A d6nde vais á parar, María 1
MARíA. A deciros que me asistía la raz6n, cuando os
bacía presente que la guerra era una locura;
y á manifestaros que estáis en eminente peligro.
ARCHILA. En eminente peligro 1
MARíA. Sí. Por más que tratásteis de obn.r en oculto,
ya estáis descubiertos, y se os considera como los
principales autores de la sedici6n.
ARCHILA. Fatalidad!
MARÍA. Ya veis á d6nde conduce la política!

ESCENA V.

DON JORGE, DOÑA MARíA, FRAY ARCHILA, MANUEL Y


DELGADILLO.

DELGADILLO. (En la puerta J. El señor Marqués está


visible 1
JORGE. Quién vá ?
DELGADILLO. (Entrando). Pregunto al señor Marqués si
está visible 1
JORGE. No me véis 1
DELGADILLO. Visible para los otros, quiero decir.
JORGE. Acaso no estoy con cuatro personas más 1
DELGADILLO. Y si se tratara de una quinta 1
JORGE. Su nombre 1
110 LOS COMUNEROS.
DELGADILLO. El Oidor, Don Joaquín Vasco y Vargas.
ARCHILA. Potencias del infierno:
DELGADILLO. (Aparte). Se inmutan como si hubiera nom-
brado al diablo!
JORGE. Que éntre, (Váse Delgadillo) ,
MANUEL. Lo mn.ndij,i ~ " g ui r 1
ARCHILA. Dio, Soberano!
JORGE. Sahd vosotros por esa puerta. (Señala la de la
derecha).
~ANUEL. Qué trance!
JORGE. Acompañadlos, Marquesa. (Vánse).

ESCENA VI.

DON JORGE Y V ASCO.

VASCO. Sefior Marqués .... ..


JORGE. Sefior Oidor ...... (Se sientan).
VASCO. Conocéis á Fray Ciriaco de Arcbila 1
JORGE. Le conozco.
VASCO. Tenéis relaciones con Don Manuel García Olano!
JORGE. Las tengo,
VASCO. y con Archila !
JORGE. También.
VASCO. Dícese que visitan con frecuencia vuestra casa.
JORGE. Tal cual vez.
VASCO. Es también voz pública que han tomado parte
activa en la revoluci6n.
JORGE. En qué revoluci6n!
VASCO. En la que acaba de pasar.
LOS COMUNEROS. 111
JORGE. No me consta.
VASCO. Lo que apareja sobre ellos cierta grave responsa-
bilidad.
JORGE. y por qué! Suponen evidente su participaci6n
en aquel movimiento; no pusieron las Capitu_
laciones fuera del alcance de la ley á los revolu.
cionarios ?
VASCO. Las Capitulaciones ......
JORGE. Expresáos con franqueza.
VASCO. N o pueden tener valor alguno.
JORGE. La raz6n !
VASCO. Fueron arrancadas por la fuerza; y si los altos
funciourios del Reino las firmaron, se debi6 á
que no tenían á la mano los elementos del caso
para sostener la dignidad del Gobierno.
JORGE. y hoy!
VASCO. Las cosas ha r: cambiado. Acaban de llegar tro-
pas veteranas, armas y municiones.
JORGE. De manera que ahora viene sobre los pueblos
indefensos el castigo de su credulidad!
VASCO. La acci6n reparadora de la justicia.
JORGE. Eso mismo opina Su Il ustrísima, el señor Arzo_
bispo !
VASCO. Su Señoría mandará en su Iglesia. El Estado
no tiene por qué esta r sometido á sus opiniones.
JORGE. y vos que ayudásteis á discutir las bases del
Tratado, que lo firmástels y jurásteis en presen-
cia del Sér Supremo, dais por lIulo lo hecho y os
convertís en perseguidor!
112 LOS COMUNEROS.

VASCO. Lleno mi deber como miembro de los Poderes


públicos.
JORGE. y vuestra conciencia 1
VASCO. En la discusión de las Capitulaciones hice las re·
servas mentales del caso, á fin de evitarme más
tarde remordimientos.
JORGE. (De pie y violento). Sois nn traidor ante Dios,
ante la justicia y ante la humanidad. Retiraos.
VASCO. (De pie y con ü·a). Estáis en presencia de un
hombre: Oidor y Juez.
JORGE. El hombre es menos que un gusano! El Oidor y
Juez, tiene delante á Jorge Miguel Lozano de
Peralta, Marqués de San Jorge!
VASCO. y qué 1
JORGE. Gozo de los fueros de Castilla, y estoy por enci.
ma de los Oidores, y mucho más de los Oidores
malvados.
VASCO. Insultáis en mí la autoridad!
JORGE. Quejáos á la Corte de su Majestad, 6 al Rey mis.
mo, que son los únicos que están sobre mI.
VASCO. Abusáis 1
JORGE. Salid.
VASCO. Habéis sido sedicioso con García Olano y Archi.
la. Temed, Marqués.
JORGE. Os digo que salgáis.
VASCO. (Yéndose). La justicia humana, como el rayo,
suele caer sobre toda cumbre! !
71

LOS COMUNEROS. 113

ESCENA VII.

DON JORGE Y DELGADILLO.

JORGE. Voy á la calle, Delgadillo.


DELGADILLO. A qué sale el señor Marqués 1
JORGE. Para qué queréis saberlo 1
DELGADILLO. Es que vengo de fuera y hay mucha bulla.
Las gentes corren para un lado y para otro, y los
soldados les caen encima, las estropean y las
amarran!
JORGE. Qué situaci6n !
DELGADILLO. A mí me cogieron dos Alabarderos acusán.
dome de sospechoso; pero yo les probé que era
un simpl6n, el Ujíer del señor Marqués, y me
dejaron libre. No obstante, temo.
JORGE. De qué 1
DELGADILLO. Temo que de golpe venga una requisitoria
del Alcalde Angulo y Olarte, y como yo fuí de
los bochincheros del Socorro del 16 de Marzo ...
JORGE. Aquí estáis como en una montaña.
DELGADILLO. Ah! señor, las pasiones políticas tienen tan.
tos ojos como estrellas hay en la azulada b6veda
del cielo!
JORGE. Nada temáis.
DELGADILLO. Quién sabe! Ahora está de moda la caza de
Comuneros. A doña Manuela Beltrán la tienen
en un calabozo, á pan yagua! A don Ambrosio
Pisco también lo redujeron á prisión, y se corre
8
114 LOS COMUNEROS.

que lo sentenciarán á muerte, por haberse sus.


tituído al Rey, con el título de Señor de Chía y
Príncipe de Bacatá.
JURGE. Veremos si se les libra de la horca!
DELGADILLO. También he oído, como cosa cierta, que en
el Cuzco fu é sacrificado bárbaramente Tupac
Amaru, y que su muerte puso término á la gue.
rra del Perú, entre los chapetones y los incas.
JORGE. (Aparte). Si viene pronto el armamento, aún po.
demos salvarnos. No hay remedio, la guerra debe
ser implacable ! (Va á salir y Be encuentra con
doña María).

ESCEN A VIII.

DON JORGE Y DOÑA MARíA.

MARíA. (A Delgadillo). Idos. ( Váse Delgadillo). Nue.


vas complicaciones, Marqués.
JORGE. Qué más ha podido suceder 1
MARíA. García Olano ha sido depuesto de su empleo y
encarcelado.
JORGE. Eso es inaudito !
MARíA. Don Francisco Gutiérrez de Piñeres, que acaba
de llegar á la ciudad, ha ocupado de nuevo su
empleo de Visitador Regente.

-
JORGE.
MARÍA.
Cínico!
y sin más demora, reuni6 en su casa la Real
Audiencia, y se declararon nulas las Capitula .
.
Clones.
LOS COMUNEROS. 115
JORGE. Parece que ya lo estaban.
MARíA. El sefior Virrey FI6rez h~ sido promovido al
Virreinato de Méjico, con el título de Conde de
Casaftores, yen su lugar se ha nombrado para
este Reino á don Juan de Torrazal Díaz Pi.
mienta.
JORGE. Siento la separación de Flórez.
MARíA. En estos críticos momentos podía haberos sido
útil.
JORGE. A mí!
MARíA. A vos, Marqués, el Virrey os estima. Va la últi.
ma noticia, que es la más grave.
JORGE. Contad.
MARíA. Mandásteis á don Juan Bautista Morales á In.
glaterra á comprar armas, no es cierto!
JORGE. N o debo negároslo.
MARíA. Pues bien, Morales para facilitar la operación
que se le confió, hubo de valerse de un comer.
ciaute, llamado Juan Blonmart ; éste, á su turno,
habló del negocio al Capitán de marina John
Brooks, quien vendió el secreto al Conde de •
Aranda, á la sazón Embajador en París; y
Aranda ha dado conocimiento al Rey de todos
vuestros proyectos.
JORGE. Quién os ha dicho tal cosa 1
MARíA. Son noticias que ha traído y divulgado el Visi.
tador Regente.
JORGE. (Aparte). Toda esperanza ha muerto! (A Daña
María). Voy á salir, Marquesa.
116 LOS COMUNEROS.

MARtA. y á d6nde vais 1


JORGE. A donde todo el mundo me vea. Mi ocultación
en estos momentos, sería una prueba para mi
condenaci6n! (Váse).

ESCENA IX.

DOÑA MARíA.

Hasta dónde arrastran las pasiones políticas á


quien se deja dominar por ellas: ... Hé aquí á un
hombre rico; dotado de grandes cualidades y
feliz, tocando á las puertas de la ruina, y pró.
ximo al más espantoso infortunio! Grande viene
al suelo con el mismo ruido de su grandeza! ...
Quién habrá de salvarlo 1

ESCENA X.

DOÑA MARíA Y GUTIÉRREZ.

GUTIÉRREZ. Yo, si así lo queréis, Marquesa.


MARíA. (Con desprecio). M.e extraña veros!
GUTIÉRREZ. Tan odioso os soy, que ya contáhais con que ja.
más volveríamos á encontrarnos en el camino de
la vida 1
MARíA. Os repito que me extraña veros!
GUTIÉRREZ. (Aparte). Se necesita, verdaderamente, de un
esfuerzo sobrado heroico, para tolerar sin alteo
rarse semejante desdén! (A María). No me ofre.
céis asien to 1
LOS COMUNEROS. 117
MARíA. Podéis tomarlo, si gustáis.
GUTlIÍRREZ. Me tratáis con cierta indiferencia que IÍ otro
incomodaría, pero que yo tengo que mirar con
benevolencia, á pesar de que soy tan orgulloso
como los antiguos caballeros del Sauto Imperio!
MARíA. Todavía me sorprende más esa conducta!
GUTIÉRREZ. Y, sin embargo, demasiado sabéis, Marquesa,
que estoy obligado á ella.
MARíA. Jamás tenemos raz6n para ser ..... .
GUTIÉRREZ. Acabad, que me interesan todas vuestras pala.
bras.
MARíA. Indelicados!
GUTlIÍRREZ. Teniendo mi tranquilidad pendiente de vues.
tros labios, os perdono esta nueva injuria.
MARíA. Me la perdonáis!
GUTIÉRREZ Sí, porque con un sólo monosílabo podéis hacer.
me feliz 6 desgraciado.
MARÍA. Pues si qceréis "írlo .......
GUTIÉRREZ. Impaciente os escucho. Me estimáis!
MARíA. N6 ....... Os detesto.
GUTIÉRREZ. Y por qué!
MARíA. Vuestras galanterías me sientan mal, y vuestro
cariño me enfada.
GUTIÉRREZ. Como el Dante, siento con fuerza 10 que siento,
y suelo dar un robusto colorido á las halagadoras
ilusiones ......
MARíA. N o acabéis.
GUTIÉRREZ. Vaya un carácter raro!
MABíA. Ignoráis acaso que soy Mana Tadea González
118 LOS COMUNEROS.

Manrique de Frago y Bonis, natural del Puerto


de Santamaría, en E spaña, primera Marquesa de
San Jorge 1
GUTIÉRREZ. A qué viene todo e~o ?
MARíA. Eso tiene por objeto significaros, que llevo en
mis vena~ sangre ilustre, por el rango y la
virtud.
GUTIÉRREZ. Y de cuándo acá e~ que á la virtud y al rango
les está probibido amar 1
MARíA. Sois un mal corazón. Excusad que me retire.
GUTIÉR&EZ. Quedáo~, Marquesa. Ved que de mí depende
vuestro destino.
MARíA. Mi destino 1
GUTIÉRREZ. Tengo en mis manos la sue rte de vuestro
marido.
MARíA. El Marqués está sobre vos.
GUTIJ!;RREZ. Traigo órdenes expre.a. riel Rey.
MARíA. Cumplidlas, y evitáos al menos la infamia de que.
rer desbonrar el '1Ombre de un bombr9 inma.
culado !
GUTIÉRREZ. Marquesa, apaciguad vuestro enojo, y escucbad.
me. Cada vez que estoy á vuestro lado, subli.
mes esperanzas c ruzan mi pensamiento, y ......
MARíA. Reportáos !
GUTIÉRREZ. Y me parece que con una sola expresión afee.
tuosa ..... .
MARíA. Si no calláis, llamo.
GUTIÉRREZ. Tenéis, señora, una mirada tan bella, que son.
reirá al través de la sombra de vuestros años!
LOS COMUNEROS. lHl
MARÍA. Advertid que no os puedo sufrir más.
GUTIÉRREZ. N o sé si la historia del coraz6n humano presen.
te un ejemplo ' ......
MARíA. (Con imperio). Silencio!
GUTIÉRREZ. Insistís en el desdén 1
MARíA. Ya os he dicho,que tenéis lo único que puedo da.
ros, que es mi odio.
GUTIÉRREZ. Por última vez os suplico, Marquesa. Tened
presente que tengo por vos UI: amor profundo, y
que una pasi6n inmensa desdeñada, da casi siem.
pre lugar á la implacable venganza!

ESCENA XI.

DON JORGE, DOÑA MARíA, FRAY ARCHILA Y DELGADILLO.

MARíA. Marqués, hé aquí vuestro mayor enemigo.


GUTIÉRREZ. Yo 1
JORGE. En atenci6n á qué tenéis el atrevimiento de pi.
sar mi casa?
ARCHILA. (Aparte). Aquí fué Troya!
GUTIÉRREZ. (Con altane,ia). Soy el Regente del Reino.
JORGE. Vergüenza y oprobio de la autoridad!!!
GUTIÉRREZ. Me ultrajáis 1
JORGE. Debiera atravesaros el coraz6n con mi espada.
ARCHILA. (Interponiéndose). Tranquilizáos, Marqués.
Calma, Monseñor.
GUTIÉRREZ. Oh, furor!
JORGE. Villano!
120 LOS COMUNEROS.

ESOENA XII.

DON JORGE, DOÑA MARíA, FRAY ARCIlILA, GUTIÉRREZ, VASCO


Y DELGADILLO.

GUTIÉRREZ. Seguidme.
(
JORGE. Al campo del honor, si honor tuviérais.
VAS OO. (A Gutwn·ez). Qué ba pasado?
GUTIÉRREZ. (Señalando á Don JO?'ge y á Doíía Jlfaría). Que
ese hombre y esa mujer me han faltado al res.
peto !
DELGADILLO. (Aparte y violento). Ese hombre y esa mujer !...
GUTIÉRREZ. Vasc~, entrego al brazo de la justicia al titulado
Marqués de San Jorge.
JORGE. Gozo de fueros.
MARíA. Que son inviolables.
GUTIÉRREZ. (Dando un pwpel á Vasco). Leed, señor Oidor.
VASCO. (Leyendo)." Ministerio de Gobiemo, Gracia y
"Ju.sticia de su Majestad-Al señor Visitador
" Regente del Nuevo Reino. El Rey se ha ente.
" rado de las notas de V uesencia, respecto de la
"conspiraci6n de ese Reino, y teniendo en
"cuenta estas notas y el contenido de otros do.
"cumentos, de todo lo cual consta, que el Mar.
"qués, don Jorge Lozano de Peralta, con sus
"escritos sediciosos y otros pasos, ha tomado
"pa rte activa en la revoluci6n, resuelve que
"Vuesencia reduzca á prisi6n al tal Marqués, y
"se le encierre de por vida en el Oastillo de San
LOS COMUNEROS. J21
" Felipe de Barajas de Cartagena, guardtíndole
" en la prisión las consideraciones uebidas tí su
" nobleza. Asimismo, su confidente, Fray Ciriaco
"de Arcbila, será confinado á uno de los Con ven-
" tos de su orden en esta Corte-Dios guarde
"á V uesencia-J osé de Gálvez."
JORGE. (.Aparte). Oh! Me hiere el Rey! !
ARCHILA. (Aparte). No salí tan mal librado!
DELGADILLO. (Aparte). De mí se olvidó don Carlos III!
MARíA. Ha triunfado el crimen!
GUTIÉRREZ. No intercedéis por vuestro esposo, Marquesa?
MARíA. Nó. Un alma elevada jamás se humilla sino ante
Dios. La apote6sis á los Césares es lIna infamia!
JORGE. (A Gutiérrez). Miserable!
GUTIÉRREZ. Vasco, que se cumpla la orden del Rey.
JORGE. Que se cnmpla. Empero, no debéis olvidar, que
llegará un día en que la santa Libertad pondrá
á los tiranos debajo de los pueblos. (Se oyen
cantos fúnebl'es).
VASCO. (A Don Jorge). Mientra.s llega esta. hora, por vos
tan deseada, ved cómo castigan los Soberanos á
sus infieles vasallos. (Mutación. Al levantarse el
telón del fondo, aparecerán los Fmiles francis-
canos, y en medio de ellos Galán, Malina, Ortiz
y Alcantuz, amordazados y con largM túnioas
blancas, en las cuales hab¡'á pintadas llamas
y víboms. Al fl'ente de los reos un Pregonero,
y un Monaguillo que llevará una gran Cruz;
detl'ás de todos, guardias y pueblo J.
122 LOS COMUNEROS.

ESCENA XIII.

DON JORGE, DOÑA MARíA, GUTIÉRREZ, VASCO, FRAY ARCRI.


LA, DELGADILLO, REOS, PREGONERO, FRAILES, MONAGUILLO,
CUARDIAS Y PUEBLO.

JORGE. Desgarrador espectáculo!


PREGONERO. Avanzad un paso, José Antonio Galán. (Galán
avanza). Váis ~ oír leer en presencia del públi.
co, el encabezamiento y parte resolutiva de la
sentencia que se ha dictado contra vos. (Leyendo
en un gran legajo) : " En la causa criminal que
" de oficio de la Real Justicia, se ba seguido con.
"tra José Antonio Gal~n, natural de Charalá,
" jurisdicción del Socorro, y demás socios, presos
"en la cárcel de esta Corte, la cual causa se halla
"sustanciada con audiencia de las partes y del se.
" ñor Fiscal, habiendo visto los graves y escan.
"dalosos atentados que ha cometido este reo,
"(Pttsa unas/ojas) condenamos á José Antonio
" Gal~n á que sea sacado de la cárcel arrastran.
" do, y llegado al lugar del suplicio, sea puesto
" en la horca hasta que naturalmente muera;
"que bajado el cuerpo, se le corte la cabeza y
" se divida lo demá... en cinco partes, y pasado
" el resto por las llamas, su cabeza sea conduci.
" da á Guaduas; la mano derecha, puesta en la
" plaza del Socorro; la izquierda, en la Villa de
r
" San Gil ; el pie derecho, en Charalá; el i~.
LOS COMUNEROS. 123
" quierdo, en Mogotes; declarada por infame su
" descendencia; ocupados todos sus bienes por el
"Fisco; asolada su casa y sembrado de sal el
"suelo, para que de esta manera se dé al olvido
"su'ID fame nomb re." . . ....
ARCHILA. (Apa,·te). No so lamente el suplicio para él, sino
la afrenta para sus hijos inocentes! ! !
PREGONERO . Dad un paso adelante, Alcantuz, Ortiz y Mo.
lin ao (Estos avanzan).
MARíA. Oh, raza humana! (Se sienta y cubre la cara).
PREGONERO. (Leyendo). "Asimismo, atendido á la corres.
"pondencia, amistad y alianza que mantenían
" con Galán, comunicándole las noticias que ocu·
" rrían, levantando pueblos y ofreciendo sus pero
" sonas para los más excecrables proyeclos, con.
" denamos á Isidro Molina, Lorenzo Alcantuz y
" Manuel Ortiz, á que siendo sacados de la cárcel,
" sean puestos en la horca hasta que natural.
" mente mueran, bajados después se les corten las
" cabezas, y cond uzcan"...... ,
VASCU . (Al P,·egone,·o). Basta. (A los Frailes). Seguid
oficiando, señores Ministros.
GU'l'IÉRREZ. (A los gua,·dias). Marchad.
ARCHILA . (Arrodillándose). Roguemos! (Don J orge, Doña
María y Delgadillo se a.Todillan también).
FRAILES. (En ma"cha, cantando). De profundis ad te
clamavi, Domine.
VOCES. Libera nos.
FRAILES. (Fucm) Miserere mei.
124 LOS COMUNEROS.

VOCES. (Fuera) Libera nos.


ARCHILA. (De pie). Dios mío. Vuestra misericordia para el
pueblo infortunado! !

(Cae el telón).

FIN DEL DRAMA .

.
INSTRUCCION para los trajes del personal de este Drama.

DON JORGE LOZANO DE PERALTA.- Para los actos l.. y 4. 0


Casac6n de paño blanco, con anchos galones y
abotonadura dorados; largo chaleco y calz6n
del mismo paño; medias de seda; peluca,
corbata y guantes blancos; zapato con hebilla;
gran cruz de oro suspendida al pecho; espadín.
Para el acto 3. 0 Saco corto; chaleco y pantal6n
de paño negros; guantes de color; botines; somo
brero de paja.
DOÑA MARíA GONZÁLEZ M.-Peinado alto con adorno de
perlas. Traje blanco de seda, color amarillo
caído, sembrado de flores de lis, medio escotado
y con ancha manga; zapato y guantes blancos;
abanico; gran cruz al ct;ello, de oro, con dia.
mantes.
DoN FRANCISCO GUTIÉRREZ DE P.-Larga casaca y chaleco
de paño lacre, con abotonadura dorada; calzón
del mismo paño; media de igual color; za.
pato con hehilla; . peluca, corbata y guantes
hlancos; sombrero al tres, galoneado de oro;
bastón con borlas.
DON JOAQuíN VASCO y VARGAS.-Para el acto 3. 0 Saco
corto; pantal6n y chaleco de paño negros; somo
126 LOS COMUNEROS.

brero de fieltro gris. Para el acto 4.° Larga ca.


saca de paño negro con bota-manga; calz6n
corto y media de .;eda del mismo color; zapato
con hebilla; corbata y guantes negros; sombre.
ro al tres, sin galones.
DON JUAN FRANCISCO BERBEo.-Para el acto 2.° CapotoSn
de lana de colores; saco, chaleco y pantal6n de
género blanco; corbata de color; botín amari.
110 y sombrero de fieltro. Para el acto 3.° Kepis
y corbatín de cuero; levita, chaleco y pantal6n
ajustados de paño azu l, con galones dorados;
botín negro y espada.
DON MANUEL GARCíA OLANo.-Larga levita de paño negro
con bota-manga; chaleco y pantal6n del mismo
paño; corbata, guantes y botines negros; somo
brero de fieltro de ancha ala.
FRAY CIRIACO DE ARCHILA.-Para los actos 1.0, 3.° Y 4.°
Hábito y sombrero de dominicano. Para el acto
2.° Hábito y sombrero de capuchino; larga
barba.
DON JOSÉ ANGULO Y OLARTE.-Chaqueta, chaleco y panta.
l6n hlancos de género; pañuelo blanco al cuello;
botín amarillo; sombrero de paja; bast6n con
borlas.
AMBROSIO PIsco.-Especie de turbante con largas plumas
de distintos colores; chaqueta de paño gris;
camisa de ancho y largo cuello, con hroche
dorado; pantal6n ajustado de manta blanca;
.

LOS COMUNEROS. 127


botín amarillo y bast6n plateado con una bola
dorada en la punta superior.
JUAN MANUEL ORTIz.-Chaqueta, chaleco y pantal6n blan.
cos de género; corbata de color; botín amarillo
y sombrero de paja.
JOSÉ DELGADILLo.-Para el acto 2.° Pantal6n de manta;
camisa de lienzo, abierta al cuello; ruana de hilo
á listas; sombrero de paja, y alpargatas. Para el
acto 3.° El mismo vestido, s6lo que en vez de
ruana, llevará una chaqueta de bayeta azul. Para
el acto 4.° Saco, pantal6n y chaleco de paño
negro; botines.
MANUELA BELTRÁN.-Peinado de trenzas y sombrero peque.
ño de paja; camis6n alto de fula azul y manga
ajustada; pañol6n de hilo á listas ó pintas; za·
pato y medias blancas.
LORENZO ALCANTUZ.-Chaqueta larga de bayeta azul, abro.
chada; pantalón de manta; sombrero de paja;
botín amarillo y machete al cinto.
JOSÉ ANTONIO GALÁN.-Igual vestido al de Alcantuz.
UJíER.-Saco, pantalón y chaleco de paño negros; botín id.
La comparsa se vestirá al gusto de la época de
los sucesos.

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