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¿QUÉ SON LOS PÁRAMOS Y QUÉ PUEDES HACER PARA

PROTEGERLOS?
Por Carlos Lozano Acosta, asesor legal de AIDA, @CLozanoAcosta 

A continuación, algunas de las características de los páramos, que también son razones para apoyar su
preservación.

Son ecosistemas únicos en el planeta. Los páramos proveen servicios ambientales a más de 100 millones
de personas. Poseen la mayor persidad botánica de alta montaña y el 60% de las especies que albergan
son endémicas (sólo se encuentran allí). Su formación, fruto de un proceso lento y constante, se remonta
a cientos de miles de años atrás. Son tropicales ya que se encuentran cerca de la línea del Ecuador. Ello
no significa que sean calurosos. De hecho, la mayor parte del tiempo alcanzan bajas temperaturas debido
a que se encuentran por encima de los 3,000 metros sobre el nivel del mar. Por ello, los páramos son
islas heladas en zonas
tropicales: una paradoja
geográfica de
exuberante belleza.

Forman parte de la
historia latinoamericana.
Los conquistadores
denominaban a los
páramos “el país de la
niebla”. Los
indígenas los
consideraban sagrados y
les daban un uso
ceremonial. Los
muiscas, por ejemplo,
creían que en esos
ecosistemas había
nacido Bachué, su
madre primigenia.
Además, en los páramos
se ubica espacialmente
la leyenda de El Dorado, aquella que habla de tesoros fabulosos (oro y esmeraldas) ofrendados a los
dioses y arrojados a las lagunas, que enloquecieron a los colonizadores españoles. Durante la guerra de
independencia colombiana, Simón Bolívar atravesó el páramo Pisba, ubicado en el departamento de
Boyacá, para eludir a los centinelas del ejército español en los caminos reales.

Son vitales para la provisión de agua, la lucha contra el cambio cpmático y la regulación del cpma. Los
páramos apmentan quebradas, ríos, acuíferos y cuencas. Estas últimas abastecen a su vez a importantes
ciudades latinoamericanas como Bogotá y Quito. Y es que la vegetación existente en los páramos retiene
agua en proporciones impresionantes. Por sus características geológicas y ecológicas, los páramos tienen
una capacidad extraordinaria para almacenarla. Además, tienen una aptitud comprobada para capturar el
carbono, que se acumula en la materia orgánica de sus suelos. De este modo, alterar los suelos de los
páramos con actividades invasivas como la minería pbera el carbono capturado y contribuye al
calentamiento global.
Lo expuesto anteriormente nos lleva a considerar a los páramos como nuestros apados en la lucha contra
el cambio cpmático y verdaderas fábricas de agua. En ese sentido, su protección es crucial para el futuro
que todos compartimos. 

En Colombia, país que


cobija a más de la mitad
de los páramos que hay
en el mundo, la
protección de estos
vaposos y frágiles
ecosistemas pasa por su
depmitación oficial por
parte del Ministerio de
Ambiente. A pesar de su
importancia ecológica y
social, todavía no se ha
definido oficialmente
dónde están y hasta
dónde llegan los páramos colombianos. Esto constituye un riesgo porque impide restringir actividades
que pueden destruirlos.

Así, definir con claridad el territorio que ocupan los páramos es fundamental para lograr una verdadera
protección que evite actividades que les causan daños irreparables. El páramo de Santurbán, ubicado
entre los departamentos colombianos de Santander y Norte de Santander, será dentro de poco el primero
en ser depmitado, según las previsiones gubernamentales. La minería amenaza ya con instalarse en esa
zona.

La urgencia es entonces la siguiente: que el Ministerio de Ambiente depmite Santurbá

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