Heidi es una niña nacida en Dörfli, una pequeña localidad de
los Alpes suizos en la Comuna de Maienfeld, que queda huérfana de padre cuando tan sólo cuenta un año de edad. Su padre Tobías, carpintero, fallece a consecuencia de un accidente laboral cuando le cae encima una viga. Su madre, Adelaida, llamada como ella, moriría de pena pocos meses después. Heidi queda entonces bajo tutela de su abuela materna y su tía Dete. La primera fallece, y Heidi vive con su tía que trabaja en el balneario de Ragaz. Cuando la niña cuenta cinco años, a Dete le ofrecen un empleo como sirvienta en la ciudad alemana de Fráncfort, por lo que la entrega al cuidado de su abuelo paterno al que todos conocen como el Viejo de los Alpes y que vive recluido en una casa rural de los Alpes, apartado del contacto de la gente. La pequeña cambiará a mejor la vida del viejo y durante tres años vive feliz entre juegos y cabras y en compañía de su amigo Pedro. Dete regresa para llevarse a la niña a Fráncfort, donde ha conseguido que la contraten como señorita de compañía de Klara Sesemann, la hija de un acaudalado hombre de negocios, que vive postrada en una silla de ruedas. En la ciudad, Heidi sufre el acoso de la terrible institutriz Señorita Rottenmeier. Finalmente consigue retornar con su abuelo a Suiza, donde más adelante recibirá la visita de Klara.
Heydi fue un niña brillante y un ejemplo para futuras generaciones