Está en la página 1de 308
1. Aspectos de la anatomia funcional Patrones z Funcién musculoesquelética Tono muscular Contraccién muscular Efecto de la tensidn en la contraccién muscular Caracteristicas de la coniraccién muscular Colageno Articulaciones 2. Anatomia funcional de la columna lumbosacra 27 Estructura y funcién de la columna 27 Columna estatica 27 Columna lumbosacra 27 Columna dinamica 36 Elementos de la columna posterior 7 43 Funcién de los misculos en la actividad de la column: 48 Ritmo lumbosacro 53 Funcién de los ligamentos en la columna 56 Inestabilidad de la columna 58 Estabilidad de la columna estatica 62 Anatomia funcional de la patologia discal a: Sistema neurolégico de la columna lumbar 74 3. Anatomia funcional de la columna cervical 85 Complejo cervical superior 85 Ligamentos del segmento occipito-atlanto-axoideo de la columna cervical 90 Complejo cervical inferior 94 Articulacién uncovertebral 94 Movimiento de la columna cervical 100 Funcién de las apofisis unciformes y de las articulaciones de Luschka 102 Inervacién del segmento cervical superior 106 Musculatura de la columna cervical . 109 4. Anatomia funcional del hombro 113 Articulacién escapulocostal 7 113 Misculos que actiian sobre la escapula 114 Articulacién glenohumeral 122 Manguito de los rotadores . 123 Accién cinética de los misculos de la articulacién glenohumeral 127 Movimiento cinético de la articulacién glenchumeral 132 Contenido Ritmo eseapulohumeral 136 Mecanismo bicipital de accién glenohumeral 138 Orifici toracico superior 141 Anatomia funcional de los sindromes dolorosos 43 5. Anatomia funcional del codo, la museca, la mano y los dedos 145 Coda. 145 Miiseulos extrinsecos 150 Mufieca 152 Ligamentos de la muneca 137 Huesos del carpo 159 Tiel cubital 162 Hueso escafoides (navicular) 162 Mano y dedos 165 Metacarpianos 165 Articulacién metacarpofalingica 168 Falanges 170 Control musculotendinoso extrinseco 172 Tendones flexores m2 Misculos intrinsecos 174 ‘Mecanismos extensores digitales 179 Ligamentos retinaculares 182 Miisculos intrinsecos de las eminencias tenare hipotenar 184 Control nervioso de la mano 188 Nervio mediano 188 Nervio cubital 189 Nervio radial 190 Anatomia funcional de sindromes dolorosos frecuentes en la mano 191 6. Anatomia funcional de la rodilla 193 Articulacién tibiofemoral 193 ‘Meniscas 193 Estabilidad articular 196 Ligamentos colaterales 199 Riego sanguineo de las estructuras de la articulacién tibiofemoral 199 Ligamentos capsulares y colaterales 202 Ligamentos colaierates laterales 203 Ligamentos eruzados 204 Articulacién femororrotuliana 207 Atticulaciones tibiofemoral y femororrotuliana 208 Control de los ligamentos de la flexién-extensin 209 LLigamentos colaterales durante Ia flexiGn-extensién 2u “Movimiento de tos meniscos 215 Contenido a, Acsidn museular en el movimiento de a grtgiacion 216 Artculador femororrotuliano | A 219 Movimiento rotuliano durante la articulactn de ta Yo qo Misoulos posterioes del muslo y la rodifia |“ Inervacin ariel dln as cvs tare La roils en I subiday bajada de escoleras } Deformidad de la rodilla 7. Anatomia funcional de la articulacién de la cadera 237 Amplitud de movimientos de la cadera 240 Misculos de la articulacién de la cadera 242 Ghiteo mayor 242 Ghiteos medio y menor 23 Miiseulos tliopsoas 23 Miisculos de la corva 243 Migsculo tensor de la fasela lara 244 Migsculo sartorio 245 Tridngulo femoral 248, Lacadera en la marcha 249, 8. Anatomia funcional del pie y el tobillo 251 Articulacién del tobillo 251 ‘Huesos y articulaciones del pie 236 Articulacién astragalocalednea 259 Ligamentos astragalocaledneos 263, Articulacion astragaloescafoidea 264 Articulacién caleaneocuboidea 265 Articulacién transversa del tarso 265 Arcos del pie 267 Arcos transversos 267 Arcos longitudinales 268, Fascia plantar 269 Articulaciones metatarsofalangicas 23 Inserciones del tendén en los dedos 275 Masculos del pie 275 Misculos extrinsecos del pie 275 Misculos inarinsecos del pie 280 Inervacién del pie 285 Riego sanguinco del pie 289 El pie en la marcha normal 291 Relacién pie-fobillo durante la marcha 292 Determinantes de rotacién de la marcha 292 Aspectos de la anatomia funcional Las caracteristicas neuromusculares de las cuatro extremidades y de la columna vertebral tienen una im- plicacién similar y forman parte de un todo, El SNC y el musculoesquelético son los dos mayores sis temas involuerados de forma primaria en Ia obtencién de una respuesta a los cambios del entomo. Estos {dos sistemas estén abastecidos por una fuente de energia disponible inmediatamente para completar las tareas previstas. El problema que se presenta en el sistema musculoesquelético es que Ia fuerza lesarro- Ilada en cada articulacién durante la actividad fisiolégica diaria puede llevar al debilitamiento y ala dis- ‘capacidad desde la disfuncién sila funcién normal se altera de alguna manera. ‘Una vez que se prevé una tarea musculoesquelética, se pone en marcha una secuencia de activida- des normales que culminan en la realizacign completa de la tarea prevista (Fig. 1.1). El ltimo paso lo llevan a cabo las articulaciones del sistema musculoesquelético. Estas articulaciones estén presentes en las cuatro extremidades y en la columna vertebral’ y tienen un mecanismo similar para desarrollar la actividad prevista’. ‘Todas las actividades neuromusculares se evan a cabo en forma de «patrones», los cuales estin codifieados en el SNC. En un principio se pens6 que estos patrones se encontraban en la corteza cere bral de Ia corteza premotora, pero hoy en dia se acepta que también estan en el tronco cerebral, cerebe- oy médula espinal’, La meta de la tarea se inicia probablemente dentro de la corteza, pero se modifi- ccaeen el mesencéfalo y cerebelo, El impulso nervioso se transmite ala médula espinal y es enviado a los muisculos que activan las articulaciones (Fig. 1.2). Existe un mecanismo de retroalimentacién sensorial instantiineo que informa al cerebro de Ia realizaciGn de la tarea y modifica la eficacia del movimiento. ‘La corteza motora y el meseneéfalo no contienen mapas ordenados de los patrones neuromuscula- res, Estos mapas son complejos mosaicos de neuronas que estan constantemente reestructursndose ¥ ‘exhibiendo una plasticidad distinta, indicando modificaciones frecuentes por el entrenamiento y la ex- periencia”, La actividad motora se produce en dos estadios: planificacién y ejecuciéti. En cada estadio se pla nea la actividad concreta deseada, pero los detalles de su ejecucién, incluyendo los dngulos de movi- rmiento y las fuerzas musculares, no se consideran, Estos tiltimos estadios de movimiento, fuerza, dura~ cig y especificidad se ejecutan en los sistemas musculoesqueléticos mis dstales en una secuencia fija Lo que muchos neurofisiélogos se preguntan es siel cerebro representa movimiento, La respuesta es que el movimiento esta minimamente representado en el cerebro. EI movimiento musculoesquelético es una actividad compleja que requiere la interaceisn dela cor- teza, el mesencétialo, el tronco encefélico, la médula espinal y el musculo esquelético para llevar a cabo In tarea propuesta con la mayor eficacia y el minimo gasto de energfa. En un principio, al cerebelo se le cconsideraba el controlador de las actividades de Gnica articulacién; ahora se le considera una especie de motor complejo que dirige todos los movimientos de muchas articulaciones que actiian sincronizada- ‘mente, algo que cualquier movimiento conlleva'. er ee UE Tecan Patrones de la corteza Aprende Figura 1.1. Funcién neuromuscular. Una vez que se ha decidido una actvi- dad, ésta se realiza siguiendo unos patrones que se codiican en el sistema ner- ‘vioso central y que son inherentes pero se modifican con el aprendizaje y el en- trenamiento. La funcién que se desarrolla con la transmision de impulsos desde la médula espinal hasta el sistema muscular activa las articulaciones. GB, gan- glio basal; M, motor; , sensorial; Lig, ligamento; y DI, disco (intervertebral. Capitulo 1 © Aspectos de la anatomia funcional “coreovo — ITT ute rexhioo aos i wn ig [ore] [pcre] [ee * B Figura 1.2. Subdivisién del tronco encefélico. A, Anatomia macroscépice A-A Figura 2.15. Lengitud de las fibras de colégeno por compresién discal y traslacion. La figura superior muestra la diferencia en longitud de las fibras de ‘oolageno (A-A) dependiendo del ancho de! disco (lineas entrecortadas) 0 cuan- do se comprimen (flaca). A-A es mas larga que A-B. La figura inferior muestra, la diferencia por traslacién (Hlecha horizontal). A-C es mas larga que A-B. V, vér- tebra;D, disco. Figura 2.16, Relacién angular de LS en el sacro. Debido aa gravedad, la vor- tebra superior ejerce una fuerza de cizallamiento hacia delante paralela a la su- perficle de la base del sacro. Figura 2.17. Resistencia de la columna lumbosacra ante la fuerza de ciza- amiento. La vertebra LB, que se encuentra sobre el sacro, soporta la accién de! ‘componente deslizante, movimiento que resisten las carilas articulares (lechas cortas gruesas). Placa terminal Aailo discal Figura 2.18, Cambios intrinsecos de anillo fibroso causados por movimien- tos vertebrales. A, Inciinacion de las fioras del anillo]en un disco normal en posi ‘én de descanso.B, Distonsién del disco por tuerzas de separacion. C, Compresi6n. D, Flexién-extensién normal. E, Fuerza de torsion. F, Inclinacion normal de las f- bras. Las fibras del anillo fioroso se alargan fisiologicamente, aunque también su inclinacion cambia en los movimientos normales. er eee US Cen nD a 8 Figura 2.19. Acoplamiento de la columna. A, Vista posterior de la columna erecta. Las cinco vértebras se encuentran alineadas en un plano sagital. 8, sa- cro. B, Flexion lateral hacia la derecha (FL) acompafada de rotacion (R) hacia lado convexo de la flexién. Se genera una fuerza (F), “Acomienzos del siglo xx, Lovett" observ un movimiento de «acoplamientom de la columna en su actividad diaria de flexién, y aleg6 que «la flexidn lateral probablemente no existe como movimiento puro, sino que se considera parte de un movimiento compuesto en Ia flexiGn y rotaciGn de la columna» (Fig. 2.22). En numerosos estudios en los que se describe la velocidad y aceleracién en movimientos de la colum- nna, Marras cols." proponen el concepto de flexién y rotai(n de la columna en diversos éngulos (Fig. 2.23). En cuanto a la «columna estable», tanto la estabilidad estética como la dindmica necesitan anélisis ¥y estudio, puesto que la «inestabilidad primariay de las vértebras lumbares se consideraba la principal ‘causa de dolor en la parte inferior de la espalda'**. Junghanns considers la inestabilidad primaria como «listesism, a la que él llam6 «seudolistesis», puesto que no presentaba defectos en el arco neuronal!” Se estableci6 un diagnéstico de la lstesis mediante estudios radiolégicos de la columna en flexi6n total y en hiperextensién on posicién ortostética!®. Junghanns afirma que el destizamiento anteroposterior puede cevidenciar la degeneracién discal. En repetidos exmenes realizados por numerosos investigadores se ha observado una estrocha relacién entre la inestabilidad lumbar y una forma especifica de degeneracin dis cal causada por un traumatismo, Las principales anomalias fueron fracturas y fisuras entre las liminas y desgarros transversales en el anillo fibroso, La inestablidad origina secundariamente casos de espondi- lolistesis, enfermedad degenerativa grave del disco y herniacién completa de éste 0 protrusién grave. er ae CC er ea Re eta ° 5 if DQ A 8 Figura 2.20. Deslizamiento de la unidad funcional en el movimiento de flexién-ro- tacién. A, Columna erecta donde destace la inclinacién de L4-L5. LG, linea de grave dad. B, Movimiento de flexién (MF) de la vértebra superior en relacién a su eje vertical de rotacion (A). Resistencia a la flexion por las estructuras ligamentosas posteriores (ELP). D, deslizamiento; FC, fuerza de compresién. A-B, angulo formado entre las vér- tebras. Temenos erort Figura 2.21. Flexién y rotacién de la unidad funcional. La vértabra superior se flexiona y traslada respecto a la inferior. A-B representa el recorrido en la re~ gi6n posterior. A,-B,, la traslacién anterior. Figura 2.22. Flexién-rotacién de la columna en relacién al plano de las cari- las articulares. En pasicién erecta se muestra ol alineamienio paralelo de las ca- tilas. La posicion incinada muestra el movimiento asimétrico de las carilas. R, rO- ‘acién; E, extensién; LG, linea de gravedad. Tee Cr Cena Re ard Figura 2.23. Planos asimétricos durante el movimiento de torsién. La asi- ‘metrfa en los planos de movimiento varia entre 0° y 15° respecto del plano sagi- tal, bien hacia la derecha, bien hacia la izquierda. _ELemenros pe LA coLumNAa PosTERIOR — ‘Ya se ha analizado Ia funcién de soporte del pilar anterior de la unidad funcional. En la parte posterior del cuerpo vertebral hay elementos 6seos que forman el canal medular y una lémina que contiene las carillas artculares (articulaci6n interapofisaria 0 zigoapofisaria Fig. 2.24). Las carllas articulares for- ‘man una articulaci6n diartrodial con cpsula y liquido sinovial, donde se articulan la carilla superior de la véntebra inferior y la carilla inferior de la vértebra superior (Fig. 2.25). Su orientacién en un plano vertical permite el movimiento de flexidn y extensicn, pero limita el movimiento de lateroflexi6n y la rotacién" (Fig. 2.26). Su funcién es también aumentar la rigidez ante la torsién del anillo®. Asimismo, previene la listesis (Fig. 2.27), Aunque en la flexo-extensidn del tronco las carillasarticulares realizan un movimiento de flexién yy extensidn, asi como una ligera rotaci6n y lateroflexidn, el grado total de movimiento se ve limitado porellas (Figs. 2.28, 229 y 2.30). La cépsula de la articulacién interapofisaria esté reforzada anteriormente por elligamento amai- lio, que discurre por la pared posterior del canal medular. En cada cépsula hay unas almohadillas de gra sa que forman una estructura similar a un menisco (Fig. 2.31). Estos «meniscos» y la cpsula son iner- ‘vadas por fibras propioceptivas y nociceptivas, transmitiendo dolor y propiocepcisn™ Cet eeeeOr Re spinosa Lgamento longitudinal posterior Carita articular Apoiisis transversa, Figura 2.24. Unidad funcional. Vista desde arriba de diversos componentos de la unidad funcional. Figura 2.28. Orientacion de las carillas articulares a nivel lumber. Las figu- ras superior izquierda y derecha representan, respectivamente, una visién craneal yy posterior, observandose en la figura inferior e! detalle de la orientacién vertical {de las carilas, Esta orientacién vertical de las carilas permite la flexion y exten- sion de cada Unidad funcional y limita 6! movimiento lateral y de rotacion. err nee en ou ceay WEE hy wl Gi 4 o & Figura 2.26. Movimiento de las carillas en flexién y extensién. En las figuras Ccentrales se observa cémo en la posiciGn neutra de lordosis las carilias y el aquio- to de conjuncién (AC) estan abiertos. En la flexion lumbar (A) se abre el agujero de ‘conjuncién y se separan las carillas articulares. En extension (C) se cierra el agujero de conjuncion y se aproximan las cari articulares. OW. 6 Figura 2.27. Choque de las carillas articulares ante una fuerza deslizanto. Las carilas articulares de la vértebra inferior lmitan el desplazamiento anterior {do la vertebra superior (4) por el choque de las carilas articulares de ésta con las de la vertebra inferior (5). Las flechas anchas representan el choque de las cari- lias; [a flecha fina indica la tendencia al deslizamiento de la vertebra superior res- pecto de la inferior. er meeO oe en ~\ “<— contacto céncavo Figura 2.28. Torsién en la flexién lateral. Cuando una persona se dobia late- ralmente (linea punteada) las carilas en el lado concavo (A) se aproximan y se convierten en el punto de rotacién. Las carillas en el lado convexo (B) se sepa- ran. La rotacion (flecha curva) causa un desplazamiento lateral (ree) rN Figura 2.29. Eje rotacional de la unidad funcional. A, Orientacién normal de las carilas do la vertebra inferior (VI) respecto de las de la vertebra superior (VS), BB, Rotacién respecto al nuevo eje (X), donde las carilas se impactan y se sepa ran (¥). fener Cre eno Read Figura 2.30. Limitacién de la rotacién por las carillas. A, lotacién de la vér- tebra superior (sombreada) sobre la inferior (clara). B, E! contacto de las carilas cen el lado concavo impide mas movimiento. A B Figura2.31, Articulacién interapofisaria. Visién posterior (A) y superior (B) de Ja unidad funcional. CAI, carilla articular inferior; CAS, carila articular superior: CY, cuerpo vertebal;T, apdtisis transversa; CM, canal medular; AG, almohei ‘ase; Al, aticulacién intorapotisaria; C, capsula; P, pediculo. Figura 2.32. Secuencia del sistema neuromuscular. En la secuencia desde la corteza hasta ol mesencéialo y luego a la médula espinal, la contraccién final de las fbras musculares extrafusales, que estén reguladas por el sistema intrafusal, inicia el movimiento deseado. ‘Cuando Ia columna se activa para realizar una tarea, hay una secuencia neurolégica de estimulacién de las fibras musculares extrafusales del sistema muscular, las cuales estén reguladas por el sistema muscu Jar intrafusal (Fig. 2.32). La flexién se inicia con la contraccién de los misculos flexores abdominals y la contracci6n si- ‘multénea del miisculo erector de Ia columna, que ralentiza la flexi6n del tronco. La configuracién, di- receiGn e inelinacién de las fibras musculares ha sido documentada por Bogduk y cols.’ y Macintosh y cols." (Fig. 2.33), En postura erecta, la inclinacién de las fibras varfa dependiendo del grado de lordosis y de la dis tancia desde el eje de rotacién. En la flexién del tronco, la alineacién cambia con cada grado de incli- nnacidn de cada unidad funcional durante Ia flexiGn progresiva de la columna (Figs. 2.34 y 2.35). ona Un Gn enn uc cas A 5 Figura 2.33, Inseroién de os misculos multifidos y del erector de la colum- ra dorsal. A, Vista posterior de los misculos extensores de la columna (ME) y Jos misculos multfidos (M) y su interrelacién. S, Sacro. B, Vista lateral de la inci- racién de estos musculos que se encuentra entre la vertebra T12, el sacro (S) y parte posterior da lion, (Adaptacién con el permiso de Bogduk y cols.’ El misculo multfido y el misculo iliocostal se entrecruzan durante la flexiGn. Sus alineaciones -varfan, pero sus fuerzas de trsién o compresin no cambian, En postura erecta, los fasefculos del muiscu- Jo mulifido estén orientados en posicién dorsocaudal, pero pasan a posicién ventrocaudal en la flexi6n, mientras que los fascfculos del msculoileocostal slo se alinean en el eje longitudinal de la columna (Fig. 236). El cuadrado lumbar es un misculo sagital que se origina ¢ inserta en la duodécima costilla, lacrestailfacay las ap6fisistransversas (Fig. 2.37). Los masculos intersegmentales profundos también ayudan a estabilizar la columna (Fig. 2.38) La mayoria de los movimientos efectuados al agacharse y levantarse se llevan a cabo en tres di- ‘mensiones: flexidn ventral, flexién lateral y rotacién’””. Exigen una coordinacién compleja de un gran ‘nimero de fuerzas de los misculos del tronco™*. Estos misculos «agonistas» actian alrededor de L4 ¥y LS con sus respectivos brazos de potencia, Se trata de los misculos oblicuos externos e internos, los ‘muisculos del erector de la colurnna lumbar, el recto abdominal y el dorsal ancho. Junto con la contraccién del agonista, hay una contraccién simulténes de los antagonistas, Esta ‘co-contraccién es necesaria para equilibrar los movimientos que causan rigidez, estabilizacién y fuer- 2zas compresivas de los tejidos pasivos', Las fuerzas de compresién contribuyen a mantener la rigidez de la columna’, La co-contraceién con los antagonistas probablemente protege la articulacién de lesi nes causadas por fuerzas bruscas de los agonistas. Asi, se ha demostrado que la estabilidad de la colum- 1a lumbar humana disminuye durante los periodos de actividad muscular baja". fer eee C Figura 2.34. Musculatura del tronco. Las fibras del misculoiiocostal (IC), ilo- costal superficial (ICS) y del liocostal protundo (ICP) presentan direcciones dlte- rentes; aunque su inervacién es semejante, ejercen fuerzas diterentes en las ver- tebras de la columna lumbar. También se muestran los musculos mutfides (M). I, hueso iiaco; 8, sacro; C, cosilas, Los miisculos superficiales se reclutan primero para equilibrar los pesos externos, mientras que ‘1 misculo segmentario ms profundo cercano al centro de rotacién esté en una mejor posicién bio- ‘mecéiica para aumentar la estabilidad de las unidades funcionales™. El subsistema de la etroalimentacién neural regula la estabilidad de Ia columna vertebral! La fatiga del agonista debida a una contraccién isométrica subméxima protongada causa una pérdida de coondinacién y un aumento de co-contraccisn; por lo tanto, un ineremento en la fuerza compresiva y en Ja igidez y estabilidad también pueden daar los discos" Desde los estudios de Floyd y Silver™, se afirma que la fuerza de desaceleracién en la flexi6n del tronco coincide con una disminucién de Ia actividad mioeléctrica; esto ocurre, por ejemplo, durante la ‘tima parte de flexin del tronco. Esta disminuciGn de la aceiin de los antagonistas se denomnin6 reta- Jacién de flexion, y se asumié que era una actividad refleja de los impulsos enviados a la médula espi- ‘nal desde los receptores en los ligamentos estirados de los elementos posteriores de la columna (Fig, 2.39), La efpsula articular (de Ia articulacién zigoapofisaria) también se estra al final de la flexiGn, ¥ se sabe que contiene propiorreceptores que proporcionan resistencia ala flexién vertebral. Ademnés, el estiramiento de las cépsulas articulares produce estimulos inhibitorios en 1a musculatura paraespinal lumber. Durante la fase eléetricamente «silenciosa», los misculos laterales profundos (el cuadrado Iumbar ¢iliocostal), que se han activado, ofrecen resistencia, Los misculos superficiales (multifidos) se relajan, Figura 2.25. Mdsoulos extensores en flexiGn-extensién del tronco. En a pos- tura erecta (E), e! masculo erector de la colurina (EC) y los misculos muttiidos (MF) generan Ia fuerza especifica con una determinada longitus e incinacién. Los ‘miisculos erectores de la colurmna se fijan a las apofisis espinosas (AP), y los ‘miisculos muttfidos se fijan a las apdtisis transversas (AT). En la posicion flexio- ‘nada del tronco (F), el misculo erector de la columna (EC) y el multifido (MF) se alargan y generan menos fuerza, pero esto se equlibra por el aumento de la ten- sién etéstica en los misculos largos. Abas fuerzas son excéntricas y concéntri- cas. |, cresta iliac Ao Figura 2.26. Mésculos estabilizadores. Los misculos proximales pequefios ue estabilizan la columna son los musculos rotatarios (R) y multfidos (M). Figura 2.97. Misculo cuadrado. E| misculo cuadrado lumbar (CL) se inserta desde la cresta liaca (), a las apéfisis transversas (AT) de la columna lumbar y la duodécima costila, §, sacro. Figura 2.38, MUsculos intersegmentarios profundos. Los misculos interseg ‘mantarios profundos son extensores, tlexores laterales y rotatorios. Se insertan cen las apéfisis transversas (AT) y apotisis espinosas (AE). Se muestran las cari- lias articulares (F). ere eu On eras Figura 2.39. Restriccién de ta flexién de la columna lumbar. A, En los ult- ‘mos 15° de flexién, los misculos extensores estén «relajados», ylalimitacion se debe a los ligamentos posteriores y tejidos de la fascia, B, En los primeros 45° de flexién del tronco, los musculos extensores se contraen excéntricamente para ‘C, La columna en hiperextensién mantiene los tejidos flexibles Esta coordinacién neuromuscular se pond de manifiesto en pacientes con dolor exénico lumbar que presentan pérdida de flexintelajacion, lo cual los predispone a la lesin y al dolor”. Debio a tna actividad persistente de la musculatara, que ahora acta como estabilizadora en lugar de moviliza- dora, tienen a lexin-extensién del tronco y Ia rotacidn limitada. Existe una diferencia en el sistema de palancas de Ia columna que hay que tener en cuenta al analizar la mecénica_ espinal (Fig. 2.40), —Rirmo Lumposacno— En Ja columna erecta los muisculos espinales estin en «reposo» salvo para mantener su tono basal, Cuando ln flexién empieza, los miisculos abdominales se contraen con la fuerza apropiada y con una velocidad «que depende de la tarea que se desea realizar. Los miisculos extensores (antagonistas) realizan una con- traccin excéntrica determinada por el Grgano tendinoso de Golgi. En el ritmo lumbopélvico, la pelvis permanece estética mientras la columna lumbar inicia Ia fle- xin (Fig, 2.41), La flexién afecta a cada unidad funcional con un movimiento de flexidn y algtin des- lizamiento cuando Ia flexi6n del tronco se realiza totalmente, La limitacién miofascial ayuda también en la limitacign de la flexién completa (Fig. 242) ‘Cuando mediante una extensién volvemos a la postura erguida en Ia columna lumbar y aparece de ‘nuevo su lordosis, la fascia ejerce fuerza con componentes musculares esporidicos. La pelvis también regtesa a su posici6n neutra (Fig. 2.43). ReeeCr nrc id Figura 2.40. Diferencia del sistema de palancas espinal. A, Persona que sos- tiene un objeto (W) a una distancia del cuerpo. La distancia M7 que tiene el sis tema de palancas (C) desde el eje de rotacién (circulo con el punto central) es ‘equilibrada por el mdsculo de la espina dorsal (ED) que actiia a una distancia me- ror (M1). B, Los mdsculos involucrados son los abdominales (AB) y los miscu- los extensores de columna (EC). one ee U ace A 8 c Figura 2.41. Ritmo lumbopélvico. A, Columna erecta que mantione la ordosis lumbar la pelvis en posicion neutra (ninguna rotaciin).S, sacro; CF, cabeza fo- ‘moral |, mlsculos isquotibiales.B, En la flexion lumbar (FL), la pelvis permane- 2 neuta (ninguna rotacién) por a Contraccén isomérica de los misoulosisquio- ‘ibialas y gliteos. C, Flexion de columna completa con la column lumbar totalmen- te flexionada en una posicion casi recta; todo el movimiento se produce en la pel- vis (PR). PONT ‘Superficial Profunda Figura 2.42. Fascia toracolumbar. El misculo se puede alargar hasta la mag- nitud que permite la vaina aponeurética. Las fibras extrafusales del misculo se alargan excéntricamonte, pero cuando el missculo se contrae, la fascia se alarge pasivamente, EC, misculo erector de columna; DA, misculo dorsal ancho. ‘Cuando hay una contraceién de los musculos abdominales para comenzat a flexin, los msculos de la pelvis que mantienen la esttica se contraen isométricamente. Este modelo neural complejo est totalmente integrado en toxios los niveles del sistema nervioso central. En la fase de descenso median- te flexidn, el masculo erector de lacolumna se contre «excéntricamente y se alarga. Cuando los muscu Jos se han alargado totalmente, los tejidos de las fascias yligamentos se convierten en fuerzas movili- zadoras. Después de Ia flexign completa, y cuando hay un nueva extensién activa, los mtsculos de la pelvis y os tejidos de la fascias de la columna lumbar se convierten en movilizadores (Fig. 2.44). —Funcion ne 10s LicaMeNTos EN La coLuMNA — Los igamentos de una unidad funcional (longitudinal anterior, longitudinal posterior, ligamento ama illo, intervertebral y supraespinoso) contribuyen poco a mantener Ia estabiidad de Ia columna. No se considera que la pérdida de fuerzas en los ligamentos sea un factor determinante durante el «desliza- miento» de la vértebra adyacente™, Masculo posterior ot musio Figura 2.43. Musculatura de la pelvis y articulacién de la cadera. Figura 2.44. Ligamentos y musculatura que soportan la flexién de la columna. Estructuras vitales en la flexi6n del tronco. V, vértebra; DI, disco intervertebral; FPA, f- bras posteriores del anil fibroso; LLP, igamento longitudinal posterior; MEC, miscu- los extensores de columna; LSS, ligamento supraespinoso; 8, sacro; GM, gliteo mayor (e! mas grande de los ghiteos); P, pelvis; CF, cabeza femoral; MAO, musculos ‘abdominales oblicuos; MFA, misculos flexores abdominales. er eeu Rene Inestabilidad de la columna La definicién de inestabilidad de 1a columna ha sido objeto de preocupacién considerable para la profesin médica y necesita establecerse mejor. Cualquier definicién implicaria que el movimiento dentro de la unidad funcional (dos vértebras adyacentes separadas por un disco, ligamentos y cati~ las articulares) no debe exceder e1 movimiento normal bajo niveles de carga fisiol6gicos. Si se daa cualquiera de estos componentes de la unidad se puede producir inestabilidad. La columna osteoli- gamentosa desprovista de su musculatura se denomina subsistema pasivo, y no podria soportar el peso del cuerpo. Los estudios que se han Ilevado a cabo sobre los mecanismos de la lesi6n cervical han sido el pun- to de partida para explicar Ia inestabilidad de Ia columna, En estos estudios se determiné la respuesta, {de Ia columna ante cargas de compresién, deslizamiento, flexién, extensidn, torsién lateral y rotacién axial, Tanto si se dafiasen los ligamentos largos de la columna como silo hiciese la funcién de Ia eép- sula articular se erearfa inestabilidad™ Parece ser que los miisculos extrafusales proporcionan estabilidad a la columna osteoligamentosa, ‘Todas Ins fibras musculares extraespinales estan englobadas dentro de una vaina aponeurética que se ‘larga cuando el misculo lo hace y que pasivamente se acorta cuando el muisculo se contrac. La fascia toracolumbar incluye todos los miisculos erectores de la columna y el misculo cuadra- do lumbar, Por sus inserciones, estabiliza la columna erecta cinética y mecénicamente al reextender la ccolumna desde una posiciGn flexionada ventralmente. Esta fascia también dobla lateralmente la colum- nna y ayuda en la rotaci6n del tronco. La columna erecta se estabiliza por las vainas aponeuréticas, que se tensan cuando los misculos de la espalda se contraen junto con el misculo oblicuo profundo, los masculos abdominales, el miscu- lo transverso abdominal y el dorsal ancho, cuyas inserciones posteriores erean el compartimento inter- no de los miisculos erectores. EL mfisculo transverso activa el compartimento anterior (la «eémara hidroaérea abdominal), y el dorsal ancho activa el compartimento de los miisculos ereetores de la columna. Los otros misculos ab-

También podría gustarte