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▲
La salud del
adulto mayor
▼
Temas y debates
Impreso en México
Printed in Mexico
ISBN 968-7346-93-0
Indice
Presentación 9
Onofre Muñoz, Carmen García Peña, Luis Durán Arenas
Envejecimiento en México:
perspectiva del Instituto Mexicano del Seguro Social 87
Carlos Durán Muñoz, Carmen García Peña, Katia Gallegos Carrillo,
Ricardo Pérez Cuevas, Héctor Gómez-Dantes, Luis Durán Arenas
8
Presentación
Onofre Muñoz,
Carmen García Peña, Luis Durán Arenas
E
l presente libro es resultado del esfuerzo conjunto de la Dirección de
Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social y la Comi-
sión Americana de los Adultos Mayores de la Conferencia Interamericana
de Seguridad Social.
El objetivo del texto es presentar ante los tomadores de decisiones, el personal
de atención a la salud y la comunidad científica americana, un panorama general
del envejecimiento, entendido éste como el evento demográfico y epidemiológico
que representa uno de los más importantes retos para las sociedades en general, y
los servicios de salud en particular.
En este sentido, el primer apartado se refiere al análisis de los esquemas de
atención a los ancianos en diferentes países. Así, a pesar de que Estados Unidos
destina 13.6% del producto interno bruto (PIB) a salud, presenta importantes retos
por resolver, semejantes a los que enfrentan otros muchos países americanos, tales
como el cuidado a largo plazo, la atención en el hogar, el costo de las casas de
reposo y la discapacidad secundaria a problemas de dentición, audición y visión.
La revisión que los autores hacen del sistema de salud en Inglaterra pone de ma-
nifiesto los enormes avances en materia de apoyo social y de salud a la población
anciana, pero también el eterno debate del papel de la familia en el cuidado de los
viejos: cuidar de los ancianos ¿es una responsabilidad familiar, social o estatal?. En
el caso de España, la proporción de ancianos que viven solos es baja, posiblemente
debido a que los patrones culturales de interacción familiar son distintos al resto
de los países europeos, pero lo que resulta verdaderamente aleccionador son los
impresionantes logros que en materia de protección social han alcanzado en tan
corto periodo de tiempo. Se revisó también el caso de Argentina, siendo uno de los
países americanos con mayor proporción de ancianos, el reto para ellos será el de
mantener los niveles de atención sociomédica que se desarrollaron en los últimos
años a pesar de los cambios sufridos en el panorama económico del país. Este
apartado cierra con dos capítulos referentes al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Se analizan en ellos los retos que las instituciones de seguridad social no sólo en
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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PRESENTACIÓN
diversidad de variables podría modificar estos datos, pero los resultados sugieren
que promover una mejor salud entre los ancianos pudiera tener efectos importantes
en los costos a largo plazo. Los temas de pensiones, retiro y ahorro cierran este
libro porque tocan puntos verdaderamente críticos, la inseguridad económica, una
vejez empobrecida y sin posibilidades de desarrollo laboral constituyen realidades
que nuestros países deben transformar para tener ancianos productivos con
certidumbre económica.
Es nuestra intención que con estos trabajos estimulemos la discusión seria,
sustentada, crítica e innovadora que se requiere para este campo. Los trabajos que
aquí se presentan seguramente motivarán a nuestros lectores a continuar el análisis
de las diferentes facetas que tiene el tema del envejecimiento y a participar
activamente en la respuesta que nuestros sistemas de salud deben de dar ante esta
emergente necesidad.
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Primera parte
Experiencias en países
seleccionados
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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La salud de los adultos mayores
y el sistema médico en Estados Unidos:
¿modelo para seguir o evitar?*
Steven Wallace
Los adultos mayores tienen una esperanza de vida más larga que nunca. Entre los
años 1900 y 1998 Estados Unidos aumentó la esperanza de vida al nacer desde 47.3
hasta 76.7 años; para quienes llegaron a tener 65 años, su esperanza de vida aumentó
de 11.9 a 17.8 años. En los últimos 20 años ha habido una disminución severa
(-30%) en la mortalidad por enfermedades coronarias, aunque se mantiene como
la causa más frecuente de muerte para adultos mayores en este país. La mortalidad
por tumores malignos ha aumentado levemente (+7.7%), posicionándose como la
segunda causa principal de mortalidad; su incremento es causado principalmente
por los cánceres de pulmón femeninos, los que están asociados con el aumento en
el consumo de cigarrillos en mujeres. Por otro lado, la mortalidad por tumores
malignos de mama ha disminuido por la utilización de la mamografía que identifica
los tumores en etapas tempranas, cuando es posible extirparlos con buen pronóstico
(U.S. NCHS 2000; U.S. Federal Interagency Forum 2000).
Debido a la reducción de la mortalidad global los adultos mayores viven
más años, pero frecuentemente en condiciones de morbilidad crónica. Una de estas
condiciones es la artritis que padece 58% de los adultos mayores que tienen más de
70 años y aunque no aparezca como una causa de muerte, es altamente significativa
para ellos porque puede afectar la movilidad y la capacidad funcional, además del
dolor que pueda infligir. La incontinencia tampoco es mortal, pero con una
prevalencia de 27% entre mujeres que tienen más de 65 años, es la tercera condición
crónica más común después de la hipertensión y de la artritis, pudiendo afectar
profundamente la calidad de vida.
* Este capítulo se publicó originalmente en: Kornfeld R, Mardones F, ed. Reto a la independencia del
adulto mayor. Santiago: Imprenta Salesianos, 2001: 122-138. Se reproduce con autorización expresa
de los editores.
N.E. El sistema de citación de referencias bibliográficas que se utiliza en este libro es el de Vancouver;
sin embargo, en este caso se respeta el de la versión original.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EUA
Cuadro I
Porcentaje de adultos mayores con dificultades en AVD-B
y AVD-I, según edad y sexo. Estados Unidos, 1994
AVD-B AVD-I
Edad Mujeres Hombres Mujeres Hombres
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EUA
Los criterios más usados en Estados Unidos para evaluar a los sistemas de salud
son los gastos (desde la perspectiva del Estado en el caso de Medicare o también
para en la totalidad en la sociedad), la calidad y el acceso. La Organización Mundial
de la Salud está incluyendo también criterios de equidad y solidaridad (WHO 2000).
Los siguientes aspectos que se analizan constituyen ejemplos de los criterios recién
señalados.
Criterio N° 1: Gastos
Es bien conocido que Estados Unidos tiene el sistema médico más caro del mundo,
medido tanto en función de porcentaje del PIB, como en gastos por persona,
considerándose a personas de todas las edades. En términos de porcentaje del
tamaño de la economía medida por el producto interno bruto (PIB), en 1998 Estados
Unidos gastó 13.6% del PIB para servicios y productos médicos, esto es, 50% más
que su vecino Canadá, que gastó 9.5% del PIB, y dobla el porcentaje de Gran Bretaña
que gastó 6.7% del PIB. A pesar del alto nivel de gasto en Estados Unidos, sus tasas
de salud no son mejores que en Canadá o Gran Bretaña. (Anderson y Hussey, 2001).
Medicare cuenta con 22% de este gasto total en Estados Unidos para todas las
edades (NCHS 2000).
Con gastos tan altos y resultados promedios, ¿puede haber algunas lecciones
buenas? En primer lugar, un éxito del sistema Medicare es el gasto mínimo en la
administración del sistema que se reduce a sólo 2%. Esto es menos de lo que los
seguros médicos privados más grandes gastan y que equivale a 12% (U.S. HCFA
2000), y mucho mejor que otros seguros médicos en Estados Unidos que gastan
hasta 25% en administración.
Esto se debe al sistema unitario que tiene solamente una oficina en cada región
para pagar a los médicos, pocos gastos para publicidad y reglas uniformes válidas
para todo el país. Asimismo, Medicare ha sido un líder en innovaciones de sistemas
para pagar hospitales y médicos, especialmente en la adopción temprana de gastos
fijos prospectivos para cada admisión en el hospital, en vez del sistema antiguo de
pagar cualquier gasto del hospital. Por eso, la inflación en gastos totales de Medicare
está aumentando en la misma proporción que el sector privado. Es un buen ejemplo
de una empresa pública con administración eficiente y eficaz, y donde su monopolio
evita muchos gastos que son requeridos en un mercado de empresas privadas.
A pesar de la cantidad de dinero que percibe el sistema, existen varias
limitaciones en el área de los gastos, especialmente debidas al énfasis puesto en
cuidados hospitalarios con alta tecnología. Dicho énfasis hace que los gastos por
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EUA
Cuadro II
Distribución de gastos de Medicare, Estados Unidos, 1998
Destino Porcentaje
Criterio N° 2: Calidad
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Criterio N° 3: Acceso
Acceso implica que un adulto pueda acceder a los servicios cuando lo requiera.
Respecto de este criterio es posible señalar que todos los hospitales y casi todos los
médicos y otros servicios aceptan Medicare, facilitando con ello el acceso de los
adultos mayores a casi todo el sistema médico estadounidense, en su mayor parte
privada.
La caída de barreras en la demanda de médicos y hospitales se muestra por
una baja tasa (6%) de adultos mayores que notifican haber demorado en pedir
atención medica por razones económicas. Antes de la existencia de Medicare, 44%
de los adultos mayores no tenían seguro médico por gastos hospitalarios y por eso
enfrentaban barreras financieras cuando necesitaban dicha atención.
La inclusión de servicios preventivos es un ejemplo de los efectos de cobertura
y publicidad de los beneficios de los servicios. El uso de mamografías e
inmunizaciones contra influenza y neumonía se dobló en pocos años desde que
Medicare las incorporó en su cobertura desde comienzos de los 90. Si bien los niveles
del uso de mamografía e inmunizaciones por parte de los adultos mayores no están
en el nivel ideal, las barreras financieras son escasas ahora, gracias a Medicare.
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LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EUA
Sin embargo, los problemas de acceso siguen para la población de los “casi
pobres” mencionados antes, los cuales presentan problemas especialmente al tener
que pagar por los servicios no incluidos en Medicare como medicamentos, servicios
dentales y ayuda custodial. También existen problemas de acceso a los servicios en
muchas áreas rurales donde el transporte es escaso y difícil, y en áreas urbanas
pobres donde existe una carencia de recursos médicos.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro III
Hogares encabezados por adultos mayores según ingresos
anuales, distribución de población y gastos médicos.
Estados Unidos, 1998
Conclusiones
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LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EUA
asegurar que todos los adultos mayores reciban los servicios necesarios de
prevención, deben ser incluidos en el seguro médico.
Finalmente, en cuanto a la equidad y solidaridad, los programas universales
tienen el máximo apoyo público y, por lo tanto, el apoyo político que impulsa la
calidad y el acceso de servicios. Pero si no se toman en cuenta las diferencias de
ingresos y necesidades de las diferentes clases, etnias y géneros pueden permanecer
las desigualdades en los sistemas universales.
La experiencia de Estados Unidos nos enseña que el país que gasta más en
servicios de salud ofrece buen seguro a los adultos mayores para condiciones
agudas, pero todavía tiene una tarea pendiente en relación con ofrecer servicios
adecuados de prevención y cuidado de enfermedades crónicas y ayuda a los
discapacitados. En estas áreas, países como Chile pueden construir sistemas mejores
que los países más ricos que tienen sistemas basados en enfermedades del siglo
pasado, y no en el siglo presente.
Referencias
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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Disponible en: http://www.who..int/whr/2000/en/report.htm
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Servicios de salud
para los adultos mayores en Inglaterra
Sandra Reyes,1 Peter Beaman,2
Bruce Stafford3
Introducción
Marco de Referencia Nacional para los Servicios de Salud para los Ancianos
en Inglaterra (Older People National Service Framework)
1
Bedford PCT. Servicio Nacional de Salud. Inglaterra, Reino Unido.
2
Departamento de Ciencias Sociales. Universidad de Loughborough, Reino Unido.
3
Centro de Investigación en Políticas Sociales. Universidad de Loughborough, Reino Unido.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Las metas para los servicios sociales y de salud para los adultos mayores,
respaldadas por £1.4 billones extras cada año, son:
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SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
• Invertir £120 millones para modernizar los pabellones y proveer áreas separadas
para mujeres y hombres, reducir el ruido, mejorar la privacidad, y proveer de
equipo de rehabilitación.
• Establecer el servicio gratuito de enfermeras especializadas para la atención
domiciliaria en casas de asistencia o en el domicilio de los adultos mayores.
• Invertir £105 millones en los siguientes tres años para mejorar el equipo de
atención en la comunidad (barandales, sillas elevador), y otro equipo esencial
para proveer atención domiciliaria.
• Incrementar la coordinación y cooperación entre el Servicio Nacional de Salud
y los servicios sociales. Cada anciano que lo requiera será evaluado una sola
vez y tendrá su plan de atención individualizado compartido entre las dos áreas.
• Extender y mejorar los servicios de rehabilitación con la provisión de 5 000 camas
más de cuidados intermedios.
• Apoyar a los cuidadores con periodos de descanso durante los cuales los adultos
mayores serán atendidos en instituciones.
• Mejorar la coordinación para proporcionar mejor atención y apoyo a los adultos
mayores que padecen enfermedades mentales, así como a sus familiares.
• Mejorar los servicios de atención mental con énfasis en el diagnóstico y trata-
miento oportuno.
• Hacer énfasis en la promoción de la salud, especialmente en estilos de vida
saludables que puedan ayudar a disfrutar más años de vida activa e independiente.
• Incrementar esfuerzos para prevenir problemas de salud, por ejemplo utilizando
la vacunación contra la influenza, o con orientación para evitar las caídas en el
hogar.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
* Las casas de asistencia de enfermería están provistas con los recursos necesarios cuando se requiere
atención médica o de enfermería más constante.
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SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
El Servicio Nacional de Salud (NHS) hoy se da por hecho en Inglaterra, pero hace
50 años la atención a la salud era un lujo, de tal manera que los pobres utilizaban
remedios caseros o los servicios médicos de caridad. Los ancianos que no eran
capaces de cuidarse por sí mismos terminaban sus vidas en la “workhouse” una
institución Victoriana temida por todos ya que la comida y el sitio para dormir se
recibía a cambio de trabajo.6
El NHS fue creado en 1948 y con ello los hospitales y el personal de salud se
integraron en una sola organización. La idea original detrás del NHS fue propor-
cionar servicios de salud integrales y universales gratuitos financiados a través del
sistema de impuestos. Sin embargo algunos años después de su creación se introdu-
jeron cuotas para algunos de los servicios (medicamentos, tratamiento dental, etc.).
Con el paso de los años la institución sufrió algunos cambios en la organi-
zación aunque no en el financiamiento, el presupuesto anual para los servicios de
salud en el NHS proviene en su mayoría del sistema general de impuestos.
De 1988 a 1997 el NHS sufrió uno de los cambios más drásticos durante el
gobierno conservador. Se estableció el mercado interno de servicios de salud donde
un número considerable de entidades privadas comenzaron a competir por vender
servicios de salud a los compradores (autoridades de salud). En 1997, el nuevo
gobierno eliminó el mercado interno y trató de regresar a los principios originales
del NHS.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Estas autoridades son las responsables de desarrollar los servicios locales de salud,
asegurar un desempeño de alta calidad y garantizar que las prioridades nacionales
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SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
son integradas en los planes locales. En el caso de los adultos mayores, estas auto-
ridades regionales tienen que asegurar que el Marco Nacional de Referencia para
los Servicios para los Adultos Mayores en Inglaterra y otras políticas más generales
o específicas, sean instrumentadas localmente en los Entidades o Consorcios de
Atención Primaria.
Salud Comunitaria
NHS directo. Es un servicio telefónico disponible las 24 horas del día, donde una
enfermera proporciona consejos de salud de manera confidencial, así como infor-
mación sobre qué hacer si la persona que llama no se siente bien, está preocupada
por su salud o la de su familia, o requiere de algún grupo de autoayuda. Si la
enfermera necesita consultar un caso, tiene el apoyo de un médico para tomar la
decisión acerca de los consejos o la referencia hacia al hospital o el médico general.
Centros NHS de acceso directo. En estos centros una enfermera capacitada proporciona
tratamiento para lesiones y enfermedades menores, los siete días de la semana.
Este servicio es gratuito para toda la población.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Centros dentales de acceso directo y servicios dentales. Proporcionan todo tipo de servi-
cios, incluyendo los de emergencia dental. No se requiere registro para recibir con-
sulta de un dentista en este sitio, aunque idealmente toda la población debe estar
registrada con uno de los dentistas privados que vende sus servicios al NHS. La
población en general tiene que pagar una cuota previamente establecida (la misma
para el dentista privado o para los centros de acceso) que depende de los servicios
que se reciben. Los adultos mayores también tienen que pagar por los servicios
dentales a menos que estén recibiendo un beneficio denominado Garantía de Ingreso
Mínimo (Minimum Income Guarantee), en cuyo caso pueden recibir servicios
gratuitos. Si los adultos mayores están registrado con un dentista y requieren
servicios en su domicilio (por problemas de salud o movilidad), el costo de los
servicios no se incrementa.
Cuando los adultos mayores no pueden seguir recibiendo atención de su
dentista general debido a lo específico, complicado, o grave de su problema de salud,
entonces los Servicios Dentales Comunitarios les atienden.
Cuando los adultos mayores viven en casas de asistencia, los servicios dentales
tienen que ser tramitados por medio del gerente de la casa que, de acuerdo con los
estándares, es el responsable de promover la salud dental de sus residentes.
Cuidado de la vista. La población en general tiene que pagar por los exámenes anuales
de la vista. Sin embargo, los adultos mayores reciben este servicio en forma gratuita.
Asimismo si los adultos mayores reciben el beneficio Garantía de Ingreso Mínimo
mencionado arriba, también pueden recibir bonos para comprar sus lentes. Hasta
la fecha, los adultos mayores con problemas de movilidad tienen que asistir a su
examen de la vista en los establecimientos privados, sin embargo se está buscando
la forma para que en el futuro puedan recibir estos servicios en su domicilio.
Cuando existen problemas graves o de mayor complejidad, los adultos
mayores, como el resto de la población, pueden ser referidos directamente a los
servicios de oftalmología del hospital donde todos los servicios son gratuitos. Como
se menciono antes, una de las mejorías recientes en el sistema para la atención de
los ancianos es la reducción de los tiempos de espera para resolver o mejorar los
problemas de cataratas.
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SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
hay o habrá control parcial sobre aspectos vitales del ambiente inmediato; ha
ocurrido o podría ocurrir un cierto nivel de maltrato; hay o podría haber incapacidad
para llevar a cabo la mayoría de las rutinas de cuidado personal o domésticas; no
pueden mantenerse la mayoría de los sistemas de apoyo social; o no pueden man-
tenerse la mayoría de las responsabilidades vitales familiares y otros roles sociales.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
3. Atención social. Esto es para las personas con el nivel más bajo de necesidad de
atención continua. La atención será proporcionada por los Servicios Sociales
solamente, y se evaluarán las posibilidades de pago. Este tipo de atención puede
proporcionarse en casas de asistencia, o en la casa del adulto mayor. Los adultos
mayores pueden utilizar los servicios generales de salud, tales como médicos
generales, enfermeras de distrito, en la misma forma que la población general
hace uso de estos servicios.
Dos días después del alta, el médico general recibe una carta explicando las
razones de la hospitalización y las indicaciones para el alta. El adulto mayor recibe
una copia, junto con medicamentos para una semana, por lo menos, junto con
equipo de curación si éste es necesario.
A partir de este año, los adultos mayores (y otras poblaciones) reciben tres
tipos de servicios gratuitos: cuidados intermedios por un periodo de hasta seis
semanas; atención de enfermería, independientemente de si viven en su casa o en
casas de asistencia; y/o un equipo de servicio comunitario (adaptaciones menores
o equipo) de hasta £1000 para ayudar con los cuidados de enfermería o con las
actividades de la vida diaria.9,10
Si el alta es al domicilio y el adulto mayor requiere de algunos servicios sociales
para continuar viviendo de manera independiente, además de las adaptaciones
mencionadas arriba, o si requiere de atención de largo plazo (casas de asistencia o
casas con atención de enfermería), tiene que pagar por esos servicios. El pago que
hagan los adultos mayores dependerá de sus medios. La evaluación de estos medios
algunas veces incluye sólo el ingreso y otras veces el ingreso junto con los bienes
de capital disponibles. Aun después de la clasificación del nivel de pago hay algunas
necesidades que podrían ser cubiertas en forma gratuita, si esto puede ayudar a
prevenir otros problemas o complicaciones.
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SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
• Recibir ayuda para adaptar su casa, por ejemplo instalando una rampa, rega-
dera, elevador.
• Recibir dinero para hacer adaptaciones por discapacidad.
• Recibir apoyo para hacer reparaciones o mejorías a la casa, por ejemplo
un préstamo para renovación.
• Ayuda para calentar o aislar la casa a través del esquema de Hogar
con uso de energía eficiente.
3. Pagos directos en efectivo para los adultos mayores (o sus cuidadores) en lugar
de arreglar por los servicios que, de acuerdo con la evaluación, son necesarios.
Con el dinero en efectivo los adultos mayores tienen la posibilidad de comprar
sus servicios o apoyo directamente, incluyendo la contratación de asistencia
personal. Este tipo de pago directo siempre será considerado como una alter-
nativa. Al final del proceso de evaluación, los individuos elegibles recibirán el
costo detallado de los servicios que ellos recibirían para satisfacer sus nece-
sidades. Entonces se les da la opción de recibir los servicios o el valor de éstos
como pago directo.
Cuando los adultos mayores tienen cuidadores, también hay ayuda para ellos.
La trabajadora social realiza una evaluación de necesidades y discute con los
cuidadores la forma como se pueden satisfacer sus necesidades, cómo el papel de
cuidador ha cambiado su vida y aspiraciones, y qué tipo de apoyo se puede obtener
si se desea continuar como cuidador.
• Atención del adulto mayor en un centro de día para que el cuidador tenga tiempo
para sí mismo.
• Atención del adulto mayor por unas horas durante el día o la noche para que el
cuidador tenga tiempo para ir de compras o realizar otras actividades.
• Ayuda con el quehacer como apoyo al papel del cuidador.
• Reuniones con otros cuidadores para recibir apoyo o consejos.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
• Vacaciones por unos días en los cuales el adulto mayor será atendido en una
casa de asistencia.
• Atención del adulto mayor hasta por 72 horas si el cuidador requiere estar fuera
de la casa.
Cuidados intermedios
• Son dirigidos a adultos mayores que de otra forma tendrían que enfrentar
estancias hospitalarias prolongadas, admisión inapropiada, o alta a casas de
asistencia para recibir cuidados de largo plazo.
• Se proporcionan como parte del plan de atención continua después de la
evaluación integral.
• El objetivo es la maximización de la independencia y deberían de ayudar a los
adultos mayores a regresar a vivir a su casa.
• Tienen un tiempo limitado de no más de seis semanas.
• Involucra el trabajo multidisciplinario bajo un solo marco de referencia y con
protocolos y expedientes compartidos.
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SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Conclusiones
El sistema de salud inglés, además de ser uno de los poco ejemplos de sistemas de
salud universales financiados a través del presupuesto central del gobierno por
medio de los impuestos generales, es también uno de los primeros en haber reco-
nocido la existencia de discriminación directa o indirecta en la provisión de servicios
en contra de los adultos mayores. Este sistema de salud puede tener muchos as-
pectos criticables desde el punto de vista de su organización, oportunidad y calidad,
pero se mantiene a la vanguardia en lo que se refiere a la preocupación social por
las necesidades de salud de sus ciudadanos, independientemente de la edad.
La atención y el cuidado de los ancianos en forma gratuita (en la mayoría de
los servicios) es una de las características más importantes de este sistema de salud,
como lo es la definición de una política nacional que incremente la calidad y
disminuya las diferencias locales en la atención de los adultos mayores.
Hay sin duda muchos aspectos que se pueden mejorar con la participación
directa de los adultos mayores, hay otros que han sido sujetos de cuestionamiento
y discusión, como el costo de los cuidados intermedios y el de atención de largo
plazo, pero sin duda hay aspectos de los que podemos aprender. En ese país existe
una verdadera responsabilidad social por la atención de las necesidades de TODOS
los adultos mayores. No requieren tener la nacionalidad inglesa, ni ser ricos o pobres,
todos ellos están protegidos en contra de las contingencias más importantes en los
presupuestos nacionales. Por otro lado, hay aspectos negativos que también podría-
mos aprender a evitar; en nuestra opinión el más importante en este sentido es la
sustitución del papel de la familia por el Estado. Los adultos mayores en este país
también tienen una familia, pero la mayoría de ellos no vive con su familia, sino de
manera “independiente” en su casa o en casas de asistencia, dependiendo del nivel
de independencia física y mental (la excepción son los adultos mayores que emigra-
ron a este país con costumbres y culturas diferentes). La familia tiene un papel
secundario y muchas veces sólo son tomadores de decisiones u observadores del
estado de salud y de los servicios que sus viejos reciben. Esta falta de involucra-
miento directo por parte de la familia extensa ha generado la creación, por el Estado,
de todas las otras alternativas costosas de atención, tales como cuidados interme-
dios o atención de largo plazo en casas de asistencia. La experiencia y la lógica nos
dicen que los países en desarrollo no están en condiciones de financiar esos servicios,
ya que de hecho en muchos de ellos no puede aún financiarse la atención universal
de los adultos mayores.
Quizás en el futuro los países desarrollados den vuelta para aprender de la
experiencia de los países en desarrollo, y en particular puedan entender más cómo,
a pesar de algunas desventajas, la promoción de la participación de las familias
42
SERVICIOS DE SALUD PARA LOS ADULTOS MAYORES EN INGLATERRA
Referencias
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43
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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44
La salud de los adultos mayores en el
Instituto Mexicano del Seguro Social
Héctor Gómez Dantés,1
José Luis Vázquez, Sonia Fernández Cantón1
1
Reflexiones iniciales
1
División Técnica de Información Estadística en Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social.
45
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
generadas por el envejecimiento están ligadas al impacto sobre las finanzas insti-
tucionales, que hoy se reflejan en el pago de pensiones y jubilaciones para una
amplia generación de mexicanos que abandona el escenario productivo, y a la co-
bertura de la amplia diversidad de servicios preventivos, asistenciales, curativos y
de rehabilitación necesarios para la atención médica de las personas en edad avan-
zada.3 En cuanto a la demanda de servicios de salud, la institución hoy se ve saturada
por el número creciente de consultas y los egresos de adultos mayores con diabetes
mellitus, tumores malignos, enfermedades cardiovasculares y, en general, por pa-
decimientos de carácter crónico degenerativo que inciden sobre las finanzas del
Instituto por el elevado costo de las intervenciones y el continuo gasto otorgados
para su atención. Por otro lado, la comorbilidad asociada con la vejez y la discapa-
cidad derivada de un largo proceso de deterioro físico y mental, repercuten sobre
las diferentes prestaciones otorgadas, así como sobre la demanda de un nuevo tipo
de servicios de salud para apoyar a los adultos mayores.
Este contexto nos obliga a reflexionar sobre las condiciones de salud de la
población, ya que hoy absorben una enorme cantidad de recursos y, en un breve
plazo, concentrarán la mayor carga de enfermedad y gasto en salud de la institución.
Adicional al diagnóstico, deseamos mencionar algunas de las estrategias y progra-
mas que intentan paliar, contener e inclusive prevenir los problemas de salud que
afectan a los adultos mayores derechohabientes del IMSS.
46
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
a una vida más prolongada y la proporción de adultos mayores será muy superior
a la atendida por el resto de las instituciones de salud. Las tendencias del envejeci-
miento en el IMSS se presentan de forma más precisa en este mismo volumen.6
47
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro I
Características sociodemográficas de la población adulta mayor.
por sexo y derechohabiencia. ENSA 2000
Estado conyugal 1 180 760 1 368 004 1 858 233 1 986 251
Unión libre 6.6 3.0 13.1 6.1
Separado / divorciado 2.3 5.5 3.3 7.2
Viudo 12.5 39.9 12.8 41.2
Casado 76.2 46.2 65.4 38.1
Soltero 2.5 5.4 5.4 7.4
Total 100 100 100 100
Condición de actividad 1 181 728 1 370 281 1 858 347 1 994 557
Trabajó 37.5 7.5 58.2 10.8
No trabaja 21.3 10.1 28.7 12.7
Hogar 1.1 72.0 1.9 71.9
Jubilado 37.9 9.3 7.9 3.0
Incapacitado 2.2 1.0 3.3 1.6
Total 100 100 100 100
Preferencia de servicios de salud 1 167 497 1 360 674 1 822 912 1 954 335
IMSS 82.6 77.6 1.1 1.2
SSA 3.2 4.6 37.6 34.6
Privado 10.3 13.5 36.1 39.0
No se atiende 1.4 0.9 5.4 4.0
Otros 2.5 3.3 19.8 21.3
Total 100 100 100 100
Percepción del estado de salud 1 178 305 1 370 543 1 841 677 1 983 987
Buena y muy buena 41.4 34.8 39.5 33.0
Regular 44.3 46.9 44.0 46.3
Mala y muy mala 14.3 18.2 16.4 20.8
Total 100 100 100 100
48
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
No obstante que la población adulta mayor representa una proporción menor del
total de la población bajo responsabilidad del IMSS, su nivel de demanda de servi-
cios de salud es cada vez más importante y sólo rebasada por los grupos infantiles.
De acuerdo con la ENSA-2000, entre 20 y 25% de los adultos mayores solicitaron
atención en las últimas dos semanas previas a la encuesta por motivos que requi-
rieron atención ambulatoria. Este nivel de demanda estuvo cinco puntos porcen-
tuales en promedio por arriba de la demanda de la población abierta (figura 1).
Una conclusión muy clara en cuanto al uso de servicios de salud ambulatorios
es que la tendencia de utilización se incrementa en la medida que lo hace la edad,
por lo que ese patrón de utilización sólo puede intensificarse en el corto y mediano
plazo. Por la magnitud de la demanda durante 2002, una de cada cinco consultas
(22%) en Medicina Familiar se otorgó a población adulta mayor, comparado con
17% de los hombres de 20 a 59 años, 15% de los niños de 0 a 9 años de edad y 7% de
los adolescentes. Sólo las mujeres de 20 a 59 años (38%) rebasaron el nivel de de-
manda de la población envejecida debido a las consultas derivadas por razones
obstétricas. Por ocasión de servicio y de 1991 a 2002, la población adulta mayor
mantuvo un nivel de demanda de 10% del total de las consultas de primera vez, pero
duplicó la demanda de consultas subsecuentes de 10 a 20% en el mismo periodo.
Para conocer las causas de demanda en Medicina Familiar se analizaron los
10 principales motivos, excluyendo la atención del embarazo. En esta lista se in-
cluyeron problemas tan diversos como las infecciones respiratorias agudas (35%),
la enfermedad hipertensiva (23%), la diabetes mellitus (19%), la cistitis (6%), las
dorsalgias (4%), los problemas articulares de cadera y rodilla (4%), la cérvico-va-
ginitis (3%), la gastritis (3%), traumatismos de mano (2%) y tuberculosis pulmonar
(1%) (cuadro II).
Esta gama de motivos fue responsable de 48% del total de consultas otorgadas
durante 2002; 30% de los 32.2 millones de consultas otorgadas durante ese año
fueron solicitadas por los adultos mayores, aunque para ellos estos motivos signi-
ficaron 65% del total de las consultas otorgadas a dicho grupo de edad. Dependiendo
del motivo de consulta, la contribución de los adultos mayores varió en importancia.
Por ejemplo, 35% de las consultas por diabetes mellitus, 59% de la enfermedad
cardiaca hipertensiva y 43% de las osteoartrosis de cadera y rodilla fueron solicitadas
49
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 1
Tasa de utilización (%) de servicios ambulatorios por grupos de edad
según derechohabiencia, ENSA 2000
30
Tasa de utilización por 100 en las últimas dos semanas
25
F F
F F F
20 B F B
F F B
B
15 F F F B
B B
F
F B B B B
10 B F F F B
F F B B
B B B
5
0
0-4
5-9
85 y más
10-14
15-19
20-24
25-29
30-34
35-39
40-44
45-49
50-54
55-59
60-64
65-69
70-74
75-79
80-84
Grupos de edad
por los adultos mayores de 65 años.10 Este perfil de demanda coincide con las eviden-
cias informadas en el ámbito internacional que ubican a la tuberculosis pulmonar
y a las infecciones respiratorias como las enfermedades transmisibles que más
afectan la salud y la calidad de vida en la vejez, mientras que las mayores cargas de
las patologías no transmisibles provienen de los problemas neuropsiquiátricos, la
diabetes mellitus, las condiciones cardiacas y los padecimientos músculo-esque-
léticos.11 En México, la Encuesta Nacional de Salud II (1998) y la Encuesta Nacional
de Enfermedades Crónicas (ENEC) también coinciden en señalar que las enfer-
medades crónicas notificadas con mayor frecuencia por las personas mayores de
60 años fueron la hipertensión arterial (9.9%), la diabetes mellitus (9.0%), las cardio-
patías (3.3%), y la discapacidad provocada por la ceguera, la sordera o la parálisis
(2.8%).12,13
50
Cuadro II
Principales diagnósticos y demandas de atención en Medicina Familiar del IMSS,
por grupos de edad, 2002
IRAs 11 398 743 9 398 388 2 000 355 4 945 483 1 463 470 1 404 985 2 667 457 917 348 35
Hipertensión arterial 7 353 990 140 040 7 213 950 2 790 13 058 870 502 2 335 055 4 132 585 23
Diabetes mellitus 6 181 374 93 824 6 087 550 3 093 17 590 1 070 395 1 961 534 3 128 762 19
Tuberculosis pulmonar 27 598 3 662 23 936 627 1 268 11 688 7 269 6 746 0
Gastritis y duodenitis 1 028 899 584 923 443 976 32 148 72 711 233 832 441 427 248 781 3
Cérvico-vaginitis 855 610 592 833 262 777 21 827 40 073 0 747 099 46 611 3
51
Cistitis 1 834 180 1 284 555 549 625 170 223 127 097 273 972 951 718 311 170 6
Dorsalgias 1 435 271 804 917 630 354 6 639 61 208 534 153 628 750 204 521 4
Gonartrosis de cadera/rodilla 1 389 170 341 472 1 047 698 5 150 12 076 170 791 422 260 778 893 4
Traumatismos de la mano 743 892 292 061 451 831 26 259 78 953 429 026 162 935 46 719 2
Total 32 248 727 13 536 675 18 712 052 5 214 239 1 887 504 4 999 344 10 325 504 9 822 136 100
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
52
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
Figura 2
Tasa de egresos hospitalarios por grupos de edad
y según derechohabiencia, ENSA 2000
140
F
120
F
100 F F
Tasa por 1 000 egresos
80 F B B
F F F
60 F F F F
B B F B
B
40 F B F
F B B B
B B B B B
20 B F
B FB
0
0-4
5-9
85 y más
10-14
15-19
20-24
25-29
30-34
35-39
40-44
45-49
50-54
55-59
60-64
65-69
70-74
75-79
80-84
Grupos de edad
53
Cuadro III
Principales causas de egresos hospitalarios en los mayores de 65 años de edad, IMSS, 1990-2000
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Total de egresos* 1 274 582 1 225 393 1 342 665 1 522 123 1 670 844 1 854 264 1 923 028 1 966 411 1 949 919 1 999 151 1 955 498
Egresos en > 65 años 153 299 164 350 184 745 212 308 234 021 271 184 293 524 305 323 202 735 324 327 335 083
% del total de egresos 12.0 13.4 13.8 13.9 14.0 14.6 15.3 15.5 10.4 16,2 17.1
Enf. cardiovasculares 8 606 8 672 9 427 10 508 10 741 10 166 14 599 15 527 18 312 19 500 20 575
% ** 50.4 50.9 50.8 50.7 50.4 49.4 51.7 52.7 52.1 53,3 53.9
Insuficiencia renal crónica 6 727 7 659 10 036 11 992 15 060 17 296 17 612 18 467 17 961 17 511 19 472
% ** 16.8 18.4 20.3 21.1 22.0 23.3 23.1 23.7 24.8 24,9 29.0
Cataratas 6662 6 750 7 668 8 742 10 717 12 239 14 760 15 777 17 422 18 643 19 333
% ** 59.5 64.5 64.9 65.3 65.5 66.9 60.8 61.2 62.1 62,6 63.8
EPOC 5200 5 764 6 261 7 255 7 300 8 295 9 514 9 864 10 211 10 850 10 117
% ** 71.0 70.6 71.8 72.1 72.7 72.6 74.4 74.7 74.2 74,7 74.1
Hiperplasia de próstata 6 298 6 845 6 965 7 764 8 382 9 921 10 805 10 321 10 075 9 731 8 829
54
% ** 67.6 68.4 68.5 68.6 66.2 68.0 67.7 69.4 69.8 69,8 70.6
Fractura de fémur 4 136 4 186 4 584 4 876 5 295 6 161 6 806 7 237 8 357 8 575 8 647
% ** 67.1 68.1 69.0 69.8 67.5 69.5 72.1 71.6 56.0 56,6 56.4
Colelitiasis 2827 1 735 2 009 2 457 2 545 3 027 5 524 5 997 6 382 6 734 7 000
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
% ** 11.9 12.0 12.1 13.0 13.0 13.6 14.3 14.5 14.9 14,8 15.0
Hernia inguinal 2 243 3 743 4 056 4 520 4 942 5 750 6 597 6 810 7 099 7 043 6 791
% ** 10.5 16.9 17.2 18.0 17.9 19.1 19.5 19.8 19.9 19,7 19.3
Neumonía no esp. 1 015 1 052 1 174 1 518 1 877 2 304 2 943 3 160 6 393 6 868 6 381
% ** 22.7 25.3 26.5 28.4 30.3 31.2 32.9 33.3 21.8 19,3 21.4
Enf. cerebrovasculares 1 089 1 228 1 436 1 655 1 938 2 633 4 162 4 100 5 117 5 502 5 738
% ** 62.6 64.3 62.5 60.9 61.7 63.4 59.2 60.1 62.1 64,7 64.4
Hipertensión esencial 1 467 1 681 2 172 2 758 3 766 4 192 4 816 4846 4 593 5 075 5 419
% ** 31.9 33.4 34.9 35.8 36.9 38.6 40.0 41.6 40.8 43,2 44.5
Fuente: Sistema Único de Información, Subsistema 13 Egresos hospitalarios del Instituto Mexicano del Seguro Social
* se excluyen partos
% ** se refiere al porcentaje de los egresos por esa causa que ocurrieron en los adultos mayores de 65 años
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
Un evento que no sólo mide el daño a la salud, sino la calidad de vida que se tiene
a razón de vivir más tiempo y expuesto a mayores riesgos, nos lo ilustra la dis-
capacidad. Este indicador de bienestar interpreta más claramente el impacto a largo
plazo de los problemas de salud y sus consecuencias en la definición de una mayor
esperanza de vida. Es decir, la misma enfermedad o lesión tiene efectos diferentes
sobre un joven que sobre un viejo, y la recuperación de la función es mucho más
expedita y completa en los primeros que en los últimos. Es por eso que la discapa-
cidad asociada a la enfermedad, a los accidentes o a la misma edad avanzada, es
mucho más severa en los adultos mayores que en el resto de la población. Los
datos vertidos por la ENSA 2000 nos dicen que la prevalencia de cualquier tipo de
discapacidad se mantiene por debajo de 5% en la población menor de 60 años y se
incrementa hasta 35% en el grupo mayor de 80 años de edad (figura 3).
El tipo de discapacidad más frecuente fue la motriz (18%) y la pérdida de
alguno de los sentidos (13%). En este rubro destaca la similitud en la magnitud del
daño entre los sexos, ya que entre ellos existen diferencias en los motivos y la edad
de aparición de la discapacidad. Este efecto también está señalado por los resultados
de la Encuesta Nacional sobre la Sociodemografía del Envejecimiento en México
(1994) en donde se identificaron prevalencias de incapacidad de 10.4% en los hom-
bres y 18.7% en las mujeres de 60 años, que se incrementaron hasta 38.7 y 48.2% en
los hombres y mujeres de 80 años, para elevarse hasta 60 y 66%, respectivamente,
en el grupo de 90 años.16 El impacto de la discapacidad en el perfil de salud de los
adultos mayores no puede pasar desapercibido. La tendencia nos habla de un
número ascendente de adultos mayores; la transición nos indica que habrá más
adultos mayores dependientes de cada vez menos jóvenes, mientras que el perfil
epidemiológico nos señala que la discapacidad asociada con la edad avanzada
será uno de los principales motivos de atención de la población bajo responsabilidad
del IMSS. Esto impone serios desafíos a la capacidad de adaptación institucional,
pues demanda nuevas estrategias de atención y programas preventivos para
resolver y enfrentar las nuevas necesidades de atención que se aproximan.
La mortalidad en el IMSS
55
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 3
Prevalencia de la discapacidad en población derechohabiente
del IMSS por grupos de edad y sexo, ENSA 2000
40
F
35 B
30
25
Prevalencia
20
15
FB
10
FB
5 B
FB F
0 FB FB FB FB
0 a 09 10 a 19 20 a 29 30 a 39 40 a 49 50 a 59 60 a 69 70 a 79 80 y más
Grupos de edad
B Hombres F Mujeres
56
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
Figura 4
Contribución de los grupos de edad a la mortalidad en el IMSS,
1976-2002
100
80
60
Porcentaje
40
20
0
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2002
2003
57
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro IV
Principales causas de mortalidad de los adultos mayores
(65 años y más), IMSS, 2003
58
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
Reflexiones finales
La población mexicana hoy tiene la esperanza de vivir por arriba de los 75 años,
pero padece la incertidumbre de no saber en qué condiciones vivirá los últimos
años de su vida. Aquí radica la función esencial del IMSS como institución de
seguridad social y protectora de la salud de la población derechohabiente. A
diferencia del resto de las instituciones públicas y de salud, el IMSS está obligado
a responder por las necesidades de la población bajo su responsabilidad y no sólo
resolver sus demandas puntuales de atención médica. El amplio espectro de
servicios y prestaciones sociales a los que está obligado el IMSS, requiere que su
organización y funcionamiento estén acordes a la realidad que hoy viven sus
derechohabientes. Adaptarse a esa realidad demanda que se prepare para hacer
frente a lo que hoy en día parece ser su mayor desafío: el envejecimiento de la
población derechohabiente.
La dinámica demográfica nos demostró que los cambios son inevitables y
muy acelerados, y estas características los vuelven ineludibles. De ahí que la ins-
titución deba orientar sus esfuerzos para garantizar que los servicios que hoy provee
no se vean rebasados en el futuro. El IMSS ya sabe que los adultos mayores confor-
man un grupo poblacional de enorme presión a los servicios de salud y a los estados
financieros de la institución. El impacto de su demanda de servicios de salud en el
nivel ambulatorio y hospitalario está claramente ilustrado en el perfil epidemio-
lógico descrito en este capítulo. Si bien no es nuestra intención analizar cuáles fueron
las razones por las que el IMSS enfrenta este desafío; sí haremos un esfuerzo por
describir las herramientas implementadas para detener y diluir su efecto sobre la
salud de la población derechohabiente.
El desarrollo institucional se caracterizó por su enfoque curativo y especiali-
zado de la atención médica y ello motivó un enorme empuje a la infraestructura
hospitalaria y una diversificación y especialización de los servicios de salud. A
diferencia de lo que hizo el IMSS en el pasado, la estrategia en la que hoy funda-
menta su función esencial como institución de seguridad social es la prevención, y
los programas implantados para convertirla en realidad se encuentran cimentados
en el primer nivel de atención. Los servicios de medicina familiar se ven fortalecidos
a través de su programa de mejora continua, el sistema de información nominal
(SIAIS y expediente electrónico) y los Programas de Atención Integrada PREVE-
59
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Referencias
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60
LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES EN EL IMSS
61
La salud en la tercera edad:
la experiencia en Argentina
Jorge Isaac D’Angelo,1 Ricardo Blanco2
Hace muchos años se decía que salud era la ausencia de enfermedad, luego se dijo
que salud era el equilibrio biopsicosocial, y desde no hace mucho tiempo se utiliza
el término “calidad de vida”. Podemos decir que la calidad de vida, incluye los
aspectos de la salud física, la salud mental, los aspectos sociales, el hábitat y la
infraestructura, los aspectos económicos, los espirituales, la justicia y la seguridad.
El derecho a una mejor calidad de vida para los ancianos es el más fácilmente
declamado y también el más fácilmente olvidado y postergado, sobre todo cuando
pasan los eventos declamatorios, como son: congresos, jornadas, simposios, y
también, las elecciones. Esto es lamentable porque este derecho se vincula direc-
tamente con la dignidad del ser humano, e incluye una buena atención médica,
una mejor vida social, una vivienda digna y percibir una jubilación económicamente
justa y suficiente. Sólo de esta manera se les permitirá a las personas de la tercera
edad, llegar sin esfuerzo a tener una vida digna.
En la medida en que exista una política social y económica al servicio del
pueblo, existirá una mejor calidad de vida de la comunidad y, por ende, de los
ancianos. Nunca puede haber buena calidad de vida sin contenido social, por lo
tanto no puede haber una política integral para los ancianos sin seguridad social
eficiente.
Se debe prolongar y mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera
edad, para que mantengan una vida digna y socialmente independiente, pero para
eso se debe actuar tanto en la persona sana, como en la enferma. La independencia
social, será posible, a partir de la independencia económica, y de una política de
seguridad social al servicio de los ancianos.
1
Presidente de la Comisión Americana de los Adultos Mayores de la CISS. Conferencia Internacional
de Seguridad Social. Secretario de Administración de la Unión Personal Civil de la Nación.
2
Médico Geriatra y Gerontólogo. Asesor de la Dirección Ejecutiva del Instituto Nacional de Servicios
Sociales para Jubilados y Pensionados.
63
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
La gerontología en Argentina
64
LA SALUD EN LA TERCERA EDAD: LA EXPERIENCIA EN ARGENTINA
Cuadro I
Información general sobre la atención al adulto mayor en Argentina
Establecimientos asistenciales
Tipo de establecimiento Sin internación Con internación Total
Públicos 5 740 1 231 6 971
Privados 7 035 2 079 9 114
Total de establecimientos 12 775 3 310 16 085
6. Integrar y coordinar los servicios sanitarios entre sí y con los servicios sociales,
jurídicos, del hábitat, y de la economía, para lograr una visión holística del
envejecimiento.
7. Fomentar el ejercicio físico en los mayores.
8. Realizar la atención integral del anciano con enfermedad terminal.
Se ha dicho que la asistencia para los ancianos es cara, pero no se tiene en cuenta
que lo que encarece la prestación, son los recursos desaprovechados al no considerar
criterios que la hagan racional y poder ofrecer eficacia, eficiencia, efectividad y
equidad. Es por esto que se ha caído en las sobreprestaciones, los gastos innecesarios,
las hospitalizaciones prolongadas (a veces por causas sociales), la invalidez no
rehabilitada, etc.
65
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
66
LA SALUD EN LA TERCERA EDAD: LA EXPERIENCIA EN ARGENTINA
67
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
68
LA SALUD EN LA TERCERA EDAD: LA EXPERIENCIA EN ARGENTINA
69
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
país puedan soportar durante todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con
espíritu de autoresponsabilidad y autodeterminación. La APS forma parte
integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central
y núcleo principal, como del desarrollo social y económico global de la comunidad.
Representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad
con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención en salud
al lugar de residencia y trabajo, y constituye el primer elemento de un proceso
permanente de asistencia sanitaria.
Como se vio, no se utilizó la estrategia de Atención Primaria de Salud y no
hubo salud para todos en el año 2000. Todo aumento significativo del bienestar
físico, psíquico o social, dependerá en gran medida de la determinación del
individuo y de la comunidad de ocuparse de sí mismo.
La OMS considera importante la auto-atención de la salud. Esta consiste en
lo siguiente:
Reflexiones finales
Se debe debatir sobre los tipos de servicios más adecuados para el anciano, antes
de llegar a un acuerdo acerca de la naturaleza del problema que hay que resolver.
Los cambios que se producen no se deben exclusivamente al proceso biológico
normal del envejecimiento, sino a la combinación de cuatro procesos interrelacio-
nados, que son: a) el envejecimiento biológico normal; b) las enfermedades; c) la
pérdida de aptitudes; y d) los cambios sociales que acompañan al envejecimiento
(por ejemplo, disminución de los ingresos como consecuencia de la jubilación).
Por tanto, los objetivos de los servicios deben apuntar a:
70
LA SALUD EN LA TERCERA EDAD: LA EXPERIENCIA EN ARGENTINA
6. Ayudarlo a ayudarse.
7. Contribuir a que el anciano tenga una vida digna como así también una muerte
digna.
Para finalizar, es importante señalar que debemos conocer algo más acerca
de las actitudes hacia la vejez y de aquellas variables sociodemográficas y psicoso-
ciales que puedan estar relacionadas con dichas actitudes. Este conocimiento consti-
tuye el paso previo para mejorar la postura de la gente hacia la vejez, dado que, los
esfuerzos de la medicina para prolongar la vida no tienen sentido por sí solos si no
nos esforzamos para mejorar la calidad de vida total al anciano.
El doctor Ramón Carrillo, primer ministro de salud de la República Argentina
y el más grande sanitarista de nuestro país, dijo:
“No basta con dar más años a la vida, es necesario también dar más vida a los años.”
“La salud es demasiado importante como para dejarla sólo en manos de los médicos.”
“Frente a la miseria, el hambre y la marginación, pobres causas de enfermedad son
las bacterias y los virus”.
71
La protección social de las personas mayores
en España: hacia un modelo de atención socio-
sanitaria de las personas mayores dependientes
David Martínez
Para describir más adelante el sistema público de protección social de las personas
mayores en España, en primer lugar parece conveniente presentar, aunque sea de
una forma básica, algunos datos relacionados con la actual situación del proceso
de transición demográfica en este país, así como las actuales condiciones, necesi-
dades y percepciones que presenta este grupo de población.
Los datos e información expuestos tienen como referencia el documento
“Envejecer en España”1 elaborado por el Instituto de Migraciones y Servicios
Sociales (IMSERSO) con motivo de la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento
(AME II), organizada por la Organización de las Naciones Unidas y celebrada en
Madrid, España en el mes de abril de 2002. Esta publicación presenta, con base en
diferentes fuentes de información e investigaciones solventes, una síntesis de los
datos, análisis y conclusiones más relevantes, en el ámbito nacional, sobre la realidad
de las personas mayores en España.
73
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Las personas mayores con más riesgos de ser dependientes son básicamente las
mujeres, las personas de más edad y las viudas. De los mayores de 65 años, 13%
presentan un grado de dependencia severa, además, incluyendo la dependencia
moderada y leve, 33% necesita ayuda de una tercera persona para realizar
actividades cotidianas. Por último, a partir de los 75 años, la mitad de la población
presenta alguna dificultad en sus actividades básicas o instrumentales de la vida
diaria.
74
PROTECCIÓN SOCIAL DE PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA
75
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Con un origen en el modelo alemán del seguro social, a principios del siglo XX se
instauran diversos seguros sociales en España, cuya evolución ha transitado desde
la previsión social frente al riesgo ante contingencias por enfermedad de los
trabajadores y sus familias, hacia un modelo nacional de protección social de las
personas mayores, con muchas similitudes al modelo británico, especialmente en
relación con el sistema de salud.
Con la llegada de la democracia, la promulgación de la constitución y el
desarrollo de las leyes de seguridad social y sanidad, durante las décadas de los
70, 80 y 90, se producen las grandes reformas del sistema de seguridad social vigente
hasta entonces. La principal consecuencia de estos cambios consiste en una división
76
PROTECCIÓN SOCIAL DE PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA
entre “un Sistema de Seguridad Social y un Sistema Nacional de Salud que exigen,
para todo el Estado, unos mismos requisitos de acceso a un catálogo homogéneo
de prestaciones sin perjuicio, en el caso de la Sanidad, de la asunción de competen-
cias por las comunidades autónomas”.2
Por tanto, en la actualidad se puede considerar que en España coexisten tres
sistemas de protección social de las personas mayores: el Sistema de Seguridad
Social, el Sistema Nacional de Salud y el Sistema de Servicios Sociales. Los dos
primeros son considerados como verdaderos sistemas nacionales de protección
social de las personas de 65 y más años, mientras que el segundo necesita de un
mayor desarrollo para alcanzar los niveles de acceso y cobertura existentes para
los dos anteriores.
Para finalizar, hay que mencionar que en los últimos años la gestión de algunas
competencias en materia de seguridad social, así como la gran mayoría de las com-
petencias en salud y en servicios sociales, han sido transferidas a las Comunidades
Autónomas, según sus correspondientes estatutos de autonomía, y a las propias
Corporaciones Locales (Ayuntamientos y Municipios).
77
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro I
Principales prestaciones económicas periódicas
de las personas mayores en España
78
PROTECCIÓN SOCIAL DE PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA
Cuadro II
Catálogo de prestaciones del Sistema Nacional de Salud
español para personas mayores
Servicios Tipo de prestación
Acceso a los • El usuario general paga 40% de los fármacos; los jubilados y otras personas están
medicamentos exentos de este copago y las personas con enfermedades crónicas pagan 10% de
los fármacos
79
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Desde el punto de vista de las políticas sociales, el hecho más importante se produce
en el año 1993 cuando el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO),
dependiente en la actualidad del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, elabora
e implementa el primer Plan Gerontológico Nacional. Este plan se convertirá en el
eje rector de las políticas de protección económica, social y de la salud dirigidas a
las personas mayores en el conjunto del país y, además de definir un sistema de
servicios y prestaciones, será la base para los planes de personas mayores
desarrollados en el ámbito regional y local en el conjunto del país.
Después de dos décadas de desarrollo de los servicios sociales para personas
mayores, se puede decir que actualmente la realidad de este sistema presenta los
siguientes inconvenientes para su desarrollo:
80
PROTECCIÓN SOCIAL DE PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA
Cuadro III
Principales centros, programas y servicios sociales de personas mayores
Programas y Tipo de prestación
servicios
• Atención social especializada con alojamiento permanente o temporal para personas mayores
Atención residencial con problemas de soledad, de vivienda, dificultades económicas y pérdida de autonomía
- residencias para personal física o psicológica
personas mayores • Atención integral y continuada por medio de una amplia gama de servicios: asistencia médica,
fisioterapia, salón de juegos, transporte, gimnasio, peluquería, biblioteca y actividades
recreativas y culturales
81
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
A partir de la referencia del Plan de Acción para las Personas Mayores 2003-20077
del IMSERSO, cuya elaboración toma como referencia la situación de las personas
mayores en España, la revisión de los resultados del Plan Gerontológico Nacional
y las últimas recomendaciones sobre el envejecimiento de los organismos interna-
cionales más importantes (ONU, OMS, UE, el Foro Mundial de ONGs, etc.), se
presentan los nuevos retos para el sistema de protección social de las personas
mayores en España.
82
PROTECCIÓN SOCIAL DE PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA
Figura 1
Atención integral de la salud, envejecimiento activo
y sistemas de protección social de las personas mayores
ltu ión
bito e vida
Cu ucac ▼
ed
sy
d
est
Atención Integral
il
os
ENVEJECIMIENTO
ico
Fam unida
ACTIVO
con o
ioe ext
com
óm
ilia d
soc Cont
▼
y
▼
Protección social
y económica
83
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 2
Concepto de dependencia/autonomía personal en la población
de personas mayores derechohabientes del IMSS
- Autonomía + E
Población abierta y s
Población derechohabiente:
solidariohabiente t
asegurados y beneficiarios a
d
Población mayor Población Población o
Excluida mayor mayor
Vulnerable Normalizada d
e
▼ ▼ ▼
Dependencia Dependencia Autonomía b
grave o aguda moderada o plena o i
leve relativa e
n
e
Prestaciones médicas s
IMSS
Prestaciones económicas y sociales
t
a
r
+ Dependencia -
presentan los tres referentes de mayor contenido con este modelo de atención sociosa-
nitaria de las personas mayores en situación de dependencia, así como su posible
adaptación y aplicación en el IMSS.
Referencias
1. Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO). Envejecer en España: II
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento Abril 2002. Madrid, España: Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, Secretaría General de Asuntos Sociales, 2002.
2. Miguel Pozo JA. Envejecer en España: II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento
Abril 2002. Madrid, España: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Secretaría General
de Asuntos Sociales, 2002:101.
3. European Observatory on Health Care Systems. Health Care Systems in Transition:
Spain. European Observatory on Health Care Systems. Copenhagen, Denmark. 2000.
4. Defensor del Pueblo. ( La atención Sociosanitaria en España: perspectiva gerontológica
y otros aspectos conexos. Defensor del Pueblo, Madrid, 2000.
84
PROTECCIÓN SOCIAL DE PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA
Figura 3
Propuesta para el diseño de un sistema institucional de atención
sociosanitaria de las personas mayores en situación de dependencia
Atención
P sociosanitaria P
r Centros de ocio y Prevención y promoción
tiempo libre de la salud r
-
e
s
e -
s
t t
Atención de primer nivel
D a Servicio de atención a a
Centros de salud
e c domicilio ABVD-AIVD c
p i Envejecer en casa i
e o C
Atención de la salud o o
n n Teleasistencia n
e domiciliaria Bienestar domiciliaria: enfermería s
d e
e s y atención médica t
Seguridad s o
n Estancias diurnas
c s
Centros de día asistenciales Redes de apoyo social Hospitales de segundo
i s m
a o nivel: media
Estancias temporales Autonomía personal, y larga estancia é
c d
i Residencias familiar y comunitaria
Hospitales de tercer i
+
a
l Continuidad de nivel c +
Alojamiento alternativo permanente los servicios Unidades geriátricas a
e s
s Residencias y pisos tutelados sociosanitarios
85
Envejecimiento en México: perspectiva
del Instituto Mexicano del Seguro Social
Carlos Durán-Muñoz,1 Carmen García-Peña,1
Katia Gallegos-Carrillo,1 Ricardo Pérez-Cuevas,2
Héctor Goméz-Dantes,3 Luis Durán-Arenas2
1
Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud. Área envejecimiento. Centro Médico
Nacional Siglo XXI. Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
2
Coordinación de Asesores- Dirección de Prestaciones Médicas, IMSS
3
División Técnica de Información Estadística en Salud, IMSS
87
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
88
ENVEJECIMIENTO EN MÉXICO: PERSPECTIVA DEL IMSS
89
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
los desafíos demográficos futuros. Esta ventana permanecerá abierta hasta que la
dinámica de crecimiento de la población de adultos mayores incida sobre la razón
de dependencia.
La razón de dependencia refleja los cambios en la estructura por edad de la
población. Este indicador puede descomponerse en dos: la dependencia juvenil y
la de los ancianos, que en el primer caso se obtiene del cociente que resulta al
dividir la población menor de 15 años entre la población en edades laborales, y en
el segundo, a la población de 60 años ó más entre la que se encuentra en edad de
trabajar. La razón de dependencia total deriva de la suma de ambos indicadores.
La razón de dependencia juvenil, que ascendía en 1950 a 75.8 menores de 15
años por cada 100 personas en edad laboral, mantuvo un crecimiento continuo
hasta 1970, cuando alcanzó su nivel máximo (98.9 por 100). En las tres siguientes
décadas, como resultado del descenso pronunciado de la fecundidad, la dependen-
cia juvenil se redujo significativamente hasta registrar un valor de 53.5 en el año
2000. La proyección de esta razón hacia los años 2025 y 2050 es de 34.3 y 31.1,
respectivamente. Por su parte, la razón de dependencia de los ancianos se mantuvo
en niveles relativamente bajos, al pasar de 7.3 en 1950 a 8.2 en el año 2000. Sin
embargo, de mantenerse su aumento, se estima que la razón será de 13.8 en 2025 y
se elevará a 30.0 para el 2050. Como resultado de la trayectoria seguida por ambos
indicadores, la razón total de dependencia aumentó de 83 dependientes por cada
100 en edad productiva en 1950 a casi 108 en 1970. Con el descenso en la fecundidad,
la razón de dependencia invirtió su tendencia y disminuyó de manera significativa
a 96.2 en 1980 y a 61.3 en 2000. Las proyecciones indican que el bono demográfico
se agotará entre 2025 y 2050, al pasar la razón de dependencia general de 48.1 a
61.1, respectivamente.
Una vez culminado el periodo del bono demográfico, el envejecimiento de la
población provocará en el largo plazo un creciente desbalance entre la población
trabajadora y la de edades avanzadas, lo que impondrá fuertes presiones a los
sistemas de jubilación e implicará una cuantiosa reasignación de recursos hacia los
servicios de salud y de seguridad social. De manera paralela, demandará importan-
tes transformaciones en la organización y estructura interna de las familias, ya que
muchos de los problemas que acompañan al envejecimiento serán trasladados a
este ámbito como única salida para su solución.
Este proceso de cambio demográfico también se reflejará en la composición
del electorado, con lo cual la agenda del gobierno y de las plataformas de las orga-
nizaciones y partidos políticos se verá profundamente modificada. Todos estos
aspectos sugieren la necesidad de explorar las consecuencias e implicaciones del
envejecimiento demográfico, reconocer los costos y beneficios sociales que le acom-
pañan y preparar propuestas legislativas, así como planes y programas institucio-
90
ENVEJECIMIENTO EN MÉXICO: PERSPECTIVA DEL IMSS
nales para hacerle frente a sus manifestaciones y atenuar sus consecuencias a corto,
mediano y largo plazos. Esto es más relevante aún, si tomamos en cuenta que las
proyecciones sugieren que al país y a la mayoría de las entidades federativas les
tomará la mitad del tiempo alcanzar una estructura demográfica similar a la que
tienen hoy en día los países más envejecidos.
La dinámica del envejecimiento demográfico tendrá profundas consecuencias
económicas, sociales, políticas y culturales e incidirán en la formación de un amplio
espectro de comportamientos, demandas y necesidades que giran en torno a la
segmentación por edades de la población. Los Sistemas de Salud deberán adaptarse
tomando en cuenta estas transformaciones. Esta acumulación colectiva de deterioros
de salud asociados a la vejez, tendrá manifestaciones y características propias. Estos
cambios tenderán a cuestionar la organización actual de muchas de nuestras insti-
tuciones, dando pie a nuevas pautas de necesidades y demandas que favorezcan
su reorganización. Por ejemplo, en el ámbito económico, la población activa deberá
mantener, a través de mecanismos diversos de transferencia de recursos, a un
número creciente de adultos mayores dependientes y suministrarles los satisfactores
básicos para que tengan una vida digna. En los servicios se requerirán menos
guarderías, menos maestros y escuelas de educación básica, menos servicios obsté-
tricos y pediátricos y, en contraparte, seguramente más geriatras, gerontólogos y
especialistas en la atención de enfermedades crónico-degenerativas, más casas de
día y servicios de recreación para ancianos.
La transformación de la estructura etárea de nuestra población de un problema
demográfico a uno social no sólo surge al incrementarse el número de ancianos,
sino al rebasarse la respuesta social organizada para dar respuestas a nuevas
necesidades y demandas. Más aún, el envejecimiento se agudiza como problema
social cuando se acompaña de pobreza, enfermedad, discapacidad y aislamiento
social acompañado por la intersección de distintas expresiones de la desigualdad
tales como la clase social, la etnicidad y el género. Así nos encontramos con un
escenario que lleva a plantear innumerables objetivos de interés para la adecuación
de políticas sociales, de salud y de población.
Las consideraciones que transforman al envejecimiento en un problema, se
dan cuando en las últimas etapas del curso de una vida se incrementan ciertos
riesgos, tales como:
91
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Aun cuando el envejecimiento es un proceso que afecta por igual a todos los
organismos vivos, en el caso de las poblaciones humanas, no todos los individuos
envejecen homogéneamente en razón de la distribución de los factores enunciados
anteriormente. El estudio de dichas diferencias nos permitirá conocer aquellos
patrones de envejecimiento exitoso al que debiéramos aspirar como sociedad.
El Buen envejecimiento propuesto por Rohan y Kant en 1997, incluye:
92
ENVEJECIMIENTO EN MÉXICO: PERSPECTIVA DEL IMSS
93
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
94
ENVEJECIMIENTO EN MÉXICO: PERSPECTIVA DEL IMSS
Índice de envejecimiento
95
Cuadro I
Evolución de la población general en México (1995-2050)
y de la adscrita a médico familiar en el IMSS (1991-2010)
Población adscrita a médico familiar en el IMSS Población general en México
Indicador Edad 1991 1995 2000 2005 2010 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Población 23 876 361 23 179 760 31 113 793 37 105 367 43 674 577 91 992 164 99 582 251 106 306 438 112 230 723 117 494 347 122 106 672 125 956 996 128 926 906 131 000 099 132 178 593 132 392 222 131 576 077
total
0-14 8 072 059 7 417 012 8 773 558 10 120 746 11 438 798 33 373 604 33 057 526 31 761 867 29 953 471 28 238 374 26 786 777 25 466 738 24 105 350 22 722 090 21 430 973 20 286 819 19 238 913
15-59 13 604 535 13 217 316 18 491 727 22 060 002 26 157 992 52 802 087 59 604 672 66 238 240 72 172 321 76 736 093 79 653 674 80 903 039 80 732 197 79 384 655 77 307 252 74 430 643 70 920 640
60-64 636 637 727 294 986 071 1 174 067 1 355 173 1 818 675 2 149 095 2 540 766 3 106 969 3 918 607 4 910 671 6 033 462 7 064 005 7 906 700 8 278 912 8 686 471 8 983 509
65-69 531 800 611 061 853 006 1 073 649 1 286 153 1 400 452 1 678 469 1 999 499 2 379 600 2 928 871 3 714 211 4 674 130 5 758 068 6 759 130 7 582 206 7 952 447 8 358 161
70-74 374 295 478 144 677 412 847 152 1 025 733 1 022 495 1 239 024 1 501 275 1 804 511 2 166 428 2 687 123 3 427 459 4 332 575 5 355 980 6 308 957 7 095 773 7 456 722
75-79 274 000 300 814 493 500 652 260 816 750 676 845 848 549 1 043 794 1 280 540 1 557 908 1 890 283 2 364 173 3 034 670 3 857 565 4 791 987 5 667 184 6 393 125
80-84 195 426 218 688 297 038 396 840 507 890 468 218 509 885 652 793 817 153 1 019 638 1 258 841 1 545 004 1 950 055 2 523 371 3 231 637 4 037 345 4 796 030
85 y + 187 609 209 431 541 481 780 651 1 086 088 429 788 495 031 568 204 716 158 928 428 1 205 092 1 542 991 1 949 986 2 490 608 3 246 669 4 235 540 5 428 977
Hombres 11 508 910 10 998 633 15 433 591 18 220 644 21 642 183 45 600 353 49 357 321 49 357 321 55 576 517 58 156 275 60 416 342 62 301 467 63 750 548 64 754 821 65 316 150 65 400 839 64 978 704
total
96
0-14 4 074 463 3 740 136 4 470 280 5 160 905 5 836 285 16 926 747 16 778 584 16 778 584 15 218 060 14 352 759 13 619 864 12 952 471 12 262 767 11 561 056 10 905 723 10 324 790 9 792 470
15-59 6 398 363 6 064 429 8 790 500 10 619 393 12 762 580 25 962 939 29 340 975 29 340 975 35 611 657 37 918 665 39 431 468 40 116 507 40 101 465 39 491 270 38 502 982 37 107 959 35 389 837
60-64 292 415 330 185 460 397 551 792 641 894 872 442 1 030 521 1 030 521 1 490 027 1 876 000 2 348 402 2 908 221 3 418 571 3 851 074 4 054 981 4 269 932 4 428 600
65-69 253 549 284 658 412 737 523 088 632 271 663 367 798 260 798 260 1 133 129 1 395 261 1 767 573 2 223 430 2 761 273 3 255 272 3 675 806 3 877 397 4 090 746
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
70-74 176 748 232 661 335 553 416 113 503 993 475 818 580 192 580 192 849 608 1 021 760 1 268 652 1 617 462 2 044 795 2 548 929 3 016 322 3 415 534 3 610 320
75-79 132 026 145 656 256 211 336 846 424 113 307 487 389 087 389 087 594 027 723 727 880 079 1 102 344 1 414 940 1 799 590 2 254 822 2 679 652 3 043 970
80-84 94 212 104 145 147 510 211 536 276 992 207 413 227 459 227 459 370 176 464 273 574 083 706 270 892 924 1 155 658 1 481 245 1 866 945 2 228 949
85 y + 87 134 96 763 273 908 400 971 564 055 184 140 212 243 212 243 309 833 403 830 526 221 674 762 853 813 1 091 972 1 424 269 1 858 630 2 393 812
Mujeres 12 367 451 12 181 127 16 346 793 18 884 723 22 032 394 46 391 811 50 224 930 53 637 692 56 654 206 59 338 072 61 690 330 63 655 529 65 176 358 66 245 278 66 862 443 66 991 383 66 597 373
total
0-14 3 997 596 3 676 876 4 303 2578 4 959 841 5 602 513 16 446 857 16 278 942 15 632 494 14 735 411 13 885 615 13 166 913 12 514 267 11 842 583 11 161 034 10 525 250 9 962 029 9 446 443
15-59 7 206 172 7 152 887 9 701 227 11 440 609 13 395 412 26 839 148 30 263 697 33 594 810 36 560 664 38 817 428 40 222 206 40 786 532 40 630 732 39 893 385 38 804 270 37 322 684 35 530 803
60-64 344 222 397 109 525 674 622 275 713 279 946 233 1 118 574 1 321 928 1 616 942 2 042 607 2 562 269 3 125 241 3 645 434 4 055 626 4 223 931 4 416 539 4 554 909
65-69 278 251 326 403 440 269 550 561 653 882 737 085 880 209 1 048 382 1 246 471 1 533 610 1 946 638 2 450 700 2 996 795 3 503 858 3 906 400 4 075 050 4 267 415
70-74 197 547 245 483 341 859 431 039 521 740 546 677 658 832 795 061 954 903 1 144 668 1 418 471 1 809 997 2 287 780 2 807 051 3 292 635 3 680 239 3 846 402
75-79 141 974 155 158 237 289 315 414 392 637 369 358 459 462 562 034 686 513 834 181 1 010 204 1 261 829 1 619 730 2 057 975 2 537 165 2 987 532 3 349 155
80-84 101 214 114 543 149 528 185 304 230 898 260 805 282 426 358 981 446 977 555 365 684 758 838 734 1 057 131 1 367 713 1 750 392 2 170 400 2 567 081
85 y + 100 475 112 668 267 573 379 680 522 033 245 648 282 788 324 002 406 325 524 598 678 871 868 229 1 096 173 1 398 636 1 822 400 2 376 910 3 035 165
Fuentes: 1) Sistema único de información, subsistema 14, IMSS; 2) XI Censo Nacional de Población y Vivienda. INEGI; 3) Proyecciones poblacionales, CONAPO.
ENVEJECIMIENTO EN MÉXICO: PERSPECTIVA DEL IMSS
Figura 1
Comparación de la distribución por grandes grupos de edad, de la
población adscrita a médico familiar, respecto a la población nacional
70
60
50
40
Porcentaje
30
H H
20
H H
H
H H
F F F F H
10
F H H H H B B
B B
0 J BJ BJ BJ BJ B B B B
1991 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Razón de dependencia
Esta medición frecuentemente se usa como una medida para determinar las
necesidades potenciales de apoyo social. Se basa fundamentalmente en la idea de
que los menores de 15 años y los mayores de 65 dependen de aquellos en edades
de 15 a 64 años. Habrá que considerar que esta medida es un acercamiento muy
general, ya que no todos los menores de edad o los ancianos requieren de apoyo, y
a la inversa, no todos los adultos están en posibilidad de proveerlo.
97
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 2
Comparación de la evolución del índice de envejecimiento
en la población adscrita a médico familiar, respecto
a la población general en México, 1991-2020
70
H
60
FJ B
50 F H
F J
J B
Porcentaje
40
F H
J B
30 F H
J B
H
20 H B
B
10
0
1991 1995 2000 2005 2010 2015 2020
98
ENVEJECIMIENTO EN MÉXICO: PERSPECTIVA DEL IMSS
Figura 3
Comparación de la proyección de las tasas de dependencia
en la población adscrita a médico familiar en el IMSS,
respecto a la población general en México, 1991-2050
70
60 H
F
F H
50
F FH FH B
Porcentaje
40
H B
30 H H B
H HB H H H
20
J B
J J B
J J B B
10
B B B B
0
1991 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
La razón de soporte de los padres es una medida relacionada con el apoyo que
debe dar la familia a los miembros más ancianos. Es la relación de las personas de
85 años y más por cada 100 personas de 50 a 64 años. Ya que las personas en el
numerador y denominador no necesariamente se encuentran relacionadas, esta
razón debe ser tomada sólo como un indicador general de los cambios en el sistema
99
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 4
Comparación de la proyección del soporte potencial
en la población adscrita a médico familiar en el IMSS, respecto
a la población general en México, 1991-2030
17
15
B
B
13 H B
H
11
H B
H B
9 FJ H
F B
J F H
7
J F B
J F H
J B
5 H
1991 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030
de apoyo familiar que se requiere para aquellos más ancianos, dado que el número de
personas de 85 y más se incrementará de manera acelerada en las próximas décadas.
Las cifras para el nivel nacional se mantienen relativamente constantes hasta
2035, cuando se incrementan a 9.79, pero las cifras de la población adscrita al IMSS
se asemejan a las de países desarrollados, para el año 2000 la razón de soporte de
los padres fue de 16.31 y en 2010 alcanzará una cifra de 22.44. Italia, por ejemplo,
tendrá una cifra de 15.4 y España de 13.3 en 2025. Igual que la razón de soporte
potencial, los ancianos mayores de 85 años tendrán, posiblemente, menos posibi-
lidad de apoyo que las mujeres, dado que las razones son mayores (figura 5).
Ante este escenario, el IMSS se ha dado a la tarea de abordar la problemática
que representa el envejecimiento de su población asegurada con el propósito de
ofrecer una respuesta estructurada y ordenada ante las nuevas necesidades y
demandas de atención que se han generado como consecuencia de la transición
demográfica de la población derechohabiente; destacando la problemática en salud
de este grupo de edad, así como la necesidad de instrumentar intervenciones con
el propósito de comprimir la morbilidad y de reorientar las políticas y programas
100
ENVEJECIMIENTO EN MÉXICO: PERSPECTIVA DEL IMSS
Figura 5
Comparación de la proyección del soporte de los padres
en la población adscrita al médico familiar en el IMSS,
respecto a la población general en México, 1991-2050
25 J
H
J F
20
J F H B
15 F
H B
10
H B
FJ FJ H B
H H H B
H H H H B B
5 B B B B B
0
1991 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Conclusiones
101
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
salud en su conjunto debe atender con una política sectorial, mediante estrategias
y programas que enfrenten las nuevas necesidades de atención de este grupo
poblacional.
Segundo, en el momento actual en el IMSS existe ya una presión importante
sobre el financiamiento de los servicios de salud y los programas de seguridad
social, que demandan una respuesta no sólo de los aspectos médicos, sino de la
atención social y económica de los problemas del envejecimiento.
Las iniciativas que el instituto está poniendo en marcha para responder a
esta problemática incluyen los programas integrados de salud (PREVENIMSS),
cuyo propósito es contener el crecimiento de los problemas crónico degenerativos
y de discapacidad que afectarán en el mediano y largo plazo a la población
derechohabiente. Asimismo se encuentra en desarrollo el plan gerontológico para
el IMSS, que considera la amalgama entre el tratamiento médico, los enfoques
preventivos y la atención social de los problemas del adulto mayor, para que sirva
como plataforma para los nuevos programas de salud dirigidos a esta población.
Esta realidad demográfica pondrá a prueba al sector salud ante el que es
seguramente el mayor reto que enfrentará durante el siglo XXI.
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102
Segunda parte
Necesidades
del adulto mayor
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
104
Bases epidemiológicas y fuentes de información
para el diseño de políticas de atención a la salud
de los adultos mayores en México
Luis Miguel Gutiérrez Robledo1
Introducción
1
Jefe del Departamento de Geriatría, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador
Zubirán”, México D. F.
105
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
mente reducido y que no permite tener una idea clara e integral de las necesidades
de salud de las personas mayores.
Las limitaciones del enfoque son de diversa índole, así por ejemplo el reporte
oficial de la Encuesta Nacional de Salud (ENSA 2000)1 no se refiere sino colateral-
mente a la población de mayor edad y con particular énfasis en lo referente a tan
sólo algunas afecciones crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión arterial
e hipercolesterolemia. El sector de la población está presente en el análisis, pero su
problemática es vista sólo desde la perspectiva de la morbi-mortalidad y deja fuera
el aspecto de la repercusión funcional de la enfermedad, que constituye uno de los
elementos clave para la estimación de los costos asistenciales. En la encuesta hay
información acerca del estado funcional pero ésta es limitada y no ha sido analizada.
Las insuficiencias provienen también, en otros casos, de limitaciones en el
diseño muestral de las encuestas; por ejemplo en el caso de la Encuesta Nacional
de Salud Mental, donde los datos se limitan a las personas menores de 65 años de
edad. Tal es el caso también de la Encuesta Nacional de Nutrición.2 Otro caso son
las encuestas efectuadas por entidades del sector salud en particular, como es el
caso del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que proveen de información
a la población derechohabiente pero no consideran a los sujetos que no son benefi-
ciarios de sus servicios.
Al aproximarse al estudio de los estados de salud del anciano, hay que tener
presente que éstos se entienden mejor en términos de la repercusión funcional de
la enfermedad. Para entender la epidemiología del envejecimiento y apreciar mejor
las consecuencias que para la planificación tiene la transición epidemiológica y el
peso de la enfermedad en esta etapa de la vida, no basta con enumerar las patologías
de las que es víctima la población anciana o aquellas por las cuales ocurre una
mortalidad precoz, es necesario también contar con la medida de la repercusión
que un cúmulo de afecciones tienen sobre un sujeto en particular, y es necesario
saber de qué manera esto influye en la utilización de servicios, qué costos genera,
y en qué niveles. Es así que resulta necesario introducir nuevos conceptos para la
observación epidemiológica de la población adulta mayor: la observación del estado
funcional y del fenómeno de la dependencia, así como la consideración de las causas
de morbilidad actualmente “ocultas” por ser peculiares de este grupo de edad, y
que hasta ahora han merecido sólo una modesta e insuficiente consideración.3
En los últimos 10 años se ha venido generando en nuestro país un cúmulo de
información relativo al tema del envejecimiento. Por razones diversas, estas fuentes
de información han permanecido al margen de la corriente principal del análisis
estadístico de la epidemiología nacional, en parte quizás por una mala difusión, o
bien por insuficiencias metodológicas, en parte también porque algunas no tienen
una representatividad nacional o porque no han sido suficientemente publicitadas
106
POLÍTICAS DE ATENCIÓN EN MÉXICO
107
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
108
POLÍTICAS DE ATENCIÓN EN MÉXICO
109
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
110
POLÍTICAS DE ATENCIÓN EN MÉXICO
111
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Por otra parte, en este grupo etáreo se dio la mayor proporción de egresos
hospitalarios según el Sistema Nacional de Información en Salud (17.4% en 2001)
por traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causas
externas. Las fracturas vertebrales y de cadera representan una fracción significativa
de estos egresos y son consecuencia de la osteoporosis y de la propensión a las
caídas que sobrevienen al avanzar en edad. No existe un solo programa específico
de prevención de accidentes, de detección y tratamiento oportuno de la osteoporosis
ni de reacondicionamiento físico para la prevención de caídas.
Un rubro aparte, de especial significado, es el correspondiente al estado
funcional. El deterioro funcional representa con frecuencia una limitación para el
desplazamiento fuera del domicilio. En la encuesta SABE se notifica que 85% de
los mayores de 65 años tienen limitaciones en su movilidad y sufren en consecuencia,
de dificultades de adaptación para desplazarse en el entorno urbano y por ende
para acceder a los servicios de salud. No existen facilidades para compensar estas
deficiencias.
Además, algunos de los cambios funcionales como es el caso del deterioro de
la movilidad, y particularmente el enlentecimiento de la velocidad de la marcha,
medido en forma cronometrada, se ha reconocido como uno de los más fiables
marcadores de incipiente fragilidad16 y puede servir para la identificación de sujetos
en riesgo de ulterior deterioro funcional y muerte.
Es fundamental centrar la atención en el fenómeno de la dependencia y el
impacto funcional de la enfermedad. El deterioro funcional tiene implicaciones
para la planeación. La transición a una situación de dependencia funcional implica
cambios en las condiciones de salud y funcionalidad de la persona de edad y una
redefinición de sus necesidades, que apunta al aumento de sus requerimientos de
apoyo cotidiano en las actividades de la vida diaria. El creciente número de personas
que en las próximas décadas entrará en esta situación representa un gran reto,
tanto para el diseño de políticas de seguridad social, como para la implantación de
programas que permitan prevenir los problemas de salud de este grupo poblacional
y brinden apoyo a las familias que tendrán un anciano en casa. El análisis de los
datos derivados de la ESEC nos permiten, en la Ciudad de México estimar estas
proyecciones con el método de Sullivan.12 La misma información en el ámbito
nacional se ha derivado del análisis de la ENASEM.17 La puesta en práctica de
soluciones efectivas es, sin embargo, difícil dado que a los rezagos acumulados en
el sistema de salud se suma el evidente decremento en el tamaño medio de las
familias que probablemente traerá consigo un debilitamiento de la institución que
tradicionalmente y hasta la fecha se ha hecho cargo de los ancianos situados en
una condición de desventaja funcional.
Sin embargo, las discapacidades relacionadas con el envejecimiento pueden
evitarse o retrasarse. Por ejemplo, en los últimos 20 años han disminuido de manera
112
POLÍTICAS DE ATENCIÓN EN MÉXICO
113
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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115
Percepción de la salud entre los
adultos mayores derechohabientes del
Instituto Mexicano del Seguro Social*
Peter Beaman,1 Sandra Reyes,2 Carmen García-Peña,3
Alma Rosa Cortés,4 Grupo Nacional de Investigación
sobre el Envejecimiento en el IMSS5
Introducción
* Esta investigación fue realizada gracias a los fondos proporcionados por la Coordinación de
Investigación Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dirigida en ese periodo por el
doctor Onofre Muñoz.
1
Departamento de Ciencias Sociales. Universidad de Loughborough, Reino Unido.
2
Bedford PCT. Servicio Nacional de Salud. Inglaterra, Reino Unido.
3
Coordinación de Atención Médica. Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud.
Area Envejecimiento. IMSS.
4
Unidad de Medicina Familiar No. 10. IMSS, Querétaro, Qro.
5
Integrado por personal de las diferentes coordinaciones de la Dirección de Prestaciones Sociales y
Económicas y la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS.
117
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
118
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 1
Autopercepción de la salud entre los adultos mayores
derechohabientes del IMSS en México.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
18%
4%
34%
44%
119
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro I
Autopercepción de la salud entre los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, por región y delegación.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Continúa
120
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Continuación
* Categorías de referencia
** No hubo diferencias significativas entre esta delegación y la de referencia
Características individuales
121
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 2
Proporción de adultos mayores derechohabientes del IMSS,
con una percepción positiva de su salud.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
25
B B
20
B
15
B
Porcentaje
F F
10
F B
F F B
5
F
0
60-64 65-69 70-74 75-79 80-84 85 o más
Edad
B Hombres F Mujeres
Nivel de educación
La autopercepción de la salud fue más positiva entre mayor nivel educativo tenían
los adultos mayores. Esta asociación significativa se sostuvo aun después de ajustar
por sexo. Los hombres tuvieron una percepción más positiva, pero ésta se incre-
mentó progresivamente con el nivel educativo, de la misma forma en que se in-
crementó entre las mujeres. No es claro por qué la percepción parece empeorar
entre las mujeres con nivel profesional o mayor. El número reducido de casos en
esta última categoría podría estar afectando la tendencia observada (figura 3).
122
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 3
Autopercepción de la salud entre los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, por escolaridad y sexo.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
60
58 B
B B
F
56
B
F
54
52
B
F
Porcentaje
50
F
48
46
B
F
44
F
42
40
No fueron a 1-3 primaria 4-6 primaria Secundaria Preparatoria Profesional o
la escuela más
Escolaridad
B Hombres F Mujeres
Nivel socioeconómico
Debido a la dificultad para obtener información precisa sobre los ingresos, una forma
de evaluar las diferencias en el nivel socioeconómico y su efecto sobre la percepción
de la salud, fue construir un indicador usando (como otros autores en México lo han
hecho) la posesión de algunos bienes en el hogar. Los bienes evaluados fueron:
refrigerador, estufa, radio, TV, teléfono, videograbadora, y automóvil. Aquellos
individuos que poseían hasta tres de los bienes fueron comparados con aquellos que
informaron tener cuatro o más. Como se puede ver en la figura 4, los que poseían
cuatro o más bienes tuvieron una autopercepció de salud más positiva. Esta asociación
significativa se mantuvo aun después de ajustar por sexo, nivel educativo o edad.
123
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 4
Autopercepción positiva de la salud entre los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, según el número de bienes en el hogar.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
60
50
40
Porcentaje
30
20
10
0
0-3 4 o más
Número de bienes
Mujeres Hombres
124
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
El tipo de familia y hasta dónde recibían algún tipo de ayuda de parte de los miem-
bros de su familia no tuvieron ninguna influencia significativa en la autopercepción
de la salud. Sin embargo, como se puede observar en el cuadro III, aquellos que
informaron participar en las decisiones de la familia, poder decir lo que piensan,
recibir muestras de cariño de su familia, tener amigos cercanos o pertenecer a grupos
sociales de apoyo, presentaron una autopercepción de la salud más positiva con
mayor frecuencia que sus contrapartes.
Indicadores de salud
125
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro II
Relación* entre otras actividades y la autopercepción de la salud
de los adultos mayores derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Asistir a pláticas
Sí 55.5 44.5 2 221
No 46.9 53.1 16 106
Oír el radio
Sí 50.8 49.2 11 302
No 43.5 56.5 7 025
Hablar con otras personas
Sí 50.3 49.7 12 933
No 42.5 57.5 5 394
Ir al campo
Sí 55.2 44.8 2 676
No 46.7 53.3 15 651
Continúa
126
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Continuación...
Hacer el quehacer
Sí 49.8 50.2 12 932
No 43.5 56.5 5 395
Ir a la playa
Sí 56.6 43.4 680
No 47.6 52.4 17 647
Tomar el sol
Sí 53.2 46.8 5 880
No 45.5 54.5 12 447
Andar en bicicleta
Sí 60.1 39.9 990
No 47.3 52.7 17 337
Caminar en la calle
Sí 50.9 49.1 12 370
No 41.9 58.1 5 957
Ver TV
Sí 49.2 50.8 15 785
No 40.0 60.0 2 542
Planear actividades
Sí 54.9 45.1 4 969
No 45.4 54.6 13 358
Visitar amigos
Sí 54.0 46.0 8 125
No 43.1 56.9 10 202
127
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro III
Asociación entre la autopercepción de la salud y algunos factores
sociales entre los adultos mayores derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Autopercepción de la salud
Positiva (%) Negativa (%) Total p
Tipo de familia
Vive solo 45.2 54.8 1 302 0.08
Nuclear 48.4 51.6 6 087
Extensa 48.2 51.8 10 413
Extensa compuesta 44.9 55.1 526
Apoyo de la familia
Sí 47.8 52.2 13 176 0.509
No 48.4 51.6 5 136
128
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Cuadro IV
Relación entre algunos indicadores de salud y la autopercepción
de la salud de los adultos mayores derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Nutrición
Desnutridos 35.5 64.5 470
Bien nutridos 49.1 50.9 10 814
Obesos 48.3 51.7 6 390
Deterioro cognitivo
No 48.3 51.7 17 229
Sí 38.7 61.3 684
Problemas de visión
No 50.1 49.9 3 446
Parcial 47.5 52.5 14 316
Total 43.6 56.4 427
Problemas de audición
No 50.7 49.3 12 142
Parcial 41.8 58.2 5 465
Total 35.8 64.2 120
Incontinencia urinaria
No 49.0 51.0 15 932
Sí 37.3 62.7 1 532
Incontinencia fecal
No 48.5 51.5 16 906
Sí 33.1 66.9 550
129
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro V
Relación entre el uso de equipo especial y la autopercepción
de la salud entre adultos mayores derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Autopercepción de la salud
Positiva (%) Negativa (%) Total
Usan pañales
Sí 22.4 77.6 170
No 48.1 51.9 17 839
Usan anteojos
Sí 48.6 51.4 11 604
No 46.6 53.4 6 592
Usan muletas
Sí 37.9 62.1 145
No 48.0 52.0 17 852
Usan andadera
Sí 35.7 64.3 249
No 48.0 52.0 17 761
Usan bastón
Sí 32.0 68.0 1 026
No 48.8 51.2 16 998
130
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Condiciones de salud
131
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro VI
Relación entre la prevalencia de problemas de salud y la
autopercepción de la salud entre adultos mayores derechohabientes
del IMSS. Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Autopercepción de la salud
Positiva (%) Negativa (%) Total
132
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 5
Porcentaje de adultos mayores derechohabientes del IMSS, con auto-
percepción positiva de la salud, según número de problemas crónicos.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
70
60 F
F
50
F F
F F F
Porcentaje
40
30
F F
F F F
20
10 F
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 o más
Número de problemas crónicos
Conclusiones
133
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro VII
Frecuencia de adultos mayores derechohabientes del IMSS
con una autopercepción positiva de su salud, según la presencia
del diagnóstico realizado por su médico.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Autopercepción de la salud
Enfermedad crónica Positiva (%) Negativa (%)
134
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Cuadro VIII
Relación entre la prevalencia de cambio de actividades
por problemas de salud y la autopercepción de la salud entre adultos
mayores derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Autopercepción de la salud
Positiva (%) Negativa (%) Total Días
promedio
Estuvieron en cama
Sí 31.6 68.4 2 203 11.1
No 50.2 49.8 16 117 12.9
Se quedaron en casa
Sí 33.3 66.7 3 367 12.6
No 51.3 48.7 14 942 14.7
135
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro IX
Variables que explican la autopercepción de la salud en los
adultos mayores derechohabientes del IMSS, según
resultados del modelo de regresión logística.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Intervalos de
confianza al 95%
Variables Exp (B) Bajo Alto p
136
PERCEPCIÓN DE LA SALUD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Referencias
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137
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
138
Actividad, inactividad y discapacidad
entre los adultos mayores derechohabientes
del Instituto Mexicano del Seguro Social*
Sandra Reyes,1 Peter Beaman,2 Carmen García-Peña,3
Claudia Espinel,4 Grupo Nacional de Investigación
sobre el Envejecimiento en el IMSS5
Introducción
* Esta investigación fue realizada gracias a los fondos proporcionados por la Coordinación de
Investigación Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dirigida en ese periodo por el
doctor Onofre Muñoz.
1
Bedford PCT. Servicio Nacional de Salud. Inglaterra, Reino Unido.
2
Departamento de Ciencias Sociales. Universidad de Loughborough. Reino Unido
3
Coordinación de Atención Médica. Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud.
Área Envejecimiento. IMSS.
4
Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud. Área Envejecimiento. Centro Médico
Nacional Siglo XXI. IMSS.
5
Integrado por personal de las diferentes coordinaciones de la Dirección de Prestaciones Sociales y
Económicas y la Dirección de Prestaciones Médicas.
139
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
140
ACTIVIDAD, INACTIVIDAD Y DISCAPACIDAD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Casi 15% de los adultos mayores derechohabientes del IMSS refirieron realizar
alguna actividad física organizada en forma regular. Como se puede ver en el cuadro
I, la frecuencia en este tipo de actividad fue significativamente mayor en la Dirección
Regional Norte (18%), especialmente fue dos veces mayor que la frecuencia
notificada en la Dirección Regional Occidente (9%).
Más de dos quintas partes de los adultos mayores entrevistados refirieron
realizar caminatas, mientras que casi otra quinta parte mencionó participar en gim-
nasia; practican natación 8% y cachibol 6.5% (cuadro I).
Aun cuando la caminata fue el tipo de actividad física organizada más
frecuentemente referida por los adultos mayores en todas las direcciones regionales,
la frecuencia fue superior a 60% en las direcciones Norte y Occidente, mientras
que sólo alcanzó 33% en la Centro. En esta última, la frecuencia de los que dijeron
practicar alguna forma de gimnasia fue significativamente mayor al resto de las
direcciones regionales donde esta actividad tuvo una frecuencia entre 8 y 9%. La
natación fue notificada por uno de cada 10 de los adultos mayores que dijeron
realizar actividades físicas en la Dirección Regional Centro, pero sólo entre 4% y
5% en las otras regiones. En las direcciones Norte y Sur la frecuencia de los que
dijeron practicar cachibol fue significativamente mayor (12%) que en la Dirección
Centro donde sólo 3% dijo practicarlo y 9% en la Occidente.
La frecuencia baja de las actividades físicas programadas entre los derecho-
habientes, independientemente de que el IMSS cuenta con la infraestructura
necesaria para la organización y práctica de estas actividades, cuestiona la forma
en que las actividades se están organizando (lugares, horarios, costos), la promoción
que se realiza de ellas entre los derechohabientes adultos mayores, y más aún la
cercanía de los servicios para con una de las poblaciones prioritarias.
141
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro 1
Actividad física organizada entre los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, porcentajes por Direcciones Regionales.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Direcciones Regionales
Centro Norte Occidente Sur Total
Todos los adultos mayores entrevistados, de una u otra manera, realizaban algún
tipo de actividad. Sin embargo, la mayoría de las actividades más frecuentemente
realizadas implicaron actividades sociales y mentales, y sólo dos de las siete reali-
zadas por más de 50% de los entrevistados, implicaban actividad física. Como se
puede ver en el cuadro II, la actividad más frecuente fue ver la televisión durante
la semana (85% de los adultos mayores). Casi 70% de ellos dijeron hablar con otras
personas y hacer el quehacer; 67% de los entrevistados refirieron caminar en la
calle y una proporción similar dijo ver televisión durante el fin de semana, mientras
que alrededor de 60% dijeron oír radio, rezar o reunirse con grupos religiosos. La
proporción más baja de entrevistados se observó entre los que asistieron a diferentes
tipos de cursos y pláticas (entre 4 y 12%).
142
ACTIVIDAD, INACTIVIDAD Y DISCAPACIDAD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Cuadro II
Otras actividades físicas, mentales y sociales notificadas
por los adultos mayores derechohabientes del IMSS,
en porcentajes por Direcciones Regionales.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Direcciones Regionales
Centro Norte Occidente Sur Total
143
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Este grupo de actividades (AIVD) fueron propuestas por Lawton y Brody14 en 1969
con el objetivo de evaluar la independencia funcional para desarrollar tareas simples
que son parte esencial de la vida adulta. Estas actividades son evaluadas en los
siguientes grupos: preparar alimentos, usar transporte público o manejar su propio
medio de transporte, manejar su dinero, comprar el mandado y objetos de cuidado
personal, hacer quehacer ligero y pesado, tomar sus medicamentos correctamente
y usar el teléfono. Esta clasificación de AIVD ha sido muy útil en Estados Unidos y
en otros países desarrollados. Sin embargo, se han observado algunas dificultades
cuando se trata de evaluar a adultos mayores con otra cultura y lenguaje, ya que
algunas de las actividades no tienen una aplicación directa y otras tienen orientación
hacia un determinado sub-grupo. Por ejemplo, muchos de los adultos mayores
masculinos no preparan comida o hacen quehacer no porque no puedan sino porque
no acostumbran hacerlo.
Hay muchas adaptaciones en otros idiomas y aún en el idioma español; sin
embargo, la diversidad cultural de nuestros adultos mayores en el ámbito nacional
nos permitió adecuar una lista suficientemente exhaustiva de actividades que
144
ACTIVIDAD, INACTIVIDAD Y DISCAPACIDAD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
pudieran ser relevantes para los diversos grupos. Las mismas preguntas fueron
utilizadas al entrevistar a todos los adultos mayores pero siempre hubo la alternativa
“no acostumbra hacerlo”, para aquellos que podían hacerlo pero no lo hacían por
no habituarlo; al realizar el análisis esa opción fue eliminada.
Más de 90% de los adultos mayores derechohabientes del IMSS en el país
podían ir a la iglesia, subir y bajar escaleras, preparar sus comidas, caminar fuera
de la casa, contestar el teléfono, hacer su cama, hacer quehacer ligero, recibir men-
sajes para otras personas, controlar sus medicamentos y manejar su dinero sin la
ayuda de otras personas. Entre 80 y 90% podían ir al campo o la playa, ir al molino,
cuidar sus animales, ir a la tintorería, cuidar de sus pies y uñas, lavar y planchar su
ropa, ir al banco, usar transporte, hacer su mandado y hacer sus pagos. Sólo 74%
notificó poder realizar quehacer pesado.
Como se puede ver, la mayoría de los adultos mayores fueron capaces de
realizar las diversas actividades que no implicaban salir de su casa. Una proporción
menor pero alta podía realizar las actividades que implicaban salir de la casa y
seguir procesos físicos y mentales más complejos. La menor proporción de los que
informaron poder realizar quehacer pesado sin la ayuda de otros puede ser
explicada por el esfuerzo físico requerido para llevar a cabo esas actividades. En
mayores o menores proporciones las distribuciones de aquellos capaces de realizar
las diversas actividades instrumentales fueron similares al comportamiento en el
ámbito nacional.
Como se mencionó anteriormente, las AVD se usan con mucha frecuencia como
indicadores de independencia. En esta sección, se consideró como dependientes a
los sujetos incapaces de realizar todas las actividades básicas de la vida diaria sin
ayuda, o dicho en otras palabras, a los que requerían de la ayuda de otra persona
en por lo menos una de esas actividades. Reconocemos que este indicador sólo
mide un nivel de dependencia grave en el cual los adultos mayores necesitan ayuda
para las tareas de sobrevivencia más elementales, como levantarse de la cama o
alimentarse a sí mismos. Sin embargo, esta sección se complementa con las anterio-
res para dar una imagen más clara de la actividad, inactividad y discapacidad
entre los adultos mayores derechohabientes del IMSS.
Como puede verse en el cuadro IV, casi 5% de la población del estudio reque-
rían de la ayuda de alguien más para bañarse, ya que no lo podían realizar por sí
mismos aun con dificultad. Casi 4% requerían de ayuda para vestirse, 3.5% para
moverse de un lugar a otro dentro de la casa, 3.4% para ir al baño, 2.4% para
alimentarse a sí mismos y 0.8% tenían incontinencia urinaria y/o fecal. Se clasifi-
caron como dependientes en actividades de la vida diaria 5.5%.
145
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro III
Independencia en diversas actividades instrumentales
de la vida diaria de los adultos mayores derechohabientes
del IMSS, en porcentajes por Direcciones Regionales.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Direcciones Regionales
Centro Norte Occidente Sur Total
146
ACTIVIDAD, INACTIVIDAD Y DISCAPACIDAD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Cuadro IV
Dependencia en actividades básicas de la vida diaria
de los adultos mayores derechohabientes del IMSS,
en porcentajes por Direcciones Regionales.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
fue estable en todas las regiones (de mayor a menor: vestirse, moverse, ir al baño,
alimentarse e incontinencia).
Deterioro cognitivo
147
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 1
Prevalencia de deterioro cognitivo de acuerdo con los resultados
de la MMSE. Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
5
Porcentaje
0
Centro Norte Occidente Sur Total
Dirección Regional
148
ACTIVIDAD, INACTIVIDAD Y DISCAPACIDAD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 2
Prevalencia de deterioro en diversas funciones
de adultos mayores derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
90
80
70
60
Porcentaje
50
40
30
20
10
0
Visión Audición Dentadura Extremidades Incontinencia Incontinencia
urinaria fecal
de intervenciones quirúrgicas. Sólo en una minoría de los casos extremos tal vez
fuera imposible llevar a cabo alguna acción. Aunque se observaron diferencias
entre las direcciones, sólo la prevalencia en la Dirección Regional Centro fue signifi-
cativamente mayor que en la Sur.
Siete de cada 10 adultos mayores informaron tener problemas con su denta-
dura (figura 2). Estos problemas fueron “no corregidos” en una importante cantidad
de casos; la mayor proporción fue notificada también en la Dirección Regional
Centro (76%), seguida por la Dirección Norte (68%), Occidente (67%) y Sur (63%).
La importancia de tener una dentadura útil al final de la vida se justifica no sólo por
las molestias causadas entre los adultos mayores, sino también por la gran preva-
lencia de problemas de nutrición, donde la salud dental juega un papel primordial.
Casi una tercera parte de los adultos mayores (31%) notificaron problemas
auditivos (figura 2), pero sólo 4% refirió usar un aparato para mejorar su capacidad
auditiva. En las direcciones regionales Occidente y Sur los problemas auditivos se
informaron con una frecuencia ligeramente mayor, pero la diferencia no fue signi-
ficativa. La disminución de la capacidad auditiva es uno de los problemas que con
149
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
mayor frecuencia se dan por hecho como parte del proceso de envejecimiento y en
consecuencia pasa inadvertido por los trabajadores de la salud, ya que los adultos
mayores o sus familiares no lo notifican y a su vez los médicos y enfermeras no lo
preguntan. Está por demás decir que los problemas auditivos, sobre todo si no son
corregidos, causan discapacidad, afectan la vida social y familiar de los adultos
mayores generándoles problemas de comunicación y los lleva al aislamiento. Por
otro lado, los problemas auditivos pueden incrementar el riesgo de accidentes sobre
todo entre quienes realizan actividades fuera de la casa.
De los entrevistados 30% notificó problemas para mover sus brazos o piernas
(figura 2), ya sea por condiciones motoras o de dolor. Las variaciones regionales
fueron muy importantes, 39% de los adultos mayores en la Dirección Regional
Centro informaron tener estos problemas, mientras que sólo 31% en la Norte, 25%
en la Occidente y 13% en la Sur. Sólo 1.6% de los que refirieron problemas con
brazos o piernas requerían de silla de ruedas, 0.8% muletas, 2.9% aparato ortopédico,
1.5% andadera y 5.7% bastón.
Casi uno de cada 10 adultos mayores informaron tener problemas de incon-
tinencia urinaria (figura 2), con la frecuencia más alta de nuevo en la región Centro
(12%), seguida por la Occidente con 8%, la Norte con 7% y la proporción más baja
observada en la Sur (6.5%). La prevalencia de incontinencia fecal es afortunada-
mente muy baja (3.7% de los adultos mayores entrevistados) y en la mayoría de los
casos la incontinencia es parcial. La direcciones regionales Norte y Occidente
notificaron prevalencias significativamente más altas (4.5%) que la Centro (3.2%) y
Sur (3.4%).
Únicamente 1.2% de los adultos mayores notificaron usar pañales y 0.5%, el
uso de sonda urinaria. Los adultos mayores que refirieron incontinencia también
corren el riesgo de aislamiento debido al olor que despiden de su cuerpo y a la
falta de movilidad generada al querer evitar o reducir los incidentes generados
por la incontinencia. Existen informes acerca de la posibilidad de corregir la incon-
tinencia con ejercicios una vez que ha sido detectada en forma temprana. Sin embar-
go, al igual que los otros problemas expuestos en esta sección, la mayoría de las
ocasiones la incontinencia pasa inadvertida pues no se pregunta y los adultos
mayores no informan sobre ella por pena.
150
ACTIVIDAD, INACTIVIDAD Y DISCAPACIDAD ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 3
Prevalencia de actividades afectadas por problemas de salud y número
promedio de días en adultos mayores derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
35
30
25
Porcentaje
20
15
10
0
Estuvieron en cama Se quedaron Dejaron Dejaron
en casa actividades actividades
pesadas
Efecto
Porcentaje Días promedio
151
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Conclusiones
Referencias
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11. Zweifel P, Ferrari M. Is there a Sisyphus syndrome in health care? Health Economics
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positiva acerca de los servicios de salud en el IMSS. Adultos de 60 años y más. Rev Med
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(Aceptado para su publicación) Aging, Neuropsychology, and Cognition 2004;11(1):1-
11.
153
Estudios sobre la calidad de vida relacionada
con la salud del adulto mayor en México
Luis Durán Arenas,1 Guillermo Salinas Escudero,1
Katia Gallegos-Carrillo2
1
Coordinación de Asesores-Dirección de Prestaciones Médicas, Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS).
2
Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud. Área envejecimiento. Centro Médico
Nacional Siglo XXI, IMSS.
155
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
independencia, las relaciones sociales, las creencias personales y la relación con las
características sobresalientes del entorno.9 Un aspecto importante a considerar es
que la calidad de vida depende de muchos otros factores además de la salud, por
lo cual algunos investigadores prefieren usar en estos casos el término “Calidad de
vida relacionada a la salud” (CVRS) (Health-Related Quality of Life).
En los últimos años la medición de la CVRS se ha convertido en la medida
estándar en ensayos clínicos para evaluar la efectividad de intervenciones que vayan
más allá de las medidas epidemiológicas tradicionales de mortalidad y morbilidad.
La calidad de vida se ha entendido como el grado de satisfacción o insatis-
facción que sienten las personas con varios aspectos de la vida, pues incluye un
amplio rango de conceptos personales y sociales.10 Cuando se relaciona con la salud,
la calidad de vida se refiere a las dimensiones física, psicológica y social de la salud,
la cual puede ser influida por las experiencias de la persona, sus creencias, sus
expectativas y sus percepciones.11 Por lo tanto, es un término multidimensional en
el que se integran buen funcionamiento físico, adecuada existencia psicosocial y
de roles, además de percepciones sobre el estado de salud.12
Estas definiciones dan los elementos por los que, en la salud pública, la calidad
de vida puede ser considerada como un indicador útil para evaluar el resultado de
intervenciones y programas de atención a la salud. Sin embargo, existen pocas
investigaciones que se han dedicado al estudio de la calidad de vida, cuya medición
se realice a nivel poblacional, dado que en la mayoría se han contrastado las
condiciones de algún grupo de pacientes o de sujetos de características específicas
dentro de la población general.13-15 Los principales grupos de personas donde se
centran estos estudios es en los adultos mayores,16-20 debido en parte a que es el
grupo de edad en el que se concentran las pérdidas cualitativas más que cuantita-
tivas en el estado de salud. Asimismo, se ha tratado de determinar cuáles son los
factores que pueden estar asociados con la percepción de calidad de vida, porque
en este grupo de individuos es más factible encontrar resultados efectivos.21,22
En México existen muy pocos estudios dirigidos a investigar el efecto de los
factores sociales y económicos sobre la calidad de vida de los sujetos, y existe
también cierto desconocimiento sobre los factores que se encuentran asociados
con la calidad de vida en adultos mayores; además, este grupo es un gran deman-
dante de servicios de salud y de alto costo en su atención. Dado que conforma
actualmente 6.54% de la población mexicana, se vuelve una prioridad estudiarlos.23,24
Un aspecto central en el desarrollo y utilización de estas medidas es evaluar
la calidad de vida en grupos de pacientes con enfermedades específicas, en com-
paración con el nivel promedio de estas medidas en la población (país, estado),
ajustadas por edad y sexo. Si bien hay países, como Canadá y Estados Unidos de
156
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
América (EUA), en los cuales se han realizado este tipo de mediciones, hasta
recientemente sólo existía un estudio con medidas poblacionales en México.
En lo que resta de esta sección nos enfocaremos en las medidas de CVRS, que
fueron desarrolladas tanto en Europa como en EUA y han generado una infinidad
de trabajos que podríamos categorizar en dos grandes grupos, medidas genéricas
y medidas específicas de calidad de vida.
Entre éstas sin duda las dos que dominan el campo son el EuroQol y el formato
corto 36, mejor conocido como el SF-36.
157
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
que pudiera contar con una escala de 243 estados posibles de salud que permitieran
su utilización como parte de la estimación del costo-utilidad de diferentes alterna-
tivas de intervención. Las dimensiones que incluye son las siguientes:
• Movilidad
• Auto-cuidado
• Actividades usuales
• Dolor e incomodidad
• Ansiedad y depresión
• Funcionamiento físico
• Limitaciones en el desempeño de sus roles debido a problemas físicos de salud
• Dolor corporal
• Funcionamiento social
• Salud mental general, incluyendo estrés psicológico
• Limitaciones en el desempeño de roles debido a problemas emocionales
• Vitalidad, energía o fatiga
• Percepciones de salud general
Como se indicó anteriormente, el EuroQol fue diseñado como una medida sumaria
y como tal ha sido utilizado extensamente en estudios de costo-utilidad de inter-
venciones y a partir de éste se han calculado los años de vida ajustados por calidad
de vida o QALYs (por sus siglas en inglés). Recientemente se han hecho esfuerzos
en la Universidad de Leeds en el Reino Unido para desarrollar una medida sumaria
a partir de las respuestas al cuestionario SF 36.
Estudios en México
158
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
La principal contribución de este trabajo fue la validación del SF-36 en una población
mexicana, aunque no representativa de ningún grupo en particular, por lo cual se
puede ver más como una prueba piloto, que como un ejercicio de validación en sí
mismo. De cualquier manera los autores encontraron validez convergente de las
preguntas, comprobada con una correlación de 0.40 o mayor con su escala
hipotetizada.
La evaluación de la homoscedasticidad muestra que 35 de las 36 preguntas
de cada escala contribuyen de manera similar a sus respectivas escalas. Se encontró
un coeficiente de α de Cronbach con un rango de 0.56 a 0.84. Los coeficientes estuvie-
ron entre 0.70 (valor mínimo recomendado para efectos comparativos) para todas
las escalas, excepto para el rol emocional, que mostró una correlación de 0.56. Las
159
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Métodos
Los datos provienen de una encuesta que fue parte de un estudio más amplio que
buscaba relacionar el acceso, la utilización y la calidad de los servicios de salud
con la implantación de paquetes de ajuste macroeconómico en el país. La iniciativa
fue financiada por el Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional de
Canadá (IDRC MAP Health Project).
Esta encuesta se basó en un muestreo polietápico que consideró cuatro etapas,
abarcando tanto áreas rurales como urbanas. En estas unidades de muestreo se
seleccionaron aleatoriamente un total de 1 200 viviendas en zonas rurales y 3 000
en zonas urbanas. Tanto en unas como en otras se mantuvo una reserva de 10%
para la muestra.
Se elaboraron cuatro instrumentos: el primero incluyó variables en el ámbito
de la familia; el segundo, información individual, incluyendo el SF-36; el tercero se
160
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Método para las estimaciones normativas del SF-36. Se estimaron las calificaciones pro-
medio para cada dimensión del SF-36 y se calcularon los datos normativos (pro-
medio, desviaciones estándar, intervalos de confianza de 95% y porcentajes a nivel
de piso y techo) para toda la muestra, por género y grupos de edad (con incrementos
de 10 años), para cada uno de los estados estudiados.
Resultados
Los datos fueron recolectados entre junio y septiembre de 1999. Se obtuvo respuesta
de 98.5% de las 4 200 viviendas seleccionadas. El porcentaje de respuesta fue similar
en Oaxaca y en Sonora (98.75 y 98.25%, respectivamente). Dentro de estas viviendas,
respondieron el cuestionario SF-36 un total de 5 961 individuos mayores de 25
años (al menos un individuo por vivienda). Se eliminaron del análisis 366 cues-
tionarios que correspondían a individuos menores de 25 años.
La edad promedio de los entrevistados fue de 46.6 años para mujeres (des-
viación estándar [DE] = 13.4) y 47.9 años para hombres (DE = 13.8). La distribución
por edad y sexo fue tres años más joven en el estado de Oaxaca (Sonora, promedio
de edad mujeres 48.6 años y hombres 49.6 años, DE = 13.7 y 14.2, respectivamente;
Oaxaca, promedio de edad mujeres 44.8 años y 46.9 años hombres, DE = 12.7 y
13.5, respectivamente).
Las calificaciones para las ocho dimensiones y los dos índices de resumen del SF-
36 variaron claramente por edad, como se muestra en el cuadro I.
Aunque es posible observar en varias de las dimensiones un efecto de techo
(el porcentaje de sujetos que recibió la calificación máxima posible: papel físico y
papel emocional, 82.2 y 82.4%, respectivamente), no se encontró un efecto de piso
fuerte (la proporción de individuos que calificaron en el nivel mínimo posible:
desempeño físico y desempeño emocional = 6.3 y 6.0%, respectivamente).
161
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro I-A
Resultados del SF-36 en Oaxaca y Sonora, por grupos de edad.
México 1999-2000
Grupo de edad Función Rol Dolor Percepción Vitalidad Función
física físico corporal de salud social
* El % de piso y techo se refiere a la proporción de encuestados con la puntuación mínima (0) y máxima (100) posible, respectivamente
DE: Desviación Estándar
IC: Intervalo de Confianza
162
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro I-B
Resultados del SF-36 en Oaxaca y Sonora, por grupos de edad.
México 1999-2000
Grupo de edad Rol Salud Evolución Componente Componente
emocional mental declarada de escala de escala
de salud física mental
* El % de piso y techo se refiere a la proporción de encuestados con la puntuación mínima (0) y máxima (100) posible, respectivamente
DE: Desviación Estándar
IC: Intervalo de Confianza
163
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Variabilidad regional
164
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 1
Puntaje de las ocho escalas del SF-36 y los componentes
de salud física y mental
100
90
80
70
Puntuación media
60
50
40
30
20
10
0
Rol físico
Vitalidad
Función social
Rol emocional
Salud mental
Función física
un fenómeno de cancelación cruzada de los efectos, esto es, que el efecto de edad y
sexo observado en un grupo de edad cancelara el efecto en otro estrato.
Por grupos de edad y sexo existe una gran variabilidad, tanto en hombres
como en mujeres y en múltiples dimensiones. Llama la atención que, tanto en
hombres como en mujeres, la mayor variación que se observa en los adultos hasta
de 64 años de edad tiende a concentrarse en tres dimensiones: salud general, función
social y salud mental; en el grupo de 65 a 74 años se concentra en función social y
salud mental; y en mayores de 75 años, en salud mental.
Es importante resaltar que existe un patrón inverso entre hombres y mujeres
en el número de dimensiones en las que encontramos variaciones clínica y social-
mente significativas. Así, se observa variación en un número mayor de dimensiones
en los grupos de adultos jóvenes (25 a 44 años), mientras que en las mujeres se
165
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro II
Dimensiones del SF-36 por estado (Oaxaca y Sonora) y diferencias
por estado y en mujeres. México 1999-2000
Estado Función Rol Dolor Salud Vitalidad Función Rol Salud CEM CEF
física físico corporal general social emocional mental
Oaxaca 87.91 87.85 86.04 56.61 75.59 79.44 89.51 79.18 80.93 77.71
Sonora 90.91 89.32 85.16 48.84 67.03 71.87 88.5 66.63 73.52 78.53
Diferencia
máxima 3.0 1.5 0.9 7.8 8.6 7.6 1.0 12.5 7.4 0.8
Diferencia
máxima 3.3 1.9 0.9 7.9 7.8 7.1 0.2 12.0 6.8 0.9
Discusión
166
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
promedio son más altos en México que en Canadá y EUA. Esto puede deberse, en
parte, a que el promedio de edad de la población que respondió el SF-36 en México
fue aproximadamente 14 años menor que la población canadiense y la estadounidense.
Al mismo tiempo, este hallazgo es consistente con la variabilidad regional que se
ha encontrado en otros estudios, y señala la necesidad de utilizar datos normativos
por país para las comparaciones de efectos en grupos de pacientes en países
específicos.
Sin duda las medidas de CVRS llegaron para quedarse, y seguramente expe-
rimentarán un crecimiento explosivo dada la composición de nuestra población, la
cual, en un lapso no mayor de 25 años, alcanzará la situación que se observa en
países europeos. En consecuencia, recomendamos apoyar este tipo de estudios,
tanto para el SF-36 como para el Euroqol, otra de las medidas de CVRS que se
utilizan en estudios de evaluación de tecnología, ensayos clínicos aleatorios y
estudios de costo-efectividad.31-47
Este estudio se basa en una encuesta transversal realizada durante marzo y sep-
tiembre de 1997 en áreas urbanas y rurales de Morelos. Tuvo como meta identificar
y caracterizar el acceso, uso y calidad de los servicios desde la perspectiva de la
población, así como valorar la relación existente entre estos aspectos y la calidad
de vida de los individuos.
Se seleccionó una muestra aleatoria de 3 000 viviendas, 2 000 para el área
urbana (Cuernavaca) y 1 000 para la zona rural (Miacatlán y Coatlán del Río). En
cada una de las viviendas en las que había una persona mayor de 60 años se aplicaba
el cuestionario. El número total en Cuernavaca fue de 552, de los cuales fueron
entrevistados 495 debido a que el resto no aceptó participar, por tanto la tasa de
respuesta fue de 89.6%. En relación con el muestreo en zona rural en total fueron
417 sujetos elegibles, debido a que no todos aceptaron participar se entrevistaron
finalmente a 374, siendo la tasa de respuesta de 89.68%.
El principal instrumento utilizado fue un cuestionario aplicado de manera
directa, en el cual la calidad de vida en adultos mayores de 60 años se analizó en
cuatro dimensiones: funcionamiento físico, social, emocional y percepción general
de salud, cuya forma de medición se modificó del cuestionario SF-36. Para evaluar
la reproducibilidad del instrumento se utilizó el estadístico Kappa-Cohen, con el
propósito de determinar la concordancia de las variables categóricas. Los resultados
del análisis de reproducibilidad indican que las variables que conforman las
167
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Resultados
168
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro III
Regresión logística de factores asociados a la dimensión de
funcionamiento social de la calidad de vida en adultos mayores
de 60 años en el estado de Morelos, México 1997
Variables Mala calidad Buena calidad Modelo con mejor ajuste*
independientes social social Razón Intervalo de
n= 412 n= 457 de momios Confianza (95%)
Edad
60-65 145 170 1 -
65-70 98 113 1,03 0.72, 1.47
70-75 65 75 1,02 0.67, 1.53
75 y mayores 104 99 1,22 0.85, 1.77
Género
Masculino 189 187 1 -
Femenino 223 270 0,86 0.62, 1.19
Tabaquismo
No fumador 263 301 1 -
Fumador 56 46 1,23 0.77, 1.97
Ex fumador 93 110 0,84 0.58, 1.22
NOTA: Los valores de RM e IC de las variables significativas son las del modelo que sólo las incluye a ellas, en tanto que
los datos de las no significativas son las del modelo con todas las variables.
* El modelo de donde provienen los datos de los variables no significativas está ajustado por edad continua y por las
demás variables que incluye: chequeo médico, enfermedad y hospitalización en el último año, género, actividad y
tabaquismo.
El modelo de donde provienen los datos de los variables significativas está ajustado por edad continua.
169
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro IV
Regresión logística de factores asociados a la dimensión emocional
de la calidad de vida en adultos mayores de 60 años
en el estado de Morelos, México 1997
Variables Mala calidad Buena calidad Modelo con mejor ajuste*
independientes emocional emocional Razón de Intervalo de
n= 325 n= 544 de momios Confianza (95%)
Género
Masculino 109 267 1 -
Femenino 216 277 1,88 1.40-2.53
Edad **
60-65 104 211 1 -
65-70 81 130 1,21 0.83-1.77
70-75 48 92 1,07 0.69-1.66
75 y mayores 92 111 1,73 1.19-2.51
Tabaquismo
No fumador 217 347 1 -
Fumador 36 66 1,53 0.92-2.55
Ex fumador 72 131 1,12 0.76-1.67
NOTA: Los valores de RM e IC de las variables significativas son las del modelo que sólo las incluye a ellas, en tanto que
los datos de las no significativas son las del modelo con todas las variables.
* El modelo de donde provienen los datos de los variables no significativas está ajustado por edad continua y por las
demás variables que incluye: género, enfermedad, chequeo médico y hospitalización en el último año, actividad y
tabaquismo.
El modelo de donde provienen los datos de los variables significativas está ajustado por edad continua y por las demás
variables que incluye: género, enfermedad y chequeo médico en el último año.
** Ajustado por las demás variables que incluyen género, enfermedad y chequeo médico en el último año.
170
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro V
Regresión logística de factores asociados a la percepción
General de Salud de la calidad de vida en adultos mayores
de 60 años en el estado de Morelos, México 1997
Género
Masculino 35 341 1 -
Femenino 73 420 1,9 1.11-3.27
Tabaquismo
No fumador 68 496 1 -
Fumador 11 91 1,93 0.86-4.31
Ex fumador 29 174 1,45 0.82-2.56
Edad **
60-65 31 284 1 -
65-70 26 185 1,1 0.61-1.98
70-75 19 121 1,11 0.57-2.18
75 y mayores 32 171 1,28 0.71-2.30
NOTA: Los valores de RM e IC de las variables significativas son las del modelo que sólo las incluye a ellas, en tanto
que los datos de las no significativas son las del modelo con todas las variables
* El modelo de donde provienen los datos de los variables no significativas está ajustado por edad continua y por las
demás variables que incluye: género, enfermedad, hospitalización y chequeo médico en el último año, actividad y
tabaquismo.
El modelo de donde provienen los datos de los variables significativas está ajustado por edad continua y por las
demás variables que incluye: género, enfermedad y hospitalización en el último año y actividad.
** Ajustado por las demás variables que incluyen género, enfermedad, hospitalización en el último año y actividad.
171
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Discusión y conclusiones
El efecto de género y estado de salud. Ser mujer y haber tenido un problema de salud
en el último año fueron las variables más estrechamente relacionadas con calidad
de vida porque ambas aumentaron el riesgo de tener un mal funcionamiento físico,
mala percepción general de salud o tener algún problema de tipo emocional. Estos
resultados son consistentes con otros estudios específicamente relacionados con
percepción general de salud y funcionamiento físico en adultos mayores,49-52 en los
cuales se muestra la existencia de relaciones entre estos factores y variables de tipo
demográfico, social y funcional.
Respecto a que el género femenino es propenso a tener una menor calidad de
vida que su contraparte masculina, en las dimensiones de funcionamiento físico,
percepción general de salud y en el ámbito emocional, como se comprobó en esta
investigación, es un aspecto que puede ser motivo de constantes contradicciones
en los trabajos efectuados sobre el tema. Un estudio elaborado en México con el
cuestionario SF-36,25 informa que hay algunas dimensiones en las cuales las mujeres
obtuvieron puntuaciones más bajas que los hombres (funcionamiento físico y
vitalidad); sin embargo, en salud general los resultados son más altos en las mujeres.
No obstante, una investigación realizada en Japón sobre diferencias de género,
calidad de vida y problemas de tipo emocional específicamente relacionado con
depresión,53 concluye que en todas las dimensiones de calidad de vida los individuos
del género masculino tienen mejores resultados que los del femenino. Asimismo,
otro estudio desarrollado en población de adultos mayores de zonas rural y urbana
refiere que las mujeres parecen mostrar tasas más altas de depresión que los
hombres.54
En relación a la percepción del estado de salud, específicamente estudios
realizados en países como Italia y Argentina, también notifican que los hombres
perciben su salud mejor que las mujeres.55,56 Por otro lado, en un estudio donde se
examinaron los predictores de calidad de vida en pacientes con cáncer de una zona
rural,59 concluyen que el género femenino tiene resultados significativamente más
altos que los obtenidos para los hombres.
Factores que favorecen la calidad de vida. Uno de los principales resultados de este
estudio es el hecho de haber sugerido la existencia de algunos factores que favore-
cieron la calidad de vida de los adultos mayores. Específicamente, en las dimensio-
nes de funcionamiento físico y percepción general de salud se encontró que realizar
algún tipo de actividad puede ayudar a que los sujetos tengan un buen desarrollo
físico, lo cual puede impactar directamente sobre su percepción de salud, elementos
que podrían ser de importancia en el cuidado de los ancianos. El simple hecho de
172
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
planear actividades que los hagan sentirse útiles, realizando cualquier tipo de
actividad ayuda en forma global a mejorar su calidad de vida.
En la dimensión de funcionamiento social no se encontró, particularmente,
ninguna variable que estuviera relacionada con un mal desempeño social. No
obstante, en las dimensiones tanto emocional como social se encontró que haber
tenido consulta en el último año estaba asociado con un buen funcionamiento social
y con una mejor percepción del estado emocional. Estos resultados coinciden con
lo que notifica Schultz,57 en donde sujetos con diagnóstico de cáncer respondieron
que la relación con el médico es el aspecto que tiene mayor impacto sobre su calidad
de vida. La consistencia con las relaciones encontradas en nuestro estudio nos
permite sugerir que, haber tenido contacto con los servicios de salud, ayuda en el
ámbito social y emocional de los sujetos incluidos en este análisis. Esta relación podría
ser considerada cuando se atienda a los adultos mayores en los servicios de salud.
Respecto a las demás variables asociadas a calidad de vida utilizadas en este
estudio se encontró que, conforme aumenta la edad, se incrementa el mal funcio-
namiento físico y el mal estado emocional de los sujetos, resultados que no coinciden
con lo que informan otras investigaciones en donde la edad no afecta la calidad de
vida de los individuos.57,58
Cabe mencionar que en esas investigaciones los sujetos bajo estudio estaban
hospitalizados o tenían diagnóstico de alguna enfermedad, a diferencia del presente,
con una base poblacional no institucionalizada que permite mayor variabilidad.
Este es un aspecto que hace relevante a este estudio, pues una de las críticas a las
investigaciones sobre calidad de vida en grupos específicos de pacientes (ejemplo:
diabéticos),17 es que no permiten ajustar por la posibilidad de que otros procesos
morbosos diferentes al estudiado afecten la calidad de vida. Para poder valorar las
ganancias en calidad de vida en grupos de pacientes de enfermedades específicas
es necesario comparar los datos en poblaciones (como en nuestro estudio), como
referente para estimar las ganancias ajustando por la posible presencia de otros
procesos morbosos.
Otro aspecto relevante es que en la dimensión de funcionamiento físico se
encontró que el estatus de ex fumador influía directamente sobre la calidad de
vida, lo que concuerda con lo encontrado por otros autores en donde se concluye
que dejar de fumar, además de otros factores, tiene un impacto considerable sobre
la calidad de vida y los costos de los servicios de salud.59
En resumen, existe un buen número de aspectos relacionados con calidad de
vida que deberán ser estudiados en futuras investigaciones, por ejemplo el que las
mujeres tengan un mayor riesgo de tener mala calidad de vida, así como también
la relación positiva entre actividad y chequeo médico con buen funcionamiento
social y mejor percepción emocional, los cuales podrán ser evaluados con mayor
173
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
174
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 2
Puntuación de las escalas del instrumento SF-36 para Oaxaca y Sonora
100
90
80
70
60
Puntuación media
50
40
30
20
10
0
Rol físico
Función social
Rol emocional
Salud mental
Función física
Oaxaca Sonora
género y grupos de edad (con incrementos de 10 años), para cada una de las delega-
ciones estudiadas. En este informe sólo se presentan los valores promedio.
175
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 3
Valores promedio de calidad de vida en la dimensión de salud general
para derechohabientes del IMSS por delegación
Hombres Mujeres
Salud general
Salud general
59.37 - 69.32
65.82 - 73.00
58.62 - 59.20
64.28 - 65.37
57.33 - 58.39
62.43 - 63.89
56.41 - 57.30
61.48 - 62.38
53.68 - 56.23
59.37 - 61.32
Adulto mayor
Salud general
54.65 - 63.89
52.91 - 53.40
51.57 - 52.79
50.80 - 51.47
48.96 - 50.53
176
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 4
Valores promedio de calidad de vida en la dimensión
funcionamiento físico para derechohabientes del IMSS por delegación
Hombres Mujeres
Funcionamiento físico
Funcionamiento físico
90.31 - 92.40 80.05 - 86.96
89.35 - 90.15
78.17 - 79.23
87.16 - 88.77
75.86 - 77.77
84.73 - 86.59
72.09 - 75.29
78.33 - 84.64 65.46 - 71.92
Adulto mayor
Funcionamiento físico
59.35 - 69.73
57.10 - 58.53
54.09 - 57.07
49.49 - 52.92
46.68 - 49.41
177
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 5
Valores promedio de calidad de vida en la dimensión
rol físico para derechohabientes del IMSS por delegación
Hombres Mujeres
Adulto mayor
Rol físico
63.31 - 69.00
59.67 - 63.00
56.95 - 58.92
54.79 - 56.62
43.09 - 54.31
Dimensión de salud general. Se observó un patrón para este grupo de adultos mayores
que muestra los valores más bajos en las delegaciones de Coahuila, Veracruz, Jalisco,
Morelos, Guerrero y Oaxaca (entre 49.0 y 50.5). Mientras que las delegaciones de
Quintana Roo, Chiapas, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Campeche presentan
los valores más altos (entre 53.6 y 54.7) (figura 3).
178
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 6
Valores promedio de calidad de vida en la dimensión
rol social para derechohabientes del IMSS por delegación
Hombres Mujeres
Adulto mayor
Rol social
74.17 - 79.09
70.36 - 73.15
67.69 - 69.43
65.01 - 66.76
59.06 - 64.01
179
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 7
Valores promedio de calidad de vida en la dimensión
dolor corporal para derechohabientes del IMSS por delegación
Hombres Mujeres
Adulto mayor
Dolor corporal
78.29 - 83.77
75.83 - 78.10
73.59 - 75.56
71.33 - 73.41
63.90 - 70.90
Dimensión de rol físico. Las delegaciones que mantienen los valores más bajos son:
Tabasco, Morelos, Durango, Coahuila, Guerrero y Veracruz (43.1-54.3). Mientras
que en Hidalgo, Nuevo León, Campeche, Tamaulipas, Puebla-Tlaxcala y Querétaro
se observan los valores más altos (63.3-69.0) (figura 5).
180
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 8
Valores promedio de calidad de vida en la dimensión
vitalidad para derechohabientes del IMSS por delegación
Hombres Mujeres
Vitalidad Vitalidad
Adulto mayor
Vitalidad
82.14 - 87.73
79.26 - 81.55
76.90 - 78.89
73.30 - 76.33
67.09 - 73.19
Dimensión de rol social. Se observó un patrón que muestra los valores más bajos en
las delegaciones de Morelos, Yucatán, Durango, Guerrero, Colima y Oaxaca (67.1-
73.2), mientras que Puebla-Tlaxcala, Hidalgo, Tamaulipas, Sonora, San Luis Potosí
y Nuevo León presentan los valores más altos (82.1-87.7) (figura 6).
181
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 9
Valores promedio de calidad de vida en la dimensión
rol emocional para derechohabientes del IMSS por delegación
Hombres Mujeres
Adulto mayor
Rol emocional
82.14 - 87.73
79.26 - 81.55
76.90 - 78.89
73.30 - 75.33
67.09 - 73.19
Dimensión de dolor corporal. Se observaron los valores más bajos en las delegaciones
de Aguascalientes, Tabasco, Coahuila, Michoacán, Colima y Morelos (63.9-70.9),
mientras que Campeche, Puebla-Tlaxcala, Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Nuevo
León presentaron los mejores valores (78.3-83.8) (figura 7).
182
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Dimensión de vitalidad. Se observó que los valores más bajos en esta dimensión
corresponden a las delegaciones de Morelos, Yucatán, Durango, Guerrero, Colima
y Oaxaca (67.1-73.2), mientras que Puebla-Tlaxcala, Hidalgo, Tamaulipas, Sonora,
San Luis Potosí y Nuevo León presentan los mejores valores (82.1-87.7) (figura 8).
Dimensión de rol emocional. Se observaron los valores más bajos en las delegaciones
de Morelos, Guanajuato, Tabasco, Coahuila, Durango y Quintana Roo (59.0-64.0),
mientras que Puebla-Tlaxcala, Hidalgo, Tamaulipas, Campeche, Chihuahua y Que-
rétaro presentan los mejores valores (74.2-79.1). (figura 9).
183
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro VI
Características sociodemográficas de adultos mayores
derechohabientes del IMSS (n=1150)
Características % (media)
Sexo
Masculino 42.4
Femenino 57.6
Estado civil
Casado 65
Soltero 3
Viudo 29.2
Divorciado y/o separado 1.8
Unión libre 1
Tipo de familia
Hogar solitario 3.3
Nuclear 38.5
Extensa 58.1
Sabe escribir 85
Ocupación
Trabaja 6.7
Busca trabajo 3.2
Hogar 53.5
Jubilado o pensionado 33.7
Incapacitado permanente 1.1
No trabaja 1.5
184
CALIDAD DE VIDA Y SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro VII
Resultados del SF-36, de las dimensiones de calidad de vida
de adultos mayores derechohabientes de la Delegación 4 DF,
Instituto Mexicano del Seguro Social, por sexo
Población total Hombres Mujeres
n= 1 150 n= 488 n=662
Dimensiones SF-36 Media DE Media DE Media DE
(Siglas en inglés)
DE: Desviación Estándar
185
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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Vida en familia
entre los adultos mayores derechohabientes
del Instituto Mexicano del Seguro Social*
Sandra Reyes,1 Peter Beaman,2 Carmen García-Peña,3
Claudia Espinel,4 Grupo Nacional de Investigación
sobre el Envejecimiento en el IMSS5
Introducción
En los últimos años se han escuchado cada vez con más frecuencia, discusiones
acerca de cómo los cambios sociales, económicos y demográficos han influido en
las características de lo que en México y en otros países se conoce como la familia.
En términos generales, se ha llegado a pensar que ese grupo social está a punto de
desaparecer. Lo que no hemos analizado es que como fenómeno social, la familia
está en constante evolución. Las características de lo que hoy conocemos como
familia son diferentes en algunos aspectos al concepto que se tenía en el pasado.
Asimismo, la familia de hoy continuará su evolución acorde con el desarrollo de la
sociedad en general; sin embargo, no hay elementos claros para decir que la familia
desaparecerá o que por lo menos es un ente social en decadencia. Las predicciones
acerca de su desintegración como una institución social tienen una historia muy
larga.
Por otro lado, pero muy relacionado con la evolución de la familia, está el
proceso de apoyo y atención intrafamiliar de los ancianos. Ciertamente aquellos
pesimistas que ven la desaparición de la familia como un hecho inevitable en el
corto o mediano plazo, auguran un futuro poco prometedor al apoyo y atención
de los ancianos; en este aspecto la historia también es larga. Cicerón, en su estudio
sobre el envejecimiento1 ya lamentaba que las familias no fueran lo que eran en el
pasado en el sentido de la atención y el respeto de sus ancianos.2
* Esta investigación fue realizada gracias a los fondos proporcionados por la Coordinación de
Investigación Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dirigida en ese periodo por el
doctor Onofre Muñoz.
1
Bedford PCT. Servicio Nacional de Salud. Inglaterra, Reino Unido.
2
Departamento de Ciencias Sociales. Universidad de Loughborough, Reino Unido
3
Coordinación de Atención Médica. Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud.
Área Envejecimiento. IMSS.
4
Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud. Área Envejecimiento. IMSS.
5
Integrado por personal de las diferentes coordinaciones de la Dirección de Prestaciones Sociales y
Económicas y la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS.
191
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Tipo de familia
192
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 1
Porcentaje de adultos mayores derechohabientes del IMSS,
por tipo de familia. Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
3
7,1
57,4
32,5
únicamente 7% de los ancianos vivían solos y de éstos 65% eran viudos o viudas,
siendo predominante este último sub-grupo en todos los grupos de edad . El resto
de los adultos mayores vivían en un hogar nuclear, de ellos 96% estaban casados y
el resto vivía en unión libre con su pareja.
Si se compara con la de países desarrollados, la proporción de adultos mayores
viviendo solos es significativamente menor. El 52% de los que vivían en una familia
extensa y casi 41% de los que vivían en una familia extensa compuesta estaban
casados. El otro grupo predominante entre las familias extensas y extensas
compuestas es el de los viudos o viudas (38y 39%, respectivamente).
La proporción de personas viviendo solas fue más alta entre las mujeres (9%
comparado con 5%) y esta relación se mantiene para todos los grupos a pesar de
que se incrementa con la edad en ambos, mujeres y hombres. La proporción de
adultos mayores viviendo en familias nucleares disminuye progresivamente con
la edad mientras que la de los que viven en familias extensas se incrementa en
ambos, mujeres y hombres.
Aunque no hubo diferencias en el país acerca del tipo de familia predominante
entre los adultos mayores, sí se observaron enormes variaciones en la distribución
por región y delegación (cuadro I).
La proporción de adultos mayores viviendo solos fue significativamente
mayor en la Dirección Regional Occidente, mientras que la más baja se observó en
la Dirección Regional Centro. Específicamente en las delegaciones de Tlaxcala y
Estado de México (Toluca) se observaron los porcentajes más bajos de adultos
193
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro I
Tipo de familia al que pertenecen los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, porcentajes por Dirección Regional.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
mayores viviendo solos (2.5 y 4.5%, respectivamente) mientras que en las dele-
gaciones del Norte y en particular en Sonora y Tamaulipas se observó un número
significativamente mayor de hogares solitarios (13 y 12.3%, respectivamente). Hubo
un predominio de mujeres viviendo solas en casi todas las delegaciones y en las
del norte y del Distrito Federal (DF) la diferencia fue más marcada. Sin embargo,
hubo delegaciones en donde no se observaron diferencias significativas por sexo
(Chiapas, Durango, Nuevo León, Puebla y Tamaulipas) y otras donde la proporción
de hombres solos fue significativamente mayor (Baja California Sur, Campeche y
Quintana Roo).
Contrario a lo que se hubiera podido esperar, la Dirección Regional Centro y
en particular las delegaciones del DF mostraron las proporciones más altas de
adultos mayores viviendo en familias extensas. Se ha dicho que la urbanización, el
tamaño de las viviendas en las ciudades, la reducción en el tamaño de la familia, el
trabajo de la mujer fuera del hogar, son factores que influyen para la reducción en
la frecuencia de la familia extensa. Sin embargo, en esta muestra representativa de
adultos mayores del IMSS ese no parece ser el caso. La explicación podría encon-
trarse en la activa participación de éstos en la vida de la familia, como se expondrá
más adelante.
La proporción de adultos mayores viviendo en familias extensas fue menor
en la Dirección Regional Norte (donde las familias nucleares tuvieron una partici-
pación alta) y en particular en las delegaciones Durango (donde la proporción de
adultos mayores viviendo en familias extensas compuestas fue significativamente
mayor, 17%) y Zacatecas, que presentaron la proporción mayor de adultos mayores
viviendo en familias nucleares de todo el país (44%).
194
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Estructura de la familia
195
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro II
Jefe de familia en donde viven los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, porcentajes por Dirección Regional.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
196
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Cuadro III
Personas con quienes comparten conocimientos y experiencias
los adultos mayores derechohabientes del IMSS,
porcentajes por Dirección Regional.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Cónyuge Hijos Nietos Otros Amigos Con Total
parientes nadie
Dirección Regional Centro 39.7 60.0 7.3 7.2 5.7 3.6 9 698
Guerrero 52.4 46.8 5.6 6.9 6.7 3.6 496
México Oriente 64.8 68.4 24.6 16.5 11.8 3.3 491
México Toluca 39.9 45.7 3.4 6.0 3.4 2.9 1 139
Morelos 45.9 70.0 22.4 12.0 13.5 3.6 617
Querétaro 49.9 56.9 6.1 6.6 6.6 4.7 1 462
Uno DF 30.2 62.4 4.1 6.2 4.2 3.8 1 477
Dos DF 32.3 62.7 6.1 6.0 3.8 3.0 2 205
Tres DF 37.6 60.5 5.0 6.7 7.0 3.7 1 093
Cuatro DF 32.5 70.2 6.4 6.4 2.5 3.8 718
Dirección Regional Norte 48.4 53.4 9.2 11.4 10.5 2.9 3 730
Aguascalientes 45.3 60.7 10.8 18.5 12.5 3.5 481
Coahuila 62.9 62.1 16.5 11.4 12.5 1.7 720
Chihuahua 45.4 55.5 14.0 14.6 14.9 3.1 584
Durango 44.1 55.5 5.0 9.0 8.8 1.4 499
Nuevo León 48.6 47.8 9.7 14.0 9.4 4.3 278
San Luis Potosí 44.5 42.3 1.8 5.8 3.0 2.8 497
Tamaulipas 48.0 52.0 9.9 12.9 16.4 2.9 171
Zacatecas 42.4 43.8 2.8 6.6 8.4 4.8 500
Dirección Regional Occidente 48.6 55.3 10.1 9.2 10.6 3.6 4 154
Baja California 41.7 48.4 7.3 5.8 6.7 5.2 343
Baja California Sur 46.3 63.0 10.2 7.1 9.3 3.1 322
Colima 53.4 58.7 17.9 11.5 11.7 2.5 487
Guanajuato 56.4 49.0 10.9 8.9 8.7 5.4 404
Jalisco 42.9 51.1 5.9 10.1 14.3 5.0 861
Michoacán 45.2 56.4 8.4 9.7 11.5 3.4 383
Nayarit 39.4 50.7 10.1 14.9 12.7 2.3 355
Sinaloa 62.9 64.3 11.0 6.8 4.8 2.0 499
Sonora 48.2 57.6 11.6 7.4 12.2 2.6 500
Dirección Regional Sur 51.6 52.8 12.7 9.3 8.5 2.7 3 994
Campeche 52.8 49.3 10.7 4.6 5.0 3.9 460
Chiapas 48.8 49.6 3.1 1.9 3.1 3.9 258
Hidalgo 54.9 61.9 16.0 15.6 12.8 3.0 494
Oaxaca 51.2 58.8 26.0 12.3 9.6 2.5 488
Puebla 49.0 52.6 9.6 5.6 8.8 3.0 500
Quintana Roo 47.7 62.9 11.6 4.2 5.2 0.6 310
Tlaxcala 50.8 43.9 4.7 5.9 3.7 3.1 488
Veracruz Norte 44.6 60.7 16.7 18.5 16.1 2.3 514
Yucatán 62.7 36.3 10.6 8.7 7.9 1.9 482
197
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
dar oportunidad para investigar los efectos de vivir en una familia sin abuelos, de
vivir con abuelos sin aprender de sus experiencias y valores y de vivir y estar cerca
de ellos aprendiendo de sus experiencias.
La mayoría de los adultos mayores (87%) notificó poder decir lo que piensa
acerca de la familia. A pesar de que hubo diferencias por regiones, la frecuencia
más baja se observó en la Dirección Centro (85%) con las proporciones más bajas
en las delegaciones del DF y las más altas en la Dirección Norte (90%), específica-
mente en las delegaciones de Tamaulipas y Coahuila (97 y 93%, respectivamente).
Ochenta y seis por ciento de los adultos mayores dijo participar en las
decisiones familiares. Este porcentaje es muy parecido al de los que informaron
poder decir lo que piensan acerca de la familia, o a la suma de aquellos que se
consideraron a sí mismos o a sus cónyuges como los jefes de familia. Sin embargo,
la distribución regional fue diferente;la proporción más baja de aquellos que par-
ticipan en las decisiones familiares se observó en la Dirección Regional Sur (80%)
seguida por la Dirección Regional Occidente (83%), y la Norte (86%). Los porcentajes
más altos se observaron en la Dirección Regional Centro. En particular llama la
atención que en las delegaciones del DF la proporción de aquellos que participan
en las decisiones familiares es significativamente mayor, cuando en estas mismas
delegaciones se observaron los porcentajes más bajos de los que dijeron poder decir
lo que piensan acerca de la familia.
Casi la mitad de los entrevistados dijeron participar en decisiones relacionadas
con el uso del tiempo libre, el tipo de ropa que se usa o compra, o la educación de
los hijos o nietos. Asimismo, 67% de los adultos mayores dijeron participar en deci-
siones con respecto a la casa o el tipo de alimentos que se compran o preparan
(figura 2).
Las frecuencias con la que los adultos mayores informaron participar en los
diferentes tipos de decisiones familiares también presentaron diferencias regionales
(cuadro IV). Los entrevistados en la Dirección Regional Centro mencionaron con
mayor frecuencia participar en decisiones referentes al tipo y preparación de alimen-
tos (70%), y en las decisiones sobre la vivienda (68%). En el resto de las regiones
dijeron participar con mayor frecuencia en las decisiones relativas a la vivienda y
después en aquellas sobre los alimentos. La menor participación se observó en las
decisiones referentes al uso del tiempo libre, sin embargo los adultos mayores en
la Dirección Regional Norte informaron por lo menos ocho puntos porcentuales
más que las otras regiones en esta variable. La menor proporción que participan en
las decisiones relacionadas con la educación de los hijos o nietos se observó en la
Dirección Regional Centro (por lo menos 15 puntos porcentuales más abajo que la
región inmediata superior).
La mayoría de los adultos mayores dijeron apoyar de alguna forma a su
familia (94%). Aquellos entrevistados en las Direcciones Regionales Norte y Sur
198
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 2
Participación de los adultos mayores derechohabientes
del IMSS, en las decisiones familiares.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
80
70
60
50
Porcentaje
40
30
20
10
0
Educación Vivienda Ropa Alimentación Uso del tiempo libre
Tipo de decisión
notificaron esto con mayor frecuencia (97% en cada una), mientras que la menor
frecuencia se observó en la Dirección Regional del Centro (91%). Nuevamente las
delegaciones del DF presentaron las cifras más bajas en esta variable, mientras que
en delegaciones como Durango, Chiapas, Puebla y Tlaxcala prácticamente todos
los adultos mayores dijeron apoyar de alguna forma a su familia (cuadro V).
Como se puede ver en la figura 3, los tipos de apoyo más frecuentemente
notificados fueron el apoyo moral (77%) y la compañía (68%). Sin embargo, una
tercera parte cuida a los nietos o proporciona la vivienda para la familia, respecti-
vamente; una cuarta parte prepara la comida y una quinta parte de los adultos
mayores da dinero.
La Dirección Regional Norte presentó las proporciones más altas de los que
brindan compañía (72%), cuidan a los nietos (46%), preparan la comida (36%),
proporcionan vivienda (37%), dan apoyo moral (83%), o compran ropa (16%). La
proporción más grande de los que dijeron dar dinero se observó en la Dirección
Regional Occidente (28%).
La delegación Durango presentó una proporción significativamente más alta
que todas las delegaciones y regiones en diferentes aspectos. Casi 92% de los adultos
199
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro IV
Tipo de decisiones en las que participan los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, porcentajes por Dirección Regional.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
mayores dijeron brindar compañía a su familia, 56% cuidan a los nietos, 94% dan
apoyo moral y 61% manifestaron que proporcionan la vivienda para la familia.
Los adultos mayores de la delegación México Toluca notificaron proporcionar
compañía con menor frecuencia (36%), mientras que en la Delegación Uno del DF
informaron cuidar nietos (17%) o dar dinero (10%) con menor frecuencia que en
las otras delegaciones. La menor proporción de adultos mayores que refirieron
preparar la comida se observó en la Delegación Tres del DF,y la menor proporción
de los que suministran ropa en la Delegación Cuatro del DF. Únicamente 13% en
Chiapas dijeron proporcionar la vivienda para la familia y sólo 48% de los
entrevistados en Nuevo León mencionaron dar apoyo moral a su familia.
Una proporción menor de los adultos mayores que reportaron dar algún tipo de
apoyo, dijeron recibirlo a su vez de la familia (72%) y en la mayoría de los casos
mencionaron que este apoyo es espontáneo. La proporción más alta de quienes
refirieron recibir apoyo se observó en la Dirección Regional Norte (79%) y la más
baja en la Centro (68%). Las frecuencias más altas por delegación se observaron en
Nayarit y Sonora (88%) mientras que las más bajas se observaron en Campeche
(55%) y la Delegación Cuatro del DF (57%).
Casi 70% de los adultos mayores dijeron que el apoyo fue en forma de com-
pañía u otro tipo de apoyo. Por otra parte, 60% manifestaron recibir dinero ya sea
en efectivo o a través de la compra de alimentos o medicamentos, y pago de sirvienta
200
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Figura 3
Tipo de apoyo proporcionado a su familia por los adultos mayores
derechohabientes del IMSS.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
90
80
70
60
Porcentaje
50
40
30
20
10
0
Da dinero
Proporciona vivienda
Da apoyo moral
Cuida nietos
Compra ropa
Compañía
Prepara comida
Tipo de apoyo
o de taxis. Asimismo 31% mencionaron recibir apoyo logístico, es decir que los
acompañan al médico o al laboratorio, que les preparan las comidas o les hacen la
limpieza. La mitad de los adultos mayores dijeron recibir consejos de su familia.
Las proporciones más grandes de los que refirieron este último tipo de apoyo,
compañía u otro, se observaron en la Dirección Regional Norte (58, 74 y 89%,
respectivamente). Las proporciones mayores de quienes mencionaron recibir apoyo
logístico o dinero se observaron en la Dirección Regional Centro. Las proporciones
más bajas de todo tipo de apoyo, excepto por la categoría “otro”, se observó en la
Dirección Regional Sur (41%). La proporción más baja de adultos mayores que
refirieron la categoría “otro” se observó en la Dirección Regional Centro (casi la
mitad de la reportada en la Norte). Las proporciones de adultos mayores recibiendo
consejos, compañía o apoyo logísticos fueron más altas en Sonora, mientras que
las cifras más altas de los que recibían dinero se observaron en las delegaciones
México-Oriente y Cuatro del DF (cuadro VI).
201
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuarenta por ciento de los adultos mayores dijeron no tener amigos cercanos; sin
embargo, este porcentaje alcanzó hasta 52% en la Dirección Regional Centro.
Únicamente 11% o menos mencionaron no tener amigo cercanos en Tamaulipas y
Nayarit. La proporción de adultos mayores que dijeron no tener amigos cercanos
fue mayor de 50% en las delegaciones Uno, Dos y Cuatro del DF; México Oriente y
México Toluca. No se observaron diferencias por edad, pero las mujeres indicaron
no tener amigos con una frecuencia significativamente mayor que los hombres
(43% comparado con 36%).
El mayor número promedio de amigos cercanos se observó en la Dirección
Regional Occidente (4.1) mientras que el más bajo se observó en la Centro (2.9).
202
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Cuadro V
Tipo de apoyo familiar que brindan los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, porcentajes por Dirección Regional.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Centro 91.4 9 698 64.9 26.5 15.9 14.8 6.9 33.4 75.6 9 698
Norte 97.3 3 730 72.0 46.2 26.1 35.8 16.4 36.8 83.2 3 730
Occidente 96.2 4 154 72.3 43.8 28.2 33.4 14.5 30.6 76.5 4 154
Sur 97.3 3 994 69.4 44.0 26.6 30.9 15.1 33.7 76.9 3 994
Total 94.4 21 576 68.4 36.5 22.0 25.0 11.5 33.5 77.3 21 576
Nayarit y Baja California Sur fueron las delegaciones con el promedio más alto (6.3
y 5.1, respectivamente), mientras que México Toluca y la Delegación Dos del DF
fueron las del promedio más bajo (2 y 2.3, respectivamente). La mayoría de los
adultos mayores (97%) dijo llevarse bien con sus amigos, 2.5%, regular y 0.4%,
mal.
Sesenta y siete por ciento de los adultos mayores informó reunirse con sus
amigos por lo menos una vez a la semana, una cuarta parte, que una o dos veces al
mes y el resto, que se reúnen con sus amigos con menor periodicidad. La frecuencia
de las reuniones fue menor en la Dirección Regional Centro (59%) comparado con
77% que lo hacen por lo menos una vez a la semana en la Dirección Regional
Occidente. Menos de 54% de los adultos mayores se reunieron con sus amigos por
lo menos una vez a la semana en las delegaciones Uno y Cuatro del D.F., Tamaulipas
y Chiapas, y entre 86 y 92% en las delegaciones de Durango, Colima y Sinaloa.
Únicamente 4% de los adultos mayores mencionaron que se comunican por
carta con sus amigos y en la mayoría de los casos tal comunicación era una vez por
mes o más. Por otra parte 33% dijo comunicarse por teléfono y la mayoría de ellos
(58%) fue una vez por semana o más.
Dieciocho por ciento refirieron que pertenecen a grupos sociales de apoyo,
con el porcentaje más bajo en la Dirección Regional Occidente (17%) y el más alto
en la Norte (20%). Menos de 10% de los adultos mayores pertenecían a grupos
sociales de apoyo en las delegaciones de Morelos, San Luis Potosí, Sinaloa,
Campeche, y Chiapas. Las frecuencias más altas (30% o más de los entrevistados)
se observaron en Durango, Tamaulipas, y Oaxaca.
203
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro VI
Tipo de apoyo familiar que reciben los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, porcentajes por Dirección Regional.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Una proporción alta de los adultos mayores miembros de algún grupo social
de apoyo (61%) informó que asisten a reuniones una o dos veces por semana, 13%
que todos los días y el resto, menos de una vez por semana (cuadro VIII).
Conclusiones
Como se puede ver en los resultados de la Encuesta Nacional de los adultos mayores
derechohabientes del IMSS, afortunadamente sólo una proporción pequeña vive
solo o aislado. La mayoría forma parte de una familia con la cual no sólo vive, sino
interactúa de manera cotidiana brindando y recibiendo apoyo, participando en
decisiones y dando su opinión con respecto a la situación familiar.
La relación de los derechohabientes con su familia o familiares no es de
dependencia, sino de interdependencia,6 en donde los adultos mayores reciben
ayuda, apoyo, o consejos y en la mayoría de las ocasiones ellos a su vez proporcionan
ayuda, apoyo o consejos. Decir que viven en una relación de interdependencia no
significa que viven una situación idealizada en donde todo funciona sin ningún
conflicto o problema, sino que no viven aislados, que participan en una vida de
familia en donde seguramente habrá algunos conflictos, fuentes de estrés, y
ambivalencia en sentimientos, pero donde se sienten apoyados, queridos y útiles.
La familia, y en particular los hijos y cónyuges de los derechohabientes adultos
mayores son la principal fuente de atención cuando éstos se encuentran enfermos
y con necesidad de atención. De nuevo, ello no quiere decir que sea una situación
ideal pues se sabe que son las hijas quienes se convierten en sus cuidadores
204
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
Cuadro VII
Personas que cuidan a los adultos mayores derechohabientes
del IMSS cuando están enfermos, porcentajes por Dirección
Regional. Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
205
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro VIII
Frecuencia de reuniones con amigos y grupos sociales, adultos mayores
derechohabientes del IMSS, porcentajes por Dirección Regional.
Encuesta Nacional sobre Envejecimiento, 1998-1999
Con amigos
Frecuencia de las reuniones
Una vez a la 1-2 veces 2-6 veces Un vez al año Total
semana o más al mes al año
Dirección Regional Centro 17.2 9 695 16.8 27.7 38.4 4.0 13.1 1 507
Dirección Regional Norte 19.8 3 727 6.8 15.0 34.4 6.8 36.9 720
Dirección Regional Occidente 16.9 4 145 12.2 16.8 40.5 7.4 23.1 672
Dirección Regional Sur 18.9 3 991 9.7 16.4 46.1 7.3 20.6 744
Total 17.9 21 558 12.5 20.9 39.6 5.9 21.2 3 643
206
VIDA EN FAMILIA ENTRE LOS ADULTOS MAYORES
entre ricos y pobres, la responsabilidad de ahorrar para responder a los retos del
envejecimiento de manera efectiva recaerían en los individuos mismos. Una
alternativa es el presupuesto gubernamental que siempre es muy limitado y
restringido para las necesidades que es preciso atender. Entonces no parece haber
otra alternativa sino seguir promoviendo las relaciones de interdependencia
intrafamiliar. La familia, en consecuencia es no sólo la respuesta social, sino la
económica para muchas otras situaciones en México, pero en particular para
enfrentar nuestro proceso de envejecimiento.
A nosotros los mexicanos, y sobre todo a los responsables de la organización
de servicios en nuestra institución, nos deben servir estas experiencias para
reflexionar en dónde estamos, por cuál camino vamos andando y a dónde queremos
llegar. ¿Acaso todos los que murieron de calor, o de frío, o están desnutridos o son
maltratados son individuos solitarios sin ningún miembro de la familia nuclear,
extensa o extensa compuesta que pueda reclamar o responder por ellos?
En los países en desarrollo, el llamado bono demográfico nos ha dado la
oportunidad de evaluar los errores de los otros y poder evitar algunos caminos. La
familia no es un ente estático, sino que está en constante evolución, así como lo
están los valores que en cada país reconocemos como importantes. En nuestras
manos está moldear la evolución, los valores y, en este caso en particular, la relación
y el papel de la familia en la atención de los adultos mayores. Esperemos que como
sociedad seamos capaces de responder al proceso de envejecimiento en México, y
en particular en el IMSS con nuestra propia experiencia en la organización de
servicios y la participación activa de la familia.
Referencias
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http://www.um.edu.mt/pub/formosam7.html. Consultado en octubre de 2003.
207
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
208
Depresión en el anciano:
una perspectiva general
Carmen García-Peña,1 Teresa Juárez Cedillo,1
Katia Gallegos-Carrillo,1 Carlos Durán-Muñoz,1
Sergio Sánchez-García1
Introducción
1
Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud. Área Envejecimiento. Centro Médico
Nacional Siglo XXI. Instituto Mexicano del Seguro Social.
209
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Vejez en México
Cuadro I
México: evolución de la población
de 60 años y más, 1950-2050
210
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Cuadro II
Porcentaje de la población de 60 años y más, 1990-2150
País 1990 2000 2010 2020 2030 2050 2075 2100 2125 2150
Reino Unido 20.8 20.7 23.0 25.5 29.6 29.5 29.7 30.3 30.7 30.9
Estados Unidos 16.6 16.5 19.2 24.5 28.2 28.9 29.7 30.3 30.7 30.9
Argentina 13.1 13.7 15.1 17.2 19.3 25.9 28.6 29.7 30.4 30.8
Brasil 6.7 7.7 9.7 13.1 16.9 24.2 27.7 29.3 30.2 30.6
Chile 8.7 9.8 12.2 16.1 20.8 26.4 28.7 29.8 30.4 30.8
Japón 17.3 22.7 29.0 31.4 33.0 34.4 31.0 30.7 30.9 31.0
México 5.7 6.6 8.3 11.2 15.7 24.6 28.3 29.6 30.3 30.7
Fuente: World Bank. Policy Research Report. Averting the Old Age Crisis Policies to protect the old
and promote growth. Washington DC. Oxford University Press, 1994.
triple, de 2.3 millones en 1980 a 7.1 millones en 2010. Para 2150 los porcentajes de
población de 60 años y más serán casi idénticos en México y en el Reino Unido,
Estados Unidos o Japón, aun cuando esos países tuvieron proporciones mucho
más altas que México en 1990.
211
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Epidemiología
212
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Etiopatogenia
213
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
factor; lo habitual es que en ella intervengan varios elementos. Tampoco hay una
respuesta clara que explique porqué unas personas se deprimen y otras no. En
algunos casos sucede sin razón aparente y, en otros, se desencadena por un determi-
nado acontecimiento, o por un hecho negativo. La etiología, por tanto se ha relacio-
nado con diversos procesos tales como aspectos biológicos, experiencias tempranas
de la vida, eventos estresantes, estilo cognitivo, y pérdida de apoyo. Sin embargo,
no es posible explicar la depresión como un fenómeno biológico o psicológico puro.
El apoyo social ha sido especialmente estudiado en relación con la depresión,
parece estar relacionado con los trastornos psiquiátricos en general, así como con
las enfermedades somáticas. Las mediciones del apoyo social incluyen aspectos
como las relaciones íntimas, el grado de integración social, la participación en la
comunidad, el tamaño de la red social y la disponibilidad de buenos amigos.26,27
Acerca de los factores predisponentes en la depresión, Brown y Harris28 los
dividen en dificultades a largo plazo y factores de vulnerabilidad. Los primeros
son circunstancias estresantes prolongadas que pueden, por sí mismas, causar
depresión. Los segundos no la causan por sí mismos, pero actúan aumentando el
efecto de los acontecimientos vitales. Los factores de vulnerabilidad pueden ser
circunstancias vitales particulares de un individuo, o corresponder a algunas
características generales de la sociedad.29
Varios estudios sobre la familia confirman la base hereditaria de la depresión;
las personas cuyos parientes cercanos la han sufrido, son más propensas a padecer
esta enfermedad. Asimismo entre los gemelos idénticos, si uno de ellos tiene depre-
sión, la probabilidad de que el otro la desarrolle igualmente es de 70%, mientras
que el riesgo desciende a 15% para los fraternos y otros hermanos, padres e hijos y
sólo llega a 7% para los nietos, sobrinas y sobrinos. Cuando no hay depresión entre
los parientes cercanos de una persona, ésta tiene sólo de 2 a 3% de probabilidades
de sufrirla.
Un mayor apoyo a la heredabilidad de los trastornos afectivos proviene de
un reciente informe,30 según el cual se han localizado uno o más genes asociados a
la depresión en un punto especifico del cromosoma 6; están localizados junto a un
grupo de genes que controla el sistema HLA (complejo mayor de histocom-
patibilidad) una parte del sistema inmunológico corporal. Así pues, la depresión
puede estar relacionada con el sistema inmunológico de un individuo afectado.
Se atribuye la enfermedad a un mal funcionamiento de los neurotransmisores,
sustancias químicas del cerebro que estimulan tanto como inhiben a otras células.
Un grupo de neurotransmisores, en particular serotonina, dopamina y norepine-
frina, conocidos como aminas biógenas, se consideran implicados en el origen de
la depresión; la escasez de estas aminas enviadas a través del cerebro puede causar
depresión, mientras que un exceso puede producir un estado maníaco. Las inves-
214
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Formas clínicas
215
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
216
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Factores asociados
1. Edad. Aunque existen estudios que señalan que la depresión parece ser más
importante en términos numéricos entre los ancianos más viejos, existen otros
muchos estudios que señalan cifras similares de depresión entre ancianos
mayores de 75 años y aquellos entre 65 y 74 años.
2. Sexo. La sintomatología depresiva es mayor en mujeres que en hombres,
aunque esta diferencia es menos marcada para las formas severas de
depresión.
3. Lugar. La mayor parte de los estudios de depresión en el anciano han sido
realizados en la comunidad, no obstante la prevalencia de depresión varía
en función de la localización del anciano.
4. Existencia de patología concomitante. Muchas depresiones en el anciano se
complican con otras enfermedades psiquiátricas y neurológicas subyacentes.
Allen y Burns,39 en 1995, calcularon la prevalencia de depresión moderada y
severa hasta en 20% de los enfermos con demencia tipo Alzheimer, cifra que
es considerablemente mayor que la encontrada en sujetos ancianos en la
comunidad cruzados para el mismo sexo y edad. La depresión es probable-
mente más frecuente en enfermos con demencia vascular, que con Alzheimer.40
217
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro III
Diferencias en condiciones depresivas en pacientes jóvenes y viejos
Jóvenes Viejos
portantes son: ser mujer, tener un nivel socioeconómico bajo y una baja escolaridad.
Llama la atención el hecho de que, durante los últimos 30 años, en la bibliografía
especializada se ha hecho mención constante a la tasas de incidencia y prevalencia
de trastornos depresivos, las cuales son significativamente más altas entre las
mujeres que entre los hombres.2,3,41
Según algunos datos, los niños que sufren a una edad temprana la pérdida
de personas importantes, sobre todo de sus padres, son a veces más propensos a
desarrollar posteriormente una depresión. Las dificultades de relación, los proble-
mas de comunicación y los conflictos con la familia, con los compañeros de trabajo
o con otras personas pueden también contribuir, así como la soledad, la alienación
y consiguiente depresión. Las dificultades económicas y otros factores de estrés de
la vida tienen igualmente un efecto importante.
La cantidad y calidad del apoyo que la persona recibe de sus relaciones
personales puede protegerle del estrés y de los problemas de la vida cotidiana,
limitando así las reacciones físicas y emocionales a los mismos, entre ellas la depre-
sión. Por otro lado, la ausencia de una relación estrecha y de confianza, ya sea con
su cónyuge, con una pareja o con una amistad, aumenta el peligro de depresión.
Esta situación puede combinarse con factores como el maltrato. Está demostrado
que el matrimonio, hasta cierto punto, protege de la depresión, tanto a las mujeres
como a los hombres. La tasa de depresión aumenta tras la pérdida del cónyuge.
Abuso del alcohol. Este puede provenir del intento de una persona de «enmascarar»
sus síntomas depresivos, y agravar un episodio de depresión. En todo caso, el abuso
del alcohol puede desembocar en una depresión en personas vulnerables. Si se
218
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Diagnóstico
El diagnóstico del trastorno depresivo debe comenzar con una historia clínica y
una exploración concienzuda que incluya una valoración neurológica y del estado
mental.
Es importante destacar, de cara al diagnóstico, que la presentación de la
depresión en el anciano puede ser en forma de múltiples quejas somáticas. Para el
diagnóstico de la depresión se suele recurrir al empleo de pruebas de detección
como instrumentos de valoración útiles, sin embargo, hemos de tener en cuenta
que son herramientas de detección selectiva y no deben suplir la evaluación y la
interacción con el paciente y sus familiares.
En la actualidad se cuenta con una buena cantidad de instrumentos
psicológicos y psiquiátricos para evaluar la depresión, los cuales han sido validados
y utilizados extensamente en poblaciones diversas.
219
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
ideación suicida, alteraciones del ritmo de sueño, influencia del estado anímico en
el trabajo y actividades habituales, cambios en el comportamiento, posible aparición
de síntomas de afectación psicosomática y neuróticos. Cada respuesta positiva de
los ítems explorados se valora con un punto; entre 8 y 14 puntos se orienta hacia
depresiones menores, distimias, etc. Puntuaciones superiores a 14 son sugestivas
de depresiones de moderadas a severas. Este test, de aplicación en atención primaria,
más que como cribado de depresión en ancianos, podría usarse como segunda
prueba (por ejemplo tras un test de Yesavage que sugiera depresión), para valorar
la intensidad del trastorno depresivo, así como la evolución de los síntomas en
relación con el tratamiento.44
Escala de depresión de Zung. Puede emplearse también como cribado. Hay una versión
validada en español con 20 preguntas autoaplicadas, cada una de las cuales tiene
cuatro posibles respuestas y a su vez, cada una de ellas tiene un valor determinado
de 1 a 4. Las puntuaciones más altas se correlacionan con síntomas depresivos más
intensos y presentes. Se considera una puntuación normal hasta 27 puntos; entre
28 y 41 se considera indicativo de depresión leve, valores de 42 a 53 sugieren
depresión moderada y, por encima de 43, depresión grave. Se debe tener en
consideración que en pacientes con trastornos cognitivos, incluso leves, estos tests
psicométricos afectivos pueden dar resultados anormales. También ocurre al
contrario, un test de valoración cognitiva aplicado a sujetos con cognición normal
y con estado depresivo, se pueden ver alterados.45
Tratamiento
220
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Comorbilidad
221
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Pronóstico
222
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Mortalidad
223
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
224
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
225
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
La depresión afecta, más que ningún otro problema de salud mental, a un gran
número de ancianos. La evidencia sugiere que el tratamiento de la depresión en
población anciana es efectivo, ya sea con fármacos, psicoterapia o ambos. Sin em-
bargo, las personas ancianas frecuentemente no reciben tratamiento óptimo, o bien,
no reciben ninguno.
Diversos factores pueden influir en la probabilidad de que un paciente reciba
o no atención específica para hacer frente a síntomas depresivos. Por tanto, son
226
DEPRESIÓN EN EL ANCIANO
Referencias
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epidemiology. Res Commun Ment Health 1985;5: 45-75.
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LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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233
Tercera parte
236
Gasto en la atención a la salud
y en la atención a largo plazo:
estimados para el 2050*
Mandeep Bains,1 Howard Oxley1
Introducción
Este documento describe los estimados del gasto público en la atención a la salud
y en la atención a largo plazo durante el periodo comprendido entre el 2000 y el
2050 utilizando un método de estimación similar en todos los países. ‡ Este
documento recopila la labor por parte de los estados miembros de la Unión Europea
(UE) con información similar para cuatro países adicionales (la República Checa,
Japón, Nueva Zelanda y Noruega) que ha sido proporcionada a la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Ha venido en aumento el
interés en los estimados de esta naturaleza ya que los miembros de la OCDE han
llegado a tomar más conciencia de las implicaciones de la generación que
experimentó una explosión en la natalidad después de la segunda guerra mundial
(baby boom) la disminución consecuente en la tasa de fertilidad y una mayor
longevidad en la estructura de las edades de la población. Todos los países miembros
de la OCDE experimentarán un incremento en la edad, de manera particularmente
* Este capítulo es una traducción de: OCDE. Towards High-Performing Health Systems: Policy Studies.
Paris: OECD (Health Project series), 2004. Se reproduce con autorización expresa de los autores.
1
Mandeep Bains trabaja en la Europe Aid Cooperation Office (Oficina de Cooperación para Ayuda a
Europa), Programa de Seguridad Alimenticia en la Comisión Europea de la Unión Europea. Howard
Oxley trabaja en el Departamento de Economía en la OCDE. Se agradece a sus diversos colegas los
comentarios y, sobre todo, a los representantes de los estados miembros que han proporcionado los
estimados subyacentes.
‡
Este trabajo ha sido realizado por el Grupo de Trabajo de Expertos Ad hoc sobre la Implicación fiscal
de las personas de la tercera edad en la OCDE y el Grupo de trabajo sobre la población de la tercera
edad en la Unión Europea. Estos grupos examinaron el posible impacto de los cambios demográficos
en la mayor parte del gasto público relacionado con la edad (pensiones a personas de la tercera edad,
programas que permitan la jubilación anticipada de la fuerza laboral, atención a la salud y atención
a largo plazo, así como compensaciones para menores y familiares). Estos estimados se interpretaron
sobre los modelos nacionales utilizando los casos de antecedentes convenidos con respecto al ambiente
económico. Véase la referencia 1 para resultados más detallados y la 2 para resultados más recientes
de los países miembros de la UE.
237
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
El método
* Sin embargo, no todos los países están en posición de seguir estas definiciones.
238
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
Los estimados‡
* Un grupo de supuestos comunes se impuso a los países para calcular el PIB durante el periodo de la
estimación. Estos supuestos incluían las tasas de participación, desempleo, productividad, precios e
intereses. El índice del PIB por trabajador (o productividad) se toma como el resultado más probable
mientras los salarios tiendan a seguir la productividad, véase, por ejemplo, Towse.4 Estimados
adicionales con base en el índice del PIB per cápita pueden encontrarse en el documento del Comité
de Políticas Económicas.2
‡
Los resultados para países de la Unión Europea han sido proporcionados por la Comisión. Son los
mismos que aquellos que se presentaron en el Comité de Políticas Económicas5 excepto para el caso
de Italia, en donde se han proporcionado los estimados más recientes.
§
Los datos sobre los costos por grupos de edad no están disponibles para los cuatro países adicionales.
239
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 1
Costos de la atención de la salud exactos per cápita,
por grupos de edad en los países seleccionados.
Gastos porcentuales por individuo como un grupo de PIB per cápita (%)
Reino Unido
Francia
Alemania
Austria Bélgica
Promedio
Finlandia
Suecia
Holanda
Italia
Dinamarca
España
Francia
Austria
a) Los perfiles relacionados con la edad, expresados con un grupo de PIB per cápita, fueron aquellos que se utilizaron
para obtener los estimados del gasto de atención a la salud. El año base utilizado para los estimados varía ligeramente
entre los estados miembros y para que los perfiles refieran diferentes años para diferentes estados miembros: 1997
para Francia; 1998 para Bélgica, Dinamarca, España y el Reino Unido; 1999 para Italia; y 2000 para Alemania,
Finlandia, Holanda, Austria y Suecia.
b) Los perfiles de gastos en este caso se relacionan al gasto público en atención a la salud únicamente. Excluyen
notablemente el gasto privado y el gasto público en la atención a largo plazo.
c) Cuando el perfil por edades es plano al término de la distribución por edades, esto generalmente se debe a un
desglose en los grupos de edad que no están disponibles en las mayores edades en aquellos estados miembros.
Fuente: Retos presupuestales presentados por poblaciones de personas de la tercera edad, EPC 2001.
240
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
Figura 2
Costos de cuidados a largo plazo per cápita
por grupos de edad en los países seleccionados
Gastos promedio por persona como un grupo de PIB per cápita (%)
Dinamarca
Suecia
Holanda
Finlandia
Promedio
Bélgica
Austria
Italia
a) Los perfiles relacionados con la edad, expresados con un grupo de PIB per cápita, fueron aquellos que se utilizaron
para obtener los estimados de los gastos de cuidados a largo plazo. El año base utilizado varía en todos los estados
miembros y por lo tanto los perfiles en la figura se refieren a los diferentes años para diferentes estados miembros:
1998 para Bélgica y Dinamarca; 1999 para Italia; y 2000 para Austria, Finlandia, Holanda y Suecia.
b) Los perfiles de gastos en este caso se relacionan al gasto público en cuidados a largo plazo únicamente.
Notablemente, excluyen los gastos privados.
c) Cuando el perfil etario es plano al término de la distribución por edades, esto generalmente se debe a un desglose
en los grupos etarios que no están disponibles en las mayores edades en aquellos estados miembros.
Fuente: Retos presupuestales presentados por poblaciones de individuos de la tercera edad, EPC 2001.
241
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
aproximadamente tres puntos porcentuales del PIB promedio, con solamente dos
puntos porcentuales por abajo atribuibles a la atención de problemas serios de salud
y únicamente un punto por arriba atribuible a la atención a largo plazo (cuadro I).
Los estimados para los incrementos del gasto en la atención a problemas
serios de salud hasta 2050 varían de alguna forma en todos los países, siendo menor
en Dinamarca, Portugal y Suecia y mayor en la República Checa y Japón. El rango
de estimados es mayor para la atención a largo plazo, reflejando parcialmente los
diversos niveles de gasto público en el año inicial. Por ejemplo, en los países con
menores niveles de gastos en 2000 (España, Francia, Italia y Japón), los incrementos
fueron relativamente modestos, mientras que tendían a ser mayores en los países
con mayor gasto inicial (Holanda, Noruega y Suecia). Esto refleja parcialmente el
hecho de que un incremento proporcional equivalente a una pequeña base dará
como resultado un cambio menor en el nivel de gasto que cuando fueron tomados
de una base mayor. Esto pudiera sugerir que, para los países con poco gasto, estos
estimados pueden calcularse con base en probables tendencias a largo plazo, si
existiera una tendencia para alcanzar los niveles actuales de gasto en otros países.*
Pruebas de sensibilidad
* De igual forma, el incremento puede ser más modesto en, por ejemplo, los países Nórdicos, si alguna
parte del financiamiento de la atención a largo plazo se cambia al sector privado.
242
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
Cuadro I
Estimados de costos de la atención a la salud y a largo plazo:
2000-2050a
Total de atención a la salud Atención a la salud Cuidados a largo plazo
y a largo plazo
Gastos Cambio en Gastos Cambio en Gastos Cambio en los
2000 los gastos 2000-2050 2000 los gastos 2000-2050 2000 gastos 2000-2050
indexados en indexados en productos indexados en
productos por trabajador productos
por trabajador por trabajador
Promedio
de puntose 6.7 3.2 5.2 1.9 1.5 1.2
Promedio
comparablef 6.6 3.1 5.1 1.7 1.5 1.4
Fuente: EPC 2001; EPC 2003; Francia (datos LTC); y las respuestas de Italia al cuestionario EPC; respuestas al cuestionario del
proyecto para estimación de la OCDE.
243
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Recuadro I
Pruebas de sensibilidad
Las siguientes pruebas de sensibilidad se realizaron tanto para la atención a la salud, como
para atención a largo plazo.
Población
Los escenarios de riesgo de crecimiento a la alza / a la baja, son pruebas mecánicas que
suponen que el porcentaje en el gasto de la atención a la salud en todos los grupos de edad
por sexo puede incrementarse en: a) 0.25% al año por arriba y b) 0.25% por año por debajo
al crecimiento de PIB per cápita durante el periodo de estimación para el escenario
demográfico central.
* Este escenario demográfico se basó en los supuestos que estimaron una probabilidad de
aproximadamente dos terceras partes sobre una base de errores anteriores en los estimados de
proyecciones demográficas. Véase Dang y colaboradores1 para mayores detalles.
244
Cuadro II
Costos de la atención a la salud: prueba de sensibilidad
de supuestos alternos. Puntos porcentuales de PIB
Cambio en los gastos 2000-2050: diferencia de valores basales
Gastos Valores basales Cambio Altas expecta- Alta población Ventajas Desventajas Escenario
2000 (nivel) demográficos 2000-2050 tivas de vida demográfica del riesgoa del riesgoa relacionado
2050 (nivel) demográfica indexada en con la mortandad
productos por trabajador
245
Portugal 5.4 6.7 1.3 0.2 -0.1 0.3 -1.2
España 5.0 6.5 1.5 0.5 -0.1 1.2 -0.6
Suecia 6.0 7.2 1.2 0.4 -0.1 0.7 -1.1 -0.5
Reino Unido 4.6 6.0 1.4 0.6 0.1 0.3 -1.1
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
Promedio de puntose 5.2 7.0 1.8 0.4 -0.1 0.8 -0.9 -0.6
Promedio comparable f 5.0 6.6 1.6 0.5 -0.1 0.5 -1.1
a) Los valores se calculan sobre la base de los estimados indexados en el PIB per cápita pero los resultados podrían ser similares a los resultados que utiliza el PIB por trabajador.
b) Los resultados para Irlanda se expresan como un grupo de PIB.
c) No está claro si los resultados para Japón son los índices para el PIB per cápita o PIB por trabajador, los datos proporcionados también son preliminares y deberán tratarse con
precaución.
d) Los resultados para Noruega se indexan sobre la productividad en el sector no petrolero y se expresan como porcentaje del PIB del continente.
e) Promedio no ponderado. Incluye todos los países no disponibles en el punto correspondiente en tiempo.
f) Promedio no ponderado. Incluye Bélgica, Finlandia, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia, Reino Unido, la República Checa y Nueva Zelanda.
Fuente: EPC 2001; Respuestas al cuestionario del proyecto para la estimación de la OCDE.
Cuadro III
Costos de la atención a largo plazo: pruebas de sensibilidad de supuestos alternos.
Puntos porcentuales de PIB
Cambio en los gastos 2000-2050: diferencia de valores basales
Gastos Valores basales Cambio Altas expecta- Alta población Ventajas Desventajas Escenario
2000 (nivel) demográficos 2000-2050 tivas de vida demográfica del riesgoa del riesgoa de mejor
2050 (nivel) demográfica indexada en saluda
productos por trabajador
246
Reino Unido 2.8 4.9 2.1 1.4 0.2 0.5 -0.7
1.7 2.7 1.0 0.5 0.1 0.2 -0.5 -0.9
República Checa 0.9 1.6 0.7 0.2 0.0 0.0 -0.4 -0.5
Japónc 0.1 0.6 0.5 0.1 -0.1
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Promedio de puntose 1.5 2.7 1.3 0.5 0.1 0.2 -0.4 -0.7
Promedio comparablef 1.5 3.0 1.4 0.7 0.1 0.2 -0.5
a) Los valores se calculan sobre la base de los estimados indexados en el PIB per cápita pero los resultados podrían ser similares a los resultados que utiliza el PIB por
trabajador.
b) Los resultados para Irlanda se expresan como un grupo de PIB.
c) No está claro si los resultados para Japón son los índices para el PIB per cápita o PIB por trabajador, los datos proporcionados también son preliminares y deberán
tratarse con precaución.
d) Los resultados para Noruega se indexan sobre la productividad en el sector no petrolero y se expresan como porcentaje del PIB del continente.
e) Promedio no ponderado. Incluye todos los países no disponibles en el punto correspondiente en tiempo.
f) Promedio no ponderado. Incluye Bélgica, Finlandia, Italia, Holanda, Suecia, Reino Unido, la República Checa y Nueva Zelanda.
Fuente: EPC 2001; Respuesta de Francia al cuestionario EPC; respuestas al cuestionario del proyecto para la estimación de la OCDE.
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
* Sin embargo, los estimados en esta base no realizan compensación alguna para un incremento en la
demanda de atención a la salud en el periodo previo a la defunción, por ejemplo, a través de mayores
posibilidades para tratar enfermedades crónicas.
‡
Expertos en Holanda utilizaron la información con respecto a los costos relacionados con aquellas
personas que fallecen (lo que se determinó ser muy estable entre los grupos de edad) para estimar
los costos de la atención a la salud de los sobrevivientes en cada grupo de edad en cada año base.
Después, calcularon los gastos totales por salud sobre la base de esta información de costos y de las
defunciones esperadas en los sobrevivientes por grupos de edad para años futuros, dadas las
posibilidades de mortandad por grupos de edad en periodos posteriores. Para Suecia, los perfiles
de gastos porcentuales por edad, sexo y años restantes de vida se estimaron al observar los datos de
la persona a partir de 1997. Los perfiles del gasto entonces se estimaron al multiplicarlos con los
estimados de la población de 2000-2030, clasificados por edad, sexo y años restantes de vida. Para
los cuidados de pacientes internos, los datos se dividen durante años de vida restantes. Para la
atención de pacientes externos, los datos se dividen entre los sobrevivientes y los fallecidos. Los
gastos para los sobrevivientes se ajustan en forma aproximada para los años restantes de vida. Para
Italia, la división entre los costos de la atención de problemas serios de salud de los sobrevivientes
y de los que fallecen se ha determinado sobre la base de un parámetro (K), distribuido por edad y
sexo, que expresa cuántas veces se excede el consumo de atención a la salud de una persona cuya
expectativa de vida es un año, en porcentaje, al de aquella que sobrevive. Los valores de los perfiles
K se derivaron de un estudio en 1999 en los registros de alta de los hospitales por la Dependencia de
Salud Regional de Tuscany, que abarcaba aproximadamente 6% de la población residente nacional.
247
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
* Batljan y Lagergren6 determinan que los efectos de las expectativas de vida reducen el gasto, según
se estima en un enfoque de valores basales, en 37% para 2030. Masden y colaboradores7 sugieren
que un efecto similar para Dinamarca puede encontrarse en el rango de 25%. Paarkinien9 determina
una disminución muy drástica de 75% para Finlandia en los estimados para 2050 si los costos para
la atención de la salud de aquellas personas mayores de 60 años son aquellos de las personas cinco
años menores al inicio del periodo. Schultz10 sugiere que este enfoque reduce el tamaño del impacto
de las personas de la tercera edad en aproximadamente una tercera parte para Alemania. Stearns y
Norton8 estiman que el impacto de los costos demorados relacionados con la defunción puede
reducir los estimados de costos entre 10 y 15% para 2020 para los Estados Unidos.
‡
Por ejemplo, los patrones de costos para la atención a largo plazo de, digamos, un grupo de entre 70
y 74 años en 2050 serían aquellos para el grupo de edad comprendido entre 65 y 69 años en 2000.
248
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
tercera edad gocen de una mejor salud con una atención a largo plazo. Aunque la
sensibilidad de estos supuestos sólo ha sido aprobada para un pequeño número
de países, estos resultados sugieren que las medidas para promover una mejor
salud entre la gente de la tercera edad pudiera tener efectos importantes en los
costos a largo plazo.
Sin embargo, es importante recordar que en estos cálculos se han ignorado
importantes variables que afectan la demanda de servicio a largo plazo y la atención,
lo que genera ciertas reservas adicionales con respecto a los patrones del gasto a
futuro. En primer lugar, puede esperarse, de hecho, que los cambios en la tecnología
continúen siendo un detonador importante del gasto en la atención a la salud. Los
avances en la tecnología médica han incrementado el bienestar, pero al mismo
tiempo han elevado los costos. Los recientes desarrollos en la reproducción de
imágenes, biotecnología y farmacología, sugieren que estos desarrollos probable-
mente continúen.11 Estos efectos pueden reforzarse si dichos incrementos en los
costos se concentran en los grupos de personas de edad mayor, como ha sido el
caso en las últimas décadas en algunos países (por ejemplo, Francia y Estados
Unidos).
En segundo lugar, los estimados de la población y las tendencias estimadas
en el desarrollo de participación laboral sugieren que la capacidad de las generacio-
nes más jóvenes de cuidar a sus familiares a largo plazo podría ser mucho menor
que en la actualidad:
249
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Anexo
Los límites entre los gastos a menudo son difíciles de calcular. Sin embargo, debido
a que los factores que afectan estos dos componentes de la salud son muy diferentes,
es importante considerar estimados individuales para ambos. Al definir el gasto en
los servicios de atención a problemas serios de salud y a largo plazo, se les pidió a los
países que cumplieran con las definiciones del Sistema de Contabilidad de la Salud
(SHA, por sus siglas en inglés) de la OCDE.
La atención de problemas serios de salud deberá incluir:
* Estos aspectos se tratarán con mayor detalle en el estudio del Proyecto de la Salud de la OCDE
sobre recursos humanos en la atención a la salud.
250
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
Método de estimación
Paso 1. Estimación de los perfiles del gasto actual relacionado con la edad tanto
para hombres como para mujeres para el año base.
El total del gasto de la atención a la salud (HH) en el año base b deberá
distribuirse entre los géneros masculino (M) y femenino (F) en los diferentes grupos
por edades de conformidad con la siguiente identificación:
* En términos prácticos, una vez que los microperfiles del gasto hayan sido generados para el año
base, éstos podrían relacionarse con los perfiles demográficos para el año base. Los costos promedio
de la atención a la salud por grupos de edad es probable que provengan de diferentes fuentes y
pueden no ser consistentes con el gasto público total en la atención a la salud. Los costos per cápita en
cada grupo de edad /de sexo deberán multiplicarse por la población en cada grupo de edad/ de
sexo y el producto sumado por dichos grupos. Esta suma deberá entonces compararse con los macro
datos en el gasto general y un escalonado (Kb) calculó que esos microperfiles deberán escalarse o
disminuirse para que den el grupo correspondiente de PIB en el año base.
251
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Los estimados se indexan en cada PIB per cápita o PIB por trabajador (pro-
ductividad). En el último caso Pj se refiere al número de empleados en el año j.
Únicamente los estimados basados en el PIB por trabajador se han mostrado con lo
que parece ser el resultado más probable:
Los resultados con respecto a los valores basales no sufren cambio alguno si
el método del índice utiliza el PIB por trabajador o PIB per cápita.
Paso 3. La presentación de los resultados como un grupo del PIB nacional estimado
para cada año de estimación. Los resultados pueden entonces expresarse en los
términos del PIB estimado para cada año de estimación al dividir los niveles del
PIB estimados:
HHSj = HHj
GDPj
y HHSj = estimación del gasto total de atención a la salud como un grupo del PIB
nacional en el año j.
252
GASTO EN LA ATENCIÓN A LA SALUD
pero los costos en cada grupo de edad se incrementan en línea con el PIB por
trabajador.
Nótese que Noruega únicamente presentó información sobre las bases de las
tendencias esperadas en la economía no petrolera, a pesar de que su gasto se toma
como un grupo del PIB total para que se tome en cuenta el impacto del resultado
esperado del inventario petrolero.
Referencias
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spending. Documentos de trabajo del Departamento de Economía de la OCDE (No.
305), 2001.
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Unión Europea: EPC/ECFIN/432/03 final. 2003.
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poblaciones de individuos de la tercera edad: el impacto en el gasto público con respecto
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10. Schultz E. Scenarios for health care systems in an ageing society. Documento presentado
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12. Burniaux JM, Dang T-T, Fore D, Förster M, Mira D'ercole M, Oxley H. Income distribution
and poverty in selected OECD countries. Documentos de trabajo del Departamento de
Economía de la OCDE (No. 189), 1998.
253
Ingresos por pensiones
y condición de ocupación laboral
de los adultos mayores de México
Jorge Meléndez,1 Francisco Zarco1
Introducción
1
Director y Asesor, respectivamente, Dirección de Planeación y Finanzas del Instituto Mexicano del
Seguro Social. Los resultados y opiniones de este trabajo son expresados a título personal.
255
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 1
Porcentaje de población mayor a 65 años en países de la OCDE
80
70 G
G
H FH
60
HG F
HG F
50
H H H F
Porcentaje
40 H FG
H FG
FG FG F F F F F
30 FHG FG F
FHG F
F
20 F F F
10
0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
En la figura 2 se muestran las estimaciones del cambio esperado del perfil salarial
de un trabajador promedio durante los próximos 25 años. Como se aprecia, se
proyecta una reducción absoluta y relativa del salario de los trabajadores mayores,
es decir, los que tienen más edad y experiencia.
256
INGRESOS Y CONDICIÓN DE OCUPACIÓN LABORAL
Figura 2
Cambio proyectado en la estructura de salarios
por edad-experiencia en México, 2003-2028
1,95
1,85
F
F FF
FF
1,75
FF
1,65
F FF
F FF
GGGG
FFF GGGGGGGG
1,55
F
Indice del salario
F G
1,45
FFF GGGGG
G G
F FG
G GGGGG
FF
1,35 G
GG FG F
GGGGGFFF
1,25
G G G G G GGGGG FFFF
GGGG FF F
1,15 FFF
F F FFF
F
1,05
FFF
0,95
0,85
0,75
1 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33 36 39 42 45 48
Años de experiencia
F 2003 G 2028
Fuente: referencia 1
* El estudio citado encuentra, además del impacto por el incremento previsto del número de trabajadores
adultos mayores, un cambio autónomo de la demanda de trabajo durante el periodo 1987-1999 a
favor del empleo de los jóvenes, el cual, de continuar, podría tener en el largo plazo un impacto sobre
los salarios de los trabajadores de edad avanzada de una magnitud similar al del envejecimiento
poblacional
257
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro 1
Población de 65 años y más de edad en México, 2002
Tamaño de la localidad (habitantes)
Nacional De 2 500 y más De menos de 2 500
Total % Total % Total %
Total nacional de habitantes 101 855 729 76 748 640 75 .4 25 107 089 24.6
Adultos de 65 y más años 6 076 453 6.0 4 224 564 5.5 1 851 889 7.4
Hombres 2 839 618 46.7 1 875 527 44.4 964 091 52.1
Mujeres 3 236 835 53.3 2 349 037 55.6 887 798 47.9
Total nacional de hogares 24 650 169 18 829 954 76.4 5 820 215 23.6
personas con edades de 65 años o más, las cuales representaban 6% del total
poblacional. Estos individuos vivían en 4 587 342 hogares, es decir, 18.6% del total
nacional: casi uno de cada cinco hogares mexicanos tenía un adulto mayor.
En valor absoluto, hay un mayor número de adultos mayores que habitan en
centros urbanos de 2 500 y más habitantes, aunque proporcionalmente, este grupo
de población tiene un peso superior en las localidades más pequeñas –7.4% .
También es interesante notar que 61% de los adultos mayores son considerados
los jefes de los hogares donde habitan.
En el cuadro II se describen las condiciones de percepción de ingresos pro-
venientes de una pensión de estas personas. Es de notar que 32.2% de los adultos
mayores no perciben ingresos y que solamente 18.7% del total recibe una pensión.
De los aproximadamente seis millones de personas de 65 años y más de edad, sólo
un poco más de un millón recibe una pensión.
El porcentaje de los que perciben una pensión es muy inferior en las locali-
dades pequeñas, donde la cobertura de la seguridad social es baja. Otro elemento
258
INGRESOS Y CONDICIÓN DE OCUPACIÓN LABORAL
Cuadro 1I
Población de 65 años y más de edad en México
por condición de percepción de una pensión, 2002
Tamaño de la localidad (habitantes)
Nacional De 2,500 y más De menos de 2,500
Total % Total % Total %
Adultos de 65 y más que reciben pensión 1 136 988 18.7 989 381 23.4 147 607 8.0
Hombres 743 392 65.4 641 627 64.9 101 765 68.9
Promedio de la pensión (mensual) $2 345.5 $2 480.4 $1 635.4
Mujeres 393 596 34.6 347 754 35.1 45 842 31.1
Promedio de la pensión (mensual) $1 891.2 $1 987.3 $1 322.5
Total de hogares con adultos de 65 y más 4 587 342 3 202 851 1 384 491
Hogares con ingreso monetario de
adultos de 65 y más 3 620 970 78.9 2 417 718 75.5 1 203 252 86.9
Hogares con adultos de 65 y más como
perceptores únicos 1 695 110 46.8 1 096 709 45.4 598 401 49.7
Hogares con adultos de 65 y más como
perceptores complementarios 1 925 860 53.2 1 321 009 54.6 604 851 50.3
Hogares donde los adultos mayores son
el mayor perceptor complementario 720 732 37.4 418 145 31.7 302 587 50.0
a destacar es que los promedios de las pensiones recibidas son más reducidos para
las mujeres: la pensión promedio de los hombres es de $2 346 mensuales, mientras
que el promedio femenino es de $1 891.
También es importante decir que 46.8%, esto es, casi la mitad de los hogares
con personas de 65 años y más los tienen a ellos como los únicos perceptores de
ingresos, lo cual se debe tomar en cuenta cuando se analicen los determinantes de
su condición de trabajo. En definitiva, los adultos mayores se concentran de forma
muy mayoritaria en hogares en los que el sustentador principal es, también, una
persona en edad de jubilación y sólo de forma residual en otros hogares.
En el cuadro III se muestra que 55% de los adultos mayores tienen trans-
ferencias, entre las que se incluyen las pensiones, como su fuente de ingresos, es
259
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro 1II
Población de 65 años y más de edad en México
por condición de percepción de ingresos monetarios, 2002
Tamaño de la localidad (habitantes)
Nacional De 2,500 y más De menos de 2,500
Total % Total % Total %
Adultos de 65 y más que perciben ingreso 4 118 369 2 690 751 1 427 618
A. Remuneraciones al trabajo 651 329 15.8 439 672 16.3 211 657 14.8
B. Ingresos por negocios propios 796 801 19.3 438 002 16.3 358 799 25.1
C. Ingresos por cooperativas 1 814 0.0 1 814 0.1
D. Ingresos de sociedades 5 811 0.1 5 811 0.2
A. Remuneraciones al trabajo 641 716 17.7 434 383 18.0 207 333 17.2
B. Ingresos por negocios propios 661 808 18.3 355 006 14.7 306 802 25.5
C. Ingresos por cooperativas 1 814 0.1 1 814 0.2
D. Ingresos de sociedades 5 811 0.2 5 811 0.2
E. Ingresos de empresas que funcionan
como sociedades 141 084 3.9 128 011 5.3 13 073 1.1
F. Ingresos por renta de la propiedad 138 410 3.8 103 087 4.3 35 323 2.9
G. Transferencias 1 942 645 53.6 1 335 299 55.2 607 346 50.5
H. Otros ingresos 2 628 0.1 1 265 0.1 1 363 0.1
I. Percepciones financieras y de capital 85 054 2.3 54 856 2.3 30 198 2.5
260
INGRESOS Y CONDICIÓN DE OCUPACIÓN LABORAL
decir, 2 264 006 personas con edades de 65 años y más dependen económicamente
de ellas.
De cualquier forma, un porcentaje muy elevado, 35.1%, depende de ingresos
derivados de actividades laborales, ya sea por salarios o por ingresos provenientes
de negocios propios. En total, 1 448 130 personas en edad avanzada notifican remu-
neraciones al trabajo o ingresos por negocios propios.
* Como se ha explicado, un gran porcentaje de los adultos mayores que trabajan lo hacen por cuenta
propia, en actividades agrícolas. Es por ello que quizá para estos grupos estén subestimados sus
ingresos efectivos, debido a que tienen un componente importante de autoconsumo. Por otro lado,
ya se mostró en el cuadro II que los niveles promedio de las pensiones son inferiores en las localidades
más pequeñas. Por estas razones, una hipótesis, a examinar en otra ocasión es que, una vez tomados
en cuenta los elementos de autoconsumo que intervienen en las ganancias de las personas con edades
avanzadas que trabajan, probablemente también sea cierto que sus ingresos efectivos tiendan a ser
muy parecidos a los niveles promedio de las pensiones a las cuales podrían tener acceso.
261
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro 1V
Población de 65 años y más de edad en México
por condición de trabajo, 2002
Tamaño de la localidad (habitantes)
Nacional De 2,500 y más De menos de 2,500
Total % Total % Total %
Condición laboral 2 180 917 35.9 1 217 404 28.8 963 513 52.0
Jefe 1 777 097 81.5 999 249 82.1 777 848 80.7
Cónyuge 268 708 12.3 136 301 11.2 132 407 13.7
Otros 135 112 6.2 81 854 6.7 53 258 5.5
No trabaja 3 895 536 64.1 3 007 160 71.2 888 376 48.0
Posición en el trabajo
1. Obrero o empleado no agropecuario 484 926 22.2 410 868 33.7 74 058 7.7
2. Jornalero rural o peón de campo 198 194 9.1 52 015 4.3 146 179 15.2
3. Trabajador sin retribución
de negocio o empresa no hogar 11 818 0.5 5 909 0.5 5 909 0.6
4. Miembro de una cooperativa 1 814 0.1 0.0 1 814 0.2
5. Cuenta propia sin empleados asalariados 1 244 994 57.1 636 984 52.3 608 010 63.1
6. Patrón, empleador o propietario
de negocio (1-5 trab.) 133 789 6.1 54 065 4.4 79 724 8.3
7. Patrón. empleador o propietario
de negocio (6-más trabs) 21 670 1.0 18 853 1.5 2 817 0.3
8. Trabajador sin pago en un negocio del hogar 83 712 3.8 38 710 3.2 45 002 4.7
Rama de actividad económica 2 180 917 100 1 217 404 100 963 513 100
Agricultura. ganadería. forestal.
caza y pesca 953 874 43.7 261 881 21.5 691 993 71.8
Minería, electricidad, agua,
y suministro de gas 1 161 0.1 1 161 0.1 00
Construcción 55 987 2.6 47 460 3.9 8 527 0.9
Industria manufacturera 221 125 10.1 149 346 12.3 71 779 7.4
Comercio 453 190 20.8 363 357 29.8 89 833 9.3
Servicios 434 774 19.9 340 280 28.0 94 494 9.8
Actividades de gobierno
y de organismos internacionales 60 806 2.8 53 919 4.4 6 887 0.7
Ingresos promedio
1. Remuneraciones al trabajo $2 184.0 $2 891.9 $1 145.8
2. Ingresos netos de negocios propios $1 578.9 $2 165.7 $1 05.3
3. Ingresos netos por cooperativas $2 000.0 $0.0 $2 000.0
4. Ingresos netos por renta de la propiedad $1 945.1 $2 629.5 $900.5
5. Transferencias $1 153.4 $1 541.4 $894.7
6. Otros ingresos $699.4 $2 027.8 $300.8
262
INGRESOS Y CONDICIÓN DE OCUPACIÓN LABORAL
del individuo, entre los cuales se incluye el de una pensión, en caso de que la
reciba. También se analiza el efecto que sobre la condición de trabajo puede tener
el salario al cual el adulto mayor tendría acceso.
En el cuadro V se presenta un modelo de determinación del salario potencial
de una persona con 65 años o más de edad y de la probabilidad de que ésta trabaje.
La estimación es de máxima verosimilitud de una ecuación del salario de un adulto
mayor, condicionado en que sólo se observa el salario por hora de quien esté
trabajando.*,3
En el panel inferior se presentan los resultados de la estimación de la proba-
bilidad de que la persona trabaje, bajo el supuesto de que el error no observado se
distribuye de acuerdo a una Normal. En el panel superior, por otro lado, se muestran
los estimados de la ecuación del salario potencial ajustada por la autoselección de
la muestra durante la determinación de la condición de trabajo. Los modelos se
estiman por separado para hombres y mujeres.
Como se aprecia en la parte inferior, influyen negativamente en la probabi-
lidad de trabajar el monto del ingreso por pensiones que pueda tener el adulto
mayor y los ingresos del resto de su familia –incluyendo sus propios ingresos que
provengan de fuentes diferentes al trabajo. Es decir, si la persona tiene ingresos
que no provienen de un esfuerzo laboral, entonces es menos probable que trabaje.
Con la ecuación del panel superior se construye un estimado del salario po-
tencial que podría obtener una persona de 65 años o más de edad en el caso de que
trabajara, dadas sus características de educación, experiencia y otras listadas entre
las variables explicativas. Se debe recordar que este estimado del salario está corre-
gido por la autoselección de la muestra en la etapa de determinación de la condición
de trabajo.
En el cuadro VI se presenta un modelo de la probabilidad de que el adulto
mayor trabaje en el cual se incluye la estimación de su salario potencial como otra
más de las variables explicativas, haciendo el supuesto de que el factor no observado
en la ecuación a estimar se distribuye de acuerdo a una Normal (modelo probit).
De nueva cuenta, se encuentra que si la persona tiene otras fuentes de ingreso
que no dependan de su participación laboral, como es el caso de la pensión, de
ingresos de otros familiares, o simplemente de otros propios no provenientes de su
trabajo —rentas, dividendos y otros—, entonces es menos probable que trabaje.
* El modelo tiene la misma estructura que el clásico ejemplo de selectividad en la determinación de los
salarios, sin embargo, no se estima mediante el procedimiento de dos etapas propuesto por Heckman,
sino que se utiliza un método de máxima verosimilitud con información completa. Véase referencia 3.
263
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro V
Determinantes del salario potencial
de un adulto mayor y de la probabilidad de que éste trabaje,
modelo de autoselección en dos etapas
Hombres Mujeres
Coeficiente Error Estándar Coeficiente Error Estándar
Probabilidad de trabajar
* No significativo al 5%
264
INGRESOS Y CONDICIÓN DE OCUPACIÓN LABORAL
Cuadro VI
Determinantes de la probabilidad de que un adulto mayor trabaje
modelo probit con salario potencial como variable explicativa
Hombres Mujeres
Coeficiente Error Estándar Coeficiente Error Estándar
* No significativo al 5%
Conclusiones
Se han descrito algunas de las condiciones de trabajo más relevantes de las personas
de 65 años y más de edad en México, con base en datos de una encuesta nacional
realizada por INEGI (ENIGH 2002).2
265
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Se encontró que 35.9% trabaja y que la mayoría se ocupa por cuenta propia y
en actividades agrícolas, o bien, en los sectores de comercio y servicios.
El principal resultado es que se verificó que cuando un adulto mayor no
cuenta con una pensión, o con otros ingresos no provenientes de un esfuerzo laboral,
como puede ser el caso de ahorros o inversiones, se incrementa la probabilidad de
que trabaje, es decir, la falta de cobertura de la seguridad social entre las personas
de edad avanzada provoca un incremento en su oferta laboral.
Esto da origen a un círculo vicioso en el cual se deterioran las condiciones
económicas de empleo de aquellos en la tercera edad, pues también se presenta
evidencia que indica que al aumentar la oferta laboral agregada de todos los adultos
mayores, se reduce su salario relativo de equilibrio en el mercado.
Para superar esta cadena de eventos que culmina con el empobrecimiento de
las personas con 65 años o más de edad, es necesario expandir la cobertura de la
seguridad social entre los trabajadores activos para asegurar que cuando alcancen
las edades más avanzadas puedan disfrutar de una pensión. El aspecto pensional
contribuye en parte a mejorar la calidad de vida en cuanto al aseguramiento de
ingresos monetarios que disminuyan la dependencia del adulto mayor de sus fami-
liares o de la sociedad.
Por otro lado, también debe haber una preocupación por el nivel actual de
los montos de las pensiones que reciben los adultos mayores, los cuales se sitúan
en promedio entre $2 300 y $1 900 mensuales, aproximadamente, dependiendo de
si la persona es hombre o mujer.
Se ha estimado que para reducir en 30% la proporción de personas en edad
avanzada que trabajan sería necesario incrementar este promedio a un poco más
del doble del monto de las pensiones actuales.
De ahí que una vez más, se tenga que afirmar que la población adulta mayor
constituye un grupo social vulnerable. Su vulnerabilidad está fuertemente anclada
en su inseguridad económica.
Referencias
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la seguridad social en México. Conferencia Interamericana de Seguridad Social. Revista
Seguridad Social 2003; 241.
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3. Greene, WH. Econometric analysis. 4a. edición. New Jersey: Prentice-Hall, 2000.
266
Envejecimiento y trabajo
Víctor Hugo Borja Aburto1
1
Coordinador de Salud en el Trabajo, Instituto Mexicano del Seguro Social.
267
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
268
ENVEJECIMIENTO Y TRABAJO
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2. Ilmarinen J. Aging and work coping with strengths and weaknesses. Scand J Work
Environ Health 1997; 23:3-5.
269
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
270
Cáncer en el adulto mayor
Laura L. Tirado-Gómez,1
Alejandro Mohar Betancourt1,2
1
Instituto Nacional de Cancerología, Secretaría de Salud, México.
2
Instituto de Investigaciones Biomédicas, Universidad Nacional Autónoma de México.
271
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro I
Población de 65 años y más en México. 1950, 2000 y 2030
Población total 25 791 017 3.4 97 483 412 4.9 126 964 232 12.0
65 a 69 años 334 197 38.6 1 660 785 35.0 5 334 925 34.9
70 a 74 años 240 788 27.8 1 245 674 26.2 4 041 342 26.4
75 a 79 años 128 729 14.9 865 270 18.2 2 729 645 17.8
80 a 84 años 92 564 10.7 483 876 10.2 1 674 628 10.9
85 y más años 69 336 8.0 494 706 10.4 1 516 297 9.9
Suma 865 614 100 4 750 311 100 15 296 837 100
Fuente: Para 1950: VII Censo General de Población, 1950. México. D.F. Dirección General de Estadística,
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Para 2050: Proyección de población 2000-2050. Consejo Nacional de Población. Disponible en:
www.conapo.gob.mx/m_en_ cifras/principal.html
tanto con la falta de atención, como a la alta demanda de usuarios, el alto costo y la
falta de recursos e insumos durante la atención de los mismos.6
En México no se cuenta con información sobre las tasas de incidencia del
cáncer, lo que se tiene es el número de casos nuevos notificados por los patólogos y
médicos oncólogos incorporados al Registro Histopatológico de Neoplasias Malig-
nas (RHNM). Sin embargo, dada la alta letalidad para la gran mayoría de los cán-
ceres, el comportamiento de la mortalidad por neoplasias malignas constituye un
indicador de gran utilidad para el diseño y desarrollo de programas preventivos y
de control de dichas patologías. También para la planeación de recursos de atención
médica que permitan enfrentar este grave problema de salud a corto y mediano plazo.
Con el objeto de contribuir a la epidemiología descriptiva del cáncer en nuestro
país, el presente trabajo muestra el perfil epidemiológico del adulto mayor con
diagnóstico de cáncer en el año 2000, a través de la información contenida en el RHNM.
Para este análisis tomaremos como punto de corte para la edad el establecido por
la Organización Panamericana de la Salud a partir de 1994, siendo personas de 65
años o más.7
272
CÁNCER EN EL ADULTO MAYOR
Morbilidad
Mortalidad
273
Cuadro II
Morbilidad mundial por tumores malignos en adultos mayores,
según causa y género, 2000
CIE-9 Hombres causa Casos Tasa % CIE-9 Mujeres causa Casos Tasa %
Total casos de cáncer, todas las edades 10 086 521 8 969 341
1 162 Pulmón 491 355 271.9 20.8 174/5 Mama 330 485 138.9 8.7
2 185 Próstata 408 076 225.8 17.3 153/54 Colon/recto 273 846 115.1 7.2
3 151 Estómago 286 018 158.3 12.1 162 Pulmón 198 259 83.3 5.2
4 153/54 Colon/recto 278 746 154.3 11.8 151 Estómago 181 687 76.4 4.8
5 188 Vejiga 160 915 89.0 6.8 180 Cérvix uterino 99 636 41.9 2.6
6 155 Hígado 143 692 79.5 6.1 182 Cuerpo uterino 82 543 34.7 2.2
7 150 Esófago 129 103 71.4 5.5 155 Hígado 79 693 33.5 2.1
8 157 Páncreas 63 297 35.0 2.7 150 Esófago 68 779 28.9 1.8
274
9 149 Cavidad oral 60 718 33.6 2.6 157 Páncreas 67 515 28.4 1.8
10 161 Laringe 58 289 32.3 2.5 183 Ovario 61 713 25.9 1.6
11 200 Linfoma no Hodgkin 57 810 32.0 2.4 200 Linfoma no Hodgkin 54 248 22.8 1.4
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
12 189 Riñón 53 311 29.5 2.3 188 Vejiga 49 737 20.9 1.3
13 204 Leucemia 46 073 25.5 1.9 149 Cavidad oral 39 201 16.5 1.0
14 146/48 Otros laríngeos 34 403 19.0 1.5 189 Riñón 36 910 15.5 1.0
15 191/92 Cerebro y sistema nervioso central 23 922 13.2 1.0 204 Leucemia 36 981 15.5 1.0
16 172 Melanoma y piel 22 652 12.5 1.0 172 Melanoma y piel 27 106 11.4 0.7
17 203 Mieloma múltiple 21 472 11.9 0.9 191/92 Cerebro y sistema nervioso central 21 715 9.1 0.6
18 147 Nasofaringe 7 895 4.4 0.3 203 Mieloma múltiple 21 680 9.1 0.6
19 193 Tiroides 7 597 4.2 0.3 193 Tiroides 19 769 8.3 0.5
20 201 Enfermedad de Hodgkin 5 094 2.8 0.2 161 Laringe 8 916 3.7 0.2
140/208 Otras causas 2 587 537 1 430.6 52.3 140/208 Otras causas 2 024 221 844.6 53.5
Figura 1
20 principales causas de morbilidad mundial
por tumores malignos, 2000
Causa Hombres
Enfermedad de Hodgkin
Tiroides
Nasofaringe
Mieloma múltiple
Melanoma y piel
Cerebro y sistema nervioso central
Otros laríngeos
Leucemia
Riñón
Linfoma no Hodgkin
Laringe
Cavidad oral
Páncreas
Esófago
Hígado
Vejiga
Colon/recto
Estómago
Próstata
Pulmón
0 50 100 150 200 250 300
Tasa por 100 000 habitantes
Causa Mujeres
Laringe
Tiroides
Mieloma múltiple
Cerebro y sistema nervioso central
Melanoma y piel
Leucemia
Riñón
Cavidad oral
Vejiga
Linfoma no Hodgkin
Ovario
Páncreas
Esófago
Hígado
Cuerpo uterino
Cérvix uterino
Estómago
Pulmón
Colon/recto
Mama
0 20 40 60 80 100 120 140
Tasa por 100 000 habitantes
275
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 3
Distribución de casos de tumores malignos por género,
México 2000
Hombres Mujeres
Cuadro III
Diez principales causas de morbilidad por tumores malignos
en el adulto mayor según género, México 2000
Fuente: Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas. Dirección General de Epidemiología. SSA, 2000.
276
CÁNCER EN EL ADULTO MAYOR
Figura 4
Cinco primeras causas de morbilidad por tumores malignos
en México, 2000
Causa
Bronquios y pulmón
Vejiga urinaria
Estómago
Mama
Piel
Próstata
0 5 10 15 20 25 30
Porcentaje
Mujeres Hombres
colorrectal; en general las tasas fueron mayores en los hombres, a excepción del
cáncer de mama (cuadro V).
En México de 1990 a 2001, los tumores malignos ocuparon el segundo lugar
como causa de muerte en el adulto mayor (cuadro VI) y han mostrado una tendencia
ascendente en su mortalidad proporcional, así en el caso de los hombres la propor-
ción se incrementó de 12.2 en 1990 a 13.4 en 2001, y en la mujeres de 11.6 a 12.4
(figura 6).
En el año 2000, de acuerdo con los datos del RHNM, se registraron 29 183
defunciones en el adulto mayor y constituyeron 24.5% de las muertes por cáncer
(55 006) y 13.5% de todas las defunciones (216 412). Se observó predominio del
sexo masculino (cuadro VII).
Los primeros cinco lugares, de acuerdo con la topografía, fueron, en hombres:
próstata con una tasa de 153.1 por 100 000 habitantes, pulmón (128.7), estómago
(73.7), hígado (55.9) y páncreas (34.8). En las mujeres estos lugares estuvieron
ocupados por cáncer del cuello del útero (tasa = 65.7 x 100 000 hab.), hígado,
estómago, pulmón y mama. Llama la atención que el cáncer de pulmón se presenta
dentro de los primeros cinco lugares en ambos grupos, pero con la variante de que
la tasa de mortalidad registrada en hombres es tres veces mayor, lo cual muy
277
Cuadro IV
Morbilidad por tumores malignos en el adulto mayor según género.
Instituto Nacional de Cancerología 1997 y 2001
1997 2001
Lugar CIE-10 Tumor Hombres Mujeres Total % CIE10 Tumor Hombres Mujeres Total %
1 53/54 Cuello del útero 0 222 222 18.2 50 Mama 0 170 170 11.8
2 44 Tumor maligno de la piel 46 66 112 9.2 53/54 Cuello del útero 0 237 237 16
3 50 Mama 1 96 97 8.0 44 Tumores malignos de la piel 62 91 153 10.6
4 61 Próstata 89 0 89 7.3 61 Próstata 99 0 99 6.8
5 34 Bronquios y pulmón 41 21 62 5.1 34 Bronquios y pulmón 38 37 75 5.2
6 16 Estómago 24 25 49 4.0 83 Linfoma no Hodgkin difuso 30 22 52 3.6
7 83 Linfoma no Hodgkin difuso 18 25 43 3.5 16 Estómago 30 18 48 3.3
8 43 Melanoma maligno 16 24 40 3.3 32 Laringe 39 2 41 2.8
9 32 Laringe 31 3 34 2.8 56 Ovario 0 33 33 2.3
10 56 Ovario 0 29 29 2.4 43 Melanoma maligno 8 24 32 2.2
278
11 67 Vejiga urinaria 20 9 29 2.4 22 Hígado y vías biliares intrahepática 15 15 30 2.1
12 18 Colon 6 18 24 2.0 73 Tiroides 10 16 26 1.8
13 73 Tiroides 4 19 23 1.9 15 Esófago 16 10 26 1.8
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Total defunciones por cáncer, todas las edades 6 683 060 5 031 924
1 C162 Pulmón 469368 259,7 13,21 C162 Pulmón 181311 76,2 7,0
2 C151 Estómago 227232 125,7 6,39 C153/54 Colon/recto 161114 67,7 6,2
3 C185 Próstata 176698 97,8 4,97 C151 Estómago 149117 62,7 5,7
4 C153/54 Colon/recto 158769 87,9 4,47 C174/5 Mama 147972 62,2 5,7
5 C155 Hígado 141746 78,4 3,99 C155 Hígado 81818 34,4 3,1
6 C150 Esófago 118608 65,6 3,34 C157 Páncreas 70601 29,7 2,7
7 C188 Vejiga 69683 38,6 1,96 C180 Cérvico uterino 67734 28,5 2,6
8 C157 Páncreas 65774 36,4 1,85 C150 Esófago 62220 26,2 2,4
9 C204 Leucemia 40883 22,6 1,15 C183 Ovario 50870 21,4 2,
279
10 C200 Linfoma no Hodgkin 38679 21,4 1,09 C200 Linfoma no Hodgkin 34919 14,7 1,3
11 C161 Laringe 35927 19,9 1,01 C204 Leucemia 34188 14,4 1,3
12 C189 Riñón 31732 17,6 0,89 C182 Cuerpo uterino 28200 11,9 1,1
CÁNCER EN EL ADULTO MAYOR
13 C149 Cavidad oral 30417 16,8 0,86 C188 Vejiga 25051 10,5 1,0
14 C146/48 Otros laríngeos 23882 13,2 0,67 C189 Riñón 21054 8,9 0,8
15 C191/92 Cerebro y sistema nervioso central 21325 11,8 0,60 C149 Cavidad oral 20050 8,4 0,8
16 C203 Mieloma múltiple 18396 10,2 0,52 C191/92 Cerebro y sistema nervioso central 19867 8,4 0,8
17 C172 Melanoma y piel 8791 4,9 0,25 C203 Mieloma múltiple 18047 7,6 0,7
18 C147 Nasofaringe 6616 3,7 0,19 C193 Tiroides 9856 4,1 0,4
19 C193 Tiroides 4686 2,6 0,13 C172 Melanoma y piel 8483 3,6 0,3
20 C201 Enfermedad de Hodgkin 3311 1,8 0,09 C146/48 Otros faríngeos 5886 2,5 0,2
C140/208 Otras causas 1861677 1029,5 52,38 C140/208 Otras causas 1403103 585,3 53,9
Fuente: GLOBOCAN 2000. Cancer Incidence, Mortality and Prevalence Worldwide. Ferlay J, Bray F, Pisani P, Parkin DM. Lyon: IARC Press, 2001.
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Figura 5
Distribución mundial de defunciones por tumores malignos,
por género, 2000
Hombres Mujeres
Cuadro VI
Porcentaje de defunciones de personas de 65 años y más
por causa, México 1990-2001
Causa 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Enfermedades del corazón 21.5 21.8 22.1 22.4 22.9 22.9 22.9 23.3 23.4 23.2 23.1 23.1
Tumores malignos 12.2 12.3 12.6 12.6 12.8 12.6 12.5 12.7 12.7 12.8 13.4 13.4
Diabetes mellitus 8.7 9 9.2 9.2 9.3 9.7 9.8 9.9 11.3 12.3 12.7 13.3
Enfermedad cerebro-vascular 8.3 8.5 8.7 8.5 8.8 8.7 8.7 8.6 8.6 8.8 8.8 8.6
Otras enfermedades
obstructivas crónicas 2.7 2.8 2.9 3.1 3.1 3.4 3.5 3.8 4.2 4.5 4.4 4.3
Cirrosis y otras enfermedades
crónicas del hígado 2.7 2.8 2.8 3 2.9 3.1 3.1 3.3 3.9 3.8 3.9 4.0
Neumonía e influenza 4.3 4.2 4.1 4.2 4.1 4.3 4.7 4.6 3.7 3.5 3.1 2.9
Accidentes 3.4 3.3 3.2 3 3.2 3 2.9 2.9 2.7 2.8 2.8 2.9
Deficiencias de la nutrición 3.4 3.4 3.4 3.2 3.1 3.2 3.1 3.1 3.2 3.1 2.9 2.8
Bronquitis crónica y la no
especificada, enfisema y asma 3.8 3.5 3.3 3.3 3.2 3.2 3.2 3.1 S/D 2.9 2.6 2.5
Las demás causas 29.0 28.4 27.7 27.5 26.6 25.9 25.6 24.7 24.2 22.3 22.3 22.2
Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
280
CÁNCER EN EL ADULTO MAYOR
Figura 6
Porcentaje de defunciones por tumores malignos en personas
de 65 años y más por género, México, 1990-2001
13,5
B B
13
B B B B
B B B B
12,5
B J J
B
Porcentaje
12 J J J J
J J J J J
11,5
J
11
10,5
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Año
B Hombres J Mujeres
281
Cuadro VII
Diez principales causas de mortalidad por tumores malignos en el adulto mayor
según género, México 2000
Lugar CIE-10 Causa hombres Defunciones Tasa % CIE-10 Causa mujeres Defunciones Tasa %
1 C61 Próstata 3 379 1 53.1 21.8 C53 Cuello del útero 1685 65.7 12.3
2 C34 Bronquios y pulmón 2 840 1 28.7 18.3 C22 Hígado y vías biliares intrahepáticas 1398 54.5 10.2
3 C16 Estómago 1 627 73.7 10.5 C16 Estómago 1363 53.2 10.0
4 C22 Hígado y vías biliares intrahepáticas 1 234 55.9 7.9 C34 Bronquios y pulmón 1294 50.5 9.5
5 C25 Páncreas 769 34.8 5.0 C50 Mama 1049 40.9 7.7
282
6 C18 Colon 563 25.5 3.6 C25 Páncreas 913 35.6 6.7
7 C32 Laringe 445 20.2 2.9 C18 Colon 610 23.8 4.5
8 C15 Esófago 340 15.4 2.2 C56 Ovario 447 17.4 3.3
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
9 C64 Riñón 336 15.2 2.2 C24 No específica vías biliares 416 16.2 3.0
10 C67 Vejiga urinaria 300 13.6 1.9 C3 Vesícula biliar 387 15.1 2.8
Otras causas 3 692 23.8 Otras causas 4096 30.0
Fuente: Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas. Dirección General de Epidemiología. SSA, 2000.
CÁNCER EN EL ADULTO MAYOR
Figura 7
Mortalidad por cáncer en personas de 70 años y más,
según estado de residencia, México 2000
Baja California
Sonora
Chihuahua
Coahuila
Baja California Sur Nuevo
Sinaloa Durango León
Tamaulipas
Zacatecas
283
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Cuadro VIII
Población de 65 años y más usuaria de servicios de salud
y su distribución porcentual según tipo de institución
y género, México, 2000
Cuadro IX
Egresos hospitalarios en personas de 65 años y más y su
distribución porcentual según tipo de institución. México, 2000
284
CÁNCER EN EL ADULTO MAYOR
285
LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
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286
La salud del adulto mayor
■
Temas y debates
287