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ILUSTRACIÓN

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el
negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia
Él iba a extrañar su sueldo mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían esta etapa de alguna
manera.
El jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía, y le pidió que si pudiese construir una sola
casa más, como un favor personal.
El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo. Utilizaba
materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su
carrera.
Cuando el carpintero terminó su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le extendió al
carpintero las llaves de la puerta principal. “Esta es tu casa,” dijo, “es regalo para ti”
¡Qué tragedia! ¡Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia
casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente.

Saben, muchas veces en nuestra vida espiritual hacemos las cosas como este carpintero, nos
preparamos para la venida del Señor no de la mejor manera, no lo pensamos (Razonamos) mucho,
no nos esforzamos demasiado…

Los invito a buscar en sus biblia el versículo central de esta mañana. Leamos Romanos 12:2

NUESTRA crianza y nuestro entorno influyen profundamente en todos nosotros. Nos vestimos de cierta
forma, nos gustan ciertas comidas y nos comportamos de cierta manera. Esto se debe en parte a la
influencia de quienes nos rodean y de las circunstancias.

Existen, según la biblia, por lo menos 2 razones por la que nosotros como cristianos no ponemos límite a
las malas costumbres y maneras de pensar en este mundo.

Prov 16:25 (No tenemos la capacidad de avanzar solos sin equivocarnos)

2 Cor 4:4 (El dios de este mundo es el que establece las normas aquí, lo que es popular o no y los
incrédulos le siguen)

Sin embargo acontece que nosotros mismos nos dejamos llevar por lo popular y peor aún, sabiendo que
está mal. (La música del mundo, la comida del mundo, los programas del mundo, las palabras y forma
de hablar del mundo, los objetivos del mundo, etc), mientras eso Dios nos dice mediante su Palabra
¡transformaos!

Pero porque transformarnos y cómo hacerlo, quien se encarga de hacerlo?

Sin duda todos coincidimos que el Espíritu Santo, que es Dios, es el que obra en nuestra vida y nos
llama a transformarnos, pero sin embargo nosotros se lo debemos permitir que obre. Pero qué es esto de
permitir que el Espíritu Santo obre en nosotros y nos santifique? Es simplemente decir, si yo permito?
Antes de avanzar debemos tener en claro que nuestro culto, nuestra manera de vivir como cristianos es
racional. Eso lo dice el final del versículo 1 de Romanos 12. Leamos. Esto nos demuestra que la vida
cristiana no debe ser sensacionalista, sino racional. No significa que no vamos a sentir ninguna emoción
en cuanto a lo espiritual, pero lo que quiero decir es que las emociones no son la base de una comunión
con Cristo.

Vamos a buscar una historia conocida de los evangelios para sacar lecciones de lo que nosotros podemos
hacer para que de manera racional permitamos a Dios que trabaje en nuestra vida a través de su E.S. y
nos transforme.

Busquemos en el Santo evangelio según Lucas, Cap 5: 1-11

Para entender un poco esta historia debemos analizar el contexto, las personas y el momento de la
historia que se vivía.

Entonces debemos saber que la persona con la cual Cristo habló era ni más ni menos que PEDRO.
Como era Pedro? Reactivo, intolerante… Sin embargo Pedro tenia algunas cosas que le favorecieron
para que Jesús pueda comenzar a transformar su carácter y hacerlo pescador de hombres.

Había estado toda la noche trabajando, ¿alguno de ustedes trabajó o trabaja de noche? Bien, saben que
es difícil acostumbrarse, nuestro reloj biológico natural esta alterado y siempre estamos un poco
nerviosos.

Estaba lavando las redes. A quienes les gusta pescar? Bien. Lo han hecho alguna vez con redes? Saben
entonces lo difícil que es limpiarlas de todos los pailtos, ramitas que se les enreda verdad?

Saben, en la Biblia podemos encontrar por lo menos 3 tipos de redes que se utilizaban, una que se
lanzaba desde la costa, tenía una forma circular y se suele usar hasta el día de hoy en el norte de Brasil.
Otra que era un poco mayor y ya se utilizaban embarcaciones para arrastrarla. La tercera era utilizada en
lugares más profundos y podía llegar a medir hasta 150 metros de largo y 10 metros de ancho. Esta
última red era la que estaba lavando Pedro cuando Jesús le dice vuelve a tirar la red por lo que
encontramos en el versículo 4. Jesús le dice boga mar adentro, eran aguas profundas por lo que
necesitaban utilizar redes de tamaña considerable.

Los peces eran el medio de sustento para estas personas, lo utilizaban para intercambiar por otros
productos y alimentos por lo que una noche sin ningún pescado podría significar un día sin comida.

Imagínense ustedes no hayan dormido toda la noche intentando pescar, que estén realizando la limpieza
de su red de 150 metros de largo ya rayando el medio día sabiendo que ese día quizás no tengan para
almorzar y encima viene un carpintero que cree saber hacer tu trabajo y te dice que vuelvas a tirar la red.

Teniendo en cuenta todo esto, podemos afirmar por lo menos 3 cosas que favorecieron a Pedro en su
proceso de transformación.

En primer lugar Pedro OBEDECE, escucha la voz del maestro y obedece. Dice, en tu palabra echare la
red.
El segundo aspecto es la BUENA DISPOSICIÓN de Pedro. A pesar de todas las contras que ya
analizamos, Pedro dispuesto a hacer una milla extra avanza con el pedido de Jesús.

Por ultimo si leemos el versículo 8 encontramos que Pedro cae de rodillas ante Jesús y le dice: Apartate
de mi Señor porque soy hombre pecador. Cuando Pedro le dice maestro en el versículo 5 aún tenía
dudas ya que esa palabra también puede ser traducida como JEFECITO, sin embargo aquí utiliza la
palabra Señor!! Que se utilizaba solamente para Dios.

Pedro en tercer lugar RECONOCE A JESÚS COMO DIOS. Lo reconoce en sus caminos y al mismo
tiempo RECONOCE QUE ES PECADOR.

Hermanos queridos, nosotros debemos buscar a Dios cada día mediante la oración, estudio de su
Palabra, testificación. Pero además debemos avanzar en el proceso de santificación, de transformación y
debemos permitir que nuestro corazón sea transformado, Obedeciendo a su Palabra, teniendo buena
disposición para con las cosas de Dios y sobre todo reconociendo a Cristo como nuestro Señor y
salvador porque nosotros somos pecadores.

Sin embargo en la lección de escuela sabática vimos que PEDRO seguía con inconvenientes, con errores
en su vida.

Nosotros muchas veces somos como Pedro. Caemos en nuestra vida, nos equivocamos. Pero lo
importante es volver a aferrarse de la mano de Jesús para poder levantarnos ya que estamos en este
mundo para crecer espiritualmente, para prepararnos para la gloria celestial.

Busquemos Prov 24:16 y Prov 4:18.

Te identificas con Pedro? Debemos aferrarnos de la mano de Jesús, reconocerlo en nuestra vida,
obedecer su palabra y estar siempre dispuestos a servirlo de la mejor manera. Todo esto también es parte
del reavivamiento y la reforma espiritual que como iglesia estamos necesitando.

Te quiero invitar a que me acompañes en una oración de consagración y te pongas en pie para hacerlo.

Oremos: Entrega y servicio. Amén.

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