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PALEONTOLOGÍA

PAPELES
DE CUYO
LIBRO 1

PA
LEON
TOLO
GÍA
¡BIENVENIDO!

Q
ueremos que descubras qué es la
Paleontología, las curiosidades que
puede enseñarnos sobre nuestro
mundo y qué es lo más importan-
te para un paleontólogo, sobre todo
dónde estudia y cómo trabaja. Antes de que em-
pieces a leer y te preocupes (o te desinfles, o te
aburras) vamos a hacer un trato: en este libro hay
un montón de palabras que a lo mejor te resultan
difíciles de leer. La ciencia es así: cuando se des-
cubre algo, hay que ponerle un nombre, un nom-
bre que signifique algo, que cuente una historia.
Lo que vamos a hacer es ayudarte en todo lo que
podamos, con colores, formas y dibujos, para que
leas tranquilo y aprender sea divertido.

¿Ves?
Algo así
5

¿Qué es la
Paleontología?

L
a Paleontología es la ciencia que estudia y en-
seña sobre los seres vivos que vivieron en nues-
tro planeta hace millones de años. Su nombre
significa... ¡exactamente eso! Pero en griego*.

En griego, palaios significa “an-


tiguo”, onto significa “ser” y logos
significa “estudio”. Con algunos
cambios para no enredarse dema-
siado la lengua, esas tres palabras
se convirtieron en Paleontología.

Es la hermana de otras dos ciencias: la


Antropología, que estudia los hom-
bres de hace miles de años, y la
Arqueología*, que estudia los pue-
blos antiguos buscando restos de las
cosas que hicieron (edifi-
cios, herramientas, platos,
canoas y juguetes).
La Arqueología
no es el estudio
de los arqueros.
6

Los Fósiles

L
os seres vivos* que estudia la Paleontología no
se encuentran en los bosques o en las plazas.
Están en las rocas, escondidos en el suelo y las
montañas, y por eso se los llama fósiles*.

Vivos… vivos… no están. Fósil viene de la palabra


Estaban vivos, por eso fossilis, que está en latín
son vivos. y significa “excavado”.
7

Tipos de fósiles

C
uando escuchamos la palabra fósiles, lo
primero que se nos viene a la cabeza es un
hueso de dinosaurio. Pero hay muchos otros
tipos de fósiles: animales de todos los tama-
ños (como pájaros y caracoles) y plantas (ho-
jas, troncos, poles y flores). Pero además, son fósiles
las marcas que dejó un gusano en el barro y las pisa-
das de dinosaurio.
8

¿Cómo se forma
un fósil animal?

U
n animal tiene que hacer mucho para conver-
tirse en fósil. Como en una receta, cada ingre-
diente tiene un tiempo y un lugar: si no están
todos en (y en orden) entonces no hay fósil.

Primero que nada, el animal se


tiene que morir. Cuando mue-
re, sus partes blandas (la carne)
desaparecen. Esto puede pasar
porque se descompone por las
bacterias* o se lo comen anima-
les carroñeros*, o simplemente
por la luz solar y los cambios de
temperatura.

Las bacterias son los orga-


nismos más abundantes del Quiere decir “que se
planeta. Se encuentran en alimentan de animales
todos los hábitats terrestres muertos”, en lugar de cazar.
y acuáticos ¡Hasta pueden
sobrevivir en el espacio!
9

Para que los huesos no desapa-


rezcan deben ser enterrados rá-
pidamente. Si están en el agua
(en el mar o en un lago) los cu-
bren lentamente por todo lo
que se acumula en el fondo. En
los hábitats terrestres los restos
se cubren de barro que se forma
por el desborde de los ríos.

Cuando los huesos quedan


enterrados, el agua, llena de
minerales, comienza a circular
adentro de ellos. Si es ácida,
va a disolver los huesos sin de-
Los carbonatos son
minerales no ácidos (no jar registro. Pero si tiene una
rompen lo que tocan). composición básica, los carbo-
natos*, entre otros, comien-
zan a llenar los huecos de los
huesos, que pasan de orgáni-
cos a inorgánicos (puramente
minerales). En este momento
¡ya tenemos un fósil!
10

Millones de años después, los restos


fósiles salen a la superficie. Esto es
posible porque las rocas donde estu- ¿Sabías que hace millones de años
vieron guardados se movieron hacia San Juan estaba tapado de agua?
arriba en los tiempos en que se for- Con el barro del fondo de ese lago
se formaron las montañas que nos
maron las montañas*. Las rocas son rodean. Por eso, entre las rocas,
erosionadas (por el viento y el agua) pueden encontrarse fósiles de
caracoles y estrellas de mar.
sacando capa tras capa hasta llegar a
descubrir alguno de los restos ente-
rrados ya convertidos en fósiles.

Los paleontólogos buscan restos donde


saben que los animales vivían o donde
las rocas son del mismo periodo. Cami-
nan por el área hasta que encuentran
algún indicio, es decir un pequeño
pedazo del resto expuesto. Esto
alerta a los paleontólogos, que
con puntas (¡de dentista!) y pin-
celes y pegamento van descu-
briendo cuidadosamente los
restos todavía enterrados.
11

Los paleontólogos rescatan los res-


tos empaquetándolos de la forma
más segura posible y los llevan al
Museo donde serán preservados
para siempre.

Si los restos quedan en la superficie antes de que al-


gún paleontólogo los encuentre, el viento, la lluvia, la
humedad, el calor y el frío los destruirán y no quedará
registro de su existencia en la Tierra. Por eso es impor-
tante que los paleontólogos puedan investigar todo
el tiempo y que la gente avise si encuentra algún resto
(en una excursión, un viaje o un terreno conocido).
12

¿Qué podemos aprender


de un fósil?

L
os fósiles nos sirven para saber cómo era la vida
en el pasado, qué organismos vivían y cómo se
relacionaban unos con otros. Usando los fósi-
les, podemos averiguar qué animales eran her-
bívoros o carnívoros, qué herramientas habían
desarrollado en sus cuerpos para defenderse de los
predadores* o para convertirse en grandes
predadores.

Los predadores son anima-


les que cazan a otros ani-
Con algunos fósiles también podemos descubrir males para alimentarse.
cómo se comportaban, si cuidaban a sus crías, si vivían
en manadas, si se refugiaban en cuevas, entre muchas
otras conductas. Además, con los fósiles podemos estu-
diar la evolución de la vida, las extinciones y apariciones
de nuevos organismos y vincularlos con los cambios am-
bientales, ayudando a predecir cómo seguirá evolucio-
nando la vida hoy en día frente
a los cambios ambientales
que vivimos a diario.
13

La medida del Tiempo

E
n nuestra vida, dividimos el tiempo en partes
que entran adentro de otras partes:
60 segundos caben justo en un minuto.
60 minutos son casi siempre una hora.
Con 24 horas podemos armar un día.
Y con 30 días a veces conseguimos llegar a un mes.
Al final, por suerte, cada 12 meses soplamos velitas.

También ponemos marcas, para ubicar mejor las co-


sas que van pasando: por eso vivimos en el año 2018
después de Cristo.

Para medir la historia de nuestro planeta,


usamos un calendario llamado Escala
de Tiempo Geológico. Empieza con
la formación de la Tierra (hace 4.500
millones de años) y llega hasta el
presente. Se divide en eones, eras,
periodos, épocas y edades.

Por ejemplo, podemos decir


que Josefina nació el día 21
del mes de marzo del año
2008, de la misma mane-
ra podemos decir que los
dinosaurios nacieron en
la época Superior, del
período Triásico, en la
era Mesozoica.
14

Escala del Tiempo


Geológico

A
cá está. Esta es la vida de nuestro planeta, con todos los nombres
que les pusieron a cada parte. Primero te lo mostramos todo jun-
to, para que lo veas. En las próximas páginas vamos a ir despacio,
parte por parte, para que te enteres de más cosas. Lo bueno es que
siempre podés volver a esta página*.
15

Para que sea más rápido volver,


podés pedirle un señalador al
adulto que tengas cerca (mamá,
papá, la seño, la bibliotecaria). O
si no, podés hacerlo vos mismo:
buscá un papel que a nadie le sir-
va, cortá una tira y ponela en esta
página, con un pedacito sobresa-
liendo. Cuando sigas leyendo, vas
a ver ese pedacito y vas a saber
adónde volver.
16

La evolución de la vida
en nuestro planeta
El Precámbrico

E
s el periodo más largo* en la historia de nues-
tro planeta: casi 4000 millones de años des-
de la formación de la tierra hasta hace 580
millones de años. Por su extensión, se lo
llama supereón, y se divi-
de en eones (que duran,
Se divide en 3 partes: más o menos, entre 500 y
los eones Hádico, Arcaico y Proterozoico*. 2000 millones de años…
un montonazo)

Tranquilo, en el
libro de Geología
los vamos a volver
a ver.

¿Se acuerdan de las Los primero organismos que existieron


bacterias? Bueno, las
fueron bacterias* y arqueas*, que coexis-
bacterias son los primeros
rastros de vida que apa- tieron formando alfombras microbianas y
recieron sobre la Tierra. estromatolitos* en el fondo de los mares. La
¿Qué tal?
fotosíntesis* tuvo lugar a los 3500 millones
de años, de esa manera la atmósfera se fue
llenando de oxígeno y preparándose para
formas de vida más grandes que una célula.
17

Gracias a esto, 1000 millones de años después apare-


cieron las algas fotosintéticas. Estos fósiles no se pare-
cen a un alga o un microbio, sino que se ven como su-
perficies arrugadas, generalmente en capas negras y
grises: no son “la planta”, sino los microbios y el polvo
Las arqueas son
como las bacterias en que se le pegaron durante su vida.
su forma y tamaño,
aunque tienen una
historia diferente.
En la actualidad, podemos
ver cómo era la vida en el Pre-
cámbrico gracias a un des-
cubrimiento fabuloso (que
podés buscar en internet): la
Fauna de Ediacara.

Los estromatolitos
son capas de mine-
rales muy finas (tan
finas como un pelo)
que se forman por la
actividad metabólica
de las bacterias.

Seguramente te
habrán hablado de la
fotosíntesis en la es-
cuela. Básicamente,
es el proceso con el
que las plantas con-
vierten monóxido de
carbono en oxígeno.
18

Fanerozoico*

E
ste periodo abarca desde hace 542 millones
de años hasta nuestros días. Se llama así por
el tamaño de los organismos que empiezan a
aparecer.
Su punto de partida es la aparición de los pri-
meros exoesqueletos*, por ejemplo en los trilobites*.
El Fanerozoico es el tiempo en que la vida (plantas y
animales) empieza a multiplicarse y a diversificarse
(aparecen muchos tipos de plantas y animales) y por
eso se divide en eras, periodos, épocas y edades, que
vamos a ir conociendo uno por uno.

Lo que más se sabe de la


vida de esta época se descu-
brió en dos lugares: la Fauna
de Cheng-Jiang y la Fauna
de Burgess Shale. En las dos
puede verse con mucha cla-
ridad la cantidad de formas
de vida del Cámbrico.

Este nombre se forma


con dos palabras
griegas: faneros (que
significa “visible”) y
zóon (que significa
“ser vivo”)
19

Partes duras afuera


del cuerpo (distintas
de los huesos, que
están adentro)

Los trilobites
son “pequeños
fósiles con
concha”

A partir de ahora, todos


los períodos de los que ha-
blemos van a ser parte del
Eón Fanerozoico.
20

Era Paleozoica

C
on una duración de unos 290 millones de
años, abarca desde la proliferación de ani-
males con concha o exoesqueleto* hasta el
momento en que el mundo empezó a ser do-
minado por los grandes reptiles y por plan-
tas relativamente modernas, como las coníferas*. Los trilobites
¿te acordás?

Con forma de cono,


como los pinos.

El Paleozoico* se divide en seis períodos:

En el Cámbrico la vida animal aparece y se multipli-


¿Pensaste que no te
ca a una velocidad asombrosa: se lo conoce como la
íbamos a decir el sig-
explosión cámbrica y en ella aparecen la mayoría de nificado del nombre?
los grupos de animales modernos. Aparecen los pri- Palaio significa “anti-
gua” y zóon significa
meros cordados, abundan los animales formadores “vida”.
de arrecifes, (que luego desaparecen), trilobites, gusa-
nos priapúlidos, esponjas, braquiópodos inarticulados
y anomalocáridos (la gran mayoría extintos). Procario-
tas, protistas, hongos y algas, que persisten hasta el
día de hoy*.
21

Ya sé. Debés estar pensando: “¡Pará,


pará, pará! ¿Me tiran un montón de
nombres que no puedo decir y no me
cuentan nada de ninguno?” Y la res-
puesta es… EXACTO. No te vamos a
mentir: la ciencia está llena de pala-
bras raras. Pero este libro no es para
que te aprendas todo de memoria.
Leelo para divertirte, para enterarte
de cosas interesantes sobre nuestro
planeta. Y si te gusta la paleontolo-
gía, volvé a leerlo y usalo como pun-
to de partida para seguir buscando
otros libros.

En el Ordovícico dominan los invertebrados* mari-


nos: cefalópodos de concha recta, primeros corales,
¡Sí!
braquiópodos articulados, bivalvos, nautiloideos, ¡Más nombres!
trilobites, ostrácodos, briozoos, muchos tipos de ¡Qué alegría!
equinodermos (crinoides, cistoideos, estrellas de
mar, etc.), graptolites ramificados, y otros taxones
todos comunes. Aparecen los conodontos (anteceso-
res de los animales con columna vertebral). Además,
nacen las primeras plantas, como los líquenes. El pe-
riodo termina con una glaciación.
22

Durante el Silúrico, en los oceános, aparecen los peces con


madíbula (placodermos, tiburones y peces óseos)* y gran
variedad de invertebrados (escorpiones gigantes, bivalvos,
Peces sin mandíbula corales).
ya había, desde el or- En el continente, aparecen las plantas vasculares (las prime-
dovícico: los agnatos. ras que tienen raíz, tallo y hojas, y vasos para lle-
var alimento de abajo hacia arriba). También
surgieron los primeros milpiés o miriápodos
arthropleuroideos, entre otros insectos.

Los anfibios provienen de


los peces con aleta lobulada,
que evolucionó en el miem-
bro quirido, formado por
Los artrópodos la estructura un hueso, dos
constituyen la fa- huesos, muchos huesos, y que
milia de insectos la compartimos todos los
más numerosa animales con patas (inclui-
sobre la Tierra. dos nosotros).

El Devónico fue un periodo de importantes cambios en


Porque se los la biología. Por un lado, se expandió la vida sobre la tie-
comían
rra, que hasta ese momento se concentraba más que
nada en el agua: aparecieron las primeras plantas
con semilla y formas de vida animal que abando-
naron el agua y evolucionaron para respirar aire, como
los anfibios*. Y por otro lado, a medida que fueron au-
mentando los peces predadores con mandíbula*, los
trilobites (que tenían una caparazón muy blanda y no
se movían muy rápido) se fueron extinguiendo*.
23

El Carbonífero lleva ese nombre porque en esta época gran-


des extensiones de bosques, con árboles de hasta 40 me-
tros de altura, quedaron sucesivamente sepultadas, dan-
do origen a capas de carbón: es el periodo que más fósiles
de plantas nos dejó para estudiar.. En este periodo tam-
bién aparecieron los primeros amniota* y los insectos de
gran tamaño, como por ejemplo las Meganeuras, libélulas
que medían más de 75 centímetros con las alas abiertas*.
En el mar, mientras van extinguiéndose los peces primiti-
vos, se expanden los cartilagi-
nosos y óseos. Los inverte-
brados bivalvos comienzan
a dominar sobre los bra-
quiópodos y terminan de
extinguir los trilobites.

¡¡¡El ancho de un
televisor de 40
pulgadas!!!

La era Paleozoica termina con el periodo Pérmico. Uno


de sus rasgos más importantes es la división de los
amniotas en grandes grupos: mamíferos, tortugas, le-
pidosaurios y arcosaurios.

Este sí te lo vamos a explicar: los amniota son los


primeros vertebrados que desarrollaron un hue-
vo tan firme y resistente que se podía poner en la
tierra seca y no necesitaba de agua, porque aden-
tro la cría tenía líquido suficiente. Además, podían
respirar completamente por los pulmones y tenían
una piel seca y con escamas. Todo eso les sirvió para
vivir completamente en la tierra, a diferencia de los
anfibios, que necesitan volver al agua.
24

Era Mesozoica

A
barca unos 185 millones de años y se la
conoce como la Era de los Dinosaurios.
La extinción que marca su comienzo es la
más importante: desaparecieron aproxi-
madamente el 95 % de las especies mari-
nas y el 70 % de las especies de vertebrados terrestres.
Se divide en tres periodos: Triásico, Jurásico y Cretácico.

El “abuelo” de los
dinosaurios. Hoy, sus
representantes son
los cocodrilos y las
aves.

En el Triásico, después de la extinción de los terápsidos,


el planeta comienza a estar dominado por arcosaurios*:
dinosaurios y antecesores de cocodrilos en la
tierra, ictiosaurios y notosaurios en los océa-
nos y pterosaurios en el cielo. Los terápsidos*
se hacen más pequeños y se asemejan cada
vez más a un mamífero.
Hay un cambio vegetal importante: se ex-
tingue toda la flora paleozoica y aparece
una flora típica de ambientes desérticos
(pteridofitas, pteridospermas y gimnospermas).
Antepasados de los
En los mares, aparecen los primeros amonites. mamíferos, incluyen-
do a los humanos.
25

El Jurásico es “el tiempo de los dinosaurios”, aunque ya


habían aparecido en el Triásico. Los grandes dinosau-
rios más conocidos son los Diplodocos y Braquiosaurios
(los herbívoros de cuatro patas, cuello largo y cola
larga) los Carnosaurios (carnívoros de andaban en dos
patas y tenían brazos cortitos) y los Estegosaurios (que
tenían espinas en la cola y placas en el lomo). Tam-
bién aparecieron las primeras aves (Archeopteris).
Por el calor y el clima húmedo se multiplicaron las
junglas y selvas. Los bosques se empiezan a extender
por todo el planeta: coníferas parecidas a los pinos,
araucarias y helechos.
Hacia fines del Jurásico aparece el primer mamífero.
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El Cretácico marca el fin de la era Mesozoica. Los dino-


saurios alcanzaron su mayor diversidad y ocuparon to-
dos los territorios en el planeta. Los más conocidos son
los Terópodos, que caminaban en dos patas y comían
carne (como el Carnotaurus, el Giganotosaurus y el Velo-
ciraptor) los Saurópodos y los Ceratópsidos, que camina-
ban en cuatro patas y comían plantas, y cuyo nombre
viene de kéras = cuernos y ops = cara*.
En el reino vegetal, lo más importante es la aparición
de los primeros pastos y las plantas con flor, las angios-
permas. Entre las más importantes se encuentran las
hayas, higueras, abedules, acebos, magnolias, robles,
palmeras, sicomoros, nogales y sauces.
Como el triceratops
que tiene ¿cuántos
cuernos? ¿y dónde los
tiene?
28

Era Cenozoica

E
l Cenozoico empezó hace 66 millones y se
extiende hasta la actualidad. Su principal
característica es que los dinosaurios se ex-
tinguieron y los mamíferos se extendieron
por todo el planeta. Se divide en tres perio-
dos: Paleógeno, Neógeno y Cuaternario.

En el Paleógeno (que duró 43 millones de años) apare-


cieron los primeros osos e hipopótamos, las primeras
ballenas y otros mamíferos que hoy están extintos. En
el Neógeno (21 millones de años) aparecieron los pri-
meros caballos, mastodontes y simios. También del-
fines y el megalodon, un tiburón gigante y bastante
famoso. Los mamíferos se multiplicaron: los gigantes
(como los mastodontes y los pájaros del terror* ) y los
pequeños (como ratas, ratones y pajaritos cantores).
La multiplicación de ratas y ranas hizo que también
aparecieran más serpientes, que eran las únicas que
podían cazarlas en sus madrigueras. También había
leones, zorros, pumas y linces.
29

¿Los conocías? Eran como


avestruces, pero podían me-
dir hasta 3 metros de alto
y comían carne. Casi todos
vivieron en América del Sur
y muchos en Argentina.
30

Y lo más importante para nosotros: hace unos cua-


tro millones de años, en el Plioceno (una época del
Neógeno) apareció en África el Australopithecus, el
primer simio en caminar en dos patas, considera-
do nuestro pariente más primitivo.
31

A partir de este periodo (y en el siguiente) sucederá


una serie glaciaciones: el mar subirá y bajará, mu-
chas especies de animales terrestres y marítimos se
extinguirán, aparecerán tundras* y bosques de coní-
feras, los desiertos en África y Asia.

La tundra es una
zona de plantas
muy bajitas y
suelo muy frío.
32

El mundo de hoy

A
ctualmente, nos encontramos en el Perio-
do Cuaternario, que está dividido en dos
épocas: el Pleistoceno y el Holoceno.

El Pleistoceno empezó con gran parte del planeta ta-


pado de hielo. Durante las glaciaciones* del Pleistoceno,
animales que hoy son africanos vivieron en Europa y
América del Norte, por los puentes de roca y hielo que
quedaban emergidos. Algunos, considerados gigantes,
como los mastodontes (que mucha gente les dice ma-
muts, pero que no son lo mismo), osos, bisontes, toros,
caballos, camellos, tigres de diente de sable, etc. En las
zonas sur americanas, cocodrilos de más de 10 metros,
tortugas gigantes, etc. El gran tamaño de muchos de es-
tos animales hace que se les conozca como la Megafauna
del Pleistoceno*.

Una glaciación es un periodo


de tiempo con hielos polares
en los dos hemisferios (norte
y sur), así que, si lo pensa-
mos bien, nosotros estamos
viviendo una glaciación. Pero
también es un periodo muy
frío con zonas heladas en
Nortamérica, Europa y Asia:
si lo pensamos asi, la última
glaciación terminó hace
10.000 años.
33

Prestá atención porque esto


está buenísimo: ¿estás listo? Mil
especies de animales gigantes
desaparecieron en esta época
afectadas por las glaciaciones y
la llegada del Homo sapiens: ma-
muts, rinocerontes, alces, caballos,
camellos… todos medían más de 3
metros de alto y pesaban más de
dos mil kilos.

En este periodo el ser humano evoluciona. Después


de la extinción del Autralopithecus, el primer bípedo
conocido, dos descendiente aparecieron en África: el
Homo rudolfensis y Homo habilis. De ellos surgió el
Homo ergaster, que emigró hacia los otros continentes
y siguió evolucionando: el Homo erectus viajó a Asia y
el Homo antecessor se quedó en África pero también
viajó a Europa, dándole origen al Homo rohdesiensis
(África) y Homo neanderthalensis (Europa).
Del rodhesiensis aparece, hace 200.000 años, el Homo
Sapiens, que ocupa todos los continentes. De él viene
el hombre moderno y tiene unos parientes divertidos:
gorilas, chimpancés, orangutanes y bonobos.
34

El Holoceno es el periodo en el que nos encontramos ac-


tualmente. Empezó hace unos 12.000 años con el final
de la última glaciación, por eso decimos que estamos en
un periodo interglaciar: los hielos se derriten, los mares
suben y los puentes entre continentes desaparecen.
Por tratarse de un época tan corta desde el punto de vis-
ta paleontológico, no se han visto grandes evoluciones
animales o vegetales, aunque sí ha cambiado mucho la
forma en la que están ubicados en el mundo.
Muchos mamíferos de Norteamérica (los mamuts,
mastodontes, Smilodon y Homotherium, los
llamados dientes de sable y los pe-
rezosos gigantes) desapare-
cieron, casi todos por
la llegada del ser
humano a la
región.
35

La acción del ser humano (la caza, la contaminación, el


crecimiento de las ciudades) son las razones de que las
extinciones de plantas y animales sean cada vez más
rápidas: en los últimos 500 años se extinguieron 783
especies de mamíferos, aves, plantas, moluscos, peces
e insectos, y otras 16.250 se encuentran en peligro.
También nuestros actos general el llamado calenta-
miento global: desde 1850, con la Revolución Industrial,
la temperatura del planeta se encuentra en ascenso,
debido al aumento acelerado de dióxido de carbono
en la atmósfera (gas de efecto invernadero).
36

Una biblioteca
para la vida

S
an Juan es un desierto. No hay mares, no hay
campos verdes, no hay bosques ni selvas: pu-
ras piedras a la vista de todo el mundo. ¿Y qué
hay adentro de las piedras? ¡Fósiles! El desier-
to es lo que hace que San Juan tenga tantos
yacimientos fosilíferos de un valor patrimonial invaluable*,
por eso es importante que conoz-
camos el tesoro guardado en
la tierra que pisamos todos
los días.
En toda la provincia hay
fósiles, pero están orga-
nizados según su edad y
el paleoambiente donde se
formaron las rocas. Entonces,
los invertebrados marinos es-
tán más que nada en la Precordillera, las plantas más
importantes, en las rocas marinas del Carbonífero de
la Precordillera y Cordillera y en los depósitos acumu-
lados en los paleolagos de Calingasta y Barreal y del
Parque Provincial Ischigualasto. Los vertebrados más
importantes son del Mesozoico, con dinosaurios del
Parque Provincial Ischigualasto y Balde de Leyes (Sie-
rras Pampeanas) y de la Precordillera en Mogna. Aun-
que también se destacan los yacimientos cenozoicos
con mamíferos de los valles de Cordillera, Precordillera
y Sierras Pampeanas.
37
38

A guardar, a guardar,
cada cosa en su lugar

L
os fósiles deben ser cuidados por especialis-
tas. Desde que lo sacan de las rocas hasta su
conservación: todo debe hacerlo un paleon-
tólogo. Los museos tienen salas especiales
preparadas para que a los fósiles no les pase
nada malo. Así, cualquier investigador del mundo,
ahora o dentro de muchos años, puede visitarlos y
estudiarlos.
En Argentina existe una ley nacional que protege a
los fósiles, la Ley Nacional 25.743. Protección del Pa-
trimonio Cultural. Su objetivo es la preservación,
protección y tutela del Patrimonio Arqueológico
y Paleontológico, que es una parte del Patrimonio
Cultural de la Nación.
39

El primer paleontólogo
argentino

F
rancisco Javier Muñiz nació en 1795, en Buenos Ai-
res. A los 12 años fue soldado voluntario durante las
Invasiones Inglesa y a los 27 se recibió de médico.
Durante la Guerra del Brasil (1826) fue nombrado
médico y cirujano principal del Ejército. Después
de eso, trabajó durante muchos años como médico en
Buenos Aires, administrando vacunas y combatiendo epi-
demias, como al escarlatina y la viruela. Fue médico perso-
nal de Rosas, diputado, senador, presidente de la Facultad
de Medicina de Buenos Aires y de nuevo médico militar.
Murió peleando la fiebre amarilla, en 1871.
Durante toda su carrera recolectó fósiles: incluso descu-
brió al gliptodonte. También des-
cubrió mastodontes, megaterios y
caballos.
En 1844 logró su descubrimiento
en paleontología más importante:
el tigre fósil, al que denominó Mu-
ñifelis bonaerensis y hoy es conocido
como Smilodon bonaerensis.
Se mandó muchas cartas con Char-
les Darwin (el que primero habló
de la evolución de las especies) y
donó su enorme colección de fósi-
les al Museo de Buenos Aires.
40

Algunos hallazgos
de San Juan
Herrerasaurus ischigualastensis (1958)

Uno de los dinosaurios más antiguos: de hace apro-


ximadamente 230 millones de años. Se extinguió a
fines del Triásico. Era un carnívoro que medía unos 3,5
metros de longitud, caminaba en dos patas y tenía
dientes filosos. Los brazos eran cortos y tenía garras
afiladas. Fue descubierto en la Formación de Ischi-
gualasto por Don Victorino Herrera, un
estanciero local.

Proterochampsa barrionuevoi (1959)

Carnívoro parecido a un anfibio que vivió durante el Triá-


sico Superior, hace alrededor de 230 millones de años, en
la zona de la Formación de Ischigualasto, en el Valle de
la Luna. Se puede comparar con los cocodrilos actuales,
pero su estructura anatómica era mucho más primitiva.
Cazaba pequeños dinosaurios que se acercaban a los
ríos. Fue descubierto por el profesor Osvaldo A. Reig.
41

Eoraptor lunensis (1991)

Se lo considera el dinosaurio más primitivo y com-


pleto del Triásico Superior (215 millones de años) y
gracias a su anatomía se pueden entender mejor los
primeros tiempos de la evolución de los dinosaurios.
Este pequeño carnívoro medía aproximadamente 1
metro de largo y 30 centímetros de altura, con un peso
estimado de 10 kilos. Fue hallado en la Formación de
Ischigualasto, en el Valle de la Luna.
42

Sillosuchus longicervix (1997)

Hallado en el Valle de la Luna y considerado por


muchos como uno de los antepasados del cocodrilo,
poseía un esqueleto muy liviano. Por las proporciones
de los huesos se cree que era bípedo. Este carnívoro
vivió hace 230 millones de años y perteneció al grupo
de los poposaurios.
43

Lucianovenator bonoi (2017)

Es un bípedo, cazador y carnívoro, seguramente muy


ágil, de unos dos metros de largo y de un peso de alre-
dedor de 45 kilos. Existió durante el Triásico, antes de las
extinciones de animales entre el Triásico y el Jurásico.
Fue encontrado en la Formación Quebrada del Barro
(Marayes).

Ingentia prima (2018)

“La primera gigante” fue encontrada en Caucete, en la Formación Que-


brada del Barro.
Se trata de un dinosaurio de unos 8 metros de largo y de casi 10 tonela-
das. Su descubrimiento, junto con el del Lessensaurus, de la Formación
Los Colorados, demostró que hubo un intento de gigantismo 30 millo-
nes de años antes de lo que se conocía. Eso quiere decir que la Natura-
leza probó una forma de hacer animales gigantes, que duró muy poco, y
después otra, más exitosa.
Sobre los autores
Carina Colombi
Doctora en Geología. Docente de la Universidad Nacional de San Juan e In-
vestigadora Adjunta del Centro de Investigaciones de la Geosfera y Biosfera
(CONICET).
Es especialista Reconstrucciones Paleoambientales, Sedimentología, Tafo-
nomía de vertebrados y plantas y Paleoclimatología.
Desde el Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ trabaja para acercar a los
niños a diferentes períodos de la historia de nuestro planeta.

Joel Salinas
Ilustrador originario de San Juan, estudió Licenciatura en Artes Visuales en la
FFHA Universidad Nacional de San Juan, participó de varios emprendimien-
tos colectivos como “La Trinchera“ y “Nave de Piedra“. Trabaja desde
hace años como ilustrador profesional freelance, entre sus trabajos se en-
cuentran ilustraciones publicadas para la revista VLOV, editorial SM Puerto
Rico y también para Editorial UNSJ.
Contacto:
www.instagram.com/joel_ilustrador
www.behance.net/Joelsalinas
joel_salinas_5@hotmail.com
Papeles de Cuyo – Proyecto realizado con Gobierno de San Juan
fondos del Consejo Federal de Cultura 2017
Autoridades provinciales

Presidente: Ariel Ávalos (Río Negro) Señor Gobernador de la Provincia


Vicepresidente: Sergio Bravo (Salta) Doctor Sergio Mauricio Uñac
Secretario General: Gabriel Romero
Señor Vicegobernador de la Provincia
Representante San Juan: Claudia Grynzpan y Presidente Nato de la Cámara de
Representante Mendoza: Diego Gareca Diputados
Doctor Marcelo Jorge Lima
Editor responsable: Damián C. López
Ministra de Turismo y Cultura
Diseño: Gerardo Mureddu Licenciada Claudia Alicia Grynszpan

Ilutración: Joel Salinas Secretario de Turismo


Nicolás Suárez Doctor Roberto Jesús Juárez
Brian Olivares
Corrección y adaptación de contenidos: Secretario de Cultura
Damián C. López D. Mario Hector Zaguirre

Colombi, Carina
Paleontología / Carina Colombi ; ilustrado por Joel Salinas. - 1a ed . - San Juan :
Elandamio Ediciones, 2019.
48 p. : il. ; 30 x 21 cm.

ISBN 978-987-47037-3-6

1. Paleontología para Niños. I. Salinas, Joel, ilus. II. Título.


CDD 560
PAPELES
DE CUYO

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