Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Endurance
Endurance
Core V
1914 fue un año muy importante para la historia, con acontecimientos como el primer vapor
cruzando el canal de Panamá, el asesinato del archiduque Francisco Fernando, y la
modalidad de trabajo asalariado por 8 horas impuesta por la Ford Company. Sin embargo,
en una breve búsqueda en google del año 1914, no hay mención de la expedición imperial
transatlántica. Esto, por un lado, dice mucho del resultado de esta, y de los valores
“masculinos” que prioriza la historia. Bajo estándares occidentales y capitalizables de éxito,
la expedición de Sir Ernest Shackleton fue un fracaso. No obstante, hubo muchos triunfos
de por medio, un liderazgo impecable y un explorador con voluntad inquebrantable.
Por otra parte, podría decirse que el objetivo de la Expedición Imperial Transatlántica era
mucho más noble y, hasta cierto punto válido para la humanidad que la primera guerra
mundial. Es decir, Shackleton como explorador quería traer conocimiento nuevo para la
humanidad, explorar lo desconocido para poder compartirlo con el mundo, mientras que la
Gran Guerra solamente buscaba establecer dinámicas de poder a costa de muertes de
miles de hombres. Shackleton luchó contra la adversidad de la naturaleza, mientras que los
hombres que lo vieron como un fracaso al volver, habían luchado contra otros hombres por
una causa tan intangible que no haría ninguna diferencia para ellos al volver a casa.
Sin embargo, Shackleton se ofreció como voluntario luego de acabar la expedición para ir a
la guerra, tal vez por la necesidad de “triunfo”, la presión impuesta por la sociedad que lo
veía a él y sus hombres como quienes le huyeron a la guerra y ni siquiera consiguieron
finalizar su expedición.
Según Julián Pérez Porto y María Merino el fracaso va ligado con la frustración (cuando la
realidad no alcanza las expectativas). Sin embargo, Sir Ernest Shackleton no se vió
“frustrado” cuando su objetivo se convirtió en algo inalcanzable, por el contrario, cambió de
meta. Cuando completar la expedición fue imposible, Shackleton apuntó a volver a casa con
sus hombres a salvo.
Sir Ernest volvió a casa con la gran mayoría de sus hombres y con un relato de aventura y
liderazgo espectacular. Aunque no logró el objetivo principal de la expedición, salvó a sus
hombres y los llevó a casa. Su hazaña de liderazgo parte desde el primer anuncio en el
periódico, en el que ofrece contratar a hombres audaces para una misión peligros de la que
pueden no volver y bajo una paga mediocre. De esta forma, Shackleton construyó un
equipo a partir de la honestidad, mantuvo la moral de un equipo entero, evitó que sus
hombres se amotinaran y logró por parte de todos una lealtad crucial para sobrevivir.
“La vista resultó decepcionante. Miré desde un empinado precipicio hacia un caos de hielo
arrugado, cuatrocientos cincuenta metros por debajo de nosotros [...] En recuerdos éramos
ricos. Habíamos penetrado el barniz de la superficie. Habíamos sufrido, padecido hambre y
triunfado; nos habíamos humillado y, sin embargo, habíamos tocado la gloria, habíamos
crecido con la grandeza del todo. Habíamos visto a Dios en Su esplendor, oído el texto que
interpreta la naturaleza. Habíamos alcanzado el alma desnuda del hombre” (Shackleton)
En conclusión, a la luz del mundo occidental, donde el éxito recae en valores tangibles o
capitalizables, Shackleton fracasó ante su primera meta. Sin embargo, el relato de aventura
y el aprendizaje tan valioso que le dejó al mundo merece ser reconocido como un éxito.
Bibliografía