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Universidad Nacional de Colombia.

Maestría en historia.
Seminario Teórico I. Historia Social y Sus Variantes.
Profesor: Mauricio Archila.
Estudiante: Alejandro Calderon Arias.

Reseña: Julián Casanova. La historia social y los historiadores. Barcelona.


Editorial Planeta. 2015.

Julián Casanova Ruiz es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad


de Zaragoza en España. entre un gran número de obras que han enmarcado su
vida académica se rescatan, Anarquismo y la revolución en la sociedad rural
aragonesa 1936 – 1938 (1985), De la calle al frente. El anarquismo en España,
1931 – 1938 (1997) y La historia social y los historiadores (1991) para esta reseña
se leyó la edición del año 2015.

En lo que corresponde al libro, el auto divide La historia social y los historiadores


en cuatro mementos de rastreo y análisis. Por lo cual da a entender el devenir por
el cual ha pasado la historia social desde el siglo XIX, pasando por la ruptura con
el historicismo y el positivismo, abarcando las transformaciones en la metodología
y apoyo a otras disciplinas que componen las ciencias sociales.

Para iniciar el autor propone y hace referencia a los orígenes de la historia social,
para ello plantea cinco momentos esenciales: primero, el historicismo y el
positivismo como base donde nacería la critica a como el conocer, explicar y
analizar los hechos históricos y la critica a la historia desde una vista académica
de diferentes institutos y universidades como base de enseñanza, escritura e
investigación.

Segundo, las nacientes interpretaciones marxistas que darán a entender la historia


desde una concepción menos deterministas y mas sujeta a la evolución humana.
Tercero, la fuerte influencia de estas nuevas interpretaciones en los espacios e
intereses académicos (historiadores marxistas británicos) lo que resulto en nuevos
debates donde el apoyo de la economía sería significativo para las
interpretaciones y análisis, esto en escenario enmarcado por el cambio de siglo y
la I Guerra Mundial.

Cuarto y el mas significativo, entre el periodo entreguerras una consolidación de la


Historia Social en 1929 por parte de la escuela de los Annales dado que
enmarcaron una ruptura con la historia superficial, que solo estudiaba la historia
en aspecto político (figuras representativas) narrativo y episódica; esta ruptura se
enmarco en la historia profunda. Quinto y ultimo la historia social y el apoyo con
otras disciplinas de las ciencias sociales, principalmente la economía para
comprender las transformaciones y en el campo teórico y metodológico
enmarcaría un avance significativo.

En el segundo capitulo el autor conlleva la discusión a el tiempo mas


representativo de la historia social, pues se enmarca como la edad de oro. Para
esto propone cinco puntos clave:

Primero, la definición que toma la historia social después de la segunda guerra


mundial, principalmente definida por la democratización de la disciplina la
generación de inquietudes basadas en el ¿por qué? Alejándose de la retorica y la
descripción pasiva del pasado, la cual estaba enmarcada por el cómo. Segunda,
son las repercusiones que presento la definición, pues genero campos
especializados. Tercero, la relación de la historia, la sociología y la antropología, a
lo que se arguye nuevas interpretaciones principalmente del marxismo. Cuarto, el
autor propone una mirada las visiones alemanas y británicas; pues estas se
caracterizan por el análisis de las costumbres y que serian de vital importancia,
por último, se cierra la época dorada con la historia con una mirada desde abajo, a
lo que hace referencia a nuevos factores de análisis como el pueblo en general
pues daría sus propias dimensiones de análisis.

Para ir cerrando el autor hace referencia dos momentos primordiales. Plantea un


estado de crisis, entendido como profundos cambios que ha presentado la
disciplina, por un lado la critica a historiadores cualitativos, marxistas y
estructuralistas en la relación del campo con la política (ideología) y por otra parte
las diferencias sustanciales al ejercicio sociológico, que, se plantearía una visión
renovadora o como la propone Casanova, la salida de un túnel, para ello propone
que el historiador debe reconstruir las relaciones entre las diferentes partes de los
fenómenos del pasado, pero para ello propone que el historiador también tiene
que hacer uso de la teoría y esta la va encontrar en la econometría, estadística y
sociología.

Para finalizar el autor arguye que la labor del historiador en este devenir de la
historia socia está en el uso democrático de las fuentes, escoger lo que realmente
es importante y reconstruir los problemas históricos.

Para finalizar, el texto lleva a lector a reflexionar del desarrollo de la historia social
y propone la crítica constante a como diferentes historiadores han pasado y
enmarcado ese devenir de la disciplina, rescato dos elementos sustanciales, por
un lado el análisis que le realiza a las diferentes escuelas (alemana, francesa,
británica y Norteamérica) pues han presentado posturas con puntos de encuentro
y diferencia en la construcción de la historia social y por otro lado la critica al
ejercicio del historiador en uso de las fuentes, las disciplinas auxiliares o
complementarias y de la teorías y metodologías para que su ejercicio sea
reflexivo, explicativo y honrado.

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