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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Ciencias Y Tecnología


Instituto Universitario Politécnico Santiago (PSM)

LA ANTIGÜEDAD, EGIPTO, EL AREA DEL EGEO

17Pts

Docente: Realizado Por:

Julián Velásquez Fiorela Mora

La guardia
Año 24/04/2020
INTRODUCCION

En la antigüedad el antiguo Egipto tuvo mucha controversia con respecto a su


historia hasta que el arqueólogo jean-François champulón descifro en parte textos
egipcios que cambio por completo la historia egipcia, por lo tanto este
acontecimiento dio un gran paso para la investigación arqueológica con base
científica en el valle del Nilo, se habla de grandes construcciones, la astronomía y la
vida de ultratumba.
El egeo también tiene grandes acontecimientos en la antigüedad cuando se
construía con muros de enormes bloques de piedra toscamente superpuestos.
LA ANTIGÜEDAD
EGIPTO

La civilización mas antigua cuya influencia sobre Europa debía manifestarse no al


principio, sino después de un florecimiento que duro mas de dos mil años y en la fase
de decadencia que siguió a la caída de la última dinastía, tuvo su sede en el valle del
Nilo, tal como lo afirma Mora F.(2020): “llevando a cabo grandes descubrimientos y
construcciones que le daban grandeza a los faraones, los arqueólogos tienen como
misión rescatar la historia egipcia e imponentes testimonios del antiguo egipto”.
(P,19),

Los griegos y los fenicios tenían relaciones comerciales con los egipcios. Hacia
finales del siglo VI a.C. los persas se apropiaron del país de los faraones y lo
gobernaron durante otros cien años como dominadores extranjeros. En el año 332 acá
Alejandro magno incorporo Egipto a su imperio, pretendiendo honores divinos como
hijo de amor. A continuación reinaron los Tolomeo, dinastía fundada por el
macedonio Tolomeo, que estaba lejos de ser de sangre macedonia, no obstante los
seis matrimonios entre hermanos (resultando a partes iguales egipcio, libio, novio y
sirio). El último vástago de esta estirpe fue cleopatra que, astutamente envuelta en
una suntuosa cobertura, cayo literalmente a los pies del cesar.
Los romanos hicieron de Egipto el granero del imperio y acogieron en su panteón
a las divinidades del Nilo. En la época romana, el arte egipcio dejo poco a poco de
ejercer su influencia sobre las demás civilizaciones del mediterráneo y las puertas
patéticamente cerradas de las tumba de los reyes, que resistieron durante tanto
tiempo las inclemencias del tiempo, no inspiraron ningún temor reverencial a las
tribus del desierto que irrumpieron en el alto valle del Nilo. Lo que los arqueólogos
ha conseguido recientemente poner a salvo en los museos es, a pesar de la variedad y
esplendor de los hallazgos, el resto desaparecido de una grandeza pasada, el
testimonio de una fe, no exenta de angustia, en la vida del mas allá.
En el año 1799 un teniente de la armada napoleónica descubrió en la zona del
delta, bajo los escombros de una casa derruida, la piedra de basalto negro que
llegaría a ser conocida como la piedra roseta. La piedra tiene textos con el mismo
contenido, incisos en tres escrituras diferentes egipcio jeroglífico, griego y demótico.
Al arqueólogo francés jean-François champulón le corresponde el mérito de haber
descifrado, en parte, en 1822, los dos textos egipcios basándose en el texto griego.
Este acontecimiento dio un impulso a la investigación arqueológica con base
científica en el valle del Nilo. A partir de ahí hubo que reescribir la historia de Egipto
y fue posible hacerse una idea de la naturaleza, anteriormente solo vislumbrada, de
los monumentos egipcios y de su significado con respecto al universo y la vida de
ultratumba.
Las dimensiones que nos parecen temerarias de los monumentos egipcios querían
ser expresión imperecedera del poder de los reyes. Para los campesinos a lo largo del
rio de lo mismo que para los demás súbditos, la grandiosidad de las construcciones
era testimonio del origen divino de todos los reyes desde los tiempos más remotos.
¡Quien, sino un dios, habría desplazado un número tan enorme de piedras, montañas
casi enteras!
Excepto las obras de canalización de las aguas del Nilo, la arquitectura estaba
completamente al servicio del rey, las divinidades y los difuntos. Había, ciertamente,
tiendas, archivos, edificios militares, pero el empeño arquitectónico en tales obras era
escaso en comparación con el de las construcciones reales. El rey era el propietario
de todas las cantares de piedra de los valles rupestres, y dominaba un ejército de
esclavos. Pero las gigantescas dimensiones de sus edificios no se debían a este poder,
ni a los proyectos elaborados por gusto: reflejaban la voluntad de quien se proponía
representar el cosmos, proporcionando el modelo de un mundo espacial y temporal
en cuyo centro se encontraba el valle del Nilo
En el tercer milenio a.m. la estrella Arpa Dracenas se movía con una desviación
menor de tres grados con respecto al polo celeste, alrededor del cual rota, noche tras
noche, el cielo de estrellas fijas. En el bajo Egipto, esta estrella polar, en tiempos de
los faraones, se encontraba en verano a 33 grados sobre el horizonte. Pues bien, este
Angulo se puede medir en las galerías inclinadas que conducen a las cámaras
sepulcrales. Las superficies laterales de la pirámide de Keops (orientadas cardinal)
tienen un Angulo de inclinación de 52 grados, que corresponde al punto de
culminación de la más luminosa de las estrellas fijas. Satis, llamada entre nosotros
sirio. El perímetro de la base de la pirámide de Keops esta en relación con la longitud
del año solar: los arquitectos egipcios se servían de una unidad de medida que los
arqueólogos ha denominado metro de las pirámides. Transportada a nuestro sistema
métrico decimal, esta unidad equivale a 63,5cm.
La veinticincoava parte del metro de las pirámides es 1 pulgada de pirámide. La
longitud de la base de la pirámide de Keops mide cerca de 230 metros. Naturalmente
no es posible establecer la medida exacta, pues falta el revestimiento de piedras
planas, pero se calcula una longitud aproximada de 231 metros o poco más, y si se la
pasa a la medida antigua, el perímetro del monumento resulta ser 36. 524 pulgadas
de pirámide. Este valor corresponde a la medida exacta del año solar de 365,2422
días con aproximación hasta la cuarta cifra decimal. Por lo tanto las dimensiones de
la pirámide de Keops parecer estar en relación, en el plano espacial y temporal, con
determinados valores astronómicos
La temática de las pirámides es controvertida, pues es el resultado de
especulaciones no documentables con textos y representaciones contemporáneas.
Quedan sin embargo verificados el saber matemático-astronómico de la época y el
alto grado de conocimientos geométricos que poseían los arquitectos egipcios.
Para construir la pirámide de Keops, de 146 metros de altura, decenas de miles de
obreros tuvieron que escuadrar, desplazar y superponer en el transcurso de veinte
años dos millones y medio de bloques de piedra de 25 quintales cada uno.
Casi todas las obras de edificación del antiguo Egipto (tumbas, pirámides o
templos) fueron concebidas según proyectos en los que las reflexiones de orden
astronómico no eran menos importantes que las consideraciones estéticas.
Finalmente, la ambición y el deseo de los reyes de manifestar su poder estaban entre
los factores que determinaban las dimensiones de los monumentos. Es por tanto
comprensible que esas enormes construcciones suscitasen en el pueblo admiración y
un sentimiento de temor reverencial.
Delante de las selvas de columnas de las salas llenas de misterio en las que solo
entraban algunos elegidos, se extienden grandes superficies planas.
Los muros y las paredes estaban decorados con textos figurados que pocos
conseguían interpretar en su totalidad. Los mortales comunes no podían comprender
al faraón en toda su grandeza.
El estilo cambia muy poco durante la dilatada historia de la arquitectura egipcia.
Existen fachadas como las de karma y efe que se inspiraron en el mismo principio
constructivo y se diferencian bastante poco en los detalles, a pesar de estar
construidas con más de mil años de diferencia una de la otra. La forma esbozada en
una época era válida para siempre, lo mismo que el estilo. La repetición y reiteración
eran símbolos de una realidad imperecedera.
Para el faraón, la construcción de su futura tumba constituía el gran tema de su
vida, y si le era concedido un reinado largo y pacífico, la construcción adquiría
dimensiones gigantescas.
A menudo sucedía que el sucesor ampliaba la tumba cuando las diversas cámaras
no bastaban para contener todos los tesoros que el difunto debía llevar consigo para
su viaje al más allá.
Es sabido que el pensamiento de la muerte y de la vida del ultratumba estaba
siempre presente en el conciencia de los antiguos egipcios, pero sobre el culto
reservado a los difuntos de modesta condición nos han llegado testimonios escasos y
tampoco se conoce la vida de la gente de condición humilde. Un texto de una tumba
real deja entrever la diferencia entre los grandes y los humildes: Los que han
escuadrado la piedra dura, los que han construido con hermoso trabajo una sala en la
pirámide, los que han levantado un audaz obelisco, para todos ellos, los lugares del
sacrificio están vacíos, como aquellos de los exhaustos que mueren en la margen del
Nilo sin que ninguno se acuerde de ellos. En cambio en la inscripción para el rey se
afirma: La puerta del cielo está abierta, los pesados candados han sido quitados para
ti. El dios sol te toma la mano, te guía y te pone sobre el trono de Osiris, el señor del
mundo de los muertos.
Haces florecer tu casa tras de ti y alejas de tus hijos todas las preocupaciones.
En el año 1960, el presidente egipcio nascer decidió, oprimiendo un botón, la
explosión de diez toneladas de material destructivo. Fue el inicio de los trabajos de la
presa de Asuán. Desde que la presa se terminó, el nivel de las aguas del Nilo ha
subido cien metros, desbordándose en una anchura de cuatrocientos kilómetros. Las
necrópolis y los templos entre Asuán (Pila) y wad Alfa se habría perdido para
siempre si la UNESCO no hubiese emprendido y llevado a cabo con éxito una acción
de salvamento y recuperación de los antiguos monumentos que pudieron salvarse,
salvo a pocas excepciones. Valiéndose de todos los medios técnicos disponibles y
aprovechando todos los conocimientos arqueológicos, los salvadores desmontaron y
reconstruyeron, en lugares más seguros imponentes testimonios del antiguo Egipto.
EL AREA DEL EGEO

En el tiempo en que Egipto no se utilizaba ninguna piedra de construcción que no


se concibiese y escuadrase geométricamente, se edificaban en el Peloponeso, en las
islas del Egeo y en Creta, muros de enormes bloques de piedra toscamente
superpuestos, tal como lo afirma Mora F.(2020): “En aquellos tiempos los materiales
para construir grandes imperios eran escasos por la falta de descubrimientos por lo
cual que ellos solo utilizaban grandes muros para empezar cualquier obra”,(P,23),

Los cimientos de las primeras ciudadales indican que estas parece que han sido
proyectadas por así decir sin reglas preestablecidas, sin exigencias de prestigio ni
representativas. Pero con el establecimiento de los primeros patios de columnas en
un espacio cerrado en forma de cuadrilátero, con las estancias dispuestas alrededor,
comienza a perfilarse un orden racional.
CONCLUSION
En el antiguo Egipto hay muchos misterios que aún no se han revelado, con el
pasar de los tiempos van a ir saliendo a las luz grandes novedades. La arquitectura
egipcia es la demostración de ambición y grandeza que los grandes reyes del pasado
dieron a demostrar con sus majestuosas pirámides, monumentos, columnas, tumbas y
templos. En la actualidad muchos arqueólogos y arquitectos buscan reconstruir
imponentes testimonios del antiguo Egipto. El área del Ageo nos muestra las
primeras construcciones egipcias enseñándonos su astucia en la edificación de
grandes monumentos sin la utilización de piedras en aquel tiempo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Munchen,KG.; Milano, S.p.A. y Anaya, E.G. Arquitectura como reconocer los
estilos.

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