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DEFINICIÓN DE RESIDUO SÓLIDO

Un residuo es un material que se desecha después de que haya realizado


un trabajo o cumplido con su misión. Se trata, por lo tanto, de algo
inservible que se convierte en basura y que, para el común de la gente,
no tiene valor económico. Los residuos pueden eliminarse (cuando se
destinan a vertederos o se entierran) o reciclarse (obteniendo un nuevo
uso).

Sólido, por otra parte, es el adjetivo que hace mención a lo macizo o


firme. Un cuerpo sólido mantiene su volumen y su forma constantes
debido a la gran cohesión de sus moléculas. De esta manera, se diferencia
de otros estados de agregación de la materia, como el líquido o el
gaseoso.
Los residuos sólidos, por lo tanto, son aquellos desechos que están en
el mencionado estado. La noción de residuos sólidos urbanos se
utiliza para nombrar a aquellos que se generan en los núcleos urbanos y
sus zonas de influencias. Los domicilios particulares (casas,
apartamentos, etc.), las oficinas y las tiendas son algunos de los
productores de residuos sólidos urbanos.
Un papel usado, un envase de cartón o una botella de plástico son
ejemplos de residuos sólidos. El aceite de un vehículo o el humo que emite
una chimenea industrial, en cambio, no forman parte de este tipo de
residuos.

Dentro de los residuos sólidos tendríamos que establecer que existen dos
grandes grupos: los peligrosos y los no peligrosos. Los primeros son los
que, como su propio nombre indica, pueden suponer un cierto peligro
para la ciudadanía o el medio ambiente por sus propiedades corrosivas,
tóxicas o explosivas.

Los segundos, los no peligrosos, no suponen ningún tipo de riesgo para


los humanos ni la naturaleza de manera contundente. Hay que subrayar
que se pueden subdividir a su vez en cuatro grandes tipos:
• Ordinarios. Son los que se producen como consecuencia de una
actividad normal de la rutina diaria en hogares, hospitales, oficinas,
centros escolares…
• Biodegradables. En jabones o papel higiénico se encuentran los restos
naturales o de clase química que son los que forman esta categoría. Se
identifican, entre otras cosas, porque se descomponen de manera muy
sencilla en el medio ambiente.
• Inertes. En determinados tipos de cartón y papel se hallan, por su parte,
los restos que dan forma a este tipo de residuos sólidos. Entre sus
principales señas de identidad está el que no se descomponen fácilmente,
es más, tardan mucho tiempo en hacerlo
• Reciclables. Como su propio nombre indica, son aquellos que se pueden
volver a utilizar, después de someterse a determinados procesos. Este
sería el caso de telas, vidrios, determinados plásticos y papeles…

La gestión de los residuos sólidos urbanos implica diversos pasos, con una
etapa previa a la recogida (que incluye la separación y el almacenamiento
en origen), la recogida en sí misma, el transporte mediante camiones
recolectores y finalmente la eliminación o transformación.

En concreto, técnicamente hablando, las etapas que dan forma a la


gestión de residuos sólidos son las siguientes:
• Separación y selección.
• Recolección y transporte.
• Clasificación.
• Aprovechamiento y revalorización, en el caso que sea posible.
• Tratamiento.
• Disposición final.

 Residuo orgánico: todo desecho de origen biológico (desecho orgánico), que


alguna vez estuvo vivo o fue parte de un ser vivo, por
ejemplo: hojas, ramas, cáscaras y residuos de la fabricación de alimentos en el hogar,
etc.

 Residuo inorgánico: todo desecho sin origen biológico, de índole industrial o de


algún otro proceso artificial, por ejemplo: plásticos, telas sintéticas, etc.

 Mezcla de residuos: En el sentido más amplio del término, se refiere a todos los
desechos de residuos mezclados que es el resultado de una combinación de
materiales orgánicos e inorgánicos. En la mayoría de los países se producen residuos
mezclados, a partir de restos de comida, envases y cajas diversas. Un problema es el
de los residuos compuestos de materiales orgánicos que no pueden descomponerse
por completo, y material inorgánico relacionado con el nitrógeno y por tanto que
también forma gases tóxicos. Por ello es importante deshacerse de los residuos
generados en el día a día. Debido a los peligros de los residuos mezclados, algunas
personas separan los residuos orgánicos de los inorgánicos, y los orgánicos los usan
para crear compost.

 Residuos peligrosos (véase Gestión de Residuos Peligrosos): se refiere a


todo desecho, ya sea de origen biológico o no, que constituye un peligro potencial
(código CRETIB) y que por lo cual debe ser tratado de forma especial, por ejemplo,
material médico infeccioso, residuo radiactivo, ácidos y sustancias químicas
corrosivas, etc.

 Residuo inerte: aquel residuo no peligroso que no experimenta


transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas, no es soluble ni
combustible, ni reacciona física ni químicamente ni de ninguna otra manera, no es
biodegradable, no afecta negativamente a otras materias con las cuales entra en
contacto de forma que pueda dar lugar a contaminación del medio ambiente o
perjudicar a la salud humana. La lixiviabilidad total, el contenido de contaminantes del
residuo y la ecotoxicidad del lixiviado deberán ser insignificantes, y en particular no
deberán suponer un riesgo para la calidad de las aguas superficiales o subterráneas.

Una ciudadana deposita una bolsa con basura en un contenedor.

Puede consultarse una lista de residuos peligrosos en el apartado 4 del artículo 1 de


la Directiva 91/689/CEE, sobre residuos peligrosos (aprobada por la Decisión
2000/532/CE, de la Comisión (Unión Europea), de 3 de mayo, modificada por las
Decisiones de la Comisión, 2001/118/CE, de 16 de enero, y 2001/119, de 22 de enero, y
por la Decisión de consejo 2001/573, de 23 de julio).

os residuos sólidos tienen su origen en diferentes


actividades, la mayor parte se generan en los domicilios
particulares de las grandes urbes, pero también en la
industria, construcción, actividades agrarias, etc. En
realidad, cualquier objeto no útil resultante de la
fabricación, utilización o transformación de un bien de
consumo que no se encuentre en estado líquido o gaseoso
es un residuo sólido.

Básicamente se distinguen cuatro tipos de residuos sólidos:


domésticos, comerciales, industriales y agrícolas. Los
domésticos y comerciales son en su mayoría materias
orgánicas tanto combustibles como incombustibles, tales
como restos de alimentos, papel, cartón, tejidos, maderas,
vidrio, metales, cerámicas, etc. Los residuos industriales
proceden generalmente de combustibles sólidos, productos
químicos y demoliciones. Por su parte, los residuos
agrícolas son en su mayoría materias orgánicas como
estiércoles, purines y restos de cosechas.

La industria es una de las fuentes generadoras de residuos sólidos

El problema de los residuos sólidos se plantea siempre en el


momento de decidir como eliminarlos. Aquellos que tienen
un origen orgánico siempre pueden ser reutilizables o
reciclables, pero existen muchos otros que presentan serias
dificultades para convertirlos en elementos inocuos para la
salud o la asimilación por las cadenas tróficas. Un ejemplo
lo hallamos en aquellas sustancias radiactivas, tóxicas o
inflamables; todas ellas son materias peligrosas que o bien
es imposible o resulta caro su reaprovechamiento, o bien se
ignoran por su escaso valor, terminando finalmente en
vertederos y creando graves inconvenientes
medioambientales, como la contaminación de acuíferos del
subsuelo o proliferación de plagas de insectos y roedores,
además de suponer un foco de olores desagradables e
incómodos para las personas.

Los métodos de eliminación o transformación

El método más utilizado para la eliminación de residuos


sólidos es el vertedero controlado. Los que no son
acumulados se incineran, y sólo una pequeña parte
terminan convertidos en abonos o fertilizantes orgánicos.

Vertidos controlados

Verter los residuos sólidos en lugares controlados es la


forma más económica de eliminarlos. La elección de los
vertederos debe realizarse adecuadamente de forma que
no se produzca contaminación ambiental, sea en la
superficie o los acuíferos subterráneos.

Los suelos que se vayan a dedicar a vertedero deben


poseer poca capacidad de filtración, estar alejados de
manantiales fluyentes o subterráneos, y no ser susceptibles
de inundación tanto por aguas fluviales como pluviales.
Además, las labores de acondicionamiento de los suelos
deben enfocarse a evitar que las zonas más altas drenen
hacia el vertedero, por ejemplo mediante desvío o
canalización hacia otras superficies más bajas.

Tras las labores de acondicionamiento perimetral, se


habilita el suelo del vertedero mediante el allanamiento y
excavado de zanjas. En ella se depositan los residuos en
forma de capas de una altura aproximada de 3 metros cada
una. Cada capa se cubre con tierra y se prensa con
máquinas.
La elección de los vertederos debe realizarse adecuadamente de
forma que no se produzca contaminación ambiental, sea en la
superficie o los acuíferos subterráneos

Dado que los residuos están expuestos a la denominada


descomposición anaeróbica (en ausencia de aire) se genera
gas metano, resultado de la fermentación llevada a cabo
por los anaerobios como las bacterias y levaduras. Las
concentraciones excesivas de gas metano pueden producir
explosiones, motivo por el cual debe elegirse para el
vertedero un lugar suficientemente ventilado. En algunos
países existen instalaciones que aprovechan estos gases
como fuente de energía para otros usos.

Incineración

La incineración es otro método de eliminación de residuos


sólidos, pero que resulta impopular porque en la
combustión de determinadas materias se generan
sustancias contaminantes muy peligrosas. Por ello, las
plantas incineradoras deben observar unas prescripciones
muy estrictas en su funcionamiento.

Las sustancias emitidas a la atmósfera en una incineración


convencional son generalmente dióxido de carbono, óxidos de azufre
y nitrógeno, entre otras materias gaseosas
Los residuos que entran en una planta incineradora se
tratan con sistemas térmicos con mayor o menor rigidez
dependiendo del producto. Por ejemplo, en el caso de los
cianuros sólidos y otros residuos tóxicos y peligrosos, se
utilizan cámaras de combustión a temperaturas de unos
900 grados centígrados, y de postcombustión que superan
los 1000 grados, además de sistemas de lavado de gases.

Aunque la incineración de sólidos domésticos y sanitarios


produce sustancias contaminantes, en realidad los más
peligrosos son los residuos tóxicos procedentes de la
industria, que producen a su vez nuevas sustancias
contaminantes y peligrosas, tales como ácidos, dioxinas y
metales pesados. Las sustancias emitidas a la atmósfera en
una incineración convencional son generalmente dióxido de
carbono, óxidos de azufre y nitrógeno, entre otras otras
materias gaseosas. La incineración también produce
residuos sólidos incombustibles y otras partículas y cenizas
volátiles, que deben ser controladas mediante filtros y
sistemas de lavado de gases.

Gran cantidad de la energía disipada en la incineración de


residuos sólidos puede ser recuperada. Mediante la
instalación de incineradoras con recuperación de energía se
consigue reducir los costos económicos y energéticos, pues
una parte de la energía consumida es devuelta para el
consumo en forma de electricidad o calefacción. En estos
sistemas se utilizan procesos de combustión o pirolisis; en
uno se hace circular agua por tubos que están situados
dentro de la cámara de combustión, y que al calentarse
genera vapor; el otro aprovecha las corrientes de gases
que se producen en la descomposición química por el calor
de los residuos, cuando son sometidos a una atmósfera de
escaso oxígeno.
LASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS

La basura la podemos clasificar según su composición:

 Residuo orgánico: todo desecho de origen biológico, que alguna vez estuvo vivo o fue
parte de un ser vivo, por ejemplo: hojas, ramas, cáscaras y residuos de la fabricación de
alimentos en el hogar, etc.
 Residuo inorgánico: todo desecho de origen no biológico, de origen industrial o de
algún otro proceso no natural, por ejemplo: plástico, telas sintéticas, etc.
 Residuos peligrosos: todo desecho, ya sea de origen biológico o no, que constituye
un peligro potencial y por lo cual debe ser tratado de forma especial, por ejemplo: material
médico infeccioso, residuo radiactivo, ácidos y sustancias químicas corrosivas, etc.

La basura está formada por un conjunto de materiales heterogéneos. Casi la mitad de la basura está
constituida por materiales no fermentables llamados inorgánicos, la mayor parte de los cuales son
envases o embalajes. Dentro de los residuos inorgánicos encontramos: papel/cartón, plásticos, vidrios,
textiles, chatarra y otros (materiales tóxicos derivados de productos de limpieza, pilas, etc.). Gran parte de
estos materiales se pueden reciclar y recuperar, volviendo después a incluirse en la cadena productiva y
de consumo, ahorrando energía y materias primas, además de contribuir a la calidad ambiental. El resto
de los materiales son los residuos orgánicos, que también se puede recuperar para devolvérsela a la
tierra como abono y ayudando a mantener el nivel de fertilidad de la misma.

La materia orgánica: Más de la mitad de la basura son restos de comida. Esta materia constituye una
fuente importante de abonos de alta calidad. Esto es importante puesto que además de eliminar mas de la
mitad de los residuos supone un importante aporte de nutrientes y fertilidad para los cultivos evitando el
uso de abonos químicos que producen contaminación de las aguas.

La materia inorgánica:

 El vidrio: Los envases de vidrio se pueden recuperar, bien sea por uso de envases
retornables o bien a partir de la recogida selectiva del vidrio para después reciclarlo. Así
ahorramos materia prima y energía para elaboración, además de evitar el perjuicio que
supone la acumulación del vidrio que no se recicla.
 El papel: No es basura. El reciclaje del papel es necesario ya que economiza grandes
cantidades de energía, evita la contaminación del agua, evita el consumo de árboles y
hace innecesarias las plantaciones de coníferas y eucaliptos. El uso de papel reciclado
sin blanquear también reduciría las descargas de cloro, colorantes y aditivos en ríos, que
causan mortalidad entre los peces y desequilibrio en los ecosistemas acuáticos.
 La chatarra: Constituye el 3% de la basura doméstica y procede fundamentalmente de
las latas de refrescos y conservas. Supone un perjuicio medioambiental por su largo
tiempo de degradación. Además el reciclado de las latas abarata los costes de
elaboración.
 Los envoltorios y envases: Aproximadamente es un 20% de lo que se compra se tira de
inmediato por ser parte de los envases y embalajes. El sobre-empaquetamiento nos
ocasiona aumento de los residuos y encarecimiento de los productos.
 Los plásticos: Constituyen el 9% de la basura. Tienen una vida muy larga y son un gran
problema medioambiental ya que la mayoría no se degradan. Esta basura plástica es
consumida por gran cantidad de fauna en vertederos y en medio acuático ocasionando
muerte a peces, aves y animales, además del deterioro que supone. El futuro es el
reciclado de este residuo.

Productos peligrosos: Los productos de limpieza, pinturas, medicinas y pilas son altamente tóxicos.
Estos productos necesitan una campaña de recogida específica que no haga que vayan a parar a
vertederos incontrolados donde pueden provocar catástrofes medioambientales contaminando aguas y
suelos. Las pilas son uno de los productos tóxicos más peligrosos por su contenido en mercurio y cadmio.
Cuando las pilas se han agotado y se acumulan en vertederos o se incineran, el mercurio se deja
escapar, y va tarde o temprano al agua. El mercurio es absorbido por el plancton y las algas, de éstas a
los peces y de éstos al hombre. Una pila botón puede contaminar 600.000 l. de agua. Los medicamentos
tienen componentes tóxicos que también se pueden filtrar en los vertederos y pasar al agua
contaminándola.

Según su origen:

 Residuo domiciliario: basura proveniente de los hogares y/o comunidades.


 Residuo industrial: su origen es producto de la manufactura o proceso de
transformación de la materia prima.
 Residuo hospitalario: deshechos que son catalogados por lo general como residuos
peligrosos y pueden ser orgánicos e inorgánicos.
 Residuo comercial: provenientes de ferias, oficinas, tiendas, etc., y cuya composición
es orgánica, tales como restos de frutas, verduras, cartones, papeles, etc.
 Residuo urbano: correspondiente a las poblaciones, como desechos de parques y
jardines, mobiliario urbano inservible, etc.
 Basura espacial: satélites y demás artefactos de origen humano que estando en órbita
terrestre ya han agotado su vida útil.

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