Greenpeace propone construir un nuevo sistema energético en el que se
reemplacen los combustibles sucios (carbón, petróleo, gas y uranio) por
energías renovables y se apueste por la eficiencia y las soluciones tecnológicas inteligentes que aseguren una transición justa para las personas empleadas en estos sectores y las comunidades que actualmente dependen de las energías sucias.
Se trata de un modelo en el que el control sobre la energía no es un
privilegio de las grandes empresas energéticas, sino donde cada hogar podría ser dueño de su energía, que pueda producir, consumir, acumular e intercambiar a su justo valor y en libertad. Esta transición energética ya está ocurriendo en muchos lugares del mundo y Greenpeace defiende el derecho ciudadano a formar parte de ella y a disfrutar de sus beneficios. Es obligación de todos los gobiernos impulsarla, priorizando así el interés general, la lucha contra el cambio climático y el abandono de las energías sucias. (Greenpace, España, 2018)
La ONG busca emprender nuevas alternativas de energía llevando acabo
conciencia en cada uno de los módulos anteriormente en el curso, la responsabilidad social, consumo responsable, pero sobre todo en la recuperación del medio ambiente logrando impacto económico, social y ambiental con un nuevo sistema de energía renovable. Cada opción que contempla la organización se basa en un desarrollo eficiente, responsable.