Está en la página 1de 17

MATEMÁTICA CONTEMPORÁNEA

Problemas con Objetos Abstractos


Cantor comenzó esta tarea
por medio del análisis de las
bases de las matemáticas y
explicó todo basándose en
los conjuntos (por ejemplo, la
definición de función se hace
estrictamente por medio de
conjuntos). Este monumental
trabajo logró unificar a las
matemáticas y permitió la
comprensión de nuevos
conceptos.
1→ 12 = 1
2→ 22 = 4
3→ 32 = 9
4→ 42 = 16
5→ 52 = 25
...
n→ n2 = n·n
...
0.a1a2a3a4a5 …
0.b1b2b3b4b5 …
0.c1c2c3c4c5 …
0.d1d2d3d4d5 …
…..

0 .[1]2 7 0 3 5 7 3 5...
0 . 0[4]7 2 6 8 4 2 1...
0 . 3 3[1]3 3 3 3 3 3...
0 . 6 8 4[5]3 4 8 7 2...
0 . 2 5 0 0[9]4 0 6 7...
0 . 6 6 6 6 6[2]6 6 6...
0 . 5 4 7 9 2 5[6]6 9...
0 . 2 4 7 8 4 7 3[5]5...
Hipótesis del Continuo. Preguntaba: si consideramos los diversos
conjuntos infinitos de números reales, ¿cuántos tipos hay, desde el
punto de vista de su potencia? “A través de un proceso inductivo”, le
resultaba “plausible” afirmar que hay exactamente dos clases de tales
conjuntos. Dicho de otro modo: si C ⊆ R, entonces o bien C es
numerable o bien es biyectable con R. Se seguiría de aquí que la
cardinalidad de R es la inmediata mayor que la cardinalidad
numerable.
LA CUESTIÓN DE LOS FUNDAMENTOS
1. Ignorar las paradojas, considerarlas como
construcciones artificiosas y continuar elaborando la
teoría cantoriana de conjuntos en sus aspectos no
paradójicos.
2. Restringir la existencia de conjuntos “paradójicos” a
través de sistemas axiomáticos más consistentes.
3. En los límites cantorianos de la consideración del
infinito actual, mejorar su fundamentación a través de
razonamientos con elementos finitos.
4. Criticando las concepciones de la abstracción del
infinito actual y las leyes de la lógica clásica, formular
un nuevo programa de fundamentación con la
correspondiente nueva lógica.
El axioma de elección, es un axioma que
postula que para cada familia de conjuntos no
vacíos, existe otro conjunto que contiene un
elemento de cada uno de aquellos. De manera
informal, afirma que dada una colección de
«cajas» con objetos dentro de ellas, es posible
elegir un objeto de cada caja. Que este
procedimiento puede llevarse a cabo es
trivialmente cierto siempre que dicha familia
sea finita, o cuando existe una regla bien
determinada que permite «elegir» un único
elemento de cada conjunto de ella. Sin
embargo, el axioma es indispensable en el
caso más general de una familia infinita
arbitraria.
Fue formulado en 1904, para demostrar que
todo conjunto puede ser bien ordenado.1
Aunque originalmente fue controvertido, hoy
en día es usado sin reservas por la mayoría de
los matemáticos. Hay aún, sin embargo,
especialmente en la teoría de conjuntos,
corrientes de opinión que rechazan el axioma
o que investigan consecuencias de otros
axiomas inconsistentes con él.
El primer teorema de incompletitud afirma que, bajo ciertas condiciones,
ninguna teoría matemática formal capaz de describir los números naturales y
la aritmética con suficiente expresividad, es a la vez consistente y completa.
Es decir, si los axiomas de dicha teoría no se contradicen entre sí, entonces
existen enunciados que no se pueden probar ni refutar a partir de ellos. En
particular, la conclusión del teorema se aplica siempre que la teoría aritmética
en cuestión sea recursiva, esto es, una teoría en la que el proceso de
deducción se pueda llevar a cabo mediante un algoritmo.

La prueba del teorema es totalmente explícita y en ella se construye una


fórmula, denotada habitualmente G en honor a Gödel, para la que dada una
demostración de la misma, se puede construir una refutación, y viceversa. Sin
embargo, la interpretación natural de dicha sentencia en términos de números
naturales es verdadera.

El segundo teorema de incompletitud es un caso particular del primero: afirma


que una de las sentencias indecidibles de dicha teoría es aquella que
«afirma» la consistencia de la misma. Es decir, que si el sistema de axiomas
en cuestión es consistente, no es posible demostrarlo mediante dichos
axiomas.
Cohen fue reconocido por inventar una técnica matemática llamada forcing
y usarla para demostrar en 1963 que ni la hipótesis del continuo (HC) ni el
axioma de elección (AC) pueden probarse a partir de los axiomas estándar
en teoría de conjuntos, los axiomas de Zermelo-Fraenkel (ZF). Unido al
trabajo previo de Gödel el resultado obtenido por Cohen demostraba que
ambas afirmaciones eran independientes de ZF. Es decir, estos dos
axiomas HC y AC no pueden ser ni probados ni refutados a partir de los
axiomas ZF. En este sentido HC se dice indecidible y es probablemente el
ejemplo más famoso de una afirmación natural independiente de los
axiomas convencionales de la teoría de conjuntos. El problema de la
hipótesis del continuo era el primer problema de los 23 famosos problemas
de Hilbert presentados en el segundo congreso internacional de
matemáticos en París en 1900.
Este trabajo sobre la HC le valió a Cohen la medalla Fields en 1966 y
la National Medal of Science en 1967. Igualmente fue premiado con
el Premio Bôcher en 1964 por su artículo titulado "On a conjecture of
Littlewood and idempotent measures". Además de su trabajo sobre teoría
determinada, Cohen ha trabajado en ecuaciones diferenciales y análisis
armónico.

También podría gustarte