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UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD

(UTE)
PRIMERA FACILITACION

Tema:

DERECHO COMPARADO

Asignatura:

FREDDY ANTONIO CAPELLÁN

Sustentantes:

2014-00036

Matricula:

RHINA DE LOS SANTOS

Facilitadora:

Abril del 2020.

Fecha:
Derecho Comparado:

Es una técnica para estudiar el Derecho, caracterizada por contrastar


instituciones o figuras jurídicas de distintos ordenamientos con el fin de
profundizar en el conocimiento del ordenamiento propio.

El Derecho Comparado contiene reglas esencialmente destinadas a


determinar en cada Estado si las jurisdicciones nacionales son competentes
para conocer de una determinada relación de carácter internacional y a cuál
derecho nacional estaría sujeta esa relación.

1- Analizar el origen del Derecho Comparado

El hombre antiguo como el hombre actual no estuviera intrigado y sintiera


la necesidad de indagar como se aplicaba la justicia en los otros pueblos,
pero sobre todo en puebles más próximo a los nuestros o los suyos.

Por lo tanto, siempre existió un inusitado interés por conocer y estudiar el


Derecho Extranjero, apelando con mucha frecuencia a juristas y a métodos
comparativos. Se cree que según la tradición, las leyes de Salón el
ateniense que llegó hacer uno de los siete sabios de Grecia, y la Ley de las
Doce Tablas, fueron procedidas por investigaciones muy acorde al Derecho
Comparado.

La comparación de las costumbres permitió y dio luz a los antiguos juristas


Franceses a formular los principios rudimentarios de un derecho Común y
consuetudinario. En el caso de Alemania, y su Derecho Privado Alemán,
también en Inglaterra se compararon el Common Law y el Derecho
Canónico. En esos primeros tiempos no se usaba la expresión "Derecho
Comparado".

Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX específicamente en 1869, y


en algunos casos, a partir del siglo XX, cuando comienza a tener
fundamento y a verse la utilidad de los estudios del Derecho Comparado.

La comparación de los Sistemas Jurídicos hasta ese entonces se había


hecho de una forma circunstancial y sin una especificación especial. En
Alemania, el Jurisconsulto Shering no tuvo dudas en proclamar que el
Derecho Comparado constituiría para los juristas el método del porvenir.

Algunos Estados de Europa y también de América Latina promulgaron o se


propusieron promulgar a mediados del siglo XIX Códigos con ciertos
perfiles que se diferenciaban del modelo Napoleónico.

Es la época en que hace su aparición el Derecho Comparado bajo el


nombre de "Legislación Comparada". Estudiándose lo nuevos códigos,
aunque no se tratara de descubrir en ellos el Derecho, y en el tiempo y
la conciencia éste se confundírsete se confundiera con la ley, porque para
los Franceses el Derecho solo podía encontrarse en los códigos y las Leyes
Francesas.

Se cree que ese estudio pudo proporcionar desde el punto de vista político y
de la ciencia jurídica, sugerencias para perfeccionar las leyes Francesas. Y
con ese espíritu se creó en Francia en 1869 la Sociedad de Legislación
Comparada, y en el mismo orden una oficina de Legislación Extranjera en
1876, en el seno del Ministerio de Justicia, con el objetivo de informar a los
Magistrados sobre Sistemas Jurídicos Extranjeros.

En esa oficina se hacían las Comparaciones de las Leyes mediante una


publicación de las traducciones de los Códigos y Leyes Extranjeras. La
Legislación Comparada debía servir esencialmente, según la norma de la
época, para perfeccionar los Códigos y las Leyes.

El interés de la Comparación se limitó a los Sistemas Jurídicos, incluyendo


los Derechos que se basaban en una tradición Romanista que se adhirió a la
fórmula a la fórmula de la codificación.

En el año 1900 en ocasión de celebrarse en Francia el Primer Congreso


Internacional de derecho Comparado participando en el congreso juristas
de Europa Continental, solo un inglés, Sir Frederick Pollock, representó al
mundo de tradición jurídica inglesa.

En las discusiones del Congreso Primero del Derecho Comparado


en torno a su naturaleza y el objeto del Derecho, en definitiva surgió una
idea matriz que decía: El objeto del Derecho Comparado es lograr la
creación de un Derecho Común Legislativo, el derecho del siglo XX,
común a toda la Humanidad Civilizada.

2. Determinar la importancia del estudio comparativo del Derecho:

El Derecho comparado se ocupa de determinar similitudes y diferencias


entre los sistemas u ordenamientos jurídicos vigentes en los Estados y de la
dinámica de articulación. Para ello, se ha establecido la noción de familias
jurídicas que, en buena cuenta, constituyen formas didácticas para
organizar los ordenamientos jurídicos estatales a partir de los procesos
históricos, ideológicos, sociales, económicos, políticos, que han generado,
por ejemplo, un particular respeto hacia la ley como fuente especial del
Derecho o a la creación de los jueces, o a la interpretación de los textos
religiosos.

Para RENE DAVID existen tres grandes fines, a saber:

 Pueden ser utilizados en la investigación que conciernen la historia,


la filosofía o la teoría general del derecho.
 Es de utilidad para conocer mejor nuestro derecho nacional y para
mejorarlo.
 Es útil para comprender los pueblos extranjeros y procurar un
régimen mejor a las relaciones de la vida internacional.

En ese mismo orden el derecho comparado es el método para el


perfeccionamiento del derecho interno.

El perfeccionamiento del derecho interno a través del análisis, que resulta


el derecho comparado, puede lograrse principalmente y teniendo en cuenta
dos fenómenos que marcan una especie constante; la adopción de modelos
y de las sustituciones.

Cuando realizamos estudios aplicando el método comparativo al derecho,


los juristas pueden conocer mejor el derecho, porque ya no se estudia las
instituciones o normas jurídicas, o jurisprudencia, o ejecutorias, o
costumbre jurídica, dentro de un sistema jurídica, sino dentro de diferentes
sistemas jurídicos lo que hace que la perspectiva sea mayor, ya que el
vértice con el que se estudia el derecho es mayor.

Ha habido un extraordinario aumento de la difusión e importancia de


los estudios y las enseñanzas de tipo comparativo en los últimos años.

Razones de la creciente importancia.

1. Una primera razón se debe al aumento extraordinario de los intercambios


económicos, personales, culturales entre las naciones, con el incremento de
las relaciones jurídicas a nivel transnacional.

2. Segunda razón, no desligada de la primera en la naturaleza transnacional


de fenómenos cada vez más relevantes, los cuales requieren, por tanto, una
disciplina jurídica que no sea meramente nacional: pensemos, por ejemplo,
en la contaminación, en las empresas transnacionales las comunicaciones.

3. Una tercera razón proviene de la tendencia de ciertos valores,


particularmente en el campo de los Derechos Humanos, al afirmarse en el
nivel transnacional Como las convenciones Europeas, Africana y
Americana de Derechos Humanos.

4. una cuarta razón., por ultimo resulta de la tendencia de crear


organizaciones políticas y económicas multinacionales, como la Unión
Europea que comprende actualmente 27 países.

3.  Interpretar los fundamentos teóricos y tecnológicos que emplea


para su estudio el Derecho Comparado:

Según la tradición, las leyes de Salón el ateniense que llegó hacer uno de
los siete sabios de Grecia, y la Ley de las Doce Tablas, fueron procedidas
por investigaciones muy acorde al Derecho Comparado.

La comparación de las costumbres permitió y dio luz.

A los antiguos juristas franceses la comparación de las costumbres le


permitió arrojar luz a la formulación de los principios rudimentarios de un
derecho Común y consuetudinario.

Alemania (su Derecho Privado Alemán) e Inglaterra se compararon el


Common Law y el Derecho Canónico; pero en estos tiempos no se usaba la
expresión "Derecho Comparado".

Ya para los siglos XIX y XX, fue cuando se comenzó a asumir fundamento
y a verse la ventaja de los estudios del Derecho Comparado. En Alemania,
el Jurisconsulto Shering no tuvo dudas en proclamar que el Derecho
Comparado constituiría para los juristas el método del porvenir.
El éxito del Derecho Comparado hoy, se le atribuye a la necesidad que
experimentaron los juristas, después de "superar" los signos nacionalistas,
volviendo al universalismo que es el atributo principal de toda ciencia.
Al producirse en Francia la compilación y codificación napoleónica, esto
atrajo la creencia de que gracias a las nuevas compilaciones el Derecho
Natural había alcanzado la formulación definitiva con un valor "universal"

Creando una percepción de que los demás pueblos no tenían más que


copiar el modelo que les ofrecía. En ese entonces los Franceses
"con problemas solo tenían que acudir a los códigos para hallar solución a
sus problemas". Visto desde esa perspectiva no quedó lugar para
implementar el Derecho Comparado.

4. Identificar el criterio empleado para clasificar las familias jurídicas:

En el campo del Derecho, al igual que en las demás ciencias, existen


categorías generales que sobresalen por encima de la gran variedad de los
derechos particulares; en dichas categorías, es que nos es posible agrupar
los diferentes derechos.

El concepto de Familia Jurídica implica la idea de una semejanza de


estructura y tomar en cuenta los elementos constantes del Derecho, sin
contentarse con una consideración de las normas, que integran en un
momento dado ese derecho.

La clasificación de los derechos en familias no debe hacerse por las


semejanzas o diferencias que presenten determinadas normas, por
importantes que puedan ser aquellas, pues cuando se quiere caracterizar un
determinado sistema jurídico, lo verdaderamente decisivo no puede residir
en lo que, por naturaleza, es circunstancial y contingente.

Finalmente, se determinan así las familias jurídicas del mundo


contemporáneo:
a. La Familia Romano Germánica: Esta es la primera familia de derecho
del mundo contemporáneo, en la actualidad La familia romano-germánica
goza de una tradición muy antigua; está íntimamente relacionada con el
sistema de derecho de la antigua Roma; una evolución milenaria alejó de
manera considerable no sólo las reglas de fondo y de procedimiento sino
también la concepción misma del derecho y de la regla de derecho
admitidas en la época de Augusto o de Justiniano.

Los sistemas de la familia romano-germánico pueden ser considerados


como los descendientes del derecho romano cuya evolución
perfeccionaron. No se trata de una simple réplica ya que muchos de sus
elementos provienen de fuentes ajenas al sistema de derecho romano.

En la actualidad, la familia del derecho romano-germánico se encuentra


diseminada en el mundo entero; rebasó con generosidad las fronteras del
antiguo Imperio romano y conquistó entre otros los países de toda América
Latina, de gran parte de África, los países del Cercano Oriente, Japón e
Indonesia.

Etapas de Evolución: El Imperio romano conoció una civilización


brillante y el genio romano construyó un sistema jurídico sin precedentes
en el mundo; pero hacia siglos que el Imperio romano había dejado de
existir en Occidente.

Las invasiones de diversos pueblos, germánicos en particular, finiquitaron


el Imperio romano en el siglo V DC; a raíz de esas invasiones, los pueblos
romanizados por una parte y los bárbaros por otra, convivieron siguiendo
cada uno de ellos la ley que les era propia.

Con el tiempo, sin embargo, la forma de vida se uniformó, los diversos


grupos étnicos se mezclaron y con la feudalidad naciente, unas costumbres
territoriales prevalecieron sobre las demás y se terminó por eliminar el
principio primitivo de personalidad de las leyes.

Es posible remitirse a algunos documentos para conocer el estado del


derecho romano o de los derechos de los bárbaros. Las compilaciones de
Justiniano (Código, Digesto e Institutas publicados de 529 a 534 DC y
complementados por una serie de Novelas) en Oriente y en cierta medida
en Italia, la Lex Romana Wisigothorum o Brevario de Alarico (promulgada
en el año 506 DC) en Francia y la península ibérica, representaban en teoría
el derecho romano. A partir del siglo VI DC, se redactaron leyes bárbaras
para la mayoría de los pueblos germánicos y este proceso continuó hasta el
siglo XII, especialmente en la legislación de diversos pueblos nórdicos o
eslavos

b. La Familia del Common Law: Comprende esta segunda familia, el


Derecho de Inglaterra y los Derechos que han tenido como modelo al
Inglés, nacido de la actividad de los tribunales reales de la justicia, a partir
de la conquista normanda. Las características del Common Law son
totalmente diferentes a las de la familia Romano-Germánica.

Además del Derecho inglés, la familia del Common Law comprende, salvo
ciertas excepciones (Escocia y Sudáfrica), los derechos de todos los países
de lengua inglesa o que han estado asociados, o aún lo siguen, a Inglaterra,
aunque en algunos países se han conservado tradiciones, instituciones y
nociones que les son propios.

Todo el estudio del Common Law debe comenzar por un estudio del
Derecho inglés, ya que el Common Law está marcado profundamente por
su historia de ese Derecho inglés.
El Common Law, es una especie de Derecho público surgido del
procedimiento y en su elaboración y formación, la ciencia de los
romanistas, fundada en el Derecho civil, solo ha desempeñado un papel de
segundo orden pues las divisiones del Common Law, los conceptos que
emplea y el vocabulario que emplea en sus conceptos, difieren mucho de
los que son propios de la familia Romano-Germánica.

El Common Law, ha sido elaborado por los Jueces, en el curso de dirimir


los conflictos entre los pacticulares, y este orígen es hoy todavía evidente.
La norma jurídica del Common Law, menos abstracta que la de los
derechos Romano-Germánicos, es una norma que proporciona solución a
un proceso, no una norma de conducta general para el futuro.

Las normas relativas a la administración de la justicia, el procedimiento, la


prueba, así como las relativas a la ejecución de las decisiones judiciales,
tienen el mismo rango, sino superior, es más bien debido a que con ellas se
busca el restablecimiento de la paz.

Además, el Common Law está vinculado en sus orígenes al poder real; y se


ha elaborado en los casos en los que la paz del reino estaba amenazada, o
cuando alguna otra consideración exigía o justificaba la intervención del
poder real; por tanto, se presenta esencialmente como un Derecho público,
y los litigios de los particulares sólo interesan a los tribunales del Common
Law, en la medida en que afectan el interés de la Corona o del Reino.

Al igual que los derechos Romano-Germánicos, el Common Law ha


experimentado una expansión considerable en todo el mundo como
resultado de las mismas causas: colonización o recepción.

El Common Law conserva una estructura muy diferente a la de los


derechos Romano Germánicos, pero los métodos empleados en ambos
mundos tienden a acercarse; la norma jurídica, especialmente, tiende a
concebirse cada vez más en los países de Common Law al estilo de la
norma Romano-Germánica, con la consecuencia de que muy a menudo se
ofrecen soluciones de contenido muy semejantes, inspiradas en una misma
idea de justicia, a los problemas que plantea el Derecho en el seno de las
dos familias.

c. La Familia de los Derechos Socialistas: Los Derechos socialistas


constituyen una tercera familia, distinta de los dos precedentes. Hasta
ahora, los países socialistas son todos los países que anteriormente poseían
derechos integrados en la familia Romano-Germánica. Han conservado
cierto número de las características que hemos señalado al hablar de los
derechos Romanos-Germánicos.
En ellos, la norma jurídica se continúa considerando como una norma
general de conducta y las divisiones jurídicas como el vocabulario, siguen
siendo, en gran medida, los propios de la ciencia jurídica edificada sobre la
base del Derecho Romano por obra de las universidades europeas.

Junto a estas semejanzas, sin embargo, se dan diferencias, debido al


carácter revolucionario que se les atribuye a los derechos socialístas, en
oposición al carácter estático de los Derechos Romano-Germánicos.

Además, los derechos socialistas no buscan tanto hacer reinar el orden


como en transformar totalmente la sociedad, mediante la creación de las
condiciones de un orden nuevo en el que las ideas mismas del Estado y
Derecho se fusionaran.

La fuente exclusiva de las normas del Derecho Socialista, se encuentra en


la obra del legislador, en cuanto es expresión de una voluntad popular,
dirigida de cerca por el partido comunista. Así, el Derecho depende
estrechamente de las condiciones imperantes en la economía, según lo
definió en su oportunidad el marxismo-leninismo.

De acuerdo con esta Doctrina, todos los bienes de producción han sido
colectivizados. Como consecuencia, la esfera de las relaciones entre
ciudadanos, en la nueva sociedad, se restringió y el derecho privado perdió
su primacía, pues casi todo se convirtió en derecho público.

La familia de los Derechos socialistas, ha tenido su origen en la antigua


Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, país en el que prevalecieron
estas concepciones desde 1917 cuando Rusia se separó del mundo
occidental, y hasta el fin de la Guerra Fría, cuando se sucedió igualmente el
Glasnot y la Perestroika.

d. La Familia de los Derechos Religiosos y Tradicionales o Filosóficos:


Las tres familias que acabamos de enumerar, con sus respectivas y diversas
variantes, constituyen, sin duda alguna, las tres principales familias
jurídicas del mundo contemporáneo. Podría decirse que no existe hoy en
día ningún Derecho que no haya tomado alguno de sus elementos de una de
estas tres familias.

Estas tres familias estudiadas están ligadas íntimamente al desarrollo de la


civilización Europea, y todas ellas reflejan modos de pensamiento y de
vida, expresan ideas y consagran instituciones que se han conformado en el
medio histórico y cultural Europeo.

Pero, nos encontramos con un problema totalmente diferente en Asia y


África, donde no se ha producido en toda su extensión la penetración
Europea.

Conviene, sin embargo, señalar, junto a estas tres familias, ciertos sistemas,
de naturaleza más religiosa o filosófica que jurídica en estricto sentido,
cuyas normas regulan en determinados países las relaciones humanas, en su
totalidad o en alguno de sus aspectos.

En realidad, dichos sistemas no constituyen familias propiamente dichas,


pues son independientes entre si y ninguno de ellos agrupa una pluralidad
de derechos nacionales.

Si hablamos de Derechos para referirnos a estas familias o sistemas o


sistemas, esto se debe a que no contamos con una definición más
apropiada.

Así se hace corrientemente en la práctica, debido a que el cuerpo normativo


en que integran y los conceptos y técnicas que los constituyen, están
destinados, en el espíritu de sus miembros, a desempeñar la función que, en
otras partes se reserva al Derecho.

El más importante de estos sistemas es el Derecho musulmán, seguido del


Derecho Hindú, el cual no es el Derecho de la India; está constituido por el
conjunto de preceptos que se imponen, con fuerza legal, a todos los fieles
de la religión Hindú, cualquiera que sea el país en que se encuentren.

En conclusión, en nuestro medio son más conocidas la familia jurídica


romano germánica y familia jurídica del Common Law. Por lo que los
sistemas jurídicos que pertenecen a la familia romano germánica tienen
como fuente principal la ley, es decir, tienen como característica la
primacía de la ley sobre otras fuentes del derecho, lo que no ocurre con los
sistemas jurídicos que pertenecen a la familia del Common Law, ya que en
estos sistemas jurídicos la fuente principal del derecho es la jurisprudencia.

5. Determinar los elementos constantes y variables en la historia del


Derecho Comparado:
La multiplicidad de los sistemas de derecho es una realidad. Cabe sin
embargo precisar la amplitud de ese fenómeno y su verdadero significado.
El derecho de los Estados Unidos de América y de Inglaterra difiere porque
el primero admite, mientras que el segundo rechaza un control de la
constitucionalidad de las leyes. El derecho inglés difiere del francés porque
el primero norma el trust en tanto que el segundo lo ignora. Sin embargo, la
diversidad de los sistemas de derecho no proviene exclusivamente de la
variedad de las reglas de derecho que prescribe.

Sería a la vez superficial y falso percibir el derecho como un simple


conjunto de reglas de derecho. Si bien el derecho puede, en una época y un
país determinado, plasmar un determinado número de reglas de derecho, el
fenómeno es sin embargo mucho más complejo.

Cada derecho constituye de hecho un sistema: emplea un determinado


vocabulario que corresponde a determinados conceptos; agrupa las reglas
de derecho en determinadas categorías; determina el empleo de ciertas
técnicas a fin de formular las reglas de derecho y ciertos métodos para
interpretarlos; se vincula a una concepción dada del orden social que
determina el modo de aplicación y la función misma del derecho. “Bastan
tres palabras del legislador, para que bibliotecas enteras pueden subastarse”
escribió en 1848 un autor alemán. Se trata obviamente de una simple
ironía.

Es cierto que las reglas de derecho se modifican cada vez con mayor
frecuencia y que el practicante debe aprender a tomar distancia de las obras
jurídicas desactualizadas. No obstante, ello, la enseñanza del derecho es
posible ya que el derecho significa más que un simple conjunto de reglas en
constante transformación.

La enseñanza del derecho, por tanto, sólo es posible porque el derecho se


integra no sólo por reglas que cambian. Lo crucial para los juristas no es
aprender de memoria y en el detalle las reglas de derecho vigentes en un
momento determinado: la interrogante natural es la siguiente: ¿de qué le
serviría este ejercicio diez años después, en la práctica de su profesión que
muy probablemente estaría ya sin ninguna relación con la inmensa mayoría
de las reglas de derecho inicialmente estudiadas? Lo verdaderamente
trascendente es conocer el marco de legalidad en donde se elaboran las
reglas de derecho, el significado de los términos empleados, los métodos
usados para fijar su significado y para armonizarlos entre ellos.

Las reglas de derecho pueden cambiar súbitamente por obra del legislador,
pero otros elementos no se pueden alterar de manera arbitraria ya que están
íntimamente vinculados a nuestra civilización y a nuestros modos de
pensar: el legislador no tiene ningún poder sobre ellos, como tampoco lo
tiene sobre nuestro lenguaje o nuestra forma de razonar.

En los Estados Unidos de América, la obra de Roscoe Pound puso de


manifiesto la importancia de estos elementos subyacentes a las reglas
jurídicas, presentes en los diversos sistemas de derechos. Es precisamente
sobre estos elementos en donde se fundamenta el sentimiento que tenemos
de la continuidad histórica de nuestro sistema de derecho, a través de todas
las modificaciones que las reglas de derecho pudieran experimentar. Es
también la presencia de esos elementos la que permite considerar al
derecho como una ciencia y posibilita su enseñanza

Las normas son variables debido a que el legislador puede cambiarlas


atendiendo al tramado jurídico (razones políticas, económicas, sociales y
culturales) y no obstante hay continuidad en el Derecho.

El derecho notarial: Es la rama del derecho empresarial, corporativo y


público que estudia y regula la actuación notarial al igual que los
instrumentos notariales, los cuales por cierto son protocolares y extra
protocolares, al igual que los procesos notariales. En cuanto a su ubicación
existen pocos autores que han estudiado la del derecho notarial, sin
embargo, de acuerdo a nuestras incesantes investigaciones es en el derecho
público.

Mientras que para Henry Capitant, el derecho notarial es el conjunto de


doctrinas de normas jurídicas que regulan la función del escribano y
la teoría formal del instrumento público. Es por tanto, que Guillermo
Cababellas define el derecho notarial como los principios y normas
reguladoras de la organización de la función notarial y de la teoría formal
del documento público.

El Notario: Es la persona encargada de dar fe de cuanto acto se realiza ante


su presencia, siendo su máximo exponente la escritura pública, es decir, el
notario da fe en todos los sistemas jurídicos, sin embargo, sólo en algunos
existe escritura pública, en tal sentido esta es una característica que existe
en los sistemas jurídicos de la familia jurídica romano germánica que no
existe en la familia jurídica anglosajona.

La ley dominicana define al notario en los siguientes términos: "el Notario


es un oficial público instituido para recibir los actos a los cuales las partes
deban o quieran dar el carácter de autenticidad inherente a los actos de
la autoridad pública y darles fecha cierta, conservarlos en depósito y
expedir copias de los mismos."

República Dominicana

En Nuestro país: Al menos tres son los aportes que nos ofrecen los
notarialistas dominicanos. NELSON RUDYS CASTILLO OGANDO
afirma que el derecho notarial consiste en: “el conjunto de disposiciones
legislativas y reglamentarias, usos, decisiones jurisprudenciales y doctrinas
que rigen la función notarial y el instrumento público notarial”. De ello
deduce que, si el derecho notarial comprende las normas, los conceptos y
los principios, el objeto propio de la ciencia es la institución notarial.

ABREU DE POLANCO también reflexiona acerca del derecho notarial.


Luego de considerarlo con las características de sustantivo, público y
adjetivo, lo conceptualiza como: “aquella rama científica del derecho
público, que, constituyendo un todo orgánico, sanciona en forma fehaciente
las relaciones jurídicas voluntarias y extrajudiciales, mediante la
intervención de un funcionario que obra por delegación del poder público”.

En conclusión, César Pina Toribio reafirma, siguiendo al notable jurista


argentino EDUARDO BAUTISTA PONDÉ, la tradicional posición
internacional del derecho notarial que se refleja especialmente a partir de la
celebración del I Congreso Internacional del Notariado Latino, celebrado
en Buenos Aires en 1948, ocurriendo la definitiva constitución de la Unión
Internacional del Notariado Latino en el II Congreso Internacional,
celebrado en Madrid, en el año 1950.

EL PRESENTE DEL DERECHO NOTARIAL

Los tiempos se suceden con cambios de culturas, y esto provoca también el


cambio de necesidades. Las profesiones deben bregar por facilitar a la
comunidad soluciones justas, por cuanto al ser consideradas como servicio,
su misión siempre será atender las necesidades de las comunidades
exigentes de buenos profesionales.

Como hemos intentado argumentar a lo largo del presente ensayo, los


fundamentos rectores de nuestra ciencia o arte, que teledirigen a considerar
los objetos enmarcados en las nociones de fe pública, del instrumento
público notarial, de la teoría general de las formas, entre otros, si bien son
importantes y necesarios, no alcanzan hoy a asegurar nuestra
supervivencia.

Es necesaria la fe pública, es necesaria la teoría general del instrumento


público notarial, también la teoría general de las formas, las leyes de
organización del notariado, la función notarial, y hasta la teoría general del
acto jurídico y de las nulidades instrumentales; pero si no se las completa
con una fuerte teoría de los principios y de los deberes éticos notariales,
con una teoría general de la ética notarial en igual grado de exigibilidad
teórica y práctica, nuestro querido derecho notarial iberoamericano será
herido profundamente por los sistemas que pretenden imponer seguros y
cauciones que cotizan en las bolsas del mundo, evitando, sin dudas -como
ya ha quedado demostrado-, todo tipo de alusión a la seguridad jurídica
preventiva, una tarea histórica y milenaria del notariado mundial.

El seguimiento y respeto de los principios del derecho notarial actual, que


estimamos con un fuerte posicionamiento iusnaturalista, es la principal
defensa que puede ofrecer el notariado iberoamericano a sus requirentes,
que sean considerados consumidores dentro de la noción de sistema de
precios.

A partir del ejercicio de un derecho notarial justo se evitan notoriamente


los problemas que se originan en el mercado desigual, que alienta
constantemente el desequilibrio de las prestaciones de muchas maneras,
sobre todo a partir de los contratos predispuestos por adhesión, que muchas
veces anuncian la crisis de la autonomía de la voluntad, de los máximos
institutos rectores del derecho civil.

Es y será siempre buen notario quien conozca, estudie, reflexione y pueda


crear el derecho como profesional especialista e independiente, asesorando
con imparcialidad, independencia, solidaridad, equidad, competencia y
lealtad, entre tantos otros caracteres.

Si eso se logra entre nosotros, la sociedad reclamará a estos notarios


gatekeepers, esto es, a los guardabarreras de la legalidad en la contratación
privada.

El derecho nace en la notaría, y todos los trámites post-escriturarios


relacionados con la labor notarial destinada a dar “publicidad” de los
derechos adquiridos o limitados serán simplemente eso: trámites que entre
tantos otros deberes que tiene que cumplir el notario como guardabarreras
o, como magistrado de la paz social.

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